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BOLILLA 5 REGÍMENES DE PROTECCIÓN

VIOLENCIA FAMILIAR Aquel acto u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal,
psicoemocional, o sexualmente a cualquier integrante de la familia dentro o fuera del domicilio
familiar, y que tiene por efecto causar daño

Puede ser cualquiera de las siguientes clases:

 Violencia física: a todo acto intencional en el que se utilice alguna parte del cuerpo, algún objeto, arma o sustancia para
sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física del otro;
 Violencia psicoemocional: a todo acto u omisión consistente en prohibiciones, coacciones, condicionamientos,
intimidaciones, insultos amenazas, celotipia, desdén, abandono o actitudes devaluatorias, que provoquen en quien las
recibe alteración auto cognitiva y auto valorativa que integran su autoestima o alteraciones en alguna esfera o área de
la estructura psíquica de esa persona;
 Violencia económica: a los actos que implican control de los ingresos, el apoderamiento de los bienes propiedad de la
otra parte, la retención, menoscabo, destrucción o desaparición de objetos, documentos personales, bienes, valores,
derechos o recursos económicos de la pareja o de un integrante de la familia. Así como, el incumplimiento de las
obligaciones alimentarías por parte de la persona que de conformidad con lo dispuesto en éste Código tiene obligación
de cubrirlas, y
 Violencia sexual: a los actos u omisiones y cuyas formas de expresión pueden ser: inducir a la realización de prácticas
sexuales no deseadas o que generen dolor, practicar la celotipia para el control, manipulación o dominio de la pareja y
que generen un daño.

No se justifica en ningún caso como forma de educación o formación hacia las niñas y niños.

También se considera violencia familiar la conducta descrita en el artículo anterior llevada a cabo contra la persona que
esté sujeta a su custodia, guarda, protección, educación, instrucción o cuidado, siempre y cuando el agresor y el
ofendido convivan o hayan convivido en la misma casa.

En el derecho argentino el tema de la VF es de carácter civil y no penal, excepto aquellos actos de violencia que
configuren un delito tipificado en el Código Penal.

La violencia familiar es tan antigua como la humanidad misma, y aunque las tradiciones aceptaban el maltrato contra la
mujer es comodato constituyente y habitual de la convivencia, en América Latina desde la década del 70 varias voces
provenientes de organismos de derechos humanos y en particular de organizaciones de la sociedad civil feministas,
empezaron a denunciar que la violencia familiar no podía quedar impune y mantenerse en la esfera de las cuestiones
privadas que acontecen en las familias, sino que debía denunciarse porque significaba la violación de derechos humanos
que el Estado no podía desatender.

Históricamente, las mujeres han constituido un grupo especialmente vulnerable que ha debido padecer y sobrellevar
graves violaciones a sus derechos humanos y han sido víctimas de las peores formas de violencia. Esta es una
preocupación de orden internacional, a tal punto que varios instrumentos internacionales con rango constitucional en el
derecho argentino hacen entender que la violencia es una problemática social, y además el Estado tiene la
responsabilidad en llevar adelante diferentes acciones (legislativas, administrativas y judiciales) para prevenir,
intervenir, erradicar y sancionar la violencia en el seno de las familias.

Por eso se dejó atrás la postura pasiva en la cual se sostenían que todas las cuestiones relativas a la familia formaban
parte de la esfera privada de sus integrantes y estaban exentas de intromisión estatal.
En el debate triunfó la postura que defendía la intervención de carácter civil por sobre la penal, Y la necesidad de contar
con un proceso judicial especial que se dediquen al abordaje e intervención de esta problemática. Siendo las cuestiones
procedimentales competencia de las provincias, empezaron a surgir leyes específicas dedicadas a la violencia familiar.
En la actualidad, todas las provincias cuentan con su propia legislación sobre violencia familiar.

Instrumentos internacionales: Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer;
Convención Americana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, etc.

Para el abordaje de la violencia de género hay que tener en cuenta dos leyes nacionales:

 Ley 24.417 Protección contra la violencia familiar


 Ley 26.485 Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que
desarrollen sus relaciones interpersonales.

Regula cuestiones de fondo y también de índole procedimental. El primer artículo expresa que “las disposiciones de la
presente ley son de orden público y de aplicación en todo el territorio de la República, con excepción de las
disposiciones de carácter procesal…” agregando que “las jurisdicciones locales, dictarán sus normas de procedimiento o
adherirán al régimen procesal previsto en la presente ley”.

Y establece también que la “ley 24.417 será de aplicación en aquellos casos de violencia doméstica no previstos en la
presente ley”.

Esta ley regula aquellas situaciones de violencia que se suscitan en el ámbito privado (familia) y en el ámbito público
(novedoso que la ley regula).

Otra cuestión importante, es que esta ley tiene como objetivo la protección de uno de los dos géneros, las mujeres
(niñas, adolescentes y adultas), lo cual ha generado mayores críticas a la luz del principio de igualdad que recetan varios
instrumentos internacionales de derechos humanos. Discrimina a ciertas personas como los niños (varones) que
también son víctimas de violencia.

Una parte de la doctrina sostiene que debe aplicarse el principio pro homine, el que promueve la interpretación más
favorable al reconocimiento y satisfacción de los derechos humanos. En esta línea, su aplicación también debería
extenderse a los supuestos de violencia contra niños como así también a los hombres; más en un ordenamiento jurídico
que reconoce derechos a las parejas del mismo sexo donde es posible que se observe en situaciones de violencia
familiar siendo una relación formada por dos mujeres o dos hombres, a quienes también debería aplicarse dichas leyes.

Debe hacerse frente a la discriminación con herramientas no discriminatorias para lograr una sociedad más igualitaria.
Por eso, sea la persona que se trate, deben tener a su alcance las mismas leyes para que tengan las mismas respuestas
normativas a todas estas situaciones de violencia.

Principales aportes que se derivan de la ley 26.485:

o Actualización de la definición de violencia (Art.4)


o Actualización de los tipos de violencia (Art.5)
o Revalorización de las políticas públicas para el abordaje, atención y prevención de la violencia de género mediante la
implementación de diferentes acciones como ser: elaborar y desarrollar un plan nacional de acción para la prevención,
asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres; promover la creación de servicios de asistencia integral y
gratuita para las mujeres que padecen violencia; brindar capacitación permanente, formación y entrenamiento en la
temática a los funcionarios públicos en el ámbito de la justicia, fuerzas policiales y de seguridad, y las fuerzas armadas,
entre tantas acciones estatales tendientes a la erradicación de la violencia de género (Art.7 al 15)
o Ampliación del catálogo de medidas cautelares o protectores para poner fin a situaciones de violencia (Art.26)
o Prevención expresa de reparación civil (Art.35)
 Ley 26.791 (2012): modifica el Art.80 del Código Penal e incorpora la figura del femicidio. Caracterizado por un sujeto
pasivo = femenino y el sujeto activo = masculino y un componente subjetivo misógino, que es el que guía al autor,
causar un daño por el hecho de ser mujer. Por lo tanto no cualquier ejercicio de violencia contra una mujer es violencia
de género, sino aquella que se realiza contra una persona por el hecho de ser mujer.

(leyes)

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