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REGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES

Se le aplica todas las disposiciones comunes -régimen primario-

La regla es que lo ingresado al patrimonio de uno de los cónyuges permanece en ese patrimonio sin derecho alguno de
participación en cabeza del cónyuge no adquiriente: “lo mío es mío, lo tuyo es tuyo“.

A diferencia del régimen supletorio, el régimen de separación de bienes no genera comunidad alguna, no existiendo un
derecho una expectativa a participar de la masa de gananciales producida durante la vigencia del régimen en cabeza de
ninguno de los cónyuges.

La separación de bienes puede ser convencional -acordada por los cónyuges al celebrar el matrimonio o por
modificación posterior del régimen de comunidad-, o decidida judicialmente-en los supuestos autorizados en el Art.477.
En los dos casos rigen las normas de esta sección, que establece que cada consorte ostenta la titularidad de los bienes
que tenía antes del matrimonio, o los que fueron asignados en la liquidación de la comunidad cuando la separación de
bienes se decide judicialmente, o bien de los adjudicados por extensión de la comunidad en caso de convención
voluntaria de adscribir a la separación de bienes, y de los que adquiera con posterioridad a la celebración del
matrimonio.

En este régimen cada cónyuge conserva la independencia de su patrimonio y retiene la propiedad y el exclusivo uso,
goce y disposición de sus bienes y de los frutos de los mismos. No hay distinción entre bienes gananciales y propios; solo
se habla de bienes personales o privativos.

(Art.505) Gestión de los bienes. En el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges conserva la libre
administración y disposición de sus bienes personales, excepto lo referido a la disposición de los derechos sobre la
vivienda familiar y de los muebles indispensables de esta, actos para lo que se requiere el asentimiento del cónyuge no
titular del bien (Art.456)

En la segunda parte se instituye el principio de responsabilidad separada por deudas, es decir que cada cónyuge
responde por las deudas por el contraídas, excepto las deudas contraídas para solventar las necesidades ordinarias del
hogar, el sostenimiento y la educación de los hijos comunes (Art.455 y 461) casos en los que responden solidariamente.

El recorte a la autonomía personal de los cónyuges separados de bienes encuentra justificación, al igual que en el
régimen de comunidad, en la solidaridad familiar.

(Art.506) Prueba de la propiedad. Tanto respecto del otro cónyuge como de terceros, cada uno de los cónyuges puede
demostrar la propiedad exclusiva de un bien por todos los medios de prueba. Los bienes cuya propiedad exclusiva no se
pueda demostrar, se presume que pertenecen a ambos cónyuges por mitades.

En el caso de bienes cuya propiedad fuera imposible determinar, el CCyC presume el condominio de los cónyuges.

Esta norma tiene como fin evitar que un cónyuge pueda disponer de los bienes sin el conocimiento y anuencia del otro.

En todo momento, los consortes pueden requerir la partición del bien sujeto condominio por aplicación de las normas
que rigen este derecho real, la cual será resuelta judicialmente siempre que no afecte el interés familiar (EJ: petición de
división de un negocio productivo de rentas, del vehículo que usa un cónyuge con los hijos, entre otras) tratándose de la
división de condominio del inmueble que fuera vivienda familiar su partición está prohibida (Art.444)
El “interés familiar” es un concepto jurídico indeterminado que el juez debe valorar en cada caso concreto, teniendo en
cuenta los principios de solidaridad familiar y la prohibición del ejercicio abusivo del derecho.

(Art.507) Cese del régimen. El régimen puede cesar solo de dos formas:

1. Por la modificación del régimen convenido entre los cónyuges, forma convencional
2. Por disolución del matrimonio (muerte comprobada o presunta de uno o ambos cónyuges, divorcio, y por nulidad de
matrimonio putativo en el que se hubiere acordado régimen de separación)
Para resultar oponible a los terceros, la cesación de cualquier régimen patrimonial del matrimonio ha de ser inscrip ta en
el registro del estado civil y capacidad de las personas.

(Art.508) Disolución del matrimonio. Cómo en este régimen no existe expectativa de participación en los bienes de
propiedad del otro cónyuge, no hay bienes sujetos a partición. Salvo en el supuesto en que los cónyuges fueren
condóminos. En tal caso, extinguido el régimen de separación, aquellos podrán acordar el modo de partirlo y, si no
lograren consensuarlo, regirán las normas de la partición hereditaria (Art.2363 y ss.).
Si los cónyuges separados de bienes acuerdan ingresar al régimen de comunidad, la división de los bienes deberá
concretarse antes de dar inicio a la comunidad, pues los bienes cuyo dueño no pueda determinarse a esa fecha,
ingresarán como bienes propios en condominio a la nueva comunidad.

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