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PROTOCOLO PARA ASESORIA A LOS PADRES SEPARADOS EN EL MANEJO DE LOS HIJOS

La disolución del vínculo marital es un evento difícil en tanto puede ser factor desencadenante de crisis, que
no solo afecta a la pareja, sino a toda la estructura familiar, de la cual los principales afectados son los hijos.

El hecho de que se vaya de casa uno de los padres, exige reestructuración física y psíquica ; este hecho puede
llevar a la aparición de síntomas o conductas inconvenientes (evaluadas según la permanencia en el tiempo ;
nivel de egodistonía en el afectado ; rango de deterioro o disfuncionalidad que produce para el sujeto,
determinado en la interacción con las diferentes áreas de desempeño ; detonadores o eventos desencadenantes
específicos ; afiliación de otros sujetos al síntoma, y calidad de la relación con dichos sujetos, etc ), en alguno
de los individuos que componen el núcleo familiar, dificultando la dinámica de dicho núcleo.

La relevancia, que para el desarrollo adecuado del ser humano, contiene el cumplimiento de los objetivos o
tareas propios a cada etapa del proceso evolutivo, sustenta análogamente el valor que vivenciar cada etapa de
duelo de forma adecuada tiene para el hijo cuyos padres se han separado.

Se observa que dichos sujetos experimentan confusión y ansiedad, dadas las atribuciones que con respecto al
hecho “Disolución del Vínculo Marital de sus padres” generan, tales como :
 Pérdida del hogar y de todas las expectativas que giran alrededor de éste y su futuro.
 Pérdida de alguno o ambos padres ( generalmente el ausente ).
 Pérdida de los hermanos.
 Pérdida de la estabilidad y libertad, entre otros.

Además se encuentra alta relación entre la aparición de atribuciones inadecuadas y la estabilidad que los
padres expresan en términos de vectores de seguridad a sus hijos.

Por todo lo anterior se hace necesario realizar la anamnesis del caso donde se abordarán principalmente las
variables :

 Relación de Pareja : Hace cuánto término ésta y causa ; términos de dicha ruptura ; calidad de la
relación actualmente ; existencia de un tercero ; influencia de un tercero en el hijo ; actitud del hijo hacia
el tercero ; actitud de los padres frente a la influencia y actitud del hijo hacia un tercero ; si el tercero
tiene hijos, se evalúa sexo, edad, relación de éstos con el sujeto de intervención ; dificultades más
relevantes a lo largo de la convivencia y antes de la desvinculación - contenido de éstas - eventos
precipitantes ; actitud de los padres frente a las dificultades maritales ; se evalúa si ambos miembros han
elaborado duelo o etapa en que se encuentren.

QHE HACER : ( en caso en que se requiera nos remitimos al protocolo de Duelo y/o Infidelidad )

Ante la disoluta relación de pareja, es importante que los padres entiendan que sus hijos no tienen que
vivenciar la falta de apoyo de uno o ambos, pues su rol de padres es algo que siempre permanecerá mientras
existan hijos de por medio. Evite la intromisión de otros respecto al rol que frente a sus hijos ejecutan.

Discusiones, agitamiento, actitudes negativas manifestadas verbal o físicamente son improcedentes, cuando a
la hora de salud mental de ambos y sus hijos se trata.

Positivamente aporta el entender que en ocasiones en las que situaciones dolorosas hace tiempo tuvieron
lugar, no se debe ahondar en sus causas ni en la búsqueda de culpables, dado que solo se reforzarían
sentimientos de rabia y rencor, pues en el presente es imposible solucionar los problemas que se dieron en el
pasado. Lo anterior es la razón para no comentar con los hijos problemas de la relación anterior de pareja,
que en el nuevo contexto ya no tienen cabida.

La elaboración del duelo en los hijos, va a depender de la forma como los padres asuman la separación..
 Hijo : Edad ; sexo ; escolaridad ; número de hermanos, sexo y edades respectivas ; condición médica
general y enfermedades ( Eje III ), trastornos alimenticios, trastornos de sueño ; aspecto social ;
actividades de dominio y agrado ; verbalizaciones ; actitudes frente a los padres ; relación con éstos ;
con quién vive ; con quién quisiera vivir ; expresión afectiva ante cada uno ; elementos que sostienen la
relación con cada uno ; eventos precipitantes de dificultades en la relación con cada uno ; preguntas que
ha hecho y cómo han sido abordadas por los padres.

QUE HACER :

Cada edad tiene un lenguaje propio, éste puede ser más o menos elaborado, no obstante es vital tener en
cuenta que se debe de explicar al hijo la realidad de la separación, cuantas veces sea necesario y de forma
muy clara ( verbalizaciones adecuadas para la edad ), pero sin tocar aspectos íntimos.

Se recomienda en lo posible un trato ecuánime para todos los hijos, para evitar rivalidades y disputas respecto
al afecto de los padres ; al igual, no es adecuado que los padres se disputen el afecto de los hijos, ni el poder
disciplinario sobre éstos.

Confrontar el concepto que el hijo tiene de la separación y lo que realmente éste implica, ayuda al decremento
de la ansiedad, siempre que esta se haga presente. En este punto se puede ilustrar el tema del límite en las
relaciones, y la diferencia entre la relación paternal y la relación de pareja.

La norma y el límite, son cosas inherentes a la formación del individuo y deben instaurarse sin lugar a
ambigüedad, por tanto se requiere que los padres sean claros en cuanto al manejo de los hijos, indicar con
fórmulas precisas los lineamientos a ejecutar y respetar, y sobretodo no restar valor o pisotear las normas que
el excónyugue establezca. Es preciso que éstas sean discutidas y analizadas por ambos padres, a solas, para
llegar a un mutuo acuerdo y concertar su establecimiento.

Es relevante el respeto que los padres tengan por los horarios estipulados para salir con los hijos y la
constancia en el espacio destinado para compartir. Cuando convivan con éste, han de balancear la proporción
de actividades de dominio ( tareas del hogar y escuela ) y actividades de agrado que ejecute.

 Padres : Relación de cada uno con el hijo ; actitud del padre ante el comportamiento que el hijo presenta
con él ; explicación que soporte la actitud del hijo hacia él ; expresión afectiva ante el hijo ; valores que
enseña ; eventos precipitantes de dificultad en la relación con el hijo ; preferencia por algún hijo ; causa
de dicha preferencia ; área laboral ; estabilidad afectiva ; historia familiar ; ambiente en el cual vive ;
deseo de convivir con el hijo ; área social’ evaluar balance entre actividades de dominio y poder.

QUE HACER:

El nivel de responsabilidad en la ejecución del rol paterno, es una variable que requiere ser evaluada por el
propio padre con el animo de enriquecer la relación con su hijo.

Se hace indispensable que cada padre, valore la imagen de su expareja y objetivamente la evalúe, sin
embargo, la apreciación que tenga de ésta no debe ser transmitida al hijo, en especial en situaciones en las
cuales la valoración es negativa.

Los objetivos y valores que van a ser tenidos en cuenta en la crianza, es adecuado establecerlos con el
excónyugue con el fin de que no se dé lugar a la disputa y crítica.

Lógicamente todos los seres humanos somos diferentes y por tal razón las actuaciones son interpretadas de
forma más o menos placenteras para cada uno, así mismo amamos las personas y las cosas de distintas
formas ; este aspecto debe ser consciente para el padre en la interacción con sus hijos y regular que su
manifestación sea homogénea en lo posible.

Para el padre que obtenga de la ley el beneficio de la tutela, es adecuado facilitar y propiciar el encuentro que
su excónyugue vaya a tener con el hijo, sin dar cabida a la rivalidad.
Siempre que se vaya a convivir con el hijo se hace preciso tenerle en cuenta en aspectos como la decoración,
lugares, aprovechamiento de espacios y demás factores que constituyen el confort e incrementan el sentido de
pertenencia del hijo por dicho lugar.

Es necesario para el adecuado desarrollo del hijo, proteger su estabilidad emocional, se puede contribuir en
este aspecto evitando la intromisión de terceros en la crianza de éste, al igual que estableciendo limites que
ambos padres consideren adecuados, entre otros.

Con respecto a la situación de duelo que vivencian los hijos, se debe especificar de manera clara su contenido
general a los padres para que ellos incrementen los niveles de empatia hacia éstos y puedan transmitirles lo
normal de su situación en casos de perdida (remisión al protocolo de Duelo ). Aspectos a tener en cuenta en
dicho tema son :

a. Definición de Duelo : Como proceso que implica tiempo y que es relativo a cada ser humano.

QUE HACER :

Es importante que el niño comprenda el proceso por el que atraviesa, aspectos que lo generan y que éste no
durará toda la vida.

b. Teoría de la Emoción Primaria y Secundaria : La emoción primaria ligada a una pérdida es la tristeza ;
con base en datos obtenidos en la anamnesis ilustrar cómo se activa o los eventos desencadenantes
expresados por el paciente, suele incrementar el control que sobre la aparición e intensidad de su emoción
secundaria ( depresión ) tiene cada persona.

Además se encuentran emociones como la rabia, por no haber podido evitar la separación de los padres ; la
culpa, pues el hijo piensa que dicha disolución se debió a algo que el hizo o dejo de hacer ; ansiedad, ante la
inminencia de la soledad y el temor de perder el amor de uno o ambos padres ; inestabilidad, por pensar que
su emoción quizás no corresponde con la que las otras personas, hermanos específicamente, sienten ante dicha
pérdida ; alivio, es la que mayor nivel de culpa genera, pues puede sentir que dicha disolución puede
beneficiarle en algún aspecto ; y otras como impotencia, por no poder hacer nada para unir a sus padres,
shock, anhelo, etc.

QUE HACER :

Se debe de tener una actitud empática que posibilite apoyo para la manifestación emocional.

Es importante no bloquear la expresión afectiva, por el contrario es propicio instigar su fluidez por medio de
palabras de reconocimiento por el sentimiento que se tiene, hablar del reencuentro del padre ausente, hacer
ejercicios donde se despliegue gran cantidad de energía, etc.

Adiós a los mensajes de culpa, siempre que haya lugar, el explicar la diferencia de la relación de pareja y el
rol de ser padres ayuda en el decremento de esta emoción al igual que la impotencia.

Se encuentra sano no alimentar la emoción de los hijos respecto a que los padres nuevamente se unan ; el
repetir cada que se observe ésta presente, que la unión no volverá a darse más como pareja, es apropiado.

Aunque se disuelva el vínculo marital, el amor por los hijos debe permanecer intacto, es apropiado dar esta
explicación a los hijos con el fin de decrementar la ansiedad.

c. Etapas del Duelo : Según la Doctora Elizabeth Kubler existen cuatro etapas para el duelo, que se aplican
también a otras perdidas como la muerte etc. Estas etapas están presentes, tanto en los padres como en los
hijos. ( Para la asesoría de la elaboración del duelo de los padres, ver el protocolo de duelo ) Estos son :
1. Negación.
2. Rabia.
3. Negociación.
4. Tristeza.
5. Aceptación.

Estas etapas pueden darse en distinto orden : El niño podría pasar por una y devolverse a la anterior, también
podría experimentar dos al mismo tiempo y en algunos casos puede darse la impresión de haber saltado
alguna etapa o haberla pasado rápidamente.

1. Negación :

Es la primera reacción al saber la noticia de la separación ; ellos pretenden creer que todo va a seguir igual
para resistirse al dolor que esto implica. Para mantener esta creencia ellos podrían inventar mentiras, por ej . :
que el padre se fue de viaje, etc.

En aquellos que están muy pequeños es más frecuente la negación, pues no diferencian el amor que tienen los
padres entre sí y el amor que hay de los padres hacia ellos ; entonces casi siempre concluyen que si sus padres
dejaron de quererse también podrían dejar de quererlos a ellos. Esto implica lo necesario que es para los
pequeños el no aceptar. La consecuencia puede ser utilizar mecanismos regresivos como mojarse en los
pantaloncillos, hablar a media lengua, etc. Sin embargo, ésto es natural. La negación puede aparecer y
desaparecer en el transcurso del tiempo.

QUE HACER:

Se debe dar tiempo al niño para que se acostumbre, y lo más importante, siempre dígale la verdad en caso de
que él haga preguntas, sin llegar a alimentar su ilusión.

En caso de que se presenten mentiras por parte del hijo, no es adecuado regañar ni castigar, dado que dicho
comportamiento es propio a la etapa que vivencia, no obstante ayuda el que usted a solas, le hable del hecho
real por ej. : Tu padre y yo estamos separados, él no está de viaje, etc.

La manifestación incondicional de afecto por parte de los padres, es facilitadora en esta etapa
específicamente, pues el hijo niega por el dolor, en ocasiones producido, por el pensamiento de que sus padres
no estarán con él ni lo querrán más.

En preadolescentes puede marcarse importante angustia y dolor por la parte económica, por tal razón cuantas
veces sea necesario, debe explicarse el cambio que esta área sufre ante la nueva situación, pero que dicha
restricción en ocasiones generada, no se debe a la ausencia de apoyo por parte de ambos padres o alguno en
específico.

2. Rabia :

Los niños menores pueden tornarse agresivos, pero en la mayoría de los casos no es explicable la causa de la
rabia de una forma consciente por parte de ellos. Estos descargan la ira como sea necesario. Sin embargo, en
los hijos preadolescentes es más intensa la ira, pues conciben el divorcio como algo malo y quieren buscar
culpables ; al igual que con los niños entre seis y ocho años, en donde la rabia conjugada con el miedo
aparecen, pues es difícil amar y odiar a uno de los padres al mismo tiempo.

QUE HACER :

Al preadolescente se le debe hacer ver que una persona sola no es la responsable, el divorcio es mucho más
complejo ; además se le deben contestar todas sus preguntas de la manera más honesta posible, sin entrar a
explicar la vida intima de la pareja. Es importante saber entender la rabia de los hijos, pero dentro de unos
límites, por ej. : Comprendo que estés enojado, pero no permito que tumbes la puerta a patadas, etc. Siempre
acepte el sentimiento - la rabia - pero ponga límites al comportamiento, por ej. : Tienes derecho a tu ira, pero
no tienes derecho a lastimar a los demás, etc.

Tanto en éstos como en niños menores, es importante el implemento de ejercicios como el rayar una hoja para
vaciar su emoción, y no disfrazar con otros rótulos la aparición de ésta.

3. Negociación :

En esta etapa los niños crean la fantasía de que sus padres pueden volver a estar juntos, entonces deciden
portarse bien para obtener el beneficio de la nueva convivencia. De esta manera el niño pospone lo que está
ocurriendo y así se consuela demorando la tristeza, que de todas maneras está por dentro. Todos, sin
excepción pasan por la etapa en que hacen hasta lo imposible para que sus padres se junten.

QUE HACER :

Aquí más que nunca es necesaria la claridad, para que ellos no se llenen de falsas esperanzas, por ej. : Tu
padre y yo no vamos a volver, ya la decisión está tomada, etc.

4. Tristeza :

Se presenta cuando la pérdida es un hecho evidente. Los más pequeños sufren por haber perdido la seguridad
que da el hogar y además la cantidad de tiempo que pasarán con el padre ausente no tiene correlación con la
intensidad de la pena que atraviesa el niño frente a la ausencia. Los niños mayores y adolescentes extrañarán
la seguridad financiera y sufrirán por los cambios económicos.

Otros niños notarán la ausencia del apoyo emocional tanto del padre ausente, como del que está presente, pues
éste ya no tendrá la misma disponibilidad que antes. Son muchos los cambios que los niños deben sufrir de
manera repentina.

QUE HACER :

Permítales sentir y expresar la tristeza. Todos debemos atravesar por las etapas del duelo y es muy
conveniente llorar cuando se quiere. Es importante darles ánimo y consejos positivos, pero se debe tener
cuidado de hacerlo en el momento adecuado para no interrumpir el proceso de duelo.

Igualmente, actividades físicas como el ejercicio, son recomendables.

5. Aceptación :

La aceptación es demorada, pero finalmente llega. En algunos casos es más lenta que en otros, puede durar
meses o años, pero si de alguna manera está incapacitando totalmente al niño debe tratarse terapéuticamente.

Es importante considerar que si se dan acontecimientos como boda, mudanza a otra ciudad, etc, el niño podría
regresar a la negación y a la rabia.

La etapa que más afecta a los niños es la de la rabia, por esto es la que más se debe aprender a manejar. Esta
rabia se da en todos los miembros de la familia y los afecta de igual manera ; por esta razón es imprescindible
saber enfrentar este sentimiento, para no reprimirlo, pues muchas veces se organizan viajes o se toma el
camino de la bebida con el fin de aliviar sentimientos que se deben expresar en el momento adecuado.

En ocasiones los sentimientos reprimidos llevan a discusiones entre los padres, que lo único que causan es
alimentar el dolor en sus hijos ; es decir, el divorcio en sí no es el que destruye a los niños, sino la reacción de
los padres que no deja que ellos se puedan adaptar sanamente.

“Aquellos niños, cuyos padres han dejado la amargura y la ira a un lado, han podido emerger como seres
más libres e independientes.”
A continuación se expondrán algunas estrategias para el adecuado manejo del duelo por separación.

Si el padre se ayuda a sí mismo, ya ha comenzado a ayudar a sus hijos...


Cómo hacerlo ?

Para hacerlo existen varios pasos :

1. La comprensión de qué fue lo que paso :

- Qué fue lo que llevo a separarse, así comenzará a construir una futura estabilidad emocional.
- Si se siente víctima, evalúe qué lo llevó a ser víctima : Dependencia económica, Psicológica, etc.
- Analice porqué pudo haber desaparecido la atracción de la pareja.
- Tenga en cuenta la relación suya con sus suegros, y cómo cree que ésta pudo afectar el matrimonio.
- Tenga en cuenta la historia familiar, de esta forma podrá identificar por qué escogió su pareja y cuáles
patrones está repitiendo.

2. La aceptación de que el matrimonio se acabó : ( Antes deben agotarse todas las posibilidades de
reconciliación )

- Permítase sentir la gama de sensaciones que lo invadirán ( ira, dolor, etc )


- Consiga con quien hablar, con quien desahogarse ( ingrese a terapia )
- Ingrese a grupos de apoyo en donde sea escuchada y pueda aprender de otras experiencias similares.

3. Aprender a cuidarse a sí mismo :

- Se debe tener presente la importancia de la autoestima en los momentos difíciles ; por eso no es
conveniente abusar del trabajo exagerado u otras actividades que resulten fatigantes. Pues es momento de
comenzar a cuidar la autoestima.
- Para ésto se puede disponer de un tiempo en el que se realicen actividades placenteras ( hobbies, deportes,
etc ).
- Lo más aconsejables es permanecer relajado y cuidando de su salud, pues un padre que cuida de sí, va a
estar más capacitado para cuidar de sus hijos.

4. Busque apoyo en familiares y amigos :

- El apoyo de familiares y amigos es esencial, pero OJO es apoyo no intervención, pues podrían darse
conflictos no deseados.
Pídale a su familia no entrometerse y tampoco es necesario que les cuente todo ; solo busque el calor que
únicamente ellos pueden brindarle.

( Ver el protocolo de duelo para más recomendaciones para el separado ).

A continuación se expondrán los principales problemas por los que atraviesan los hijos después de una
separación y las estrategias que deben utilizar los padres para facilitar dicho proceso :

CUANDO LOS HIJOS SE SIENTEN CULPABLES :

Este aspecto es importante y se debe saber manejar, pues la culpa no lleva a nada positivo, y más cuando se
genera por asuntos que no implican que el niño sea el principal protagonista.

Las razones para que los hijos se sientan así son :

1. Piensan que lo que motivó la separación fue algo que ellos hicieron o dejaron de hacer. Se sienten tan
importantes que creen tener el poder de terminar con el matrimonio. Por eso creen que ellos son
culpables, al igual que sus infalibles fuentes de seguridad y poder ( los padres ).
QUE HACER:

Se debe explicar muy claramente que él no es el culpable, que el problema es entre los padres y que él no
tiene nada que ver. Esto le permitirá aliviar la culpa y comenzar a entender el problema. Si ésto no se hace,
podrían generarse problemas.

2. Muchos hijos escuchan discutir a sus padres asuntos, con respecto a ellos ( los hijos ). Por ésto a la hora
de la pelea final deducen que ellos son los culpables de la separación de los padres.

QUE HACER :

Estas discusiones deben darse donde el hijo no las presencie, dado que ésto lo llevarán a aprender a
relacionarse afectivamente a través del conflicto.

3. Cuando los padres se separan el único tema que los une, generalmente, son los hijos, por eso éste los verá
siempre hablando de él, lo cual podría llevarlo a sentirse culpable.

QUE HACER :

Se trata de hablar con la pareja para que estos aspectos se hablen discutan en ausencia del hijo. También es
preciso explicarle a éste, que el problema causante de la disolución no tiene nada que ver con él y que terminó
el matrimonio, más no la paternidad.

CUANDO LOS HIJOS MANIPULAN PARA OBTENER GANANCIAS SECUNDARIAS :

El establecimiento de figuras de apego y autoridad donde no haya lugar a la ambivalencia, es adecuado para el
establecimiento de un ser humano “sano ”.

Frecuentemente los hijos, tratan de sacar ventaja a situaciones en donde la debilidad de una de las figuras o
ambas se hace evidente dado aspectos como : inconsistencia de normas, límites, criterios de disciplina ;
labilidad de los padres ; preferencia afectiva por alguno de los hijos ó culpabilidad de los padres, entre otras.
Todo esto con el ánimo de salirse con la suya, en lo que a normas y límites se trata.

QUE HACER:

Se hace relevante redefinir las pautas y normas de crianza con el otro padre, ésto con el fin de siempre
manifestar respeto por el criterio que la otra persona tenga en situaciones de castigo, y vigilar el cumplimiento
de las normas propias a la disciplina de crianza establecida.

Siempre que se vaya a discutir sobre el asunto de la crianza y reprensión, debe de establecerse un ambiente
propicio en el cual no se encuentre presente el hijo.

La comunicación respecto a los hijos, es algo que siempre los deberá unir por ser una función propia al rol
que como padres adoptan, no la descuide, por el contrario fortalézcala cada día más implementando
estrategias que la hagan efectiva. Acerca de ésta, es relevante que los excónyugues tengan claridad, de que no
se debe efectuar a través de terceros y mucho menos si se trata de que el mensajero en cuestión sea un hijo.

Los comentarios de un cónyugue hacia el otro, también enseñan al hijo a que él pueda controlar a sus padres,
incluso hasta a competir entre sí, y de esta forma obtener cosas que jamas imaginó conseguir. Por ejemplo los
hijos amenazan con ir a vivir con el otro padre. Las reglas del hogar deben estar más firmes que nunca, y los
padres deben hacer un esfuerzo por mantener la unidad, de manera que no se de la diferencia entre ambos, que
es quien permite la competencia.

CUANDO LOS HIJOS SOMATIZAN :


En algunas ocasiones se observa que ante la separación de los padres los hijos comienzan a presentar una
serie de signos y síntomas pertenecientes a algún cuadro médico en especial ( asma, problemas renales,
cefaleas, etc ), cuya causa al ser evaluada la condición médica no se encuentra a nivel orgánico. En este
momento podríamos hablar de somatización, la cual en varias ocasiones puede presentarse por la ansiedad, los
sentimientos de impotencia y minusvalía que en torno a la separación de los padres se generan, y la falta de
expresión de toda la gama de emociones características al duelo.

QUE HACER :

El desconocimiento de lo que esta problemática representa, puede impulsar a los padres a tachar a sus hijos de
“mentirosos ” ; la comprensión y la empatia que el padre manifieste al hijo, posibilita en éste de alguna
manera, el entendimiento de la patología que le aqueja y la fluidez de pensamientos y emociones que
contribuyen al decremento de las ansiedades y catexias.

Realizar ejercicios físicos, contribuye así mismo a la reducción de la tensión y con ella al relajamiento, se
observa también que influye en la desviación de la atención del foco negativo ( malestar y sensaciones
displacenteras ) a uno más positivo en tanto adecuado ( metas, futuro optimista, actividades de agrado, entre
otras, dado el incremento en los niveles de serotonina ).

Para los padres separados, las actividades que enmarcan su rol de padres deben encontrarse en un lugar
importante en el cual no deben ser olvidadas ni descuidadas, el estar al tanto de su hijo ; dar importancia a su
sentir, pensar, anhelos, metas e ilusiones y el construir con éste un futuro en el cual siempre se le estará
acompañando y guiando, indudablemente contribuye a que éste cimente las bases de su personalidad sobre
una estructura firme, segura y confiable.

CUANDO LOS HIJOS PRESENTAN TRASTORNO POR DEFICIT ATENCIONAL O


TRASTORNO DE LA CONDUCTA :

Es aspecto es importante de abordar en correlación con la manipulación que en los hijos puede surgir, pues
básicamente estos trastornos se originan a partir de la restricción afectiva de las figuras paternas respecto a sus
hijos, así mismo falta de empatia, bajo nivel de atención que se les presta, y sobre todo en el criterio de
autoridad que al niño o adolescente se le establece y manifiesta por medio de las tareas que debe cumplir,
normas y límites, y sistema de castigo - refuerzo a conductas apropiadas o no.

Lógicamente las áreas anteriormente citadas, cuando se presenta una problemática a nivel de pareja, se
afectan de forma importante atravesando de polo a polo los continuos imposición - permisividad, rigidez -
labilidad, ausencia de expresión afectiva - melocería, entre otros.

QUE HACER:

El establecer normas claras y específicas al hijo, es el primer paso de la ayuda que se debe enunciar ; en
especial en preadolescentes es importante dejar de lado el reproche, para dar cabida al diálogo y a la
confrontación.

Las manifestaciones de afecto deben estar siempre presentes, no obstante es relevante vigilar el no caer en la
permisividad, ni la melocería.

Al momento de reprender el incumplimiento de alguna norma, se hace vital, el explicar que no tiene que ver
nada con la situación de disolución del vínculo marital la reprensión que se va a hacer, y el que además las
normas que se establecen se deben respetar pues ambos padres han estado de acuerdo al determinarlas ; para
no incrementar emociones y rencores inapropiados, el ser claro respecto a que el castigar es una forma de
demostrar que sí se ama al hijo, resulta vital.

CUANDO LOS HIJOS PRESENTAN DIFICULTADES ESCOLARES :


Pueden presentarse como consecuencia de las ansiedades propias a la situación de separación, además de la
constante rumiación de ideas que lógicamente restan espacio a la atención y con ésta decrementan los niveles
de rendimiento.

QUE HACER:

La empatia ayuda, conjugada con una actitud de entendimiento en la cual no está presente la burla,
recriminación, ni los castigos excesivos, tampoco la permisividad y pasividad ante el evento.

Se debe ser claro con el hijo respecto a la posición empática del padre, luego del reporte confirmatorio, por
parte de la persona encargada en la escuela de hacer el seguimiento y la evaluación, de que dicha dificultad es
contingente al evento de separación.

Un acompañamiento y especial atención de la tareas escolares, puede incrementar los niveles de rendimiento ;
ésto siempre debe ligarse a verbalizaciones que refuercen la atención del niño, la comprensión reflexiva y en
sí los autoesquemas.

Es importante luego de realizar una estimación de la magnitud de la problemática que tanto el hijo como el
padre afrontan, remitirlos a buscar ayuda psicológica.

OTRAS CONSECUENCIAS

Pensar que el niño no se va a afectar con el divorcio es “un acto de ignorancia total”, ya que es mucho lo que
ellos pierden al derrumbarse la seguridad de su hogar :

- La autoestima se va al suelo : Uno de los padres hizo algo terrible para ser abandonado ; y luego aparecen
las criticas de un padre sobre el otro. Entonces el niño piensa : “Si mi padre o mi madre son malas personas,
entonces yo también lo soy, pues soy producto de ellos.

- Aparece una sensación de traición : Muchas veces se les pide a los hijos que tomen partido ( ésto no se
hace necesariamente de forma directa y consciente ). El mensaje es “que hay que osiar a uno, para que el otro
sea feliz ”.

QUE HACER :

No solo las palabras hablan, también las actitudes. Si los padres han hecho esto deben reconocerlo y hacer
algo por sus hijos. Así como podemos comunicar mensajes negativos sin usar palabras negativas, también
podemos enviar mensajes positivos, con una sonrisa, un beso, una caricia etc, ya que el amor de los padres es
imprescindible en estos momentos.

- Cuando adultos las relaciones de pareja le serán difíciles : Ciertas investigaciones han demostrado que
los hijos de padres divorciados pueden divorciarse más fácilmente que los hijos de no divorciados.

- Pueden comenzar a sentirse utilizados : El usar los hijos como mensajeros causa gran malestar : Del
papá a donde la mamá y al revés.

QUE HACER :

El papel de un hijo no debe ser este, como tampoco el de confesor o psicólogo, pues ésto implicaría tomar
partido y esto resulta muy difícil para un niño que ama a ambos padres.

Es importante que el niño permanezca alejado de mensajes negativos o chismes acerca de sus padres. La
imagen positiva de cada uno le va a permitir creer en sus padres y él mismo.
OTROS ASPECTOS IMPORTANTES QUE NO SE PUEDEN DESCUIDAR

Enfatice con los padres divorciados lo siguiente :

 Permítale a su hijo acercarse al padre. Aunque usted lo odie, déjelo amar.


 Nunca hable mal del padre ausente.
 Protéjalos del sentimiento de culpa. Hábleles mucho de que no es culpa de ellos.
 El niño entre seis y ocho años podría pensar que con el tiempo el otro padre también lo va a abandonar.
Tranquilícelo, ambos padres deben realizar esta labor.
 Loa hijos pueden ilusionarse con la reorganización de ambos padres. Sea tolerante y explíqueles con
paciencia, que ésto no podrá ser.
 Evite a toda costa el expresarse mal o con grosería de la otra persona. Se debe cuidar la imagen de los
padres, pues esta será la base para la imagen propia del hijo.
 Los niños tienden a ver todo en blanco y negro, nunca en gris, por lo tanto, existe un padre bueno y otro
malo. Evite confirmar la idea de que el otro padre es malo.
 Los adolescentes ven el divorcio de otra manera, perciben a los padres por separado, de una forma más
madura. Tenga cuidado de que ellos no se conviertan en sus confidentes.
 Nunca critique a su excónyugue en presencia de los hijos, tampoco discuta ni pelee con él.
 Organice un horario de visitas conveniente para todos, sea estricto en el cumplimiento de éste ; ésto les
dará seguridad.
 Comparta con su excónyugue las buena y malas noticias de sus hijos, pues es importante que aunque ya no
sean pareja, sí serán padres por toda la vida.
 Asegúrele a sus hijos su deseo por mantener una buena relación con el padre.
 Encuentre formas de liberar sus iras y sus emociones negativas.
 No utilice jamas a sus hijos como mensajeros, psicólogos o confesores.
 Nunca le pregunte a su hijo a quién quiere más, ni los cuestione con quién quiere vivir, a no ser que sea un
adolescente como para tomar una decisión.
 Trate que todo sea normal, pues en lo conocido los niños encuentran seguridad.
 Edúquese y lea sobre el tema del divorcio y la separación.
 Si alguna vez el niño decide que no quiere salir, no reaccione negativamente ; es difícil para él cambiar de
un padre a otro.
 Motive al niño pequeño, en caso de que no quiera salir con el padre ausente.
 Nunca se debe intervenir con los métodos de disciplina del cónyugue.
 Nunca falte o llegue tarde a una cita concretada con el niño o adolescente. Llame y avise.
 Si el niño se niega totalmente a ver al otro padre, se debe buscar ayuda profesional.

COMO AYUDAR A ENFRENTAR LAS NUEVAS RELACIONES DE LOS PADRES

 Es lógico que los padres separados encuentren otra pareja y no es fácil la aceptación definitiva por parte de
los hijos, pues estos podrían estar todavía esperando que los padres vuelvan a unirse. Por eso son
importantes las siguientes recomendaciones :

 Se debe procurar, si se está recién separado y existe una nueva persona, que los hijos no pasen tiempo de
ellos con la pareja. Esto podría causar resentimiento y confusión. Sólo cuando esté seguro de su nueva
pareja, preséntela a los hijos. Los niños necesitan al menos seis meses solos con su padre o madre, antes
de introducir a la tercera persona.
 Es bueno comunicarle a su exesposo su intención de volverse a casar antes de contárselo a sus hijos. La
tensión para el niño será mucho menor si sabe que todos están de acuerdo.
 La autoridad y la disciplina les corresponde implementarlas a los padres, no a los padrastros. La relación
entre estos se debe plantear en términos de amistad y respeto.
 Es natural que el niño inicialmente haga comentarios negativos sobre la nueva persona, no se deben
reforzar ya que ésto es normal. El forzar a un hijo a que quiera a alguien es imposible, lo único que el
padre puede hacer, es asegurarse de que sea respeutoso con la otra persona.

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