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SESIÓN DE APRENDIZAJE 5

TRASTORNOS SOMATOMORFOS Y
DISOCIATIVOS

Docente: Mg. Gary Ilizarbe Herrera


IMPORTANTE :
1. Sé puntual.
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únicamente, espera indicaciones de la
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4. Al terminar la clase, todos los alumnos
deben salir de esta.
5. Se respetuoso en todo momento.

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6. Pon atención, pregunta al final para que
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siendo grabada y nuestro reglamento de
conducta se aplica para Cualquier falta a este.
¡Disfruta la clase!
Analiza e identifica los trastornos
somatomorfos, disociativos y
trastornos de somatización. OBJETIVOS
DE LA SESIÓN
DE
APRENDIZAJE
Trastornos somatomorfos y disociativos

¿Qué son los trastornos


somatoformes y disociativos?
El trastorno dismórfico: corporal es la
preocupación por algún defecto imaginario o
exagerado en el aspecto físico.
El trastorno somatomorfo: se caracteriza por la
presencia de uno o más síntomas orgánicos
crónicos acompañados de niveles significativos y
desproporcionados de angustia, preocupaciones
y dificultades en el funcionamiento diario
relacionadas con dichos síntomas.
El trastorno somatomorfo

El trastorno somatomorfo reemplaza varios diagnósticos utilizados


anteriormente, como el trastorno de somatización, la hipocondría, el
trastorno por dolor, el trastorno somatoforme indiferenciado y otros
trastornos relacionados. Todos estos trastornos implican somatización: la
expresión de factores mentales como síntomas físicos (somáticos, del
término griego soma, que significa cuerpo).
En este trastorno, la principal preocupación de la persona afectada se
refiere a los síntomas físicos, como dolor, debilidad, fatiga, náuseas u otras
sensaciones corporales. La persona puede sufrir o no un trastorno físico que
causa los síntomas o que contribuye a su aparición. Sin embargo, en
presencia de un trastorno físico, una persona con trastorno somático
responde a este en exceso.
❑ Los médicos acostumbraban a diagnosticar este
tipo de trastorno de la salud mental cuando la
persona refería síntomas físicos que no se
explicaban mediante un trastorno físico. Sin
embargo, dicho enfoque es problemático por
varias razones:
❑ Por lo general no es adecuado establecer un
diagnóstico de trastorno mental simplemente
porque los médicos no pueden encontrar una
causa física para los síntomas. Podría ocurrir que
los resultados de las pruebas fueran erróneos o
que se hubieran utilizado pruebas equivocadas.
❑ Muchas personas pueden sufrir un trastorno
físico que contribuya a sus síntomas, pero es
posible que su reacción a los mismos sea tan
excesiva o inapropiada que lleve a considerar
que sufren también un trastorno de salud
mental.
❑ El hecho de distinguir entre los síntomas físicos y
los mentales hace en ocasiones que la persona
piense que el médico no cree que sus síntomas
sean reales.
❑ Debido a estos problemas, en la actualidad los
médicos basan el diagnóstico de trastorno
somatomorfo en la respuesta de la persona ante
sus síntomas o sus problemas de salud.
Síntomas trastorno somatomorfo
Los síntomas físicos comienzan generalmente antes de
los 30 años, a veces durante la infancia. La mayoría de
las personas presenta muchos síntomas, pero algunas
presentan un único síntoma grave, por lo general el
dolor. Los síntomas pueden ser específicos (como dolor
abdominal) o vagos (como la fatiga). En el trastorno de
somatización la preocupación puede centrarse en
cualquier parte del cuerpo.
La persona con trastorno de somatización se preocupa
en exceso por los síntomas y sus posibles consecuencias
catastróficas. Su preocupación es desproporcionada en
relación con los síntomas. La gente puede atribuir
sensaciones o molestias normales, como los ruidos
estomacales, a un trastorno físico. Tienden a pensar lo
peor de los síntomas que experimentan. Los propios
síntomas o la excesiva preocupación por ellos son
angustiosa o perturba todos los aspectos de la vida
cotidiana. Algunas personas se deprimen.
Cuando el médico trata de tranquilizar,
a menudo piensan que no se está
tomando en serio sus síntomas. A
menudo, están descontentas con la
atención médica que reciben y suelen
cambiar de un médico a otro o
someterse a tratamientos por parte de
varios médicos al mismo tiempo.
Muchos no responden al tratamiento
médico, que puede incluso empeorar los
síntomas. Algunos parecen
extremadamente sensibles a los efectos
secundarios de los fármacos.
Los síntomas pueden ayudar a las
personas a evitar responsabilidades,
pero también pueden impedir que
disfruten de actividades, actuando
como un castigo, lo que sugiere que
pueden existir sentimientos
subyacentes de falta de valía y culpa.
Los síntomas pueden remitir o
empeorar, pero suelen persistir y es
infrecuente que desaparezcan por
completo durante periodos
prolongados.
DIAGNOSTICO TRASTORNO SOMATOMORFO
❑ Evaluación de un médico, en base a criterios específicos
❑ Los médicos diagnostican el trastorno somatomorfo
cuando aparecen las características siguientes:
❑ La persona presenta síntomas que le preocupan en
exceso y/o perturban su vida diaria
❑ Piensa constantemente en la posible gravedad de sus
síntomas
❑ Se siente extremadamente preocupada por su salud o
por sus síntomas
❑ Invierte una cantidad excesiva de tiempo y energía en los
síntomas o en problemas de salud
❑ Para determinar si los síntomas se deben a un trastorno
físico, los médicos llevan a cabo una exploración a fondo
y a menudo solicitan pruebas.
❑ El trastorno somatomorfo se puede distinguir de otros
trastornos de salud mental similares por sus síntomas
persistentes y por los pensamientos y preocupaciones
excesivos que los acompañan.
Trastornos de Somatización
El trastorno somatomorfo se puede
distinguir de otros trastornos de
salud mental similares por sus
síntomas persistentes y por los
pensamientos y preocupaciones
excesivos que los acompañan.
Este trastorno se puede pasar por
alto en las personas mayores debido
a que ciertos síntomas, como la
fatiga o el dolor, se consideran parte
del envejecimiento o debido a que la
preocupación acerca de los síntomas
se considera comprensible en las
personas mayores, que suelen
presentar varios problemas médicos
graves y toman muchos
medicamentos.
TRATAMIENTO DE TRASTORNO SOMATOMORFO

Terapia cognitivo-conductual
Incluso cuando la persona mantiene una buena
relación con su médico de atención primaria, a
menudo se la suele derivar a un psiquiatra. La
psicoterapia, en particular la terapia cognitivo-
conductual, es el tratamiento más eficaz.
A las personas con trastorno somatomorfo les
beneficia mantener una relación de apoyo y
confianza con un médico. El médico puede
coordinar su atención médica, ofrecer
tratamientos para aliviar los síntomas, visitarla con
regularidad y evitarle pruebas y tratamientos
innecesarios.
Sin embargo, el médico también debe permanecer
alerta ante la posibilidad de que la persona, en
algún momento de su vida, pueda desarrollar un
trastorno orgánico nuevo y distinto que requiera
una adecuada valoración y tratamiento. No se
debe suponer automáticamente que los síntomas
nuevos y diferentes estén causados por el
trastorno somatomorfo de la persona.
HIPOCONDRIASIS

La hipocondría o hipocondriasis es una


enfermedad por la que el paciente
cree de forma infundada que padece
alguna enfermedad grave.
El origen del término hace referencia a
una región anatómica, el hipocondrio,
situada bajo las costillas y la apófisis
xifoides (la punta) del esternón,
donde, se creía que se acumulaban los
vapores causantes de este mal.
La hipocondría es, en esencia, una actitud
que el individuo adopta ante la enfermedad.
La persona hipocondríaca se somete
constantemente a un autoanálisis
minucioso y preocupado, incluso obsesivo,
de las funciones fisiológicas básicas, y piensa
en ellas como una fuente de segura
enfermedad biológica.
Es el temor constante de tener una
enfermedad grave, aun cuando los médicos
le han dicho que no es así. Debido a que
usted está muy ansioso por su salud, es
posible que consulte a varios médicos.
Cuando los médicos le informen que no
tiene ningún problema serio de salud, es
posible que usted no les crea. La
hipocondriasis puede hacer que usted se
sienta muy frustrado y deprimido.
La característica esencial de la hipocondría es la
preocupación y el miedo o la convicción de
padecer una enfermedad grave, a partir de la
interpretación personal de alguna sensación
corporal o de casi cualquier otro signo que
aparezca en el cuerpo.
Puede ocurrir, por ejemplo, con lunares, con
pequeñas heridas, con la tos, incluso con los
latidos mismos del corazón, con movimientos
involuntarios o con sensaciones físicas no muy
claras.
Aunque el médico le asegure que no presenta
enfermedad alguna, el hipocondríaco solamente
se queda tranquilo durante un momento, pero
su preocupación por lo general vuelve de nuevo.
La interpretación catastrófica, por parte del
individuo, de los signos corporales más ínfimos
es el mecanismo que desencadena la
hipocondría.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA HIPOCONDRIASIS?

No se sabe la causa exacta de la


hipocondriasis. Las siguientes son algunas
razones de por qué esto podría suceder:
❑ Usted o un ser querido tuvieron una
enfermedad seria en el pasado.
❑ Usted tuvo unos padres sobreprotectores
que se enfocaron demasiado en problemas
de salud menores.
❑ Usted tiene una condición médica de
salud, como ansiedad o depresión.
❑ Usted tuvo algún evento estresante en su
vida, como la muerte de un ser querido.
DIAGNOSTICO
La evaluación psiquiátrica: los médicos le
preguntarán si usted tiene antecedentes de
trauma psicológico, como abuso físico,
sexual o mental, si se le dio la atención que
usted necesitaba. También si ha sido víctima
de un crimen o un desastre natural, o si tiene
una lesión o enfermedad grave. O si usted ha
visto a otras personas heridas, como durante
el combate, o si bebe alcohol o usa drogas en
la actualidad o en el pasado.
Los médicos quieran saber si quiere
lastimarse o matarse a sí mismo o a otros.
Las respuestas a estas preguntas pueden
ayudar a los médicos en su tratamiento y sus
pasatiempos o metas y la gente en su vida
que le apoyan.
También le realizará un examen físico
y podría realizarle otros exámenes o
pruebas. Podría ser necesario que
usted vaya a consulta con el médico
varias veces al mes. Muchas
personas con hipocondriasis también
tienen depresión.
Podrían administrar medicamentos
para ayudar a controlar la ansiedad y
la depresión. Algunos tipos
especiales de terapias también
podrían ayudar a tratar la
hipocondriasis. Asimismo realizarle
exámenes o recibir tratamientos que
necesita.
TRASTORNO DEL DOLOR PERSISTENTE

El trastorno de dolor persistente es


parte de las enfermedades
somatomorfos que se caracteriza
por una continua preocupación de
la persona por síntomas o dolores,
aunque se hayan descartado
trastornos físicos, o también
cuando la respuesta a un dolor
físico es mucho más intensa de lo
que debería y no cede con la
medicación o el tratamiento
orgánico recetado.
¿Cómo se puede detectar?
Para que la persona no tenga que
necesariamente pasar por una serie de
exámenes y consultas médicas
exageradas es importante que se
aprenda a relacionar si hay algún tema
emocional vinculado, por ejemplo la
persona puede estar pasando por una
situación laboral difícil o una situación
familiar complicada y es ahí cuando
empeora el dolor. Ver el panorama de
forma más amplia, nos permite
reconocer la posibilidad de este
trastorno.
Por lo general, la frustración y la ansiedad son
factores que ayudan a reconocer este
trastorno, ya que la persona pasa por un
proceso de búsqueda la razón a su dolor, no
debemos olvidar que el dolor que sienten es
real. Sin embargo, la respuesta que
encuentran en la gente y en los médicos en
general es “no tiene nada”, lo cual genera más
frustración, mayor búsqueda y más ansiedad.
Además, otros problemas derivados son las
intervenciones innecesarias: exámenes
repetitivos, consultas, adicción a
medicamentos por automedicación e incluso
cirugías y no obstante, el dolor no desaparece
ni disminuye.
En este tipo de casos no es que el paciente no
tiene nada, la explicación de su dolor es a
partir del tema de salud mental y buscar la
ayuda puntual de un especialista en esta área.
Tratamiento

Es necesario realizar una


evaluación psicológica al paciente,
diagnosticar el trastorno de dolor
persistente y ver si confluyen otras
patologías como depresión, por
ejemplo, entonces se recomienda
siempre la psicoterapia y de
acuerdo al estado se podría
recetar fármacos.
Trastornos de conversión amnesia psicógena

El trastorno de síntomas
neurológicos funcionales, antes
conocido como trastorno de
conversión, consiste en síntomas o
déficits neurológicos que se
desarrollan en forma inconsciente
e involuntaria y, en general,
afectan una función motora o
sensitiva
El trastorno por conversión
El trastorno por conversión es una
condición en la que las personas
experimentan síntomas que no tienen
explicación física. Estos pueden incluir
síntomas como debilidad, trastornos del
movimiento, problemas sensoriales o
desmayos. Los episodios del trastorno por
conversión casi siempre son
desencadenados por un evento estresante,
problemas emocionales u otros trastornos
mentales (como la depresión, por
ejemplo). Dado que el trastorno de
conversión suele ser una condición
autolimitada a menudo no requiere
tratamiento, aunque en algunos casos
podría considerarse una hospitalización.
El trastorno por conversión es
Riesgos
relativamente común y es 3 veces más
frecuente en mujeres que en hombres.
Puede afectar a personas de cualquier
edad, pero tiende a ser más común entre
los 20 y 50 años de edad. El trastorno por
conversión es una reacción física a un
estrés abrumador o una angustia
emocional. Existen muchos ejemplos
comunes tales como un acelerado ritmo
cardíaco cuando la persona se siente
nerviosa, pero en el trastorno por
conversión los síntomas suelen ser más
dramáticos. Es más común en personas
que están pasando por situaciones
emocionales difíciles, y en personas que
están experimentado ansiedad o
depresión.
Síntomas

Las personas con trastorno por conversión


pueden presentar síntomas dramáticos tales
como ceguera, visión doble, debilidad o
parálisis, espasmos musculares,
convulsiones, pérdida de equilibrio, piel
adormecida, pérdida de memoria, dificultad
para tragar, tics nerviosos o incluso
alucinaciones (entre muchos otros). Si bien
puede no encontrarse una causa que
explique los síntomas, para la persona que
los experimenta son reales. Las personas
con trastorno por conversión suelen
demostrar una sorprendente
despreocupación sobre sus síntomas.
Diagnóstico
El diagnóstico suele hacerse en
consulta médica general o por un
especialista en psiquiatría cuando
no se encuentra una causa física
que explique los síntomas y existen
una evidencia de estrés. El
trastorno por conversión puede ser
difícil de diagnosticar y a menudo
se realizan múltiples pruebas para
descartar otras causas de los
síntomas antes de llegar a un
diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno por
conversión involucra educación sobre el
trastorno y orientación psicológica para
abordar la causa del estrés. Muchas
personas encuentran que estos
tratamientos ayudan a aliviar los síntomas.
Si la persona con trastorno por conversión
también experimenta ansiedad o
depresión, pueden tratarse
simultáneamente al trastorno por
conversión y de esta manera se ayuda a
mejorar los síntomas.
Trastorno de conversión

Prevención Pronóstico

Participar en actividades de alivio de El trastorno por conversión


estrés (actividad física suave generalmente mejora con el paso
frecuente, actividades agradables, del tiempo, en especial cuando la
etc.) y tener una fuente confiable de causa del estrés desaparece. En
apoyo emocional durante los algunas personas los mismos
momentos de estrés puede ayudar a síntomas, o síntomas similares,
prevenir los síntomas del trastorno pueden volver a aparecer en
por conversión. momentos de estrés.
Amnesia psicógena

La amnesia disociativa, La amnesia psicógena es considerada un


también conocida como síndrome amnésico caracterizado por una
amnesia funcional o amnesia amnesia de tipo retrógrada con
psicógena, es un trastorno alteraciones en la memoria episódica.
disociativo caracterizado por Surge, en la mayoría de los casos, luego de
una débil pérdida de memoria haber experimentado un hecho de
provocada por un episodio carácter traumático. Se la suele diferenciar
intenso de estrés psicológico, de las amnesias orgánicas, consideradas
y que no puede atribuirse a amnesias con bases neurales objetivables.
causas neurobiológicas. Nos proponemos establecer las bases
neurales que subyacen al desarrollo de
esta patología, superando así la dicotomía
amnesias orgánicas/amnesias psicógenas.
AMNESIA PSICÓGENA
Trastorno disociativo, mediado probablemente
por procesos disociativos, que se caracteriza por
una incapacidad para recordar aspectos
importantes de un episodio traumático. Su
característica esencial es la incapacidad súbita
para recordar información personal importante.
Generalmente, existen antecedentes de
amnesia orgánica secundaria, por ejemplo, a un
traumatismo craneal.
No suele durar mucho, aunque en algunos
casos puede ser permanente. El paciente puede
manifestar perplejidad y desorientación ante el
estado amnésico. En la mayoría de los casos, la
memoria semántica (conceptual) y las
actividades de la memoria permanecen intactas.
SÍNTOMAS

Un acontecimiento o acontecimientos concretos o un


período de tiempo concreto, como los meses o años en
los que se han sufrido abusos sexuales durante la infancia
o los días pasados en combate (amnesia localizada)
Sólo ciertos aspectos de un acontecimiento o sólo ciertos
acontecimientos, durante un período de tiempo (amnesia
selectiva)
La identidad personal y toda la historia de vida,
incluyendo en ocasiones habilidades e información sobre
el mundo bien asentadas (amnesia generalizada)
La información sobre una categoría específica, como toda
la información sobre una persona en particular o sobre su
familia (amnesia sistematizada)
Cada nuevo acontecimiento a medida que se produce
(amnesia continua)
Las personas afectadas tienen dificultades
para establecer y mantener relaciones.
Algunas personas experimentan imágenes
retrospectivas, como ocurre en el trastorno
por estrés postraumático. Es decir, reviven los
acontecimientos como si estuvieran
sucediendo realmente y no son conscientes de
su historia personal posterior, por ejemplo,
que sobrevivieron al trauma.
Las imágenes retrospectivas pueden alternar
con amnesia de lo que sucedió durante la
imagen retrospectiva. Algunas personas con
amnesia disociativa desarrollan trastorno por
estrés postraumático después, sobre todo
cuando se dan cuenta de los acontecimientos
traumáticos o estresantes que
desencadenaron su amnesia.
Diagnóstico
Evaluación médica, basada en criterios
diagnósticos específicos del Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales, Quinta
edición, revisión de texto (DSM-5-TR, por sus siglas
en inglés)
En algunas ocasiones, pruebas para descartar otras
posibles causas de estas alteraciones
El diagnóstico de amnesia disociativa se basa
principalmente en los síntomas:
Las personas afectadas no pueden recordar
información personal importante (por lo general
relacionada con un acontecimiento traumático o
estresante) que normalmente no se olvidaría.
Están muy angustiadas por sus síntomas, o sus
síntomas les impiden desenvolverse en situaciones
sociales o en el trabajo.
Los médicos también llevan a cabo una
exploración física para descartar causas
neurológicas de la amnesia, como la demencia.
En ocasiones hay que realizar pruebas para excluir
otras causas de la amnesia. Las pruebas son las
siguientes:
Resonancia magnética nuclear (RMN) o tomografía
computarizada (TC) del cerebro para descartar
tumores u otros trastornos estructurales del
cerebro
Electroencefalografía (EEG) para descartar un
trastorno convulsivo
Análisis de sangre u orina para detectar toxinas y
fármacos
También se realiza un examen psicológico. Algunos
tests psicológicos específicos ayudan a caracterizar
y a obtener una mejor comprensión de las
experiencias disociativas y, por consiguiente, al
desarrollo de un plan de tratamiento adecuado.
Tratamiento
• Un ambiente de apoyo
• A veces técnicas de recuperación de la
memoria (como la hipnosis)
• Psicoterapia
• Ambiente de apoyo
Los médicos inician el tratamiento procurando
que las personas se sientan seguras y
respaldadas, por ejemplo, ayudándolas a evitar
posteriores traumas. Si aparentemente no existe
una razón urgente para que la persona recupere
la memoria de un acontecimiento doloroso, este
tratamiento de apoyo puede ser todo lo que se
necesita. La persona puede recordar poco a
poco los recuerdos perdidos.
Cuando un ambiente de apoyo no mejora la
situación o cuando la necesidad de recuperar
recuerdos es urgente, los médicos pueden
utilizar la hipnosis o las entrevistas facilitadas
por medicamentos.
Técnicas de recuperación de la memoria
En aquellos casos en que los
acontecimientos olvidados no logran
recordarse o en los que existe una necesidad
urgente de recuperar dichos recuerdos, las
técnicas de recuperación de la memoria
suelen tener éxito. Entre estos factores se
incluyen los siguientes:
Hipnosis
Entrevistas facilitadas con fármacos
(entrevistas que se llevan a cabo tras la
administración de un sedante, como un
barbitúrico o una benzodiazepina, por vía
intravenosa)
La hipnosis y las entrevistas
facilitadas con fármacos se
emplean para reducir la ansiedad
asociada al periodo afectado por
la amnesia y para penetrar o
eludir las defensas que las
personas amnésicas crean como
protección ante el recuerdo de
experiencias dolorosas o
conflictos.
Psicoterapia

Una vez que la amnesia ha remitido,


la psicoterapia continuada ayuda a
las personas a hacer lo siguiente:
Comprender el acontecimiento
traumático o los conflictos que han
causado el trastorno
Buscar la manera de resolverlos
Evitar una futura traumatización, si es
posible
Regresar al funcionamiento normal
Pronóstico de la amnesia disociativa
A veces los recuerdos vuelven
rápidamente, como puede ocurrir
cuando se separa a la persona de la
situación traumática o estresante (por
ejemplo un combate). En otros casos, la
amnesia, particularmente en personas
con fuga disociativa, persiste durante un
largo período de tiempo. Los síntomas
pueden disminuir a medida que las
personas envejecen.
La mayoría de las personas recuperan lo
que parecen ser sus recuerdos
olvidados y resuelven los conflictos
causantes de la amnesia. Sin embargo,
algunas personas nunca logran romper
las barreras que les impiden reconstruir
su pasado perdido.
Fuga psicógena o Fuga disociativa

La fuga disociativa está contemplada


como un trastorno disociativo en el
DSM-IV, aunque en el DSM-5 ya no lo
haga.
Los trastornos disociativos se
caracterizan esencialmente por una
alteración de las funciones
integradoras de la conciencia, la
identidad, la memoria y la percepción
del entorno, y pueden aparecer de
repente o de forma gradual, al igual
que pueden ser transitorias o
crónicas.
La fuga disociativa se caracteriza por viajes
repentinos e inesperados lejos de la
vivienda habitual del sujeto o de su trabajo.
Dichos viajes van a acompañados de una
incapacidad para recordar, parte o la
totalidad del pasado. Suelen venir
acompañados de una confusión de
identidad (no saber quién eres) e incluso
puede llegar a asumirse otra nueva
identidad distinta a la que se tenía.
Los viajes que se realizan pueden durar
horas o días, pero también semanas o
meses.
Quienes padecen este trastorno, suelen
recorrer muchos kilómetros e incluso viajar
a otros países.
Curso y prevalencia
El inicio se suele asociar a
acontecimientos traumáticos y
estresantes y solo suele darse un
episodio.
Según los casos documentados,
este trastorno solo afecta a un
0,2% de la población general
adulta. No obstante, es un
trastorno poco diagnosticado, ya
que las fugas suelen pasar
desapercibidas.
Si la persona ha sufrido fugas Tratamiento
disociativas, la psicoterapia, en
ocasiones combinada con otras técnicas
e incluso con fármacos, puede utilizarse
para intentar ayudar a la persona a
recordar los acontecimientos que
tuvieron lugar durante el periodo de
fuga. Sin embargo, tales esfuerzos no
suelen tener éxito.
No obstante, un psicoterapeuta puede
ayudar a las personas afectadas a
explorar los patrones con los que se
enfrentan a situaciones diversas y los
conflictos y los estados de ánimo que
desencadenaron la fuga, para ayudarles
a encontrar mejores estrategias de
respuesta en el futuro.
Recuperación
La recuperación suele ser rápida, pero
puede persistir bajo la forma de estas
amnesias.
Después de la recuperación, puede
existir una amnesia de los
acontecimientos que tuvieron lugar
durante la fuga e incluso se da una
amnesia refractaria, es decir, no se
recuerda la existencia del
acontecimiento traumático. Por
ejemplo, alguien que fue a la guerra
olvida todo lo que vivió en ella, sobre
todo si fallece alguien cercano a él.
Intervenciones de Enfermería Técnica
La somatización no es un diagnóstico
psiquiátrico, sino un denominador de
una serie de procesos patológicos
recogidos en el DSM-IV como
trastornos somatomorfos. Dichos
trastornos, según DSM-IV-TR, se
caracterizan por un conjunto de
síntomas físicos que afectan a
diversos órganos, no se atribuyen a
ninguna entidad clínica, ni al consumo
de diversas sustancias, ni a otro
trastorno mental. Es una enfermedad
crónica con fluctuaciones en la
intensidad de los síntomas.
Los trastornos somatomorfos tienen gran
importancia clínica para el sistema
sanitario ya que hay una elevada
prevalencia siendo ahora mayor la
detección de trastornos de somatización,
dando lugar a un mayor consumo de los
recursos sanitarios. Se producen elevados
costes sanitarios debido al difícil manejo
de estos pacientes, ya que realizan
continuas demandas médicas y
evaluaciones diagnósticas. Éstos tratan de
conducirlos hacia las evaluaciones que
ellos buscan, sin embargo, tratamientos
innecesarios pueden resultar iatrogénicos
para el paciente agravando sus
comportamientos somáticos.
1. El paciente debe ser atendido por un solo médico: su
médico de Familia.
2. Planificar citas regulares cada 4-6 semanas como máximo.
3. Realizar consultas breves (10-15 min.) que sean posibles
en la agenda del médico generalista.
4. Explorar siempre la zona corporal de la que se queja el
paciente.
5. Guiarse por los signos, nunca por los síntomas. Los
síntomas deben ser interpretados en un contexto
comunicacional.
6. Evitar test diagnósticos que no sean imprescindibles para
evitar iatrogenia y gasto sanitario. Deben solicitarse basados
en los signos, no en los síntomas.
7. Evitar diagnósticos espúreos y tratamientos innecesarios.
8. Tranquilizar y reasegurar.
9. Derivar adecuadamente a los servicios psiquiátricos.
La mayor dificultad para llevar a cabo estos programas es
que los pacientes somáticos crónicos producen sentimientos
de frustración e ira y provocan un gran rechazo por parte de
los profesionales sanitarios.
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