Está en la página 1de 4

Trastorno de somatización

El término somatización fue acuñado a comienzos del siglo XX por el neurólogo y psicoanalista
alemán Wilhem Shekel, para indicar el proceso mediante el cual un trastorno psicológico
puede producir síntomas somáticos (1). Desde el punto de vista psicológico la somatización se
entiende.como un mecanismo de defensa inconsciente mediante el cual una persona sin
proponérselo, convierte el malestar emocional en un síntoma físico, desviando así la atención
del conflicto psicológico que le genera ansiedad (2). El que sea inconsciente indica que la
persona no produce voluntariamente el síntoma, no se percata de su origen psicógeno,
verdaderamente lo experimenta y no busca beneficios
Sintomas
El síntoma principal causado por los trastornos de somatización es la aparición de diferentes
molestias en alguna zona del cuerpo que no pueden ser explicadas debido a la presencia de
alguna otra enfermedad física o mental.
Estas molestias suelen ser intensas, y deben estar presentes durante al menos seis meses para
que se pueda diagnosticar un trastorno de este tipo. Normalmente, comienzan durante la
adolescencia, y la persona puede padecerlas durante años hasta que recibe algún tipo de
tratamiento.
Prácticamente todas las partes del cuerpo pueden verse afectadas durante un trastorno de
somatización. Sin embargo, los dolores y problemas son más comunes en algunas zonas que en
otras.
Por ejemplo, es habitual que las personas que sufren esta enfermedad mental se quejen de
molestias intestinales o estomacales.
Causas
Por desgracia, los expertos todavía no conocen con exactitud las causas por las cuales algunas
personas desarrollan un trastorno de somatización en algún momento de sus vidas.
Sin embargo, existen algunas teorías que podrían explicar al menos en parte algunos de los
problemas más comunes de estos pacientes.
Defensa contra estrés psicológico
Una de las teorías más antiguas sobre el origen de los trastornos somáticos sugiere que son
una manera que tiene la mente de lidiar con el estrés psicológico. En lugar de experimentar
ansiedad o depresión, algunos individuos simplemente desarrollan síntomas físicos.
De acuerdo con este modelo, las personas con un trastorno de somatización buscan
inconscientemente la atención que generalmente se le da a los enfermos, a la vez que evitan
los estigmas asociados con las enfermedades mentales. Sin embargo, la evidencia que apoya
esta teoría no es demasiado.
Gran sensitividad hacia sensaciones físicas
Una teoría alternativa sugiere que los trastornos de somatización surgen debido a que la
persona es especialmente sensible a las sensaciones de su cuerpo.
Según esta explicación, los individuos que desarrollan esta patología sienten por ejemplo un
pequeño dolor que otra persona ignoraría, y con su preocupación excesiva lo acaban
amplificando.
Los estudios al respecto muestran que la mayoría de personas con este trastorno
efectivamente prestan más atención de lo normal a sus sensaciones físicas. Sin embargo, aún
es necesaria más evidencia para poder confirmar si esta es la causa del problema o no.
Autosugestión
La última teoría, que en muchos casos iría de la mano de la anterior, es que las personas que
padecen un trastorno de somatización se autoconvencerían de que un síntoma menor en
realidad está causado por un problema físico muy grave. Con el tiempo, esta creencia les haría
ir desarrollando otras molestias cada vez más severas.
A menudo, las personas con este trastorno cambian su estilo de vida para reducir al máximo
las actividades que puedan empeorar su supuesta enfermedad. Debido a ello, cada vez tienen
más tiempo libre para centrarse en sus síntomas, por lo que estos no hacen más que
empeorar.
Hoy en día se sabe que la mente subconsciente es capaz de producir todo tipo de síntomas
físicos en determinadas situaciones. Según parece, este es el principal mecanismo que provoca
los trastornos de somatización.
De hecho, esta idea lleva desarrollándose desde la época de Sigmun Freud, el padre de la
teoría psicoanalítica. Este psicólogo vienés trataba casos de «histeria» (que hoy serían
diagnosticados como trastornos de somatización) modificando los pensamientos inconscientes
de la persona mediante el proceso terapéutico.

Consecuencias
Los trastornos de somatización se cuentan entre los más dañinos para el bienestar de las
personas que los padecen. Los síntomas físicos suelen ser muy molestos y dolorosos, y están
acompañados de una preocupación constante y excesiva que suele interferir con el desarrollo
normal de la vida del paciente.
Por otro lado, los individuos que padecen esta enfermedad a menudo modifican todo su estilo
de vida para tratar de minimizar las molestias que sienten, aunque normalmente no tienen
éxito. Debido a ello, habitualmente reducen poco a poco su actividad diaria y dejan de hacer
aquello con lo que disfrutan.
También es habitual que las personas con un trastorno de somatización acaben desarrollando
otras patologías al mismo tiempo, como depresión o ansiedad. Estas tienen un impacto muy
negativo en su calidad de vida.
Por último, uno de los mayores problemas de este trastorno es que es muy difícil de
diagnosticar. Debido a ello, las personas que lo padecen pueden pasar años sufriendo todo
tipo de síntomas físicos y psicológicos sin que ningún especialista encuentre la causa de su
enfermedad.
Tratamiento
Una vez que se ha conseguido diagnosticar un trastorno de somatización, el enfoque más
habitual para tratarlo es la terapia cognitivo – conductual.
Aplicada correctamente y con el tiempo suficiente, esta corriente ha demostrado ser la más
eficaz a la hora de reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El enfoque de la terapia cognitivo – conductal es doble. Por un lado, el psicólogo se centrará en
cambiar las creencias irracionales que los pacientes puedan tener sobre sus sensaciones
físicas, lo que contribuirá a reducir su malestar mental y físico.
Al mismo tiempo, se animará al paciente a volver a involucrarse en todo tipo de actividades
que le ayuden a apartar su mente de su problema. Esto también ha demostrado ser muy
efectivo a la hora de reducir las consecuencias provocadas por el trastorno de somatización.
Por otro lado, en algunos casos parece que puede ser útil el uso de psicofármacos para paliar
los síntomas de este trastorno psicológico. Por ejemplo, ciertos tipos de antidepresivos han
resultado ser efectivos a la hora de reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo de los
pacientes.
La anorexia nerviosa
Es una enfermedad de origen mental. Las personas, por lo general chicas, que lo padecen
tienen una preocupación excesiva por el peso, lo que les lleva a disminuir la cantidad de
alimentos que ingieren y a seleccionar los de menor contenido en calorías. Este
comportamiento implica una importante pérdida de peso, que puede llegar a una
situación de desnutrición grave.
A veces, para adelgazar, realizan excesivo ejercicio físico, toman laxantes o diuréticos o se
provocan el vómito. Habitualmente aparece en personas con tendencia a la insatisfacción
personal. Buscan un cambio en su aspecto físico, y la pérdida de peso constituye un “éxito”
que aumenta su autoestima.
Causas
Las causas que producen la anorexia son múltiples y de diferentes orígenes. Existen
factores biológicos, como los péptidos reguladores del apetito. Algunas situaciones
predisponen a desarrollarla: antecedentes personales de sobrepeso en la infancia, o
antecedentes familiares de trastornos del humor o de la conducta alimentaria.
Afecta más a personas con baja autoestima, tendencia al perfeccionismo, inestabilidad
afectiva, inseguridad, etc. Es frecuente el éxito académico o profesional, pero con
inseguridad en el ámbito emocional.
Existen otras causas que son precipitantes, es decir, desencadenan el trastorno en
personas predispuestas. Se trata de acontecimientos de distinta naturaleza, sucedidos en
el ambiente de la paciente. El inicio de una dieta baja en calorías, dado el estereotipo de
belleza actual caracterizado por una extrema delgadez, es un factor determinante en la
aparición de esta enfermedad. Este modelo se transmite a través de los medios de
comunicación (televisión, internet, revistas, redes sociales) e influye especialmente a los
adolescentes. El hábito de comer en soledad, la ruptura matrimonial de los padres, un
conflicto de pareja o entre amigas, también puede desencadenar el trastorno. El ambiente
que se origina en torno a algunas aficiones y profesiones, como bailarinas, modelos o
gimnastas, puede suponer una situación de riesgo.
Sintomas
La desnutrición puede provocar los siguientes síntomas físicos:
• Hipotermia: bajada de la temperatura corporal, suelen ser personas que tienen mucho
frío y que van con un exceso de ropa para la temperatura real que existe, ya que tienen un
descenso en la temperatura corporal, debido a la restricción alimentaria.
• Bradicardia: hay un enlentecimiento del ritmo cardiaco.
• Hipotensión: la tensión arterial en estos enfermos es baja, y se pueden producir vértigos
y desvanecimientos.
• Anemia: es la disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre; esto
produce cansancio y alteraciones menstruales.
• Osteoporosis: es una disminución de la masa ósea ocasionando una mayor
susceptibilidad para las fracturas.
• Amenorrea: ausencia de la menstruación durante un periodo de tiempo prolongado.
• Caída del cabello.
• Lanugo: es un vello (similar al de los recién nacidos) que sale por todo el cuerpo, (cara,
brazos, piernas...).
• Sequedad de piel.
• Uñas rotas.
• Estreñimiento: la evacuación intestinal es muy infrecuente o existe una dificultad para la
expulsión de las heces.
• Hinchazón del vientre.
Criterios de diagnostico
Tratamiento de la anorexia. Los objetivos globales del tratamiento son la corrección
de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta
conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya
que pueden implicar un mayor riesgo de muerte
El tratamiento consiste en terapia
Puede ser necesario un tratamiento médico para volver al peso normal. La terapia
conversacional puede ayudar con la autoestima y los cambios en el comportamiento.
Terapias
Grupo de apoyo, Terapia cognitivo-conductual, Terapia dialéctica conductual, Orientación,
Terapia interpersonal, Terapia familiar, Terapia de comportamiento, Psicoterapia, Terapia
breve y Terapia de grupo

También podría gustarte