Actualmente la constitución política del Perú establece la pena de
muerte solo para los delitos de traición a la patria, en casos de guerra y actos de terrorismo; todo esto en concordancia con los pactos internacionales suscritos por el estado peruano.
En el Perú hoy por hoy no es posible sancionar los asesinatos o
violaciones con pena de muerte, porque el estado ratifico en julio de 1978 un tratado internacional que se lo impide realizar este acto por completo.
POSTURA: El derecho a la vida es uno de los pilares centrales de
nuestro marco jurídico, que así como tiene un comienzo, también tiene un final, vida y muerte son dos caras de la misma moneda, hoy en día el estado nos permite poder decidir qué hacer con nuestras vidas, somos libres de elegir, es decir nadie tiene derecho de decidir sobre nosotros y mucho menos el estado, lo cual indica el tratado de 1978.
En casos de los delincuentes, muchos dicen que estaría bien legalizar
la pena de muerte, como también hay personas que no están de acuerdo, pero pongámonos a reflexionar, somos seres humanos y todos cometemos errores y no es necesariamente realizar la pena capital, por más horroroso que sea el delito que cometan, ellos también tienen derecho y es el derecho a vivir, nadie puede decidir qué hacer con su vida, son conscientes y libres de hacer con su vida lo que ellos crean que es correcto.
Yo sostengo que se siga prohibiendo la pena capital en el Perú, pero
que se implemente castigos para todos estos delincuentes, al igual que diversos países, asignarles un trabajo para el bien común y social del país, sin recibir nada monetario, hasta que cumpla su condena, para así poder reducir la delincuencia y progresar socialmente y también económicamente como país..