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PATOLOGÍA VETERINARIA
FCV-UNL
2023
Patología Veterinaria
Cursado 2023 - 2do. cuatrimestre
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos, y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones microscópicas:
-Se reconoce la estructura orgánica, apreciándose los lobulillos, las venas
centrolobulillares y los espacios portales.
-Tinción citoplasmática muy suave a nivel centrolobulillar observable a poco aumento. -
Pérdida del ordenamiento trabecular, debido al aumento de tamaño (hinchazón) de los
hepatocitos.
-Hepatocitos hinchados, que toman forma redondeada en vez de poliédrica. -
Citoplasmas de los hepatocitos espumosos o vacuolados. Las vacuolas se ven en el
citoplasma como zonas claras, sin límites definidos. Esto provoca la pérdida de tinción
tisular.
-El núcleo se conserva en el centro de las células sin mostrar cambios.
-Los sinusoides son poco evidentes por que se han reducido, producto de la hinchazón
celular.
Lesiones microscópicas:
-Se reconoce la estructura orgánica, apreciándose los lobulillos, las venas
centrolobulillares y los espacios portales.
-Tinción citoplasmática muy suave a nivel centrolobulillar.
-Pérdida del ordenamiento trabecular debido a la hinchazón de los hepatocitos. -
Hepatocitos hinchados, que toman forma redondeada en vez de poliédrica. -Citoplasmas
de los hepatocitos vacuolados. Las vacuolas se observan con límites bien definidos de
forma redonda y no se tiñen. En algunos hepatocitos las vacuolas son múltiples y
pequeñas lo cual se denomina “esteatosis microvesicular” y en otros casos se observa
una gran y única vacuola citoplasmática lo cual se llama “esteatosis macrovesicular”.
Algunos hepatocitos pueden romperse y las vacuolas coalescen formando grandes
“quistes lipídicos”.
-Los núcleos se han desplazado a la periferia por la presencia de gran cantidad de lípidos
formando vacuolas en el citoplasma; otros núcleos de células menos afectadas se
conservan centrales.
-Los sinusoides son poco evidentes por que se han reducido producto de la hinchazón
celular.
Lesiones microscópicas:
-La estructura orgánica se conserva perfectamente, ya que se observa la zona cortical
provista de glomérulos y túbulos, y la zona medularrica en túbulos y carente de
glomérulos. -Presencia de una sustancia eosinófila, homogénea y amorfa dentro de las
luces tubulares y que llegan a formar cuerpos cilíndricos denominados cilindros hialinos,
producto de filtración anormal en glomérulos (hialina extracelular).
-Presencia de gotas proteicas (hialina intracelular o gutular) en el interior de las células
de los túbulos contorneados proximales que se tiñen eosinófilas y son de distintos
tamaños. También son el producto de la filtración glomerular defectuosa. Algunos
glomérulos presentan esta sustancia hialina en el espacio de Bowman.
Hígado: Está constituido por una gran cantidad de lobulillos (que son las unidades
estructurales) de forma poligonal que contactan entre sí dejando en el punto de unión de 3 o
4 de ellos un espacio generalmente triangular denominado espacio portal.
En el centro del lobulillo se aprecia la vena central, carente de pared y revestida por un
endotelio. De ella parten radialmente hacia la periferia los hepatocitos, células poliédricas
dispuestas como cordones (trabéculas de Remak), dejando entre ellos los sinusoides, también
revestidos por un endotelio.
En el espacio portal, aparte del tejido conjuntivo se observan cortes de conductos biliares
(tapizados con epitelio simple cúbico), ramas de la arteria hepática (pared muscular gruesa y
sección redonda), ramas de la vena porta (pared muscular fina, luz amplia y sección irregular)
y vaso linfático (pared muy fina revestida por endotelio y carente de sangre).
Riñón: Formado por dos zonas, una cortical compuesta de glomérulos y túbulos y otra
medular que únicamente posee formaciones tubulares. En la corteza se observan
formaciones redondas con gran cantidad de núcleos, que son los glomérulos renales,
constituidos por un ovillo de capilares rodeados por una cápsula provista de una capa parietal
y una visceral que encierra el espacio de Bowman.
En la zona medular sólo se ven partes de las ramas delgadas, partes de las ramas gruesas del
asa de Henle y túbulos colectores. En el tejido conjuntivo que separa a los túbulos se aprecian
muchos capilares con sangre.
Introducción a la microscopía
Fijación
Autólisis
Lesión microscópica
Alteraciones degenerativas
Adaptación celular Proteinuria
Degeneración Hipoproteinemia
Esteatosis Gutular
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos, y palabras claves en relación a este tema.
Hígado con color amarillo intenso, con aumento de tamaño. Viendo el cadáver completo,
también se aprecia color amarillento de mucosas aparentes (oral, ocular, peneana y
vulvar), arterias, fascias, tejido adiposo y otros órganos. Si la ictericia hemolítica puede
observarse hemoglobinuria (orina roja) y hemosiderosis en el bazo. Si la ictericia es
hepatotóxica puede acompañarse de otras lesiones hepáticas (cambios degenerativos con
bordes redondeados y hernia al corte, cambios de color y de consistencia); y en el caso de
ser ictericia obstructiva se pueden observar lesiones que involucran las vías biliares
(engrosamiento de la pared de los conductos con presencia de parásitos, cálculos biliares
(colelitos) u otras lesiones relacionadas con la inflamación que estudiaremos más
adelante).
Lesiones microscópicas:
Lesiones macroscópicas:
Lesiones microscópicas:
A menor aumento se observa una sustancia de color marrón amarillento pardo, granular,
que se observa diseminada en la pulpa roja. A mayor aumento puede identificarse el
pigmento en el interior del citoplasma (intracitoplasmático) en macrófagos de la pulpa
roja, que constituyen el sistema monocítico-macrofágico. A mayor concentración de
pigmento, la tonalidad observada es más oscura (agregado de micelas de ferritina).
Hígado: Está constituido por una gran cantidad de lobulillos (que son las unidades estructurales)
de forma poligonal que contactan entre sí dejando en el punto de unión de 3 o 4 de ellos un
espacio generalmente triangular denominado espacio portal.
En el centro del lobulillo se aprecia la vena central, carente de pared y revestida por un
endotelio. De ella parten radialmente hacia la periferia los hepatocitos, células poliédricas
dispuestas como cordones (trabéculas de Remak), dejando entre ellos los sinusoides, también
revestidos por un endotelio.
En el espacio portal, aparte del tejido conjuntivo se observan cortes de conductos biliares
(tapizados con epitelio simple cúbico), ramas de la arteria hepática (pared muscular gruesa y
sección redonda), ramas de la vena porta (pared muscular fina, luz amplia y sección irregular)
y vaso linfático (pared muy fina revestida por endotelio y carente de sangre).
Bazo: Órgano voluminoso, limitado por una cápsula conjuntiva que posee fibras musculares y
elásticas, y envía tabiques hacia el interior, en los que podemos apreciar vasos sanguíneos.
La pulpa blanca está formada por folículos linfáticos denominados Corpúsculos de Malpighi
diseminados por toda la pulpa roja, y que rodean a un vaso arterial.
La pulpa roja está constituida por los cordones de Billroth y los senos venosos situados entre
ellos. Los cordones están formados por tejido esponjoso linforreticular con gran cantidad de
células libres: linfoblastos, linfocitos, monocitos y macrófagos, asentados sobre una trama de
reticulina que permite comunicación directa entre la sangre y el tejido reticular.
Pigmento Ictericia
Hiperbilirrubinemia Hemosiderosis
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos, y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia la grasa del omento y mesenterio peripancréatico con un color blanco, con
pérdida del brillo característico (opaco), de aspecto seco, firme (aumento de la
consistencia), similar a yeso.
Diagnóstico morfológico: Necrosis de la grasa mesentérica multifocal.
Lesiones microscópicas:
Algunos lobulillos se mantienen intactos, con adipocitos de aspecto normal, mientras que
en otros hay pérdida de la estructura tisular; también se observan restos de células
adiposas conteniendo en su interior una sustancia eosinófila que corresponde a la
formación de jabones insolubles (esterificación de ácidos grasos con metales como sodio,
calcio o potasio) y ausencia de algunas células. Estos lobulillos muestran necrosis.
En el intersticio se constata la presencia de células macrófagos y linfocitos, entre los cuales
se observan células gigantes de cuerpo extraño.
Lesiones macroscópicas:
Se reconoce el órgano. Se evidencia un área con pérdida de la arquitectura, circunscripta,
encapsulada, con centro de color blanquecino, que al corte tiene consistencia cremosa y
semilíquida.
Diagnóstico morfológico: Absceso hepático focal.
Lesiones microscópicas:
Se reconoce el órgano sin dificultad. En un área del corte se evidencia una zona con aspecto
de nódulo con pérdida de la arquitectura orgánica, rodeada de una cápsula de tejido
conjuntivo, con ausencia de hepatocitos y gran cantidad de polimorfonucleares neutrófilos
(núcleos muy basófilos y formados por múltiples lóbulos) y piocitos (neutrófilos con núcleos
oscuros, picnóticos y citoplasmas vacuolados), entre detritus celulares y algunos glóbulos
rojos. También se encuentran zonas vacías, con ausencia de células.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia una zona irregular de reblandecimiento del tejido nervioso (malasia)
principalmente a nivel de la sustancia gris, que se extiende hasta la sustancia blanca;
multifocalmente se observan zonas rojas (hemorragia).
Diagnóstico morfológico: Necrosis licuefactiva de medula espinal focal.
Lesiones microscópicas:
Se reconoce el órgano ubicando el conducto del epéndimo en el área central y las zonas de
sustancia gris (rica en neuronas) y blanca (reconocida por el corte transversal de los
paquetes de fibras nerviosas).
Se observa en una amplia área la pérdida del detalle arquitectónico a nivel de la sustancia
gris, que tiene forma irregular no circunscripta y que muestra una masa de sustancia
eosinófila amorfa mezclada con glóbulos rojos. Se destaca la presencia de células grandes,
claras y globosas, que muestran vacuolas citoplasmáticas, llamadas células de Gitter, que
son células de la microglia que fagocitaron mielina. Se aprecia un pigmento negro que
corresponde con hematina ácida.
Hígado: Está constituido por una gran cantidad de lobulillos (que son las unidades estructurales)
de forma poligonal que contactan entre sí dejando en el punto de unión de 3 o 4 de ellos un
espacio generalmente triangular denominado espacio portal. En el centro del lobulillo se
aprecia la vena central, carente de pared y revestida por un endotelio. De ella parten
radialmente hacia la periferia los hepatocitos, células poliédricas dispuestas como cordones
Guía de Trabajos Prácticos – Página 11 de 35
Patología Veterinaria
Cursado 2023 - 2do. cuatrimestre
(trabéculas de Remak), dejando entre ellos los sinusoides, también revestidos por un endotelio.
En el espacio portal, aparte del tejido conjuntivo se observan cortes de conductos biliares
(tapizados con epitelio simple cúbico), ramas de la arteria hepática (pared muscular gruesa y
sección redonda), ramas de la vena porta (pared muscular fina, luz amplia y sección irregular)
y vaso linfático (pared muy fina revestida por endotelio y carente de sangre).
Tejido Adiposo: Es un tejido conectivo especializado en almacenar lípidos. Sus células se hallan
muy próximas entre sí, con escasa matriz extracelular (equivalente a la lámina basal de los
epitelios), a diferencia de los demás tejidos conectivos. Los adipocitos suelen ser grandes (más
de 100 micras), esféricos con un citoplasma casi totalmente ocupado por una vacuola grasa. El
núcleo es aplanado y ubicado en la región engrosada del citoplasma. En las preparaciones
histológicas coloreadas con Hematoxilina-Eosina el contenido de la vacuola no se observa
debido a que ha sido disuelta por los solventes empleados. Los adipocitos se disponen formando
lobulillos poco definidos. Entre las células adiposas hay una gran red capilar lo que implica una
importante actividad metabólica. El tejido adiposo actúa como aislante térmico para la
mantención de la temperatura corporal en climas de temperaturas extremas. También forma
almohadillas que amortiguan presiones mecánicas. Constituye una fuente de energía para todas
las células del organismo, de especial importancia en los casos de ayuno.
Médula espinal: Formada por la sustancia blanca periférica, que rodea a la sustancia gris central,
con forma de H, en la que se destacan las astas dorsales y ventrales, y un orificio central, el
epéndimo, tapizado por células gliales. La sustancia blanca está formada por fibras nerviosas
mielínicas, muy pocas amielínicas, células de la neuroglia y vasos nutricios. La sustancia gris se
presenta en dos aspectos: la sustancia gris propiamente dicha que ocupa casi la totalidad de la
H a excepción de alrededor del epéndimo y en el extremo de las astas posteriores, donde se
halla la sustancia gelatinosa, semitransparente y granular. Hay distintos tipos de células
nerviosas solitarias o agrupadas.
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia el útero de mayor tamaño, con las paredes engrosadas. Al corte se observa la
mucosa endometrial engrosada, brillante, con superficie irregular por la presencia de
estructuras quísticas múltiples, esféricas, que sobresalen de la misma, conformadas por
una delgada pared y un contenido líquido en su luz, y que son las glándulas endometriales
quísticas. En el lumen uterino puede encontrarse moderado contenido líquido,
transparente o marrón rojizo claro (secreción de glándulas endometriales, mezclado con
sangre).
Diagnóstico morfológico: Hiperplasia endometrial quística multifocal.
Lesiones microscópicas:
Se observa el epitelio cúbico a cilíndrico simple que limita con la luz del órgano y grandes
cavidades (que son visibles macroscópicamente) limitadas también por un epitelio, y se
corresponden con glándulas endometriales quísticas (muy dilatadas y de epitelio aplanado)
debido a la imposibilidad de evacuación de su secreción. En algunas se observan
proyecciones papilares hacia la luz (indicativo de aumento de número de células). En el
resto del endometrio se presentan glándulas de aspecto normal con su característico
epitelio cúbico simple. En el intersticio se constata la presencia de mayor cantidad de tejido
fibroso que separa las glándulas entre sí, entre vasos sanguíneos llenos de sangre y
presencia de algunas áreas de hemorragia.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia un marcado engrosamiento focal de la piel, con un aspecto irregular, áspero o
rugoso, con un color blanquecino amarronado o negruzco, de consistencia firme.
Diagnóstico morfológico: Piel, hiperqueratosis focal.
Lesiones microscópicas:
Se reconoce la estructura orgánica. Las alteraciones se encuentran en la epidermis, donde
se observa un aumento del número de capas de células del estrato espinoso (acantosis) y
Atrofia Caquexia
Hipertrofia Desnutrición
Hiperplasia Denervación
Metaplasia Anaplasia
Neoplasia
RESEÑA HISTOLÓGICA
Útero: Internamente presenta el endometrio, formado por un epitelio cilíndrico simple que se
invagina tapizando a las glándulas tubulares y rectilíneas que se encuentran en el corion, y cuyos
fondos pueden llegar a entremezclarse con las fibras de la capa muscular.
Según la etapa del ciclo ovárico la mucosa sufre modificaciones. En el período estrogénico la
mucosa es reducida, mientras que en la fase progestacional las glándulas se agrandan, son más
flexuosas y numerosas, y aumenta notoriamente la secreción. El corion se ve reducido y con
abundantes vasos sanguíneos.
La capa muscular (miometrio) está formada por gran cantidad de fibras musculares lisas
dispuestas en todas las direcciones, rodeadas externamente por la adventicia.
En la dermis e hipodermis se encuentran los anexos de la piel como son las glándulas sebáceas,
glándulas sudoríparas y los folículos pilosos.
NEOPLASIAS EPITELIALES
NEOPLASIAS NO EPITELIALES
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia una masa nodular o irregular, con áreas blancas y otras rojas negruzcas, con
zonas de hemorragia y pérdida de tejido (necrosis), no encapsulada, infiltrativa.
Diagnóstico morfológico: Piel. Carcinoma de células escamosas.
Lesiones microscópicas:
El epitelio neoplásico forma cordones de distintos tamaños que se infiltran hacia la dermis
y forman nidos de células. Las células poseen características de malignidad, con cambio en
la relación núcleo/citoplasma, núcleos grandes e hipercromáticos y nucléolos evidentes.
Los nidos celulares más grandes muestran un centro eosinófilo compuesto por láminas
concéntricas de queratina (perlas o cebolletas córneas).
A mayor aumento se revela que los nidos poseen estructura epidérmica, pero en forma
concéntrica; una capa germinativa separa estas formaciones del tejido conjuntivo y hacia
el centro se produce queratinización abrupta, destacándose la capa córnea, con formación
de queratina de disposición central, eosinófila y aspecto laminar.
Se observan numerosas mitosis (ecuatoriales, estrella madre y bipolares). El estroma se
encuentra infiltrado de células inflamatorias, sobre todo linfocitos y plasmocitos. También
pueden encontrarse neutrófilos en la superficie y entre las capas de queratina.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia la piel sobreelevada, con un nódulo focal, bien delimitado, que al corte
muestra consistencia firme, de color blanco, constituido por tejido conjuntivo firme, denso.
Diagnóstico morfológico: Piel. Fibroma focal.
Lesiones microscópicas:
Se reconoce el epitelio de revestimiento estratificado plano adelgazado, con dermis
subyacente que muestra estructuras anexas (folículos pilosos, glándulas sudoríparas y
sebáceas), las que se encuentran más pequeñas (atróficas)
Por debajo se observa una gran cantidad de haces de células y fibras que siguen distintas
direcciones, algunos de los cuales se arremolinan alrededor de los vasos sanguíneos, que se
encuentran colapsados.
En estos haces son reconocibles células alargadas con núcleos grandes y cromatina laxa.
Las células muestran características morfológicas similares a los fibroblastos, con ligera
anisocitosis, anisocariosis. Entre las células existen fibras colágenas eosinófilas y una
variable cantidad de vasos sanguíneos y leucocitos. Es posible observar algunas mitosis.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia un nódulo focal extenso, sin límites definidos, firme, blanco (fibroblastos
neoplásicos y tejido conjuntivo) y rojo (hemorragia) al corte, que crece infiltrando tejidos
adyacentes.
Diagnóstico morfológico: Piel. Fibrosarcoma focal.
Lesiones microscópicas:
No se reconoce la arquitectura orgánica; solo se ve un tejido proliferado y neoplásico. No
se evidencia epidermis, solo se encuentra un tejido cuyas células tumorales tienden a
formar haces en distintas direcciones, cosa que logran en algunos sectores, mientras que
en otros se presentan desordenadas. Se caracterizan por tener forma alargada, núcleos
hipercromáticos, y muchas presentan figuras mitóticas. En este caso es marcada la
anisocitosis, anisocariosis y el pleomorfismo celular y nuclear.
RESEÑA HISTOLÓGICA
En la dermis e hipodermis se encuentran los anexos de la piel como son las glándulas sebáceas,
glándulas sudoríparas y los folículos pilosos.
Tejido conjuntivo subcutáneo: Está distribuido entre los demás tejidos, a los que sostiene y
nutre. Está formado por células inmersas en una matriz extracelular que tiene elementos
líquidos (sustancia fundamental) y fibrosos (fibras colágenas, elásticas y reticulares). Las células
propias de este tejido son fibroblastos, miofibroblastos, adipocitos y células mesenquimáticas.
También se encuentran células provenientes de la sangre como macrófagos, granulocitos,
linfocitos, mastocitos y células plasmáticas.
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia una zona focal en forma triangular/piramidal con base en la corteza y vértice en
la unión corticomedular (donde se ubica la arteria arciforme/arcuata), de color blanco, sin
alteración de la consistencia, con un margen rojizo que la separa del resto del parénquima.
Esta área tiene las características macroscópicas de la necrosis coagulativa.
Diagnóstico morfológico: Infarto renal focal.
Lesiones microscópicas:
A la observación con poco aumento se reconoce la arquitectura orgánica.
En un sector triangular del órgano se observa mayor tonalidad eosinófila y pérdida del detalle
celular, aunque se mantiene la arquitectura, evidenciándose las “sombras” de los túbulos y
glomérulos. A mayor aumento, se ven las lesiones microscópicas de la necrosis coagulativa:
pueden encontrarse núcleos de células tubulares picnóticos, con cariorrexis o cariólisis y
marcada eosinofilia citoplasmática. Hay presencia de sangre extravasada (hemorragia) y
algunas bacterias.
En la periferia de la zona de infarto se ven muchos restos celulares, células picnóticas, células
inflamatorias con predominio de polimorfonucleares neutrófilos (reacción inflamatoria) y
áreas de fibrosis (reparación por conjuntivo). Algunos túbulos necróticos muestran
calcificación distrófica (depósitos de calcio gruesos, basófilos en la luz y pared tubular).
Infarto Cianosis
RESEÑA HISTOLÓGICA
Riñón: Formado por dos zonas, una cortical compuesta de glomérulos y túbulos y otra medular
que únicamente posee formaciones tubulares. En la corteza se observan formaciones redondas
con gran cantidad de núcleos, que son los glomérulos renales, constituidos por un ovillo de
capilares rodeados por una cápsula provista de una capa parietal y una visceral que encierra el
espacio de Bowmann. Las formaciones tubulares que se observan corresponden a los túbulos
contorneados proximales, ramas delgadas (o descendentes) del asa de Henle, ramas gruesas (o
ascendentes) del asa de Henle, túbulos contorneados distales y tubos colectores. En la zona
medular sólo se ven partes de las ramas delgadas, partes de las ramas gruesas del asa de Henle
y tubos colectores. En el tejido conjuntivo que separa a los túbulos se aprecian muchos
capilares con sangre.
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Se observa aumento de tamaño, con acentuación de tabiques interlobulillares. Se evidencian
áreas multifocales de color rojo oscuro (hiperemia activa y zonas hemorrágicas) y zonas
blanquecinas (exudado leucocitario) en el parénquima pulmonar, irregulares, más
acentuadas en la zona cráneo ventral. También se observa una malla amarillenta fibrilar sobre
la pleura (fibrina). El parénquima se palpa firme y se observan áreas deprimidas
(atelectásicas). Al corte puede encontrarse exudado purulento (pus).
Diagnóstico morfológico: Pleurobronconeumonía fibrinosa multifocal severa.
Lesiones microscópicas:
Puede reconocerse el pulmón por la presencia de luces bronquiales, bronquiolares y algunos
alvéolos, aunque gran parte del campo alveolar se encuentra afectado. En las luces de algunos
bronquiolos y en el campo alveolar se observan gran variedad de exudados: hay zonas donde
predomina el exudado seroso, otras con exudado leucocitario con gran cantidad de
neutrófilos y macrófagos; y otras áreas donde se puede apreciar exudado fibrinoso y
hemorrágico.
Los tabiques interalveolares muestran gran hiperemia activa de capilares y están engrosados
en muchos sectores. Cubriendo grandes áreas del parénquima se observan focos de necrosis
coagulativa con acúmulo de bacterias, focos de hemorragia y una corona de células
inflamatorias alrededor del área necrótica.
También, se evidencia engrosamiento de la pleura con hiperemia activa y exudado
leucocitario y fibrinoso.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencian áreas multifocales de color blanco, firmes, de distintos tamaños, que suelen
denominarse manchas de leche. Las mismas representan la presencia de exudado
leucocitario (en este caso con predominio de eosinófilos) y dependiendo del tiempo de
evolución, mayor o menor cantidad de tejido conjuntivo en los espacios portales (fibrosis).
Diagnóstico morfológico: Hepatitis eosinofílica multifocal.
Lesiones microscópicas:
Se reconoce la estructura orgánica, siendo manifiestos los lobulillos, separados entre si por
el tejido conjuntivo de los espacios portas y tabiques interlobulillares.
A nivel de los espacios portales y tabiques interlobulillares se observan vasos hiperémicos
e infiltración leucocitaria manifiesta, con destacada presencia de gran cantidad de
eosinófilos. El parénquima se observa tumefacto, con alteraciones degenerativas. Las venas
centrolobulillares aparecen congestivas.
Lesiones macroscópicas:
Se evidencia ligero aumento de tamaño, con parénquima que muestra manchas
multifocales de color blanco, de distintos tamaños, que se distinguen del parénquima de
color normal. Al cortar el órgano las manchas están dispuestas al azar y tanto en la corteza
como en la médula, formando focos irregulares y estrías alargadas. En algunos casos puede
identificarse la presencia de pus. También se notan zonas rojizas tanto en la corteza como
Lesiones macroscópicas:
Se observa engrosamiento multifocal a difuso de las meninges con la presencia de un
material blanquecino (exudado leucocitario), que se hace más visible en las
circunvoluciones cerebrales. También se evidencian numerosas zonas rojas (hiperemia y/o
hemorragia).
Las encefalitis no suelen presentar lesiones macroscópicas y en general el diagnóstico se
realiza mediante la histopatología del encéfalo. Sin embargo, cuando la inflamación
compromete las meninges es posible evidenciar macroscópicamente la presencia del
exudado.
Diagnóstico morfológico: Meningoencefalitis supurativa multifocal.
Lesiones microscópicas:
Se puede reconocer el tejido nervioso, pero se observa marcado engrosamiento de las
meninges, con hiperemia activa en los capilares y exudación leucocitaria difusa en toda su
extensión. Entre las células del exudado se observan neutrófilos, macrófagos y glóbulos
rojos.
En el tejido nervioso, tanto en la sustancia gris como en la blanca, se observa hiperemia
capilar y formación de manguitos perivasculares (vasos dilatados, hiperémicos, rodeados
de neutrófilos que forman un collar de varias vueltas en torno o en la pared misma de estos
vasos) con exudado predominantemente neutrofílico. También se observan áreas de
malacia con exudación purulenta (formación de microabscesos).
Las células de la glía se hallan hiperplásicas (gliosis) en forma difusa, apreciándose gran
cantidad de ellas por campo microscópico. Las neuronas aparecen degeneradas y
acidófilas, han perdido sus granulaciones citoplasmáticas (tigrólisis), tumefactas (sus
bordes dejan de ser cóncavos para tornarse convexos), y se encuentran rodeadas por
células de la microglía (satelitosis), siendo en algunos casos fagocitadas por ellas
(neuronofagia).
Fibrinoso Encefalitis
Hemorrágico Meningitis
RESEÑA HISTOLÓGICA
intercambio gaseoso.
Hígado: Está constituido por una gran cantidad de lobulillos (que son las unidades estructurales)
de forma poligonal que contactan entre sí dejando en el punto de unión de 3
o 4 de ellos un espacio generalmente triangular denominado espacio portal. En el centro del
lobulillo se aprecia la vena central, carente de pared y revestida por un endotelio. De ella parten
radialmente hacia la periferia los hepatocitos, células poliédricas dispuestas como cordones
(trabéculas de Remak), dejando entre ellos los sinusoides, también revestidos por un endotelio.
En el espacio portal, aparte del tejido conjuntivo se observan cortes de conductos biliares
(tapizados con epitelio simple cúbico), ramas de la arteria hepática (pared muscular gruesa y
sección redonda), ramas de la vena porta (pared muscular fina, luz amplia y sección irregular) y
vaso linfático (pared muy fina revestida por endotelio y carente de sangre).
Riñón: Formado por dos zonas, una cortical compuesta de glomérulos y túbulos y otra medular
que únicamente posee formaciones tubulares. En la corteza se observan formaciones redondas
con gran cantidad de núcleos, que son los glomérulos renales, constituidos por un ovillo de
capilares rodeados por una cápsula provista de una capa parietal y una visceral que encierra el
espacio de Bowmann. Las formaciones tubulares que se observan corresponden a los túbulos
contorneados proximales, ramas delgadas (o descendentes) del asa de Henle, ramas gruesas (o
ascendentes) del asa de Henle, túbulos contorneados distales y tubos colectores. En la zona
medular sólo se ven partes de las ramas delgadas, partes de las ramas gruesas del asa de Henle
y tubos colectores. En el tejido conjuntivo que separa a los túbulos se aprecian muchos
capilares con sangre.
Cerebro: Formado por la sustancia gris cortical y la sustancia blanca central. En la sustancia gris
se aprecian 6 capas: molecular, granulosa, de células piramidales, granulosa interna, ganglionar
y de células fusiformes o polimorfas. Entre las células se encuentran las prolongaciones axónicas
y protoplasmáticas, células de la glía (astrocitos fibrosos y protoplasmáticos; y
oligodendrocitos). Las fibras nerviosas forman haces radiales y tangenciales que alternan con
las capas grises. La sustancia blanca está constituida por fibras mielínicas originadas en los
axones de las distintas células nerviosas de las diversas capas.
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones macroscópicas:
Nódulo linfático: Linfoadenomegalia difusa, sin pérdida de la forma. Consistencia firme. Al
corte no se diferencia claramente la corteza de la médula en varias zonas del nódulo
linfático. Se observa una coloración blanca homogénea (reemplazando corteza y médula),
sin presencia de necrosis ni arenilla.
Diagnóstico morfológico: Linfoadenitis crónica granulomatosa difusa.
Intestino (ileon, ciego y colon proximal): Se observa marcado engrosamiento de la mucosa,
conformando pliegues que no se extienden (aspecto cerebroide). Al corte, el
engrosamiento de la mucosa se observa blanco (leucocitos, macrófagos). Sobre la mucosa
puede observarse mucus o hemorragia.
Diagnóstico morfológico: enteritis/ileitis/tiflitis/colitis crónica granulomatosa difusa.
Lesiones microscópicas:
Nódulo linfático: Se reconoce la estructura orgánica. Las alteraciones se observan tanto
en la corteza como en la médula del nódulo linfático. En la corteza hay: - disminución del
tejido linfático (atrofia); - amplias áreas compuestas por una proliferación de macrófagos
que forman células epitelioides y células gigantes de Langhans que reemplazan al
parénquima tisular, además se observan escasos linfocitos.
En la médula se observa: - disminución del tejido linfático (atrofia); - senos linfáticos
amplios y llenos de eritrocitos y una proliferación de macrófagos que f o r m a n células
gigantes de Langhans, y otros con un pigmento marrón granular (hemosiderina).
Lesiones macroscópicas:
Se reconoce el órgano, pero se evidencian áreas multifocales nodulares, de diferentes
tamaños, firmes, con un material de color blanco-amarillento, rodeados por una cápsula de
tejido conjuntivo (piogranulomas). A veces, del centro de los piogranulomas sale una
sustancia cremosa (pus: necrosis licuefactiva) con presencia de gránulos que se perciben al
tacto.
Diagnóstico morfológico: Neumonía piogranulomatosa multifocal crónica.
Se reconoce el órgano sin inconvenientes (alvéolos y bronquiolos), pero se observan áreas
multifocales donde se pierde la estructura orgánica debido a formaciones nodulares que
muestran una zona central con colonias bacterianas eosinófilas brillantes (llamadas drusas)
que pertenecen al agente (Actinobacillus lignieresii). Rodeando a éstas se observan células
con núcleos basófilos principalmente polimorfonucleares neutrófilos (muchos en vías de
degeneración a piocitos) y macrófagos alrededor formando el tejido epitelioide. También
pueden observarse células gigantes tipo Langhans. Periféricamente, rodeando las células
inflamatorias se observa abundante tejido conjuntivo fibroso formando una cápsula con
moderado número de capilares (estroma fibro-vascular). En algunos casos, los
piogranulomas tienden a confluir y coalescen, formando otros mayores.
RESEÑA HISTOLÓGICA
Nódulo linfático: Son órganos parenquimatosos revestidos por cápsula fibrosa que envía
tabiques hacia el interior, acompañados por pequeños vasos sanguíneos. El parénquima está
conformado por una zona cortical y una zona medular. La corteza, periférica, está constituida
por tejido linfático denso de disposición nodular (folículos linfáticos). La médula, en cambio,
tiene tejido linfático laxo, en forma de cordones que se ramifican y anastomosan, entre cuyas
mallas están los senos linfáticos. Los senos linfáticos se originan por debajo de la cápsula, como
continuación de los vasos aferentes. Los senos subcapsulares se continúan con los
peritrabeculares o perinodulares, a los que le siguen los medulares que terminan formando los
vasos eferentes a nivel del hilio.
Intestino delgado: La estructura del intestino se compone de las capas típicas de un órgano
hueco (mucosa, submucosa, muscular y serosa). La mucosa del intestino delgado está
conformada por proyecciones digitiformes, las vellosidades intestinales, que varían en longitud
dependiendo de la región intestinal. Las microvellosidades están presentes en la superficie libre
de las células del epitelio cilíndrico simple de las vellosidades. Las glándulas intestinales (criptas)
se abren en depresiones entre las vellosidades y se encuentran rodeadas por la lámina propia,
de tejido conjuntivo laxo vascularizado. Por debajo se encuentra la muscular de la mucosa, la
submucosa y la muscular, dispuesta en dos capas: circular interna y longitudinal externa.
Para que recuerdes la arquitectura microscópica normal de los órganos a visualizar y puedas
reconocer las lesiones de cada proceso, al final de esta guía compartimos la reseña histológica
de los mismos y palabras claves en relación a este tema.
Lesiones microscópicas:
En el corte más afectado la estructura orgánica se encuentra muy alterada -incluso con
dificultad para reconocer el órgano- se pierde la visualización de los lobulillos quedando
sólo pequeños grupos de hepatocitos acidófilos, irregulares y con núcleos y nucléolos
hipercromáticos, rodeados por abundante tejido conjuntivo.
En los espacios portales se evidencia un notorio aumento del tejido conjuntivo fibroso,
escasa infiltración reactiva de células inflamatorias y marcada hiperplasia de conductos
Lesiones macroscópicas:
Lesiones microscópicas:
RESEÑA HISTOLÓGICA
Hígado: Está constituido por una gran cantidad de lobulillos (que son las unidades estructurales)
de forma poligonal que contactan entre sí dejando en el punto de unión de 3 o 4 de ellos un
espacio generalmente triangular denominado espacio portal.
En el centro del lobulillo se aprecia la vena central, carente de pared y revestida por un
endotelio. De ella parten radialmente hacia la periferia los hepatocitos, células poliédricas
dispuestas como cordones (trabéculas de Remak), dejando entre ellos los sinusoides, también
revestidos por un endotelio.
En el espacio portal, aparte del tejido conjuntivo se observan cortes de conductos biliares
(tapizados con epitelio simple cúbico), ramas de la arteria hepática (pared muscular gruesa y
sección redonda), ramas de la vena porta (pared muscular fina, luz amplia y sección irregular) y
vaso linfático (pared muy fina revestida por endotelio y carente de sangre).
Riñón: Formado por dos zonas, una cortical compuesta de glomérulos y túbulos y otra medular
que únicamente posee formaciones tubulares.
En la corteza se observan formaciones redondas con gran cantidad de núcleos, que son los
glomérulos renales, constituidos por un ovillo de capilares rodeados por una cápsula provista
de una capa parietal y una visceral que encierra el espacio de Bowman.
En la zona medular sólo se ven partes de las ramas delgadas, partes de las ramas gruesas del
asa de Henle y tubos colectores. En el tejido conjuntivo que separa a los túbulos se aprecian
muchos capilares con sangre.