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DATOS DE LA CAUSA

Sede: Ciudad de Córdoba


Dependencia: Cámara de Familia de Segunda Nominación
Autos: “A., M. E. - Q., V. J. - Solicita homologación - Ley n.° 10305 - Recurso de
apelación”
Resolución: Auto n. ° 108
Fecha: 19/11/2020
Jueces: Fabián Eduardo Faraoni y Graciela Melania Moreno Ugarte
Análisis documental: Verónica Casaletti (redactora), Juan Pablo Ríos (supervisor) y
Susana Squizzato (tutora)

SÍNTESIS DE LA CAUSA
La cámara de familia rechazó el recurso de apelación y confirmó la regulación de
honorarios efectuada a la letrada interviniente en el marco de una homologación de un
acuerdo de cuota alimentaria. Destacó que el juez de primera instancia conformó la
base de acuerdo a lo previsto por el art. 75 del Código Arancelario (CA) y, en virtud de
lo dispuesto por los arts. 36, 39 y 69 de la ley arancelaria, aplicó el mínimo de la
escala previsto en el inc. A) del mencionado art. 36 del CA. Indicó que tal línea
argumentativa en la aplicación de las normas arancelarias no resulta desvirtuada por
el hecho de tratarse de un acuerdo entre partes, y por ende de escasa complejidad.

SUMARIOS:

CUOTA ALIMENTARIA. Acuerdo de partes. Homologación judicial. REGULACIÓN DE


HONORARIOS. Base regulatoria
En el marco de la homologación de un acuerdo de cuota alimentaria, la regulación de
honorarios del letrado interviniente debe practicarse conforme lo dispuesto por el art.
75 del Código Arancelario y tenerse en cuenta la escala prevista por el art. 36 de dicha
normativa. En efecto, la base regulatoria a los fines de cuantificar los honorarios
profesionales queda conformada por el monto acordado y homologado en concepto de
cuota alimentaria, multiplicado por veinticuatro meses (art. 75 del CA).
CUOTA ALIMENTARIA. Acuerdo de partes. Homologación judicial. REGULACIÓN DE
HONORARIOS. Mínimo legal. Incidencia de las costas en la situación socioeconómica
de la familia
Cuando la regulación de honorarios por la labor desplegada en un acuerdo de
alimentos se efectúa sobre la base del art. 75 del CA y en virtud de lo dispuesto por los
arts. 36, 39 y 69 del ordenamiento arancelario el juzgador aplica el mínimo de la
escala previsto en el inc. A) del mencionado art. 36, las críticas en orden a la
excesividad y arbitrariedad interpretativa en relación a la regulación practicada,
carecen de todo sustento jurídico y fáctico. Ello así, pues en base a las pautas
cualitativas (art. 39 del CA) y considerando la incidencia de las costas en la situación
socioeconómica de la familia (art. 69 del CA), se practica la regulación en el mínimo de
la escala prevista por el art. 36 Ib. Tal línea argumentativa en la aplicación de las
normas arancelarias no resulta desvirtuada por el hecho de tratarse de un acuerdo
entre partes y, por ende, de escasa complejidad, dado que la expresa previsión
contenida en el plexo arancelario local respecto de la base regulatoria en procesos de
alimentos debe ser observada, so pena de incurrir en una clara vulneración de los
derechos del letrado que ha asistido a las partes y pretende la regulación de los
respectivos honorarios profesionales.

JUICIO DE ALIMENTOS. REGULACIÓN DE HONORARIOS. Regulación mínima


El mínimo de 20 jus previsto en el art. 75 del CA se torna operativo solo cuando el
cómputo de la base regulatoria conformada por el monto de los alimentos a pagar
durante dos años no alcanza a cubrir dicha cifra expresada en jus.

JUICIO DE ALIMENTOS. REGULACIÓN DE HONORARIOS. Regulación máxima.


Inaplicabilidad
El límite máximo de 100 jus establecido en el art. 75 del CA, está expresamente
previsto para los juicios de tenencia (hoy cuidado personal), en virtud de lo cual no
resulta aplicable a la regulación de honorarios por un juicio de alimentos.
Auto n.º 108 del 19/11/2020.
Córdoba, diecinueve de noviembre de dos mil veinte. Y VISTOS: Estos autos
caratulados: “A., M. E. – Q., V. J. – SOLICITA HOMOLOGACIÓN – LEY 10.305-
RECURSO DE APELACIÓN”, venidos del Juzgado de Familia de Segunda
Nominación. Que la presente resolución se dicta en el marco del servicio de justicia de
modo presencial conforme lo establecido en el Acuerdo Reglamentario nº 1629, Serie
“A”, de fecha 06/06/2020, y Resoluciones Generales de Administración n° 57 y 73 del
año 2020. De los referidos autos resulta que: I) A fs. 39/41, la señora M. E. A. y el
señor V. J. Q., ambos con el patrocinio de la abogada S. M. F., interponen recurso de
apelación y expresan agravios contra del Auto N° 777 (sic), léase Nº 774, de fecha
05/11/2019 (fs. 36/37), en cuanto resuelve: “...III) Regular los honorarios profesionales
de la abogada M. A. R. en la suma de ciento veintitrés mil ciento veinte pesos ($
123.120), estando a cargo de los Sres. M. E. A. y V. J. Q., en un cincuenta por ciento
(50%) a cargo de cada uno…” Fdo.: Gabriel Eugenio Tavip, Juez. II) A fs. 42, se
concede el recurso interpuesto, se tienen por expresados los agravios y se ordena la
elevación de los presentes a la Excma. Cámara de Familia que por turno corresponda.
A fs. 54/56, la abogada M. A. R. evacúa traslado y a fs. 57 el Tribunal no le hace lugar
por no haberse corrido traslado alguno y atento lo dispuesto por los Arts. 144, 145 y
146 de la Ley 10.305. III) Elevadas las actuaciones, se tienen por recibidas por este
Tribunal (fs. 65). A fs. 68, esta Excma. Cámara de Familia mediante decreto de fecha
10/02/2020 ordena que: “Surgiendo de las constancias de la causa que se ha
cometido un yerro en el procedimiento recursivo al disponer el trámite general previsto
para el recurso de apelación (véase decreto de fecha 21/11/2019, de fs.42), siendo
que el correcto es el trámite especial del art. 121 del Código Arancelario toda vez que
las partes apelan la regulación de honorarios, y siendo que el trámite de los recursos
es de orden público: bajen las presentes actuaciones al juzgado de origen a los fines
de que reordene el procedimiento recursivo”. A fs. 69, recibidos los autos por el
Tribunal de origen, procede a dar cumplimiento a lo dispuesto, ordenando que se
notifique el proveído de fecha 21/11/2019 a la Abogada M. A. R. en los términos del
art. 121 de la Ley 9459. IV) A fs. 71/72 evacúa traslado la parte apelada; a fs. 73 se lo
tiene por evacuado y se ordena la elevación de los presentes a esta Excma. Cámara
de Familia. V) A fs. 82, por decreto de fecha 19/06/2020, se tienen por recibidos los
obrados, y se hace saber a las partes que a los fines del conocimiento de las
presentes actuaciones el Tribunal se encuentra integrado por los señores Vocales
Dres. Fabian Eduardo Faraoni y Graciela Melania Moreno Ugarte. VI) A fs. 85, se dicta
el decreto de autos. A fs. 89 comparece la abogada M. A. R., acompaña cédulas de
notificación debidamente diligenciadas y solicita pasen estos autos a despacho a los
fines de resolver en definitiva. A fs. 90, mediante proveído de fecha 07/10/2020,
conforme las pautas establecidas por el Acuerdo Reglamentario Nro. 1582, serie “A”,
dictado el 21 de agosto de 2019, se procede a la transformación de la presente causa
a expediente electrónico mixto. Firme y consentida la providencia de autos, con fecha
13/10/2020 se certifica su pase a fallo y la causa queda en estado de ser resuelta por
el Tribunal. Y CONSIDERANDO: I) Contra el Auto N° 774, de fecha 05/11/2019 (fs.
36/37), la señora M. E. A. y el señor V. J. Q., ambos con el patrocinio de la abogada S.
M. F., interponen recurso de apelación y expresan agravios. El planteo impugnativo
fue interpuesto en tiempo oportuno por lo que corresponde su tratamiento. II) Los
agravios de los impugnantes admiten el siguiente compendio (fs. 39/41): Como punto
de partida señalan los antecedentes de hecho. Relatan que en el marco del juicio de
alimentos, en el que se persigue el cuidado personal, alimentos derivados de la
responsabilidad parental y plan de parentalidad, mediante Auto N° 549 de fecha
20/08/2019, no arribaron en esta oportunidad a un acuerdo en cuanto a la cuota
alimentaria de los menores, pero si respecto a los demás puntos. Exponen, que con
posterioridad se formula un nuevo acuerdo mediante Auto N° 774 de fecha
05/11/2019, en el cual se fijó la cuota alimentaria de los menores de edad en la suma
de pesos $25.650 (actualizada al día de la fecha), que fue homologado en debida
forma. Plantean como primer motivo de agravio la errónea interpretación del art. 75 de
la Ley 9459, y sostienen que resulta claro que el juzgador no ha tenido en cuenta que
se trata de un juicio de alimentos en el que no hubo mayor complejidad atento no
poseer carácter contencioso, sino que existe un acuerdo entre las partes. Agregan que
tampoco se consideraron las pautas cualitativas a los fines de la morigeración, no
existiendo en autos escritos judiciales complejos (por ejemplo, demanda, contestación
de demanda, oposición de excepciones, alegatos, recursos), por lo que aseveran que
el juez a quo se ha excedido en la regulación de los estipendios profesionales.
Consideran que el Tribunal debió tener en cuenta en la base regulatoria de los
alimentos a los fines de la regulación de los honorarios el mínimo de 10/20 jus para
cada juicio, llegando al máximo de 100 jus, conforme a lo establecido por el art. 75 de
la Ley 9459. Cuestionan que en el caso se aplicó el máximo de la escala establecida,
sin considerar el mínimo ni una base media para realizar el cálculo. Argumentan que
se podría haber aplicado una regulación inferior a la realizada, máxime teniendo en
cuenta que no se está frente a un proceso contencioso cuya litigiosidad es más
compleja, dado que no se llegó a la demanda judicial, sino que solo se realizaron dos
acuerdos en la etapa prejurisdiccional, homologados por el Tribunal. Afirman que
exista o no base económica, los honorarios profesionales no pueden ser superiores a
100 ius, conforme lo dispuesto en el art. 75 de la ley 9459 (entre 20 ius y 100 ius), pero
que en este caso de menor complejidad se podría haber aplicado una escala inferior,
tomando como base regulatoria 20 jus. En consecuencia, consideran que el tribunal
debió aplicar la norma para este caso específico (mínimo de 20 jus - máximo 100 jus)
y regular los honorarios teniendo en cuenta la naturaleza de la cuestión, su menor
complejidad y no tener carácter contencioso, y haber regulado en base a las
consideraciones planteadas en una escala inferior (20 jus). Expresan que existe una
interpretación errónea, arbitraria y excesiva del Tribunal, toda vez que aplica
honorarios profesionales sobre la base del art. 75, tomando el máximo de la escala
(152 % del salario mínimo, vital y móvil multiplicado por 24 y de su resultado el 20 %),
sin considerar que al tratarse de un juicio alimentario no contencioso, habiendo llegado
a un acuerdo entre las partes, encaja en la parte del artículo mencionado (mínimo de
20 ius). Solicitan se revea y reinterprete el art. 75 de la Ley 9459 aplicado, teniendo en
cuenta que por la naturaleza de la cuestión planteada, no se tuvieron en cuenta pautas
cualitativas, ni pautas de morigeración, habiéndose aplicado el máximo de la escala,
en lugar de uno menor, como por ejemplo 20 jus o un valor más razonable y equitativo.
Peticionan que se regulen nuevos honorarios profesionales de la abogada R. teniendo
en cuenta lo manifestado. En definitiva, peticionan se haga lugar al recurso de
apelación y en consecuencia se revoque el auto impugnado. III) La parte recurrida
contesta los agravios en los siguientes términos (fs. 71/72): Refiere que
aproximadamente en el mes de mayo del 2019 fue consultada por la señora A. M. E.
sobre cuidado personal, régimen comunicacional y alimentos derivados de la
responsabilidad parental. Expresa que así las cosas se inició etapa prejurisdiccional
ante la Asesoría de Familia del 4º Turno, fijándose fecha de audiencia para el día
27/06/2019 a las 10:30 hs. Indica que en dicha audiencia solo se acordó por acta con
relación al régimen de responsabilidad parental, el cuidado personal y régimen
comunicacional, no pactándose los alimentos atento que el progenitor ofrecía una
suma paupérrima por sus dos hijos -siendo que el mismo reviste el carácter de
Responsable Inscripto ante AFIP-, y su patrocinada no estaba de acuerdo con la suma
ofrecida, por lo que se otorgó el certificado respectivo. Describe que con posterioridad
a ello se acordó con la señora A. la presentación de una solicitud de medida
provisional personal, pero que no fue interpuesta en razón de seguir con las
negociaciones a los fines de lograr un acuerdo en relación a los alimentos, con
reuniones por separado con los progenitores. Destaca que a posteriori se acordaron
los alimentos y todo lo relativo a la vivienda (asiento del hogar conyugal), lo que fue
presentado ante el Juzgado para su homologación. Afirma que a los letrados les asiste
el derecho a que se regulen sus honorarios en las actuaciones judiciales llevadas a
cabo, y que solicitada su cuantificación resulta obligatorio para el Tribunal su
regulación a tenor de lo que prescribe el Código Arancelario. Expresa que los
apelantes se agravian por la errónea interpretación del art. 75 de la Ley 9459 y
considera que el recurso debe ser rechazado, dado que de la simple lectura de la
resolución impugnada surge de modo indubitable que la base regulatoria de los
honorarios no es errónea, atento que fue establecida de conformidad a lo dispuesto
por el art. 75 de la Ley 9459, esto es el equivalente al (152%) de un salario mínimo
vital y móvil, que a la fecha representa la suma de pesos ($25.650). Entiende que el
planteo del recurso impetrado es arbitrario, porque el decisorio recaído constituye una
derivación razonable del derecho aplicable, que lo torna justo y equitativo, conforme
una valoración suficiente de las constancias de autos. IV) Análisis del planteo
recursivo. La queja de los recurrentes se centra en que juzgador al momento de
regular los honorarios profesionales de la letrada M. A. R. realiza una errónea
interpretación del art. 75 de la Ley 9459, fijando estipendios excesivos. Consideran
que dicha interpretación es arbitraria toda vez que se aplica el máximo de la escala sin
considerar que por tratarse de un juicio alimentario no contencioso y habiendo acuerdo
entre las partes, encuadra en la parte del artículo mencionado que prevé el mínimo de
20 jus. Adentrándonos en el tratamiento de la vía impugnativa intentada, se adelanta el
criterio adverso a lo pretendido por los recurrentes. Se dan razones. Del examen de
las constancias de autos resulta que con fecha 27/06/2019 la señora M. E. A. y el
señor V. J. Q. acuerdan en el marco de una audiencia prejurisdiccional ante la
Asesoría de Familia del Cuarto Turno, lo referido al cuidado personal y plan de
parentalidad de sus hijos T. E. y B., sin lograr convenir lo referido a la cuota
alimentaria por lo que se extiende el correspondiente certificado previsto por el art. 65
de la Ley 10.305 (fs. 9). Con fecha 08/08/2019, las mismas partes, con el patrocinio de
la letrada M. A. R. presentan ante el a quo un acuerdo por el cual convienen una cuota
alimentaria equivalente al porcentaje del ciento cincuenta y dos por ciento (152%) del
Salario Mínimo Vital y Móvil vigente a la época de celebración del convenio y conforme
a la actualización del SMVM, a favor de T. E. y B. y a cargo de su progenitor.
Asimismo, pactaron en relación a la vivienda que fuera asiento del hogar conyugal, el
pago del cincuenta por ciento (50%) del valor de la renta actual que el progenitor
percibe, a favor de la señora M. E. A. Con respecto a las costas y los honorarios
acordaron que sean sufragados por ambos comparecientes en un porcentaje del
cincuenta por ciento (50%) cada uno, solicitando en ese acto la letrada interviniente la
regulación de sus estipendios profesionales (fs. 15/16). En este marco, mediante Auto
Nº 549, de fecha 20/08/2019 (fs. 18), y Auto Nº 774, de fecha 05/11/2019 (fs. 36/37)
respectivamente, el preopinante homologó los acuerdos concertados y en el último
referido practicó la regulación de honorarios a favor de la letrada M. A. R. que ahora se
cuestiona. Este Tribunal de Alzada coincide con la doctrina y jurisprudencia que
postula que el art. 75 de la Ley Nº 9459 establece dos sistemas para fijar la base
económica a los fines de regular los honorarios profesionales de los abogados en
juicios por alimentos. El primero, si se trata de la pretensión inicial de fijación de
alimentos, la base está dada por el monto de los alimentos a pagar durante dos años.
El otro sistema, cuando se trata de un pedido incidental de modificación de la cuota
alimentaria, fijada judicialmente o mediante acuerdo extrajudicial, la base está dada
por la diferencia en mas o en menos respecto de la cuota anterior, durante dos años
(cfr. Calderón, Maximiliano R., “Código Arancelario para Abogados y Procuradores de
la provincia de Córdoba”, comentario al art. 75, Ed. Advocatus, Córdoba, 2017, pág.
332). En esa tesitura, y conforme los antecedentes supra reseñados, el presente caso
queda contemplado en la primera parte del art. 75 de la Ley Nº 9459, siendo la base
económica a los fines de la regulación de los honorarios profesionales devengados el
monto de los alimentos a pagar durante dos (2) años (cfr. Cám. Apel. San Francisco,
SJ 1994-A-725; fallo citado por Vénica, Oscar H. – De Souza, Roxana A. – Filiberti,
Graciela del C., “Honorarios”, edit. Marcos Lerner, 2002, p. 235/236; ese mismo
decisorio es citado por Ferrer, Adán L., “Código Arancelario comentado y anotado –
Ley 9459”, edit. Alveroni, 2012, p. 199, nota 386; y jurisprudencia de esta Cámara de
Familia in re: C, F E y Otro – Solicita Homologación - Recurso de Apelación” (Expte. Nº
), Auto Nº 137, del 14/09/16). Siendo ello así, la regulación de honorarios debe
practicarse conforme a lo dispuesto por el mencionado art. 75 del C.A. y tenerse en
cuenta la escala prevista por el art. 36 de dicha normativa; tal como la ha practicado el
preopinante. En efecto, la base regulatoria a los fines de cuantificar los honorarios
profesionales de la letrada M. A. R. queda conformada por el monto acordado y
homologado en concepto de cuota alimentaria, esto es, el equivalente al ciento
cincuenta y dos por ciento (152%) del SMVM vigente al momento de practicarse la
regulación (152% x $16.875= $25.650, cfr. Resolución 6/2019, publicada en el B.O. de
la República Argentina el día 02/09/2019), multiplicado por veinticuatro meses (art. 75
C.A.), lo que arroja un resultado de pesos seiscientos quince mil seiscientos ($25.650
x 24= $615.600). Sobre dicha base y en virtud de lo dispuesto por los arts. 36, 39 y 69
del CA, el juzgador aplica el mínimo de la escala previsto en el inc a. del mencionado
art. 36 del C.A, esto es el veinte por ciento (20%), lo que arroja un resultado de pesos
ciento veintitrés mil ciento veinte (20% x $ 615.600= $123.120) en concepto de
honorarios profesionales para la letrada solicitante. De tal guisa, las críticas en orden a
la excesividad y arbitrariedad interpretativa que los impugnantes intentan endilgarle a
la regulación practicada carecen de todo sustento jurídico y fáctico, pues el a quo en
base a las pautas cualitativas (art. 39 C.A) y considerando la incidencia de las costas
en la situación socioeconómica de la familia (art. 69 C.A), ha practicado la regulación
en el mínimo de la escala prevista por el art. 36 del C.A. Tal línea argumentativa en la
aplicación de las normas arancelarias no resulta desvirtuada por el hecho de tratarse
de un acuerdo entre partes, y por ende de escasa complejidad, dado que la expresa
previsión contenida en el plexo arancelario local respecto de la base regulatoria en los
procesos de alimentos debe ser observada, so pena de incurrir en una clara
vulneración de los derechos de la letrada que ha asistido a las partes y pretende la
regulación de los respectivos honorarios profesionales. Tampoco resulta aplicable en
la hipótesis el mínimo de 20 jus previsto en el art. 75 CA tal como lo pretenden los
recurrentes, pues la sola lectura de la norma en cuestión deja en claro que el aludido
mínimo se torna operativo solo cuando el computo de la base regulatoria conformada
por el monto de los alimentos a pagar durante dos años, no alcanza a cubrir dicha cifra
expresada en jus. Igual suerte corre la afirmación de que los honorarios profesionales
no pueden ser superiores a 100 jus, conforme lo dispuesto en el art. 75 de la ley 9459
(entre 20 jus y 100 jus), dado que tal parámetro está expresamente previsto para los
juicios de tenencia (hoy cuidado personal), lo que no ha sido motivo de regulación
alguna en el auto cuestionado. En definitiva, la ambigua objeción de los recurrentes
solo se engasta en una interpretación que difiere y disiente de la señalada por el
juzgador que ha obrado conforme a derecho, resultando, en consecuencia,
inconsistente las razones invocadas a los efectos de la revisión de la regulación
efectuada, motivo por el cual el recurso incoado no puede prosperar. V) Por lo
expuesto, corresponde rechazar el recurso de apelación intentado por la señora M. E.
A. y el señor V. J. Q., ambos con el patrocinio de la abogada S. M. F., en contra del
Auto Nº 774, de fecha 05/11/2019 (fs. 36/37), y en consecuencia confirmarlo en todo
cuanto decide y ha sido motivo de agravio. No corresponde imponer las costas en esta
instancia, atento tratarse de una cuestión arancelaria (art. 112 de la Ley Nº 9459). Por
lo expuesto, lo dispuesto por el art. 152 -tercer y cuarto párrafo- del Código de
Procedimiento de Familia y la normativa legal citada, el Tribunal RESUELVE: I)
Rechazar el recurso de apelación intentado por la señora M. E. A. y el señor V. J. Q.,
ambos con el patrocinio de la abogada S. M. F., en contra del Auto Nº 774, de fecha
05/11/2019 (fs. 36/37), y en consecuencia confirmarlo en todo cuanto decide y ha sido
motivo de agravio; II) Sin costas en la Alzada, de conformidad a lo normado por el art.
112 de la Ley Nº 9459. Protocolícese, hágase saber, dese copia y, oportunamente,
bajen los presentes al Juzgado de origen a sus efectos. Texto Firmado digitalmente
por: FARAONI Fabian Eduardo VOCAL DE CAMARA Fecha: 2020.11.19 MORENO
Graciela Melania.

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