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Otras especies donde se ha detectado el coronavirus son los gatos y perros, los
visones, los hurones, los leones o los tigres. Según un informe de Sanidad, en
estudios experimentales se ha observado infección en gatos y hurones, con
replicación activa del virus en vías respiratorias. Una situación que también se ha
observado, aunque con "mucha menor intensidad" en los perros.
Sin embargo, aunque se han detectado casos de perros y gatos infectados, los
Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE UU asegura que el
número es muy bajo. Sin embargo, se ha detectado un mayor caso de tigres y
leones infectados en zoos de Nueva York que presentaban síntomas
respiratorios y posteriormente dieron positivo en coronavirus. Estos animales
habrían sido contagiados por uno de sus cuidadores que pasó la enfermedad,
aunque tras varios días se recuperaron.
Especies vulnerables
Entre las especies más vulnerables ante el nuevo coronavirus se incluyen varias
especies de primates en peligro crítico, como el g orila occidental de las tierras
bajas, el orangután de Sumatra y el gibón de mejillas blancas del norte. Estas
especies, según los científicos, tienen un riesgo muy alto de infección por SARS-
CoV-2 a través de su receptor ECA2.
Algunos mamíferos marinos como las ballenas grises y los delfines nariz de
botella, así como hámsteres chinos, también están en la lista de especies
vulnerables.
Programas de protección
Ante el riesgo potencial de que los animales contraigan el nuevo coronavirus de los
humanos, y viceversa, algunas instituciones como el Zoológico Nacional de San
Diego, que contribuyeron con material genómico al estudio, han fortalecido
sus programas para proteger tanto a los animales como a los humanos.
Los datos permiten a los investigadores determinar qué especies podrían haber
servido como huésped intermedio en la naturaleza, ayudando a los esfuerzos para
controlar un futuro brote de infección por SARS-CoV-2 en poblaciones humanas y
animales.
El coronavirus será el gran protagonista de 2020. El virus, que tuvo su primer caso
en China en noviembre, se ha expandido por todo el mundo y, actualmente, hay
más de 1,2 millones de casos confirmados, con 76.500 muertes y 292.467
pacientes recuperados. Ha llegado incluso a los animales.
El virus, que se convirtió en pandemia, ha tocado muy de cerca a los animales.
Incluso algunos de ellos han sido objeto de prueba de varios científicos para tratar
de averiguar más datos sobre la enfermedad. No obstante, hay una máxima clara:
no hay evidencias seguras de que los animales transmitan el COVID-19. Sin
embargo, hay cuatro casos activos de animales que han contraído la enfermedad.
Se piensa que el coronavirus se generó a causa de la transmisión de un
murciélago chino a un pangolín y, de éste, al ser humano. El comportamiento del
medio natural sigue siendo indescifrable y el boomerang ha vuelto a los animales,
esta vez a los felinos y a los perros. La Organización Mundial de Sanidad Animal
(OIE) insiste en que "la propagación de actual del COVID-19 se debe a la
transmisión de humano a humano", pero hay cuatro casos confirmados de
animales con coronavirus.
Los veterinarios, no obstante, apuntan que son casos puntuales y todas las
asociaciones de animales -incluida la OIE- aseguran que no existe justificación
alguna para tomar medidas relacionadas con las mascotas. El Centro de Control
de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en un informe del 4 de abril,
informaba que la transmisión del virus animal-humano se producía "a través de
secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo".
Tan sólo parece haber una hipótesis clara: los animales no transmiten el
coronavirus, pero sí pueden padecerlo. El virus, todavía desconocido por sus
peculiares características, también afecta a los animales y su transmisión es tan
indescifrable como la es en los humanos.
La competición de las verduras
Tomatito y Zanahorio eran dos amiguitos que siempre estaban muy alegres
y contentos. Cada día iban a casa de todos los niños a llevarles un montón
de tomates y zanahorias porque a los niños les encantaba comérselos a
cualquier hora del día.
Doña patata, que era una señora muy mayor e inteligente y a la que los
niños querían mucho les dijo:
- ¡Tengo una idea! Tengo un truco para que se den cuenta de lo ricos que
estáis y de lo buenos que sois para su alimentación.
Y así, todas las verduras explicaron sus cualidades, pero los niños
abuchearon a todas las verduras.
- ¡¡Buuuuu!! ¡¡Buuuu!! ¡Yo sólo quiero comer verduras ricas y vosotras no
nos gustáis nada! – gritaban los niños
Pero Doña Patata, que era tan querida por todos, tenía un plan. Había
preparado riquísimas recetas usando sus patatitas y el resto de verduras.
Por un lado, hizo un puré de patatas con brócoli y zanahoria que estaba
para chuparse los dedos, por otro hizo un plato de espárragos con jamón,
también preparó arroz con tomate y salchichas, una tortilla de calabacín,
cebolla y patata y un montón de cosas más.
Tapó los ojos a todos los niños y les dio a probar todos y cada uno de los
platos.
- ¡¡Uhmmm!! ¡Qué puré más rico! Creo que es de patata y zanahoria, pero
tiene algo más que me gusta mucho – dijo uno de los niños
- ¡Anda! Pero si esta tortilla está riquísima! – dijo otro
Todos los niños probaron los platos que Doña Patata había preparado y
tuvieron que votar sus platos preferidos.
- ¡Yo voto al puré! ¡yo a la tortilla! – gritaban todos a la vez
Cuando Doña Patata les enseñó qué era lo que habían probado aunque la
mayoría de los niños no se lo creían.
- ¡Pero eso es imposible! ¡Si yo odio el brócoli! – dijo un niño
- ¡Y yo los espárragos! – dijo otro
Y Doña Pata, que sabía que con su pequeño engaño les demostraría que
con imaginación todo era posible, les dijo:
- Es muy importante que comáis todas las verduras que podáis y no sólo
tomate, zanahoria o patata. Hay mil maneras de comerlas y siempre las
podéis mezclar con otras que os gusten más para conseguir sabores tan
ricos como los que habéis probado hoy. ¡Es sólo cuestión de imaginación!
Desde ese día, los niños se animaron a probar otras cosas y Tomatito y
Zanahorio llenaron sus carretillas de un montón de verduras de diferentes
colores y sabores.
Todas las verduras vivieron felices a sabiendas de que los niños se estaban
alimentando tan bien que crecerían muy fuertes e inteligentes.
Los dos gemelos y la caja mágica
Érase una vez dos hermanos gemelos que se llamaban Juanito y Miguelito.
Tenían el mismo color de pelo, los mismos ojos y la misma sonrisa. Además
su madre siempre los vestía igual. Pero había algo que los diferenciaba:
uno era más travieso que otro. Juanito siempre hacía rabiar a Miguelito
hasta que lo hacía llorar.
Miguelito había pensado su deseo, así que cuando la cajita le habló, le dijo:
- Cajita mágica, me encantaría que me ayudases a hacer que mi hermano
se portase mejor conmigo, con mis papás y con nuestros amigos y que no
fuera tan egoísta.
Miguelito estaba muy feliz, porque la caja mágica había cumplido su deseo.
Ahora su hermano Juanito se portaba muy bien con todos y jugaba con él
sin hacerle rabiar.
Había una vez un conejito soñador que vivía en una casita en medio del
bosque, rodeado de libros y fantasía, pero no tenía amigos. Todos le habían
dado de lado porque se pasaba el día contando historias imaginarias sobre
hazañas caballerescas, aventuras submarinas y expediciones
extraterrestres. Siempre estaba inventando aventuras como si las hubiera
vivido de verdad, hasta que sus amigos se cansaron de escucharle y acabó
quedándose solo.
Las historias del conejito eran increíbles y le permitían vivir todo tipo de
aventuras. Se imaginaba vestido de caballero salvando a inocentes
princesas o sintiendo el frío del mar sobre su traje de buzo mientras
exploraba las profundidades del océano.
La llorona es una mujer alta y estilizada cuyo atuendo es de color blanco, aunque no es
posible distinguir sus rasgos faciales. Los relatos populares, la describen también como una
mujer sin pies, en efecto, parece desplazarse por el piso sin rozarlo.
El mito de 'la llorona' afirma que su eterno penar se debe a que busca a un hijo recién
nacido que asesinó arrojándolo al río para ocultar un pecado. Y en esta línea, es parte de su
penitencia, castigar a los muchachos que andan de amores prohibidos: se sube a sus
caballos y puede llegar a matarlos en un helado abrazo mortal.
Se la llama 'la llorona' porque sus gemidos son tan insistentes que hasta enloquece a los
perros, mientras deambula por las noches (sobre todo cuando es noche de plenilunio).
En otros relatos, 'la llorona' se presenta como un ser inofensivo que necesita consuelo y
ayuda, despertando piedad en la gente que, cuando se acerca a consolarla, les roba todas sus
pertenencias.
Afrodita y Ares
Afrodita o Venus, diosa del amor, estaba casada con Hefesto o Vulcano el herrero, a
quien nunca le fue fiel.
Cierto día, Helios, dios del sol, vino a Hefesto y le dijo que había visto a Afrodita con su
amante Ares, dios de la guerra en el propio palacio de Hefesto.
Enfurecido de celos, Hefesto con el intenso calor de su furia, forjó una red de metal tan fina
y ligera que era casi invisible, pero indestructiblemente resistente.
Colocó la red en los postes de la cama y en las vigas del dormitorio. Cuando Afrodita y
Ares, se fueron hacia la cama... ¡la red los atrapó tan fuerte que no podían escapar!
Hefesto llamó entonces a todos los dioses para reirse de los amantes atrapados. Acudieron
Poseidón, Hermes y Helios. Hefesto exigió que Zeus le devolviera la dote que tuvo que
entregar por Afrodita, pero se conformó con una compensación que pagaría Ares .
Y mientras todos se reían, Poseidón ofreció ser el fiador de la deuda. Luego los amantes
fueron liberados.
La Yeguatzihuatl en Chiapas
Se dice que en las calles de este Pueblo Mágico de México se puede ver a una
mujer de vestiduras blancas y cabello obscuro vagando por las noches. Quienes
tienen la mala suerte de toparse con ella huyen de inmediato, pero hay quienes se
sienten muy valientes y comienzan a seguirla y una vez que están cerca de ella, la
Yeguatzihuatl se aleja.
Durante el siglo XVI, la Santa Inquisición culpó de ser bruja a una mujer de
nombre Soledad que vivía en Córdoba. El rumor era que tenía un pacto con el
diablo para lucir siempre joven. Sin embargo, Soledad era una herbolaria muy
hábil que se dedicaba a curar cualquier tipo de afecciones en su comunidad
además de poseer una gran belleza que causaba envidias.
Se sabía que era una mujer solitaria y un poco huraña al rechazar una gran
cantidad de pretendientes sin importar si fueran ricos o pobres. Entre los
rechazados estaba el alcalde de Córdoba: Don Martín de Ocaña, quien al sentirse
despechado comenzó el rumor de que Soledad era una bruja y que le había dado
una pócima que le hacía sentir un amor desmedido por ella.
Aunque muchos habían sido curados por ella, tenían miedo de ir en contra de la fe
católica y ser juzgados por la Santa Inquisición. Al ser interrogados, muchos
dijeron haberla visto volar sobre los tejados, reír macabramente por las noches y
algunas mujeres aseguraron que Soledad las acosaba para venderles pócimas de
amor.
Por tales acusaciones, Soledad fue encerrada en la cárcel de San Juan de Ulúa y
condenada a la hoguera. Durante su aislamiento, usó su belleza para convencer a
un carcelero y que le diera un pedazo de carbón con lo cual ella se entretenía
dibujando en las paredes.
Notando la falta del carcelero, los demás soldados bajaron solo para encontrar la
celda vacía y al carcelero sin vida.