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REGULARIDADES DE LA ADAPTACIÓN
BIOQUÍMICA EN EL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
AUTOR:
CI.25.157.171
La palabra músculo procede del latín musculus que significa ‘ratón pequeño’. Los
músculos pueden considerarse los «motores» del organismo. Sus propiedades
(excitabilidad, contractibilidad, elasticidad, etc.) les permiten generar fuerza y movimiento.
El tejido muscular se define como un conjunto de células del organismo que tienen la
misma función y diferenciación morfológica, lo que les permite contraerse cuando son
estimuladas. Está formado por células alargadas que pueden contraerse o relajarse.
Los músculos del cuerpo son el tejido blando más voluminoso del sistema
musculoesquelético. La palabra "músculo" proviene del latín "musculus", que significa
'ratón pequeño', debido a su semejanza con el músculo que se ve en el brazo cuando lo
flexionamos. Las células musculares, también conocidas como fibras musculares debido a
su forma alargada, contienen filamentos formados por proteínas llamadas actina y
miosina. Estos filamentos se deslizan uno sobre otro, lo que provoca contracciones que
producen el movimiento de varias partes del cuerpo, incluyendo algunos órganos internos.
El segundo tipo de músculo estriado es el músculo cardíaco, que forma la mayor parte
de las paredes del corazón y los vasos sanguíneos adyacentes, como la aorta. Este tipo
de músculo es fundamental para el funcionamiento del sistema cardiovascular, ya que se
contrae rítmicamente para bombear la sangre a través del cuerpo. Es gracias a los
músculos cardíacos que nuestro corazón puede latir y mantenernos vivos.
Por último, encontramos los músculos lisos o viscerales, que forman parte de las
paredes de la mayoría de los vasos sanguíneos y órganos huecos del cuerpo. Estos
músculos son responsables de mover sustancias a través de las vísceras, como en el
caso del intestino delgado y grueso, donde ayudan a la digestión y el movimiento de los
alimentos. También controlan los movimientos a través de los vasos sanguíneos,
regulando el flujo de sangre en diferentes partes del cuerpo
ESTRUCTURA MUSCULAR
Los fascículos son conjuntos de haces envueltos por una vaina de tejido conectivo.
Estos fascículos están compuestos por miocitos, también conocidos como fibras
musculares, que son células individuales de los músculos esqueléticos. Cada miocito
contiene miofibrillas, que son filamentos largos que componen y contienen cada fibra
muscular.
Las miofibrillas son el elemento contráctil de los músculos y están compuestas
principalmente por filamentos proteicos de actina y miosina. De hecho, aproximadamente
el 84% de una miofibrilla está compuesto por estos filamentos. Las miofibrillas se dividen
en unidades más pequeñas llamadas sarcómeros.
Existen tres tipos de fibras musculares esqueléticas: tipo I, tipo IIa y tipo IIb. Las fibras
musculares tipo I, también conocidas como fibras oxidativas lentas, están especializadas
en actividad aeróbica. Son pequeñas y contienen una elevada cantidad de mioglobina, lo
que les da un color rojo en el tejido muscular fresco.
Por otro lado, las fibras de tipo IIa son también fibras oxidativas glucolíticas rápidas.
Estas fibras se ven ligeramente más claras que las de tipo I en el tejido muscular fresco.
Tienen numerosas mitocondrias y un contenido mayor de mioglobina que las fibras de tipo
IIb. A diferencia de las fibras de tipo I, las fibras de tipo IIa tienen una gran cantidad de
glucógeno.
Las fibras musculares tipo IIb, también conocidas como fibras glucolíticas rápidas, son
grandes y se ven de color rosa pálido en los tejidos frescos. Tienen menos mitocondrias y
una menor cantidad de mioglobina. A pesar de contener un bajo nivel de enzimas
oxidativas, exhiben una alta actividad de enzimas anaeróbicas y contienen una gran
cantidad de glucógeno.
Los músculos desempeñan un papel fundamental en nuestro cuerpo, ya que son los
encargados de generar movimientos y realizar funciones vitales. Gracias a ellos, podemos
mantenernos activos en nuestro día a día. De hecho, aproximadamente el 40% de nuestro
cuerpo está compuesto por músculos.
Una de las principales funciones del sistema muscular es la locomoción. Los músculos
nos permiten movernos y desplazarnos en diferentes superficies. Gracias a ellos,
podemos caminar, correr, trepar y realizar todo tipo de actividades físicas.
Los músculos también son fundamentales para mantener la estabilidad del cuerpo.
Gracias a ellos, podemos mantenernos equilibrados y en nuestro sitio. Además de todas
estas funciones físicas, los músculos también nos brindan información sobre nuestro
estado de salud. La contracción muscular puede revelar dolencias o problemas en nuestro
cuerpo. Además, los músculos faciales nos permiten adoptar expresiones que transmiten
información a quienes nos rodean.
Por último, los músculos también generan calor. Cuando nuestros músculos están en
funcionamiento, generan energía calórica, lo cual es fundamental para mantener nuestra
temperatura corporal adecuada.
Uno de los principales cambios bioquímicos que ocurren durante el entrenamiento del
fútbol es el aumento en la producción de energía. Durante la actividad física intensa, los
músculos requieren una mayor cantidad de energía para funcionar correctamente. Para
satisfacer esta demanda, el cuerpo aumenta la producción de ATP (adenosín trifosfato),
que es la molécula encargada de suministrar energía a las células.
El músculo liso se encuentra en las paredes de los órganos internos, como los
intestinos, los vasos sanguíneos y el útero. También es involuntario y su contracción se
produce de manera automática, sin necesidad de recibir señales del sistema nervioso. El
músculo liso permite el movimiento de los alimentos a lo largo del sistema digestivo y la
regulación del flujo sanguíneo.
Los fascículos, miocitos, miofibrillas y sarcómeros son componentes clave del sistema
muscular. A través de las contracciones musculares, este sistema nos permite producir
fuerza y movimiento, dar soporte al cuerpo, mantener la postura y estabilidad de las
articulaciones, generar calor y proporcionar forma al cuerpo.
Las fibras musculares tipo I son especializadas en actividad aeróbica, las fibras tipo IIa
son rápidas y tienen una mayor cantidad de mioglobina y glucógeno, mientras que las
fibras tipo IIb son grandes y tienen una alta actividad de enzimas anaeróbicas. Cada tipo
de fibra muscular tiene características únicas que les permiten adaptarse a diferentes
tipos de actividad física.
Anexos
BIBLIOGRAFÍAS