Está en la página 1de 125

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS 5
,
PROLOGO 13
PREFACIO 19
FRASES CÉLEBRES 23
ANTES DE EMPEZAR 33
l. INTRODUCCIÓN 37
2. EVALUACIÓN FÍSICO-FISIOLÓGICA DE LOS JUEGOS
REDUCIDOS: ¿QUÉ DEMANDAN? 45
2.1. INTRODUCCIÓN 45
2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA 49
2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) 50
2.2.1.1. Variables e indicadores a partir de la FC 50
2.2.1.2. Limitaciones de la FC 53
2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) 54
2.2.2.1. Limitaciones del LA 54
2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVADEL ESFUERZO (PSE) 55
2.2.3.1. Limitaciones de la PSE 58
2.3. EVALUACIÓN DE LA DEMANDA EXTERNA 59
2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA
VELOCIDAD 60
2.3.1.1. Distancias 60

www.futbold~lit ro com


El arte de
•-"',.,._,,O
-~·~~-·_.;..--•~»a>s-·.-y-..,o,.-. ' " "" " -·«"' ·,· ·=•<••,.v~·-~·,~-...-c«• -c-....._,..,w.~,, ........ u~,.._,
.:t;)en ~·s-=istci¡ano
· v"·'-"'""'••-•X s" >c.~rc, ·~,·--- ·~~-'·
l üct\tid Cas . . ::rn\chand
,,_._ ... ~.,.,__......,..."""~'"""'•••-.,.,-.,~_.,- ,,~·~>•-•-'·•

2.3.1.2. Intensidades 60 3. INTERVENCIÓN A PARTIR DE JUEGOS


2.3.1.3. Frecuencias 64 REDUCIDOS: LAS PIEZAS 101
2.3.1.4. Indicadores globales con velocidad 65 3.1. LOS JUEGOS REDUCIDOS (JR) 101
2.3.3. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA 3.2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS JR 102
ACELERACIÓN, GIROS Y SALTOS 66
3.3. CÓMO INTERVENIR CON JR 106
2.3.3.1. Indicadores globales con aceleración 67
3.3.1. MODIFICACIONES EN EL ESPACIO 107
2.3.4. LIMITACIONES DE LAS DEMANDAS FÍSICAS 70
3.3.2. MODIFICACIONES EN LA INTERACCIÓN 109
2.3.5. MÁS VARIABLES QUE LAS FÍSICAS 71
3.3.3. MODIFICACIONES DE OTRAS VARIABLES 111
2.4. APLICACIÓN DE LOS INDICADORES DE CARGA
INTERNA Y EXTERNA 72 3.4. PROBABLES EFECTOS AL INTERVENIR CON JR .. 112

2.4.1. JUSTIFICACIÓN 72
4. PERIODIZACIÓN DE LOS JUEGOS REDUCIDOS:
2.4.2. RELACIONES ENTRE INDICADORES Y VARIABLES 76 EL PUZLE 123
2.4.3. SELECCIÓN DE INDICADORES DE CARGA INTERNA 4.1. INTRODUCCIÓN 123
Y EXTERNA 81
4.2. FUNDAMENTOS DEL MODELO 127
2.4.4 CÓMO UTILIZAR LOS INDICADORES DE CARGA
EXTERNA E INTERNA 85 4.3. EL MODELO TRIDIMENSIONAL EN LA PERIODIZACIÓN 136

2.4.5. INTEGRANDO CARGA INTERNA Y EXTERNA 96 4.3.1. ¿CUÁNTA DOSIS DE JR? 141
4.3.2. LOS JR EN LA SESIÓN 144
4.3.3. LOS JR EN PRETEMPORADA 146
4.3.4. LOS JR EN EL MICROCICLO COMPETITIVO 153
4.3.5. LOS JR EN LA SUCESIÓN DE MICROCICLOS
COMPETITIVOS 156
4.3.5.1. Progresión en los JR 157
4.3.5.2. El nivel actual del equipo 158
4.3.5.3. Secuenciación de los JR: bloques de seis semanas. 166
4.3.5.4. Tabla resumen: propuesta de niveles 172
www.fut ldeli .com f de ltbro e
4.3.6. OTRAS OPCIONES PARA MODULAR LOS JR . . . 174 6. REFLEXIONES FINALES 215
,
4.3. 7. CUANTIFICACIÓN SUBJETIVA DE LA CARGA DE LOS JR. 175 EPILOGO 221

5. EJEMPLO PRÁCTICO DE INTERVENCIÓN CON REFERENCIAS 223


JUEGOS REDUCIDOS 179
5.1. ANTECEDENTES 179
5.2. MÉTODO 181
5.2.1. PARTICIPANTES 181

5.2.2. VALORACIONES PREVIAS 181

5.2.2.1. Test condicionales pre-intervención 181

5.2.2.2. Formatos de juego pre-intervención 183

5.2.3. PLAN DE INTERVENCIÓN 185

5.2.3.1. Directrices del club en la planificación semanal .. 187

5.2.3.2. El D-3 en el plan de intervención 188

5.2.3.3. El D-2 en el plan de intervención 189

5.2.3.4. El D-1 en el plan de intervención 192

5.3. RESULTADOS 193


5.3.1. INTERVENCIÓN REAL 193

5.3.1.1. Distribución de las tareas 193

5.3.1.2. Distribución de las cargas de entrenamiento ..... 198

5.3.2. VALORACIÓN POSTERIOR 207

5.3.2.1. Test condicionales post-intervención 207

5.3.2.2. Formatos de juego post-intervención 209

5.4. DISCUSIÓN 211


, f,: d I ¡ 1 e
PRÓLOGO

Mi desconocimiento acerca de la complejidad del entrenamiento


futbolístico me previene siempre que accedo a un libro o publicación
que versa sobre esta temática. Temo no comprenderlo. Y, sin embargo,
a menudo intento vencer dicho temor y procuro leer para comprender.
Procuro aprender, que es la postura que he adoptado frente a este "El
arte de planificar en fútbol" y la que intento tener siempre ante cualquier
disciplina deportiva.

¿Arte o ciencia?, se preguntan los autores en su Prefacio y yo no sé


qué responder. Probablemente diría que el entrenamiento del fútbol tiene
una mayoritaria porción de ciencia, pero también una no despreciable
faceta artística. Pero sí sé que entrenar y dirigir a un equipo de fútbol es
difícil, complejo y estresante, una vez experimentada la convivencia con
uno de esos equipos -en este caso, de élite europea- durante tres años.

De esta experiencia personal concluyo, entre otras cosas, que el


entrenamiento del fútbol ha avanzado mucho respecto de hace una década
y no digamos en los últimos treinta años, pero tengo la percepción -la
intuición más bien, aunque no puedo demostrarlo- que el fútbol todavía
no ha alcanzado el grado de sofisticación en la preparación técnico-táctico-
física que poseen otras disciplinas. Es decir, tiene bastante recorrido por
avanzar en el camino del perfeccionamiento, lo que es una oportunidad
genuina para todos cuantos se proponen difundir e intercambiar
conocimiento, como son Julen y David, autores de este libro que aporta
un nuevo paso en dicha ruta y en nuestro aprendizaje.

?ltMtt'l)e,z,a/utaa
'Peuodiata

f i, o L d e I ! i) í"' o
Bien entrados ya en el siglo de la tecnología, la innovación y el
Modelo de Juego, mientras algunos siguen pensando que en el futbol
esta todo ya inventado y que la táctica no se puede planificar, otros como
Julen y David, siguen dedicando su tiempo y esfuerzo diariamente a
hacer mejorar nuestro futbol.

Sea arte o sea ciencia, el entrenamiento, a mi humilde entender, es


sin duda la mejor herramienta para hacer mejorar el juego colectivo e
individual, y el método, el camino que cada uno de nosotros entendemos
más eficaz para conseguirlo.

Por suerte son muchos los caminos, pero por desgracia no tantas las
personas que como David y Julen lo comparten con nosotros. Ellos, han
creado una metodología de trabajo mediante tareas de Juego Reducido
orientadas al Modelo de Juego, que no solo les sirve para implementar
el método, sino que además les posibilita evaluarlo, readecuarlo,
replantearlo, etc. en definitiva, controlar mediante ello todo el proceso
de optimización del rendimiento.

Yo que me he dedicado más a la evolución del proceso formativo, no


orientado al modelo de juego, sino al concepto táctico del juego, baso más
mi camino en los contenidos de trabajo, su secuenciación en el proceso
formativo y en la búsqueda de tareas que se adapten en cada momento
al nivel formativo de los niños y niñas, y no a la de un modelo de juego.
Sin embargo, en ese camino, al igual que Julen y David utilizo los Juegos
Reducidos como herramienta destacada de trabajo.

Compartiendo por lo tanto desde distintos caminos la pasión por


el Juego Reducido, quisiera transmitiros compañeros lectores, mi más
sincera admiración por el trabajo que han compartido Julen y David con
nosotros.

La aportación que nos hacen en la dinámica de cuantificación de


carga externa e interna del juego, la visión que nos dan de la estructura y
adaptación al Modelo de Juego del Juego Reducido y sobre todo la validez
que todo esto otorga a la observación del juego, que tan importante es
para poder incidir en la acción de mejora de nuestros jugadores mediante
la tarea de entrenamiento, hacen además de por otros aspectos de este
libro, una lectura muy agradable y enriquecedora.

www futboldeli ro.com


Destacaría sin duda en todo ello, la practicidad y sencillez con la que Es para mi un placer poder dedicarle una palabras de reflexión a este
han conseguido unir dos mundos tan cercanos pero que habitualmente libro sobre entrenamiento. Si definimos disciplina como la
alejamos tanto, como son el de la rama investigadora o científica, con la capacidad que implica la puesta en práctica de una actuación ordenada y
rama práctica o de campo, algo que sin duda deja evidencia de la gran perseverante, en orden a obtener un bien o fin determinado, este libro es
un ejemplo. Solo personas metódicas, capaces, ordenadas y, sobretodo,
capacidad que tienen en ambas áreas.
constantes, lo han hecho posible. Enhorabuena a los autores por el
A ti compañero lector, desearte que disfrutes como he hecho yo de espléndido trabajo, por hacernos dudar de nuestros cimientos, que a veces
esta lectura y a vosotros Julen y David, felicitaros por este maravilloso permanecen anclados por comodidad, inseguridad o desconocimiento.
trabajo y agradeceros el haberlo compartido con todos nosotros. Gracias por haber aportado al mundo del entrenamiento en fútbol
nuevas ideas, propuestas novedosas que seguro servirán para avanzar
tJa,i~att¡ 7«ttaanda en la temática.

1)i,z,ecta,z, 1)efta'ttwa ~ imet S ft,a,z,ta Que no se confunda el lector pensando que este libro es hermético,
estanco. Todo lo contrario. Este libro esconde bajo su aparente
encorsetamiento una flexibilidad brutal. La adaptabilidad en el
entrenamiento puede leerse de manera explícita a lo largo del texto y de
diferentes maneras entre líneas. Rigurosidad para estudiar el fútbol en su
complejidad, flexibilidad para adaptarse al momento de su intervención.
Para mí como COACH, que me sirvo en la mayoría de las ocasiones de la
intuición, de la emoción, de lo que percibo en el momento de abordar un
reto personal, esta segunda me resulta clave para buscar los resquicios
que optimicen personas, y también equipos, [cómo no!

Acabo sugiriendo que os dejéis llevar, en algunas cosas estaréis de


acuerdo, en otras todo lo contrario. Algunos conceptos necesarios, otros
repetidos. Algunas ideas novedosas o adaptadas. Pero ... , ¿sabéis cual es
una de las cosas más importantes en mi vida? Sentir. "La gente olvidará
lo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir"
(Maya Angelou). Por todo esto, gracias, muchas gracias por vuestro
esfuerzo.

Espero que con este libro descubras esto y mucho más.

S e,z,9ia &¡fteteta
Lice'1dada en ~iaa de ea Aawidad 7úica e¡ Vefto-'ttir14
&'1t'tenada,z, nwet 3 de /út~

.f d l bro.corn f ldclit1r
f-.
\
·- ·
¡.
í
i

REFACIO
·.á§;

¿Qué es entrenar, arte o ciencia? El proceso de entrenar fútbol, de


concebirlo como una actividad artística (que depende de las cualidades
del artista y solo depende de su criterio), a considerarlo como actividad
científica (lo que significa entenderla sujeta a las evidencias acumuladas)
hay un salto de paradigma. A día de hoy, la cuestión sigue en debate,
perenne por la complejidad del juego, al amparo por tanto de resquicios
todavía no resueltos, por la interpretabilidad del rendimiento y su
relación intermitente con el resultado.

La pregunta no es retórica. Ante tal cuestión el lector debe


posicionarse. Aunque pueda parecer un asunto banal, es vital conocer
desde qué paradigma se aborda la lectura de este libro. Como hemos dicho,
según la posición que se adopte, nuestras actuaciones como entrenadores
tendrán una base estable y previsible por una parte (ciencia) o, por el
contrario, si, como en el arte, todo depende de la voluntad y la pericia
de cada uno, queda poco espacio para un saber sistemático sobre el
proceso de entrenar (planificar, intervenir y evaluar). Pero, justamente,
lo que configura una profesión es que exista un saber sistemático sobre
un determinado campo de actuación especializada. Si eres de los que
entiendes que entrenar es solo arte y sigue prevaleciendo en ti la idea
de que "a entrenar solo se aprende entrenando", este no es el libro que
necesitas, de hecho no necesitas formación, solo tener experiencias,
como los chamanes. Afirmar la necesidad de un abordaje científico
del quehacer de los entrenadores no significa negar su componente
artístico. También sucede en el resto de las profesiones. Precisamente
es la mentalidad artística la que propicia iniciativas de innovación, de
cambio, que rompiendo hábitos abren nuevo caminos más atractivos y
eficaces de actuación.

Si bien entrenar tiene bastante de arte, su estudio y mejora tiene


que hacerse al amparo de criterios científicos de sistematización. Sobre
entrenamiento hay ya mucha evidencia escrita (en mucha mayor
proporción que la leída), pero se necesita avanzar más, ¡cómo no!, sobre
todo en aspectos más específicos del ciclo 'proceso de entrenamiento' -
planificar, intervenir y evaluar- en el ámbito de los deportes colectivos.
fut!,G d l ,,,
Pero este avance no será real si sigue prevaleciendo la idea que entrenar Esperamos que este libro se sume a otros tantos que intentan acercar
es solo arte y, por tanto, nadie tiene nada que decir al respecto, debido mundos habitualmente alejados entre sí, el del científico y el del
a que cada artista desarrolla su actividad como mejor le parece. A veces Conocedores de que las dinámicas que llevan, lenta la del
parece que lo difícil no es tanto concebir nuevas ideas sino saber librarse y fugaz la del ámbito del fútbol profesional, hacen difícil
de las antiguas, y este es el primer paso. relación íntima, deseamos que nuestra pequeña aportación permita
ambos universos. Para hacer realidad nuestra propuesta hemos
Este libro ha sido la excusa perfecta para poner 'negro sobre blanco' llevar a pie de campo, llegar hasta el último nivel de concreción,
algunas de las inquietudes que, en las diferentes etapas como jugador- entramado de conceptos que hemos procurado describir con sencillez
preparador físico, entrenador, profesor e investigador, han rondado en torno a la planificación, intervención y evaluación. En la medida de
la cabeza las innumerables horas delante del ordenador, esperas en los posible hemos añadido ejemplos reales con datos de equipos en activo
hoteles o en los largos viajes en autobús para disputar los partidos de para explicar la aplicabilidad de lo expuesto.
competición. Dichas inquietudes las hemos debatido en multitud de
foros de distinto cariz, desde el más científico hasta las tertulias de bar. Esperamos que sirva de provecho.
Inquietudes que hemos ido convirtiendo en problemas de investigación
para intentar describir, explicar e incluso predecir el juego.

Como resultado de multitud de investigaciones se van dando forma


a posibles soluciones, inacabadas por supuesto. Propuestas coherentes
que, sin duda, necesitan de tiempo y esfuerzos para ser contrastadas
y afinadas. En el fútbol, las respuestas no son únicas ni estáticas.
Respuestas que van evolucionando, motivadas en gran parte por los
datos que aportan las nuevas tecnologías, convertidas en información
gracias a los mayores recursos económicos y humanos disponibles.
Información que transformada en conocimiento, hay que ir siendo capaz
de ir aplicando a los terrenos de entrenamiento y competición.

Pero las nuevas tecnologías no solo han permitido una evolución en


las respuestas que se van dando para resolver los mismos problemas.
Además, la tecnología ha favorecido una Revolución en el proceso de
entrenamiento, ya que ha permitido cambiar la formulación de las
preguntas e incluso ha hecho emerger nuevos interrogantes, dándonos luz
sobre la multitud de matices que debemos atender si queremos entrenar
desde una base científica. Ahora tenemos los medios para abordar nuevos
planteamientos, desde otros paradigmas. Esto es innovador, cambiar las
preguntas que se hacen en torno a la preparación de los futbolistas, para
hacerles ser precisamente eso: jugadores de fútbol.

f d l . C()!H f
célebres Julen Castelíano y David Casamichana
p.;...-------,·--·-·-·--··-···,·c,·-··-··---·---·-------·-·-----------· -·

FRASES CÉLEBRES

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN

• El cuerpo técnico debe intentar maximizar el rendimiento colectivo, a


través de la optimización de los diferentes elementos y sus interacciones.

• Una de las características que debe considerarse en la planificación


en fútbol es la adaptabilidad al día a día.

• Calidad antes que cantidad en la intervención, entendiendo por


calidad la especificidad de acciones con respecto a la competición.

• Si después de medir la intervención no valoramos, ¿cómo sabremos


los porqués del rendimiento del equipo?

. futboldelibro.com


El arte de en fútbol Julen Castellano David Casarnichana

CAPÍTULO 2: EVALUACIÓN FÍSICO­ dupliquemos información, escojamos únicamente aquellos


FISIOLÓGICADELOS JUEGOSREDUCIDOS: n~'"'''"'""''°' necesarios para obtener información válida y aplicable.
¿QUÉ DEMANDAN?
La comparación de las demandas del entrenamiento respecto a
demanda de cada jugador en competición se presentan como una
• El propósito de la interesante y fácilmente interpretable.
cuantificación de la carga
de entrenamiento es tomar Un aspecto a atender es la distribución de la carga en la propia
decisiones adaptadas a además del propio valor de carga semanal y su relación con la
buscar la maximización del de las semanas anteriores.
rendimiento del equipo a
travésdelaoptimizacióndesus • Integrar indicadores de carga externa e interna nos permite abordar
componentes e interacciones. la evaluación de diferentes escenarios: estados de forma, fatiga,
comparación entre perfiles de jugadores o demarcaciones.
• El procedimiento de cuantificación adoptado tiene que ser adaptado
al contexto, sostenible y con aplicación práctica.
3: INTERVENCIÓNA PARTIR DE
• La escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo es una herramienta
JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS
sencilla, sin coste, fiable y útil para conocer la intensidad y carga de
partidos, entrenamientos y/ o tareas.
• Los juegos 'largos' son
tareas que respetan la
• Relativizar la demanda externa a referencias individuales es una especificidad de la modalidad,
alternativa interesante para abordar la cuantificación de la carga. y por tanto imprescindibles en
el proceso de entrenamiento.
• Conocer más sobre los movimientos inerciales (aceleración!
desaceleración, giros, impactos etc.) abre nuevas perspectivas de • La especificidad del
valoración de la carga en deportes intermitentes entrenamiento debe ser
vista desde un paradigma
• Los comportamientos colectivos en la interacción prevalecen a las holístico, es decir, incluyendo
demandas físicas en la implicación sobre el rendimiento en deportes todas las dimensiones
colectivos. físicas, fisiológicas, motrices,
cognitivas y psico-sociales.
• Necesitamos medir para evaluar y después intervenir .

• www.futbodelibro.com www futboldelibro.com


El arte de en fútbol Juien Castellano y David Casemichana
__ ......,_..._.._.,.._-.,._..,.,.,,.,.,.,--.·".,,.."-·-·-~•M··• ,,.~~· ,v-----~~~cc,~~~~--~~•-"'"",,_ __ ....,..~...-..-,<•.,..._.~,.,.,..-..........,,.,._.__ ""~~-~·>>.-~-~--~· --..-v-.,--.~~-~-·--·-----~--,.,_, . .,,. ....... ..,..,. ~--~,

• Además del principio de especificidad, debemos intentar atender al <Tu1.APÍTULO 4: PERIODIZACIÓN DE LOS
principio de sobrecarga y, por tanto cuando sea aconsejable, intensificar l.JEGOS REDUCIDOS: EL PUZLE
alguna de las facetas de la dimensión condicional del futbolista.

• Debemos intentar que la resolución de las tareas planteadas en el


proceso de entrenamiento no provoque que surjan conductas alejadas
de lo que se desea que ocurra en competición.

• Cada equipo debe diseñar sus propios JR con los que optimizar
los comportamientos colectivos que mejor le permitan desarrollar su
modelo de juego.

• A medida que nos alejamos del juego en nuestras propuestas de


entrenamiento, reducimos la posible transferencia de aprendizajes y
adaptaciones a conseguir.

• Podemos utilizar las teóricas limitaciones de los JR en beneficio Los juegos reducidos permiten incidir sobre las diferentes estructuras
propio dentro del proceso de entrenamiento para provocar los efectos del futbolista de forma concurrente, no sólo desarrollándolas de manera
deseados en nuestros jugadores aislada, sino también incidiendo en sus interacciones.

• La individualización del entrenamiento debe ser realizada bajo la • No creemos que entrenar en condiciones muy dificultadas (con
premisa de la especificidad y, por tanto, en situaciones de cooperación- fatiga, con lastres, o deshidratados) mejore la calidad del juego.
oposición.

• Periodos de entrenamiento con cargas muy superiores a la media


• La observación es clave en el desarrollo de la tarea para detectar si anual comprometen el rendimiento y la salud del deportista.
los comportamientos que emergen son los deseados.
• El modelo de periodización que se propone incluye alternancia
• El futbolista durante la competición rara vez manifiesta su máxima horizontal (en la misma semana) y vertical (en la sucesión de semanas).
velocidad o fuerza, en cualquiera de sus manifestaciones.
• La asignación de un único nivel de carga a una tarea 'esconde'
información pertinente a contemplar por el cuerpo técnico. Queremos
saber su impacto en fuerza, resistencia y velocidad.

• La baja demanda en los jugadores de algunos formatos de JR


posibilita su utilización como calentamiento o activación .

• www.futboldelibro.com futboldelibro.com


i:l arte de Iulen :~:2~1~~:L-~no y David Cas:. .3Y;'.c:.a:;¡.,
..-,.,o,.·,~---.--.~ - .... - ............ ...,~-·...-~ >-~-·--·=~--., , ,.,.,.,. ~- =-~-~--""'"""'--""'"""....,._~
.. . . - ..
-.--=~- ....... -~-~~

.APÍTULO 5: EJEMPLO PRÁCTICO DE


• La prescripción del tiempo de trabajo y recuperación influye en las TERVENCIÓN CON JUEGOS REDUCIDOS
respuestas del jugador, por lo que debe considerarse para alinearlo con
el propósito de la tarea.

• El camino se hace al
• La duración de la tarea puede establecerse sin límite (decide el andar. No hay más que poner
entrenador), con puntuación límite, con duración límite o según el en práctica la propuesta de
'rendimiento del equipo'. periodización para ver hasta
dónde nos lleva y valorar si el
• Un equipo puede dedicar más de 40 horas al calentamiento a lo camino mereció la pena.
largo de una temporada. ¿Podríamos aprovechar ese tiempo?

• Tareas de fútbol de principio a fin, y en pretemporada también, eso


sí, respetando la progresión y afinando las demandas.
• En realidad lo que se pretende comparar es en qué medida se
• La variabilidad es inevitable, ¡saquémosle provecho en la medida reproducen en el entrenamiento las exigencias de carga e intensidad de
que se pueda! las variables o indicadores estudiados.

• Necesidad de valorar las demandas impuestas a cada jugador • Creemos que no es suficiente una alternancia horizontal de las
durante el entrenamiento tomando como referencia "su"perfil de partido. cargas, estas, además, deben progresar en el tiempo o a lo largo de la
temporada (o temporadas).
• La flexibilidad en la configuración de los JR es clave para perfilar la
alternancia horizontal dentro de la semana. • La alternancia de formatos enriquecerá el bagaje de demandas en
todas las dimensiones necesarias, priorizando, cómo no, las que inciden
• Los JR deben ser también diseñados para provocar una alternancia en el modelo de juego que los jugadores deben desplegar para funcionar
vertical, en la sucesión de semanas. como equipo.

• Una de las decisiones que debe tomar el cuerpo técnico tiene que
ver con la prescripción de las tareas, ¿cuánta 'dosis' de cada tarea?, y
¿podemos progresar?

• www.fuboldelibro.com .futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol

CAPÍTULO 6: REFLEXIONESFINALES

• Por tanto, no consideramos acertados los procesos de entrenamiento


elaborados sin tener en cuenta el estado (y particularidades) de los
protagonistas. Es necesario recabar información para determinar de
forma precisa cual es el punto de partida

• El orden importa. Primero hay que determinar el objetivo de juego y


posteriormente se diseña la tarea atendiendo en la medida de lo posible
a los requerimientos condicionales

• El cuerpo técnico debe diseñar las situaciones de entrenamiento ad


hoc: para el aquí y el ahora, adaptado a su equipo y el momento, debido
a que en los libros y/ o artículos científicos vienen descontextualizados

• www.futboldelibro.com
p

Julen Castellano y David Casarnichana

ANTES DE EMPEZAR
En primer lugar, por agilizar la lectura del libro vamos a utilizar el
término juego reducido, en adelante JR, para hacer referencia a todas
aquellas tareas de entrenamiento que respetan la estructura de duelo
colectivo (Parlebas, 2001), es decir, situaciones de colaboración-oposición
y de inter-motricidad simultánea. Además los JR son desarrollados en un
espacio común y con participación simultánea sobre el balón (Parlebas,
2001). En la literatura pueden encontrarse muchas denominaciones al
respecto asignadas a este tipo de contenidos, tales como: tareas jugadas,
juegos, juegos con tema, tareas globales, juegos cortos, medios y largos.
Incluso, en el entorno anglosajón los podemos encontrar denominados
como: small-sided game, medium-sided game, intermediate-sided game,
large-sidedgame, conditionedgame, constrainedgame or task constraints,
entre otros. En el texto utilizaremos los JR para referirnos a todo el
conjunto de denominaciones y formatos enumerados previamente.

Por otro lado, hemos creído oportuno seguir un camino inverso


al lógico cuando se llevan a cabo las diferentes fases del proceso de
entrenamiento y que habitualmente siguen este orden: planificación,
intervención y evaluación. Sin embargo, en lugar de echar a andar desde
la planificación (capítulo 4), pasando por la intervención (capítulo 3),
hasta llegar a la evaluación (capítulo 2) y volver a empezar, para una
mejor comprensión vamos a seguir el camino inverso. En cualquier caso
dejamos al lector autonomía para iniciar, continuar y seguir el libro en
el orden que considere y que dependerá probablemente de la formación
previa que sobre esta temática tenga.

La secuenciación propuesta parte, primeramente, por describir


las variables o indicadores que podrían utilizarse para cuantificar la
demanda energética y neuromuscular de tareas y entrenamientos. En
segundo lugar abordaremos cómo se puede intervenir a partir del uso
de JR, es decir, conocer las piezas o tareas con las que confeccionar
sesiones de entrenamiento basadas en el juego. Finalmente, acabaremos
exponiendo un modelo de planificación, es decir, detallando cómo hacer
encajar las piezas y completar el puzle en la sesión, el microciclo y en


la sucesión de estos últimos. Tal y como quedará reflejado en el libro la
www.futboldelibro.com
------ .. ··--·····

El artr· d!:~ planificar en fútbol

temporalidad de estos tres procesos que se presentan de manera lineal


responden en realidad a dinámica sincrónica -aflorando la necesidad
real de afrontarlo al mismo tiempo-, inter-conexa, circular y repetitiva.

Finalmente decir que el texto esta 'regado' con multitud de citas


haciendo referencia a la misma cantidad de estudios que han sido
consultados por los autores de este libro y que nos han permitido
completar estos capítulos. Animamos a los lectores que si encuentran
alguna idea, sugerencia, falta de explicación o cualquier otra deficiencia
en los capítulos que siguen a partir de aquí no duden en hacerse con
la referencia original para contrastarla e interpretar los resultados de
dichos trabajos, elaborando una composición de lugar propia. Al final del
libro se recogen todas las referencias citadas en el texto.

www.futboldelibro.com
Introducción Julen Castellano y David casc1michana
~~~~~~~~~

1. INTRODUCCIÓN
El objetivo principal del cuerpo técnico en un club de fútbol en el
ámbito del rendimiento, independientemente de su nivel competitivo, es
maximizar el rendimiento colectivo presente y/o futuro.

Maximizar el rendimiento colectivo de un equipo de fútbol, supone


OPTIMIZAR todos los elementos que componen el sistema y los
subsistemas que incluyen, sin obviar sus interacciones. Veinticinco
cuerpos diferentes (con pasados particulares e inmodificables, con
presentes propios e irrepetibles y con futuros desconocidos y, en cierto
modo, impredecibles) abocados a compartir un mismo proyecto: competir
al mejor nivel posible. Y para esto hay que entrenar.

El entrenamiento debe entenderse como un proceso planificado,


donde un deportista es intervenido y posteriormente se valora el
resultado obtenido como la diferencia del estado previo y el actual.

El proceso de entrenamiento deportivo debe atender a aspectos como;


la frescura (o wellness), el estado de forma (o training status), la carga
de entrenamiento (o training load) y el rendimiento (o performance). En
el proceso de entrenar la frescura del deportista es sometida a cargas
de trabajo que le provocan 'cierta' fatiga con el objetivo de generar
adaptaciones en el organismo, mejorando (con el tiempo) su estado de
forma y en consecuencia, su rendimiento.

La carga de entrenamiento alude al estrés o estímulo al que se


somete al deportista y ha sido calculada históricamente como el producto
del volumen por la intensidad del ejercicio (Flanagan y Merrick, 2002).
Para cuantificar el entrenamiento en fútbol la unidad de volumen más
habitualmente utilizada es el tiempo (minuto). Sin embargo, determinar
la intensidad, especialmente cuando se utilizan en el entrenamiento
situaciones abiertas, como pueden ser los juegos reducidos (JR), resulta
más complicado (Flanagan y Merrick, 2002). Expondremos algunas
alternativas en el texto.

www futboldelibro com


f
Introducción Julen Castellano y David Casam,chana

Solo después, tras un periodo de recuperacion adecuado (Bompa


y Haff, 2009), donde se incluyen las diferentes fases: la aguda (1-2 h
posterior al ejercicio), la de restauración (24-48 h después) y la de super.
compensación de los sistemas fisiológicos (a las 36-72 h), el deportista.
podrá adaptarse, en principio, a mayores niveles de rendimiento que los
iniciales (Coutts, 2001). El deportista deberá ser estimulado nuevamente
con cierta asiduidad (repitiendo los estímulos cada 3- 7 días, cuarta fase)
para que se optimice el rendimiento de manera estable, atendiendo a
que este stress provocado sea específico al deporte en cuestión (García-
Manso et al., 1996).

El proceso de entrenamiento está regulado por un conjunto de leyes


biológicas y pedagógicas interrelacionadas entre sí, conocidas como
los principios del entrenamiento deportivo (García-Manso et al., 1996),
que se aplican a todos los ámbitos y tareas que se desarrollan en el
entrenamiento definiendo el contenido, los métodos y la organización,
y que orientan y optimizan la capacidad de acción de los deportistas y
entrenadores (Cometti, 1999; Godik y Popov, 1993; Weineck, 1994a y Figura 1.1. Modelo del proceso de entrenamiento.
b). En la línea del modelo circular de cinco elementos (acción, análisis,
retroalimentación, plan e implementación) que proponen Morgans et
al. (2014), de manera simplificada, podemos establecer los tres pilares
¿Qué entendemos por planificar, intervenir y evaluar como fases del
básicos que sustentan el proceso de entrenamiento: planificar, intervenir
proceso de entrenamiento?
y evaluar (Figura 1.1). Ellos conforman los elementos del modelo que
permite representar la dinámica de relaciones que se dan en el proceso Planificar es marcar un objetivo alcanzable, organizar los recursos
de entrenamiento, en una secuenciación sin fin. necesarios para lograrlo, previendo lo que pueda ocurrir. Para tal fin
se necesita establecer un plan de acción con el que prever de manera
sistemática y racional los acontecimientos futuros, teniendo en cuenta el
contexto del lugar y el momento, las demandas de la competición y, por
supuesto, el perfil de los jugadores con los que se cuenta. La gestión de
los diferentes elementos y sus interacciones está implícita en el proceso
de entrenamiento en fútbol. Ingredientes que hay que manejar en la
elaboración de una planificación única, para el aquí y ahora.

Planteamientos holísticos, no restrictivos, es decir, del ámbito


de la no linealidad (Busso, 2003) deben ser un referente también
en la planificación. Pero no hay que confundir adaptabilidad con
improvisación en lo que a planificar se refiere. Es decir, rigurosos en


el trabajo pero flexibles al mismo tiempo (sensibles a la aparición de

• ,1Hw.futlxldel1t.1n com ww4 futboldelibro.com


situaciones/comportamientos emergentes) para desarrollar el proceso los jugadores, que ponen luz a un planteamiento bloqueado del
de entrenamiento (García-Manso, 1999) que permita alcanzar la meta Esto, sobretodo, hay que potenciarlo y aprovecharlo. Los jugadores
deseada: mejorar el rendimiento. dueños del juego, el entrenador no puede jugar por ellos.

Intervenir es actuar sobre los jugadores y equipo. Puede ser entendido el tercer vértice del triángulo esta evaluar, el constante feedback.
desde dos perspectivas bien distintas, denominadas estilo y estrategia de del entrenamiento requiere, sobre todo, conocer lo que
intervención (Martínez de Santos, 2003). El primer tipo de intervención, ha realizado (Borresen y Lambert, 2009), proporcionando
la del estilo, es importante pero no será abordada en este libro, ya que su necesaria y contextualizada (Coutts et al., 2009),
objeto de estudio versa sobre la forma en que el entrenador se relaciona en qué medida se van cumpliendo los objetivos marcados para
con sus jugadores ahondando en las relaciones afectivas, emocionales, y su relación con la condición física.
verbales, informacionales, etc. La segunda, la estratégica, tiene que ver
con las tareas o contenidos que el cuerpo técnico plantea a sus jugadores Si además se puede contrastar el estímulo recibido por los jugadores
y el tiempo que le dedica a la práctica efectiva. Esta, la segunda, es los resultados obtenidos en pruebas físicas de velocidad, resistencia
la que abordaremos en este libro, focalizando la atención en los efectos estamos en condiciones de hacer una valoración más
condicionales esperados por el formato de JR que pueda prescribirse en sobre cómo ha evolucionado el rendimiento físico de los jugadores
el entrenamiento. largo de la temporada. En este sentido tratamos de establecer una
relación entre el estímulo (lo que hemos realizado) y el efecto
La premisa que guía el proceso de intervención en el fútbol deben adaptaciones, positivas o negativas, conseguidas). Se trata de ir
ser primar la calidad sobre la cantidad. En el fútbol, como en la vida, conocimiento para ir siendo cada vez más efectivos en la
más no siempre es mejor y a veces puede resultar más efectivo no seguir
un camino lineal en el proceso de entrenamiento. Calidad en el sentido
de situar en la medida de lo posible al jugador en un contexto similar a Actualmente existe información limitada sobre la carga de
donde luego debe intervenir, donde información y acción simultaneen en el fútbol de rendimiento (Algroy et al., 2011; Scott et
el lugar y el momento en el que el sujeto debe dar respuesta a los 2013b), no siendo los datos habitualmente públicos (Drust, y Green,
problemas motrices del juego. Pero intervenir no es solo marcar una 2013), como es de suponer.
tarea y dejar hacer a los protagonistas. El cuerpo técnico tiene un rol Gracias sin embargo a la aparición de tecnología para monitorizar
clave en el quehacer diario, para tomar decisiones que propongan y/o la carga de entrenamiento y/o competición (Borresen y Lambert, 2009),
reorienten efectos no deseados que emergen inesperadamente. Tareas cada vez resulta más sencillo medir la actividad observable de los
que no dan de sí lo deseado por el entrenador (no atienden al modelo jugadores (carga externa). Desde hace algunos años se van aplicando
de juego que se plantea para el equipo), jugadores que no disponen de los dispositivos GPS en el ámbito deportivo, aportando numerosa
la competencia requerida para desarrollar con solvencia las demandas información al respecto (Cummins et al., 2013). Con estos dispositivos
planteadas u otros muchos condicionantes externos (ajenos a la tarea, por ejemplo, se puede registrar la carga de las sesiones (Mara et al., 2015)
al entrenador o al jugador) como la climatología, resultados previos, y acumulando información respecto a variables como la distancia total,
dificultad de próximos enfrentamientos, que interfieren en la respuesta la que se recorre a más de 12 km ·h·1, a más de 19 km ·h-1 y aceleración/
esperada en la práctica prescrita, obligan al cuerpo técnico a un estado desaceleración, complementándolo con valores dados en la respuesta
de guardia permanente. Pero también puede ocurrir todo lo contrario. dada en cuestionarios de bienestar o wellness.
Comportamientos emergentes propuesto por los protagonistas de la

f d l f d l
En esta línea, tesis doctorales recientes (Akenhead, 2014 sumamente eficiente como para poder establecer correlaciones,
Malone, 2014), y otras que veremos en los próximos años, son · altas en algunos casos, con cambios o no cambios en la condición
prácticos de lo que se entrena en la actualidad, reflejando alternativas (Los Arcos, Martínez de Santos, Yanci, Mendiguchia, y Méndez-
particulares. Sin embargo, estudios de lo que hacen otros equipos no 2015), como para detectar estados de fatiga o posible sobre-
deben ser en ningún caso la guía a replicar. Cada equipo debe buscar y el consiguiente riesgo de lesión (Gabbett et al., 2011).
su forma de hacer. El equipo es único y necesita su propia planificación este motivo, coincidimos con Los Arcos (2014) cuando menciona
e intervención. Conocer lo ajeno podría ayudar a situar nuestra conocer una variable tan sencilla de medir como son los minutos de
intervención, a tener una referencia de lo que puede ser poco o mucho, efectiva parece "innegociable" como establecer relaciones entre
pero en ningún caso repetir, aunque pudiera aproximarse, porque al fin de entrenamiento y la condición física de los jugadores.
y al cabo estamos entrenando y jugando al mismo FÚTBOL. Este tipo de
estudios descriptivos dan la oportunidad de tener una referencia con la Nuevamente animamos al lector a que utilice este texto como libro
que comparar nuestra intervención y alertarnos sobre algunos aspectos consulta, no teniendo por qué seguir el ordenamiento que hemos
que podrían ser de gran utilidad en el proceso de entrenamiento, como por El libro da pie para que uno pueda empezar a leer por donde
ejemplo: a) si en la planificación semanal los contenidos que componen le interese ya que en la propia dinámica del texto las tres fases del
las sesiones en función del día de la semana son diferentes entre sí, (planificación, intervención y evaluación) están ínter-conexas.
porque pudiera no ocurrir cuando se relativizan los valores a minuto de big picture del proceso de entrenamiento en cíclico (Figura 1.1),
práctica (Malone, 2014) o b) si estamos estimulando de manera específica lo que uno podría empezar por donde quisiera o ir saltando de un
a los jugadores que ocupan diferentes demarcaciones, porque pudiera a otro cuando quiera revisar algún concepto en particular. Las tres
no ocurrir (Akenhead, 2014). Estas inquietudes darán lugar a otras del proceso, adornadas con ejemplos prácticos, serán desarrolladas
cuestiones que pululan en torno al proceso de entrenamiento, como por los siguientes capítulos del libro. Esperemos que satisfaga vuestras
ejemplo, cuánto JR prescribir, cómo secuenciar los JR, cómo comparar la
carga de entrenamiento respecto a la referencia de la competición, y un
largo etc. Algunas de ellas abordadas en el presente libro.

Con relación a la medición de la repercusión que dicha actividad tiene


en el organismo del deportista (carga interna) destacan los dispositivos
que registran el ritmo cardiaco o pulsómetros, los analizadores de ácido
láctico en sangre o en menor medida los analizadores de gases portátiles
(Borresen y Lambert, 2009). Por su sencillez y bajo coste la utilización
de la escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo (PSE) ha proliferado
en el ámbito deportivo en los últimos años, en la cuantificación de tareas
(Casamichana y Castellano, 2015) o sesiones completas de entrenamiento
(Casamichana et al., 2012b). Mostraremos algunos ejemplos en el
segundo de los capítulos.

Cuando los recursos humanos y tecnológicos no lo permiten, el


simple registro de la duración de la práctica efectiva (tiempo en el
que el jugador ha estado realizando algún tipo de actividad) parece

f d l f d l
>
Evaluación fisico-faio!ogica de los Juegos (educidos Julen Castellano y David Casamichana

2. EVALUACIÓN FÍSICO­FISIOLÓGICA
DE LOS JUEGOS REDUCIDOS:
¿QUÉ DEMANDAN?

2.1. INTRODUCCIÓN

En esta sección hablaremos de lo que es la carga externa e interna,


sobre la necesidad de cuantificar dicha carga y de los diferentes métodos
para hacerlo. Se debe, además, integrar el estado del jugador o training
status, ya que no queda justificada una cuantificación de la carga si no es
para tomar decisiones y así reorientar las dinámicas de entrenamiento.
De aquí surge la necesidad de que este proceso sea sostenible y no se
quede únicamente en la fase descriptiva de lo que los jugadores van
realizando. Con la información que se recoge ¿podemos tomar decisiones
sobre lo que se tendrá que hacer la próxima sesión o semana?

Cuando prescribimos JR al jugador la demanda solicitada es


interpretada por el organismo como un estrés fisiológico (Borresen
y Lambert, 2008), un conjunto de estímulos que forman la carga de
entrenamiento (González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Así, para que
un organismo incremente su rendimiento necesita una exposición
sistemática a nuevos estímulos (cargas de entrenamiento) que provoquen
adaptaciones específicas de los diferentes sistemas fisiológicos (Borresen
y Lambert, 2008; González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Surge aquí
la necesidad de empezar por diferenciar la carga externa de la interna
(Impellizzeri et al., 2005).

La carga externa corresponde al estímulo realizado por el futbolista,


lo observable del comportamiento, la demanda física, mientras que la
interna representa la respuesta fisiológica (alteración homeostática)
que dicho estímulo genera en el individuo y que tendrá probablemente
efectos anatómicos, fisiológicos, biomecánicos, funcionales y psico-
sociales en los deportistas (Figura 2.1). La carga externa es el factor
principal que determina la carga interna (Impellizzeri et al., 2005),
aunque otros factores como la condición genética o nivel del deportista
ww1e1. futboldel i br o . corn •
>
-por defecto)
E1 a te t. ol 'I ncar e , r- tbol tvaluación físi::_ Julen Caste1lanv y o~v1d Casam cr=na

pueden influir (Bouchard y Rankinen, 2001). Esto es precisamente lo O y, aunque las implicaciones puedan ser triviales para
que más quebraderos de cabeza provoca a los 'preparadores' ya que las un solo impacto (tarea, sesión de entrenamiento o incluso microciclo),
correlaciones propuestas por el modelo respecto a la relación estímulo- reproducidas sistemáticamente podrían provocar sobre-entrenamiento
respuesta adquieren tantos matices comojugadores se tiene (y momentos O falta de estímulo, alejándonos del estado óptimo de rendimiento e
se planteen). De ahí las acertadas críticas a los modelos 'únicos' de incrementando las probabilidades de lesión en ambos casos. Esto es un
rendimiento (Impellizzeri et al., 2005), que aunque pueden respetar un hándicap respecto a las adaptaciones esperadas por el entrenamiento
andamiaje similar se vuelven particulares cuando se entrena a personas (Coutts et al., 2007) cuando se trata de diseñar una intervención en un
y equipos. deporte colectivo. Bajo esta perspectiva resulta evidente pensar que el
proceso de entrenamiento se complica, ya que no deberíamos entrenar
( 1
a todos los jugadores de un equipo de la misma manera. Esto resulta
l PROCESO DE ENTRENAMIENTO
J cada vez menos viable a medida que nos alejamos del ámbito del alto
rendimiento. Tal y como representa la Figura 2.2, la variabilidad del
Características
- CARGA EXTERNA .... entreno es una realidad del día a día, que no debe asustarnos.
individuales
"- 100 6
12 9,5 7,9
90
80
Calidad y cantidad ) 1
Organización 70

60 25,6
50
40

l 30
20

CARGA INTERNA +-- 10


o
..__ Valoración fisiológica

Resultado del • %T<60Fcmax • %T60-70Fcmax %T70-80Fcmax • %T80-90Fcmax • %T>90Fcmax


i+-
entrenamiento
Figura 2.2. Porcentaje del tiempo en diferentes rangos de intensidad (%FC max) de 17 jugadores en
Figura 2.1. El proceso de entrenamiento (tomado de lmpellizzeri et al., 2005). una misma sesión de entrenamiento de un equipo profesional de la Liga Adelante (datos sin publicar).

La misma carga externa sometida a dos cuerpos diferentes Pero esto va más allá de la inherente variabilidad inter-individual.
puede provocar carga internas diferentes y, por tanto, adaptaciones Un mismo jugador no es el mismo jugador en dos momentos diferentes.
individuales (Castagna et al., 2011; Impellizzeri et al., 2004; Manzi et La variabilidad intra-individual (menos acusada que la 'inter'), o dicho de
al., 2013). Parece lógico pensarlo en dos sujetos diferentes (en talla, peso, otra manera, la inevitable evolución de las personas sitúa al cuerpo técnico
edad ... ), pero incluso jugadores con similares capacidades condicionales en la necesidad de reinterpretar o adaptar el proceso de entrenamiento
(Abt y Lovell, 2009) asimilan de diferente manera una misma carga 'a medida', para cada jugador y en cada periodo considerado.
externa, pudiendo no ser la óptima requerida para cada uno (por exceso

• www.futboldelibro.com wv11,1 f'ut bo l de l tbr o com c


El arte de plaruficar en futbol fvaluadón fisico-fis1 !Jgl 2 -'= los i' ,ego-3 ,·e·· ucid'"'s _ _ __L_ilen Castellano y David Casamichana

Otra idea que propone el modelo es que la calidad y cantidad de Desafortunadamente, no existe un parámetro universal que
la carga externa tiene particulares efectos si los mismos contenidos se pueda ser utilizado para medir el amplio rango de respuestas internas
ordenan de diferente manera. No es lo mismo comenzar la parte principal provocadas por los estímulos de entrenamiento (Petibois et al., 2003).
del entrenamiento con un juego grande (10:10 por ejemplo) durante 3. Por esta razón debemos buscar de entre las opciones que tengamos a
repeticiones de 13 min para acabar con 12 repeticiones de 1 min jugando mano las de mayor validez para conocer las demandas de la actividad
un 2:2, o hacerlo al revés. Aunque la prescripción del entrenamiento deportiva en cuestión. Seleccionar la red de variables (Halson, 2014),
sea la misma, tanto la carga externa como la interna desplegada por complementarias ellas, para cuantificar las cargas externa e interna
los jugadores diferirá. Una razón más por la que se argumenta que el obtenidas de manera objetiva y subjetiva, es la mejor alternativa sin
proceso de entrenamiento está entre la Ciencia y el Arte. duda, pero la más costosa también. Hay que ser prácticos y que este
arduo proceso de registro sea sostenible, es decir, hay que atender a los
Cuantificar sí, las siguientes cuestiones que se plantean son qué y recursos, temporales, materiales, humanos y tecnológicos disponibles.
cómo. Debido al calado de entrenamientos más tradicionales (atléticos, Es preferible registrar menos variables y/o indicadores y estudiarlos
analíticos o basados en carreras de distancias y tiempo conocidas) se en mayor profundidad. Tener un despliegue elevado (por ejemplo, 30
comenzaron a utilizar diversos métodos para cuantificar la carga variables por 25 jugadores por 300 sesiones son 225.000 datos), que
interna como por ejemplo: cuestionarios, diarios, observación directa o solo permita describir lo realizado no resulta efectivo. Si no se aplica
mediciones fisiológicas como la frecuencia cardiaca (FC), la concentración la información recogida en estrategias de intervención aplicables a la
de lactato (LA) o el consumo de oxígeno (V02), entre otros (Borresen y próxima sesión, microcicloo periodo considerado para corregir deficiencias
Lambert, 2008). Sin embargo, el protagonismo en los últimos años de o reorientar contenidos, resultará un esfuerzo baldío. Se trata de ir un
los métodos basados en JR (Ford et al., 2010) ha provocado la necesidad pocomás allá de la simple descripción, es decir, registrar para evaluar y
de objetivar el desconocimiento acerca de la carga externa de los posteriormente intervenir.
jugadores durante dichas tareas (Flanagan y Merrik, 2002), surgiendo
la necesidad de monitorizarla y cuantificarla (Bekraoui et al., 2010).
La incorporación de la tecnología ha dado lugar a la implementación
de diferentes técnicas y herramientas para la monitorización de la 2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA
competición (Buchheit et al., 2014; Castellano y Casamichana, 2014a;
Carling et al., 2008) y por extensión transferidas a la monitorización de
tareas de entrenamiento (Casamichana et al., 2012b). Técnicas como la Existe una gran variedad de métodos para evaluar la carga interna
fotogrametría tridimensional (Mallo y Navarro, 2008), análisis de video (Bangsbo, 1994) soportada por los jugadores en los entrenamientos (Dellal
(Gabbett y Mulvey, 2008), seguimiento individual con cámara (Jones y et al., 2012a); desde indicadores basados en lactato, los que utilizan la
Drust, 2007) y, por supuesto, más recientemente a través de dispositivos medición del V02 (consumos de oxígeno) a partir de analizadores de gases
de seguimiento global o GPS (Castellano y Casamichana, 2014b) y local portátiles, la monitorización de la frecuencia cardiaca, hasta cuestionarios
o LPM (Buchheit et al., 2014) han abierto la posibilidad de conocer con sobre la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE). Técnicas que han sido
mayor fiabilidad, precisión y validez aquellas variables externas que recogidas y comparadas en la literatura (Borrensen y Lambert, 2008), y
demandan a los jugadores cuando resuelven los JR donde se sitúan. por extensión también utilizadas en deportes colectivos. La inclusión de
Veamos todas estas opciones. nuevas técnicas de medición relacionadas con las hormonas o variables
hematológicas, temperatura corporal o residuos producidos por el
organismo estarían dentro de este apartado. Hagamos un rápido repaso .

• www.futboldelibro.com www futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol ..valuación físico-fisiológica de los juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) En la misma línea la FCmedia viene a ser una variable que representa
cuál ha sido el valor medio que el jugador ha mantenido a lo largo de
na actividad. Nuevamente, cuando se pretende poder aprovechar
Algunos autores han determinado que la monitorización de la FC es. u
los valores para comparar entre jugadores y/o tareas, la opcion e
., d
un indicador adecuado de la intensidad del ejercicio debido a la estrecha relativizarlo al máximo individual parece lo recomendado (%FCmediJ En
relación que mantiene con el V02 (Impellizzeri et al., 2004). Igualmente, este caso también será necesario conocer si la decisión tomada incluye
este parámetro ha sido comúnmente utilizado como medida de intensidad en la fórmula la FC de reposo o no, aunque en principio parece que lo
en deportes de equipo (Coutts et al., 2009; Espósito et al., 2004; Gamble, recomendado es incluirla (Dellal et al., 2012a).
2004), debido en parte a los precisos sistemas telemétricos de recogida
de datos que permiten obtener la FC de todos los componentes del equipo Como complemento a %FCpico. y %FCmea·ia y con el objetivo de graduar
simultáneamente (incluso en tiempo real), para posteriormente o durante diferentes niveles de exigencia del entrenamiento, algunos autores
la monitorización del evento deportivo transferir los datos al ordenador han sugerido el establecimiento de rangos o zonas de intensidad
y llevar a cabo su tratamiento a través de un software específico (Ali y cardiaca, proponiendo para ello diferentes criterios.
Farrally, 1991). Para ampliar conocimiento sobre el interés, límites y
En algunos casos se escogen zonas de transición 'claves' como pueden
aplicaciones de la monitorización de la FC se recomienda la lectura de
ser los umbrales aeróbico y anaeróbico (Eniseler, 2005), los cuales son
Dellal et al. (2012a).
vinculados con indicadores fisiológicos compatibles con la práctica sobre
el terreno de juego, como la FC o la concentración de lactato (Fernández-
2.2.1.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA FC Castanys et al., 2002). Con respecto a esta cuestión, Eniseler (2005)
relacionó la concentración de lactato (LA) con la carga de trabajo, al
tiempo que con la FC para evaluar los requerimientos energéticos durante
La FC pico
. es una variable que representa cuál ha sido el valor más partidos y entrenamientos, como indicadores de la carga fisiológica de
alto que el jugador ha alcanzado a lo largo de una actividad. El valor jugadores de fútbol durante diferentes tipos de entrenamiento: partido
absoluto solo es aprovechable para comparar al mismo jugador en una amistoso (PA), juego modificado, entrenamiento táctico y entrenamiento
sucesión de tareas pero pierde su representatividad cuando lo que técnico. Para ello, determinó los umbrales de LA (a 2 y 4 mM) durante un
queremos es comparar entre jugadores. El valor relativo, es decir, el test de campo incremental. Después, la FC fue estimada en los valores
porcentaje respecto al máximo del jugador (%FCma), convertiría dicha de 2 y 4 mM. Los resultados muestran que el porcentaje de tiempo en
información en operativa para comparar varios jugadores y/o tareas, el que los jugadores obtenían FC por encima de 4 mM en PA y juegos
aunque deja partes 'oscuras'. modificados fue de 49,6 ±27,1 % y 23,9 ±24,5 %, respectivamente. Sin
Existen dos formas de calcular los valores relativos de la FCmax , o embargo, el entrenamiento técnico y táctico requirió la mayor parte del
bien a partir del valor absoluto de FC, con una simple regla de tres, o tiempo por debajo del umbral de 4 mM. Según el autor, utilizando los
bien considerando la FC de reserva (Karvonen, Kentala y Mustala, 1957, umbrales de LA, los técnicos deportivos pueden estructurar las zonas
tomado de Dellal et al., 2012a) con la siguiente fórmula, donde además de FC, lo que a su vez puede ayudar a determinar la intensidad del
de los valores más altos del jugador se tiene en cuenta los de reposo y, ejercicio de forma individualizada para los jugadores, así como estimar
por consiguiente, el rango de pulsaciones disponibles para cada jugador: la intensidad durante el entrenamiento.

%FCreserva = (FCmedia. -FCreposo)/(FC maxima


, . -FCreposo)*100

• www futboldelibro.com www.futboldelibro.com


>

En otros casos se toman criterios arbitrarios, es decir, se establecen


-----
-
Evaluación fís1co-;"¡s1olog1cade los Juegos eduocos

Stagno's
Juien Casteliano y Dav,d Casarrichana

(min en 93-100%FC max *5,16) + (min en


TRIMP=
los rangos a partir de %FCmax (incluyendo la FC de reserva en los 86-92%FCmax *3,61) + (min en 79-85%FCmax *2,54) + (min en
cálculos) para todos los jugadores por igual. Dos de las opciones de 72-78%FC max *1,71)+(minen 65-71%FCm ax *1,25).
establecimiento de rangos son:

<75%FCmax' 75-84%FC
max?
84-90%FCmax , and >90%FCmax (Castellanoet Para conocer más sobre las variantes que se proponen para la
al., 2013a). estimación de los impulsos de entrenamiento de manera individualizada
se puede consultar Manzi et al. (2013). Para más información se puede
<50%FCmax' 50-60%FCmax' 60-70%FCmax , 70-80%FCmax , 80-90%FCmax consultar http://www.trainingimpulse.com/.
Y >90%FCmax (Casamichana et al., 2013b). Estos rangos, aunque
arbitrarios, atienden más o menos a los diferentes umbrales (aeróbicoy Finalmente comentar que la FC también ha comenzado a utilizarse
anaeróbico)con los que describir cuál de los procesos de producciónde como medidor objetivo del estado de fatiga del deportista (Buchheit,
energía se está solicitandoen mayor o menor medida. 2014), también en equipos profesionales (Thorpe et al., 2015), donde la
medición de la variabilidad de la FC monitorizada en situación de reposo
Otra alternativa muy práctica, que no pretende otra cosa que podría dar información sobre la actividad parasimpática cardiaca. Sin
simplificar la cuant{ficación de la carga interna es la implementación embargo, las mediciones de la frecuencia cardíaca no pueden informar
de fórmulas matemáticas utilizando diferentes variables que son sobre todos los aspectos del estado de salud, fatiga o rendimiento,
ponderadas, siendo el resultado indicadores globales obtenidos a partir por lo que parece oportuno combinarlo con los anteriormente citados
de la FC como Banister's, Lucias's, Eduiards's y Stagno's TRIMP que cuestionarios e incluso pruebas de rendimiento, eficaces y no invasivas,
ya han sido utilizados en diversos estudios para cuantificar tareas de como el salto con contra-movimiento (Gathercole et al., 2015; Thorpe et
entrenamiento en fútbol (Alexiou y Coutts, 2008; Campos-Vazquez et al., 2015) para medir fatiga neuromuscular.
al., 2014; Coutts, et al., 2009; Impellizzeri et al., 2004). El procedimiento
para calcular el valor de estos indicadores (Banister, 1991; Edwards,
2.2.1.2. LIMITACIONES DE LA FC
1993; Lucia et al., 2003; Stagno et al., 2007) sigue un patrón similar,
que consiste en multiplicar el tiempo efectivo de permanencia en algún
rango de FC por un valor ponderado establecido: El fútbol, como deporte de equipo, presenta la particularidad de
que los jugadores para resolver la situación motriz combinan, sin
B anis· t er 's TRIMP=- Tefectivo(min) *FCmedia *O ' 64*e1-92*FCmedia (para calcular
' orden preestablecido, carreras a diferentes intensidades, duraciones,
la FCme d.ia se utiliza la FCreserva ). distancias, intercaladas con acciones de carácter no lineal tales como
saltar, cargar, driblar o lanzarse al suelo (Espósito et al., 2004). Esta
Lucias's TRIMP= (minen FC/1)+ (minen FC/2)+ (minen FC/3), (FCl estructura, acíclica, no lineal, intermitente del juego, unido a situaciones
se refiere a la frecuencia por debajo del umbral aeróbico, FC2 entre el de estrés térmico o emocional que pueden ocurrir durante la competición,
umbral aeróbioy anaeróbicoy FC3 por encima del umbral anaeróbico). podrían alterar la relación lineal entre FC-V02 (Dellal et al., 2012a).
Además la FC podría no ser fiel reflejo de las demandas de las actividades
Edwards= (minen 90-100%FC
max
* 5) + (minen 80-90%FCmax * 4) + (minen realizadas a altas velocidades (Anderson et al., 2010) o en acciones de
70-80%FCmax * 3) +(minen 60-70%FCmax *2) +(minen 50-60%FCmax *1). aceleración-desaceleración de muy escasa duración (2-3 segundos). Es
por ello que la FC tomada de manera aislada como único indicador de


carga podría estar ocultando otras demandas que son de interés en este
www.futboldelibro.com www futboldel i or o . com •
>
El arte de planificar en fútbol Evaluación físico-fis1ológicade los juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

tipo de actividades. Más adelante, en la Tabla 2.1, se podrá apreciar las (St0len et al., 2005). Se ha constatado que, cuando se ha analizado la
bajas correlaciones que se dan entre la variable de frecuencia cardiaca reproducibilidad de diferentes formatos de JR (2:2 y 4:4) y diferente
(%HRmean ) y las asociadas a la intensidad (frecuencias y distancias régimen de entrenamiento (continuo e intermitente), la repetibilidad de
recorridas a >18.0 km .h'). este parámetro intra e ínter sesión es pobre, probablemente debido a que
sus valores son altamente dependientes de la intensidad del ejercicio
previo a la extracción de la muestra (Hill-Haas et al., 2008). Además,
cabe destacarse que esta variable está bastante influenciada por la
2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) cantidad de carbohidratos disponibles en los depósitos del sujeto, y que
alteraciones en sus reservas, ya sea por su degradación previa o por
alteraciones en la dieta, podría provocar valores engañosos.
El LA sanguíneo puede ser también utilizado como indicador de la
intensidad del ejercicio (Bosco, 1991). Medido a través de analizadores
portátiles ha hecho posible la evaluación de este parámetro en campo
(Swart y Jennings, 2004). En fútbol, la concentración de LA en sangre 2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO
como producto final de la glucólisis anaeróbica (Hill-Haas et al., 2011),
(PSE)
ha sido utilizada como indicador de la intensidad del ejercicio durante
partidos de competición o amistosos (Bangsbo et al., 1991; Brewer y
Davis, 1994; Capranica et al., 2001; Ekblom, 1986), sugiriéndose que es A diferencia del resto de los indicadores de carga interna, la
un valor que representa globalmente la acumulación de LA en sangre percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) o respuesta a la percepción del
venosa producido durante ejercicios específicos de fútbol (Krustrup et esfuerzo (RPE), es (como indica su denominación) un indicador subjetivo
al., 2006), aunque con limitaciones. que permite monitorizar la carga declarada por los jugadores sobre lo
percibido en las tareas de entrenamiento, sesiones completas o partidos
2.2.2.1. LIMITACIONES DEL LA de competición, que está suscitando un alto interés (Casamichana y
Castellano, 2013). A partir de una escala, se le pregunta al jugador, en el
intervalo de los 30 min inmediatos al final del entreno (Los Arcos, 2014;
Primeramente cabe señalar, que este método invasivo genera Singh et al., 2007; Uchida et al., 2014) por cómo de intensa ha sido la
molestias en los jugadores, puede distorsionar el entrenamiento, lo que actividad, aportando una valoración numérica asociada a un descriptor
dificulta su sostenibilidad en la práctica diaria. Además, acerca del habitualmente. La multitud de escalas de PSE (Scott et al., 2013a), que
conocimiento de los valores de LA, no podemos afirmar que proporcione se han ido sucediendo a lo largo de más de medio siglo desde que se
una información exacta e inmediata sobre el impacto de la carga de propusieran, se basan en la idea de que los deportistas pueden expresar
trabajo (Fernández-Castanys et al., 2002), debido a las cinéticas de el esfuerzo percibido con un número (Los Arcos, 2014). Esto proporciona
aclarado (McLellan, 1985) que dificultan su aplicabilidad (Fernández- una alternativa válida a los costosos y tradicionales métodos utilizados
Castanys et al., 2002). Es por tanto, limitada su utilización como indicador para la monitorización del ejercicio, siempre y cuando se administre de
de la carga interna de entrenamiento durante los JR (lmpellizzeri et manera adecuada (Borg, 1998).
al., 2005) ya que podría no ser representativo de las intensidades del
ejercicio realizado (Hill-Haas et al., 2011), o durante partidos de fútbol Con el método PSE o RPE, la carga del entrenamiento puede
(Krustrup et al., 2006), ya que los valores obtenidos están estrechamente ser calculada fácilmente, multiplicando el volumen de la sesión (en

• •
ligados a la actividad realizada en los 5 min previos a la extracción minutos) por la declaración del esfuerzo percibido utilizando alguna de
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
fec:; __ ·:;do:::
· ··.· •-~,~~;.-·.· ·,ycc,~'"'''""·,· • ••-""·'-"ªú"•"
J:ulen c::.: :Stf;:ilano
¿·~,~.,.,~w,,.c ,~~,.-.-~• ·--·••»e•'-"-'~~ -·~= ·x -.~·~..
v i)¿~vid Cas:;;;i"cdc
"'-'-'-'-'"' .,,._ .• ,,_.,,._,,._....._._e %•,e<_., ..
k-±: :,-:

las variantes de la escalas de Borg, por ejemplo la CR-10 (Foster et al., ríguez-Marroyo, et al., 2014). Hay que ser conscientes de que en
2001). De esta manera el indicador que se consigue es el sesión-RPE, que undo del fútbol, en ocasiones, se entrena sin estar en plenitud de
es medido en unidades arbitrarias o UA. Otras alternativas proponen el diciones físicas (reservándose en procesos de recuperación, pequeñas
uso del indicador RPE como valor absoluto (Los Arcos, 2014), es decir, sin estias, jugadores parcialmente liberados ... ), y/o emocionales (no se
multiplicarlo por la duración de la sesión, argumentando que en el valor nta con el jugador, problemas familiares, económicos, de relación con
dado por el deportista está incluido también la duración de la sesión. compañeros, u ocasionados por la información ofrecida por la prensa,
r ejemplo). Además, a pesar de estar en el ámbito profesional, a veces,
En este contexto, en el ámbito de la aplicación, se han utilizado xisten intereses individuales y colectivos, que no siempre coinciden.
las escalas de PSE para determinar la intensidad del ejercicio durante
diferentes JR en los que se han manipulado variables como el régimen de Dentro de este apartado de valoraciones subjetivas, otra opción que
entrenamiento (Hill-Haas et al., 2009c), número de jugadores y cambio , eractúa con el rendimiento, con el objeto de valorar la fatiga/frescura
de reglas (Hill-Haas et al. 2010), espacio de interacción individual ~, 1 jugador, es la de preguntar al deportista por su estado antes de
(Casamichana y Castellano, 2010), nivel competitivo de los jugadores menzar el entrenamiento. La pretensión de estos cuestionarios pasados
(Dellal et al., 2011b), el número de toques permitidos al balón (Dellal et los jugadores es la de disponer de información respecto a la calidad del
al., 201 lc y 201 Ld), entre otras, concluyendo los investigadores que es una 'I §tieño, estrés, dolor muscular y fatiga, entre otros. El índice de Hooper
herramienta válida para la cuantificación de la carga del entrenamiento. (Qhamari et al., 2012), escalas de la calidad en la recuperación (Kentta
§ y(Hassmén, 1998) o el cuestionario POMS (Morgan, 1980) pueden ser
Recientemente se está explorando la posibilidad de preguntar al :ilgunos ejemplos. Muy brevemente: a) el índice Hooper mide el estado
jugador por diferentes 'matices' de la carga soportada, para conocer si la físico/mental del jugador antes de cada sesión de entrenamiento,
actividad incide más en el factor cardiovascular o en el neuromuscular permitiendo no sólo una mejor detección de las señales individuales de
(Los Arcos et al., 2014), lo que ayudaría al cuerpo técnico a disponer de pre-fatiga cuando se interpreta junto con las cargas de entrenamiento de
una información más ajustada o precisa respecto a los efectos provocados los jugadores, sino que además permite la adaptación de las cargas de
por las tareas a nivel interno. Sin embargo debemos ser cautelosos en entrenamiento programadas en función de la situación de los jugadores
varios aspectos. Primeramente, porque esta técnica puede no ser tan (con mejores o peores valores). b) La escala de recuperación denominada
sensible como para detectar pequeños cambios en la intensidad del TQR (Total Quality Recovery), permite registrar el estado del deportista
ejercicio (Scott et al., 2013b) y por otro, parece que cuando la actividad de forma inmediata y complementaria con la intensidad del trabajo
realizada presenta un alto porcentaje de tiempo en zonas bajas de FC, realizado utilizando una escala similar a PSE (Kentta y Hassmén, 1998);
la carga obtenida a través del método sesión-PSE parece sobrestimar la y, e) La medición del estado de ánimo a través de la puntuación global del
carga de entrenamiento, mientras que cuando el entrenamiento presenta cuestionario POMS así como de la puntuación directa de cada sub-escala
gran componente de alta intensidad sucede lo contrario, se subestima ("vigor", "fatiga", "agresividad", "tensión", "depresión" y "confusión") se
(Borre sen y Lambert, 2008). ha utilizado en la evaluación del estado de ánimo (Andrade et al., 2008).
Quizás pudiera ser interesante añadir una nueva variable a lo que
la tarea, la sesión o el partido han demandado al jugador, conocer su
implicación. Para ello podría valer con responder a la pregunta de ¿cómo
clasificaría la entrega realizada en la sesión? Referido a su entrega,
podría contextualizar lo declarado por el jugador (Rebelo et al., 2012).
Otra alternativa es la de comparar lo declarado por los jugadores con
la impresión del cuerpo técnico sobre la sesión, que no siempre coincide
f deli0ro.com f noldelibro.com
El ar-te de pianíficar <-::n fútbol ión
..,,.,._.......,-..n.~--.-ú.,_.,~-•-~,,
dEdosjuegosn:~ducidos
----~,,...,_..._,,,.,.. •. ,.._,,.,,,,u >""""--~-""........._.,_,,.,.,_.,, . .,._.,,_,,V,'< -
Julen Castellano
·.--c~•"••~.W"."·,v,"''-.,~._........, ...._.,c<.·<~- ,.,_ ... ,
v David Casamichana
~'"""e·,,.,.,._,.,....,,.....,,...,._.,,,.._.,, ~~e,,~

2.2.3.1. LIMITACIONES DE LA PSE 3. EVALUACIÓN DE LA DEMANDA


TERNA
De entre los inconvenientes que plantea el uso de cuestionarios de
PSE, el primero a considerar tiene que ver con su administración, ya que
debe atender adecuadamente a los interrogantes de dónde, cuándo y cómo El análisis del movimiento (carga externa), incluye la cuantificación
(Borg, 1998). Se debe ser extremadamente cauteloso en su utilizacióna los desplazamientos efectuados por los deportistas proporcionando
debido a que variables como edad, género, habilidades cognitivas, _,,- formación referente a las acciones, velocidades, duraciones y distancias
factores psicológicos, tipo de ejercicio o condiciones ambientales rante el entrenamiento o la competición (Casamichana, 2011; Dobson
afectar a su fiabilidad y validez (Borg, 1982). Parece que los resultados Keogh, 2007). La evaluación de los patrones de movimiento posibilita
de monitorizar con PSE podrían ser cuestionados cuando cuantificamoss, conocer las demandas físicas a las que son sometidos los jugadores
actividades intermitentes de alta intensidad (Desgorces et al., 2007). (~arbero-Álvarez et al., 2005; Hughes y Franks, 1997), lo cual proporciona
Además, debemos hacer un seguimiento minucioso de los jugadores 8nocimiento a los técnicos deportivos para poder intervenir de forma
que entrenamos ya que podrían existir jugadores 'sobrestimadores' specífica en el entrenamiento y evaluar el rendimiento en competición
y jugadores 'subestimadores' de la carga de entrenamiento realizada (Barros et al., 2007).
(Comyns y Flanagan, 2013). Por este motivo, debemos evitar realizar Existe una variedad de sistemas para el registro del movimiento de
comparaciones ínter-jugadores, ya que si un jugador particular reporta lbs deportistas (Castellano y Casamichana, 2014a), pero nos centraremos
valores más elevados que otro jugador, esto no significa que haya Ünicamente en los dispositivos GPS, por ser los más extendidos en
acumulado mayor carga, sino que quizás se deba a que se trata de un 'alto el entrenamiento (Casamichana, 2011). Son ligeros, pequeños, no
calificador'. Sin embargo, el bajo coste y su sencillez hacen recomendable •· excesivamente caros, y permiten el registro incluso en tiempo real
su uso si no se dispone de ninguna otra herramienta para monitorizar la (Aughey y Fallan, 2010), aunque con margen de mejora. La información
carga de entrenamiento. que proporcionan (Castellano y Casamichana, 2014b) tiene que ver con
Finalmente decir que es recomendable hacer seguimiento de el movimiento de los jugadores (frecuencias, duraciones y distancias de
la fiabilidad de los datos obtenidos de nuestro equipo, por lo que se desplazamiento, impactos, velocidades, giros y aceleraciones positivas
recomienda hacer con cierta asiduidad comprobaciones en este sentido. y negativas), disponiéndose de la información con una gran inmediatez
(Hill-Haas et al., 2009b).
Además, podría ser interesante triangular los valores de PSE con otras
variables (de la carga externa e interna) para atender a varios objetivos,
por ejemplo: a) comprobar si los jugadores 'atinan' en su percepción
cuando se comparan con otras variables registradas (PSE versus % del
tiempo por encima del 90% de la FC o metros recorridos por minuto ... ),
atendiendo al tipo de perfil físico del equipo o de ciertas demarcaciones;
b) valorar en qué medida afecta la acumulación de sesiones en el mismo
día o en la semana por un valor mayor o menor en la correlación entre
variables; o, c) prever la posible existencia de falta de estímulo o sobre-
entrenamiento en ciertos jugadores que responden de manera diferente
ante aparentemente mismos estímulos externos.

www.futboldelibro.com www futboldelibro.com


2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE precisión que se tiene cuando las velocidades superan los 21 Km ·h·1
VELOCIDAD á.stellano et al., 2011), y que deben considerarse cuando se pretenda
Ei.lizar la cuantificación de este tipo de intensidades. Los rangos más
n11bitualmente utilizados para clasificar los ritmos de trabajo son (Barros
·. al., 2007; Di Salvo y col., 2007; Di Salvo et al., 2009; Rampinini et al.,
2.3.1.1. DISTANCIAS 07): parado-andando (0-6.9 km +r-), carrera suave (7.0-12.9 km -h-1),
rrera moderada (13.0-17.9 km -h-1), carrera rápida (18.0-20.9 km -h-1)
sprint (>21 km -h-1), aunque existen alternativas similares y, otras,
Tal y como hemos comentado previamente, nos centraremos en más radicales. Estas últimas tienen que ver con valores relativos a los
el uso de dispositivos GPS y en las variables que registran, cada vez máximos individuales (Castellano, Puente, Casamichana y Etxeazarra,
con un mayor uso en el proceso de entrenamiento. Sin embargo, somos 015; Castellano, Puente, Etxeazarra, Usabiaga, Casamichana, 2016).
conscientes que existen otros interesantes sistemas para monitorizar -En estos trabajos los valores personales aplicados en la etapa formativa
variables que caractericen la demanda externa impuesta a los deportistas fútbol permiten conocer realmente lo que se exige a cada jugador o
como vídeos, sistemas fotogramétricos, o sistemas de posicionamiento que se ha esforzado (Figura 2.3). En estas figuras se muestra cómo
local o LPM, entre otros (para más información al respecto se pueden la interpretación sobre las demandas varía en función de considerar
consultar Castellano y Casamichana 2014a y b). De entre las variables absolutos o relativos: si bien en los jugadores mayores (U13)
aportadas por los dispositivos GPS las distancias recorridas, total o en demandas desplegadas son mayores, cuando dichas exigencias se
diferentes rangos de velocidad, se utilizan habitualmente en la literatura valoran en términos relativos, las demandas son inferiores respecto a
para describir la competición (Casamichana, 2011; Casamichana jugadores más jóvenes (U12).
y Castellano, 2011; Casamichana et al., 2013c) o el entrenamiento
(Castellano et al., 2013b). Debe aclararse que no todas las variables Hay que ser conscientes que el rendimiento en fútbol tiene que ver
físicas que se obtienen de los dispositivos de posicionamiento global son con cuestiones absolutas más que relativas, ya que es necesario llegar al
igualmente robustas (Jennings et al., 2010) disminuyendo su fiabilidad balón antes que el rival, independientemente de cuanto porcentaje del
a medida que las velocidades o aceleraciones son mayores (Akenhead et máximo individual este utilizando el jugador. Sin embargo, en el fútbol,
al., 2014; Castellano et al., 2011). La distancia total (DT), la recorrida por a veces uno llega antes porque sale antes. [Insistimosl, en el fútbol 'más
encima de 15 Km -h-1 o la alta velocidad de carrera expresada de manera no es siempre mejor'.
relativa como porcentaje de la DT parecen ser robustas (Jennings et al.,
2010) pero esto dependerá de las características del modelo y versión del
dispositivo que se utilice (Castellano y Casamichana, 2014b).
1
2.3.1.2. INTENSIDADES

La velocidad máxima o pico, la velocidad media o el tiempo de


permanencia en cierto rango de velocidad podrían incorporarse en
este apartado. Especial atención se le dedica a los rangos altos de
velocidad, por ser determinantes en los deportes colectivos. Debemos ser
cautelosos con la utilización de los dispositivos GPS sabiendo el error
www.futboldelibro.com www.futboldelibro com
p
El arte de planificar en fútbol Evaluación fsíco-ñ.aológicade los Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

"' '"'
o U'1 o U'I ~
~o 8
-
~o
t·.J
8o
o
o
o
o
o o
o
o
o
o
o
o
o
o o o Creemos necesario subrayar la importancia de relativizar las
demandas, sobre todo, cuando de cuantificación de la carga de
...,, entrenamiento hablamos. Es decir, debemos atender a la particularidad
o
o
m del individuo (Jastrzbski y Radzimiski, 2015). Para que eso se pueda
realizar, necesitamos definir de forma individual los rangos de
11'1
"C
r.,

s..,
()
intensidad en función de uno o varios criterios. En este sentido, existen
ft)
acercamientos en la literatura que abogan por la utilización de variables
t\) i
o
o
<"
o físicas, como la velocidad máxima, el uso de variables fisiológicas, como
"C
..,
o los umbrales ventilatorios (Lovell y Abt, 2013) o velocidad aeróbica

u:t
máxima, o la resultante de la combinación de ambos criterios para
r.,
Q.
..,
o establecer diferentes categorías de intensidad en los desplazamientos de
c.>
o los jugadores (Buchheit y Laursen, 2013). Jastrzbski y Radzimiski (2015)
o
proponen la velocidad a umbral anaeróbico y al 80 % de la velocidad
máxima alcanzada en test para determinar los rangos de intensidad
6 ¿ de los desplazamientos individuales para cada deportista. Así en esta
od!nbaJod saJope6nfap oJawr:iN propuesta, se atiende tanto a una variable mecánica o física como la
velocidad máxima alcanzada en test por el deportista, como una variable
fisiológica (umbral anaeróbico). En su propuesta, se establecen 5 zonas
1
de intensidad, siendo las dos primeras (parado-andando y andando-
carrera, 7,2 Km -h-1) generales e independientes de las características del
deportista, y que en la Figura 2.4 se han agrupado en color verde. Como
1

...,, puede a preciarse las fuentes energéticas solicitadas a los jugadores cuando
o
o
m se consideran los valores absolutos podrían confundir la carga soportada
11'1
"C
r.,
<>
por el jugador. Por el contrario, cuando se consideran los valores relativos
c5· a los máximos y umbrales de los jugadores, las demandas solicitas darán
..,ft)
t\) i.< respuesta sobre los procesos energéticos demandados. A pesar de que
o
o o no es la única aproximación realizada en este sentido, se trata de la
"C
..,
o primera aplicación a la monitorización de tareas de entrenamiento en

u:t fútbol bajo esta perspectiva.
r.,
Q.
..,
o
c.>
o
o

6 ¿
od,nba Jod saJope6nfep oJawr:iN

• www.fu.boldelibro coru www futboldelibro.com


p

E a te de la )1 Cd e- utb.)I Evaluacion . aste'lan y .iavid '-ªS na

para caracterizar perfiles de jugadores o demarcaciones (Buchheit et


¿Cómo establecemos los rangos? al., 2010), demandas de las tareas (Casamichana et al., 2013b), entre
otros. Habitualmente se entiende que para que una serie de AAIR pueda

-
.e
~
E
relativos
32 km/h
absolutos
32 km/h
considerarse como tal, el jugador debe realizar un mínimo de 3 acciones
de una velocidad superior a una velocidad establecida (p.e. >13 km .h')
con menos de 21 segundos de recuperación entre ellas (Spencer et al.,
2004), pero existen alternativas en el establecimiento de estos requisitos
27 km/h 27 km/h (Buchheit et al., 2010). En otros casos se puede pensar en relativizar a
un porcentaje del máximo individual del jugador en lugar de atender a
25,6 >25,0
criterios o rangos absolutos, es decir, secuencias de acciones repetidas
21,6. >21,0 por encima del 75-80 % del máximo, por ejemplo.
20,0

17,0 _____ _.,..... >14,0 2.3.1.4. INDICADORES GLOBALES CON VELOCIDAD

Dentro de los indicadores globales de intensidad, habituales


para describir las demandas físicas de la competición o de las tareas
de entrenamiento (específicamente los JR), es la distancia recorrida
en metros por minuto (m*min·1) una de las más empleadas en la
A B A B literatura (Boullosa, et al., 2013). Atiende al ritmo (velocidad media de
desplazamiento), y reúne la robustez necesaria para poder ser utilizada
Figura 2.4. Rangos de velocidad de dos ¡ugadores (A y B) considerándos~ =': relat'.vo~ a
su velocidad máxima y el 80 % de esta, y su velocidad a umbral [parte izquierdo] Y criterios
en la descripción de las demandas físicas (Jennings et al., 2010). Este
indicador es muy práctico para comparar actividades que tengan
absolutos establecidos de manera arbitraria (25, 21 y 14 Km·h-1) [parte derecha]. duraciones diferentes.

El work:rest ratio es un indicador que relaciona en qué medida


el trabajo y el descanso han sido repartidos a lo largo de la tarea,
2.3.1.3. FRECUENCIAS entrenamiento o competición (Casamichana y Castellano, 2010). Este
indicador es el cociente de la distancia recorrida por el jugador en las
categorías de velocidad >4 km ·h·1 (periodo de actividad o trabajo) entre
Contabilizar la frecuencia con que se repiten ciertos tipos de la distancia cubierta en el rango de velocidad inferior (0-3.9 km .h') como
esfuerzo es una práctica habitual (Buchheit et al., 2010), especialmente periodo de recuperación o descanso, variable que aporta información
los referidos a acciones de alta intensidad o esprines y, de manera relativa a la naturaleza de la actividad (Barbero-Álvarez et al., 2007).
específica, las repetidas (AAIR o el término anglosajón :8-HIEo Repeated En algunos casos también se pueden establecer otras velocidades de
High-Intensity Effort Activity). La información obtenida respecto a la corte para calcular el ratio, como por ejemplo 6,9 km ·h·1 (Casamichana y
Castellano, 2010).


frecuencia, duración del esfuerzo, o tasa de ocurrencia, puede ser empleada

• H , futbold2lib1-o.co111 ww~ f
E! arte ue

El Exertion index (EI) es un indicador global (Wisbey et al., 2010) Esta nueva dimensión adquiere relevancia en la descripción de las
que se obtiene considerando la velocidad M de los desplazamientos mandas de los futbolistas, ya que podrían estar siendo subestimadas
realizados a partir de la fórmula que se detalla a continuación [ donde Ciones realizadas a máxima aceleración pero a baja velocidad, por lo
EP= (V4 x 0.000009)- (V3 x 0.001) + (V2 x 0.0356) - (V x 0.0596)- 0.0172, e algunos autores ya han comenzado a fijarse en ellas (Castellano et al.,
EPº= (V104 x 0.00003) - (V103 x 0.0004) + (Vl02 x 0.04 77) - (VlO x 0.04 76) 13a; Varley et al., 2011). La acelerometría ha sido aplicada al fútbol,
+ 0.1056, EI6º= (V604 x 0.00003) - (V603 x 0.0004) + (V602 x 0.0477).. ., esentándose como una variable sensible a los cambios en competición
(V60 x 0.04 76) + 0.1056, V= velocidad en km ·h-1 capturado a 10 Hz (1 kenhead, 2014), entre demarcaciones (Casamichana, et al. 2012b) o
segundo), VlO= velocidad media en 10 segundos, V60= velocidad media ~ rante diferentes tareas de entrenamiento (Hodgson et al., 2014).
en 60 segundos]:
Habitualmente (Aughey, 2010; Cunniffe et al., 2009), para
la carga externa de entrenamiento a partir de estas variables
registran el número, distancia y tiempo de permanencia en las
Exertion Index = (Sum of EP + Sum of EPº + Sum of EI60)/300
cn,.1.v.1..1.,~"' realizadas en diferentes rangos de intensidad: entre l,O-

m-s", entre 1,5-2,0 m-s", 2,0-2,5 m-s" y >2,5 m-s"; lo mismo en la


negativa para las desaceleraciones. Es importante considerar
Este indicador ya ha sido empleado en deportes colectivos como el deben descartarse los rangos de aceleración/desaceleración entre + 1
fútbol australiano (Wisbey et al., 2010) y en el entrenamiento en fútbol 1 m-s" y, también, los valores que se registren por encima de +4 y por
(Casamichana y Castellano, 2010), para cuantificar la fatiga o las · de -4 ms", debido a que pueden estar seriamente comprometidos
demandas en función de la dimensión de la tarea, respectivamente. su precisión y :fiabilidad (Akenhead et al., 2014).

2.3.3. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA Pero al igual que ocurría con la velocidad, la propuesta de relativizar
valores a cada jugador, sus máximos, podría afinar la cuantificación
ACELERACIÓN, GIROS Y SALTOS lo que cada jugador está realmente haciendo en el proceso de
(Jastrzbski y Radzimiski, 2015). Más estudios al respecto
El acelerómetro triaxial de 100 Hz incorporado en los dispositivos GPS
recogen las aceleraciones producidas en los tres planos de movimiento. s
Estos sistemas han sido validados para medir las demandas de actividad 2.3.3.1. INDICADORES GLOBALES CON ACELERACIÓN
física en deportes colectivos (Boyd et al., 2011). Complementando la
tecnología de sensores inerciales (además del acelerómetro), el giroscopio
El indicador que actualmente se está incorporando en la descripción
y magnetómetro, miden (además de la fuerza), la dirección y la inclinación
de las demandas físicas es el Player Load (PL o body load para los
relativa al atleta, lo que abre todo un repertorio de posibilidades sobre
GPSsport). Se trata de un indicador fiable y sensible a las diferentes
la aplicación del análisis del time-motion en el deporte (http:/ lwww. ,
demandas de los deportistas (Boyd et al., 2011). El indicador PL se
catapultsports.com/spainlsistema!ima!), ofreciendo una ventaja con '
calcula a partir de la siguiente fórmula, donde aca es la aceleración en el
respecto a otros métodos de cuantificación en deportes intermitentes, 1
eje anteroposterior u horizontal, act es la aceleración en el eje transversal
puesto que tienen en cuenta acciones como saltos, entradas y otras .:
o lateral, acu es la aceleración en el eje vertical, i es el tiempo actual y t
actividades diferentes a la carrera lineal.
es el tiempo:
PL=~(((acat=i+ l-acat=1)2+(actt=i+ 1-actt=1)2+(acvt=i+ 1-acvt=1)2)/100)
de lí bro . com f boldelibro.com
El indicador de PL ha sido utilizado para comparar JR con partidos De manera novedosa, en el intento de minimizar el volumen
amistosos (Casamichana et al. 2012d) o diferentes formatos de JR datos y obtener un parámetro global de la carga soportada por el
(Castellano et al., 2013b). En comparación con partidos, el valor de PL gador, teniendo en cuenta la naturaleza intermitente multidireccional
fue mayor durante los JR, al igual que sucedió con otras variables de e la actividad del futbolista, se ha incorporado la estimación del costo
carga física como distancia recorrida por minuto, ratio trabajo:descanso nergético (CE o energy cost) y potencia metabólica (PM ó metabolic power),
(Casamichana et al., 2012c) y aceleraciones (Hissey, 2014), donde 3:3 asados en la velocidad y aceleración, respectivamente (di Prampero et
> 6:6 > 8:8 > partidos, excepto para la Vmáx alcanzada, que fue mayor l., 2005; Osgnach et al., 2010). Esta aproximación tiene en cuenta las
durante los partidos (Casamichana et al. 2012d), así como la distancia emandas de energía asociadas a las aceleraciones/desaceleraciones que
media de los esprines (Hissey, 2014). se producen durante el juego, que parece están siendo
en el fútbol (Gaudino et al., 2013). Para entender esta idea
En cuanto a los JR, se ha utilizado este parámetro para comparar
símil que se plantea es el del costo energético superior que supone
regímenes de trabajo continuos e intermitentes (Casamichana et al.,
-~~~""' en un plano inclinado a una velocidad constante en comparación
2013b), la modificación de la orientación de espacio y número de jugadores
lo que supondría correr pero en terreno llano.
(Castellano et al., 2013b) o de las dimensiones en situaciones de 4:4
(Hodgson et al., 2014). No se encontraron diferencias significativas según Osgnach et al. (2010) y Gaudino et al. (2013) han propuesto que la
el régimen de entrenamiento o el número de jugadores, disminuyendo el realizada a alta intensidad por los jugadores de fútbol durante
PL cuando se orientó el espacio y aumentando las aceleraciones cuando y entrenamientos es 2 y 3 veces mayor, respectivamente, si
se empleó una dimensión media, 75<150>250 m2/jug. utiliza el modelo que incluye el costo energético con respecto a la
anroximacion tradicional basada en la velocidad. Esto implica que la
Sin embargo, algún estudio reciente (Gabbett y Wheeler, 2014)
· total recorrida podría ser 1,2-1,3 veces superior a la estimada
apunta la necesidad de eliminar el componente vertical en el cálculo
el método que considera solo la velocidad. Esta subestimación de la
de la carga soportada por los jugadores cuando se quiere considerar la
dimensión aceleración para calcular el PL. La alta correlación del PL a alta intensidad se debe a que los jugadores se desplazan a
con la distancia total recorrida está detrás de esta nueva propuesta. El velocidades pero con altas aceleraciones y de manera intermitente
durante el juego.
nuevo indicador de únicamente dos dimensiones o PL2D (que incluye
únicamente las aceleraciones en dos ejes, adelante/detrás e izquierda/ Además, esta subestimación aumenta cuando los JR son practicados
derecha) podría discriminar mejor una actividad intermitente y de por menos jugadores y en unas dimensiones relativas y absolutas
esta forma evitar solapamiento de información respecto a la carga menores, ya que en dichos formatos, los jugadores no pueden alcanzar
soportada por el jugador. Así por ejemplo (datos de elaboración propia) altas velocidades de desplazamiento (subestimando el indicador basado
si comparamos la distancia total recorrida por los jugadores con el PL y en esta medida) mientras aceleran/deceleran frecuentemente (Castellano
el PL2D en una actividad para trabajar la técnica (donde predomina un y Casamichana, 2013a).
componente aeróbico de repetición de gesto técnicos sin cambios bruscos
de velocidades), las correlaciones son elevadas (O, 7 4 y O, 78 con PLy PL2D,
respectivamente), mientras que si lo comparamos con un juego reducido
de 4:4 en un campo de 30*30 m (donde a los jugadores se les demanda
una actividad intermitente con continuas aceleraciones, desaceleración
y cambios de dirección) las correlaciones parecen entrever que ambos
indicadores no miden lo mismo (siendo los valores de 0,74 y 0,56 para PL
y PL2D, respectivamente).
f d l f de" l
2.3.4. LIMITACIONES DE LAS DEMANDAS FÍSICAS 3.5. MÁS VARIABLES QUE LAS FÍSICAS

Las mayores limitaciones de las variables físicas tienen que ver en Pero no son las demandas físicas las únicas beneficiadas de esta
primer lugar con la fiabilidad y precisión de los dispositivos a partir enología. El X e Y en un tiempo (t) de todos los jugadores (que llevan
de los cuales se obtiene la información (Castellano y Casamichana, spositivo GPS) permite a los investigadores incorporar la dimensión
2014b; Castellano et al., 2010 y 2011). La necesidad de implementar al ctica del juego. En este deporte de interacción (Gréhaigne et al., 2011),
jugador el dispositivo, la imposibilidad o limitación de realizar registros s relaciones que se establecen entre los jugadores de un equipo con
en instalaciones cubiertas (estadios semi-cubiertos), en zonas urbanas lación a los rivales toman protagonismo. Así, ahora resulta posible
o rodeadas con altos edificios (los cuales pueden interferir en la señal ,uvvv~ cómo se desarrolla el juego desde la perspectiva táctico-estratégica,

de los satélites), o el coste económico, podrían ser algunos de estos decir, considerando las relaciones interpersonales de los jugadores que
inconvenientes. un equipo entendido este como "superorganismo" (Duarte et

Por otro lado, a día de hoy existe la necesidad de profundizar en


el estudio de cuáles de entre la gran variedad de variables físicas que Son cada vez más los investigadores que comienzan a centrarse en
pueden ser registradas son las pertinentes en la actividad o tareas que descripción de los comportamientos colectivos durante la competición
desarrollamos; cuál de las frecuencias, duraciones, distancias o rangos Álvarez y Blanco-Villaseñor, 2013; Castellano, Álvarez,
de velocidad o aceleración son las que tenemos que atender para que den Coutinho, y Sampaio, 2013) o, en el entrenamiento, a partir de
realmente la información contextualizada al perfil de la sesión que se modificación de ciertos condicionantes de la tarea como las dimensiones
pretende desarrollar. Para ello necesitamos describir, explicar y predecir terreno de juego (Frencken et al., 2013; Silva et al., 2014b y e; Vilar
de qué manera los indicadores propuestos son sensibles a variaciones en al., 2014), la relación numérica entre equipos (Silva et al., 2014d;
la tipología de tareas o entrenamientos y cómo estos provocan mejoras et al., 2014b), tipo y número de porterías (Travassos et al.,
en el rendimiento, avisan sobre estados de fatiga o anticipan riesgo de o el ritmo de juego (Sampaio et al., 2014). La modificación de estos
lesión, por ejemplo. permite conocer cómo se ven modificadas variables intra
(amplitud, profundidad, espacio de juego efectivo, compacidad,
centro de gravedad) o in ter equipos (proximidad de los centros de gravedad
de los equipos o centroides, superficie de juego, grado de proximidad
los equipos), por citar algunos ejemplos. En este sentido, la opción
de disponer del perfil físico del jugador o jugadores al tiempo que su
comportamiento táctico en el entrenamiento o competición enriquece,
sobre manera, la evaluación de jugadores y equipos a todos los niveles:
micro, meso y macro (Grehaigne et al., 2011). La consideración de esta
dimensión colectiva del comportamiento tiene que empezar a ser habitual
en las deliberaciones del cuerpo técnico a la hora de diseñar las tareas de
las que se desean conseguir ciertos efectos en las dinámicas colectivas.

f d l f d. l
C:;;::_:rellac,,._.} ';,' Dav\d Cas2tt,1' .:;_:;, ,;;,
· ··.·,· ·· ~~- ·c,'•'.'.V,~ • .._.,,......,••. , •• ,..__. -,· · · .,_._,,...,...._v.v.-...·
·.-,,•.,.,,.,.·u-w<cae,· ·; u,_,

2.4. APLICACIÓNDE LOS INDICADORES DE equipo y, por tanto, los efectos de las mismas en los jugadores deberán
CARGA INTERNA Y EXTERNA r individualizados (Alexiou y Coutts 2008), pero de esto hablaremos
lis adelante.

En esta tesitura puede ser rentable conocer las asociaciones entre


2.4.1. JUSTIFICACIÓN riables para evitar información redundante y, así, economizar
fuerzas. Es por esto que debemos decantarnos por aquellas variables, o
nvertidas en indicadores globales más manejables, que den información,
El uso de indicadores de carga externa e interna, objetivos y subjetivos.. .. ~arcando el amplio espectro de dimensiones y, de forma detallada, las
de volumen e intensidad (carga) surge para atender varias necesidades feridas a las dimensiones neuromuscular, metabólica y aeróbica.
en el proceso de entrenamiento. Desde la planificación y programación
Relacionar los indicadores externos con los internos permitiría
de contenidos y, por tanto, de cargas, pasando por conocer lo realizado,
onocer desde fuera lo que se provoca dentro del organismo o, dicho de
su cuantificación, así como valorar como afectan al rendimiento. Los
tra manera, la repercusión interna de lo realizado externamente. Sin
indicadores pueden ser los 'detectores' de posibles estados de falta
mbargo, debemos ser cautelosos a la hora de establecer una red de
estímulación, fatiga aguda, sobreentrenamiento e incluso riesgo de
i--:11:l_c1LJl1c:o entre los diferentes indicadores de carga ya que pudiera ser
lesión (Owen et al., 2015).
mismos o similares valores en ciertos indicadores pudieran esconder
Para evaluar las relaciones de causa-efecto entre el entrenamiento demandas en variables de diferente naturaleza.
desarrollado por los deportistas y las adaptaciones físico-fisiológicas
modo de ejemplo, en la siguiente Figura 2.5 se recogen tres
obtenidas y su relación con el rendimiento, inevitablemente surge la
donde la FCmedia fue similar (1 78, 179 y 180 ppm) pero
necesidad de cuantificar la carga de entrenamiento (Mujika, 2013).
demandas físicas de distancia total y distancia total recorrida en
Conocer la carga de entrenamiento podría anticipar lesiones (Gabbett
por encima de 1 m ·seg·2 difirieron entre sí. El tipo de
et al., 2011) o conocer qué pudo, si las hubo, provocar variaciones en la
parece ejercer una influencia importante en el hecho de que los
condición física (Los Arcos, 2014) de los jugadores, si bien parece incierto
puedan coincidir más o menos (Alexiou et al., 2008; Los
que este modelo que pretende explicar la relación entre carga y lesiones
et al., 2013). La literatura sugiere que cuanto más continua y
se ajuste a la linealidad (Gabbett, 2010).
prolongada sea la actividad la correlación será mayor entre aquellas
Se hace necesario, en relación a nuestras posibilidades, cuantificar • que atienden a la misma dimensión; mientras que cuando los contenidos
lo que se hace si queremos conocer por qué se consiguieron las mejoras mcluyen actividades intermitentes, con intensidades elevadas, las
o no, con la intención de ser cada vez más efectivos en la planificación y correspondencias podrían verse comprometidas (Alexiou et al., 2008)
prescripción de entrenamientos. Matizamos que se trata de registrar lo entre variables que representan el peso particular de las diferentes
'realmente' realizado y no lo que se prescribió antes de iniciar el entreno. fuentes de energía que intervienen en la producción de actividad.
Sabemos que la prescripción de la carga óptima de entrenamiento en
deportes de equipo es una tarea compleja (Coutts, 2001), dado que
las capacidades afectivas, técnico-tácticas y condicionales, por poner
algunas de las variables 'contaminantes', difieren entre los miembros de

d I or o . com f boldelibro.com
f
El arte de planificar en futbol Evaluación f1si o-t,_,101e,~icade los juegos reduc,dos Ju len Castellano y David lasam1ct.a a

RECUPERACIÓN­FATIGA
7

4
• FCmedia

DT>1m/s2

PreQ RPE
Tarea 1 Tarea 2 Tarea 3
•o-s •o-4 0-3 •0-2 • 0-1

Figura 2.5. Valores medios obtenidos en tres tareas diferentes para un mismo jugador respecto
Día al partido TT TE min>90% %>90% EDW DT m=min? PL
a /as variables: distancia total (DT), FC media y DT recorrida con una aceleración superior a
D-5 59 52,0 1,2 2% 207,7 4.807 77,5 529,8
1 m*seg·2•
D-4 74 65,1 11,1 15% 219,2 6.619 101,5 701,3
D-3 65 53,8 1,5 2% 158,5 4.115 76,5 432,5
D-2 32 29,7 0,1 0% 82,9 2.830 95,2 307,8
En la Figura 2.6 que se presenta a continuación queda reflejada D-1 50 48,3 5,3 10% 158,9 3.955 81,9 411,9
la necesidad de complementar la cuantificación de la carga externa e Figura 2.6. Valores medios del cuestionario de calidad de recuperación (pre-O) y respuesta al esfuerzo
interna. En un entrenamiento realizado a tres días de la competición percibido (RPE) en unidades arbitrarias (UA) de las 5 sesiones de un microciclo de entrenamiento de un
(D-3) que desde el punto de vista externo demanda una carga media, si equipo profesional. D-5 a D-1 significa, distancia en días (de 5 a 1) al siguiente partido de competición.
lo comparamos con el día D-5 [ver en la tabla bajo la figura los valores
de variables de duración total (TT) y efectiva (TE), minutos por encima
del 90% de la FC (min>90%), % del tiempo por encima del 90% de la
FC (%>90%), indicador sesión-Edwards (EDW), distancia total recorrida Con todo esto, los entrenadores deberían atender de manera
(DT), velocidad media (m*min-1) y player load (PL)], en realidad, los cuidadosa la forma en que valoran la carga impuesta a sus jugadores
jugadores están declarando un esfuerzo percibido mayor al primer día con vistas a optimizar el proceso de entrenamiento, evitando el exceso
de esa semana (D-5, en este caso). La carga externa diseñada en una o defecto de estímulos, lo que daría lugar a un sobre-entrenamiento o
sesión de entrenamiento a tres días de la competición y posterior a otras falta de forma física, así como gestionar las probabilidades de que los
dos (D-5 y D-4) de un microciclo largo competitivo debe ser atendida jugadores caigan en sobrecargas o, incluso, corran un alto riesgo de
valorando la acumulación semanal. lesión .

• www.futboldelibro.com www futboldel1bro.com


RELACIONES ENTRE INDICADORES mentado previamente durante la práctica de JR, la monitorización de
'LES FC en formas jugadas podría subestimar la intensidad del ejercicio
ebido a su alto componente anaeróbico (Little y Williams, 2007).

La búsqueda de correlaciones entre la FC e indicadores de carga


El grado de correlación entre indicadores dependerá en primer lugar
xterna se ha realizado en escasos trabajos, y estudiando sesiones de
de su naturaleza. Los indicadores de carga interna tienen entre sí un
ntrenamiento completas (Akenhead, 2014; Casamichana et al., 2012b;
alto nivel de correlación (Alexiou et al., 2008; Scott et al., 2013b), sobre
cott et al., 2013b). Se encontraron muy largas asociaciones entre PSE
todo, cuando se comparan indicadores que tienen la FC como variable
la sesión y distancia total recorrida por los jugadores (r = 0,80) y
base (Banister's, Lucias's, Edwards's y Stagno's TRIMP). Cuando se
Load o PL (r = 0,84). Casamichana et al. (2012c) encontraron
compara el indicador subjetivo interno global, PSE (o RPE), e~ sus dos
significativas entre el valor de PL, el método Edwards
versiones, respiratorio y muscular (LosArcos, 2014), las correlac10ne~ son
p<0,01) y el método sesión-PSE (r=O,7 4, p<0,01), sugiriendo estos
próximas a la unidad. Esto plantea la duda de si son realmente sensibles
que el índice de PL obtenido a partir de acelerometría podría
como para que puedan ser distinguidas por los jugadores. Sin emb~r-~o,
considerado un buen indicador para cuantificar la carga de sesiones
cuando se monitoriza la respuesta de los jugadores a la competición
de entrenamiento en fútbol. Akenhead (2014) encontró una
parecen detectarse diferencias (Los Arcos, Yanci et al., 2014), por lo que
r;ia."-'U'H del 0,83 entre el PL y la distancia total de carrera. En un
parece necesario implementar más estudios donde se registre la PSE
estudio propio sin publicar sobre 700 registros de sesiones completas de
contextualizándola con el tipo contenido de entrenamiento realizado
(Los Arcos et al., 2013). Por otro lado, los indicadores de carga externa f fútbol también se han estimado unas correlaciones muy altas entre la
velocidad media de la sesión y el PL por min (Figura 2. 7).
no presentan entre ellos correlaciones tan altas, ni tan abundantes, i
sabiendo que la variedad de indicadores es muy alta, debido, sobre todo, 1 Del interés por afinar como el tipo de entrenamiento realizado
a que los sistemas que intervienen en la producción de desplazamiento se ~ puede influir en los resultados obtenidos por los diferentes métodos
distribuyen en diferentes proporciones en función del tipo de actividad. de cuantificar la carga, comienzan a surgir trabajos para ver cómo
responden los indicadores de carga e intensidad en los formatos de JR
Dos de los problemas habituales que recoge la literatura cuando se
(Casamichana y Castellano, 2015; Coutts et al., 2009). En estos estudios
comparan indicadores internos con los externos son, por un lado, que se
se han encontrado correlaciones significativas en medidas de carga
utiliza el estadístico de correlaciones que no es el más indicado para este
externa, como la distancia total recorrida o el PL, disminuyendo la fuerza
objetivo (Hopkins, 2000) y, por otro, que no se puede comparar con un
de las relaciones cuando se compara con variables asociadas a acciones
Gold standard, lo cual deja espacios sin cubrir. Esto es lo que hay hasta
realizadas a alta velocidad (Casamichana et al., 2013a; Scott et al.,
la fecha, y nos aproxima, con cierto grado de precisión, a parte de la
2013a). Esto ocurre probablemente porque durante tareas que provoquen
realidad de las demandas que soportan los jugadores en el entrenamiento.
en los jugadores intensidades superiores a la VAM (velocidad aeróbica
Probablemente porque fue una de las primeras que surgió, la mayoría
máxima), otros procesos energéticos toman protagonismo. Casamichana
de los estudios plantean sus objetivos de validez correlacionando las
y Castellano (2015) también han encontrado relaciones significativas
variables o indicadores propuestos con los derivados de la FC. Sin
entre los indicadores de intensidad de carga interna (%FCmed) y la PSE,
embargo, considerando las limitaciones previamente expuestas sobre la
de larga magnitud (r=0,51, p<0,001), aunque no fueron las correlaciones
validez de la FC para medir intensidades en actividades intermitentes
más altas (Tabla 2.1).
de alta intensidad (Dellal et al., 2012a), establecer relaciones entre
indicadores utilizándo la FC complica esta labor. Como ya hemos

de l i rox.om f dclib G
Ei arte de planificar en fútbol de los juegos reduddos Julen Castellano v Da--id Casamichana

Variable RPE %HR TD PL DSS DHS FSS


140,0 %HRmean ,449**
TD ,237* ,267*
o
o PL ,184 ,138 ,836**
DSS ,098 ,130 ,081 ,041
120,0
o DHS ,125 ,208 ,320** ,235* ,741 **
FSS ,065 ,101 ,053 ,049 ,903** ,729**
FHS ,076 ,083 ,099 ,073 ,799** ,766** ,908**

-
e
·¡; 100,0
,601 **
%HR mean
GI
TD ,371 ** ,597**

-
m
r:s
L.
GI PL ,444** ,652** ,819**
GI
80,0
:E DSS -,094 -,028 -,163 -,115
DHS -,073 ,134 ,021 -,016 ,699**
FSS -,045 ,042 -,162 -,104 ,906** ,684**
t30,0 FHS -,008 ,129 -,076 -,072 ,832** ,741** ,909**
%HR mean ,381 **
TD ,194 ,373**
40,0 PL ,053 ,361 ** ,783**
DSS ,236 -,132 ,109 ,056
5,0 7,5 10,0 12,5 15,0
DHS ,129 -,032 ,295* ,107 ,565**
Player Load I min
FSS ,169 -,143 ,087 ,020 ,814** ,457**
Figura 2.7. Correlación entre m-min:' y PL·min·1 en sesiones completas de entrenamiento.
FHS ,225 -,167 ,051 -,036 ,898** ,571** ,868**
Tabla 2.1. Relación entre los diferentes indicadores en tres formatos de JR.

En este trabajo (Casamichana y Castellano, 2015), se estimaron


correlaciones moderadas entre la %FC me d.ia y el Player Load (r=0,33, Nota: RPE es respuesta a percepción del esfuerzo, %HR mean es porcenioi« respecto de la
p<0,001) y pequeñas con la distancia total recorrida (r=0,26, p<0,001), máxima; TD es distancia total; PL es Player Load; DHS es distancia recorrida a > 1 8 km·h·1 ¡
sin observarse correlaciones significativas con la distancia recorrida DSS es distancia recorrida a >21 km·h·1 ¡ FHS es frecuencia de esfuerzos a> 1 B.O km-b:'¡ y, FSS
a alta velocidad, con la distancia recorrida a sprint, con la frecuencia es frecuencia de esfuerzos a >21 .O km·h· 1. Todas las variables fueron relativizadas a minuto de
práctica. * es significativo para p<0,05 y** es significativo para p<O,O 1.
de acciones de alta velocidad y con la frecuencia de acciones de sprint.
Otro aspecto que se puede destacar es que en función del tipo de tarea
las correlaciones entre variables variaron en 'intensidad'. En cualquier ¡r
caso se necesitan más estudios sobre esta temática para poder apuntalar f
cualquier tendencia. ,l
1

www.futooldelibro rnm www.futboldelibro.com


De los resultados de este trabajo se puede derivar una importante Tener alertas programadas en varias dimensiones permitirá conocer
consideración práctica a la hora de monitorizar los JR dentro del proceso de n mayor precisión la demanda a la que son sometidos los jugadores, ya
entrenamiento, y es que la %FC me dia parece ser un indicador de intensidad e en el ámbito del entrenamiento en fútbol, la naturaleza de las tareas
con naturaleza independiente al resto, debido a que su relación con los puestas a los jugadores abarca un amplio espectro de cualidades y, la
diferentes indicadores globales de la intensidad de la tarea asociados a ayoría de las veces, se presentan combinadas.
variables de carga externa es, por ejemplo, moderada y pequeña con Player
Load y distancia recorrida, respectivamente. Además, no presenta una
relación significativa con distancias recorridas o frecuencia de acciones
realizadas a alta velocidad o sprint, y por tanto, la monitorización de la SELECCIÓN DE INDICADORES DE CARGA
FC media. no aporta información acerca de la actividad desarrollada a altas Y EXTERNA
velocidades de desplazamiento por parte de los jugadores durante este
tipo de prácticas de entrenamiento. A partir de estos resultados, parece
interesante complementar la monitorización de la FC con algún otro La propuesta de variables e indicadores que podrían considerarse
indicador de intensidad asociado a variables de carga externa relativo a cuantificar la carga o la intensidad de tareas y sesiones, en la línea
acciones realizadas a alta velocidad de desplazamiento, aceleraciones o de lo propuesto por Halson (2014), debemos atender a abarcar -en lo
cambios de dirección. una alta variedad de dimensiones. El manejo de estas variables
indicadores nos permitirá comprender mejor lo que posteriormente
En esta tesitura podría ser interesante recalcar la necesidad de
abordaremos respecto al modelo tridimensional (fuerza, resistencia
seleccionar indicadores y variables que den información sobre las tres
velocidad) de las demandas, y que se recogen en la Tabla 2.2. El
dimensiones o sistemas energéticos: procesos aeróbicos, metabólicos
volumen será calculado por el tiempo de entrenamiento; aunque a
(o carreras a alta intensidad) y neuromusculares (aceleración/
este nivel deberá escogerse si se trata de tiempo efectivo (es decir, de
desaceleración, cambios de dirección, giros, saltos y velocidad pico). En
práctica real) o tiempo total de entreno. En la Tabla 2.2 se recogen cuáles
base a lo tratado hasta ahora, parece recomendable la evaluación de la
serían los indicadores a utilizar (u otros similares dentro de la misma
intervención (entrenamiento) y competición a partir de una variedad de
dimensión) para cuantificar la carga e intensidad de la tarea o la sesión
indicadores internos y externos relevantes en el rendimiento deportivo entrenamiento.
(Weaving et al., 2014). La información obtenida de indicadores de
carga, asociados a variables que incluyan aspectos sobre la actividad
desarrollada a alta intensidad, parece interesante, más si cabe, cuando
se intentan valorar tareas de entrenamiento específicas como son los JR
(Casamichana, Castellano y Castagna, 2012) y no únicamente sesiones en
su globalidad (Casamichana y Castellano, 2011). Combinar indicadores
de intensidad asociados a variables de carga externa e interna podría ser
una solución útil para no perder información de lo que se está haciendo,
pero eso sí, [que sea sostenible!

ww1.futboldelibro.com www futboldeliDro com


Si bien la carga representa lo acumulado en un periodo de tiempo
terminado de una tarea o sesión, la intensidad de la sesión o de la tarea
dría determinarse convirtiendo dichos valores de carga en valores
_ lativos a minuto de práctica (min') o en porcentaje (%) o ratio respecto
}acumulado en el total de la sesión o de la tarea. Sin embargo, debemos
nsiderar que los valores relativos calculados respecto al total de la
rea o sesión estarán influenciados por el tiempo dedicado en la sesión
la tarea. Es este caso, parece más lógico utilizar los indicadores de
·ntensidad cuando son las tareas las que se están analizando, evitando
DT -min' en el cálculo de la intensidad las pausas o explicaciones entre
DT
EDW·min-1
EDW
min >90%HR -min' En la siguiente Tabla 2.3 se recoge una ejemplificación en la
Resistencia min>90%HR
T [14-21 Km fr1] .min' ,_,.., ... ,... de la carga e intensidad de una tarea de entrenamiento
T 14-21 Km fr1 más porteros que se disputó en unas dimensiones de 50 m de largo
D [14-21 Km fr1] -min"
D 14-21 Km fr1 55 m de ancho durante 6 min. Son datos promedio de los jugadores
un equipo profesional de una tarea de entrenamiento de la sesión
del microciclo 43º de la temporada 2014-15.

Es importante subrayar una cuestión al respecto de las variables que


recogen en la Tabla 2.3. Se debe estar atento a la interpretación de los
globales como el PL, EI, EDW o RPE, donde la intensidad
volumen están incluidos, pero sin saber el peso de cada una de ellas.
sesión ( o tarea) con un determinado valor en cualquiera de estos
da información sobre la carga total, no sabiéndose si el
resultante de la multiplicación del volumen por intensidad se debe
más a una o a la otra. En estos casos resultaría interesante relativizar
MP·min-1 los valores a minutos de entrenamiento, con lo que dispondríamos la
MP>20W
Global MP>20W .min' intensidad de la sesión.
Sesión-RPE
RPE abs .min'
RPEabs
Tabla 2.2. Variables e indicadores para cuantificar las diferentes dimensiones de la carga de ,!
enfrenamiento.

Nota: DTE es distancia total estimada, DT es distancia total, Tes tiempo, % Tes porcentaje del
tiempo respecto del total, O es distancia, %0 es porcentaje de la distancia respecto del total, ;
mines minuto, min- 7 es por minuto, >90%HR por encima del 90% de la frecuencia cardiaca J
máxima, PL20 es el player load solo de dos dimensiones, EDW es el índice de Edwards, MP es ;
metabolic power, El es exertion index, y RPE es respuesta a la percepción del esfuerzo.
www.futboldelibro.com www f tbo delioro.cow
, ... .,_,,,,_. ...... •.•,,~., .... ,.~ ...... , .... , ,<· .. ·c., .. - ~-"" "•C ·, .""·<·C-'•'·"- .. ._, ... ,.,.., ·• • ,... , ' ......., ···~"<-
A.4 CÓMO UTILIZAR LOS INDICADORES DE CARGA
XTERNA E INTERNA

La utilización de los indicadores resulta crucial en la actualidad,


ara no caminar a ciegas. Trabajos recientes apuntan a la necesidad de
alorar no solo la dosis (Gabbet y Ullah, 2012) con la que se estimula a
bs jugadores, sino también la carga que se va acumulando en el cuerpo
de los jugadores durante varias semanas (Colby, Dawson, Heasman,
DT = 724 m -; Rogalski y Gabbett, 2014), el cambio en la dosis de trabajo (Ehrmann,
EDW .min' = 2,8 UA -min'
= 16,8 UA
Cii
-~
Q)
min >90%HR -min' =2 º seg -min' min >90%HR
EDW

= 2,2 min
buncan, Sindhusake, Franzsen y Greene, 2016) o más recientemente
(Hulin et al., 2016) la relación entre carga aguda y crónica (ratio carga
..¡...>
aguda:crónica), por su posible influencia en el estado condicional del
-~ T [14-21 Km .h'] -min' = 4,6 seg -min'
Q)
T 14-21 Km -h-1 = 26,6 seg deportista, rendimiento deportivo y probabilidad de lesión. Una aspecto
~ D [14-21 Km -h-1] .min' = 21,2 m -min' que se debe tener claro es que si aumentamos en exceso el número de
D 14-21 Km -h-1 = 127,1 m variables a las que hacer el seguimiento diario, es posible que nuestro
= 85%
diagnóstico se vuelva tan complejo que no permita tomar decisiones,
¡hay que ser prácticos! Por este motivo, es necesario reducir a un número
/manejable (media docena probablemente) de variables con la de poder
clasificar las tareas o entrenamientos asignando un valor a cada una de
las demandas en cada una de las dimensiones estudiadas, aunque para
esto hay que saber con anterioridad que es poco o mucho, o contrastarlo
con literatura que haya descrito lo que se entrena en el ámbito profesional
(Akenhead, 2014; Malone, 2014).
MP = 98,3 W/Kg t El modelo de U invertida propuesto por Busso (2003) representa la
MP -min' = 16,3 W/Kg -min' l relación que se establece entre ambos elementos, carga de entrenamiento
Sesión-RPE = 36 UA y nivel de rendimiento alcanzado. Se busca el punto más alto (o cercano)
RPE abs -min' = 1 UA -min'
RPE b
a s
= 6 UA de la U invertida, es decir, el punto óptimo de carga aguda, suficiente
y necesario. Suficiente para evitar una falta de estímulo y necesario, al
Tabla 2.3. Valores de las variables e indicadores que describen la carga e intensidad de una j¡
tarea de 6 minutos de un ;uego reducido de 5:5 más porteros. mismo tiempo, alejándonos del sobreuso con el que correríamos el riesgo
de sobrecarga (descenso del rendimiento) o en el peor de los escenarios,
la aparición de una lesión (Owen et al., 2015). Gabbett (2016) nos acerca
esta misma idea (Figura 2.8).

.f d Li b ro com i
f tde li b .rom
F
El arte .... e ~lar. 'Íca '-' . futl ol
-
Evaluación f si ;¡..ís1uióg1ca de los juegos reducidos
----- -- ---· Julen Castellano y Davíd Casarr ichana
------ -------
que se relaciona al de nivel de condición física o fitness, de forma que por
Relación entre carga y condición física lo menos hasta alcanzar unos determinados límites existe una relación
directa entre carga habitual o crónica y estado condicional del deportista.

Para. conocer la dosis 'aconsejable' a suministrar a cada equipo


ro y deportista, la comparativa con las exigencias de la competición
u
'~
u.
(respecto a cada una de las dimensiones) puede resultar una alternativa
e pertinente. Cada equipo juega a su manera, y particular es, también
'ºu
-el el rendimiento físico en competición. Valorar las demandas de la~
e
u
o sesiones de entrenamiento en función de lo que son capaces de
desplegar en la competición sitúa al cuerpo técnico ante un fotografía
fácilmente interpretable: cuanto corren en competición vs cuanto les
estamos haciendo correr en los entrenamientos. La siguiente Figura 2.9
Carga de entrenamiento
representa el porcentaje respecto a los valores (percentil 70 respecto a
la competición) en cada una de las variables tomadas en consideración.
Figura 2.8. Relación entre carga de entrenamiento crónica y nivel de condición física (adaptado Ponem~s un ejemplo (recuadro en azul) para una mejor comprensión
de Gabbet, 2016). de la Figura 2.9: el aproximadamente 50 % de la distancia recorrida
en el día -4 de la semana significa que los jugadores corrieron el 50 %
del percentil 70 de lo que recorren en un partido de competición. En
Lo que se ha denominado carga aguda, es la carga semanal o del este caso se ha optado por escoger un valor entre la media (percentil 50)
microciclo impuesta a los deportistas. A partir de los trabajos publicados Y el máximo (percentil 100) de la distancia recorrida por los jugadores
podríamos decir que presenta unos valores medios de 300 minutos, ~n competición, es decir, algo más exigente que lo habitual y alejado
recorriendo los jugadores cerca de 20 km, con 400 metros recorridos a hger~mente de, algún escenario complicado (valor máximo) que haya
alta velocidad y 21 minutos por encima del 90% de la FCmax, (Akenhead, ocurrido en algun partido puntual.
2014). El efecto de esta carga semanal se vincula al concepto de fatiga
ocasionada en el deportista. Solo un buen trabajo y un efectivo descanso
permiten mejorar el rendimiento, no siendo lineal esta relación. En esta
línea comienzan a aparecer trabajos donde se proponen ciertas 'dosis'
de carga que pudieran 'proteger' al deportista de padecer alguna lesión
(Colby et al. 2014; Gabbett y Ullah, 2012). La campana de Gaus vuelve
a ser el modelo que mejor representa la relación entre carga y lesión: ni
insuficiente ni excesiva.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha en este ámbito parecen


indicarnos que los futbolistas son seres de costumbres. La carga crónica
es la carga que viene soportando el deportista en las semanas previas
(habitualmente un mes). Así, entenderíamos bajo este concepto la carga


que el jugador está acostumbrado a soportar. Además es un concepto

www.futboldelibro.com ww~.futboldelibro.com


El arte de planificar en ru'·bo1
-----~--~ ------~---~·---~--~--- ~----~·---------~-~~~~---------
• Distancia
-
rl.l Distancia .A.V
--
Evaluac10 · ;:::::~ ·sic.,,og;..:c e e ff . egos educi os

o po_r o~ro lado con pico en el día menos tres. A modo de ejemplo, en
la s1gmente Tabla 2.4 (datos sin publicar) se recoge la distribución
lulen Castellanc v David Casernicha. "'

80 O Dis1 acel .AJ


O Dist decel ,A.1 del % de carga semanal de un equipo profesional de la Liga Adelante
Dist velocidad s¡ir¡ utilizando el indicador Edwards en función de semanas con 3 4 o 5 dias
. '
de entrenamiento previos a la competición y después de haber realizado
un día de descanso (Off) posterior al día de sesión recuperatoria-
GO compensatoria post-partido.

Número de días/ semana de D-5 D-4 D-3 D-2 D-1


o
"O entrenamiento
t 40
~ 3 sesiones 44% 32% 24%
a.
4 sesiones 31% 35% 12% 23%
5 sesiones 23% 29% 21% 9% 18%
Media 23% 29% 33% 17% 21%
20
Tabla 2.4. Distribución del % de carga semanal a partir del indicador Edwards en función de
semanas con 3, 4 o 5 días de entrenamiento en el periodo competitivo.

o Como puede apreciarse en la Tabla 2.4 en función del tipo de semana


Entrenamiento en el primer día del microciclo se puede acumular diferente carga de
ent:enamiento, dejándose para los días previos a la competición las
Figura 2.9. Porcentajes respecto a los valores de partido (percentil 70) en cada una de las ses10n~s cor:i una m~nor carga. Cabe destacar que las sesiones previas
variables estudiadas. Datos sin publicar de un equipo semi-profesional de la temporada 2015- 16. al partido tienen mas carga a medida que las semanas son más cortas
1 es día post competición, -4 es día -4 de la siguiente competición, -3 (tres días previos) y -1 es el en términos relativos seguro (cada sesión tiene más peso en la semana)'.
día previo. Distancia es distancia total recorrida, AV es alta velocidad, acel es aceleración, decel
Y en absolutos puede que también, ya que se ha entrenado menos esa
es deceleración y Al es alta intensidad..
semana Y se requiere 'apuntalar' alguna cosa más. Por el contrario
acumular mucha carga al inicio de una semana larga de entrenamientos
(con hasta 5 días para entrenar) replantea el perfil de semana en
Además de la carga semanal, la distribución de la misma dentro de
cuanto a las cargas se refiere, pudiéndose configurar un perfil con uno
las diferentes sesiones presenta una importancia relevante. El volumen o varios picos. Este perfil, habitualmente, en una semana corta (tres
(minutos de entrenamiento habitualmente) va en descenso a medida días para entrenar) es descendente. Estos perfiles que se presentan no
que se aproxima el próximo encuentro, acumulándose, en algunos deben considerarse como el perfil óptimo del equipo, será precisamente
casos, más del 50 % de la carga semanal en las dos primeras sesiones
labor del cuerpo técnico con el registro diario y análisis semanal de la
de la semana (Akenhead, 2014). Anderson et al. (2015) y Malone et al.
(2015) describiendo el perfil de equipos ingleses, muestran diferentes

e
opciones de perfilado semanal, linealmente decreciente, de más a menos,
• vv\"1\1'/.futboldelibro.corn w,1,1 f ut bo Lde l i br o . com
Ei a te de pla ,i ..3:_;· e ·~·tt ol
----------------
carga de trabajo y su efecto (lesiones, rendimientos, sensaciones, fatiga)
-- - -
Evaluacio ~

Propuestas como el índice de monotonía o el índice de fatiga pueden


quien dará la posibilidad de ir conociendo en qué medida el equipo va ser unos indicadores sencillos para valorar la alternancia horizontal de
soportando las cargas y con qué grado de frescura llega a la competición. las demandas impuestas a los jugadores en el proceso de entrenamiento
(Comyns y Flanagan, 2013). El índice de monotonía es una medida que
Como podemos comprobar en la Figura 2.10, llevado el control de
tiene en consideración tanto la carga de entrenamiento media como
la carga de trabajo (con un indicador, el de Edward, ya descrito en la
la variabilidad del entrenamiento durante un determinado periodo de
primera parte el libro) así como un cuestionario Wellness (también
tiempo (McGuigan, Egan, y Foster, 2004), calculado dividiendo la media
comentado), podemos afinar en la interpretación sobre cuál es la carga
de la carga semanal (si es esa la estructura temporal considerada) y la
de trabajo, y, también, la distribución semanal qué permite al equipo
desviación estándar (SD) de la carga de esa semana (CARGAmedia I SD).
llegar con un mayor nivel de frescura a la competición. En este cas~ el
Así, si la estructura temporal presenta valores bajos en la SD significará
microciclo 15º tuvo una carga ligeramente superior y con todo, el equipo
que las sesiones fueron similares en la carga y, por tanto, se obtendrá
consiguió estar más fresco el día previo a la competición. Los valores el
un índice de monotonía elevado, mientras que si se alternan diferentes
día de la competición fueron de 7 UA en el partido del microciclo 12º y
niveles de carga, la SD será mayor y el índice de monotonía será más
de 7,4 UA en el 15º. Con este seguimiento de las dinámicas de trabajo y
reducido. Por otro lado, el índice de fatiga, valor que resulta del producto
descanso se estará más cerca de ir afinando las necesidades particulares
de la carga total de entrenamiento por el índice de monotonía, informa de
del equipo, estados de forma o momento de la ~emparada'. que ha~~n
estructuras temporales con altos niveles de carga y monotonía (muchas
emerger necesidades particulares a cada equipo. Esta información
sesiones, pocos descansos y valores de carga por sesión similares, por
permitirá tomar decisiones cada vez más acertadas respecto al reparto
ejemplo) pudiendo provocar mayores niveles de fatiga en el deportista
de las cargas en la semana actual y en las sucesivas.
(Killen, Gabbett y Jenkins, 2010). Estos indicadores ya han comenzado
a utilizarse para estudiar su relación con los resultados en competición
Carga vs Frescura (Aughey et al., 2016), aunque aplicados al fútbol australiano, donde
6,5 250 quizás el componente físico tenga más 'peso' que en el fútbol europeo.
-
-
.,, 230 <:i Estamos convencidos que el proceso de entrenamiento tiene una gran
-- - - - -~- - - .... ....
"\..
6,0
.,, 7 210 2 influencia en el rendimiento del equipo los fines de semana, pero al
190 e
..... .., ,
;
·e• mismo tiempo, los partidos solo se pueden ganar o perder en los 90 min
<
<,
5,5 170
•e
7

2. ,,·~ 150
i•
que duran los mismos.
e
:,
u
"'f
5,0
~-----------~ ...... ... ._. ...... ,,~
130
110
"O •• Literatura reciente (Gabbett, 2016) subraya la necesidad no solo de
u. 4,5 90 •2.'
70 •
u cuantificar la carga en términos absolutos (o puntuales), sino además
4,0 50
1 2 3 4 5 valorando el porcentaje de cambio realizado. Cuando se dispone de
- - - Frescura micro. 12 5,0 4,9 4,9 4,5 5,5
suficiente información sobre lo que el equipo va haciendo a lo largo de
- - Frescura micro. 15 5,6 5,8 5,8 5,3 6,2
las semanas (o lo que ha hecho en años anteriores), sobre lo que está
-Edward micro. 12 198 209 120 76 155
Edward micro. 15 219 229,3 112,7 70,2 154,6
habituado a hacer, se puede plantear una línea de base (o baseline) a
partir de la cual valorar el % de cambio que el equipo va experimentando
a lo largo de las semanas o periodo establecido.
Figura 2.1 O. Evolución semanal en los valores de frescura (a partir del cuestionario Wellness)
y carga (utilizando unidades de Edwards a partir de la monitorización de la FC) del equipo en
dos microciclos de 5 días donde la distribución o perfil fue diferente.

• www.futboldelibro.com www futboldelibro.com


Para la idea del cambio las opciones son varias. Todo se resume en
intentar conocer cuánto cambio se está produciendo en la carga realizada
por el jugador, por lo que se puede utilizar tanto la media de las cargas de
-32%
entrenamiento realizadas en las últimas semanas (3 ó 4 habitualmente)
como la carga basal (la realizada durante la temporada, o anteriores)
para compararlas con la actual, la realizada en el microciclo o en un 3 17% 110%
periodo establecido (Coutts y Reaburn, 2008).
5 -15% 122%
Un ejemplo práctico podría ser: la carga media impuesta (km 'J .
recorridos) al equipo (o a un determinado jugador) en la semana 1\ 2ª' l .
3ª y 4ª ha sido de 20, 18, 19 y 17 km, por lo que el valor medio de esas 7 26% 127%
cuatro semanas previas es de 18,5 km. Se entiende por ratio de carga
aguda:crónica el cociente entre la carga actual y la media de las últimas 9 -57% 65%
semanas. Si en la semana 5ª la carga impuesta excede ese valor (> 18.5
km) obtendremos un cociente superior a la unidad, mientras que si el
2.5. Valores de RPE poro un microciclo determinado que se ho comparado con /a medio
valor es más bajo de 18,5 km este será inferior a la unidad. Este ratio los cuatro microciclos anteriores. % individuo/ se corresponde con /a comparación reo/izado
parece que es una variable a considerar por parte del cuerpo técnico por con lo líneo base del jugador y % equipo se corresponde con /a comparativo reo/izado respecto
ser predictor de futuras lesiones (Hulin et al., 2015), con ratios de lesión a /a medio reo/izado por el equipo.
especialmente altos cuando la carga aguda excede con creces la carga
crónica (ratios superiores a 1,5).
Pero no se trata solo de valorar si existe un incremento en la carga Tal Y como se recoge en la Tabla 2.5, cada jugador declara una carga
demandada a los jugadores, autores como Ehrmann y colaboradores de entrenamiento particular que difiere en cierto porcentaje(% Cambio)
(2016) apuntan al hecho de que descensos de aproximadamente un 15 respecto a la media de los últimos cuatro microciclos. La fórmula sería:
%en las aceleraciones podrían estar relacionadas con el aumento enel1~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
riesgo de lesión. Es decir, descensos no esperados en ciertas variables (microciclo actual-(media 4 últimos microciclos))!(media 4 últimos microciclos)
podrían ser la alerta de posible fatiga o malestar/molestias en los ·' . De esta forma podemos valorar el % de cambio soportado por el
jugadores y por tanto, antesala de escenarios de lesión. Jugador. Como puede comprobarse algunos jugadores tienen valores
Además, con esta información se puede ir valorando cómo progresar negativos (han tenido una carga de entrenamiento menor en este
la carga entre semanas o si se ha realizado adecuadamente el tapering microciclo) y otros positivos (los que han percibido que han entrenado
prescrito (o descenso de la carga de entrenamiento) en determinados más respecto a semanas anteriores). Valores por encima del 20-30%
o por debajo de -20-30% (Gabbett, 2016) pueden servir de alerta para
momentos de la temporada. Esta comparación puede hacerse utilizando
valorar presencia de sobrecargas o falta de estímulo, respectivamente.
cualquiera de las variables que hayamos decidido utilizar para valorar :
La segunda columna (% individual) es un valor más estable, informa
la carga de entrenamiento, desde el RPE (ejemplo que figura en la Tabla '
sobre la comparativa del jugador respecto a su línea de base o media que
2.5) hasta las que tienen que ver con variables relacionadas con la
acumula durante la temporada. Valores por encima del 100% indican
frecuencia cardiaca, la distancia recorrida (incluso en distintos rangos
que el jugador va aumentando la carga de entrenamiento lo contrario si
de velocidad) o las aceleraciones y desaceleraciones. , . '
estan por debajo del 100%. Finalmente el% equipo se corresponde con

f
Ei arte de plan1 ca en h tbol
---·- --· --
la comparativa entre la actividad realizada por el jugador respecto a la
---
-
Evaluació r, .s.o,c0,c;:; de los ju~f:,05 reduc..dos Julen Castellano y David Casamíchana

fórmulas, indicadores de intensidad o de carga, y dentro de ellos cuáles;


media realizada por el equipo. Aquí podemos detectar las diferencias de b) decidir,si en lugar de escoger 4 semanas para calcular la fatiga crónica,
los jugadores entre sí. Los valores recogidos en la Tabla 2.5 para el RPE esta podría ser la calculada en 2, 3 o 5 semanas, o si estas deberían variar
pueden aplicarse para cualquiera de las variables que se consideren a lo largo de la temporada ( 4 semanas al inicio de temporada, 3 en el medio
oportunas de hacer seguimiento como por ejemplo tiempo >90%HR, y 2 al final de la misma); e) si la fatiga aguda en lugar de ser valorada
D>21 Km -h-1, etc. (ver epígrafe 2.4.3). considerando la carga de la semana pueda ser utilizada otra unidad, por
ejemplo, desde un día hasta 7 días, u otras opciones; d) cómo individualizar
En esta línea, Hulin, et al., (2015) proponen como predictor de lesión los ratios de carga aguda:crónica, y su variabilidad a lo largo de una
el ratio carga aguda:crónica. En este caso, aplicado enjugadores de rugby temporada, para cada jugador; e) ver la forma de incluir en este tipo de
tomaron la distancia total recorrida o DT para hacer el cociente entre la valoraciones elementos del entrenamiento realizado fuera de la mirada
carga aguda (DT en semana 'actual') y la carga crónica (DT media en las de los sistemas de trackeo, p.e. trabajos de gimnasio, estiramientos,
4 últimas semanas). Se encontraron ratios altos de carga aguda:crónica prevención Y, por supuesto, el entrenamiento invisible como la nutrición,
asociados a riesgos de lesión más elevados. Las cargas crónicas altas procesos de recuperación, estilos de vida etc. o sobre todo; f) disponer de
combinadas con ratios moderados parecen tener cierto efecto protector métrica que en lugar de conocer el riesgo de lesión a partir del estudio
contra el riesgo de lesión, lo cual podría confirmar la idea de que 'estar en retrospectivo de la carga aguda realizada durante el presente microciclo,
forma' reduce el riesgo de lesión, mientras que la falta de forma o sobre- pueda ser gestionado para disponer de la información con antelación o
entrenamiento (a ambos lados de la campana de Gaus) aumentan estas durante las sesiones para evitar los escenarios no deseados de riesgo
probabilidades. La Figura 2.11 que se presenta a continuación recoge lesional. Todo un camino por recorrer, [realmente interesante!
esta posibilidad de relacionar el ratio de carga utilizando el sistema de Finalmente, con relación al afinamiento (tapering), cabe decir que un
rolling. factor clave a considerar es reducir el volumen de entrenamiento aunque
no en la misma proporción el número de sesiones (Mujika y Padilla,
Ratio carga aguda: crónica
2000b). Respecto al volumen de entrenamiento este puede ser reducido de
.,, 800 un 60 a un 90 %, siempre y cuando se mantenga la intensidad del entreno .
"' --=~-=---------::.,,.-, , ,::C'------___;:"""""= _
­~ 600
:¡;
La reducción del número de sesiones tendría que ser más moderada, no
~ 400 más del 20 al 30 %, aunque podría llegar hasta un 50 % en los individuos
GJ
"C
~ 200 bien entrenados. Debemos ser cautelosos con los valores propuestos para
'2
::::)
o
los deportes individuales. Ya han comenzado a publicarse estudios con
1 2 4 5 6 7 8 9 10 una implementación directa del tapering en el fútbol profesional (Fessi,
- media 4 semanas -semana actual Zarrouk, Di Salvo, Filetti, Barker y Moalla, 2016). Aunque todavía
requiere de un mayor número de aportaciones científicas al respecto,
en el estudio citado, un descenso del 25 % de la carga de entrenamiento
Figura 2.11. Sistema rolling para hacer el seguimiento de la relación entre la carga actual
semanal, sin detrimento de la intensidad de entrenamiento medida con
(semanal) y la crónica (media de las últimas 4 semanas).
RPE, trajo consigo un aumento del 15 % en la distancia recorrida a alta
intensidad en el partido de liga de ese mismo microciclo. Una vía muy
interesante por explorar.
Sin embargo queda todavía un largo camino por recorrer para ir
afinando en este tipo de métricas y, por tanto, la probabilidad de acertar
en la predicción de estados de riesgo lesional. Estos aspectos que siguen
inconclusos y convendría ir resolviendo tienen que ver con, por ejemplo: a)

• •
saber cuál de las variables o indicadores son los que hay que incluir en las
w"'1w f1 rt,oldel í br o com w1,,11 .f u tbo l de Ltbr ox om
2.4.5. INTEGRANDO CARGA INTERNA Y EXTERNA variables: estado del terreno de juego, hora del día,
isponibilidad de balones, minimización en la medida de lo posible de
::las pérdias de tiempo por balones que salen fuera o faltas cometidas
Cuando las variables internas y externas se integran, es decir, cuando (reanudando el juego lo antes posible después de cada interrupción),
se incluyen en la misma fórmula (p.e. ratios, indicadores o variables de te. El resultado de comparar ambas sesiones y su interpretación fue la
carga externa divididas por indicadores o variables de carga interna, siguiente: en la parte izquierda de la Figura 2.12 se puede apreciar como
o viceversa) generan indicadores integrados (Akubat et al., 2014). La el equipo tuvo un ritmo de juego (m 'min") algo superior en una sesión
propuesta de integrar indicadores de ambas dimensiones (interna Y (la nº 170) que la realizada nueve semanas antes (sesión nº 117), aunque
externa) podría aportar información sobre varios escenarios, entre otros: de manera significativa. Sin embargo (parte derecha de la Figura
1) conocer el estado de forma de los jugadores o equipo; 2) poder ~alorar 12), a los jugadores les supuso una demanda cardiovascular menor
sobre la fatiga aguda, o; 3) comparar la eficiencia entre demarcac10nes, a (indicador Edward*min-1), aspecto que podría ser interpretado como un
partir de las cuales proponer intervenciones ajustadas a las necesidades aumento de eficiencia del organismo ('correr más y gastar menos'). Aun
,, uv siendo estadísticamente significativa la actividad desarrollada (ritmo
físicas y fisiológicas de cada una de ellas. , .

m ·min-1) fue mayor en la sesión 170ª respecto a la 117\ la segunda


Respecto a valorar el estado de forma del equipo (jugadores) tendría sesión (nº 170) supuso un menor esfuerzo para los jugadores, es decir,
que ver con que podríamos saber si el equipo está mejorando su pue_sta a parece que existió una adaptación al entrenamiento de resistencia,
punto sin recurrir a test complementarios. Tareas de entreno que sirven aumentando la eficiencia del deportista en el juego.
para valorar el rendimiento físico del equipo, ¡realmente interesante!,
Para la valoración de la posible existencia de fatiga aguda también
pero ... ¿cómo lo hacemos?
podríamos utilizar el indicador de eficiencia. Similar a lo expuesto en el
La hipótesis de mayor eficiencia a medida que se aumentan los niveles ejemplo anterior sobre el estado deforma ( efecto crónico del entrenamiento),
de resistencia del sujeto ha sido ampliamente estudiada en condiciones podrá ocurrir que los jugadores empeoren sus ratios carga externa/carga
de laboratorio y en pruebas estandarizadas de campo como el Test Yo-Yo interna, debido, sobre todo, a la deplección de depósitos que abastecen
de Recuperación Intermitente nivel 1, donde los sujetos más adaptados a los procesos energéticos, incremento de demanda cardiovascular y
recorren una determinada distancia con un impacto fisiológico menor probablemente disminución de la actividad física observable (menor
(Bangsbo, Iaia y Kustrup, 2008; Boullosa et al., 2013). Esta idea aplicada ritmo de juego) o menos observable, como el número e intensidad de
en el entrenamiento del fútbol, a partir de JR fundamentalmente, abre aceleraciones y desaceleraciones, por el empeoramiento producido en
las puertas a una nueva posibilidad de hacer un seguimiento de los el sistema neuromuscular. Sin embargo, no debemos centrar el foco
jugadores a partir de valores particulares de eficiencia energética que de atención únicamente en este tipo de variables combinadas (cargas
permitirá prever descensos o provocar incrementos en el estado de forma externas versus internas), porque estados de fatiga o sobrecarga podrían
física de jugadores y equipos. quedar ocultos. Se sabe que un cuerpo con sobrecarga tiene limitada su
aportación del sistema cardiovascular (Aubry et al., 2015).
Pongamos un ejemplo para ilustar esta idea. Tenemos esta
comparativa de una misma tarea, un partido de 11:11 en un campo de
90*70 m realizada en dos sesiones de entrenamiento diferentes (datos I
sin publicar), separados nueve semanas entre si. En ambas sesiones se ·
repitió la misnia tarea con las mismas repeticiones y duraciones, _3*13
min con dos minutos de descanso entre repeticiones. Ambas ssiones
'
se desarrollaron en condiciones lo más similares posibles respecto
www.furboldelibro r0m www futboldelibro.com
El 1 te de ptaruficar e, t, 00

-
Evaluac cid

posibilidad de un mejor o peor aprovechamiento de los sistemas activados


140.0 en la producción de movimiento. Es decir, distancias recorridas con un
menor o mayor coste energético.
130,0
Mayor investigación al respecto es necesaria para afinar este tipo de
propuestas que quieren aplicarse a contenidos habituales en el ámbito
e
°E''°·º e del entrenamiento en fútbol como son los JR.
• ·¡¡
'"e ~
o
3

f
~ 110.0
w

100,0

~o.o

117 1i0

entreno entreno

Figura 2.12. Valores medios de distancia recorrida e indicador Edwards por minuto, ambos en
tres repeticiones de 1 3 min de un 11: 11 en un campo de 90*70m realizadas en dos sesiones
diferentes (117° y 170ª).

Por último, con relación a la comparativa entre demarcaciones,


la información extraída de la interpretación de la eficiencia deja una
línea interesante de aplicación. Así por ejemplo, Suárez-Arronez et al.
(2014) utilizaron este tipo de indicadores, denominado effindex, cuando
analizaron los primeros tiempos de partidos en jugadores profesionales.
Relacionaron una variable de velocidad de desplazamiento (o ritmo),
como son los metros recorridos por minuto, con el estres cardiovascular
(valor de la frecuencia cardiaca media de la parte del partido disputado,
diseñando la siguiente fórmula: m ·min-1/%FC med.ia • Los autores
encontraron diferencias entre demarcaciones en el indicador de eficiencia.
La interpretación de los resultados en este tipo de investigaciones
podría explicarse de dos maneras diferentes: primeramente, porque los
jugadores (demarcaciones) tienen una demanda diferente respecto a
los tipos de esfuerzo, lo cual haría al jugador echar 'pie' de diferentes
sistemas energéticos; por otro lado, podría estar indicando también la

• www.futboldelibro.com w~ futb1ldelib10.com


-3.
lnteí' e

INTERVENCIÓN A PARTIR DE
JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS

3.1. LOS JUEGOS REDUCIDOS (JR)

Los JR son duelos colectivos (Parlebas, 2001) fácilmente moldeables


para programar tareas con las que desarrollar el modelo de juego,
facilitando el aprendizaje o estabilidad de comportamientos individuales
y colectivos de las diferentes fases y momentos en que puede dividirse
la acción de juego en fútbol. Los duelos colectivos son situaciones de
colaboración-oposición (de inter-motricidad, por tanto), desarrollados
en un espacio común y con participación simultánea (Parlebas, 2001).
Habitualmente los JR se presentan de manera facilitada, es decir, con
dimensiones reducidas y pocos jugadores (Hill-Haas et al., 2011) a lo que
se puede incorporar la modificación de alguna norma (nº de contactos
permitidos, tipo de marcaje, número y dimensión de las porterías,
etc.). Tal y como comentamos antes de iniciar el libro, el término JR
englobará todo este tipo de tareas donde dos equipos se enfrentan,
independientemente del número de jugadores, dimensiones del terreno
de juego y de otras reglas implicadas, siempre y cuando guarden los
rasgos básicos del fútbol.

En la actualidad los cuerpos técnicos utilizan este tipo de contenidos


jugados en la práctica diaria (Ford, Yates, y Williams, 2010), con el
fin de desarrollar las habilidades específicas técnico-tácticas (Jones y
Drust, 2007), la condición física (Hill-Haas et al., 2009b) y/o con objetivos
tácticos, estratégicos o psicológicos de forma concurrente (Flanagan y
Merrick, 2002; Gabbett y Mulvey, 2008).

ww~ futboldelibro.com
3.2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS JR Por este motivo se debe estar en alerta cuando el concepto de
pecificidad es incorporado en el proceso de entrenamiento. Para
uestra un botón: una actividad realizada por un único jugador
Intervendremos con eficiencia si comprobamos que los efectos ctividad psicomotriz, sin compañeros ni adversarios), en un contexto
deseados, esperados y obtenidos (Parlebas, 2001) por el entrenador, de la uy alejado al de competición (en el gimnasio, por ejemplo), movilizando
tarea y en los jugadores coinciden, haciendo que el equipo maximice el esos a determinadas velocidades, por muy similar que sea el
rendimiento. Es decir, sean específicos y satisfagan las necesidades del ovimiento y el tipo de contracción al gesto deportivo competitivo, pero
equipo. que poco tiene que ver con las condiciones estructurales y funcionales
Hel fútbol, no podrá considerarse como una situación de entrenamiento
Precisamente, la especificidad es uno los principios de la Teoría ~specífico, ya que diferentes dimensiones no presentan similitud con la
del Entrenamiento que establece entre sus axiomas la necesidad de ~ctividad competitiva del deportista. Una tarea técnica realizada por
desarrollarse bajo condiciones lo más similares posibles a la actividad varios jugadores o un grupo de ellos, se aproximará a una especificidad
deportiva en la que se participe, lo cual provocará efectos biológicos y :parcial, debido a que recoge solo parcialmente la complejidad del
adaptaciones orgánicas específicas (García-Manso et al., 1996). Es decir, juego. En cualquier caso, no debe considerarse la especificidad como
a nivel individual (perspectiva micro) y atendiendo principalmente a un criterio dicotómico donde las tareas puedan únicamente calificarse
elementos fisiológicos y biornecánicos, este principio implica ejercitar .J como específicas o no específicas. El enfoque es gradual, es decir, un
de manera muy específica la expresión de los factores propios de una sJ continuo que permite ubicar a los jugadores en contextos de mayor o
determinada disciplina tales como el tipo de contracción muscular, 11 menor especificidad parcial o global.
ángulos, dinámicas de ejecución, metabolismos, etc. (Balsom et al., 1999; ,t
Bangsbo, 2003; Siffy Verhoshansky, 20_00), siendo cada v~z más valorado .·• . •.j.·
Hoy en día parece existir un consenso respecto a las grandes ventajas
para modelar las respuestas adaptativas al entrenamiento (Kraemer} que aportan los JR al entrenamiento en el fútbol (Halouani et al., 2014;
et al., 2002) y facilitar la transferencia efectiva al entorno competitivo t Hill-Haas et al., 2011). A pesar de esto, no debemos descuidarnos y pensar
(Williams et al., 2003). · que el uso exclusivo de JR en la práctica diaria vaya a ser suficiente, y
la literatura parece sugerirnos que es posible que se dejen sin atender
Pero la especificidad del entrenamiento no debe quedar reducida a la algunas de las facetas de la multidimensional demanda energética que el
metabólica o biomecánica, debe ser considerada desde una perspectiva fútbol impone al 'jugador'. Concretamente las relacionadas con acciones
holística y atender también a la especificidad cognitiva, afectiva o iil de alta intensidad de carrera (Casamichana y Castellano, 2010; Gabbett
relacional y, sin olvidar, que debe contextualizarse considerando la! y Mulvey, 2008), o todo lo contrario, que se sobreestimulen otras, como
experiencia y el nivel de entrenamiento del deportista (Gamble, 2006). )1 las aceleraciones (Castellano y Casamichana, 2013a). Lo veremos en el
Como señalaAranda (2011, adaptado) la especificidad del entrenamiento .:J apartado 3.4.
debe abarcar los siguientes niveles: 1) especificidad anatómica: cuando J
se ejercitan los paquetes musculares que ejecutan la acción en la I Considerando estos posibles 'defectos secundarios', no debemos caer
competición; 2) especificidad metabólica: cuando se utilizan los mismos J en la tentación de ir al polo opuesto, entrenar siempre bajo las mismas
sustratos energéticos y se estimulan las mismas vías metabólicas que l condiciones de la competición, ya que esto podría ser insuficiente para
son requeridas durante la competición; 3) especificidad neuromuscular: incidir en mejorar algunas facetas del juego o del jugador.
cuando se reproducen similares patrones de movimiento; 4) especificidad
táctica: cuando el jugador despliega su competencia sociomotriz en el
contexto donde información y acción conviven en un entorno competitivo.

futboldelibro.com futboldel bro com


Por lo tanto, en ocasiones podría ser interesante intensificar las consideradas como 'apropiadas' en el partido del domingo, donde parece
demandas o exigencias durante el entrenamiento para incrementar coherente una transición rápida después de robo si la situación espacio-
el rendimiento en competición (Reilly et al., 2009). Por este motivo es temporal es ventajosa. También la fase defensiva se ve condicionada por
necesario disponer de la máxima información sobre las demandas a las a regla de los 7 pases impuesta, ya que la norma parece no invitar o
que se somete a los jugadores durante el entrenamiento y/o la competición por lo menos no favorece la necesidad inmediata de defender la portería
y los efectos agudos y crónicos que generamos en ellos. Cuando se pierde el balón. En realidad parece que da más o menos igual
Perder el balón lejos que cerca de mi portería, tener más o menos gente
El componente técnico-táctico es el más beneficiado en las demandas Por detrás de la línea de balón, ya que se dispone de tiempo antes de
provocadas a los jugadores. En mayor o menor medida, dependiendo Í que el equipo ahora en posesión del balón pueda pensar en finalizar la
del formato de JR empleado (Silva et al., 2014a) los jugadores se ven l jugada. Hablaremos un poco más adelante sobre esto otra vez.
obligados
simultáneaa tomar decisiones
(Parlebas, motrices
2001) donde en el
luego cont:xto
deben de i~termotr~cidad
mtervemr, es decir, los .· •. · . r.1•.•
•.•.;.·.· ..· •·..·...

Por último, conocer y aplicar las variables que definen


jugadores pueden ser estimulados en situaciones próximas a las cuales¡¡!) comportamientos colectivos (Duarte et al., 2012), aun estando en una
se enfrentarán durante la competición (Owen et al., 2004), reproduciendo]{ primera fase descriptiva de investigación, puede depararnos información

;:e~:ª;e~¿'.,%~~~~tt~;;;;s ~:i;:;~!:t: ::i:~~~::c; ;~: ~!!~::~::~~


relevante para entrenar a fútbol. Las variables colectivas hacen visibles
1 1.1····
comportamientos grupales que permitirán comprender el complejo
tomar decisiones en condiciones de presión y fatiga (Gabbett y Mulvey, · · entramado de las interacciones. Intervenir sobre ellos permitirá mejorar
2008) para resolver la situación motriz en la incertidumbre social propia el rendimiento colectivo.
del juego.
Pongamos un ejemplo de un estudio realizado recientemente
Sin embargo, no toda forma jugada tiene la misma demanda en los I (Castellano, Silva, Usabiaga, y Barreira, 2016). La superficie que
jugadores y, por tanto, no debe considerarse igual. Cuando observamos Í. abarcan los equipos en interacción (para conocer la forma que tienen de
los comportamientos motrices afines a una demarcación, podemos it desplegarse) o la distancia entre el centro medio de ambos equipos (que
comprobar que algunos formatos de JR pueden estar provocando en los li podría dar información sobre el grado de penetración entre ellos) fueron
jugadores comportamientos alejados de lo que luego se les pide en la f algunas de las variables colectivas que se evaluaron para ver cómo
competición, aunque esto dependerá del modelo de juego del equipo y las l se veían afectadas cuando se modificaron ciertas reglas en un mismo
intenciones estratégicas del entrenador. f formato de JR (Tabla 3.1).

Tomemos un ejemplo sencillo. Tarea de juego reducido de 7 contra 7 1 JR Descripción SJE DC


en un espacio de 60 x 40 m (largo x ancho), con porterías reglamentarias.~
JRpp 4 porterías pequeñas 196,1 ±68,1 5,9 ±3,2
y porteros. La regla introducida por el cuerpo técnico para favorecer la li
JR7 2 porterías de F7 188,0 ±50,8 4,5 ±2,1
conservación y mantenimiento de la posesión de balón es que se deben .1
realizar un mínimo de siete pases antes de poder hacer gol en la portería I JR7C 2 comodines por fuera 191,6 ±52,6 5,5 ±2,8
contraria. Sin embargo, una de las limitaciones de esta tarea respecto a J Tabla 3.1. Superficie de juego efectivo (SJE) en m2 y distancia entre centroides (OC) en m en
las demandas del partido atiende a los momentos de transición, de ataque ! tres formatos de JR: con porterías pequeñas (JRpp), con porterías de fútbol de 7 (JR7) y con
a defensa y especialmente de defensa a ataque, ya que los jugadores, : comodines (JR7C). Todos los JR fueron situaciones de 5:5, en un espacio de 40*25 m, durante
aun robando eh una situación espacio-temporal adecuada para finalizar I 6 min.
no van a poder realizarlo (por la regla impuesta de los 7 pases) por lo l


que las conductas emergidas en la tarea podrían no coincidir con las I
de li brov com f tboldelibro.com
. ·-n ~·.,·,u~,~"'''"w V~w ,.-,w,· .. oc,_.,
.. -,,_., ~u~«••••s•,,,,.._'°_._,,,,
V
-.,~, - ,,-.~" ..."~'''< >~"••~u·s ,ü.~·:-c ,_.,.,·,·,·-.-..-,,~s>~.--"'-'"
0

Estamos seguros que el lector se habrá dado cuenta enseguida areas, se puede optar por hacer cambios drásticos en la lógica interna
la necesidad de que cada equipo, dependiendo de su modelo de juego del fútbol, quitando adversarios o incluso compañeros, hasta convertirla
(Hewitt, Greenham, y Norton, 2016), particularice el tipo de tareas a n una actividad colaborativa o incluso psicomotriz, donde un deportista
prescribir a sus jugadores, para incidir especialmente en la cualidad actúe en solitario. La elección queda nuevamente en manos del cuerpo
que deben tener aquellas variables colectivas que más le aproximen al.· técnico; pero siendo conscientes de que a medida que el cambio es más
rendimiento en competición. adical, más alejados situaríamos de la actividad a los jugadores donde
deben intervenir y, por tanto, más lejos de las demandas que en
Por todo lo comentado hasta ahora surge la necesidad de dedicar
competición se les van a exigir. Estaremos quitando información del
mucho esfuerzo al diseño de las tareas de entrenamiento que el equipo
que luego necesitarán para tomar decisiones en el juego.
desarrollará en la sesión y que deberá atender los conceptos que se
quieran transmitir respecto a la filosofía de juego, a los principios y Nuestra propuesta en el cambio no llega al extremo de salirnos
sub-principios del modelo de juego y a los comportamientos táctico- dominio de la acción motriz (Parlebas, 2001) donde está situado el
estratégicos que individualmente, inter-individualmente, por líneas que no es otro que en el ámbito de la intermotricidad simultánea
(intra e inter) deban conocerse y aplicarse en sincronización. Después de mencionado con anterioridad. Es decir, se deben respetar los rasgos
un diseño minucioso, será necesaria una prolongada y sistemática puesta de base que permitan crear formas jugadas de fútbol aplicables a la
en práctica sobre el terreno de juego para lograr los comportamientos ., . . ,,. . . . zació . . . del rendimiento del equipo a partir de la modificación o
colectivos deseados. A este apartado atienden (o deberían atender) los incorporación de ciertas reglas tal y como se ha sugerido previamente
entrenadores cuando diseñan los entrenamientos colectivos. A pesar (Castellano, 2005). Los cuatro elementos de la lógica interna que se
emplean para la modificación de la Lógica Interna (Parlebas, 2001)
del interés creciente que presentan estas variables ecofísicas grupales
espacio, tiempo, relación con el móvil y relación con los demás o
o colectivas, no serán tratadas en este libro sobre el entrenamiento en
fútbol a partir de JR. 1 interacción. Las opciones para cambiar son múltiples (Castellano, 2005)
aunque en este apartado solo vamos a tratar, y de manera breve, el espacio
y la interacción. Para ampliar información sobre los efectos agudos y
crónicos que supone la modificación de variables se puede consultar el
1
3.3. CÓMO INTERVENIR CON JR ¡ libro Los juegos reducidos en el entrenamiento del fútbol (Casamichana,
1
¡
San Román, Calleja y Castellano, 2015).

El fútbol 'limita' la puesta en juego de la motricidad de los jugadores,


ya que los protagonistas deben ajustarse a las reglas que ordenan el juego. 3.3.1. MODIFICACIONES EN EL ESPACIO
Juego y jugador configuran la lógica interna del fútbol, diferenciadora
respecto a otros deportes a nivel temporal, espacial, motor (con relación
al uso del balón) y con relación a los participantes. Lejos de la certeza, En el entrenamiento el espacio de juego es uno de los elementos
su entorno socio-motriz sitúa irrevocablemente a los jugadores en un estructurales más proclive a 'sufrir' alteraciones (Aguiar et al., 2012),
contexto de incertidumbre social, en el que deben resolver la tarea de aunque no siempre se hagan de manera consciente o intencionada.
superar al oponente. Modificaciones que tienen que ver con las dimensiones, la forma o figura
geométrica, la presencia de subdivisiones o sub-espacios dentro del
En este sentido, los rasgos de la lógica interna del fútbol deben terreno o cambios en el número, tipo, forma, dimensiones y ubicación de
guiar el tipo de tareas que se proponga a los jugadores, estableciéndose los objetivos de marca (Castellano, 2005).
una progresión en sencillez y no en simplicidad. Para la confección de
www.futboldelibro.com www futboldel1jro com
Los investigadores se han centrado fundamentalmente en el estudio El peso de la influencia de reducir el número de jugadores se incrementa
de los efectos que provocan en los jugadores las modificaciones de las cuando se combina con la modificación de variables como la orientación
dimensiones del espacio (Owen et al., 2004), y más recientemente su del espacio. De esta forma, en JR con pocos jugadores, apenas existen
orientación (Castellano et al., 2013b), mostrándose como aspectos diferencias en función de la orientación del espacio que se proponga
claves a la hora de diseñar este tipo de tareas. La manipulación de a los jugadores (Casamichana et al., 2012a; Castellano et al., 2013b),
esta variable puede afectar a la demanda física, fisiológica, perceptiva aunque el impacto sobre el sistema neuromuscular será mayor cuando
y motriz de los deportistas (Casamichana y Castellano, 2010) y, por se oriente.
tanto debe ser estratégicamente manipulada por el entrenador en
7. Existe una mayor variabilidad en la respuesta de los jugadores cuando
busc¡ de la coincidencia en los efectos deseados, esperados y obtenidos,
el juego está orientado con porteros (Casamichana et al., 2012a; Dellal
ya mencionados anteriormente. De manera resumida, los estudios sobre
et al., 2012c), motivado probablemente por la aparición de roles o
esta variable parecen coincidir en los siguientes efectos agudos:
funciones específicas dentro de la tarea por parte de los jugadores.

l. A mayores dimensiones del terreno de juego, mayor intensidad física


y fisiológica, aunque quizás una posible explicación pudiera tener que
ver con el tiempo de juego efectivo, maximizado debido a un menor MODIFICACIONES EN LA INTERACCIÓN
número de interrupciones reglamentarias en los espacios más grandes
(Casamichana y Castellano, 2010; Montoya-Porres et al., 2010).
Otra de las variables comúnmente alteradas para regular la
2. Sin embargo, las variaciones en las demandas fisiológicas podrían
.1..1.0,,u.u.u. de la tarea es el número de jugadores por equipo (Hill-Haas
no ser tan importantes como para provocar diferentes adaptaciones
al., 2011). Sin embargo, la influencia de esta variable, manteniendo
(Casamichana et al., 2011).
otras (como las dimensiones relativas a cada jugador,
3. Respecto a la respuesta conductual de los jugadores, los espacios n,,,.u,e,n ..... ,.., ....... presencia de porteros, con o sin limitación de toques, con o
reducidos parecen provocar una mayor frecuencia de acciones de control- sin asignación de marcaje, entre otros), ha sido investigada en escasos
regate y control-tiro, pero también de interceptaciones y despejes
trabajos (Castellano, Casamichana, y Dellal, 2013b; Hill-Haas et al.,
(Casamichana y Castellano, 2010; Clemente et al., 2014b; Hodgson et
2009b y 2010; Dellal et al., 2011c). Se observa, en general, que los JR
al., 2014; Kelly y Drust, 2009).
que albergan menor número de jugadores demandan una mayor FC,
4. Orientar o no el espacio también depara cambios en las demandas .¡ concentración de LA y PSE (Aguiar et al., 2013; Brandes et al., 2011),
físicas y fisiológicas (Castellano et al., 2013b; Koklü et al., 2014; Mallo I posiblemente debido al mayor nº de intervenciones con balón por cada
y Navarro, 2008; Sassi et al., 2004), si bien algún trabajo (Dellal et al., j jugador y situaciones contra adversario con balón (duelos), aspecto que
2008) no coincide con la m~yoría. Motivació~ (co~rer ~ás) u organización.:¡' provocará un aumento de las demandas internas.
(correr menos) están detras de esta pequena discordia. Probablemente :
los efectos interactivos del número de jugadores (8:8 en el trabajo l Por otro lado, mayores demandas de carrera a alta velocidad y
de Dellal et al, 2008) pueda estar afectando en las demandas de los I sprint podrían expresarse durante situaciones con mayor número de
jugadores. ¡ jugadores, justificado por las dimensiones absolutas del terreno, que son
5. Los juegos de mantenimiento parecen provocar una mayor distancia j mayores durante este tipo de tareas si se han mantenido constantes los
recorrida total, aunque con menor distancia recorrida a alta velocidad, l m2 por jugador (Hill-Haas et al., 2009b). Además, la modificación de esta
sprint y baja presencia de aceleraciones (Castellano et al., 2013b) quizás variable influye en mayor medida en la respuesta fisiológica del jugador
debido a que no se debe "superar" rivales para obtener éxito en este tipo Y menos en la física (Castellano et al., 2013b). Por último, otro aspecto
de prácticas, en el intento de llegar a una determinada zona. que podríamos destacar es que la variabilidad de las demandas físicas y

www futboldelibro.com ww~ futboldelibro.com


4. La presencia de comodines exteriores reduce el número de participaciones
fisiológicas se reduce cuanto menor es el número de jugadores por equipo,
siendo, por tanto, más estable la carga intra e inter-sesional impuesta
de cada jugador, al incrementarse el número de jugadores que participan
a los deportistas. Esto puede deberse a que cuantos más jugadores
en la tarea y, además, disminuye el porcentaje de error en los pases y,
participan mayor es la distribución de las funciones dentro del equipo
por tanto, se incrementa la duración de las posesiones de los equipos
(más roles), llegándose a un reparto del espacio absoluto (mayor cuanto
(se dan menos transiciones ataque-defensa o viceversa). Sin embargo se
más jugadores) y haciendo aparecer líneas y/o sistemas de juego (Dellal
mantienen las demandas físicas y fisiológicas.

et al., 2011c).
5. No está clara la demanda al jugador comodín interior. Mayor distancia
En este apartado, de manera específica también nos detendremos recorrida y misma FC. Debe considerarse que el comodín no participa
en matizar cómo afecta la inclusión de disimetrías entre los equipos en la disputa del balón.
(Clemente et al., 2014b; Hill-Haas et al., 2010; Mallo y Navarro, 2008;
Sampaio et al., 2014; Torres-Ronda et al., 2015), aspecto habitual en el MODIFICACIONESDE OTRAS VARIABLES
entrenamiento. Estas disimetrías, fija (porque un equipo juega siempre
en inferioridad o superioridad) o transitoria (por la presencia de comodín/
es que juega/n con los dos equipos en función de quien tenga la posesión Debido a que en el diseño de tareas siempre se parte de un número
del balón), deparan cambios considerables en las demandas físicas Y determinado de jugadores y un espacio específico, son estas las variables
fisiológicas que podrían resumirse en: prioritarias en las que vamos a centrar la atención en este libro. Sin
embargo, existen otras variables que el cuerpo técnico puede manipular
l. Mayor intensidad fisiológica en equipos en inferioridad numérica para favorecer que aparezcan las demandas deseadas. Similar a los
(disimetría fija) justificado por la motivación y/o esfuerzo necesario efectos generados cuando se modifican dimensiones del espacio y/o nº
a realizar en el enfrentamiento contra un número más elevado de de jugadores por equipo, otras reglas impuestas por el cuerpo técnico,
jugadores, debiendo organizarse mejor para atender a ayudas constantes inevitablemente van a provocar cambios sobre las demandas físicas
'
entre compañeros. fisiológicas y perceptivas de esfuerzo.

2. Cuando la disimetría es reducida (un solo jugador de diferencia) Lo cierto es que las opciones para proponer modificaciones son
la demanda física y fisiológica se incrementa. Además, el equipo infinitas (tantas como entrenadores y modelos de juego existan) y, por
en inferioridad tendrá mayor demanda física y fisiológica, aunque tanto, inabarcables desde el ámbito científico. Los estudios realizados
dependiendo del nivel de los jugadores, es probable que una mayor hasta ahora ofrecen algunos resultados interesantes, aunque solo
dificultad para resolver la tarea (equipo en inferioridad con gran podemos hablar de tendencias o probabilidades de qué ocurrirá, sabiendo
disimetría) podría reducir la exigencia física en jugadores menos que se dejan muchos interrogantes aún por responder. Variables como
la modificación del régimen de entrenamiento (Casamichana et al.,
expertos.
2013b; Hill-Haas et al., 2009a), diferente nivel competitivo de jugadores
3. La presencia de comodines interiores reduce la FC del grupo, (Dellal et al., 2011), diferente número de contactos permitidos al móvil
manteniendo las demandas físicas en valores similares, quizás debido a por posesión individual (Almeida et al., 2012; Dellal et al., 2011d), el
un menor intercambio de posesiones o a una reducción en el número de nº de repeticiones del JR realizadas (Dellal et al., 2011a y 2012b), la
forma de confeccionar los equipos (Koklü et al., 2011), tipo de marcaje
intervenciones al balón por jugador.
(Casamichana, San Román-Quintana, Castellano, y Calleja, 2015; Ngo

www.futboldelibro com www futboldelibro.com


et al., 2012) u otros tipos de orientación del espacio empleados para segunda interpretación de estas posibles 'deficiencias' quizás puedan
puntuar (Halouani, Chtourou, Dellal, Chaouachi, y Chamari, 2014), son.;
algunas de las alternativas elegidas p~r los investigado~e~. 1 ;\ser explotadas para precisamente provocar estos efectos en jugadores
determinados o momentos específicos de la temporada.
Un aspecto inconcluso en los estudios sobre esta temática, demandas l Ambos posicionamientos, ajustar los moduladores para evitar que
impuestas a los jugadores a partir de JR, es que se desconocen los efectos)~ afloren o potenciarlo para que se acrecienten, necesitan en cualquier
interactivos qu~ la ~?dificación simultánea de diferentes varia?les p~edeJ¡ caso un seguimiento y control de lo demandado en el jugador y los efectos
generar en los individuos (Castellano et al., 2013a). En la misma Iíneaj )producidos en él. En la figura que se muestra a continuación se recogen
en que es probable que la presencia de un menor número de jugadores los cinco efectos endémicos de los JR, que van desde cualidades con sub- o
puede hacer que la decisión de configurar la tarea con orientación o sin sobre- estimulación, pasando por un posible efecto techo, la variabilidad
orientación del espacio no tenga tanta repercusión en las demandas en la respuesta dada por los jugadores (intra e inter jugadores e inter
físicas y fisiológicas (Castellano et al., 2013b), otras variables combinadas sesiones), para acabar con efectos no deseados sobre el comportamiento
también podrían depararnos efectos diferentes a los esperados a cuando técnico-táctico-estratégico de jugadores y equipos, es decir, conductas
son estudiadas de manera aislada. que podrían alejarse de lo 'aconsejable' en dinámicas de los partidos que

i
valen tres puntos.
r--~="'-"""-'"'c "'"'

I
« ·-- .....

Sub-estimular
3.4. PROBABLES EFECTOSAL INTERVENIR.1 [Velocidades máximas o tiempo a Alta Intensidad]
CONJR
¡ Sobre-estim~lar .. . ..

No queremos detenernos en enumerar las variables extrañas]


(distorsionadoras) que pueden afectar en la consecución de las demandas j
l Ll ----·- -·-·--· -------"----- J
aceleraciones y desaceleraciones]
_,,

Efecto techo
> M~·---·--·· "-<W<--··--,

deseadas cuando se aplican ciertos condicionantes en las tareas de !¡ [jugadores de calidad, muy en forma]
= ,.

entrenamiento. Los resultados esperados en las tareas diseñadas solo!'¡


coincidirán con los que se han estimado en la literatura científica siempre· .
y cuando se repliquen los mismos condicionantes que se han respetado )
en los estudios publicados ( disponibilidad de balones, inclemencias ¡
meteorológicas similares, superficie del terreno de juego, aliento del I Comporta menta les
[alejados o contrarios a lo que pide el
entrenador, equilibrios entre equipos que disputan los JR, entre otros). j
De ahí la necesidad de cuantificar la carga realizada para confirmar que I Figura 3.1. Probables efectos al intervenir con JR.
lo obtenido se corresponde con el efecto deseado a pesar de las posibles J
variables perturbadoras. 1
¡
La aceleración. Esta es una de las variables condicionales que
'No es oro todo lo que reluce'. Cuando intervenimos con JR hay Í sale beneficiada por la práctica de JR. Castellano y Casamichana
que estar en alerta sobre algunos efectos que pueden estar sucediendo j (2013a) en un trabajo donde compararon tareas de entrenamiento (con
y que podrían quedar enmascarados. Aunque la primera impresión l estructura de duelos colectivos) con partidos de competición mostraron
podría llevarnos a pensar que se tratan de efectos no deseados, una} una amplia desproporción en las demandas a este nivel. Posteriores
'
f d l oro. com i f de lí re e
trabajos (Castellano, Casamichana y Dellal, 2013b; Gaudino, Alberti y ~~.sultados no indican que todos los equipos dejen sin activar esta cualidad
Iaia 2014) han ratificado el hecho que a medida que las dimensiones lpondicional de manera insalvable. La idea que se recoge aquí es que hay
y el número de jugadores de la tarea se reducen, alejándose por tanto ~y.e estar sensibles a esta posibilidad, para que la propuesta del cuerpo
del Fútbol 11, la demanda de la dimensión aceleración y desaceleración Jécnico, independientemente de que esté a favor o en contra de que se
se ve incrementada especialmente (Figura 3.2). Estos mismos trabajos J~cluya como uno de los contenidos del entrenamiento, sea una decisión
apoyan también otra probabilidad: si los espacios en donde ubicamos a ponsciente y, en su caso, programada, para que surja en aquel momento
los jugadores para practicar la tarea no están orientados (partidos de ~fl microciclo donde es recomendable que aparezca y desfavorecer su
mantener la posesión) las demandas a este nivel se ven reducidas. En presencia en donde lo aconsejable es su ausencia. Esto se podría tener en
este sentido, parece que no necesitar superar líneas o adversarios para puenta también en casos particulares, jugadores que están ligeramente
llegar a la portería contraria (juegos de posesión) podría estar detrás de 'tocados' y no se quiere que puedan encontrarse con escenarios donde
$e impliquen esfuerzos en rangos altos de velocidad. Igualmente, en
este efecto.
ricrociclos posteriores a otras semanas donde las cargas de trabajo
4000,00
Sesión 60 •
11
>2.Sm(s2
2-0-2.5 m/s1
recomiendan abrir una 'ventana de seguridad' para reconducir la carga
~ JR
O
~ Partidos
O
1.5-2.0 m/s2
1.0-1.Sm/s2 de trabajo propuesta al equipo y reducir los niveles en la probabilidad
fo de lesión.
s:.
]_ 3000,00
Efecto techo es un aspecto que se ha sugerido en algunos casos en la
eo
s:
~o
.
:. 40

e
o literatura académica. Hoff et al., (2002) apuntaba al hecho que jugadores
.
Q. ~
.; 30 c___ .-_onlos valores más altos en el V02 max alcanzaban los valores más bajos en
-.
~ 2000,00
o... 1 la misma variable durante la práctica de JR, lo cual podría comprometer
.e o
.¡::o
el desarrollo de la resistencia aeróbica. Pero ocurre lo mismo con los
.
.:;
e
t; 1000,00
.<>

z
E
:,
jugadores más rápidos de los que los son menos (Méndez-Villanueva,
º 10
Buchheit, Simpson, Peltola, y Bourdon, 2011), el porcentaje respecto
del máximo solicitado será diferente para ambos tipos de jugadores.
0,00
O.o..6.91m,.ti 7.0-·12:9\.m~, 1\~.9 1\~f-9 >211-:mkt
SmallSlde,:I comes
Matcl-.es

Session
Friendly
Hill-Haas et al., (2011) sugiere lo mismo cuando compara los valores
Rangos de velocidad
b)
de distancia que alcanzaron los jugadores en un test de resistencia y
a)
el porcentaje respecto a la frecuencia cardiaca individual que supuso
Figura 3.2. Distancia recorrida por hora en diferentes zonas de velocidad (a) y número
aceleraciones en diferentes rangos de intensidad (b) en JR (sma/1 sided games) Y
la intervención a partir de JR. La relación es débil, positiva (r=0,26)
y significativa (p<0,05). Sin embargo la variabilidad que muestra la
amistosos (friendly matches).
figura con un rango de más de 15 % del valor medio entre dos jugadores
con los mismos resultados a nivel condicional, sugiere la necesidad de
Por el contrario, la velocidad pico o acumular tiempo o distancia de seguir aportando conocimiento de las relaciones entre estados de forma
Y demanda de los JR. El mismo efecto techo sugiere los resultados de la
desplazamiento en rangos altos de intensidad (>21 Km .h'), puede
quede descuidada cuando aplicamos JR en el proceso de intervención. intervención propuesta por Impellizzeri et al (2006), donde apenas se
encontraron mejoras en las variables condicionales analizadas entre la
Casamichana, Castellano y Castagna (2012c) en su trabajo
cuarta y la 12ª semana de intervención. Sin embargo el equipo mejoró
la existencia de estas diferencias en las demandas solicitadas a
desde la semana 1 ª a la 4ª. Más recientemente, el trabajo de Faude
jugadores en partidos amistosos con respecto a lo propuesto por
Steffen, Kellmann, y Meyer (2014) expresamente subrayan la necesidad
cuerpo técnico al mismo equipo durante la semana. Sin embargo,
www.fu boldelibro ~ww f tboldelibro.com
de considerar la existencia del efecto techo con más probabilidades qu presenta sea utilizado como una propuesta orientadora de tendencias
las ofrecidas por el azar; solo los jugadores que iniciaron la intervenció sobrelas demandas físicas y fisiológicas de los jugadores en las diferentes
con un menor nivel de condición física respondieron positivamente al tareas que se propongan.
tratamiento. ;1'·
fa Somos conscientes que esto es un problema para el preparador
Sin embargo,hemos detectado una 'puerta abierta' en el estu,41 fíkico (especialmente el educado bajo paradigmas lineales de modelos
de los efectos crónicos que merece la pena explorar: ninguna de lasf de rendimiento de los deportes de prestación), porque preferiría
intervenciones que se han descrito anteriormente incluyeron en su proceso? probablemente que la respuesta de los jugadores fuera más estable,
de intervención un incremento en la dosis demandada a los jugadores ~:1j gue el mismo 4:4 tuviese los mismos efectos en los jugadores, incluso en
partir de los JR. Se podría pensar que no se ha encontrado la prescripcióry lá sucesión de días. Pero la realidad del entrenamiento es otra. Si eres
de entrenamiento con JR que provoque efectos positivos también en losJ pesimista es una desventaja, sin embargo, puedes enfocarlo como una
jugadores con los niveles más altos de condición física. Aunque en lugar de·f oportunidad. Porque variabilidad se puede transformar en especificidad.
intentar buscar una respuesta a la pregunta de cómo mejoro la condición. •.·:.·t1.· Un entrenamiento para cada jugador, [nol, un estímulo diferente a cada
·.¡. .';

física de los mejores condicionalmente, quizás deberíamos cambiar la¡ jugador, [sí], además necesitan jugar juntos, una tarea que afine las
pregunta, ¿y si no necesitamos desarrollar más esta cualidad? Pudiera] demandas individuales en un contexto grupal similar al de competición.
ser que los mínimos que se necesitan para jugar al fútbol estuvieranl
cubiertos. El trabajo de Stevens y colegas (Stevens, De Ruiter, Beekt! En cualquier caso se podrían dar algunas recomendaciones
y Savelsbergh, 2015), que compararon los efectos agudos de un mismd para reducir la variabilidad ínter-jugadores. Bastaría con reducir la
formato de JR de 6:6 aplicado en diferentes poblaciones, podría ser un! especificidad de la tarea. Para este cometido a día de hoy existen tres
punto de partida por el que seguir investigando en este sentido. Conoce1·I alternativas que juntas o separadas potenciarán esta dinámica de
si el límite en las demandas lo impone el juego o depende del nivel del¡ difuminar la especificidad de demarcaciones y roles.
jugador (asumiendo la variabilidad endémica en la forma de juego) seríaj
La primera opción es disminuir el número de jugadores por equipo
interesante. Esto podría resolvernos la incertidumbre de conocer cuál.!
(Dellal et al., 2012). Esto provocará una mayor participación de cada
es el formato de juego que mejor se adapta al nivel competitivo de los;
jugador sobre el balón, es decir, el juego se convertirá en su totalidad en
jugadores. Juego y jugador, dos caras de la misma moneda. /I
una continua dinámica de centro de juego. Todos los jugadores están con
La respuesta dada por los jugadores en los formatos de JR es¡ opciones de poder intervenir prácticamente en cada instante.
variable (Dellal, Hill-Haas, Lago-Peñas, y Chamari, 2011), en la misma'
La segunda opción es reducir las dimensiones del terreno de juego.
línea que lo es la competición (Castellano y Blanco-Villaseñor, 2015),¡
Esto hará surgir los mismos efectos anteriormente comentados cuando
aspecto que por otra parte era de esperar. Este tipo de tareas, llevan!
nos referíamos a reducir el número de jugadores por equipo.
implícitas una variabilidad mayor que las propuestas cerradas donde ell
jugador no puede tomar decisiones sobre su motricidad, como sucede en: En tercer lugar, la orientación del espacio podría jugar un papel
carreras atléticas a ritmo marcado por emisión sonora, por ejemplo, Y. homogeneizador el despliegue físico y comportamental entre los
que se constata cuando se compara la respuesta de diferentes jugadores] jugadores. No orientar el espacio divide el juego en aquellos que pretenden
que participan en la misma tarea. Además, también presenta cierta mantener la posesión del balón de los que no. De esta forma creemos que
variabilidad cuando comparamos las demandas o el rendimiento de, los jugadores no se reparten funciones más ofensivas o defensivas en
un mismo jugador en dos repeticiones o sesiones diferentes (Los Arcos, el momento de posesión y en el momento de no posesión. Parece lógico
Martínez-Santos, et al., 2014). Por este motivo, subrayamos que lo que pensar, si no establecemos ningún otro requisito particular al respecto,

www.fu~hrld li~
0 ~ com www futboldelibro.com
que ningún jugador, cuando su equipo tiene la posesión del balón, estar
pendiente de marcar a un rival alejado del balón y, al mismo tiempo
3.5. INTERVENIR CON JR, ¿PARA QUÉ?
ningún jugador en el momento de necesidad de recuperar la posesión de
balón, estaría pensando en situarse abierto y alejado con la intención d
estar preparándose para la recuperación del balón por parte de algú En la Figura 3.3 se representa de manera gráfica los cuatro
compañero de su equipo. Probablemente, las tareas sin objetivos d bjetivos condicionales que deben orientar el entrenamiento condicional
marca estén más cerca del concepto de 'centro de juego', es decir, gra ?el futbolista (Verheijen, 2014). Representando la línea temporal de
parte de los jugadores de ambos equipos con opciones de participar co un partido de competición, desde el minuto 1 hasta el 90, en la parte
probabilidades similares. superior de la figura se describe como seria el perfil del rendimiento
ísico del jugador antes, en el inicio de su preparación o cuando está
Por último, los efectos comportamentales no deseados tiene que ve uera de su estado de forma óptimo. Se puede apreciar cómo se van
con aquellos comportamientos individuales o grupales que potencia y espaciando las acciones realizadas a máxima intensidad
determinados formatos de JR y que podría no ajustarse a lo 'habitual' u..,c ..u.u por la primera flecha con el 100 %), que van convirtiéndose

en el juego. Un ejemplo permitirá ilustrar este aspecto. Cuando en u menos intensas (un porcentaje menor) y, además, cada vez con un
JR se limita el número de contactos por posesión individual (dos toques espaciado entre las acciones. Por otro lado, en la parte inferior
máximos por posesión individual, por ejemplo). Bajo esta premisa, lo la figura viene representado el perfil del jugador después, es decir, la
jugadores se pueden encontrar en la paradoja de que a pesar de tener e condicional que se pretende conseguir en el jugador que está en
espacio libre hasta la portería deben de buscar un compañero o finaliza forma. Como puede apreciarse [1] comienza por mejorar la calidad de sus
con tiro a portería en una situación menos ventajosa que la que podrían ª'-''-,.LV.L.Lv.:> de máxima intensidad (representado con el valor de 101%), [2]

conseguir de no existir dicha limitación. A veces esta limitación provoc aparecen muchas más flechas realizadas al 100 % de intensidad, [3] sin
que jugadores en una situación ventajosa para crear peligro en la porterí distanciamiento entre dichas acciones, y [ 4] manteniendo la cadencia a
rival, a través de la superación directa de un rival que no tiene ayuda lo largo de todo el partido. Esto significa que existe una alta capacidad de
defensivas, no puedan afrontar dicha conducta (quizás clave el doming recuperar entre acciones de alta intensidad. Los objetivos condicionales
para ganar el partido). a desarrollar en el jugador de fútbol atienden a desarrollar: 1) más
calidad, 2) mantener la calidad, 3) repetir calidad y 4) mantener repetir
En la línea de lo expuesto, se puede extrapolar a otro tipo de¡ calidad de las acciones.
comportamientos micro, meso o macro (individuales, grupales y de¡
equipo), como evitar conducciones, jugar por dentro cuando en la'.
dinámica de competición se pide jugar por fuera, línea defensiva que]
se ve obligada a iniciar la posesión del balón a pase de portero sin salir!
incluso del área grande, jugadores que necesitan posicionarse muy!
alejados de las zonas habituales en el sistema de juego o la necesidad¡
de realizar un tipo de juego combinativo inusual en el modelo de juego¡
construido en el seno del equipo. De aquí subrayamos la necesidad de¡
estar pendientes de los comportamientos que los jugadores deciden!
emplear para resolver la tarea que se les ha propuesto, para matizar,'
reorientar o, más drásticamente, cambiar la actividad.

www.futbodelibro.com .futbo delibro.com


1­I a te el
-
Interven
- -a. ir e egos ReauL dos· las piezas
- SJ--------....; _ Ju1en Castel! no y David Casamichana

aflorar la variabilidad de este tipo de formatos reducidos de 1: 1 y 2:2


_ Objetivos físicos a atender (A~e, Harley Y_ Bradley, 2014). Sin embargo, tampoco la competición
a1n,tes
100% 95% 90% 90%
exige al futbolista el 100 % de velocidad (Al Haddad et al., 2015) y,
por supuesto, de fuerza, por lo que el técnico debe elegir, en función de
85% 80% sus pretensiones, optar por desarrollar la capacidad del futbolista de
realizar_ acc~on~sde alta intensidad futbolística (con la fuerza y velocidad
necesaria u optima, Y no máxima) o por otro lado, alejar al deportista de su
contexto específico para obtener solicitaciones del 100% de la capacidad
a ~esarrollar. Ad~m~s cabe destacar que el deportista para conseguir el
primero de los objetivos de~e ~nfrentarse en situación de frescura (para
que ~x~rese maximo u óptimo potencial), mientras que para obtener
0su
el objetivo 2 debemos trabajar estas acciones de alta intensidad con un
cierto grado de fatiga previa. Por este motivo, al elegir uno u otro tipo de
101% 100% 100%
.~
100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
tareas~ debe ser consciente de la necesidad de incorporarlo al contexto

• • • * • • • • • • • •• • •
~ ~ ~ ~ ~ ~
• " ' ' ' ' ' '
del equipo, momento de la temporada, día de la semana situación en la
~ sesió1: o e~tado del terreno de juego, por poner solo algun~s variables que
1 deberían mcorporarse a la decisión del tipo de tarea a proponer.
r

1' 90'

Figura 3.3. Cuatro obieiivos físicos a desarrollar: 7) más calidad, 2) mantener la calidad, En e_l ~ntrenamiento de los dos siguientes objetivos (3º y 4º de la Figura
3) repetir calidad y 4) mantener repetir calidad (Verheiien, 20 7 4). La línea azul continua 3.3), facilitar la recuperación a corto y medio plazo, los JR por encima
representa la duración del partido, desde el minuto uno (7 ') hasta el pitido final (90'). La altura de tres contra tres (desde 3:3 hasta 10:10) pueden ser el instrumento
de las flechas negras representa la intensidad (explosividad) de la acción. óptimo para s~tisfacerlos. Pero como ya se ha comentado en el segundo
apart~do del hbro, los efectos de los JR desde los reducidos (3:3) hasta
los 1?-ªs largos (10:10) pueden matizarse, debido a que las dimensiones
Para desarrollar los dos primeros objetivos (1 º y 2º de la Figura a~ociadas a la resistencia, fuerza o velocidad son demandadas en
3.3), mejorar y mantener la calidad, los JR tienen que estar muy bien diferente proporción. Todo esto lleva a pensar sobre la necesidad de
diseñados para que realmente emerjan acciones de este tipo en la calidad/ programar todos los formatos de JR (los 16 que mencionaremos en la
cantidad necesarias. En estos casos puede ser aconsejable echar mano de Tabla 4.1), que como veremos serán agrupados por afinidad condicional
pocos jugadores y seguramente con pocas opciones de decisión por parte (8:8-10:10, 5:5-7:7, 3:3-4:4 y 1:1-2:2).
del jugador (1:1 o a lo sumo 2:2). Esto permitiría respetar los ratios de
trabajo:descanso pero perdiendo validez o proximidad al contexto real de
juego. El cuerpo técnico debe valorarlo, y adoptar la decisión en función de
los intereses contextuales del momento. La implicación de los jugadores,
como en el resto del entrenamiento, hará más fácil o tremendamente
complicado el logro de los objetivos: máxima intensidad-calidad de la
acción(-decisión). Probablemente tareas analíticas de velocidad máxima
(combinadas con fuerza explosiva) permitan hacer llegar al jugador a
su pico de velócidad, ya que las formas jugadas invitan a resolver la
tarea no siempre exigiendo al máximo las cualidades condicionales,


sino solicitándolas de manera óptima o adaptada al contexto. Esto hace
www.futboldelibro com www futboldelibro.com
periodización de los Juegos Reducidos. el puzle Julen Castellano y David Casamichana

4. PERIODIZACIÓN DE LOS JUEGOS


REDUCIDOS: EL PUZLE

4.1. INTRODUCCIÓN

En el ámbito del entrenamiento en fútbol es sabido que los JR son


diseñados con diferentes objetivos técnicos, tácticos, estratégicos y físico/
fisiológicos (Clemente et al., 2014b), con la ventaja de que en este tipo de
tareas todas estas dimensiones van entrelazadas, provocando en mayor o
en menor medida efectos en todas ellas de manera original, simultánea,
compensatoria e integrada.

Entrenar a partir de este tipo de tareas, los JR, permiten poner a


jugadores y equipos en un contexto muy similar a donde deberán rendir
el domingo en la competición. Básicamente, para competir en los deportes
colectivos, entre ellos el fútbol, hay que ser competente en el ámbito
socio-motriz (decodificar + actuar con y sin balón en la interacción del
juego), en un contexto estresante y prolongado en el tiempo (90 minutos),
es decir, haciendo que el aspecto condicional pueda ir adquiriendo 'peso'
a medida que avanza la competición.

Vamos a centrarnos en proponer algunas pautas para diseñar y


ordenar los JR en la sesión, en la semana y a lo largo de las semanas
(meso y macro-ciclos). Por este motivo vamos a considerar los JR como
las piezas de un puzle que cada cuerpo técnico debe configurar en su
diseño de planificación a corto, medio o largo plazo.

A partir del conocimiento de los efectos agudos que presentan los JR,
mucho más extendido que los estudios que abordan los efectos crónicos o
adaptativos (Dellal, Varliette, Owen, Chirico y Pialoux, 2011; Hill-Haas
et al., 2009a; Hoff et al., 2002; Impellizzeri et al., 2006; Kelly, Gregson,
Reilly y Drust, 2012; Jastrzebski et al., 2014; Los Arcos, Vázquez,
Martín, Lerga, Sánchez et al. 2015; Owen et al., 2012; Faude et al.,
2014; Radziminsk et al., 2013; Reilly y White, 2004), el preparador físico
junto con el cuerpo técnico puede empezar a responder a la necesidad
de ordenar los contenidos de entrenamiento, ubicar las tareas o JR de
www.futboldelibro.com •
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos:el puzle Julen Castellano y David Casamichana

una manera óptima para planificar la semana competitiva, microciclo contenidos de entrenamiento, respetando en la medida de lo posible el
en términos de periodización más tradicional o morfociclo en términos binomio estar 'en forma' (o adquirirla) y estar 'fresco', términos que a
de la Periodización Táctica (Tamarit, 2009). Los trabajos mencionados veces se mezclan pero que en realidad atienden a dos aspectos claramente
anteriormente que se han preocupado en conocer los efectos crónicos de diferenciados del estado del jugador. Actualmente (Hulin, Gabbett,
los JR, han seguido el siguiente patrón de intervención: Caputi, Lawson y Sampson, 2016) se está proponiendo la necesidad
de considerar tanto la carga aguda (o carga actual) como la crónica (la
Periodos de 4 a 8 semanas, donde la duración más habitual ha sido de carga media acumulada durante semanas previas) soportada (a la que
6 semanas. supuestamente están habituados) por los jugadores como consecuencia
Intervención con 2 sesiones semanales, o estrategia 2:1 (una semana de los entrenamientos y la competición, cargas íntimamente relacionados
con dos impactos o sesiones de intervención y la siguiente solo con uno, con estar fresco y estar en forma, respectivamente.
y así sucesivamente). Nadie duda de la necesidad de llegar 'fresco' al partido y de competir
Nº de jugadores por equipo, donde el formato más frecuentemente en un estado óptimo que permita tener garantías de éxito o, de por lo
utilizado ha sido de 4:4, con propuestas que abarcan un mayor espectro, menos, estar en condiciones de competir por ello. Están en juego tres
desde 3:3 hasta 7:7. puntos, y valen lo mismo desde el 1 de septiembre hasta el 30 de mayo;
aunque es cierto también que a medida que avanza la competición el 'peso'
Dimensiones: no figura o habitualmente entre los 100 y 150 m2 por
de los puntos parece incrementarse. Hace tiempo que los entrenadores
jugador, variable que no se ha utilizado frecuentemente para modular
dejaron de pensar en la necesidad de cargar de entrenamiento a los
la carga.
jugadores durante varias semanas con la intención de adquirir un pico
Duración de las repeticiones, en torno a los 4 minutos, con modificaciones de forma en la lejanía del tiempo o para un momento concreto del año,
en función del número de jugadores participantes principalmente. independiente al resto del año (a no ser que se trate de una competición
Número de repeticiones, con un rango de 3 a 6, donde lo más habitual de corta duración en un momento puntual, casos excepcionales). Cada
ha sido realizar 4 repeticiones. vez se va asumiendo con mayor rotundidad que las planificaciones o
periodizaciones derivadas de los deportes 'individuales' presentan una
Habitualmente no se han incrementado las demandas de los JR durante
dudosa aplicabilidad al ámbito de los deportes de equipo con un largo
el periodo que se ha propuesto en la intervención. Únicamente un caso
periodo de competición, y donde el rendimiento deportivo no depende
(Owen et al., 2012), se ha realizado aumentando el nº de repeticiones
fundamentalmente de lo "físico".
exclusivamente. En ningún caso se ha añadido otro tipo de modificación
en las variables que pudieran incrementar las demandas condicionales Estructuras temporales donde el deportista debe entrenarse con
de los jugadores, comovariar el número de jugadores, proponer diferentes cargas de volumen e intensidad muy superiores a la media anual (incluso
orientaciones del espacio, aumentar las dimensiones del espacio, u otras tres veces más) ponen en riesgo la frescura del jugador e incluso lo
reglas. acercan a la lesión deportiva. Además, estas altas cargas caracterizadas
en muchos casos con contenidos de baja especificidad, provocarán en
los deportistas estados de baja forma. Incluso podríamos pensar que
Desde hace algún tiempo, en el ámbito del fútbol profesional
desentrenamos al jugador. La propuesta parece justificarse previendo lo
se evidencia una clara tendencia a planificar los entrenamientos
que se conseguirá unos meses más tarde: el punto óptimo de forma, o que
considerando como unidad básica de organización la semana de
permitirá 'llenar' las reservas para toda la temporada. En este sentido,
competición, siendo una de las preocupaciones, para entrenadores y
Gabbett (2004) comparó tres pretemporadas con diferentes niveles de


preparadores tomar decisiones de cómo secuenciar adecuadamente
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos:el puzle Julen Castellano y David Casamichana

carga (estímulo) y los efectos conseguidos a través de dicho periodo en sus Tampoco es objetivo de este documento detallar los principios del
jugadores (efecto). La pretemporada que mayor nivel de carga presentó entrenamiento (algunos ya han ido apareciendo a lo largo del texto), pero
se caracterizó por las mejoras más reducidas en todas las capacidades los mencionaremos para tenerlos presentes porque afectan de manera
físicas estudiadas (aceleración, velocidad, salto y resistencia aeróbica) y directa a los aspectos de la periodización que vamos a desarrollar. Los
el ratio de lesiones más elevado (lesiones por mil horas de práctica). Esto principios de unidad funcional, especificidad, continuidad, progresión
supone una mezcla explosiva, más probabilidad de lesión y más tiempo paulatina del esfuerzo, sobrecarga, recuperación, individualización,
entrenando, no obteniéndose, además, mejoras en la condición física. transferencia o eficacia, entre otros, marcarán los matices a los que el
preparador físico o técnico deportivo deberá atender, porque mientras
No creemos que situar al deportista en estados de alta fatiga (aun que él se dedica, particularmente, a gestionar 25 cuerpos diferentes de
estando lejos de las competiciones más importantes, y como preparación una plantilla (los prepara para competir), el entrenador tiene/debería
de ellas) sea una decisión adecuada. Esta afirmación incluye a la tener focalizada su perspectiva en la unidad funcional como equipo.
pretemporada, ya que en estas condiciones (alta o extrema fatiga) el Ambos aspectos, desde lo más micro (el jugador) hasta lo más macro (el
jugador adoptará respuestas competitivas diferentes a las buscadas, equipo) son las dos caras de la misma moneda que hay que atender.
que influirán en el comportamiento grupal de sus cercanos y en el
comportamiento global del equipo. La falta de sincronización a causa de
la fatiga puede ser tomado como ejemplo (Folgado, Duarte, Fernandes y
4.2. FUNDAMENTOS DEL MODELO
Sampaio, 2014) de los efectos no visibles de trabajar en fatiga.

Además, se corre el riesgo de aumentar el riesgo de lesión, ya que Hecho este preámbulo, vamos a poner sobre la mesa una propuesta
incrementos de cargas por encima de 20 % situaría en una posición para responder a la pregunta sobre cómo encajar las piezas del puzle,
delicada el componente musculo-esquelético de los jugadores (Gabbett los JR en este caso, en la periodización del fútbol. Nuestra aportación
y Ullah, 2012). En cualquier caso "jugar cansados" no ayuda en la es limitada en alcance y atiende a la literatura científica a la que se ha
preparación de "jugar bien", quizás todo lo contrario. Sin embargo, esto tenido acceso hasta la fecha, además de la práctica vivenciada por los
no significa que el equipo no tenga que saber jugar fatigado. autores, en el estudio de los efectos agudos y crónicos provocados por los
JR.
Por otro lado, nadie se pone en forma de la 'noche a la mañana'.
Es necesario intervenir durante un periodo más o menos prolongado en Considerando las últimas tendencias de la periodización (Arjol,
la búsqueda del estado óptimo de forma. La particularidad del periodo 2012), no se puede obviar el enfoque estructurado de Seirul-lo debido
competitivo en fútbol, 10 meses (50-70 partidos en algunos casos), 'obliga' a su calado en el ámbito deportivo especialmente de los deportes
a optimizar y no a maximizar el estado de forma. El preparador físico colectivos, ya que atiende de manera prioritaria a la pieza clave del
sabe que no debe buscar picos de estado de forma del equipo sino más entrenamiento, el jugador, y que debe guiar la particularidad de cada
bien hacer que el equipo adquiera una buena 'plata-forma', cuanto más club, jugadores, equipo y temporada, haciéndola única, específica,
alta mejor, gestionando picos de estados de forma óptimos en los que personalizada y temporizada (Seirul-lo, 2009). Sin olvidar ésta vamos a
los jugadores van entrando por motivos, muchas veces, ajenos al propio centrarnos, desde una posición más amplia, incluyendo al equipo como
entrenamiento, como por ejemplo: racha de goles o paradas en penaltis, objeto de la periodización. Por este motivo, vamos a hacer referencia a la
victorias consecutivas del equipo, premios individuales conseguidos, Periodización Táctica o PT (Clemente et al., 2014a; Tamarit, 2009) y al
críticas positivas recibidas, situaciones afectivas potenciadoras, Modelo de Periodización propuesto por Verheijen (2014).
motivación, estimulación por logros a conseguir y, un largo etcétera, casi


tantos como jugadores hay.
• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

Han sido escogidas ambas debido a que la forma de abordar el lo posible, nuestro planteamiento. La Figura 4.1 recoge las diferentes
entrenamiento quizás se ajuste mejor a lo que se recoge en la Teoría alternativas en la distribución semanal de las cargas, habitual en la
del Entrenamiento de los deportes de equipo, alejándose del paradigma fotografía semanal de cualquier equipo (V erheij en, 2014). Tal y comofigura
simple o reduccionista de la clásica Teoría del Entrenamiento (García. en la imagen existen varias alternativas en función de la distancia entre
Manso, Navarro y Ruiz-Caballero, 1996). Sin embargo, somos conocedores partidos de competición. De dos a siete días para recuperar y entrenar
de otras alternativas, que quizás pueden ser adecuadas en determinados entre partidos oficiales, aunque con la intervención de las televisiones
contextos, aunque dudamos de su viabilidad. Así por ejemplo, a pesar de las opciones de semanas tipo posibles se han visto incrementadas.
que alguna vez se haya investigado sobre el entrenamiento por bloques
o ATR (Acumulación, Transformación y Realización), esta propuesta
genera ciertos interrogantes cuando se analizan las diferencias 'reales'
entre semanas de los diferentes bloques y el peso que específicos
contenidos condicionales de entrenamiento a lo largo de la semana
presentan (Mallo, 2012). Más cuando la implementación de este tipo de
periodización podría afectar al resultado de la competición (Mallo, 2011).
Pero sabiendo que la estructura semanal está condicionada por el sistema
de competición (con 1 ó 2 partidos semanales), asaltan los interrogantes,
sobre todo, cuando las fechas exactas de las competiciones no se disponen
desde el principio del campeonato. La pregunta que nos hacemos a este
respecto es ¿cuál es el 'peso' de dedicarle aproximadamente 30 min de
entrenamiento semanal a una cualidad o sub-cualidad específica, de
un total de 300-350 min totales de entrenamiento semanal? En efecto,
con el 10 % del total del entrenamiento, ¿se puede decir que cambia la
orientación (A, To R) semanal? El interrogante queda planteado para la
reflexión del lector.

Volviendo a los modelos de periodización (Tamarit, 2009; Verheijen,


2014) con los que comenzamos este apartado, cabe decir que no se trata
de hacer una descripción detallada de ambas propuestas, para eso está
la literatura al respeto que puede consultarse. Si bien la Periodización
Táctica atiende a la unidad semanal, otorgándole gran importancia a
la alternancia horizontal y a la regularidad o estabilidad vertical, la
propuesta de Verheijen (2014) aporta una alternativa para que esto
pueda progresar en el tiempo, siguiendo un incremento progresivo del
esfuerzo que propone uno de los principios del entrenamiento.

Sin embargo, para ubicar al lector que no haya tenido la oportunidad


de consultar dichas propuestas, apuntamos algunos aspectos que
consideramos claves para a partir de aquí abordar, en la medida de

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle
Ju len Castellano y David Casa micha na
.,,
ca·e u u La gestión de los días de recuperación y descanso queda con margen
.., o o
Q
8...... 8...... de maniobra. Así por ejemplo, la PT propone descansar el día después
1:::$
()"q
1:::$
()"q
de la competición (Figura 4.2) por la fatiga "mental" o "emocional"
-§i o o provocada por la competición. El morfociclo o perfil semanal propuesto
o
"' por la PT, establece también los días centrales de la semana para ubicar
~
~
3 (D (D
u
(D
las sesiones de 'adquisición'. En este sentido cabe destacar que aunque
:,,:
..,
¡:;·
~
e+ ~ in
(';) existen todavía reducidos trabajos donde se haya descrito de manera
....o¡:;·
(D (D I'.):)

u exhaustiva la forma de distribuir los esfuerzos de la semana en el fútbol,


1-t 1:::$ 1:::$ 1:::$
o o ......
w w
...... w
o
<o <: la incorporación de las nuevas tecnologías en el día a día de los equipos
"' o
f (1)
:::
facilitará dicha labor.
~
Q
¡¡¡· (D (D
u
(D Aunque no todos coinciden en la distribución semanal de las mismas:
::: tr:
Q
o ~
(D
~ (';) de más a menos (Impellizzeri et al., 2004); con dos picos, lunes y jueves
(D I'.):)
Q
(1)
1:::$
......
io
1:::$
w
......
1:::$
u: (Wrigley et al., 2012); con un pico destacado en la sesión central de la
Q <: . <: o semana (Jeong et al., 2011); o con valores elevados en los días centrales
~
o o
de la semana sin mostrar grandes diferencias entre sesiones (Malone et
"..,....
Q
e-3 al., 2015), todos coinciden en el perfil, sesiones de carga o adquisición en
Q

o:::: (D . . .. (D u
(D los días centrales de la semana.
(1) ~
1:::$
e+ ~ t»
(';)
(D
::: (D (D
1:::$ I'.):)
~ 1:::$ 1:::$
u: to
...... 1:::$
(1) w
...... . . .. <: t»
o
<: <: o
--
o o o o
3
Recuperación Adquisición Pre-
'N¡:;·.
o·::: u
(D (D
(1)
~ ~ w
(';)
(D
I'.):) ~
u
(1) 1:::$ 1-t
1:::$
"'~ w
......
Q
<:
o
ir:
o o
0-
Q
-¡;·
u
(D
in
o
I'.):)
1:::$
in
o
+ 1 día -5º día -4° día -3º día -2° día -1 º día
Figura 4.2. Ejemplo tipo de morfociclo patrón en la periodización táctica.

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: ei puzle Ju len Castellano y David Casamichana

A un nivel más de concreción, la PT plantea la orientación que cada una Así por ejemplo Clemente et al. (2014b), focalizando la atención
de las sesiones centrales debería atender, con la intención de preparar el en los días centrales de la semana, proponen que cuando la sesión
siguiente partido, empezando por la fuerza, para pasar por la resistencia está dedicada a la fuerza (alta tensión y baja duración en términos
y acabar en la velocidad (tensión, duración y velocidad, son los términos de la PT), todo apunta a la necesidad de diseñar JR con dimensiones
que dicho modelo utiliza). Esto es ya un paso importante, ya que desde el relativas (m2 por jugador participante) pequeñas para que exista un
punto de vista condicional, la visión tradicional del entrenamiento se ha aumento de la frecuencia de contacto sobre el balón y, por tanto, en
fundamentado habitualmente desde una perspectiva unidimensional, la densidad de participación con balón (y también sobre el adversario
es decir, las tareas se ubican en uno u otro extracto en función de un directo con balón), proliferando los cambios de dirección, contacto con los
criterio, habitualmente, en función del sistema energético predominante oponentes, aceleraciones y desaceleraciones. En la sesión siguiente, sin
en la misma, es decir, dentro de la dimensión resistencia. embargo, a tres días de la competición, con el objetivo de incrementar la
carga en la resistencia (baja tensión y alta duración), las dimensiones
Parece, por tanto, ampliarse la perspectiva. En periodos anteriores deben ampliarse haciendo que las duraciones de trabajo sean más
(y probablemente perdura en la actualidad) la preparación física estaba largas también. Finalmente, dos días previos a la competición, donde
orientada a diseñar tareas para "trabajar" la eficiencia aeróbica, la la velocidad es el objetivo de la sesión (alta velocidad, baja duración y
capacidad aeróbica, la potencia aeróbica o el metabolismo anaeróbico sin tensión máxima), dimensiones moderadas, pocos jugadores y bajo
(sistema anaeróbico láctico), es decir, orientado a una única dimensión. número de series y repeticiones parecen lo aconsejado.
El cambio, producto del aumento del conocimiento provocado por la
inclusión de tecnología en el deporte, ha permitido sin duda completar Es esta la razón por la que debemos diseñar el perfil semanal de las
este único axioma. demandas físicas tomando como referencia variables que representen
las dimensiones en las que se debe focalizar la atención. Nos referimos
A partir de ahora vamos a explicar cómo se pueden diseñar tareas a las dimensiones de fuerza, velocidad y resistencia. Las variables que
para mejorar/optimizar la potencia aeróbica, incidir con mayor nivel de se recogen en la Figura 4.3 podrían servir de ejemplo: la distancia total
exigencia en el sistema neuromuscular (aceleraciones/desaceleraciones recorrida, el porcentaje del tiempo de entrenamiento en diferentes rangos
y cambios de dirección) o potenciar la presencia de velocidades máximas de intensidad cardiaca, las aceleraciones (o convertido en indicador
o submáximas (aumentando la permanencia o distancia recorrida a esas global como el PL) o distancia recorrida por encima de los 21 Km .h'.
intensidades). Bajo esta perspectiva estamos triplicando los componentes Lo que se pretende poner sobre la mesa es la necesidad de registrar el
atendidos por la visión tradicional del entrenamiento, ya que fuerza y conjunto de tareas y sesiones semanales, si fuera posible tratando los
velocidad entran ahora a formar parte del sistema tridimensional de datos a partir de criterios relativos o individuales, para valorar en qué
planificación que más tarde abordaremos. medida las demandas condicionales van surgiendo en los días que se
desean que emerjan y en cuales deben evitarse.
Partiendo de esta idea de base, la necesidad ahora se centra en
conocer cómo debe ser la estructura (condicionantes) de los JR (su El siguiente paso es acumularlas en bloques de semanas y valorar
formato), para que coincidan los efectos deseados (considerando la Teoría su estabilidad o progresión, ya que los cambios (si son bruscos), como
del Entrenamiento) con los esperados de los JR, cuando se apliquen en la ya hemos comentado anteriormente, parecen estar relacionados con la
sesión, en los diferentes días a lo largo de la semana o en su distribución probabilidad de incrementar el riesgo de lesión (Colby et al., 2014).
en una estructura temporal a medio plazo. Cada vez van surgiendo
nuevas propuestas en este sentido, debido fundamentalmente a que el
conocimiento sobre las demandas físicas y fisiológicas de los diferentes
formatos de JR es cada vez más extenso en la literatura (Halouani et
al., 2014), por lo que los preparadores van teniendo la oportunidad de


precisar con mayor detalle y afinar el 'arte' de planificar e intervenir .

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Periodización de los Juegos Reducidos:el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

El punto de engranaje entre ambos modelos de periodización (Frade


DT FC (HR) y Verheijen) atiende a la dimensión temporal, es decir, la estrategia a
7000 adoptar en la planificación de la sucesión de semanas. Esto significa
6000 proponer una intervención en progresión, similar a lo propuesto por
100
5000 90
80 • >90%HR
Owen et al. (2012) en la que fueron incrementando de 5 a 11 el número
4000
3000
70
60
•>B0-9~ de repeticiones, con una duración de 3' cada una de ellas, de un JR
>70-So,¡
2000
50
40 •>GQ.7°'11i
con formato 3:3 con porteros, en el transcurso de las siete semanas de
1000
30
zo •>S0-6~ intervención.
o 10 <50%HR

D-5 D-4 D-3 D-2 D-1 D-5 D-4 D-3 D-Z D-1 Mientras que la PT atiende a un morfociclo patrón que se repite toda
la temporada (principio de estabilidad vertical; misma carga impuesta
a los deportistas a lo largo de las semanas), en la línea del modelo de
a
Verheijen (2014) se aporta la posibilidad de progresar en los contenidos
Player Load D>21Km/h a partir de cinco moduladores: intensidad de la tarea (implementada a
partir de número de jugadores que participan así como de las dimensiones
700
160
del campo), recuperación entre repeticiones, tiempo de trabajo en cada
600
140 1
repetición, número de repeticiones y número de series (Figura 4.4). Esta
500 120 -.- ----- podría ser la forma de representar los moduladores con más peso en la
400 confección de los JR.
100 T
300 80 -+-- -----<

60 -----l
200
40 Número Recuperación Intensidad de la tarea
100 20
Serie Repetición Repetición Serie Número de
o o --1--~~~~~.----"~'--;r------r~---, Dimensiones del espacio

I I
jugadores por jugador
D-5 D-5 D-4 D-3 D-2 D-1
e
Figura 4.3. Perfil semanal en las demandas de distancia total recorrida (a) y f 1 J J
porcenioie del tiempo en los rangos de intensidad <50, 50-60, 60-70, 70-80,
80-90 y >90% de la frecuencia cardiaca máxima individual (b), player load 2 (4 x 4'/2')/4' ­ 4 vs. 4 ­ 100 m2/jug.
(c) y distancia recorrida a más de 21 Km-h'. Estos valores han sido obtenidos
de un equipo profesional de 2ª División A (liga Adelante) durante 45 semanas, l
dónde únicamente se han contemplado las semanas con 7 días entre partidos. Duración de
la repetición

Figura 4.4. Prescripción típica de JR a partir de variables moduladoras.

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

Creemos que la combinación de ambos modelos puede permitir (es decir, JR), según la literatura consultada, ejercen una mayor
una complementariedad ideal para la periodización en un deporte con influencia en la demanda física, fisiológica y/o técnica-táctico-estratégica
las características del fútbol, donde, sin perder de vista cada partido de jugadores y equipos son:
del fin de semana por la importancia que tiene, se puede atender de
forma paulatina el incremento de la carga que soportan los jugadores, l. El número de jugadores por equipo.
mejorando su estado de forma, o en su defecto intentando que no decaiga.
2. La dimensión del espacio relativa a cada participante.

4.3. EL MODELO TRIDIMENSIONAL EN LA La decisión que tome el entrenador en cuanto al número de jugadores
PERIODIZACIÓN que distribuye en los equipos y las dimensiones relativas en las que los
sitúa no es banal. Los efectos esperados a nivel de la demanda energética
y también a nivel técnico-táctico y estratégico pueden llegar a ser muy
El calado de los JR (cortos, medios y amplios) en el proceso de diferentes e incluso no convergentes. Con esta sencilla elección, jugadores
entrenamiento queda constatado en que actualmente están aumentando en relación al espacio, se puede diseñar tareas esperando un cierto grado
los trabajos que comienzan a hacer revisiones de lo que se publica de incidencia en la capacidad de resistencia (considerando la frecuencia
sobre ellos (Aguiar et al., 2012; Canelas, 2013; Clemente et al., 2012; cardiaca de la tarea), fuerza (valorando la frecuencia de acciones de
Halouani, et al., 2014; Hill-Haas et al., 2011; Little, 2009). Con el aceleración/desaceleración y cambios de dirección) y velocidad (teniendo
compendio de información aportada sobre las demandas impuestas a los en cuenta la actividad realizada a sprint de los futbolistas).
jugadores durante la práctica de este tipo de tareas jugadas, empezamos
a estar en disposición de realizar una aproximación fundamentada A cada una de las variables se asignan cuatro niveles: tareas con
sobre su aplicación en la práctica diaria en cualquiera de los niveles dos o menos jugadores (<2), entre 3 y 4 (3-4), entre 5 y 7 (5-7) y entre
que se consideren: la sesión, la estructura temporal básica en el periodo 8 y 10 (>8) participantes por equipo (excluyendo en todos los casos a
competitivo como es la semana competitiva, o a más largo plazo cuando los porteros). Los cuatro niveles referentes a las dimensiones relativas
se secuencian semanas en periodos que forman una unidad en sí mismos del espacio por participante harán referencia a: tareas en un espacio
(habitualmente en bloques de entre 4 y 8 semanas). Como ahora se está inferior a 50 m2, entre 50 y 100 m2, entre 100 y 200 m2 y superior a 200
más cerca de conocer qué, cuánto, cómo, cuándo, dónde, por qué y para m2 por jugador (Tabla 4.1). La combinación de los cuatro niveles de cada
qué aplicar los JR, estamos en condiciones de poder asignar previamente uno de los criterios supone un total de 16 tipos de JR.
a cada tarea un valor "teórico" correspondiente con el impacto que va a
generar a nivel de las diferentes cualidades condicionales como: fuerza o
'tensión', resistencia o 'duración' y velocidad.
Para tal cometido, el de proponer tareas que incidan especialmente
en una de estas tres dimensiones, vamos a emplear únicamente dos
variables moduladoras como son el espacio y la interacción. Las dos
variables que modificadas en cualquier tarea de cooperación-oposición

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana

Nº de jugadores G) por equipo Espacio relativo por jugador m2\jug 1<2 3<4 5<7 8<10
<2 <50
<50
3-4 50-100
5-7 100-200 <100
8-10 >200
Combinación <200
<2j en <50 m <2j en <100 m <2j en <200 m <2j en >200 m >200
3-4j en <50 m 3-4j en <100 m 3-4j en <200 m 3-4j en >200 m
Tabla 4.2. Formatos de iuego que favorecen el trobaio de fuerza (negro), velocidad (azul),
5-7j en <50 m 5-7j en <100 m 5-7j en <200 m 5- 7j en >200 m frecuencia cardiaca (roio) y recuperatorio (verde).
8-lOj en <50 m 8-lOj en <100 m 8-lOj en <200 m 8-lOj en >200 m
Tabla 4. 1. Niveles para las dos variables que se utilizarán para la confección de los formatos
Los formatos de JR que inciden en aspectos neuromusculares ,
de JR.
aceleraciones, desaceleraciones y cambios de dirección, se caracterizan
por ser de reducidas dimensiones relativas a cada participante así como
con un reducido número de jugadores (Castellano et al., 2013a). El
Es importante recalcar que hay que interpretar y, por supuesto, valor de mayor exigencia en esta cualidad se va a situar en las tareas
aplicar este modelo con flexibilidad, debido a que en realidad todos los del vértice superior izquierdo de la tabla, es decir, practicadas entre 2
formatos de JR, por el carácter holístico de la actividad, solicitan todas jugadores o menos por equipo, en un espacio inferior a 50 m2 por jugador.
las cualidades condicionales, aunque (muy probablemente) dependiendo Por el contrario, la tarea donde menor va a resultar la demanda a este
del formato elegido prevalecerán unas sobre las otras. Somos conscientes nivel serán los JR practicados por entre 8 o más jugadores por equipo,
de las limitaciones que existen en torno a la delimitación y, por tanto, en un espacio de más de 200 m2 por jugador (vértice derecho e inferior).
diferenciación entre los 16 formatos de JR, debido a la variabilidad en Cuando lo que se pretende es que los formatos de JR incidan en la
las demandas físicas (Stevens et al., 2015); especialmente, como ya velocidad, máxima y distancia recorrida en rangos altos de velocidad,
comentamos en el bloque de intervención, cuando las dimensiones son se necesita espacio, metros y tiempo para ponerse rápido (debido a que
mayores y el número de jugadores crece (Dellal et al., 2011a; Hill-Haas los jugadores necesitan acelerar durante un determinado tiempo/espacio
et al., 2008). La presencia de roles dentro del equipo puede ser uno de para alcanzar altas velocidades de desplazamiento), por lo que requiere
los motivos por los que esta variabilidad aumenta (Casamichana et al., que el espacio absoluto sea amplio como se ha manifestado anteriormente
2011). (Casamichana y Castellano, 2010). El mayor espacio absoluto se produce
cuando se enfrentan equipos con un número elevado de jugadores (8-10
En la Tabla 4.2 se indican las tendencias respecto a las demandas jugadores de campo por equipo) o con amplias dimensiones relativas a
que probablemente serán exigidas a los jugadores en las tres dimensiones cada participante (de más de 200 m2 por jugador), es decir, JR ubicados en
mencionadas a partir de las dos variables escogidas (número de jugadores el vértice derecho e inferior de la Tabla 4.2. Por el contrario, la demanda
y dimensiones del terreno): a) dimensión fuerza (tensión) incidiendo en de esta cualidad se va a reducir cuando se enfrenten equipos de pocos
aspectos neuromusculares, b) dimensión velocidad estimulando altas jugadores (<2 jugadores por equipo) en unas dimensiones relativas a
velocidades de .desplazamiento, y e) dimensión resistencia solicitando cada participante reducidas (<50 m2 por jugador), practicándose dicha
elevada frecuencia cardiaca. La cuarta opción d) tiene que ver con bajas situación de juego en unas dimensiones absolutas reducidas del terreno
de juego. La relación entre las demandas de fuerza y velocidad parecen


demandas en las tres dimensiones previamente descritas.
ser inversas, aumentando la demanda de una cuando se reduce la otra .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com •
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana

Si queremos que los formatos de JR incidan en la resistencia, tiempo 4.3.1. ¿CUÁNTA DOSIS DE JR?
de permanencia en rangos altos de frecuencia cardiaca, tenemos dos
opciones: la modificación en el número de jugadores, o la modificación
en las dimensiones relativas a cada participante. Ambas han mostrado El tiempo juega también unpapelimportante. La variable moduladora
tener cierta relevancia en el nivel cardiaco alcanzado por los futbolistas tiempo, en cualquiera de sus versiones (número de series o repeticiones,
durante la práctica de este tipo de tareas. Sin embargo, parece que duración de la repetición, duración de la pausa) puede condicionar
la variable que más influencia tiene sobre la demanda es el número
sobremanera la orientación condicional deseada (Casamichana et al.,
de jugadores participantes en la tarea y, por lo tanto, la que se debe
2013a). La idea general que podría resumir cómo influye la duración en
manipular prioritariamente si queremos provocar modificaciones a este
nivel. En concreto, se alcanzarán altos valores a nivel cardiaco cuando la demanda condicional sería esta: más cortos implica mayor componente
establezcamos tareas con pocos jugadores (<2 jugadores participantes físico (mayor incidencia en fuerza o en velocidad, dependiendo del formato
por equipo) y en unas dimensiones amplias del espacio (>200 m2 por de JR), más largos provoca mayor componente fisiológico (mayor estrés
jugador), vértice izquierdo inferior de la Tabla 4.2, reduciéndose dichas glucolítico y cardiovascular).
demandas principalmente a medida que aumenta el número de jugadores
(reduciéndose su participación sobre el balón y sobre el adversario directo El mismo concepto podría aplicarse cuando se decide acortar o
con balón), pero también cuando se reducen las dimensiones relativas alargar el tiempo de recuperación, a medida que se incrementa la
a cada participante (posible disminución del tiempo de juego efectivo, duración de la recuperación se provoca que la demanda física, tanto
producto del aumento de las interrupciones reglamentarias). distancia recorrida como la velocidad, no se vea tan perjudicada (Kóklü,
Alemdaroglu, Dellal y Wong, 2015). Por el contrario, cuando se acorta la
Ya sólo quedaría una última tendencia, la que se sitúa en el vértice recuperación, probablemente porque no se deja el tiempo suficiente para
derecho superior de la Tabla 4.2. Aquella que aglutina un número elevado la restauración de los depósitos de fosfocreatina, los requerimientos del
de jugadores y unas dimensiones reducidas por jugador. En este nivel sistema cardiovascular se verán incrementados, aumentándose el tiempo
las demandas en las tres áreas (fuerza, resistencia y velocidad) serán
en que los jugadores permanecen en la zona alta respecto al máximo de
bajas, lo cual puede ser de utilidad para cuando no queramos desarrollar
su frecuencia cardiaca.
ninguna especialmente, por ejemplo el día de activación o recuperación,
donde otros componentes tácticos o estratégicos serán especialmente Según lo expuesto, parece que a medida que se incrementa la
demandados debido al escaso tiempo-espacio que los jugadores tienen duración de la recuperación disminuye el estrés cardiovascular (demanda
para dar respuesta a la tarea que se les presenta, por ejemplo, evitando
de resistencia), pero el jugador es capaz de mantener las demandas de
provocar estados de fatiga. Otra aplicación interesante a considerar por
la actividad a medida que avanzan las repeticiones, sin que exista un
el cuerpo técnico reside en su utilización como fase preparatoria de la
parte principal de la sesión, es decir, como calentamiento. De esta forma deterioro tan pronunciado en la frecuencia de aceleraciones y acciones de
podremos respetar el principio de progresión del esfuerzo, también a sprint. Pero esto en realidad puede ser el objetivo perseguido, por lo que
considerar/respetar dentro de la sesión. podría ser necesario incluir esta consideración cuando prescribimos este
tipo de tareas, favoreciendo el hecho de que queramos que los jugadores
permanezcan el mayor porcentaje del tiempo de la tarea en la franja
roja, es decir, cercanos al V02max. Hay que pensar que el organismo
(aunque depende de tu estado de forma así como del historial deportivo)
necesita aproximadamente 1'30" en poner en funcionamiento completo

e www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

la maquinaria que permita alcanzar el V02max (Buchheit et al., 2013). en una de 7:7 sería de 7 min, y así sucesivamente), esta duración puede
Esta inercia de activación de los procesos hay que considerarla también ser precisada o matizada en función del nivel o estado de forma de los
en la prescripción del entrenamiento. jugadores y/o equipo. Lo vemos enseguida.

Pasemos a detallar el número y duración de los JR a implementar, A nivel general, como receta, se podría establecer un nivel básico
donde las opciones son variadas, que van desde decisiones aleatorias (repeticiones y duraciones, fundamentalmente) de los diferentes
finitas, hasta las limitadas por el tiempo o la ocurrencia de ciertos formatos de JR, que podrían ser los que figuran en la Tabla 4.3. Este
comportamientos deseados. nivel básico es solo orientativo considerando el tipo de formato, pero, no
siempre tiene que ser el inicio en la implementación de los JR.
Adoptar la estrategia de establecer un tiempo límite dependiendo
de que ocurra algún acontecimiento (p.e.: hasta que un equipo llegue a
un marcador prefijado, o cambio de equipo cuando se marque un gol en o .
una rueda de partidillos entre 3 o 4 equipos) dificulta la previsión en n senes nº rep. Dur. /rep. Recup./rep. Recup./ ser.
Tipo JR
la cuantificación de la carga, y en algunos casos aumentará la de por (n) (n) (min) (min) (min)
sí variabilidad intra-sesión en las demandas inter-individuales, ya que 8:8-10:10 1 2 8'-10' 2 o
la duración de su participación dependería del grado de pericia de los 5:5­7:7 1 3 5'-7' 2 o
jugadores o el equilibrio en la configuración de los equipos, por poner dos Continuo
3:3­4:4 1 4 3'-4' 2 o
ejemplos.
1:1-2:2 2 6 30"-1' 3 4
La segunda opción, para delimitar la dosis de tarea, puede ser la 1:1-2:2 2 6 1" -5" 10" 2'
finalización de la misma una vez se completen un cierto número de Fraccionado
1:1-2:2 o 12 1" -5" 60"
repeticiones. Es interesante, si lo que queremos es acercar la carga de
trabajo a lo que 'probablemente' ocurra en la competición y en una tasa Tabla 4.3. Nivel básico para cada uno de los formatos de JR en cuanto a nº de series (ser),
de ocurrencia que refleje los peores escenarios en los que tuviera que repeticiones (rep), duración del traba¡o y descanso.
intervenir nuestro equipo (secuencias de posesiones rápidas, repliegues
profundos y contraataques rápidos ... ). En este caso, sin embargo,
resultaría difícil planificar la duración del entrenamiento, que quedaría Una forma de ponerle límite a los JR es valorarlo a partir del nivel
a expensas de que emergieran los escenarios deseados entre los posibles, en donde el equipo está (su estado actual) y puede desenvolverse sin ver
según lo preestablecido. comprometido su rendimiento. Esta es la 4ª opción, la que proponemos
(ver apartado 4.3.4.1). Cada equipo (individuo) necesita su dosis
La tercera opción, y quizás la más frecuentemente utilizada, sería particular de estímulo. Un stress que necesita ser actualizado cada 4-8
fijar un tiempo de finalización (duración en minutos), un tiempo límite. semanas. Lo veremos más adelante.
El cronómetro en mano da la seguridad de conocer el tiempo que le
dedicaremos a una determinada tarea y que seguro podrá ajustarse a Finalmente no podemos acabar esta sección sin apuntar la opción
lo programado, si así lo deseamos. Sin embargo, a pesar de que existen 'ideal': "cuando los jugadores hayan completado la carga prescrita para
recomendaciones generales en la programación de la duración de las ese día". Para nada es sencilla esta opción y necesita muchos recursos
tareas (Mallo, 2013), "minuto por jugador" que compone uno de los y Conocimiento. Esta última propuesta necesita varios requisitos: 1)
equipos (p.e., en un JR de 4:4 la duración de la repetición sería 4 min, conocer cuál debe ser la carga e intensidad prescrita para una tarea
o sesión particular en cada una de las dimensiones condicionales, 2)

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Periodización de los Juegos Reducidos: el puzle
Julen Castellano y David Casamichana

disponer de tecnología (p.e. dispositivos GPS) que permita _obtener las sesiones de adquisición o de competición lo adecuado sería que
información en tiempo real sobre la carga que va acumulando el Jugador. los calentamientos tuvieran un carácter intensivo (cortos y de mayor
A partir de aquí, podrían configurarse alertas, individualizadas a _cada
intensidad), aunque por supuesto de forma progresiva. Nuevamente, el
jugador, para decidir sobre el momento adecuado para ~ue se deje de orden de los contenidos parece no tener un efecto aleatorio.
entrenar o implementar otro tipo de actividades que permitan completar
dimensiones no estimuladas suficientemente. Aunque se está avanzando El resto de los formatos de JR deben proponerse en función de
en esta línea todavía quedan muchos resquicios sin cubrir. las necesidades, atendiendo a que, probablemente, en algunos casos
interesará no mezclar en la misma sesión tipos de contenidos y en otras
ocasiones sí. En la propuesta de Verheijen (2014), en sesiones centrales
de la semana y atendiendo a la cualidad a trabajar se plantea la necesidad
4.3.2. LOS JR EN LA SESIÓN de dedicarle toda la sesión a un único tipo de JR.

Centrarse en un único tipo de JR se debería respetar porque es


La ordenación de los JR en la misma sesión atenderá, por supuesto, necesario exigir al máximo al jugador para desarrollar una cualidad
a los objetivos que plantee el cuerpo técnico; trabajar con fr~s~ura, concreta de la dimensión física. Sólo en ese tipo de sesiones se recomienda
entrenar en fatiga, · aprender nuevos conceptos, recordar vrejos ...
no mezclar en exceso y realizar la actividad en la forma específica, dando
Siguiendo el axioma de que en el fútbol debe priorizarse entrenar para
prioridad al tipo de JR establecido para ser desarrollado especialmente.
"correr mejor" y no para "correr más", el conocimiento que tenemos sobre
El resto de contenidos no debe mermar al jugador su capacidad de poder
las demandas solicitadas a los jugadores en los diferentes formatos de
desarrollar la condición diana u objetivo en plenitud, de ahí la necesidad
juego puede servir de guía para optimizar el entreno y maximizar la
de acortar los tiempos de trabajo, las repeticiones o aumentar el tiempo
mejora. Además, otra de las variables que podría influir en los efectos de recuperación.
esperados es el orden en el que prescribimos las tareas. En esta línea,
el estudio de Enright, Morton, Iga y Drust (2015) sugiere que entrenar Finalmente, en · caso de que quisieramos trabajar dos o tres
contenidos de fútbol previo a los de fuerza ejerció un efecto más positivo orientaciones, es decir, cuando queremos satisfacer un objetivo mixto
en las variables físicas relacionadas con la competición (SJ, CMJ, 10 en la sesión, la forma ideal de combinarlos sería comenzar con tareas de
m y 30 m) que aquellos jugadores que realizaron el protocolo inve_rso, fuerza, para pasar a velocidad y acabar con las de resistencia. En la Tabla
fuerza y posteriormente entrenamiento de fútbol, después de realizar
4.4 se recoge el orden propuesto en la sesión respetando las necesidades
una intervención durante cinco semanas.
espaciales y personales que el técnico debe considerar en su diseño de
Empezaremos por lo primero, el inicio de la sesión. Aproximadamente entrenamiento. En caso de que se configurara un calentamiento más
se dedica el 15 % del entrenamiento anual al calentamiento, si somos dirigido o con actividades analíticas de fuerza o prevención se podría
capaces de sustituir algunos contenidos de esta fase inevitable del no incluir tareas del grupo 1 º para pasar directamente a los formatos
entrenamiento con formatos encuadrados en el vértice derecho de la encuadrados en el cuadrante 2º, acabando con tareas de los cuadrantes
3° y 4°.
Tabla 4.2 (muchos jugadores y poco espacio), donde no se solicita de
manera desmesurada ninguna de las cualidades condicionales, habremos
ganado un tiempo al mismo. Tanto en las sesiones introductorias ~e la
semana como en las que se destinan a contenidos más orientados hacia la
recuperación, el calentamiento debe tener una orientación más extensiva
(más prolongados y mayor componente aeróbico). Por el contrario, en

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana
El arte de planificar en fútbol

Las decisiones a tomar respecto al nivel de exigencia con el que debe


m2\jug 1<2 3<4 5<7 1 8<10
1
iniciarse la pretemporada dependerá directamente de si los jugadores son
<50 2º 1º nuevos o no en el club, al igual que el entrenador o el cuerpo técnico y, por
<100 tanto, el estilo de juego que quiera inculcarse, historial de los jugadores
<200 (edad, lesiones, nivel de actividad en la temporada anterior, familiaridad
4º 3º
>200 con el tipo de entrenamiento a desarrollar ... ), perfil de los jugadores
(valoraciones en pruebas, demarcación habitual, idiosincrasia ... ) y,
Tabla 4.4. Evolución de los formatos de JR en la sesión. también, el tiempo de inactividad o desentrenamiento que han tenido
los jugadores desde la temporada anterior. Cuidado porque en algunos
casos hay que valorar también el grado de participación en la temporada
La ventaja de manejar estos moduladores es que una misma tarea precedente que han tenido los jugadores en competición y cómo ha sido
podrá ser transformada para hacer emerger la demanda en alguna de repartida ésta a lo largo del año.
las dimensiones que se han establecido como prioritaria en la sesión.
Esto significa que podría realizar variantes de la misma tarea a lo largo Este último aspecto es importante, desentrenamiento o periodo
del entreno para ir solicitando de manera más específica demandas a en que se ha dejado de entrenar (detraining es término anglosajón,
nivel más neuromuscular o fisiológico según el caso. ¡Qué interesante!, Mujika y Padilla, 2000a y b). Este tiempo de inactividad es un aspecto
trabajar el mismo principio del modelo de juego transformando el efecto importante que hay que evaluar antes de comenzar a pensar en la
condicional de la tarea. planificación. Un descanso total durante 15 días a lo sumo (Melchiorri et
al., 2014) hasta un máximo de 4 semanas, catalogado como periodo corto
de desentrenamiento, parece ser el límite donde la mayoría de aspectos
anatómicos, fisiológicos u hormonales, puede verse reducida solo en un
4.3.3. LOS JR EN PRETEMPORADA pequeño porcentaje (Mujika y Padilla, 2000a; Ostojic, 2003). En una
revisión sistemática reciente (McMaster, Gill, Cronin, y McGuigan,
2013) estimaron que un desentrenamiento o falta de estímulo suficiente
La pretemporada es el momento ideal para que el cuerpo de fuerza en cuatro semanas podría suponer un descenso en torno al 15
técnico inculque en el equipo su filosofía, estilo y/o modelo de juego. %, y de no más del 5 % en la potencia medida a partir de test de salto
Entrenamientos tácticos para implementar el sistema de base Y sus vertical. Esto significa que el impacto negativo, una vez terminado el
variantes deben incorporarse desde el principio y ocupar el tiempo periodo competitivo, sobre el rendimiento es limitado a pesar de estar
necesario en la preparación del equipo, pudiendo llegar a ser prolongado, parado o casi parado durante cuatro semanas.
en algunos casos, por la incorporación de un elevado número de
jugadores nuevos. El periodo preparatorio se parece bien poco al ~esto Sin embargo a partir de las cuatro semanas (long term detraining),
del periodo competitivo, aunque si bien es verdad, en la actual~dad, el rendimiento físico puede verse comprometido. El consumo máximo
con los compromisos comerciales, desplazamientos y otras cuestiones de oxígeno (V02max) con una reducción del 6-20 %, una peor eficiencia
extradeportivas, las pretemporadas están dejando de ser lo que eran. A metabólica y hormonal, y pérdida en la producción de fuerza (Mujika y
esto se añade la necesidad de jugar fases previas en las competiciones Padilla, 2000b) se verían afectados por el desuso prolongado.
europeas o torneos de verano de prestigio que también pueden poner en
Todo esto viene a colación para argumentar la reflexión de si es
el punto de mira a entrenadores y preparadores, y todo esto antes de
necesaria una sobrecarga excesiva de volumen de entrenamiento en el
iniciar la campaña competitiva.
periodo preparatorio. Parece que el descenso en el rendimiento no es tan
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com ~
El arte de planificar en futbol periodizac1on de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

drástico como para proponer una 'reconstrucción' total de los cuerpos, modificar únicamente la variable número de jugadores por equipo no
como si tuviéramos que empezar de cero cada nueva temporada. Lo cierto permite explorar y explotar otras opciones para afinar las demandas
es que todavía se estilan semanas de pretemporada que acumulan 900 solicitadas a los jugadores. También se sugieren otras alternativas
minutos de entrenamiento, [tres veces más que una semana del periodo (Burgess, 2015), más arriesgadas entendemos, de utilizar unos formatos
competitivo!, marcando el cuerpo técnico el objetivo de llegar a las 45-50 que podrían resultar demasiado exigentes como para empezar. Este
sesiones de entrenamiento y partidos amistosos antes del primer partido autor, modificando la variable dimensión del terreno de juego, propone
de competición. Todo ello en 5 ó 6 semanas, ¿vale la pena? también comenzar con espacios amplios o con menos jugadores para
provocar mayores distancias de carreras, reducir contactos y cambios
Algunos autores proponen un progreso más gradual. Verheijen de dirección. De manera específica propone tareas como, por ejemplo,
(2014) expone la disyuntiva entre el gradual build-up versus quick build- jugar un 6:6 en campo entero o reducir a la mitad ambas variables de
up, decantándose por la primera opción: adquisición de la forma física de interacción y espacio (pe. 3:3 en medio campo). Esta idea no encaja
manera gradual. Pero no debemos confundir gradual con no específica. demasiado con nuestra propuesta, si entendemos que dimensiones
Tan específica como sea posible pero incrementada paulatinamente. relativas de >500 m2/jug conllevará -más que probablemente- grandes
Atrás deben quedar largas carreras continuas, trabajos inespecíficos distancias acumuladas a altas velocidades e incluso velocidades pico,
orientados a la resistencia que, en muchos casos, desentrenan más que que entendemos son a evitar en pretemporada. Habría que atinar
mejoran. En este se~tido debemos tener claro cuál es el objetivo del con normativas complementarias a aplicar en los JR para reducir las
entrenamiento (jugar al fútbol, mucho y bien) y nunca mejorar el físico, demandas no deseadas y, en cualquier caso, jugar con la duración de las
que únicamente es un medio para el objetivo. Y además de ser un medio, tareas y descansos, así como con el número de repeticiones.
es un medio únicamente eficaz cuando es específico. Ejemplos de esta
necesaria especificidad los tenemos, pongan si no a un atleta con elevado Una vez pasado por los formatos de JR pequeños, pasaremos
nivel de resistencia a jugar al fútbol, obsérvenle jugar, y pregúntenle a una segunda fase para volver a aumentar el espacio y/o el número
a los dos días siguientes cómo se encuentra, probablemente dolorido de jugadores. Esto acercaría a los jugadores a las demandas de la
en ciertas partes del miembro inferior. Otro ejemplo podría ser el del competición. Escojamos una variable, el ratio W:R por ejemplo. El W:R es
futbolista que viene de una lesión de larga duración, con un montón de el work:rest ratio (ratio trabajo:descanso). Mientras en los formatos con
trabajo físico detrás, un nivel de fitness altísimo, pero una performance pocos jugadores el W:R ratio puede situarse en torno al 1: 1 (tanto trabajo
futbolística muy baja, porque se encuentra desadaptado. como descanso), cuando se amplía el espacio y el número de jugadores,
el ratio disminuiría, es decir, podría asemejarse a las demandas de la
Con todo, parece oportuno pensar que los juegos cortos y largos competición que se sitúa en torno a 1:3 (tres veces más descanso que
podrían tomar protagonismo también en pretemporada, siempre y cuando trabajo), lo cual permite el empleo o desempeño de acciones máximas o
consideremos algunas directrices que pueden orientar en la elección de submáximas. Esto es hacerlo específico.
este tipo de contenidos. Habrá que empezar por incluir tareas jugadas que
provoquen poca estimulación de cambios de dirección, reducido número Sin embargo, debemos ser precavidos para evitar velocidades
de aceleraciones y desaceleraciones de alta intensidad, minimizando máximas o elevadas distancias a altas intensidades de carrera nada más
contactos entre rivales y restringiendo la actividad realizada a alta comenzar el periodo preparatorio. El cuerpo todavía no está preparado
velocidad de desplazamiento (>21 Km .h'). para exigirle lo máximo, y se corre el riesgo de sobrecargar al jugador.
Por esta razón se recomendaría reducir las dimensiones, o incluir
Se propone comenzar por JR amplios (>8 jugadores) para pasar a reglas específicas donde queden limitadas las demandas de este tipo de
los medios (>5 jugadores) acabando en los cortos (<4 jugadores), todo variables. Reducir el número de jugadores por equipo no parece lo más
esto secuenciado en las primeras 6 semanas de la pretemporada. Pero

e www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
---¡
1

periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana


El arte de planificar en fútbol

recomendable en la primera mitad de la pretemporada sabiendo que las 2012a; Dellal et al., 2012c). Además, cuando el número de jugadores es
aceleraciones/desaceleraciones, contactos, cargas, cambios de dirección, elevado esta variabilidad también aumenta, por esta razón habría que
es decir, actividades que solicitan intensidades a articulaciones, incluir otras normas en la tarea que permitan mejorar, si así se desea,
ligamentos y tendones, tienen que ir incorporándose paulatinamente al la homogeneidad en las demandas físicas de los jugadores, como por
proceso de entrenamiento. Este tipo de tareas, medias y después cortas, ejemplo, obligar a cambiar de cuadrante al jugador cada vez que juega
deberían ir incluyéndose al final de la pretemporada o en la semana donde el balón, etc.
se funde con el primer microciclo competitivo, estando especialmente Sin embargo, creemos que no debemos tener miedo a la variabilidad
sensible a la necesidad de que el equipo se encuentre 'fresco' de cara a de respuestas como se ha comentado anteriormente, porque si la
comenzar con 'buen pie' la competición. tarea está correctamente diseñada, esta variabilidad puede significar
Además de utilizar muchos jugadores en dimensiones reducidas o especificidad en las demandas impuestas a los jugadores. Por ejemplo, en
medias, se puede optar también por incorporar otros moduladores. Ya tareas con espacio orientado y con un número elevado de participantes,
apuntamos en el segundo de los bloques, el de intervención, que cuando los jugadores que ocupan las bandas presentan mayores exigencias que
no se orienta el espacio parece que las demandas de aceleraciones/ los defensas centrales en algunos de los indicadores de intensidad y
desaceleraciones y cambios de dirección disminuyen, mientras que la carga. Sin embargo, si entrenamos bajo la perspectiva de que estamos
distancia recorrida por minuto aumenta (Castellano et al., 2013b). Es preparando a los jugadores-grupo-equipo para la competición, este
decir, la tarea tiende a hacerse más continua y, por tanto, con menos aumento en la distancia recorrida (por ejemplo) pudiera resultar
intermitencias. Este tipo de formatos no orientados, parecen no demandar adecuado ya que el objetivo de la preparación en este tipo de jugadores
la necesidad de superar a adversarios en el eje longitudinal en el intento (de banda en el ejemplo expuesto) presenta una mayor exigencia a este
de alcanzar la portería adversaria, lo cual favorece mantener un ritmo nivel y, por tanto, más próximo a lo específico de la competición.
de trabajo alto, activando la dimensión cardiovascular o aeróbica. El
aumento en el tiempo de juego efectivo (por el menor número de pausas o Mostramos a modo ilustrativo el siguiente ejemplo con datos reales de
puesta en juego del balón rápida) puede ser otra causa que puede explicar un equipo semi-profesional durante la temporada 2015-16. En la Figura
el incremento en la demanda cardiovascular de los jugadores en este 4.5 podemos observar cómo considerar valores absolutos al tiempo que
tipo de formato sin orientación u orientación no polarizada (Castellano, los relativos a lo demandado en competición (en porcentaje) podría ser
2005). interesante, tal y como hemos comentado en el segundo de los capítulos
(apartado 2.4.4), ya que probablemente la información será más válida
Este concepto de reducir las pausas o el tiempo perdido en la puesta si comparamos lo que hace cada jugador en el entrenamiento respecto
en juego del balón podría ser trasladado a otros formatos de JR, en la a lo que hace en competición, en lugar de comparar jugadores entre sí,
búsqueda precisamente de esta continuidad que active los procesos en sobre todo si juegan en diferentes demarcaciones.
la variable condicional resistencia. Se trata de organizar la actividad
de tal forma que la reanudación del balón parado o la reducción de En el ejemplo mostrado en la Figura 4.5 se puede observar cómo
las interrupciones del juego permitan incrementar el tiempo de juego el defensa central recorre una distancia menor (en metros) que sus
efectivo; disponibilidad de balones, puestas de juego rápidas acordadas compañeros (centrocam pista y delantero) en los diferentes entrenamientos
previamente, prohibición de hacer faltas, etc., podrían ser algunas de las y en el acumulado de la semana. Sin embargo, cuando los valores son
normas de organización a introducir en la tarea. relativizados a su referencia individual de demanda competitiva, su
exigencia durante los entrenamientos es incluso superior respecto a la
Otro aspecto que hay que atender es que si bien existe una menor
de sus compañeros.


variabilidad en las demandas físicas de los jugadores cuando el juego


no está orientado respecto a cuando lo está (Casamichana et al.,
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodizacion de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

4.3.4. LOS JR EN EL MICROCICLOCOMPETITIVO


Distancia recorrida (m)

16000
Si respetamos la estructura del morfociclo patrón de la periodización
14000
táctica (microciclo estructurado del enfoque estructurado o microciclo
12000 competitivo de los modelos tradicionales) atendiendo a un partido por
semana, se debería dedicar el primer día de "adquisición" de la semana a
10000 subdinámica de tensión, el siguiente a la subdinámica de la duración y el
8000 tercero a la de velocidad. El tipo de semana, por su tipología con relación
a la distancia entre partidos competitivos (post y pre), debe ser atendido.
6000
En este sentido, podemos encontrarnos con semanas largas con 5
4000

11
días posibles de entrenamiento (7 días entre partidos, p.e. de sábado
2000 a domingo), medias con 4 (6 días entre partidos, p.e. de domingo
a domingo) o cortas con sólo 3 días para entrenar antes del próximo
o partido (5 días entre partidos, p.e. de domingo a sábado), dejando dos
-4 -3 -1 Sumatorio
días post partido para el día recuperación y/o compensatorio, y el día de
• Distancia (m) DC • Distancia (m) CM Distancia (m) Del
descanso (Figura 4.1). Incluso podría darse el caso de disponer de 9 días
entre partidos que se juegan el viernes de una jornada y el lunes de la
Distancia recorrida (% respecto al partido)
siguiente. La forma de repartir los contenidos debería atender a eliminar
140% (evitar o reducir) las sesiones con los contenidos más alejados, primero
de tensión y tensión+duración para los microciclos más cortos (semanas
120% de 3 sesiones). Otra opción podría ser la de combinar en las sesiones
más lejanas un doble objetivo (tensión+duración ó duración+velocidad),
100%
dependiendo de si es D-4 o D-3 respecto a la competición.
80%
Con respecto a la sesión con incidencia en la subdinámica de
60%
tensión, donde a través de las tareas de juego podríamos pretender
desarrollar 'ciertos' subprincipios del juego de relaciones sectoriales e
40% intersectoriales, se realizarán con un número reducido de jugadores
(<4) y unas dimensiones también reducidas del espacio (<100 m2),
20%
consiguiendo la mayor demanda a nivel neuromuscular. Cabe señalar
que parece tener un mayor peso el hecho de que el espacio relativo por
0%
-4 -3 -1 Sumatorio jugador sea pequeño con respecto al número de jugadores participantes,
• ürstancia recorrida DC • Distancra recorrida CM Distancia recorrida Del aunque iría en detrimento de la participación sobre el balón, lo cual
debería considerarse también. Esto significa que se podrían completar
Figura 4.5. Valores obsoiutos de carga (m), en la parte superior, así como relativos (porcentcue
respecto a la competición), en la parte inferior, para la variable distancia recorrida en tres
tareas con un mayor nº de jugadores para desarrollar el concepto del
modelo de juego que interese trabajar.


¡ugadores que ocupan diferente demarcación, DC es defensa central; CM es centrocampista y


Del es delantero.
www.futboldelibro.com www futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodizaciónde los Juegos Reducidos:el puzle Julen Castellano y David Casamichana

Con respecto a la sesión con incidencia en la subdinámica de duración )


Formato de JR Espacio relativo Vel max %vel max en test
un número intermedio de jugadores y unas dimensiones relativas a
(nº jugadores) (m'') (Km -h-1) (%)
cada participante intermedias serían la prescripción adecuada. En
100 18,6 80%
este caso la variable número de jugadores guardaría un peso mayor,
incrementándose la exigencia condicional de resistencia a medida que 5:5 200 19,8 86%
reducimos el tamaño del equipo. 300 23,0 99%
100 19,6 81%
Con respecto a la sesión con incidencia en la sub dinámica de velocidad,
7:7 200 21,8 92%
las formas jugadas serán desarrolladas en espacios con dimensiones
300 22,2 91%
medias o grandes, lo que permitirá que las demandas de 'sprint' sean
elevadas. Los jugadores deben disponer del suficiente espacio como para 100 20,8 87%
poder alcanzar altos porcentajes de su velocidad máxima y, en base de 9:9 200 21,5 90%
repetirlas, acumularlas en el tiempo. A modo de ejemplo (Tabla 4.5), 300 21,8 91%
pueden servir los resultados obtenidos en un estudio realizado (datos 100 20,1 85%
sin publicar) donde se registraron los valores de velocidad máxima 11:11 200 21,3 89%
alcanzada por jugadores cadetes de un club profesional en función del 300 22,1 91%
formato de JR donde jugaron. Como puede apreciarse en la tabla, en
cualquiera de los formatos de JR respecto al número de jugadores por Tabla 4.5. Formato de JR, espacio relativo, velocidad máxima alcanzada en la tarea y %
equipo, a medida que el espacio relativo aumentó, los jugadores pudieron respecto a la Vmax conseguida en un test de velocidad.
dar más de sí, alcanzando velocidades de carrera en rangos superiores.
Además esta tendencia se repitió a medida que el número de jugadores
por equipo se incrementó, debido a que el espacio absoluto también Sin embargo en esta propuesta de secuenciación de sesiones debemos
aumentó. Otros trabajos (Casamichana y Castellano, 2010; Castellano considerar la posible fatiga creada en el sistema neuromuscular del
et al., 2013b; Castellano et al., 2016) también apuntan en esta misma jugador. Por un lado, es la tercera en aparecer (después de las sesiones
línea de resultados. dedicadas a la sub-dinámica de tensión y duración), por lo que los
deportistas pueden tener en el organismo cierta fatiga acumulada
que puede en primer lugar comprometer el rendimiento de esa sesión
(quizás los deportistas tengan dificultades para alcanzar altas velocidad
de desplazamiento) y, en segundo lugar, la seguridad del deportista,
ya que la fatiga previa se muestra como un factor determinante en la
aparición de lesiones, especialmente musculares (McCall et al., 2015).
Además, al ser la tercera en aparecer, será la más cercana al partido
siguiente, por lo que deberemos tenerlo en cuenta de cara a favorecer que
nuestros deportistas lleguen al día de competición en un óptimo estado
de frescura. El tiempo dedicado a las tareas o su duración es un aspecto
clave en la sesión de entrenamiento semanal. En este sentido, plantear
tareas con secuencias fijas de 1 2 posesiones (Castellano, 2005) podría
ó


ser una buena alternativa. Esto supone organizarlo con repeticiones y

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Ju len Castellano y David Casamichana

con pausas elevadas. Esta sesión podría encajar también con la sesión en los jugadores, incrementando paulatinamente las exigencias para
previa a la competición, adecuándola para un trabajo sin fatiga y con responder a nuevos formatos de JR o prescripción del mismo tipo de JR
calidad, e incluso activador si se trata del día previo a la competición. cada vez más exigente.

Creemos necesario insistir en que en las tres propuestas hechas Además, probablemente el aumento en la exigencia (mayor demanda
para incidir de manera destacada en alguna de las sub-dinámicas del externa) de la tarea no represente para el jugador un aumento en la
entrenamiento, la duración de la tarea juega un papel clave. La duración misma proporción en la demanda interna soportada. Sobre eficiencia ya
de las tareas puede transformar o cambiar las dinámicas de trabajo que hemos hablado al final del primero de los bloques, la evaluación. Esto
se pretenden a priori. Con ella, la disponibilidad de balones (por lo que será debido principalmente al proceso de mejora física/futbolística que
puede afectar en el tiempo de juego efectivo), nivel de los jugadores (para debería ocurrir a lo largo de la temporada, y que se manifiesta más
mantener una dinámica continua de juego sin cambios precipitados de claramente tras el periodo preparatorio. El jugador se irá adaptando a
la posesión de balón) o estado del terreno de juego, deben ser variables las cargas planteadas en el entrenamiento, aumentando la exigencia/
a considerar en la implementación de los JR a lo largo de la semana de dificultad/especificidad de las propuestas de entrenamiento de cara a
entrenamiento, como ya hemos mencionado al inicio del apartado 3.4, obtener el mismo impacto en el jugador y no comprometer su estado
respecto a las variables extrañas que pueden generar ruido en los efectos de forma. Por lo tanto, la idea no es 'crear cada vez más fatiga en el
esperados en la implementación de los JR. jugador', sino tratar de optimizar a un jugador cada vez más adaptado
a las exigencias planteadas durante el proceso de entrenamiento. A esto
debemos estar especialmente atentos, ya que puede servir de alerta
respecto al estado de forma del equipo. Tal y como se explicó con la
4.3.5. LOS JR EN LA SUCESIÓN DE MICROCICLO
S Figura 2.12, la combinación de indicadores de carga interna y externa
COMPETITIVOS puede ayudar a hacer el seguimiento y valorar estas dinámicas en el
estado de forma de los jugadores.

En un plano superior a la semana competitiva, donde se suceden


varios microciclos de entrenamiento, el empleo de formatos de JR en
una secuencia particular parece quedar también justificado. El orden 4.3.5.1. PROGRESIÓN EN LOS JR
importa nuevamente, por lo que no se debe dejar que los efectos a medio
plazo los gestione el azar.
Para evitar, en la medida de lo posible, un estancamiento o falta de
En este punto se plantean dos alternativas y es donde la propuesta estimulación condicional, sobre todo, en aquellos jugadores que tengan
de Verheijen (2014) adquiere un mayor protagonismo. Este autor sugiere un mayor nivel físico (Faude et al., 2014), puede ser interesante proponer
la necesidad de ir incrementando el nivel de exigencia demandado a los una progresión en la prescripción de la cantidad y calidad de JR que
jugadores, bajo la premisa de 'un poquito más cada bloque'. La idea que se debe implementarse a los jugadores. La idea es la de ir incrementando
pretende transmitir es 'sin perder la frescura ganar en estado de forma' el nivel de exigencia a los futbolistas.
o, en su defecto, no reducirlo. Tal y como se ha comentado previamente
(apartado 3.4. Posibles efectos al intervenir con JR), es probable que los
JR puedan suponer un techo en la mejora de las demandas físicas, sobre
todo para los jugadores con mejores condiciones (Faude et al., 2014), con


lo que podría justificarse la necesidad de seguir provocando adaptaciones
• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos:el puzle Julen Castellano y David Casamichana

4.3.5.2. EL NIVEL ACTUAL DEL EQUIPO equipo, para el ejemplo de la figura en la cuarta repetición. La valoración
de estos resultados permite reflexiones pertinentes: si bien es evidente
que la media del equipo (línea horizontal negra en la parte central de
Tal y como se plantea en el entrenamiento de otras cualidades, como la caja de barras) está por debajo de la media de las cuatro repeticiones
la potencia por ejemplo (González-Badillo et al., 2015), donde el jugador (línea horizontal fina que cruza todo el área de la figura, 120 m -min'),
realiza repeticiones hasta que deja de alcanzar los valores establecidos la desviación de esta última repetición (representado por la altura de la
para su óptimo desarrollo (cuando dicho entrenamiento es monitorizado caja de barras) delata una alta variabilidad entre jugadores, es decir,
con un encoder), con la prescripción de los JR podemos emplear la misma podemos pensar que existen jugadores que sí pudieron rendir físicamente
estrategia. Esta es la 4ª opción, que dejamos sin resolver en el apartado en condiciones similares a las iniciales y otros que no. Disponer de datos
4.3.4.1. acumulados durante la temporada (actual o previas) para los mismos
jugadores sobre los mismos formatos de tareas permitirá afinar en la
El nivel actual se establece a partir del estudio del comportamiento
interpretación de estos resultados.
del equipo durante un formato de JR, y viene representado como la
máxima duración que el equipo es capaz de mantener (sin que exista
un decremento) el ritmo de juego (metros recorrido por min por ejemplo 160,0-

u otro indicador que podamos considerar: intensidad en el juego, que el


partido no se 'rompa') por la mayoría de los jugadores. Hay que establecer
el nivel actual o de partida (si es el primero) y esto, para cada tipo de
JR que posteriormente se desarrollará al 100% en la sesión central de la
semana que corresponda según lo planificado, lo veremos más adelante. 140,0- -.-
- ,-
Para detectar cuando se produce este descenso en el rendimiento,

-- -
Verheijen (2014) propone utilizar la observación del juego e intentar e
identificar el momento en el que la tarea (formato de JR) 'se rompe' ·s

-
empezando a dividirse el equipo en las transiciones ante pérdidas de E
120,0
balón, por ejemplo. Un mayor número de errores podría ser otro indicador -...-
aprovechable, aunque completar esta valoración con mediciones más
objetivas sería muy interesante. Con la información proporcionada -.....
por los dispositivos GPS, datos fiables y mejor si son en tiempo real,
podríamos identificar el momento (aproximado) donde se detecte una 100,0-
--
reducción significativa y prolongada de la intensidad esperada para el
formato de JR en cuestión. --
En el contexto del entrenamiento, donde habitualmente se utilizan
diferentes repeticiones de práctica, un ejemplo de cómo podemos proceder 1' 4'

a valorar el nivel del equipo a partir de conocer el punto donde se detecta Periodo
una reducción en el rendimiento físico lo tenemos en la Figura 4.6. Como
puede apreciarse cuando se compara por ejemplo la variable velocidad Figura 4.6. Media de metros por minuto recorridos por jugador en una situación de 4 vs 4 en
media de carrera (m -min') de los jugadores en una tarea de 4 vs 4 en las cuatro repeticiones (periodo del 1 al 4) que representan los periodos de 4 minutos que se
una superficie de 33*40 metros (largo ·ancho), llega un momento en que disputaron en las dimensiones de 40 m de pncho por 33 m de largo. En el recuadro rojo la 4º
de las repeticiones donde la velocidad media del equipo fue algo inferior a las anteriores y con


el equipo desciende el ritmo de trabajo. Se reduce la velocidad media del
una desviación mayor producto de una mayor variabilidad entre jugadores .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en futbol periodizacior 02 los Jue50:, Reducidos: el puzle .ulen Castellano y David C.asamichana

Para conseguir el objetivo de valorar con fiabilidad la posible fatiga


de los jugadores es imprescindible respetar la homogeneidad entre ~
V)

repeticiones, es decir, que las partes en que se divida la tarea sean o


similares, por supuesto en formato y duración, pero también evitando "'eo(!)
Q
la inclusión de normas diferentes entre repeticiones, reduciendo las e(!)
pérdidas de tiempo (balón fuera, interrupciones, disponibilidad de --~~
balones) o detenciones en el juego por una excesiva intervención del :-0s::: •
entrenador dando instrucciones o corrigiendo comportamientos con el ~~
(!) t:
balón parado. Hay que reducir al máximo el sesgo que podría causar una o o
distribución diferente de actividad y no actividad en la tarea. Si no somos "o-Q
~~
precavidos con esto puede ser que quede enmascarado un rendimiento o
e
V)

-E
físico falso (positivo o negativo); es decir, que se interprete que el equipo o ~
..s::: ·-
ha mantenido el ritmo de trabajo cuando en realidad se ha jugado más (!)
V) o
E
tiempo en las últimas repeticiones de la serie o que, todo lo contrario, se . o.
.g V)

ha perdido más tiempo de lo esperado (correcciones del entrenador, falta o... -2


o e
de disponibilidad de balones, excesivo balón parado ... ) haciendo parecer E e
Q (!)

que los jugadores no han sido capaces de mantener el ritmo en el juego. 2


(!)
eo
B. .3-v
En tareas "largas" en duración (como son los partidos amistosos), ~to
podremos realizar el estudio fragmentando la duración total en periodos ]... ~
más cortos en el tiempo para conocer la evolución. Así por ejemplo,
::)
o 0-

e
Q V)

durante la pretemporada o periodo preparatorio los técnicos suelen e


::) o
utilizar una estrategia gradual en cuanto al número de minutos que cada e "o
(!)
... O)
jugador permanece en el campo durante los partidos de pretemporada, o .:?_
acercándonos a los 90 minutos de práctica a medida que se acerca el periodo "
g, -2 V)

competitivo. Sin embargo, ni todos los equipos ni todos los jugadores ·:oQu
- ~::)
presentan un mismo estado, y por tanto, la estrategia estandarizada V) .s
por extendida de comenzar jugando 45 minutos puede que no resulte ~ §
siempre la estrategia más eficiente. Siguiendo el planteamiento indicado, t: ..s:::
o (!)

eo
V v,
podremos detectar los momentos donde los jugadores presentan un 2
e
declive (sin retorno se entiende), para a partir de dicha detección tomar :i (!)
.s ~
decisiones ajustadas. E -~
e
ci ,:::,
Q ¿
En la Figura 4. 7 puede observarse diferencias individuales en cuanto o :Q
al momento del partido donde comienza a reducirse de forma remarcable aj
l..
e
V

su actividad motriz. A modo de ejemplo, podríamos observar como la < -5


media del equipo disminuye especialmente a partir del minuto 60, con
r-..:
'<l"
o
. "o
(!)

V)

valores del 87 % en el periodo del 60-75 y del 79 % en el periodo del 75-90 5 ~


O) .s
respecto al periodo de máxima actividad. (u1w/wl epue1s10
i..i: E
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana

En el modelo de periodización de Verheijen (2014) se propone una La experiencia del entrenador en estas valoraciones, el conocimiento
aproximación a la valoración del nivel actual del equipo en cada uno de previo de los jugadores y/o equipo (su línea base o baseline) o conocimiento
los grupos de JR que él propone. Su aportación puede ser utilizada como sobre el perfil físico de los jugadores, entre otros factores, pueden ayudar
referencia para los que se inicien con este tipo de valoraciones. Así por a hacer una adecuada interpretación en la búsqueda del nivel actual
ejemplo, un equipo profesional de fútbol podría ser expuesto a cuatro del equipo, es decir, del tiempo que el equipo puede mantener el ritmo
repeticiones de 10' en una tarea larga (8:8-10:10) y ver en qué momento de en cada uno de los formatos de JR establecidos. Una vez detectado el
la cuarta repetición decae su ritmo (por ejemplo en el minuto 6). El equipo nivel actual del equipo (el estado de forma en un momento determinado)
ha sabido mantener el ritmo alto de juego 36 minutos (probablemente se irán implementando sucesivamente y paulatinamente mayores
un equipo amateur tendrá un descenso de rendimiento en la tercera de exigencias condicionales.
las repeticiones). Esa será la duración total que deberemos programar
Subrayamos que la valoración del grado de forma en que está el
para la siguiente sesión donde se tenga que trabajar este tipo de formato
equipo, el nivel actual o de partida, debería ser estimado en todos los
largo (8:8 a 10:10), repartidas en repeticiones de igual duración siempre
formatos de JR (o en su defecto agrupados en formatos que guardan cierta
que esté por encima de 10 minutos (que es la duración mínima que se
homogeneidad: 8:8-10:10, 5:5-7:7 y 3:3-4:4), para tener un conocimiento
ha establecido para cada repetición de este formato de juego largo).
más detallado del perfil físico que presenta el equipo y, en consecuencia,
Según el ejemplo que hemos sugerido, el nivel actual del equipo sería 3
tomar decisiones de futuro adecuadas. Es decir, es necesario saber sobre
repeticiones de 12 minutos. El objetivo inmediato sería subir la duración
el perfil actual más aeróbico (hasta el umbral), más extensivo (por encima
de las repeticiones hasta los 15 minutos (3*13', 3*14' y 3*15'). Más tarde
del umbral) e intensivo (cercano al V02ma), haciendo referencia a los JR
incrementaríamos las repeticiones reduciendo brevemente la duración
de 8:8-10:10, 5:5-7:7 y 3:3-4:4, respectivamente.
de las mismas (siempre por encima de 10 minutos) para incrementar
ligeramente el volumen total de la tarea. Es decir, pasar de un 3*15' En los formatos de JR con menor número de jugadores (1:1 ó 2:2),
(45' de tarea) a una prescripción de 4 * 12' (48' de tarea). Hemos pasado orientados a realizarse de manera muy intensa (máxima), con un claro
de alargar la tarea ligeramente ( 45' a 48') pero en intervalos algo más objetivo glucolítico, la duración de las repeticiones juega un menor
cortos. papel modulador, sabiendo que estas tendrán una duración en torno
a los 10-20 segundos en el formato fraccionado y a los 60-90 segundos
Para el caso de los juegos medios (desde 3:3 hasta 7:7) el concepto es
aproximadamente en el formato continuo. Estos últimos formatos
el mismo, ponerles a jugar con la duración mínima recomendada (desde
continuos comprometerían en exceso los procesos metabólicos si se
3' a 7', según el número de jugadores) durante 5 repeticiones y valorar en
alargan en el tiempo por encima de los 90 seg. En este caso el número
cuál de ellas el equipo 'cae'. Será el momento para establecer el volumen
de repeticiones y series, y la recuperación entre repeticiones y series
total que el equipo es capaz de mantener en ese formato y establecer el
marcarán el punto de partida desde donde progresar. Este tipo de tareas
punto de partida donde se encuentra. Solo con el devenir de las semanas
son las adecuadas para incidir en aumentar la calidad de las acciones
se irá implementando un mayor volumen de carga, repartido en las
realizadas por los jugadores, y si aumentamos el nº de repeticiones
duraciones mínimas consideradas para cada formato de JR. En este tipo
reduciendo la recuperación entre ellas, también podrán incidir en
de tareas la duración no debe ser demasiado larga, por lo que podemos
mantener la calidad de las acciones (ver Figura 3.3).
optar por ir incorporando nuevas repeticiones. Cuando se añade una
nueva repetición, se reduce la duración, para aumentar el volumen El nivel de partida del equipo (o nivel actual, si ya se ha empezado
ligeramente (ejemplo: pasar de 4 repeticiones de 8 min de duración que a progresar entre los formatos de JR cada vez con un mayor nivel de
suponen 32 min totales, a 5 repeticiones por 7 min para hacer un total exigencia) podría contrastarse o triangularse también con la información


de 35 min). aportada por los propios jugadores. Esta alternativa implica el uso de
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol periodizac1on de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casarnichana

un simple cuestionario específico de competición donde se le pregunta


al jugador que declare sobre cómo ha sido su sensación respecto al Comparación rendimiento en partido
rendimiento físico experimentado durante el partido (Campos-Vázquez 4,50 r------------------------------
4,00 i---..,,-,......_.-----=----=--------------r'tcc------
y Toscano, 2014). En dicho cuestionario, donde se distingue la 1 ª de 3,50
su 3,00
la 2ª parte, se requiere al jugador que matice si se encontró pletórico • 2,50

.i
2,00
durante el partido, si no se encontró intenso en las acciones donde se 1,50
1,00
le requirió explosividad (disputas, cargas, saltos, duelos ... ) o si por el 0,50
0,00
contrario, aunque se encontró explosivo le costó recuperar entre acciones Recuperación de Recuperación Recuperación Acciones intensas Acciones intensas
entre esfuerzos 11 entre esfuerzos 2! Final de partido TOTAL
explosivas o de máxima intensidad. El peor de los escenarios situaría al la semana
parte parte
1' parte 2' parte

jugador sin explosividad y sin capacidad de recuperación rápida entre I Pretemporada 3,27 3,10 3,00 3,27 2,82 3,10 3,12

esfuerzos a lo largo del partido; es decir, donde el rendimiento físico se IJornada 1 3,55 3,64 3,25 3,50 2,92 3,42 3,37
IJornada 2 3,75 3,33 3,00 3,22 3,08 3,08 3,21
deteriora con mayor o menor desnivel a medida que avanza el partido.
IJornada 3 3,92 3,23 3,30 3,08 3,00 3,40
De los posibles escenarios donde ubiquemos al jugador surgirán las 1Jornada 4 4,00 3,67 3,18 3,44 3,27 3,56 3,56
estrategias de entrenamiento específicas, más orientadas a aspectos de IJornada 5 4,08 3,80 3,92 3,60 3,62 4,09 3,85
fuerza o velocidad en algunos casos (mejorar la calidad de las acciones IJornada 6 4,0 3,9 3,6 3,6 3,2 3,9 3,7

de alta intensidad y ser capaces de repetirlas hasta el final de los 90 IJornada 7 3,9 3,4 3,6 3,5 3,5 3,4 3,6

min) o más en el entorno de la potencia aeróbica, recuperar rápido


Figura 4.8. Declaración realizada por jugadores semi-profesionales sobre el rendimiento físico
entre acciones y que esta capacidad de recuperación no se deteriore
a partir del cuestionario propuesto por Campos-Vázquez y Toscano (20 7 4).
con el paso de los minutos de la competición; es decir, ser capaz de
mantener un elevado ritmo de juego debido a que el jugador puede estar
constantemente realizando acciones de alta intensidad con una elevada
tasa de ocurrencia o cadencia. La triangulación entre el perfil físico (valorados a partir de test o
conocida la respuesta motriz en partidos amistosos o de competición, en
En la Figura 4.8 se recogen la declaración de los jugadores sobre el caso de formatos de juego amplios), nivel actual del equipo en cada
el rendimiento físico experimentado en competición. Como puede formato de juego y valoración subjetiva a partir de cuestionarios sobre
observarse en el ejemplo (datos sin publicar), donde se recogen los la respuesta física en la competición, sitúan al cuerpo técnico en una
valores medios dados a las preguntas del cuestionario, en jugadores de posición óptima para afinar los requerimientos que desde el punto de
un equipo semi-profesional, podemos conocer cuál es el área de mejora vista condicional tiene el equipo permitiendo tomar decisiones grupales
del equipo, y, por supuesto, de cada uno de los jugadores. Al mismo o individuales respecto a la necesidad o no de reorientar la intervención.
tiempo, puede servir como una forma de medir si realmente el jugador
y/o el equipo van adaptándose a las cargas de trabajo como consecuencia
de una mejora en el rendimiento físico. Por tanto, esta herramienta
puede ser de gran utilidad no solo para conocer la evolución de nuestra
intervención realizada sino que además aporta la información necesaria
para focalizar la atención en la intervención a realizar.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Periodización de los Juegos Reducidos:el puzle Julen Castellano y David Casamichana

4.3.5.3. SECUENCIACIÓN DE LOS JR: BLOQUES DE SEIS nº Duración/


Tipo JR nº rep. Recup./rep Recup /ser
SEMANAS se ries reo.
2º 1º
8:8-10:10 - (máx 6) (máx 15')
- -

A partir de este nivel inicial (actual) en donde se ha decidido que está 2º 1º


o 5:5-7:7 - - -
;:j (máx 6) (máx 8')
el equipo, se pueden empezar a tomar decisiones sobre cómo incrementar
.....~ 3º 2º 1º
la exigencia de los formatos de JR que se utilizarán. Similar a lo propuesto -
~
o 3:3-4:4
(máx 10) (máx 5') (hasta 1')
-
por Verheijen (2014), se establecen niveles en progresión haciendo que u
los JR vayan suponiendo una mayor exigencia física al equipo. 1:1-2:2 4º 3º 2º 1º
2'
(máx 4) (máx 10) (máx 1'30") (hasta 1')
Teniendo en cuenta como un posible punto de partida las sugerencias
de la Tabla 4.3, las variables moduladoras para implementar este plus o 2º 1º 10"
"O 1:1-2:2 1" -10" 2'
de exigencia tienen que ver con frecuencias y duraciones de tareas y Cii (máx 4) (máx 10) mínima recup.
~
pausas, asemejándose al entramado del entrenamiento intermitente . .ou. 2º

de alta intensidad o high intensity training (HIT) y los moduladores
u
Cii 1:1-2:2 - 1"-10" (de 1' a 30") -
J:1 (máx 25)
propuestos por Buchheit y Laursen (2013) en la prescripción de este tipo Recu p. total
de tareas: intensidad, tipo y duración del trabajo, intensidad y duración Tabla 4.6. Orden de prioridad del uso de moduladores para incrementar la carga de
de la recuperación, nº y duración de las series, tiempo e intensidad de entrenamiento (rep. es repetición, recup. es recuperación y ser. es serie).
recuperación entre series, que ya hemos descrito parcialmente en la
Figura 4.4.
El planteamiento de los bloques de seis semanas parece tener sentido
Tal y como hemos comentado con anterioridad, los moduladores que
en el intento de no dejar sin estimular ninguno de los cuatro aspectos
utilizaremos para incrementar el grado de exigencia en los JR dependerá
claves del rendimiento físico de los jugadores en competición (ver Figura
de su formato. En la Tabla 4.6 se recogen las variables y el orden en
3.3). En la programación que diseñemos debemos asegurar que todos
que pueden utilizarse para incrementar las demandas. Descender el
los grupos de formatos de JR estén presentes y sean implementados en
tiempo de recuperación y aumentar el de trabajo son habitualmente las
plenitud en la medida en que el equipo sea capaz de asimilarlo. A modo
primeras en modularse, aunque cuando nos referimos a un entrenamiento
de ejemplo, en la Tabla 4. 7, se recoge una distribución de seis semanas
fraccionado, donde las acciones son realmente muy cortas, la duración
donde de manera organizada se han programado los diferentes formatos
de las repeticiones deja de ser una variable que debamos modular.
de JR.
El número de repeticiones o de series toman en una segunda fase el
protagonismo, incrementándose en la medida en que el jugador es capaz
de ejecutarlo y asimilarlo .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de olanificar en fútbol period1zac1ón Ge ,os juegos Reducicos: el puzle Juler Castel ano y David Casamichana

Bloque de 6 semanas Aclaremos los conceptos [100%), [50%) y [0%). En la planificación de


seis bloques, en algunos de los días de adquisición de la semana, el código
Formato JR 81 82 83 84 85 86]
[100%) indica que debe desarrollarse al máximo este tipo de formato,
8:8-10:10 [100%] [100%] [0%) [0%) [50%)
[50%] [50%) indica que deben desarrollarse al 50 %, es decir, sin acumular
5:5-7:7 [50%) [50%) [100%] [100%] [0%) [0%) fatiga en los jugadores, y [0%) indica que podría no utilizarse este tipo
Continuo
3:3-4:4 [0%) [0%) [50%) [50%) [100%] [100%] de JR en esa semana. Cuando se propone la planificación, decidimos en
1:1-2:2* A aplicar en momentos particulares cada semana a qué formato le vamos a dar una mayor importancia. Este
[50%-100%] [50%-100%] valor especial que se le da queda reflejado en que será el formato que
Fraccionado 1:1-2:2 intentaremos hacer progresar en la demanda exigida a los jugadores.
Mínima recuperación Máxima recuperación Intencionadamente se pretende provocar fatiga. Un poquito más cada
vez, aunque siendo conscientes que en el último tercio de liga, a misma
Tabla 4.7. Distribución de los formatos de JR a lo largo de 6 semanas (S 1 a 56).
carga el riesgo de lesión podría incrementarse (Gabbett, 2016).
Nota: [100%] indica que debe desarrollarse al máximo este tipo de formato de JR, [50%]
indica que deben desarrollarse al 50% y [0%] indica que podrían no utilizarse este tipo de Tal y como refleja la Tabla 4.8 no todos los formatos de JR se deben
JR en dicha semana. Mínima recuperación es= 10"-15" y es máxima recuperación es= 1-1,5 desarrollar al máximo en todos los microciclos. Es decir, que solo en
min. aquellas semanas en donde se haya planificado al [100%] en un formato
(*) Los formatos continuos 1: 1 y 2:2, situados en la fase de capacidad y potencia anaeróbica, con
de JR (amplio, medio o reducido), en los días centrales de la semana
alta solicitud de la vía glucolítica (Ade et al., 2014), presentan particularidades, por lo que no habrá que desarrollar al máximo el formato de juego que se corresponda
han sido incluidos en la periodización del entreno. En su versión continua no deberían sobrepasar con el nivel actual (o nivel inicial si es la primera vez) que se haya
la duración de 60 a 90 segundos, exigiendo a los iugadores a mantener un elevadísimo ritmo establecido para el equipo y, en la siguiente semana, subir un poco la
de iroboío. Aunque no estaríamos a favor de programar este tipo de actividades en la dinámica exigencia, para el siguiente nivel a partir de los moduladores que se
habitual de los entrenamientos, en ciertos momentos o para iugadores específicos podría ser han presentado con anterioridad (ver Tabla 4. 7). Al cabo de 5 semanas
interesante incluirlos. El ob¡etivo condicional de este tipo de actividades podría incorporarse (situados en el siguiente bloque de seis semanas) repetiremos el último de
sólo en periodos o momentos particulares dentro de la temporada, aleiado de escenarios
los niveles con el que acabamos en el bloque anterior el formato de juego
competitivos, asegurándose el disponer de un periodo importante de recuperación y oieiodc,
por tanto, de la competición. En otros casos, podría ser interesante incluirlo en dinámicas de
e incrementaremos uno más en el siguiente microciclo. En principio,
iugadores suplentes (o habitualmente suplentes) previendo que cuando se incorporan al iuego el equipo debería mejorar 3 niveles cada dos bloques de seis semanas.
en periodos avanzados del partido, es probable que deban desplegar en un breve periodo de Veamos el ejemplo en la siguiente Tabla 4.8, donde únicamente se han
tiempo un trabaio alto de intensidad. Somos conscientes de que planificación en estos términos incluido los JR que se deben trabajar al [100%]. En el ejemplo se mejoran
no es sencillo por lo que la inclusión de este tipo de trabaios debe ser articulado con sumo dos niveles en dos bloques. Desde 1 *2*15'/2' hasta 1 *3*12*2'(1ª mejora)
cuidado. y hasta 1 *3*13'/2'(2ª mejora).

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana

. Se~~na 8:8-10:ló' ·.,,- ··-5:5-7:7


1 3:3-4:4 fatiga, debido a su corta duración, es reducir a la mitad el número de
repeticiones o solo implementar la mitad de las series prescritas al nivel
1 1 *2*15'/2'
11
--~---·~~--~-----
1 *3*12'/2'
actual del equipo.

111
IV ~----,-_._-·
-11 1*3*6'/2'
La flexibilidad de este planteamiento de seis semanas recoge la
posibilidad de prolongar la duración del bloque motivado por la necesidad
1 *3*6Yz'/2' de intercalar semanas 'neutras' (Verheijen, 2014) o sin desarrollo de
V contenidos específicos. Este tipo de microciclos son semanas muy cortas
(3 sesiones antes de la competición), con dos competiciones o semanas
VII 1 *3*12'/2' donde se testea a los jugadores por ejemplo, resultando complicado ubicar
VIII 1 *3*13'/2' cargas de entrenamiento para desarrollar alguna cualidad específica,
con el objetivo de provocar fatiga a los jugadores.
XI
X Cuando se diseña un bloque de seis semanas, el orden de los formatos
XI 1 *4*3Yz'/2' de juego no es aleatorio, prefiriéndose una distribución de mayor a menor
XII 1 *4*3Yz'/1
Yz' número de jugadores (es decir, de formatos grandes a medios para acabar
con los pequeños). Similar al planteamiento de la pretemporada, aunque
Tabla 4.8. Número de series y repeticiones, y duración del troboío y descanso entre repeticiones probablemente con dimensiones más amplias.
de los diferentes formatos de JR programados al [100%] para dos bloques de seis semanas.
Sin embargo, durante la temporada competitiva esto podría variar en
caso de que fuera necesario un taperingpuntual (debido a una competición
¿Cómo planificamos los JR el resto de la semana? Los contenidos a especialmente importante, por la sobrecarga de entrenamientos en
desarrollar el resto de los días y los formatos tendrán los códigos [50%] microciclos previos) o ante la necesidad de implementar algún tipo de
o [0%]. Cuando la clasifiquemos con el código [50%] un formato de JR en contenido futbolístico (del modelo de juego) que aconseje un formato de
la planificación significará que este tipo de JR pueden aplicarse pero sin JR diferente al planificado y, por tanto, sobre el que se quiera insistir.
desarrollar especialmente la fatiga en los jugadores. ¿Y qué significa que Recordamos que un afinamiento (tapering) implica reducir el volumen,
no se estimula la fatiga? Sencillamente que no planeamos en esta tarea no la frecuencia, y mantener la intensidad del entrenamiento (Mujika
hacer llegar al jugador a su nivel máximo de exigencia, ni incrementarlo. y Padilla, 2000b). No nos cansaremos de repetir que en el orden de
Todo lo contrario, respetando la intensidad y rigurosidad de la tarea prioridades las necesidades del juego son lo primero y, solo después,
jugada, reducimos o acortamos alguna/s de la/s variable/s (duraciones intentaremos respetar, complementar o incluir aspectos condicionales.
de trabajo, número de repeticiones o series, u otros moduladores En la medida de lo posible el cuerpo técnico debería reconducir la
particulares como reglas o condicionantes de la tarea, ver Castellano, planificación de lo establecido con los JR. Llevar un orden sistemático
2005). Es importante resaltar que el código [50%] en los formatos de (pero flexible) en la realización de los diferentes formatos de JR garantiza
3:3 hasta 10:10 significaría ejercitarse con la mitad (más o menos) de que el jugador sea estimulado en todas las dimensiones bajo un orden
duración de lo establecido para el nivel actual del formato de JR en el que coherente, evitando así olvidarse de alguno de los formatos y estimulando
se encuentra el equipo. Sin embargo, cuando el código [50%] se aplique la fatiga necesaria para no dejar de estimular en los jugadores todas
en los JR de dos o menos jugadores por equipo, la manera de no provocar las cualidades condicionales, cada vez un poquito más, para que los
jugadores sigan adaptando sus cuerpos a nuevos estímulos .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de ,:Jla, .,ficar en fútbol uc dos eí puzle Ju en Castellano y David Casamichana

4.3.5.4. TABLA RESUMEN: PROPUESTA DE NIVELES

Complementando los valores aportados en la Tabla 4.3 como I 1 *2*10'/2' 1 *3*5'/2' 1 *4*3'/2' 2*6*Yz'/3'
referencia a la 'dosis' inicial en la prescripción de JR según el formato, II 1 *2*11'/2' 1 *3*5Yz'/2' 1 *4*3'/1 Yz' 2*6*Yz'/2Yz'
y al orden propuesto sobre el uso de los moduladores para incrementar III 1 *2*12'/2' 1 *3*6'/2' 1 *4*3'/1' 2*6*Yz'/2'
las demandas señalado en la Tabla 4.6, en la Tabla 4.9 se recoge una IV 1 *2*13'/2' 1 *3*6Yz'/2' 1 *4*3Yz'/2' 2*6*Yz'/1 Yz'
propuesta con 20 niveles en cada uno de los cuatro formatos de JR que se
han establecido para diseñar la planificación mediante tareas jugadas.
V 1 *2*14'/2' 1 *3*7'/2' 1 *4*3Yz'/1 Yz' 2*6*Yz'/1'
Una vez que identifiquemos el nivel en el que se encuentra el equipo VI 1 *2*15'/2' 1 *4*5'/2' 1 *4*3Yz'/1' 2*6*1'/2'
bastará con comenzar a programar las series, repeticiones, duraciones y VII 1 *3*12'/2' 1 *4*5Yz'/2' 1 *4*4'/2' 2*6*1'/1 Yz'
descansos que se deberán implementar en el transcurrir de las semanas. VIII 1 *3*1:f/2' 1 *4*6'/2' 1 *4*4'/1 Yz' 2*6*1'/1'
El nivel del equipo puede ser, probablemente será, diferente entre IX 1 *3*14'/2' 1 *4*6Yz'/2' 1 *4*4'/1' 2*7*1'/1'
los diferentes formatos de JR. Conocido el nivel de partida se puede
comenzar a planificar lo que deberá suceder en las próximas semanas,
X 1 *3*15'/2' 1 *4*7'/2' 1 *4*4Yz'/2' 2*8*1'/1'
repitiéndose por bloques de seis semanas. XI 1 *4*12'/2' 1 *5*5'/2' 1 *4*4Yz'/1 Yz' 3*6*1'/1'
XII 1 *4*13'/2' 1 *5*5Yz'/2' 1 *4*4Yz'/1' 3*7*1'/1'
XIII 1 *4*14'/2' 1 *5*6'/2' 1 *4*5'/2' 2*6*1 Yz'/2'
XIV 1 *4*15'/2' 1 *5*6Yz'/2' 1 *4*5'/1 Yz' 2*6*1 Yz'/1 Yz'
XV 1 *5*13'/2' 1 *5*7'/2' 1 *4*5'/1' 2*7*1 Yz'/2'
XVI 1 *5*14'/2' 1 *6*5'/2' 1 *5*4Yz'/2' 2*7*1 Yz'/1 Yz'
XVII 1 *5*15'/2' 1 *6*5Yz'/2' 1 *5*4Yz'/1 Yz' 3*6*1 Yz'/2'
XVIII 1 *6*13'/2' 1 *6*6'/2' 1 *5*4Yz'/1' 3*6*1 Yz'/1 Yz'
XIX 1 *6*14'/2' 1 *6*6Yz'/2' 1 *5*5'/2' 3*7*1 Yz'/2'
XX 1 *6*15'/2' 1 *6*7'/2' 1 *5*5'/1 Yz' 3*7*1 Yz'/1 Yz'
Tabla 4.9. Número de series y repeticiones, y duración del traba¡o y descanso entre repeticiones
de los diferentes formatos de JR repartidos en 20 niveles de menor a mayor en exigencia de
demanda física .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol periodización de los Juegos Reducidos: el puzle Julen Castellano y David Casamichana

4.3.6. OTRAS OPCIONES PARA MODULAR LOS JR m2\jug 1<2 3<4 5<7 8<10
<50 1º 2º 2º 4º
La duración de las tareas y su distribución no es el único modulador
de la intensidad de la tarea. Dentro de cada grupo de formatos de JR <100 3º 4º 1º 3º
(grandes, medianos y pequeños) el número de jugadores y dimensiones
<200 2º 4º 4º 2º
(como ya hemos visto) también forma parte de los ingredientes de la
planificación 'intra-formato'. Esto significa que podríamos utilizar los
>200 1º 3º 3º 1º
formatos de JR que están situados en celdas contiguas a los vértices de la
Tabla 4.2 que hemos diseñado para ubicar la prelación en las demandas
Tabla 4. 1 O. Progresión de formato de juego en cada vértice (diferenciados por colores). Orden
de las cualidades condicionales (formatos de juego que favorecen el de menor ( 4º) a mayor (1 º) nivel de exigencia.
trabajo de fuerza en negro, velocidad en azul, frecuencia cardiaca en rojo
y de recuperación o poca exigencia en verde).

En este caso, por tanto, el número de jugadores y dimensiones


4.3.7. CUANTIFICACIÓN SUBJETIVA DE LA CARGA
del espacio también se incluirían en la modulación. Es decir, que
podríamos establecer niveles (según formatos) a partir de los cuales ir DE LOS JR
implementando una exigencia incremental en la cualidad deseada y de
manera más focalizada en la fuerza, resistencia o velocidad. En otras
palabras, en lugar de utilizar los moduladores como la duración de la Au~~ue sabem,os que est~ aspec_to que vamos a exponer ahora, por
tarea y recuperación o el nº de series y repeticiones, podríamos utilizar su temática, tendría una mejor cabida en el capítulo 2 del libro el de
las variables dimensiones y nº de jugadores por equipo (u otras de las evaluación, creemos que ahora va a resultar más fácil su explicación para
que tengamos evidencias) de que suponen un incremento o disminución nosotros Y comprensión para el lector, una vez se han detallado algunos
de la demanda energética como tipos de marcajes, limitar el nº de toques aspectos previos necesarios en el tercero de los capítulos, intervención y
por jugador, orientación o no del espacio etc, para estimular en menor o este mismo en el que nos encontramos.
mayor medida a los jugadores en una cualidad en concreto. . Además del PSE o RPE ya comentado en el capítulo 2, cuando no se
En la siguiente Tabla 4.10 se recoge la propuesta de ordenamiento d1spon~ d~ recursos tecnológicos o de personal suficiente como para hacer
de mayor a menor exigencia condicional para cada uno de los cuadrantes. el seguimiento y valoración de las tareas jugadas, podemos echar mano
Es decir, si lo que se desea es seguir una progresión en la demanda, lo de algunas ideas desarrolladas en el presente capítulo. Aprovechando el
recomendable sería comenzar por los formatos de JR que se sitúan en perfil condicional que emerge de las tareas en función de sus componentes
el 4º nivel de demanda, para pasar al 3º, al 2º y acabar en el 1 º. Esto se estructurales y, por tanto, de su ubicación en la Tabla 4.2 se podría
repetiría en cada una de las dimensiones (cuadrantes en la tabla) en que establecer una valoración subjetiva de cada una de ellas considerando
hemos dividido el modelo tridimensional. cada una de las dimensiones de fuerza, resistencia y velocidad, tal y
como se recoge en la Tabla 4.11. El cómputo global respecto a la carga
de cada una de los tipos de tarea quedaría de la siguiente: el cuadrante I
sumaría un valor de 8, en el cuadrante II un valor de 10, en el cuadrante
III un 7 Y, finalmente, en el cuadrante IV la carga acumularía el valor

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


f
~~~~~~~~~-
El 2rte de plan1flca en futbol

más bajo, 5 puntos. La suma total de cada uno de los cuadrantes tendrá
un peso diferente en cada una de las dimensiones analizadas (Tabla
4.11).

m2\jug 1<2 1 3<4 5<7 1 8<10


<50 Acc=4 Acc=2

Res=3 Res=l
<100
Vel=l Vel=2
Acc=3 Acc=l
<200
Res=4 Res=2
>200
Vel=3 Vel=4
Tabla 4. 7 7. Carga de cada dimensión (Acc es aceleración, Res es resistencia y Ve/ es velocidad)
en función de los diferentes formatos de JR.

Bastaría con multiplicar la valoración global de la tarea realizada


por los minutos que se ha practicado para disponer de un valor de carga
(intensidad por volumen). Esta información podría complementar lo que
habitualmente se utiliza cuando se asigna un valor entre 1 y 5 (en una
escala de Likert donde 1 es poco y 5 mucho, aunque pueden establecerse
otras escalas, de 1 a 10 por ejemplo) a una tarea, sesión o semana de
entrenamiento.

Es importante remarcar que si se disponen de otros indicadores


sobre las demandas de las tareas y sesiones de entrenamiento, obtenidos
a partir de otras variables objetivas y subjetivas al estilo de la RPE
(que describe la percepción del esfuerzo) o de la QTR (que describe la
percepción que tienen los jugadores sobre la calidad de recuperación) por
ejemplo, esto permitirá tomar decisiones cada vez más ajustadas en la
periodización, si se sabe en qué medida correlaciona la valoración dada
por los jugadores con las valoraciones subjetivas asignadas a las tareas
y sesiones. La complejidad añadida a este seguimiento y control del
entrenamiento radica en que el baremo establecido específicamente para
nuestros jugadores sobre la capacidad de asimilar la carga es dinámico,
es decir, podría, o debería, cambiar a medida que avanza la temporada o
las temporadas, tal y como ya ha sido explicado anteriormente.
~ www.futboldelibro.com
Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casarruchana

5. EJEMPLO PRÁCTICO DE
INTERVENCION CON JUEGOS
REDUCIDOS

5.1. ANTECEDENTES

El objetivo del presente capítulo es mostrar un ejemplo práctico


y contextualizado de un proceso de intervención 'real' donde se han
aplicado los contenidos desarrollados en el presente libro, siguiendo las
fases que configuran el modelo del proceso de entrenamiento descrito
nada más empezar el libro (Figura 1.1). De manera práctica se muestra
tanto cómo se utilizaron los diferentes indicadores para evaluar la carga
de entrenamiento así como cuál fue la intervención propuesta respecto
a la planificación de seis semanas de entrenamiento siguiendo el modelo
de periodización propuesto en los capítulos anteriores.

A modo de ejemplo y sin que sirva más que como una referencia
orientadora, se presenta la intervención llevada a cabo en dos equipos
pertenecientes a las categorías inferiores de un club de fútbol profesional,
donde se ha aplicado una intervención de un bloque de seis semanas
siguiendo la línea base de la periodización táctica en cuanto a la
distribución semanal e incorporando cierta progresión en el transcurrir
de la intervención, tal y como se ha argumentado a lo largo del libro.
Antes (Pre-Test) y después (Post-Test) de la intervención se valoró el
aspecto condicional de los jugadores (Figura 5.1).

www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol Ejemplo práctico de intervención con Juegosreducidos Julen Castellano y David Casamichana

5.2. MÉTODO

5.2.1. PARTICIPANTES

En el presente estudio tomaron parte 32 jugadores de las categorías


inferiores de un club profesional de la liga española, divididos en dos
grupos de edad: jugadores de categoría juvenil (U18, n= 15, edad: 18.5
±0.5 años) y cadete (U16, n= 17, edad: 15.8±0.3 años). Todos los jugadores
tenían al menos cinco años de experiencia en el fútbol (siete en el caso
de los juveniles), y realizaban tres o cuatro sesiones de entrenamiento
(entre 60 y 90 min) y un partido de competición (80 min para cadetes y
90 min para juveniles) a la semana.

Todos los jugadores, padres-madres y/o tutores así como los


responsables del club fueron notificados del diseño de la investigación,
Figura 5.1. Diseño de la intervención.
los requisitos, sobre los beneficios y riesgos potenciales antes de iniciar
el estudio. Todos firmaron el consentimiento informado. La Comisión de
Ética de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) aprobó el estudio.
El Método recoge tanto las características de los participantes,
valoraciones previas de la dimensión condicional (tanto en pruebas
analíticas como valoración en diferentes JR), con la intención de tener la
fotografía condicional de inicio de todo el proceso de intervención. 5.2.2. VALORACIONES PREVIAS
Posteriormente, tras la intervención, se muestra la carga real
de trabajo a la que fueron sometidos los jugadores en el tercero de Antes de comenzar con la intervención, los jugadores fueron testados
los mesociclos del periodo competitivo. Una segunda fotografía del a partir de pruebas específicas de fuerza, velocidad y resistencia. Además,
aspecto condicional de los jugadores, en pruebas analíticas y JR, una se llevaron a cabo 3 tipos de formatos de juego, 2:2 (JR2), 4:4 (JR4) y 8:8
vez transcurridas las 6 semanas de intervención, fue realizada una vez (JR8), con el objetivo de valorar el rendimiento físico también jugando
acabada la intervención. al fútbol.
Finalmente, se discute y reflexiona en torno a todo el proceso,
destacándose aquellas cuestiones relevantes y que pudieran servir para
afinar futuros procesos de intervención. Los resultados de este estudio 5.2.2.1. TEST CONDICIONALES PRE­INTERVENCIÓN
podrían ayudar a los entrenadores a tomar decisiones sobre cómo
organizar una intervención basada en el juego, sin descuidar el aspecto
condicional de los jugadores, favoreciendo, por tanto, un contexto de La semana previa al inicio de la intervención los jugadores realizaron
calidad adecuado donde desplegar al máximo la dimensión táctica- diferentes pruebas físicas para valorar el estado actual en las cualidades


estratégica del modelo de juego que se pretende inculcar en el equipo. de fuerza, velocidad y resistencia .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de recuddos Jtd2n Castellano y David Casarnichana
l
La valoración de la fuerza explosiva se realizó a partir de saltos :cada periodo de 2 min. Cuando el jugador no pudo mantener el ritmo,
con contra movimiento (CMJ) y con contra movimiento y manos libres ~'llegando tarde a las marcas establecidas en dos ocasiones consecutivas,
(Abalakov). Todos los jugadores realizaron los saltos en la misma se consideró que había terminado la prueba. El test UMTT ya ha sido
plataforma de contacto (Opto Jump, Microgate™, Bolzano, Italy), validado con anterioridad en jugadores junior de fútbol (Llodio, Garcia-
atendiendo al procedimiento propuesto por Yanci y Los Arcos (2014), Tabar, Sánchez-Medina, Ibáñez, y Gorostiaga, 2015).
realizando dos repeticiones de cada tipo de salto. El descanso entre cada
uno de las repeticiones fue de 15 seg, y de 5 min entre pruebas. Todas las pruebas se realizaron en el mismo día y en el siguiente
orden: CMJ, Abalakov, velocidad 40 m, COD y Resistencia. Cada jugador
La valoración de la velocidad y aceleración se realizó a partir de realizó dos intentos en cada prueba a excepción de en la resistencia,
la medición de un sprint de 40 m, distancia que parece ser suficiente donde solo se realizó una repetición. El mejor valor en cada una de las
para que los jugadores puedan conseguir su máximo valor (Buchheit, pruebas fue el que se escogió para llevar a cabo los análisis. La fiabilidad
Simpson, Peltola y Méndez-Villanueva, 2012). Los jugadores comenzaron absoluta del pre-test ha sido expresada en términos relativos utilizando
la carrera 0,5 m detrás de la primera célula fotoeléctrica (Polifemo Radio el coeficiente de variación (CV), siendo para cada una de las pruebas
Light; Microgate™, Bolzano, Italy), al que se le añadieron los tiempos de el 2,4 %, 2,3 %, 0,5 % y 1,2 % para CMJ, Abalakov, Velocidad y COD
paso en las distancias de 5, 10, 20 y 30 m (medidos también con células respectivamente. En la siguiente tabla se recogen los valores de la media,
fotoeléctricas), además de la última medición a 40 m de distancia. desviación estándar, mínimo y máximo obtenidos por los jugadores
(Tabla 5.1).
Los cambios de dirección fueron valorados a partir del T-test
adaptado (COD). El test consistió en la realización de un test en forma
de cruz siguiendo similares directrices marcadas por los Yanci, García,
Pruebas Media DS Mínimo Máximo
Castillo, Rivero y Los Arcos (2014), siendo los desplazamientos realizados
de forma libre, bordeando la pica central y pisando dentro de los aros CMJ (cm) 34,6 3,6 29,2 44,0
colocados en los laterales. El jugador solo está obligado a mantener la ABALAKOV (cm) 40,6 4,1 34,7 52,8
mirada hacia la zona de llegada. El test tiene una distancia de 30 metros, Velocidad 40m (seg) 5,54 0,19 5,09 6,04
en la cual se realizan dos cambios de dirección de 90º y otros dos de 180º, COD (seg) 8,05 0,20 7,66 8,56
dos para cada pierna. Todos los participantes realizaron la prueba dos RESISTENCIA (min) 20,1 2,3 12,6 23,4
veces con aproximadamente tres min de descanso entre cada repetición.
El tiempo fue registrado mediante dos células fotocélulas (Microgate® Tabla 5. 1. Valores medios, desviación estándar, mínimos y máximos de las pruebas de fuerza
Polifemo Radio Light, Bolzano, Italia) situadas sobre la línea de salida y (CMJ y Abalakov), Velocidad (40 m), cambio de dirección (COD) y resistencia.
llegada respectivamente.

Finalmente la resistencia fue valorada a partir del University of


Montreal Track Test o UMTT (Leger y Boucher, 1980) realizado en un 5.2.2.2. FORMATOS DE JUEGO PRE-INTERVENCIÓN
campo de fútbol de 100 * 50 m y realizado con marcas cada 50 m. El UMTT
es un test de campo de carrera incremental y maximal. Para facilitar
Tres tipos de JR también fueron analizados antes de comenzar la
que los jugadores mantuvieran estable su velocidad de desplazamiento
intervención. En la siguiente Tabla 5.2 se recogen las características que
en cada uno de los periodos los tiempos de paso cada 50 metros fueron
tuvieron los formatos, las dimensiones relativas por jugador (área), el
señalados a los participantes. La velocidad inicial de carrera del test
fue de 8,5 Km -h-1, al que se fue incrementando la velocidad 1 Km -h-1
• HvvW.futóoldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Ju len Castellano y David Casarnichana

número de repeticiones (sólo se realizó una serie), la duración de la tarea SSG: SSG8
y de la pausa entre repeticiones (pausa/rep), así como de la duración 140,0

total de la actividad. 130,0

120,0
e
·¡¡

Are a Repeticiones Duración pausa/rep TTotal


TEST (m2) (n) (min) (min) (min) 100,0

JR8 175 4 8 2 38
90,0

JR4 125 6 4 2 34
80,0
JR2 75 8 2 2 30
orden

Tabla 5.2. Los tres tipos de formatos de JR así como sus características respecto al número de
Figura 5.2. Va/ores medios de la velocidad media de desplazamiento en m·min-1 de los
jugadores, dimensiones relativas, repeticiones, duración de la tarea y tiempo total estimado
jugadores cadetes y juveniles en los tres formatos de juego analizados: a) 2:2, b) 4:4 y c) 8:8.
(TTotal) para hacer la prueba.
Las características de las duraciones, repeticiones y dimensiones están descritas en la Tabla 5.2.

En la siguiente Figura 5.2 utilizando la variable velocidad media de


desplazamiento expresada en metros recorridos por minuto (m min') se 5.2.3. PLAN DE INTERVENCIÓN
presentan los valores medios obtenidos de ambos equipos (juveniles y
cadetes) en cada uno de los formatos de juego testeados. Como se puede
apreciar, existe una tendencia de descenso en el rendimiento físico de El plan de intervención fue configurado para un único bloque de
los jugadores para la variable considerada. Las últimas repeticiones en seis semanas. Se comenzó por el grupo de formatos de JR grandes,
prácticamente todos los formatos de JR analizados muestran un descenso para pasar a los medianos y acabar con los reducidos. La Figura 5.3
en la variable metros recorridos por minuto (m -min'). muestra los formatos que sufrieron periodos de sobre-carga, (100%], de
media (50%] o nula carga (0%]. Todas las sesiones de entrenamiento
fueron registradas utilizando para ello diferentes medios. Se emplearon
SSG: SSG2

140,0 en todas las sesiones y partidos de competición dispositivos GPS que


125.0 o"' cada jugador llevó durante todo el proceso. Además, los jugadores
también llevaron pulsómetros. Tanto antes de que diese comienzo el
.-¡.
100,0 120.0
11 1 entrenamiento como una vez concluido, los jugadores respondieron un
r
e 1

e
75.0 11 l sencillo cuestionario de percepción de la recuperación (RQ) y el esfuerzo
~ 100,0

(RPE), respectivamente. Todas las tareas, así como las duraciones de


::::: so.o

las tareas fueron registradas a partir de una aplicación Sportanalyzer


25,0
80,0
(www.Sportanalyzer.er).

orden orden

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Ejemplo practico de intervención con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

-- ---- - (JA) se combinaron actividades de recuperación (para los titulares


Semanai Sernanaz Sernanaj Semanaq Semanas Semana6 en la competición anterior) y compensación (para los suplentes o no
convocados), junto con otras actividades realizadas en común.
100% 100%
8:8 o% o% 50% 50% En definitiva, las sesiones de entrenamiento (D) -3, -2 y -1, se
Nivel o Nivel 0+1 1
1 corresponden con los días centrales de la semana, es decir, alejados de
100% 100%
la competición previa (habitualmente +2 ó +3) y de la fase de tapering
I•

4:4 50% 50% o% 1 o%


Nivelo Nivel 0+1
del siguiente partido (habitualmente -1 ó -2), si atendemos a los días de
100% 100%
2:2 o% o% 50% 50% distancia respecto al partido anterior(+) o respecto al siguiente(-).
Nivel o Nivel 0+1

RQ PE 5.2.3.1. DIRECTRICES DEL CLUB EN LA PLANIFICACIÓN


SEMANAL

Figura 5.3. Plan de intervención de seis semanas, programados los JR en los tres tipos de Los equipos que participaron en la intervención, al pertenecer
formatos: 8:8, 4:4 y 2:2. ambos al mismo club, estaban familiarizados con lo que supone una
semana tipo o morfociclo patrón. Desde hace algunas temporadas, el
conjunto de los siete equipos que pertenecen a la base del club, tienen
De manera detallada, en los siguientes epígrafes se detalla en qué una misma manera de organizar los contenidos a lo largo de la semana.
consistió cada una de las sesiones de la semana (D-3, D-2 y D-1) en donde Los equipos no reciben información sobre los contenidos específicos
se aplicó los formatos que deberían ser estimulados al máximo [100%] que deben desarrollar, ya que dejan en manos de los entrenadores la
o a la misma intensidad pero sin estimular su fatiga ni progresión, por valoración que hagan sobre los puntos débiles que mejorar o los puntos
tanto [50%]. fuertes que potenciar en su equipo. Sin embargo, desde la entidad se les
ofrece asesoramiento y documentación escrita sobre las características
Antes de explicar cada uno de los códigos que hemos establecido
estructurales (dimensiones, jugadores, duraciones, repeticiones,
para los días de entrenamiento (D-3, D-2 y D-1), es conveniente aclarar
descansos ... ) que las formas jugadas deben respetar en función del día
que esta nomenclatura no se ajusta directamente con la distancia entre
de la semana.
el entrenamiento y la competición. Dicha codificación hace mención
básicamente a los entrenamientos previos a la competición, pudiendo Esta distribución semanal supone que a nivel condicional la fuerza
estar estos más alejados de los días naturales que les corresponden. El (potencia) tendrá preferencia en D-3, la resistencia en D-2 y la velocidad
día menos tres (D-3) o de tensión, será el más alejado de la competición. en D-1. Motivado especialmente por el número de jugadores que
El día menos dos (D-2) o duración, será el día medio de la semana. Y el participarán en las tareas que se diseñan para cada día de la semana. A
día menos uno (D-1) o velocidad, será en todos los casos el último previo nivel de objetivos de las tareas el D-3 atenderá especialmente a aspectos
a la competición, aunque pudiera no ser el entrenamiento de víspera o conceptos sectoriales e individuales, el D-2 a conceptos intersectorial o
al partido. El D-4 que realizó en algunas ocasiones el equipo juvenil sectoriales y, por último, el D-1 dará un mayor peso a aspectos sectoriales
y en menor medida a los intersectoriales. Para conseguir desarrollar

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


y
El arte de planificar en fútbol Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Ju len Castellano y David Casamichana

estos objetivos, sin dejar de atender el aspecto condicional, las variables es decir, adelantado el contenido del D-2, probablemente también por
estructurales que deben considerarse en el diseño de las tareas jugadas una mayor afinidad de algunos formatos en la dimensión Tensión (p.e.
serían las siguientes: JR pequeños) a ese día de la semana.

l. para D-3 (tensión): espacio relativo por jugador 100 m2, jugadores por
equipo 1-3 y/o 4-6, espacio orientado y/o no orientado. D-3 mm
Semana 50% Área Series Repeticiones dur pausa/s pausa/rep TTotal
2. para D-2 (duración): espacio relativo por jugador >200 m2, jugadores por
equipo 7-11, orientación del espacio.
1 JR4 100 1 6 2 o 1 17
2 JR4 100 1 6 2,5 o 1 20
3. para D-1 (velocidad): espacio relativo por jugador 100-200 m2, jugadores 3 JR2 50 2 3 2 o 1 17
por equipo 1-3 y/o 4-6 y/o 7-11, orientación del espacio. 4 JR2 50 2 4 2 o 1 23
5 JRS 150 1 3 6 o 1 20
6 JRS 150 1 3 6,5 o 1 21,5
Además, la forma de prescribir los contenidos los diferentes días
Tabla 5.3. Formatos y características de los formatos que se ¡ugarán en cada una de las
semanales sugieren diferente planteamientos, fraccionado en los días semanas del bloque.
D-3 y D-1 y continuo en el D-2. Los descansos serán mayores también
en los días D-3 y D-1, para que emerjan las variables físicas en calidad,
mientras que serán menores en el D-2, implicando de esta manera el
componente cardiovascular. En la misma línea, más repeticiones y más 5.2.3.3. EL D-2 EN EL PLAN DE INTERVENCIÓN
series serán la mejor forma de organizar las tareas en D-3 y D-1, mientras
que en D-2 habrá menos repeticiones ya que se propondrán tareas más
prolongadas en duración. En la siguiente Tabla 5.4 se recoge el tipo de formato de JR, las
dimensiones relativas por jugador (área), el número de series y
repeticiones, la duración de la tarea y de la pausa entre series (pausa/s)
Y repeticiones (pausa/r), así como de la duración total de la actividad
5.2.3.2. EL D-3 EN EL PLAN DE INTERVENCIÓN programada para el D-2 de la semana. Todos estos formatos se realizarán
al [100%], siempre y cuando así quede especificado en la Figura 5.3.

En la siguiente Tabla 5.3 se recoge el tipo de formato de JR, las


dimensiones relativas por jugador (área), el número de series y
repeticiones, la duración de la tarea y de la pausa entre series (pausa/s)
y repeticiones (pausa/r), así como de la duración total de la actividad
programada para el D-3 de la semana. Todos estos formatos se realizarán
al [50%], siempre y cuando así quede especificado en la Figura 5.3. En
algún caso, dependiendo de la disponibilidad ofrecida por la separación
entre competición en el microciclo en cuestión, se podría completar la
realización de aquellos formatos de JR que deban realizarse al [100%],
~ www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
t
Ejemplo practico de intervención con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana
El arte de planificar en futbol

D-2 mm ......-<
c<:i LO LO LO
-+
----
Semana 100% Área Series Repeticiones dur pausa/s pausa/rep TTotal ..µ
o 00 o se o LO o o
,....., so -s::t< ai
>
LO LO -s::t< -s::t< 00 00 (N

1 JRS 200 1 4 9 o 2 42
E-,
E-,
LO -s::t< -s::t< ~
2
2 JRS 200 1 4 10 o 2 46 o..
Q.)
e:
.!]2
:::,

3 JR4 150 1 6 4,5 o 2 37 H


---o:
c<:i (N (N (N (N (N (N (N ,....., ,.....,
O)
·¡;;
(N
~
4 JR4 150 1 6 5 o 2 40 ,....., ;j
o
+ c<:i
e,
5 JR2 100 2 6 2 1,5 1 36,5 ......-<
Q.)
ai
>
...:>. .
a: 'e:
6 2 1 1 36
z ---
'-
6 JR2 100 2 c<:i
ir:
;j o o o o o o o o ,....., ,.....,
::go
l..
c<:i
Tabla 5.4. Formatos y características de los formatos que se ¡ugarán en cada una de las e, o
Q.
semanas del bloque.
Q)
,....., o "oo
H LO LO LO LO
;j 00
,....., ,....., ,....., LO (N ,.....,
"'d 00 t- eo 00 e: "t
e,
EQ) "">
so so e.o se ..Q
Esta prescripción y formatos de JR marcan el nivel de partida de los Q.)
H
-s::t< -s::t< -s::t< LO LO LO "'
..Q ..a
e: .E
equipos. Esta distribución ha sido tomada a partir de la valoración de los ......-<
Q)
..Q
JR realizada en la semana previa al inicio de la intervención (ver Figura c<:i
..µ
e.o 00 t-
LO LO ~ e:
o -s::t< (N 00 00 00
se o Q)

5.2). E-, LO -s::t< -s::t< -s::t< -s::t< 00 00 (N -s::t< o o


"]
00 (N
E-,
oe: ..Q
o..
Q.) '0 Q)

"
l..
H o
5.2.3.3.1. FORMATOS ALTERNATIVOS PARA EL D-2 EN EL PLAN ---c<:i
ir:
(N (N (N (N (N (N (N (N ,....., ,....., O)
.:?_ '0
e:
·¡:;
;j
DE INTERVENCIÓN o c<:i
Q) vi
"':::, :"Qo .9-
l..
......-< o.. Q) u
Q.)

.......:> u: o- -!Eu "'


Q)
l..

. 1

La dinámica de la competición y de los entrenamientos no siempre z ---u: c<:i


o o o o o o o o LO LO
"'o ..a
:.:: .E
>
Q.
o
E
permite disponer del número ideal de jugadores para desarrollar las
;j
c<:i
,....., ,....., oe: "'
Q)
Q) .~
o.. l.. l..
Q. E
tareas programadas y, menos, cuando se trata del fútbol en el ámbito 2
H
o
o ....,O:: ..Q
~
formativo. Con el objetivo de disponer de un 'plan B', en la Tabla 5.5 que ;j (N
,....., ,....., O) 00 t- se LO
-s::t<~ 00 (N ,....., "' ..2"'
E
"'d o "'
Q)
a continuación se presenta vienen recogidas las alternativas para que en El.. l..o ol..
el caso de que el formato de JR que se ha programado para ese día de la e,
co se so se .....o .:?.,
O) :::,
u
semana no pueda desarrollarse, pueda verse sustituido por otro que está
Q.) -s::t< -s::t< -s::t< LO LO LO
o"'
..2"' o
H e:
"'E
""
'0
en el mismo grupo de tareas grandes, medias o pequeñas. El objetivo es .......Q.)
Q)
Q)

H ,....., ,....., ,....., ,....., ,....., ,....., ,....., ,....., :::,


o"'
(N (N 's
no variar en exceso la demanda condicional establecida para ese día de Q.)
._g
Q.
N
lfJ Q)
o
la semana y en ese tipo de formatos de juego. La Tabla 5.5, recoge las o
..µ '~ "'o e:
características de las tareas que deben completarse en la semana cero
c<:i o o o LO LO o o LO o o l..
2u o
e: Q)

s '~
c<:i o
Q.)
o o o t- t- LO ,....., LO
(N o
" "..a
,....., ,....., ,....., ,....., ,....., LO ol.. e:
(nivel O) y en la semana+ 1 (nivel+ 1), es decir, en la semana de partida y la H
(N (N (N
o
o o o:::, Q)
l..
(.)
siguiente cuando corresponda a cada formato de JR y no cuadre el número ~ o ,.....,
u
E
~ 00 t- e.o LO -s::t< 00
,....., O) (N ""> ~ o
de jugadores necesarios con los disponibles. Se trata solo de propuestas o ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ "">
o "'
Q)
~
,....., !-;)
l..

alternativas para cuando el formato planificado no pueda desarrollarse


!-;) !-;) !-;) !-;) !-;) !-;) !-;) !-;) !-;) ..Q Q.
.Eo


..a E
.!]2
por falta de jugadores. ~
"' z
• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol
• Ejemplo práctico de mtervención con Juegosreducidos Julen Castellano y David Casamichana

5.2.3.4. EL D-1 EN EL PLAN DE INTERVENCIÓN 5.3. RESULTADOS

En la siguiente Tabla 5.6 se recoge el tipo de formato de JR, las En los siguientes apartados se muestra brevemente un resumen
dimensiones relativas por jugador (área), el número de series y de los resultados más significativos. Primeramente comenzaremos por
repeticiones, la duración de la tarea y de la pausa entre series (pausa/s) la descripción de lo realizado 'realmente' en las diferentes sesiones de
y repeticiones (pausa/r), así como de la duración total de la actividad entrenamiento. Para ello se han agrupado las tareas practicadas por los
programada para el D-1 de la semana. Todos estos formatos se realizarán equipos en función del sistema taxonómico establecido para tal fin, tal y
como máximo al [50%], siempre y cuando así quede especificado en la como se detallará más adelante. Posteriormente se aporta información
Figura 5.3. sobre la carga condicional soportada por los jugadores y equipos, para lo
cual, las sesiones fueron agrupadas en función de los diferentes días de la
semana D-3, D-2 y D-1. El objetivo será mostrar el perfil de las variables
mm que representan los aspectos condicionales del proceso de intervención y
D-1
que engloban la resistencia, la aceleración y la velocidad.
Semana 50% Área Series Repeticiones dur pausa/s Pausa/rep TTotal
1 JR4 FRAC. 1 6 20" o 2' 14'
2 JR4 FRAC. 1 8 20" o 2' 17' 5.3.1. INTERVENCIÓN REAL
3 JR2 FRAC. 1 6 10" o 1'30" 10'
4 JR2 FRAC. 1 8 10" o 1'30" 12'
5.3.1.1. DISTRIBUCIÓN DE LAS TAREAS
5 JR8 250 1 3 6 o 2' 22
6 JR8 250 1 3 6,5 o 2' 23,5
El tercero de los mesociclos competitivos que fue utilizado para
Tabla 5.6. Formatos y características de los formatos que se iugarán en cada una de las
llevar a cabo la intervención abarcó un periodo de seis semanas. Además
semanas del bloque.
del tiempo de competición (seis partidos oficiales disputados en dicho
Nota: en roio quedan recogidos la prescripción de los formatos medios y pequeños, que periodo), los equipos (cadete y juvenil) distribuyeron el tiempo de
deberían evitarse en caso de ser la sesión D- 1 la previa a la competición, o en su defecto entrenamiento tal y como se recoge en la Tabla 5. 7. Para ambos equipos,
proponerse de manera fraccionada y con recuperación total. cadetes y juveniles, el tiempo de competición supuso una quinta parte de
toda su práctica durante ese mesociclo.

Cadete Juvenil
Com11etición 480 18% 540 19%
Tiempo de entrenamiento 2.203 82% 2.264 81%
Práctica motriz 1.969 91% 2.057 89%
Pausa 113 7% 166 5%
Teoría 121 2% 41 5%
Tabla 5.7. Tiempo en minutos distribuidos en la competición y en las diferentes actividades de


entrenamiento, pausa y contenido teórico del mesociclo competitivo estudiado .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
Ei arte de planificar en fútbol
•• ,,,,...,,,_. ~,,,,•.,.·=a-C•'~ ,_,,..,,.,_.,.~~ ·-~----.. ...- •.,.,......,_,..,,.... """•~~--•~'"' ,,___._,.,.,_,,,~-.,.,~-·-~"-'"''''~'' .............__

A partir de un sistema taxonómico diseñado ad hoc (Etxeazarra, (c) Juegos reducidos: son duelos individuales o colectivos, a los que
2014) se codificaron los contenidos de entrenamiento. La práctica motriz se modifican los elementos estructurales de la lógica interna (aunque
se repartió en dos tipos de contenidos, auxiliar y especial, utilizados sin eliminar ninguno de ellos) tales como: 1) el número de jugadores
para diferenciar su proximidad con los elementos de la lógica interna por equipo, donde se diferencian los grupos reducidos (1/3:1/3, significa
del fútbol implicados en la tarea. Los contenidos catalogados como de uno a tres jugadores por equipo), medios (4/6:4/6, significa de 4 a 6
auxiliares focalizan su atención en el aspecto condicional del jugador, jugadores por equipo) y grandes (7/10:7/10, significa de 7 a 10 jugadores
y se realizan sin balón. Son tareas analíticas, subordinadas al trabajo por equipo); 2) el espacio individual interacción o espacio relativo por
coordinativo y condicional de recuperación, compensación y/o prevención. jugador (<100, 100-200 y 2':200 m2) y; 3) la orientación del espacio,
En este tipo de contenido también quedan incluidos el calentamiento y distinguiéndose el espacio Polarizado (con porterías separadas para
la vuelta a la calma. ambos equipos), Orientado (con porterías pero sin estar repartidas
para un equipo o el otro) y No Orientado (donde el objetivo es mantener
Por otro lado, están los contenidos especiales, que son situaciones la posesión del balón). Los rondos también están incluidos en esta
de entrenamiento directamente relacionadas con los elementos técnico- tipología de tareas, pero se registran de manera específicamente como
tácticos del juego, necesitan de balón, pudiendo tener diferentes grados un subgrupo.
de adecuación a los elementos estructurales del fútbol. Este tipo de
tareas engloban una alta variabilidad de situaciones motrices que se
(d) Partido: son situaciones muy próximas al partido de competición, es
distribuyen de la siguiente manera: a) tareas de ataque, defensa o
decir, con una estructura de X:X (siendo X2:7), con porterías y porteros,
ataque-defensa, b) animaciones, e) juegos reducidos, y d) partidos. Las
con una disimetría máxima de ±1 jugador, con un espacio relativo 2':200
características de dichos tipos de tareas especiales son estas: m2 y sin reglas añadidas.

(al) Ataque, (a2) Defensa y (a3) Ataque-defensa: no se incluyen La distribución de los contenidos especiales en el mesociclo de
todos los elementos estructurales de la lógica interna del fútbol. Dicho entrenamiento está recogida en la Tabla 5.8. Como puede apreciarse en
tipo de actividades se realizan en psicomotricidad, co- motricidad ella, más tres cuartas partes del tiempo de preparación se dedicaron a
o en cooperación; no existiendo en ningún caso oposición, es decir, tareas especiales (76 % para los cadetes y 80 % para los juveniles). Estas
adversario(s). El balón está presente y se emplean habitualmente para a su vez fueron distribuidas de tal manera que entorno al 80 % (79 %
desarrollar automatismos sobre el modelo de juego, tales como jugadas y 81 % para cadetes y juveniles respectivamente) se dedicaron a juegos
combinativas, llegadas, etc. Actividades técnicas analíticas también se reducidos.
incluirían en este apartado.

(b) Animaciones: son situaciones con oposición (duelos colectivos),


con espacio polarizado y con límite en la secuencia de posesiones (máx.
2). Habitualmente se parte de una situación inicial definida.

www.futboldelibro.com www futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol Ejemplo practico de intervención con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

Cadete Juvenil CADETE


PREPARACIÓN AUXILIAR 462 24% 421 20% 47%
41%
PREPARACIÓN ESPECIAL 1.502 76% 1.636 80% 71%

Balón parado o 0% 51 3%
No oposición Ataque/Defensa 159 11% 318 19%
Oposición 1.343 89% 1.267 77%
Animación 276 21% 114 9%
Juegos Reducidos 1.067 79% 1.032 81%
- Juego 940 88% 946 92%
- Rondo 127 12% 86 8%
Partido o 0% 121 7% 15% 14%

Tabla 5.8. Tiempo absoluto (en min) y relativo (%) de los diferentes tipos de práctica motriz,
auxiliar y específica.
Reducidos Medios Grandes < 100 m2 100-200 m2 > 200 m2 No orient Orientado Polarizado

a) b) c)
Finalmente, en la Figura 5.4 se recoge la distribución de los JUVENIL
contenidos dentro del grupo 'juego' perteneciente a los JR (en azul en la
46%
Tabla 5.8), donde se han diferenciado tres variables: número jugadores 60%
(se diferencian tres tipos: 1/3:1/3, 4/6:4/6 y 7/10:7/10), espacio individual 50%

interacción (EII) (<100 m2, <200 m2, ~200 m2) y orientación (Polarizado,
Orientado y No Orientado).

33%

Reducidos Medios Grandes < 100 m2 100-200 m2 > 200 m2 No orient Orientado Polarizado

d) e) f)
Figura 5.4. Distribución (% del tiempo de entreno) de los contenidos pertenecientes a la
tipología Juegos reducidos a partir de las tres variables: jugadores por equipo (reducidos
1/3:1/3, medios 4/6:4/6 y grandes 7/10:7/10), espacio individual interacción (<100,


100-200 y ?_200 en m2) y orientación (Polarizado, Orientado y No Orientado). a), b) y c) se
corresponden con el equipo cadete y d), e) y f) se corresponde con el equipo juvenil .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
11

El arte de planificar ,-,. ;,:,. b: ,: Ejernpic de intervención con reducidos Julen Castellanc y David Casamichana
-- ,. -~~--~ • • -. · · - --- ,_...., -~ ,,..,,..., ,,,_-,.,~~ .. «-~n..,,~N •....,.....,,.,,,., ,,,._.,. .....,, ,.._.....,...._.._..._.,_._,,_,~" =--•:-e ~-~•<.. <U....._......_.._
___,~,...~-· .,._, · · - •

5.3.1.2. DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS DE ENTRENAMIENTO Las variables e indicadores seleccionados en esta ocasión fueron
. relativos a la carga e intensidad de las sesiones (para más información
sobre ellos puede consultarse el segundo capítulo del libro):
Durante todas las sesiones de entrenamiento y todos los partidos los
jugadores llevaron consigo dispositivos GPS (MinimaxX 84.0, Catapult Distancia total recorrida en m
Innovations, Victoria, Australia) que registran con una frecuencia de
Distancia total recorrida por minuto de práctica en m -min'
muestreo de 10 Hz, así como pulsómetros Polar Tem (Polar Electro,
Kempele, Finland), que registran con una frecuencia de muestreo de Player Load en UA
0,2 Hz. Las seis semanas de entrenamiento supusieron un total de 20
Player Load por minuto de práctica en UA .min'
entrenamientos para los cadetes y 24 para los juveniles. Además cada
uno de los equipos disputó 6 partidos de competición. Esto ha supuesto Distancia total recorrida en diferentes rangos de aceleración >+ 1, >+2,
un volumen de práctica total en torno a los 2000 min (ver Tabla 5. 7). >+3, <-1, <-2 y <-3, todos en m .seg?
Los jugadores que fueron valorados tuvieron una participación media en
Exertion Index
el tiempo de entrenamiento del 89% y 82% para los cadetes y juveniles
respectivamente. Exertion Index por minuto de práctica en UA -min'

A modo de ejemplo, las cargas de entrenamiento han sido valoradas Distancia total recorrida en diferentes rangos de velocidad 0-4, 4- 7, 7-
en función de variables que aportan información sobre las diferentes 10, 10- 13, 13- 16, 16- 19, 19- 21 y >21, todos en Km -h-1
dimensiones del entrenamiento, haciendo alusión tanto a la carga
global como a la intensidad de la misma. Por otra parte, ambos tipos de
Tal y como se recoge en la Figura 5.5, los valores de Distancia total
indicadores absolutos y relativos han sido relativizados en porcentaje a
recorrida (m) y la recorrida por minuto (m -min') marcan un particular
los valores medios realizados por estos mismos jugadores en partidos de perfil a lo largo de un microciclo competitivo. Si bien, la variable de carga
competición. dibuja un recorrido donde el pico más alto se encuentra en D-3, la variable
de intensidad (DTmin) encuentra sus valores más altos en D-2. En la
Para una mejor comprension la interpretación de estos valores
búsqueda de ese afinamiento semanal para preparar al equipo para la
sería el siguiente: valores del 100 % indicarían que esa variable ha sido
competición parece lógico pensar en la necesidad de acumular la carga
realizada en la misma proporción respecto a lo que ese mismo jugador en la primera parte de la semana, alejada del partido, mientras que la
realiza de media en un partido de competición. Como se puede comprobar intensidad (m -min') alcanza su pico más elevado un día después (D-2),
y a continuación explicaremos, las sesiones de entrenamiento responden en la búsqueda de demandas menores en cantidad y mayores en calidad/
a un perfil particular, que posteriormente habría que interpretar si intensidad. El día previo (D-1), tal y como sucederá con el resto de las
ajustado o no a lo diseñado por el cuerpo técnico. Con esta información variables que también se describen a continuación mostrará los valores
se puede empezar a afinar la aplicación de cargas e intensidades con más bajos del microciclo. La utilización de esta sesión para incluir tareas
el objetivo de incidir en la puesta a punto y fatigando lo justo para no que tiene que ver con la estrategia estaría detrás de este bajo volumen
restar frescura y, en consecuencia, optimizar el rendimiento de jugadores de metros recorridos, no llegando ni a la mitad de lo demandado en la
y equipo. competición.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol
• Ejemplo práctico de mtervencior- con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

10000 Sin embargo, la utilización de esta variable podría esconder una


información interesante para valorar la intermitencia de la carrera
Dintanciatotal
80% realizada por los jugadores en las sesiones de entrenamiento. Tal y como
g
ft
70% se puede apreciar en la comparativa de la demanda realizada en el proceso
:!! """
i~
60%
de entrenamiento respecto a la variable PL rnin' respecto a la demandada
e ,ooo
50%
en un partido de competición, valores porcentuales superiores a los
40%
fl
¡¡ mostrados por la DT rnin' podría interpretarse como que a los jugadores
30%

20%
se les ha demandado actividades que han necesitado un mayor competente
10%
de la dimensión aceleración/desaceleración, es decir, se ha trabajo con JR
0% con unas características ... [si estas en lo cierto!, de pocos jugadores y en
un espacio relativo inferior a los marcados por la competición.
D-4 D-3 D-2 D-1
0-3 e-a 0-1

Ola de la Hmana

1200.0

1500

1000,0 80%
40%
125,0 70%
35%

1
eoo.o 60%
30%
100.0 50%
e

~ 25%
600.0 40%
75.0 20%
30%
15%
~ 400.0 20%
"'·º 10%
10%
5% ~ 0%
'.!00,0
25,0
D-4 D-3 D-2 D-1
0%
D-3 0-1
D-4 D-3 D-2 D-1
0-3 o-a D-1
Ola de la semana
Ola de la semana

Figura 5.5. Valores de Distancia total recorrida (m) y la recorrida por minuto (m·min-1) [ columna
izquierda], así como el porcentaje que supone respecto a la competición [ columna derecha] , 45%

40%
en función de los días de la semana. e 10.0
e 35%
-e 30%
_,o
l 25%
Las demandas relacionadas con la aceleración, a partir del cálculo
7,5

¡¡: 20%

de un indicador global como es el Player Load (PL) quedan recogidos en 5,0


15%

la Figura 5.6, proponiéndose nuevamente un indicador de carga (PL, en 10%

UA) y otro de intensidad (PLmin, en UA -min'). Tal y como se expuso en as


5%

0%
el primero de los capítulos, las variable PL y DT (distancia total recorrida) D-3
D-4 D-3 D-2 D-1

tienen una alta correlación. Este puede ser el motivo por el que el perfil Día de la semana

dibujado por dicho indicador en su versión carga e intensidad aportan una


Figura 5.6. Valores de Player Load o PL (UA) y PL por minuto (UA·min-1) [columna izquierda],
información similar a las variables DT (m) y la DT recorrida por minuto así como el porcentaje que supone respecto a la competición [ columna derecha], en función de
(m -min'). los días de la semana .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

1
El arte de planificar en fútbol
• Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Ju len Castellano y David Casamichana

Afinando en la descripción y comparación de las sesiones en el contexto


de la dimensión aceleración/ desaceleración, podemos comprobar el perfil •Ace<-3
550,0 DAce<-2
OAce<-1 DT en desaceleración
de la semana así como su relación con la competición en la siguiente 500.0

E
Figura 5.7. Como se ha descrito anteriormente solo se han considerado :~ 450,0 I Acc<-3 Acc<-2 1 Accc-l
5
los rangos de aceleración por encima o por debajo de + 1 y -1 m ·seg·2
400,0

j
.;
350.0
84% 79%
respectivamente. La justificación a la elección de estos rangos se debe
.
77%
65% 69% 65%
~ 300,0

en primer lugar a que variaciones de -1 a + 1 m ·seg·2 quedan incluidos en 1250,0 59% 63% 60%

la variabilidad propia de la dimensión velocidad, si bien es verdad que ~


·¡¡
200,0
43% 45% 42%

este rango de aceleración por encima y por debajo de O abarca mucho ~

a
ISO.O

100.0

tiempo y espacio en la demanda física de los jugadores. Al otro extremo, 50,0

en los rangos altos de aceleración y desaceleración (especialmente >+4 D-4 0-3 0-2

y <-4 m .seg"), la fiabilidad de los GPS comienza a deteriorarse, por lo Día de la semana D-4 D-3 D-2 D-1

que resultará difícil diferenciar la 'señal' del 'ruido', por lo que no se ha a)


considerado oportuno incluirlos. 650
•Acc>J
0Acc>2
0Acc>1
DT en aceleración
600 •Acc>l •Acc>2 Acc>3

Tanto las figuras de la columna izquierda como de la derecha nos :[ 550

-~ 500 'º"
sitúan en un perfil de semana que puede ser interpretado de la siguiente ·¡¡
~ 450
74%
77%

69% 70%
.;
manera. En primer lugar, el orden en la demanda de aceleración/ ~ 400 63% 63% 64%
e
""
desaceleración exigida en las sesiones fue este: D-3 > D-2 > D-4 > D-1. ~ 350

.
-~ 300 48% 46%

En la misma línea, su relación con respecto a la competición guarda


44%
~ 250
·¡¡
una tendencia similar, si bien es verdad, que no en todos los rangos ~ 200

0 tsc
de intensidad las demandas en aceleración se solicitan en la misma 100

proporción a la competición ni en todos los días previos a la misma. Como so

era de esperar, las demandas de aceleraciones y desaceleraciones de alta D-4 D-3 D-2
D-4 D-3 0-2 0-1
Oía de la semana
intensidad son las menos solicitadas en los entrenamientos, teniendo un
b)
mayor protagonismo las aceleraciones y desaceleraciones de los primeros Figura 5.7. Valores de la distancia recorrida en desaceleración (a) y aceleración (b) en metros
rangos, Acc>+1 m ·seg·2 y Acc<-1 m ·seg·2, respectivamente. [ columna izquierda], así como el porcentaje que supone respecto a la competición [ columna
derecha], en función de los días de la semana.

Se ha propuesto describir la dimensión velocidad (Figura 5.8)


utilizando además del indicador de intensidad (m -min'), ya comentado
previamente y la distancia recorrida en diferentes rangos de intensidad
que comentaremos posteriormente, utilizar un indicador global que
podría resumir esta dimensión. Nos referimos al indicador de carga
Exertion Index (El, en unidades arbitrarias o UA) y la versión en
intensidad cuando lo relativizamos a minuto de práctica (Elmin, en

• •
UA 'min') .
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

1
El arte de planificar en fútbol Ejemplo ¡Jractico de mtervendon con .uegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

Cuando se compara con la competición, en ninguno de los días, Finalmente, en la Figura 5.9, se recogen las distancias recorridas
en ninguna de las dos versiones (carga e intensidad) las demandas por los jugadores en los diferentes rangos de velocidad. Cabe destacar
solicitadas a los jugadores superó las tres cuartas de las solicitadas por en esta ocasión fue el D-3 el día de la semana donde las demandas de
un partido de competición. Similar a como ha ocurrido con las variables distancia recorrida fueron más elevadas y además en todos los rangos de
anteriormente descritas el día previo a la competición D-1 los valores velocidad establecidos. A excepción de la distancia recorrida >19 Km -h-1
en ambos indicadores (El y EI/min) no fueron superior al 45 % de lo que que estuvo en torno al 50 % de lo demandado en la competición, el resto de
probablemente se esperen cuando disputen su encuentro de liga. rangos situaron sus valores entre el 60 y 70 %. La comparativa respecto
1
a la demanda solicitada a los jugadores en la competición tiene un perfil
similar en los días D-4 y D-2, sin embargo en D-1 cabe destacar que el
80%
100,0
Exertion lndex porcentaje de la variable DT>19 no se reduce en la misma proporción
11 70%
que el resto de los rangos comparándolo con las sesiones anteriores del
ªº·º 60%
microciclo, lo cual podría estar indicando mantenimiento en la calidad
son
50%
(entendida como tareas que implican velocidades de carrera elevadas).
40% Destaca también el hecho que el porcentaje de la distancias recorrida a
menos de 4 Km -h-1 adquiera un peso mayor respecto al resto de rangos,
.tO,O
30%

20,0
20% ratificando nuevamente la idea comentada sobre la inclusión de tareas
10% que tienen que ver con el entrenamiento de jugadas a balón parado que
0% requieren un menor componente de desplazamiento.
D-4 D-3 D-2 D-1
Dia de la semana

40%

35%

30%

25%

20%

15%

10%

5%

0%
D-4 D-3 D-2 D-1
Oia de la semana

1
Figura 5.8. Valores de Exertion lndex o El (UA) y El por minuto (UA·min-1) [ columna izquierda],
11 así como el oorcentoie que supone respecto a la competición [ columna derecha], en función de
1 los días de la semana.

1
1

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

• J¡
El arte de planificar en fútbol
• Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Ju len Castellano y David Casamichana

5.3.2. VALORACIÓN POSTERIOR

6000
<101\mA,
0<71(111!1 Una vez finalizada la intervención de seis semanas se volvió a valorar
0<41(111111
5000
a los jugadores tanto en las pruebas analíticas (o test condicionales) como
en los diferentes formatos de JR (2:2, 4:4 y 8:8).
.
]:
.
:g 4000

..
o
<>
G>

...e.
·¡:; 3000
5.3.2.1. TEST CONDICIONALES POST­INTERVENCIÓN
º
U)

2000

Una vez terminada la intervención, y con el objetivo de comprobar


1000 si el nivel condicional de los jugadores tuvo efectos negativos, se volvió
a evaluar a los jugadores siguiendo el mismo procedimiento llevado a
o
D-4 D-3 D-2 D-1
cabo en las pruebas realizadas antes de iniciar la intervención (Figura
Día de la semana 5.10). Los resultados mostraron diferencias significativas (p<0,05) en el
segundo test respecto del primero para todas las pruebas realizadas:
CMJ (cm) 34,6 ±3,6 vs 37,8 ±2,98; ABALACOV (cm): 40,6 ±4,1 vs 44,6
90%
±3,32; Velocidad en 40m (seg): 5,54 ±0,19 vs 5,45 ±0,17; COD (seg): 8,05
80%
±0,20 vs 7,97 ±0,22; Resistencia (min): 20,1 ±2,3 vs 20,7±2,3, para el pre
•DT<4
70% y post test respectivamente. La fiabilidad absoluta del post-test ha sido
60%
•oT<7 expresada en términos relativos utilizando el coeficiente de variación
DT<lO (CV), siendo para cada una de las pruebas de 2,5 %, 2,4 %, 0,4 % y 0,9 %
50%
para CMJ, Abalakov, Velocidad y COD, respectivamente. En la Figura
40% • DT<13
5.10 se recoge de manera visual la evolución de dichas cualidades de
• DT<16
30% manera individual, es decir, lo que ha supuesto de cambio para cada
20% DT<19 jugador.
10% DT>19

0%
0-4 D-3 0-2 0-1

Figura 5.9. Valores de distancia recorrida en diferentes rangos de velocidad (m) [parte de
arriba], así como el porcentaje que supone respecto a la competición [parte de abajo], en
función de los días de la semana.

e www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

• 1
El arte de plar-l'icar en fútbol Ejempio practico de intervención con Juegosreducidos Julen Castellano y David Casamichana

45,0 +-----------...--- 53,0 -,------------::::;;aa1r-- 5.3.2.2. FORMATOS DE JUEGO POST-INTERVENCIÓN


,-----¡iF:~;;¡¡¡¡¡:::::::::===~1-
t==~~;;~==:::~2:::~=
43,o 51,0

41,0 49,0
47,0

Í=======~==~ii !!~~~:==
39,0 ~-- Tal y como se realizó antes de comenzar la intervención los mismos
T
37,o

35,0 '---~~~~¡¡ii~~~-- 43,o


45,0
41,0
tres tipos de JR fueron analizados al finalizar la intervención. Las
variables que fueron analizadas fueron la distancia total recorrida
33,0 39,0 +------4".:;,
(DT), la DT recorrida >14 Km -h-1 (D14), la DT recorrida >21 Km -h-1
31,0 37,0 +----,?~~5~~::::::=--- (DT21) y >24 Km -h-1 (DT24), RHIE14, la velocidad máxima (Vmax), el
29,0 35,0

27,0 33,0
nº de aceleraciones de >1 m ·seg-2 (ACEl) y >3 m ·seg-2 (ACE3), el nº de
CMJpre CMJpost
ABApre ABApost
desaceleraciones de <-1 m ·seg-2 (DECl) y <-3 m ·seg-2 (DEC3), metabolic
a) b) power >20 W .kg' (MP20) y el PL, todos relativizados a minuto de
práctica.

------
6,0

5,9

5,8
- - --............
-;,¡,-.
En todas las variables no se encontraron diferencias significativas.
De hecho las demandas físicas en ambos test, pre y post, fueron bastante

---
5,7 :
~ ~
...
5,6

5,5
re l!L_~
similares (Figura 5.11). Sin embargo en algunas variables, precisamente
w,....._
las que son especialmente solicitadas por las características de los
5,4
.__ ----- formatos de juego, se encontraron diferencias. Así, por ejemplo, en el
T

5,3
~
5,2 JR2 existieron diferencias significativas entre el pre y post test para
'V
5,1 T
la variable ACE3. En JR4, por ejemplo, la DT por min fue la resultó
5,0
CODpre CODpost
con valores superiores en el posTest respecto al preTest. Finalmente, la
VELpre VELpost
distancia recorrida en velocidades altas (sumatorio de DT21 y DT24) fue
c) d)
lo que diferenció el posTest del PreTest en el formato mayor (JR8). Estas
24,5 +------------=----
diferencias son mostradas en la Figura 5.11.
Figura 5.1 O. Valores obtenidos por los +----=,-----c:;¡¡,,"""'-----_,---

~==:
t : ; ~~~~;ii~~==
23,5

jugadores (en color) y la media de todos ellos 22,5 L---=~ª;§~~~:;~--


(en negro) en cada una de las cualidades 21,5
estudiadas: a) CMJ (CMJpre y CMJpost), b) 20,5

Abalacov (ABApre y ABApost), c) Velocidad 19,5 +-------=~--~~=-----


en 40 metros (VELpre y VELpost), d) COD 18 5 -l------,~~2::=---------
(CODpre y CODpost) y e) Resistencia (RESpre 17,5 -r------
y RESpost), en el pre (columna izquierda) y
16,5 +--------.--------
post (columna derecha) test. RESpre RESpost

e)

1 1

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

• 1
El arte de planificar en fútbol Ejemplo práctico de intervención con Juegos reducidos Julen Castellano y David Casamichana

5.4. DISCUSIÓN
"'en

-
.60
(1)

"'
E·'º
M La puesta en acción de la presente intervención ha permitido mostrar
JR2 A ,,o
desde un punto de vista práctico cómo puede llevarse a cabo la aplicación
"'(1)
e de los diferentes aspectos tratados en los capítulos que le han precedido.
Aceleraciones o
·¡:;
.30

e...
Así por ejemplo, respecto a la evaluación, en este capítulo se ha
(nº) Q)
ai
,20

u puesto en práctica una forma de poder emplear diferentes variables para


0 ,10
o
z cuantificar la carga de entrenamiento en las tres dimensiones. Para tal
,00 fin, se ha realizado una propuesta real de cómo implementar un tipo
Pre Test Pos Test de periodización a partir de JR, utilizando para ellos una progresión
eE 135
creciente en exigencia. Con todo, se ha podido constatar que los equipos
E pueden mantener -si no mejorar- la condición física de los futbolistas

-
0
:::,
e
125

JR4
en el transcurso de las semanas; si bien somos conscientes que lo que en
estas edades deben mejorar es especialmente la condición futbolista, es
E ,,s decir, la competencia sociomotriz. Esta habilidad no es otra cosa que la
...o
a. DT de ser capaces de intervenir en el contexto de incertidumbre social que
a tos
supone jugar a fútbol.
~ (m-min')
·¡:;e 95
La utilización de diferentes variables para cuantificar la carga de
-
e
e entrenamiento permite disponer de un amplio repertorio de posibles
e"'
·- 85
indicadores o 'alertas' que pueden ser interesantes para conocer más
Pre Test PosTest
sobre la carga externa que debería soportar, soporta o ha soportado el

-~·=
jugador en un perfil semanal prescrito y de qué manera repercuten en
.e
su carga interna, todo con el objetivo de optimizar el rendimiento; que
E-
3 el jugador llegue fresco a la competición y aumentar sin sobrepasar el
Ñ E
JR8 A _§. umbral del riesgo de lesión. Aunque no ha sido presentado en el estudio

DT21 --
e o,
o :::,
¡.... e
realizado, somos conscientes que resulta necesario combinar ambas
dimensiones, la externa e interna, ya que diferentes estados de fatiga/
·~ E frescura del jugador provocarán que una misma carga externa repercuta
(m-min') e O ,
1
.2 a. de manera desigual en la interna y, por tanto, permitirá conocer más
¡ I s"' sobre la adaptación al entrenamiento que está sucediendo en el jugador.

Pre Test Pos Test Respecto a la periodización del entrenamiento a partir de los JR
Figura 5.11. Va/ores medios, desviación estándar e intervalo de confianza al 95% de las cabe decir que las opciones son múltiples, siempre y cuando esté
variables nº de aceleraciones de >3 m*seg-2 (ACE3) en el iuego reducido 2 contra 2 (JR2), contextualizado a los jugadores, equipo, club y liga donde se intervenga.
distancia total recorrida por minuto (DT) en el iuego reducido 4 contra 4 (JR4) y DT recorrida


>21 Km*h-1 (DT21) en e/ ;uego reducido 8 contra 8 (JR8), dados en el pre Test y pos Test.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

1.
Es cierto que para respetar la alternancia horizontal, la situación los resultados de los valores dados en los JR evaluados la
o ubicación de los JR, en función de ciertos rasgos estructurales de posible interpretación apunta en la misma línea. Más capacidad de
las tareas, es clave para provocar así el surgimiento de las demandas realizar aceleraciones en los formatos pequeños, un mayor ritmo de
condicionales que mejor se adecúan a su ubicación en la semana, es desplazamiento en los formatos medios y la presencia de mayor cantidad
decir, considerándose tanto el partido previo como el siguiente. de altas velocidades en los formatos grandes, serían los testigos.

Sin embargo, no basta con alternar el contenido (pequeño, Queda un largo camino por recorrer para saber si se ha conseguido
mediano, grande, orientado, no orientado, pocos y muchos jugadores, también que los jugadores sean un poco mejores futbolísticamente, es
con comodines, en superioridad o inferioridad ... ), no es suficiente con decir, tengan una competencia sociomotriz un poquito más experta.
intervenir en variabilidad, hace falta también insistir, llevar más allá En este sentido y pese a desconocer el cumplimiento de esta hipótesis
ciertas demandas condicionales que los jugadores necesitarán para la desde el punto de vista académico, echamos mano de la lógica. Creemos
competición, no siempre, pero sí en momentos concretos, acercándolos a que estaríamos en condiciones de afirmar que al invertir un alto % del
los peores escenarios que podrían sucederse en el partido. Llevar a los tiempo de entrenamiento en tareas cercanas al propio juego, es decir, en
jugadores a un nivel superior de fatiga en un tipo de JR determinado, el mismo dominio de acción motriz (Parlebas, 2001), por tanto, con un
valorando, por supuesto, la carga global de la sesión, para alinearla con alto grado de especificidad, habrán existido mayores probabilidades de
el momento, el cúmulo de carga en las semanas anteriores respecto a transferencia en el aprendizaje.
la actual, es algo plausible y no tiene porqué condicionar la frescura
de los jugadores para la competición. Somos conscientes que todo esto Aunque esta intervención propuesta no deja de ser un hecho puntual,
debe estar supervisado con indicadores variados, externos e internos, ha sido relevante, permite ser optimista en esta línea de investigación que
objetivos y subjetivos, sobre la carga, el estado de fatiga y de recuperación deberá ser replicada muchas más veces; en más equipos y/o categorías,
de los jugadores. La realidad del día a día marcará las necesidades y en diferentes momentos de la temporada, o en intervenciones sucesivas,
limitaciones de intervención. con el objetivo de seguir avanzando en ella. No sólo esto, también podría
ser interesante afinar o proponer un mayor nivel de concreción de los
Finalmente, respecto a la condición física de los jugadores cabe decir contenidos a prescribir en la intervención, de tal manera que pudiese
que en esta pequeña intervención realizada no sólo han mantenido sus establecerse una relación más estrecha y 'controlada' entre lo que se
valores iniciales sino que en algunos casos éstos se han visto mejorados. demanda a los jugadores y los efectos generados en ellos.
Por lo tanto, en el transcurso del periodo de seis semanas que duró la
intervención el jugador es un poquito mejor, condicionalmente hablando
claro, que es lo que se ha valorado.

Siendo un poquito más exhaustivos, o afinando la interpretación de


los resultados podríamos pensar que los cuatro objetivos condicionales
(planteadas en la Figura 3.3) podrían haberse satisfecho a raíz de los
resultados obtenidos. El hecho de que en términos generales (la media
de todos los participantes) hayan mejorado en las pruebas condicionales
que demandan explosividad, aceleración y cambios de dirección, podría
ser su justificación. Por otro lado, como la variable resistencia se ha
visto ligeramente mejorada podría hacernos pensar en la probabilidad
que al tener mejorado este sistema energético, la recuperación entre
esfuerzos puede verse mejorada también y, además, a lo largo del tiempo.
f d 1 .f d li
Reflexiones finales Julen Castellano y David Casamichana

6. REFLEXIONES FINALES
' ~~= ' -- . ~ . -.:r- ,~: .
Acabamos el libro tal y como lo empezamos, la misma pregunta
t ' " ._,, ' . recurrente, ¿qué es entrenar, arte o ciencia? Queremos pensar que si el
t. ,,;_~ '(1'

lector ha llegado hasta aquí, muy probablemente, habremos sido capaces


- '
de activar los mecanismos que le hagan reflexionar sobre su opinión
respecto el arte de entrenar en fútbol con base científica. Es indudable
que entrenar requiere de un gran componente artístico, pero no cabe
duda tampoco que el fútbol, a pesar de su complejidad, está lleno de
regularidades, en muchas casos previsibles en los diferentes niveles de
análisis, desde el más micro, pasando por el meso, hasta el más macro.
Evidencias que se van acumulando respecto al jugador, al equipo o a la
interacción de juego (fútbol). A pesar de que se van aclarando algunos
resquicios todavía no resueltos, de cada avance surgen nuevos caminos
por explorar. Hay que hacer un esfuerzo por a) reducir la interpretabilidad
del rendimiento, incorporando todas las versiones en la forma de practicar
el fútbol y, b) analizar desde la complejidad el binomio rendimiento y
resultado, en lugar de simplificarlo a una relación de causa-efecto. El
grado de azar implícito en el resultado sumado a la oposición del rival
(con las mismas intenciones de ganar), no debe desvalorar la rigurosidad
y sistematización del proceso de entrenamiento.

Planificar, intervenir, evaluar, planificar, intervenir, evaluar,


planificar, intervenir, evaluar, planificar, intervenir, evaluar,
planificar, intervenir, evaluar, planificar, intervenir, evaluar, planificar,
intervenir, evaluar, planificar, intervenir, evaluar, ... Sabiendo que el
proceso de entrenamiento es precisamente eso, un proceso, dinámico, en
constante adaptación, hay que estar preparado para hacer frente a las
particularidades del momento. Tenemos que reajustar la prescripción de
entrenamiento a las valoraciones que sobre los indicadores de carga (si
pensamos en la dimensión energética) o de rendimiento (si apuntamos al
juego) [que no es lo mismo que resultado], hagamos cada día, microciclo
o periodo establecido. Echando una vista a lo acumulado (inmediato) del
pasado, actuando en el presente y pensando en el futuro (a corto plazo
en el fútbol, quizás a medio plazo también). Ahora que vamos siendo
capaces de medir los JR, estamos en condiciones de poder intervenir con
este tipo de tareas y conocer los efectos en los jugadores. En los próximo
www.futboldelibro.com o
El arte de planificar en futbol Reflexíones finales Julen Castellano y David Casamichana

años surgirán nuevos estudios que permitirán afinar en el diseño de los entendemos, debería ser otra. El cambio es drástico, no se establece un
mismos y en la prescripción de la sesiones de entrenamiento en fútbol objetivo condicional y después se diseña un JR para conseguirlo; debe
a partir de los JR. Incluso iremos sabiendo más sobre los efectos en el pretenderse justo lo contrario. El cuerpo técnico establece el objetivo que
modelo de juego. quiere trabajar y la tarea jugada que se aplicará, para que el equipo
pueda desarrollar la parte del modelo de juego que quiere implantar
Respecto a la planificación. Sabiendo que preparamos para jugar en su seno. Es decir, primero se diseña la tarea que 'provocará' una
al FUTBOL, primero deben considerarse los protagonistas del juego, los transferencia al juego deseado y sólo después se afina lo condicional.
jugadores, sólo a partir de su nivel podemos plantearnos construir el
11
modelo de intervención, que se verá matizado en función de otros factores La idea por tanto, es adoptar los moduladores para que pueda
que afectan a este punto de partida (recursos humanos y materiales, acompañar al juego deseado los requerimientos condicionales esperados,
disponibilidad de tiempo, calendario y un largo etcétera). Diseñar también necesarios en la puesta a punto de los jugadores. La habilidad
los procedimientos que necesitamos implementar para optimizar el radica en ajustar los moduladores para hacer emerger las demandas
rendimiento en el juego, considerando la interacción de factores, sería el particulares considerando los aspectos de la periodización descritos
siguiente paso en la búsqueda del éxito. como el lugar u orden que ocupará en la sesión, el día de la semana o en
la sucesión de microciclos.
El debate que se plantea actualmente es el de decidir cuál es el
objetivo que debemos plantearnos para planificar el entrenamiento, El modelo de 'jugar para correr' tiene que dejar paso a 'jugar al
¿cuánto entrenamos?, ¿con qué nos comparamos, con la competición?, modelo' pero respetando el contexto condicional del fútbol. La ventaja
pero ... ¿cuál es la referencia en la competición, los valores medios de de ser conocedor de los moduladores que pueden transformar los JR, es
carga, los máximos o el peor de los escenarios, un percentil entre la que una misma tarea, que busca desarrollar o afianzar un determinado
media y el máximo?, ¿consideramos los valores relativos al individual principio o subprincipio del modelo de juego, puede ser ubicada en
del jugador?, pero ... ¿cuál es la referencia si desconocemos el estado de cualquier parte de la sesión o día de la semana, siempre y cuando las
forma del jugador?; ¿con relación a las exigencias del modelo de juego adaptaciones propuestas hagan emerger las demandas condicionales
del equipo?, pero ... ¿cuál es el modelo que hace que las demandas sean requeridas o con prioridad para ese momento de la sesión o día de la
particulares?; ¿cada cuanto vamos actualizando la referencia, dos, tres, semana para el que se programe.
cuatro semanas?; ¿cómo incorporo la variable tipo de juego que se realiza
en la Liga donde voy a competir?; ¿y el momento de la temporada en el En la Figura 5.12 viene representado cómo entendemos la
que se esté? y ... Interrogantes a los que hay ir buscando respuesta. transformación en el enfoque de concebir el modelo de entrenamiento.
La literatura académica parece coincidir en que es necesario hacer
Respecto a la intervención. Cabe concluir que debemos partir de trabajar a los jugadores en un 10 % del tiempo por encima del 90 %
las necesidades del modelo de juego, implementando en la medida de lo de la frecuencia cardiaca máxima (10%T>90%HR), [cada semanal, para
posible, los formatos de JR que mejor se acoplen respecto a la propuesta mantener estimulado esta dimensión condicional.
de ordenamiento dentro de la sesión, el microciclo y su evolución en el
tiempo. El cambio está en el enfoque. [A] Desde el modelo tradicional esto se convierte automáticamente en
objetivo de entrenamiento y, por tanto, implementa aquella tarea que le
Aunque se ha avanzado un tramo, desde plantear objetivos garantice los resultados, probablemente mediante actividades de carrera.
condicionales a partir de métodos tradicionales, a seguir marcándose [B] Actualmente, esto ha evolucionado, pero solo parcialmente. Quiere
los mismos objetivos en el proceso de entrenamiento pero empleando esto decir, que el objetivo se mantiene como prioritario en la dimensión


para ello la amplia variedad de formatos jugados (JR), la realidad, condicional, conseguir el 10%T>90%HR semanal, pero en este segundo
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de planificar en fútbol Reflexiones finales Julen Castellano y David Casamichana

modelo empleando para tal fin los JR, aunque con un matiz, no importa Respecto a la evaluación. Se subraya en primer lugar que se trata
cuales mientras consiga estimular condicionalmente a los jugadores. de un requisito imprescindible. Necesitamos evaluar constantemente y,
Probablemente utilizando JR cortos con los que asegurar la activación para ello, medir en la misma proporción. El compendio de indicadores
de los procesos energéticos pertinentes. [C] Finalmente, el tercero de que se implementen deberán ser registrados de manera sistematizada
los modelos, que ha sido la propuesta que se ha dejado entrever en el y fiables, a lo que añadiremos, por las particularidades del contexto
presente libro, sugiere trabajar el modelo de juego intentando prever que gestionamos (humanos, materiales, modelo de juego, tipología de
1 que los aspectos condicionales de los jugadores (fuerza, velocidad y entrenamientos ... ), su validez, contestando a la pregunta de si miden lo
1 resistencia) sean estimulados siguiendo los principios del entrenamiento, que queremos que midan y si aportan información sobre las demandas
en la medida de lo posible (Figura 5.12). En la parte superior de la figura que se pretenden medir, específicas para nuestro equipo.
se recoge el objetivo que se establece como prioritario, las fotografías de
la figura representan los procedimientos para conseguir los objetivos: Siguiendo el axioma de que 'no se puede mejorar lo que no puede
carreras, JR y tareas diseñadas ad hoc para desarrollar el modelo. medirse', la realidad del fútbol actual obliga al cuerpo técnico a un
importante desgaste para conocer lo que se está haciendo y lo que se está
consiguiendo. Midiendo aspectos contextualizados al equipo, haciendo un
traje a medida, que le sirvan para optimizar su rendimiento. No se trata
de describir lo que se hace, debemos encontrar los motivos por los que
estamos mejorando o empeorando, y para eso se necesita valorar lo que
se mide. La sostenibilidad debe guiar este proceso, mínima información
que aporte el máximo de aplicabilidad. Eficiencia y practicidad, que lo
que se mida pueda servir para tomar decisiones en la próxima tarea,
sesión, partido ...
Figura 5.12. Representación de las perspectivas de entrenamiento, las dos primeras apuntan a Llegado hasta aquí solo queda agradecerte el que nos hayas permitido
lo condicional. La tercera, sin embargo, orientada a la mejora del modelo de juego al que se acompañarte en este camino, con nuestros comentarios, sugerencias y
debe incorporar el componente condicional. reflexiones. Esperamos que este libro te haya ayudado a ver lo que el
proceso de entrenamiento esconde detrás de sí, ese prolongado trabajo
previo y posterior a lo visible del entrenamiento, las tareas practicadas
La realidad del entrenamiento, la parte que más tiene que ver con por los jugadores. Esperamos que esto no sea más que un punto y seguido
el arte y menos con la Ciencia, es que cada entrenador debe diseñar las en tu formación como entrenador o preparador. Deseamos también que
. 1
tareas que 'realmente' necesite su equipo hoy, y no las que propone un te hayamos hecho dudar lo justo como para que sigas nuevos caminos
investigador en un entorno descontextualizado, pero que sin embargo avanzando en la formación en torno a los procesos de:
1.
nos dan pistas sobre lo que se puede utilizar como moduladores para
! esperar ciertos efectos. Sólo el entrenador y/o el cuerpo técnico saben
a lo que quieren jugar, analizadas las fortalezas y debilidades de su
equipo, además de las necesidades (próximo partido) y, por tanto, son
1
los que deberán proponer las actividades que consideren relevantes para
1 ! mejorar el rendimiento del equipo, atendiendo en la medida de lo posible
a lo que se sabe de lo esperado cuando se implementan condicionantes


en las tareas o JR.
~ www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
EPÍLOGO

Sobre la evaluación
Medir lo que ocurre en el proceso de entrenamiento y la competición
permitirá acercarnos a conocer los porqués del rendimiento del equipo
y tomar decisiones que puedan ser implementadas con el objetivo de
optimizar el funcionamiento del equipo.

Sobre la intervención
La ventaja de conocer los moduladores que pueden transformar
los JR, es que una misma tarea, que busca desarrollar o afianzar un
determinado principio o subprincipio del modelo de juego, puede ser
ubicada en cualquier parte de la sesión o día de la semana, y se puede
progresar sobre ella, siempre y cuando las adaptaciones propuestas
hagan emerger las demandas condicionales requeridas o con prioridad
para ese momento de la sesión, día de la semana o progresión para el que
se programe.

Sobre la planificación
Cuando se planifique se debe partir de las necesidades del modelo
de juego, implementando en la medida de lo posible los formatos de
tareas jugadas (cortas, medias y largas) que mejor se acoplen respecto al
ordenamiento dentro de la sesión, microciclo y su evolución en el tiempo.
El cambio está en el enfoque no en el procedimiento: priorizar el objetivo
de lo que se quiera hacer jugar al equipo, lo condicional solo acompaña.

www f tboldelibro.com
"'4
Referencias Bibliográficas Julen Castellano y David Casamichana

REFERENCIAS
• Abt, G. & Lovell, R. (2009). The use of individualized speed and
intensity thresholds for determining the distance run at high-
intensity in professional soccer. Journal of Sports Sciences, 27
(9); 893-898.

• Ade, J. D., Harley, J. A., & Bradley, P. S. (2014). Physiological


response, time-motion characteristics, and reproducibility of
various speed-endurance drills in elite youth soccer players:
small-sided games versus generic running. International Journal
of Sports Physiology and Performance, 9(3), 4 71-9.

• Aguiar, M., Botelho, G., Lago, C., Macas, V., y Sampaio, J. (2012).
A Review on the Effects of Soccer Small-Sided Games. Journal of
HumanKinetics, 33, 103-113.

• Aguiar, M., Botelho, G., Goncalves, B., y Sampaio, J. (2013).


Physiological responses and activity profiles of football small-
sided games. Journal of Strength and Conditioning Research, 27,
1287-1294.

Akenhead, R. (2014). An examination of the trturung loads


within elite professional football. Doctoral Thesis. Newcastle:
Northumbria University.

• Akenhead, R., French, D., Thompson, K. G., & Rayes, P. R. (2014).


The acceleration dependent validity and reliability of 1 O Hz GPS.
Journal of Science and Medicine in Sport, 17(5), 562-566.

• Akubat, I., Barrett, S., & Abt, G. (2014). Integrating the Internal
and External Training Loads in Soccer. International Journal of
Sports Physiology and Performance, 9, 457-462.

• Al Haddad, H., Simpson, B. M., Buchheit, M., Di Salvo, V., &


Mendez-Villanueva, A. (2015). Peak Match Speed and Maximal
Sprinting Speed in Young Soccer Players: Effect of Age and
Playing Position. International journal of sports physiology and


performance, 10(7), 888 - 896.
1
1
www.futboldelibro.com
1
1
El arte de planificar en fútbol Julen Castellano David Casamicnans
• ...._._..........v-,~~<~·cv<o~~ ...,....,.., . ._....,_,.,,,,~~,_-,.,-,._..-~ ...-....-,,- ... «<<~~ ,....,~ • .......,_.,..,.~~- ,-..-u~~ ·c.-"~,'N,._...,
....._....,_,.._.,.,.,.,N•--<~• ,.._,, C"'"__......_.......,,._.,.~·-~•- ~-•-<......-., .........--.....,-...,,,

· Alexiou, H. & Coutts, A. J. (2008). A comparison of methods used · Aubry, A., Hausswirth, C., Louis, J., Coutts, A. J., Buchheit, M.,
for quantifying internal training load in women soccer players. Le Meur, Y. (2015). The Development of Functional Overreaching
International J ournal of Sports Physiology and Performance, Is Associated with a Faster Heart Rate Recovery in Endurance
3(3), 320-330. Athletes. PLoS ONE 10(10): e0139754
• Algroy, E. A., Hetlelid, K. J., Seiler, S. & Stray Pedersen, J. I. · Aughey, R. (2010). Australian football player work rate: evidence
(2011). Quantifying training intensity distribution in a group of of fatigue and pacing? International Journal of Sports Physiology
Norwegian professional soccer players. International Journal of and Performance, 5(3), 394-405.
Sports Physiology and Performance, 6 (1), 70-81.
• Aughey, R., & Fallon, C. (2010). Real-time versus post-game GPS
• Ali, A, & Farrally, M. (1991). Recording soccer players' heart rates data in team sports. Journal of Science and Medicine in Sport,
during matches. Journal of Sports Sciences, 9(2), 183-189. 13(3), 348-349.
• Almeida, C. H., Ferreira A. P., & Volossovitch, A. (2012). • Aughey, R. J., Elias, G.P., Esmaeili, A., Lazarus, B., & Stewart,
Manipulating Task Constraints in Small-Sided Soccer Games: A. M. (2016). Does the recent internal load and strain on players
Performance Analysis and Practical Implications. The Open affect match outcome in elite Australian football?. Journal of
Sports Sciences Journal, 5, 174-180 Science and Medicine in Sport, 9(2), 182-186.
• Álvarez del Villar, C. (1985). Preparación física del fútbol basada · Balsom, P., Lindholm, T., Nilsson, J., & Ekblom, B. (1999).
en el atletismo. Madrid: Gymnos. Precision Football. Kempele, Finland: Polar Electro Oy.
• Anderson, H., Randers, M. B., Heiner-Moller, A., Krustrup, P., • Bangsbo, J. (1997). Entrenamiento de la condición física en el
& Mohr, M. (2010). Elite female soccer players perform more fútbol. Barcelona: Paidotribo.
high-intensity running when playing in international games
compared with domestic league games. Journal of Strength and • Bangsbo, J. (2003). Physiology of training. En T. Reilly, A. M.
Conditioning Research, 24(4), 912-919. Williams (Eds.), Science and Soccer (pp. 47-58). London, UK:
Routledge.
• Andrade, E., Arce, C., Armental, J., Rodríguez, M. y de Francisco,
C. (2008). Indicadores del estado de ánimo en deportistas • Bangsbo, J., Iaia F. M., & Krustrup, P. (2008). The Yo-Yo
adolescentes según el modelo multidimensional del POMS. Intermittent Recovery Test: a useful tool for evaluation of physical
Psicothema, 20( 4), 630-635. performance in intermittent sports. Sports Medicine, 38, 37-51.

• Aranda, R. (2001). La Resistencia en el fútbol. El control de • Bangsbo, J., Nerregaard, L., & Thorso, F. (1991). Activity profile
la carga en la resistencia específica. En A. Díaz-Suarez y E. of competition soccer. Canadian Journal Sports Science, 16(2),
Segarra-Vicens (coords.). Actas del 2º congreso internacional de 110-116.
educación física y diversidad (pp. 551-557). Murcia: Servicio de
• Banister, E. W. (1991). Modeling elite athletic performance. In H.
Publicaciones y Estadística Consejería de Educación y Cultura.
Green, J. McDougal, and H. Wenger (Eds.), Physiological Testing
of Elite Athletes, Champaign: Human Kinetics, 403-424 .

www.futboldelibro.com www.futboldelibro com


en fútbol

• Barbero-Álvarez, J. C., Soto, V.M., y Granda, J. (2005). Diseño, • Bouchard, C., & Rankinen, T. (2001). Individual differences in
desarrollo y validación de un sistema fotogramétrico para la response to regular physical activity. Medicine and Science in
valoración cinemática de la competición en deportes de equipo. Sports and Exercise, 33(Supl.6), 446-451.
Motricidad - European Journal of Human Movement, 13,145-
160. • Boyd, L. J., Ball, K., & Aughey, R. J. (2011). The reliability of
MinimaxX accelerometers for measuring physical activity in
• Barros, R. M. L, Misuta, M. S., Menezes, R. P., Figueroa, P. Australian football. International Journal of Sports Physiology
J., Moura, F. A., Cunha, S. A., Leite, N. J. (2007). Analysis of and Performance, 6(3), 311-321.
the distances covered by first division Brazilian soccer players
obtained with an automatic tracking method. Journal of Sports • Brandes, M., Heitmann, A., & Müller, L. (2011). Physical
in Science and Medicine, 6(2), 233-242. Responses of Different Small-Sided Game Formats in Elite Youth
Soccer Players. Journal of Strength and Conditioning Research,
• Bekraoui, N., Cazarla, G., & Léger, L. (2010). Les systémee 26(5), 1353-1360.
d'enregistrement et d'analyse quantitatifs dans le football.
Quantitative notational systems in football. Science and Sports, • Brewer, J., & Davis, J. (1994). Handbook of Sports Medicine and
25(4), 177-187. Science. Football (soccer). Oxford: Blackwell.

· Boullosa, D. A., Abreu, L., Nakamura, F. Y., Muñoz, V. E., • Buchheit, M. (2014). Monitoring training status with HR
Dominguez, E., & Leicht, A. S. (2013). Cardiac autonomic measures: do all roads lead to Rome? Frontiers in Physiology, 27,
adaptations in elite Spanish soccer players during preseason. doi: 10.3389/fphys.2014.00073
International journal of sports physiology and performance, 8(4),
• Buchheit, M., Allen, A., Poon, T. K., Modonutti, M., Gregson, W,
400-409.
& Di Salvo, V. (2014). Integrating different tracking systems in
• Bompa, T. O., & Haff, G. G. (2009). Periodization: Theory and football: multiple camera semi-automatic system, local position
methodology of training (5th Edition). Champaign IL: Human measurement and GPS technologies. Journal of Sports Sciences,
Kinetics. 32, 1844-1857.

• Borg, G. (1998). Borgs s Perceived Exertion and pain scales. • Buchheit, M., & Laursen, P. B. (2013). High-Intensity Jnterval
Champaign, IL: Human Kinetics. Training, Solutions to the Programming Puzzle. Part I:
Cardiopulmonary Emphasis. Sports Medicine, 43, 313-338.
· Borg, G. A. (1982). Psychophysical bases of perceived exertion.
Medicine and Science in Sports and Exercise, 14(5), 377-381. · Buchheit, M., Mendez-villanueva, A., Simpson, B. M., & Bourdon,
P. C. (2010). Repeated-sprint sequences during youth soccer
• Borresen, J., & Lambert, M. (2008). Quantifying training load: matches. Int J Sports Med, 31(10), 709-16.
a comparison of subjective and objective methods. International
Journal of Sports and Performance, 3(1), 16-30. • Buchheit, M., Simpson, B. M., Peltola, E. y Méndez-Villanueva,
A. (2012). Assessing maximal sprinting speed in highly trained
• Bosco, C. (1991). Aspectos fisiológicos de la preparación física del young soccer players. International Journal of Sports Physiology
futbolista. Barcelona: Paidotribo. Performance, 7(1), 76-78.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


· Burgess, D. (2015). Optimising preseason training in team sports. Casamichana, D., & Castellano, J. (2010). Time-motion, heart
In D. Joyce and D. Lewindon (Ed.), High-performance training rate, perceptual and motor behaoiour demands in small-sides
for sports (chapter 21st). Human Kinetics: Leeds (UK). soccer games: Effects of pitch size. Journal of Sports Sciences,
28(14), 1615-1623.
• Busso, T. (2003). Variable dose-response relationship between
exercise training and performance. Med Sci Sports Exerc, 35 (7), Casamichana, D., y Castellano, J. (2011). Demandas físicas en
1188-1195. jugadores semi-profesionales de fútbol: ¿se entrena igual que se
compite? Cultura, Ciencia y Deporte, 6(17), 121-127.
Campos-Vázquez, M. A., Méndez-Villanueva, A., González-
Jurado, J. A., León-Prados, J. A., Santalla, A., & Suarez-Arrones, Casamichana, D., y Castellano, J. (2013). Utilidad de la escala
L. (2014). Relationships between RPE- and HR-derived measures de percepción subjetiva del esfuerzo Para cuantificar la carga
of internal training load in professional soccer players: a de entrenamiento en fútbol. Revista de Preparación Física en el
comparison of on-field integrated training sessions. International Fútbol, 8, 53-70.
Journal of Sports Physiology and Performance.
Casamichana, D. & Castellano, J. (2015). Relationship between
Campos-Váquez, M. A. y Toscano, J. F. (2014). Monitorizacion indicators of intensity in small-sided soccer games. Journal of
de la carga de entrenamiento, la condición física, la fatiga y el Human Kinetics, 46(1), 119-28.
rendimiento durante el microciclo competitivo en futbol. Revista
de Preparación Física en el Fútbol, 12, 23-36. Casamichana, D., Castellano, J., Blanco-Villaseñor, A. y
Usabiaga, O. (2012a). Estudio de la percepción subjetiva del
Canelas, E. (2013). Small-sided games no treino do futebol. esfuerzo en tareas de entrenamiento en fútbol a través de la teoría
Diesertactio de mestrado. Faculdade de Ciencias do Desporto e de la TG. Revista de Psicología del Deporte, 21(1), 35-40.
Educacáo Física da Universidade de Coimbra.
Casamichana, D., Castellano, J., Calleja-González, J., San
Capranica, L., Tessitore, A., Guidetti, L. y Figura, F. (2001). Román, J., & Castagna, C. (2012b). Relationship between
Heart rate and match analysis in pre-pubescent soccer players. indicators of training load in soccer players. Journal of Strength
Journal of Sports Sciences, 19(6), 379-384. and Conditioning Research, 27(2), 369-374.

Carling, C., Bloomfield, J., Nelson, L., & Reilly, T. (2008). The Casamichana, D., Castellano, J., & Castagna, C. (2012c).
role of motion analysis in elite soccer: contemporary performance Comparing the physical demands of friendly matches and
measurement techniques and work rate data. Sports Medicine, small-sided games in semiprofessional soccer players. Journal of
38(10), 839-862. Strength and Conditioning Research, 26(3), 837-843.

Casamichana, D. (2011). La tecnología GPS aplicada a la Casamichana, D., Castellano, J., Dellal, A. (2013). Kinematic
evaluación del entrenamiento y la competición en fútbol. Tesis profile in friendly matches of semi-profesional soccer players.
Doctoral: Universidad del País Vasco. Journal of Sport and Health Research. 5(3), 283-294 .

• www futboldelibro.com www.futboldelibro.com


e
El arte de planificar en fútbol Referencias Bibliográficas Julen Castellano y David Casamichana

Casamichana, D., Castellano, J., & Dellal, A. (2013). Influence of Castellano, J. y Blanco-Villaseñor, A. (2015). Análisis de la
different training regimes on physical and physiological demands variabilidad de desplazamiento de futbolistas de élite durante una
during small-sided soccer games: continuous vs. intermittent temporada competitiva a partir de un modelo mixto multivariable.
format. Journal of Strength and Conditioning Research, 27(3), Cuadernos de Psicología del Deporte, 15(1), 161-168.
690-697.
Castellano, J., & Casamichana, D., (2013a). Differences in the
Casamichana, D., Castellano, J., González-Morán, A., García- number of accelerations between small-Sided games and friendly
Cueto, H., y García-López, J. (2011). Demanda fisiológica en matches in soccer. Journal of sports science and medicine, 12(1),
juegos reducidos de fútbol con diferente orientación del espacio. 209-210.
Revista Internacional de Ciencias del Deporte, 23(7), 141-154.
Castellano, J. y Casamichana, D. (2014a). Alternativas en la
Casamichana, D., San Román, J., Calleja, J., y Castellano, monitorización de las demandas físicas en fútbol: pasado, presente
J. (2015). Los juegos reducidos en el entrenamiento del fútbol. y futuro. Revista Española de Educación Física y Deportes, 404,
Barcelona: Fútbol De Libro. 41-58.

Casamichana, D., San Román-Quintana, J., Castellano, J. & Castellano, J., y Casamichana, D. (2014b).Deporte con dispositivos
Calleja-González, J. (2015). Influence of the type of marking and de posicionamiento global (GPS): aplicaciones y limitaciones.
the number of players on physiological and physical demands Revista de Psicología del Deporte, 23(2), 355-364.
during sided games in soccer. Journal of Human Kinetics, 4 7,
129-137. Castellano, J., Casamichana, D., Calleja-González, J., San
Román, J., & Ostojic, S. M. (2011). Reliability and accuracy of
Castagna, C., Impellizzeri, F. M., Chaouachi, A., Bordan, C., 1 O Hz GPS devices far short-distance exercise. Journal of Sports
& Manzi, V. (2011). Effect of training intensity distribution on Science and Medicine, 1 O, 233-234.
aerobic fitness variables in elite soccer players: a case study.
Journal of Strength and Conditioning Research, 25(1), 66-71. Castellano, J., Casamichana, D., y Dellal, A. (2013b). Influence
of game format and number of players on heart rate responses
Castellano, J. (2005). Confección de tareas de entrenamiento and physical demands in small-sided soccer games. Journal of
en fútbol. El Entrenador Español, 107. (http://www. Strength and Conditioning Research, 27(5), 1295-303.
comiteentrenadoresrfef.com, consulta: 1 de septiembre de 2006).
Castellano, J., Fernández, J. C., Castillo, A., y Casamichana,
11
1
Castellano, J., Álvarez, D., y Blanco-Villaseñor, A. (2013). D. (2010). Fiabilidad intra-participante de diferentes modelos
Análisis del espacio de interacción en fútbol. Revista de Psicología de dispositivos GPS implementados en un partido de fútbol 7.
del Deporte, 22(2):437-446. Cultura, Ciencia y Deporte, 5(14), 83-95.

Castellano, J., Álvarez, D., Figueira, B., Coutinho, D., and Castellano, J., Puente, A., Casamichana, D., & Etxeazarra, I.
Sampaio, J. (2013). Identifying the effects from the quality of (2015). Influence of the number of players and the relative pitch
opposition in a Football team positioning strategy. International area per player on heart rate and physical demands in youth
Journal of Performance Analysis in Sport, 13(3), 822-832. soccer. Journal of Strength and Conditioning Research, 29(6),
1683-1691.

• •
1

1 1

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
El arte de Jui;;::n Cas-r2Hano \' David Casam.chana

Castellano, J., Puente, A., Echeazarra, I., U sabiaga, O., & Coutts, A., Rampinini, E., Marcora, S., Castagna, C., e
Casamichana, D. (2016). Number of Players and Relative Pitch Impellizzeri, F. (2009). Heart rate and blood lactate correlates of
Area per Player: Comparing Their lnfluence on Heart Rate and perceived exertion during small-sided soccer games. Journal of
Physical Demands in Under-12 and Under-13 Football Players. Science and Medicine in Sport, 12(1), 79-84.
PLoS ONE, 11(1), e0127505.
Coutts, A. J. y Reaburn, P. (2008). Monitoring changes in rugby
Castellano, J., Silva, P., Usabiaga, O., & Barreira, D. (2016, league players' perceived stress and recovery during intensified
in press). The influence of scoring targets and outer-floaters on training. Perceptual and Motor Skills, 106, 904-916.
attacking and defending team dispersion, shape and creation
of space during small-sided soccer games. Journal of human Coutts, A., Reaburn, P., Piva, T. J, & Murphy, A. (2007). Changes
kinetics. in selected biochemical, muscular strength, power, and endurance
measures during deliberate overreaching and tapering in rugby
Chamari, K., Haddad, M., Wong del P., Dellal A., & Chaouachi, league players. International Journal of Sports Medicine, 28(2),
A. (2012). Injury rates in professional soccer players during 116-124.
Ramadan. Journal of sports sciences, 30(81), 88102, 93.
Cummins, C., Orr, R., & O'Connor, H. (2013). Global positioning
Clemente, F. M., Martins, F. M. L. y Mendes, R. S. (2014a). systems (GPS) and microtechnology sensors in team sports: A
Periodization based on small-sided soccer games: theoretical systematic review. Sports Medicine, 43, 1025-1042.
considerations. Strength and Conditioning Journal, 36(5), 34-43.
Cunniffe, B., Proctor, W., Baker, J. & Davis, B. (2009). An
Clemente, F. M., Wong del, P., Martins, F. M., & Mendes, R. S. evaluation of the physiological demands of elite rugby union using
(2014b). Acute effects of the number ofplayers and scoring method global positioning system tracking software. Journal of Strength
on physiological, physical, and technical performance in small- and Conditioning Research, 23(4), 1195-1203.
sided soccer games. Research in Sports Medicine, 22(4), 380-97.
· Dellal, A., Chamari, K., Owen, A. L., Wong, D. P., Lago-Peñas,
Colby, M. J., Dawson, B., Heasman, J., Rogalski, B., Gabbett, C., & Hill-Haas, S. (2011a). Influence of technical instructions
T. J. (2014). Accelerometer and GPS-derived running loads and on the physiological and physical demands of small-sided soccer
injury risk in elite Australian footballer. Journal of Strength and games. European Journal of Sport Science, 11(5), 341-346.
Conditioning Research, 28(8): 2244-52.
• Dellal, A., Chamari, K., Pintus, A., Girard, O., Cotte, T., &
Cometti, G. (1999). Fútbol y musculación. Barcelona: Inde. Keller, D. (2008). Heart rate responses during small-sided games
and short intermittent running training in elite soccer players:
Comyns, T., & Flanagan, E. P. (2013). Applications of the Session a comparative study. Journal of Strength and Conditioning
Rating of Perceived Exertion System in Professional Rugby Union. Research, 22(5), 1449-1457.
Strength & Conditioning Journal, 35(6), 78-85.

Coutts, A. (2001). Monitoring Training in Team Sports. Sports


Coach, 24(2), 19-23 .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
Iulen Castellano y David Casarn;chana
-~- .....-~-~~--~~-
.......""""""~=~- ~-------
. . ...

• Dellal, A., Da Silva, C. D., Hill-Haas, S., Wong, D. P., Natali, A • Di Prampero, P.E., Fusi, S., Sepulcri, L., Morin, J.B., Belli, A.,
J., De Lima, J. R. P., Marins, J. C. B., Garcia, E. S., & Chamari, Antonutto, G. (2005). Sprint running: a new energetic approach.
K. (2012a). Heart rate monitoring in soccer: interest and limits The Journal of Experimental Biology, 208, 2809 - 2816.
during competitive match play and training, practical application.
· Di Salvo, W., Gregson, W., Atkinson, G., Tordoff, P., & Drust,
Journal of Strength and Conditioning Research, 26(8), 2890-
B. (2009). Analysis of high intensity activity in premier league
2906.
soccer. International Journal of Sports Medicine, 30(3), 205-212.
· Dellal, A., Hill-Haas, S., Lago-Peñas, C., & Chamari, K. (20llb).
• Dobson, B., & Keogh, J. (2007). Methodological issues for the
Small-sided games in soccer: amateur vs. professional players'
application of time-motiori analysis research. Strength and
physiological responses, physical, and technical activities. Journal
Conditioning Journal, 29(2), 48-55.
of Strength and Conditioning Research, 25(9), 2371-2381.
• Drust, B., & Green, M. (2013). Science and football: evaluating the
· Dellal, A., Jannault, R., Lopez-Segovia, M., & Pialoux, V. (2011c).
influence of science on performance, Journal of Sports Sciences,
Influence of the players numbers in the heart rate responses of
youth soccer players within 2 vs. 2, 3 vs. 3 and 4 vs. 4 small-sided 31, 13, 1377-1382.
games. Journal of Human Kinetics, 28(2), 107-114. • Duarte, R., Araujo, D., Correia, V., & Davids, K. (2012). Sports
Teams as Superorganisms. Sports Medicine, 42(8), 633-642.
• Dellal, A., Lago-Peñas, C., Wong, D. P., & Chamari, K. (201ld).
Effect of the number of ball contact within bouts of 4 vs. 4 small- Edwards, S. (1993). High performance training and racing. In
sided soccer games. International Journal of Sports Physiology S. Edwards (Ed.), The heart rate monitor book (pp. 113 - 123).
and Performance, 6(3), 322-333. Sacramento, CA: Feet Fleet Press.
• Dellal, A., Drust, B., & Lago-Peñas, C. (2012c). Variation of Ehrmann, F. E., Duncan, C. S., Sindhusake, D., Franzsen, W. N.
Activity Demands in Small-Sided Soccer Games. International & Greene, D. A. (2016). Gps and injury prevention in professional
Journal of Sports Medicine, 33(5), 370-375. Soccer. Journal of strength and conditioning research, 30(2), 360-
• Dellal, A., Owen, A., Wong, D. P., Krustrup, P., Van Exsel, M., 367.
& Mallo, J. (2012c). Technical and physical demands of small vs. Ekblom, B. (1986). Applied Physiology of soccer. Sports Medicine,
large sided games in relation to playing position in elite soccer. 3(1), 50-60.
Human Movement Science, 31(4), 957-69.
Eniseler, N. (2005). Heart rate and blood lactate concentrations
• Dellal, A., Varliette, C., Owen, A., Chirico, E., y Pialoux, V. as predictors of physiological load on elite soccer players during
(2011). Small-sided games vs. interval training in amateur various soccer training activities. Journal of Strength and
soccer players: effects on the aerobic capacity and the ability to Conditioning Research, 19(4), 799-804.
perform intermittent exercises with changes of direction. Journal
of Strength and Conditioning Research, 26(10), 2712-2720. Enright, K., Morton, J., Iga, J., y Drust, B. (2015). The effect of
concurrent training organisation in youth elite soccer players.
• Desgorces, F. D., Senegas, X., Garcia, J., Decker, L. & Noirez, European Journal of Applied Physiology, 115, 2367-2381.
P. (2007). Methods to quantify intermittent exercises. Applied


Physiology, Nutrition, and Metabolism, 32(4), 762-769.
www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
E! arte de

• E~p~si_to, F., Impellizzeri, F. M., Margonato, V., Vanni, R., • Ford, P. R., Yates, I., & Williams, A. M. (2010). An analysis of
Pizzini, G., & Veicsteinas, A. (2004). Validity of heart rateas an. practice activities and instructional behaviours used by youth
indicator of aerobic demand during soccer activities in amateur soccer coaches during practice: exploring the link between science
soccer players. European Journal of Applied Physiology, 93(1-2), and application. Journal of Sports Sciences, 28(5), 483-495.
167-172.
• Foster, C., Florhaug, J. A., Franklin, J., Gottschall, L., Hrovatin,
Etxeazarra, I. (2014). La tarea, elemento fundamental para la L. A., Parker, S., Doleshal, P., & Dodge, C. (2001). A new
evaluación del entrenamiento en fútbol formativo. Jornadas de approach to monitoring exercise training. Journal of Strength
actualización organizadas por el Comité Alavés de Entrenadores and Conditioning Research, 15(1), 109-115.
y la Federación Alavesa de fútbol. Vitoria, 27 y 28 de junio de
2014. • Frecken, W., Van Der Plaats, J., Visscher, C., & Lemmink, K.
(2013). Size matters: Pitch dimensions constrain interactive team
Faude, O., Steffen, A., Kellmann, M., & Meyer, T. (2014). The behaviour in soccer. Journal of Systems Science and Complexity,
Effect of Short-Term Interval Training During the Competitive 26(1), 85-93.
Season on Physical Fitness and Signs of Fatigue: A Cross-Over
Trial in High-Lecel Youth Football Players. International Journal Gabbett, T. J. (2004). Reductions in pre-season training loads
of Sports Physiology and Performance, 9(6), 936-944. reduce training injury rates in rugby league players. British
Journal of Sports Medicine, 38(6),743-749.
• Fernández-Castanys, B. Chirosa, L. J., y Chirosa, I. (2002).
Validez del uso de la RPE en el control de la intensidad de • Gabbett, T. J. (2016). The training-injury prevention paradox:
entrenamiento en balonmano. Archivos de Medicina del Deporte, should athletes be training smarter and harder? British Journal
XIX(91), 377-383. of Sports Medicine, O, 1-9. doi:10.1136/bjsports-2015-095788.

• Fessi, M.S., Zarrouk, N., Di Salvo, V., Filetti, C., Barker, A. R., & • Gabbett, T. J., & Jenkins, D. (2011). Relationship between
Moalla, W. (2016). Effects o] tapering on physical match activities training load and injury in professional rugby league players.
in professional soccer players, Journal of Sports Sciences, DOI: Journal of Science and Medicine in Sport, 14(3), 204-209.
10.1080/02640414.2016.l l 71891. • Gabbett, T. J., & Mulvey, M. (2008). Time-Motion analysis of
Flanagan, T., & Merrick, E. (2002). Quantifying the workload small sided training games and competition in elite women soccer
of soccer players. En W. Spinks, T. Reilly, y A. Murphy (Eds.), players. Journal of Strength and Conditioning Research, 22(2),
Science and Football IV (pp. 341-349). London: Routledge. 543-552.

• Folgado, H., Duarte, R., Fernandes, O., & Sampaio, J. (2014). • Gabbett, T. J., & Wheeler, A. J. (2014). Predictors of Repeated
Competing with lower level opponents decreases intra-team High-Intensity Effort Ability in Rugby League Players.
movement synchronization and time-motion demands during International Journal of Sports Physiology and Performance.
Pre-Season Soccer Matches. PLoS ONE, 9(5): e97145. DOI: http://dx.doi.org/10.1123/ijspp.2014-0127

• Gabbett, T. J., & Ullah, S. (2012). Relationship between running


loads and soft-tissue injury in elite team sport athletes. Journal of
strength and conditioning research, 26(4), 953-60.

~vHV'i, fut.bol de l com f boldelibro.com


El arte de en fútbol P--"'°:· . i¡y·¡¡·1"·.:-- .. -, Julen Cas.te:l!ano Davjd Casamichana
~~t~~~~ .: , .~ ...-te~-~ ..~---.-.-- .. , ~~~ <="""'"..... ~... -·~~·"""'""""""""u"'"""'-···~.--~-~·"""--.-c ..,...-----~-~- ·-- ¿~--···.,·· . .-.. .., , . ...

Gamble, P. (2004). A skill-based conditioning games approach to Grehaigne, J. F., Godbout, P., & Zerai, Z. (2011). How the "rapport
metabolic conditioning far elite rugby football players. Journal of de forces" evolves in a soccer match: the dynamics of collective
Strength and Conditioning Research, 18(3), 491-497. decisions in a complex system. Revista De Psicologia Del Deporte,
20(2), 7 4 7- 765.
• Gamble, P. (2006). Implícations and applícations of training
specificity far coaches and athletes. Strength and Conditioning Halouani, J., Chtourou, H., Gabbett, G., Chaouachi, A., &
Journal, 28(3), 54-58. Chamari, K. (2014). Small-sided games in team sports training:
Brief review. Journal of Strength and Conditioning Research
García-Manso, J. M. (1999a). Alto rendimiento: La adaptación y [Publish Ahead of Print]
la excelencia deportiva. Madrid: Gymnos.
· Halson, S. L. (2014). Monitoring training load to understand
• García-Manso, J. M., Navarro, F., y Ruiz-Caballero, J. A. (1996). fatigue in athletes. Sports Medicine, 44(Suppl 2), 139-147.
Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Madrid: Gymnos.
• Hewitt, A., Greenham, G., y Norton, K. (2016). Game style in
• Gathercole, R., Sporer, B., Stellingwerff, T., & Sleivert G. (2015). soccer: what is it and can we quantify it? International Journal of
Alternative countermovement-jump analysis to quantify acute Performance Analysis in Sport, 16, 355-372.
neuromuscular fatigue. International Journal Sports Physiology
Performance, 10(1), 84-92. • Hill-Haas, S., Coutts, A., Dawson, B., & Rowsell, G. (2010). Time-
motion characteristics and physiological responses of small-sided
• Gaudino, P., Alberti, G., & Iaia F. M., (2014). Estimated metabolic games in elite youth players: the influence of player number and
and mechanical demands during different small-sided games in rule changes. Journal of Strength and Conditioning Research,
elite soccer players. Human Movement Science, 36, 123-133. 24(8), 2149-2156.
Gaudino, P., Iaia, F. M., Alberti, G., Strudwick, A.J., Atkinson, • Hill-Haas, S., Coutts, A., Rowsell, G., & Dawson, B. (2008).
G., & Gregson, W. (2013). Monitoring training in elite soccer Variability of acute physiological responses and performance
players: systematic bias between running speed and metabolic profiles of youth soccer players in small-sided games. Journal of
power data. International Journal of Sports Medicine, 134, 963 Science and Medicine in Sport, 11(5), 487-490.
-968.
• Hill-Haas, S., Coutts, A., Rowsell, G., & Dawson, B. (2009a).
· Godik, M.A. y Popov A.V. (1993). La preparación física del Generic versus small-sided game training in soccer. International
futbolista. Barcelona: Paidotribo. Journal of Sports Medicine, 30(3), 636-642.
González-Badillo, J. J., Pareja-Blanco, F., Rodríguez-Rosen, D., Hill-Haas, S., Dawson, B., Coutts, A., & Rowsell, G. (2009b).
Abad-Herencia, J. L., Del Ojo-López, J. J., Sánchez-Medina, Physiological responses and time-motioti characteristics of
L. (2015). Effects of velocity -based resistance training on various small-sided soccer games in youth players. Journal of
young soccer players of different ages. J ournal of Strength and Sports Sciences, 27(1), 1-8.
Conditioning Research, 29(5), 1329-38.
• Hill-Haas, S., Dawson, B., Impellizzeri, F. M., & Coutts, A. (2011).
González-Badillo, J. J., y Ribas-Serna, J. (2002). Bases de la Physiology of small sided games training in football. A systematic
programación del entrenamiento de fuerza. Barcelona: Inde.


review. Sports Medicine 41(3), 199-200.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
Julen Castellano y David Casarnichana

• Hill-Haas, S., Rowsell, G., Dawson, B., & Coutts, A. (2009c). Acute · Impellizzeri, F. M, Rampinini, E., Coutts, A., Sassi, A., & Marcara,
physiological responces and time-motion characteristics of two S.M. (2004). Use of RPE-Based Training Load in Soccer. Medicine
small-sided training regimens in youth soccer players. Journal of and Science in Sports and Exercise, 36(6), 1042-1047.
Strength and Conditioning Research, 23(1), 111-115.
· Impellizzeri, F. M., Rampinini, E., & Marcara, S. M. (2005).
• Hissey, S. (2014). Comparison of the physical, physiological Physiological assessment of aerobic training in soccer, Journal of
and perceptual demands of small-sided games and match play Sports Sciences, 23(6), 583-592.
in professional football players. Doctoral Thesis: Edith Cowan
University. • Impellizzeri, F. M., Marcara, S. M., Castagna, C., Reilly, T.,
Sassi, A., Iaia, F. M., & Rampinini, E. (2006). Physiological and
• Hodgson, C., Akenhead, R., & Thomas, K. (2014). Time-motion Performance Effects of Generic versus Specific Aerobic Training
analysis of acceleration demands of 4v4 small-sided soccer games in Soccer Players. International Journal of Sports Medicine, 27,
played on different pitch sizes. Human Movement Science, 33, 483-492.
25-32.
• Jastrzebski, Z., Barnat, W., Dargiewicz, R., Jaskulska, E., Szwarc,
• Hoff, J., Wisleff, U., Engen, L. C., Kemi, O. J., & Helgerud, J. A., & Radziminsk, L. (2014). Effect of In-Season Generic and
(2002). Soccer specific aerobic endurance training. British Journal Soccer-Specific High-Intensity Interual Training in Young Soccer
of Sports Medicine, 36, 218-221. Players. International Journal of Sports Science & Coaching,
5(9), 1169- 79.
• Hopkins, W. G. (2000). Analysis of validity by linear regression
(Excel spreadsheet). In: A new view of statistics. sportsci.org: • Jastrzebski, Z. y Radziminski L. (2015). Individual vs General
Internet Society for Sport Science, sportsci.org/resource/stats/ Time-Motion Analysis and Physiological Response in 4 vs 4
xvalid.xls and 5 vs 5 Small-Sided Soccer Games. International -Iournal of
Performance Analysis in Sport, 15, 397-410.
• Hughes, M. D., & Franks, I. M. (1997). Notational Analysis of
Sport. London: E. & F.N. Spon. • Jennings, D., Cormack, S., Coutts, A. J., Boyd, L. J., & Aughey, R.
J. (2010). Variability of GPS units for measuring distance in team
Hulin, B. T., Gabbett, T. J., Caputi, P., Lawson, D. W., & Sampson,
sport movements. International Journal of Sports Physiology and
J. A. (2016). Low chronic workload and the acute:chronic workload
Performance, 5(4), 565-569.
ratio are more predictive of injury than between-match recovery
time: a two-season prospective cohort study in elite rugby league • Jeong, T. S., Reilly, T., Morton, J., Bae, S. W. & Drust, B. (2011).
players. British Journal of Sports Medicine Quantification of the physiological loading of one week of "pre-
season" and one week of "in-season" training in professional soccer
• Hulin, B. T., Gabbett, T. J., Lawson, D. W., Caputi, P., y Sampson,
players. Journal of Sports Sciences, 29 (11); 1161-1166.
J. A. (2015). The acute:chronic workload ratio predicts injury:
high chronic workload may decrease injury risk in elite rugby • Jones, S., & Drust, B. (2007). Physiological and technical demands
league players. British Journal of Sports Medicine, 50(4), 231-6. of 4 v 4 and 8 v 8 in elite youth soccer players. Kinesiology, 39(2),
150-156.

www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com
e
Ei arte de planificar en fútbol
. . . . . . . . . . ----~"='"'"'"'"'"'""'-' . . ~--- . . -- ~~~~~~---. -. ---. . . . . . . ---,,~.,.,.~~~==·-==~--~--.--=---
• Kelly, D.M., & Drust, B. (2009). The effect of pitch dimensions on. • Kraemer, W. J., Adams, K., Cafarelli, E., Dudley, G. A., Dooly,
heart rate responses and technical demands of small-sided soccer C., Feigenbaum, M. S., Triplett-McBride, T. (2002). American
games in elite players. Journal of Science and Medicine in Sport, College of Sports Medicine position stand. Progression models in
12(4), 475-479. resistance training for healthy adults. Medicine and Science in
Sports and Exercise, 34(2), 364-380.
• Kelly, D. M., Gregson, W., Reilly, T. & Drust, B. (2012). The
development of a soccer-specific training dril! for elite-level • Krustrup, P., Mohr, M., Steensberg, A., Bencke, J., Kjaer, M.,
players. Journal of Strength and Conditioning Research, 27, 938- & Bangsbo, J. (2006). Muscle and Blood Metabolites during a
943. Soccer Game: Implications for Sprint Performance. Medicine and
Science in Sports and Exercise, 38(6), 1165-1174.
• Kenttá, G, & Hassmén, P. (1998). Overtraining and recovery. A
conceptual model. Sports Medicine, 26(1), 1-16. • Leger, L. & Boucher, R. (1980). An indirect continuous running
multistage field test: the Université de Montreal track test.
• Killen, N. M., Gabbett, T. J., & Jenkins, D. G. (2010). Training Canadian Journal of Applied Sport Sciences, 5, 77-84.
loads and incidence of injury during the preseason in professional
rugby league players. Journal of Strength and Conditioning • Little, T. (2009). Optimizing the use of soccer drills for physiological
Research, 24(8), 2079-84. development. Strength and Conditioning Journal, 31, 67-74

• Koklü, Y., Ersoz, G., Alemdaroglu, U., Ase, A., & Ozkan, A. • Little, T., & Williams, G. (2007). Measures of exercise intensity
(2011). Physiological responses and time motion characteristics of during soccer training drills with professional soccer players.
4-a-side small-sided game in young soccer players: the influence Journal of Strength and Conditioning Research, 21(2), 367-371.
of different team formation methods. Journal of Strength and
Conditioning Research, 26(11), 3118-23. • Llodio, I., Garcia-Tabar, I., Sánchez-Medina, L., Ibáñez, J., &
Gorostiaga, E. M. 2015). Estimation of the Maximal Lactate
• Kóklü, Y., Sert, O., Alemdaroglu, U., & Arslan, Y. (2014). Steady State in Junior Soccer Players. International Journal of
Comparison of the physiological responses and time motion Sports Medicine, 36, 1142-1148.
characteristics of young soccer players in small sided games:
the effect of goalkeeper. Journal of Strength and Conditioning • Lovell, R. & Abt, G. (2013). Individualization of time-motion
Research, ahead of print, 29(4), 964-71. analysis: a case-cohort example. International Journal of Sports
Physiology & Performance, 8, 456-458.
• Koklü, Y., Alemdaroglu, U., Dellal, A., & Wong, D. P. (2015).
Effect of different recovery durations between bouts in 3-a-side • Los Arcos, A. (2014). Control y evaluación de la carga de
games on youth soccer players' physiological responses and entrenamiento para la preparación física de jóvenes futbolistas
technical activities. Journal of Sports Medicine and Physical profesionales. Vitoria: Universidad del País Vasco.
Fitness, 55(5), 430-8. • Los Arcos, A., Gil- Rey, E., Izcue, I. y Yanci, J. (2013). Cuantificación
de la carga de entrenamiento en jóvenes futbolistas profesionales.
AGON International Journal of Sport Sciences, 3(1), 13-21.

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol Referencias Bibliográficas Julen Castellano y David Casamichana

Los Arcos, A., Martínez de Santos, R., Yanci, J., Martín, J., & • Malone, J. J. (2014). Examining the Physical and Physiological
Castagna, C. (2014). Variability of objective and subjective Demands of Elite Football. Liverpool: Liverpool John Moores
intensities during ball drills in youth soccer players. Journal University.
Strength Conditioning Research, 28(3), 752-757.
Malone, J. J., Di Michele, R., Morgans, R., Burgess, D., Morton,
Los Arcos, A., Martínez de Santos, R., Yanci, J., Mendiguchia, J., J. P., & Drust, B. (2015). Seasonal training-load quantification in
& Méndez-Villanueva, A. (2015). Negative Associations between elite English premier league soccer players. International Journal
Perceived Training Load, Volume and Changes in Physical of Sports Physiology and Performance, 10(4), 489-97.
Fitness in Professional Soccer Players. Journal of Sports Science
and Medicine, 14, 394-401. • Manzi, V., Bovenzi, A., Franco Impellizzeri, M., Carminati, I., &
Castagna, C. (2013). Individual training-load and aerobic-fitness
Los Arcos, A., Vázquez, J. S., Martín, J., Lerga, J., Sánchez, F., variables in premiership soccer players during the precompetitive
et al. (2015) Effects of Small-Sided Games vs. Interval Training season. Journal Strength and Conditioning Research, 27, 631-
in Aerobic Fitness and Physical Enjoyment in Young Elite Soccer 636.
Players. PLoS ONE 10(9): e0137224.
Manzi, V., Bovenzi, A., Impellizzeri, F., Carminati, I., & Castagna,
Los Arcos, A., Yanci, J., Mendiguchia, J., & Gorostiaga, E. M. C. (2012). Individual training-load and aerobic-fitness variables
(2014). Rating of muscular and respiratory perceived exertion in in premiership soccer players during the pre-competitive season.
professional soccer players. Journal of Strength and Conditioning Journal of Strength and Conditioning Research.
Research, 28(11), 3280-3288.
Martínez de Santos, R., Castellano, J. & Los Arcos, A (2003).
Lucia, A., Hoyos, J., Santalla, A., Earnest, C., & Chicharro, J. L. Coaching strategies for teaching soccer in a Spanish top level
(2003). Tour de France versus Vuelta a Espana: which is harder? fútbol Academy. En Fuentes, J.P. y Bellido, M. (Coord.) ler
Medicine & Science in Sports & Exercise. 35, 872-878. Congreso Europeo de EF-FIEP 2003 (pp 417-426). Diputación de
Cáceres. Cáceres.
Mallo, J. (2011). Effect of block periodization on performance in
competition in a soccer team during four consecutive competitive Mayhew, S., & Wenger, H. (1985). Time motion analysis of
seasons: A case study. International Journal of Performance professional soccer. Journal of Human Movement Studies, 11,
Analysis in Sport, 11, 476-485. 49-52.

• Mallo, J. (2012). Effect of block periodization on physical fitness McCall, A., Carling, C., Davison, M., Nedelec, M., Le Gall, F.,
during a competitive soccer season. International Journal of Berthoin, S., & Dupont, G. (2015). Injury risk factors, screening
Performance Analysis in Sport, 12, 64-74. tests and preventative strategies: a systematic review of the evidence
that underpins the perceptions and practices of 44 football (soccer)
• Mallo, J. (2013). La preparación (física) para el Fútbol basada en teams from various premier leagues. British Journal of Sports
el juego. Barcelona: Fútbol de Libro. Medicine, 49, 583-589.
Mallo, J., & Navarro, E. (2008). Physical load imposed on soccer
players during small-sided training games. Journal of Sports
and Physical Fitness, 48(2), 166-171.

e www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol ReferenciasBibliográficas Julen Castellano y David Casamichana

• McGuigan, M. R., Egan, A., & Foster, C. (2004). Salivary cortisol • Mujika, I. (2006). Métodos de cuantificación de las cargas de
responses and perceived exertion during high intensity and low entrenamiento y competición. Kronos: La Revista Científica de
intensity bouts of resistance exercise. Journal of Sports Science Actividad Física y Deporte, 10(5), 1-10.
and Medicine, 3(1), 8-15.
• Mujika, I. (2013). The alphabet of sport science research starts
• McLellan, T. M. (1985). Ventilatory and plasma lactate response with Q. Journal of Sports Physiology and Performance, 8, 465-
with different exercise protocols: a comparison of methods. 466.
International Journal of Sports Medicine, 6:30-5.
• Mujika, I., & Padilla, S. (2000a). Detraining: Loss of training-
• McMaster, D. T., Gill, N., Cronin, J. & McGuigan, M. (2013). The induced physiological and performance adaptations. Part l.
development, retention and decay rates of strength and power Sports Medicine, 30, 79-87.
in elite Rugby Union, Rugby League and American Football: a
• Mujika, I., & Padilla, S. (200b). Detraining: Loss of training-
systematic review. Sports Medicine, 43, 367-384.
induced physiological and performance adaptations. Part JI.
• Melchiorri, G., Ronconi, M., Triossi, T., Viera, V., De Sanctis, Sports Medicine, 30, 145-154.
D., Tancredi, V.,· Salva ti, A., Padua, E., & Alvero, J. R. (2014).
• Ngo, J. K., Man-Chung , T., Smith, W., Carling, C., Gar-Sun,
Detraining in young soccer players. The journal of sports medicine
C., & Wong, D. P. (2012). The effects of man-marking on work
and physical fitness, 54, 27-33.
intensity in small-sided soccer games. J Sports Sci Med, 11, 109-
• Méndez-Villanueva, A., Buchheit, M., Simpson, B., Peltola, E. 114
y Bourdon, P. C. (2011). Does on-field sprinting performance in
Osgnach, C., Poser, S., Bernardini, R., Rinaldo, R., & di Prampero,
young soccer players depend on how fast they can run or how fast
P. E . (2010). Energy cost and metabolic power in elite soccer: a
they do run?. Journal of Strength and Conditioning Research,
new match analysis approach. Medicine & Science in Sports &
25(9), 2634-2638.
Exercise, 42, 1 70 - 1 78.
• Mombaerts, É. (1998). Fútbol: entrenamiento y rendimiento
• Ostojic, S. M. (2003). Seasonal alterations in body composition
colectivo. Barcelona: Hispano Europea.
and sprint performance of elite soccer players. Journal of Exercise
• Montoya-Porres, D., Paz-Fernández, J.A., Fernández-Gonzalo, R., Physiology, 6(3), 11-14.
Mercé-Cervera, J., y Yagüe-Cabezón, J. M. (2010). Variabilidad
• Owen, A. L., Forsyth, J. J., Wong, D. P., Dellal, A., Connelly, S.,
de la carga fisiológica en los pequeños juegos de fútbol en función
y Chamari, K. (2015). Heart rate' based training intensity and its
del espacio. Apuntes: Educación Física y deportes, 4(102), 70-77
impact on injury incidence amongst elite level professional soccer
• Margan, W. (1980). The Trait Psychology Controversy. Research players. Journal of Strength and Conditioning Research, 29(6),
Quarterly for Exercise & Sport, 51, 50-76. 1705-12.

• Morgans, R., Orme, P., Anderson, L., & Drust, B. (2014). Principles Owen, A., Twist, C., & Ford, F. (2004). Small-sided games: the
and practices of training for soccer. Journal of Sport and Health physiological and technical effect of altering pitch size and player
Science, 3(4), 251-257 . numbers. Insight, 7(2), 50-53.

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


El arte de planificar en fútbol ReferenciasBibliográficas Julen Castellano y David Casamichana

Owen, A. L., Wong, D. P., Paul, D., & Dellal, A. (2012). Effects of · Reilly, T. & White, C., (2004). Small-Sided Games as an
a periodized small-sided game training intervention on physical Alternative to Interval-Training for Soccer Players. Journal of
performance in elite professional soccer. Journal of Strength and Sports Sciences, 22, 559.
Conditioning Research, 26(10), 2748-2754.
Sampaio, J., Lago, C., Goncalves, B., Macas, V. M. y Leite, N.
• Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de (2014). Effects of pacing, status and unbalance in time motion
praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo. variables, heart rate and tactical behaviour when playing 5-a-side
football small-sided games. Journal of Science and Medicine in
• Petibois, C., Cazorla, G., Poortmans, J. R., & Déléris, G. (2003). Sport, 17(2), 229-233.
Biochemical aspects of overtraining in endurance sports: the
metabolism alteration process syndrome. Sports Medicine, 33(2), Sassi, R., Reilly, T., & Impellizzeri, F. (2004). A comparison of
83-94. small-sided games and interval training in elite professional
soccer players. Journal of Sports Sciences, 22(6), 562.
• Radziminsk, L., Rompa, P., Barnat, W., Dargiewicz, R. &
Jastrzebski, Z. (2013). A Comparison of the Physiological and Scott, B. R., Lockie, R. G., Knight, T. J., Clark, A. C., & Jance de
Technical Effects of High-Intensity Running and Small-Sided Jorge, X. A. (2013b). A comparison of methods to quatify the in-
Games in Young Soccer Players. International Journal of Sports season training load of professional soccer players. International
Science & Coaching, 8(3), 455-465. Journal of Sports Physiology and Performance, 8, 195-202.

• Rampinini, E., Coutts, A., Castagna, C., Sassi, R., & Impellizzeri, Scott, T.J., Black, C., Quinn, J., & Coutts, A. (2013a). Validity
F. M. (2007). Variation in top level soccer match performance. and reliability of the session RPE method for quantifying training
International Journal of Sports Medicine, 28(12), 1018-1024. in Australian Football: A comparison of the CRl O and CRl 00
scales. Journal of Strength and Conditioning Research, 27, 270-
• Rodríguez-Marroyo, J. A., Medina, J., García-López, J., García- 276.
Tormo, J. V., & Foster, C. (2014). Correspondence between
training load executed by volleyball players and the one observed Seirul fo, F. (2009). Master Profesional en Alto Rendimiento
by coaches. Journal of Strength and Conditioning Research, Deportivo Deportes de Equipo. Notas de clase del Módulo:
28(6), 1588-1594. ''Planificación del entrenamiento en los deportes de equipo".
Barcelona: Byomedic y Fundación F. C. Barcelona.
• Rebelo, A., Brito, J., Seabra, A., Oliveira, J., Drust, B. & Krustrup,
P. (2012). A new tool to measure training load in soccer training Siff, M. C., y Verkhoshansky, Y. (2000). Super Entrenamiento.
and match play. International Journal of Sports Medicine, 33 (4), Barcelona: Paidotribo.
297-304.
Silva, B., Garganta, J., Santos R.& Teoldo, I. (2014). Comparing
• Reilly, T., Morris, T., & Whyte, G. (2009). The specificity of Tactical Behaviour of Soccer Players in 3 vs. 3 and 6 vs. 6 Small-
training prescription and physiological assessment. A review. Sided Games. Journal of Human Kinetic, 41, 191-202.
Journal of Sports Sciences, 27(6), 575-589 .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com


Silva, P., Aguiar, P., Duarte, R., Davids, K., Araújo, D., & Stelen, T., Chamari, K., Castagna, C., & Wisloff, V. (2005).
Garganta, J. (2014). Effects of pitch size and skill level on tactical Physiology of Soccer: An update. Sports Medicine, 35(6), 501-36.
behaviours of Association Football players during small-sided
and conditioned games. International Journal of Sports Science Suarez-Arronez, L., Torreno, N., Requena, B., Sáez de Villarreal,
& Coaching, 9(5), 993-1006. E., Casamichana, D., Barbero-Álvarez, J. C., & Mungui-
Izquierdo, D. (2014). Match-play activity profile in elite women's
Silva, P., Duarte, R., Sampaio, J., Aguiar, P., Davids, K., Araújo, Rugby Union Players. The journal of sports medicine and physical
D., & Garganta, J. (2014). Field dimension and skill level constrain fitness.
team tactical behaviours in small-sided and conditioned games
in football. Journal of Sports Sciences, 32(20), 1888-1896. • Swart, J., & Jennings, C. L. (2004). Use of blood lactate
concentration as a marker of training status: review article. South
Silva, P., Travassos, B., Vilar, L., Aguiar, P., Davids, K., Araújo, African Journal of Sports Medicine, 16(3), 1-5.
D., & Garganta, J. (2014). Numerical relations and skill level
constrain co-adaptive behaviors of agents in sports teams. PloS • Tamarit, X. (2009). ¿Qué es la «Periodización Táctica»?
One, 9(9), e107112. Pontevedra: MCSports.

Singh, F., Foster, C., Tod, D., & McGuigan, M. R. (2007). • Thorpe, R. T., Strudwick, A. J., Buchheit, M., Atkinson, G., Drust,
Monitoring different types of resistance training using session B., & Gregson, W. (2015). Monitoring Fatigue During the In-
rating of perceived exertion. International Journal of Sports Season Competitive Phase in Elite Soccer Players. International
Physiology and Performance, 2(1), 34-45. Journal of Sports Physiology and Performance, 10(8), 958-64.

Solé, J. (2006). Planificación del entrenamiento deportivo. • Torres-Ronda, L., Goncalves, B., Marcelino, R., Torrents, C.,
Barcelona: Sicropat Sport. Vicente, E. & Sampaio, J. (2015). Heart rate, time-motion. and
body impacts when changing the number of teammates and
Spencer, M., Lawrence, S., Rechichi, C., Bishop, D., Dawson, B., opponents in soccer small-sided games. Journal of Strength and
& Goodman, C. (2004). Time-motion analysis of elite field hockey, Conditioning Research, 29(10), 2723-2730.
with special reference to repeated sprint activity. Journal of Sports
Sciences, 22(9), 843-850. • Travassos, B., Goncalves, B., Marcelino, R., Monteiro, R., &
Sampaio, J. (2014). How perceiving additional targets modifies
Stagno, K. M, Thatcher, R., & Van Someren, K. A. (2007). A teams' tactical behavior during football small-sided games.
modified TRIMP to quantify the in-seasori training load of team Human Movement Science, 38(0), 241-250.
sport players. Journal of Sports Sciences, 25(6), 629-634.
• Travassos, B., Vilar, L., Araújo, D., & McGarry, T. (2014).
Stevens, T. G. A., De Ruiter, J. C., Beek, P. J. & Savelsbergh, Tactical performance changes with equal vs unequal numbers of
G. J. P. (2015): Validity and reliability of 6-a-side small- players in small-sided football games. International Journal of
sided game locomotor performance in assessing physical Performance Analysis in Sport, 14(2), 594-605.
fitness in football players, Journal of Sports Sciences, DOI:
10.1080/02640414.2015. l 116709

f bo de lí o de li
El arte de planificar en fútbol Julen Castellano y David Casamichana

• Uchida, M. C., Teixeira,, L. F. M., Godoi, V. J., Marchetti, P. H., • Wisbey, B., Montgomery, P. G., Pyne, D. B., & Ben Rattray, B.
Conte, M., Coutts, A. J., & Bacurau, R. F. P. (2014). Does The (2010). Quantifying movement demands of AFL football using
Timing of Measurement Alter Session-RPE in Boxers? Journal of GPS tracking. Journal of Science and Medicine in Sport, 13(5),
Sports Science and Medicine, 13. 531-536.
· Varley, M.C., Aughey, R. J., & Pedrana, A. (2011). Accelerations in • Wrigley, R., Drust, B., Stratton, G., Scott, M., & Gregson, W.
football: Toward a better understanding of high intensity actiuity. (2012). Quantification of the typical weekly in-seasori training
En Book of abstract 7th World Congress on Science & Football & load in elite junior soccer players. Journal of Sports Sciences, 30,
9th Congress of Japanese Society of Science & Football (pp. 115). 1573-1580.
Nagoya, Japan.
• Yanci, J. y Los Arcos, A. (2014). Differences in muscle strength
Verheijen, R. (2014). The original guide to football periodisation and leg asymmetries in elite runners and cyclists. International
(Part 1). World football academy: Amsterdam (The Netherlands). SportMed Journal, 15(3), 265-277.
• Verkhoshanski, V. (1990). Entrenamiento deportivo. Barcelona: • Yanci, J. García, A. Castillo, D. Rivero, L. Los Arcos, A. (2014).
Martínez Roca. Evaluación y relación entre distintos parámetros de condición
física en futbolistas semi profesionales. Retos: Nuevas tendencias
Vilar, L., Duarte, R., Silva, P., Chowl, J. H., & Davids, K. (2014).
en Educación Física, Deporte y Recreación, 26, 114-117.
The influence of pitch dimensions on performance during small-
sided and conditioned soccer games, Journal of Sports Sciences,
32(19), 1751-1759.

· Weaving, D., Marshall, P., Earle, K., Nevill, A., & Abt, G. (2014).
A Combination of lnternal and External Training Load Measures
Explains the Greatest Proportion of Variance in Certain Training
Modes in Professional Rugby League. International Journal of
Sports Physiology and Performance, 9, 905-912.

• Weineck, E. J. (1994a). Fútbol total. Volumen l. Barcelona:


Paidotribo.

• Weineck, E. J. (1994b). Fútbol total. Volumen 11. Barcelona:


Paidotribo.

· Williams, A. M., Horn, R. R., & Hodges, N. J. (2003). Skill


acquisition. En T. Reilly, A. M. Williams (Eds.), Science and
Soccer (pp. 198-213). London. UK: Routledge .

• www.futboldelibro.com www.futboldelibro.com

También podría gustarte