Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Otra de las obras que marcó un hito en la carrera artística de Picasso fue sin duda ésta,
que el artista concibió en el año 1937. Independientemente de su calidad pictórica,
debe verse en esta obra uno de los alegatos más contundentes de un artista contra las
crueldades de la guerra.
El Guernica, de Picasso
Con gran economía de medios y colores, cobró forma una de las telas más importantes
de la historia del arte. El gris y el negro son los tonos preponderantes, símbolos de la
destrucción y la muerte, sobre un fondo marrón–rojizo. No faltan las figuras más
importantes de la iconografía de España, como el toro y el caballo, aquí como alegoría
de la brutalidad y la desesperación.
El Guernica, de Picasso
Una luz eléctrica en el centro representa el ojo divino. En el extremo izquierdo, una
madre con su hijo muerto en brazos recuerda la “Matanza de los Inocentes” de la
iconografía cristiana, lo mismo que las dos mujeres en el extremo derecho aluden a la
“Crucifixión”.
4.2. Picasso (1881-1973)
Últimas obras. Tras la Segunda Guerra Mundial, en la época
de Antibes recupera los temas alegres: balcones abiertos,
palomas… un mundo amable de colorido brillante y
ornamental. En los años 50, etapa de Corea significa la vuelta
al expresionismo, como se ve en Matanza en Corea, que nos
remite, por su composición, a los Fusilamientos de la Moncloa, de
Goya. En los últimos años reinterpretó obras clásicas, como
el Desayuno en la hierba o la serie de estudios sobre Las
Meninas, y cultivó con intensidad el grabado y la cerámica.
Desayuno en la hierba, de Picasso
Las Meninas, de Picasso
4.2. Picasso (1881-1973)
Picasso encarna al arquetipo de artista del s. XX. Fue
un creador genial, social y políticamente comprometido
con el tiempo en que vivió, buscador incansable de
caminos y soluciones artísticas.
5. FUTURISMO
En 1909, el poeta italiano Marinetti publicó en Le Figaro,
el primer manifiesto futurista donde afirmaba: queremos
exaltar el movimiento agresivo, el febril insomnio, el salto
peligroso, el bofetón, el desafío a las estrellas (…) glorificar la
guerra (…) y el desprecio de la mujer.
5. FUTURISMO
Esta agresividad le llevaría, andando el tiempo, hasta el
fascismo. Es también famosa su afirmación de que un
automóvil de carreras es más hermoso que la Victoria de
Samotracia.
5. FUTURISMO
Los pintores futuristas, como Boccioni (Dinamismo del
ciclista), Severini (Bailarina azul), Carra y Balla
(Manifestación patriótica), embriagados por el
movimiento, buscan representar la velocidad captando
el objeto en como si se tratara de una secuencia crono-
fotográfica; para ello analizan y descomponen las formas
como los cubistas, y las construyen multiplicando líneas y
detalles para dar la sensación de movimiento
simultáneo.
Dinamismo de un ciclista, de Boccioni
De la figura que da su
nombre a esta obra
nada queda que sea
identificable. El esfuerzo
de Boccioni por
expresar plásticamente
la velocidad lo lleva a
este tipo de
abstracciones. Esta obra,
al contrario de la de
otros futuristas, es
totalmente abstracta.
Ningún elemento nos
indica que se trata de
un ciclista, apenas se
esboza la rueda
delantera de la bicicleta.
Jeroglífico dinámico de Bal Tabarín, de
Severini
Ésta es una de las obras maestras de
Severini. El tema de la vida nocturna
en la ciudad fue común a muchos
pintores de las vanguardias. En este
caso se trata de una tela trabajada
con óleo y lentejuelas en la que las
representaciones naturalistas, como la
pequeña mujer desnuda a caballo de
las tijeras, se mezclan con las formas
más abstractas que representan al
resto de los personajes. Los colores
están dispuestos de manera tal que
crean campos de luz y sombras muy
dinámicos no exentos de cierto
decorativismo.
Retrato de Marinetti, de Carrá
Este es el retrato del que fuera creador
e impulsor del movimiento futurista, el
poeta italiano Filippo Tommaso
Marinetti. Carrá lo representa con toda
la fuerza y agudeza psicológica que lo
caracterizaban. Los planos superpuestos
de la composición recuerdan a algunos
retratos cubistas, no así el colorido casi
agresivo. El poeta ha sido captado en el
momento de redactar sus tan famosos
manifiestos, como si se tratara de una
instantánea pero hecha con el pincel.
Automóvil + velocidad + luz, de Balla
Balla fue sin duda el más
abstracto de los pintores
futuristas. Su obra es
extremadamente
avanzada para su época y
se da como consecuencia
de extensos y meditados
estudios de las teorías
impresionistas y
neoimpresionistas. En
esta obra el pintor
combina los trazos
angulosos con las formas
curvas creando en el
centro una repetición de
formas que imprime la
sensación de velocidad a
la composición.
Interpenetración iridiscente radial, de Balla
Por medio de una
sucesión de
prismas, Balla
intenta, en esta
obra, captar y
reflejar el
recorrido de los
haces lumínicos. La
repetición era el
medio por el cual
los futuristas
intentaron plasmar
la velocidad.
5. FUTURISMO
El Futurismo muere con la Primera Guerra Mundial y,
después de él, surge en Italia un movimiento antitético, la
Pintura Metafísica. Artistas como De Chirico pintan
plazas y calles desiertas y silenciosas, de inacabables
perspectivas, pobladas por escasos personajes que
parecen maniquíes, y en las que impera la calma y el vacío.
6. ABSTRACCIÓN
La búsqueda incesante de un nuevo lenguaje conduce a la
pintura del siglo XX a la abstracción. La Abstracción es
una lucha para terminar radicalmente con el arte
imitativo y las referencias concretas a los objetos, al
espacio y al tiempo. Defienden que una obra de arte no
tiene necesariamente que hacer referencia a la realidad
concreta. En consecuencia, ponen en crisis todos los
valores establecidos sobre la visión estética y cultural de
la realidad.
6. ABSTRACCIÓN
La abstracción encontró, en el plano filosófico, un adalid
en la figura del historiador alemán Worringer, que la
justificó como el síntoma más evidente del desacuerdo
entre el hombre moderno y la naturaleza, del temor que
el hombre tiene ante ella. Se ha señalado como
sintomático que en 1907, Albert Einstein publicara la
teoría de la relatividad con la cual cambió el concepto
físico del universo; en este contexto escribió Kandinsky
que la desintegración del átomo fue para mí como la
desintegración del mundo entero.
6. ABSTRACCIÓN
La marcha hacia la abstracción transcurrió por dos
caminos diferentes, basados en concepciones opuestas,
una intuitiva, expresiva y sensorial, la otra racional y
geométrica.
6.1. Expresionismo abstracto
También se denomina, en ocasiones, Abstracción lírica.
Responde al predominio de lo intuitivo que se
manifiesta en un aparente caos compositivo y cromático;
se basa en improvisaciones o formas de apariencia
misteriosa, llenas de color y de ritmo, que parecen
concretarse en un marco informal. Son el resultado de la
libre expresión de las emociones del artista que las deja
fluir sin pretender racionalizarlas.
6.1. Expresionismo abstracto
El creador de la Abstracción fue Kandinsky. En 1910, poco antes de
fundar el grupo expresionista El Jinete Azul, pintó su Primera
acuarela abstracta. Kandinsky llegó a la abstracción a través del
expresionismo, concentrándose en las impresiones que la naturaleza
le producía y tratando, a partir de ellas, de intensificar lo expresivo.
Fue un proceso que desarrolló de forma consciente a través
múltiples ensayos, en muchos de los cuales todavía se pueden
apreciar algunas referencias concretas (Batalla; Impresión nº 5).
Trataba de liberar al color de toda connotación objetiva o
descriptiva. Tal independencia y autonomía le permitieron ensayar
una concepción de la pintura cercana a la pureza musical. Para él, el
arte debe expresar el espíritu, su realidad interior. Desarrolló estas
ideas en uno de sus más célebres ensayos De lo Espiritual en el Arte,
publicado en 1912. En sus páginas nos dice que el color es el medio
más poderoso para llevar a cabo el cambio de rumbo espiritual. Los
colores aparecen vinculados a vibraciones musicales; a cada color
corresponde un tono espiritual, una vibración interna.
Primera acuarela abstracta, de Kandinsky
La importancia de
esta obra reside
en que está
considerada una
de las primeras
abstracciones del
arte del siglo XX.
Kandinsky se basó
para su realización
en las teorías
musicales. Así
intentó encontrar
un ritmo y una
estructura en la
que se
prescindiera
completamente de
la figura.
Composición V, de Kandinsky
A partir de 1910 Kandinsky
abandona todo tipo de
representación figurativa. Las obras
surgidas de esta nueva etapa fueron
denominadas “Impresiones y
Composiciones”. Se puede decir que
todas ellas ilustran claramente el
pensamiento del pintor y teórico
ruso y determinan un antes y un
después en la historia del arte. Como
este óleo, que el pintor presentó en
la exposición de la galería Tannhauser
en diciembre de 1911. La reacción de
la crítica, fue, como era de esperarse,
negativa. Muy pocos comprendieron
desde un principio lo que el pintor
llamaba: “La necesidad de expresión
múltiple del artista”.
6.1. Expresionismo abstracto
Agrupó la extensa producción artística de esta época bajo
las denominaciones de Impresiones, Improvisaciones y
Composiciones.
Cuadro con mancha roja, de Kandinsky
En su obra “De lo espiritual en el arte”
(1910), Kandinsky se explaya sobre la
nueva función del arte: “La belleza del
color y la forma no es meta suficiente para
el arte”. En este óleo es posible
determinar de qué manera el pintor
estructuraba la composición: en este caso,
la mancha roja dicta la organización de los
demás elementos. Hay un ritmo que, si
bien no es evidente a simple vista, lo
intuimos. Ningún color está puesto al azar,
y a zonas abigarradas les corresponden
superficies más claras. La gran mancha de
la zona superior izquierda, por ejemplo,
concentra todos los tonos de la superficie
inferior. Para Kandinsky, la búsqueda de la
armonía interior a través del color era una
de las metas del artista.
Arco Negro, de Kandinsky
Composición IV, de Kandinsky
6.2. Abstracción geométrica
Para otros pintores el camino de lo abstracto discurrirá
entre formas regulares, determinadas por la línea y color
plano, regido por la reflexión, el orden y el criterio
racional. Hay varias tendencias:
Suprematismo, encabezado por Malevich, en la Rusia
prerrevolucionaria, que tomaba como base el cubismo. Se
expresaban por medio de formas geométricas sencillas,
cuadrados, rectángulos, triángulos, círculos…, pretendiendo que
no evocaran ni sensaciones ni sentimientos. La impresión que
domina en sus obras es la de vacío, como resultado de la
renuncia a la imagen.
Círculo negro, de Malevich
6.2. Abstracción geométrica
Neoplasticismo (Geometrismo holandés). Surge durante la
Primera Guerra Mundial, por obra de Piet Mondrian quien,
junto a Van Doesburg, fundó la revista De Stijl (El estilo). Esta
publicación sirvió como medio teórico de expresión de las
propuestas plásticas de un grupo de artistas que pretendía
crear una estética nueva, al margen del mundo concreto,
elaborada con elementos extraordinariamente simples. El
lenguaje pictórico del Mondrian neoplasticista se basa en el
empleo exclusivo de los colores primarios, rojo, amarillo y azul,
que alcanzan su esencia más pura entre el blanco y el negro.
Color, línea y escala de proporciones se combinan mediante
formas planas que se disponen en ángulos rectos. Es autor de
varias Composiciones en rojo, amarillo y azul.
Composición, de Mondrian
Composición en rojo, amarillo y azul, de
Mondrian
Desde sus comienzos como
paisajista, Mondrian estuvo
influenciado por la escuela de la
teosofía, que lo llevó a entender
que debajo de las apariencias de
la realidad se encontraba lo
misterioso de la naturaleza, lo
divino. Esto o llevó a crear la
corriente del neoplasticismo en
la que prescindió de todo tipo
de naturalismo. De allí la
abstracción geométrica, de
formas puras para transmitir la
pureza de las emociones
independientemente de las
apariencias, como este óleo en
el que el espectador se enfrenta
a líneas y colores.
Composición, de Mondrian
6.2. Abstracción geométrica
La Bauhaus era la Escuela de arquitectura, arte y diseño
fundada por Walter Gropius, en 1919, en Weimar. La Bauhaus
supone la confluencia de la mayor parte de los grupos de
abstracción surgidos en los años anteriores. Allí acuden
Kandinsky, Klee,Van Doesburg y otros, para crear un arte
racional y ordenado. Kandisnky y Klee tuvieron una importante
actividad pedagógica en la Bauhaus.
6.2. Abstracción geométrica
Klee (Nueva armonía; Senecio…) concebía el arte como la
posibilidad de crear una nueva naturaleza, no como una
imitación de la misma. Su actividad docente se basó en la
enseñanza de un lenguaje plástico expresivo, que enlazó con la
teoría del punto y las formas de Kandinsky.
El pequeño puerto, de Klee
En la construcción
de esta obra,
observamos cómo
el tema pasa a un
segundo plano y
son las formas y
los colores los que
mantiene el ritmo.
Klee crea así un
escenario
aparentemente
irracional en el
cual coloca la
figura del
pescador con sus
redes y sus peces.
Campanario verde como centro, de Klee
En su Confesión creativa (1920), Klee
plasma sus concepciones y creencias
artísticas. Así es posible comprobar la
importancia atribuida por el pintor a la
línea, el punto, el plano y la superficie,
como bases constructivas de la pintura
abstracta. En esta obra en particular,
Klee se acerca a los futuristas y
orfistas, dentro de la más pura síntesis
geométrica.
6.2. Abstracción geométrica
Kandisnky llegó a la Bauhaus en 1922 cuando era ya un
pintor prestigioso. En estos años dio forma a su teoría de los
colores y de las formas, que plasmó en numerosas obras
(Puntas en arco; Varios círculos; Composición VIII…) y en el
libro Punto y línea sobre el plano (1926). El color es la
manifestación del espíritu puro. Los colores poseen efectos
que atraen o alejan, según sean cálidos o fríos, y crean
sensaciones de movimiento (el amarillo es centrífugo; el azul,
centrípeto…). Estudió el punto (indivisible, inmaterial), la
línea (cada línea tiene unas connotaciones características: la
horizontal es fría, la vertical caliente…), el plano (posee cuatro
campos de fuerza, a cada uno de los cuales le corresponde una
sensación, un sentimiento: arriba, sensación de libertad, ligereza;
abajo, represión, pesadez, etc.).
Composición VIII, de Kandinsky
7. DADAÍSMO
La Primera Guerra Mundial despertó en muchos artistas
la repugnancia y el horror que provoca en toda persona
libre la brutalidad camuflada bajo grandes ideales. Son
estos ideales lo primero que atacó el movimiento Dadá.
7. DADAÍSMO
Este movimiento se funda en Zúrich, en 1916, en el café
cabaret Voltaire donde se reunía una tertulia literaria y
artística de refugiados de varios países, que huían de la guerra.
Entre ellos estaban el poeta Tzara y el pintor y escultor Arp.
Casi al mismo tiempo Duchamp, Ray y Picabia fundaron en
Nueva York un grupo similar. Conjuntamente elaboraron un
manifiesto (1918). El nombre se escogió al azar abriendo un
diccionario, con la pretensión de dar un nombre absurdo a un
movimiento deliberadamente absurdo. Más que un estilo
artístico es un movimiento de protesta y de condena de la
guerra. Adoptan una actitud destructiva de los valores
establecidos (patria, religión, cultura…) y alardean de
agresividad, incluso hacia quienes visitaban sus exposiciones.
7. DADAÍSMO
El Dadaísmo se caracteriza por:
Negación del arte mismo, porque el arte forma parte del
orden social.
Libertad absoluta de creación, para provocar la reacción y el
rechazo del público.
Cualquier objeto cotidiano, incluso de desecho, puede ser
artístico. Por eso realizan collages, hacen fotomontajes, mezclan
color con objetos tridimensionales pegados, etc.
7. DADAÍSMO
Duchamp, que antes había pasado por una etapa
cubista/futurista, con obras como Desnudo bajando una
escalera, es quien mejor ejemplifica la actitud del movimiento.
Empleó los Ready-made (objetos encontrados) como ruedas
de bicicleta (Rueda de bicicleta), tazas de urinario (La
fuente); pintó bigotes a una reproducción de la Gioconda, etc.
Es la aceptación de lo absurdo, de lo irracional. Su obra más
importante (1923), que él sólo consideró acabada cuando el
azar quebró el cristal en que la había pintado, fue el Gran
Vidrio, una de las pinturas más influyentes en el arte
contemporáneo.
A partir de 1921 Dadá empezó a declinar pero su semilla tuvo
continuidad inmediata en el Surrealismo.
Portabotellas, de Duchamp
Desacralizar y descontextualizar la obra de arte; ironizar
y poner en tela de juicio los conceptos de estética y
funcionalidad; desconcertar al público y a la crítica; todo
ello logró hacer Duchamp con este botellero del Hotel
de Ville presentado en 1914. Se trataba por sobre todas
las cosas, de revisar los conceptos por los cuales se había
regido el arte hasta ese momento y que sólo habían
logrado encorsetar al artista y su capacidad creativa.
La fuente, de Duchamp
El arte del siglo XX podría haber sido bien
distinto sin la existencia de los ready-mades de
Duchamp. La palabra ready–made significa algo
que ya está hecho, y por lo tanto, que existe, no
está realizado por el artista, pero es precisamente
el criterio del artista el que lo transforma en
obra de arte. Así se rompía definitivamente con
cuestiones tales como el significado del arte en sí
mismo. Este data de 1917 y es sin duda uno de
los más famosos de su autor.
Sobrevivió a su destino, de alguna manera,
porque al llegar a la exposición a la cual fue
enviado en América, se lo tiró en un desván
pensando que se trataba de una broma. Duchamp
no firmó el urinario con su nombre, sino con un
seudónimo. Actualmente no se conserva el
original, pero el autor firmó dos copias.
LHOOQ, de Duchamp
Esta obra muestra la conocidísima Gioconda de
Leonardo da Vinci, manipulada por Duchamp.
El título de la obra L.H.O.O.Q. leído rápidamente en
francés, constituye una frase cuya traducción sería
algo así como “ella tiene el culo caliente”. Mientras
que en inglés, el título se aproxima a LOOK (mira).
Pudiera ser que se tratara de una intención
desmitificadora respecto al arte sublime de la
pintura, representado por un cuadro tan
emblemático.
Estamos ante una obra para leer y mirar.
Según palabras del propio Duchamp “Lo más curioso
sobre este bigote y esa perilla es que, cuando los miras,
la Mona Lisa se convierte en hombre. No es una mujer
disfrazada de hombre; es un hombre auténtico, y ése fue
mi descubrimiento, aunque no me diera cuenta de ello
en aquella época”.
El Gran Vidrio, de Duchamp
Regalo (plancha con clavos), de Man Ray
La poética del absurdo, la ironía, el humor, fueron
parte de las obras de Man Ray. Esta plancha, que
después de haber sido manipulada por el artista,
ha perdido su función principal, es un ejemplo de
ello. La original data de 1917, pero actualmente
sólo se encuentran copias de los objetos
dadaístas, cómo esta.
Mujer, de Arp
Dentro de las obras más importantes de Arp se
encuentran los relieves en madera pintada. Con
estas construcciones biomórficas, Arp perseguía
una nueva estética en la que la magia y el absurdo
sustentaban una nueva simbología estética.
El niño carburador, de Picabia
La actitud rebelde e irónica de Picabia lo
llevó a realizar obras en las que la crítica a
la sociedad y a los valores en ella implícitos
era una constante. Esta máquina, realizada
en 1918, nos devela la visión del progreso
del artista, sobre todo si tiene en cuenta la
inscripción: détruire le future (destruir el
futuro).
8. SURREALISMO
Surge como una corriente literaria dirigida por los poetas
franceses Aragon, Eluard y, sobre todo, Breton. Fue éste
quien publicó el Manifiesto del Surrealismo en 1924. Al
año siguiente se celebró la primera exposición de pintura.
Igual que Dadá, el Surrealismo es más que un movimiento
artístico y literario; tiene un componente ético, que se
opone a los principios morales de la sociedad establecida.
8. SURREALISMO
Características:
Propugnan la teoría de lo irracional en el arte. Reivindican la autonomía de la
imaginación y el mundo de lo inconsciente.
No tuvieron un lenguaje artístico formal unitario. Así encontramos, por
ejemplo, autores figurativos que emplean la perspectiva tradicional junto a otros
próximos a la abstracción.
Reivindican el automatismo, es decir, dejar correr la mano o la mente al flujo
de lo inconsciente.
Usan el collage, el frottage (frotar un lápiz sobre papel colocado sobre una
superficie dura con irregularidades), objetos tridimensionales…
Tuvieron desde el primer momento una actitud provocadora contra la tradición
y las represiones morales o culturales establecidas, que se manifiesta en la
selección de temas: lo incongruente, lo insólito, lo físicamente contradictorio, lo
onírico, lo perverso, lo absurdo, lo inquietante…
Como antecedentes remotos del Surrealimo se puede citar a pintores como
El Bosco, Archimboldo o algunas obras de Goya; precedentes más inmediatos los
encontramos en artistas expresionistas como Munch; pero es la Pintura
Metafísica (De Chirico) la que les influye de manera más directa.
8. SURREALISMO
Entre los artistas surrealistas, algunos como Magritte
(La condición humana; La llave de los campos),
Delvaux (Nudos rosa) y Dalí, realizan obras plenamente
figurativas; Ernst crea los frottages (Árbol solitario y
árboles conyugales); otros como Miró, con su estilo
basado en el automatismo, bordea la abstracción; Dalí
realiza, también, objetos tridimensionales (Sofá-labios de
Mae West); Giacometti y Arp son escultores.
La condición humana, de Magritte
Los amantes, de Magritte
Árbol solitario y árboles conyugales, de
Ernst
8. SURREALISMO
Salvador Dalí
Nacido en Figueras (1904), tuvo, como él mismo escribió, un
carácter extraño, egocéntrico e irascible desde su niñez. En la
Escuela de Bellas Artes de Madrid, cuando se le pidió copiar
una Virgen gótica, pintó una balanza. Era, dijo, lo que él veía.
Formado en la Residencia de Estudiantes, amigo íntimo de
Lorca, colaborador de Buñuel en las películas surrealistas, Un
perro andaluz y La edad de oro, tras un pasajero interés por el
futurismo, el cubismo y la pintura metafísica, irrumpió en 1929
en el grupo surrealista parisino que estaba, en aquellos años, en
plena crisis. Su llegada les proporcionó nuevos bríos tanto en el
plano teórico como en el pictórico, hasta que en 1942 fue
expulsado por Breton.
8. SURREALISMO
Salvador Dalí
En París desarrolló su método paranoico: decía tener las
mismas alucinaciones, visiones y obsesiones que los psicópatas
paranoicos, pero a diferencia de éstos, que creen que sus
fantasías delirantes son realidad, Dalí se manifestaba consciente
de la diferencia entre el mundo de las visiones y el mundo real.
Al trasladar estas fantasías personales a sus cuadros se
propone ponerlas en contacto con la realidad, materializarlas,
convertirlas en reales.
Su pintura es de un asombroso dibujo, iluminada por una luz
clara y transparente. Emplea una técnica minuciosa que
recuerda a los pintores del Renacimiento o a los barrocos
Velázquez y Vermeer.
8. SURREALISMO
Salvador Dalí
Sus obras surrealistas más importantes fueron La persistencia
de la memoria (con los relojes blandos), Premonición de la
Guerra civil (un distorsionado hombre monumento de manos
y pies putrefactos, cuyas extremidades se agreden
dramáticamente), El gran masturbador, etc. Pintó también
Muchacha en la ventana y el Cristo de San Juan de la
Cruz, en original escorzo envuelto en luz tenebrista.
Muchacha en la ventana, de Dalí
Muchacha en la ventana forma parte de una serie de
sugerentes cuadros en los que la modelo es casi siempre
Ana María, la hermana del pintor. Es quizá la obra maestra
de esa serie, compuesta al menos por una docena de
retratos de Ana María. Ella misma recuerda las largas
sesiones en que sirvió de modelo al artista: “Pintaba
paciente e infatigablemente, y a mí no me cansaba posar
para él (...). Durante las horas en las que le servía de
modelo, yo no me cansaba de observar aquel paisaje que
ya, para siempre, ha formado parte de mí misma. Pues
siempre me pintaba cerca de alguna ventana.Y mis ojos
tenían tiempo de entretenerse en los detalles más
pequeños”.
Esta obra es en realidad un cuadro dentro de otro cuadro:
un magnífico paisaje al fondo, dentro de un original
retrato. La cuidada iluminación de la obra se combina con
la utilización de una gama fría de colores azules que
aportan a la pintura una sensación de serenidad.
La persistencia de la memoria, de Dalí
Esta obra que data de 1931 es una
de las primeras en las que Dalí
utiliza el método paranoico crítico.
De esta manera, el pintor
desarrollaba el concepto de que
todo lo espacial era duro y lo
temporal era blando. La idea le
surgió al artista luego de una cena
en la que estuvo observando la
blandura del queso camembert
-según él mismo lo comentara -. Al
llegar a su estudio, Dalí decidió
agregar los dos relojes blandos al
paisaje de Cadaqués. La obra fue
comprada por Julien Levy , galerista
americano, que la llevó a Estados
Unidos, preparando así el tan
ansiado viaje del pintor a ese país.
Ángelus Arquitectónico, de Dalí
Premonición de la Guerra Civil
El mismo pintor figuerense contó que la
terrorífica imagen de este cuadro lo
persiguió durante meses. No es difícil
asociar esta obra de Dalí de 1936 con la
del otro gran maestro español Goya,
“Saturno Devorando a un Hijo” de 1821.
Lo cierto es que Dalí se valió de todos
sus estudios de los grandes de la historia
del arte para la realización de este óleo.
No le ocupan mucho los detalles, pero sí
el efecto total de la obra. Utiliza trucos
visuales que le permiten una doble
lectura de las figuras, aunque a veces son
algo irritantes para el espectador, como
la torsión y agrupación de miembros
corporales sin fin. De un mismo color
produce piedras, pieles y huesos. Las
imágenes son cruelmente evocadoras.
Las tentaciones de San Antonio, de Dalí
Durante su estadía en
Nueva York, Dalí dio forma a
este cuadro para presentarlo
en un concurso que
finalmente ganó Max Ernst.
La obra inicia un nuevo
período creativo en el
pintor, en el que se
mezclarán lo místico con lo
estético, lo carnal con lo
espiritual, y lo científico con
lo intuitivo; algo que él
mismo dio en llamar el
realismo cuantificado. Las
tentaciones que se aparecen
a San Antonio son el poder,
en forma de caballo, y el
pecado, en forma de mujer.
Leda Atómica, de Dalí
Dentro de la líneas de “Galatea de las Esferas”
(1949), Dalí da forma a este cuadro en el que su
mujer, Gala, personifica a Leda, la doncella
seducida por Júpiter metamorfoseado en cisne.
Los objetos flotan alrededor de la figura central,
creando un campo de tensión muy especial, a la
manera de una estructura atómica. A pesar de
las rocas en último plano, el fondo dorado y azul
no crea una espacialidad definida, sino que más
bien hace que todo flote en un lugar
indeterminado del universo. Esta obra data de
1942 y es anterior a que Dalí publicara su
Manifiesto Místico.
Cristo de San Juan de la Cruz, de Dalí
Los temas religiosos tuvieron una gran relevancia para
Dalí en la década de los cincuenta. Esta crucifixión data
de 1951 y sigue fielmente el texto del “Cántico
Espiritual” de san Juan de la Cruz. La perspectiva se
encuentra trabajada en dos planos encontrados; parece
que la cruz fuera ascendiendo en el atardecer bajo la
mirada de Dios. Debajo, un paisaje acuático desolado. El
color se encuentra aplicado con la maestría
característica del autor; la obra en sí es una clara
referencia a Velázquez.
La crucifixión, de Dalí
La alusión de Dalí a los grandes pintores de la
historia del arte, en este caso al maestro español
Zurbarán, fue casi permanente a lo largo de toda su
obra. Él mismo afirmaba que el academicismo podía
llegar a jerarquías sublimes según como se lo utilizara.
Este óleo de 1954, además incluye las teorías del
arquitecto del Escorial Juan de Herrera del “Tratado
de la figura cúbica”. La estructura es impecable, tanto
desde el punto de vista de los planos de la cruz como
de las perspectivas del paisaje. La disposición del
color es magnífica, lo mismo que el modelado de las
figuras.
Iconográficamente no faltan los elementos de la
Crucifixión, pero siempre tomados de la biografía del
pintor: la mujer que espera debajo de la cruz es Gala,
su esposa. El Cristo podría ser Dalí, pero su rostro
permanece oculto al espectador, en un escorzo de
alta precisión.
El gran masturbador, de Dalí
Esta obra debe tomarse como
un autorretrato. En ella aparece
el rostro del pintor cansado,
agotado-símbolo de su
confesada impotencia-, además
de todo un catálogo de la
iconografía daliniana: un
saltamontes con el vientre
abierto y cubierto de hormigas,
una pareja abrazada, un león
que saca la lengua, y un anzuelo
con carne. El marco de la figura
es un desolador paisaje bajo un
cielo impecable. La técnica es
límpida, con colores luminosos.
El cuadro fue pintado por Dalí
en Figueras al mismo tiempo
que el retrato de Paul Eluard.
El enigma de Guillermo Tell, de Dalí
Dalí realizó una
serie de cuadros
en los que la
palabra enigma
precedía al
nombre de algún
personaje famoso
de la historia o la
literatura. No es
que su obra
intentara
develarnos al
personaje en
cuestión, sino que
el pintor dejaba
así constancia de
su personal
interpretación.
El enigma de Guillermo Tell, de Dalí
En este caso, vemos a
un Guillermo Tell -
fácilmente reconocible-
que amenaza con
comerse a su hijo,
representado por el
trozo de carne que
lleva en sus brazos. Es
una versión del Edipo
freudiano. La alusión a
la tragedia se
encuentra en las
sandalias que lleva la
figura central. También
se puede tomar como
una versión diferente
de “Saturno devorando
a sus hijos” de Goya.
Canibalismo otoñal, de Dalí
En la obra de Dalí, se encuentra
siempre la dicotomía muerte-
vida. Entre los años 1936 y1937
el pintor da forma a este óleo
en el que la imagen de un
banquete hace alusión al
alimento metafísico por el cual
el hombre adquiere el
conocimiento de sí mismo. No
caben dudas de que la imagen
hace alusión al ensayo que
escribiera en 1933 sobre “la
belleza terrorífica y comestible”.
Sueño un segundo antes de despertar, de
Dalí
En 1944, Dalí realiza este óleo que
ejemplifica muy bien sus asociaciones libres:
la abeja que revolotea alrededor de la
granada, en primer plano, se ha convertido
en dos tigres que llevan sus mismos
colores, amarillo y negro. La mujer que
yace, Gala, es el manjar erótico. Dalí
resaltaba siempre el estrecho vínculo entre
la comida, el sexo y la muerte. Además, él
mismo aclaró que con esta obra pretendía
ilustrar las teorías freudianas sobre los
sueños que se tienen poco antes de
despertar.
Virgen juvenil autosodomizada por los
cuernos de su propia castidad, de Dalí
Cuando la hermana de Dalí publicó su libro
Salvador Dalí visto por su hermana, el pintor
se disgustó bastante. De hecho, en el libro no
sólo se develaban y contaban secretos e
intimidades de su pasado, sino que también se
ponía en entredicho a su mujer, Gala. El pintor
decidió vengarse retratando a Ana, su
hermana, de espaldas –como en aquel retrato
de su juventud– pero esta vez desnuda. El
resultado fue uno de los cuadros más eróticos
de toda la obra del artista catalán.
8. SURREALISMO
Joan Miró
Aunque él decía que la forma no es nunca algo abstracto, Miró
es, con Masson, el pintor surrealista más próximo a la
abstracción. Recorrió un largo camino desde sus obras iniciales,
mediterráneas, pasando por el fauvismo, el cubismo, hasta que
en 1924 conoció a Bretón en París y entró en contacto con los
surrealistas.
8. SURREALISMO
Joan Miró
Con Miró desaparecieron las imágenes reales y en su lugar
surge un mundo metafísico y sugerente de apariencia
biomórfica, de colores intensos y puros (rojo, azul, amarillo y
negro), de formas estilizadas, de vigorosos contornos y con un
encantador tono infantil y poético.
8. SURREALISMO
Joan Miró
Son obras de Miro El Carnaval de Arlequín; Interior
holandés; Perro ladrando a la luna y Mujer, pájaro,
estrella. En 1950 realiza, en cerámica vidriada, los murales del
sol y de la Luna para la sede de la UNESCO, en París.
El carnaval de arlequín, de Joan Miró
A partir de 1923,
Miró comenzó a
plasmar su propia
iconografía,
caracterizada por
grafismos y figuras de
apariencia orgánica
pero irreal. Es el
mundo de los sueños
y las asociaciones que
lo reflejan, según la
opinión de Breton
sobre el más
surrealista de todos
los artistas que
conformaron el
movimiento, a la vez
que el más abstracto.
Interior holandés, de Miró
El lamento de los amantes, de Joan Miró
Las figuras filamentosas en negro y rojo son
las protagonistas de esta tela. En su estructura
se corresponden plenamente con la
iconografía mironiana. Los amantes se mueven
uno en dirección del otro, y el pintor, con
pocos detalles, nos hace ver que la mujer es el
que está en el centro de la tela. La luna
contempla la escena.
La poetisa, de Joan Miró
En el año 1939, Miró se
trasladó con toda su
familia a la costa
normanda. De esta etapa
surge una serie de telas
que él mismo denomina
Constelaciones. En éstas,
el pintor trabaja con los
trazos formando
abigarrados tejidos a
modo de caligrafías
medievales. El resultado
son cuadros de superficie
dinámica y cambiante, muy
decorativos, cuya
organización tomará el
pintor para telas
posteriores.