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ORIGEN DEL LENGUAJE, UNA MIRADA DESDE LA PERSPECTIVA DE HERDER

Aylet Sarabia

RESUMEN

La presente investigación acude de manera especial a la obra de un filósofo cuyos escritos han quedado
marginados después del siglo XIX, un pensador que no forma parte de los filósofos hegemónicos que nos presentan
en la historia de la filosofía. Nos referimos a un personaje que le prestó singular atención al fenómeno del lenguaje,
es por ello, con el fin de borrar ese Matiz de olvido del que son víctima cuantiosos pensadores, dedicamos nuestro
análisis a el filósofo alemán Johann Gottfried Herder, quien nos habla del lenguaje de manera que lo humaniza
más que cualquiera de sus contemporáneos, dedicándose a reunir pruebas firmes de la sociedad y las culturas
para probar su tesis, tomando en cuenta las diferencias culturales en todo el mundo. ¿Cuál es la razón principal
por la que prestamos especial atención al fenómeno del lenguaje? La respuesta nos llevará al camino de la
epistemología, los fenómenos sociales y culturales del ser humano.

Palabras clave:
Origen, lenguaje, ser humano, conocimiento, cultura

ABSTRACT

This research focuses in a special way on the work of a philosopher whose writings have been marginalized
after the 19th century, a thinker who is not part of the hegemonic philosophers who present us in the history of
philosophy. We refer to a person who paid particular attention to the phenomenon of language, for this reason; In
order to erase that nuance of forgetfulness of which numerous thinkers are victims, we dedicate our analysis to the
German philosopher Johann Gottfried Herder, who speaks about language in a way that humanizes it more than
any of his contemporaries, dedicating himself to gathering firm evidence of society and cultures to prove his thesis,
taking into account cultural differences throughout the world. What is the main reason why we pay special attention
to the phenomenon of language? The answer will take us to the path of epistemology, the social and cultural
phenomena of the human being.

Keywords:
Origin, language, human being, knowledge, culture

1
<<El lenguaje establece la más
alta posibilidad del hombre: la de
crear un mundo inteligible.»
Martin Heidegger

INTRODUCCIÓN:

La pregunta sobre el origen del lenguaje emerge nuestro interés como conciencia humana.
Entre las que hemos llamado “grandes preguntas del hombre”, se encuentra la pregunta por
el origen. A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, si esperamos resolver a lo
largo de estos párrafos una respuesta concreta sobre esta incógnita, nos encontraremos
insaciables, dado que no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje, y pese a que
muchos investigadores tratan de echar luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de
ser más que meras suposiciones.

La historia moderna de este problema se remonta a la Academia de Ciencias de Berlín en


1769, que lo abrió a la discusión de los filósofos.
Un siglo más tarde, en 1866, la Sociedad de Lingüística de París prohibió su discusión
académica, posteriormente la discusión se reabrió en 1976 con el congreso multidisciplinar de
la Academia de Ciencias de Nueva York (Alonso-Cortés, 2007), esto debido a que esta
pregunta convergió con varias disciplinas, como es en el campo biológico-cognitivo; a
consecuencia de un conocimiento más concreto sobre el cerebro.
Por otra parte, sabemos desde nuestro ámbito, que al entrar a la carrera de filosofía
siempre nos encontramos con distintos problemas que se relacionan con uno de los temas
principales de la filosofía griega, este es; la contraposición entre Nomos (cultura) y Physis
(naturaleza), a partir de esto nos enfrentamos a otra pregunta relacionada con el origen del
lenguaje, que viene siendo el naturalismo o convencionalismo de este. Por lo general, el
Nomos lo entendemos como todo aquello que es convencional a los seres humanos, por
ejemplo las costumbres, política, cultura y de cierta manera, algunos consideran que también
el lenguaje, sin embargo éste último término ha dado mucho de qué hablar a lo largo de los
años, dado que sigue en discusión si realmente el lenguaje es una convención social, o si hay
una predisposición humana innata para su desarrollo como propone el filósofo lingüista Noam

2
Chomsky con su teoría de la gramática generativa transformacional, de la cual hablaremos
más adelante, no obstante cabe preguntarse ¿Cuál es la razón principal por la que le
prestamos atención al fenómeno del lenguaje en cuanto a seres humanos? La respuesta que
buscaremos nos guiará al camino de la concepción de la razón en relación con el lenguaje, lo
cual, a su vez, nos vislumbrará hacia la epistemología, los fenómenos sociales y culturales tan
peculiares del ser humano.
Como antecedente tenemos el diálogo platónico Crátilo, el cual ocupa un lugar
destacado en la historia del estudio del lenguaje, es en este diálogo donde se plantea sobre la
naturalidad o convencionalidad de las palabras, “De manera general se ha señalado en ella el
propósito de expresar el enigma del origen del lenguaje, y de un modo más específico es
manifiesto que trata de las relaciones de las palabras y sus significados” (Robert H., 1974). En
el crátilo podemos observar cómo se plantea la pregunta sobre la naturaleza del lenguaje, y
cómo la convencionalidad y la naturaleza son cuestiones que se ven en sentido contrapuesto,
ya sea como defensor del “physis” o del “nomos”, sin embargo, el presente trabajo de
investigación abrirá el espacio para cuestionarnos si éstas dos posturas pueden estar
conciliadas, o más aún, si se necesitan mutuamente.

Retomamos este diálogo en el capítulo IV, por el hecho de ser un escrito que no sólo se
centra en hablar de los primeros problemas del lenguaje, sino también, servirá de antecedente
para hacer una crítica a las posturas del filósofo francés Condillac. Al final del diálogo, veremos
a grandes rasgos la postura de Platón respecto al origen del conocimiento con relación al
lenguaje: si es verdad que el lenguaje es algo mimético con la naturaleza, así como lo es la
pintura, no deja de ser una imitación y por lo tanto no puede ser la naturaleza misma según la
teoría platónica del conocimiento. Si bien las posturas que nos presenta Platón pueden ser
bastante debatidas en la actualidad, el valor de sus escritos tiene un inconmensurable valor,
sobre todo por las preguntas que se plantean en sus diálogos y nos hacen reflexionar.

Como sabemos, más adelante surgieron filósofos interesados en el origen del lenguaje y
el conocimiento, sin embargo, los filósofos clásicos son los cimientos del avance en el conocer
humano.

El lenguaje de alguna manera acompaña a todos los problemas filosóficos, si bien, no ha


estado explícitamente articulado en todos los argumentos filosóficos, en otros casos ha sido
la palabra clave de muchas investigaciones, por lo tanto, siempre ha estado ahí en cierta forma
para desentrañar las investigaciones de lo que es el conocimiento.
3
Por esta razón es que nos pareció muy significativo el trabajo del filósofo Johann Gottfried
Herder (1744-1803), debido a que centra sus escritos al fenómeno del lenguaje, y lo más
importante; la manera en que lo humaniza más que cualquier otro de sus contemporáneos,
dedicándose a reunir firmes datos del gobierno entero de la especie humana, de la
organización del hombre y de la estructura de todas las lenguas antiguas y primitivas para
probar su tesis.

De los aspectos que logramos resaltar en Herder es cómo se muestra rebelde ante la
academia, principalmente la de los franceses. Como enfatiza Isaiah Berlin, Herder fue "el
crítico más profundo y agudo de la Ilustración, formidable como Burke y de Maistre, pero libre
de sus prejuicios reaccionarios y la fricción por la igualdad y la fraternidad" (Berlin, 1978, pág.
203), en su prosa vemos claramente una contraposición entre la Ilustración y el romanticismo,
es por ello que es considerado uno de los principales exponentes del movimiento Sturm und
Drang.

Siendo Francia la cuna de la iluminación durante la primera mitad del siglo XIX; El país
natal de Herder, Alemania, se verá en una vertiente diferente, con la tarea de dar origen a otra
cultura distinta, basada en nuevos valores éticos y estéticos, ya no más conformismo, imitación
y respeto por las reglas y direcciones a las que llevaba la enciclopedia. Francia y Alemania
fueron descritas y percibidas, en suelo alemán, como pertenecientes a mundos no solo
diferentes sino irreconciliables, porque se fundaron en una naturaleza moral opuesta y
diferente (Longo, 2016), Herder será un promotor de este movimiento de sublevación, no solo
por mostrarse diferente en cuanto al ámbito cultural, sino porque será leal a su postura
filosófica en la cuál confiará fervientemente.

Herder es sin duda una de las figuras más controvertidas de la literatura alemana y difícil
de encuadrar debido a la inmensidad de intereses que posee, sin embargo podemos
percatarnos que por alguna razón no figura dentro de los autores hegemónicos de la historia
de la filosofía que estudiamos hoy en día, no obstante debemos tener presente que el legado
de ideas sobre el mundo del lenguaje que Herder construyó, todavía sobrevive en nuestros
tiempos, solo es cuestión de leer sus escritos para darnos cuenta que la modernidad ha
retomado sus concepciones: la dimensión lingüística en la experiencia humana, la relación
orgánica del lenguaje y el pensamiento, la función del lenguaje en la estructuración del sistema
conceptual de los individuos, el papel de la lengua materna en la formación de una
4
cosmovisión, la idea del lenguaje como expresión del "espíritu de la nación", entre otras ideas
aún vivas que estuvieron presentes en las obras herderianas. Su línea argumentativa al tocar
varias áreas le permitió buscar “una antropología más "humanista" y menos vinculada a una
concepción religiosa” (Pititto, 1998, pág. 183), en donde la razón humana se viera reflejada y
diferenciada con la característica singular que él resalta; la facultad del lenguaje.

La presente investigación muestra un análisis minucioso de la obra de Herder “Ensayo


sobre el origen del lenguaje”, se tomó a consideración todos los personajes que menciona en
su obra, y de igual forma los referentes ahí plasmados. Todo esto debido a que Herder los
menciona con tanta naturalidad, espontaneidad y sin ampliar mucho la perspectiva de quienes
alude. La causa puede deberse a que algunos de ellos son sus contemporáneos, y puede ser
que en su época fueran muy conocidos, sin embargo, algunos de ellos como es el caso de
Süssmilch, en la actualidad no se sabe mucho de sus obras, por lo que se hace necesario
investigar su postura para entender con mayor claridad las referencias que emplea Herder.
Por el contrario, otros personajes mencionados por él son conocidos en la actualidad, como
es el caso de Rousseau, quien es un filósofo esencial para quienes estudiamos en el campo
de la filosofía, y por supuesto no podríamos prescindir de los clásicos mencionados como es
el caso de Platón y la referencia que emplea de la famosa alegoría de la caverna. No obstante,
nos pareció importante retomar con detenimiento cada una de las referencias empleadas en
esta obra con el fin que se pueda dilucidar el ensayo sobre el origen del lenguaje con
detenimiento.

5
2. LA CAPACIDAD DEL HOMBRE DE EMITIR SONIDOS: SU AFINIDAD CON LA NATURALEZA

Desde el momento que Herder inicia su argumentación lanza deliberadamente una


pregunta:
¿Ha podido el hombre, abandonando a sus facultades naturales, inventarse el lenguaje
por sí solo?, como bien nos lo plantea Herder desde un inicio, el hombre es considerado como
un animal, pero uno que posee lenguaje.
Todas las sensaciones intensas de su cuerpo, y las más intensas como el dolor y las
pasiones fuertes de su alma, son manifestadas en forma inmediata de gritos, voces o en
sonidos salvajes.
Herder se remite al personaje de la mitología griega Filoctetes para hacer referencia al
dolor, dado que en la mitología griega este personaje es mordido por una serpiente mientras
participaba en la expedición hacia Troya, “los jefes de la expedición, no pudiendo soportar más
el hedor que se desprendía de la herida, ni los gritos de dolor del herido, decidieron, a
sugerencia de Ulises, abandonar al desgraciado en la isla desierta de Lemnos” (Martín, 2005,
pág. 181), Herder nos plantea que siendo tanto hombre como animal, cuando el dolor ataca,
no habrá distinción y ambos gemirán aunque no haya esperanza alguna de alguien que los
pueda auxiliar.
Todo esto según él, “es como si se respirara más libremente dando salida a la exhalación
ardiente angustiada. Es como si al llenar con gemidos los aires insensibles se quitara parte de
su dolor y absorbiera nuevas fuerzas para soportar el sufrimiento” (Herder, 2015, pág. 5), en
la actualidad se plantea que gemir, gritar o emitir cualquier tipo de queja es un acto instintivo,
ya sea para advertir a otros de un peligro, espantar a un posible atacante o simplemente para
llamar la atención, según un artículo de la BBC (2014), la zona de nuestro cerebro donde se
originan estos sonidos son la misma donde se encuentra la amígdala cerebral, que controla la
llamada “huir o luchar”, es decir; que nos prepara para afrontar la acción y reduce la
sensibilidad al dolor.
Herder en ese entonces, en el año de 1771, especuló sin profundizar en ello, en los
hallazgos a los que podría llegar la fisiología para demostrar “una teoría del alma” partiendo
del análisis de la estructura nerviosa, pero consideraba que este análisis sería demasiado
6
individual, pequeño y amorfo, por lo que prefirió partir de una perspectiva global, es decir;
como una ley de la naturaleza.
Herder plantea esta ley como una impresión maternal de la naturaleza que se le dio a todos
los seres humanos del mundo, «el no sentir para sí solo, sino que sus sentimientos suenen».
Esta ley resultó según él, ser una bendición, ya que es algo que comparten individuos de la
misma especie, “este ser débil y sensible no está solo, aunque parezca aislado, solitario y
expuesto a todas las adversas tormentas del mundo; se halla tiernamente enlazado a la
naturaleza entera” (Herder, 2015, pág. 6) Por lo tanto, la capacidad de emitir sonidos nos
permite no estar solos en el mundo.
Al estimular las cuerdas, los acentos se despiertan, y permiten transmitir señales:

“Una vez estimulados y avisados, despiertan, por su parte, a otros seres de


constitución igualmente tierna, acentos capaces, como a través de una cadena
invisible, de transmitir señales a un corazón alejado y de hacer sentir los sentimientos
de esa criatura no vista. Tales suspiros y tonos constituyen el lenguaje.” (Ibídem, pág.
6)

A pesar de que nos plantea en un principio, en cuanto al lenguaje, una definición imprecisa,
no podemos negar la manera bella y sensible en que menciona por primera vez en su escrito
la palabra clave de esta investigación; lenguaje. De alguna manera, Herder considera que es
posible que nuestro lenguaje artificial haya desplazado el natural, es decir, que, de cierta
forma, la civilidad haya matado a las pasiones:

“Es posible que nuestro modo de vida cívico y nuestra conducta social hayan
frenado, desecado y desviado cuanto se quiera el oleaje del mar de nuestras pasiones,
pero el más violento instante de la sensación, donde quiera que se halle y por muy
infrecuente que sea, sigue tomándose su derecho y haciendo resonar sus acentos de
forma inmediata en el lenguaje materno” (Ibídem, pág. 6)

¿Cuáles son estas formas inmediatas en las que resuena el lenguaje?, el dolor, aflicción,
el gozo, la alegría, la pasión, la desesperación, la venganza, la ira, el miedo, el horror, etc., los
cuales tienen su manera diferente de manifestarse.
Herder nos hace ver, sin embargo, que hay afinidad de tonos, por lo tanto, considera que
a diferentes especies de sensibilidad corresponde variedad de tonos, es decir, según él, cuanta
menos afinidad guarda la naturaleza humana con una clase de animales, tanto más

7
heterogénea es la contextura nerviosa de ésta respecto de aquella, y tanto menos
corresponsible el lenguaje natural. Por ejemplo, como animales de tierra, entendemos mejor a
los animales terrestres que a los animales marinos, y entre los terrestres entendemos mejor a
los gregarios que los selváticos.
Para ejemplificar nos plantea que el árabe se encuentra más identificado con el caballo,
que aquel que va a caballo por primera vez, nos menciona a Héctor de la Ilíada, dado que el
epíteto por el cual Homero lo denominaba era El domador de caballos, sin embargo, el motivo
no está muy claro, dado que en los poemas no se habla de una habilidad especial del príncipe
troyano con estos animales ni le otorgan una especial habilidad en su monta o manejo. Pero
toda esta comprensión cercana o no cercana de una especie a otra son excepciones, según
Herder, ese lenguaje natural es un lenguaje propio de cada especie y por ello posee el hombre
también el suyo.
Herder hace referencia a los sonidos simples como las interjecciones, por ejemplo, el
«¡ah!» o el «¡oh!», en donde el primero puede ser una voz de amor, y el segundo un arrebato
de alegría, ira, admiración o lamento; y se pregunta ¿Acaso existen esos sonidos tan sólo para
ser representados sobre el papel como interjecciones?, Estas están acompañadas de
múltiples fenómenos diferentes, pero separadas quedan privadas de vida y convertidas en
puras cifras. Algunos gramáticos las consideran como un grupo de palabras, sin embargo, las
interjecciones no desempeñan ninguna función en la oración. Las interjecciones imitan ruidos
de la realidad y expresan un sentimiento del hablante, actualmente se clasifican de distintas
formas, entre ellas las hay de tipo expresiva como las mencionadas anteriormente, que
expresan una sensación o una emoción del hablante, y también existen las interjecciones
apelativas; este grupo de interjecciones sirven para iniciar la comunicación, para establecer el
contacto con el oyente antes de emitir el mensaje o para actuar sobre la voluntad del receptor,
por ejemplo un ¡ey!, un ¡Hola!, un ¡Aúpa! etc. Para Herder la voz de la naturaleza es letra
representada, producto de la voluntad.
A partir de esto nos expone que en todas las lenguas primitivas suenan todavía restos
naturales, como suele darse en las expresiones de dolor y de placer, sin embargo, no es lo
que predomina en el lenguaje humano.
Las lenguas antiguas y primitivas se aproximan al origen, sirven como restos para saber
mejor la formación del lenguaje humano.

8
Para Herder, en las lenguas antiguas no existen aún palabras, solo sonidos tendientes a
expresar una sensación. En las interjecciones las raíces de los nombres y verbos de las
lenguas antiguas se observan cantidad de restos de sonidos.
Se nos plantea el ejemplo de las lenguas orientales más antiguas, en las cuáles abundan
exclamaciones para las que pueblos de formación más tardía solo tendrían lagunas de
equívoco.1
En sus elegías; lírica de lamentación, suenan gritos y quejidos, interjecciones que aún
sobreviven en el lenguaje natural. Por otro lado, en sus salmos de alabanza, se oyen gritos de
alegría y los repetidos aleluyas, mientras que en sus poemas y en el canto de otros pueblos
antiguos suena la voz que todavía vivifica las danzas, guerreras y los cánticos fúnebres y de
alegría de todos los primitivos.
A partir de esta referencia, Herder se traslada al continente americano, mencionando a los
Nativos Americanos Iroqueses y a los pueblos primitivos de Brasil y el Caribe. “Las raíces de
sus verbos más sencillos, más antiguos y eficaces son, en definitiva, las primitivas
exclamaciones naturales que más tarde fueron modeladas” (Ibídem, pág. 9), según Herder
esa es la razón por la cuál las lenguas en todos los pueblos antiguos y primitivos son
impronunciables para los extraños, haciendo referencia al íntimo tono vital 2.

1
Específicamente no sabemos a que lenguas asiáticas se refiere Herder, estas se subdividen
en familias de lenguas semíticas; el árabe, el hebreo, etc.; lenguas de la región caucasiana, el
georgiano, el armenio, etc.; lenguas persas, el zend, el parsi, el persa, etc.; indias, el sánscrito, la
del Indostán, etc. Lenguas de la región transgangética, tibetano, etc.; lengua china,
lengua japonesa, lengua tártara, el turco, el tártaro, etc.; lenguas de la región siberiana, etc. La
región tradicional de las lenguas semíticas es el Asia occidental, en particular Arabia, Mesopotamia
y Siria-Palestina. Se reconocen hoy cinco lenguas madres entre ellas: la hebraica o caldea que ha
dado origen á la mayor parte de las lenguas orientales. (Contributors, Wikisource, 2007)
2
Tono [1]: El tono fonético es el tono "musical" (frecuencia acústica) de la voz. En este sentido,
el tono se usa en varias formas distintas en las lenguas, incluyendo el acento, la entonación.
2]: El tono lingüístico (o fonológico) es un patrón del tono fonético el cual es una parte esencial
de la pronunciación de una palabra y sirve para distinguir una palabra de otra. Las lenguas que
hacen uso del tono en esta forma se conocen como lenguas tonales; en tal lengua, una secuencia
de fonemas con un tono alto, por ejemplo, puede tener un significado completamente diferente del
significado de la misma secuencia con un tono medio o bajo.
Aunque las lenguas indoeuropeas (como el español, el inglés, el alemán, el latín y el griego)
no son tonales, muchas (tal vez la mayoría) de las lenguas del mundo sí lo son. Esto incluye la
mayor parte de las lenguas de la China, el sureste de Asia, áfrica al sur del Sahara, y
muchas lenguas indígenas de México, sobre todo las lenguas otomangues. (Instituto Lingüístico
de Verano, A.C, 2015)
9
3. CRITICA A LA PRUEBA DE SÜSSMILCH

3.1 Las lenguas naturales en sus distintos contextos

Para explicar este fenómeno, Herder nos expone uno de los defensores del origen divino
del lenguaje; Johann Peter Süssmilch3, el cuál plantea con la prueba de Süssmilch, que el
lenguaje humano procede de Dios, al considerar que los sonidos de todas las lenguas
conocidas puedan reducirse únicamente a unas veinte letras. Para Herder tanto el hecho como
la conclusión son falsos, dado que, ni una sola lengua viva es reducible a letras, y menos
todavía a veinte letras. ¿Cómo se confirman estos planteamientos?, lo confirman todas y cada
una de las lenguas:

“Las articulaciones de nuestros órganos lingüísticos son tan variadas, cada sonido
se pronuncia de formas tan distintas, que el señor Lambert4, por ejemplo, puede señalar
con razón, en la segunda parte de su organon5, cuán pocas son nuestras letras en
comparación con la cantidad de sonidos que poseemos y, a consecuencia de ello, con
qué indeterminación son expresables estos últimos por medio de aquellas.” (ibídem,
pág. 9-10)

Herder hace referencia a el idioma alemán, su lengua materna, exponiéndonos que el


lenguaje escrito de esta lengua no ha podido recoger la multiplicidad fonética y la diferencia
de sus dialectos.
Hoy en día en los estudios de fonética se tiene presente que la ortografía tradicional en la
mayoría de los idiomas no corresponde de manera directa con su pronunciación fonética. La

3
Süßmilch fue un presbítero, pastor protestante, estadístico y demógrafo alemán.
Estudió medicina y teología en la universidad de Jena y en la universidad de Halle, En 1745 se
hizo miembro de la Academia Prusiana de las ciencias.
4
Johan Heinrich Lambert matemático, físico, astrónomo y filósofo alemán de origen
francés, usó por primera vez el término semiótica la cual define como la doctrina de la
designación de los pensamientos y las cosas.
5
No es sino hasta el siglo XVII, cuando J. Locke, emplea el término semiótica como equivalente
a la lógica tradicional, entendida esta última como la teoria
́ de los signos verbales. Más tarde el
término fue empleado por H. Lambert como un sistema primario lingüiś tico que proporciona el
fundamento de los lenguajes naturales (Urdanoz, 1984, pág. 301). Lambert dedicó el tit́ ulo de
Semiótica a la segunda parte de su obra Neues Organon Nuevo órgano (1764) (Abbagnano, 1985,
pág. 1036). Pero la formulación más completa y evolucionada fue desarrollada en 1938, en la obra:
Foundations of theory of signs (Fundamentos de la teoría de los signos), escrita por el filósofo
norteamericano: Ch. W. Morris (n.1901), quien en este sentido sigue las huellas de Charles
Sanders Peirce (1839-1914), al partir de la definición de signo de este último: "algo que está para
alguien en lugar de otra cosa en algún respecto o capacidad", este "estar en lugar de" suele
parafrasearse como evocar un algo en la mente de alguien.
10
razón de esto es que los sistemas ortográficos no abarcan todas las diferencias fonéticas
existentes en la lengua hablada o incluye convenciones ortográficas que no precisamente
están presentes en el habla, por lo tanto, estas peculiaridades deben ser aprendidas de
memoria, en este caso podríamos hacer mención de la novena letra del abecedario español;
la H, la cual es la única letra del alfabeto que no se pronuncia, es decir, que no tiene sonido
alguno:
[por ejemplo la palabra subhumano].

Por otro lado, cabe mencionar que “la fonética ha ofrecido tradicionalmente modelos de
pronunciación muy cerrados, con una finalidad prescriptiva; modelos de pronunciación culta,
correcta y eficaz, que permitían ofrecer referentes claros a los aprendices de un idioma, ya
fueran nativos o extranjeros, y que venían a ser el correlato «en voz alta» de la norma escrita:
las normas de pronunciación.” (Serena, 2015, pág. 10) , ejemplos muy claros son el manual
de pronunciación de (Rousselot & Laclotte, 1902) para el francés o el de Navarro Tomás para
el español (Navarro, 1918)6, ambos realizados a partir del análisis instrumental de registros de
voz.

Sin embargo, a lo largo del siglo veinte la fonética se ha ido adaptando a distintos métodos
de la lingüística moderna, la cuál toma en cuenta también los distintos matices de los dialectos,
sin dejar aparte el estudio de las variantes geográficas y sin despreciar las variantes
coyunturales.

A partir de esto podemos ver cómo ante la perspectiva de Herder, la multiplicidad fonética7
está presente en sus reflexiones y forma parte de sus argumentos para refutar el origen divino
del lenguaje. Siguiendo el estudio introductorio de Pedro Rivas acerca de el ensayo sobre el
origen del lenguaje, nos comparte su interpretación de cómo ante los ojos de Herder los
ilustrados carecían de sentido histórico, para él consistía en la capacidad de apreciar lo otro,

6
Las portadas de los manuales de pronunciación de las ediciones de 1902 y 1918 se
encuentran en los anexos 1 y 2 respectivamente.
7
La primera etapa de la fonética que va desde la antigüedad hasta finales del siglo XIX es
conocida como precientífica al no poseer métodos propios ni objeto de estudio definido. Es hasta
el siglo XIX con los grandes descubrimientos de las ciencias naturales, que se produce un
desarrollo acelerado del estudio del aspecto sonoro y se motivó un verdadero interés por los
aspectos fonéticos que hasta ahora estaban centrados en los estudios de la gramática y la lengua
escrita.
11
la cultura diferente, la producida en otra edad y en otro contexto. Dado que no hay un único
cañón sino cada cultura posee su propio cañón.

Para Herder las peculiaridades y casos especiales de ortografía proceden de la dificultad


de escribir como se habla, y es precisamente de la fonética aprendida del libro, la que permite
aprender tanto una lengua viva como una lengua muerta, sin embargo, considera que tanto
más viva es una lengua, tanto menos se ha pensado abarcarla en letras, dado que cuanto más
se remonta al sonido natural pleno, tanto menos escribible es.

3.2 Las lenguas naturales en América

A partir de este planteamiento, Herder nos expone la experiencia de varios estudiosos de


la lengua, primero nos menciona a P. Sebastien Rasle8 que estudió la lengua de los Abenakios
por diez años9, y a pesar de su dedicación y concentración era incapaz de repetir más de
media palabra, posteriormente nos menciona a el padre Chaumont o Chaumonot, que vivió 50
años entre los hurones y decidió escribir una gramática de su lengua, pero consideraba que
estaba lleno de letras guturales y acentos impronunciables: pues solía suceder que dos
palabras con letras completamente idénticas, tenían diferentes significaciones, su gramática
fue de mucha ayuda para los que llegaban de nuevos a la misión, sin embargo, la ayuda que
se le da al misionero no se consideraba completada hasta que lograse explicar elegantemente
con dicha lengua, “cada nación bárbara tiene su lengua en particular: así la tiene los abnaquis,
los hurones, los iroqueses, los algonquinos, los illinoises, los miamis, etc. No hay libro alguno
para entenderlas, y aunque hubiera muchos, estos serían inútiles. El uso práctico es el único
maestro que puede enseñar” (Hervás, 2006). Es aquello que pone a prueba los conocimientos
teóricos y que permite perfeccionarlos para desarrollarse cómodamente en una lengua, pues
es hasta que nos enfrentamos al escenario real donde se maneja alguna lengua, cuando

8
El padre Sebastien Rasles (1652-1724) Fue un misionero y lexicógrafo jesuita que trabajó
entre la gente oriental de Abenaki. Comenzó una misión jesuita y construyó una iglesia en
Norridgewock, en el río Kennebec. En 1721, Rasles, junto con los indios enarbolan un pabellón
francés exigiendo que los ingleses abandonen las tierras de los indios y devuelvan a los rehenes
indios, Rasles quien vivió entre los indios Norridgewock (tribu de la confederación Abenaki) durante
35 años, ministró a sus necesidades, dirigió los servicios de la iglesia, abogó por ellos y escribió
un diccionario Abenaki-francés. Sus seguidores lo estimaban mucho, pero este fue asesinado por
los colonos durante la Guerra del Padre Rale. (Kanes, 2010)
9
En el anexo 3 podemos encontrar la Carta sobre el asesinato de Sebastien Rasles, 1732.
12
podemos sacar a flote todos nuestros conocimientos gramaticales previos y empezar a
contextualizar de mejor manera palabras, emociones, objetos, colores, gestos, expresiones,
etc.

Garcilaso de la Vega10 planteaba que los españoles desfiguraban la lengua peruana en la


fonética de las palabras, y que al falsearla y mutilarla daban lugar a que se atribuyera a los
peruanos los mayores disparates. De la Charles Condamine habla de una pequeña nación del
río Amazonas y expresa cómo parte de sus palabras no podían escribirse, ni siquiera de forma
muy imperfecta, ya que se debía emplear nueve o diez sílabas como mínimo. Por último,
Herder nos menciona a Loubère, quien afirma de la lengua siamesa (Siam es hoy Tailandia)
que de diez palabras pronunciadas por el europeo el antiguo siamés no entiende quizá una
sola. Lo que Herder nos quiere hacer notar es la dificultad de expresar una lengua muy distinta
con nuestras propias letras.

3.3 Las lenguas naturales en Europa

Se propone entonces, dar un ejemplo más cercano en su continente europeo: los primitivos
estonios y lapones, los cuales suelen poseer sonidos tan semiarticulados e inscribible como
los propios de los hurones y peruanos. Sabemos que el sami o lengua lapona es un idioma
rico. Así, por ejemplo, hay más de cuarenta formas distintas de decir nieve. Por ejemplo, se
dice «tuisku» para describir la lluvia de nieve que cae con viento fuerte; «loska» es
precisamente la que se mezcla con agua y barro, y suele formarse en las calles. «Hyhmä» son
los cristales de hielo que flotan en el agua, y «nuoska» es la nieve con la que se pueden hacer
bolas para jugar.
No fue sino hasta 1950 cuando el sami escrito fue vinculado al alfabeto sueco. Entonces
se le dio también otras siete letras pronunciadas con sonidos ceceantes que no existen en
sueco. En 1979 se imprimieron las reglas de ortografía del idioma. Es probable que esa sea la
razón de que muchos samis mayores no sepan leer ni escribir su propio idioma.

Inca Garcilaso de la Vega es el apodo por el que se conoce a Gómez Suárez de


10

Figueroa, escritor e historiador del siglo XVI. Nacido en Cuzco (Perú, parte de la Corona de Castilla
entonces) en 1539, falleció en Córdoba. Hijo de un conquistador español (Sebastián Garcilaso de
la Vega) y de una princesa inca (Isabel Chimpu Ocllo), recaló en España en 1560, tras la muerte
de su padre y un difícil viaje. Sería allí donde se cambiaría el nombre en honor a su padre y su
tierra, y con este firmaría todas sus obras. (Vega, 2016)

13
Por otro lado, Herder nos menciona la lengua rusa y la polaca las cuales están formadas
desde el punto de vista de la escritura, sin embargo, se encuentran con las limitaciones de
representar con letras el verdadero tono de su organización. ¿Cómo podrimos darle un
origen divino al lenguaje con determinadas letras habiendo formas de hablar tan variadas y
hasta en ocasiones no plasmables en la escritura? ¿No es acaso la imperfección lo que hace
más ricas a las lenguas? “El hecho de Süssmilch es, pues, falso y la conclusión, más falsa
todavía: no lleva un origen divino, sino todo lo contrario, aún origen animal.” (Herder, 2015,
pág. 11) esto sería debido a que los sonidos limitados y predecibles los encontramos en los
animales.

3.4 La lengua hebrea: lengua divina

Por su parte la lengua hebrea, la llamada lengua divina solía sonar con gran viveza, y por
lo tanto era inscribible así lo muestra su gramática, sus confusiones de letras parecidas, y
sobretodo, su falta absoluta de vocales. Herder considera que muchas veces la escritura
transcribe lo inesencial y olvida lo esencial, siendo esto tan opuesto a la razón. Por lo tanto,
critica el hecho de que los gramáticos lo debieran ver incomprensible, pero a su parecer, estos
no tienen la costumbre de comprender. El hecho es, que en el hebreo sus letras sólo
constituyen sonidos auxiliares y los elementos verbales importantes; los sonidos
independientes, no fueron elementos que se escribieron desde el comienzo en esa lengua
porque no era posible escribirlas, su pronunciación era tan viva, estaba tan finamente
organizada, tan espiritual y etérea, que no se dejaba expresar en letras. Ese hecho, le resulta
a Herder intrigante, pues en su lengua y en muchas otras, las vocales son lo primero y lo más
vivo.

Aunque las vocales no están escritas en la Torá, no quiere decir que la Torá no las tiene.
A pesar de que las vocales, o “nekudot”, nunca fueron marcadas en la Torá, ellos consideran
que poseen un origen Divino al igual que las letras. Su creencia es que las Nekudot fueron
dadas por Di-s a Moshé en el Monte Sinaí y fueron trasmitidas oralmente de líder a líder como
parte de la Torá Oral, hasta que llegó a Esdras, quien reveló y se lo enseñó a la nación judía.
Hasta ese momento, el hebreo nunca fue escrito con vocales. Sin embargo, quien domina el
hebreo, puede leerlo sin vocales, y es por eso por lo que hoy en día gran parte de la literatura
hebrea está escrita sin ellas. Esto puede deberse que, al contrario del español, la mayoría de
14
las palabras hebreas están compuestas por raíces de tres consonantes. Palabras con las
mismas consonantes generalmente están relacionadas, y difieren sólo en cómo es su inflexión
de tiempo.

3.5 Las vocales convencionales de los griegos

Fue entre los griegos dónde esas aspiraciones vivas comenzaron a insertarse en vocales
convencionales, que tenía todavía que acudir en ayuda de espíritus11.
Si bien las vocales fueron un invento griego, estas fueron tomadas hacia el s. IX a. C. de
letras del alfabeto fenicio que representaban consonantes y semivocales inexistentes en la
lengua griega y los convirtieron en vocales. Esta innovación facilitaba la lectura y su
interpretación, evitando posibles ambigüedades. Aplicaron el sistema de escritura a todos los
campos de la actividad humana, abriendo el camino a la literatura, la ciencia, las artes y otras
actividades humanas.
En efecto, Herder insiste en el punto que el lenguaje no ha sido inventado por un ser
superior en el orden de las veinticuatro letras, y concluye que tales letras sólo han consistido
en un muy posterior intento de suministrar señales de memoria, “ese lenguaje no ha surgido
de las letras de la gramática divina, signo de sonido salvajes de órganos libres” (Ibídem, pág.
12), si fuese Dios quien inventó el lenguaje para los primeros seres humanos ¿por qué las
letras se presentan como imperfectas?, unas letras que según Herder nada decían del espíritu
de la lengua y que, en su estructura revelan abiertamente la intención de no decir nada sobre
él.

Por otro lado, Herder nos habla nuevamente de los sonidos naturales, y cómo estos van
encaminados a expresar las pasiones, pues solo es un insensible, aquel que escucha una
queja de sufrimiento y no siente nada, considera que entre más armoniosamente está tejido el
conjunto de cuerdas de la sensibilidad más se comparten sentimientos entre sí. Para él, las
voces naturales tienen gran importancia, pues han vivificado la poesía y la música antigua.

11
Son signos que en el griego antiguo antecedían a toda vocal o diptongo situados al inicio de
una palabra. Estos son dos; espíritu suave (᾿): no se pronuncia ni se transcribe, sólo puede ir sobre
una vocal (ἀνήρ se pronuncia “anér”), y espíritu áspero (῾): se pronuncia como una leve aspiración
(h inglesa o alemana) puede ir sobre vocal o r inicial, aunque si es sobre esta consonante no se
pronuncia. En español se transcribe como una h (ἵππος se pronuncia híppos). (Portal letras
clásicas, 2012)
15
Para Herder el sentido que nos han dado las voces naturales nos puede ayudar a explicar
de forma más filosófica el efecto de la música, el canto antiquísimo de Grecia, la danza y la
poesía sobre los primitivos.

Asimismo, el lenguaje artificial de la sociedad es aquel en donde la razón reemplaza la


sensación, por lo tanto, reemplaza a las voces naturales. Sin embargo, en la elocuencia y en
la poesía hay una aproximación por imitación al lenguaje natural, y aquello que conmueve, que
hace milagros, atraviesa el corazón y transforma almas, está presente lo popular y no en el
lenguaje intelectual y la metafísica.

4. DIFERENCIA DEL LENGUAJE HUMANO Y DEL ANIMAL

El sonido de la sensación suena, el irreflexivo no se estremece ante pensamientos sino


ante sílabas; sonidos de la niñez, solo el orador y el poeta nos reconducen a la infancia. Herder
al igual que Rousseau niega que el hombre sea malo por naturaleza; por el contrario, está
dotado de un sentimiento natural, la piedad, que le inclina a socorrer a quien sufre.

Herder se incorpora en este escenario no basándose en la reflexión ni en la deliberación,


sino en la simple ley de la naturaleza. “Si queremos, pues, llamar lenguaje a esos inmediatos
sonidos de la naturaleza, su origen me parece, desde luego, el más natural. No sólo es
sobrehumano, sino evidentemente animal: la ley natural de una máquina sensible.” (Ibídem,
pág. 14), a pesar de estos planteamientos, a Herder le sorprende el hecho que siendo los
filósofos personas que persiguen conceptos claros, haya algunos que pretendan explicar el
origen del lenguaje humano a partir de ese grito de las sensaciones.

La pregunta que nos plantea Herder es relevante: ¿No es evidente que este lenguaje
humano constituye algo completamente distinto?, esto es algo evidente, dado que todos los
animales hacen resonar su sensación, pero ninguno de ellos, ni siquiera el más perfecto se le
asemeja al lenguaje humano propiamente dicho.

Para Herder no importa cómo se organicen las voces, si no hay una inteligencia capaz de
emplear el sonido con un propósito, no hay manera que conforme naturaleza se convierta en
un lenguaje humano intencionado.

16
5. LAS CRÍTICAS DE HERDER

5.1 La crítica a Condillac

Esta crítica hacia los filósofos va dirigida en especial a Condillac pues para Herder sus
referencias para rastrear el proceso natural de los conocimientos humanos no es el camino
correcto para explicar el origen del lenguaje. Su experimento consistía en situar dos niños en
un desierto antes de que conozcan el uso de algún signo, las dos situaciones que se plantean
como posibilidad son: o mueren o tienen que convertirse en animales, Herder no considera
esta situación un planteamiento loable, pues es un escenario donde las dificultades son
mayores para subsistir que para inventar, cuando en la realidad ningún lactante carece de
ellos. La hipótesis de Condillac se basa en datos no naturales contradictorios, y por lo tanto
para Herder no puede construir una explicación del origen del lenguaje.

La premisa es la siguiente: los niños aprenden gracias a la comunicación recíproca, a


poner en conexión los pensamientos y las voces de la sensación, los cuales constituyen los
signos naturales de la sensación, Herder se pregunta ¿Acaso es posible aprender mediante
la comunicación signos naturales de la sensación?, ¿Es posible aprender y distinguir cuáles
son los pensamientos que hay que enlazar con ellos, pero a la vez comunicarse desde el
primer instante del encuentro?, ¿Podemos comunicarnos antes de ser capaces de aprender
qué pensamientos hay que enlazar con ciertos signos?, Herder declara no entender nada ante
estos planteamientos, y a su parecer no es la forma indicada de resolverlos.
La situación que nos plantea Condillac es que “al repetirse circunstancias parecidas, las
personas se acostumbran a enlazar pensamientos con determinados sonidos de las
sensaciones y con diferentes señales del cuerpo. Así se ejercita la memoria. Pronto saben a
gobernar su imaginación y pronto son ya capaces de hacer por reflexión lo que antes sólo
hacían por instinto” (Ibídem, pág. 16), lo que no se explica Herder es ¿cómo es que sabían
que hacer antes de entrar en relación?
El empleo de estos signos amplia lo que Herder llama los efectos del alma, lo que permite
que los signos se vayan perfeccionando. “Fueron, pues, las voces de las sensaciones las que
les acostumbraron a poner en conexión signos determinados; para crearse un nuevo lenguaje,
para articular nuevos sonidos, para habituarse a designar la cosa con nombres” (Ibídem, pág.
16). A pesar de todos estos planteamientos Herder no está satisfecho, pues para él es una

17
explicación infantil del origen del lenguaje, en el que de manera subsecuente
“sorpresivamente” nace la prosodia, declamación, música, danza y poesía de las lenguas
antiguas. Sin embargo, para entender cómo se pusieron de acuerdo los hombres acerca del
sentido de las primeras palabras que querían emplear, basta observar que las pronunciaban
en unas circunstancias en las que cada uno sería obligado a relacionarlas con las mismas
ideas, para Herder este es un planteamiento bastante ilógico pues es como decir que surgieron
palabras porque existían las palabras antes de existir, así es como desecha Herder la teoría
de Condillac.
Estos planteamientos podemos relacionarlos con la posición de Crátilo en el diálogo
platónico con el mismo nombre (Κρατύλος), en el cuál, en contraposición a la postura
convencionalista de Hermógenes quien niega que la exactitud de los nombres obedezca a las
leyes internas basadas en la naturaleza de los seres, considera que no hay un vínculo de
necesidad causal entre las entidades lingüísticas y las ontológicas. Por lo tanto, los nombres
se nos presentan de determinada manera por convención. Por otro lado, Crátilo se presenta
con la postura en la que cada uno de los seres tiene el nombre exacto por naturaleza, ¿Acaso
no seria también en este sentido la preexistencia de palabras de Condillac una postura
naturalista? Como vemos, las tesis naturalistas y convencionalistas están perfiladas con
claridad en este diálogo. A lo largo de este escrito se percibe el aprecio de Platón por la
etimología. Sin embargo podemos suponer que la postura de Sócrates sugiere al lector que
Platón está desacreditando la vía del lenguaje para el conocimiento de la realidad, esto es
debido a su teoría de las ideas, en la cual, el mundo sensible, físico y material, es decir; el que
se conoce a través de los sentidos, es imperfecto y a base de apariencias, mientras que el
mundo de las ideas o mundo de lo inteligible está constituido por una pluralidad de ideas que
son eternas, inmutables, simples, perfectas e inmateriales, los cuales constituyen el verdadero
ser, el verdadero mundo, por lo tanto para Platón el lenguaje se presentaría únicamente como
un conocimiento aparente.
Por ahora regresemos al experimento de Condillac, en el cual surge la pregunta ¿Es
posible que un niño, al ver al otro gritar desconsoladamente, entenderá este grito como un
signo de algo (lo que causó angustia) y entonces será capaz de dar el paso de usar este signo
para referirse a la causa de dicha angustia? Según estos planteamientos, el primer signo ya
estará establecido para que los niños cuenten con su primera palabra y así el lenguaje habrá
nacido, posteriormente, el léxico aumentaría poco a poco; término a término. El problema de
este planteamiento es que al no comprender el carácter que tiene el nexo de las sensaciones
18
con los objetos del mundo exterior y exagerar el carácter subjetivo de éstas, condujeron a
Condillac a un idealismo subjetivo12.

5.2 La crítica a Rousseau

Posteriormente Rousseau retoma el tema en el Discurso sobre el origen y los fundamentos


de la desigualdad entre los hombres (Discours sur l'origine et les fondements de l'inégalité
parmi les hommes) , sin embargo no se da cuenta de un sofisma oculto «si en todo caso el
lenguaje tenía que nacer de forma humana, ¿Cómo tendría que haber nacido?», Rousseau en
el ensayo sobre el origen de las lenguas (1763), asume otra perspectiva frente al origen:
buscará las diferencias entre las lenguas, antes que el origen del lenguaje como tal. Su
materialismo, podría decirse, ya lejos de convocar factores no humanos, se dirige a las causas
naturales de la diversidad. El ginebrino se pregunta de dónde proviene esa diversidad de
lenguaje: la respuesta es de causas naturales, de diferencias geográficas, climáticas, etc.”
(Carlos R. Luis, 2009, pág. 41), sin embargo la pregunta por la génesis del lenguaje queda de
lado en Rousseau, para dar lugar a una un ensayo con cuestionamientos que hoy en día
desarrollaríamos su estudio en el terreno antropológico y sociolingüístico como es el origen de
la diversidad de las lenguas. Reconoce que siendo el habla la primera institución social, debe
sus formas solo a causas naturales. Según Rousseau:

“Dado que todas estas lenguas son naturales, no pueden ser adquiridas. Los
animales que las hablan las poseen al nacer, todos las poseen y en todas partes es la
misma; no la cambian ni hacen el más mínimo progreso. La lengua convencional sólo
pertenece al hombre y por eso éste hace progresos, ya sea para bien o para mal, al
contrario de los animales.” (Rousseau, 2006, págs. 15-16)
Los estudiosos de Rousseau generalmente coinciden que en el ensayo sobre el origen de
las lenguas en la sección donde se trata de melodía e imitación musical aborda las

12
En realidad, las teorías científicas no son sino lenguajes de esta clase que, a partir de
elementos últimos, van construyendo progresivamente y de forma composicional su representación
de la realidad (Lavoisier presentó su teoría química ateniéndose al modelo condillaciano de
lenguaje). (Montero, 2008), sin embargo, está explicación no basta para explicar el origen lenguaje
humano.

19
preocupaciones comunes de el origen de la desigualdad entre los hombres (1755) y también
en la Carta sobre la música francesa (1753), en gran parte fue escrito con estos dos textos
(Rosenfeld, 2001), Rousseau al igual que Condillac comienza con el grito de la naturaleza a
partir del cual se forma el lenguaje humano. A Herder le sorprende que alguien como
Rousseau Haya caído en este error. El mismo error comete Maupertuis 13 14 en Disertación
sobre las diferentes formas en que los hombres han usado para expresar sus ideas 15 pues
parte de las mismas condiciones de Condillac y Rousseau.

5.3 La critica a Maupertuis

Las contribuciones de Maupertuis sobre el origen del lenguaje están contenidas en dos de
sus escritos: En la disertación previamente mencionada y las reflexiones filosóficas sobre el
origen de las lenguas. 16 “El argumento de Maupertuis se basa en una presuposición
importante. Él cree que las primeras percepciones humanas no fueron fragmentos de
experiencia bien delimitados, a cada uno de los cuales, cuando el lenguaje se hizo posible, se
aplicó un signo distintivo. Por el contrario, desde el principio, tuvimos que unir un signo a la
percepción global y no a una de sus partes componentes. (Esta idea, además, recuerda una
observación de Rousseau: en su Discurso sobre el origen de la desigualdad; declara que
inicialmente cada palabra representaba el contenido de una oración completa)” 17 (Grimsley,
1971, pág. 4), sin embargo, cabe señalar que para Rousseau las ideas generales no podían
introducirse en el espíritu sino con ayuda de las palabras, y el entendimiento no podría

13
Para hablar de Maupertuis, Herder no se basa directamente de su obra sino del resumen de
Süssmilch que presentan su obra prueba de la divinidad…, apéndice 3, pág. 110. (N. Del A), dado
que el mérito de Süssmilch es escribir con tal fidelidad y rigor.
14
Pierre-Louis Moreau de Maupertuis (1658-1759) fue un hombre de variados talentos:
matemático, científico y filósofo. Es conocido como el campeón de la física newtoniana en Francia,
el hombre cuya expedición a Laponia demostró que la tierra es un esferoide achatado, el elaborador
del principio de la mínima acción, un filósofo moral, presidente de la Academia de Ciencias de
Berlín (Coski, Winter 2005, pág. 45).
15
(Dissertation sur les différents moyens dont les hommes se sont servis pour exprimerleurs
idées, 2018)
16
Reflexions philosophiques sur l'origine des langues et la signification des mots.1747
(Maupertuis, 2005)
17
“Se debe pensar que las primeras palabras que usaron los hombres tuvieron en su espiŕ itu
una significación mucho más extensa que las empleadas en las lenguas ya formadas, y que,
ignorando la división de la oración en sus partes constitutivas, dieron al principio a cada palabra el
sentido de una proposición entera.” (Rousseau, 2013, pág. 27)
20
comprenderlas sino por medio de proposiciones. “toda idea general es puramente intelectual;
por poco que intervenga la imaginación, la idea se convierte enseguida en particular”
(Rousseau, 2013, pág. 28), si prescindiremos de las ideas generales para enunciar
preposiciones nosotros, en tanto seres abstractos según Rousseau “tan pronto como la
imaginación se detiene, el espíritu no trabaja sino con ayuda del razonamiento.” (Ibídem, pág.
28), para Rousseau el lenguaje procedió de ideas que los hombres ya tenían, cuando el
lenguaje se empezaba a desarrollar las ideas se empezaban a extender y las palabras a
generalizar, y así́:

“Como al principio se habían multiplicado con exceso los nombres de los individuos
por no conocer los géneros y las especies, después hicieron escaso número de
especies y de géneros por no haber considerado a los seres en todas sus diferencias.
Para dar mayor impulso a estas divisiones, hubiera hecho falta más experiencia y más
cultura de las que podían tener en ese entonces.” (Ibídem, pág. 28)

Según Rousseau cada objeto recibió al principio un nombre particular, sin considerar el
́ n distinguir. “Para clasificar a los
género y la especie, que esos primeros fundadores no podia
seres bajo denominaciones comunes y genéricas era preciso conocer las propiedades y las
diferencias; eran necesarias observaciones y definiciones; es decir; hacia
́ falta la historia
natural y la metafiś ica, mucho más de lo que podia
́ n tener los hombres de ese tiempo.”
(Ibídem, pág. 28). Por otro dado, Maupertuis señala que el método de designar las
percepciones habría sido confuso, ya que era evidente que había límites en el número de
signos individuales que la memoria podría haber retenido. No pasaría mucho tiempo antes de
recopilar percepciones similares bajo el mismo signo (Grimsley, 1971, pág. 4). Sin embargo,
en la actualidad podemos constatar que los cambios históricos en las prácticas sociales del
recuerdo no se limitan a la memoria ancestral. La escritura de cierta manera sirvió de impulso
para el desarrollo de los procesos mnemónicos, no obstante, la escritura se considera un
desarrollo comparativamente reciente en la historia humana.

Maupertuis, al igual que sus contemporáneos, se enfocaron en el lenguaje hablado,


consideraba para que este fuese efectivo, debía tener en cuenta la presencia simultánea de
elementos homogéneos y heterogéneos. Esto quiere decir, que le interesaba la presencia de
especificaciones y generalizaciones en el lenguaje; palabras que estuviesen compuestas por
21
elementos o partes de distinta naturaleza, y aquellas que englobaran los mismos caracteres.
“A medida que las percepciones se volvieron aún más detalladas, se establecieron otras
subdivisiones del vocabulario de los signos para indicar la presencia de percepciones similares
o partes de percepciones similares en diferentes situaciones.” (Ibídem, pág. 4) Por lo tanto,
podemos inferir que, para poder tener experiencias y percepciones similares, se trataba de
grupos de individuos que convivían y se desarrollaban en un mismo contexto. “Fue así, dice
Maupertuis, que las lenguas tomaron forma, ciertas constantes formadas por elementos fijos
que coexistían al lado de variaciones y subdivisiones. Como resultado, los riesgos de error
aumentaron, especialmente a medida que el conocimiento y los signos se volvieron más
complejos” (Ibídem, pág. 4). Para poder entender mejor la concepción de Maupertuis acerca
del lenguaje debemos tener en cuenta que para él, la relación entre el lenguaje y la mente es
imprescindible.

Maupertuis afirma que los signos mediante los cuales el hombre designó sus
primeras ideas tuvieron tal influencia en todos nuestros conocimientos que un lenguaje
puede ser considerado esencialmente como un "plan d` idées” (mapa de ideas) para el
grupo que lo habla. El "plan d` idées" de diferentes idiomas puede ser diverso, ya que
las ideas de un idioma a veces difícilmente pueden traducirse en otro. Esta amplia
influencia del lenguaje sobre nuestro pensamiento lo procesa y, por sí mismo, hace que
el origen del lenguaje sea digno del estudio de Maupertuis. (Coski, Winter 2005, pág.
45)

Esta pregunta que se plantea Maupertuis en cuanto a la influencia del lenguaje sobre
nuestro pensamiento, ha sido abordado por distintas disciplinas, las cuales han hecho
cuestionamientos y teorías muy variadas en la relación pensamiento y lenguaje. Además de
la filosofía, es un tema investigado por la lingüística, antropología y psicología, dando como
resultado diversas teorías de dicha relación. En filosofía, podemos mencionar desde la época
clásica con los planteamientos de la identidad o paralelismo entre pensamiento y lenguaje con
Aristóteles, o la independencia entre pensamiento y lenguaje con el positivismo lógico de
Wittgenstein. En psicología la interdependencia entre pensamiento y lenguaje con Vigotsky, o
al igual que Maupertuis la dependencia del pensamiento respecto del lenguaje con Pávlov y
su segundo sistema de señales (que es el lenguaje verbal o simbólico) por el cual “se rige el

22
pensamiento”, o con el estudio del lenguaje de Humbolt en el que no existe propiamente un
mundo ya dado con independencia del lenguaje18.

6. ¿QUÉ FUE PRIMERO EL PENSAMIENTO O EL LENGUAJE?

En el fondo de esta reflexión subyace una cuestión que aún hoy levanta debate: ¿Qué fue
primero, el pensamiento o el lenguaje?

La teoría que “el lenguaje está antes que el pensamiento” concibe que el idioma influye o
determina la capacidad mental (pensamiento). En este plano podríamos mencionar teorías
más contemporáneas, como es la "gramática generativa" de Noam Chomsky, quien considera
que tenemos presente un mecanismo idiomático innato, por lo tanto, como resultado podemos
deducir que el pensamiento se desarrolla como consecuencia de una estructura lingüística
determinada.

Por lo tanto, si se considera que el lenguaje es independiente de otros elementos


construidos del entorno social, entonces es viable llegar a la suposición que primero está el
lenguaje y después el pensamiento, aunado a la concepción que el lenguaje acelera nuestra
actividad teórica, intelectual y nuestras funciones psíquicas (percepción, atención, memoria,
imaginación, etc.).

Por el contrario, la teoría en la que se considera que el pensamiento está antes que el
lenguaje, sostiene que la capacidad de pensar influye en el idioma. A partir de esto, a la mente
nos puede venir el nombre del filósofo René Descartes a quien se le atribuye la frase: "pienso,
luego existo" el famoso «cogito ergo sum». Descartes consideraba que, si no es posible
eliminar la duda, por lo menos no podemos dudar de que pensamos que estamos dudando.
Por lo tanto “yo pienso” derivaría a dos únicas conclusiones: primero que pienso y luego que
existo.

18
La crítica de la concepción del lenguaje que había predominado en la historia de la filosofia
́
desde Platón hasta Kant: aquella que veía en el lenguaje un mero instrumento para designar un
concepto previamente captado por la razón o una cosa ya conocida empíricamente. Humboldt
argumenta contra ella desde la perspectiva trascendental afirmando que sin lenguaje simplemente
no habría concepto alguno ni por tanto objeto alguno. ( Garagalza, 2003)

23
Asimismo, muchas actitudes cotidianas se expresan con la frase: "tengo dificultad de decir
lo que pienso". Sin embargo, tener dificultad de decir lo que pensamos no significa que no
haya palabras en nuestra mente, puede deberse al hecho de no poder estructurar nuestras
palabras para emitirlas oralmente, pero necesariamente no se debe a una voluntad ajena a un
orden mental lingüístico determinado.
La cuestión de hasta qué punto el lenguaje influye en el pensamiento es una gran línea
divisoria en las discusiones lingüísticas de los siglos XVII y XVIII.
Algunas posturas ven el lenguaje como la expresión de ideas preexistentes. Sin embargo,
un creciente número de pensadores como es el caso de hombres como Maupertuis y
Condillac, reconocen cuánto el lenguaje influye en las ideas. Esta última línea de pensamiento
es en gran parte responsable del interés general en los orígenes lingüísticos en el siglo XVIII
(Coski, Winter 2005, pág. 45), claro está, sin estar exentas de críticas como las de Herder.
Philibert Damiron en su Mémorie sur Maupertuis enfatizó la importancia del trabajo de
Maupertuis en el lenguaje y sugirió, desafortunadamente sin proporcionar los detalles de la
prueba o incluso una discusión más cercana, que algunos de sus puntos de vista parecen
anticipar características de la filosofía de Kant. (Politzer, 2013, pág. 5), Cassirrer por otro lado,
considera que la posición de Maupertuis deja de lado varios aspectos que debemos considerar
en cuanto al lenguaje, “agrupa a Maupertuis con Condillac y aquellos filósofos que no ven en
el lenguaje más que símbolos arbitrarios utilizados para organizar y articular el conocimiento
adquirido ya como resultado de la experiencia sensorial (Ibídem, pág. 5). La pregunta a la que
nos aproximaríamos seria ¿Cómo surge el lenguaje en el hombre en estado natural?, el
hombre primitivo para Maupertuis es un ser social. “La mayoría de los filósofos de la Ilustración,
con quizás la excepción de Rousseau y Herder, habrían estado de acuerdo con él en esta
cuestión19” (Coski, Winter 2005, pág. 46), recordemos que en el estado de naturaleza de
Rousseau, el hombre primitivo era inicialmente libre, dichoso y bueno, aunque cada uno por
su cuenta, sin vida comunitaria permanente.

19
Esta mayoría, que está de acuerdo con Maupertuis, incluye pensadores como Condillac,
Smith, Monboddo, Court de Gébelin y Beattie, que consideraron que los orígenes del language
estaban vinculados con la naturaleza social preexistente del hombre, o que el lenguaje en sí mismo
nació con el nacimiento de la sociedad. Para Herder, el estado natural del hombre no es social, y
argumenta que el papel del lenguaje es proporcionar "marcas distintivas" y, por lo tanto, es
principalmente un dispositivo cognitivo, no comunicativo: "El sonido del balido percibido por el alma
humana como la marca distintiva de la oveja se convirtió, en virtud de ... reflexión, en el nombre de
la oveja, incluso si su lengua (la del hombre primitivo) nunca había intentado tartamudearla ".

24
Para Maupertuis, los significantes primitivos del hombre existen en una relación
uno-a-uno con el significado, creando un equilibrio cognitivo-lingüístico. El mundo
semiótico primitivo es matemáticamente equilibrado, donde el número de
representaciones intelectuales que se mantienen en la mente y el número de marcas
verbales utilizadas para exteriorizarlas para la comprensión de los demás son las
mismas. Sin embargo, inmediatamente después de este primer instante, aparece un
segundo momento en la evolución cognitiva humana, que ve el desarrollo tanto de las
ideas como de las palabras. Las ideas comienzan a ensamblarse a sí mismas y sus
elementos en un arreglo específico y definido. También, como seres vivos, comienzan
a unirse, a reproducirse, aumentando su número. Su aumento y multiplicación, como
la de todos los seres vivos, es natural, orgánica. (Coski, Winter 2005, pág. 46)

Sin embargo, el lenguaje no es una creación de la naturaleza para Maupertuis, sino más
bien una invención del hombre y la sociedad.
Como se ha venido planteando, en el siglo XVIII, hay distintos puntos de vista sobre los
orígenes lingüísticos, ya sea origen divino, natural o invención del hombre. Maupertuis al
considerar al hombre como aquel que da origen a las palabras, considera que puede
prevalecer un equilibrio con las palabras. Sin embargo, el resultado de este proceso es que se
pierde el primer equilibrio y la igualdad en el número de significantes y significados. Según
Maupertuis en el orden "simple" inicial del mundo semiótico, las palabras existen en una
relación "igual a" con las cosas; sin embargo, Maupertuis, el matemático, no puede evitar esta
discrepancia numérica en las ecuaciones de la evolución semiótica.
Por otro lado, Diodoro y Vitruvio 20 fueron quienes más claramente viciaron esta cuestión
del lenguaje, pues según Herder ellos situaron al hombre como animal que gritaba, como un
nómada de bosque que después sin saber de dónde y para qué inventó el lenguaje.

7. LA DISTINCIÓN ENTRE ANIMALES Y EL SER HUMANO.

Es evidente que el hombre es la única criatura hablante, es esto precisamente lo que lo


distingue de las otras especies, por lo tanto, Herder decide comenzar su investigación con las

20
-Diodoro de Sicilia (siglo I a. C.) escribió una historia universal en 40 libros.
-Vitruvio (siglo I a. C.). Arquitecto romano. En el primer capítulo del segundo libro de su obra
de architectura se liga la invención del lenguaje a la utilización del fuego, como supuesto de una
vida comunitaria. (N. del A. pp.17)

25
experiencias sobre la distinción entre animales y hombre. El problema de Condillac y
Rousseau es que el primero convirtió los animales en hombres, y el segundo convirtió los
hombres en animales.
Es precisamente en este embrollo en el cual Herder está dispuesto a no caer y contra lo
que va a dedicar su argumentación:
El hombre se haya a mucha distancia de los animales en lo que toca a la fuerza y seguridad
del instinto, que incluso carece en absoluto de lo que llamamos habilidades y tendencias
innatas en muchas especies de animales (Herder, 2015, pág. 18), todavía no se ha podido
clasificar la causa de la ausencia de dichas habilidades en los seres humanos, sin embargo al
ser dotados de razón, tuvimos la capacidad de modificar nuestro entorno y sobrevivir.

7.1 Reimarus y los instintos artísticos de los animales

A partir de esto, podemos hacer mención de Reimarus quien escribió sobre los instintos
artísticos de los animales21, su obra más importante fue en el campo de la psicología animal y
en su clasificación de los instintos de los animales. Es considerado como un filósofo de la
Ilustración que se opuso decididamente a las corrientes materialistas de la época ilustrada,
con el fin de defender el deísmo (un deísmo racionalista). “Según Reimarus, el universo y el
orden del Universo vienen de Dios, pero como Dios hizo un mundo causalmente ordenado,
hay que rechazar los milagros y, en general, todo lo sobrenatural. Reimarus defendió la
doctrina de la armonía preestablecida y consideró que los animales constituyen el fin de la
creación” (Mora, 2004, pág. 3047). Siendo seguidor del principio de razón suficiente, según el
cual todo lo que ocurre tiene una razón suficiente para ser así y no de otra manera,
consideraba que el hecho de que los humanos, a diferencia de los animales, tuvieran muy
pocos instintos, daba como resultado una desventaja para la vida material, sin embargo, era
la base de la moralidad. “Reimarus puso de relieve que los instintos de los animales, lejos de
expresar el desorden, manifiestan el orden del universo y el hecho de que el universo ha sido
creado con una finalidad. Sin los instintos los animales perecerían. Reimarus tendió a unir el

21
Cf. Las consideraciones al respecto en las Briefe die neuere Literatur betreffend, etc. (N. del
A).
26
causalismo con el finalismo”22 (Ibídem, pág. 3047) en la que tales fines actúan como causas
explicativas de la constitución y del desarrollo de la realidad. Herder lo desaprobó, siguiendo
las líneas que Mendelssohn había establecido, “por asumir determinaciones ciegas ... que
destruyen toda filosofía". Creía que podía, en cambio, ofrecer una "explicación genética" (
DeSouza & Waldow, 2017, pág. 136), la cuál le dio pauta para polemizar no solo con los
pensadores anteriormente mencionados, también con Kant por haber afirmado una
concepción pura de la razón, ignorando los vínculos significativos y vitales con el lenguaje.
Nuestro filósofo defendería a pesar del gran número de detractores, su idea en la que el
hombre es una criatura lingüística, y el lenguaje se caracteriza por no tener origen divino, ni
animal, sino puramente humano.
Como sabemos Reimarus abordó toda la cuestión desde la perspectiva de la escuela de
filosofía Leibniz-Wolff y el principio de la razón suficiente. “Para él, el mundo físico no tenía
una razón intrínseca para serlo y no lo era; su legalidad era, en ese sentido, impuesta desde
el exterior, no autogenerada, y por lo tanto era un ser imperfecto, dependiente de algo que sí
tenía el poder de crear a partir de sus propios recursos, y que podía dar sentido al mundo
material inerte en la forma de seres vivos” (Reimarus, 1754, pág. 72).23 Con sus escritos
Reimarus despertó lo que era más distintivo en el esfuerzo de Herder por desarrollar una teoría
naturalista pero distintiva del origen del lenguaje humano, dibujando un nueva concepción del
límite animal-humano.

7.2 La esfera de la vida del animal

Herder argumentó que la cuestión del desarrollo humano laborioso de las capacidades,
relativo a la aparente "perfección" del comportamiento animal basado en impulsos o instinto,
podría explicarse en términos de una diferencia fundamental en la ubicación ambiental (lo que
él llamó la "esfera" de la vida del animal), y por lo tanto la intensidad de los estímulos que lo

22
Reimarus sometió a examen crítico las creencias tradicionales, expresadas en las Escrituras,
dedicando considerable atención a trabajos concretos históricos y siendo uno de los iniciadores de
la «crítica histórica» de la Biblia. (Mora, 2004, pág. 3047)
23
El mundo físico "no es para sí mismo sino para el bienestar de los vivos". Más explícitamente:
"la utilidad para los seres vivos constituye la razón esencial según la cual toda realidad y
propiedades esenciales del material [del mundo] se determinan" (Reimarus, 1754, pág. 893)

27
asisten ( DeSouza & Waldow, 2017, pág. 137). Otros animales se encontraban en contextos
más reducidos. Por así decirlo, “Su nicho ecológico”24, estaba circunscrito tanto en el espacio
como en restricciones de supervivencia, por lo que dentro de ese estrecho campo, sostenía
Herder, la experiencia animal era sensualmente más intensa y concentrada, y por lo tanto más
efectiva y completa de inmediato.” (Ibídem, pág. 137). Reimarus no impresionó a Herder, dado
que, lo que él pretendía encontrar eran observaciones relativas a la naturaleza animal que
arrojaran luz sobre la psicología humana, esto es: la esfera de los animales.
Entre los animales hay un círculo de pertenencia en el que nace y muere, sin embargo,
suele suceder que entre más pequeño es su círculo, más agudos sus sentidos y más admirable
su obra.

7.3 El arte de Minerva y la sabiduría de Egeria en el círculo de acción

Herder está pensando en la abeja y la araña, la primera que construye su colmena, y la


segunda que teje su telaraña, ambas limitadas a esos mundos; el panal y la telaraña.
Por lo que podemos percibir es un estrecho círculo de acción, comparado a su parecer con
el arte de Minerva y la sabiduría de Egeria, la primera diosa protectora de Roma asociada a
las técnicas de guerra y las artes, la patrona de los artesanos y del trabajo manual, y a veces
también de los médicos (Minerva medica). La segunda ninfa del Lacio, diosa de las fuentes
ligada al culto de Diana de los bosques. La leyenda la supone consejera de uno de los primeros
reyes de Roma, Numa «El Piadoso», a quien habría inspirado la legislación religiosa,
ensenándole plegarias y conjuros eficaces durante sus encuentros nocturnos. (Martín, 2005).
Esta comparación mitológica tiene como palabras clave la técnica; reflejada en el arte de las
obras de la naturaleza, y la sabiduría; reflejada cuando Egeria le enseñó al rey a ser justo y
sabio. En cuanto a las abejas y a las arañas, nadie les enseña a crear tales obras, sin embargo,
ese instinto que poseen es como si nacieran acompañados de una Egeria.

24
(término que surgió en la época moderna, empleado por nosotros con intenciones
explicativas más claras, para el cual Herder emplea únicamente como nicho animal).
28
A partir de este esquema del comportamiento animal ¿podríamos entender el lenguaje
humano?, según Herder para entenderlo tenemos que tener presente que "La condición más
sensual del ser humano era aún humana, ... y la condición menos sensible de los animales
era todavía animal" (Herder, 2015, pág. 87). Definirlos y diferenciarlos nos daría la respuesta,
“En contraste con la especificidad de cada otro nicho animal, los humanos tenían literalmente
una orientación ambiental global. Por lo tanto, las capacidades humanas debían ser mucho
más indiferenciadas y estar abiertas al ajuste por diferencia de contexto y desafío. (DeSouza
& Waldow, 2017, pág. 137). En el caso de otros animales sucede lo contrario, pues al ser
variadas sus funciones más se dispersa su atención sobre varios objetos y más amplia es su
esfera, por lo tanto, su sensibilidad se divide y debilita. Lo que sucede cuando las facultades
de representación se hallan en un pequeño círculo acompañadas de la sensibilidad, es decir;
donde los sentidos y representaciones se hallan orientados hacia un punto, es que se
desarrolla el instinto.
Es a partir de tales facultades de representación que se explica la sensibilidad, las
habilidades y los instintos de los animales. “La sensibilidad, las habilidades y los instintos
artísticos de los animales incrementan su fuerza e intensidad en proporción inversa a la
magnitud y variedad de su círculo de acción.” (Herder, 2015, pág. 19)
Lo que sucede con el hombre es que no posee una esfera estrecha, una especialización
en un solo trabajo, más bien se encuentra en un mundo de diversas ocupaciones y
determinaciones. Por lo tanto, sus representaciones no están dirigidas hacia una única cosa.
Esta es la causa, según Herder, por la que el hombre carece de instinto, de habilidad artística
y por supuesto del lenguaje animal. Pero ¿A qué le llamamos lenguaje animal?, no sólo es
una propiedad fonética de la máquina sensitiva, también es un acuerdo mutuo entre los
miembros de una especie animal acerca de su determinación dentro de su círculo. El
razonamiento de Herder es:

Cuanto más pequeña es la esfera de los animales, tanto menos necesitan del
lenguaje. Cuanto más agudos son sus sentidos, cuanto más se hayan orientadas sus
representaciones hacia un solo objeto, cuanto mayor es la fuerza de atracción de sus
instintos, tanto más concentrado resulta el acuerdo de sus sonidos, de sus signos, de
sus manifestaciones. Lo que entonces habla y percibe es un mecanismo viviente, es
un instinto dominante. ¡que poco necesito hablar para ser oído! (Ibidem, pág. 20)

29
El lenguaje de los animales no es ni apropiado para los órganos del hombre, el lenguaje
de las criaturas es aquel que es adecuado a su esfera de necesidades y funciones, a la
organización de sentidos, a la orientación de sus representaciones y a la fuerza de sus deseos.
Como se nos ha planteado, al contrario de los animales, el hombre no posee un lenguaje
adecuado a los instintos, es ese hecho el que hace una diferencia abismal entre especies.
El lenguaje en los animales son representaciones e instintos, además también es innato e
inmediatamente natural.
En esta ocasión hace referencia con los animales como la abeja y el pájaro, pues la abeja
zumba al igual que chupa el néctar, y el pájaro canta al igual que hace nidos. A partir de estos
hechos podemos preguntarnos: en el caso del hombre ¿Cómo habla por naturaleza?, sin tomar
en cuenta el llanto que tenemos al nacer, somos mudos. Por lo tanto, somos la criatura más
vulnerable del mundo, por lo que se hace necesario otras facultades en lugar de los instintos.
Para Herder la ausencia de instintos da lugar a un núcleo compensador, esto es; la prueba
genética, es ahí donde reside la verdadera dirección de la humanidad, por lo tanto “la especie
humana no supera el animal en la escala del más y del menos, sino en la cualidad” (Ibídem,
pág. 22). Lo que se pretende encontrar es el fundamento genético que de lugar al nacimiento
del lenguaje en el ser humano. Al entrar al ámbito de lo genético, en tal caso; como lo hemos
venido diciendo, ser hombre y ser hablante equivaldrían.

8. LA VENTAJA DE LA LIBERTAD

Para Herder, el punto inmediato era discernir "un don natural, tan esencial para [el hombre]
como el instinto para los animales". Varios puntos clave deben destilarse de esta última frase:

Primero, Herder concibió esto como natural, no como una dispensación divina. Era,
además, un regalo, una dotación de la naturaleza, no algo que el hombre impuso
arbitrariamente sobre el orden natural. Final y crucialmente para su tesis, Herder insistió
en que esta era la característica esencial de la especie humana. Fue en este sentido
filosófico de la naturaleza de los humanos que vio su camino para navegar la
circularidad del problema de lenguaje / razón que definió el dilema de la Academia de
Berlín sobre el origen del lenguaje. Herder creía, en resumen, que tenía una base
filosófica (esencial) así como biológica ("genética") para reconocer el lenguaje/razón
como la esencia completamente interconectada de la especie humana. ( DeSouza &
Waldow, 2017, pág. 137)

30
A partir de esto, al poseer el hombre sentidos que para un ámbito reducido son inferiores
a los que tiene el animal, dan lugar a poseer la ventaja de la libertad, por el hecho de que no
son sentidos destinados a un punto, son más generales, son sentidos del mundo.
Contar con un espacio libre para ejercitarse en muchas cosas le permite perfeccionarse
constantemente. “Ningún pensamiento es obra inmediata de la naturaleza, pero gracias a ello
puede convertirse en la obra propia el hombre” (Herder, 2015, pág. 23), la libertad que nos
constituye debido a la ausencia de instintos nos permite reinventarnos a nosotros mismos.

“Al no precipitarse ciegamente sobre un único punto ni quedarse ciegamente en él,


estará libre, pudiendo buscar una espera donde reflejarse, donde puede verse dentro
de sí mismo como un espejo. No será ya una máquina infalible en manos de la
naturaleza, sino que se convertirá él mismo en el objeto y fin de su trabajo” (Ibídem,
pág. 23).

Esta disposición puede ser vista como entendimiento, razón, conciencia, reflexión, etc., en
donde en el caso del ser humano, hay una diversidad de orientación y desarrollo de todas las
facultades.
La racionalidad del hombre consiste en la determinación de la facultad pensante en
relación con su susceptibilidad y sus instintos. El hombre es una criatura que no sólo conoce
y actúa de forma separada y libre, sino que además sabe que conoce.
“Si el hombre no fuese un animal instintivo, tendría que ser, teniendo en cuenta la positiva
facultad libre de su alma, una criatura dotada de reflexión.” (Ibídem, pág. 25). ¿Cuándo se
manifiesta la reflexión?, “si la razón no es una facultad dividida, de acción individual, sino una
orientación peculiar de la especie y propia de todas las facultades, el hombre tiene que
poseerla desde el primer estado en que es hombre” (Ibídem, pág. 25). Esa reflexión se
manifiesta en los primeros pensamientos del niño. Sin embargo, eso no quiere decir que el
infante ya piense con una razón desarrollada, más si de forma humana.
Por más sensitivo que sea el estado del hombre sigue siendo humano, por lo tanto,
continúa actuando la reflexión, aunque sea en grado menos perceptible.
Primero tenemos que definir ¿Qué es reflexión?, y por lo tanto también ¿Qué es el
lenguaje?, “El hombre, desde la condición reflexiva que le es propia, ha inventado el lenguaje
al poner libremente en práctica por primera vez tal condición (reflexión) (Ibídem, pág. 27). Le
pertenece el lenguaje y el invento del mismo y demostrará poseer reflexión si es capaz de
recoger un momento de atención frente a la gran mayoría de imágenes que pasan por sus

31
sentidos, de detenerse libremente en una de ellas, de observarla clara y serenamente aislando
sus rasgos de forma que su objeto sea éste, y no otro.
Si el hombre conoce claramente todas las propiedades y además reconoce una o varias
de ellas como propiedades que se distinguen en él: el primer acto de este reconocimiento da
lugar a un concepto que Herder denomina: el primer juicio del alma. El primer rasgo del reflejo
del conocimiento ha sido una palabra del alma, con este rasgo se ha inventado el lenguaje.
El animal siempre va a ser vencido por la sensibilidad al querer reconocer otro animal. El
lobo hambriento percibirá a la oveja como alimento, muy distinto es el caso del hombre al tratar
de reconocer una oveja, no hay instintos que se lo impidan. El alma juiciosa del hombre busca
una característica, por ejemplo, que la oveja bala.
Ninguna criatura sensible puede sentir con claridad sin característica, pues siempre hay
otros sentimientos que oprimen; el alma está permanentemente obligada a conocer la
diferencia entre dos cosas por medio de una tercera, Herder se pregunta ¿Y qué otra cosa es
ésta si no una característica verbal?, el sonido de balar es distintivo de la oveja, el signo queda
captado, lo cual queda recordado como una idea gracias a el conocimiento reflejo, ¿Qué otra
cosa es esto sino una palabra? ¿Y que es el lenguaje humano entero más que una colección
de tales palabras?, elegimos sonidos como recuerdos y los reconocemos. “¡El lenguaje ha sido
inventado! lo ha sido de forma tan natural y necesaria al hombre como este es hombre.”
Para Herder la mayoría de los que han escrito sobre el origen del lenguaje, han olvidado
buscarlo en el único punto donde podía encontrarse; en alguna parte del alma.
No podría haberse encontrado en los órganos lingüísticos, dado que hay otros animales
con estos mismos órganos que no poseen lenguaje. Se le ha buscado en los sonidos de la
pasión, como si no los poseyeran todos los animales, sin embargo, ninguno ha inventado
lenguaje. Se ha pretendido como un principio de imitación de la naturaleza y de sus sonidos,
como si las aves como el mirlo, que también son capaces de imitar los sonidos, hubiese
inventado un lenguaje como el nuestro.
El lenguaje no es sólo una determinada organización de la boca, pues el hombre también
posee memoria, la posee en su alma. Tampoco las voces de la sensación, ya que no ha sido
una máquina dotada de respiración la que ha inventado el lenguaje, sino una criatura reflexiva.
Por un lado, Süssmilch pretende haber probado que para usar la razón hace falta hacer el
lenguaje, su error radica en que siendo natural al hombre el uso de la razón, debería serlo
igualmente el uso de lenguaje.

32
Con pocas facultades de abstracción sólo podemos conseguir una abstracción escasa sin
signos sensibles. Según Herder, sin un signo característico, no sólo es inadecuado el empleo
de la razón, también es imposible emplearla, como lo es igualmente el más sencillo
conocimiento claro o el más simple juicio de un discernimiento humano.
Es por ello, que sólo a través del tercero puede conocerse la diferencia entre dos cosas,
ese tercero se convierte por lo tanto en signo verbal externo. En consecuencia, el lenguaje de
manera natural se sigue del primer acto de la razón.
Herder contradice a Süssmilch al considerar que, sin lenguaje ni razón, somos incapaces
de recibir enseñanza divina. ¿Cómo puede el hombre aprender el lenguaje mediante la
enseñanza divina si no posee razón? y a la vez, le falta todo empleo de la razón si carece del
lenguaje. Con el primer pensamiento claro, tenemos ya el lenguaje del alma, este ha sido
inventado de recursos propios y no de la enseñanza divina. Todas estas contradicciones
quedan claras cuando el hombre, la razón y el lenguaje se entienden como lo que son
efectivamente y se desenmascara el absurdo fantasma de la palabra «capacidad» (capacidad
humana, racional y lingüística).

9. ELEMENTOS SIMILARES ENTRE HERDER Y CHOMSKY

Chomsky se refiere a Herder y Harris como individuos que anticipan sus teorías, pero no
aborda la dimensión de su pensamiento que enfatiza la relatividad cultural del lenguaje (que
más adelante veremos con Herder) en contraste con la gramática universal25 (Den Ouden,
1975, pág. 26). Chomsky despegará su teoría en una vertiente distinta al relativismo cultural
para profundizar en las capacidades racionales universales.
Acerca de si enseñanza divina quiere decir, la lengua que los padres imparten a sus hijos,
según Herder no es así, los padres nunca enseñan la lengua a sus hijos sin que estos también
la co-inventen. “Los primeros no hacen más que presentar a la atención de los últimos las
diferencias de las cosas por medio de ciertos signos verbales. Con ello no usan la razón en

25
Chomsky hace referencia a esta tensión entre la relatividad cultural del lenguaje y la
universalidad lingüística de manera breve y recortada en la lingüística cartesiana.
33
lugar de sus hijos, sino que les ayudan a estimular mediante el lenguaje a que la usen ellos
mismos.” (Ibídem, pág. 32). De acuerdo con (Chomsky, Language and problems of knowledge,
1988), los niños están programados para aprender el lenguaje, al principio adquieren reglas
simples correspondientes a la gramática , en los primeros años de vida, su sintaxis se vuelve
cada vez mas compleja y semejante a la de un adulto, conforme agregan palabras funcionales
y efectúan otros ajustes, el lenguaje que escuchan lo adaptarán a la gramática universal que
poseen en sus genes, Io cual es fruto de su maduración biológica y cognitiva.
Herder se pregunta ¿Poseen lenguaje los niños salvajes criados entre osos?, ¿Acaso no
son también hombres?, él afirma que desde luego lo son, pero son hombres en estado
antinatural, en degeneración. “Si el hombre ha podido degenerar ha sido precisamente por no
poseer instintos tan irresistibles como el animal, por ser capaz de cosas tan diversas, a la vez
que más débil respecto de todas ellas; en una palabra, por ser hombre.” (Ibídem, pág. 33). El
hombre imita a la naturaleza para perfeccionarse como especie, los animales también pueden
imitarnos, pero no con la pretensión de perfeccionarse. Por ejemplo, el perro ha aprendido a
comprender y obedecer muchas órdenes, pero no como palabras, sino como signos ligados a
gestos; si lo entendiese como vocablo humano dejaría de lado su domesticación y se movería
en aspectos más artísticos, se preguntaría por el lenguaje y la República, por ejemplo.
“Como se ve, la magnitud del error es incalculablemente grande por ambos lados, cuando
se acierta el punto exacto de la génesis; entonces unas veces resulta el lenguaje tan
sobrehumano, que tiene que ser inventado por Dios, mientras que otras veces resulta tan
inhumano, que podría inventarlo un animal cualquiera si se esforzara en hacerlo” (Ibídem, pág.
36). El error más grande según la perspectiva de Herder sería deshumanizar el lenguaje.

10. RAZÓN Y LENGUAJE

Me resistiría a renunciar a la variedad de perspectivas desde el punto genético del lenguaje


en el alma humana, los amplios dominios de la lógica, la estética y la psicología, especialmente
a través de la pregunta: ¿Hasta qué punto puede pensarse sin lenguaje, ¿qué hay que pensar
con él? Esta pregunta encuentra después aplicaciones en casi todas las ciencias. Basta aquí
anotar el lenguaje como verdadero carácter distintivo externo de nuestra especie, como lo es
la razón desde el punto de vista interno. (Ibídem, pág. 36). A pesar de que se manifieste como
propiedades humanas internas y externas, Herder no separa los conceptos de razón y
lenguaje, “palabra y razón, concepto y termino, lenguaje y causa, poseen un mismo nombre
34
en algunas lenguas, sinonimia que encierra toda la génesis de estas”, es decir, lo que se
piensa y se emite en un solo hilo de la condición humana.
“La lengua es un órgano del entendimiento, un sentido del alma humana al modo como el
ojo era para los antiguos26 la facultad visual de su alma sensitiva” (Ibídem, pág. 37), para
Aristóteles el alma era siempre el alma de un cuerpo, la causa del cuerpo viviente, por lo tanto,
consideraba: «si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma, pues la vista es la sustancia o
forma del ojo». “El alma es el ser y principio de los seres vivientes, por cuanto esos ser y
principio consisten en vivir. En el caso del alma humana, el modo de operación principal es la
racional, que distingue esta alma de otras en el reino orgánico.” (Del Rio, 2017), como vemos
la concepción Aristotélica vincula alma y racionalidad, Herder añadirá al lenguaje como fuente
de razón del alma humana.
“El primer pensamiento nos prepara ya, por su propia esencia, para poder dialogar con
otros. ¡La primera característica que capto es una palabra-signo para mi y una palabra-
comunicación para otros!

-Sic verba, quibus voces sensusque notarent


Nominaque invenere-
HORACIO27

Desde que Prometeo prende el fuego celeste en el alma humana, queda establecido el
núcleo, el fuego es el símbolo de la vida, de la energía, de la inteligencia que mueve a los
humanos, representa la sustancia divina en el hombre, que lo diferencia del resto de los
animales y lo acerca a los dioses. “Prometeo quien recordemos, consiguió dar vida a un
hombre modelado en barro con la chispa divina que astutamente hurtó a Zeus. Tanto en la
consecución como en la utilización del fuego divino, Prometeo representa la fuerza de la razón
ígnea, la concesión al mundo humano- terrestre de la razón ígneo- celeste.”28 (Raez, 2015,

26
N. del E. C.f. Aristóteles, Acerca del alma, 412 y sigs.
27
N. del E. Horacio, Sátiras, 1,3, vv. 103-104: «Así se descubrieron palabras y nombres para
enlazar las voces con las sensaciones.» (Herder, 2015, pág. 37)
28
“Como castigo por este hurto, Zeus hace encadenar a Prometeo en la cima del Cáucaso (en
el Tártaro subterráneo), donde durante cientos de años un buitre debía devorarle sin cesar, las
entrañas. Hércules logró matar al buitre y Zeus, finalmente perdona al titán que robó el fuego para
los mortales. Por ello Prometeo es el símbolo del martirio en beneficio de la humanidad, de la
generosidad y la dignidad transgresoras. En este sentido, Bachelard aduce que es un símbolo de
la desobediencia constructiva: «Es preciso desobedecer a los padres para superar a los padres.
35
pág. 196). A partir de esto no debemos olvidar que a pesar de que a Herder le encanta emplear
analogías de la mitología griega para explicar sus planteamientos, él no idealiza ni sitúa la
razón en el campo deísta, al contrario, la humaniza.

11. ELEMENTOS DEL LENGUAJE

Siendo el lenguaje un elemento tan importante para el ser humano debemos preguntarnos,
¿Qué características constituyen los primeros elementos de éste?

La vista nos da representaciones de forma, espacio y color, sin embargo, le causa dificultad
al alma en cuanto al cálculo que debe lograr para usar estas propiedades con claridad, por lo
tanto, no es el sentido más adecuado al lenguaje. Las sensaciones de los sentidos están tan
entremezcladas, que, según la naturaleza o bien no ha habido primer maestro del lenguaje, o
bien ha sido el oído.

“Razón y lenguaje han dado un tímido paso en común, en la naturaleza le ha salido al


encuentro a medio camino… mediante el oído. La naturaleza no se ha limitado a hacer sonar
la propiedad, sino que la ha hecho sonar en el interior del alma. Se ha oído un sonido; el alma
lo ha atrapado: ¡ahí tiene una palabra sonante!” (Ibídem, pág. 38). La naturaleza se manifiesta
por el oído, Herder considera que aún en el caso en que la boca y los ojos permaneciesen
eternamente cerrados, su alma no se quedaría sin lenguaje.

Con una bella prosa Herder escribe: ¡Cielo santo, qué sala de clases para las ideas y el
lenguaje! No bajéis de las nubes Mercurios y Apolos como aparato escénico; la multifónica y
divina naturaleza es musa y maestra de la lengua. (Ibídem, pág. 39), se le suministra como
tributo la palabra-signo, a fin de que con este nombre se acuerde de ella. Para Herder, gracias
a que el hombre domina la naturaleza, ha sido padre 29 de un lenguaje vivo que él ha sacado
de los sonidos como propiedad distintiva de los seres que los emiten.

Desobedecer para obrar es la divisa del creador. La historia de los hombres en sus procesos es
una serie de actos prometeicos». (Raez, 2015, pág. 196). De igual forma, retomando esto,
consideramos que la desobediencia es un acto que Herder llevaba a cabo en su época al llevar la
contra a todos los personajes ilustrados con sus obras.
29
Aquí le agregamos y Madre para ser inclusivos con las mujeres en la acción de hacer
nacer el lenguaje.
36
Esta concepción en la que «Dios lleva al hombre los animales para ver cómo los llamaba,
y tal como él los llamara, así se denominarían» Herder busca la forma de decir esto de manera
más clara, al modo oriental, poético: ¡el hombre ha descubierto lenguaje por sí mismo,
basándose en los sonidos de la naturaleza, considerándolos signos de su entendimiento
dominante! (Ibídem, pág. 39). Los conceptos celestiales y espirituales no se hallan en primer
plano, en cambio las notiones comunes, las semillas de nuestro conocimiento, si se encuentran
en primer plano. Para Herder los sujetos deberían, naturalmente, preceder al predicado y los
sujetos simples, a los compuestos. Podemos tener todos los sentidos, además de ser seres
cognoscentes, pero no somos espíritus del cielo. Los primeros elementos de poder son los
verbos sonantes, en donde la estructura entera de lenguaje es el desarrollo del espíritu, una
historia de los descubrimientos del hombre, por ende, “el origen divino del lenguaje no explica
nada ni permite que se explique desde él; como dice Bacon desde otro punto de vista, es una
sacrosanta vestal, consagrada a Dios, estéril, piadosa, pero inútil” (Ibídem, pág. 40). Francis
Bacon se muestra crítico ante las explicaciones del origen del lenguaje divino, sin embargo,
su tesis se sitúa en la demostración de la ruptura entre lenguaje y pensamiento reduciendo el
primero a la función de mero instrumento para la transmisión del segundo, por lo tanto, no
puede entrar en la discusión de interés de Herder en cuanto a la génesis del lenguaje.

Para continuar con esta investigación es necesario preguntarse por las palabras. El primer
diccionario se recogió, pues, a partir de los sonidos de todo el mundo. Cada ser sonante emitía
su nombre; el alma humana imprimía su imagen sobre él, lo concebía como signo. El sonido
era el que tenía que designar la cosa, en el mismo sentido en que era ésta la que lo producía.
Los nombres han surgido de los verbos, y no éstos de aquéllos. (Ibídem, pág. 40), las lenguas
primitivas manifiestan con abundancia este origen, según Herder en un diccionario filosófico
de los orientales, cada raíz, presentada correctamente y desarrollada de forma sensata,
constituiría un mapa del proceso del espíritu humano, una historia de su desarrollo; diccionario
completo de esta índole seria la más brillante prueba del arte inventivo del alma humana.
(Ibídem, pág. 40-41), en cambio no considera que lo sería el método lingüístico pedagógico
de Dios.

11.1 La poesía

Entre los salvajes de Norteamérica, por ejemplo, la naturaleza suena, todo sigue viviendo,
todas las cosas tienen su genio, su espíritu; que igual ha ocurrido entre los griegos y los
37
orientales, lo atestigua su gramática y su léxico mas antiguo. “La lengua de una nación antigua
es un estudio de los laberintos de la fantasía y de las pasiones humanas, igual que su
mitología. Cada familia de palabras es una mezcla que ha crecido en torno a una idea sensible
principal” (Ibídem, pág. 41), cada palabra tiene su esencia dictada por una emoción fuerte y
continua que domina la razón y orienta toda la conducta. Mohamed Abrighach (2010), en su
artículo sobre la teoría poética de Antonio Machado y la tradición romántica, hace referencia
a el naturalismo poético la expresión directa, clara, sencilla y espontánea del lenguaje citando
frases de importantes pensadores que a continuación, de igual forma plasmaremos:

José María Blanco White afirma: «El lenguaje primitivo es siempre metafórico y apenas se
encuentra en él una expresión que no sea trasladada [..] Las bellezas de los primeros
lenguajes todos fueron propias de la poesía y que solo pudieron recibir su aumento [..] de
alguna imaginación viva y ardiente» (White, 1971, págs. 170-71); Jean Paul Richter: «Si la
sencillez es uno de los elementos de la belleza, ésta es su compañera necesaria» (Richter,
1991, pág. 61); F. W. Schelling: «[la sencillez es] lo supremo en poesía como en las artes
plásticas» (Schelling, 2006,cit., p. 263); August Wilhelm von Schlegel: «En el lenguaje todo se
vuelve figura de todo, se vuelve una alegoría de la interacción de todas las cosas, o, desde un
punto de vista aún elevado, de su identidad» (Lacoue & Jean-Luc , 1978, pág. 363); Friedrich
Schlegel: «Sólo una regla general puede aplicarse a la gran cantidad de poemas románticos
[...]. Estos poemas tienen tanto más valor [...] cuanto más natural y sin afectación se exprese
el elemento maravilloso de la poesía, el juego propiamente libre de la fantasía» (Schlegel,
1983); William Wordsworth: «La vida humilde y rústica fue generalmente escogida porque en
esta condición las pasiones esenciales del corazón encuentran mejor suelo en el que pueden
alcanzar su madurez, están menos constreñidas y hablan un lenguaje más llano y más
enfático» (Abrams, 1975, pág. 193).

Como vemos la poética está íntimamente ligada con el lenguaje, es la técnica que nos
permite percibir lo más íntimo y profundo de la conciencia humana, “la naturaleza es la fuente
más original y primigenia del lirismo poético en general. La naturalidad de las formas poéticas
se trasparenta en la expresión verbal mediante el uso de la palabra justa, directa, espontánea
y elegantemente clara. (Abrighach, 2010, pág. 4), Herder partiendo de su afirmación en la que
considera que el lenguaje de la primera humanidad fue sonoro y que las palabras no existían,
sino sólo sonidos tendentes a expresar una sensación, afirma que el hombre está formado

38
como criatura hablante. Esto dio lugar a que desde el principio hubiera una unidad primaria de
poesía y música.

Por otro lado, “la poesía y la creación de géneros en el lenguaje constituyen, pues,
intereses de la humanidad y los genitales del habla son, por así decirlo, el medio de su
reproducción.” (Herder, 2015, pág. 42), el lenguaje está lleno de pasiones como el amor, la
debilidad y el miedo. Herder al igual que Descartes nos expone la idea de un genio, pero no
un genio malvado, más bien un genio superior, que de ninguna forma puede sentir las pasiones
humanas terrenales, por lo tanto, ningún genio de las estrellas podría aparearles a los nombres
géneros y artículos, dado que todo el lenguaje se debe construir sobre el sentimiento de las
debilidades humanas.

Herder nuevamente le hace una crítica a Süssmilch, pues este considera orden divino el
hecho de que « la mayoría de las voces primitivas son monosílabas, mientras los verbos son
casi siempre bisílabos y, consiguientemente el lenguaje está distribuido de acuerdo con la
magnitud de la memoria» (Süssmilch, 1766, pág. 22), Herder demuestra que en las lenguas
más antiguas, las raíces son todas verbos bisílabos, esos verbos se basan inmediatamente
en sonidos e interjecciones de la naturaleza sonante.

“Lo que dicen tantos antiguos y repiten tantos modernos sin sentido, a saber, que
la poesía fue anterior a la prosa, deriva su vida sensible de este hecho: En efecto, ¿qué
era esa primera lengua sino una colección de elementos de la poesía? ¡Imitación de
una naturaleza que soñaba, que obraba, que se conmovía! ¡Una lengua tomada de las
interjecciones de todos los seres y vivificada por interjecciones de la sensibilidad
humana! ¡El Lenguaje natural de todas las criaturas recreado por el entendimiento en
voces, en imágenes de acción, de pasión, de actos vivos! ¡Un diccionario del alma que
es mitología a la vez que admirable epopeya de las obras y discursos de todos los
seres! Es decir, permanente fabulación compasión e interés: ¿Qué otra cosa es la
poesía? (Herder, 2015, pág. 43)

11.2 La música y el canto

La tradición de la antigüedad dice que el primer lenguaje de la especie humana fue el


canto, algunos piensan que pudimos haberlo aprendido de los pájaros, para Herder no tiene
sentido que el hombre imitara al ruiseñor y a partir de eso creara su lengua. Sin embargo, al

39
igual que Leibniz30, cree que es posible un lenguaje por medio de tonos musicales, pero no
para los primeros hombres de la naturaleza, a pesar de que posean un lenguaje tan artístico
y fino. Cada ser tiene su voz, y su lenguaje se forma conforme a esa voz.

“Leibniz reconoce la existencia de una diversidad de signos: existen palabras, números,


símbolos químicos, notas musicales, etc. Entre ellos, algunos resultan más eficaces que otros
para alcanzar el conocimiento. En un escrito breve perteneciente al período de
las Meditaciones, Leibniz indica que los signos son tanto más útiles cuanto más expresan el
concepto de la cosa significada en forma tal que no sólo pueda servir para la representación
sino también para el razonamiento" (Bertolio, 2013, pág. 155). Como podemos observar,
Leibniz realza la importancia epistémica de los signos para la expresividad.

Según Leibniz, “los tonos musicales, como todas las sensaciones, son mezclas confusas
de infinitas muestras de pequeñas percepciones (petites perceptions) que en cada momento
se hallan en armonía preestablecida con las percepciones de todas las demás mónadas 31; al
oír un acorde, el alma cuenta inconscientemente las pulsaciones, y compara la razón
matemática que, cuando es simple, produce la consonancia.”

( Camarero & González, 2002)

Exactamente, Leibniz dice:

Encántanos la música, aunque su belleza sólo consiste en conveniencia de


números y en la cuenta que, sin apercibirse, lleva el alma de los latidos o vibraciones
de los cuerpos sonoros, que se encuentran y aúnan en ciertos intervalos. (Leibniz,
1994, pág. 410)

El lenguaje primigenio se apoyaba básicamente en la voz, el grito y el verbo. Era una


especie de canto, a sabiendas de que éste no era una imitación musical de los sonidos de la

30
(N. Del A.) Oeuvres philosophiques, publiées p. Raspe, pág 232
31
Para Leibniz las mónadas se asemejan a los átomos, ellas forman la realidad o como Leibniz
diría, son los “Elementos de las cosas”, la diferencia es que la mónada es inmaterial, incorpórea y
espiritual, mientras que el átomo no lo es. Las mónadas no se pueden dividir en partes más
pequeñas, porque ni siquiera tienen partes. Para él las mónadas son la materia prima del universo,
con ellas se construye todo.

40
naturaleza, y tampoco lo pudo aprender de los pájaros. Es verdad que Herder reconoce la
posibilidad de un lenguaje por medio de tonos musicales, y si fuese el caso que los hombres
primitivos tuviesen un lenguaje arbitrario e imitativo, tendríamos que aceptar que «cada
especie habla su lengua, no para el hombre, sino para sí.»

“Si fue canto el primer lenguaje humano, fue un canto tan natural, tan apropiado a sus
órganos y resortes naturales, como lo es suyo el ruiseñor, que es, por así decirlo, una garganta
que flota; tal fue también nuestro sonante lenguaje” (Herder, 2015, pág. 44), algo tan propio y
adaptado a nuestra constitución, que no puede verse únicamente como imitativo.
Herder enfatiza su critica a Condillac y Rousseau al hablar de sensibilidad, la cual sin duda
dio vida a las primeras voces, pero el lenguaje no podría surgir de las simples voces de la
sensación, por lo tanto se pregunta: ¿En qué consistía entonces ese canto?; consistía
precisamente el nombrar cada uno de los seres según su lenguaje, así la naturaleza entera
resonaba ante el hombre formado por todas las voces que el entendimiento necesitaba,
percibida por la sensibilidad y expresada por los órganos. “Era un canto, pero ni trino de
ruiseñor, ni lenguaje musical de Leibniz, ni simple grito animal: era expresión del lenguaje de
todos los seres en escala natural de la voz humana” (Ibídem, pág. 44). El lenguaje debe ser
entendido como elemento que le es propio a el ser humano, Herder defiende que el lenguaje
no tiene origen en sentido propio, sino que le es connatural, si debemos preguntarnos por la
génesis del lenguaje, por ende, también deberíamos preguntarnos por el origen de la razón
humana, ya que no podemos emplear lenguaje sin razón, ni la razón sin lenguaje.
Como sabemos, el lenguaje se presentó más esbozado y monótono, continuó siendo una
especie de canto, según Herder muchos acentos primitivos lo atestiguan. “De ese canto,
posteriormente ennoblecido y refinado, surgieron la poesía y la música más antiguas” (Ibídem,
pág. 44). Por un lado, entre una de varias teorías se cree que la música nació al prolongar y
elevar los sonidos del lenguaje. Esta teoría la han planteado tanto Rousseau, como Spencer y
Heder.

“Para los griegos la sustancia musical tenía tres partes: los sonidos de la voz, la
altura musical y el cuerpo humano. Estas permanecían pasivas e inermes hasta su
activación por medio de un principio dador de forma que las traducía en lenguaje
articulado (poesía), melodía (música) y gesto (danza). Se acuñaron términos como

41
rhythmizonmenon, melodoumenon y hermosmenon para el material “crudo” rítmico,
melódico y armónico.” (Rowell, 1999, pág. 7)

Si tomamos en cuenta que los griegos buscaban la mimesis con la naturaleza, esto nos
daría como resultado que se le niegue a la música un ser independiente que por ende se
alimenta de fuentes externas, sin embargo “podemos estar de acuerdo con Aristóteles en que
« la alegría personal no está en la cosa (imitada)», la mayor parte de los oyentes preferirá́
disfrutar del fenómenos musical en sí y no del grado de verdad o de destreza con que este
representa a otra cosa.” (Rowell, 1999, pág. 6) , si bien el lenguaje es exclusivo del hombre,
la música y el canto lo compartimos con los animales:
“Tomando como punto de partida el hecho de que la música, en su sentido más
amplio, es una propiedad inherente a la naturaleza, hablamos del canto de las ballenas,
de los delfines, de los pájaros, del graznido de ciertas aves o del aullido de los lobos,
en la esfera humana la música y su arte ha sido, desde tiempos ancestrales, un aspecto
tenido muy presente en la vida del individuo y de las sociedades.” (Fuensanta , 2017,
pág. 2)

Sin embargo cabe preguntarnos: ¿Cómo surge la música en los seres humanos?, si
seguimos a Herder, debemos tener en cuenta que para él, el lenguaje no surge por imitación
de la naturaleza, sin embargo: ¿Se puede considerar dentro su teoría que la música surge
como resultado de la imitación de la naturaleza?, siguiendo su línea argumentativa, nuestro
filósofo se centraría más en la discusión de cual de las dos se presentaron primero, la música
o la palabra, discusión que hasta en la actualidad sigue en boga.
“La Antropología hace presuponer que incluso antes de que el hombre fabricase
instrumentos musicales ya hacía música cantando, batiendo palmas o golpeando objetos,
demostrando, así́, la íntima relación entre la especie humana y este arte.” (Harris, 1990, pág.
47), el ser humano y las distintas especies llevamos intrínsecamente un ritmo, pues muchos
de nosotros más de una vez hemos sido capaces de escuchar el ritmo de los latidos de nuestro
corazón, pero ¿cuándo fue que creamos conscientemente la música?, sabemos que “algunas
interpretaciones tradicionales vinculaban el surgimiento de la música a actividades
intelectuales relacionadas con el concepto de lo sobrenatural (desempeñando una función de
finalidad supersticiosa, mágica o religiosa), actualmente se relaciona con los rituales de
apareamiento y con el trabajo colectivo.” (Ibídem, pág. 47). Innumerables mitos y rituales,
tanto en México y en Latinoamérica como de otras latitudes, corroboran esa afirmación. “La
música tiene lugar cuando los principios formales de ritmo, armonía y melodía se imponen
42
sobre sustancias neutrales (lenguaje, tono musical, el cuerpo), activándolas en una estructura
artística dinámica y coordinada.” (Rowell, 1999, pág. 7). Para comprender esto, debemos
tomar en cuenta que la historia de la música es, en muchos aspectos, la historia de los seres
humanos.

Al no emplear instrumentos musicales en su origen para interpretarla, sino la voz


humana o la percusión corporal – que no dejan huella en el registro arqueológico, se
puede inferir que la música se descubrió en un momento similar a la aparición del
lenguaje. Del mismo modo, que el cambio de altura musical en el lenguaje pudiera
producir un canto, invita a pensar en la posibilidad de que en sus orig ́ enes apareciera
de esta manera. Además, la distinta emotividad a la hora de expresarse, así como una
expresión rit́ mica, constituye otra forma de, si no música, sí elementos musicales, como
son la interpretación o el ritmo. Dicho de otra manera, la música nació al prolongar y
elevar los sonidos del lenguaje. Sea como fuere, también es un hecho más que
aceptado que en casi todas las culturas, la música es tenida como un regalo de los
dioses. (Harris, 1990, pág. 48)

En el mundo prehispánico, de igual forma se consideraba a la música como un don divino,


existen numerosos mitos que advierten la creación de la música, de los instrumentos
musicales, o incluso su interacción en ciertos eventos trascendentales. Por ejemplo, se cuenta
en uno de ellos que la creación del hombre fue anunciada en el inframundo con la trompeta
de caracol, o que Quetzalcóatl, ya en el inframundo, burló la trampa de Mictlantecuhtli tocando
un caracol horadado por insectos.
De todos los componentes empleados en rituales prehispánicos, los más importantes
siempre fueron la danza y la música. (Madrid, 2016)

Es importante resaltar en nuestra investigación los mitos y rituales prehispánicos en cuanto


al ámbito musical y epistemológico, los cuales nos dan pista de las distintas cosmovisiones del
pensamiento y el lenguaje, sin embargo debemos tomar en cuenta que la investigación de
Herder no abarcó, a diferencia de su enfoque en la mitología griega, los mitos y concepciones
prehispánicas, eventualmente hace referencia a los pueblos originarios del continente
americano con una perspectiva antropológica, etnológica y lingüística, sin embargo su
atención está dirigida principalmente a sobreponerse a sus contemporáneos.

A continuación, critica a el filósofo Brown, que habla del origen de la poesía y la música,
sin embargo, dado que no aborda el origen de ambas a partir de la naturaleza entera del
hombre, no las plantea de manera correcta. Herder manifiesta que los mejores fragmentos de
poesía antigua son restos de las épocas de lenguaje cantado, aquel filósofo que hubiese
43
aprendido a leer estos fragmentos hubiese aportado bastante, Herder expresa: ¡sin este
requisito no se suele ver más que el tejido de un tapiz al revés, disiecti membra poetae!32.

11.3 La voluntad

Como sabemos, sucede que aquellos sonidos convertidos en señales por entendimiento
pueden dan lugar a las palabras, pero ¿Qué sucede cuando los objetos no emiten sonidos?,
¿De dónde extraer para estas palabra-signo con las que pudiera nombrarlos el alma? ¿Cómo
conseguirá el hombre el arte de transformar en sonido lo que no es sonido? ¿Qué tienen en
común el color y la redondez con el nombre que surge de ellas?, ¿Como surge de la oveja la
palabra «balar» ?, todas estas son algunas de las preguntas que nos plantea Herder, para los
defensores del origen sobrenatural, la respuesta es que surge de algo arbitrario, ¿Por qué
verde se llama verde y no azul?, descubrir el lenguaje se presenta como un qualitas occulta,
en la cual:

El conocimiento existe, pero no hay un portador del conocimiento. Y si no hay un


portador del conocimiento, ¿cómo podría existir un portador de la acción? Por otra
parte, sin portador de la acción ni siquiera es concebible una voluntad, y la acción
misma, sin un portador que le sea propio, es absurda. ¿Quién actuaría? El concepto
de acción resulta así ficticio, es una abreviatura, una aproximación, un salir del paso
expeditivo que asume como unidad (metafísica) lo que en términos de conocimiento–
que son los únicos datos aceptables–se reduce a una serie intrincada de nexos entre
representaciones. (Colli, 1996, pág. 42)

Sin embargo, esto es precisamente una representación, y ahí nos encontramos con sus
límites, en la cual es preciso resaltar que:

En la ilusión del idealismo no es el sujeto quien crea la realidad, no es el yo quien


crea el ser, ya que cada representación contiene al sujeto, o mejor lo implica, pero no
está creada por el sujeto. De hecho, crear es un actuar, de modo que nos encontramos
de nuevo en la mitología de la acción; a la formación de las representaciones se les
podrá aplicar a veces la categoría de la causalidad, pero en tal, en su unidad, la que
sea considerada como causa, y de ningún modo un sujeto siempre fugitivo y cambiante,
que se muestra como causado antes que como causa. Es por el contrario la cogitatio
la que construye el cogito, no el cogito el que construye la cogitatio; en definitiva, puede
existir una cogitatio sin cogito, pero no a la inversa. (Ibídem, págs. 42-43)

32
N. del A. Horacio, Sátiras, I, IV, V. 62: «los miembros del poeta destrozado».
44
Sin embargo, inventar partiendo del cerebro, una lengua del mundo arbitrario, en el fondo
tiene un motivo, aunque sea uno solo. Por lo tanto, Hallamos en el lenguaje una voluntad; una
voluntad que no se desasocia del ser.

Para Herder un lenguaje ideado por pura arbitrariedad es sencillamente contrario a


cualquier analogía con las facultades del alma. La pregunta sigue siendo, ¿Cómo ha sido el
hombre, capaz de inventarse un lenguaje en los casos en que no sonaba voz alguna? También
nos podemos preguntar, ¿Cómo se relacionan visión y oído, color y palabra, olor y sonido?
¿Qué son entonces estas propiedades en los objetos? según Herder son simples afecciones
sensibles en nosotros, las cuales todas convergen en una sola, siguiendo el concepto de
Aristóteles en un sensorio común, que significa percepción unida a la reflexión, este sensorio
común está afectado por lados diferentes. En el sentido común, aunque las sensaciones sean
múltiples, el alma sensitiva es una sola, pues ésta percibe tales sensaciones en un momento
único e indivisible y con un mismo sentido33. En otras palabras, cumple la función de unificar
las múltiples sensaciones recogidas independientemente por los sentidos externos.

La teoría de los sensibles (sensibilia) es un instrumento para determinar estos


resultados cognitivos. A través de ellos, la tradición aristotélica pretende aclarar la
complejidad del conocimiento sensible. El análisis de los sensibles, parte de una
descripción de los datos rudimentarios de la captación sensible de la realidad, es decir
de las cualidades y de las cantidades sensibles, o sea, aquello que Locke denomina
primary y secondary qualities, y lo que Tomas de Aquino llama sensibles comunes y
sensibles propios, respectivamente. (Tellkamp, 1997, pág. 89)

Es importante resaltar que existe una discusión respecto al sentido común como
aprehensión de los «sensibles comunes» y respecto a la naturaleza de tales «sensibles» en
relación con los «sensibles propios». La concepción de sentido común nos lleva a tantas
vertientes que según Ferrater Mora sería interesante averiguar en qué relación se halla la
mencionada doctrina (o doctrinas) del sentido común con la concepción del sentido común en
cuanto sensus communis naturae de que hablaron asimismo los escolásticos, entre ellos
Santo Tomás. (Ferrater, 2009, pág. 3235), por una parte, parece haber una cierta relación
entre ambas doctrinas por cuanto la segunda presupone asimismo alguna especie de «sentir
unificante». Por otro lado, la doctrina del sensus communis naturae es distinta de la del sentido

33
Cfr. Acerca de la sensación y de lo sensible 449a 1 y ss. (Aristóteles, Biblioteca Digital,
2016)
45
común en su forma estricta por cuanto se refiere no a aprehensiones de varios sentires por un
mismo individuo, sino a aprehensiones de varios individuos, con la idea de un «acuerdo
universal» respeto a ciertos principios o «verdades» que se suponen aceptables para todo
junto a la idea de una naturae rationalis inclinatio que reside en toda naturaleza racional como
tal. (Ibídem, pág. 3235). Entre las implicaciones en el sensorio común de Aristóteles
encontramos que: “Por una parte, nos evita los reduccionismos de una concepción atomista
de la sensación (pues lo que percibimos no es en primer lugar cualidades simples en su
aislamiento, sino objetos sensibles unificados) y, con ello, nos acerca a una comprensión
holística tanto de la percepción como de los fenómenos psicológicos con ella relacionados
(memoria, imaginación, sueños, etc.). (Pineda, 1998, pág. 141), es así como con el
conocimiento sensible podemos retener objetos conocidos por la sensibilidad externa
(memoria), o formar otros nuevos (imagination), o bien valorarlos (cogitativa). Por la otra parte
vemos que, para unificar la experiencia, “Aristóteles no tiene que recurrir —como lo harán
muchos filósofos modernos— a un "yo" que unifica representaciones; al contrario, se trata de
una unidad objetiva, que está garantizada por una sensibilidad común de carácter sintético y
auto perceptivo característica de la vida animal”34. (Ibídem, pág. 141).
Cabe resaltar que para Herder todos los sentidos se basan en el tacto, y de ahí surgen los
fenómenos más singulares, al ser una sensación tan íntima. Mediante una impresión de la
infancia, a través de un brusco arrebato se crea la capacidad de unir un sonido con un
determinado color, por lo tanto, se puede ligar el sonido y el color, el fenómeno y el sentir. Este
tipo de conexiones abunda entre los sentidos más diversos.

La sensación de ideas es inevitable entre criaturas sensibles que sienten a través de


muchos sentidos distintos, “si nos fuese posible detener la cadena de nuestros pensamientos
y buscar el enlace de cada eslabón, percibiríamos entre los más diversos sentidos, analogías
y fenómenos inesperados, y, sin embargo, el alma suele actuar de acuerdo con esos sentidos.”
(Ibídem, pág. 47), irónicamente pensamos cuerdamente, pero combinamos ideas de modo
incomprensible y necio.

11.4 Los sentidos

34
cfr. (Modrak, 1987) Op. cit., pp. 134 y s
46
Herder define a los sentidos como especies de representaciones de una efectiva facultad
anímica, las cuales aprendemos a distinguir en la práctica a base de mucho esfuerzo, pero
siempre actúan conjuntamente, en la naturaleza todos ellos constituyen un solo tejido.

Según el diario La Vanguardia hasta hace poco, se solía pensar que los sentidos actuaban
de forma individual y que el cerebro los procesaba por separado. Cada uno se encargaba de
un tipo de percepción. Los ojos veían, la boca degustaba, las manos tocaban, etc. No obstante,
descubrimientos realizados en la última década parecen refutar esa concepción esa idea. En
el año 2000, seudocientíficos de la Universidad de California llevaron a cabo un experimento
en el que mostraban a una serie de individuos un flash de luz, al que acompañaban de dos
breves tonos sonoros. Curiosamente, la mayoría de los participantes afirmaban ver dos flashes
de luz en lugar de uno (Sáez, 2012). Así como este ejemplo, existen más estudios que
demuestran cómo unos sentidos influyen sobre los otros, y dependiendo del medio en el que
nos encontremos podemos hasta llegar a concebir un mismo objeto de distintas maneras.
Buffon, Condillac y Bonnet dividen las sensaciones, las cuales en el hombre sensitivo son
abstracciones, sin embargo, en cierto sentido continúan actuando conjuntamente.
Por un lado, Buffon en su discurso sobre la naturaleza de los animales (Discours sur la
nature des animaux, [1753] 2003, pág. 46) ya propone una jerarquía, según la cual, el olfato y
el gusto son sentidos más vinculados con el apetito, y es por eso que los animales los tienen
más aguzados (Ibídem, pág.64). Siguiendo a Herder, la vista y el tacto, en cambio, están más
vinculados con el conocimiento (Ibídem, pág.46); y por eso no es sorprendente que en el
hombre estén más desarrollados. Como también lo está el oído en virtud de su importancia
para el habla (Ibídem, pág.47). Dado que Herder le da más importancia al sentido del oído, no
coincide con Buffon en el hecho de considerar tanto el tacto como la vista, en especial el
primero, como el sentido más importante para el hombre; afirmando, incluso, que era sólo por
su intermediación que se podían “adquirir conocimientos completos y reales”. (Gustavo, 2017,
pág. 64). Esta jerarquía de los sentidos que propone Buffon, Heder la criticará al considerar
que en sus suposiciones no toma en cuenta los detonantes principales de los sentidos que
dan lugar al surgimiento del lenguaje, a pesar de que cada uno de los sentidos estén
implicados.

Por otro lado, según la concepción de los sentidos en Condillac, nuestras sensaciones sólo
son signos de las cosas y no sus copias. Esto era agnosticismo. En el terreno de la

47
interpretación de las relaciones sociales, Condillac era un idealista, el cual confiere, al igual
que Buffon, al sentido del tacto en su dimensión dinámica y no meramente pasiva, el papel
preponderante en el mecanismo constituyente del sentimiento de objetividad. Los llamados
«sentidos subjetivos» (olfato, oído, gusto, tacto y vista) no son para Condillac vías
cognoscitivas válidas de acceso a lo externo; sólo el tacto activo propiciará́ para él, el
alumbramiento en el yo de un mundo ajeno trascendente y material. Únicamente por medio de
lo táctil de solidez o resistencia podrá hacer posible tal alumbramiento. (Martínez-Liébana,
1999, pág. 297). Como podemos ver, en el sensualismo de Condillac no se admite
conocimiento mas que de las sensaciones recibidas del exterior, lo que conocemos como
conocimiento no son más que sensaciones transformadas, es por ello por lo que Charles
Bonnet vio la necesidad de ampliar las ideas de Condillac, por lo tanto, examinó los
mecanismos de los procesos sensoriales. Para continuar con la analogía de la estatua de
mármol35, Bonnet le otorgó un sistema nervioso que se hiciera cargo de las sensaciones.
Afirmaba que el sistema de fibras nerviosas explicaría no solo los procesos sensoriales, sino
también las funciones psicológicas de la atención, la memoria y el reconocimiento. Veía los
procesos mentales superiores en términos de asociaciones de sensaciones o recuerdos en el
contexto de, digamos, un tiempo, un lugar o un significado común; por ejemplo, el dato

35
Condillac conjeturó una estatua muy particular: en forma gradual podria ́ ir adquiriendo los
sentidos de la vista, el olfato, el oid
́ o y el tacto. Al dotarla de sus sentidos externos, esa estatua
poseeria ́ al cabo aquello que denominamos "conciencia". La característica común a estos sentidos
es que son subjetivos, no pudiendonos dar idea del mundo externo. Será el tacto el que introduzca
esta gran novedad al proporcionarnos informacion de lo que está fuera de nosotros mismos,
facilitando asi la diferenciación de sujeto-objeto. Pero en el conocimiento de la realidad exterior, el
tacto va a tener como aliado al sentido cenestésico, que será el que saque a la estatua de su
enclaustramiento: «Hemos probado —escribe el filósofo— que con las sensaciones del olfato, del
oido, del gusto y de la vista, el hombre se creerá olor, sonido, sabor y color, y que no adquiriría
ningún conocimiento de los objetos externos. Es igualmente cierto que, con el sentido del tacto,
estaria en la misma ignorancia si se quedase inmovil. No percibiria más que las sensaciones que
el aire cercano pudiera enviar sobre él; tendría calor o frio, sentiría dolor o placer; no percibiría ni
en el aire de alrededor ni ningún cuerpo; no se sentiria más que él mismo. Se precisan tres cosas
para hacer juzgar a este hombre que existen cuerpos: la una, que sus miembros esten
determinados al moverse; la otra, que su mano, principal organo del tacto, se pose sobre él y sobre
lo que le rodea; y, la última, que entre las sensaciones que su mano experimenta, haya una que
represente, necesariamente a los cuerpos». (Condillac, 1975, pág. 197) Gracias al movimiento, a
la capacidad de desplazarnos en busca de las cosas, los sentidos que no son capaces de llegar a
ellas pueden percibirlos siempre que queden a nuestro alcance, que podamos ir a su encuentro.
(Fiérrez, 1992, pág. 28)

48
sensorial A podría vincularse al dato B si se dieron simultáneamente. Así, Bonnet expandió la
postura de Condillac al establecer una base más razonable al materialismo psicológico en el
sistema nervioso, a la vez que disminuyó la necesidad de un agente mental especial (Brennan,
1999, pág. 99). Bonnet propuso el estudio cuidadoso del sistema nervioso ya que parecía ser
la vía de la transmisión de información sensorial responsable de la actividad humana. Las
fibras neuronales hicieron posible que las sensaciones viajaran alrededor del cuerpo y en el
receptáculo del conocimiento: la mente humana. Eso sirve como enlace entre la mente y el
cuerpo para aclarar aún más las áreas grises en el dualismo de Descartes. El materialismo
psicológico fue apoyado por los experimentos en el sistema nervioso que proporcionaron
evidencia de un vínculo entre la mente y el cuerpo y la forma en que ambos interactúan entre
sí.

Para Herder los sistemas se encuentran interrelacionados, sin embargo, su mirada estaba
más tendiente a explicar el lenguaje hablado, por lo tanto, se pregunta cómo haríamos audible
lo que vemos, siendo la visión en sentido más frío, la naturaleza ha facilitado su solución. La
vista comenzó siendo solo tacto, tenemos el ejemplo de gente que ha estado ciega y vemos
como puede desenvolverse con el sentido del tacto. Dado que la mayoría de las cosas visibles
se mueven, por lo tanto, suenan al moverse; si no lo hacen, están más cerca del ojo, es esto
lo que da lugar a que podamos sentirlas. “El tacto guarda mucha relación con el oído: sus
expresiones, por ejemplo, «duro», «áspero», «blando», «lanoso», «afelpado», «peludo»,
«rígido», «erizado», etc., todas las cuales se refieren tan sólo a superficies y nunca afectando
el fondo suenan como si uno estuviera sintiendo” (Herder, 2015, pág. 48). Pareciese que al
tocar superficies con esas consistencias se estuviesen pronunciando las manos las vocales
de cómo sentimos esos objetos con distintas texturas.

Ante la necesidad del alma de crear vocablo, el alma agarró el matiz que convergía
primero. De esa manera se dio lugar a las palabras para todos los sentidos.

Naturalmente, si pensamos en la palabra relámpago, por ejemplo, ello creará una palabra
que, a través de sentir mediador, suministre al oído aquella sensación de lo súbito, rápido, que
ha experimentado el ojo.

Herder expresa que las palabras «olor», «tono», «dulce», «amargo», «ácido», etc., suenan
todos como si les sintiéramos. En efecto, podemos recordar a los famosos perros de Iván
49
Pávlov, aquel científico ruso que en 1890 etiquetó la ley del reflejo condicional. Cuando los
perros de su laboratorio escuchaban el timbre, sabían que a los pocos minutos recibirían su
ración de comida. Una simple asociación que les provocaba el empezar a salivar solo con
escuchar ese sonido. Un condicionamiento simple que también nosotros experimentamos
cuando vemos o escuchamos algo que "se nos hace la boca agua” por ejemplo.

Herder nos presenta las dificultades que se reducen a las dos siguientes hipótesis
comprobables:

1) No siendo los sentidos sino tipos de representación del alma, ésta tenga solo
representaciones claras, es decir, a que posea una propiedad, con la cual poseerá
lenguaje interno.
2) No siendo todos los sentidos, especialmente en la niñez, otra cosa que tipos del sentir
del alma y poseyendo éste siempre, por una ley natural de la sensibilidad animal, su
sonido inmediato, tal sentir se limite a tener la nitidez de la propiedad: así tendremos
ya la palabra del lenguaje externo.

“Como el hombre sólo percibe el lenguaje de nuestra maestra naturaleza gracias al oído,
sin el cual sería incapaz de inventarlo, el oído resultó ser el mediador entre sus sentidos, la
genuina fuerza del alma, el lazo de unión entre los otros sentidos˝ (Ibídem, pág. 48), Herder
se basa en la esfera de la sensibilidad externa, en la cual el oído es el mediador entre los
sentidos humanos. Al contrario de la vista que nos lanza mucha distancia, y del tacto que sólo
es afectado en su órgano, es decir; en sí mismo, el oído se halla en el medio, en el punto de
la comunicabilidad.

Esto es importante para el lenguaje, porque logramos identificar el sentido esencial para
él, el cual es el oído, dado que, si una criatura racional tuviera como sentido principal el tacto,
su mundo sería muy reductible, podría desarrollar artefactos muy bellos y detallados, como el
ejemplo de la araña y su obra que es la telaraña, pero no un lenguaje por medio de sonidos.
En el otro caso, en que la vista fuese el órgano principal, sería un mundo con una visión
inagotable de infinita variedad, sin embargo, su lenguaje sería una especie de fantasía, podría
formar una escritura con formas, colores, rayas y círculos, entre otras figuras geométricas,
pero nunca un lenguaje de sonidos.

50
Nosotros, criaturas oyentes, nos hallamos en el medio: vemos, palpamos, y la
naturaleza, vista y palpada, suena. Es ella, gracias a los sonidos, la maestra del
lenguaje. Nos convertimos en oído, por así decirlo, a través de todos los sentidos.
Sintamos la ventaja de nuestra posición, pues ella se debe la capacidad lingüística de
cada uno de los sentidos. (Ibídem, pág. 49)

Como vemos, lo que se ve y lo que se siente también se hace audible, Herder hace
referencia a Pope36 con la pregunta ¿Quién puede gustar, palpar y oler indefinidamente sin
morir pronto de muerte aromática?, lo que pretende hacernos ver es que el lenguaje sería
fatigoso con algún otro sentido más tosco. En cambio, somos capaces de oír durante más
tiempo y casi siempre. “El oído es el sentido medio en relación con el tiempo en el que actúa
y, consiguientemente, el sentido del lenguaje” (Ibídem, pág. 51) que le da una característica
peculiar a la forma de comunicarse al humano.

El tacto nos afecta demasiado directamente; ¡es tan egoísta y vertido sobre sí mismo! La
vista es igualmente inexpresable para el inventor de lenguaje, los objetos siguen ahí, pudiendo
ser mostrados mediante señales. Los objetos del oído, en cambio, están acompañados del
movimiento, están pasando delante de nosotros, pero por ello mismo suenan.

El desarrollo de la naturaleza humana se conforma de manera más original:

“Al actuar todos los sentidos conjuntamente, nos hallamos siempre en la escuela
de la naturaleza, por así decirlo, gracias al oído: aprendemos a abstraer, a la vez que
a hablar; la vista se afina con una razón; ésta se convierte en facultad de designar, y
así, cuando el hombre llega a caracterizar más finamente los fenómenos visibles, ¡qué
acopio de lenguaje y de semejanzas lingüísticas tiene ya a su disposición! Para dirigirse
desde el sentimiento hacia el sentido de sus fantasías y no ha hecho otra cosa que
pasar por el lenguaje, aprendiendo así a hacer sonar tanto lo que veía como lo que
sentía. Pues bien, si pudiese unir todos los cabos y hacer ver de golpe lo que llamamos
naturaleza humana, aparecería por entero como un tejido destinado al lenguaje.”
(Ibídem, pág. 51-52)

El ser humano tiene tendencia instintiva al hablar, como puede observarse en una plática
común entre niños, mientras que ninguno de ellos muestra tendencia instintiva para tejer, hacer
pan o escribir. Sin duda hay una íntima conexión que hasta el momento hemos visto entre
lenguaje y sentidos, a Herder le viene a la mente la teoría del placer, de Sulzer, en la cual
considera que “el oído es el primero de nuestros sentidos que transmite al alma percepciones”;

36
An Essay on Man [Ensayo sobre el hombre], I, V. 200. (Pope, 2017)
51
dado que el sonido “puede expresar la ternura, la benevolencia, el odio, la cólera, la
desesperación y otras diversas pasiones, que agitan al alma” la música sería “el arte primero
y más poderoso de todos”. (Prada, 2016, pág. 6), Herder vio en sus escritos las ventajas y
comodidades que esta teoría le daría al afirmar la hegemonía del oído en las percepciones
frente al de otros sentidos. Pero para no alejarse demasiado de lo que pretende explicar
enumera cinco hechos:

12. LAS LENGUAS

I. «Cuanto más antiguas y originarias son las lenguas, tanto más se observa en sus raíces
esa analogía de los sentidos.»

En nuestras lenguas posteriores, por ejemplo, caracterizamos la ira como fenómeno de la


vista, con el brillo de los ojos, con el enrojecimiento de las mejillas, etc.; sólo lo vemos o
imaginamos. El oriental, en cambio, ¡lo oye! Lo hace sonar, “lo oye lanzar humo ardiendo y
chispas de furia. Tal fue la raíz de la palabra; la nariz es sede de la ira; la familia entera de
palabras y metáforas relativas a ella resoplan su origen.” (Herder, 2015, pág. 52), la ira la
simbolizamos y manifestamos respirando en voz alta e imaginamos que sacamos humo de
nuestra nariz. “Son incontables los ejemplos de la entrañable sensibilidad con la que ellos
caracterizan basándose en el oído y en el sentir” (Ibídem, pág. 52) Herder expresa que una
obra que investigara debidamente la base sensitiva de tales ideas en los distintos pueblos
constituiría una plena demostración de su tesis y del descubrimiento humano del lenguaje.

II. «Cuanto más antiguas y originarias son las lenguas, tanto más se entrecruzan también
los sentimientos en la raíz de sus palabras.» Herder considera que Consultándose el principal
y mejor diccionario oriental notaríamos la necesidad de expresarse; así, el autor desgaja ideas
de un sentimiento prestándolas a otro. Para transformar expresiones ha prestado ideas,
especialmente a los sentidos más difíciles, y también a aquellos más fríos y claros, por lo tanto,
ha tenido que convertirse todo en sentir y voz para transformarse en expresión. Es de ahí,
según Herder, que surgen las metáforas vigorosas, audaces, en las raíces verbales; de modo
que las significaciones de una raíz, y más todavía las de sus derivados, están compuestos de
elementos muy diversos. “La causa que genera este fenómeno se encuentra en la pobreza del
alma humana y en el aglutinamiento de las sensaciones en el hombre rudo” (Ibídem, pág. 53).

52
Todo esto es un indicador de que el origen del lenguaje es tan humano que, en efecto, ¿cómo
pretenden explicar este entrelazamiento de ideas como son las metáforas en las raíces
verbales los que defienden un origen distinto?, Herder se pregunta: ¿Es Dios tan pobre de
ideas y palabras que se vio obligado a recurrir a esa confusa forma de usar los vocablos, o es
tan aficionado a las hipérboles, a las metáforas incoherentes, que grabó ese espíritu en las
mismas raíces de su lenguaje? (Ibídem, pág. 54). En el lenguaje vemos reflejados signos de
la naturaleza humana, tan imperfecta, y no signos de un ente superior tan perfecto.

Inclusive en la llamada lengua divina, la hebrea, lleva toda ella marcas con estas audacias,
hasta el punto de que el Oriente se honra designándola también con su nombre. Es por ello
por lo que no de debe calificar de asiático ese espíritu de metáfora, como si no pudiese
encontrarse en otros lugares. “Ese espíritu vive en todas las lenguas primitivas, aunque en
cada una de ellas, claro está, conforme al grado de formación de la nación y a la peculiaridad
de su forma de pensar.” (Ibídem, pág. 54). La conciencia mítica, al traducirse en forma artística,
lo hace en la metáfora, cuya característica esencial es el mecanismo sintético de apercepción.
Pensemos en un referente literario de una visión mítica del mundo, como lo es la de García
Lorca, “sea al mismo tiempo, lingüísticamente hablado, una visión metafórica del mundo: el
mito tiene su vía de expresión en la metáfora y, a la vez, en un principio, la metáfora fue mito.
Es por ello por lo que la metáfora es el cause de expresión de las lenguas primitivas.”
(Carmona, 2003, págs. 72-73) quienes trasladaron ciertos significados de manera análoga e
hicieron sonar lo emitido de forma muy bella usando la imaginación.

“Un pueblo que no distinga con agudeza, que no posea corazón suficiente para expresarse
y arrebatar expresiones con fuerza, tendrá́ también menos dudas sobre matices del
sentimiento o se conformará con semiexpresiones ocultas.” (Herder, 2015, pág. 54). Para
Heder una nación con viveza es aquella que exteriorizará su valor en metáforas.

Siguiendo el punto de vista de Herder:

Plantea que las lenguas orientales, poseen una determinada raíz en la que debemos
retroceder mentalmente a una época pasada por medio de una tabla genealógica, con la cual
podríamos percatarnos de sus sentimientos oscuros, de sus impresiones desde el fondo del
alma que son poco susceptibles de regulación.

53
Las relaciones que encontramos son tan nacionales, es decir, contextualizadas
exactamente al modo de pensar y ver del pueblo. Por ello mismo, dado que se presentan de
esta manera son infinitamente difíciles de entender para un nórdico o para un occidental.

Las distintas concepciones de los pueblos orientales han surgido de la necesidad, y de


igual forma podemos encontrar en ellas pasiones como el afecto y la inseguridad de la
expresión, ¿Cómo podríamos percibir el mismo sentimiento?

Es evidente que en un diccionario de lenguas “orientales hay que recopilar las palabras y
significados de modos de pensar tan distintos. Debido a que esas definiciones momentáneas
aumentan in infinitum” (Ibídem, pág. 55), se nos presenta como algo más complicado.

Se hace necesario poseer agudeza para penetrar en esas circunstancias y necesidades,


moderación para atenerse a las interpretaciones de las diversas épocas. En pocas palabras
hace falta conocimiento y flexibilidad del alma para comprenderlas.

Es importante introducirse, no solo en la historia y literatura de un pueblo, sino también en


aquella región del alma donde los conceptos se entrecruzan y confunden, donde muy diversos
sentimientos se ocasionan recíprocamente, donde circunstancialmente se pone en movimiento
todas las facultades anímicas y manifiesta todo el arte inventivo de que el alma es capaz.
(Ibídem, pág. 55), donde encontremos sentires escondidos, confusos y creativos. Cada paso
sería un descubrimiento en esa obra, y cada nueva observación constituiría la prueba más
completa del origen humano del lenguaje.

Albert Schultens quien desarrolló su teoría lingüística y metodológica a lo largo de toda


una vida de publicaciones como es su investigación de la lengua hebrea, es de gran
importancia para la historia de la erudición. Cultivó la teoría de los más grandes poetas árabes
quienes preservaban formas puras e inalteradas de su lenguaje. Schultens aplicó esta idea al
estudio del hebreo y argumentó que, con la ayuda de sus cognados árabes, los significados
"original", "puro" y "auténtico" de cada palabra hebrea del Antiguo Testamento podían
reconstruirse (Loop, 2013, pág. 9). El trabajo de Albert Schultens reforzaron los planteamientos
de Herder, este al desarrollar algunas de esas derivaciones en la lengua hebrea le brinda una
prueba a Herder. Sin embargo, cabe mencionar, que, por muchas razones, Herder no cree

54
que sea posible desarrollar exhaustivamente los orígenes del primer lenguaje humano, aunque
éste fuese la lengua hebrea.

Herder, retoma su intriga y se pregunta ¿A qué se debe que las metáforas (especies de
palabra y de imagen), una vez desaparecida, más tarde, toda necesidad, continúen aún
existiendo, e incluso se extiendan y realcen: ¿se debe a un simple afán imitador, al amor a la
antigüedad? (Ibídem, pág. 55). En efecto, lo que da lugar a un supremo absurdo, un juego de
palabras que inicialmente no eran tales en modo alguno, que al principio era ingenio audaz y
poderoso, “era la tosca sublimidad de la fantasía la que transformaba ese sentimiento en una
palabra semejante” (Ibídem, pág. 55). Era evidente, la facultad humana para representar
mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son
o fueron reales, pero no están presentes.
Los poetas franceses, no poseen metáforas, toda su lengua es prosa de sentido común.
Herder se pregunta, pero ¿Los orientales, los griegos, los ingleses, y los alemanes como él,
¿qué emplean?

Podemos deducir que “una lengua que ha perdurado y se ha desarrollado durante largo
tiempo posee más audacias de esa índole en sus raíces.” (Ibídem, pág. 56). Es por ello por lo
que no debemos pensar que todos esos conceptos entrecruzados son pensados cada vez que
se emplean en las épocas siguientes. Según Herder la metáfora inicial fue ansia de hablar,
posteriormente con el tiempo se volvió más corriente y perdió su fuerza.

Herder hace una última observación: “si a esas audaces luchas verbales, a esas
trasposiciones de sentimientos en un vocablo, a esos entrelazamientos de ideas sin regla ni
control, se adhieren incluso conceptos de un dogma, de un sistema, o son etiquetados con
ellos, o se los investiga a partir de los mismos” (Ibídem, pág. 56) estaríamos, evidentemente,
cayendo en un error al prejuiciar conceptos. “¡cuán a menudo se crean ídolos verbales en los
que no pensaron ni el inventor de la palabra ni su uso posterior!” (Ibídem, pág. 56). Herder nos
deja ver que tales observaciones serían interminables.

III. «Cuanto más originaria es una lengua, cuanto más a menudo se entrecruzan en ella
tales sentimientos, tanto menos pueden éstos subordinarse unos a otros de forma rigurosa y
lógica. La lengua abunda en sinónimos: con toda su esencial indigencia posee la máxima e
innecesaria abundancia.»
55
A continuación, citamos las palabras de Herder para evidenciar el error de los defensores
del origen divino del lenguaje que niegan los sinónimos:

“Los defensores del origen divino del lenguaje niegan los sinónimos37. Entre las 50
palabras que el árabe posee para el león, las 200 para la serpiente, las 80 para la miel
y las más de 1.000 para la espada, se encuentren o se hayan encontrado pequeñas
diferencias que se habrían perdido: ¿por qué esas diferencias sí tenían que perderse?
¿Por qué inventó Dios un vocabulario inútil, un vocabulario que, como dicen los árabes,
sólo un profeta divino es capaz de abarcar en toda su extensión? ¿Lo inventó para la
sima del olvido? Y, si comparamos, esas palabras son siempre sinónimas, mientras
que otras muchas ideas carecen incluso de palabra. Manifiéstese un orden divino en el
hecho de que Dios, que supervisó el plan de la lengua, inventara 70 vocablos para la
piedra y ninguno para tantas ideas necesarias, para los sentimientos internos y para
las abstracciones, en el hecho de que acumulara allí́ un exceso innecesario mientras
permitía aquí́ la mayor necesidad de robar, de usurpar metáforas, de decir casi
absurdos, etc.” (Ibídem, pág. 57).

Desde un punto de vista humano había que expresar las ideas difíciles y esporádicas con
ayuda de las que estaban a mano y eran fáciles. Una lengua como la árabe que se presenta
con 400 palabras para la miseria es rica por ser pobre. Según Herder, porque sus inventores
carecían todavía de un plan suficiente para ser pobres, se pregunta ¿Y ese ocioso inventor de
una lengua que es precisamente la más imperfecta sería Dios?

Las analogías de todas las lenguas primitivas confirman la tesis de Herder: “cada una de
ellas es pródiga e indigente, pero a su manera propia” (Ibídem, pág. 57), dan y reciben
palabras.

Por otro lado, Herder nos menciona la lengua cingalesa hablada por los cingaleses, el
grupo étnico más numeroso de Sri Lanka. Casi un 75% de la población habla este idioma
procedente de los guerreros del norte de la india que llegaron a la isla en el siglo V a.C. Los
primeros registros en lengua cingalesa proceden de los siglos XIII-XIV d. C., esta lengua es
rica, conforme a las inclinaciones de su pueblo, en adulaciones, títulos y palabras altisonantes.

37
Süssmilch, § 9.

56
Al contrario de los alemanes “descorteses” como Herder mismo se denomina de manera
jocosa, los cingaleses para la palabra «doncella» dispone de doce nombres distintos, según
la posición y el rango social. Por el contrario, nos menciona que los alemanes se ven obligados
a tomar dicha palabra de sus vecinos.” Conforme a estas dos últimas circunstancias, se dice
el «tú» y el «vosotros» de ocho diferentes maneras, y ello tanto de parte del jornalero como
del cortesano: el amontonamiento es forma de la lengua” (Ibídem, pág. 58) una manera de
acumulación de palabras que demuestra la idiosincrasia de cada pueblo. En Siam38 hay ocho
maneras distintas de designar «yo» y «nosotros», según hable el señor con el siervo o éste
con aquél.

La lengua de los primitivos caribes39 se divide casi en dos lenguas, la de las mujeres y la
de los hombres, y las cosas más ordinarias, cama, luna, sol, arco, reciben de ambos nombres

38
Tailandia fue alguna vez conocido como Siam. En 1949 el nombre del país fue cambiado a
Tailandia. Tailandés significa "libre" y que podría traducirse Tailandia significa "La tierra de la
libertad". El adjetivo “siam”, cuyo significado es “los de piel oscura”, era utilizado por los pueblos
autóctonos de Tailandia para referirse a los individuos de la etnia Tai, procedentes de la zona de
Guangxi en China, que se establecieron en las fértiles llanuras del país en busca de una mejor
calidad de vida.
39
Es difícil saber con precisión a cuál lengua caribe se refiere Herder dado que las lenguas
caribes forman una familia de lenguas que actualmente consta de unas 30 lenguas y unos 50 000
hablantes, en Venezuela, Guayanas, Brasil y algunas partes de Colombia. Las lenguas caribes con
más hablantes en la actualidad son el Kari ’ña (llamado a veces simplemente caribe) con unos
10 000 hablantes. El macushi tiene unos 24 000 hablantes y el pemón una cantidad similar (Dixon,
1999).
Podemos pensar que Herder se refiere a la diferenciación lingüística basada en el sexo de
aquellos indios caribes en las pequeñas Antillas, entre los cuales hombres y mujeres hablan
lenguas diferentes, a juicio de los primeros descubridores europeos. Los hombres tenían muchas
expresiones exclusivas de ellos; las mujeres las entendían, pero nunca las usaban. Ellas a su vez,
tenían palabras y frases que los hombres no usaban so pena de exponerse a público escarnio.
Según Fernando Arellano, evidentemente no se trataba de lenguas distintas sino de diferentes
variedades del mismo lenguaje limitadas al léxico. La diferencia en las lenguas de los caribes se
ha intentado explicar como resultado de la mezcla de dos lenguas, la caribe y la arawak, en la que
se originaron variedades relacionadas con el sexo como resultado de una invasión.
Sin embargo, esta teoría no goza del favor de los lingüistas del todo (Arellano, 1977, pág. 201).
El capiponau, hablado exclusivamente por las mujeres, se explica como un fenómeno que fue
resultado de la incursión caribe en un territorio arawak, donde las mujeres se habrían resistido a
adoptar la lengua importada. Como mencionamos anteriormente, no todos los lingüistas aceptan
esta explicación (Arellano, 1987, pág. 661). Otto Jespersen sugiere que la diferenciación por razón
del Sexo puede ser, en algunos casos el resultado del tabú (Arellano, Historia de la Linguistica,
Tomo II, La Linguistica del Siglo II, 1977, pág. 200).Si seguimos la teoría en la cual se considera
que se trataba de dos lenguas distintas que permanecieron intactas como resultado de una
invasión, Herder se estaría equivocando al pensar que son sinónimos de una misma lengua, sin
embargo si seguimos a Arellano, quien considera que son diferentes variedades del mismo
57
distintos. Para Herder existe un exceso de sinónimos, sin embargo, esos mismos caribes
poseen sólo cuatro palabras para designar los colores, a las cuales tienen que referirse todos
los demás colores (Ibídem, pág. 58), en este caso lo considera pobre. Los hurones poseen
dos verbos diferentes, según se trate de seres animados o inanimados, de forma que son
siempre dos expresiones distintas «ver una piedra» y «ver una persona». (Ibídem, pág. 58).
En la lengua principal del Perú́ 40 se designan los sexos de forma tan extraordinariamente
diferenciada, que la hermana del hermano y la hermana de la hermana, así́ como el hijo del
padre o el hijo de la madre, reciben nombres completamente distintos.

El filósofo y estudioso del mundo andino, Mario Mejía Huamán sostiene que en el contexto
inca todo se mueve en el marco de la producción y la reproducción. Se establece así una
dualidad complementaria entre varón y mujer, masculino y femenino, hembra y macho. Esta
dualidad se presenta en todas las cosas. (Huamán, 1997, pág. 22). La lengua quechua como
muchas otras no presenta flexión de género; éste se encuentra presente en el idioma, marcado
intrínsecamente en el léxico y a través de distintas palabras.

“Los términos que designan las relaciones de parentesco, además de reflejar esta
característica léxica, expresan la cosmovisión andina respecto a la reproducción y por
ende a la sexualidad y a los roles sociales que desempeñan sus miembros. Está
dualidad se expresa a través de la división en el uso de los vocablos que designan a
los parientes masculinos y femeninos. En consecuencia, ciertos términos van a estar
restringidos a ser usados sólo por hombres y otros van a ser empleados sólo por
mujeres.” (Guajardo , 2005, pág. 19)
En general se tiene dos nombres para decir hijos:
el padre dice churi y la madre huahua.

lenguaje, Herder estaría en lo correcto al pensar que en las lenguas caribes está presente la
sinonimia dependiendo del sexo.

40
De todas las lenguas que se hablaron en el antiguo Perú, como el aimara y el puquina, en la
sierra sur, o el mochica, el tallán y el quingnam, en la costa norte, hubo una que tuvo un destino
muy particular, llegando a convertirse en la así llamada “lengua general” del gran imperio de los
Incas, este es el quechua.

58
Son nombres, y ambos quieren decir hijos, incluyendo en sí cada uno de ellos ambos sexos
y ambos números, con tal rigor que no pueden los padres trocarlos, so pena de hacerse el
varón hombre, y la hembra varón (...) (Ibídem, pág. 19). A pesar de las distintas formas de
nombrar un mismo referente, el quechua carece de plural propiamente dicho. “Cada una de
estas sinonimias va muy ligada a las costumbres, carácter y origen del pueblo respectivo. Pero
en todas partes se pone de manifiesto el espíritu descubridor del hombre” (Herder, 2015, pág.
58), con esto podemos dilucidar que siempre está presente un indisoluble vinculo entre el
lenguaje y la sociedad, y las particularidades lingüísticas que existen en todos los pueblos son
reflejo de las costumbres.

IV. «En la misma medida en que el alma humana no puede recordar las abstracciones del
reino de los espíritus sin haberlas obtenido a través de motivación y estímulo de los sentidos,
tampoco hay ninguna lengua con nombres abstractos a los que no haya llegado a través del
sonido y el sentimiento. Cuanto más originaria es una lengua, tantas menos abstracciones,
tanto más sentir.» Herder aclara que tampoco en este extensísimo campo puede hacer más
que coger algunas flores.

En las lenguas orientales vemos que su estructura testimonia que todos sus nombres
abstractos han sido antes entidades sensibles:

Espíritu era = viento

Hálito= tormenta de noche

Sagrado= separado, aislado

Alma= aliento

Ira= el soplar de la nariz

Posteriormente los conceptos generales de las lenguas orientales se formaron, a través de


la abstracción: de el ingenio, la fantasía, la comparación, la analogía, etc. (Ibídem, pág. 58). A
un nivel profundo de la lengua no encontramos este tipo de conceptos, Herder nos comenta

59
por ejemplo que en la lengua de Barantola 41 no ha podido encontrarse «sagrado», como
tampoco «espíritu» entre los hotentotes42, por lo tanto, suele suceder que para los misioneros
no sea sencillo explicar las concepciones cristianas a los primitivos.

Por ejemplo, las siguientes palabras están ausentes en la lengua de los peruanos:

«Tiempo», «duración», «espacio», «ser», «materia», «cuerpo», «virtud», «justicia»,


«libertad», «cognoscibilidad»

Según Herder “aunque éstos manifiesten con su razón que infieren conforme a tales
conceptos y aunque muestren con sus actos que poseen virtud. Mientras no hayan iluminado
la idea como propiedad, no poseen la palabra correspondiente a ella.” (Ibídem, pág. 59). Por
lo tanto, no basta con que lo inferimos, si no lo hemos expresado con una palabra. “Así́, pues,
cuando tales palabras se han introducido en la lengua, se les nota claramente su origen.”
(Ibídem, pág. 59). Podemos percatarnos cuando son palabras prestadas de otros idiomas o si
son propias de determinado lenguaje.

“Cuando el mejicano quiere expresar su «yo pecador», lo dibuja como una persona
arrodillada que se confiesa, y su «Trinidad», como tres rostros con nimbo” (Ibídem, pág. 59).
Son evidentemente concepciones adoptadas por la conquista que se tuvieron que adoptar,
interpretar y representar por medio de imágenes y de representaciones sensibles.

Sabemos cómo han llegado la mayoría de las abstracciones a nuestro lenguaje científico,
sea el de la teología, el de la jurisprudencia, el de la filosofía o el de otras ciencias. Notamos
cuántas veces los escolásticos y polemistas no podían siquiera discutir con términos de su
lengua, viéndose obligados a tomar las armas de combate de otras lenguas. Herder nos hace
ver de manera contundente que nuestra psicología entera, por muy refinada y precisa que sea,
no posee un solo término propio. (Ibídem, pág. 59) lo que podamos abstraer será lo que
podremos emplear.

41
Al Tíbet se le conoce como Tobbat, Thibbet o Barantola.
42
Son un pequeño grupo étnico nómada del África del sudoeste.
60
Mediante la abstracción realizamos una operación mental, con la cual una
determinada propiedad del objeto se aísla conceptualmente, para reflexionar. La empleamos
para entender, explicar y sin duda también para conceptualizar.

“Las Abstracciones indudablemente fáciles, como los números, constituyen el más sencillo
ejemplo de que ninguna nación posee en su lengua ni más ni otras palabras que las que ha
aprendido a abstraer.” (Ibídem, pág. 60), entre los primitivos que poseen lenguas muy
desarrolladas se presenta el caso de que tienen pocos números, dado que su necesidad no
les exige tener más. Un comerciante como el fenicio sería sin duda el propenso a inventar la
aritmética, de igual manera sucede con el pastor que requiere contar sus ovejas, necesita
saber manejar números.

Es por ello por lo que para Herder la necesidad pragmática le da la respuesta, y por ende
no ve la necesidad de buscar el origen en las nubes. Se pregunta si es posible que exista en
alguna lengua un solo concepto puro, general, que el hombre haya recibido del cielo, ¿En qué
lugar es siquiera posible?43

Por el contrario, hay varias razones, analogías y pruebas de la génesis del lenguaje en el
alma humana: dado que siempre están involucrados los sentidos, y, sobre todo, aclara Herder,
al modo de ver humanos. Vemos demostraciones de una marcha acompañada por la razón,
de un desarrollo lingüístico en todos los pueblos, latitudes y circunstancias (Ibídem, pág. 61),
si bien algunos pueden percibirlo como un don divino que le permitió al ser humano crear, o
como una cualidad extraordinaria del ser humano, sin embargo, no como una génesis divina:

El lenguaje con el cual el ser humano se comunica con sus semejantes, por el que
sale de los limbos de la ignorancia, haciéndose dueño del inmenso depósito de los
conocimientos acumulados durante los siglos, resulta evidente que es el tesoro
espiritual de mayor trascendencia que posee. Es quizá también —en lo que tiene de
natural y por lo que tiene de construido por sucesivas y lentas aportaciones, en lo que
hay en él de puramente instintivo y en lo que hay de reflexivo y de convencional, en la
inmensa variedad con que se ramifica en las distintas razas, naciones y épocas, en sus
relaciones y en sus divergencias, en sus eternos avatares, en sus constantes y
asombrosas transformaciones, en sus luchas por la vida, en sus duelos a muerte entre
el neologismo y el arcaísmo, en la sustitución de la palabra que muere por la palabra

43
N. del E:
El mejor ensayo que conozco sobre la materia es el de un inglés: Things divine and
supernatural conceived by analogy with things natural and human, London, 1755, by the author of
the procedure, extent and limits of human under- standing.
61
que nace, en su poderosa lógica y en sus desconcertantes caprichos y contradicciones,
en su genuina representación de las civilizaciones y de las culturas, en el vastísimo
mar sin orillas que supone un idioma—, el lenguaje, ya no es solo el tesoro más
trascendente, sino el don más misterioso que la Divinidad ha concedido al hombre; don
que este pule, perfecciona y sigue creando en prolongada génesis. (Ras, 2005, págs.
9-10)

Como bien aclara Herder más adelante, no es tarea de la filosofía el dar razón de lo
milagroso de esos momentos, como tampoco puede explicar la creación del hombre, el ser
humano, al ver su existencia debe limitarse a explicar la forma humana de esos momentos.

Herder ve con asombro que el señor Süssmilch ve un orden divino en el camino sobre el
que él encuentra el orden más humano44. Prueba de ello es que no existe ninguna lengua
totalmente inadecuada para las artes y las ciencias, «Todos los misioneros han podido hablar
con los pueblos más primitivos y convencerlos, cosa imposible sin inferencias ni argumentos.
Sus lenguas tenían que poseer, pues, términos abstractos, etc.». (Ibídem, pág. 61). Es algo
muy humano abstraer palabras cuando hace falta. “La razón humana no puede existir sin
abstracción, como no puede haber abstracción sin lenguaje; precisamente por ello ha de incluir
abstracciones la lengua de cada pueblo, esto es, tiene que ser imagen de la razón de la que
es instrumento” (Ibídem, pág. 61). Cada lengua contiene solo aquellas abstracciones que ha
sido capaz de producir y no incluye ninguna que no haya sido formada sin los sentidos.

V. Finalmente, «dado que cada gramática es una simple filosofía sobre el lenguaje y un
método de su uso, cuanto más originaria sea la lengua, tanto menos gramática existirá́ en ella,
y la lengua más antigua será́ sólo el antes señalado diccionario de la naturaleza».

El progreso del lenguaje mediante la razón y el de ésta mediante aquél se pone


especialmente de manifiesto cuando la lengua ha avanzado algunos pasos, cuando ya existen
en ella ciertos ejemplos de arte, por ejemplo, la poesía (Ibídem, pág. 65-66). Donde el lenguaje
llega inclusive adular nuestros sentidos, “Poesía y razón se completan y requieren una a otra.
La poesía vendría a ser el pensamiento supremo para captar la realidad íntima de cada cosa,
la realidad fluyente, movediza, la radical heterogeneidad del ser” (Zambrano, 1998, págs. 177-
178). El lenguaje, a demás que se evidencia su desarrollo por medio del arte, de igual forma

44
Süssmilch, § 11.
62
“surge, gracias a la historia, la diferenciación de los tiempos, el rigor de la expresión. Entonces
aparece en la lengua, finalmente, gracias a los oradores, la plena redondez de los periodos.”
(Herder, 2015, pág. 66), la gramática no estaba presente en las lenguas naturales:

“Como es sabido, tardó más que otras disciplinas en constituirse como autónoma
con un perfil claro, con fines y terminología propia. Antes de que eso sucediera ya se
habían formulado muchos materiales que luego formarían parte de la gramática. Tanto
la filosofía, especialmente la lógica y la dialéctica al estudiar el λόγος αποφατικός 45,
como la retórica, hicieron análisis y emplearon categorías que luego encajarían en la
gramática y formarían parte de ella” (Olsa, 2007, pág. 179).

En el caso de la historia del idioma español a partir del siglo XVI en cuanto la morfología,
aparecieron los tiempos compuestos de los verbos, y se convierte en auxiliar el verbo haber.
Anteriormente en español medieval y en español de los siglos de oro, los tiempos compuestos
no contaban con el auxiliar haber, en verbos de movimiento y otros intransitivos se debía usar
obligatoriamente el verbo ser
Por ejemplo:
Soy venido a este país. (medio)
He venido a este país. (moderno)

Este fenómeno sucedió en otras lenguas románicas como el italiano, el francés, e incluso
en el alemán moderno. Dicho auxiliar se diversificó por varios grupos de Europa.

45
Logos apofántico: se dice del discurso o proposición que declara lo que es (o no es), que
presenta una verdad (o la niega), limitándose a describir el hecho, sin argumentar o interrogarse
acerca de sus fundamentos o condiciones.
El logos apofántico se distingue del logos semántico en el plano universal en cuanto que lo
lingüístico se manifiesta como distinto de lo lógico, en cuanto que en sí mismo es conocimiento y
en cuanto que en las clasificaciones objetivas se manifiesta más allá de las lenguas. El logos
apofántico se muestra también en el plano histórico en cuanto que la realidad misma y su
conocimiento se imponen a la intuición lingüística y, por ende, al significado. Las terminologías no
están ‘estructuradas’ en absoluto (son simples ‘nomenclaturas’ enumerativas que corresponden a
delimitaciones en los objetos) y, en la medida en que lo están, su estructuración no corresponde a
las normas del lenguaje, sino a los puntos de vista y a las exigencias de las ciencias y técnicas
respectivas. Las lenguas, en este sentido, están determinadas por la realidad objetiva, la cual se
impone a las mismas. Por último, el logos apofántico se manifiesta en el plano individual como una
modalidad textual, que es aquella en la que se dan las predicaciones de la realidad. (Del Castillo,
2009)

63
A partir del desarrollo de la gramática en español en 1942 con Nebrija, en la sintaxis el
orden de los elementos de la oración se hace más rígido, y se anteponen los pronombres
átonos a infinitivos y gerundios. “Desde el punto de vista del léxico adquirió́ una gran cantidad
de neologismos, pues a estos momentos correspondió́ la expansión de Castilla y, por lo tanto,
el contacto con otras culturas.” (Zamora, 2009, pág. 2), pero todo el desarrollo del lenguaje en
general tiene un comienzo “¿Qué fue el comienzo sino la producción de una sola palabra como
signo de la razón? El alma, ciega y muda en su interior, tenía que darse este signo en la
medida en que poseía razón.” (Herder, 2015, pág. 66). Tenía que verse reflejado en algo, y
este algo es el lenguaje.

Sabemos que la filosofía del lenguaje del siglo XX tiene un enfoque más abstracto y
desligado de la descripción práctica de los lenguajes particulares. Al contrario de los lingüistas
que en general estudian el lenguaje con fines descriptivos. Sin embargo, la argumentación de
Herder va siempre enfocada al mundo real, más allá de conceptos abstractos. Para él “La
génesis del lenguaje a partir del alma humana posee la misma fuerza demostrativa que
cualquier prueba filosófica, y la externa analogía entre todas las épocas, lenguas y pueblos
tiene un grado de probabilidad tan elevado como sea posible en el hecho más cierto de la
historia.” (Ibídem, pág. 66). Herder habla de un punto de vista interno basándose en el alma
humana, así́ como desde un punto de vista externo basándonos en la organización del hombre
y en la analogía entre todas las lenguas y pueblos, teniendo, además, en cuenta los elementos
del habla, por una parte, y por otra, todo el enorme progreso de la lengua unida a la razón.
Actualmente nos podría venir a la mente la teoría del exocerebro de Roger Bartra (2008)
según la cual desde el punto de vista antropológico los humanos a través de la conciencia
hemos desarrollado prótesis culturales. Éstas son el lenguaje y los símbolos principalmente.
Para él la conciencia sería precisamente esa coyuntura entre los circuitos neuronales y los
culturales. La función del exocerebro según Bartra se muestra como una extensión de
funcionalidades cerebrales. Aparatos que ayudan a memorizar, calificar y codificar la realidad.
Esta hipótesis supone que ciertas regiones del cerebro humano adquieren genéticamente una
dependencia neurofisiológica del sistema de sustitución simbólica que expanden la mente y la
conciencia más allá de los límites del sistema nervioso central y cobran sentido con la cultura.
Si bien palabras como circuitos neuronales, o neurofisiología son conceptos que surgirán hasta
el año de 1891 con Santiago Ramón y Cajal, en 1771 Herder, sin existir aún tantos estudios
sobre el cerebro, hablaría de la parte interna del hombre que permite el lenguaje, como es el

64
alma humana, y cómo se hace necesario el contacto externo con la naturaleza y los demás
seres humanos para aflorar este don que poseemos.

13. LAS LEYES DE LA NATURALEZA HUMANA

Siendo los motivos del surgimiento del lenguaje muy numerosos, Herder nos propone
ciertas leyes principales, propias de la naturaleza y de la especie humana. (Ibídem, pág. 69).
Según las cuales nos darán razón suficiente para descartar como explicación razonable el
origen divino del lenguaje, dado que, si comprendemos los elementos del lenguaje y todo lo
que le acontece, nos daremos cuenta de que dicha explicación tiende a caer en absurdos.

Qué significa un origen divino del lenguaje sino una de estas alternativas absurdas del lado
izquierdo:

65
ORIGEN DEL LENGUAJE

Divino Humano

Incapacidad de explicar el lenguaje a Parte de la naturaleza humana


partir de la naturaleza humana

Solo dios puede inventar el lenguaje

No se explica a partir Se explica a partir


Alma humana

Consecuencias

Es el alma humana
Empequeñece a dios con la que crea y recrea por
los más mezquinos sí misma una lengua
antropomorfismos

Absur Por lo tanto, el lenguaje es


do resultado de una razón
Nada mas que dios creadora.
puede inventar el lenguaje
Por lo tanto, nadie podría
comprender lo que solo dios podría
13.1 Primera ley natural inventar
66
“El hombre es un ser activo que piensa libremente y cuyas fuerzas actúan en progresión
gradual. De ahí́ que sea una criatura hablante.” (Ibídem, pág. 69). El acto social del lenguaje
no nos impide ejercer otra inalienable libertad: la de usar el instrumento según las propias
pretensiones o necesidades. En su utilización está nuestra propia libertad, que gracias a ella
nos convertimos en humanos.

A primera instancia el ser humano es visto como una criatura miserable y desamparada de
la naturaleza dado que no poseemos instintos, por lo tanto, fue desde el primer instante que
la criatura racional que actuaba libremente no tenía mas opción mas que ayudarse a sí mismo.
Herder considera, frente lo que pretendían las corrientes filosóficas de ese entonces, que la
razón no era sólo una débil compensación frente a las superiores perfecciones animales a él
negadas, sino que constituían su condición genuina. De esta forma, Herder enuncia la figura
humana como una especie única de reflexión.

Para Herder no puede haber entendimiento o razón humana sin signo verbal, por lo tanto,
es una prueba que desde el primer momento del discernimiento del ser humano hubo una
formación interior del lenguaje. La aparición del lenguaje habría coincidido con una explosión
de las capacidades cognitivas, de igual forma, más adelante el antropólogo Claude Levi
Strauss, propuso que el lenguaje al ser muy diverso de las formas de comunicación animales
surgió repentinamente en esta explosión cognitiva y no como resultado de la evolución que
empezó con la asimilación de sonidos animales. Noam Chomsky, también se encuentra en
esta corriente al considerar que el lenguaje es una capacidad del ser humano tan distinta, que
no se podría explicar por mecanismos evolutivos convencionales. Sin embargo, en la
actualidad otros científicos cognitivistas como Steven Pinker defienden la posibilidad de que,
a través de la selección natural, los cambios y combinaciones genéticas a lo largo de millones
de años darían lugar a la aparición del lenguaje. Muy probablemente, aclaro; pensando en un
imaginario anacrónico, Herder sería un detractor de Steven Pinker, pues para él en el momento
que el ser humano fue humano racional apareció el lenguaje.

Siguiendo a Herder, el ser humano vino con la mejor disposición inmediata para
desarrollarse desde el primer momento. No es que venció obstáculos para poder llegar a lo
67
que es ahora46, esta presente una predisposición para que sea lo que es, “ese hombre no
procede de la cueva de Platón, de un oscuro calabozo donde habría estado sentado desde su
primer día de vida a lo largo de varios años, privado de luz y movimiento, ciego a pesar de
tener abiertos los ojos, inmóvil a pesar de estar sanos sus miembros.” (Herder, 2015, págs.
70-71), por lo tanto, la naturaleza tampoco dejó desamparada al ser humano, por el contrario,
vino a manos de la naturaleza con la mejor disposición inmediata para desarrollarse desde el
primer momento.

A partir de que la naturaleza se avalancha sobre el hombre para desarrollar sus facultades,
sus sentidos, hasta que llegue a ser hombre, también la cadena entera de niveles del alma
humana, que cada individuo continúa creando el lenguaje.

Así Herder nos presentará algunos ejemplos para demostrar cómo el alma humana, a
diferencia del animal, puede perfeccionarse.

Nos trae a la mente los animales del campo, los cuales, suelen ser los que muestran más
memoria, inclusive, en algunos casos superior a la del hombre. Sin embargo, lo que Herder
nos quiere demostrar es que se trata sólo de una memoria sensible; dado que ningún animal
ha demostrado la capacidad de perfeccionarse, “no han demostrado con una acción haber
mejorado su nivel en favor de toda su especie o haber generalizado experiencias para
utilizarlas posteriormente.” (Ibídem, pág. 71-72). Esto se debe a que los animales no pueden
reflexionar para evitar algún gesto amenazante para siempre, como puede ser artimaña del
cazador. La memoria del animal es una serie de esos casos, que se producen y reproducen,
pero nunca están ligados por una reflexión.

Podemos pensar en un zorro muy hábil que sabe vacilar al aprendiz de cazador porque
conoce ya muchos trucos, pero cabe preguntarse ¿De dónde procede su conocimiento?,
¿Cómo intenta evitarlos?, ¿Podemos llamarlo conocimiento? Según Herder del hecho de

46
Herder hace una analogía con una máquina pesada y torpe, al decir que el hombre no es como
esta maquina que estaba destinada a andar, pero que no puede hacerlo a causa de sus miembros
rígidos. (Herder, 2015, pág. 70)

68
haberlos experimentado inmediatamente de antemano y por derivar de tal experiencia de
modo directo, la ley de la acción47 (Ibídem, pág. 72), sin embargo, en ningún caso interviene
una clara reflexión. En efecto, se pregunta Herder ¿No siguen los cazadores engañando a los
zorros más astutos igual que lo hizo el primer cazador del mundo? Por lo tanto, resulta evidente
que en los hombres actúa una ley distinta, la ley de sucesión de las ideas, a saber, la reflexión.

El ser humano está en permanente desarrollo, perfeccionándose. Cabe mencionar que, no


obstante, naturalmente, no en todos los tiempos actúa con el mismo grado de observabilidad
esa ley de perfeccionamiento mediante reflexión.

Podríamos mencionar el caso de los sueños:

-Cuando soñamos despiertos, el ser humano no piensa al mismo grado de claridad que
cuando estamos totalmente despiertos.

Sin embargo, a pesar de estar soñando no dejamos de pensar como humanos, Herder
expresa que tal vez como humanos en un estado intermedio, pero nunca como puro animal.

Herder enuncia en esta ley fundamental: “las enfermedades evidentes y las situaciones no
naturales, desmayos, trastornos, etc., corroboran más todavía. No todos los actos del alma
son consecuencia inmediata del discernimiento, pero sí se siguen en la reflexión.” (Ibídem,
pág. 73), la reflexión está asociada estrechamente a la capacidad de razonamiento y de poder
indagar sobre todo lo que lo rodea y asimismo sobre sí mismo.
La aparición de la reflexión siempre tuvo que ver con el desarrollo de una conciencia
abstracta mucho más profunda que aquella que poseía el resto de los animales. Por otro lado,
cuando formamos un juicio, fruto de la reflexión y el ejercicio consciente, percibimos la
diferencia que existe entre varias cosas, a eso le llamamos discernimiento, palabra que
proviene del latín “discernere” distinguir o separar.

Si bien es verdad que el primer discernimiento del hombre no podía hacerse efectivo sin la
palabra, también lo es que la reflexión adquiere en él una forma verbal, que su cadena de
pensamientos se convierte en una cadena de palabras. Ibídem, pág. 73). Pues al querer

47
Muy probablemente la ley de acción a la Herder hace referencia a lo que conocemos como
instintos.
69
distinguir un objeto de otro, o una acción de otra, ocupamos mecanismos de diferenciación y
distinción como son las palabras.

Es importante resaltar que esto no significa que el hombre pueda hacer de toda sensación
de su oscuro sentir una palabra o que no pueda tenerla sino por medio de ésta, ya que
precisamente se ha demostrado lo contrario: aquello que sentimos a través del oscuro sentir
no puede convertirse en palabra para nosotros, y esto se debe a que no puede adquirir una
propiedad clara. Por lo tanto, una lengua arbitraria es inexpresable.

“Quien pensara prescindiendo totalmente de palabras debería ser el más sombrío


extravagante o un bruto, el más abstracto visionario o una mónada soñadora.” Ibídem, pág.
77). En efecto podemos hacer un ejercicio mental, en el cual les pediría a mis lectores que
trataran de dejar la mente totalmente en blanco… a continuación nos percataremos que no
podemos dejar de pensar por medio de conceptos. Inclusive, puedo atreverme a hacer la
suposición que algunos trataron de dejar la mente en blanco pensando en la palabra blanco,
la cual es ya un concepto. Por lo tanto, el humano, los conceptos, los signos mentales del
lenguaje y las palabras son indisolubles.

En relación con la evolución del lenguaje para Herder “es tan natural al hombre como lo es
su propia naturaleza. Cuantas más experiencias recoge, cuantas más cosas llega a conocer y
desde puntos de vista más diversos, tanto más se enriquece su lenguaje.” (Ibídem, pág. 77).
Cuando un ser humano sale de la caverna de Platón es iluminado por el sol y con esa nueva
experiencia enriquece su lenguaje.

Herder con una severa crítica a Süssmilch especialmente en la sección entera48 dedicada
a demostrar «la imposibilidad de que el hombre desarrollara un lenguaje si lo hubiese
encontrado en la imitación», resalta que éste Ignora totalmente la naturaleza de un lenguaje y
de un alma humana que se perfeccionan.

Su oponente supone que «los primeros introductores de mejoras debían ser muy buenas
cabezas filosóficas que, por supuesto, veían con más amplitud y profundidad de la que
acostumbran a mostrar ahora la mayoría de los eruditos en relación con el lenguaje y con su

48
Sección 3.
70
naturaleza interna». (Ibídem, pág. 79). Sin embargo, todo esto es ignorar lo que ya conocemos
como es: el hombre en edades, regiones y grados de desarrollo tan diversos. Además, según
Herder, también se ignora aquellos rincones de la tierra donde en menor cantidad se ha
extendido la razón en formas refinadas, sociales, diversificadas y cultas49.

Estas regiones son precisamente donde la sensibilidad y la ruda agudeza, la astucia y la


acción valerosa, la pasión y el talento descubridor, el alma entera e indivisa, actúan con más
vitalidad. (Ibídem, pág. 80). Esto se debe a que no han sido reducidas todavía a fastidiosas
reglas. Todo se siente vivo y nuevo dado que en aquellas regiones siguen viviendo por entero
en un ámbito de necesidades, de peligros y de exigencias imperiosas. El salvaje puede
expresar sensaciones que inclusive una “lengua civilizada” no puede llegar a expresar, y esto
se debe a que las pasiones humanas no se ven limitadas.

Es entonces, sólo entonces, cuando el alma revela su fuerza para formar y


perfeccionar el lenguaje. Entonces posee sensibilidad e instinto suficiente, por así́
decirlo, para percibir todo el sonido y todas las propiedades que se manifiestan en la
naturaleza viva, en un grado del que nosotros somos ya incapaces, así́ como para
nombrar de forma tan vigorosa y entrañable tales propiedades, cuando el
discernimiento las separa, como no lo haríamos nosotros (Ibídem, pág. 80).

Por estas razones Herder considera que no se puede descubrir el lenguaje con la sola y
fría abstracción del filósofo. En nuestros sentidos permanecían nuevas propiedades, orden,
puntos de vista, rápidas decisiones y, consiguientemente, un ininterrumpido enriquecimiento
del lenguaje, según el impulso interno y las exigencias externas, el lenguaje nació́, pues, con
el desarrollo entero de las potencias del hombre.

La crítica que Herder hace de su época y que podríamos abarcar hasta la nuestra, es el
hecho de cómo nos encerramos en lo regulado; él los llama “los oscuros talleres de los
reguladores del arte”, y cómo a causa de esto nos quedamos sin conocer la amplia y nítida luz
de la naturaleza no aprisionada. “Las mayores gestas del espíritu humano, las que sólo podía
efectuar y manifestar en choque con el mundo viviente, se han convertido en ejercicios
escolares entre el polvo de nuestras prisiones docentes” (Ibídem, pág. 80). Es importante
rescatar el conocimiento que se construye conviviendo con la naturaleza y la interacción social,
educación sin contexto no es una forma genuina de aprendizaje, “sin proyecto histórico, ¿Para

49
Formas desde la perfectiva Eurocéntrica de Herder.
71
qué se enseña?, Sin contexto del aprendiz, ¿A quién se le enseña?, Sin contexto del
enseñante, ¿Quién enseña?, Sin comprensión del contexto social, ¿Dónde se enseña? Sin
alternativas de recontextualización del saber, ¿Cómo se enseña? ( Guillén, 2006, pág. 118).
Como ejemplo podríamos pensar nuevamente en el caso de el idioma español, en cómo la
real academia española (RAE) no recoge en muchas ocasiones palabras coloquiales, lo cual
genera sentimientos contradictorios en la mayoría de los hispanohablantes: para algunos, es
la máxima referencia en cuanto al lenguaje; para otros, es la mayor limitante de la riqueza de
nuestro idioma (Chavira, 2017), esto se llega a ver peyorativamente porque suele suceder que
deje de lado palabras que tienen un uso no oficial en un territorio amplio y con un índice de
frecuencia elevado, y por otra lado, siendo este hecho lo que principalmente ocurre, que no se
toma en cuenta palabras que se usan ampliamente en territorios pequeños.
En este caso estaríamos viendo limitada la viveza del idioma español en sus distintos
contextos con las limitaciones de ciertas instituciones, sin embargo, encontramos en la RAE,
la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y el instituto de lexicografía
algunas corrientes que intentan ser más inclusivas con el lenguaje español.
Desafortunadamente las obras maestras de la poesía y de la oratoria humana que más
sentimiento cargan se han convertido en una fuente para extraer reglas. Al correr tras sus
formalidades, en el camino hemos perdido su espíritu. Caemos prácticamente en un
mecanicismo en el que aprendemos su lengua, pero no sentimos el mundo vivo de sus
pensamientos. Según Herder, lo mismo ocurre con nuestros juicios sobre la obra maestra del
espíritu humano, la creación del lenguaje. Sólo partiendo del espíritu de la gran naturaleza
activa, se puede inspirar e incitar al hombre de perfeccionar el lenguaje.
De esta manera, Herder le hace una crítica a los gramáticos que pretenden reglamentar
todo y “nos hacen olvidar la auténtica, la divina naturaleza del lenguaje, que se formó en el
corazón del hombre juntamente con su espíritu. La formación del lenguaje se ha retirado a la
sombra de la escuela, donde ya no ejerce influjo en el mundo vivo” (Herder, 2015, pág. 80).
Los primeros creadores del lenguaje tuvieron que vivir, sentir, producir e inventar, solo aquellos
que lleguen a sentir lo vigoroso, lo poderoso, lo grande, que hay en las lenguas de los
primitivos, lograrán comprender la esencia del lenguaje.

13.2 Segunda ley natural

72
“Por su determinación, el hombre es una criatura de rebaño, de sociedad. El desarrollo de
una lengua le es, pues, natural, esencial, necesario.” (Ibídem, pág. 81). El ser humano se
colectiviza y por ende tiene una dimensión personal- social que garantiza su supervivencia.

En comparación con el avestruz, que pone sus huevos en el desierto, la hembra humana,
como embarazada y como paridora, necesita de la ayuda social.

Por otro lado, nos menciona Herder, el niño, el lactante llegado al mundo depende de la
ayuda humana y de la compasión social para vivir. Todo esto nos da la pauta para afirmar que
nuestra naturaleza está orientada hacia la asociación de la humanidad tan inmediata, tan
próxima al instinto, como era posible en una criatura dotada de reflexión.

Al plantear esta tesis, no podemos dejar de pensar en Epcurio, quien “busca la seguridad
frente a los demás en uno mismo, mientras que los estoicos la derivaban de la colectividad.
La suya es una filosofía basada en el desengaño social” ( Ágora, 1998, pág. 73), la cual cae
en un individualismo y en una asociación por conveniencia que por ende “incita a la
desconfianza hacia la colectividad y hacia la gratificación que la actividad comunitaria pueda
proporcionar al individuo en proporción con su perdida de libertad.” (Ibídem, pág. 73). A pesar
de que encontramos en su escuela una valoración muy grande de la amistad con la cual decía
que el hombre olvida su interés personal en general, toda la doctrina de Epicuro tendió a la
emancipación intelectual y moral del hombre, pero hay en ella una omisión grave: no suministró
al hombre fines morales (Alexejewitsch Kropotkin, 2014, pág. 81). El sentido de comunidad no
lo percibe como algo inherente al ser humano, “Epicuro no cree que la existencia de una
persona haya de tener un fin elevado, como la dedicación a un sentido comunitario, tal y como
pensaban los estoicos, pues para él la colectividad es únicamente una unión factible porque
es utilitaria”50 ( Ágora, 1998, pág. 73), si bien podemos deducir que esta filosofía da lugar,
inevitablemente, al escepticismo social y al individualismo, en la práctica Epicuro construyó un
jardín que fue un espacio de colectividad fundamentada en la amistad, y concluyó que los
hombres de una comunidad deben estar unidos, única y exclusivamente por la amistad. Según
Herder si se pretende explicarlo todo, como lo hacían nuestros rudos epicúreos, a partir del
ciego placer o del inmediato interés personal, ¿Quién puede dar razón del sentimiento de los

50
Este es el punto que modernamente —Marcuse, por ejemplo— ha criticado en la filosofía
de Epicuro. ( Ágora, 1998, pág. 73)
73
padres para con los hijos y de los fuertes lazos que crea? (Herder, 2015, pág. 82), si bien la
gran mayoría recibimos la protección y cuidado de nuestros padres al nacer, bien podría ocurrir
lo contrario y dejarnos en el olvido desprotegidos, ¿de este manera podría sobrevivir nuestra
especie?, necesitamos de la compasión sin ser en modo alguno capaz de hacerse merecedor
de la misma (Ibídem, pág. 82), el cuidado de nuestros padres no está movido por intereses
personales, hay otra fuerza, quizás el amor y la moral que es lo que los hace actuar.
Partiendo de la perspectiva de la fría filosofía, los lazos de la naturaleza debieran romperse
primero allí́ donde son precisamente más fuertes. La madre al parir el doloroso fruto que tantas
incomodidades le ha causado no arroja lejos al bebé.
“El padre, por su parte, calma en pocos minutos su ardor: ¿Para qué seguir ocupándose
de la madre e hijo como objetos de preocupación para él? Corre hacia el bosque, como el
macho de Rousseau, y se busca otro objeto de su placer animal” (Ibídem, pág. 83), estas
actitudes opuestas demuestran que son precisamente los dolores e incomodidades de la
madre los que acrecientan su amor. De igual forma también puede ser un trabajo de ambos
donde lo débil, frágil y molesto del lactante y el esfuerzo que provoca educarlo, son
precisamente los factores que redoblan los esfuerzos de sus padres. “Si el hombre viene al
mundo tan desprovisto de habilidades y talentos, a diferencia de cualquier animal, es
precisamente para gozar de una educación como ningún animal” (Ibídem, pág. 83), por lo que
la especie huma se necesitan los unos a los otros convirtiéndose en un todo.
A partir de esto podemos deducir que los humanos fueron vinculados entre sí por la
naturaleza mediante necesidad y mediante un instinto parental para el que los griegos
reservaban la palabra storg: afecto natural o instintivo de los padres a los hijos, como también
puede ser el amor de un padre hacia sus hijos y viceversa (Hooper & Lewis, 1996). Es por esta
razón que resultó esencial al hombre la relación de la enseñanza y de la educación. “Así́, las
ideas reunidas por los padres no eran para ellos; el círculo de tales ideas estaba ahí́ para ser,
a la vez, transmitido; el hijo posee la ventaja de heredar pronto la riqueza de su espíritu.”
(Ibídem, pág. 83-84). Es así como los padres pagan la deuda a la naturaleza: enseñando.
Los hijos aprenden y posteriormente pagarán su propia deuda a la naturaleza aumentando
dicha riqueza con su aportación y transmitiéndola una vez más.

Como la enseñanza recibida por un alma es entorno de ideas de la lengua de los padres,
el desarrollo de la enseñanza humana es mediante el espíritu de familia, del que se ha servido
la naturaleza para enlazar la especie entera, significa, a la vez, desarrollo de la lengua.

74
Herder se pregunta: “¿Acaso no constituye una ley y una eternización suficiente dicho
desarrollo de la lengua por medio de la familia? ¿No debe la mujer, parte más débil de la
naturaleza, acoger la ley del varón, que es el experto, el que cuida, el creador del lenguaje?”
(Ibídem, pág. 86). Es de esperarse que no estemos de acuerdo con esta explicación de Herder,
dado que la asimilación de roles en épocas primitivas no necesariamente debía ser vista como
debilidad de la mujer, a demás dado que no hay prueba alguna en la historia de la humanidad
que nos demuestre que fue el hombre el inventor del lenguaje, no podemos hacer ninguna
afirmación de este tipo. Inclusive, podríamos pensar que el hombre, al tener el rol de cazador
tenía que permanecer callado para no ahuyentar a la presa, en cambio las actividades de las
mujeres, a demás de muy diversas, eran sociales y familiares. La mujer es la primera
edificadora del hogar, el refugio era para ella más importante que para el hombre porque tenía
hijos frágiles que proteger de las inclemencias del tiempo. Además, se cree que era la
cosedora de pieles de su tribu, inventora del vestido, la primera tejedora, la agricultura, la
recolectora, en fin; la inventora de todas las artes domésticas
En caso de que siguiéramos la formula de Herder que mencionamos anteriormente, en la
que considera que entre más pequeña la esfera de actividades, más capacidad de perfeccionar
un arte especifico, y entre más grande y diversa es esa esfera, más capacidad de inventar,
veríamos que su afirmación de hacer a el hombre el inventor del lenguaje y dejar de lado a la
mujer, caería en contradicción, pues nos daríamos cuenta que la mujer llevaba a cabo las más
diversas actividades del hogar, mientras que el hombre tenía que perfeccionar su técnica de
caza, sin embargo hacernos conjeturas de este tipo no tiene caso porque todo esto se basa
en conjeturas que no podemos comprobar, lo más loable sería afirmar que fue el ser humano
en general quien inventó el lenguaje.
Nuestra lengua materna fue el primer mundo que vimos, las primeras sensaciones que
sentimos, la actividad y alegría que primero disfrutamos, esos primeros compañeros de juego
en la aurora de la vida, las ideas concomitantes de lugar y tiempo, de amor y odio, de alegría
y actividad, así́ como lo imaginado junto con ellas por la borboteante alma juvenil, todo ello se
eterniza: ¡el lenguaje se convierte en linaje! (Ibídem, pág. 86). Nuestra lengua materna es
muy difícil de olvidar porque es nuestra cosmovisión hecha palabras.
Cuanto más reducido es el linaje, tanto mayor es su fuerza interna. Nuestros padres, que
nada han pensado ni inventado por sí mismos, que lo han aprendido todo mecánicamente,
¡Qué van a ocuparse de enseñar a sus hijos, de eternizar, algo que no poseen ellos mismos!
Pero los primeros descubridores del lenguaje, que dedicaban a casi todas las palabras el
75
trabajo de su alma, daban lugar a que todo el lenguaje de sus hijos fuera un dialecto de sus
pensamientos, un canto de alabanza a sus acciones, como los cantos de Ossian a su padre
Fingal, este primero que cantaba las hazañas de su padre Fingal, un héroe que ya era
conocido en la épica irlandesa como Finn.
La naturaleza le ha dado discernimiento al ser humano para conocer su entorno. Por
ejemplo, se ha esforzado en conocer plantas para que del mismo modo la conozcan su familia.
Ni la abeja ni el ganado se han esforzado en lo más mínimo en conocerlas ni en enseñar a
conocerlas.
Así́, pues, cada uno de los pensamientos que traza son sello de propiedad, ¿Se pretenderá́
acaso que esa señal anímica que el primogénito de la humanidad imprimió́ sobre una cosa
mediante el conocer, mediante una propiedad, mediante el lenguaje, no constituye un mayor
derecho de propiedad que el cuño de la moneda? (Ibídem, pág. 86).
Señal que deja impregnada en cada objeto y cada instrumento.
En la lengua está presente la esencia y percepción del primero que clasificó y nombró
su entorno y acciones, cuando “la lengua adquiere así́ cierta forma de arte, de método;
así́, a través de una cuidadosa censura, se enderezó la primera gramática, que es un
espejo del alma humana y de su lógica natural.” (Ibídem, pág. 86). Fue la misma
inteligencia del ser humano la que permite clasificar: "El universo de las cosas, de los
hechos, de los fenómenos, es cognoscible gracias a la legalidad interna que lo preside;
lo lingüístico como cualquier entidad se organiza sobre recurrencias, sistematicidades
y leyes: los estudios gramaticales tienen como objeto formal propio clarificarlas y
precisarlas. " (Bello, 1847) lo cual facilita, por ende, la capacidad de transmitir
información de una generación a otra.

La lengua enseñada naturalmente por el padre y la madre a los hijos estaba ya formada,
pero ¿Debía ya por ello estar completamente desarrollada? ¿No pueden los hijos, en un
mundo distinto, más amplio, más refinado, descubrir más a este respecto? ¿Significa
contradicción una lengua parcialmente desarrollada, una lengua que sigue desarrollándose?
(Herder, 2015, pág. 88), estas son las preguntas que Herder introduce. Las lenguas cambian
en y con el tiempo, en 1990 Rudi Keller que defiende una teoría de la mano invisible del cambio
lingüístico, la cual define como un tipo de fenómenos que no son naturales y que, dentro de
los que son el resultado de las acciones humanas, no son intencionales (como los artefactos),
sino que son “things which are the result of human actions but not the goal of their intentions”
76
(Keller, 1994, pág. 56), considera que las lenguas evolucionan al extenderse y al ser habladas,
por lo que surgen dialectos de una misma lengua no intencionadamente. La teoría de Charles
Bally (1967, pág. 56) mantiene que la lengua evoluciona gramaticalmente movida por la fuerza
lógica o la fuerza expresiva: ello está ocurriendo siempre-dentro de la lentitud de los cambios
gramaticales, y de esta manera sucede que «el lenguaje es una construcción que se hace y
deshace sin cesar, y las supervivencias del pasado alternan con las creaciones nuevas» (
Bartol, 1992, pág. 16). Las lenguas cambian por el hecho de que estas son fenómenos
sociales, bien puede suceder que la cultura vaya cambiando y la introducción de nuevos
artefactos nos hagan crear nuevas palabras, y por otro lado también se puede dar el caso de
préstamos lingüísticos de otros idiomas para nombrar aquello que no tiene palabra en nuestro
idioma o aquello que es algo nuevo para nosotros traído de otra parte:

El idioma ciertamente no es un código comunicativo que podamos sustituir


convencionalmente por otro de una vez, ni consiste en un sistema monolítico
delimitable en cada etapa del sucederse del tiempo: la lengua lleva siempre en sí
subsistemas de estados anteriores suyos; se trata en verdad de una pluralidad no solo
por la atomización geográfica del habla, sino por la superposición en una misma
sincronía de estados diacrónicos distintos.
( Bartol, 1992, págs. 16-17)

Bien expresa Herder ¡Qué tesoro es la lengua familiar para una especie en desarrollo! “Las
canciones de los padres, los cantos a las gestas de los antepasados, constituyen en casi todas
las pequeñas naciones del mundo, por muy escasa que sea su cultura, el tesoro de su lengua,
su historia y su poesía, así́ como su sabiduría, su estímulo, su enseñanza, sus juegos y sus
danzas.” (Herder, 2015, pág. 88), la cultura a través de la lengua se muestra como un código
de representaciones que una determinada sociedad hace de la realidad y de cómo sociedad
y realidad se relacionan. Incluye los conocimientos, la moral, el derecho, el arte, las
costumbres y todos los otros hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de una
sociedad.

13.3 Tercera ley natural

“En la misma medida en que no podía seguir siendo un rebaño la especie humana entera,
tampoco podía conservar una única lengua. Era, pues, necesario que se formaran diferentes

77
lenguas nacionales” (Ibídem, pág. 89). Dado que la diversificación del ser humano en distintos
espacios y contextos daban como resultado la diversidad cultural y lingüística.

En los elementos de la lengua la diversidad de instrumentos lingüísticos entre los dos


sexos, entre la juventud y la vejez, incluso entre dos individuos iguales, según los numerosos
casos y pormenores que modifican la estructura de esos órganos, según multitud de
costumbres convertidas en segunda naturaleza, etc. (Ibídem, pág. 89), además de otros
factores que en la actualidad se estudian al llevar a cabo un análisis estadístico-sociológico de
los comportamientos lingüísticos que permiten realizar una diferenciación basada en
diferentes causas como puede ser ubicación geográfica, el sexo, ocupación, edad y hasta nivel
cultural. Cada sexo incorporará a su lengua el tono doméstico y de familia, lo cual da lugar a
diversos acentos, según la pronunciación (Ibídem, pág. 89). Aquella levísima prolongación de
la vocal que se acentúa, acompañada de una ligera elevación del tono, nos puede dar la pauta
para saber de dónde vienes, inclusive, se puede dar el caso, a qué familia perteneces. Son los
hábitos sociales y las costumbres las que introducirán pronto, con los gestos y los modales,
estas peculiaridades y aquellas diferencias: el dialecto.

Por otro lado, Herder nos habla de los idiotismos los cuales son giros idiomáticos que
no se adaptan a las normas gramaticales o al sentido literal y usual de las palabras, y
posee un sentido figurado adoptado de manera convencional. Hemos visto antes que
las lenguas más antiguas habían tenido que llenarse de sinónimos. Si tales sinónimos
se usan comúnmente; si se hacen más adecuado a su punto de vista, más propio a su
área de sensibilidad, más frecuente en su curso vital; en una palabra, si produce
distintas impresiones en distintos individuos, tenemos las palabras favoritas, los
idiotismos, un idioma del lenguaje.

¿Cómo surge un nuevo idioma?, para explicarlo nos presentan varios puntos:

- Un individuo desapareció aquella palabra, ésta se quedó.


- Aquella se desvió del asunto primordial debido a un punto de vista secundario,
posteriormente se modificó aquí el espíritu del concepto principal.
- Allí surgieron inflexiones, derivaciones y modificaciones peculiares, prefijos y sufijos.
- Surgieron trasposiciones y eliminaciones del sentido total o parcial. Etc.

78
El surgimiento de un nuevo idioma viene con la misma naturalidad con que el lenguaje
constituye para el hombre el sentido de su alma. Cuanto más viva es una lengua, cuanto más
próxima está de su origen y, consiguientemente, cuanto más se halla en su época de juventud
y crecimiento, tanto más cambiable es (Ibídem, pág. 90). Bien sabemos que la gramática se
percibía como un medio para preservar y estudiar las lenguas. Puede una lengua seguir
fácilmente sin modificaciones en lo visible “cuando sólo existe en los libros, cuando sólo se
aprende por reglas y se emplea en el lenguaje científico, y no en el de la calle, cuando posee
un determinado número de objetos y aplicaciones, cuando su léxico se halla, pues, cerrado y
su gramática regulada (Ibídem, pág. 90). Cabe mencionar que desde el siglo XX esta visión
ha cambiado, uno de los grandes cambios que puede destacarse es que se ha llevado de una
visión prescriptiva, la cual rigió durante toda la evolución de la gramática, y que pretendía ver
a esta disciplina como la materia mediante la cual se lograba estudiar y normar la lengua, por
una concepción descriptiva de la gramática, en donde se pretende que esta materia debe
abordar el lenguaje, con la intención de observar su comportamiento y las leyes que lo rigen,
para así poder entenderlo desde su propia dinámica y principios. Sin embargo en lo que Herder
se enfoca es la concepción anterior de la gramática en donde las lenguas establecidas eran
prescriptivas y una lengua con vida inculta, libre, sin reglas formalmente acuñadas, sin libros
ni letras ni supuestas obras maestras, tan indigente e incompleta era aquella que podía
enriquecerse todos los días, esto se debía al hecho de que era flexible y daba pauta a que
diariamente un estímulo o incitación pasional, diera lugar a modificaciones con cada novedad
que se viera, y se perfeccionase así en el pensamiento (Ibídem, pág. 90). Cuando las lenguas
se encuentran adaptadas a su ambiente natural y cuando se enfrentan a cambios retadores
es que surgen las innovaciones.

En mitología griega Proteo es un dios del mar encargado especialmente de apacentar los
rebaños dé focas y otros animales marinos pertenecientes a Posidón. Está dotado de la virtud
de metamorfosearse en cualquier forma que desee: puede convertirse no sólo en animal, sino
en elemento, tal como el agua o el fuego. Utiliza principalmente este poder cuando quiere
sustraerse a los que le preguntan, pues tiene el don profético, pero se niega a informar a los
mortales que acuden a interrogarlo. Contesta sólo a quien es capaz de capturarlo. (Grimal,
1989, págs. 456-457) De aquí proceden el sustantivo «proteo» y el adjetivo «proteico», que
aluden a quien cambia frecuentemente de opiniones y afectos. Para Herder el lenguaje se
convierte en un Proteo sobre la redonda superficie de la tierra porque se diversifica y cambia
a distintas formas dependiendo de la región y contexto en que se sitúe, a demás, como ya lo
79
hemos mencionado anteriormente la esfera del hombre no es tan reducida como la de los
animales por lo que su esfera de actividades puede ser tan diversa y metamorfosearse en
cualquier oficio.

Podríamos pensar que, si el lenguaje fuese un producto natural del espíritu


humano, paulatinamente extendido con la especie humana según la diversidad de
climas, habría sido también necesario que se hubiese ido modificando paulatinamente.
Debería ser posible seguir viendo el cambio gradual, la marcha y el parentesco de los
pueblos, así́ como justificar por pequeños detalles el modo de pensar, el acento y el
modo de vida de cada región. Pero ¿Quién es capaz de hacerlo? ¿No encontramos en
el mismo clima, en todos los continentes, pueblos pequeños que, aun estando cerca,
poseen, dentro de un mismo territorio, lenguas tan diferentes y opuestas, que todo
resulta un bosque bohemio? (Herder, 2015, págs. 90-91)

Para Herder esa diversidad de lenguas entre pueblos vecinos puede explicarse con la
misma naturalidad que la unidad lingüística familiar en una nación.

Según el lingüista Paul Regnaud cuando entre dos lenguas las desemejanzas constituyen
la excepción, puede concluirse por el anterior procedimiento que existe un parentesco entre
los idiomas; pero cuando se verifica lo contrario, cuando la excepción está constituida por
palabras iguales, los idiomas comparados no tienen un origen común. Esta regla aplicada a
las leyes de etimología y de la morfología simultáneamente hubiera de resultar segura, según
los procedimientos de la filología relativas al tronco de cada familia lingüística y principalmente
al tronco común primitivo de cada una de ellas, al carácter y naturaleza peculiar de cada una
de las lenguas. (Regnaud, 2005, págs. 106-107) los factores históricos y culturales distintos
pueden dar lugar a lenguas tan distantes. Herder enfatiza que el ser humano “no es el
roussoniano hombre de la selva, sino que posee lenguaje. No es el lobo de Hobbes: tiene una
lengua familiar. Desde otro punto de vista, tampoco es un cordero a destiempo, es decir, puede
desarrollar naturalezas, costumbres y lenguas contrapuestas” (Herder, 2015, pág. 92). Al ser
el humano un ente social con lenguaje capaz de alimentarse del conocimiento de otros
pueblos, la razón de tales diferencias de lengua, de pensamiento, de modo de vida entre
pueblos pequeños tan cercanos, reside en el odio entre familias y naciones (Ibídem, pág. 92).
Las calumnias y difamaciones de diferentes tribus, la lucha por unas necesidades semejantes
como de hambre, sed y por el territorio, son aspectos que provocan rivalidad, sin embargo, el
detonante más ardiente que propaga la rivalidad es el sentido del honor, el orgullo de la propia
tribu, de la propia preeminencia.
80
Desde nuestra perspectiva, debemos reconocer que el conflicto existe y se mantiene por
medio del lenguaje, a pesar de que el orgullo familiar se puede defender estando de por medio
el conflicto, existen otros mecanismos rituales para defender el honor en los cuales hay
convivencia intertribal, podríamos mencionar algunos ejemplos como el Potlatch, ceremonia
practicada por los pueblos indios de la costa del Pacífico en el noroeste de Norteamérica, tanto
en los Estados Unidos como en Canadá51. La ceremonia consistía en una fiesta ofrecida por
un hombre o familia rica en donde festejaba su propia riqueza dando un gran banquete y
distribuyendo regalos a los invitados, a veces hasta el punto de la bancarrota propia o tribal.
El propósito del potlach era la redistribución y reciprocidad del bienestar, por lo tanto el honor
de la familia no se demostraba no por medio del conflicto, sino haciendo notar que se disponía
de mayor número de bienes que la otra tribu previéndole cierto estatus.52 ¿Podría ser el caso
que la diferenciación de las lenguas sea a causa de un aislamiento por defender el honor?,
como hemos mencionado hay distintas formas de defender el honor, en donde está presente
una convivencia intertribal. Sin embargo, más allá de estos ejemplos, Herder se centra en
resaltar el etnocentrismo de cada tribu, las cuales estaban siempre detrás de un hombre
valiente que demostrara virtud, por lo tanto, resultó natural el decir: «Quien no está con
nosotros ni es de los nuestros, es inferior a nosotros. El extranjero es peor que nosotros, es
bárbaro.» (Herder, 2015, pág. 93) en este sentido, «bárbaro» era una señal de desprecio,
alguien inferior en sabiduría y bravura.

“La idea del Otro, ligada a la del salvaje ha sido desde la Antigüedad una obsesión
de las diferentes culturas. Su definición ha abarcado desde las descripciones
fantásticas de monstruos y seres infrahumanos, hasta la de territorios en los que se
ubicaban. Desiertos, selvas, altas montañas o, simplemente, las últimas tierras
conocidas durante la Edad Media, eran los lugares del extraño. Con el ejemplo de
Latinoamérica en general y México en particular, la relación existente entre esos seres
llamados “salvajes”, “bárbaros” o “brutos” y el espacio que habitaban, reconocido como
lejano a la propia concepción cultural, (Morán , 2008, pág. 155)

51
Haida, Tlingit, Tsimshian, Salish, Nuu-chah-nulth, y Kwakiutl son algunos de ellos.
52
Podríamos profundizar más en este tema con (Mauss, 2009) y su ensayo sobre el don, que
trata sobre los métodos de intercambio en las sociedades arcaicas.

81
Los pueblos originarios de América latina tenían una cosmovisión totalmente diferente a la
de los europeos, las categorías de ambos no encajan, por esta razón los concebían como
salvajes e inferiores. En cuanto los romanos, comenzaron a hablar de los bárbaros no
únicamente porque vivieran en territorios lejanos, sino principalmente, porque estaban fuera
del territorio regido por sus normas y su derecho. Sin embargo, siguiendo la idea de Arnaldo
Momigliano (2014) en su libro “La sabiduría de los bárbaros; los límites de helenización”, nos
deja ver la influencia intelectual de los bárbaros sobre el mundo helenístico y cómo valdría la
pena dilucidar la circulación internacional de las ideas entre los griegos, romanos, judíos, celtas
e iranos durante los siglos IV al I a.C. enriqueciéndose así las distintas culturas mutuamente.
Según Herder de la rivalidad se desprende inmediatamente un tercer aspecto, la total
separación y segregación. ¿Quién iba a desear algo en común con semejante enemigo, con
ese despreciable bárbaro? (Herder, 2015, pág. 95), lo diferente parece ser lo despreciable
porque no comparte nada, ni usos familiares, ni recuerdo de un mismo origen y lo más
importante no se comparte una lengua, siendo ésta un instrumento de enseñanza y oda a las
gestas de los antepasados. Esto originó, según Herder el odio nacional y la guerra. Siguiendo
su explicación esta separación explica la completa diferencia de sus usos y lenguas.
Herder hace mención de un documento oriental 53 sobre la separación de las lenguas
documento que sólo considera como un fragmento poético sobre la arqueología de la historia
de los pueblos, dicho poema habla de cómo los pueblos se unieron para realizar una gran
obra; entonces se precipitó sobre ellos el torbellino de la confusión y de la multiplicidad de
lenguas, lo cual hizo que desistieran de su propósito y se separaran (Ibídem, pág. 100).
Podemos percibir que hace referencia a el conocido pasaje bíblico de la torre de babel en la
cual todo el mundo hablaba una misma lengua y empleaba las mismas palabras. Fue cuando
los hombres decidieron construir una gran torre, cuya cúspide llegara hasta el cielo, que
desataron la ira de Jehová, él cual, viendo el orgullo de los hombres, y la insolencia que esto
significaba decidió confundir a los hombres con sus lenguas, para que no pudieran entenderse
y por lo tanto la torre no fuera terminada.
Este referente poético alude cómo las lenguas no se han ido transformando
paulatinamente, contra lo que dice el filósofo que las diversifica mediante las migraciones; Este
relato es para Herder en el fondo una muestra del conflicto entre los hombres o más
específicamente entre las tribus. Esto nos da entender que la diversidad de lenguas ha surgido

53
Moisés, I, 11.
82
también de la desunión en torno a un gran proyecto común, y no sólo de las migraciones, la
variedad de lenguas es incapaz de suministrar objeciones al carácter natural y humano del
desarrollo de una lengua (Ibídem, pág. 95). Podemos suponer que partimos de una sola
lengua, la cual se diversificó en diversos lenguajes, esto refleja lo diverso que es el hombre y
lo diverso que es su propia obra, el lenguaje. Puede haber tribus que, a pesar de estar muy
emparentadas, hayan tenido razones para someter a las armas su parentesco, por lo tanto, es
necesario los etimologistas y etnólogos que se disponen a tener la cautela de no deducir, con
excesivo despotismo, el origen de los pueblos partiendo de sus desigualdades lingüísticas.

13.4 Cuarta ley natural

En la misma medida en que, según toda probabilidad, la especie humana constituye un


todo progresivo con un mismo origen en un gran gobierno, igual puede decirse de todas las
lenguas y, con éstas, de la cadena entera del desarrollo (Ibídem, pág. 95). Las lenguas
presentan un orden que deja ver la organización de las familias y las relaciones de parentesco.

Hemos observado el singular plan característico que actúa en el individuo humano:

EL SER HUMANO
1 Está acostumbrada a asociar
S lo que ve con lo que ha visto antes,
u produciéndose así́, mediante la
83
alma
reflexión, una progresiva unidad
de todos los estadios de la vida y,
consiguientemente, un desarrollo
del lenguaje.
2

Característi Padres e hijos se unen


co humano mediante la cadena de la
enseñanza y cada miembro va
siendo colocado por la naturaleza
entre otros dos, para recibir y para
transmitir: así́ se produce el
desarrollo del lenguaje.

3
Finalme Este plan singular continúa
nte
en la especie humana entera,
dando lugar a un desarrollo en el
más alto sentido, desarrollo que
se sigue inmediatamente de los
dos anteriores.

Cada individuo es hijo o hija, ha sido educado mediante la enseñanza y, en consecuencia,


ha recibido una parte del tesoro de pensamientos de sus antepasados, y los seguirá́ ampliando
a su manera (Ibídem, pág. 96). Dado que el entorno y las condiciones también van cambiando,
la creatividad de inventar e innovar de las nuevas generaciones se hace necesario, así́, pues,
no hay, en cierto modo, pensamientos, inventos o perfecciones, que no se amplíen casi in
84
infinitum (Ibídem, pág. 96). Pues la curiosidad y el asombro de cada generación permita
transformar y buscar mejores condiciones de vida.

Herder defiende la hipótesis de un origen común:

“Si los hombres fuesen animales regionales y hubiese cada uno de ellos encontrado
los suyos de forma totalmente independiente y separado de otros, la lengua tendría
que ofrecer, sin duda, unas diferencias quizá́ mayores que las que puedan existir entre
los habitantes de Saturno y los de la Tierra. Sin embargo, es evidente que entre
nosotros discurre todo sobre una misma base. Y no sólo en lo que afecta a la forma,
sino a la marcha real del espíritu humano (Ibídem, pág. 96).

Según Herder con excepción de la gramática china, la gramática de casi todos los pueblos
de la tierra está construida de forma idéntica, sin embargo, es difícil cononcer un ancestro
común con las familias lingüisticas, ya que el registro histórico de la mayoría de las lenguas es
muy corto. Sin embargo, hoy sabemos que es posible mediante el método comparativo 54
recuperar muchas de las características del ancestro común de lenguas. Es mediante un árbol
filogenético que las lenguas se subdividen en unidades menores denominadas “ramas” lo cuál
es conocido como «protolengua». En el caso de las lenguas romances que proviene del latín
vulgar como es el español, la protolengua reconstruida de la familia indoeuropea es llamada
protoindioeuropeo. Por esta razón consideramos que una afirmación de este tipo como es: un
origen común de la gramática de todas las lenguas es una afirmación demasiado tajante para
las pruebas con las que contamos, ya que inclusive existen lenguas no clasificadas como es
el euskera, el burushaski y varias lenguas amazónicas.

Herder se pregunta: ¿Quién puede desconocer por completo el parentesco de fondo de


las lenguas, sea mucho o poco lo que cuente?, pues para él no podemos mas que inferir esta
teoría pues “Al igual que sólo un pueblo habita la tierra, es sólo una la lengua de los hombres,
pero al igual que esa gran especie humana se ha diversificado en numerosas nacionalidades
pequeñas, también sus lenguas han seguido el mismo camino.” (Ibídem, pág. 100). Sin
embargo, por nuestra parte cabe preguntarnos ¿Es razón suficiente para afirmar esto?, todos
los estudios para conocer el ancestro común de las lenguas le parece a Herder muy impreciso,
si bien se han hecho numerosos intentos de llegar a resultados con las listas de esas familias

54
procedimiento de reconstrucción desarrollado en el s.XIX por la escuela neogramática en la
que destaca el lingüista August Schleicher.
85
lingüísticas, estas no toman en cuenta causas secundarias que pudieran introducir en ese
origen modificaciones (aspectos con los que un filósofo etimologista55 es incapaz de contar,
que le inducen a error cuando construye su árbol genealógico), para él son tan escasos los
verdaderos filósofos del lenguaje, pues entre los relatores de viajes y entre los misioneros,
puede que nos dejen en la deriva con la información que nos suministran del lenguaje. Para
Herder las reglas de verdadera deducción lingüística son tan sutiles, que ni siquiera lo
considera tarea suya. Lo que le interesa resaltar a partir de esto es que “En definitiva, es
evidente la ley natural: El lenguaje se reproduce y desarrolla con la especie humana” (Ibídem,
pág. 100). De esto podemos partir, porque lo vivimos y percibimos en carne propia. A
continuación, Herder enumera algunos aspectos principales que ofrecen diversas
dimensiones.

I. Cada individuo posee, naturalmente, todas las capacidades de la especie entera, como
toda nación las de todas las naciones. Sin embargo, también es cierto que la sociedad es más
que un individuo y que la especie humana entera inventa más que un pueblo solo (Ibídem,
pág. 100). Con esto Herder quiere dar entender que un hombre aislado, viviendo del modo
más cómodo no podría inventar el lenguaje, porque esto no ejercitaría sus facultades anímicas
y, consiguientemente, a idear permanentemente algo nuevo, etc. El ser humano se desarrolla
en sociedad, se embrutece con la inactividad (Ibídem, pág. 100). Pues es la necesidad la que
hace que se esfuerce. Así́, pues, “el desarrollo de una lengua se produce desde un individuo
hasta el hombre de familia, situado ya en una relación de mucha interdependencia.
Prescindiendo de todo lo que le rodea.” (Ibídem, pág. 101). Bien decía Aristóteles (política
Libro I, 1252a/1253a) “El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por
naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano... La sociedad es por naturaleza
y anterior al individuo... el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia
suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios (Aristóteles, 1970, págs.
3-5). De ahí́ que la naturaleza haya elegido ese desarrollo.

55
filósofo etimologista o filósofo del lenguaje es como Herder hace referencia a lo que hoy
conocemos como lingüista, dado que la lingüística ha sido una disciplina más bien tardía, ya que
solo a partir del siglo XIX Y XX comienza a desarrollarse como tal esta disciplina. Sin embargo,
existe un antecedente, que a pesar de que Platón y Aristóteles se interesaron por las cuestiones
del lenguaje, fueron los filósofos del estoicismo los primeros en reconocer a la lingüística como una
rama separada de la filosofía.

86
II. Una familia sola, aislada, tendrá́ más ocasión —se piensa— de cultivar su lenguaje si
goza de comodidad y de tranquilidad que si tiene preocupaciones, si está en guerra con otra
tribu, etc. De ningún modo (Herder, 2015, pág. 101). Cuanto más expuesta está, tanto más
intensamente se ve impulsada hacia su propio interior. Lo que acrecienta la fidelidad de su
raíz:

Convirtiendo las gestas de sus antepasados en canciones, en incitaciones, en


monumentos eternos, conservando tanto más puro el pensamiento de esa lengua,
tanto más patrióticamente: como dialecto de los antepasados, el desarrollo de la lengua
prosigue más vigorosamente. De ahí́ que la naturaleza haya elegido ese desarrollo.
(Ibídem, pág. 101).

Prosigue y no se estanca dado que honrar a los antepasados y rendirles culto no es


precisamente sinónimo de estancamiento, muchas veces da razón para luchar en su defensa.

III. Con el tiempo, una vez convertida en pequeña nación, esa familia se establece también
en su círculo. Tiene su determinado ámbito de necesidades y la lengua que corresponde a
ellas. No va más allá́ , como vemos en todas las pequeñas naciones llamadas bárbaras
(Ibídem, pág. 101). Si bien como ya lo hemos mencionado anteriormente los barbaros eran
aquellos que vivían fuera de la sociedad, bien podría ser en un bosque, presentaban
necesidades aisladas. Al no poder compartir conocimiento pueden permanecer según Herder
en la más increíble ignorancia siglos y siglos, como tantos otros pueblos sin las artes
mecánicas más elementales.

Algo que nos parece importante de lo que resalta Herder es cómo pueblos que consideran
bárbaros e inhumanos a otros pueblos no se dan cuenta de que no hace mucho eran igual de
bárbaros y de que le debemos los conocimientos a otros pueblos (Ibídem, pág. 101). De ahí́
nos percatarnos que esa división en los pueblos trae un trasfondo de unión, en donde “la
naturaleza ha enlazado aquí́ una nueva cadena, la tradición de pueblo a pueblo. Así́ se han
refinado las artes, las ciencias, la cultura y la lengua, en un progreso que va de una nación a
otra: es el más fino lazo de desarrollo que podía elegir la naturaleza” (Ibídem, pág. 102). Las
culturas se alimentan y enriquecen mutuamente, toda nuestra cultura se mueve con aportes
de oriente, occidente, los pueblos nativos de América etc.

Herder considera que si la cadena de la cultura extranjera no se nos hubiese


aproximado tanto ni nos hubiese obligado, con la fuerza de siglos enteros, a intervenir

87
en ella. El romano fue igualmente a buscar su cultura en Grecia; el griego la recibió́ de
Asia y de Egipto; Egipto, de Asia, y China, quizá́ de Egipto. Así́ es como avanza la
cadena desde un primer eslabón y tal vez se extienda un día sobre la tierra. (Ibídem,
pág. 102).

Podemos suponer que esa predicción de Herder ya está ocurriendo y que en la actualidad
vivimos en un mundo globalizado, en el que más allá de aportes tecnológicos y artísticos, se
involucran procesos económicos, políticos, sociales e inclusive empresariales en donde la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo esta dando
como resultado la hegemonía y dominio de ciertas naciones sobre otras.
Pero volvamos al lenguaje y su desarrollo, los ejemplos que nos menciona nuestro filósofo
alemán es cómo la lengua árabe es cien veces más perfecta que su madre, cómo el alemán
es indudablemente más fino que el antiguo celta, así sucede con las lenguas y sus
predecesoras ¿no es más alto que el gigante el enano situado en los hombros del primero?
(Ibídem, pág. 102-103). Es un proceso de perfeccionamiento y adecuación al contexto y las
circunstancias lo que da lugar a que las lenguas cambien.
Por otro lado, Se ve de pronto cuán falaz resulta la demostración de la divinidad del
lenguaje a partir del orden y la belleza de este. El orden y la belleza existen en él, pero nos
encontramos con estas preguntas ¿Cómo y de dónde han venido? ¿Es esa lengua tan
admirada la del origen, o más bien el producto de siglos enteros y de muchas naciones? Herder
explica que para edificarlas han trabajado naciones, continentes y estadios históricos diversos,
es tan grande el invento del lenguaje que cuesta trabajo creer que alguien mortal como el
humano pudiese crearlo. Por ello muchos recurren a decir que hacía falta que Dios enseñara
a los hombres a construir un palacio tan enorme. Se necesita un considerable grado de
audacia o de ignorancia para negar que el lenguaje se haya desarrollado con la especie
humana en todos sus grados y modificaciones: lo demuestra la historia y la poesía, la oratoria
y la gramática, y, si no basta con ello, la razón. (Ibídem, pág. 103). En las palabras
encontramos la esencia de lo terrenal y la vivencia del ser humano. Podemos enunciar hay un
montón de leña, y nos daremos cuenta de que está presente la referencia a algo terrenal como
es el monte, aquello que vemos alto, aquella elevación de terreno que enunciamos y
asociamos, tal vez no conscientemente, para referirnos poéticamente a que hay mucha leña.
Bachelard escribe en su poética del espacio:

La imagen poética es una emergencia del lenguaje, siempre está un poco por
encima del lenguaje significante. Viviendo los poemas se tiene la experiencia saludable

88
de la emergencia. Es sin duda una emergencia de poco alcance. Pero esas
emergencias se renuevan; La poesía pone el lenguaje en el estado de emergencia. La
vida se designa en ellas por su vivacidad. Esos impulsos lingüísticos que salen de la
línea ordinaria del lenguaje pragmático son miniaturas del impulso vital. Un
microbergsonismo que abandonará la tesis del lenguaje-instrumento, para adoptar la
tesis del lenguaje-realidad, encontraría en la poesía muchos documentos sobre la vida
completamente actual del lenguaje. Así, junto a consideraciones sobre la vida de las
palabras, tal y como aparece en la evolución de una lengua a través de los siglos, la
imagen poética nos presenta, al estilo del matemático, una especie de diferencial de
esta evolución. Un gran verso puede tener una gran influencia sobre el alma de una
lengua. Despierta imágenes borradas. Y al mismo tiempo sanciona lo imprevisible de
la palabra. ¿Hacer imprevisible la palabra no es un aprendizaje de la libertad? ¡Qué
hechizo tiene para la imaginación poética el evadirse de las censuras! Antaño, las artes
poéticas codificaban las licencias. Pero la poesía contemporánea ha puesto la libertad
en el cuerpo mismo del lenguaje. La poesía aparece entonces como un fenómeno de
la libertad. (Bachelard, 2012, pág. IV)

Así el lenguaje se presenta como una expresividad viva, como un acto poético que
continuamente se va reformulando, como evidencia de la creatividad humana y un medio para
concebir la vida y replantear la realidad. El acto poético es precisamente en el sentido
etimológico de la palabra poyesis: creación, producción; que es relativo a materializar los
pensamientos. La poesía puede ser un medio para revelarnos el funcionamiento del lenguaje,
tal es el interés que surge en el estudioso del lenguaje en cuanto a la poesía que de este
modo, en la escuela de Praga, “Jakobson habrá de continuar una tradición romántica de
pensamiento acerca del lenguaje, en la que se destaca la importancia de la creatividad y la
invención poética y que se remonta a un filosofo como Rousseau” (De la Peña, 1996, pág.
409), dado que en el ensayo sobre el origen de las lenguas, señala la primacía temporal del
lenguaje poético, aspecto en el que coincide con Herder, pues ambos encuentran que en la
poesía surge el desembocamiento de la viveza del lenguaje primitivo.

"El lenguaje figurado fue el primero en nacer y el sentido propio fue hallado posteriormente.
Se llama a las cosas por su verdadera forma. Primero se habla poéticamente y solo mucho
tiempo después se trató de razonar” (Rousseau, 2006, pág. 49), la pasión era lo que movía
originariamente a los hombres, por lo que varios filósofos y pensadores revalorizan el papel
de la poesía para constituir el lenguaje y de esta madera nuestra forma de conocer, L. De la
peña nos menciona una serie de pensadores que ensamblan el lenguaje y la poesía, tal es el
caso de “El poeta filósofo Novalis, quien en sus Fragmentos proponía: "...El idioma es una
invención poética..." (Varios autores, 1980, pág. 122). De igual manera hace mención de otros

89
pensadores a demás de Herder, Humboldt y Schlegel para quien el lenguaje es "La creación
más maravillosa de la capacidad poética humana, una poesía en constante estado de
desarrollo, cambiante, jamás acabada, de toda la humanidad “ (Chomsky, Lingüística
cartesiana, 1969). Más adelante en el siglo XX Heidegger, “Quien habrá de referirse a la
inversión que tenemos que practicar para entender la esencia del lenguaje” (De la Peña, 1996,
pág. 410) en su obra Hölderlin y la esencia de la poesía de (Heidegger M. , 1995, págs. 125-
148) a través de sus versos plateará que la poesía no es un adorno de la existencia, poesía y
existencia son uno mismo, y no debemos verla como un desapego a la realidad: "...la poesía
no toma el lenguaje como un material existente, sino que la poesía misma hace posible el
lenguaje.” (Heidegger M. , 1982, pág. 140). La poesía es la prueba más ferviente de la esencia
humana que llevamos dentro. El origen del lenguaje sólo es, pues, divino en un sentido digno
en la medida en que es humano (Herder, 2015, pág. 105). Poeta es ser humano, “un origen
superior destruye toda actividad del alma humana, no explica nada y convierte todo, toda
psicología, todas las ciencias, en algo inexplicable, ya que ha sido con el lenguaje como el
hombre ha recibido de Dios todos los gérmenes del conocimiento.” (Ibídem, pág. 100). Sin
dejar de resaltar que en el conocimiento está impregnado los datos del alma humana, es decir,
nuestra forma de percibir el mundo.

90
CONCLUSIONES:

 Herder sigue siendo una figura decisiva en la construcción de un problema lingüístico


original en la filosofía alemana del siglo XVIII, que más tarde se convirtió en un
patrimonio común de toda la filosofía europea.
 En el centro del problema herderiano el lenguaje es considerado una creación del
hombre, pero desde él se remonta a la esfera de reflexión, que se convierte en la línea
divisoria que separa al hombre de todos los demás seres vivos.
 Nos podemos percatar que Herder muestra un discurso androcéntrico puesto que
identifica al ser humano con el varón, pues considera que fue éste el que inventó el
lenguaje y de quien la mujer lo aprendió. A lo largo de este trabajo tratamos de poner
un contrapeso de esta inclinación para reconocer a las mujeres como sujetos
históricos, por lo que se hace necesario de una conceptualización y reconstrucción del
conocimiento y de las formas de conocer. La historia del pensamiento es patriarcal, los
grandes pensadores y artistas han legitimado la superioridad de los hombres y la
subordinación de las mujeres, en cierto grado Herder es un deudor de su época y de
las creencias y costumbres del siglo XVIII, en la que es el hombre quien posiciona al
mismo hombre como actor principal y preponderante en la invención del lenguaje y las
distintas áreas del conocimiento, sin embargo consideramos que no es un factor para
subestimar sus aportes, simplemente manifestamos la necesidad de seguir trabajando
y concientizando para la liberación femenina y posicionar a las investigadoras, filósofas
y estudiosas de distintas disciplinas en el campo de la academia con la misma
legitimidad que la de los hombres.
 Al producirse esta potenciación de la consciencia en la reflexión, ya el ser humano es
humano, es decir, una consciencia en el mundo que presupone finitud, al percatarnos
de esto, nos permite intrigarnos por el origen y trascender por el acto mismo de
reconocerla.
 El ser humano es animal, pero, a diferencia del animal, no se queda en sus funciones
animales, sino que toma consciencia de ellas, las conoce y las perfecciona.
 Tanto el mito como la ciencia y la filosofía son formas simbólicas, elevan la caótica
experiencia inmediata al plano de la representación para organizarla y manejarla en
función de necesidades humanas.

91
 La dialéctica de la reflexión trascendental nos permite también comprender cómo los
pueblos no occidentales, pueden alcanzar, en el mito, igual o mayor profundidad que
los pensadores occidentales con sus distintos aparatos conceptuales.
 Herder rechaza la metafísica para buscar una antropología, la cual considera lo lleva a
un camino real y pragmático del hombre.
 El lenguaje y conocimiento humano no se desarrolla únicamente de manera interna, es
decir, la explicación fisiológica y neurológica del cerebro nunca va a ser suficiente para
desentrañar el origen del conocimiento humano, pues al momento de emitir nuestros
pensamientos dejan de ser fenómenos únicamente internos y se convierten en
fenómenos sociales, es decir, cuando está presente una simbiosis y retroalimentación
entre el mundo externo e interno del ser humano.

REFERENCIAS :

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littérature du Romanticisme allemand. París: Seuil.
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92
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Editorial CSIC.
Chavira, P. (23 de Julio de 2017). Los mexicanos seguirán hablando lo que quieran: director de la RAE.
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96
ANEXOS

Anexo 1

97
Topics French language
Pronunciation
Publication date 1902
Publisher Paris H. Welter
Collection Robarts; Toro
nto
Digitizing sponsor MSN
Contributor Robarts -
University of Toronto
Language French
Call number ABV-4883
Camera 1Ds
Copyright-evidence-
date 20080902155654
Copyright-evidence-
operator andrea@archive.or
g
Pages 272

Fuente:
https://archive.org/details/prcisdeprononc00rousuoft

Anexo 2

98
99
Fuente: https://archive.org/details/manualdepronunci00navauoft

by Navarro Tomás, Tomás, 1884-; Madrid. Centro de Estudios Históricos

Publication date 1918


Topics Spanish language -- PronunciationAnexo 3
Publisher Madrid [Imprenta de los sucesores de Hernando]
Collection Robarts; Toronto
Digitizing sponsor MSN
Contributor Robarts - University of Toronto
Language Spanish
Copyright-evidence-operator Alex Aitken
Copyright-region US
Pages 254
Ppi 400

100
transcription
Contributed to Maine Memory
Network by the Maine Historical
Society (Local Code: 365 Box 1 fl.
9) Creation Date: June 20, 1732
Description: Letter from John Minot
to Stephen Minot about logging near
Brunswick, Maine and the murder
of Jesuit Priest Sebastien Rasle.

Marepoint June 20th, 1732

Hon. Sr.
I wrote a few days since by
James

Denning conserning the


Garrisons, suppose or this that
affair is ordered as it Shall be;
This is to advise you that the
Gundelo [ship] tomorrow shall
be brought round the neck in
order to take of William
Alexanders wood.

Shall carry her up to his


house desire you would send
down a sloop as soon as you
please that draws about 7 feet of
water I believe Phillips cannot
taike it of; he having more wood
at Givens then he can carry, but
you may try him or his Brother
Isace there is 3 Loads send but
one sloop at once because it must
Contributed by Maine Historical Society all be gimdelo’d [?] the Soner the
Sloop comes the better- the wood
 Title: Letter regarding the murder must all be taiken of this summer,
 of Sebastien Rasles, 1732 it being cut so long [the] it will be
 Creator: Minot, John Descripción: Esta carta, fechada el
lost, and poor William is very
 Creation Date: 1732-06-20 20 de junio de 1732, trata sobre la tala
en el área de Brunswick, luego discute much discouraged because it is
 Subject Date: 1732-06-20 not taiken of here has been a very
 Town: Brunswick, Norridgewock
temas relacionados con el asesinato del
sacerdote jesuita Sebastien Rasles bad abuse offered to Liv. Jaquish
 County: Cumberland, Somerset
(Rale), quien tenía una misión en a few dayes past by the Indians.
 State: ME
Norridgewock con los indios Abenaki. He was comming from
 Media: Ink on paper
Brunswick Fort. at the first run of
 Dimensions: 20 cm x 16 cm
 Local Code: Coll. 365, Box 1/9
water w’ch is about halfe amile
 Collection: Doggett family papers from ye fort Twenty Indians.
 Object Type: Text

101

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