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Los grandes valientes

Érase una vez en una pequeña aldea, Vivian muchos animales, entre ellos un perro
llamado doguie, este era tan fuerte como una roca y tan velos como una gacela. Él
tenía una hermana llamada doki, la cual era lo opuesto a él, ya que esta era delicada
como una rosa.

Ellos eran inseparables, se la pasaban todo el día juntos, tanto que incluso dormían
juntos, uno al lado del otro.

En una mañana muy soleada, llegaron un grupo de zorros a la aldea amenazando a los
aldeanos y destrozando todo lo que se les atravesara en su camino.

El perro doguie, junto a su hermana, decidieron enfrentarse a los temibles zorros, les
dijo con voz fuerte pero temblorosa “se los advierto, váyanse o saldrán lastimados”, los
zorros riéndose a carcajadas del pequeño valiente, decidieron acorralarlos y
amenazarlos de que si volvían a desafiarlos, podría costarles la vida.

Los zorros después de causar todo ese alboroto, decidieron irse, pero antes de eso
dejaron muy claro que volverían y que no se iban a librar tan fácil de ellos otra vez.

El perro doguie y su hermana doki, tuvieron la gran idea de formar un equipo, el cual
se encargaría de mantener el orden en la aldea.

Y así fue, reunieron a sus amigos más cercanos, entre ellos al cerdo toby, que era tan
rellenito como una pelota, a la gata kitty, la cual era tan esponjosa como un algodón
de azúcar y por ultimo a la hiena Elvira, esta era tan fría como la nieve pero a la vez
tan cálida como el sol.

Junto a estos amigos formaron un gran equipo llamado “los justicieros”. Los cuales
tenían como objetivo principal defender a los animales de las injusticias que les hacían
los feroces y malvados zorros.

Cuando los zorros intentaron llegar de nuevo a destruir la aldea los justicieros tomaron
todo su valor y los enfrentaron hasta vencerlos, primero el cerdo Toby con su panza
rebotadora los golpeo hasta dejarlos casi inconscientes tirados en el piso. Luego fue el
turno de la hiena Elvira que los amarro a un árbol ubicado en medio de la aldea donde
todos los aldeanos le lanzaron tomates podridos y por último el turno de la gata Kitty
quien con sus afiladas garras quito todo el pelaje de los zorros dejándolos en total
vergüenza.

Los zorros prometieron no volver a molestarlos y fue así como los justiciero
devolvieron la paz que los malvados zorros quisieron quitarle a aquella aldea tan llena
de tranquilidad.

Mariangela Cot olaya

Leidys liseth lastre severiche


Los grandes valientes

Érase una vez en una pequeña aldea, Vivian muchos animales, entre ellos un perro
llamado “como yo”, este era tan fuerte como una roca y tan velos como una gacela.

En una mañana muy soleada, llegaron un grupo de zorros a la aldea amenazando a los
aldeanos y destrozando todo lo que se les atravesara en su camino.

El perro “como yo”, decidió enfrentarse a los temibles zorros que se hacían llamar
“como tú”, les dijo con voz fuerte pero temblorosa “se los advierto, váyanse o saldrán
lastimados”, los zorros “como tú” riéndose a carcajadas del pequeño valiente,
decidieron acorralarlo y amenazarlo de que si volvía a desafiarlos, podría costarle la
vida.

Los zorros “como tú” después de causar todo ese alboroto, decidieron irse, pero antes
de eso dejaron muy claro que volverían y que no se iban a librar tan fácil de ellos otra
vez.

El perro “como yo” tuvo la gran idea de formar un equipo, el cual se encargaría de
mantener el orden en la aldea.

Y así fue, reunió a sus amigos más cercanos, entre ellos al cerdo “como él”, que era
tan rellenito como una pelota, a la gata “como ella”, la cual era tan esponjosa como un
algodón de azúcar y por ultimo a la hiena “como ellos”, esta era tan fría como la nieve
pero a la vez tan cálida como el sol.

Junto a estos amigos formaron un gran equipo llamado “los justicieros”. Los cuales
tenían como objetivo principal defender a los animales de las injusticias que les hacían
los feroces y malvados zorros “como tú”.

Cuando los zorros “como tú” intentaron llegar de nuevo a destruir la aldea los
justicieros tomaron todo su valor y los enfrentaron hasta vencerlos, primero el cerdo
“como el” con su panza rebotadora los golpeo hasta dejarlos casi inconscientes tirados
en el piso. Luego fue el turno de la hiena “como ellos” que los amarro a un árbol
ubicado en medio de la aldea donde todos los aldeanos le lanzaron tomates podridos y
por último el turno de la gata “como ella” quien con sus afiladas garras quito todo el
pelaje de los zorros dejándolos en total vergüenza.

Los zorros “como tú” prometieron no volver a molestarlos y fue así como los justiciero
devolvieron la paz que los malvados zorros quisieron quitarle a aquella aldea tan llena
de tranquilidad.

Mariangela Cot olaya

Leidys liseth lastre severiche

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