Está en la página 1de 9

LA TRAMPA DEL LEÓN

A orillas de un hermoso lago, de aguas cristalinas, donde se reflejan los rayos del sol por

las mañanas; solían reunirse todos los animales del bosque, ya que, en ese lugar, tan

tranquilo crecieron y vivieron parte de su vida.

Un día, en que todo transcurría como de costumbre, llegó gritando un venado negro, que

desde joven solía pastar en una pradera cercana.

- ¡vengan todos!

- ¡Vengan todos!

- ¡Traigo malas noticias!

- ¿Qué pasa? – gritaron las palomas doradas desde el cielo.

- ¡Este es el fin! El fin de todos, de nuestra tranquilidad y del bosque.

- ¡Pero habla pronto! ¿Qué sucede? Gritaba el pato blanco que se bañaba en las aguas

cristalinas del lago.

Entonces comenzó a relatar lo que estaba pasando.

-Estaba pastoreando en la pradera vecina, cuando de repente, escuché a un conejo vestido

con un sombrero y botas de cuero gris, decirle a su amigo ratón, que el León, el rey de la

pradera vecina, decidió sacarnos a todos, los que vivimos en este bosque, para quedarse con

él y en especial con nuestro hermoso lago. Porque en su reino no tiene un lago como el

nuestro.
La pradera donde vivía aquel león, era un lugar muy oscuro, se podía sentir la tristeza al

caminar entre los árboles, se escuchaba el lamento del viento, los pocos caminos que se

podían ver, estaban llenos de piedras, además, no crecían flores, ni frutos, era una tierra sin

vida, y su rio, ya estaba seco y sucio. El león, no quería vivir allí y por eso pensaba robar

aquel bosque de aguas cristalinas.

Por otra parte, cuando los animales estaban reunidos, muy preocupados por su bosque,

empezaron a hablar:

- ¡No es justo! Ese león es un envidioso, gritaban las mariposas que revoloteaban en

círculo, encima de todos.

- ¡Tranquilas ¡debemos esperar, pensar muy bien, cómo vamos a solucionar este problema,

dijo el pato blanco.

- ¡Sí!, ¿Pero ¿cómo lo solucionaremos? - Dijo el venado negro.

- ¡Tengo una idea! – dijo el pato blanco. Pidamos ayuda al caballo, me han dicho que es un

animal muy sabio y nos puede aconsejar.

Los animales de inmediato se fueron a buscar ayuda a la casa del caballo.

Lo encontraron acostado, como de costumbre, con la cabeza en la ventana de su casa.

La casa del señor caballo, tenía un pasillo lleno de vistosos canastos, de todos los tamaños,

una mesa que la adornaba con hermosas flores moradas; y en la sala colgaban los recuerdos

de sus antepasados.

Al escuchar a los visitantes, el caballo se levantó, acomodó sus grandes orejas y su cola la

sacudió.
- ¿Por qué tanto alboroto? Preguntaba el señor caballo.

- ¡Lo sentimos mucho! Señor caballo, es que todos estamos desesperados – dijo el pato

blanco.

Entonces, el pato blanco comenzó a explicarle lo que les sucedía.

-Señor caballo, es que estamos desesperados, por causa de un león que quiere quedarse con

nuestro bosque y el hermoso lago.

- ¡Ummm! Dijo el caballo.

- El asunto es delicado. Tengo entendido que ese viejo león es terrible, grosero y muy malo.

También dicen, que a su servicio tiene una energúmena gata verde, que cambia de color,

según su estado de ánimo.

Todos escuchaban asombrados lo que decía el caballo.

Lentamente el caballo continuo la historia.

-Ese león, se entrenó con los mejores felinos de la región, es experto en la cacería de

animales, además, siempre se mantiene con una escopeta en la espalda, sin olvidar que

tiene una vista y olfato inigualable.

Todos temblaban de miedo, al escuchar las palabras del caballo.

- ¡Este es nuestro fin! - pensaron todos.

-tranquilícense, dijo el pato blanco. Lo que debemos hacer es pensar ¿cómo defender

nuestro hogar de ese malvado león? - ¡pensemos! Les decía a todos.


En aquel momento, los animales sintieron medio, porque podían perder su hermoso bosque

de aguas cristalinas, ese lugar encantado, que se adornaba por las noches con el brillo de las

estrellas y hasta la luna maravillada por su encanto, bajaba para dejar jugar a sus pequeños

hijos, unos lindos conejitos blancos, jugar con los animales del bosque.

Al ver que ya casi todo estaba perdido, porque los animales se sentían tan indefensos, ante

el rey de la más triste y oscura sábana que existiera en la tierra. Todos empezaron a

murmurar…

Si nos vamos de este lugar, no volveremos a estar juntos, no podremos jugar con nadie, y lo

peor, decían: ¿quién nos arropará en las noches y nos cantará canciones de cuna? como lo

hace la luna; no volveremos a mirar como los rayos del sol dibujan sus colores en las finas

hierbas que crecen por todo el bosque, ¡ayyyy ¡qué tristeza, ya la lluvia no nos bañará con

gotas de cristal, ni el viento volverá a abrazarnos con suaves soplidos.

Además, las abejas perderán sus panales, las hormigas sus hormigueros, las aves sus nidos,

los conejos sus madrigueras, en fin, cada uno de nosotros perderá su casa; si león se

apodera de nuestro bosque, nos tocará irnos a otro lugar y nos separarnos para siempre;

todos comenzaron a llorar, la tristeza se apoderaba de ellos, incluso hasta las luciérnagas

sentían que iban a perder su luz, si salían de aquel hermoso y tranquilo bosque.

Fue entonces cuando al recordar porque querían ese lugar, se armaron de valor y

comenzaron a decir:

-Pero ¿Qué podemos hacer? Somos débiles, nos ganará a todos si lo atacamos- dijo el

venado negro.
-Lo único que los puede salvar, es que sean astutos, porque en la naturaleza está su

defensa – dijo el caballo.

- Entonces hagamos un plan para defendernos- opinó la mariposa muy preocupada.

- ¡Manos a la obra! Si cada quien hace lo que le corresponde ¡vamos a ganar! - exclamó la

paloma que posaba sobre una rama cercana.

Pasaban los días en aquel tranquilo bosque, donde las flores silvestres crecían con el solo

rocío de mañana.

Y a orillas de aquel tranquilo lago, estaban los animales planeando los detalles de la

defensa del bosque, en esa reunión estaban: el venado negro, las palomas doradas, las

mariposas, el pato blanco y el señor caballo.

Empezó el señor caballo a decir- como ya sabemos el león es muy inteligente y fuerte.

además, cuenta con una gata verde, por eso, actuaremos con mucho cuidado y paciencia.

Entonces el caballo empezó a dar las indicaciones:

-Tú, venado negro, te encargarás de recoger todas las cebollas y ajís que puedas.

- Las palomas doradas, deben traer flores y hojas de todos los tamaños.

-El pato blanco, elaborará bolas de barro.

Por otra parte, las mariposas se encargarán de organizar las frutas y verduras recolectadas y

las colocarán en unas bandas, elaboradas con las raíces que cuelgan de los arboles; sin

olvidar las piñas, melones, sandias, papayas y mangos.

Todos estaban esperando el ataque del león, ansiosos, pero a la vez temerosos.
Por otra parte, el león malvado dio la orden a la gata verde de llevar una razón a los

animales del bosque, la cual decía: - “si no se rinden ante mí, los devoraré a todos, y me

quedaré con su bosque”.

-ja ja ja. Se reía el león malvado.

Lo que él no sabía, era lo que los animales del bosque le tenían preparado.

La muy elegante y presumida gata verde, fue a llevarles la razón a los animales, pero ¡oh

sorpresa! Cuando vio que los habitantes de aquel bosque ignoraban su presencia, hacían no

escuchar sus maullidos, ni sus gritos.

Ante aquella indiferencia, la gata se enfureció y se fue a contarle al león lo que pasa en

aquel bosque.

Fue entonces, cuando el león confundido, intentó acercarse entre los matorrales muy

sigiloso, no creía que lo que pasaba. De repente, cayó en una cama de papayas, de allí no

podía levantarse, porque se resbalaba y cada vez que intentaba pararse de los árboles les

caía bolas de barro.

Cuando por fin se pudo levantar, llenaron su melena con verduras, donde la cebolla cubría

sus ojos y lo hacía llorar y su boca la llenaron con ají picante.

¡auxilio! ¡auxilio! Exclamaba el león, ¡necesito agua por favor!

Para calmar su picazón, los animales del bosque muy amablemente le regalaron un baño de

sandía, con espumas de piña. Lo que provocó que las abejas lo atacarán con su fino aguijón.
El león desesperado, pensó haber visto un estanque de agua limpia, pero lo que no sabía,

era que era otra de las trampas para él, se trataba de un gran charco de jugo de mago, lleno

de flores con espinas, que lo punzaban cada vez que quería salir de ahí.

La mariposa revoloteaba por encima del león, pero él no podía hacer nada, estaba estancado

en charco de jugo de mango. Y ella comenzó a exclamar.

¡Urra! ¡Urra!, el león ha sido vencido.

No podían creerlo, habían vencido al león, solo con astucia y elementos de la naturaleza.

En aquel momento, lo amarraron con las raíces de los árboles que habían cortado, y le

dijeron:

-Tú eres un animal que serás bienvenido a este bosque, pero solamente cuando vengas con

buenas intenciones. Nosotros te ofrecemos nuestra amistad, a ti y a tu gata verde. Si no

aceptas las condiciones, por aquí ni vuelvas.

Fue así como el león comprendió que la naturaleza está hecha para todos los seres vivos,

que se puede convivir en paz y armonía, sólo si se respeta los espacios de los demás; y que

la naturaleza, así como te puede dar vida y alimentos, también se puede volver contra ti.

El león acepto su amistad y aprendió la lección.

Y como al fin el león comprendió la lección, este cuento se acabó.

También podría gustarte