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ADIVINANZAS

Mi tía Cuca tiene una mala racha, ¿quién será esta muchacha?
La cucaracha

Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado, ni soy cigarra.


La rana

Soy pequeño y blandito y mi casa llevo sobre el lomito.


El caracol

¿Qué animal tiene las cinco vocales?


El murciélago

En lo alto vive, en lo alto mora, en lo alto teje la tejedora.


La araña

Aunque planta verde y débil, nadie sin temor se arrima, que es mi roce como el fuego, que al punto
el cuerpo lastima.
La ortiga

Capote sobre capote, capote de frío paño, aquel que llora por mí me está partiendo a pedazos.
La cebolla

En verano éramos verdes, en otoño marroncillas, ahora el viento nos lleva de un lado a otro sin vida.
Las hojas

Verde me crié, rubio me cortaron, duro me molieron, blanco me amasaron.


El trigo

Con cuatro hojitas me has de buscar si buena suerte quieres encontrar.


El trébol
CHISTES

En una entrevista de trabajo:


- ¿Nivel de inglés? 
- Alto 
- Bien. Traduzca "fiesta". 
- Party
- Perfecto. Úselo en una frase. 
- Ayer me party la cara con la bicicleta. 
- Contratado.

Como maldice un pollito a otro pollito?


• ¡Caldito seas!

- ¡Ya sé porqué estoy engordando, es el champú!.


- ¿Estás seguro?.
- Sí, tío, hoy he leído la etiqueta y dice "para dar cuerpo y
volumen". Desde hoy empiezo a bañarme con jabón de lavar
platos.
-¿Qué dices?.
- Está claro, ahí pone que "disuelve la grasa, hasta la más difícil"..

- Mamá, mamá, en el cole me llaman Facebook.


- ¿Y tú que les dices?
- ¡Me gusta!
En Japon hicieron una maqina que atrapaba ladrones.
Entonces la estrenaron en Japon, y en menos de 15 minutos
atrapo la maquina a 20 ladrones.
Luego la llevaron a Alemania, y en menos de 10 minutos la
maquina atrapo a 15 ladrones.
Y por ultimo la llevaron a Mexico,y en menos de 5 minutos se
robaron la maquina.

LOS ÚLTIMOS DINOSAURIOS


En el cráter de un antiguo volcán, situado en lo alto del único
monte de una región perdida en las selvas tropicales, habitaba el
último grupo de grandes dinosaurios feroces. Durante miles y miles
de años, sobrevivieron a los cambios de la tierra y ahora, liderados
por el gran Ferocitaurus, planeaban salir de su escondite para
volver a dominarla.
Ferocitaurus era un temible tiranosaurus rex que había decidido
que llevaban demasiado tiempo aislados, así que durante algunos
años se unieron para trabajar y derribar las paredes del gran
cráter. Y cuando lo consiguieron, todos prepararon
cuidadosamente sus garras y sus dientes para volver a atermorizar
al mundo.
Al abandonar su escondite de miles de años, todo les resultaba
nuevo, muy disitinto a lo que se habían acostumbrado en el cráter,
pero siguieron con paso firme durante días. Por fin, desde lo alto
de unas montañas vieron un pequeño pueblo, con sus casas y sus
habitantes, que parecían pequeños puntitos. Sin haber visto antes
a ningún humano, se lanzaron feroces montaña abajo, dispuestos
a arrasar con lo que se encontraran...
Pero según se acercaron al pueblecito, las casas se fueron
haciendo más y más grandes, y más y más.... y cuando las
alcanzaron, resultó que eran muchísimo más grandes que los
propios dinosaurios, y un niño que pasaba por allí dijo: "¡papá,
papá, he encontrado unos dinosaurios en miniatura! ¿puedo
quedármelos?".
Así las cosas, el temible Ferocitaurus y sus amigos terminaron
siendo las mascotas de los niños del pueblo, y al comprobar que
millones de años de evolución en el cráter habían convertido a su
especie en dinosaurios enanos, aprendieron que nada dura para
siempre, y que siempre hay estar dispuesto a adaptarse. Y eso sí,
todos demostraron ser unas excelentes y divertidas mascotas.

UN PAPÁ MUY DURO


Ramón era el tipo duro del colegio porque su papá era un tipo duro. Si alguien se
atrevía a desobedecerle, se llevaba una buena.
Hasta que llegó Víctor. Nadie diría que Víctor o su padre tuvieran pinta de duros: eran
delgaduchos y sin músculo. Pero eso dijo Víctor cuando Ramón fue a asustarle.
- Hola niño nuevo. Que sepas que aquí quien manda soy yo, que soy el tipo más duro.
- Puede que seas tú quien manda, pero aquí el tipo más duro soy yo.
Así fue como Víctor se ganó su primera paliza. La segunda llegó el día que Ramón
quería robarle el bocadillo a una niña.
- Esta niña es amiga del tipo más duro del colegio, que soy yo, y no te dará su
bocadillo - fue lo último que dijo Víctor antes de empezar a recibir golpes.
Y la tercera paliza llegó cuando fue él mismo quien no quiso darle el bocadillo.
- Los tipos duros como mi padre y yo no robamos ¿y tú quieres ser un tipo duro? -
había sido su respuesta.
Víctor seguía llevándose golpes con frecuencia, pero nunca volvía la cara. Su valentía
para defender a aquellos más débiles comenzó a impresionar al resto de compañeros,
y pronto se convirtió en un niño admirado. Comenzó a ir siempre acompañado por
muchos amigos, de forma que Ramón cada vez tenía menos oportunidades de pegar
a Víctor o a otros niños, y cada vez menos niños tenían miedo de Ramón. Aparecieron
nuevos niños y niñas valientes que copiaban la actitud de Víctor, y el patio del recreo
se convirtió en un lugar mejor.
Un día, a la salida, el gigantesco papá de Ramón le preguntó quién era Víctor.
- ¿Y este delgaducho es el tipo duro que hace que ya no seas quien manda en el
patio? ¡Eres un inútil! ¡Te voy a dar yo para que te enteres de lo que es un tipo duro!
No era la primera vez que Ramón iba a recibir una paliza, pero sí la primera que
estaba por allí el papá de Víctor para impedirla.
- Los tipos duros como nosotros no pegamos a los niños, ¿verdad? - dijo el papá de
Víctor, poniéndose en medio. El papá de Ramón pensó en atizarle, pero observó que
aquel hombrecillo delgado estaba muy seguro de lo que decía, y que varias familias
estaban allí para ponerse de su lado. Además, después de todo, tenía razón, no
parecía que pegar a los niños fuera propio de tipos duros.
Fue entonces cuando el papá de Ramón comprendió por qué Víctor decía que su
padre era un tipo duro: estaba dispuesto a aguantar con valentía todo lo malo que le
pudiera ocurrir por defender lo que era correcto. Él también quería ser así de duro, de
modo que aquel día estuvieron charlando toda la tarde y se despidieron como amigos,
habiendo aprendido que los tipos duros lo son sobre todo por dentro, porque de ahí
surge su fuerza para aguantar y luchar contra las injusticias.
Y así, gracias a un chico que no parecía muy duro, Ramón y su papá, y muchos otros,
terminaron por llenar el colegio de tipos duros, pero de los de verdad: esos capaces de
aguantar lo que sea para defender lo que está bien.

EL GRAN LÍO DEL PULPO


Había una vez un pulpo tímido y silencioso, que casi siempre andaba solitario
porque aunque quería tener muchos amigos, era un poco vergonzoso. Un día, el
pulpo estaba tratando de atrapar una ostra muy escurridiza, y cuando quiso
darse cuenta, se había hecho un enorme lío con sus tentáculos, y no podía
moverse. Trató de librarse con todas sus fuerzas, pero fue imposible, así que
tuvo que terminar pidiendo ayuda a los peces que pasaban, a pesar de la
enorme vergüenza que le daba que le vieran hecho un nudo.
Muchos pasaron sin hacerle caso, excepto unos peces muy gentiles y
simpáticos que se ofreció para ayudarle a deshacer todo aquel lío de tentáculos
y ventosas. El pulpo se sintió aliviadísimo cuando se pudo soltar, pero era tan
tímido que no se atrevió a quedarse hablando con el pececillo para ser su
amigo, así que simplemente le dió las gracias y se alejó de allí rápidamente; y
luego se pasó toda la noche pensando que había perdido una estupenda
oportunidad de haberse hecho amigo de aquel pececillo tan amable.
Un par de días después, estaba el pulpo descansando entre unas rocas, cuando
notó que todos nadaban apresurados. Miró un poco más lejos y vio un enorme
pez que había acudido a comer a aquella zona. Y ya iba corriendo a esconderse,
cuando vio que el horrible pez ¡estaba persiguiendo precisamente al pececillo
que le había ayudado!. El pececillo necesitaba ayuda urgente, pero el pez
grande era tan peligroso que nadie se atrevía a acercarse. Entonces el pulpo,
recordando lo que el pececillo había hecho por él, sintió que tenía que ayudarle
como fuera, y sin pensarlo ni un momento, se lanzó como un rayo, se plantó
delante del gigantesco pez, y antes de que éste pudiera salir de su asombro,
soltó el chorro de tinta más grande de su vida, agarró al pececillo, y corrió a
esconderse entre las rocas. Todo pasó tan rápido, que el pez grande no tuvo
tiempo de reaccionar, pero enseguida se recuperó. Y ya se disponía a buscar al
pulpo y al pez para zampárselos, cuando notó un picor terrible en las agallas,
primero, luego en las aletas, y finalmente en el resto del cuerpo: y resultó que
era un pez artista que adoraba los colores, y la oscura tinta del pulpo ¡¡le dió una
alergia terrible!!
Así que el pez gigante se largó de allí envuelto en picores, y en cuanto se
fue, todos lo peces acudieron a felicitar al pulpo por ser tan valiente. Entonces el
pececillo les contó que él había ayudado al pulpo unos días antes, pero que
nunca había conocido a nadie tan agradecido que llegara a hacer algo tan
peligroso. Al oir esto, los demás peces del lugar descubrieron lo genial que era
aquel pulpito tímido, y no había habitante de aquellas rocas que no quisiera ser
amigo de un pulpo tan valiente y agradecido.

EL PINGÜINO Y EL CANGURO
Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de
las carreras, pero al que el éxito había vuelto vanidoso,
burlón y antipático.La principal víctima de sus burlas era un
pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía
siquiera acabar las carreras.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en
todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el
pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero
aún así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus
burlas contra el pingüino se intensificaron. Este no quería
participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que
el día de la carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta
el lugar de inicio. El zorro los guió montaña arriba durante
un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino,
sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su
barriga...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de
la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago.
Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo: "La carrera
es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió
torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad
era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el
canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso,
humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el
pingüino le esperaba para devolverle las burlas, este había
aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, se
ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago.
Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio
había conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.
EL HADA FEA
Había una vez una aprendiz de hada madrina, mágica y
maravillosa, la más lista y amable de las hadas. Pero era también
una hada muy fea, y por mucho que se esforzaba en mostrar sus
muchas cualidades, parecía que todos estaban empeñados en que
lo más importante de una hada tenía que ser su belleza.En la
escuela de hadas no le hacían caso, y cada vez que volaba a una
misión para ayudar a un niño o cualquier otra persona en apuros,
antes de poder abrir la boca, ya la estaban chillando y gritando:
- ¡fea! ¡bicho!, ¡lárgate de aquí!.
Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una vez
había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero
luego pensaba en lo que le contaba su mamá de pequeña:
- tu eres como eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y
seguro que es así por alguna razón especial...
Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron el país, haciendo
prisioneras a todas las hadas y magos. Nuestra hada, poco antes
de ser atacada, hechizó sus propios vestidos, y ayudada por su fea
cara, se hizo pasar por bruja. Así, pudo seguirlas hasta su guarida,
y una vez allí, con su magia preparó una gran fiesta para todas,
adornando la cueva con murciélagos, sapos y arañas, y música de
lobos aullando.
Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que
con un gran hechizo consiguieron encerrar a todas las brujas en la
montaña durante los siguientes 100 años.
Y durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la
valentía y la inteligencia del hada fea. Nunca más se volvió a
considerar en aquel país la fealdad una desgracia, y cada vez que
nacía alguien feo, todos se llenaban de alegría sabiendo que
tendría grandes cosas por hacer.

POEMAS

SINTONIA

Esta noche miro al cielo


y no veo las estrellas
yo quisiera poder verlas
a ver si alguna es mas bella.

Que la niña de mis ojos


a la que quiero y admiro
y por la que yo seria
capaz de echarme al abismo.

Solo por verla sonriente


siempre feliz y contenta
y a lo demás en la vida
no le echaría ni cuentas.

EL ANGEL
Hoy he visto el jardín
Me encantaron las rosas,
Pero nada me gusta tanto 
Como tu sonrisa hermosa.

El cielo me deja ver las estrellas


Ciertamente ninguna es mas bella,
Que la niña hermosa y divina
Y por la cual hasta mi vida entregaría.

Veo el atardecer y recuerdo tu cabello


Una cascada de oro que ilumina mi cielo,
El anochecer es muy bonito
En especial si hablo contigo.

Eres el ángel que el cielo envía 


Para que inspires cada una de mis poesías
Eres la razón de mis versos, estrofas y rimas
Y por la cual le encuentro sentido a la vida.{

EL PASO DEL TIEMPO


Esperé a que volvieras
durante días, semanas, años
quizá toda la vida
desde que tengo memoria

Y nunca volviste
Siempre tú, en mis sueños
Siempre tú, en mis esperanzas
Siempre tú

Y ahora que te vuelvo a ver


qué suerte,
ya no te necesito.
¿QUE ES?
¿Que es el amor? Si no es lo que siento por ti
¿Que es el dolor? Si no es lo que siento cuando estas lejos de mi
¿Quien soy yo? Sin ti

VIDA
Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante

con un temblor de luz


primera, sin pulir,
sin arista de tarde,
ni sombra de jardín.

Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.

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