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LA HIPÓTESIS, TEORÍA Y LEY

Uno de los desafíos para entender términos científicos como teoría es que ni
siquiera dentro de la comunidad científica existe una definición precisa. Algunos
científicos debaten sobre si ciertas propuestas merecen la denominación de
hipótesis o de teoría y otros usan estos términos de manera intercambiable. Sin
embargo, existe una diferencia en estos términos. Una hipótesis es la propuesta de
una explicación para un fenómeno observable. Las hipótesis, así como las teorías,
se basan en observaciones que provienen de la investigación. Por ejemplo, la
hipótesis de LeClerc que declaraba que la Tierra se enfrió a partir de una bola
hirviente de hierro no era una conjetura al azar; más bien, él desarrolló su hipótesis
basándose en la información de los meteoritos que observaba.
Frecuentemente, un científico propone una hipótesis antes de que la investigación
la confirme como medio de predecir el resultado del estudio y ayudar a definir mejor
los parámetros de la investigación. Para LeClerc, su hipótesis le permitió usar los
parámetros conocidos (el ritmo de enfriamiento del hierro) para seguir trabajando.
Un componente clave de una hipótesis científica formal es que tiene que ser
comprobable y falsificable. Por ejemplo, cuando Richard Lenski aisló sus doce
cepas de bacteria, probablemente emitió una hipótesis que decía que las
mutaciones al azar, causarían que las diferencias apareciesen dentro de un periodo
en las diferentes cepas de la bacteria. Pero cuando se genera una hipótesis en las
ciencias, un científico también emitirá una hipótesis alternativa, una explicación que
explica el estudio si los datos no apoyan la hipótesis original. Si las diferentes cepas
de bacteria del estudio de Lenski no se separaban en el periodo indicado, tal vez el
ritmo de la mutación era más lento de lo que se imaginó al principio.
Así que puede preguntarse, ¿si existe tanto apoyo para las teorías, llegan estas a
convertirse en leyes? La respuesta es negativa y no porque no reciban el apoyo
suficiente, sino porque las teorías y las leyes son dos cosas muy diferentes. Las
leyes describen fenómenos, frecuentemente matemáticos. Las teorías, sin
embargo, explican fenómenos. Por ejemplo, en 1687, Isaac Newton propuso una
Teoría de la Gravedad que describía a la gravedad como una fuerza de atracción
entre dos objetos. Como parte de su teoría, Newton desarrolló la Ley de la gravedad
universal que explica cómo funciona esta fuerza. Esta ley declara que la fuerza de
la gravedad entre dos objetos es inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia entre estos dos objetos. La ley de Newton no explica por qué esto es
verdad, sino que describe cómo funciona la gravedad (vea nuestro módulo La
Gravedad para más información). En 1916, Albert Einstein desarrolló su teoría de la
relatividad general para explicar los mecanismos de los efectos de la gravedad. El
trabajo de Einstein desafió la teoría de Newton y se ha concluido, después de
muchas pruebas e investigaciones, que describe con mayor precisión este
fenómeno. Aunque el trabajo de Einstein ha remplazado el de Newton como la
explicación principal de la gravedad en la ciencia moderna, se sigue usando la Ley
de la gravedad universal de Newton ya que describe de manera razonable y simple
la fuerza de la gravedad bajo varias circunstancias. De igual manera, la Ley de la
sucesión faunística de Smith no explica por qué los organismos se suceden unos a
otros de una manera distintiva y predecible en las capas de las rocas, sino que
describe con precisión el fenómeno.
Las teorías, las hipótesis, y las leyes conducen el progreso científico
Las teorías, las hipótesis y las leyes no son simplemente importantes componentes
de la ciencia, sino que conducen el progreso científico. Por ejemplo, hoy en día la
biología evolutiva es un campo de la ciencia enfocado en los orígenes y la
descendencia de las especies. Actualmente, los geólogos usan las placas
tectónicas como un modelo conceptual y una teoría guía cuando estudian los
procesos del funcionamiento de la corteza terrestre. Y los físicos se refieren a la
teoría atómica cuando predicen la existencia de las partículas subatómicas que no
se han descubierto. Esto no quiere decir que la ciencia "se acabó" o que ya se
descubrieron todas las teorías importantes. Igual que con la evolución, el progreso
en la ciencia ocurre gradualmente y con dramáticos estallidos. Los dos tipos de
progreso son fundamentales para crear unas bases sólidas de conocimiento con
datos que sirvan como fundamento y unas teorías científicas que estructuren ese
conocimiento.
Las teorías no se basan en el trabajo de un científico, si no que en la acumulación
de evidencia e ideas de muchos científicos a lo largo del tiempo. Este módulo
discute como teorías científicas se construyen y se revisan. Utiliza el desarrollo de
la teoría de la evolución por medio de la selección natural para ilustrar como se
construyen las teorías por medio del proceso de probar, expandir y refinar.
Conceptos Clave
• Una teoría científica es una explicación lógica, comprobable y predictiva que
se infiere de múltiples indicios para explicar algún aspecto general del mundo
natural.
• Las teorías pueden revisarse y hasta cambiar, a medida que salen a la luz
nuevas evidencias o se proponen nuevas interpretaciones de datos existentes, bajo
la premisa de que esos nuevos datos no son tenues o especulativos.
• Una hipótesis científica es una explicación inferida de una observación o
descubrimiento, y aunque es de naturaleza más exploratoria que una teoría, se basa
en el conocimiento científico existente.
• Una ley científica es una expresión de una relación matemática o descriptiva
observada en la naturaleza.
Referencias
• Cook, H., & Bestman, H. D. (2000). A persistent view: Lamarckian thought in
early evolutionary theories and in modern biology. Perspectives on Science and
Christian Faith, 52 86-97.
• Dobzhansky, T. G. (1982). Genetics and the origin of species. Columbia
University Press.
• Gould, S. J. (2002). The structure of evolutionary theory. Belknap Press.
• Horner, W. E. (1843). Remarks on the dental system of the mastodon, with
an account of some lower jaws in Mr. Koch's collection, St. Louis, Missouri, where
there is a solitary tusk on the right side. Transactions of the American Philosophical
Society, 8, 53-59.
• Johnson, S. (2008). The invention of air: A story of science, faith, revolution,
and the birth of America. New York: Riverhead Books.
• Papadopoulos, D., Schneider, D., Meier-Eiss, J., Arber, W., Lenski, R. E., &
Blot, M. (1999). Genomic evolution during a 10,000-generation experiment with
bacteria. National Academy of Sciences, 96, 3807-3812.

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