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ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El derecho humano a una buena administración pública

ESTUDIANTE

Andres Arturo Morales

PROFESORA

Daniela Mejía Naranjo

Derechos Humanos y Negociación de conflictos

Grupo: 7b

Bogotá, D.C 2024-1


Se aborda de manera detallada la situación del reconocimiento del derecho humano a una buena
administración pública en el ordenamiento jurídico de México y Colombia. Mientras en México
este derecho ha sido reconocido de manera expresa en algunos casos, como en la Constitución de
la Ciudad de México, en Colombia no existe un reconocimiento expreso de este derecho como
un derecho fundamental o humano. En el caso colombiano, el derecho a la buena administración
pública solo se puede entender de manera innominada o implícita, derivado de la interpretación
sistemática de otros derechos y principios consagrados en la Constitución y en la legislación,
como el derecho de petición, los principios que rigen la función administrativa (igualdad,
moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad), entre otros. Pero
desafortunadamente, no existe un artículo o disposición que reconozca de manera expresa este
derecho como un derecho fundamental en Colombia.
Por otro lado, en México se evidencia un avance más significativo en cuanto al reconocimiento
expreso de este derecho. Además de contemplarse derechos derivados como el debido proceso, el
acceso a la información y la responsabilidad patrimonial del Estado en la Constitución Federal,
la Constitución de la Ciudad de México dio un paso trascendental al consagrar de manera
explícita el "derecho a una buena administración pública" en su artículo 12. Este reconocimiento
expreso es un hito importante, ya que no solo reconoce el derecho, sino que además establece
principios y obligaciones específicas para garantizarlo, como la receptividad, eficacia, eficiencia,
calidad y uso de tecnologías de la información.
Esta situación pone en evidencia una diferencia sustancial entre ambos países en cuanto al
tratamiento y reconocimiento de este derecho fundamental. Mientras que en México se han dado
avances significativos para su consagración expresa y su garantía efectiva, en Colombia aún
persiste una falta de claridad y un vacío normativo en cuanto a su reconocimiento directo como
derecho fundamental.
Esta falta de reconocimiento expreso en el ordenamiento jurídico colombiano puede generar
confusiones y dificultades en su aplicación y protección efectiva. Al no estar consagrado de
manera clara y específica, puede confundirse con otros derechos fundamentales o con principios
generales de la función administrativa, dificultando su exigibilidad y su garantía como un
derecho autónomo. Adicionalmente, la ausencia de un reconocimiento expreso puede limitar la
comprensión de su alcance y contenido específico, lo que podría llevar a interpretaciones
divergentes y a una falta de claridad en cuanto a los mecanismos idóneos para su protección y
restablecimiento en caso de vulneración.
El reconocimiento expreso en México, particularmente en la Constitución de la Ciudad de
México, brinda una mayor certeza jurídica y claridad en cuanto al contenido, alcance y
mecanismos de protección de este derecho fundamental. Al estar consagrado de manera explícita,
se facilita su exigibilidad y se establecen lineamientos más claros para su garantía efectiva por
parte de las autoridades y la administración pública.
Teniendo en cuenta esto se formularían algunas propuestas enfocadas a la buena administración
pública en el contexto colombiano:
1. Ante la falta de un reconocimiento explícito del derecho a la buena administración pública
como derecho fundamental en la Constitución colombiana, se propone una reforma
constitucional que incluya un artículo específico que consagre este derecho de manera clara y
contundente tal como: "Artículo XX. Toda persona tiene derecho a una buena administración
pública. Este derecho comprende, entre otros, el derecho a ser tratado con imparcialidad,
igualdad, transparencia, eficiencia y objetividad por parte de las autoridades y servidores
públicos en el ejercicio de sus funciones. La ley reglamentará los mecanismos de protección y
garantía de este derecho fundamental."
Esta propuesta, inspirada en el artículo 12 de la Constitución de la Ciudad de México, brindaría
un reconocimiento expreso y claro del derecho a la buena administración pública como un
derecho fundamental autónomo. Estableciendo unos de sus componentes esenciales, como la
imparcialidad, igualdad, transparencia, eficiencia y objetividad, dejando abierta la posibilidad de
que la ley desarrolle otros aspectos y mecanismos de protección.

2. La expedición de una ley estatutaria que desarrolle de manera integral el contenido, alcance y
mecanismos de protección del derecho a la buena administración pública en Colombia. Esta ley
estatutaria brindaría un desarrollo normativo detallado y sistemático de este derecho
fundamental, superando la dispersión y ambigüedad actual y fomentando mecanismos claros y
eficaces para su exigibilidad y protección, fortaleciendo la seguridad jurídica y la garantía
efectiva de este derecho en el ordenamiento jurídico colombiano.
En esta se buscaría que se incluyan aspectos como una definición clara y precisa del concepto de
"buena administración pública" y sus componentes esenciales; el establecimiento de principios
rectores y obligaciones específicas para las autoridades y servidores públicos en el ejercicio de
sus funciones; unos mecanismos de participación ciudadana y rendición de cuentas en el marco
de la buena administración pública; procedimientos y recursos judiciales y administrativos para
la protección del derecho y la reparación en casos de vulneración; creación de una autoridad u
órgano especializado para la vigilancia, promoción y garantía del derecho a la buena
administración pública.

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