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La ley 2113 de 2021 establece una legislación específica para los consultorios jurídicos en Colombia. La ley busca garantizar el acceso a la justicia como un derecho fundamental y ampliar los servicios legales ofrecidos por los consultorios jurídicos, incluyendo asistencia jurídica, asesoría administrativa y representación judicial y extrajudicial. Adicionalmente, la ley promueve la inclusión de personas con discapacidad y un enfoque de género en los consultorios jurídicos.
La ley 2113 de 2021 establece una legislación específica para los consultorios jurídicos en Colombia. La ley busca garantizar el acceso a la justicia como un derecho fundamental y ampliar los servicios legales ofrecidos por los consultorios jurídicos, incluyendo asistencia jurídica, asesoría administrativa y representación judicial y extrajudicial. Adicionalmente, la ley promueve la inclusión de personas con discapacidad y un enfoque de género en los consultorios jurídicos.
La ley 2113 de 2021 establece una legislación específica para los consultorios jurídicos en Colombia. La ley busca garantizar el acceso a la justicia como un derecho fundamental y ampliar los servicios legales ofrecidos por los consultorios jurídicos, incluyendo asistencia jurídica, asesoría administrativa y representación judicial y extrajudicial. Adicionalmente, la ley promueve la inclusión de personas con discapacidad y un enfoque de género en los consultorios jurídicos.
Entender la realidad que nos rodea, es comprender que la sociedad le exige al
Derecho ser coherente con la situación social a la que este se enfrenta, es decir, el impacto social modifica el Derecho, entonces decimos que la sociedad no sólo es la destinaria por excelencia de las normas, sino que además puede ser la creadora de estas. Ahora bien, dicha realidad genera que realicemos un viaje en el tiempo específicamente a aquel 1991 en donde se modifica la constitución política de Colombia de manera sustancial y amplia, porque no solamente expresa los principios básicos que regirán al Estado colombiano si no que además plasma un catálogo de derechos y garantías que deben gozar todos los ciudadanos, en razón al artículo 1° que traza que Colombia es un Estado social de Derecho que se traduce en la forma de organización política que tiene como uno de sus objetivos combatir las penurias económicas o sociales y las desventajas de diversos sectores, grupos o personas de la población, prestándoles asistencia y protección, como bien a explicado nuestra Corte Constitucional en Sentencia T-426 de junio 24 de 1992. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz. Toda legislación debe hacerse teniendo presente el modelo de Estado en que se encuentra o aquel que se quiere construir y la ley 2113 de 2021 no es la excepción, es una ley que se construyó pensando en ese Estado Social de Derecho y es la razón por la que está desarrollada en un lenguaje mucho más técnico, porque su fin es lograr que el escenario del consultorio jurídico brinde sus servicios sin perder de vista lo que la constitución expresa. Con esta ley se establece realmente una legislación propia para los consultorios jurídicos, legislación que no se tenía hasta el momento puesto que estábamos en poder del Decreto 1069 del 2015 que establecía algunos lineamientos dentro del funcionamiento de la justicia y allí estaba establecido lo de los consultorios jurídicos, lo más importante de esta ley es la reforma precisamente de ese decreto que existía y la complementariedad que tiene este decreto con la ley estatutaria 1618 de 2013 por la cual se establecen las disposiciones para generar el pleno ejercicio de las personas con discapacidad y la ley 1564 del 2012 sobre el Código General del proceso. Con base en lo anterior decimos que la ley 2113 hace especificidad en cuanto al artículo 11, numeral 4 el cual nos habla respecto a lo que deberá hacer el Ministerio de Educación Nacional en relación con las garantías a las personas con discapacidad en cuanto al acceso a la Educación Superior, garantía y acceso efectivo de sus derechos. Adicionalmente el artículo 21, numeral 4 nos habla sobre el acceso a la justicia como una garantía para el ejercicio efectivo de los derechos de todas las personas con discapacidad, con una precisión respecto a los consultorios jurídicos donde nos menciona que “las instituciones de educación superior que cuenten con facultades de derecho y consultorios jurídicos deberán desarrollar programas de formación y apoyo al restablecimiento de derechos de las personas con discapacidad”. Por otro lado, el Código General del Proceso se relaciona con la actual ley, en cuanto a su artículo 535 que habla de gratuidad en algunos procesos de conciliación, que contaban con la posibilidad de realizar cobros por sus servicios. Además, en su artículo 627 se modifica en lo relativo a las licencias provisionales y temporales, así como la aprobación de Consultorios Jurídicos que antes se encontraban encomendadas a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y que ahora pasa a ser el Ministerio de Justicia y del Derecho. En razón a la estructura de esta la ley nos encontramos con unos objetivos claros que no los traía el decreto anterior en establecer como se desarrollan competencia dentro de la formación jurídica y la manera como estas competencias van a desarrollar una relación integral con las investigaciones de las universidades, con los créditos de estas y con la actividad judicial que se realiza en los juzgados y tribunales del país, por tal razón, ello ubica en un plano distinto a los consultorios jurídicos pues se les mira como un escenario importante en cuanto a la pirámide judicial de nuestro país. También, es importante el cambio de denominación que se hace a quienes hacen parte de estos consultorios jurídicos, pues antes se les nombraba abogados de pobre porque tiende a ser una expresión despectiva. Observamos también en esta ley los principios orientadores que trae esta ley y que no traía el decreto anterior, que emana unos principios muy claros e importantes que vemos reflejados en la orientación de toda una formación integral y en el sentir del gobierno nacional que los consultorios jurídicos sean una ayuda y una importante herramienta de descongestión de la justicia en nuestro país, además que trae un importante relacionamiento con todos lo mecanismos alternativos de solución de conflictos es por ello, que los consultorios jurídicos son llamados a ser centros de conciliación, arbitraje y mediación que es un gran avance que trae esta ley. En ese mismo sentir es muy importante destacar que esa formación práctica viene a ser mencionada en la ley y entonces ya no solamente las facultades de derecho legalmente establecidas generan una formación teóricas sino también una formación práctica y como estas simultáneamente robustecen la formación integral del abogado resultado que obedece a un ejercicio de tiempo atrás entre el gobierno y la asociación colombiana de facultades de derecho ( ACOFADE) tras encontrar un divorcio entre la cátedra y la práctica jurídica. La creación de los consultorios jurídicos es mucho más constitucional de lo que podíamos observar en el decreto anterior, puesto que viene abordo el tema de inclusión en permitir a todas las personas con discapacidad o limitaciones físicas o mentales que puedan acceder a estos escenarios y que puedan obtener en el tema de género un tratamiento especial y un espacio en los consultorios jurídicos, que antes no era muy claro la forma en que estos podían participar en estos espacios. Cabe señalar que en la presente ley nos encontramos con una multiplicidad de servicios que no eran de fácil lectura en el decreto anterior, ya que no se habla solamente de la asistencia jurídica sino además una asesoría administrativa para que los interesados puedan presentar recursos ante la administración pública, sobre todo derechos de peticiones que en muchas ocasiones personas de circunstancias sociales desfavorables no tienen la manera de hacerlo ni saben como hacerlo, es allí donde entra el consultorio jurídico a brindar dichos servicios, así como la asistencia virtual que es novedosa y una representación judicial y extrajudicial que es mucho más amplia que lo que se hacía en el decreto anterior y que ahora permite que estos consultorios jurídicos ser realmente unas oficinas jurídicas donde los estudiantes tendrán una verdadera práctica y en la cual se les brindará asistencia no solamente de transporte de ser necesario sino además un pago de la ARL que no se contemplaba. Se observa además como se amplían considerablemente los servicios que se prestan y que la ley 2113 establece una autonomía académica importante en donde se le permita a la universidad hacer toda la reglamentación correspondiente sobre estas prácticas, poderlos valorar y categorizar de acuerdo a la autonomía universitaria poder ampliar los servicios y establecer la regulación de los mismos, mientras el Ministerio de Justicia retoma todas las competencias que tenía el Consejo Superior de la Judicatura, estas podrán reglamentar internamente ( Horario, intensidad, carga académica). Para concluir los Consultorios jurídicos son la herramienta mediante la cual se ayuda a solucionar o redimir los problemas cotidianos de la sociedad sin necesidad de desgastar el aparato judicial obteniendo una mayor cobertura para así beneficiar a la población más necesitada y dar una mejor y pronta solución a los litigios propuestos por las partes de manera tal que no sean vulnerados sus derechos de acceso a la justicia por desconocimiento de la norma y condiciones económicas precarias. De ahí que necesitara para su funcionamiento una ley especial que robusteciera su prestación de servicios y regulara como serían prestados respetando la autonomía universitaria y ello sujetado a la constitución política colombiana y en pro de garantizar ese Estado social de derecho que sería entonces quien terminaría marcando el derrotero de actuación de estos escenarios.