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El viejo tiene que llamar una tras otra, a todas las

puertas extrañas para llegar a la suya; ha de vagar


por todos los mundos, si quiere llegar al fin del
santuario.
Rabindranath Tagore
Lassodorado
El Emigrante O1

- ¿ Q ué haces aquí todavía? No había


maldad en su tono de voz, pero tampoco
podría asegurarse que era del todo bueno.
Pedro se impacientaba.
- ¿y dónde quieres esté?- Preguntó
Lassodorado.
- - Pues allá en aquella del otro lado. Harán todo lo necesario para
tierra- (señalaba a lo que triunfes en ese país. En cuanto a tu
lejos). familia pronto podrás regresar por ellos.
- Es que yo estoy en mi ¡Dios mío! Lassodorado lo que está
tierra. ocurriendo en aquella tierra es fascinante.
Por supuesto no En una situación así las cosas siempre
quería echarlo de acaban arreglándose.
Venezuela, ni darle a - Pero amigo, no se trata sólo de las cosas
entender que ya era prácticas, se trata de mi familia, mi casa,
un extranjero en su vivo aquí desde hace cuarenta años. Es aquí
propia tierra. donde he hecho mi vida.
-¡¿Ya me entiendes?! - En aquel país se vive una revolución- lo
- Si ya lo sé, pero dijo en tono que no admitía replica-
olvidas que aquí está Después calló. Con su silencio quería
mi casa, mi esposa, decirle a Lassodorado que no se debe
mis hijos. desertar ante los grandes acontecimientos.
- Escúchame,
conozco mucha gente
Estaban sentados imágenes que de pronto emergieron de su
codo a codo desde mente, el progreso, la gran magia del
hacía bastante progreso.
tiempo, ante dos 02
tazas de café vacías.
-Será un gran Así una mañana en medio de la quietud del
progreso- y repitió- campo y el delicioso olor del café y con solo
tu gran progreso. 15.000 bolívares en la bolsa decidió partir.
Así repetidas las Atrás quedaba el hermoso sonar del arpa,
palabras adquirieron el brillo de las estrellas y el misterio que
tal fuerza que, en su encerraba la pequeña Villa de San Agustín,
fuero interno cercana a las montañas de occidente. Atrás
Lassodorado las vio quedó Venezuela.
escritas con Ya en sus primeras semanas de emigrante,
mayúsculas ¡GRAN Lassodorado tenía sueños extraños, se
PROGRESO! Ya no encuentra en un carro que cambia de
opuso resistencia dirección y se estaciona en un sitio
quedó prendido de desconocido; unos hombres de uniforme y
armados lo esperan horrorizado, Lassodorado se da cuenta que
al final del camino; está de nuevo en su pueblo, grita y se
con la frente bañada despierta.
en un sudor frío, Muy lejos en otro país, Victoria, su esposa,
reconoce a la tenía los mismos sueños, en todas sus cartas
guardia colombiana. le contaba el horror de estar lejos de él.
En otra ocasión, se Más adelante, en una conversación con un
pasea por una amigo también emigrante, Lassodorado
pequeña ciudad de comprendió que todos los emigrantes tenían
Colombia cuando ve esos sueños, todos sin excepción; al
un curioso grupo de comienzo le conmovió esa fraternidad
conocidos que, cada nocturna entre personas que se conocían,
uno con su jarra de pero después se molestó un poco ¿Cómo
cerveza en la mano, ´puede ser vivida colectivamente la
corren hacia él, lo experiencia íntima de un sueño? ¿Dónde
interpelan, ríen con está el Alma única? Pero por qué hacerse
malintencionada preguntas sin respuesta. De una cosa estaba
cordialidad, y, seguro: miles de emigrantes soñaban a lo
largo de la noche y día se le aprecian dos paisajes de su país.
con incontables No, no se trataba de una ensoñación, larga,
variables el mismo consiente y voluntaria, sino de otra cosa, en
sueño. El sueño de la cualquier momento, brusca y rápidamente,
emigración, uno de se encendían en su cabeza apariciones de
los fenómenos más paisajes para esfumarse un poco después.
extraños de la Mientras trabajaba y conversaba con su
segunda mitad del jefe, veía de pronto como de un relámpago
siglo XX. iba por un camino y luego aparecía en un
Esos sueños le hermoso campo.
parecían cada vez El mismo cineasta del subconsciente que de
más misteriosos día, le enviaba instantes del paisaje natal
porque, al mismo cual imágenes de felicidad, proyectaba de
tiempo, el sufría de noche aterradores regresos a ese mismo
una indomable país. El día se iluminaba con la belleza del
nostalgia y viva otra país abandonado; la noche se oscurecía con
experiencia del todo el miedo de regresar. El día le mostraba el
contraria: durante el
paraíso perdido; la Una noche decidió volver, en medio del
noche, la pobreza de bullicio que suelen producir las noches del
la que había huido. fin de semana. Lassodorado hiso el anuncio
a sus amigos. Sorprendidos y complacidos
03 por la noticia todos celebraron, uno de ellos
ferviente amante de la cerveza llamó al
Durante ocho meses mesonero para que sirviera una ronda más.
no había pensado en En estos países la cerveza es una manera
otra cosa que en simpática de sincerarse; esta es la bebida
regresar. Pero, una de la verdad, el filtro que disuelve toda
vez de vuelta, debería hipocresía, toda la comedia de los buenos
hacerle comprender modales, e incita a sus aficionados a orinar
a su familia, que sus sin pudor y a engordar sin preocupación.
vidas, la esencia Si, los hombres a su alrededor, no paran de
misma de sus vidas, hablar, derrochan buenos consejos y
su centro, su tesoro, elogian a Lassodorado por su acertada
se encontraba fuera decisión.
de su pueblo.
Entre tanto aparece mi familia y en muchos años habrá una
el mesonero por la interesante historia para contar-.
puerta con diez El mesonero ha servido la tercera ronda de
jarras más llenas de cervezas, en la mesa sigue su segunda jarra,
cerveza, cinco en que ya sin espuma, y sin bebida queda como
cada mano, con gran deshonrada al lado de la exuberante
alarde atlético que espuma de la recién servida.
suscita risas y
aplausos. Levantan 04
las jarras y brindan:
¡a la salud de Esa noche su último pensamiento antes de
Lassodorado, por su dormir fue para victoria y sus hijos, hace
partida y su retorno! tanto tiempo que no los ve, los echa de
Lassodorado bebe un menos.
gran sorbo de A Lassodorado le gustaría invitarlos al
cerveza, mientras va parque y contarles acerca de sus días lejos
diciéndose: -pronto de ellos.
regresaré, estaré con
En Venezuela, una que se encontraba parado fuera de la
vez pasado el control puerta principal de su casa. También él se
de la guardia alegró de ese encuentro; ella se mostraba
colombiana, amistosa, alegre y coqueta, guapa a los
Lassodorado llegó a treinta años, y, él no tenía idea de que
su pueblo y, tras dos decirle.
segundos de Debe ser imposible precisar cuándo
incertidumbre y empieza el amor. Trazar una línea
sorpresa, Victoria lo imposible. Al principio es una cosa vaga, un
reconoció. En plena cosquilleo sin motivo, un deseo efervescente
agitación, espero a de ser bueno y hacer a todos felices en el
que sus miradas se entorno. También una extraña tristeza a
cruzaran y entonces ratos; una tristeza también sin motivos. Un
sonrió. Él también deseo alterado de llorar y reir, y de hablar
sonrió e inclino en voz baja, de cantar, de echar a correr
ligeramente su hasta caer agotado. Eso sintió Lassodorado
cabeza. Ella se cuando vio a Victoria, la miró como la
levantó y fue hacia el primera vez, como si la mirada lo hiciera
sentir más vivo, como ideales parecían que marchaban descalzos
si ella no fuera a al lado de Victoria.
sentirlo, ni el tuviera Se fueron por la orilla del campo. Ella
que dejar de mirarla. alzaba un poco la voz para hablarle por
Como si no hicieran sobre el ruido de los cafetales. Su cabello le
falta palabras. rozaba las mejillas cuando sus cabezas se
Victoria echó andar acercaban con el vaivén de la marcha.
por el campo. El la El quisiera haber atesorado cada una de las
siguió. Ella se frases que intercambiaron en ese momento.
detuvo, se quitó los Pero, las frases en si, no son nada, son
zapatos. Encontró frases, son sonidos. ¿Y cómo traer el viento
que esto le confería y el golpe de los cafetales, y ella, y él; el
una lozanía y una hecho tan simple y complejo de estar juntos
belleza nueva, la de nuevo, y la despreocupación, y el amor
estilizaba, no sabía que había nacido, iba naciendo, se
por qué. Las hadas, profundizaba?
las ninfas, los seres Un momento después hablaron del viaje que
en unos días habrían de emprender junto a
sus hijos. Pensaron escribió “hasta pronto”. Hubiera querido
en el camino, lo escribirles algo más tierno, pero se negaba
recorrerían juntos y a dejarles ninguna palabra falsa. Al final
para siempre. añadió “hermanas mías”.
Dejó el papel en la mesa y se fueron.
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Victoria metió todas
sus cosas en las Lassodorado condujo a su familia por aquel
maletas, arregló a camino que ya había transitado. Llegaron
los niños y se al Hotel Ecuador. En este hotel
preparó. Mientras Lassodorado había pasado la primera
tanto, Lassodorado noche fuera de casa el día que decidió
echó un vistazo a su buscar su nueva vida.
alrededor para no El hotel había sido construido en los
olvidar nada. Luego últimos años de la década del 60, un lugar
se sentó en la mesa y, liso, idéntico a los que se construían
en una hoja de papel, durante esos años en el mundo entero. Se
instalaron en una construido fuera de su pueblo natal, se
habitación de la preguntaba
segunda planta,
Lassodorado se
acercó a la ventana.
Eran las siete de la
noche, bajaba el
crepúsculo, las luces
se encendían en la
plaza y esta estaba
inverosímilmente
tranquila.
Antes de partir de su
pueblo, él se había
preparado para
enfrentarse a lugares
ya conocidos, a la
vida que había

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