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Tú ya estás preparado para transformar la parte más

profunda que puede provocarte una noche oscura del alma.»


Siente mi energía en medio de ti. Os saludo a todos.

Es maravilloso que compartamos este espacio y tiempo en este siglo,


porque tú estás en el umbral de una Nueva Era. En esencia, todos vosotros
sois los elementos individuales de una conciencia mucho más grande y,
especialmente, la de vuestra propia alma. Tu alma es como un sol,
eternamente radiante, y tú eres uno de sus rayos. Siéntete como ese rayo
de sol. Tú eres parte de un Todo más grande y puedes es conectarte con el
centro del sol que eres. Imagina que asciendes desde el rayo de sol en el
que estás ahora por medio de una conexión a través de tu chakra de la
corona. Viaja al centro de ese sol que irradia luz desde toda su superficie y
báñate en esa luz. Experiméntala en las profundidades de tus células y
llévala contigo cuando descienda desde su centro solar al rayo de sol en el
que estás ahora, aquí en la Tierra. Siente cómo los fluidos corporales y
todos los tejidos, músculos y órganos absorben la luz.

Tu cuerpo está muy familiarizado con esta energía. Al fin y al cabo, es a


partir de esa energía de la luz de tu alma que tu cuerpo ha tomado forma.
Por supuesto, tu cuerpo es un regalo de la Madre Tierra, pero es la luz viva
de tu alma, tu núcleo Divino, lo que hace posible que estés aquí a través de
la fusión del alma y el cuerpo. Tú traes un pedazo de eternidad a este
cuerpo al darle forma al espíritu. El cuerpo es un mensajero del alma. En el
cuerpo, llevas recuerdos del alma que van más allá de tu infancia en esta
vida actual. Traes capas de emociones de otras encarnaciones,
generalmente en un nivel subconsciente, y esas emociones incluyen
experiencias traumáticas. Esas experiencias traumáticas son partes
endurecidas y rígidas de la energía del alma. La luz de quienes sois no
pudo llegar a esas partes en esas encarnaciones anteriores por lo que
quedaron privadas de luz. Por lo tanto, son como una bola encadenada a tu
pierna, una piedra en tu estómago o cualquier frase que quieras usar. En
definitiva, un aspecto endurecido de ti mismo que no puede moverse
libremente hacia el nuevo tiempo.

Ahora, esos aspectos te piden que te vuelvas hacia ellos y los rodees con tu
amor y sabiduría. Precisamente en este momento, cuando muchas almas
en la Tierra se sienten animadas a regresar al Hogar, a quienes realmente
son, viejas cargas, a menudo de otras vidas, quieren mostrarse, y tú ya
estás listo para verlas.

Esto es algo de lo que no sueles darte cuenta, que estás listo para
transformar esas partes más profundas que pueden provocarte una noche
oscura del alma. Con transformarlas, me refiero nada más a permitir que la
luz de la conciencia fluya hacia ellas. No me refiero a trabajar en ti mismo,
en el sentido de sumergirte en el pasado y tratar de analizarlo todo, sino
simplemente reconocer lo que hay ahí, ahora mismo, y permitir que la luz de
tu conciencia irradie esas partes oscurecidas.

Hagámoslo ahora de una manera práctica. Primero quiero persuadirte de


que tú eres muy capaz de mirar las partes más oscuras y profundas de ti
mismo y transformarlas y liberarlas. Tú eres mucho más grande que esas
partes traumatizadas, pero antes necesitas ser consciente de tu luz, lo que
puedes hacer al conectar con el sol radiante que eres. Tú no solo eres un
ser infinito en el centro de ese sol, que es una manifestación eterna de lo
Divino, los rayos que emites también son infinitos. Cada vez surgen más
posibilidades únicas para canalizar su energía a nuevos lugares con el fin
de reunir sabiduría y abundancia interior. Sé consciente de tu ser radiante
cuando ahora vayamos a una parte de ti que está privada de luz. Hablo en
tiempo presente de estar privado de luz porque está sucediendo en el
ahora.

Todo lo que no ha sido redimido en una vida anterior vuelve a ti en una vida
posterior; no como castigo ni por juicio, sino por un deseo interior de que
esa parte se transforme para que puedas liberar tus dones. Porque en cada
experiencia reside una intuición, un fruto ganado, un poder curativo…

Sé consciente de tu alma y aférrate a esa luz mientras te inclinas ante ese


algo o alguien que sale de la oscuridad, que puede sentirse muy perdido,
solo, abandonado al frío; algo o alguien que ha estado desprovisto de luz
durante muchísimo tiempo. Es posible que esa parte de ti ni siquiera quiera
acercarse porque siente que tiene que protegerse. Ve la luz que irradias
como una amenaza porque se siente incapaz de encarnar tanta luz.
Arrodíllate al lado de ese ser o lo que sea: un niño, un vagabundo, un
demonio o incluso una figura monstruosa; no importa. Arrodíllate mientras
sostienes tu luz. Dile a ese ser: «Te amo y vuelvo para redimirte. Estoy aquí
para recuperarte; es hora de volver a casa. Te necesitamos; no podemos
continuar sin ti». Extiende tu mano y haz la conexión. No olvides que esa
parte también quiere volver a Casa, aunque se resista, aunque no confíe.
En tu corazón hay un impulso irresistible de regresar a Casa, que es la
única solución para esta parte alienada de ti.

Dile a esa parte: «Te seguiré esperando todo el tiempo que sea necesario»
y ten paciencia. Cuando estés ahí arrodillado como un Ángel de Luz, como
el mensajero de tu alma, siente que eso es así. Siente lo paciente que eres,
lo perfectamente bien que comprendes las emociones del otro. Siente cómo
te acercas para comprender esa parte traumatizada de ti mismo, cómo la
abrazas con amor. No hay “debería”, no hay expectativas, no hay prisa, no
hay presión… Siente que sabes tanto acerca de ese ser que hay frente a ti
porque es parte de ti. En cierto sentido, ese ser es tu creación, tu hijo, y
quieres hacer todo lo que esté a tu alcance para que ese niño vuelva a
florecer, vuelva a creer en la vida. No olvides que no necesitas sufrir junto a
ese niño, que solo estás ahí con todas tus fuerzas y con toda tu inocencia.
Se un ángel de luz. Extiende tus alas mientras estás sentado en el suelo y
recibe al que está sentado frente a ti. Ese es el único gesto que debes
hacer.

Confía en el impulso que vive en ese ser. Él también quiere volver a Casa,
aunque en términos terrenales requiere tiempo para superar sus
resistencias, para superar viejas desilusiones, tristezas, y eso es
comprensible. Así que dale a esa parte el tiempo que necesita y se merece.
Solo a partir de una aceptación tan incondicional, será cuando ese niño
podrá regresar a Casa. La coerción y la presión son contraproducentes; tú
solo tienes que estar ahí. Recuerda que cuando entras en ese proceso, no
es solo tuyo. Si te fijas en los últimos siglos de la historia de la Tierra, no es
difícil ver por qué se ha desarrollado tanto trauma en las personas. Las
guerras y la lucha entre los pueblos han dejado heridas profundas; a
menudo, tan profundas, que se han convertido en parte de la atmósfera
astral a la que vas después de haber fallecido en la Tierra. Si no
transformas un trauma emocional en una vida terrenal, este se adhiere a ti.
Quiere volver a casa y sabe que debe permanecer contigo si alguna vez
quiere ser redimido. El alma a menudo elige nacer de nuevo en la Tierra
para conectarse con el antiguo trauma, pero en circunstancias durante las
cuales es posible que se sane. Ese es ahora el caso de muchos de vosotros
que estáis en la Tierra.

Si en esta vida te topas con circunstancias, ya sea a través de personas o


situaciones, por las cuales se activa y aflora un viejo dolor en ti,
seguramente es porque lo has elegido desde tu alma, desde el punto central
de la Vida, el sol que eres. Una vez que ocurre esa activación y te ves
atrapado en capas que van más allá de lo que está sucediendo en la
superficie de tu vida, puedes hundirte en esas capas o puedes
transformarlas, tú eliges. Es muy humano que al principio, probablemente te
hundas profundamente en ellos y que vuelvas a vivir y experimentar
aquellas temidas emociones que ya viviste y experimentaste en una o más
vidas; eso es revivirlo. Sin embargo, el arte de este proceso es olvidar dejar
el pasado y contemplar esas emociones a través de la Luz del alma. Ya sé
que dirás: «Pero es que eso es muy difícil, soy atraído y arrastrado hacia
abajo». Y, ciertamente, la atmósfera de la Tierra tampoco ayuda mucho a
lidiar con ello porque todavía reina mucha negatividad y miedo entre las
personas. Pero yo os digo que vosotros sois los portadores de Luz que
estáis trayendo el Nuevo Tiempo. ¡Se consciente de tu poder! ¡Siente la Luz
del sol que es tu esencia! ¡Irrádiala infinitamente!

El dolor terrenal puede crear una oscuridad profunda, pero tú eres mucho
más grande que eso. Tú puedes conseguir que la Luz brille incluso en los
lugares más oscuros, ya que eso es lo que deseas profundamente que
suceda.

La intención de tu alma para esta vida ha sido hacer eso por ti mismo, y al
hacerlo por ti mismo, también contribuyes a aliviar la carga colectiva en la
Tierra. Por lo tanto, te pediría que ahora extiendas tu Luz al pasado, y no
solo a tu pasado, sino al pasado colectivo de la Humanidad. No os
confundáis, ese pasado no se acabó, todavía está ahí. Aún reside en
grandes grupos de personas en la Tierra que constantemente reaccionan a
viejos miedos, prejuicios y desconfianzas que no surgen del presente, sino
que tienen raíces muy antiguas. Esas son personas que tienen que lidiar
con un dolor no procesado que se ha acumulado a lo largo de múltiples
vidas.

Quizá ahora pienses: «Pero es que no puedo hacerlo, no quiero asumir algo
así, es una carga demasiado pesada para mí». ¡Quédate en tu Luz, siente
la Luz de tu sol! No tienes que asumir el dolor por ti mismo, no tienes que
sufrir. Solo necesitas permanecer en tu Luz y dejar que brille. De es
manera, reafirmas que no eres la sombra y que no necesitas vivir en esa
sombra; que eres un mensajero de una Nueva Luz en la Tierra. De esa
forma, te haces grande.

Imagina que estás aquí en la Tierra como un enorme ángel de luz y dulzura.
Extiende tus grandes alas. Atrévete a ser grande y a asumir tu lugar.
Imagínate que estás con los pies descalzos en el suelo terrestre permitiendo
que irradie tu Luz Angelical. Fíjate en el dolor que todavía aflige a las
personas, míralo ante ti como una niebla arremolinada, una energía turbia y
opresiva, pero no entres en él. Solo obsérvalo y deja que tu Luz fluya hacia
él. Tú n o necesitas huir de él, porque tú ya estás del otro lado. Observa
cómo se recibe la energía de la Luz, la Dulzura, la Compasión y la Paciencia
que irradias.

Tú eres un Trabajador de la Luz en la Tierra y eso es lo que significa traer


Luz, la esfera de los ángeles, entre las personas. Con tu presencia aquí,
pequeñas luces comienzan a brillar en esa turbia niebla de miedo, tristeza y
soledad, y los corazones comienzan a abrirse. Tu Luz marca la diferencia. A
veces, puedes ver el efecto, pero a menudo no. Sin embargo, igualmente
sucede. Confía en ese proceso y en el hecho de que estás aquí. No le
temas a la oscuridad, a la sombra. Cree en tu propia fuerza. Este es mi
llamamiento para ti.

En este momento, la elección de la que hablé es extremadamente


importante. Estás listo para elegir la Luz, no para retroceder en la repetición
de patrones antiguos, sino para crear un patrón nuevo para ti y los demás.
Centra tu conciencia en lo que es poderoso, ligero y gentil dentro de ti, y
entonces podrás hacer cualquier cosa. Todo puede y debe fluir a través de
ti. Tu Luz no se debilita por la oscuridad, se fortalece. Ese es el verdadero
significado de traer Luz a la Tierra.

Yo estoy profundamente conectado contigo.

¡Muchas gracias por tu presencia aquí!

JESHUA
«Hay un tercer modo, un tercer modo de experimentar sus
propias emociones humanas.»
o Soy Jeshua. Estoy aquí con ustedes. A través de las barreras del tiempo y
del espacio me coloco a vuestro lado; siéntanme en su corazón. Yo estoy
muy familiarizado con ser un ser humano y con los altibajos que ello
conlleva. He explorado toda el área de los sentimientos humanos, y dentro
de ese mundo de extremos finalmente hallé una salida; un pasaje a un
modo diferente de ver las cosas, con lo cual toda la experiencia de ser un
ser humano se presenta bajo una luz diferente: un modo que crea
tranquilidad y paz en su corazón.

Es sobre esta salida, este pasaje, que quiero hablarles hoy. Muchos de
ustedes se hallan en un dilema; una lucha que tienen con ustedes mismos.
Hay una idea viva en su mente de que deberían ser mejores, otro diferente
del que son ahora; de que deberían ser más altamente desarrollados, más
santos, más capaces de seguir ciertas reglas, un ideal superior que tienen
para ustedes mismos – pero ésta es una idea falsa. Todo este trabajar en
ustedes mismos está basado en la idea de que no son buenos como son;
de que hay algo más; de que tienen el poder de cambiar; de que tienen
control sobre el hecho de ser humanos. Ésta es una idea vieja, y una que
experimentaron plenamente en una era muy vieja.

Esta idea existió, en parte, en la Atlántida, donde desarrollaron el tercer ojo


y donde lo experimentaron como el centro de la observación en su cabeza.
Desde ese tercer ojo pudieron percibir y también desde ahí quisieron
intervenir, moldear la vida según sus deseos. Hubo una cierta tendencia en
ustedes hacia la dominación, pero esta tendencia también estuvo inspirada
por su concepto de la verdad. Tenían la idea de que actuaban en base a
principios elevados, de modo que lo que hacían era “bueno” – y siempre es
así. El poder siempre está velado por ideas que se piensan que son
buenas. Entonces toda una ideología se construye alrededor de esta idea
generando una visión del mundo que aparece como esforzándose por lo
que es bueno, mientras que en esencia ustedes están tratando de controlar
la vida – tanto en ustedes mismos como en los demás.

El poder corrompe – los aliena del flujo natural de la vida que está presente
en cada ser humano. El poder les da un concepto de maleabilidad que, de
hecho, está basado en la ilusión. La vida, como ustedes la conocen, no es
flexible en ese sentido, y no está determinada por la razón, o por el deseo, o
por el tercer ojo. La vida no se ajusta a una visión del mundo o a un
sistema, y no puede ser organizada en base a los procesos mentales.

Por un largo tiempo ustedes entraron en una batalla con su humanidad – la


condición humana. Muchos caminos espirituales están basados en la idea
de que deben trabajar sobre ustedes mismos, de que tienen que elevarse, y
de que tienen que imponer en ustedes un camino planeado de acción que
los conducirá a una situación ideal. Pero esta idea crea mucha lucha
interna. Si comienzan con la idea de un ideal requerido, imponen patrones
sobre ustedes mismos que saben muy bien dentro de ustedes que no logran
o no pueden encontrar – entonces fallan desde un principio.

Sientan, ahora, la energía de esta forma de pensar: lo que se están


haciendo a ustedes mismos, qué energía viene de la necesidad de imponer,
de la búsqueda de mejorarse, y del deseo de organizar la vida, sus
emociones y sus pensamientos. Sientan la energía de querer controlar las
cosas. ¿Es ésa una energía amorosa? A menudo, esa energía se presenta
como amor, como lo bueno y lo verdadero, pero el poder siempre se
esconde de esta manera de modo que sea más fácil para las personas
aceptarlo. El poder no muestra su cara abiertamente; el poder seduce a
través del pensamiento. Es por eso que es mejor no pensar sobre eso sino
sentir lo que el deseo de controlar la vida les está haciendo. Obsérvense en
su vida diaria, en el presente, en su vida ahora. ¿Cuán a menudo ustedes
aún luchan con ustedes mismos, condenan lo que surge en ustedes, lo que
naturalmente brota en ustedes y quiere fluir? En este estado de juzgamiento
se siente una energía de crítica, una frialdad: “esto no debería ser así, está
mal, es necesario que se vaya”. Sientan esa energía – ¿los ayuda?

Ahora quiero llevarlos a un modo diferente de verse a ustedes mismos; un


lugar donde el cambio puede ocurrir, pero sin luchar, sin su abordaje de
mano dura. Para que quede claro, déjenme darles un ejemplo. Imaginen
que sucede algo en su vida que les trae una emoción de ira o de irritación –
pónganle el nombre que quieran. Ahora, ustedes pueden reaccionar a esa
ira de diferentes formas. Si no están acostumbrados a reflexionar sobre sus
emociones, y sus reacciones son muy primarias, entonces ahí no hay nada
más que ira – están enfadados, punto. Están envueltos en eso y se
identifican con la ira. A menudo, luego sucede que ustedes ponen la causa
de su ira fuera de ustedes – proyectan la culpa sobre algún otro. Alguien
hizo algo equivocado y es por su culpa que ustedes se sienten enfadados.
Ésta es la reacción más primaria – están identificados con su ira, ustedes
están enojados.

Otra posibilidad es lo que yo llamo el segundo modo de reaccionar. Ustedes


están enojados e inmediatamente hay una voz en su cabeza que les dice:
“esto no debería suceder, esto está mal, no es bueno que me irrite, debo
suprimir esto.” Podría ser que se les haya enseñado a suprimir su ira a
través de la enseñanza religiosa o por una perspectiva social. Por ejemplo:
es mejor, más lindo, más moralmente justo, no mostrar su ira a los demás.
Ciertamente se aplica a las mujeres que no es apropiado expresar
abiertamente su enojo, que no es femenino.

Les han hablado de todo tipo de ideas que han hecho que ustedes juzguen
su ira. ¿Entonces qué sucede? Hay ira en ustedes e inmediatamente surge
una opinión sobre eso: “esto no está permitido, está mal.” Luego su ira se
vuelve su lado ensombrecido porque, literalmente, no puede salir a la luz –
no debería verse. ¿Qué le sucede a la ira si es suprimida de ese modo? No
desaparece, se les pone detrás de la espalda para afectarlos de otras
maneras; puede hacer que sean miedosos y ansiosos. Ustedes no pueden
utilizar el poder que reside en la ira porque no se permiten utilizarlo. Pueden
mostrar su lado dulce, lindo, útil, pero no ese lado apasionado, iracundo –
su lado rebelde. Entonces la ira se encierra y ustedes piensan que son
diferentes de los demás porque tienen esos sentimientos, luego podrían
incluso comenzar a distanciarse de los demás. En cualquier caso, esto crea
un conflicto amargo dentro de ustedes y aparentemente entre dos seres, un
ser de Luz y un ser Oscuro. Mientras tanto ustedes están atrapados en este
juego doloroso, y duele por dentro porque no pueden expresarse. Es este
juzgamiento que los limita.

¿Realmente se vuelven una mejor persona a causa de esta reacción?


¿Suprimir sus propias emociones los va a conducir al ideal de un ser
humano amoroso, pacífico? Si les describo todo esto, pueden ver muy
claramente que este tipo de reacción no funciona – no conduce a una paz
real, a un equilibrio interno real. Aún así ustedes se hacen esto. Muy a
menudo ustedes silencian sus emociones, porque no son buenas de
acuerdo a las costumbres que sostienen y ustedes no reflexionan sobre
estas costumbres – de dónde vienen, o por quién o por qué han sido
alimentadas en ustedes. Entonces esto es lo que yo les recomiendo hacer:
no pensar sobre eso, sino sentirlo. Sientan la energía que reside en las
críticas que disparan sobre ustedes, con sus imágenes de lo que es ideal y
de lo que “deberían hacer”, lo cual a veces viene de motivos al parecer muy
elevados – déjenlo ser. Ustedes no se vuelven iluminados al reprimir sus
emociones y al suprimirlas sistemáticamente.

Hay un tercer modo – un tercer modo de experimentar sus propias


emociones humanas. El primer modo fue identificarse totalmente con su ira,
como en el ejemplo anterior. El segundo modo fue desplazarlo, suprimirlo y
condenarlo. El tercer modo es permitirlo – dejarlo ser y trascenderlo. Esto es
lo que hace la conciencia. La conciencia de la que yo hablo no juzga – es un
estado del ser. Es un modo de observación que al mismo tiempo es
creativo. Ahora, muchas tradiciones espirituales les han dicho: sean
conscientes de ustedes mismos, eso es suficiente. Pero luego ustedes se
preguntan: ¿cómo puede ser eso? ¿Cómo puede la mera conciencia de mí
mismo producir un cambio en el flujo de mis emociones? Tienen que
comprender que la conciencia es algo muy poderoso. Es mucho más que un
registro pasivo de una emoción – la conciencia es una intensa fuerza
creativa.

Ahora imaginen nuevamente que algo en el mundo externo evoca en


ustedes una emoción poderosa – por ejemplo, ira. Cuando ustedes tratan
con eso conscientemente, lo observan plenamente en ustedes mismos. No
hacen nada con respecto a eso, mientras que al mismo tiempo se
mantienen observando y viendo. Ya no se identifican con la ira, no se
pierden en ella, simplemente permiten que la ira sea lo que es. Éste es un
estado de desprendimiento, pero un desprendimiento que toma gran fuerza,
porque todo lo que han aprendido los seduce a ser arrastrados dentro de
sus estados de ánimo, dentro de la emoción de ira o miedo. Y para hacerlo
más complicado, ustedes también se ven inmersos en la crítica acerca de
esa ira o miedo. Entonces están siendo arrastrados en dos sentidos y
alejados de la conciencia, la salida de la que les hablé al comienzo: la salida
es el camino hacia la paz interior. Sus formas usuales de tratar con las
emociones los alejan de ese punto central, por así decirlo, fuera de esa
conciencia, y sin embargo ésta es la única manera de salir. Sólo
observando silenciosamente el alcance total de la emoción, ustedes no se
vuelven inconscientes, permanecen totalmente presentes. No se permiten
ser arrastrados – ni por la emoción, ni por la crítica sobre la emoción.
Ustedes miran esto con plena conciencia y con un sentimiento de ternura:
“así es como es en mí”.

“Veo ira surgiendo en mí; siento que atraviesa mi cuerpo”. “Mi estómago
reacciona, o mi corazón; mis pensamientos se aceleran para justificar las
razones de mi emoción”. “Mis pensamientos me dicen que yo tengo razón y
no la otra persona.” Ustedes pueden ver que todo esto sucede a medida
que se observan, pero no lo acompañan. No se arrastran dentro de eso; no
van debajo. Eso es conciencia – esto es claridad de mente. Y de este modo
ustedes llevan a descansar a sus demonios en su vida: el miedo, la ira, la
desconfianza. Les dan fuerza cuando se identifican con ellos, o si luchan
contra ellos juzgándolos – de cualquier manera los nutren. El único modo de
trascenderlos es elevándose sobre ellos, por decirlo así, con su conciencia
– no luchar contra ellos, sino simplemente dejarlos ser.

¿Qué les sucede luego? La conciencia no es algo estático; las cosas no


permanecen como son. Ustedes notaran que sin no alimentan la energía de
la emoción o su crítica sobre eso, ellos gradualmente desaparecerán. En
otras palabras, su equilibrio se fortalece; sus sentimientos básicos pasan a
ser más de paz y alegría. Porque si ya no hay una batalla en su corazón y
en su alma, la alegría sube burbujeando hacia arriba. Ven a la vida con una
mirada más apacible. Ven el movimiento de las emociones en su cuerpo y lo
observan. También observan los pensamientos que comienzan a acelerarse
a través de su cabeza, con una mirada que es suave y mansa. Sepan que la
habilidad de observar, y no ser tragados, es algo muy fuerte y poderoso. De
esto se trata todo: ¡esto es el éxito!

Ahora quiero pedirles, en este momento, que experimenten el poder de su


propia conciencia – el ser puro – y la liberación que eso trae, lo que les
permite sentir que no hay nada en ustedes que necesiten cambiar. Sientan
la tranquilidad y la claridad de esta conciencia: esto es lo que ustedes
realmente son. Quiten los falsos juicios. Dejen que las emociones fluyan y
no las repriman – ellas son parte de ustedes y algunas de ellas tienen un
mensaje. Pregúntense si tienen una emoción a la que le temen, una que los
está molestando, una con la que luchan. Tal vez una que se haya vuelto
tabú para ustedes. Permítanle ahora que aparezca en la forma de un niño o
de un animal – que se presente; que se muestre. Ese niño podría
expresarse completamente, o podría incluso portarse mal. Pase lo que
pase, se le debe permitir hacer todo lo que quiera y decirle lo que sienten.
Ustedes son la conciencia que observa y dice, “sí, quiero verte; quiero
escuchar tu historia, exprésala”. “Cuéntame tu historia, porque es tu verdad;
podría no ser la Verdad, pero quiero oír tu historia.” Experimenten sus
emociones de este modo y no las condenen. Permitan que vengan a hablar
con ustedes. Trátenlas con la suavidad de una sabia persona anciana, y
observen lo que trae ese niño o animal. Escondida en una emoción negativa
suele haber una fuerza de vida pura que quiere emerger, y que ha sido
ahogada hasta la muerte por todos los prejuicios y juzgamientos. Dejen que
el niño o el animal vengan saltando hacia ustedes. Tal vez ahora cambie su
apariencia – recíbanlo con una apertura amorosa.

La conciencia transforma – es el mayor instrumento para el cambio, sin


embargo al mismo tiempo no quiere cambiar nada. La conciencia dice, “sí –
¡sí a lo que es!” Es receptiva y acepta todo lo que hay ahí, y esto cambia
todo, porque los hace libres. Ahora son libres – ya no están más a la
merced de sus emociones o de sus críticas sobre ellas. Dejándolas ser,
ellas pierden su control sobre ustedes. Por supuesto, aún pasa
ocasionalmente que se sienten superados por sus emociones y sus
prejuicios – esto es ser humano. Traten de no quedarse atascados ahí y no
se castiguen por eso: “Dios mío, no he alcanzado una conciencia clara –
debo estar haciendo algo mal.” Si hacen esto, empiezan a hacer correr otra
vez la pelota del juzgamiento. Siempre pueden regresar a la salida, a la paz,
al no luchar con ustedes mismos. Observen lo que está ahí, y no cometan el
error: no dejarse arrastrar por eso es tener una gran fuerza. Ese es el poder
de la espiritualidad. La espiritualidad no es moralidad, es un modo de ser.

«Visualizaos alzando una antorcha encendida, porque vuestro


cometido es iluminar con esa luz vuestra propia oscuridad.
Para mí, es una alegría estar aquí, con vosotros. Estamos conectados como
hermanos y hermanas. Juntos, traemos una nueva ola de consciencia al
mundo. Intuidlo por unos instantes.

Sois portadores de una antorcha; lleváis con vosotros una luz interior.
Visualizaos alzando una antorcha encendida cuya luz se difunde en la
oscuridad. Inicialmente, vuestro cometido es iluminar con esa luz vuestra
propia oscuridad. Nada más nacer en esta Tierra, llena de miedo, de
espejismos y de desconfianza hacia la vida, empezáis a tomar parte en este
mundo y en sus intentos de evadirse de sentimientos profundos. Desde el
momento en que nacéis y a lo largo de toda vuestra infancia y adolescencia,
afrontáis el reto de intentar manteneros fieles a vuestra luz, a quienes sois y
a lo que sentís. ¡En verdad, un reto enorme!

¡Qué maravilloso es que lo hayáis superado y que estéis aquí presentes,


con vuestra antorcha encendida! Para vuestros adentros quizás penséis:
«Me ha costado muchísimo». O quizá también: «No lo he superado en
absoluto, me siento solo y abandonado». Pero nosotros os vemos aquí
juntos, por tanto, sabed que no estáis solos. Numerosos amigos afines y
guías de «este lado» se hallan aquí, con vosotros. Os vemos como
portadores de luz, así que ¡confiad en ello!

La vida os da, para empezar, vuestra propia porción de «oscuridad», por así
llamarla. Hacéis frente a miedos internos y a circunstancias externas que
aparentemente no sois capaces de manejar. Sin embargo, esas
circunstancias y emociones difíciles son justamente lo que atrae vuestro
más hondo conocimiento, vuestra esencia, vuestra luz interior. La luz de
vuestra propia alma se os hace visible precisamente a raíz de su «noche
oscura». Lo que puede guiaros a través de la noche oscura del alma no es
una luz que venga de fuera, sino solamente vuestra luz interior, ya que os
remite a vosotros mismos y a vuestros propios recursos internos. Cualquier
cosa externa a la que pudieseis agarraros se derrumba. Quedáis sentados a
solas en «un suelo desnudo». Únicamente podéis obtener ayuda desde
dentro de vosotros, desde vuestra propia fuerza interior.

Cada uno de vosotros conoce esa experiencia de depender de uno mismo,


de tener que soltarlo todo y de renacer a la luz del alma con el fin de vivir un
nuevo amanecer: un nuevo comienzo en el que vuestra alma tiene una
mayor presencia en la Tierra. Eso es lo que la oscura noche del alma
también hace por vosotros. Además del hecho de llevaros a abandonar toda
certidumbre externa y a prestar atención a ciertas emociones profundas, a
veces muy oscuras, también os trae una nueva perspectiva, una nueva
consciencia de la realidad. Una vez que habéis llegado a este punto, la luz
de vuestra antorcha brilla no solo para vosotros, sino que también ilumina el
camino de otros, a menudo sin que lo sepáis.

No es necesario que hagáis grandes cosas para lograrlo, pues es algo que
sucede de forma natural. Vuestra consciencia cambia porque descubrís el
significado del amor y la compasión dentro de vosotros. En verdad, solo
asimiláis el verdadero alcance de ese significado cuando vosotros mismos
os halláis en un pozo sin fondo. Es entonces cuando comprendéis el poder
de una mano tendida, la falta de prejuicio o el sentido de la amistad, y lo
cultiváis, primero y ante todo, en vosotros mismos. Una vez que habéis
experimentado esa benevolencia para con vosotros, esta os acompaña
durante las contracciones del proceso de parto y volvéis a nacer como un
nuevo «yo», con un corazón tierno y abierto, un «yo» conectado. No un
«yo» que, por miedo, tiene que pelear para sobrevivir, sino uno que se
permite estar completamente presente, con serenidad y bondad. Entonces
os convertís en trabajadores de la luz, en seres que ayudan a moldear la
nueva era en la Tierra.

Quisiera decir algo sobre esa nueva era, pues ya está brotando en la Tierra.
Ya no es una visión del futuro —¡está aquí y ahora! Gracias a vuestros
esfuerzos, y a los esfuerzos de muchos que pasaron por el mismo proceso
que vosotros, la nueva Tierra está empezando a asomar. Este es un
acontecimiento que habéis estado esperando durante largo tiempo. No solo
en esta vida, sino también en muchas otras en las que os guió la promesa,
la visión de una nueva Tierra en la que vuestra alma pudiera estar aquí
presente totalmente conectada consigo misma; en la que por fin pudierais
sentiros como en vuestro Hogar en este pequeño planeta tan especial.

Percibid durante unos instantes hasta qué punto sentís ya esa realización;
hasta qué punto sabéis ya que estáis conectados con la Tierra. Cuanto más
presentes estéis aquí con vuestra alma, mayor impulso cobra la Tierra y
más se despierta y fluye con esa nueva luz que habéis venido a traer. No os
subestiméis. Sí, lo que hacéis con vuestra luz es por vosotros, pero también
por la Tierra y todo lo que en ella vive. La Tierra os sigue por ser quienes
sois.

Sois trabajadores de la luz —traéis luz a la Tierra. Imaginad que estáis


sentados en el suelo en algún precioso lugar de la naturaleza. Por debajo,
sentís la paz y la armonía de la Tierra. Conectáis con ella, con el alma de la
Tierra, e intuís que ella también anhela un cambio, una expansión de
consciencia. Y quiere conseguirlo estando conectada con vosotros y con la
humanidad en su conjunto.

La Tierra también está involucrada en este proceso dinámico; sentidlo.


Permitid que el alma de la Tierra aparezca ante vosotros en forma de ser
humano o de animal, y permaneced con la imagen que espontáneamente
surja en vuestra mente. Preguntadle qué es lo que desea, qué es lo que
quiere lograr mediante su evolución, su proceso de crecimiento.
Preguntadle al alma de la Tierra qué podéis hacer por ella en estos
momentos; cómo podéis ayudarla en su desarrollo.

¿Qué es lo que su respuesta genera en vosotros? ¿Sentís que lo que os


pide es algo que también os nutre a vosotros, que os conecta con la Tierra y
que os proporciona descanso y armonía? El arte de vivir en la nueva Tierra
consiste en estar totalmente conectados con su esencia, la cual también
está presente en vosotros como seres humanos; consiste en estar
conectados con vuestra propia naturaleza humana en tanto y cuanto
criaturas terrenales.

El nuevo ser humano está completamente arraigado y presente. Respeta


los ritmos de la Tierra y de la naturaleza, dentro y fuera de sí mismo. Sentid
el poder de la nueva Tierra fluir hacia vosotros. Ya vive en vosotros y en la
propia Tierra. Dejaos llevar por lo nuevo, pues os está llamando. La nueva
Tierra desea crecer y florecer.

Generalmente, la noche oscura del alma lleva a la persona al umbral de lo


nuevo, algo totalmente cierto en vuestro caso. Me dirijo a vosotros como las
almas que sois. Habéis estado en este camino durante largo tiempo. Habéis
hecho un largo viaje a través de infinidad de vidas en la Tierra. Y habéis
mantenido vuestra luz encendida al tiempo que lidiabais con intensas
experiencias de dolor, desolación y rechazo.

Hoy, en el umbral de los nuevos tiempos, las viejas energías y esa densidad
que durante tanto tiempo habéis experimentado en la antigua Tierra os
siguen poniendo a prueba. Pero, ahora, vais a soltar y dejar atrás todo eso,
aunque solo podéis despediros de algo cuando lo honráis, cuando sois
capaces de apreciar lo que os ha dado y lo dejáis ir con amor. Todo el dolor
acumulado en esta vida y otras pasadas necesita de vuestra bendición para
poder ser liberado. Solo entonces podréis cruzar el umbral, libres y sin
cargas, como los ángeles que en esencia sois.

Por lo tanto, honrad la noche oscura del alma y el mensaje que trae
consigo. A partir de ahora, cuando experimentéis esa oscuridad, dejadle ver
lo fuertes que os habéis hecho, los muchos pasos que ya habéis dado en
vuestro viaje interior. Sois mucho más fuertes que el dolor, el miedo, la
tristeza, la depresión… ¡Lo que sea! A la oscuridad podéis mostrarle
compasión; podéis bendecirla. Esto significa que podéis tenderle una mano
y decirle: «Tal como eres está bien; te comprendo. No lucho contra ti; dentro
de mí, hay un lugar para ti. Eres un recuerdo de las vivencias pasadas y de
lo mucho que he aprendido de ellas». Entended que es precisamente
gracias a esos picos y valles que habéis atravesado a lo largo de vuestras
vidas en la Tierra por lo que ahora hay en vosotros una sabiduría madurada
en vuestro interior; por lo que realmente sois capaces de comprender desde
dentro lo que significan el amor, la compasión y la fortaleza. Porque para
vosotros se han convertido en una realidad vivida.

En eso consiste la consciencia de Cristo que entonces despierta en vuestro


corazón, en vuestro ser. Es lo que os lleva a cruzar el umbral de la nueva
era, en la que todos vuestros ideales por fin adoptarán un ritmo y una
cadencia adecuados para vosotros y para la Tierra. Aquí, lo importante es
que os deis cuenta de lo valiosa que es la noche oscura del alma, por la que
quizás estéis pasando todavía. Es algo que debe ser nuevamente
contemplado a la luz del amor y la comprensión. Solo entonces puede
aflojarse y disolverse, si bien os lleváis con vosotros la sabiduría del pasado.
Tal es el fruto de vuestro viaje en la Tierra.

Por lo tanto, cuando os halléis lidiando con densas emociones de miedo u


os preguntéis si realmente hay un lugar para vosotros en la Tierra u os
sintáis como forasteros y experimentéis soledad y dudas persistentes, vedlo
todo como si se tratara de un niño. Dadle a todo eso el rostro de un niño
que expresa todas esas emociones que aún perviven en vosotros. Tendedle
una mano a ese niño y bendecidlo. ¡Se merece tanto vuestra atención y
vuestro amor! Pero no hagáis de esto algo más complicado de lo que es. La
noche oscura del alma es un proceso prácticamente imprescindible antes de
que crucéis el umbral de la nueva Tierra.
Tomad de la mano a ese niño que carga con vuestras emociones más
densas; acompañadlo y ayudadlo, pero sin olvidar quiénes sois. Sois el
padre o la madre, amorosos y comprensivos, que lleva a ese pequeño de la
mano. Podéis ver más lejos que él. Ya podéis ver más allá del umbral.
Sentís la pujante fuerza vital de una nueva realidad que os aguarda.
Ofreced una atención serena a ese niño que aún puede que se resista o
tenga miedo. Por otra parte, permaneced conscientes de la nueva realidad
que en estos momentos está arraigándose en la Tierra.

Yo, y todos los que están aquí conmigo, os honramos y respetamos. Sentid
nuestra reverencia, aquí y ahora. Gracias por vuestra presencia de hoy.

JESHUA
Les hablo desde el corazón de la Conciencia Crística. Yo Soy Jeshua, pero
no soy solamente una personalidad particular que vivió en la Tierra hace
dos mil años atrás. Yo represento más que eso, represento la energía
Crística que vive y vibra en el corazón de todos y cada uno. Así que, quien
habla aquí ahora también representa su propia energía y vibración; es su
propio anhelo sincero lo que se vuelca en palabras en esta habitación
donde estamos sentados.

Estar juntos de este modo no significa simplemente dictar una


conferencia…. Es un encuentro y una celebración de la Nueva Era. El
despertar de una nueva conciencia parece estar muy lejos a veces. Parece
haber mucha disonancia y conflicto en su mundo y, en verdad, dentro de
ustedes mismos también. Pero aún así el despertar ha comenzado. Una
nueva dimensión de conciencia está naciendo en la Tierra ahora mismo, y
luego de una larga etapa de preparación gradualmente encontrará apoyo y
esparcirá una ola de esclarecimiento a través de la Tierra. Todos ustedes
forman parte de esta ola de conciencia recién despertando, absorbiendo a
la Tierra en este momento. En muchos sentidos, ustedes son esa ola de
energía.

«Control y Entrega» es un gran tema dentro de este proceso de despertar


espiritual, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. A nivel político, los
líderes mundiales a menudo se hallan enfrentados con este tema. Aún es
muy difícil estar a cargo políticamente y tomar decisiones desde el corazón.
La política aún no parece estar preparada para esto. No obstante,
entregarse a la sabiduría del corazón es la única salida para los grandes
conflictos que hay en la Tierra en este momento, la única posibilidad de una
resolución pacífica de tales conflictos.
El sentido universal de conexión y unidad que es posible entre personas de
razas, religiones y culturas muy diferentes, es el cimiento para la paz
mundial. El reconocimiento entre sí como seres humanos, a pesar de las
disimilitudes externas, está creciendo entre la población mundial, y es
parcialmente estimulado por su tecnología de la información moderna, la
cual disminuye enormemente las distancias en tiempo y espacio. Al mismo
tiempo, el crecimiento hacia el entendimiento mutuo es amenazado por
viejos conceptos basados en el miedo acerca de «nosotros» y «ellos».
Pensar en términos de bueno y malo, correcto e incorrecto, «nosotros» y
«ellos», perpetúa antiguas hostilidades y echa leña a una gran cantidad de
agitación emocional. Estos conceptos divisivos aún son utilizados por los
políticos para sostener su poder.

Sin embargo, quienes finalmente determinan la realidad a nivel político son


ustedes, el individuo. La política refleja la conciencia de la mayoría de los
individuos en conjunto. Es por el conocimiento de muchos individuos
independientes en conjunto que cobra vida un nuevo nivel de conciencia.
Más que extenderme en el nivel político, me gustaría ahora hablar sobre el
nivel individual, el cual todos ustedes están trabajando para integrar la
energía del corazón dentro de sus vidas y el cual ustedes están tratando
con el tema de rendición y control.

Mientras tanto les pido que simplemente sientan la energía de rendición, ya


que está reunida aquí hoy y fluye desde sus corazones. Todos ustedes
imploran enfáticamente por la sensación de liberación y confianza que es
inherente a rendirse, soltarse. Pero a menudo, ustedes aún no saben cómo
integrar esta energía en el día a día de sus vidas.

¿Cuál es el origen del control en la vida? Por control quiero decir: querer
ejercer poder sobre la vida, forzarla a fluir de acuerdo a sus deseos, los
cuales ustedes perciben como correctos y justos. ¿Por qué ustedes intentan
ejercer control sobre sus vidas, y viven continuamente con tensión y
ansiedad debido a esto? El origen del control es el miedo. El miedo está
profundamente engranado en la estructura de sus vidas: su crianza, su
educación y su sociedad. Los mecanismos de control están presentes por
todos lados y les son enseñados como buenos hábitos. Aparentemente,
ustedes son una persona inteligente, racional, si quieren tener control sobre
su vida y organizarla acordemente.

La entrega y lo impredecible infunden en ustedes una sensación de temor.


Ustedes asocian rendirse con darse por vencido, con no saber qué hacer,
con ser abrumado por la agitación o la crisis emocional. Esto, sin embargo,
es una concepción muy limitada de entrega. Es una concepción nacida del
temor, de la conciencia basada en el ego. Hay nociones mucho más
positivas de rendición, una que apunta a un estilo de vida, una forma de ser,
en la cual ustedes viven confiados, sin la necesidad de controlarla, forzarla
o manipularla.

El ego implora el control porque está atemorizado. El ego se identifica con


imágenes que no vienen del alma sino que son alimentadas por el mundo
externo. El ego está corriendo alrededor constantemente para preservar su
propia imagen, ser un hombre de negocios exitoso, una cuidadosa ama de
casa, o un terapeuta competente. Quiere mantener esta imagen para tener
control sobre lo que las personas piensan de él. Sin embargo, siempre hay
momentos en el que el ego falla y pierde. Este puede ser el caso cuando
ustedes se sienten agotados, enfermos o sus relaciones se desbaratan. El
ego considera estas crisis, las cuales en cierto punto los fuerza a soltar y a
rendirse, como golpes mortales.

Así el ego asocia la rendición con la crisis. El ego vive en una continua
alternancia entre el control y la crisis. A menudo, en momentos de
verdadera crisis en su vida, ustedes son invitados a mirar el tesoro oculto
dentro de él. Siempre hay un elemento positivo escondido dentro de la
crisis, el cual les hace señas para que lleguen más cerca de su propio
corazón. De ese modo, la vida siempre los está moviendo más cerca de
ustedes mismos, de su conocimiento y de su sabiduría interior, incluso si
viven de acuerdo a los dictados del ego. Porque siempre habrá situaciones
en su vida que tarde o temprano los desafiarán a rendirse. La vida siempre
les está ofreciendo oportunidades para elegir la rendición como forma de
vida.

Ustedes conocen esto. Todos ustedes conocen estos momentos de


rendición después de una crisis, preciosos momentos de claridad y
conciencia, en los cuales se dan cuenta de que son conducidos por el flujo
de un invisible hálito divino. Ustedes comprenden que este flujo divino de
vida quiere lo mejor para ustedes, y que pueden confiar en él incluso si no
les trae necesariamente lo que ustedes esperaban. Lo que todos ustedes
anhelan es vivir más permanentemente de acuerdo a esta conciencia
superior; incorporar este modo de ser en su vida diaria, sin tener que ser
empujado a esto por profundas crisis y desesperación. Todos ustedes
desean la rendición como estilo de vida.

Todos ustedes son guerreros cansados. Han recorrido un largo viaje. A


veces se sienten muy viejos y cansados por dentro, pero es mejor decir que
ustedes están muy cansados de lo viejo……. Están en la búsqueda de un
modo de ser que no exige esfuerzos -inspirante y aún así liviano y fluido. La
clave es que ustedes no se vacíen en sus relaciones, en sus trabajos u
otros objetivos, hasta que se hagan pedazos y la crisis los fuerce a rendirse.
Den un paso más adelante, o mejor dicho den un paso atrás, y enfóquense
en una forma de vida que se caracterice siempre por soltar, confiar y
rendirse. Rendirse significa: no luchar, no resistirse sino acompañar el flujo
de la vida, confiando en que la vida les ofrecerá precisamente lo que
ustedes necesitan. Confíen en que sus necesidades son tenidas en cuenta
y serán satisfechas. Acepten lo que está en su vida ahora mismo y estén
presentes en eso. Acerca de esta forma de vida deseo hablar, ya que
ustedes anhelan esto de un modo profundo y sincero. Es un deseo espiritual
que viene de su alma, el flujo divino dentro de ustedes.

Obstáculos en el camino a rendirse: tres falsos dioses

Por un lado, ustedes desean suprimir sus máscaras y vivir abiertamente de


acuerdo al modelo original de su alma. Ustedes anhelan la sinceridad, la
honestidad, el amor y la conexión. Por otro lado, bajar esas máscaras es un
asunto muy difícil para ustedes. Han sido criados con creencias y
estructuras que han llegado a arraigarse en sus psiquis y que les impiden
conectarse con su propia alma. En particular, me gustaría dirigirme a tres
ídolos o «falsos dioses» hacia los que ustedes frecuentemente se vuelcan
para obtener guía pero los cuales de hecho los ponen a ustedes fuera de su
centro, fuera del equilibrio necesario para vivir en rendición a quienes
ustedes realmente son.

1. El primer ídolo: Dios como una autoridad fuera de ustedes

El primer dios falso es Dios mismo, es decir Dios concebido como el amo y
maestro de la creación. Ese tipo de Dios es una construcción humana, una
imagen de Dios que ha influenciado profundamente su cultura.

Muchos de ustedes piensan que tienen que soltar esta imagen tradicional
de Dios. Ustedes dicen que no creen más en un Dios crítico y castigador,
quien se yergue elevado sobre ustedes y quien lleva un registro de sus
éxitos y fallas como un maestro de escuela. Ustedes dicen que creen en un
Dios de Amor, quien los perdona todo el tiempo y quien los aprecia y los
anima. Sin embargo, en el modo rígido y desamorado con el que a menudo
ustedes se tratan a ustedes mismos, ¡este viejo Dios aún está muy vivo!
¿No se dicen a menudo que han fallado, que no hacen lo correcto, que
deberían haber progresado más allá, ya sea en el área de las relaciones,
del trabajo o en lo espiritual? Ustedes se torturan con ideas como: yo no
cumplo con las expectativas de Dios, yo estoy desilusionando a mis guías
espirituales o Ser superior, he fallado en mi misión, yo no estoy
contribuyendo en nada significativo para el mundo.

Muchos de ustedes creen, secretamente como quien dice, que hay un orden
superior al cual se supone que ustedes tienen que responder u obedecer.
Ya sea una «misión del alma» o un «camino de vida» que ha sido tendido
para ustedes, una jerarquía espiritual que tiene un «encargo» para ustedes,
o un guía espiritual que les dice qué hacer o dónde ir…… en todos esos
casos ustedes creen en la existencia de una autoridad superior, un nivel
espiritual por encima de ustedes, al que sería mejor que escucharan. Pero
tan pronto como ustedes creen en una autoridad fuera de ustedes, quien es
capaz de ofrecer pautas acerca de qué es lo que deberían hacer en su vida,
estamos atrás con el Dios tradicional. De acuerdo con esta imagen hay un
nivel de verdad en el cual las cosas son fijas y determinadas, y todo lo que
ustedes pueden hacer es vivir o no conforme a eso. Esta es una falsa
imagen.

Ciertamente, cuando ustedes nacen, en su alma hay intenciones para la


vida que viene. Uno podría llamar a éstas su propósito superior para esta
vida, pero no ha sido ordenado por nada fuera de ustedes. Son ustedes,
ustedes mismos, quienes lo han elegido y nació de sus propios deseos y
anhelos. Las cosas que son «predeterminadas» en su vida – en el sentido
de que es muy probable que sucedan, nunca nada está completamente
asegurado – han sido creadas y elegidas por ustedes. Ustedes se pueden
conectar con su propósito de vida o inspiración superior al escuchar sus
sentimientos, la voz de su corazón, sus más profundos anhelos. Quisiera
aconsejarles que no escuchen demasiado las doctrinas espirituales estrictas
sobre cómo deberían ustedes vivir. Escuchen especialmente la así llamada
parte más baja de ustedes: las poderosas emociones que se manifiestan en
su vida diaria. A través de estas emociones el alma está tratando de llegar
hasta ustedes y decirles algo.

Si ustedes quisieran saber qué es lo que su alma quiere decirles en este


momento, miren las emociones que a menudo se reiteran en su vida y que
más los absorben. Mírenlas de un modo bondadoso pero honesto. No
acusen a nadie más por sus emociones, no presten atención a causas fuera
de ustedes; mírenlas como el resultado de sus elecciones. Por ejemplo, si
con frecuencia ustedes están enojados y molestos, ¿de dónde viene eso?
¿Hay algo que les falta? ¿Qué les dice la ira? ¿Cuál es el mensaje
escondido adentro? ¿Es una sensación de no ser reconocido y valorado por
los demás? ¿Tienen miedo de mostrarles a ellos quiénes son ustedes,
miedo de defender su verdad? ¿Ustedes con frecuencia esconden sus
verdaderos sentimientos y es difícil para ustedes establecer claramente sus
límites? A menudo, a través de la ira, un mensaje sincero les está gritando:
un deseo de ser quienes ustedes son, de mostrar al mundo su energía
original del alma. Si ustedes reconocen su anhelo del alma a través de la
ira, están viendo su ser angelical brillando a través de su niño interior.

El ángel dentro de ustedes es el «ser superior» quien quiere conectarse con


la realidad física, encarnar y hacer brillar su luz sobre la realidad de la
Tierra. Es la parte que sabe. Su niño interior es la pasión de la vida misma:
es deseo, emoción y creatividad. Es la parte que experimenta. Su niño
interior es su «ser inferior». El niño interior es una fuente de alegría y de
creatividad si vive en armonía con el ángel interior. Pero si se aparta de las
caricias del ángel y queda a la deriva, es una fuente de emociones
corriendo salvajemente. La ira se convertirá en odio y venganza. El miedo
se pervertirá en defensa, neurosis y frustración. La tristeza se degenerará
en depresión y amargura. Las emociones originales son indicadores…
mensajes de la parte de ustedes que experimenta. Es el niño quien, a través
de estas emociones, extiende sus manos hacia el ángel dentro de ustedes.
Las emociones expresan la experiencia pura, sin conocimiento. Ellas son
expresiones de incomprensión. Es en la conexión con el ángel que las
emociones pueden ser tomadas como indicadores y ser comprendidas.
Como tales, las emociones se vuelven instrumentos para la transformación
y la exploración: el «ser inferior» enriquece y complementa al ser superior
ya que provee a la parte que sabe de contenido sentido. El ángel en
ustedes cobra vida y experimenta profunda alegría si se le permite iluminar
al niño. Y si el ser superior brilla a través de él de este modo, su cuerpo
emocional se calma y obtiene equilibrio. El fruto del confluir del ángel y del
niño es un conocimiento interior intuitivo que puede imbuir sus vidas con luz
y facilidad.
Los principios superior e inferior en ustedes, el ángel y el niño, son un todo
orgánico, significativo. Los conceptos «superior» e «inferior» por lo tanto no
son realmente correctos. Se trata de un jugar alegre entre la «sabiduría» y
la «experiencia» juntas. Es esta interacción lo que conduce a la sabiduría
verdadera, encarnada (como opuesto de teórica).

Para hallar pautas respecto a su vida en el momento del ahora, ustedes


pueden dirigirse lo más que puedan a su niño interior. Dándole la atención
que él necesita, ustedes lo bañan con su conciencia superior, el toque del
ángel. Para ilustrar esto, volvamos al ejemplo anterior en el que hablé de ira
y de irritación. Una vez que se han conectado con esta emoción y la han
concebido como un niño, ustedes pueden invitar al niño a venir hacia
ustedes. Ustedes pueden preguntarle qué es lo que lo perturba y qué
necesita de ustedes para sanarse. Dejen que el niño les responda y
permítanle expresarse muy claramente. Imagínenlo hablándoles de un
modo vivaz, con una expresión concreta en su cara y un lenguaje corporal
claro. Tal vez les esté dando respuestas específicas, tales como «¡yo quiero
que renuncies a tu trabajo!» o «yo quiero tomar lecciones de danza», o
pueden ser más generales como «yo necesito jugar y relajarme más» o «¡yo
no puedo estar lindo todo el tiempo, tú sabes!» Tomen las respuestas
seriamente y vivan conforme a eso tanto como puedan. Tal vez ustedes no
puedan hacer instantáneamente las cosas que su niño interior desea. Pero
pueden empezar de a poco y paso a paso comenzar a darse cuenta de sus
anhelos.

Si abrazan al niño enojado, atemorizado o triste dentro de ustedes con amor


y aceptación, es tocado por el ángel que está dentro de ustedes y el
resultado es que su alma les habla a ustedes. Comiencen con las
emociones, encuentren el verdadero anhelo detrás de aquellas emociones,
y hallen un camino para comprenderlas paso a paso.

En la imagen del ángel y del niño interior que yo estoy delineando, no hay
lugar para una figura autoritaria de Dios. Lo «superior» y lo «inferior» se
complementan uno con otro en una relación abierta, de desarrollo dinámico.
El ángel no le dicta nada al niño, ni el niño tiene autoridad sobre el ángel. Es
en su interacción que ustedes descubren lo que es correcto para ustedes en
este momento.

Ustedes encontrarán sus propósitos de vida a través de esta conexión


íntima entre el ángel y el niño. En esta conexión ustedes descubren lo que
realmente los impulsa. Ninguna autoridad fuera de ustedes puede
reemplazar esta conexión, o hacer la conexión por ustedes. Un maestro
sólo puede señalar esa área sagrada interior, donde ustedes pueden
permitir que el niño interior sea acariciado e inspirado por el ángel en
ustedes. En esta área ustedes descubren quiénes son y cuál es su pasión.
Las pautas generales acerca de cómo vivir una vida espiritual casi siempre
son inadecuadas, o al menos no son de naturaleza universal. La verdad es
amorfa. Cada criatura tiene su propia forma, su propio modo de vivir la
Verdad. Ese es el milagro de su esencia del alma original. Los maestros
espirituales genuinos no enseñan hacer y no hacer específicos, tales como
«no comer carne» o «meditar dos horas por día». Un verdadero maestro
sabe que todo se trata de hallar su propia verdad, en profunda
comunicación con ustedes mismos. Los maestros pueden indicar qué es lo
que a ellos le ha sido útil o su propio modo, pero ellos no convertirán esto
en una regla o dogma.

Si ustedes echan una mirada al modo en que Dios ha sido retratado en la


mayoría de sus tradiciones religiosas, esto es exactamente lo que sucede
aquí. La mayoría son tradiciones de miedo y de abuso de poder. La
necesidad de reglas talladas y dogmas y la tendencia hacia las
organizaciones jerárquicas siempre muestran que el miedo y el poder están
en juego. Sin embargo lo mismo también sucede en la espiritualidad de la
nueva era. Tomen por ejemplo las muchas predicciones y teorías
especulativas que están circulando actualmente. Si aceptan esto sin
consultar su propia base de sentimientos relacionados con eso, ustedes
pueden volverse inseguros y comenzar a preguntarse «¿estoy haciendo las
cosas bien?», «¿qué pasa si pierdo la nave (o nave espacial…) en el
2012?» o «¿está el estado de mis chakras lo suficientemente puro como
para entrar a la 5ta dimensión?» Este tipo de preguntas ciertamente no es
útil para su crecimiento interior. Yo les pido: vuélquense hacia ustedes
mismos. No se enfoquen en el movimiento de los planetas o estrellas, los
cambios climáticos, o el juicio de un «maestro ascendido» para determinar
el nivel de su propia comprensión. Ustedes son el centro de su universo, el
estándar y la piedra de toque de su mundo. No hay Dios fuera de ustedes
quien sepa más o quien determine las cosas por ustedes. No sólo que el
Dios que ustedes anteriormente proyectaron fuera de ustedes reside en
ustedes, sino que este Dios tampoco es omnisciente. El principio divino en
ustedes y toda la creación es una fuerza juguetona, creciendo y
evolucionando de manera abierta e impredecible.

En esta imagen, lo «inferior» tiene una indudable razón para existir: es el


combustible para el crecimiento y la satisfacción. La luz y la oscuridad
tienen su propio rol que jugar y es en la aceptación de ambos que ustedes
se iluminan. Extenderse en la luz de un modo desproporcionado, ignorando
o combatiendo la oscuridad, lo cual aspiran ciertos grupos espirituales, crea
desequilibrio y una resistencia sutil a (y desprecio por) la vida en la Tierra.

Hacer las cosas mal, cometer errores, todo es correcto y puede incluso
traerles mayor crecimiento que tratar de evitar las equivocaciones. En las
«cosas malas» la semilla de la luz está latente. Sólo experimentando lo
malo desde adentro, ustedes pueden experimentar lo bueno como hermoso,
puro y verdadero. Ustedes no pueden aprender «desde afuera». Ustedes, el
Dios dentro de ustedes, se ha sumergido a las profundidades (dentro de la
realidad material) para volverse sabio a través de la experiencia, no para
aplicar sabiduría a la experiencia. En ese sentido, no muchas cosas son no-
espirituales. Toda experiencia es sagrada y significativa. No se dejen guiar
por normas externas, que dictan lo que es saludable, correcto y espiritual
para ustedes hacer. La piedra de toque está en su propio corazón: si
ustedes lo sienten correcto, entonces está bien. Suelten cualquier otra cosa.

2. El segundo ídolo: los estándares e ideales de la sociedad

Otro dios falso que los separa de su energía de alma original es la


«sociedad»: los estándares y valores que controlan su mundo social y son
transmitidos a ustedes a través de su crianza, educación y ambiente de
trabajo. Muchos de los ideales de la sociedad tienen sus raíces en el miedo,
en la necesidad de controlar y estructurar la vida de modo que llegue a ser
un campo de juego hábilmente dispuesto. Muchas pautas de
comportamiento no están muy inspiradas en lo que la gente
verdaderamente siente y experimenta, sino en lo que parece desde afuera.

Tratar de cumplir con tales estándares externos de conducta puede poner


mucha presión sobre ustedes. Piensen en el miedo a «no encajar en», no
haber logrado lo suficiente, no ser lo suficientemente bello, no tener
relaciones, etcétera. Al compararse con imágenes irreales de éxito y de
felicidad, su energía creativa se atasca y ustedes ya no se sienten más en
casa en este mundo.

Debido a todos estos hacer y no hacer, los cuales se han vuelto como una
segunda piel, ustedes difícilmente se atreven a explorar su creatividad
original. Tienen miedo de salirse de la senda pisada. Pero es exactamente
esta fuente original de energía, la energía que quiere fluir originalmente
desde ustedes, ¡la que es tan bienvenida en la Tierra! Es esta parte de
ustedes la que está destinada a causar la transformación de la conciencia
en la Tierra en este momento.

Conectarse con sus impulsos creativos y expresarlos a su propio modo


original a menudo exige que ustedes se desvíen de los propósitos e ideales
de la sociedad. Puede ser el caso que su ritmo natural de explorarse y luego
expresar quiénes son ustedes en el nivel material, no encaje con el
esquema de la sociedad de cómo y cuándo lograr ciertas cosas en la vida.
Ustedes pueden tener que atravesar primero un largo proceso de llegar a
conocerse profundamente, no logrando o produciendo nada en el nivel
externo. Mientras esto puede parecer ineficiente o fracasado para la gente,
ustedes pueden estar trabajando muy duro en el nivel interior, descubriendo
muchas cosas valiosas acerca de ustedes mismos. Tómense su tiempo
para descubrir quiénes son, dónde los conduce su energía natural, e
integrarla dentro de su ser emocional y físico. No presten atención al éxito
externo. Enfóquense en lo que se siente bueno y correcto para ustedes, lo
que los hace sentir relajados e inspirados. Si ustedes encuentran ese modo
de vivir, y experimentan paz y sosiego por dentro, ustedes entrarán más
fácilmente en contacto con su energía del alma original.
Hay mucho miedo en la gente respecto a lo que la sociedad dicta y espera
de ustedes. Lo extraño es que esa «sociedad» como tal ni siquiera existe.
Lo que tenemos es una gran cantidad de personas juntas, cada una con sus
propios anhelos sinceros y sus miedos profundamente arraigados. Cada
uno desea ser libre en el sentido más profundo de la palabra: simplemente
ser quien ellos son sin miedo a ser juzgados por «los demás». Por lo tanto
piensen otra vez, siempre que estén prestando mucha atención a lo que los
demás piensas de ustedes. De hecho ustedes también se están volviendo el
peor enemigo de los otros, ya que aceptando sus pautas y temiendo su
crítica, ustedes mantienen vivos los falsos ideales y se sofocan ambos
incluso más intensamente. Ustedes resultan ser la «sociedad» de alguien
más.

Especialmente ustedes, quienes son los pioneros de la Nueva Era, pueden


ser un ejemplo para la gente que está atrapada en el miedo. Ustedes son
ese ejemplo cuando verdaderamente se mantienen parados por sí mismos,
escuchan atentamente sus sentimientos, viven en conformidad y sueltan los
dictámenes externos. Estas opiniones nacen del miedo, no del amor, y a
menudo están basadas en viejas reglas y códigos de los cuales nadie
recuerda su verdadero origen. Estos viejos estándares, que ya no
mantienen conexión con el corazón humano, esperan ser transformados
desde adentro, por personas que se atreven a dar a conocer nuevas
perspectivas. La sociedad los está esperando; espera ideales y estándares
inspirados que ayuden a las personas a conectarse con sus corazones y
con sus verdaderos deseos. Ustedes contribuyen a la transformación
colectiva de la conciencia siendo un ejemplo de amor en lugar de un
seguidor del miedo.

Atrévanse a incitar a su parte juguetona, infantil. Entren en contacto


frecuentemente con su niño interior: él sabe muy bien lo que quiere. A
menudo ustedes difícilmente pueden sentir qué es lo que su corazón
verdaderamente anhela y ustedes sienten como si hubieran perdido su
pasión. Esto sucede porque ustedes no le permiten más a su niño interior
jugar, fantasear y soñar. Cuando ustedes se miden a partir de códigos
externos (lo que es apropiado para mi edad, género, ambiente social)
ustedes se limitan y no permiten al niño, al soñador y visionario, ponerlos a
ustedes fuera de esos límites y conectarlos con su «código interior».

Todos ustedes nacieron con una inspiración, un deseo de manifestar algo


en la Tierra, tanto para ustedes como para los demás («sociedad»).
Ustedes no han venido aquí para vivir en la torre de marfil. Ustedes son
parte de la conciencia colectiva en la Tierra y han venido aquí para ser un
líder y un inspirador de cambio. Eso es lo que los hará sentirse felices y
realizados. Al conectarse con su niño interior, y sentir una vez más la magia
de esa pasión original, las fronteras ilusorias y los límites serán levantados y
ustedes hallarán su camino en la vida de un modo mucho más fácil y ligero.
Cuanto más se liberen de los falsos dioses que los mantienen pequeños y
temerosos, más vivirán desde una sensación de libertad y de rendición al
corazón, y más el universo los apoyará y les proveerá los medios
necesarios para dar fruto a su pasión.

3. El tercer ídolo: compadecer a los demás y acompañar su sufrimiento

Hay otro dios falso que quisiera mencionar y el cual tal vez sea el que más
los preocupa en la vida diaria. Es compadecer a sus compañeros, compartir
la carga con sus seres queridos sufriendo junto con ellos. Ahora, ustedes
pueden preguntar: ¿Cómo puede ser eso un ídolo? ¿No se supone que
estoy conectado con los demás, especialmente con mis seres queridos, y
que tengo que ayudarles si puedo? De lo que estoy hablando es de una
tendencia que tienen ustedes a conectarse tan profundamente con la gente
que tienen a su alrededor, que son arrastrados hacia su dolor, sus
problemas y emociones negativas y pierden contacto con su propio centro y
paz interior. Esta clase de lástima y co-sufrimiento no es su deber, no es
provechoso para la otra persona y no es correcto desde un punto de vista
espiritual.

Mucho de lo que ustedes llaman «elevada sensibilidad» se está abriendo


tanto hacia la energía de la otra persona que quita las suyas. Su empatía
(es decir, la habilidad de sentir el humor y las emociones de la gente) en
ese caso está insuficientemente equilibrada por la perspicacia de que las
energías negativas en esa persona pertenecen a ellos y no a ustedes.
Ustedes no están comprendiendo con suficiente claridad que esa
negatividad juega un rol viable en la vida de la otra persona y que ustedes
pueden iluminarlos a través de su compasión y comprensión, pero no sirve
al propósito de nadie si ustedes sufren junto con ellos.

Por supuesto que a ustedes les encantaría ver a sus seres queridos llevar
vidas felices y satisfactorias (ya sean su esposa, su hijo, su padre o un
amigo). Ustedes quisieran que ellos se sintieran mejor y que sus problemas
fuesen resueltos. Siempre recuerden que los problemas que ellos tienen
son sus propias creaciones. Los problemas de relaciones, asunto de dinero,
problemas de salud, desórdenes psicológicos…. Todos ellos reflejan
conflictos internos profundamente arraigados dentro de su alma. En algún
lugar en lo profundo la gente quiere experimentar estos problemas, para
librarse de algo. Podría parecer que ellos son víctimas, especialmente
cuando ellos corren en círculos una y otra y vez. Pero a menudo eso
significa que ellos aún quieren experimentar completamente algunos
aspectos de ese problema y que ellos aún no están abiertos a su ayuda. Si
de todos modos tratan de ayudarlos, ustedes fácilmente se tornarán
molestos y controladores y agotarán sus propias fuentes de energía.
Entonces entréguense a la rendición como forma de vida.

Dando demasiado o inapropiadamente, ustedes malgastan su energía y se


encadenan emocionalmente con aquél que están ayudando. Esto los hace
dependientes de la otra persona para su sensación de bienestar. Sus
energías emocionales se confunden y ésta es una de las mayores causas
de la pérdida de fuerza, vitalidad y conocimiento de uno mismo. Pocas
cosas pueden descomponer su energía tan fácilmente como la sensación
persistente de deber, culpa y responsabilidad por alguien más.

En tal «relación de ayuda» a menudo surgen asuntos de poder, incluso si


ninguno tuvo esa intención. Al dar demasiado o inapropiadamente, el
ayudante en realidad trata de disimular un vacío interior que pasa
desapercibido mientras uno está preocupado por alguien más. Ayudar a
alguien más puede hacerlos sentir más fuerte y más seguro de sí mismos.
Aquél que recibe toda la atención por parte de ustedes, experimenta esto
como lindo y confortable, y ellos pronto notan que pueden influenciarlos con
sus estados de ánimo y emociones. Ellos saben que si las cosas se ponen
peor para ellos, ellos consiguen más atención de ustedes (porque ustedes
desean muchísimo que ellos estén bien). El «sufriente» entonces percibe
que tiene poder sobre ustedes y eso da como resultado el permanecer en el
rol de víctima. En tal relación, está teniendo lugar un fuerte intercambio de
energía, y los agotará a ambos, porque no está alineado con lo que sus
almas realmente quieren. No hay una verdad espiritual en el modo en el que
ustedes se están reduciendo uno al otro a roles muy limitantes. El ayudante
finalmente se frustrará porque el sufriente no progresará demasiado: no
tiene interés en cambiar, porque él ha invertido en el rol de víctima. Y el
sufriente se atasca incluso más en su rol de víctima; ellos se hunden en eso
más profundamente, lo cual puede paralizarlos completamente. Ambos se
enojarán y se culparán uno con otro.

Ustedes fácilmente se compadecen y se apenan por la gente que está a su


alrededor. Especialmente las almas trabajadoras de la luz, quienes tienen
un profundo impulso a esparcir luz y conciencia sobre la Tierra, son muy
sensibles al sufrimiento de los demás. Es difícil para ustedes ver el
sufrimiento a escala global, por ejemplo en regiones del mundo devastadas
por la pobreza o por la guerra, o la destrucción y contaminación del medio
ambiente. Pero cuando pasa a ser sufrimiento que está cerca de ustedes,
en su ambiente personal, ustedes son afectados muy profundamente. Y es
especialmente ahí que son desafiados a recuperar su poder.

Es importante comprender que ustedes no ayudan a alguien volviéndose


más pequeños. Con frecuencia ustedes piensan que si absorben y tragan
parte de las emociones de la otra persona, se conectan profundamente con
ellos y por lo tanto lo ayudan. Es como si estuvieran compartiendo la carga.
Pero asimilando los problemas de la otra persona, su poder se fragmenta y
se destroza por la negatividad en ellos. Ustedes pensarán que no tienen
derecho a estar felices, tranquilos y satisfechos con ustedes mismos,
mientras ellos están sufriendo. Este es un grave error. En realidad, lo
opuesto es lo verdadero.

Ayudar verdaderamente a alguien significa que ustedes ponen su energía al


servicio de la solución del problema, no en el problema mismo. Para hacer
esto ustedes necesitan volverse más grandes en lugar de más pequeños.
Más independencia y conciencia de uno mismo ustedes irradien, más
representarán la «energía de la solución» y más podrán interesarse por
alguien más sin agotarse. Si ustedes van a sufrir con ellos, ustedes
realmente sólo estarán afirmando el problema. Si permanecen centrados y
calmos, sin resonar con las emociones pesadas del otro, ustedes dan a
conocer otro ángulo, otra forma de mirar el problema. Precisamente al no
resonar con la energía del problema, ustedes vierten nueva luz sobre él.

La verdadera guía espiritual nunca involucra resolver el problema de alguien


más. Más bien significa ser un faro de luz y de conciencia para ellos, quien
les refleja sus problemas de un modo que les permite a ellos echar otra
mirada sobre eso. Les permite a ellos ver significado y valor en el problema;
les devuelve a ellos una sensación de libertad y de responsabilidad. Algo
dentro de ustedes toca su corazón y los inspira: es la energía del amor. Es
la energía de la aceptación. De este modo, ustedes les ofrecen a ellos la
«energía de la solución», no haciendo algo por ellos, sino irradiando esa
paz hacia los demás. No se trata de llevar las cargas de los demás o de
hallar soluciones a sus problemas. Se trata de llevar la energía de la
solución en su propio ser y de compartirla abiertamente con los demás. Esa
es la esencia de su misión en la Tierra, la esencia de lo que significa traer
luz.

Ser fiel a uno mismo, cuidarse y escuchar lo que su intuición les dice es un
prerrequisito para anclar la frecuencia del Amor en la Tierra. Esto es lo que
su alma quiere para ustedes. Cada vez que dejen que los demás arrebaten
su energía o den demasiado de ustedes por miedo o una necesidad de
controlar, una parte de su Luz se apaga y ustedes necesitarán recuperarse
y sanarse emocionalmente para recuperar su equilibrio y vitalidad natural.
Noten cómo esto sucede en su vida diaria. Si ustedes se están
preocupando por otra persona, por cómo ellos los perciben a ustedes o por
cómo ustedes deberían ayudarlos, y sus pensamientos y emociones se
repiten, ustedes están atascados en el surco del miedo y del control. A
menudo, ustedes tienden a entregar su energía porque piensan que están
haciendo las cosas mejor, ayudando a las personas o resolviendo un
problema. Pero presten atención: ¿realmente su contribución sirve a la
solución del problema o lo reafirma y por lo tanto lo perpetúa? Pregúntense
a ustedes mismos si no están realmente sirviendo a un ídolo, en lugar de
servir a su propia Luz interior.

Tratar de controlar las cosas con frecuencia parece apropiado y razonable,


pero a menudo es sólo el miedo lo que los obliga. Con frecuencia se sienten
cansados y agotados por todos sus esfuerzos en diferentes áreas de su
vida, pero a menudo ustedes perseveran y sienten que están obligados a
poner incluso más energía en eso. Ustedes piensan que le deben eso a
alguien, a alguna organización, a la sociedad o incluso a Dios. Pero cada
vez que ustedes se sienten emocionalmente agotados, insistiendo
demasiado, es tiempo realmente de liberar y encontrar algún lugar tranquilo
para ustedes mismos. Es tiempo de soltar el mundo y volcarse hacia
adentro. Cortar las sogas por un tiempo y reconectarse con su niño interior
es muy importante para permanecer centrado y equilibrado. Al conectarse
con el niño, también despiertan al ser angelical, el cuidador del niño.
Ustedes se conectan con su «ser inferior» y su «ser superior» y al sentirlos
dentro, y escucharlos cuidadosamente, ustedes comienzan a sentir cómo
ellos pueden jugar juntos alegremente en su presencia. Se torna claro qué
cosas necesitan hacer o perseguir para llegar a estar centrado y tranquilo
otra vez.

Encontrar y seguir su pasión

Cada uno nace con una pasión. Imaginen que esa pasión es una hermosa
rosa roja. Imaginen que, justo antes de nacer, ustedes están sentados en
los confines del cielo, sosteniendo esta exquisita rosa roja en su mano.
Aunque puedan estar dudando dar el salto dentro del reino de la Tierra,
preguntándose incluso tristemente si realmente son capaces de cumplir con
eso, ustedes sienten un profundo fuego interior, una pasión, la cual se
presenta a ustedes como la rosa roja. Ahora imaginen que dan el salto,
encarnan, y ahora llevan la rosa adentro, en su abdomen y en su corazón.
Dejen que la energía de la rosa venga a ustedes ahora. Permitan que su
pasión original, su inspiración se presente a ustedes en este momento.

Échenle una mirada a la rosa, ¿a qué se parece ahora? Tomen la primer


imagen que aparece en su mente. ¿La rosa luce un poco triste y raída, o
resplandece vibrantemente? ¿Ustedes ven un pimpollo o una rosa
floreciente? ¿Necesita algo de ustedes en este momento? Tal vez más
agua o luz del sol, o algo más de amor y atención, ¿o quiere ser trasladada
a otro lugar, a un entorno donde se pueda nutrir más? Imaginen que le dan
exactamente lo que necesita, y sientan cómo esto los afecta a ustedes en el
nivel interior.

El rojo es el color de la Tierra y el del chakra raíz o base. El rojo es el color


de la pasión. A menudo ustedes tienen miedo de su propia pasión. Ustedes
temen dejar que este flujo original se exprese abiertamente en sus vidas,
porque va en contra de lo que la sociedad o la tradición consideran
apropiado, correcto y razonable. Sin embargo, en cada uno de ustedes hay
una pasión original y una inspiración que es la verdadera fuente de su
existencia aquí y ahora. Ustedes no pueden realmente sentirse realizados e
inspirados hasta que no dejen que esa energía se esparza en su vida y la
guíe. La esencia de la rendición como forma de vida es que ustedes se
rinden a ustedes mismos, a su pasión del alma, a la inspiración que acuna
su vida actual.

Hay varias formas de reconocer si ustedes están conectados con su pasión


del alma.

 Sentir inspiración – donde sea que fluye, ahí es donde ustedes necesitan estar.
La rendición como forma de vida significa que ustedes se dejan guiar por lo que
verdaderamente los inspira. La rendición no es una energía pasiva. Al rendirse a lo
que realmente los motiva y los inspira, ustedes abren la puerta a un flujo de energía
interior vivaz y activo. Para descubrir ese flujo por ustedes mismos, necesitan
descubrir con qué clase de ocupación o actividad su energía fluye naturalmente.
¿Qué cosas los hacen sentir felices y tranquilos? ¿En qué clase de ocupación o
actividad ustedes sienten que las cosas se mueven fácilmente y con gracia? ¿Cuál es
la esencia de estas cosas o actividades? Sientan la esencia de eso – y sepan que
puede haber una variedad de caminos por los que esta esencia toma cuerpo y forma.
 Ser fiel a su propia naturaleza – lo que ustedes hacen naturalmente, es para lo
que son buenos. Para reconocer su pasión ustedes necesitan darse cuenta de que
siempre hay algo que es muy natural para ustedes. Es algo, una actividad, ocupación
o forma de expresión, hacia la cual se sienten atraídos, se sienten interesados y a la
cual disfrutan dedicarse. Es algo cercano y natural para ustedes, casi evidente desde
su perspectiva. Para dar fruto a su talento natural ustedes pueden tener que aprender
algunas habilidades o seguir alguna educación formal, pero será relativamente fácil
y alegre para ustedes hacerlo. Su pasión es algo hacia lo cual sus habilidades y
talentos están afinados; involucra actividades para las cuales son buenos desde el
comienzo.
 Poner límites claros y atreverse a decir «no» – tómense a ustedes mismos
seriamente. Ustedes están en el flujo de la rendición si se toman a ustedes mismos
con la suficiente seriedad como para decir no a las cosas o personas que inhiben o
interrumpen ese flujo. Sólo pueden seguir su pasión si se atreven a decir no a lo que
no se adapta o se siente apropiado para ustedes. Rendirse a ustedes mismos, a su
inspiración original, significa ser precoz y obstinado a veces, mantenerse apartado y
confiar en los mensajes de su corazón incluso si la gente dice que ustedes son tontos
o ridículos. Se trata de la fidelidad a ustedes mismos. ¡Atrévanse a ser grandes,
atrévanse a marcar la diferencia! Realmente no hay alternativa, ustedes lo saben. La
alternativa es que su flujo natural de inspiración se atasca y se seca y ustedes
comienzan a sentirse frustrados, vacíos, enojados e insatisfechos. Si ustedes no
eligen por ustedes mismos, eligen en contra de ustedes mismos. La energía de la
rosa, su pasión, se retira y esto crea problemas psicológicos tales como soledad,
desavenencia y finalmente depresión. Por lo tanto, atrévanse a decir no, atrévanse a
ocupar un espacio con límites claros. No teman ser «egoísta» de acuerdo a los
estándares de los falsos dioses.
 Paciencia y ritmo – háganlo paso a paso. Si ustedes están conectados con la
energía de su alma, con su inspiración, esto despejará un camino para ustedes en su
vida diaria. Las oportunidades (en la forma de personas o situaciones que ustedes
encuentran) vendrán hacia ustedes a un paso y ritmo que se adapta a ustedes. Si
ustedes quieren estar a tono con ese flujo de manifestación, permanezcan en el
presente y tómenlo paso a paso. No traten de correr más allá de todas las cosas que
tienen que suceder para que comprendan sus sueños y su pasión. La vida los cuida a
ustedes, ustedes no necesitan cuidar a la vida. Simplemente sientan su pasión y
confíenla a las manos del Dios dentro de ustedes. Dejen que el ángel que está
adentro proteja y vigile los sueños y deseos de su niño interior. ¡Ríndanse y confíen!
Muchas gracias por estar aquí. Es un gran placer estar con ustedes y
recuerden que el yo que está diciendo esto también representa en gran
medida su propia energía. Es su propia energía la que les hace señas y los
invita: atrévanse a vivir, ¡atrévanse a ser quienes son!
JESHUA
«Atrévanse a recibir la Alegría otra vez en su vida, ¡sientan
que es su derecho de nacimiento!» Yo soy María y represento al
aspecto femenino del ser Crístico. Hoy los saludo a todos ustedes y quisiera
permitirles participar de la alegría y la paz que está disponible para ustedes
y que pertenece a la verdadera esencia de quienes ustedes son. Ustedes
no están aquí para sufrir, para luchar y para meramente sobrevivir. Están
aquí en la Tierra para tener alegría, para ser quiénes son y para
experimentar el milagro de eso. Ustedes son hermosos como son. No
necesitan cambiar ni mejorar nada. Todo está bien. Permitan que esto
llegue a ustedes.

La esencia de la creación es la alegría. Dios no los creó por un propósito


serio y pesado. Ella los creó por la alegría y el placer de la exploración. Ella
quería descubrir la vida a través de ustedes. Todos ustedes son la
expresión del amor y la alegría creativa de Dios, y es por eso que a ustedes
se les permite experimentar eso, cada momento del día. Yo los invito a
reconectarse a este flujo original de energía, la alegría de la creación de
Dios, el cual fluye a través de cada uno de ustedes.

Ustedes tienden a hacer de la vida algo demasiado pesado y serio.


Imaginen que ustedes no están aquí para alcanzar una meta, sino
simplemente para ser ustedes mismos, incluyendo las partes suyas que se
sienten oscuras, vacilantes o atascadas. Sí, esas partes también son
bienvenidas, son parte de esta experiencia, la experiencia completa de la
dualidad en todos sus aspectos. Confíen en que esto los conduce hacia
algo hermoso, algo mágico, hacia un nuevo mundo. Ustedes siempre están
moviéndose y transformándose. No hay un propósito fijo, un destino final.
Están constantemente en el camino. Ahora disfruten estar en el camino,
disfruten las corrientes cambiantes de la vida, y esa carga pesada se les
quitará.

Yo les pido que vayan al pasado conmigo, al momento antes de que


nacieran en la Tierra en este cuerpo. No duden si esto es posible, tan sólo
viajen en su imaginación. No importa si piensan que lo inventan. Confíen en
ustedes mismos y permítanse sentir cómo una vez estuvieron libres del
cuerpo. Eran independientes de la forma física, se sentían infinitos y todo
era posible. La vida era mágica. Desde esa dimensión de gran libertad,
ustedes sintieron un tirón que venía de la Tierra. Su atención fue halada,
desde todos los lugares, hacia este pequeño planeta con potenciales tan
grandiosos; potenciales tanto de luz como de oscuridad, de amor y de
miedo. Ustedes sintieron un tirón. Se preguntaron acerca de la naturaleza
de la realidad allí y sintieron que tenían algo que hacer con eso. Sintieron
que había algo ahí que querían experimentar.

Como un espíritu libre ustedes decidieron lanzarse y encarnar en la Tierra.


Sientan como incluso ahora, habiendo pasado por tantas experiencias en la
Tierra, aún está esa sensación original de interés, de curiosidad y de
atracción que una vez tuvieron. Sientan cuán especial es el hecho de que
estén aquí ahora, que su conciencia se haya limitado para poder ajustarse a
un cuerpo terrestre, percibiendo la realidad a través de los sentidos físicos
como la vista, el oído y el tacto. Este modo particular de percibir la realidad
no es el modo natural; su perspectiva original es mucho más amplia y
menos limitada. Aún así ustedes eligieron esta limitación porque algo
increíblemente valioso iba a ser provisto ahí.

Ustedes están aquí en la Tierra para expresar la libertad y la magia de los


reinos espirituales de los cuales vienen. Están aquí para traerlos a la forma
y la materia y dejarlos disponibles tanto para ustedes como para los demás.
Sí, ustedes son portadores de luz, donde la luz representa la libertad, la
facilidad y la alegría. Y han estado en la Tierra antes, con el mismo deseo e
ímpetu de encender la luz de la creación aquí y esparcir alegría y
conocimiento. Permítanse sentir esto otra vez. Sepan quiénes son. No
necesitan ser o hacer algo especial aquí, no tienen que lograr algo excepto
recordar quiénes son y permitir que la alegría los llene nuevamente. Ése es
su trabajo: regresar a su estado original de admiración y alegría en medio
de energías que parecen apuntar a una dirección totalmente diferente.

A ustedes se los ha puesto bajo presión. La realidad de la Tierra, el modo


en que la gente piensa, las creencias de la sociedad pueden sobrecargarlos
pesadamente y empaparlos en el olvido por un tiempo. Recuerden, ustedes
son la divinidad en la carne. La luz está fluyendo a través de ustedes ahora
mismo, a través de sus manos, a través de sus ojos, siéntanlo. Nunca los ha
dejado, pero a todos ustedes se les dijo en algún momento de su vida que
esta luz no puede fluir libremente al descubierto. Ustedes creen que tienen
que esconderlo y mantenerlo adentro, por miedo a ser “diferentes”. El
constreñimiento a ser normal, a encerrarse en lo que otras personas
pudieran pensar de ustedes, ésa es probablemente la peor prisión en la
Tierra. No es estar en el cuerpo lo que los limita tanto. La verdadera
limitación viene de admitir las numerosas creencias pesadas y aprensivas
de la sociedad y permitir que disminuyan su resplandor divino.

Mi deseo es mostrarles un camino de salida, y la clave es que se atrevan a


recibir la alegría otra vez en su vida, ¡sientan que es su derecho de
nacimiento! Es simplemente quienes ustedes son. Ustedes son la alegría de
Dios manifestada. Y para ser esto no necesitan lograr nada, en el sentido
mundano de la palabra. Ustedes sólo necesitan ser uno con quien ustedes
son. Necesitan sentir que están bien con lo que son aquí y ahora. No hay
nada que ustedes no alcancen, no hay nada que este faltando. Abracen la
totalidad de quienes son ahora, sus miedos, sus bloqueos emocionales, y
aún así, al mismo tiempo, la sensación profunda de admiración y vitalidad
en el fondo de su ser. La vida misma fluye a través de ustedes y desea
impartir en ustedes sus numerosos dones milagrosos. Ustedes han
emprendido el viaje de la encarnación en este cuerpo, en esta sociedad, en
esta dimensión material. Eso es suficiente. Con eso, ya han mostrado su
enorme coraje y fe. Ahora confíen en que se les permite recibir todo lo que
necesiten en su vida. Sientan la pura alegría de estar en este momento.
Permítanse relajarse en eso.

Imaginen que de ahora en adelante, no hay nada que “deban hacer” en su


vida. Si ustedes realmente se concedieran esa libertad, su vida fluiría
consistentemente serena y suave. Yo entiendo que esto está en contra de
mucho de lo que les han dicho sus padres, maestros, jefes, etcétera. La
sociedad imparte en ustedes la idea de que tienen que trabajar duro y
diligentemente para desarrollar las destrezas y habilidades necesarias para
arreglárselas en la realidad. Les dice que se mantengan pequeños y que se
enfoquen en lo que es posible antes que en lo que sueñan y esperan. No
sólo la sociedad les dice esto, incluso muchas enseñanzas espirituales
tienen un punto de vista bastante estricto y disciplinario para alcanzar la
iluminación.

Imaginen que ustedes liberan la verdadera idea de metas y logros.


Imagínense diciéndose a ustedes mismos: Yo soy como soy, y estoy
completamente conforme con lo que soy. ¡Qué liberación! Si ustedes
pueden permitirse hacer eso y relajarse, las cosas comenzarán a fluir en su
vida, y verán que sucede exactamente lo opuesto a lo que la sociedad les
dice que esperen. Las cosas comenzarán a presentarse sin tener que
trabajar duro para ello. Si pueden ser uno con ustedes mismos y aceptar las
cosas tal y como son, invitarán a un flujo de paz el cual obrará milagros en
su vida. Al aceptarse como son, ustedes dicen “sí” a la vida, a estar aquí en
la Tierra y se permiten recibir todo lo que quieran simplemente porque son
quienes son, una parte indeleble de Dios, apreciada y amada
incondicionalmente.

Si ustedes encuentran esa paz en su corazón y sueltan sus expectativas


tensas y nerviosas, entonces permiten que la magia de la vida cuide de
ustedes. Se rinden a su flujo y ritmo. Yo les digo que, para comenzar a
encontrar satisfacción en su vida, para comenzar a encontrar el trabajo
justo, la relación adecuada o la casa apropiada en la cual vivir, comiencen
por permitirse experimentar alegría nuevamente. La simple alegría de ser, la
alegría de ser ustedes. La espiritualidad está toda relacionada con la
simplicidad y la facilidad. Se trata de sentir como un niño puede sentir, no
pensar en el mañana, sino simplemente disfrutar el presente y hacer
cualquier cosa que uno tenga ganas de hacer.

Yo sé que ustedes creen que esto ya no es posible para un adulto. Eso es


una tragedia. Hay tal tristeza en el hecho de que ustedes se han sentido
obligados a renunciar a su parte más espontánea y despreocupada.
Extiéndanle las manos al niño interior que ha salvado su espontaneidad
para ustedes. Profundamente adentro, aún está ahí, el niño que quiere jugar
y disfrutarse, el niño que quiere explorar la vida y que confía en que todo va
a estar bien. Este niño sabe que la Tierra es un lugar seguro para que
ustedes se expresen. Siéntanlo y dejen que les hable otra vez. Tal vez
quiera darles un mensaje ahora mismo. Si ustedes aún no sienten nada,
eso está bien también. Lo que importa es que estén deseando llegar hasta
ese niño, que digan sí al flujo interior de espontaneidad, a su inspiración del
alma. Ustedes están llenos hasta el borde de ideas de que esto no es
posible o deseable, de que tienen que volcarse al exterior más que al
interior para encontrar guía en su vida. Pero no es así. La vida debe ser
vivida según otros principios.

El verdadero poder creativo, realmente manifestando creaciones positivas


en su vida, siempre sucede desde un estado de simplicidad y holgura. Es
precisamente cuando se sienten totalmente relajados y divinamente
despreocupados acerca de las cosas, sin forzarse a hacer o ser nada, que
ustedes atraen los cambios más positivos en su vida. Si ustedes
simplemente acariciaran sus sueños y deseos, y luego los soltaran y dejaran
que las cosas sigan su curso, su confianza los traerá hacia ustedes.
Ustedes ni siquiera esperarán que sucedan, ya que estarán muy ocupados
disfrutando de ustedes mismos en el presente. La vida es exquisitamente
simple.

Nosotros estamos con ustedes y comprendemos muy bien por lo que están
pasando. Les pedimos que confíen en este mensaje y que tengan fe en la
benevolencia de la vida y en la alegría que fluye a través de cada ser vivo.
Échenle una mirada a la naturaleza. Los animales, las plantas y las flores
están todos inherentemente ajustados a la expresión de la belleza y la
armonía. Ellos no dudan de ellos mismos. Ellos se valoran de un modo
perfectamente natural y pacífico. Conéctense a esa energía natural de
validación y sepan que ustedes están contenidos dentro de esa misma red
de vida. Ustedes están a salvo. Dios está justo aquí con ustedes, y nunca
se irá de su lado. Atrévanse a confiarse a la magia de la vida, la cual no es
nada más que el flujo divino de su propia alma, ¡y disfruten!

Con amor, María

El ser humano es potencialmente mago y alquimista de su


propia vida y de la vida en general, sólo que vive
desconociendo sus capacidades.»
Para que la ley de atracción funcione adecuadamente debemos activar la
ley de Creación, que es nuestra potencialidad como para crear alrededor
nuestro y en nosotros circunstancias cada vez mejores. Por tanto, si
nosotros sabemos que esto existe, creemos que puede ocurrir con y en
nosotros, y si lo creemos, lo creamos… Focalicemos nuestra atención en el
proceso creativo.
Como en la historia del joven mago Potter, él desconocía su potencial
creador (mágico), es más, él era el más grande y poderoso mago sin
saberlo; así los seres humanos somos potencialmente magos y alquimistas
de nuestras propias vidas y de la vida en general, sólo que vivimos
desconociendo nuestras capacidades. Este desconocimiento hace que por
el contrario las vidas de las personas sean conducidas por la corriente de la
vida sin posibilidad alguna de dirigirla y cambiarla.

Nosotros somos creadores de nuestra realidad. Nuestra vida es un reflejo de


nuestro estado mental interior, pero eso puede cambiar y mejorar, por lo
que debemos trabajar para ello conociéndonos y reconociendo lo que debe
empezar a variar.
Somos como un imán que atraemos hacia nosotros lo que pensamos o
hacia lo que centramos nuestra atención.
La vida es un acto de elección permanente. Creamos cada vez que elegimos,
y elegimos cada vez que decidimos o aceptamos estar tristes o contentos,
positivos o negativos. Cuando nuestra actitud es negativa dejamos que los
demás elijan y creen por nosotros.
Sabemos que existen infinitos poderes en la mente con consecuencias
muchas veces incomprensibles para la razón, allí vemos el poder de
sanacion por ejemplo, o la premonición o precognición.

Pero ¿qué pasa cuando alguien por envidia, odio, resentimiento o celos
intenta hacernos un daño, o como tradicionalmente se dice, una “brujería”?
El poder para hacer daño no esta en el victimario, en aquella persona que te
desea mal, por más que ella sea un experto en las artes de la hechicería y
brujería o por más que recurra a los más terribles brujos o junte a muchos
muy poderosos en su intención de agredirnos a distancia.

El poder siempre está en la víctima, por más que ella no sepa


conscientemente que alguien le quería hacer daño. El inconsciente es como
un radar con 360 grados de percepción y puede percibir las malas
intenciones a distancia. Así que, cuando hay miedo, el temor materializa las
malas intenciones. Pero es el propio poder creador de uno, la utilizado en
nuestra propia contra.

Peor es cuando la persona sí sabe que le querían hacer daño, porque si es


insegura, débil de voluntad, sugestionable o está pasando por una etapa
depresiva o negativa, el temor a ser víctima es tal, que ella misma plasma el
daño.

Nadie puede hacerte daño si tú no lo permites. Si estás del lado de la luz, la


luz siempre resplandece en la oscuridad. En ti esta el poder creador de la
divinidad, tu creación será lo que tú decidas que sea, y nadie debe decidir por
ti.
«El Amor es la Inteligencia Suprema que ha dado vida a
nuestro latido, que ha puesto en marcha el funcionamiento de
la Vida.» Entramos ahora en vuestro espacio tiempo porque ya estáis
preparados para entender e integrar estas elevadas frecuencias de Amor
que solo pueden entender y sentir aquellos que se prepararon para ello. El
Puente del Amor se ha terminado de instaurar y experimentar para que
recuperéis la conciencia de lo que es el Amor, el Amor que crea y que
manifiesta.

Durante mucho tiempo, en vuestra Humanidad, la palabra amor se ha


utilizado de manera distorsionada, sin principios. El Amor es la Inteligencia
Suprema que ha dado vida a nuestro latido, que ha puesto en marcha el
funcionamiento de la Vida. Sin él, vosotros no podríais estar en la vida
terrenal. Por lo tanto, sois amor en esencia pura. Tal y como el extracto más
puro de una flor, la exquisitez de su aroma, viene de la esencia, la nobleza
de vuestra alma viene de la esencia de lo que sois.

Negar el amor es negar lo que sois. No entender el amor, es negar lo que


sois. No respetar o cuidar al ser que sois, es negar el amor… Y quien niega
el amor, niega la vida. Quien se niega el amor a uno mismo, está negando
esa vida que tanto necesita de ese amor para ser vivida. Vuestras células
necesitan de vuestra atención, necesitan de vuestro amor y respeto para
permanecer armónicas y ejercer una función de excelencia.

Durante demasiado tiempo habéis buscado el amor en banalidades y


experiencias que os han llevado al sufrimiento por no entender que el amor
genuino es el del Ser. ¡Quienes experimentan el amor genuino que son,
reconocerán lo que tienen delante, sabrán si aquello viene del amor o no en
todos los aspectos de la vida.

¡Cuántos de vosotros todavía estáis encadenados al apego! ¡Cuántos de


vosotros todavía no os amáis lo suficiente para cerrar ciclos vacíos y abrir
otros llenos de amor profundo y verdadero!

Ya es hora de que expandáis las alas del Amor, de que seáis desde el Amor
todo lo que realmente queráis ser. Ya no toca que seáis la prolongación de
nada ni de nadie. Ya no es lo mismo decir que amas algo o a alguien que
sentir y experimentar en ti ese amor. Ahora, ya no lo dices, lo sientes. Y
desde el sentir lo expresas. Y este amor ya no requiere tantas palabras, tan
solo las justas y necesarias.
Ya es hora de reconciliarse con el Amor, ya es hora de derribar las barreras
que os han separado del Amor, de ese amor personal y de ese amor que ha
acompañado vuestro viaje. Los velos de la ignorancia y de la soberbia caen
para que podáis reconciliaros con vuestra alma y, desde ahí, reconciliaros y
compartiros con esa alma que os puede acompañar en el camino.

Es tiempo de reencuentros con amores genuinos, amores de corazón y de


alma pura para construir y vibrar en Puentes de Luz. De que desde el
interior os reconciliéis con la Divinidad Femenina y Masculina para que cada
uno os compartáis desde ese equilibrio. Ya es hora de expandir la
Conciencia. Ya es hora de amar, ya no es hora de sufrir. Ya es hora de
amar la vida en su totalidad y complejidad.
Nosotros os acompañamos a fin de que vosotros integréis esas fuerzas y
las uséis sabiamente en el presente para sumergiros en todo ese amor.
Solo en el amor presente podréis crear la totalidad de lo que sois. Ya no hay
tiempo pasado ni futuro, solo existe el ahora. Y en este ahora, la libertad se
llama Amor. Amor de sentir gratitud por la Vida para entregaros
amorosamente a todos y a Todo.

Sed leales al Ser que sois. Desapegaos de las creencias, ya que solo
deberíais guardarle lealtad a vuestro Ser, que es Amor Puro.

Rendíos ante él y que vuestra vida tome el sentido de la mayor expresión


del Amor.

¡Sabeos bendecidos!

Nosotros os acompañamos en infinito Amor.

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