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REBELDÍA

PSICÓLOGO EN BILBAO > TERAPIA ADOLESCENTES > REBELDÍA

Durante el desarrollo del cerebro se produce una reconfiguración de la expresión de los genes. La maduración
del cerebro, con la formación de los circuitos que van a conformar nuestras características personales y tal vez las
enfermedades neurológicas y psiquiátricas que padeceremos, comienza antes del nacimiento y se extienden
hasta casi la tercera década de la vida. Los investigadores, liderados por Joseph R. Ecker, del Instituto Salk, en
California, han descubierto cómo la región más evolucionada del cerebro, la corteza prefrontal, encargada de las
funciones intelectuales, la conducta dirigida a objetivos y la adquisición de nuevos conocimientos, sufre
modificaciones en el ADN de forma muy selectiva y dinámica desde el desarrollo fetal hasta el final de la
adolescencia, periodo en el que las conexiones, o sinapsis, entre las células nerviosas están aumentando
rápidamente. Estas modificaciones del ADN se denominan “epigenéticas” porque no cambian la información
genética heredada de nuestros padres, pero sí determinan cómo se manifestará, por medio de marcas químicas
que señalan qué genes se activarán y cuáles no.

Uno de estos mecanismos epigenéticos es la denominada metilación del ADN, que tiene lugar en todas las células
del organismo, pero que en las neuronas se lleva a cabo de una forma especial, como explica Esteller: “La
metilación normal [la que ocurre en el resto del organismo] sólo cambia con las enfermedades. Y esta nueva
metilación específica de las neuronas ahora descubierta va cambiando a lo largo de la vida, desde la época fetal y
el nacimiento hasta la adolescencia, y se va incrementando a medida que se adquieren experiencias y
aprendizajes”. Este mecanismo ahora descubierto, “puede tener que ver con la parte más rebelde de los
adolescentes, porque coincide con el momento en que están acabando de fijar los patrones de expresión génica.
Unos aparecen y otros desaparecen, hay un poco de inestabilidad de la expresión génica. Y coincide con un
proceso denominado poda neuronal, por el que unas neuronas permanecen y otras son eliminadas. Estos
hallazgos podrían estar también relacionados con el establecimiento de patrones estables en el cerebro que
determinan nuestro carácter, gustos, preferencias y motivaciones. Como adultos somos mucho de lo que fuimos
de niños. Eso deja una huella y no quedaba claro qué sustrato físico o químico tenía esa huella. Ahora parece
claro que esta metilación del ADN es un substrato modulable externamente y que cambia con el proceso de
formación de cerebro. Además, la región estudiada para este estudio es el precisamente el córtex prefrontal, el
sustrato para la adquisición del conocimiento, el comportamiento y la toma de decisiones.

Si la actitud vital del adolescente es contestataria e inconformista, los demás tenderán a verle más como un foco
constante de conflictividad que como una persona más libre que el resto. Está bien tener opiniones propias, pero
cuando decir no se convierte en un hábito, cuando se es contrario a todo por sistema –y encima sin dar
alternativas-, las consecuencias negativas no tardan en llegar.

El mundo es cada vez más uniforme y conformista… si alguien quiere ser diferente a los demás, la gran mayoría lo
descalifica, lo critica, le hace el vacío, le niega el trabajo, etc.

El rebelde constructivo denuncia las deficiencias o injusticias que aprecia en su entorno y lucha por modificarlas
en la medida de sus posibilidades. En palabras de Samuel A. Wear, la rebeldía psicológica útil surge de la plena
integración del sentimiento (impulso de rebelión) y el pensamiento (nuevas propuestas, críticas constructivas…).
Para lograrlo juega un papel importante el grado de desarrollo de las habilidades dialécticas. Expresarnos bien,
decir con claridad y buen criterio lo que opinamos, contribuye a que los demás lo entiendan y nos apoyen.

En ese mundo de reglas y normas surgen dos claros modelos de personalidad. Por un lado el suizo, que se
caracteriza por la prevalencia de lo socialmente establecido frente a lo individual, lo propio y genuino de cada
uno; y el rebelde, que vive cuestionándose la realidad. En principio, parece que las relaciones que establecen las
personas sumisas son menos conflictivas, por su sometimiento y reproducción de patrones sociales: ¡el camino
que van a seguir está perfectamente trazado para ellas! Sin embargo, su pérdida de iniciativa, tanto de
pensamiento como de acción, puede generarles una sensación de frustración y de vacío que les acompaña toda la
vida.

Muchos autores señalan que hay un gran peligro en la tendencia a suponer que la oposición a la autoridad es
esencialmente meritoria, en otras palabras, que las opiniones no convencionales tienen que ser correctas. La
moda de ‘pasar de todo’, ir por libre u oponerse a la autoridad de turno –sea cual sea- no reporta beneficios… ¡y te
convierte en un cascarrabias!

Podemos distinguir fácilmente entre los espíritus ingobernables, que no dan alternativas a lo que critican, y los
que se esfuerzan en mejorar lo que no les gusta a partir de propuestas originales…. Galileo, Dalí, Picasso, Juana la
Loca, Simone de Beauvoir… fueron muy criticados por sus contemporáneos y admirados por las generaciones
posteriores. Su secreto: rompieron lo que había, pero dejaron en su lugar algo que admirar.

‘El deber del joven es la rebeldía, empujar el mundo hacia delante’. Gregorio Marañón.

‘La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia
sea un acto de rebelión’. Albert Camus.

‘Nunca olvides que sólo los peces muertos nadan con la corriente’. Anónimo.

‘El acto de desobediencia como acto de libertad es el comienzo de la razón’. Erich Fromm.

‘Al contrario del esquema habitual me he hecho gradualmente más rebelde a medida que envejezco’. Bertrand
Russell.

‘La rebeldía es la virtud original del hombre’. A. Schopenhauer.

‘Nadie puede continuar siendo un rebelde sin acabar siendo un autócrata’. DURRELL, Lawrence.

‘La rebeldía es hija de la experiencia’. Leonardo da Vinci.

‘Un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida’. Henrik Ibsen.

‘La rebeldía es la distinción del esclavo. ¡Vuestra distinción debe ser la obediencia. Vuestro mismo mandar ha de
ser un obedecer!’ Así hablaba Zaratustra. F. Nietzsche.

¿Cómo tratar con adolescentes


difíciles?
La mejor forma de tratar a un adolescente difícil es entender que el joven se está descubriendo
a sí mismo sin ser una extensión de sus padres. | Fuente: www.shutterstock.com

por Redacción RPP


25 de Octubre del 2017 12:42 PM · Actualizado el 25 de Octubre del 2017 12:42 PM
Los padres que ponen reglas claras, sin autoritarismo, y que han
sabido ganarse la confianza de sus hijos tienen más oportunidades
de canalizar la rebeldía natural de la adolescencia.
La adolescencia es el pasaje en el que se deja definitivamente la niñez para
convertirse en adulto. Los adolescentes viven en una especie de ‘limbo’ emocional:
“por un lado quieren hacer todo aquello que hacen los adultos, pero por otro lado
se niegan a abandonar las comodidades y la protección de la infancia. Es una
etapa de mucha angustia para ellos y también para los padres”, refiere la
psicoterapeuta psicoanalítica Virginia Rosas Ribeyro.

La mejor forma de tratar a un adolescente difícil es entender que el joven se está


descubriendo a sí mismo sin ser una extensión de sus padres. Siempre y cuando
no haya riesgo de que caiga en situaciones de pandillaje, drogas, fugas o
violencia, Rosas considera que “la rebeldía debe verse como una fase de
‘construcción’ de un futuro adulto”. Por ello, un padre debe relacionarse con su hijo
adolescente desde la comprensión, ya que si se exaspera enseñará a su hijo estas
conductas.

Lo primero es intentar ponerse en el lugar del hijo, escuchándolo y tratando de


entender lo que siente. Pero para lograr esto se debe haber cultivado la confianza
necesaria para expresar los sentimientos. “Por ejemplo, un padre puede decir:
‘entiendo que quieres hacer tal cosa, pero siento temor de que te pase algo’. A
partir de ahí se puede negociar”, indica.
Los padres deben estar de acuerdo en las decisiones y no desautorizarse el uno al otro. |
Fuente: www.shutterstock.com

Aquí te enumeramos 5 aspectos que debes tener en cuenta para evitar y lidiar con
una situación de conflicto con un hijo adolescente:

1) Calma. Es mejor no discutir cuando estás angustiado o tienes cólera. Si el chico


está siendo irrespetuoso, es recomendable decirle: “¡No te permito que me hables
así!” y salir de la habitación hasta que los ánimos se calmen y se puedan sentar a
discutir más tranquilamente.
2) Reglas claras. Los padres deben tener claro que son ellos los que establecen
las reglas en su casa. Estas deben ser razonables, por supuesto, pero no son los
hijos los que deben imponerlas.
3) Sin contradecirse. Un punto muy importante es que los padres deben estar de
acuerdo en las decisiones y no desautorizarse el uno al otro. A menudo los hijos
son utilizados en las disputas conyugales, esperando que tomen partido por uno o
por otro. Ej. El esposo pelea con la esposa y le da permiso al hijo para salir aunque
ella se lo haya negado.
4) Adultez. Un joven y sus padres deben saber que a los 18 años ya se es un
adulto. Esto conlleva derechos y obligaciones que se deben respetar si se quiere
seguir viviendo en armonía bajo el mismo techo.
5) Confianza. No esgrimir jamás como argumento en una discusión las
confidencias que el adolescente puede haberle hecho a uno de sus padres. Sería
una infidencia que redundaría en una pérdida de confianza del chico al sentirse
traicionado.

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