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UNIVERSIDAD TÉCNICA DEL NORTE

PSICOLOGÍA GENERAL

FACULTAD DE EDUCACIÓN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

ASIGANTURA: PSICOFISIOLOGÍA I

ESTUDIANTE: ALDÁS VALLEJOS ALEX DOUGLAS

CURSO: TERCER SEMESTRE

IBARRA, AGOSTO– 2018


PSICOFISIOLOGÍA DE LA CULPA

CONCEPTO DE CULPA:

La culpa es la emoción de angustia que surge como consecuencia de la


realización de actos (físicos, mentales, fantaseados u omitidos) que transgreden el
sistema de normas y valores de la persona (Pérez-Sales, 2011)

Una realidad es la culpa legal (delito) y otra distinta la culpa moral (peso de la
conducta sobre la conciencia). Una cosa es la culpa (ámbito de lo objetivo) y otra el
sentimiento o vivencia de culpa (ámbito de lo subjetivo que implica el estado emocional
y el sistema de valores del sujeto). Psicológicamente, el termino alude a lo que el sujeto
experimenta por haber transgredido la conciencia moral personal y poder ser objeto de la
desestima de su grupo social. (EchEburúa, 2013)

DESARROLLO DE LA CULPA:

La culpa es un sentimiento o una emoción que se da cuando rompemos un


significado personal o social o dañamos algo quo alguien que consideramos cercano
(Mercadillo, 2007) afirma: “La culpa y la vergüenza son emociones morales relativas
a la autoconsciencia, esto es, son evocadas por el autorreflexión, incluyen la inhibición
de actos punitivos, la semántica de conceptos como bueno y malo o justicia e ideal y la
aceptación de diversas obligaciones sociales.”

Para que se dé el proceso emocional de culpa siempre dependemos de un estímulo,


es decir siempre es una causa que produce un efecto (EchEburúa, 2013) afirma” La
culpa consta de tres elementos: a) la conducta causal; b) la percepción y autovaloración
negativa de tal acto por parte del sujeto; y c) la emoción negativa derivada de la culpa
propiamente dicha: pena por otra persona, tristeza, remordimiento, rabia, enfado con uno
mismo.”

La culpa nunca viene sola siempre está acompañada de otras emociones (Reidl-
Martínez, 2007) afirma: “ La culpa se caracteriza porque el sujeto emite un juicio
adverso en contra de la acción que realizó y está acompañada de emociones dolorosas o
negativas como pesar, aflicción, tristeza, miedo, ansiedad, enojo, tensión,
arrepentimiento y provoca en el individuo el deseo de pagar la culpa. “
Nuestro juicio está determinado de la adecuación y la cultura, también si el
resultado de la acción, si el resultado es positivo no habrá culpabilidad, pero si es negativo
el sentimiento de culpa será evidente. La culpa es un elemento socializador que permite
al individuo se parte de un sistema de creencias, este sistema compartido de normas y
valores es lo que nos ayuda a sobrevivir como especie (EchEburúa, 2013) afirma ”La
conciencia moral del agresor, adquirida en el proceso de socialización, es un potente
inhibidor: se es consciente de que la violencia es una acción mala y de que genera
sufrimiento. Por ello, se experimenta un malestar (la culpa), a modo de castigo interno.”

La conciencia moral es la voz interior o el policía interior que todo ser humano
lleva dentro (Sanmartín, 2004). La culpa motiva a revertir los efectos del quebrantamiento
que dañaron o pudieron dañar a otro. (Mercadillo, 2007)

PROCESO PSICOFISIOLÓGICO:

“Las emociones de condena se presentan ante el rompimiento que otra persona


hace de una regla social, lo que genera disgusto y desprecio, entre otras, al activarse la
amígdala, el cíngulo y la corteza órbitofrontal” afirma (Valdivieso, 2010) y también
manifiesta que “ Las de autoconciencia se manifiestan cuando cada quien se reconoce
como generador del rompimiento de una norma social; la vergüenza y la culpa son
emociones de este tipo y activan áreas como el cíngulo anterior y la ínsula”.

Las emociones inhibitorias son principalmente el asco, la vergüenza, la culpa, el


miedo o el terror, son todas forma anunciar un peligro, biológico, personal o social. Las
áreas que producirían estas emociones serian la corteza orbitaria posterior y la cara basal
temporal, asociada con la amígdala asegura (Molina, 2012).

Las estructuras de la corteza frontal junto con el sistema límbico, procesan los
estímulos emocionales y los integran a funciones cerebrales complejas, las cuales
incluyen: decisiones racionales, expresión e interpretación de conductas sociales e incluso
la generación de juicios morales afirma (Torres, 2015)

Las estructuras prefrontales, corteza cingulada y amígdala se encuentran


relacionadas con los procesos de percepción y categorización social, así como con los
procesos de atribución intencional. Procesos, todos ellos necesarios para la valoración
sobre si una conducta es moralmente adecuada o no en un contexto social determinado
asegura (Mosquera, M. T., 2014)
La corteza órbitofrontal, se encarga de la toma de decisiones y el procesamiento

de la culpa afirma (Blair, 2010). Durante la experiencia de culpa ocurrió activación de la

corteza prefrontal anterior, la corteza temporal anterior, la ínsula, la corteza anterior del

cíngulo y el surco temporal superior afirma (Barker, 2017) también manifiesta que “ A

pesar de sus diferencias, orgullo, vergüenza y culpa se activan de manera similar.

Circuitos neurales, incluyendo la corteza prefrontal dorso medial, amígdala, ínsula y el

núcleo accumbens.”

Esto se puede apreciar con los pacientes con la variante conductual de la demencia

frontotemporal que ven mermada su capacidad para comportarse socialmente y mostrar

sentimientos prosociales como la culpa, la vergüenza o la lástima, estando relacionado

dicho déficit con la degeneración específica del cortex frontal polar y el área septal tal

como la manifiesta (Mosquera, 2014).

APORTE CIENTIFICO

Carrera Palao, R. E. (2017) afirma en el articulo cientifico “Criminología biológica:


Una mirada desde la genética forense.”

El cortisol es la hormona resultante de la actividad del eje HHS actúa sobre la


actividad de circuitos cerebrales del sistema límbico, incluyendo la corteza prefrontal
ventromedial y el cíngulo. Los individuos con psicopatía, con trastorno antisocial de la
personalidad, con disminución de la empatía y del sentimiento de culpa presentan niveles
más bajos de cortisol. (Carrera Palao, 2017)

En un artículo científico de la revista mexicana de investigación educativa


titulado “Experiencias de culpa y vergüenza en situaciones de maltrato entre iguales
en alumnos de secundaria.” (Haro-Solís, 2013)Afirman que:
La investigación ha mostrado que chicos y chicas agresores tienden a presentar
pocas habilidades para regular las emociones morales, como la culpa, vergüenza y
empatía, sobre todo ante situaciones cercanas a su experiencia personal, como son las de
abuso y prepotencia entre iguales, impidiéndoles reconocer las emociones en los demás,
considerar sus necesidades y anticipar sus posibles reacciones al considerar
comportamientos alternativos y, de esta manera, regular su propia conducta (Ortega, et
al., 2002; Sánchez, Ortega y Menesini, 2012).

En este sentido, diferentes teóricos e investigadores destacan la dimensión


afectiva y moral en la regulación del comportamiento social de agresores en el bullying. A
pesar de que cada uno de estos estudios parte de diferentes bases teóricas, en ellos se
asume que el modo en que las personas son capaces de reconocer y manejar las emociones
que sienten, de expresarlas, de reconocerlas en los demás y de conectarse afectiva y
moralmente con ellos, modula la calidad de las relaciones interpersonales que establecen,
y los hace ser más o menos competentes en su vida intra e interpersonal, impidiendo de
esta manera que el individuo participe en situaciones de maltrato o victimice a otros de
manera deliberada (Arsenio y Lemerise, 2004; Menesini, Sánchez, Fonzi, Ortega,
Costabile y Lo Feudo, 2003).

CONCLUSIONES

Después de analizar la información recopilada se puede asegurar que la culpa


es una emoción que tiene su origen en una acción o un pensamiento que el individuo hizo
en contra de su sistema de valores. La culpa viene acompañada de otras emociones como
aflicción, tristeza, miedo, ansiedad, enojo, tensión, arrepentimiento. La culpa activa
varias áreas del cerebro como la corteza prefrontal, cortex frontal polar, el área septal, la
corteza órbitofrontal, el cíngulo, la amígdala, la ínsula y el núcleo accumbens, la falta
culpa está asociada a falta de Cortisol. La culpa también es un elemento básico en el
diagnóstico de psicopatologías y es considerada un elemento socializador, un inhibidor
para que las personas actúen sin romper el sistema de normas creado por la sociedad. En
estudios se ha comprobado que la psicopatía tiene un claro síntoma que es la falta de
culpa, otro estudio afirma que los niños agresores en las escuelas tienen un nivel muy
bajo de sentimientos de culpa.
REFERENCIAS

Barker, E. (2017). Barking up the Wrong Tree.

Blair, R. J. (2010). Neuroimaging of psychopathy and antisocial behavior: a targeted


review. Current psychiatry reports, 12(1), 76–82. .

Carrera Palao, R. E. (2017). Criminología biológica: Una mirada desde la genética


forense. Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada, 18.

EchEburúa, E. (2013). El valor psicológico del perdón en las víctimas y en los ofensores.
. Eguzkilore, 27, 65-72.

Haro-Solís, I. G.-C.-M. (2013). Experiencias de culpa y vergüenza en situaciones de


maltrato entre iguales en alumnos de secundaria. . Revista mexicana de
investigación educativa, 18(59), 1047-1075.

Mercadillo, R. E. (2007). Neurobiología de las emociones morales. Salud mental, 30(3),


1-11.

Molina, F. A. (2012). El caso Phineas Gage, una revisión de la historica de la


neurobiología. Alcmeon, 17(3), 227-48.

Mosquera, M. T. (2014). Mecanismos cerebrales en los juicios y decisiones morales. In


neurociencia, neuroética y bioética (pp. 27-41).Universidad Pontificia Comillas
Madrid.

Pérez-Sales, P. (2011). La culpa traumática y sus contextos: reflexiones. Atopos 17.

Reidl-Martínez, L. y. (2007). Culpa y vergüenza: caracterización psicológica y social,


Ciudad de México: Facultad de Psicología-UNAM. .

Sánchez, M. F. (2012). Psicobiología, M., & Cognitiva, N. Asimetría cerebral en la


corteza prefrontal.

Torres, J. S. (2015). Correlación funcional del sistema límbico con la emoción, el


aprendizaje y la memoria. . Morfolia, 7(2), 29-44.

Valdivieso, C. U. (2010). Una breve introducción a la cognición social: procesos y


estructuras relacionados.

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