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MITO

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I- DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS

M ythos sig n ifica en griego: “palabra", “d is­ frecuenta el m ito griego y por eso no es un ejem ­
curso", "co n v ersació n ” , “ leyenda” “fábula"; es plo dem usiado genuino), sino los oríg en es (del
ante lodo la palabra hablada (o relatada) por ex­ m undo, de una etnia o de una institución, como la
c e le n c ia . : ■ realeza) o, y esto es lo más propio y frecuente del-
El térm ino m ito ’eS. en su uso actual, polisém i- m ito, ln descripción de tipos humanos y de las si­
co y equívoco, pues se em plea preferentem ente tuaciones conllictivas en que el hom bre (o estos
' con el único sig n ificad o de "fábula”, “ utopía", tipos sobredelerm inados: Herakles, Prometeo, R a­
..... ilusión” o “leyenda"; en algún caso se trataría de ma, Danel y Paghat, Quetzalcoatl, o los diferentes
un uso im propio, pero no debería ser considerado héroes m íticos anónimos de los mitos d e la saba­
como algo forjado interesadamente por sacerdotes na tropical am ericana: uitoto, m akiritare, nambik-
de religiones antiguas o por poetas clásicos. Pre­ wará) se ve im plicado, y que suelen ser típicas y
cisamente los m itos griegos, que son los más du­ u n iversales: com o las de E dipo, los trabajos de
dosos en cuanto a su carácter mítico, son los que Hércules, Tántalo y Sísifo, la Pareja de Hermanos
suelen aducirse com o ejem plo de mito, y los mj- antitéticos, la Elección, etc. Se trata ante todo de
los de Platón no son m itos en absoluto. Los mitos m en sajes y enseñanzas sapienciales: para co m ­
auténticos son obra impersonal y colectiva, y esto prender las paradojas de la existencia.
no lo son los m itos platónicos, sino alegorías o Pruebas de su rigor, independiente de la ficción
metáforas pensadas por un autor identificable pa­ poética son: .
ra ilustrar o dar expresión n sus teorías. ,.. - El acierto (o “verdad") del m ensaje existen­
.. Los m itos de los que hablaremos no son alego­ cia! de los mitos •, .. v.-.,
rías, sino un género específico -m u y p ccu liar-, ■ - El poder de orientación y de detección de. las
que dispone de un lenguaje propio (los llamados raíces y factores de los problem as humanos uni­
miiemas o m itologem as), lo mismo que las cien­ versales . ; -K fJ iV
cias se sirven de una notación canónica (propia y - L a universalidad de sus m itologem as (que se
específica de cada una). Y el mito está más próxi­ repiten de un continente a otro). •
mo a una ciencia - p o r su rigor estru ctu ral-q u e a En efecto, aunque jos mitos en su m ó d u lo /o l-
una ficción literaria. ; .x • cló rico (o últim a m anifestación cultural: ritu al,
■ .El m ito puede definirse como constelación de ornam ental, poética, textual, musical, etc.) varíen
unidades de significado, estrictamente estructura­ d e una cultura a otra, en sus estructuras básicas y
das, para trasm itir a un grupo social m ensajes re­ en sus m itologem as constitutivos fundam entales
ferentes a su id en tid ad cultural, sus dioses, los se observa una constancia y un repertorio bastan­
orígenes del m undo y relaciones, actitudes y si­ te lin.itado y hom ogéneo, com ún a toda la tierra.
tuaciones típicas del hom bre en cuanto t a l . ..... Y esta fijeza repetitiva indica que son transcultu-
Como puede apreciarse, esto no es lo propio de rales. . \
una obra de ficción o literaria, sino de un saber •Por esta m ism a razón parecen em erger m itolo­
más riguroso, entre la filosofía y la ciencia. Pues gem as - t a l vez d e sp la z a d o s- en los delirios de
es también un prejuicio muy extendido confundir los psicóticos o en los sueños de los neuróticos
los mitos con las religiones (de acuerdo con la d e ­ (sin que esto signifique en lo más mínim o dar la
finición desorientada e ingenua de M ax Milller: razón a C. G. Jung). De todos m odos, es m uy ú tih
los mitos com o “historias de dioses"). al psiquiatra y ai psicoterapeuta estar iniciado en
Los mitos pueden referirse a númenes (no sólo el m undo antropológico de los m itos, com o, vía
dioses en el sen tid o propio y actual, com o por de penetración com prensiva en el mundo herm é­
ejemplo las dríadas, los telkines o los gendesha), tico de sus pacientes.
pero por lo general el contenido de los mitos no P recisam en te se han com parado los m ito s.a
son las relaciones entre estás entidades (esto sí lo los sueños, pues tam bién éstos proceden d e.ca-
y iü ¡vino

5 cenua y co m o conclusión afú. "y desde en- vicisitudes de una serie de etnias, la domestica-*
pas p ro fu n d as de la psique, se c o n stitu y e n sin glífico, pero de modo qiit .iuiV*.iiiendo un d e ­
ción del fuego y el origen de ciudades (el tono en­
control intencional (com o un fenóm eno n a tu r a l) . term inado m itologem a u n isig n ificad o re la tiv a ­ ' tonces-.". ° “P°r ' os hombfcs mueren, en­
ferman, am an, hacen la guerra o envejecen. Un tre uno y o tro co n ju n to de relatos míticos es total -
y son cuasi infalibles en sus m ensajes (co n tal de m ente constante, puede éste m odificarse según
ejemplo de; la diferencia entre ambas clases fun­ mente diferente y la profundidad de su significa­
que se acierte al descifrarlos). Y lodo e llo plan­ su asociación y su posición sem ántica dentro de
dam entalm ente diferentes de mitos, reunidas en do y de sus alusiones también).
tea la cuestión del origen de jo s mitos, no diluci- _ un determ inado mito o en los m itos de una deter­
una sola o bra, lo hallamos en el Po¡iol Vuh maya: . U na c la s ific a c ió n de los tipos de m ito L su ­
dada todavía. Nos inclinam os a dar precedencia m inada cultura (ejem plos de ello son el "árbol
entre la prim era parte dedicada a las vicisitudes puesta esta fundam ental diferencia en cuamo a
histórica sobre ellos a las danzas y al tran ce (co­ cósm ico", la "pareja prim ordial", la “pareja fra­
de dioses y seini-dioses y a los orígenes, y a la la calidad, se nos ofrece teniendo en cuenta su
mo ya su c ed ió en la g e sta c ió n de la tra g e d ia . terna” antitética o com plem entaria, la “serpien­
parte que sigue a lodo ello, en que se naitan las contenido:
griega), de las cuales m anifestaciones colectivas te ” o el “ dragón cósm ico", el "tesoro escondido",
se irían form ando las representaciones m entales la “caverna", el “ diluvio/conflagración", el "o b ­
descriptivas de lo vivido en el trance ritu a l (mas je to precioso de ap arien cia In sig n ific a n te ", el num ínicó
todo esto es todavía m uy discutido y discutible). "joven-dios-m uriente" o dema, las “ tríadas" o el Tipológico - existencial
En lodo caso sí podem os afirm ar, sin lu g a r a du­ "Quatemio”, etc.). paradigm ático
da, que los m itos em ergen, todavía en estado de La constitución de un mito sigue los siguientes
M anifestativo Soteriológico
m ag m a e m o c io n a l-sim b ó lic o , del e s tra to m ás “ m om entos" (no d iató n icam en te entendidos, si­
Cosm ológico
p ro fu n d o de la vid a in co n cien te (lo q u e en E l no según una prioridad lógica; probablem ente to­
Escatológico
H om bre, noción científica, 1978, llam am os ‘‘ra­ do suceda en el mismo lapso):
d ical"), es decir: ¿1 contacto psíquico inm ediato - Percepción directa y radical (pero confusa) T ipología Catártico
- s in todavía intervenir las corrientes sensitivas de una realidad o relación del contenido Participativo Místico
estim u lad o ras- que capta confusam ente la reali­ - F iltrado de este contenido cognitivo ya por m ítico Étnico
dad en tom o, tal vez fuera del tiem po y d e l espa­ un código simbólico (m itologem as)
cio; y en esto h em o s am p liad o el in co n cien te - Organización estructural de los mitologem as Cosm ogónico
freudiano y junguiano, pues distinguim os a la vi­ (el defecto de toda la obra sobre m itos de Lévi- Etiológico A ntropográfico
da inconciente cuatro estratos intercom unicados: Strauss radica en atender sólo a este particular) Cultural
el “radical", el “ p u lsional” (que es el freudiano), - T raducción de esta constelación sim bólico-
el "em ocional" (que establece las vinculaciones estructural a un “ código" o m ódulo social: ritual,
irracionales con objetos y personas) y el “sém i- indum ental, ornamental, conceptual, literario
... Los manifestativos descubren dimensiones, ca­ Los m itos etiológicos explican m ás o menos
co" o base del lenguaje y de las demás activida­ - Trasm isión popular, esotérica y en todo caso
racteres, destinos y situaciones radicales, caracte­ sim bólica y/o anecdóticam ente los orígenes (ex­
des sim bolizadoras, donde los se m a n tem a s; los histórica del mito com o fundamento de la concep ­
rísticam ente humanas o ejem plares (y pueden ha­ clusivam ente) o los fenóm enos de la naturaleza
onirem as (de los sueños) y los m itologem as aca­ ción del mundo o de la praxis de un grupo o de
cerlo, ya relatando las hazañas y vicisitudes de un (por ejem plo los colores de las aves tropicales,-los
ban de concretarse y de conectarse entre s í para una ernia. . : . ■•
num en/dios, ya describiendo trayectorias, opcio­ volcanes, o los m onos), o los fenómenos y vicisi­
form ar las constelaciones del discurso, el sueño Así puede analizarse el conjurtto de un mito, o
nes -co n su s consecuencias— o situaciones exis- tudes de la vida del hom bre (amor, diferencia de
o el m ito. i : de toda una serie de ellos, según los siguientes es­
tenciales - e n la figura de héroes, de animales, o de sexos, trabajo, enferm edad y muerte), o el origen
A sí puede afirm arse que el ser hum ano posee tratos: . - ' • ¡
númenes, esto es indiferente- y ofrecer ejemplares de toda clase de instrum entos e instituciones, has­
una capacidad radical, presensorial y prer icio- a. Intención Funcional (en una cultura o en un ri­
^.paradigm as- de conducta o de personalidad). ta del fuego del hogar, las técnicas de guisar o de
nal (no m ental) de p ercib ir co n fu sam en te o de tual) .............
• ■¿.También pueden exponer cóm o superar la con­ sanar, las bebidas em briagantes, los medicam en­
“darse cu en ta” inequívocam ente de lo q u e está Contenido
dición hum ana, con su secuela de limitaciones, de tos, las armas o los objetos de culto. Y a pesar de
sucediendo en una situ ación dada; la dificu ltad b. Mensaje
postración, de errores y de “m al" (y en esta supe­ su apariencia ingenua y por momentos incoheren­
• está en traducir en conceptos concientes lo s sím­ Mitologem ático (simbólico) '
ración nos parece que se halla la esencia de lo re­ te, a veces contienen significados profundos; sólo
bolos o los sentim ientos en que esa prim era capta­ c. .Códigos
ligioso). L o s mitos cosm ológicos dan cuenta de hay que dar con la clave de ellos, a través de las
ción de la realidad en sí se encarna en un prim er Expresivo (social) i -
las estructuras del m undo y de la naturaleza, o de representaciones concretas (exactamente corad en
m om ento (y hay sujetos que bloquean especial­ Formal¡zaciói¡
sus orígenes, pero con una especial profundidad el análisis de los sueños, donde no se puede decir
m ente esta c o m e n te de m ensajes que tratan de d. M ódulo Folclórico-”-
(entre ello s se cuentan los m itos astrales, acerca que el aspecto fragm entario 9 prosaico de un sue­
abrirse paso hacia la con cien cia). Y esto se da Tipología de los mitos. Com o sucede con t ó
del origen e influencias de las constelaciones). Y ño sea índice de su insignificancia).
tanto en los individuos com o en los grupos (o en hechos culturales hum anos, se producen fo rm a ­
los mitos escatológicos anticipan el final del m un­ D istribución geográfica. Al investigar las co­
algunos individuos privilegiados psíquicam ente ciones híbridas donde no se cum plen en toda Su:
do, de la historia o de la e|n ia (son los más esca­ rrientes míticas a través de la geografía y de la his­
dentro de un grupo y en cuestiones que atañeri al pureza las condiciones y rasgos esenciales del fe­
sos en núm ero), o el destino del hombre en el más toria se ofrece un panorama qué ni era de esperar
grupo), por eso no es necesario recurrir a un a no­ n ó m en o . Ésle es el caso del m ito. Y a A ^'Jens
ni, por ahora, tiene explicación cierta, pues el difu-
ción tan discutible cóm o el “ inconciente colecti­ (1960) acertó a distinguir entre “ mitos genuinos" allá (son algo más abundantes).
Los m ito s participatiYos son más dinámicos y siónismo de Ratzel, además de presentar demasia­
vo” de Jung, para explicar fenóm enos co m o los - y'*‘mitos etiológicos" o "explanatorios". Estos ú l­
fundam entan con un relato la participación en una das tesis no verificadas, se encuentra con el proble­
mitos, las prem oniciones o las reacciones comií- tim os pierden algo de la densidad y pureza del
etnia o conjunto de etnias: la purificación (que ma casi insoluble de la trasmisión de mitologemas
nes a toda una einia (que acaban concretándose en m ito propiamente dicho, pues tratan sim plem ente
y otros contenidos culturales salvando los océanos
m itos). d e dar explicación (etiología o conocim iento de lleva a participar en una esfera superior, numíníca
tal vez; katharsis) o la más directa participación y. sobre todo, según rulas que no se corresponden
C o nstitución de los m itos. L os mitos constan las “causas") a fenóm enos naturales o sociales,
en la vida superior, divina, iluminada o numínica; con las de los movimientos migratorios de pueblos
de m ilo lo g e m a s o u n id a d e s de s ig n ific a c ió n s in p ro fu n d izar en las grandes c u e stio n e s del
y de culturas que de hecho se han producido. Así
(sim bólicas) que se com binan y recom binaa -d e hom bre; o, si de ellas tratan, lo hacen de fo rn n mística, lo cual es característico del Budismo en
no se explica que en las islas Andamán aparezca
una cultura a o tra - com o las figuras de u n jero ­ cuasi anecdótica: cuentan una historia un tanto ¡n- todas sus formas, o de los rituales shamánicos.
< 920 ' M it o

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todas sus partes una constelación mítica de Pro- ‘A rco" del P acific... que recorre las costas del - ' e r c e p c i ó n profunda de C alidad concretada en - F lu id ificació n o elasticid ad em o cio n al (no -
n - i t A o que las vicisitudes de Iyhtar y su identifi­ N oreste asiático hasta la Patagonia, con encuen- i • ém bolos que’ le proporciona su vida in conciente m edrosa ni rígida).
cación con la posición vespertina del Planeta Ve­ tros y fusiones de culturas megalíticas (en M e- ■ * f a n [a sea d o ra , enlazada con em ociones in fan ti-' j. • La inform ación sum inistrada por los m itos del
nus -e n M esopotam ia-, coincidan cnsi al pie de la soam érica y P erú/E cuador/B olivia); el cu al se paciente habrá servido para descubrir su "sistem a
les muy arcaicas (m iedo y deseo) y p o r lo tanto
letra con las de Quetzalcoatl en M éxico, o las coin­ explica por los m ovim ientos migratorios prehis- ' d e sm e su ra d a s. S e trata pues de mitos vivos y v i­ defensivo”, así como para reorientarle en su pro­
cidencias de los perfiles de los núm enes, sus atri­ tóricos desde el Asia c e n tral hasta el cono sur vidos com o la única realidad que le qu ed a al p a ­ pia visió n sana de la realidad. . ... j
butos y sus funciones, que se observan en el Pacífi­ de A m érica. cie n te com o hábitat social tolerable. -y .-... El m ito sigue siendo, en todo caso, una forma
co, en África y en las religiones ribereñas del Me­ A unque no tratam os de e llo en este artículo, ya •'Y a se com prende q u e el terapeuta ha de e n ­ privilegiada d e captación profunda y transracio-
diterráneo o del Ártico^ Sea cual fuere la explica­ puede com prenderse que e n cada uno de estos cír­ contrar en ellos la vía principal de acceso al m u n ­ nal de realidades, caracteres, relaciones y situa­
ción, hemos encontrado cuatro "anillos" míticos culos o ám bitos m itologem áticos se d esan o llan ti­ do interior - d e lira n te - de sus pacientes. Pero el ciones, así com o de las paradojas de la praxis h u ­
que en una dirección o en otra se extienden por el pos de núm enes/dioses, de rituales y de religiones modo com o el sistem a de sus mitos (o la estru c­ m ana, y que no suek dar inform ación equivoca­
planeta y un gran foco de m itologem as que en for­ y concepciones del mundo (d e "este" y de! "otro", tura de su m ito) se m an ifiesta más in eq u ív o ca­ da. L o difícil es acertar con las claves p ara sú in­
ma radial se ha extendido especialm ente hacia Oc­ tam bién algo distintas, aunque el repertorio de re­ m ente so n los su eñ o s (cu an d o se p ro d u cen d e terpretación, que no pueden darse por estableci­
cidente, por el M editerráneo, en el Próximo-Medio cursos rituales es bastante lim itado y repetitivo; v. m odo recordable). L os su eñ o s de los psicó tico s das de una vez por todas (com o pretenden Freud
Oriente. Éstos constituyen un triángulo de irradia­ nuestra A ntropología de la s Religiones e H istoria son m itos vivos in fte r i y en acción. Freud, co n y ju n g ) .
ción mítica con vérticesien M esopotamia, en Irán/ de los D ioses). Sobre lo q u e sí tenem os que lla­ su T r a w n d e u tu n g d c sc u b n ó y a la v ez m alo g ró Y cad a mito (o conjunto de ellos dentro de una
Punjab (India) y en A natolia/S iriá (Urartu, Haití, m ar la atención es sobre la confusión que reina en esta vía, pues partió del falso supuesto, “en m asca- tradición) tiene una rstractu ra propia y específi­
Subartu y U garit), con ram ificaciones en Egipto, las concepciones del "alma** y de su destino e n el rador” de los sueños. (Y adem ás el terapeuta “ y a ca, qu e-n o consiste en la superficialidad de una
tírela y la Hélade (que mil años antes de ser “grie­ más allá ’ (de la disolución búdica del yo en el sabía” el m ensaje de los sueños: el incesto u otras serie de "reflejos y esp ecu lares" de estructuras
g a" fue territorio de colonización semilo-occiden- nirvana, a la perpetuación d e l cadáver en la m o­ intenciones sexuales confesables...) Y no es así. form ales y vacías (com o opinaron L évi-Strauss y
tal (siria: Ugarit, Danuna y A lalah]). La ramifica­ m ia egipcia, com o “ lugar periódico de descanso" A sí com o para in terp retar los m itos an tig u o s L acan), sino que las estructuras de los m itos son
ción indoaria en cam bio se habría extendido hacia de una de las cuatro almas e n que se descom pone hay que hacer com plejos estudios transculturales consecuencia y a la vez transm isoras (com o las
el Sureste o habría ido al Norte de la India, por Es- el individuo, pasando por lo s “depósitos c!e alm as y analógicos (no exentos de riesgo), acerca de la gram áticas de las len g t'is) de percepciones certe­
citia y el valle del Danubio, hasta la costa A tlánti­ m egalíticos"). P ero hay q u e advertir que los te ­ m itología de los sueños puede llegarse incluso n ras de estados y situaciones com plejas y paradó­
ca, donde -co m o en Egipto, la corriente sem ita- mas referentes a la muerte y a la tanatosebía (ve­ la certeza de su significado si se procede por los jicas, que ni los sentidos orgánicos ni la "razón"
habría colisionado con el gran "anillo” megalítico. neración del m uerto) consiguiente constituyen un siguientes pasos: a) determ inación de los tem as concíente son capaces de develar. i’.
Los cuairo "an illo s" de corrientes m íticas, antes área aparte de la religión, aunque en el C ristianis­ que aparecen; b) ex p lo ració n de las em o cio n es P or eso son los mitos un elem ento indispensa­
mencionados, son los siguientes: • .. m o pertenezca a ella, ya q u e el destino del yo (in­ que en el sujeto suscitan; c) asociación de las f ir ble de investigación, un instrum ento serio y e fi­
- Anillo ecttatoriallsiibecuaiorial, en el que pre­ disoluble) en el m ás allá se encuentra totalm ente guras q u e aparecen, so b re todo las personas (y caz d e penetración en los m undos sum ergidos de
dom inan los dioses dema (en un estado dé co­ librado al d esig n io divino (pero esto es ya una m ás si pertenecen al pasado); objetos y p erso n as, las vivencias de los hom bres de y en otras cultu­
sas del mundo muy diferente del actual -in c lu ­ concepción m uy reciente, q u e no se da ni e n la en los sueños, suelen rep resen tar diversos c o m ­ ras, áreas y tiempos.
so los animales son distintos y de formas exfra- Prehistoria ni en la Protohistoria, y que eri el m is- ■ ponentes, p o sib ilid ad es, m ecan ism o s y p e rfile s
ñ a s-, un num en de cuerpo tam bién m onstruoso, m o m onoteísm o judío e stu v o también sum ida en del m ism o soñante; d ) análisis estru ctu ral de la
pero benéfico, se deja sa crificar por los hom ­ B IB L IO G R A F IA
la confusión). d isp o sició n de todos los elem en to s fig u ra tiv o s
bres y de su cuerpo procede el alim ento básico ‘— ,■ • ,. •' „ • • r/»V" I
M ito s y p siquiatría. L a capacidad y activida­ dentro del m ontaje de la visión onírica (sobre to ­ A stour M . Ellenosem ftlca. L eyden, B rill, 1967.
de la tribu, en el que el num en se resuelve o'de- des m itopoyéticas no han cesad o del todo co n el do si se v e que una estructura análoga se .re p ite ......
saparece. Esta econom ía cósm ica ha de ser ali­ final de la E dad A ntigua, p e ro han quedado re ­ en toda una serie de sueños);.?) recurso a los sím ­ C e n c illo L. M ito: semántica y realidad. M d, B A C , 1970^.
m entada anualm ente m ediante un ritual con sa­ d ucidas - a d e m á s de un p ro ced im ien to de c o n ­ bolos que en sueño aparecen, pero desde la p e r T
crificios hum anos). N aturalm ente, este'm itolo- cretar o d a r cu erp o a id eo lo g ías (los llam ad o s cepción del soñante o paciente, no desde I ei d e l C e n c illo L. L os sueños, factor terápico. Md, M arova, 1382.
gem a básico ofrece diversas variantes según las “ m itos m o d ern o s” co m erciales no son en ab so lu ­ terapeuta, a no ser que al paciente n ad a le d ig an ,
culturas y los continentes (la desm em bración de C e n c illo L. Á n thropos. A n trop ología de las relig io n es t
to m itos desde nuestro p u n to de vista, pu-.>.s c a r e ­ f) análisis de las palab ras —cuando entran a fp r-
historia d é lo s d ioses. Bna, 1993. .
Osiris, o el "joven-dios-m urierite” y fecundan­ cen de sus características esenciales, y son p u ra ' m ar parte del sueño, a veces fragm entarias e. in ­
te del mundo vegetal, del ám bito semita: A do­ "m anipulación su b lim íh aP d e m asas)- a un sis ­ com pletas-, o traducción de las im ágenes - c u a n ­ H ook S .H . M yth, Ritual and K inship. O xford, O xford Uni-
nis, Tam m uz, D um m uzi, O rfeo y, tal Vez, D io­ tem a de d efen sa de sujetos desajustados psíq u i­ do son en tre sí in c o n g ru e n te s - a su s n o m b re s versity, 1958.
nisio). • . cam ente, incapaces de h a c e r frente a una r e a li­ más obvios y vulgares ("análisis jeroglífico )■ Y
- A nillo sh a m á n ico, que se m an ifie sta en Asia dad (por lo general, la de su grupo fam iliar y sus si todavía no se llega a ninguna conclusión, e s p e ­ K /am er S.N . M yth ologies o f the A ncient W orld . N Y , Gar-
central y septentrional, en C anadá y zonas .sep­ pautas de c o m u n icació n ) d e m asiad o in g ra ta o rar a que ulteriores sueños vayan "co m en tan d o den C ity, 1961.'; ; ** -•* '
tentrionales de Norteam érica, en la gran sabana desconcertante. . y "am pliando" lo insinuado. : >
tropical y en A ustralia. N o se trata de una reli­ L em iij M . M itos, universales, am ericanos y contem porá­
..E l pslcótico esquizofrénico se crea un m undo Cuando la cortina dem asiado densa de m itos
neos. Lim a, Socied ad Peruana de. P sicoan álisis, 1990. .
gión, sino de una "psyeagogía": com unicación •apárte en el que se encierra com o una crisálida, y que aíslan al paciente del m undo real, pero que a
con espíritus, ascensiones m ágicas y estructura" este m undo está constituido por mitos o todo la vez le inform an de él, se haya traspasado, la V a n o s autores. V /h o s m o in C lassical M yth ology. Lon-
del mundo en tres niveles. ’ él un único m ito. Y com o lo s mitos suponen una salud m ental vendrá en una triple form a: don, W eid en feld &. N icliolson, 1973.
- A nillo m egalítico, que abarca todo el Norte de captación m uy real -d e m a s ia d o - del m undo en - Logro de la propia identidad. L u is C e n c illo
E u ro p a , E g ip to , las isla s d e l M e d ite rrá n e o tom o, y éste, al ser visto en todas sus co n trad ic­ - A pertura a la p ra xis social.
(M alta y las B aleares), Pascua, T ahití y el S u­ ciones, se hace tan insoportable al sujeto, que se
— > A N TR O PO LO G ÍA - D E L U SIÓ N /D E L IR IO - E SQ U IZ O F R E N IA - LIN G Ü ÍSTICA - PE N SA M IE N T O - PSICOLO
reste asiático con Burma, y que com prende mi- evade de él m ediante el d e lirio , pero un delirio eri GÍA IU N G U IA N A - P SIC O L O G ÍA S O RIE N T A L E S - R E LIG IÓ N - SE M IO TIC A
fn s n M r n l f * V r r*n

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