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TEMA 4 MORFOLOGÍA VERBAL.

1. EL PERFECTO
El perfecto latino funcionaba de 2 modos:
1) Como “presente perfecto”: indica acciones y hechos que tienen lugar en un periodo de tiempo
que llega hasta el momento presente
2) Como pretérito: señala acciones y hechos ocurridos en un lapsus temporal terminado antes
del momento presente.
Las formas latinas fueron reemplazadas en la primera función por expresiones analíticas: nuevo
tiempo perfecto compuesto (HABEO CANTATUM> he cantado). En cambio, en la 2ª función
continuaron usándose y dieron paso a las formas españolas del pretérito (canté).
Los perfectos latinos se distribuían en 2 tipos: débil y fuerte.
▪ En los perfectos débiles, el acento recae siempre sobre la desinencia (CANTÁVI)
▪ En los perfectos fuertes, recae sobre la raíz en algunas formas del paradigma (FÉCI, FÉCIMUS;
HÁBUI, HÁBUIT…).

a. EL PERFECTO DÉBIL
Los perfectos débiles, acentuados sobre la desinencia, destacaban entre:
▪ la 1ª conjugación (casi todos sus verbos tenían perfectos débiles)
▪ la mayor parte de los verbos de la 4ª (-IRE: DORMIVI)
▪ y un reducido número de verbos de la 2ª (-ERE: DELEVI)
El latín hablado había abandonado la marca latina de perfectividad en –V[I]-. Las terminaciones de
la 3ª persona de singular se redujeron de la siguiente manera en latín hablado de Hispania:
- AVIT> -AUT
- IVIT> -IUT
Lo normal hubiera sido –A(I)T, -IT, así que la solución resultante fue analógica.

¿Por qué a veces se dio durmió-dormí?


Es una cuestión fonética. Es por la yod, la u es más cerrada. Es por contagio de la yod.

Mayoría de terminaciones medievales, creadas en etapa preliteraria:


• Cantestes, cantemos… se deben a la extensión de la –é de canté a otras personas (igual que la
–í de dormí en la 3ª).
• La aparición de –s en la 2ª persona de singular se explica por analogía.

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HISTORIA DE LA LENGUA II
Todas las formas medievales del pretérito de la 3ª conjugación romance presentaban en la raíz
variación libre entre /o/-/u/ y entre /e/-/i/. /o/ y /e/ eran más frecuentes cuando en la desinencia aparecía
/-í/ (dormí, dormimos)
Si lo que figuraba era una yod, lo más común era /u/ e /i/ (durmieron, hicieron)

Esta alternancia se resolvió en español moderno del mismo modo que en tiempos de presente:
a) /u/ se prefería a /o/ en las formas de todos los verbos (excepto dormir y morir, en los que la
/o/ se mantiene ante /í/; sí aparece /u/ cuando la terminación contiene [j]: durmió, murieron).
b) La /e/ terminó por imponerse en casi todos los verbos, siempre que la desinencia contuviese
/-í/ (sentí, sentiste, sentimos, sentiste(i)s, pero se optaba por /i/ cuando esta incluía una yod (sintió,
sintieron).
Importante grupo de verbos de la 2ª y 3ª conjugaciones latinas (-ERE), que en principio tenían
perfectos fuertes, imitaron el modelo en –IRE y se reconvirtieron en débiles:
• CREDERE, PERDERE, REDDERE ‘devolver’, VENDERE tenían los perfectos fuertes
reduplicados CREDIDI, PERDIDI, REDDIDI, VENDIDI, pero se sentían vinculados con
DARE (perfecto DEDI) y se adaptaron del siguiente modo:
o VENDE(D)I> vendéi> vendí
o VEN(DE)DISTI> vendiste> vendiste (metafonía).
La alternancia /o/-/u/ solo se mantuvo en dos verbos: dormir y morir (dormimos, dormisteis,
durmieron), y se ha resuelto a favor de /u/ en todo el paradigma de los restantes. Vacilación entre
diptongo /-ié/ y vocal /-i/ afectaba a la 2ª p.sg. y la 1ª y 2ª de plural de los verbos en –er y en –ir se
resolvió a favor de la vocal, para no confundir la terminación –iemos del perfecto con la del imperfecto
de indicativo. Hasta el s. XVII, todos los verbos construían su 2ª p. plural como –stes (cantastes, volvistes
vosotros). Posteriormente, modificación analógica en beneficio de diptongo –ei (-steis): cantasteis,
volvisteis)

i. PRETERITO FUERTE
El perfecto fuerte se acentuaba en la raíz, pero la raíz de los perfectos fuertes latinos no era tónica en
todas las personas: las formas de 2ª persona se acentuaban siempre en la desinencia: FECÍSTI,
FECÍSTIS.
En Hispania,
• solo las formas de 1ª y 3ª persona singular permanecieron como fuertes: FÉCI, FÉCIT,
• mientras que la 1ª y 3ª plural se transformaron siempre en débiles: FÉCIMUS> FECÍMUS,
FÉCERUNT> FECÉRUNT.
Influencia de formas débiles sobre las fuertes se deja notar en la /o/ de hizo (imitando cantó, vendió)
para diferenciar 1ª de 3ª persona. Muchos verbos fuertes en latín tienen en español acentuación débil:
ÁRSI> ardí.
Los perfectos fuertes latinos pueden agruparse en 4 tipos:
1) –UI (principalmente 2ª -HABUI-, se extendió a verbos de la 3ª analógicamente.
2) – SI (verbos de la 3ª conjugación: SCRIPSI, DIXI)
3) –I (verbos de la 2ª y 3ª: FECI –FACERE-, VIDI –VIDERE-)
4) Reduplicados de la 3ª (consonante aparece 1 vez en presente y dos en el perfecto: VENDIDI,
DEDI, STETI)

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HISTORIA DE LA LENGUA II
ii. PERFECTOS EN -UI

Los perfectos en –UI que sobreviven en español medieval podían contener en la raíz una vocal A, o
una O breve.
a) En el primer caso, la –u- desinencial (semiconsonante en latín hablado) se trasladó al final de la
sílaba precedente por metátesis combinándose con la –a-, para dar este resultado:
• HABUI> HAUBI> ove ‘hube’. Por analogía, formas como tove <TENUI, estove (STETI),
andove < AMBITAVI, sove
• (SEDI), crove (CREDIDI), atrove (ATRIBUI ‘me atreví’).
Una evolución diferente, con diferente consonante interna fue:
• SAPUI> esp.medieval sope ‘supe’
• IACUI> esp.medieval yogue ‘yací’
• PLACUI> esp.medieval plogue ‘me complació’.
Los perfectos en –UI que sobreviven en español medieval podían contener en la raíz una vocal A, o
una O breve.
b) Cuando en el radical del perfecto latino en –UI había una O, el desarrollo vocálico resultaba más
complejo. Lo más probable es que inicialmente se produjera un triptongo (resultado de metátesis de la
semiconsonante y diptongación de o breve tónica). Luego, la fase /uóu/ se redujo a /ú/:
Hay 2 perfectos que responden a este esquema:
• POSUI> *PUÓUSI> puse
• POTUI> *PUÓUTI> pude en español medieval.
POSUI marcó el patrón para el analógico respuse <RESPONSI ‘respondí’, y el 2º fue modelo de
pretéritos medievales estude ‘estuve’ y andude ‘anduve’.

Así, perfecto medieval tenía 2 paradigmas: uno con raíz en /o/ y otro con raíz en /u/ (ove/pude).
Final EM, raíz en /o/ empezó a alternar con formas con raíz en /u/: ovieron, toviera, sopiesse,
ploguiere /uvieron, tuviera, supiesse, pluguiere. Antes de este periodo, muchos verbos en –UI pasaron al
paradigma débil por desplazamiento acentual: TÍMUI, MÓLUI, DÉBUI> temí, molí, debí

iii. PERFECTOS EN -SI (PERFECTOS SIGMÁTICOS).


Algunos de este tipo se construyen con –XI (raíz con /k/ o /g/) CONDUXI> conduxe, COXI> coxe,
DESTRUXI> destruxe, RISI> rise, REMANSI> remanse, MISI> mise, SPRISI>escrise, TRAXI> traxe.
Otros verbos se vieron atraídos a este modelo:
(d)espise (DISPENDI), fuxe (FUGI), prise (PREHENDI), aprise (APREHENDI), quise
(QUAESIVI).

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HISTORIA DE LA LENGUA II
EM: raíz con vocal –i- (no alternancia con –e-), y los que no la tenían la adoptaron por analogía
(quise). Han sobrevivido pocos pretéritos medievales de este grupo (quise, dije, traje, conduje), ya que
la mayoría se sustituyeron por formaciones débiles: ardí (ÁRSI), esparzí (SPARSI)

iv. PERFECTO EN -I
Sólo 4 perfectos fuertes de este tipo han pasado al español:
FECI, VENI, VIDI, FUI.
1ª persona de FECI da fizo por cierre metafónico de vocal E por la I final.
Finales XIII, fezo, veno > fizo, vino (influencia formas 1ª p.sg y analogía perfectos sigmáticos).
▪ VIDI: dado que en su raíz había ya una vocal cerrada, el descendiente medieval de este perfecto
solo ofrece vocal radical /i/. La –dintervocálica provoca alternancia en EM:
• VIDE> vide, vi • VIDIMUS> vimos
• VIDISTI> vist(e) • VIDISTIS> vistes
• VIDIT> vido, vio • VIDERUNT> vieron
Ocasionalmente, formas diptongadas viest(e), viemos, vidiest(e),vidiemos, vidiestes, vidieron
Variantes alternativas vide/vi y vido/vio coexistieron en castellano hasta el Siglo de Oro. Se
abandonaron los desarrollos con /ié/ (vieste, viemos, viestes en favor de sus equivalentes viste, vimos,
vistes>visteis.
FUI proporciona múltiples descendientes (FUIMUS> fomos, fumus, fuimus, fuimos)
Perfectos latinos de este tipo que pasaron a ser débiles: CONCEPI (concebí), LEGI (leí), MOVI
(moví), VICI (vencí).

PERFECTOS REDUPLICADOS
Sólo 2 perfectos reduplicados sobreviven en español medieval:
• DEDI ‘dí’ y STETI ‘estuve’. El primero se rehízo casi totalmente: di, dist(e)(s), dio,dimos,
distes, dieron.
• STETI dio originariamente estide.
Perfectos latinos de este tipo que pasaron a ser débiles: CECIDI (caí), CUCURRI (corrí), MOMORDI
(mordí)

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HISTORIA DE LA LENGUA II
PRÁCTICA: TIPOS DE PERFECTO

2. EL FUTURO DE INDICATIVO
No han sobrevivido en español las formas del futuro latino (CANTABO,TIMEBO, VENDAM,
SENTIAM) pues presentaban varios problemas:
a) El morfema de futuro de los verbos en –ARE y –ERE era tónico y presentaba la consonante /b/,
mientras que la 3ª y 4ª conjugación tenía morfema átono y carecían de consonante (falta de
homogeneidad)
b) La terminación de 1ª persona de singular de verbos de 3ª y 4ª conjugación coincidía con la del
presente de subjuntivo (VENDAM, SENTIAM)
c) La confusión de –b- y –v- intervocálicas en latín hablado llevó a indistinción total entre ciertas
formas verbales (CANTABIT/CANTAVIT).
d) 2ª Y 3ª persona del singular del futuro de casi todos los verbos de la 3ª conjugación coinciden
con formas del presente (VENDES, VENDET)

El futuro de indicativo es un tiempo nuevo en español, creado a partir de estructuras que ya existían
y cuyo significado se relacionaba de algún modo con la idea de futuro (voluntad, obligación, intención)
y que incluían perífrasis como VOLO + infinitivo, DEBEO + infinitivo y HABEO + infinitivo.
Esta última fue la que terminó por usarse como expresión normal de futuro en gran parte de la
Romania (incluida Hispania). HABEO significa ‘tener’ o ‘poseer’, pero en combinación con un
infinitivo parece haber tenido al principio el sentido de intención, más tarde de obligación y finalmente
de futuro.

LA CASUÍSTICA DEL FUTURO ROMANCE


Hasta el s. XVI era posible intercalar un pronombre átono entre los 2 elementos que dieron lugar al
futuro:
- Portugués actual
- Glosas Emilianenses
- Cid: fer lo he, empeñar ge lo he

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HISTORIA DE LA LENGUA II
▪ En EM, de no estar separados por pronombre, estos 2 componentes ya formaban una única palabra,
con un solo acento sobre el auxiliar. Así, AUDIRE HABEO dio oyré (pérdida acento infinitivo).
▪ Como consecuencia de la pérdida del acento de infinitivo, las tónicas /a/, /e/, /i/ pasan a ocupar
posición pretónica. ¿Qué pasa con algunas vocales pretónicas en español? Todas, excepto la /a/, solían
perderse en periodo preliterario español, lo cual trajo en este caso la contracción de la raíz verbal
3 soluciones en español moderno:
a) Conservación de la intertónica: moriré, deberé
b) Pérdida: querré, cabré
c) Pérdida con consonante anáptica: pondré, saldré DEBERE HABEO> *devér hé> deveré>
devré> deberé (restitución analógica)
Algunas consonantes quedan en contacto a consecuencia de pérdida de intertónica, formando grupos
consonánticos ya existentes en español:
/r/…/r/ querrá, morrá, ferrá, parrá (morirá, herirá, parirá)
/b/…/r/ concibrá, recibrá, avrá
/v/…/r/ avrá, bevrá, bivrá, subrá
/d/…/r/ podrá, podrá, perdrá
/g/…/r/ consigrá
/t/…/r/ partrá, consintrá, repintrá, vistrá
/ts/…/r/ creçrá (crecerá), pareçrá
/dj/…/r/ yazrá

Verbos cuyo étimo presentaba –D- formaron su futuro sin la consonante: creerá, será, verá
(CREDERE, SEDERE, VIDERE)
Descendientes de FACERE HABET planten problemas especiales: en EM, coexisten 3 resultados del
infinitivo de FACERE: fer, far, fazer, cada uno de ellos generó un futuro: fazerá, ferá, fará (última fue la
forma que sobrevivió en español)
Sin embargo, desaparición vocálica originó en ocasiones combinaciones consonánticas
fonotácticamente inaceptables en español medieval reestructuración de sonidos por epéntesis, metátesis
o asimilación.
Epéntesis:
• /m/…/r/ combrá (comerá)
• /n/…/r/ pondrá, vendrá
• /l/…/r/ moldrá, doldrá, saldrá
• /ts/…/r/ falleztrá
Metátesis:
/n/…/r/ porná, verná (finalmente reemplazados por casos de epéntesis).
Asimilación:
/n/…/r/ porrá (pondrá), verrá (vendrá)
/dj/…/r/ dirá, adurá (aducirá)

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3. EL FUTURO DE SUBJUNTIVO
Es un tiempo nuevo, que tiene un doble origen en español: procede de las formas del futuro perfecto
de indicativo (CANTAVERO) y el pretérito perfecto de subjuntivo (CANTAREM)

La marca de perfectividad –VE- se perdió en latín hablado:


• CANTAVERO> CANTARO> cantaro, -re> cantare
• CANTAVERIS> CANTARIS> cantares> cantares
Este tiempo no lo encontramos en español actual. Hasta su desaparición, relativamente reciente, se
encontraba bien integrado en sistema verbal. Durante el Siglo de Oro, su empleo fue disminuyendo, y a
partir del S. XVIII quedó restringido al uso literario. Lo mismo ocurrió con el perfecto de subjuntivo
(oviere cantado/ hubiere cantado) que se reemplazó por el perfecto de indicativo o subjuntivo.

4. EL CONDICIONAL
El condicional no existía en latín literario. El nuevo paradigma surge de la combinación del infinitivo
del verbo que se conjuga y el imperfecto de indicativo de HABERE. Su evolución fue:

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