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Anexos
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Lucía: Ah bueno, no sé. Los jueves eran los días que yo iba al automercado y entonces los
jueves eran cuando yo compraba y, no sé, cuando yo compraba queso, me daba con el queso
y me daba con… ¿Con qué me daba más? más que todo me daba con el queso y de repente si
me compraba unas palmeritas me las comía todas, porque le compraba en ese momento a mi
esposo cualquier cosa, o con el pan, había un pan puro y simple de zanahoria y miel, me lo
podía comer todo, o un paquete de galletas me las comía todas, o de repente me comía una
Susy, unas Marías unos Torontos, que a veces mi esposo tenía ahí, y vomitaba y era horrible
porque después de vomitar volvías a comer algo, o sea, una no se queda como que quieta,
como que una cosa va detrás de la otra. Y era un día que era algo así que dices “Bueno si hice
ya esto ahorita me voy a desbarrancar”. De repente un día compré, no sé, los chocolates Carré
grandes, que tenía años que no me los comía, y me lo comí completo.
Lucía: No, claro que te gustaba el sabor de la boca, pero lo que sentía era, primero, no poderte
controlar mientras lo estás haciendo, o sea no hay manera de controlarse, y después, al
terminar, tú dices “¿Cómo yo hice esto?” vamos a vomitarlo” Y después de vomitar te entra
cierto alivio, uno nunca vomita todo lo que comió, cierto alivio, y después de ese cierto alivio, si
sobró algo de lo que tú dejaste, por ejemplo, te lo terminas y otra vez, así. Y, estem… no hay
control, pierdes el control. Entonces, es eso; tengo muchos años que no vomito, tengo muchos
años que a mí eso no me pasa. Puedo tener fácil 11… sí, como 11… bueno, me pasó un
atracón en mi segundo embarazo, fue horrible, pero bueno, estaba en estado y bueno... eso,
tengo años que no me pasa.
Paola: ¿Y cuál es la lógica que tú ves detrás de comértelo todo y que no puedes parar, o es
inexplicable para ti?
Paola: Para ti
Lucía: Bueno, a lo mejor pasas como que mucho tiempo sin haber comido y de repente vas y
comer, o de repente dices “bueno mira, hoy fue un día malo”. Sabes que hay días que uno se
levanta mal y todo te sale mal, entonces en esos días era que usualmente lo hacía; un día en
que todo te sale mal. De repente, no sé, te fue mal en el trabajo, peleaste, se te accidentó el
carro o cualquier cosa en que todo te salga mal, entonces bueno “vamos a terminar que sea
peor”; o sea eso puede ser un sentimiento que me pudo haber pasado. O vamos a, como se
llama, estem… Porque a veces es como que, cuando usualmente eso pasaba sientes una
especie… es algo, no ilógico, es como que te desdoblas porque no tienes control, tú te
desdoblas. Es como si tuvieras a alguien viéndote aquí comiendo, o sea tú mismo te ves
comiendo, comiendo, comiendo, y no te puedes controlar. Y después la sensación es muy, muy
desagradable, la sensación de después; eso sí yo creo que es horrible. O sea te sientes mal,
estás full, te da dolor de cabeza, vomitas y no te sientes todavía bien, si vomitas entonces es
ácido y entonces vas y bueno, de repente si haces ejercicio después de vomitar… o sea es una
sensación que yo creo que ese día, no sé, esos días eran horribles, horribles, horribles, y si, de
repente al día siguiente porque, si hay algo, eso sí puede llegar a ser, lo que pasa es que
gracias a Dios, pudo haber sido, pero me lo controlé yo misma, eso puede llegar a ser adictivo.
O sea esa sensación de vomitar puede llegar a ser adictivo. Sí me acuerdo, yo estaba haciendo
ya el rural el Chacao, salud Chacao, yo empecé y… Yo trabajaba y me daba mucho… Estaba
como ansiosa todo el tiempo y me daban muchos binges, 2 o 3 veces a la semana. Yo llegué
un momento que habían unas pastillas que habían sacado al mercado para adelgazar que eran
las Mirabal, Mirabal, eran unas anfetaminas, y me las empecé a tomar, pero eso no me hizo
nada; ni las anfetaminas, ni… Y ahí yo descubrí que no hay nada como la mente. O sea si la
persona no está dispuesta a cambiar no hay ninguna pastilla que te ayude, ninguna. Y traté y
eso y… yo en ese momento no estaba en terapia, en ese momento estaba de mi cuenta, que
fue como el… Sí, más o menos.
Jonay: Ya va, una pregunta ¿Cómo explicas esta experiencia de desdoblamiento cuando estás
vomitando?
Lucía: Sí, que pierdes el control, que pierdes como el control de, pues, de lo que comes,
porque alguien racional dice “ya, hasta aquí llegué”. Es como si el efecto de saciedad no
existiera en un momento determinado ¿Sabes? Entonces es eso básicamente.
Lucía: No sé, yo… Es que como no tienes control no… Es como si no fuera uno mismo. Claro,
uno se controla, es como… Eso, es… Ah bueno ¿Sabes con qué pasa mucho también?
cuando uno toma ¿Sabes? Tú tomas licor, claro, ahorita no, en ese momento, también pierdes
el control. Entonces…
Lucía: No, dos personas no. Tú sabes cuando tú tomas, estas rascada y no tienes control de lo
que haces, usualmente cuando tomas también te dan atracones pues, porque no puedes
controlar la cantidad de lo que estás comiendo ¿Entiendes? Es así… No dos personas, es no
tener el control, no eres tú, te desdoblas. Más o menos esa es la…
Jonay: Y tú misma dijiste que era como si pudieras verte a ti misma comiendo.
Entrevista 2
Paola: Pero tú, o sea, comentas que tus padres aquí, cuando volviste dijiste que... No les importaba
tanto qué comías o qué no comías sino, que no te hicieras daño.
Sofía: Hmju...
Sofía: Que me quería morir... Me quería morir... Me quería... No sé. Al principio creo que era más como
que... Medio amenazando a mi mamá ¿Sabes? Como que "Me voy a suicidar" ¿Sabes? como que un
pelo... Pero ya en... Nueva York *risa* me sentía muy mal, de verdad me quería morir... De verdad sentía
que no... No valía la pena para nada. Era así... Y no sabía cómo iba a salir, sentía que era muy... O sea,
sentía que había estado en el mismo ciclo todavía porque mejoré después de los 14, pero... Como que
igual tenía los mismos pensamientos.. Siempre estaba como que muy "gorda". Siempre estaba subiendo
y bajando de peso, siempre estaba como que...
Jonay: Y estos deseos de querer morir... Emhm... ¿Pudiste relacionarlo con, o sea, ¿Podrías relacionarlo
con el tema de la comida?...
Sofía: Sí, o sea... Me imagino que... Dejar de comer es como quererse morir. *risa* Ya de una pues...
Pero menos directo, pero... Sí, lo que pasaba en Nueva York era como que yo sentía que no... Que no me
podía controlar... Es que tenía mucha hambre, en serio. No podía, ya no aguantaba más, era como que...
Estaba muy desesperada, entonces era como que "Bueno si no me puedo morir si-dejando de comer,
puedo morirme si me suicido".