Está en la página 1de 14

Después de entender que entre mis seguidores tengo

muchas personas que actualmente están conviviendo


con atracones, decidí crear
este ebook a manera de guía de escape...

'AYUDA,

ESTOY TENIENDO ATRACONES'.

Ayuda, porque hay personas que hace años conviven


con atracones y no saben porqué.
Ayuda, porque hasta el tratamiento con psicofármacos
parece tener un límite.
Ayuda, porque los atracones consumen mi vida y ya,
todo, no se siente tan bien.
Para ayudarte, te tengo que contar mi propia experiencia.
No te puedo contar todo lo que ya cuento en el libro
#MiCuerpoSinReglas, pero vamos a hacer un resumen y algunos
datos que no aparecen en el libro y sobre los cuáles muchos
preguntan.

¿Cómo dejé de tener atracones?


¿Estuve acompañada de profesionales de la salud, tales como
nutricionistas y psicólogos, para salir adelante y nunca más
tener atracones?

Dejé de tener atracones cuando me propuse que durante todo un


año no iba a hacer dieta. Y no, no recibí ningún tipo de
acompañamiento profesional reconocido académicamente. Mi
ayuda fueron mis decenas de libros de chicas que pasaron lo
mismo que yo, unas con testimonios de vida muy idénticos al mío,
otras no tanto, pero que cada una aportaba una herramienta más.
Esas mismas chicas brindaban talleres, cursos y
acompañamientos, y es lo que me animé a hacer.

Perdón a los profesionales de la salud que me están leyendo, no


es nada en contra de ustedes. Yo misma soy Licenciada en una
carrera de Ciencias Médicas, y no estoy en contra de la formación
tradicional. Pero en ese entonces, cuando estaba en mi peor
época de atracones, no encontré ningún servicio profesional que
se alineara a la teoría que me proponían las autoras de los libros
que estaba descurbriendo.

Ya había pasado por centros de Trastornos de la Conducta


Alimentaria. Ya me habían medicado con psicofármacos. Ya me
habían dado un plan alimentario de un nutricionista especializado.
Sentía que había algo más, que capaz la formación académica
tradicional todavía no conocía, pero que yo desesperadamente
necesitaba. Y me decidí intentar. Y te animó a que intentes
también.

Dicho esto, no quiero desalentar a nadie en la búsqueda de ayuda


profesional tradicional.
Me comprometí con el proceso de un año sin dietas y sin gimnasio.
Mi relación con el ejercicio físico era de purga. Usaba el ejercicio
para quemar los atracones, para permitirme comer, para estar en
paz con lo que hacía a escondidas con la comida.

Después de 3 meses de intensos atracones, uno detrás de otro, y


aumentar más de 30 kilos en ese período de tiempo, dejar de
hacer dieta era lo más loco que yo o cualquier otra persona
hubiera considerado. Pero algo dentro mío, llamalo intuición o
como quieras llamarlo, me decía que tenía que intentar transitar
este nuevo camino que se abría delante mío.

Hay muchísimas personas teniendo atracones entre nosotros, sin


embargo, nadie lo habla en público. No se habla del tema. Se
esconde, es tabú.

Yo tuve que salir del ‘closet’ de los atracones, y hablarlo.

No necesariamente tenés que tener una ‘bulimia’ estricta para


reconocer que estás teniendo atracones. Pueden no existir los
métodos de purga posteriores y, sin embargo, el episodio va a
seguir siendo un atracón y no un mero ‘comer de más’.

Un atracón no se siente como comer de más.


Un atracón, cada atracón, quiebra tu vida.
Voy a hacer hincapié en esto...

Empecé este proceso con 30 kilos que había subido en 3 meses.


Mis mentoras me insistieron en que me todo ese año de
descubrimiento de 'algo nuevo' dejara de lado lo que siempre
había sido mi motivo de vivir: bajar de peso.

'Noe,
VAS A TENER QUE DEJAR DE LADO
LA NECESIDAD DE BAJAR DE PESO,
aunque sea por un tiempo.'
Con 30 kilos de más, no pensar en bajar de peso era casi
imposible para mí. Yo siempre fui de esas mujeres que dicen:

'No me tolero con el peso que estoy ahora,


necesito bajar de peso para ayer'.

Me calmaba la idea de que después del año podía a volver a


intentar bajar de peso. Me agarré de la parte 'por lo menos por
ahora' de la condición de soltar la necesidad de adelgazar.
Secretamente pensaba que cuando dejara de tener atracones,
naturalmente, iba a bajar de peso. Era atleta fitness, sabía como
se hacía para adelgazar.

Lo que no sabía como se hacía era dejar de tener atracones.


Entonces, con 30 kilos nuevos encima, me armé de paciencia y
empecé el día 1 de ese año diferente. Era el año en que por fin
resolvería mis atracones.

Por eso, si estás con más kilos que los habituales, si estás en tu
peso en el que no te sentís cómoda...

Te pido:

POR LO MENOS POR AHORA,


dejá de lado esa necesidad imperiosa
de bajar de peso…
aunque sea por un tiempo.

Me vas a hacer pucheros, vas a llorar, lo vas a resistir en tu


cabeza, pero es necesario. Te prometo vas a conocer cosas que
no sabías de vos, de tu cuerpo, de los atracones, una vez que
dejás de lado la variable PESO.
¿Por qué tenemos atracones?
Porque hemos restringido mucho nuestra ingesta calórica, la
comida, haciendo dietas, durante algún período de tiempo (tal vez
casi toda nuestra vida). El cerebro reconoció esa restricción una
etapa de hambruna (como las que existían en la prehistoria, en
épocas invernales, o por sequías o guerras) y activó todos los
mecanismos para mantenerte con vida. Literalmente, tu cabeza
creyó que existía la posibilidad de morirse de hambre. Esa pulsión
y ansiedad extrema que se siente como un demonio que viene
desde dentro tuyo y que se libera solo comiendo, eso es tu cerebro
más arcaico, el cerebro reptiliano, manteniéndote con vida.

Entonces, ¿entendés por qué tenemos atracones?

Porque hacemos dietas. Y con dieta me refiero a manipular y


restringir la comida de una forma específica. En mis seminarios y
clases doy porcentajes de los atracones que se originan por dietas
y los que se originan por gatillos emocionales. Y no te confudas,
no tienen nada que ver con este 'comer emocional' del que
siempre se habla.

Sea un atracón de origen emocional o de origen reptiliano, ambos


se mantienen en el tiempo por la restricción con la comida. La
dieta, los nuevos llamados estilos de vidas, los estilos de
alimentación como el paleo, la keto y el ayuno intermitente,
mantienen despierto el reflejo de hambruna. Eventualmente, tenés
un atracón.

En contraposición, CUANDO TE DAS PERMISO


INCONDICIONAL DE COMER, los atracones se aminoran
hasta extinguirse.

¿Qué es ‘darse permiso incondicional’ para comer? Cada vez que


tengas hambre, comés. Sé que lo presento de manera simple. Es
que es simple, solo que esa simpleza la hemos complicado con
muchísimo miedo a la comida, al peso, al engordar...
MIEDO, MIEDO, MIEDO.
Dejar de tener atracones es dejar de actuar como si tuvieramos
miedo. Cuando sueltes toda idea de dieta y te des permiso de
comer, en la primera etapa, todavía vas a sentir esa URGENCIA
de comer compulsivamente. Esa urgencia es propia de un
atracón.

Para muchas personas, mágicamente, esa urgencia y sentido de


compulsión se extingue sola. Para muchas otras personas es
necesario un proceso de consciencia, de atención, de cambiar
patrones aprendidos y automatizados.

Esa pulsión va a ir paulativamente desapareciendo, pero no va a


ser de un día para otro instantáneamente. Por eso, no te
sorprendas si en esto de ya estar comiendo libre de dietas, cada
vez que tenés hambre, sin horarios ni reglas, todavía esa
URGENCIA de querer comer todo el tiempo esté presente, como
latente, allí guardada de trasfondo. Y es ahí, en el proceso de
prestar atención a cosas que antes no prestabas atención, donde
se producen los milagros con los atracones.
El atracón es desconexión plena. Es el cuerpo actuando solo, en
automático, ingiriendo grandes cantidades de comida, y vos
observando desde afuera, sin poder hacer nada. Esa desconexión
se mantiene y se incrementa con las dietas y con las reglas de
comida.

Y esa desconexión no se resuelve CON FUERZA DE VOLUNTAD.

Si alguna vez te hiciste la promesa de que nunca más ibas a tener


un atracón, y volviste una y otra vez a tenerlos, sabés que no
depende de la fuerza de voluntad.

Es como una mosca que trata de salir de una habitación a través


del vidrio de la ventana: se estrella una y otra vez contra el vidrio,
haciendo cada vez más fuerza y con mucha voluntad, pero no
entendiendo que nunca va a atravesar el vidrio. Alguien debía abrir
la ventana o la puerta para que la mosca saliera de la habitación.

Hoy vos estás abriendo esa puerta, pero todo comienza por dejar
de hacer dietas.

Te quiero llevar por un proceso de inmersión, y para ello,


quiero compartirte algo más de mi experiencia,

ACOMPAÑAME...
Ya en el tercer mes de NO HACER DIETA, ya no teniendo esa
pulsión de comer todo el tiempo, regresé a mi casa después de
una larga jornada de trabajo en la fábrica y, de repente, la
URGENCIA de la compulsipon regresó. Hacía ya tiempo que no la
sentía. Me había desayunado, había almorzado, y había tenido
una ligera merienda. No había restringido la comida, había comida
cosas que me gustaban y, DEFINITIVAMNTE, no estaba haciendo
dieta.

¿Por qué entonces tenía tantas ganas de comerme


todo a la vista, de tener un atracón?
Haber repetido por años mi conducta de compulsividad con la
comida había dejado una huella en mi sistema nerviosa. Ese
camino neurológico que mi mente consideraba como normal para
mí funcionamiento. Normal por la familiariadad. Normal porque
siempre volvía. Normal porque siempre controlaba la comida.
Pero ya no estaba controlando la comida y la ansiedad previa
tener un atracón se seguía despertando.

¿Era mi sistema nervioso reclamando un Atracón?

¿Las ganas de tener un atracón podrían ser parte de una 'basura


neurológica' propia de haber repetido tanto un comportamiento?

¿Los atracones estaban habituados en mí?

A las personas que intentan solitas hacer este camino de


desactivación de Atracones, que dejan de hacer dietas y me
cuentan que sus atracones se atenuaron. Pero, de vez en cuando,
se enciende esa tensión insoportable de búsqueda de comida.

A esas personas les digo: 'Tu sistema nervioso considera los


Atracones como algo normal, pero podemos enseñarle a que los
deje ir'.
La URGENCIA incontenible por comer se fue…

He escuchado consejos, miles, para detener atracones:

- no tengas en casa la comida con la que te descontrolás,


- buscá distraerte,
- lavate los dientes,
- RESISTILO,
- ¡NO CAIGAS EN LA TENTACIÓN!

Y había intentando cada uno de esos consejos...

Hasta abrí un gimnasio.

Pero cuando el atracón venía, no importaba lo que hiciera, ME


ATROPELLABA.

Lo que nunca se me había ocurrido era


PERMITIRME el atracón.

Había abierto la ventana y la mosca ya no necesitaba golpearse


contra el vidrio una y otra vez. Ya no era por fuerza de voluntad,
sino siendo observadora de mis sensaciones y experimentando
total libertad.

LA PROHIBICIÓN ES LA BASE DEL DESEO.


.

Sé lo que estás pensando:

‘Noe, no puedo darme permiso incondicional para comer porque


voy a terminar pesando 300 kilos
y me voy a odiar a mi misma hasta morir’.

Yo también sentía lo mismo. Pero te lo repito, y necesito que


confíes en esto:

Darte el permiso incondicional de comer


va a hacer que esa
PULSIÓN de atracarte con comida se calme
hasta que, un día, ya no esté.
Si todavía estás teniendo atracones, es porque seguís intentado
controlar la comida o tu peso corporal.

Si no estás haciendo una dieta física, la dieta sigue en tu cabeza;


no estás haciendo un plan específico, pero seguís con miedo a
ciertas comidas.

Permitir la comida, ya no NEGARLA, va a hacer que el atracón no


sea tan deseable.

Seguimos siendo bebés en cuerpos de adultos. Cuando le


decimos a un niño ‘NO’, tenemos como reacción un berrinche
eterno hasta que le damos lo que quería en primer instancia. Pero
si le decimos a ese mismo niño ‘sí, podés agarrar ese juguete’, va
a jugar extasiado con el mismo por unos minutos, hasta perder el
interés y seguir con el próximo entretenimiento.
Este proceso lleva tiempo...
No será el mismo tiempo que invertiste en dietas y restricción, pero
lleva tiempo desaprender conductas y creencias. Mi deseo es que
sea mágico y no tengas más atracones inmediatamente después
de dejar de hacer dietas, como ocurre en muchas chicas.

Pero si no es así, si te lleva más tiempo, es porque ES LO QUE


NECESITÁS PARA TU RECONEXIÓN. Te prometo que no te vas
a arrepentir. El detalle de autoconocimiento que vas a tener de vos
misma es tan profundo que vale totalmente el tiempo. Vale dejar
de lado la necesidad de bajar de peso. Te juro que ese numerito
se equilibra eventualmente.

Tambíen sé que se te puede cruzar por la cabeza:

‘Noe, voy a bajar unos kilos primero y después voy a aplicar todo
esta teoría magnífica que me estás proponiendo.
Pero NECESITO bajar de peso primero’.

Bueno, entonces te espero. Te espero porque eventualmente vas


a volver a fallar en la dieta y tener un atracón. Y sé que es duro lo
que te estoy diciendo, pero no quiero que sigas perdiendo tiempo.

Mi deseo es que te puedas compremeter con este


proceso en cuerpo y alma, y que ya no seas más una
víctima del descontrol con la comida.
Te invito a que seas parte de mi curso intensivo
ATRACONES OPEN
a un precio promocional de lanzamiento.

Para RESERVAR TU LUGAR en el curso, haz click


en el siguiente link:

https://lp.noeprevitera.com/curso-atracones-open
Dejé plasmado todo mi proceso

con la intuición al comer en un LIBRO:

En 'Mi Cuerpo Sin Reglas' encontrás todo mi proceso personal.


Desde la atleta fitness que tenía
atracones los fines de semana.
Hasta la primera persona que empezó
a enseñar sobre el Comer
Intuitivo en Argentina.

También podría gustarte