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Charla TED:

La Importancia de Estar Informados de la Ansiedad

Nombre: Francisca Soto


Curso: 4mB

¿Cuántos de ustedes han sentido miedo, inquietud o temor constante y abrumador, sobre el
futuro o por alguna situación en específico? Bueno eso es la ansiedad, es una respuesta
fisiológica y emocional frente a una situación que interpretamos como amenaza, es una
respuesta de sobrevivencia que activa nuestro cuerpo para poder escapar o hacer frente a esta
situación, el problema se presenta cuando nuestro sistema nervioso se vuelve incapaz de
diferenciar las situaciones de amenazas reales de las imaginarias, generando ansiedad
crónica, es decir, un estado de alerta, miedo o inquietud constante.

Algunos la sienten con más o menos frecuencia y con mayor o menor intensidad. Pero lo cierto
es que según estudios más de 264 millones padecen ansiedad a nivel mundial, esto antes de la
pandemia, porque según informes se estima que los casos de trastorno de ansiedad en el
mundo han aumentado un 26%, durante la pandemia. Esto significa que en 2020 se produjeron
76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperados. Los grupos de población más
afectados han sido las mujeres y la gente joven

Según el instituto nacional de salud mental, Sentir ansiedad de modo ocasional es algo
completamente normal, sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia
tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones
cotidianas, estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son
difíciles de controlar y son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden
durar un largo tiempo.

Hay algunas señales o síntomas que pueden ayudar a identificar este trastorno tales como:
- Preocupación excesiva por cosas cotidianas
- Problemas para controlar preocupaciones o sentimientos de nerviosismo
- Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían
- Dificultad para relajarse
- Problemas para concentrarse
- Problemas para dormir o para permanecer dormidas
- Sentirse cansadas todo el tiempo
- Sentirse irritables o nerviosas

Aunque la ansiedad es un trastorno psicológico, también nos puede afectar físicamente, de


hecho puede traernos problemas en: el sistema nervioso, en el sistema inmunológico, en el
sistema digestivo, en el sistema cardiovascular y en el respiratorio, los que pueden interferir en
la vida diaria. Los síntomas pueden mejorar o empeorar en diferentes momentos, y a menudo
son peores durante los momentos de estrés, como con una enfermedad física, en la época de
prueba o durante un conflicto familiar o problemas con una pareja o amigos. Algunos efectos
físicos son:
- exceso en la producción de cortisol
- Se incrementa el flujo sanguíneo entre un 300 y un 400%
- Aumenta las probabilidad de sufrir problemas cardiovasculares dado el aumento
constante del ritmo cardíaco
- La elevada presión sanguínea y la sobreproducción de cortisol, puede causar
hipertensión, arritmia, derrames y ataques al corazón.
- Dolores de cabeza, de estómago, tensión muscular (rigidez en los hombros, dolor de
cuello) o molestias inexplicables
- Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)
- Sudar mucho, sentirse mareadas o que les falta el aire
- Se afectan las áreas del cerebro que influyen en la memoria a largo y corto plazo
- Afecta altamente al sistema inmunitario, debilitado las defensas, volviéndonos más
susceptibles a enfermarnos.
- Se desregula la digestión pudiendo causar problemas en los intestinos y en la absorción
de nutrientes
- Se desequilibra el metabolismo, o que puede causar sobrepeso y obesidad (por la
liberación constante de cortisol en el flujo sanguíneo que hace reducir la sensibilidad a
la insulina) además, de generar úlceras

Una vez que hayas sido diagnosticado con este trastorno hay varias formas de superarlo, o
métodos para disminuir los efectos de esta, el principal es la ayuda psicológica y la ayuda
psiquiátrica en el caso de ser necesaria, también está la medicina alternativa, la meditación,
ejercicios de respiración, libros de autoayuda, cambios de ambiente, etc.

mi primer diagnóstico de ansiedad fue cuando tenía 11 añitos, en ese entonces ni siquiera
sabía que era, pero al parecer lo tenía desde hace ya bastante tiempo atrás, retrocediendo un
poco en el tiempo, recuerdo cuando tenía como 10 años que, llevaba un par de semanas
apenas pudiendo desayunar a causa de que todo me asqueaba, se me revolvía el estómago y
se lo comente un día a mi papá mientras me llevaba al colegio, a lo que él me comento que a él
le pasaba lo mismo desde que iba en el colegio, así que le pregunte que cual era la causa, él
me dijo que no lo sabía, pero de algún modo llegamos a la conclusión errónea de que, la causa
era que nuestro cuerpo no podía procesar comida en las mañanas, lo cual no tenía mucho
sentido, pero fue la explicación más rápida y sencilla que encontramos, ya que en ningún
momento se nos habría ocurrido que un problema en el estómago, como lo son las náuseas y
ganas de vomitar, podría ser causado por algo psicológico. Un detalle que solo hasta hace
poco note: mi papá también tenía ansiedad y de hecho aún la tiene ansiedad, manifestada
físicamente con síntomas similares a los míos, desde que era joven, ósea desde hace como 30
años, pero jamás supo que era, así que jamás se le diagnóstico, ni se le trato, solo se
acostumbró a ella y siguió con su vida relativamente normal, ignorando o aprendiendo a vivir
con los síntomas.
Avanzando un poco en el tiempo luego de que me diagnosticaron ansiedad y fuera tratada y
medicada por un año aproximadamente, pude superarla, bueno tal vez no al cien por ciento,
pero si disminuyo en gran medida, en especial los síntomas físicos, ahora solo se manifiestan
de vez en cuando en situaciones específicas, como una prueba importante, una disertación o
algún viaje, etc., nada fuera de lo común, así fue por un par de años hasta que llegó el verano
de 2020, en el que se me juntaron varias situaciones que aumentaron mi ansiedad
drásticamente y de manera permanente, los primeros días fue que la comida me asqueaba,
luego se me empezó a revolver el estómago cada vez que tan solo pensaba en comer y por
ultimo empecé a vomitar todas las mañanas sin falta, ya ni siquiera tenía que pensar en comer
para querer vomitar, era lo primero que hacía al despertar, aun cuando ni me despertaba del
todo, aun cuando ni sabía dónde estaba, ni cómo me llamaba, ni que día era, pero si sabía que
quería vomitar, así que como podía me levantaba y corría media dormida al baño para poder
vomitar, ojala solo hubiera sido solo vomitar un poco y ya está, pero no era así, primero
vomitaba lo que sea que me quedara del día anterior, luego seguía con los jugos gástricos, los
que por cierto son asquerosos y hacen que después duela horrible la garganta, y así seguía
hasta que ya mi cuerpo ni siquiera podía vomitar jugos gástricos, pero incluso ni ahí terminaba,
porque es un tema psicológico, no físico, los trastornos psicológicos no funcionan de la misma
forma que las enfermedades físicas, el vómito paraba porque ya no tenía nada más que
vomitar, pero las arcadas no paraban y como no me quedaba nada para vomitar, se volvían
cada vez más y más frecuente haciendo que me costara mucho respirar y me ahogara un poco,
puesto que a la par que vomitaba no podía dejar de llorar, esto es solo una parte, también
recuerdo los nudos en la espalda y los horribles dolores musculares en especial los del cuello,
pasé semanas sin poder girar la cabeza porque tenía el cuello tan tenso que al girarla me
provocaba un dolor insoportable, además era incapaz de controlar mi temperatura corporal,
cuando me acostaba sentía muchísimo calor, en realidad ni siquiera era calor, era más bien
una mezcla entre sofoco y sensación de ahogo, lo que me hacía muy difícil dormir, al contrario
que, al despertar sentía frío incontrolable, que no se me pasaba con nada, ni tapándome, ni
usando pijama de polar, ni encendiendo el calienta cama, ni encendiendo el calefactor, se me
pasaba solo cuando lograba calmar la ansiedad, lo cual ocurría al mediodía más o menos, ah y
también estaban los escalofríos incesantes y los temblores en las manos. Así fue
aproximadamente por un poco más de dos meses, hasta que llego febrero y el campamento
scout, al cual mi mama no me quería dejar ir a causa de que estaba muy débil, pero yo de
verdad quería ir, así que la convencí y logre ir, esa fue la mejor decisión que pude haber
tomado, ahí confirme nuevamente la teoría de que el cambio de ambiente ayuda con la
ansiedad, en el campamento durante esos 9 días en medio de, básicamente el bosque, la
ansiedad había estado experimentando durante esos dos meses disminuyó drásticamente,
obviamente no en su totalidad, el cambio de ambiente ayuda pero tampoco es mágico, pero al
menos pude desayunar y no vomite durante los nueve días de campamento, esto debido a que
mis preocupaciones giraban en torno a cosas como: hay que armar la carpa, tenemos que
ganar el juego, tengo que levantarme rápido para llegar de las primeras a la formación y ganar
puntos para mi patrulla, hoy me toca hacer el almuerzo, hay que ir a buscar agua, etc. esos
fueron los problemas que rondaban en mi cabeza esos días, no las preocupaciones,
inseguridades o miedos incesantes a los que estaba acostumbrada, lo cual fue refrescante,
pude volver a ser yo, aunque al volver a casa volví a mi realidad, pero la ansiedad ya no me
afectaba tanto, aun así seguía siendo necesario la ayuda, por lo que volví al psicólogo, y así
sigo, aunque ya estoy mucho mejor que como estaba en ese entonces, la ansiedad sigue
siendo un tema en mi vida, y sigo intentando superarme día a día.

Por todo esto que les acabo de contar, considero que es importante estar informados de la
ansiedad, bueno no tan solo de la ansiedad, sino de los trastornos psicológicos en general,
pero en este caso yo les hable de la ansiedad porque es mi experiencia, yo la sufrí y sigo
intentando superarla incluso al día de hoy, y no quiero que otras personas tengan que vivir con
ella, pero eso es algo difícil de lograr, así que me limito a informar sobre ella, para que sepan
como es, sus síntomas y puedan identificar si comparten algunos síntomas, tal vez alguno de
ustedes la padezca y no lo sepa, así pueden pedir ayuda y tratarla adecuadamente, para que
así no tengan que acostumbrarse a ella y vivir con ella de manera permanente, como lo hizo mi
papá a causa de falta de información, y para evitarles futuros problemas de salud a
consecuencia de la ansiedad.

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