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Los procesos de una persona se canalizan psicológicamente por las formas en que
anticipa los acontecimientos. (Kelly, 1955/1991, pág. 32).
1. INTRODUCCIÓN
George Alexander Kelly nace el 28 de abril de 1905 en Perth, Kansas, en una familia
presbiteriana y tradicional del Medio Oeste rural americano. A pesar de obtener su
Bachelor's Degree en física y matemáticas, en 1928 decide estudiar Sociología de la
Educación y Relaciones Laborales en la University de Kansas, y en 1930 obtiene su
Licenciatura en Educación en la universidad de Edimburgo, Escocia. Un año más tarde
recibirá su doctorado en Psicología, en la State University of Iowa. Durante 12 años
Kelly fue profesor en una pequeña universidad del oeste de Kansas, y conmovido por
las situaciones de penuria provocadas por la crisis de los años 30 en la economía
agraria del Medio Oeste, decide dedicarse a proveer al estado de Kansas de servicios
de psicología clínica, inexistentes hasta aquel momento. Gracias a una subvención
estatal consigue crear y dirigir un servicio ambulante de orientación psicológica para
las escuelas de Kansas. Esta clínica se convirtió en verdadero laboratorio donde
comenzó a gestarse el trabajo más importante de Kelly y su teoría acerca de la
personalidad.
Con la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, Kelly pasa a formar
parte como psicólogo de la aviación naval, en el Departamento de Medicina y Cirugía
de la Armada en Washington. En 1946, y después de pasar un año en la universidad de
Maryland como profesor asociado, es nombrado profesor y director del programa de
formación en psicología clínica en la Ohio State University, cargo que antes había
ocupado Carl Rogers. Fue allí donde Kelly (1955) escribió su obra en dos
volúmenes: The Psychology of Personal Constructs, en el cual explicaba su teoría y sus
implicaciones clínicas.
En 1954 G. Kelly fue nombrado presidente de la División de Asesoría Psicológica
(Consulting Division) de la American Psychological Association (APA) y de la División
Clínica en el período de dos años de 1956 a 1957. También fue miembro fundador
desde 1947, luego vicepresidente y presidente de la American Board of Examiners in
Professional Psychology (ABEPP), más tarde conocida como Consejo Estadounidense
de Psicología Profesional (ABPP), organización destinada a la certificación de
especialidades en psicología. Muere prematuramente en marzo de 1967, cuando
ocupaba la cátedra Riklis de ciencias conductuales en la Brandeis University, cuando al
parecer trabajaba sobre una teoría de las pasiones humanas, obra que al parecer
pretendía responder al excesivo encasillamiento de su obra como “cognitiva” (Botella
& Feixas, 1998).
La teoría de los constructos personales de George Kelly rechaza las visiones pasivas y
deterministas del ser humano que lo reducen a un resultado de su pasado o de su
inconsciente, y opta por una psicología basada en la concepción de la persona como
agente activo de su propio desarrollo. Al igual que Rogers, Kelly desarrolló su teoría
principalmente a través del contacto con sus clientes en terapia, y adopta, como él,
una actitud fenomenológica centrada la comprensión del marco subjetivo en que se
encuadra el problema o motivo de consulta.
La obra de Kelly es considerada como atípica tanto por su presentación como por su
contenido. Su formulación original en un postulado fundamental y 11 corolarios, con
base al alternativismo filosófico, dan cuenta de su mentalidad sistemática, influenciada
probablemente por su educación científica y matemática inicial. Kelly consideraba que
todos adoptábamos una postura científica ante la vida y desarrollamos constructos,
expectativas o anticipaciones, que actúan como hipótesis en nuestros esfuerzos por
comprender y adaptarnos al mundo en que vivimos. El objetivo de Kelly era explorar
como las personas construyen estos “constructos” que para él eran la esencia de la
personalidad. En cuanto a su contenido, Kelly desarrolló una forma de concebir a la
psicología y al ser humano diferente a la de sus contemporáneos, y para ello creó
términos nuevos tales como el de “constructo personal” o “alternativismo”, y términos
familiares con un sentido nuevo como por ejemplo anticipación, rol, hostilidad,
agresividad o amenaza (Botella & Feixas, 1998).
El primer paso en el test es pedir al cliente que haga una lista de varias
personas particulares a las que conoce, y que han desempeñado un papel
importante en su vida, como padre o cónyuge
A continuación, el investigador o el terapeuta agrupa a las personas de ese
listado en categorías de tres nombres, y pide al sujeto que identifique una
forma en la que dos de esos individuos se parecen y difieren del tercero: la
palabra o frase usada por el sujeto para identificar en qué se asemejan dos
individuos se denomina el constructo; la palabra o frase empleada para
describir en qué difiere la tercera persona se conoce como el contraste
Esta información se representa en un diagrama denominado cuadrícula de repertorio
(o rejilla de Kelly), en la que encontramos un polo emergente para describir a las dos
personas, y un polo emergente para describir a la tercera persona. La prueba REP no
tiene procedimientos de calificación objetiva y su interpretación depende de la
destreza y capacitación del psicólogo que la aplica.
La gente construye los sucesos en dicotomías, en función de igual frente a desigual. Las
dicotomías por las cuales guiamos nuestra vida, mostrarán el patrón de los propios
constructos personales.
3.2. CAMBIO Y PSICOTERAPIA
La propuesta de cambio a través de la psicoterapia supone la ayuda para mejorar las
predicciones de las personas que hacen un uso continuo de constructos que se
invalidan de forma consistente. Por tanto, en el proceso psicoterapéutico se entrena
los clientes para que sean mejores científicos. Es decir, la psicoterapia conlleva un
proceso de reconstrucción del sistema de constructo, en el cual surge la necesidad de
remplazar algunos constructos y añadir otros nuevos, además de modificar su
utilización. Kelly diría que “la psicoterapia es la reconstrucción psicológica de la vida”.
Dentro de un contexto de condiciones que favorecen el cambio, Kelly ideó la terapia
de rol fijo. A través de esta, se anima al cliente a que se represente así mismo de
nuevas maneras, a que adopte nuevas formas de comportarse, y en definitiva a que se
construya a sí mismo como una nueva persona mediante la representación de un
nuevo personaje que implicaría el desarrollo de una nueva personalidad. La
proposición básica es: si te comportas como la persona que quieres ser, terminarás
siéndolo. Con esto, Kelly pretendía producir un cambio en los constructos indeseables.