Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En el país de las letras, cuando éstas decidieron formar familia, se agruparon primero en sílabas y
luego en palabras. Cada una de estas familias tomó después la decisión de asignarle más peso y
autoridad a alguna de sus sílabas.
Así, están aquellas que optaron por darle esta responsabilidad a la última sílaba (Agudas), otras
prefirieron la autoridad de la penúltima sílaba (Graves) e, incluso, hubo algunas que eligieron a la
antepenúltima sílaba (Esdrújulas).
De esta manera comenzó la tensa división de castas entre las Agudas, las Graves y las Esdrújulas.
El parlamento de las letras debía estar conformado por dos escaños: la Cámara Alta de Las Cinco
Vocales y la Cámara Baja de Las Consonantes. Pero un conflicto de poderes entre Las Consonantes
dio como resultado la traición de dos de sus letras más fuertes: la N y la S.
Estas dos letras se aliaron para tomar el poder a la fuerza, conformando el partido político NS, el
que contó además con el apoyo de la Cámara de las Cinco Vocales. Las demás consonantes
reaccionaron conformando su propio partido opositor, dirigido por sus letras más prominentes: L,
D y R, además de la T y la Z.
El golpe de estado del Partido NS causó pavor en la población, y cómo siempre pasa, hubo familias
que optaron por aliarse con alguno de los dos bandos.
Cada familia o palabra manifestó su apoyo a alguno de los dos partidos según la última letra de
cada una. Por ejemplo, la palabra CASA apoyó a la vocal A, por consiguiente, al Partido NS y la
palabra SALUD apoyó a la D, es decir, al partido de oposición LDR.
El Castigo de la Tilde.
El Partido NS tomó a la fuerza toda la comunidad de familias Graves, por ser la mayoría de la
población, y decidió perseguir a aquellas palabras que no se hubieran alineado con su partido.
Hubo palabras Graves como ÁRBOL, que fueron castigadas por haber elegido a la L como su última
letra. El castigo elegido fue cargar sobre sí el peso de una tilde, una especie de marca de vergüenza
frente a la sociedad. Este castigo debía llevarse justamente sobre la sílaba dominante de cada
familia, específicamente en la letra vocal.
Esto despertó la furia del Partido NS, el que comenzó a perseguir a sus propias Esdrújulas,
castigándolas a todas -sin excepción- con el peso de la tilde. Por eso, palabras como TELÉFONO,
aun siendo del partido por terminar en vocal, fueron sancionadas.