ACTIVIDAD COLECTIVO

KAROL PATRICIA DUARTE ESCOBAR

PROF. GUADALUPE GOMEZ GARCIA

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

FACULTAD DE DERECHO

11/03/2024
La Masacre de las Bananeras y el surgimiento del sindicalismo en nuestro país representan un

capítulo crucial en la historia laboral y social. Este trágico evento, ocurrido el 6 de diciembre de

1928, evidenció la brutalidad y la represión a la que estaban expuestos los trabajadores en ese

entonces.

La United Fruit Company, una poderosa empresa estadounidense, ejercía un control desmedido sobre

la economía y la política colombiana, explotando a los trabajadores bananeros en condiciones

inhumanas, ante esta situación, los trabajadores decidieron unirse y formar un sindicato para luchar

por sus derechos laborales y mejorar sus condiciones de trabajo.

Los trabajadores exigían ciertas peticiones que les pertenecían como trabajadores para sentirse

justamente remunerados por el arduo trabajo que desempeñaban en condiciones precarias. Entre las

demandas se encontraba la abolición del sistema de contratistas, ya que ni si quiera tenían un contrato

directo con la empresa exportadora, un aumento significativo en los salarios y pagos justos, la

remuneración de los descansos, y la provisión de indemnización por accidentes laborales en la zona

de trabajo, entre muchas más peticiones.

Sin embargo, todas estas peticiones fueron rechazadas por la multinacional, respaldándose en la

llamada ley Heroica. Argumentaron que las demandas de los trabajadores eran consideradas

"subversivas" y recurrieron a la Ley 69 del 30 de octubre de 1928 para justificar su postura.

Gracias a esto nunca se pudo llegar a un acuerdo entre la compañía y los trabajadores, ya que se

negaban a reconocer oficialmente a la USTM como el sindicato de los trabajadores. Ante esta

situación, los trabajadores se negaron a aceptar cualquier tipo de acuerdo económico si no se

reconocía oficialmente a la USTM (Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena)., para seguir

trabajado y de una manera digna.

Debido a esto los trabajadores iniciaron una huelga el día 12 de noviembre de 1928, donde la

multinacional utilizó todas sus influencias en el gobierno colombiano para asegurar la seguridad de

las instalaciones y directivos de la empresa, alegando estar "protegiéndose" de los "comunistas". Se

ha estimado una cantidad aproximada de obreros que participaron en la huelga, aunque no se tiene

una cifra exacta. Se habla de aproximadamente entre 20,000 y 30,000 trabajadores que se

involucraron activamente en esta huelga, la cual la multinacional calificaba como un "movimiento

subversivo"

Debido a esta postura inflexible, los trabajadores perdieron el apoyo gubernamental y del Gobernador

Local, lo que llevó a un refuerzo en la vigilancia en la región y al apoyo a la empresa norteamericana

para contratar personal que reanudara la recolección de frutas después de un mes de operaciones

interrumpidas. En este contexto, las incautaciones de frutas por parte de los trabajadores se llevaron

a cabo en diferentes municipios de la zona.

La respuesta de la empresa y del gobierno colombiano fue contundente, no aceptaron el sindicato y

muchos menos la huelga, la represión violenta de la protesta obrera. Enviaron al ejército para sofocar

la huelga, dirigido por el general Cortes Vargas quien fue el que emitió la orden de abrir fuego contra

los obreros en huelga, justificando falsamente que los trabajadores estaban armados y tenían la

intención de destruir las instalaciones, solo por proteger los intereses de la empresa exportadora,

cuando era tan cierto la inhumanidad y la explotación laboral que los trabajadores, principalmente

magdalenenses que padecían en ese entorno laboral.

Esta acción reflejó la complicidad del Estado con la empresa y sus directivos, quienes priorizaron

proteger los intereses empresariales por encima de las necesidades y derechos de los trabajadores.

Esta triste página en nuestra historia evidenció la falta de compromiso del Estado colombiano en

garantizar condiciones laborales justas y proteger los derechos de los trabajadores, como lo es el

sindicato, resultando en la trágica Masacre de las Bananeras, donde cientos de trabajadores perdieron

la vida y muchos más resultaron heridos o detenidos.

Esto fue lamentable puso de manifiesto la necesidad imperante de proteger los derechos laborales y

sindicales de los trabajadores en Colombia. La brutalidad con la que se reprimió a los trabajadores

en la Masacre de las Bananeras evidenció la falta de garantías y protección por parte del gobierno

hacia la clase trabajadora, dejando a un lado el sindicato.

Esta dolorosa Masacre de las Bananeras fue un acontecimiento que dejo marcó un antes y un después

en la historia laboral de nuestro país. Este trágico suceso demostró la importancia de la lucha sindical

y la defensa de los derechos laborales como mecanismos fundamentales para garantizar una sociedad

más justa y equitativa, demostrando que el gobierno siempre ha debido garantizar los intereses de

los trabajadores, escuchando sus necesidades a través de los sindicatos, A pesar de las adversidades,

las gran partida de grandes trabajadores, la memoria de los caídos en la Masacre de las Bananeras

sigue vigente como un recordatorio de la lucha constante por la justicia y la dignidad de todos los

trabajadores.

En conclusión nuestro país después de esta tragedia tuvo un gran avance en el sindicalismo,

promoviendo de manera más efectiva las garantías de la clase trabajadora, respetando sus huelgas e

intereses, creando nuevas leyes que protegen los derechos fundamentales de todos los trabajadores,

gracias a la constitución de 1991 la cual prevé principalmente por los derechos fundamentales de

todos los Colombianos y el código sustantivo del trabajo, un hecho lamentable ocurrió en el

municipio de Ciénaga en ese entonces, pero que esta la fecha ningún otro trabajado a padecido o a

muerto de esa manera tan inhumana.

BIOGRAFIA

https://youtu.be/EcTDSbJMFWM?si=CmHbRySYNJPA2WLq

https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-190/la-masacre-de-

las-bananeras