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Debido a que el señor Jaime Carballo Guevara tuvo una restricción a su derecho
fundamental de la libertad durante 22 meses y 22 días y se encuentra acreditada
la condición para comparecer al proceso que invocó la señora Nancy Joven Celis,
en calidad de compañera permanente; de Edwin Jaime Carballo Joven, Marlon
Andrés Carballo Joven y Carlos Alberto Carballo en calidad de hijos de la víctima
directa y de Israel Carballo Guamanga y Clara Inés Guevara de Carballo, como
padres de la víctima directa, se les reconocerá la suma equivalente a cien (100)
S.M.L.M.V. para cada uno. Además, quedó acreditada la calidad de Wilson
Carballo Guevara, José Antonio Carballo Guevara, Flor Alba Carballo Guevara,
Lucrecia Carballo Guevara, Orlando Carballo Guevara y María Yaneth Carballo
Guevara, como hermanos de la víctima directa, a quienes se les reconocerá el
equivalente a cincuenta (50) salarios mínimos legales mensuales vigentes por
concepto de perjuicios morales, para cada uno.
Teniendo en cuenta que este punto no fue objeto de cuestionamiento alguno por
la parte demandante, la Sala se limitará a actualizar el rubro por lucro cesante
concedido, sin que ello implique en modo alguno la afectación de la garantía de
la no reformatio in pejus.
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN A
I. ANTECEDENTES
1
Folios 120 a 144 del cuaderno del Consejo de Estado.
1. La demanda
2
Fls. 77 a 82 del cuaderno principal.
Agregó que la restricción de la libertad del demandante obedeció a razones
jurídicamente sostenibles en ese momento y que la decisión se ajustó a las
exigencias sustanciales y formales de la ley y no a una actuación indebida.
3.4. Mediante auto del 5 de octubre de 2012, el Tribunal Administrativo del Valle
del Cauca abrió a pruebas el proceso5.
3.5. El 14 de junio de 2013, el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca ordenó
dar traslado para alegar6.
3
Fls. 122 a 137 del cuaderno principal.
4
Fls. 92 a 97 del cuaderno principal.
5
Fls. 104 a 105 del cuaderno principal.
6
Fl. 114 del cuaderno principal.
Para arribar a la anterior decisión, el Tribunal Administrativo de primera instancia
consideró que el señor Carballo Guevara estuvo privado de la libertad en dos
ocasiones como supuesto autor del delito de violación al Estatuto de
Estupefacientes (Ley 30 de 1986); sin embargo, dentro del proceso llevado a
cabo en su contra, no se acreditó con suficiencia su participación en la comisión
del delito imputado.
Indicó que se encontraba conforme con el sentido general del fallo; sin embargo,
manifestó encontrarse en desacuerdo con los siguientes apartes:
- Solicitó que se condenara a las demandadas a pagar, a favor del señor Jaime
Carballo Guevara, el daño a la vida de relación por la detención injusta a la que
fue sometido, en atención a la difusión de su detención en diferentes medios de
comunicación.
Los recursos presentados en los términos expuestos fueron admitidos por auto
calendado el 20 de noviembre de 2014 8. Posteriormente, se corrió traslado a las
partes para que alegaran de conclusión y al Ministerio Público para que, si lo
consideraba pertinente, rindiera concepto de fondo 9, oportunidad en la que la
Fiscalía General de la Nación reiteró los argumentos expuestos a lo largo del
proceso10.
7
Folios. 159 a 163 del cuaderno del Consejo de Estado.
8
Fls. 197 a 198 del cuaderno del Consejo de Estado.
9
Fl. 200 del cuaderno del Consejo de Estado.
10
Fls. 201 a 208 del cuaderno del Consejo de Estado.
El Ministerio Público, luego de hacer un recuento de las pruebas aportadas al
proceso, indicó que en el presente caso se configuró un defectuoso
funcionamiento de la Administración de Justicia, puesto que, en el transcurso del
proceso, se demostró que no existió respaldo probatorio para imponer la medida
de aseguramiento de detención preventiva en contra del demandante.
II. CONSIDERACIONES
11
Fls. 224 a 230 del cuaderno del Consejo de Estado.
anterioridad al presente asunto, situación que, en los términos del artículo 18 de
la Ley 446 de 1998, exigiría su decisión en atención al orden cronológico
respecto del cual pasaron los expedientes al Despacho de la Magistrada
Conductora del presente proceso.
En el presente caso se encuentra que el objeto del debate tiene relación con la
privación injusta de la libertad del señor Jaime Carballo Guevara, tema respecto
del cual la Sección Tercera del Consejo de Estado ha tenido la oportunidad de
pronunciarse en muchas ocasiones, asunto sobre el que ha fijado una
jurisprudencia consolidada y reiterada 12, por lo que, con fundamento en el artículo
16 de la mencionada Ley 1285, la Subsección se encuentra habilitada para
resolver el presente asunto de manera anticipada.
2.- Competencia
12
Al respecto, ver las sentencias del Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, Subsección A, del veintidós (22) de febrero de dos mil diecisiete (2017),
Radicación número: 25000-23-26-000-2009-00395-01 (45733) y Consejo de Estado, Sala de lo
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, del ocho (8) de febrero de dos mil
diecisiete (2017), Radicación número: 66001-23-31-002-2009-00149-01(45669), entre otras.
Al tenor de lo previsto por el artículo 136 del Código Contencioso Administrativo,
la acción de reparación directa debe instaurarse dentro de los dos años contados
a partir del día siguiente al acaecimiento del hecho, a la omisión, a la operación
administrativa y a la ocupación permanente o temporal de inmueble de propiedad
ajena por causa de trabajos públicos o por cualquier otra causa.
Respecto del demandante Jaime Carballo Guevara se tiene que él fue la víctima
directa del daño, razón por la cual está acreditada su legitimación para
comparecer a este proceso.
13
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 14
de febrero de 2002, expediente 13.622, M.P. María Elena Giraldo Gómez, reiterado en sentencia
del 11 de agosto de 2011, expediente 21.801, M.P. Hernán Andrade Rincón. Al respecto puede
consultarse igualmente el auto del Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A del 19 de
julio de 2010, expediente: 37.410, M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
14
Fls. 17 a 38 del cuaderno principal.
15
Fl. 135 del cuaderno de pruebas.
En relación con Nancy Joven Celis, su condición de compañera permanente se
acreditó con los testimonios rendidos por Alexander Páez Anturi, Joany Perdomo
Polanía, María Elcy Bolañoz, Mercedes Rodríguez Pérez, entre otros 16; además,
Edwin Jaime Carballo Joven, Marlon Andrés Carballo Joven, Carlos Alberto
Carballo Joven, Israel Carballo Guamanga, Clara Inés Guevara de Carballo, Wilson
Carballo Guevara, José Antonio Carballo Guevara, Flor Alba Carballo Guevara,
Lucrecia Carballo Guevara, Orlando Carballo Guevara y María Yaneth Carballo
Guevara acreditaron su calidad de hijos, padres y hermanos con los registros
civiles de nacimiento17.
16
Fls. 33 a 50 del cuaderno de pruebas 2B.
17
Fls. 5 a 14 del cuaderno principal.
18
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sala Plena de la Sección Tercera,
Sentencia del 17 de octubre de 2013, exp 23.354. M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
eventos en los cuales se causa al individuo un daño antijurídico aunque el mismo
se derive de la aplicación, dentro del proceso penal respectivo, del principio
universal in dubio pro reo.
19
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia del 4 de diciembre de 2006, exp 13.168; sentencia del 2 de mayo de 2007, exp. 15.463,
reiteradas por esta Subsección en sentencia de mayo 26 de 2011, exp 20.299, M.P. Mauricio
Fajardo Gómez, entre muchas otras.
De conformidad con el conjunto probatorio obrante en el expediente, se
encuentra acreditado lo siguiente:
20
Fl. 206 del cuaderno de pruebas.
21
Fls. 243 a 249 del cuaderno de pruebas.
22
Fls. 267 a 274 del cuaderno de pruebas.
23
Fls. 279 y 280 el cuaderno de pruebas.
24
Fls. 255 a 267 y 280 del cuaderno de pruebas.
aseguramiento, sin beneficio de excarcelación 25, la cual se hizo efectiva el 2 de
septiembre de 200826.
En efecto, considera la Sala que si bien, en principio, se podría afirmar que los
perjuicios ocasionados al señor Carballo Guevara no resultarían indemnizables,
por cuanto la limitación de su libertad obedeció a la existencia de una orden de
captura vigente en su contra, lo cierto es que el proceso penal dentro del cual se
ordenó su captura inicial y todas las demás providencias proferidas dentro del
proceso hasta la resolución que resolvió la situación jurídica del hoy demandante
fueron declaradas nulas por la Fiscalía Tercera Delegada ante el Tribunal
25
Fls. 359 a 365 del cuaderno de pruebas.
26
Fl. 62 del cuaderno de pruebas.
27
Fls. 6 a 22 del cuaderno principal y 272 del cuaderno de pruebas.
28
Fl. 132 del cuaderno de pruebas.
Superior de Buga, en razón de su indebida vinculación, mediante declaratoria de
persona ausente con violación de su derecho de defensa técnica.
En ese orden de ideas, como el daño causado al aquí demandante devino del
adelantamiento de un proceso judicial irregular, de conformidad con la resolución
de la Fiscalía Tercera Delegada ante el Tribunal Superior de Buga, para la Sala,
a la Fiscalía General de la Nación le es atribuible dicho perjuicio, pues fue esta
entidad la que en la fase de investigación profirió las decisiones irregulares que
condujeron a que el aquí demandante fuera vinculado al proceso como persona
ausente sin defensa técnica.
29
“Artículo 356. Emplazamiento para indagatoria. Cuando no hubiere sido posible hacer
comparecer a la persona que debe rendir indagatoria, se le emplazará por edicto que
permanecerá fijado durante cinco días en un lugar visible del despacho. Si vencido este plazo no
hubiere comparecido, se le declarará persona ausente y se le designará defensor de oficio.
“En ningún caso podrá emplazarse a persona que no esté plenamente identificada.
“Si la comparecencia para rendir indagatoria se intenta a través de orden de captura, vencidos
diez días contados a partir de la fecha en que la orden haya sido recibida por las autoridades que
deban ejecutar la aprehensión y no se obtenga respuesta, se procederá conforme a lo previsto en
este artículo” (se destaca).
30
Se precisa que durante la etapa de investigación el Código de Procedimiento Penal vigente era
el contenido en el Decreto Ley 2700 de 1991, más adelante, en la fase de juzgamiento, entró a
regir la Ley 600 de 2000.
31
“(…) el requisito de un procedimiento previo a la declaratoria de persona ausente, pasa por la
ineludible exigencia del funcionario judicial de agotar todos los medios para hacer comparecer al
imputado al proceso (…). Cabe señalar que esta orden ha estado vigente en los códigos de
procedimiento penal que han regido desde la expedición de la Constitución de 1991. Así, el
artículo 330 del Decreto 2700 de 1991 establecía que el Fiscal tenía ‘amplias facultades para
lograr el éxito de la instrucción y asegurar la comparecencia de los autores o partícipes del hecho
punible’. El artículo 356 del mismo decreto sometía la declaratoria de persona ausente a la
imposibilidad del funcionario judicial de hacer comparecer al acusado a la declaratoria. De igual
manera la Ley 600 de 2000, en su artículo 344 dispone que si ordenada la captura, no fuere
posible hacer comparecer al imputado, se procederá a su vinculación mediante declaración de
persona ausente. Recientemente, la Ley 906 de 2004 dispuso en el artículo 127, que ante la
imposibilidad de localizar a quien requiera para formularle la imputación, la solicitud del fiscal para
declarar persona ausente al requerido deberá tener adjunto, ‘los elementos de conocimiento que
demuestren que ha insistido en ubicarlo’. Como complemento de ello el inciso final del mismo
artículo establece que ‘el juez verificará que se hayan agotado mecanismos de búsqueda y
citaciones suficientes y razonables para obtener la comparecencia del procesado”. Corte
Constitucional, sentencia T-799A de 2011. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
y como lo expuso la Fiscalía Tercera Delegada ante el Tribunal Superior de Buga
(se trascribe literal, incluidos los errores si los hay):
32
Fls. 265 a 266 del cuaderno de pruebas.
33
Demanda de inconstitucionalidad contra los artículos 136 (parcial), 313 (parcial), 356, 384
(parcial), 385 (parcial) y 387 (parcial) del Decreto Ley 2700 de 1991 resuelta por la Corte
Constitucional mediante sentencia C-488 de 1996. M.P. Carlos Gaviria Díaz.
“El Estado tiene el deber de comunicar oportunamente a la persona
involucrada la existencia del proceso que cursa en su contra, e
incluso la existencia de la indagación preliminar cuando ésta se
adelante34, y el imputado esté identificado, con el objeto de que
pueda ejercer desde el inicio de la investigación su derecho de
defensa. Para ello, el funcionario judicial competente está obligado a
utilizar todos los medios o instrumentos eficaces de que dispone,
para lograr el objetivo propuesto, como por ejemplo solicitar la ayuda
de la policía judicial, pues procurar la comparecencia del procesado a
la diligencia de indagatoria es, no sólo un derecho de éste, sino un
deber del funcionario instructor. Es por ello que la ley (arts. 375 y 376
C. P. P.35) concede facultades al fiscal para que profiera orden de
captura a fin de lograr que el procesado comparezca a la indagatoria.
34
Original en cita: En sentencia C-412 de 1993, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz, afirmó la Corte
que "El derecho a la presunción de inocencia, que acompaña a toda persona hasta el momento
en que se la condene en virtud de una sentencia en firme (CP. art. 29), se vulnera si no se
comunica oportunamente la existencia de una investigación preliminar a la persona involucrada
en los hechos, de modo que ésta pueda, desde esta etapa, ejercer su derecho de defensa.
35
Original en cita: “El artículo 375 del C. de P.P. confiere facultad al Fiscal para librar orden
escrita de captura para efectos de la indagatoria, "En los procesos por delitos sancionados con
pena de prisión cuyo mínimo sea o exceda de dos años y en los casos previstos en el artículos
397 de este Código"; el artículo 376 consagra la captura para el cumplimiento de la diligencia de
indagatoria cuando el imputado haya sido citado y no comparezca”.
En ese orden de ideas, considera la Sala que la restricción de la libertad del
señor Jaime Carballo Guevara, en esta primera oportunidad, no era una
obligación que se encontraba en el deber jurídico de soportar, pues si bien las
autoridades judiciales debían ejercer las facultades otorgadas por la Constitución
Política y la ley, ello no podía efectuarse al margen del procedimiento fijado para
tal efecto.
Así las cosas, toda vez que de conformidad con la resolución del 23 de enero de
2002, las decisiones que profirió la Fiscalía General de la Nación carecieron del
sustento jurídico correspondiente, circunstancia que llevó a que se declarara la
nulidad de lo actuado por violación a la defensa del señor Carballo Guevara, la
responsabilidad de la entidad le es atribuible es bajo el título de imputación de
falla del servicio, por error jurisdiccional 36.
“La Sala precisa que el concepto de error judicial que traduce en uno
de los supuestos que hace procedente la responsabilidad del Estado
por la actuación de sus jueces, no requiere, para su configuración,
del cumplimiento de los supuestos que propone la Corte
Constitucional para que se dé la vía de hecho. Pero advierte también
que, en un caso dado, el concepto de error judicial que ha definido el
Consejo de Estado, puede estar vinculado a alguna de las
denominadas por la Corte Constitucional - causales de procedibilidad
-, esto es a: un defecto sustantivo, orgánico o procedimental, un
defecto fáctico, un error inducido, una decisión sin motivación, un
desconocimiento del precedente o una violación directa de la
Constitución. Sin que sea dable afirmar que el error judicial
constitutivo de la responsabilidad que aquí se analiza, sólo se
configure en presencia de las hoy llamadas por la Corte ‘Causales de
procedibilidad’.
36
La Jurisprudencia de la Sección Tercera del Consejo de Estado, en forma reiterada, ha
considerado que se está en presencia del título de imputación denominado error jurisdiccional,
cuando se atribuyen falencias en las que se incurre al dictar providencias judiciales por medio de
las cuales se interpreta, se declara o se hace efectivo el derecho subjetivo. En cuanto tiene que
ver con los presupuestos correspondientes, la Sala ha señalado, como requisitos que deben
concurrir para que proceda declarar la responsabilidad patrimonial del Estado con base en el error
judicial, los siguientes: a) que conste en una providencia judicial respecto de la cual se hayan
agotado los recursos ordinarios legalmente procedentes y b) que la providencia sea contraria a
derecho, sin que esto signifique que la contradicción tenga que ser grosera, abiertamente ilegal o
arbitraria. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera,
Subsección A. Sentencia 15 de abril de 2010, exp. 17507. M.P. Mauricio Fajardo Gómez, Consejo
de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A Sentencia 15
de abril de 2015, exp. 30939. M.P. Hernán Andrade Rincón (E).
“Por lo expuesto la Sala reitera lo afirmado en las sentencias
proferidas el 28 de enero de 199937y el 2 de mayo de 200738, en el
entendido de que el error judicial puede configurarse al margen del
concepto de vía de hecho o de las causales de procedibilidad de la
acción de tutela (…).
Adicional a lo anterior, en este caso resulta evidente que, toda vez que la
indebida vinculación al proceso del aquí demandante no obedeció a su
ocultamiento o reticencia, sino que fue la consecuencia de la expedición de unas
providencias contrarias a derecho y sin que este contara con un abogado
defensor, dicha situación, de entrada, descarta cualquier posibilidad de que se
predique la culpa exclusiva de la víctima.
37
Original en cita: Consejero Ponente: Daniel Suárez Hernández; Radicación número: 14399;
Actor: Félix Fabián Fragoso Fonseca.
38
Original en cita: Expediente 15.576; CP: Dr. Mauricio Fajardo. Actor: Ignacio Murillo.
39
Original en cita: Entre tales supuestos y a título meramente enunciativo, pueden considerarse
incluidos los eventos en los cuales se configura una vía de hecho, de la cual pueden constituir
ejemplo no enumeración taxativa algunas de las denominadas “causales especiales de
procedibilidad” de la acción de tutela contra providencias judiciales, tan cuestionablemente
edificadas por la jurisprudencia constitucional.
40
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 5 de
diciembre de 2007, exp. 15128. M.P. Ramiro Saavedra Becerra.
Por tanto, dadas las circunstancias fácticas descritas, forzoso resulta concluir que
el demandante no se encontraba en la obligación de soportar la afectación a su
derecho a la libertad personal, de ahí que el daño a él irrogado se torne en
antijurídico, por la falla del servicio presentada y nazca la correlativa obligación
de reparar en cabeza solo de la Fiscalía General de la Nación, por cuanto en la
etapa investigativa en la que se encontraba el proceso y dentro de la cual se
cometió la irregularidad, no participó ningún funcionario de la Rama Judicial.
Ahora bien, la Sala advierte que el señor Carballo Guevara fue puesto en libertad
el 24 de enero 2002; sin embargo, la Fiscalía Quinta Especializada de
Guadalajara de Buga, dentro del mismo proceso penal por violación de la Ley 30
de 1986, resolvió la situación jurídica del señor Carballo Guevara y le impuso
nuevamente medida de aseguramiento, sin beneficio de excarcelación, la cual se
hizo efectiva el 2 de septiembre de 2008.
“(…).
41
Fls. 103 a 118 del cuaderno de pruebas.
Carballo Guevara obedeció a que el sindicado no cometió el delito, a pesar de
que se haga mención a la duda.
42
De conformidad con los establecido en las órdenes de captura y la boletas de libertad obrantes
en el expediente a folios 61, 132, 255 a 267 y 280 del cuaderno de pruebas.
Carlos Alberto Carballo Joven la suma equivalente a cien (100) S.M.L.M.V. para
cada uno y para Israel Carballo Guamanga, Clara Inés Guevara de Carballo,
Wilson Carballo Guevara, José Antonio Carballo Guevara, Flor Alba Carballo
Guevara, Lucrecia Carballo Guevara, Orlando Carballo Guevara y María Yaneth
Carballo Guevara la suma equivalente a sesenta (60) S.M.L.M.V. para cada uno,
por concepto de perjuicios morales; además, $20’000.000 por concepto de daño
emergente, $90’000.000 por concepto de lucro cesante y $9’000.000 por
concepto de daño a la vida de relación en favor del señor Jaime Carballo
Guevara.
De los valores reconocidos por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, las
entidades demandadas no solicitaron modificación alguna; sin embargo, la parte
demandante solicitó la modificación de los perjuicios morales otorgados a los
familiares del señor Carballo Guevara y que se le concediera la indemnización
por concepto de vida de relación en favor de este último.
En ese sentido, debido a que el señor Jaime Carballo Guevara tuvo una
restricción a su derecho fundamental de la libertad durante 22 meses y 22 días y
se encuentra acreditada la condición para comparecer al proceso que invocó la
señora Nancy Joven Celis, en calidad de compañera permanente; de Edwin
Jaime Carballo Joven, Marlon Andrés Carballo Joven y Carlos Alberto Carballo en
calidad de hijos de la víctima directa y de Israel Carballo Guamanga y Clara Inés
Guevara de Carballo, como padres de la víctima directa, se les reconocerá la
suma equivalente a cien (100) S.M.L.M.V. para cada uno.
44
En sentencia de unificación proferida por la Sección Tercera el 28 de agosto de 2014, No. de
expediente 36.149, se señalaron las cuantías a las que deben ascender las indemnizaciones de
perjuicios morales en caso de privación injusta de la libertad.
45
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencias de: i)
14 de marzo de 2002, M.P. Germán Rodríguez Villamizar, radicación 12076, ii) 23 de septiembre
de 2015, M.P. Hernán Andrade Rincón, radicación 36575; iii) 2 de diciembre de 2015, radicación
37936 y iv) 10 de febrero de 2016, M.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera, radicación 39159,
entre otras.
Sea lo primero manifestar que la Jurisprudencia de esta Sección, siguiendo los
lineamientos planteados en sus sentencias de unificación, se apartó de la
tipología de perjuicio inmaterial denominado perjuicio fisiológico o daño a la vida
en relación, para en su lugar reconocer las categorías de daño a la salud46
(cuando estos provengan de una lesión a la integridad psicofísica de la persona)
y de afectación relevante a bienes o derechos convencional y
constitucionalmente amparados47, estos últimos que se reconocerán siempre y
cuando su concreción se encuentre acreditada dentro del proceso y se precise su
reparación integral, teniendo en cuenta la relevancia del caso y la gravedad de
los hechos.
46
“(…) se recuerda que, desde las sentencias de la Sala Plena de la Sección Tercera de 14 de
septiembre de 2011, exp. 19031 y 38222 (…) se adoptó el criterio según el cual, cuando se
demanda la indemnización de daños inmateriales provenientes de la lesión a la integridad
psicofísica de una persona, ya no es procedente referirse al perjuicio fisiológico o al daño a la vida
de relación o incluso a las alteraciones graves de las condiciones de existencia, sino que es
pertinente hacer referencia a una nueva tipología de perjuicio, denominada daño a la salud (…) la
Sala unifica su jurisprudencia en relación con la indemnización del daño a la salud por
lesiones temporales en el sentido de indicar que, para su tasación, debe establecerse un
parangón con el monto máximo que se otorgaría en caso de lesiones similares a aquellas
objeto de reparación, pero de carácter permanente y, a partir de allí, determinar la
indemnización en función del período durante el cual, de conformidad con el acervo
probatorio, se manifestaron las lesiones a indemnizar (…)” (Se destaca). Consejo de Estado,
Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencias de unificación jurisprudencial
del 28 de agosto de 2014, exp. 28832, M.P. Danilo Rojas Betancourth y exp. 31170. M.P. Enrique
Gil Botero.
47
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencias de
unificación jurisprudencial del 28 de agosto de 2014, exp. 32988 M.P. Ramiro Pazos Guerrero y
exp. 26251. M.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Sin embargo, las afirmaciones realizadas en los testimonios recibidos dentro del
proceso contencioso administrativo no son suficientes para acreditar este
perjuicio en favor de la víctima directa, por cuanto algunos se limitan a indicar, en
relación con la pregunta realizada respecto de si se habían dado a conocer a la
opinión públicas las capturas del señor Carballo Guevara, que “escuché los
comentarios de que había salido por la radio y la televisión”48 y aquellos que
indicaron haberlas escuchado directamente, no hacen referencia ni a la forma en
que se hizo, lo que se dijo o si en realidad hacía referencia a la captura como
supuesto coautor de infringir la Ley 30 de 1986, motivo por el cual, ante la
ausencia de prueba siquiera sumaria que acredite el perjuicio, este será
denegado, como lo hizo el Tribunal en primera instancia.
Teniendo en cuenta que este punto no fue objeto de cuestionamiento alguno por
la parte demandante, la Sala se limitará a actualizar el rubro por lucro cesante
concedido, sin que ello implique en modo alguno la afectación de la garantía de
la no reformatio in pejus. Entonces, la fórmula aplicable es la siguiente:
9. Condena en costas
Dado que para el momento en que se dicta este fallo, el artículo 55 de la Ley 446
de 1998 indica que solo hay lugar a la imposición de costas cuando alguna de las
partes hubiere actuado temerariamente y, en el sub lite, ninguna de ellas actuó
de esa forma, no habrá lugar a imponerlas.
48
Fls. 33 a 38 del cuaderno de pruebas 2B.
49
IPC vigente a la fecha de la presente sentencia (agosto de 2017). Se hace la precisión de que
se toma el IPC de julio, por cuanto a la fecha no se ha publicado el IPC de agosto, habida cuenta
de que tales cifras se publican una vez termine el mes, es decir, por mes vencido.
50
IPC vigente a la fecha de expedición de la sentencia de primera instancia, esto es, 8 de junio de
2011.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, administrando Justicia en nombre
de la República de Colombia y por autoridad de la ley,
F A L L A:
CUARTO: Las condenas se cumplirán en los términos de los artículos 176 a 178
del Código Contencioso Administrativo.