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Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
teoría del capital humano. Para Becker (2003)1 el capital humano es “la in-
versión en dar conocimientos, formación e información a las personas; esta
inversión permite a la gente dar un mayor rendimiento y productividad a la
economía moderna”. Desbrocemos esta definición: el capital humano no es
la cantidad de personas que tiene una organización, de manera que no es lo
mismo “capital humano” que “recursos humanos”, ni tampoco es igual a “do-
tación”. Si a uno le preguntan sobre el capital humano de la empresa no debe-
ría responder por el lado de la cantidad de personas, pues sería un error. “Es
la inversión” dice Becker, lo que se ha invertido en materia de brindar cono-
cimientos, formación e información, eso es el capital humano. La inversión
no es sólo el tránsito de capital, sino también lo que alguien dispone. La dis-
posición propiamente dicha, proveniente de la inversión en formación e in-
formación, eso es capital humano2.
Pero no toda formación e información constituye “capital humano”. Bec-
ker incorpora la idea de la finalidad de dicha inversión: dar mayor rendimien-
to y productividad a la economía. Esto significa que el mismo conocimien-
to debe ser analizado de manera diferenciada para identificar aquél cuerpo
de conocimientos e información que contribuyen al rendimiento y a la pro-
ductividad. Un geólogo con altas calificaciones académicas puede ser fuen-
te de capital humano en una empresa petrolera, pero no necesariamente en
una empresa de desarrollo de software. Es posible que un experto en educa-
ción agregue más valor en un área de capacitación de cualquier empresa, o
en el Estado, en el segmento de Educación, y no en un estudio de abogados.
Y a todo esto debemos agregarle la disposición al aprendizaje de las perso-
nas. El valor del capital humano, por lo tanto, es relativo a la finalidad de las
organizaciones. Lo que es capital humano en un contexto, puede no serlo en
otro. Es cierto que esta idea puede tener sus límites, ya que hay una especie
de inteligencia básica de los individuos que trasciende a su propia especia-
lización y que debe ser añadida a la contabilización del capital humano, sea
cual fuere la empresa, esa es la dimensión del potencial a la que abordare-
mos posteriormente.
1. Sugerimos el siguiente link para conocer los considerandos de su premio Nobel: http://
www.nobelprize.org/nobel_prizes/economics/laureates/1992/press.html
2. La contribución de Becker tiene un lado crítico (Anzorena, 2009) ya que en su Nue-
va Economía de la Familia suponía una familia monogámica y heterosexual, don-
de la mujer está llamada a esta vida a cuidar de las tareas domésticas, que es donde
más valor agrega (dice Becker). Sin duda, la asunción de Becker es el sostén del mo-
delo neoliberal, antifeminista, de alguna manera taylorista en su mirada de la divi-
sión del trabajo y –sin duda- profundamente reaccionario. Mal origen para la teoría
del capital humano.
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CAPITAL HUMANO
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Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
Autores como Becker5, Huselid6 y Ulrich (2002) y Mark Huselid (2005) han
popularizado el concepto en el mundo de los recursos humanos y brindado
una nueva perspectiva a la idea de “capital humano”, y de otras palabras ta-
les como “cultura”, el mundo del management ha tomado prestada la acep-
ción “capital humano” y la adoptó como propia. Repasemos algunos clásicos
y su uso de la idea.
Thomas A. Stewart (1998), ejecutivo de la Booz & Co. y durante varios años
director de la Harvard Business Review describe la manera en la que el “traba-
jo intelectual” moldea la era de la información y también la creciente impor-
tancia de los aspectos intangibles que suman a la hora de determinar el valor
de las empresas. La distribución de los intangibles son como un “mapa del te-
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CAPITAL HUMANO
soro”. Dichos activos deben ser conservados, lo que da lugar a razonar sobre
la lógica de la “gestión del conocimiento”, un conocimiento que debe ser cla-
sificado y envasado. Stewart señala que el “capital humano” es la fuente de la
innovación y la renovación de las empresas. Leyendo atentamente el capítulo
sobre capital humano, es claro, que no es lo mismo que hablar de “personas”.
El capital humano se halla en las personas que son difíciles de reemplazar y
que tienen un alto valor añadido. Por eso señala Stewart que el “capital hu-
mano” es creado constantemente, ya que es un producto de la inversión que
una organización realiza en términos de conocimientos y destrezas.
A partir de sus investigaciones en la Harvard University, Robert Kaplan y
David Norton (2004) hacen una conexión entre “capital humano” y el proce-
so de creación de valor para los accionistas, expresado de manera gráfica en
un mapa estratégico. La vieja perspectiva de aprendizaje y crecimiento del
balanced scorecard se transforma aquí en la dimensión de los activos intan-
gibles (en contraposición a los activos tangibles de la perspectiva financie-
ra) donde el capital humano es uno de los componentes. Los otros dos son el
capital informativo y el capital organizativo. A la hora de dimensionar el ca-
pital humano, se incluye aquí la disposición de habilidades, talento y know-
how para realizar las actividades requeridas por la estrategia. Los autores dis-
tinguen al “capital organizativo” dentro de los intangibles como aquéllos que
incluyen a la dimensión cultural, el liderazgo (disponibilidad de líderes cali-
ficados, no las calificaciones en sí, ya que éstas están en el capital humano),
el alineamiento estructural y el trabajo en equipo (no la capacidad, que está
en el capital humano, sino la disposición estructural que permita el trabajo
en equipo propiamente dicho). A partir de una lectura crítica, diríamos que
los límites entre “capital humano” y “capital organizativo” son difusos y com-
plican el análisis, de manera que sería preferible no distinguirlos y constituir
una dimensión cualitativa que los integre.
El experto en management y profesor de la University of Southern Califor-
nia Marshall School of Business, Edward Lawler III (2008), dedica un capítu-
lo de uno de sus últimos libros a la cuestión del capital humano, proponien-
do un modelo de organización “H-C centric” (centrada en el capital huma-
no), que caracteriza a las organizaciones, donde:
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CAPITAL HUMANO
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Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
capital. De algún modo se podría decir que es capital en tanto que es medible,
a pesar de que sea intangible. Desde Peter Drucker, en los años cincuenta, has-
ta nuestros días, se ha dicho que lo que no se puede medir no se puede contro-
lar. Entonces medir el capital humano es la base para su propio control.
¿Cómo, pues, se podría medir el capital humano? Para algunos, será sólo
cuestión de determinar el headcount (dotación), pero sería un simplismo, por-
que supondría identificar al “capital humano” con la dotación. Tomarle un exa-
men a cada empleado acerca de cuánto sabe y conoce acerca de los temas crí-
ticos del negocio, también, podría ser un reduccionismo, si bien estaríamos
acercándonos un poco más al objeto de estudio, ya que quedarían afuera al-
gunas variables centrales asociadas con la capacidad de absorción (aprendi-
zaje), las experiencias no procesadas, pero que se encuentran “latentes” y, por
supuesto, el nivel de liderazgo presente y el potencial de los empleados.
La problemática en sí, de la medición, tiene muchos componentes de la
misma discusión referida a la pertinencia de referirnos a “capital” y a “hu-
mano”. “Medir” es asignar valores a un objeto, dicho de otro modo, es com-
parar nuestro objeto de medición con una escala que nos remita a unos cri-
terios que determinen el carácter de la medición (por ejemplo, con respecto
a peso, podemos utilizar una escala en gramos o kilos; con respecto a altura,
una escala en centímetros o metros; y también podemos hablar de una esca-
la de costos, de una escala de valores o precios; etc.).
Las mediciones son aproximaciones a la realidad, pero no son la realidad
misma8. Cualquier medición supone una hipótesis, una teorización. Decía-
mos, anteriormente, que, por muchos años, no se había observado nunca un
átomo, aunque ya se habían hecho explotar una gran cantidad de bombas
atómicas9. La medición es la aplicación de un criterio de recorte y segmen-
tación que permite dimensionar aquello que queremos medir. Cuando uno
mide algo, de alguna manera, procura controlarlo por vía de la definición. Por
ejemplo, la vieja discusión que planteó el investigador de la Universidad de
Michigan y experto en culturas organizacionales Daniel Denison (1992) acer-
ca de si es posible medir la cultura de una empresa10 a partir de una encues-
ta de clima, marca claramente la pauta de que las mediciones son hipótesis
teóricas que nos aproximan a la medición de un concepto. En todo caso po-
dríamos hablar de grados de validez.
8. No existe “1 gramo”, sino que lo que existe es un cuerpo que –medido- puede pesar 1
gramo aplicándole un instrumento denominado balanza. Lo que tiene vida propia es
el cuerpo que se mide, a lo sumo podríamos otorgarle carácter sustantivo a la balanza,
pero la unidad de medida es un constructo.
9. Incluso se nos dice que recién en 2009 pudo fotografiarse un átomo y una molécula:
http://www.muyinteresante.es/ipuede-fotografiarse-un-atomo
10. En categorías de Joanne Martin, Daniel Denison es un representante del paradigma in-
tegracionista de la cultura organizacional.
72
ejemplo,
experto enlaculturas
vieja discusión
organizacionalesque planteó Daniel el Denison
investigador (1992) deacerca
la Universidad
de si es posiblede Michiga
medi
expertodeenuna
cultura culturas
empresa organizacionales
59
a partir de una Daniel Denison
encuesta de (1992)
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claramente med
la pauta
59
cultura
que de una empresa
las mediciones a partirteóricas
son hipótesis de unaque encuesta de clima,amarca
nos aproximan la mediciónclaramente de unlaconcep
paut
CAPITAL HUMANO
Eque las caso
n todo mediciones
podríamos son hablar
hipótesis de teóricas
grados de que nos aproximan a la medición de un conce
validez.
En todo caso podríamos hablar de grados de validez.
El célebre
El célebre sociólogo
sociólogo suecosueco
de la dedécada
la década deldel sesenta
sesenta y por
y por entonces
entonces profesorde la Colum
profesor
Eldecélebre
la Columbia
University, sociólogo University,
Hans Zetterberg sueco de Hans Zetterberg
la década
(1981), (1981),
en los inspirado
del sesenta
inspirado deenmedición
y por entonces
trabajos losprofesor
trabajos de de la Colum
actitudes d
de medición
University, Hansde actitudes de la década anterior del psicólogo americano Lo-
década anterior delZetterberg
psicólogo(1981), americano inspirado
LouisenGuttman los trabajos (clásicode medición
por la famosa de actitudes
“Escalad
uis Guttman
década anterior (clásico por la famosa “Escala
delelpsicólogo de Guttman”), planteó el concep-
Guttman”), planteó conceptoamericano
de “validez”, Louis Guttman (clásico
entendiéndolo como por la famosa “Escal
la correspondencia en
to de “validez”, entendiéndolo como la correspondencia entre un indicador
Guttman”),
unyindicador planteó
y su el concepto
definición. La de “validez”,
plena identific entendiéndolo
ación entre un como la
indicador correspondencia
y lo que se quie
su definición. La plena identificación entre un indicador y lo que se quiere
mun
edirindicador
medir supondrá,
supondrá,
y su definición.
entonces,
entonces,
La plena
la validez
la validez
identificación entre un indicador y lo que se qu
perfecta.
perfecta.
medir supondrá, entonces, la validez perfecta.
Por ejemplo, si medimos la satisfacción de los empleados de una empresa
Pora través
ejemplo, de unasi medimos
encuestalay el satisfacción
dato obtenido de los empleados
es que existe un dealtounagrado
empresa de sa- a través de
Por
tisfacción, pero los datos, tanto de desempeño como de ausentismo, son al-alos
ejemplo,
encuesta y el si
dato medimos
obtenido laessatisfacción
que existe de
un los
alto empleados
grado de de una
satisfacción, empresapero través
datos,deta
encuesta
detos,
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es posiblecomo obtenido
que ladeencuesta, es
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son un alto grado
altos, esconsiderándola
indicador, de satisfacción,
posible que la encuesta, como única pero los datos,
como indicad t
defuente,
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grado no desontenga altos,
validez, elya esque
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“algo” la encuesta,
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registrar. Zetterberg única
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provee no provee
el ejemplo tenga delelel más
ejemplo
individuo alto que
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individuo aque
una ya que “algo
responde a
encuesta en la pregunta “estoy satisfecho de la ventilación en mi lugar de trabajo” y qua
está perdiendo
encuesta en la de registrar.
pregunta Zetterberg
“estoy satisfecho provee
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indicador
satisfacción trabajo” y qu
con el traba
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satisfacción la mera
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trabajo. a
Por esta
ello pregunta
es que como
Zetterberg
Por ello es que Zetterberg propone minimizar los efectos de los errores o problemas indicador
propone de satisfacción
minimizar los con el trab
Por ello
efectos es
de que
los Zetterberg
errores o propone
problemas de minimizar
validez los
mediante
validez mediante el uso de varios indicadores para formar un índice. Veamos el siguie efectos
el uso de de los errores
varios indi- o problema
cadores
evalidez
jemplo: me para
dianteformar
el usoun de
índice.
varios Veamos el siguiente
indicadores para ejemplo:
formar un índice. Veamos el sigui
ejemplo:
Si lo que queremos medir es esta área rayada, el
Simayor
lo quegradoqueremos medir es esta área rayada, el mayor grado
de validez posible se logra cuando los
Si lo que
validez queremos
posible se medir
logra es estalosárea
cuando rayada, el mayor
instrumentos grad
instrumentos de medición y las variables que es-de medició
validez
las posible
variables se logra cuando los instrumentos de medició
cojamos nosque escojamos
permitan medirnos permitan medir
exactamente lo queexactamente
Lo que quiero las
que variables
queremos que
medir. escojamos
Al ajuste
queremos medir. Al ajuste entre lo que se quiere nos permitan
entre lo que medir
se quiere exactament
medir y
Lo medir
que quiero que
que queremos
medimos medir.
realmente Al ajuste
lo
medir y lo que medimos realmente lo podemos de- entre
podemos lo que
denominar se quiere medir
“validez”.
medir que
ejemplo, medimos
nominarsi“validez”. realmente
lo que queremos
Por ejemplo,lo podemos
medir denominar
es elqueremos
si lo que “validez”.
capital humano de
ejemplo,
organización
medir es el si capital
loy que queremos
lo hacemos
humano demedir
por es número
el capital
vía organización
una del deyhumano
empleados de
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selo hacemos
entiende por y
quelo hacemos
el número
vía del por vía
“capital dehumano” del
empleados,númeroessi se de empleado
el conjunto
conocimientos,
entiende que elhabilidades
“capital humano”sey experiencias
entiende queque
es el conjunto elde la“capital
empresahumano”
conocimientos, dispone, eses el
habilida- conjunto
posible que
dconocimientos,
imensión escogida
des y experiencias habilidades
para
que la y experiencias
la medición
empresa sea (y dees
dispone, que
hecho la loempresa
posible es) dispone, ees-
queinsuficiente.
la dimensión s posible qu
dimensión
cogida para escogida
la mediciónpara la seamedición
(y de hecho sea lo (y es)
de insuficiente.
hecho lo es) insuficiente.
Nótese que la dotación, en todo caso, podría llegar a ser
Nóteseque
Nótese
pequeña que la la dotación,
dimensión dotación,
del área enentodo
atodo caso,
medir, podría
caso,
que llegar
podría
denominamos llegar a “capser
a ser
pequeña una pequeña
dimensión dimensión
del área adel
humano”. Habrá un menor grado de validez mientras que área
medir, a medir,
que que
denominamos “ca
denominamos
humano”. Habrá “capital humano”. Habrá un menor
Lo que
quiero Lo segmentos del áreaundemenor lo quegrado se quierede validez
medirmientras
sin cubrir que
Lo que grado
segmentos de validez
del áreamientras
de lo queden
que se segmentos
quiere medir del sin cubrir
medir
quiero
que
Lo nuestras técnicas de medición.
área de lo que se quiere medir sin cubrir con nues-
Esto significa que, si empleam
medí
que nuestras
varias técnicas
técnicas de medición. Esto
demedición.
aproximación, significa
estaremos que, si emplea
que,mejorando la vali
medir
medí tras técnicas de Esto significa si em-
varias
de la técnicas dehasta
medición, aproximación,
el punto estaremos
en que nos mejorando
sea la val
técnicame
pleamos varias técnicas de aproximación, estare-
de la
posible. medición,
Quizás ocurra,
mos mejorando hasta
la validez el punto
posiblemente, en
de la medición, que
que nuncanos
hasta el sea técnicam
lleguemos a
posible.
punto en Quizás
que nos ocurra, posiblemente,posible.
sea técnicamente que nunca Qui-lleguemos a
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En categorías de Joanne Martin, Daniel Denison es un representante del paradigma integracionista de la
59
cultura organizacional.
En categorías de Joanne Martin, Daniel Denison es un representante del paradigma integracionista de la
cultura organizacional. 73
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
Vigilar y Diferenciar / Hugo Ojeda
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zás ocurra, posiblemente, que nunca lleguemos a una validez 100%, pero al
menos podremos acercarnos a partir de escoger buenas dimensiones de me-
validez
dición: 100%, pero al menos podremos acercarnos a partir de escoger buenas
de medición:
Si escogiésemos buenas métricas, deberíamos
Siestarescogiésemos
en condiciones debuenas métricas,
acercarnos, al menos dedeberíamo
condiciones de acercarnos, al menos de de
manera aceptable, a una buena medición manera ace
nuestro objeto de estudio. Incluso, aunque se
buena medición de nuestro objeto de estudio. Inclus
superpongan algunas medidas, siempre será
superpongan
mejor que dejaralgunas medidas,
grandes espacios siempre
en blanco del será mejo
grandes espaciosA esto
ámbito a analizar. en denominamos
blanco del “aproxi-
ámbito a anali
denominamos “aproximación
mación multifuente”, multifuente”,
ya que, desde diversos án- ya
diversos ángulos, se procura medir ese comp
gulos, se procura medir ese complejo mundo in-
tangible del capital humano.
intangible del capital humano.
Jac Fitz-enz (2000) ensaya un intento de medir el capital humano. Durante
Jac
añosFitz-enz (2000)enensaya
se ha destacado el ámbito undeintento de medir
las métricas el capital
de las prácticas humano. Durante
de recursos
destacado
humanos. en el ámbito
Su libro The ROIdeoflas métricas
human delelas
capital prácticas
dedica de recursos
un capítulo a la pro-humanos.
ROI of human capital le dedica un capítulo a la problemáticadedelasla medició
blemática de la medición del capital humano. La medición ha sido una
cuestiones
humano. Lanodales en management.
medición ha sido una Losdeaños
lasnoventa, posiblemente
cuestiones nodalesdesde
en manageme
The Balanced Scorecard de Norton y Kaplan, han puesto un fuerte acento en
noventa, posiblemente desde The Balanced Scorecard de
la medición. Fitz-enz propone el cálculo del ROI (retorno sobre la inversión)
Norton y Kaplan, h
fuerte acento
del capital en laPartiendo
humano. medición. Fitz-enzdepropone
de la premisa el cálculohuma-
que el conocimiento del ROI (reto
inversión)
no no tienedelvalorcapital humano.hasta
organizacional Partiendo
que node la premisa
es aplicado desituación
a una que el conocimiento
de
tiene valor
negocio, organizacional
Fitz-enz hasta quedeno
arriba a la conclusión queesel aplicado a una por
punto de medida situación
anto- de nego
nomasia
arriba a laesconclusión
la contribución
de delquecapital
el puntohumano. La idea clave
de medida es medir más es la con
por antonomasia
los efectos que el fenómeno mismo: el caso de Goldman Sachs, que señalá-
capital humano. La idea clave es medir más los efectos que el fenómeno mism
bamos anteriormente, es un ejemplo al respecto. Por el método de la sustrac-
Goldman Sachs,
ción se puede que señalábamos
determinar anteriormente,
el valor del capital humano. es un ejemplo al respecto. P
de laUlrich,
sustracción se puede determinar el valor del capital
Becker y Huselid (2002) plantearon seis principios humano.
claves para la me-
dición del desempeño del capital humano en una organización. Estos prin-
Ulrich, Becker
cipios, sin duda, y Huselid
ayudan (2002)
a la hora plantearonaspectos
de determinar seis principios claves para la m
a tener en cuenta
en la medición. Así, siguiendo la lógica de Fitz-enz, proponen poner un foco
desempeño del capital humano en una organización. Estos principios, sin duda
prioritario en el impacto estratégico del capital humano11 (lo denominan prin-
hora
cipio número uno). Esos seis principios son los siguientes: medición. Así, siguiendo
de determinar aspectos a tener en cuenta en la
Fitz-enz, proponen poner un foco prioritario en el impacto estratégico del capi
(lo denominan principio
1. Enfocarse número
en el impacto uno). Esos
estratégico seis
del principios
capital humanoson
: selos siguientes:
refie-
ren aquí a que los esfuerzos de inversión deben verse reflejados en las
1. Enfocarse en el impacto estratégico del capital humano: se refieren aq
esfuerzos
11. Recordemos aquí lode
queinversión debendelverse
señalábamos acerca carácter reflejados
instrumental deen las variaciones
la ideología
del management.
productivas de desempeño y de resultados en general. Esto sign
priorización de temas de capital humano, en una empresa, es para que a
realmente mejor y no sólo 74 para que se diga que es una empresa orientad
es decir, una explicitación del carácter instrumental del énfasis en el fa
Celebramos esta clarificación de la razón instrumental, que le brinda
CAPITAL HUMANO
2. Cuidado con la “alquimia” del capital humano: Casi como una ló-
gica consecuencia del punto anterior, la gestión del capital humano
debe verse correspondida por un sistema de Recursos Humanos que
esté alineado a esta lógica, y que el sistema de medición de desempe-
ño dé cuenta de ella. A esto podemos denominar “alineamiento”. En
otros textos los autores plantean dos tipos de alineamiento posibles:
el alineamiento vertical, que se refiere a la correspondencia entre la
práctica funcional de un área con respecto a la estrategia, y el alinea-
miento horizontal se refiere a la convergencia sinérgica de prácticas
(transversalidad y trabajo en equipo), que permite que todas las áreas
trabajen, de manera coordinada, para la consecución de la estrategia
de la organización.
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Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
76
CAPITAL HUMANO
Desempeño
Potencial Liderazgo
Capacidades
clave
Clima,
satisfacción Semillero y
y cobertura
compromiso
Ajuste de
cultura y
estrategia
77
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
tas capacidades, entonces es posible que las capacidades instaladas vayan ex-
tinguiéndose de manera paulatina. Finalmente, una organización sin semi-
llero y con los puestos críticos expuestos a un peligro latente de quedar des-
cubiertos, puede estar indicando que es una empresa desbalanceada, donde
hay muchos talentos, pero no están exactamente relacionados con los pues-
tos críticos a ser cubiertos.
De todo esto, que problematizamos, se refiere el capital humano, que es
una evidente función de factores individuales y organizacionales. Por ello es
que propondremos aquí un modelo provisorio y preliminar. De acuerdo a lo
que presentamos, el capital humano tiene dos componentes fundamenta-
les, por un lado, una dimensión individual, que incluye el nivel en el que las
capacidades clave del negocio están instaladas en las personas de la organi-
zación, el desempeño de los empleados, de manera específica las capacida-
des de liderazgo que permiten la consecución de la estrategia, y el potencial
de los individuos para asumir roles de mayor complejidad que acompañen
el crecimiento de la compañía.
Por otro lado, la dimensión organizacional atiende a las características co-
lectivas de la empresa. El clima, la satisfacción y el compromiso dan cuen-
ta de la percepción que tienen los empleados sobre la organización y tam-
bién sus sentimientos frente al puesto y su configuración. Es una dimensión
importante porque el nivel de compromiso es una disposición esencial para
predecir el éxito de la organización12. El ajuste de cultura y estrategia descri-
be la interface entre los aspectos cualitativos de la organización, manifesta-
dos en los artefactos y valores de la empresa con respecto a la estrategia. Fi-
nalmente, el semillero y cobertura (bench strength13) explican el nivel de for-
taleza y prospectiva de la organización. De alguna forma previenen el nivel
de vulnerabilidad organizacional.
El que identifiquemos dos dimensiones (individual y organizacional) no
debe llamarnos a error en cuanto a que estemos ante una especie de falacia
del nivel equivocado (Galtung 1978). La idea de “capital humano” es poliédri-
ca, como decíamos anteriormente y no se limita a las características de las
personas, sino a aspectos humanos enclavados en las variables de la dimen-
sión organizacional tales como la cultura (entendida en términos plurales),
la estrategia, la estructura y el clima organizacional. Nótese aquí que no nos
referimos a la medición químicamente pura de la cultura de una organiza-
12. La literatura que propone una relación positiva entre clima y resultados es amplia, y ha
sido objeto de análisis sistemáticos a partir de Denison (1992) y un listado exhaustivo
de investigadores provisto por Ashkanasy, Wilderom y Peterson (2011).
13. Al respecto recomendamos el texto de William Rothwell (2005) quien desarrolla la mé-
trica del bench strength.
78
CAPITAL HUMANO
14. Esto significa que el diagnóstico cultural per se no tiene significancia si no se lo cruza
con lo que la estrategia requiere. Un valor alto sólo en orientación a las personas nada
suma al valor del capital humano si no se lo relaciona con la prioridad estratégica, que
podría estar orientándose hacia otros rumbos. De manera que similares configuracio-
nes culturales pueden aportar diferentes valores de capital humano con diferentes es-
trategias.
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Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
80
CAPITAL HUMANO
15. Uno de los problemas del benchmarking es la cuestión política detrás de los rankings.
Cuando las técnicas de medición son variadas se torna complicado hacer comparable
medidas donde se aplicaron herramientas con diferentes criterios y premisas. Los in-
tereses organizacionales pueden sesgar y afectar la validez de las mediciones. No es lo
mismo una encuesta que apunta a un ranking público que una técnica que sumará a
un índice donde la empresa se compara consigo misma. Al respecto, dos renombrados
socios de Booz & Co. Paul Leinwand y Cesare Mainardi (2010) señalan que el benchmar-
king sólo indica que falta una estrategia, que distorsiona la verdadera naturaleza de la
ventaja competitiva, desestimula la diferenciación, estimula la complacencia y distrae
recursos valiosos.
81
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
Una prueba ácida del modelo, en tanto que opera la idea de capital huma-
no en todas las dimensiones que señalábamos anteriormente, es la que po-
demos apreciar en el clásico artículo de Dave Ulrich (1998) en la Sloan Ma-
nagement Review acerca de las estrategias de incremento del capital huma-
no. El autor propone allí cinco estrategias genéricas:
• Comprar.
• Desarrollar.
• Alquilar.
• Eliminar.
• Retener.
82
CAPITAL HUMANO
16. Al respecto sugerimos la lectura del clásico texto de Peter Capelli Talent on Demand
(2008) que discute el dilema make vs buy (hacer-desarrollar versus comprar), donde
plantea el problema que entraña el exceso de talentos en una organización.
83
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
1. Capacidades clave
84
CAPITAL HUMANO
2. Desempeño
85
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
86
CAPITAL HUMANO
3. Liderazgo
17. La conexión entre liderazgo y resultados es una relación importante a trabajar (Ulrich
et al., 1999), pero no debería conllevar a un intento de estandarizar “estilos” exitosos,
como si fuera una fórmula química. Solo para ejemplificar, habría que releer la biogra-
fía de Steve Jobs.
87
Hugo Ojeda | Vigilar y diferenciar
pecto, pero como bien indican algunos expertos en liderazgo (George et al.,
2011), afortunadamente, no permitieron producir un perfil claramente defi-
nido del “líder ideal”, ya que dicho estereotipo hubiera llevado a millones de
individuos a tratar de imitar este perfil.
Con respecto a esto, nuestro punto de vista en cuanto al liderazgo es que
se refiere no sólo a la capacidad de movilización de la gente sino también a la
guía y dirección para el negocio integral.
Una cuestión técnica aquí remite a la estrategia de medición. Hay aspec-
tos donde las técnicas up-ward (evaluaciones “hacia arriba”) en la que los
empleados dan su punto de vista, como es el caso de los feedback 360°, pue-
den ser consideradas con alta validez. Pero aquéllas donde se miden capa-
cidades de nivel estratégico, relacionadas con la gestión de la cultura, la ges-
tión del cambio, la capacidad de ejecución y demás competencias de lide-
razgo donde la mirada no es de abajo hacia arriba sino que son vistas “desde
arriba”, requerirán otro tipo de técnicas, donde evaluadores ubicados en po-
siciones estratégicas brinden su punto de vista. Un error que hemos visto en
muchas técnicas es la evaluación de capacidades estratégicas considerando
únicamente el punto de vista de los seguidores o reportes directos, siendo que
éstos, posiblemente, no tengan el horizonte de visión necesario como para
evaluar la capacidad estratégica y visionaria de su jefe (sólo por una cuestión
de perspectiva).
La medición del liderazgo, por lo tanto, puede realizarse a partir de la me-
dición de cada factor de liderazgo (a la manera de un modelo de competen-
cias) y graduarlos en una escala de nivel intervalar u ordinal.
4. Potencial
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18. Al respecto será importante señalar que nuestro punto de vista acerca de la cultura or-
ganizacional es plural, lo que en términos de Martin (2002) equivaldría a estar a me-
dio camino entre el paradigma de la diferenciación y el de la fragmentación. A los efec-
tos estratégicos y a modo de instrumento teórico para la toma de decisiones, será im-
portante una definición integracionista de la cultura, pero en términos diagnósticos, al
momento de encontrarnos con la realidad, lo que encontraremos serán, sin duda, frag-
mentos y configuraciones dispersas de consensos culturales. Esto es lo que hace que el
desafío de cambio cultural resulte significativo y complejo.
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pación de las empresas por tener definida una estrategia que oriente las de-
cisiones clave que se adoptan para alcanzar, no sólo los resultados, sino tam-
bién cumplir con la misión y la visión de la organización.
Una de las cuestiones críticas para facilitar (o impulsar) la consecución de
la estrategia es que el entramado de ideas, prácticas, perspectivas y valores dé
cuenta y sea funcional a la estrategia. Es importante aclarar que la estrategia
debe ser el acto primero y luego definir qué cultura organizacional será fun-
cional y facilitará el logro de dicha estrategia.
Cuando existen desajustes entre la visión estratégica y la configuración cul-
tural existente en una organización (tal como se nos manifiesta en un diag-
nóstico, de manera plural, diversa, compleja y heterogénea), comienzan a ma-
nifestarse resistencias y obstáculos. Imaginemos una estrategia agresiva y de
vigorosa orientación a resultados, en el marco de un entramado cultural ca-
racterizado por trazos burocráticos, conservadores y resistentes al cambio, se-
ría como el agua y el aceite. La idea es determinar el signo cultural que la es-
trategia requiere y luego preguntarse cuán alineada está la cultura a dicha es-
trategia. Nótese, aquí, que el alineamiento debe ser de la cultura, no de la es-
trategia. Un error que advertimos en muchas organizaciones es que se bus-
ca alinear la estrategia a la cultura existente (debido al rasgo homeostático de
la organización), como si la cultura fuera lo inmodificable, aquello que debe
respetarse y a lo que, todo lo demás, debe ajustarse. Una organización orien-
tada a su visión revisa todos sus componentes sistémicos (incluso la cultura)
para luego alinearse al rumbo estratégico que ha definido.
En términos concretos, el alineamiento de la cultura existente (tal como
se configura en una organización) supone el cambio cultural. De hecho, “ali-
neamiento” incluye una dimensión de “cambio”, ya que al alinear algo se está
cambiando. Cuando se identifican áreas no estabilizadas o desalineadas entre
las culturas existentes y la estrategia definida, las acciones para generar co-
herencia estratégica en la configuración cultural son, de hecho, acciones de
cambio. Y, como todo cambio, debe ser planificado y, siendo una dimensión
cultural, debe pensarse que los cambios efectivos han de ser integrales y ho-
lísticos porque “todo es cultura”, es decir, lo que se dice, lo que se hace, lo que
se escribe, lo que se decide, cómo nos relacionamos, la manera en que lide-
ramos, la manera en que contratamos y la manera en que despedimos.
La medición de esta variable es más subjetiva, requerirá la participación de
los principales operadores de una organización y analizar con ellos, factor por
factor estratégico, cómo están correlacionados con cada aspecto de la confi-
guración cultural de la organización (lo cual es entendible suponer un traba-
jo previo de medición cualitativa). El ajuste podría ser medido en términos
de la precisión del mismo en una escala intervalar o, quizás, de manera más
operativa, directamente, en una escala ordinal (alto-medio-bajo).
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