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Las pruebas eléctricas pulpares han sido utilizadas por más de un siglo y
continúan en la práctica dental cotidiana en todo el mundo. El diagnóstico sobre la
salud pulpar y el dolor dental relacionado con la pulpa, es problemático y puede
llevar a dificultades en la planeación del tratamiento. Aún más, la profesión dental
todavía está en búsqueda de un método simple y confiable para diagnosticar las
enfermedades de la pulpa dental.
Un método ideal para probar la pulpa requiere ofrecer una manera simple,
objetiva, estandarizada, reproducible, no dolorosa, no dañina, exacta y económica
y ser capaz de valorar la condición del tejido pulpar. Las pruebas pulpares también
son definidas como pruebas de sensibilidad, puesto que valoran si es que hay
respuesta a un estímulo. La "vitalidad pulpar" se refiere a la circulación sanguínea
que ni las pruebas térmicas ni las eléctricas pueden confirmar. Cuando se trata de
diagnosticar la salud pulpar puede venir a través de buenas radiografías, pruebas
de circulación sanguínea como la flujometría láser si es posible, preparación
cavitaria y pruebas anestésicas. Sin embargo, ninguna de las pruebas pulpares
actuales reúne todos los requisitos.