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LA LITERATURA DEL SIGLO XVI: EL RENACIMIENTO

1. Contexto sociohistórico

El siglo XVI es un siglo “dividido en dos”:

 Durante el reinado de Carlos I (1516-1556): periodo de esplendor político y


cultural. Intercambios con territorios del Imperio y relaciones con Italia.
Prosperidad de la economía gracias a esto y al oro y la plata procedentes de
América Incipiente industria.
 El reinado de Felipe II (1556-1598) se caracterizó por el aislamiento de
España para evitar que se contaminara con las ideas protestantes de
Europa. Dificultades económicas. Las guerras y emigración a América
aumentaron la despoblación, y el oro se emplea para pagar deudas contraídas
por las guerras en Europa.

Se llama Renacimiento al movimiento estético que abarcó los últimos años del siglo
XV y todo el siglo XVI. Los renacentistas se inspiraron en la antigua cultura grecolatina
para renovar el pensamiento y la estética medievales. Su estilo es equilibrado y
armónico. Crece el interés por el hombre (=el ser humano), por eso a la corriente
ideológica que impregnó toda la actividad intelectual y artística del momento se le
llamó Humanismo.

Los principios del Humanismo son los siguientes:

 Antropocentrismo frente a teocentrismo. El hombre es el centro del


pensamiento y del arte.

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 Optimismo y confianza en la razón. Aunque seguían siendo muy religiosos,
confiaban en la razón para conocer el mundo (ciencia, experimentación).
 Interés por la lengua, el latín y el griego. Querían acceder al pensamiento
grecolatino de forma directa, sin la “contaminación” de traducciones. Leen a
Homero o a Virgilio en su lengua.

2. Rasgos de la literatura renacentista


2.1. Lengua literaria
Durante la primera mitad del siglo, el ideal lingüístico aspiraba a conseguir una
lengua hermosa, sencilla y clara, huyendo de la acumulación de sinónimos y de los
artificios cortesanos del siglo anterior (la poesía de cancionero). Decía Juan de Valdés
en su Diálogo de la lengua: “Escribo como hablo, [...] y dígolo cuanto más llanamente
me es posible porque, a mi entender, en ninguna lengua está bien la afectación.”

Durante la segunda mitad del siglo XVI, el lenguaje literario evoluciona hacia una
búsqueda de la belleza por encima de la claridad o de la sencillez. En estos años
prevalece la belleza del lenguaje frente al contenido, anticipando el Barroco. Fray Luis
de León explicaba: “Y mira el sonido dellas, y aun cuenta a veces las letras, y las pesa
y las mide y las compone para que, no solamente digan con claridad lo que quiere
decir, sino también con armonía y dulzura.”

2.2. Temas literarios


2.2.1. El amor. Puede dirigirse hacia la amada o hacia Dios:

 El amor a la amada. Se concibe desde un punto de vista


neoplatónico, según el cual la unión espiritual de los amantes era
superior al goce físico, porque al ser el amor un sentimiento infinito,

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solo podía alcanzar su plenitud en la unión de dos espíritus,
igualmente infinitos.
 El amor a Dios. Se produce una renovación religiosa que invita a la
experiencia personal de la oración. Surge la mística, que intentaba
describir el goce del alma al ponerse en contacto con Dios. A mundo
se describía este proceso con imágenes del amor erótico pero “a lo
divino”.

Las influencias que llevan a esta concepción del amor en el Renacimiento son
básicamente Platón y Petrarca:

 El neoplatonismo que dice que la unión espiritual entre los amantes es


superior a la física se basa en las ideas de Platón: que existe un mundo de
ideas (más perfecto) y otro material, terrenal (menos perfecto), y que el
amor es una virtud de la razón que nos hace mejores.
 El Cancionero de Petrarca se convirtió en el modelo de la lírica amorosa.
En sus sonetos a Laura (su amor platónico), analizaba en profundidad los
distintos sentimientos por los que pasa el alma enamorada: alegría, dolor,
angustia o resignación.

2.2.2. La naturaleza

La naturaleza aparece siempre idealizada y en perfecta armonía. El escritor hace


uso de todos los medios sensoriales para describirla: olores, colores, sonidos... Se
trata de utilizar el lenguaje como el pintor usa los colores y las formas.

2.2.3. La mitología

Vuelven los dioses paganos como referencia cultural o como protagonistas de las
obras literarias. Los personajes mitológicos son frecuentemente símbolos que
reflejan los sentimientos o ideas del inconsciente colectivo.

2.3. Innovaciones poéticas

 Se busca la autenticidad, a diferencia de la poesía cortesana anterior.


 En lugar del octosílabo tradicional, utilizan el endecasílabo: un verso amplio
que pueda contener las dudas y los contradictorios sentimientos del amor. Se
combina a veces con el heptasílabo.
 Otra novedad es el encabalgamiento, desajuste que se produce cuando la
pausa de fin de verso no coincide con la pausa sintáctica.

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3. Géneros, autores y obras
3.1. LA LÍRICA
3.1.1.Garcilaso de la Vega

Nació hacia 1498 en una familia noble. Representa el ideal del Renacimiento: el
caballero que sabía conjugar las armas y las letras. Hombre muy culto, murió en
batalla en 1536 en Niza, Italia. Su obra fue publicada póstumamente por su amigo
Boscán y en ella se recogen, entre otros poemas, sus famosas églogas y sus sonetos.

Es el primer poeta español del que no se puede separar biografía y obra. En ella
muestra el “dolorido sentir” de sus amores desdichados con varias mujeres. Destaca
entre ellas Isabel Freyre, a la que conoció cuando ya estaba casado, que se casó con
otro hombre y que murió en 1553.

Con Garcilaso de la Vega se consolida la renovación lírica del Renacimiento en


España. En sus viajes a Italia, entró en contacto con los mejores poetas
renacentistas. Junto a ellos y leyendo a los clásicos, aprendió a suavizar su lenguaje
buscando una nueva armonía que expresara sus sentimientos de forma sencilla y
elegante.

Égloga I

Está inspirada en la muerte por sobreparto de Isabel Freyre, que hace renacer
los sentimientos amorosos.

La Égloga I está escrita en estancias. En ella el poeta desdobla su dolor en el canto


de dos pastores: Salicio y Nemoroso. Salicio se queja de que su amada lo ha
abandonado por otro hombre. En estas estancias, la naturaleza, siempre en perfecta
armonía, no es solo el fondo, sino que comparte los sentimientos del poeta.

Cuando acaba el lamento de Salicio, empieza el de Nemoroso, que llora la temprana


muerte de su joven esposa, Elisa, en el parto de su hijo. En este fragmento, el tópico

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del ubi sunt aparece de nuevo en la voz del pastor, que se pregunta dónde están
ahora la belleza de su amada y la felicidad de los días junto a ella.

Égloga III

Afirman que es la más perfecta de las obras del autor y en ella se funden los tres
temas de su poesía: amor, naturaleza y mitología. Garcilaso recupera en este
poema el recuerdo de Isabel, pero ahora que ha pasado el tiempo su voz aparece
mucho más serena.

Garcilaso presenta a cuatro ninfas que están bordando unas telas en las que se
representan cuatro historias de amor truncado por la muerte prematura de uno de los
amantes. Tres de esas historias son de tema mitológico, mientras que la última cuenta
la muerte de Elisa (Isabel). Así, Garcilaso eleva a su amada a la categoría de mito
junto a otros seres del Olimpo.

En la Égloga III, Garcilaso nos sitúa en una naturaleza idealizada pero perfectamente
localizable: las orillas del Tajo a su paso por Toledo. En sus veros, olores, colores y
sonidos recrean el locus amoenus, el espacio ideal donde se desarrollan las cuatro
historias de amor.

Sonetos

En los sonetos de Garcilaso se refleja su trayectoria vital y su aprendizaje poético.


Así, los primeros sonetos están aún bajo la influencia de la poesía de los cancioneros
y su lenguaje todavía presenta las características propias de la poesía cancioneril. Las
lecturas de los poetas clásicos y de Petrarca le proporcionan nuevos temas poéticos
y otras formas de expresión, que suavizan su lenguaje llenándolo de armonía y
naturalidad.

Canción

Garcilaso adató la oda del poeta latino Horacio a la poesía española en su Canción V.
Después de este momento, y gracias a su primer verso, se llamo lira a este tipo de
estrofa. La lira fue la estrofa preferida por san Juan de la Cruz y fray Luis de León.

3.1.2.La ascética y la mística

La mística y la ascética son términos que se refieren a la relación del alma con Dios.
La ascética indica qué se debe llevar a cabo para ser un/a buen(a) cristiano/a. Nos
enseña qué hábitos, acciones... son el camino hacia la unión con Él. El místico ya ha
logrado esa unión con Dios. Ha pasado por las distintas etapas que indicaba la
ascética y ha logrado la perfección. Ambas suponen una introspección: de
sentimientos, de ideas sobre la vida y el unvierso... Por eso se relacionan con el
racionalismo del Humanismo.

3.1.2.1. Fray Luis de León:

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Fue fraile agustino y catedrático de la Universidad de Salamanca. Participó en las
disputas universitarias de su tiempo; esto le ocasionó una denuncia ante la Inquisición
acusado de traducir al castellano un texto de la Biblia: el Cantar de los Cantares (algo
prohibido en el Concilio de Trento) En la cárcel compuso algunos de sus mejores
poemas.

Estilo y temas literarios: Recogió la herencia poética de Garcilaso. De él tomó la lira


como estrofa para escribir muchos de sus poemas y un lenguaje en el que la armonía
y la naturalidad eran el eje de su poesía.

Fray Luis tradujo a Horacio y Virgilio en versos castellanos y de ellos le quedó el amor
a la naturaleza como refugio de los males de la sociedad. En su Oda a la vida
retirada, Fray Luis desarrolla el tópico del beatus ille (feliz aquel). Así, se alaba la
vida del que abandona los sinsabores y las envidias del mundo para retirarse al campo
a descansar y disfrutar de la vida sencilla.

3.1.2.2. San Juan de la Cruz

Nació en una familia humilde. Fue sacerdote carmelita. Santa Teresa lo convenció
para que reformase la rama masculina de los carmelitas, lo que le supuso muchas
dificultades e incluso lo llevó al calabozo en Toledo. Allí empezo a escribir el Cántico
espiritual.

Su importancia literaria radica en los recursos retóricos y el lenguaje que utiliza. Su


poesía cambia la relación histórica del lector con el poema; ahora gozar la poesía ya
no significa entenderla primero. En este sentido, la poesía de San Juan preludia la
poesía surrealista del siglo XX.

Temas literarios: Toda su obra poética es el resultado de sus vivencias místicas. En


ellas, su alma (la esposa) busca y encuentra a Cristo (el Esposo) tras superar las
distintas etapas (llamas “caminos”) de un difícil proceso purificador (la ascética).

En el proceso ascético, el alma se despoja de todas sus necesidades terrenales


incluidas la memoria, el entendimiento o la voluntad, para que libre de todo lo que
no sea espíritu, pueda unirse a Dios en la unión mística. Todo este proceso nos lo
cuenta San Juan en el Cántico espiritual.

El Cántico espiritual es un poema de amor que se desarrolla en una naturaleza


idealizada, como sucede en las églogas de Garcilaso. En él, una pastora (la esposa
que representa el alma) busca a través de los montes y los valles a su Amado (el
Esposo, Dios) que la ha abandonado después de enamorarla. San Juan se inspira en
un texto de la Biblia, el Cantar de los Cantares, para describir de esta forma la unión
mística del alma con Dios.

Los místicos (San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús) son muy relevantes
por el lenguaje que utilizan. La poesía mística no tenía tradición poética en

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castellano, así que los poetas acudieron al lenguaje poético más cercano: la poesía de
cancioneros. También se fijaron en la poesía amorosa de Garcilaso, que ellos vuelven
“a lo divino”.

3.2. LA NARRATIVA

La narrativa se desarrolla gracias al desarrollo del lenguaje escrito y al incremento de


lectores. Se mantienen y modifican diversas formas de relato del siglo XV (los libros de
caballerías, de ficción sentimental y de aventuras), pero nacen también diversos
géneros y obras de entretenimiento.

Durante este siglo, la prosa toma diversas formas:

 Prosa didáctica: Busca el perfeccionamiento del hombre y de la sociedad. Es


ejemplo Juan de Valdés con su Diálogo de la lengua.
 Prosa histórica
 Prosa religiosa: Tiene una finalidad formativa. Destacan fray Luis de León o
santa Teresa de Jesús (Camino de perfección)
 Prosa narrativa

3.2.1.Narrativa idealista
3.2.1.1. Los libros de caballerías

Este tipo de libros cumplen diversas funciones en la sociedad del Renacimiento:

 Entretenimiento. Para reyes, nobles, burgueses y también para el pueblo, que


las escuchaba leídas en voz alta.
 Propaganda social. Además de divertidas y apasionantes, las novelas de
caballerías eran un arma de propaganda que fortalecía la moral del público
lector, bastante deteriorada por el creciente poder de los turcos, que habían
tomado Constantinopla en 1453 y se expandían peligrosamente por el
Mediterráneo.
 Modelo de conducta. Los autores de novelas de caballerías españolas
pretendían que sus personajes fueran modelo de conducta tanto en el trato
social como en la guerra o en el amor. Amadís fue considerado un referente de
buenas maneras en Occidente durante décadas.

Algunos ejemplos de libros de caballerías son:

 Tirant lo Blanc, escrito por el caballero valenciano Joanot Martorell en el año


1490 y traducido al castellano en 1511. Su protagonista se diferencia por ser un
héroe bastante próximo a la realidad. Tirante gana las batallas gracias a su
valor, pero también gracias a su ingenio y a sus dotes de estratega. Al final de
la novela, Tirante muere en su cama. Al morir él, muere también su amada
Carmesina.

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 Amadís de Gaula. Garci Rodríguez de Montalvo reescribió una versión de
Amadís del siglo XIV, que constituyó un éxito en toda Europa. En ella, Amadís,
fruto de los amores furtivos del rey Perión de Gaula, es criado por un caballero
y protegido por la maga Urganda la desconocida. Sus aventuras y su amor por
Oriana fueron el modelo de las numerosas continuaciones que varios autores
hicieron de la novela.

En cuanto a la trasncendencia literaria de los libros de caballerías, eran un verdadero


éxito (el Amadís de Gaula llego´a tener 267 ediciones). Según Blecua, con ellos «se
inicia el negocio editorial de la novela moderna y su posible repercusión en la
sociedad». Sin embargo, el género se comenzó a agotar en este siglo. Los libros de
caballerías resistieron a las críticas de los moralistas y de los lectores cultos del siglo
XVI, pero no sobrevivieron a la publicación de Don Quijote de la Mancha, parodia
de las novelas de caballerías, en la que el último caballero andante se enfrentaba
al mundo real de la España del siglo XVII. Después de la publicación de El Quijote
se siguieron leyendo y hubo reediciones de las novelas antiguas, pero ya no se volvió
a publicar una nueva novela de caballerías.

Sus características estructurales eran las siguientes:

 AUTOR: la novela solía presentarse como un manuscrito en una lengua


exótica hallado de forma accidental por el autor.
 LENGUA LITERARIA: La lengua literaria es arcaizante; en pleno siglo XVI se
imita la lengua del siglo XV.
 NARRADOR: Es un cronista omnisciente que lo sabe todo de sus
personajes.
 ESPACIO Y TIEMPO: Son remotos, lo que justifica las fantásticas aventuras
que sucedió en la obra.
 ACCIÓN:
o Amor. El caballero ama a una dama de innumerables cualidades que
se entrega a él en secreto. Tras numerosos episodios de desencuentros
del destino, se acaba felizmente con el matrimonio.
o Guerra. Combates peligrosísimos en torneos y guerras en las que son
frecuentes los episodios mágicos y maravillosos. La guerra se convierte
también en un símbolo de amor porque las conquistas, tanto amorosas
como guerreras, necesitan valor, audacia y estrategia (para conquistar
la fortaleza de los enemigos o la simbólica de la amada).

 PROTAGONISTA: Los héroes de caballerías se ajustan a un esquema fijo:


o Personaje plano, perfecto de principio a fin de la novela.
o Frecuentemente es educado lejos de sus padres - de los que es
arrancado por algún desgraciado accidente- por un mago o anciano
de gran sabiduría.
o Abandona muy joven la corte en compañía de un escudero fiel para
probar su valor en múltiples hazañas.

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o Su comportamiento es valiente, generoso y leal.

3.2.1.2. Otros géneros de prosa narrativa idealista

Encontramos también en la prosa narrativa idealista, junto a los libros de caballerías:

 La novela pastoril: Narraba los amores de pastores. Es típica del


Renacimiento, por la naturaleza idealizada. Ejemplos son La Diana de Jorge
Montemayor o La Galatea de Cervantes, o historias secundarias en El Quijote.
 La novela morisca: Historias de amor y aventuras en el ambiente exótico de
frontera.
 La novela bizantina o griega: Cuenta las aventuras de una pareja de
enamorados, siempre de alto linaje, que sufren muchas peripecias hasta
finalmente reencontrarse. Es un ejemplo Los trabajos de Persiles y
Sigismunda de Cervantes.

3.2.2.Narrativa realista
3.2.2.1. La novela picaresca y El lazarillo de Tormes

En la España de los siglos XVI y XVII, el pueblo pasaba muchas necesidades y sus
penurias (la realidad) no fueron consideradas materia narrativa hasta la
aparición del Lazarillo de Tormes, una novela anónima en la que un joven astuto de
origen miserable se las apañaba para subsistir.

Tanto el protagonista como la sociedad que refleja esta novela eran la antítesis de la
sociedad caballeresca y de sus héroes. Lázaro de Tormes es un nuevo tipo de
antihéroe: el pícaro, un muchacho para el que la aventura más importante es
sobrevivir al hambre y a los diversos amos a los que sirve.

Como se explicará más adelante, la obra supone el comienzo de la novela realista


europea y, para algunos, el inicio de la novela moderna (para otros, esto lo marca
El Quijote), que ya había anticipado La Celestina. También se dice que siembra el
germen de la novela de aprendizaje.

El Lazarillo se publicó de forma anónima en 1554, por miedo a la Inquisición. De


hecho, se incluyó en el Índice de libros prohibidos en 1559. Su argumento es el
siguiente: La novela se presenta como una carta autobiográfica dirigida a un tal
“Vuestra Merced” para darle cumplida cuenta sobre “el caso” (un rumor sobre la
infidelidad de la mujer de Lázaro). Lázaro escribe su autobiografía desde su
nacimiento en una familia muy pobre y sin honra, y su crecimiento junto a una serie de
amos que lo matan de hambre. Ahora, que al menos puede comer, considera que su
situación es “la cumbre de toda buena fortuna”.

Tras el prólogo, en el que Lázaro se dirige a un “Vuestra Merced” para hablarle del
“caso”, comienza la narración de su autobiografía (una analepsis) A lo largo de los 7

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tratados aparecen distintas clases sociales del mundo de la época (los amos): el
ciego, el clérigo de Maqueda, el escudero, el fraile de la Merced, el buldero, el maestro
de pintar panderos y el capellán, el aguacil, y el arcipreste de san Salvador. Con todos
ellos pasa penurias y hambre (en los 3 primeros tratados) o deshonor (en los tratados
4-7).

La lengua literaria del Lazarillo sigue la idea del realismo: El lenguaje es muy sencillo
porque Lázaro es una persona humilde y su vida transcurre entre el pueblo. Esta
adecuación entre el fondo (la historia de Lázaro) y la forma (el lenguaje de la
autobiografía) es una de las características más importantes del estilo del
Renacimiento. Además, el lenguaje está escogido para hacer una crítica moral a la
sociedad de su época. Por eso, en él hay presente: humor, que consigue gracias a
la ironía, a los juegos de palabras y a la inclusión de episodios divertidos; y
ambigüedad: En el Lazarillo las personas y os acontecimientos parecen una cosa y
luego resultan ser otra. Por eso, el lenguaje está plagado de frases con doble sentido y
que potencian esa ambigüedad.

En definitiva, en el Lazarillo aparecen por primera vez dos características que desde
ahora formarán parte de las nuevas novelas:

 El protagonista evoluciona según los acontecimientos que le suceden. A


diferencia de los personajes de las novelas de caballerías, Lázaro es un
personaje complejo con virtudes y defectos, que cambia, madura y se adapta a
las circunstancias.
 La sociedad que describe es muy variada. Si los nobles y los reyes eran los
protagonistas de las novelas de caballerías, ahora un personaje humilde toma
la palabra. De ahora en adelante, las novelas reflejarán todas las capas
sociales.

La obra, además, inicia (o para otros, es el germen de) la novela picaresca. Otra obra
picaresca es el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán. Cuenta la historia de un
pícaro, hijo de un ladrón, eterno vagabundo que desconfía del mundo. A diferencia del
Lazarillo, no es una obra produzca risa, sino muy pesimista y crítica. También se
reconoce la herencia de la picaresca en la literatura tremendista del siglo XX: La
familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, empieza así: “Yo, señor, no soy malo,
aunque no me faltarían motivos para serlo...”.

3.2.2.2. Miguel de Cervantes: Las novelas ejemplares y El


Quijote

Así pues, en el siglo XVI había dos tipos de novelas: Por un lado, las novelas
idealistas, como los libros de caballerías, llenos de aventuras inverosímiles sucedidas
en tiempos y países lejanos. Por otro lado, los relatos cortos, o novellas, que se
publicaban en España traducidas del italiano.

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Cervantes revolucionó ambos: por un lado, acabó con las novelas de caballerías con
su Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615). Por el otro, fue el primero en escribir
narraciones breves completamente inventadas por él: las Novelas ejemplares,
colección de doce novelas cortas que escribió en 1613.

Otras obras narrativas de Cervantes son La Galatea (1585), novela pastoril, y Los
trabajos de Persiles y Sigismunda (1616), novela de aventuras que Cervantes
terminó cuatro días antes de morir.

Don Quijote de la Mancha nace en reacción a la corriente de narrativa idealista a la


que pertenecen los libros de caballerías. El género de las novelas de caballerías se
había ido agotando, las historias se volvieron cada vez más disparatadas y mediocres.
Cervantes, en lugar de criticarlas, como hacían los escritores cultos y los moralistas,
siguió una estrategia distinta: eligió como protagonista de su historia a un hombre loco
a fuerza de leer libros de caballerías, y lo puso a vivir aventuras por los caminos de la
Mancha, vestido con una vieja armadura de sus abuelos y en pleno mes de julio. Así,
Cervantes hizo una parodia de las novelas de caballerías dando la vuelta a todos
sus elementos estructurales.

El argumento y la estructura del Quijote es la siguiente:

 PRIMERA PARTE (1605): En ella Don Quijote emprende dos viajes; en el


primero sale solo, es armado caballero en una ridícula ceremonia en una
venta que él se imagina castillo y regresa a su casa apaleado. En la segunda
salida convence a su vecino Sancho Panza para que lo acompañe en las
aventuras. En este siguiente viaje ocurren múltiples “aventuras”
provocadas porque Don Quijote no ve la realidad: confunde los molinos de
viento con gigantes y los rebaños con ejércitos, por ejemplo.
 SEGUNDA PARTE (1615): en esta segunda parte, don Quijote y Sancho se
saben personajes famosos porque sus aventuras están publicadas en un libro.
En esta tercera salida, don Quijote ve la realidad tal cual es; sin embargo,
los que lo rodean se la cambian por diversos motivos: Sancho (para cubrir
sus mentiras sobre Dulcinea), los duques de Barcelona (para entretenerse), o
su amigo Sansón Carrasco (que se disfraza del caballero de la Blanca Luna).

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Los temas del Don Quijote son:

 La libertad. El Quijote es también un canto a la libertad, que se aprecia, por


ejemplo, en la liberación de los presos que llevan a galeras, y en la naturaleza
como escenario de las aventuras del caballero.
 La literatura. Al leer El Quijote asistimos también a la literatura dentro de la
literatura, porque don Quijote y Sancho, en la segunda parte, hacen referencia
a la primera parte como una novela de éxito.
 La diferencia entre la realidad y el ideal/la ficción, la lucha fantasía-
realidad. Todas las aventuras y el conflicto surgen de la diferencia entre cómo
son las cosas realmente y cómo las percibe Don Quijote.

En cuanto al lenguaje, se observa:

 Polifonía. Aparecen todos los niveles y registros del habla de la época: el


pomposo de las novelas de caballerías, el retórico de los discursos, el
coloquial, breve y sentencioso de Sancho Panza... Esta variedad de voces
convierte a Don Quijote en la mayor novela polifónica del siglo XVII.
 Naturalidad. El estilo de Cervantes es sencillo y claro. Se aprecia
especialmente en los diálogos entre Don Quijote y Sancho.
 Humor. Se pretendiá divertir a los lectores. Para conseguirlo, se parodia el
lenguaje ampuloso y arcaizante de las novelas de caballerías.

Las novelas ejemplares:

En su título, el término de novela se utiliza en el sentido de la “novella” italiana


(=novela corta). El adjetivo de “ejemplares” las conecta con el género de los exempla
medievales. Probablemente, Cervantes no separa en su ejemplaridad lo ético y lo
estético: los relatos no solo podrían ser ejemplares moralmente, sino que, serían
también ejemplos o modelos de creación literaria.

En ellas, como en El Quijote, se observa este dualismo entre realismo e idealismo


característico del Quijote, aunque a veces los límites no están claros, como en La
gitanilla o El licenciado Vidriera, ambas con rasgos idealistas y realistas.

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