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QUIEBRES

QUIEBRES

QUIEBRES

Declarar un quiebre nos permite alcanzar nuestra Realidad Ideal (R.I.) y, durante la lección de hoy,
aprenderemos a diferenciar entre un problema y un quiebre, desde la mirada del Coaching
Ontológico.

¿QUÉ ES UN QUIEBRE?

Desde el Coaching Ontológico, un quiebre es una interrupción en el fluir transparente de


conversaciones internas y externos y coordinación de acciones orientadas a objetivos tanto
personales y profesionales. Como futuro coach, quizás te preguntas: ¿Cómo interrumpe un
quiebre? ¿Qué es transparente? ¿Qué relación existe entre quiebre y transparencia?

Para observar más esta distinción empecemos mirando esta imagen:

El rayo representa una interrupción en lo que


estamos ejecutando y nos posibilita enfocar
nuestra atención. En cambio, si el rayo no
interrumpe llevamos a cabo acciones sin pensar
en lo que hacemos ya que nuestra atención
suele estar puesta en otra parte, es decir que
nuestro accionar resulta invisible a nuestra
observación.

Heidegger postula que lo que llamaremos transparencia es la actividad no reflexiva, no pensante,


no deliberada, la acción con umbral mínimo de consciencia que constituye la base y condición
primaria de la acción humana.

Cuando, por ejemplo, caminamos, subimos la escalera, martillamos un clavo en la pared, escribimos
en la computadora, hablamos por teléfono, andamos en bicicleta, cocinamos, comemos, etcétera,
lo hacemos en transparencia. Lo que implica que no tenemos la atención puesta en cada paso que
damos al caminar o en cada movimiento que hacemos con las manos al escribir en la computadora.
Tampoco proyectamos por anticipado el movimiento que haremos a continuación, nuestra
atención suele estar puesta en otra parte.

Cuando nos encontramos en este estado, en la transparencia del fluir de la vida, no solo no estamos
pensando en lo que hacemos sino, como manifiesta Rafael Echeverría, nos desplazamos en sintonía
con el mundo sin detenernos a pensar en él.

Por ejemplo:

Tú estás dándote un baño por la mañana y de repente se corta el agua caliente.

Al principio estabas en transparencia hasta que "algo" hizo que salgas de ella.
QUIEBRES

La situación puede ser vista como un quiebre o como un problema:

Si la observas como un problema, te quejarás, buscarás una solución y te aparecerán


emociones que te cierran posibilidades. En cambio, si lo miras como un quiebre, eres tú
quien decide hacerse cargo de eso que sucedió. Al hacerte cargo, la emoción es diferente
y eres tú el protagonista del cambio. Haz hecho una Declaración para salir de esa situación.

¡¡¡El Quiebre es una interrupción en el fluir transparente de nuestra vida!!! donde el OBSERVADOR
identifica una interrupción y toma consciencia de un campo específico que antes no identificaba y
que no deja avanzar hasta su realidad ideal.

Quiere decir que un Quiebre es un JUICIO con autoridad que nos damos a nosotros mismos
respecto a que lo aconteció no cumple con lo que esperábamos con la intención de volver a
conectarnos con nuestro objetivo. Un quiebre se convierte en una DECLARACIÓN para nosotros,
porque a partir de declararlo, nuestro mundo cambiará.

Quiebres posibilidad de aprendizaje y transformación

Lo que quieres

En base a esto podemos comprender que somos nosotros mismos quienes determinamos los
quiebres, y lo hacemos frente a dos situaciones clave:

o Cuando expresamos sentirnos insatisfechos por algo que acontece en nuestra vida.
o Cuando visualizamos que nuestra vida puede ser diferente en uno o varios aspectos.

El quiebre es sólo distinguible cuando vemos el COMPROMISO; pues, sin este, nos podemos quedar
por mucho tiempo en el problema. Por ello, debemos distinguir qué queremos, para poder elegir.

Al no aceptar la situación que atravesamos, nos resistimos. Por ende, el problema persistirá.

Las declaraciones de quiebres suelen empezar con la palabra:

"¡BASTA!”

Ejemplos:

• "Basta de continuar en esta relación".


• "Basta de seguir esperando que mi jefe me aumente el sueldo".
• "Basta de no darme tiempo para descansar y compartir con la familia".

Al declarar QUIEBRES abrimos un espacio de elección y compromiso de


hacernos responsables de lo que queremos ser y hacer,
QUIEBRES

de la forma en que queremos vivir nuestra vida.

¿Qué dice el paradigma del problema?

Para cada problema existe una solución. La solución es solamente evidente cuando salimos de
nuestra “caja” o sistema de creencias. Cuando no hacemos lo anterior, seguimos pensando que el
problema será permanente porque la vida se interpone a nuestros resultados.

El PROBLEMA ¿por qué? Reacción Víctima

El QUIEBRE ¿para qué? Acción Responsable

Desde el paradigma del problema se percibe como un obstáculo a resolver que nos detiene,
reaccionamos desde la obligación y adaptación, haciendo foco en la situación problemática.
En cambio, el quiebre es un espacio de oportunidades, accionamos desde el compromiso y
elección, la atención está en el observador que quiere hacer que las cosas pasen avanzando en su
visión.

Con ello se abre la posibilidad de mirar al OBSERVADOR que emite un JUICIO que genera el
QUIEBRE como tal, sino sería algo que paso y el observador seguiría en TRANSPARENCIA.

La Declaración de Quiebre es
un recurso fundamental en
nuestro diseño de futuro

Cuando declaras un Quiebre no tienes por qué saber la solución ni cómo harás para salir de él. Si
buscas una solución, estarías en el "paradigma del problema"; en cambio, desde el "paradigma del
quiebre", simplemente declaras que no sabes algo, o que algo no te satisface y quieres declarar
un cambio.

Mira los siguientes ejemplos de quiebres y descubre cómo podrías identificar el tuyo:
QUIEBRES

o Quiero poner límites y decir que NO.

o Deseo lograr un objetivo y no sé cómo.

o ¿Qué hago para que lleguen a horario?

o Quiero hacer algo con mi tiempo libre.

o Debería hablar en volumen más bajo.

o Debería atender antes del tercer timbreo.

o Quiero entregar los pedidos a tiempo.

Entonces:

✓ ¿Qué quieres que pase y no está pasando? O


✓ ¿Qué quieres que deje de pasar y está
pasando?
O
✓ ¿Qué quieres que siga pasando mejor aún?

El quiebre es hacerse cargo de un juicio; como acto lingüístico es una


DECLARACIÓN

Declarando Quiebres

A partir de lo aprendido, pon en práctica los siguientes pasos para encontrar y declarar el quiebre,
en función que este sume a tu camino hacia tu Realidad Ideal:

1. Declara un quiebre (con compromiso) a partir de tu disconformidad con una situación


actual.

2. Se dispararán juicios automáticos. Lo importante es cuánto tiempo te quedes aquí.

3. Chequea tu visión o compromiso.

4. Encuentra una salida, usando tus propios recursos.


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5. Implementa una red de ayuda a través de pedidos.

6. Reflexiona sobre las posibilidades que se abren y pregúntate: ¿qué he aprendido y qué
puedo hacer diferente la próxima vez?

El coaching comienza con una declaración de quiebre, como menciona


Leonardo Wolk, y durante este proceso te acompañaremos a entrenarte
para detectar quiebres en el otro. Como COACH focalizamos nuestra
atención en el observador que está siendo el CLIENTE que declaro un
quiebre que hace visible su compromiso; indagando sus juicios que hacen
que declare la situación planteada como quiebre, además de la
emocionalidad y corporalidad que intervienen en su observar actual para colaborar a que
encuentre otra mirada que le permita avanzar a su realidad ideal.

El coach va a escuchar QUE LE PASA en su realidad actual al cliente y va a colaborar con


preguntas para que el cliente encuentre QUE QUIERE QUE PASE en su realidad ideal. De
esta manera, se observan dos puntos entre los cuales existe una BRECHA que se achicara
durante la sesión de coaching.

REALIDAD ACTUAL REALIDAD IDEAL

“Me enoja decir siempre que sí, quiero poner límites a ciertos pedidos.”

BRECHA

La declaración de quiebre es una enorme oportunidad de aprendizaje al hacer visible lo que el


cliente quiere, esa realidad ideal a la que quiere moverse por tener más valor que la realidad
actual.
Entonces, para sostener una conversación de coaching tanto coach como cliente necesitan
observar el QUIEBRE y compromiso, precisar una BRECHA entre la REALIDAD ACTUAL e IDEAL que
permita APRENDER ontológicamente.

“Los coach podemos ser muy buenos asistiendo a un cliente


a que se pare en un lugar de poder para mirar lo que le
ocurre y elegir mejores acciones, no es nuestra función
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resolver problemas ni asistir a clientes a resolver problemas


nosotros coacheamos a la persona a su manera de ver lo
que le pasa”.
ELENA ESPINAL

Quienes trabajamos en este material, nos inspiramos en:


El arte de soplar brasas – L. Wolk
El poder trasformador de la palabra – C. Grinstein
Ontología del Lenguaje – R. Echeverría
Nuestra experiencia

¡Gracias por leernos!


QUIEBRES

LECTURA COMPLEMENTARIA

LA VACA
Un maestro Samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de
apariencia pobre y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata, le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer


personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar, constató la pobreza del sitio: los habitantes eran una pareja con tres hijos; todos
vestidos con ropas sucias, rasgadas y sin calzado; la casa, poco más que un cobertizo de madera.

Se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:

-“En este lugar donde no existen posibilidades de trabajo ni tampoco puntos de comercio, ¿cómo
hacen para sobrevivir?”

El señor respondió:

-“Amigo mío, nosotros tenemos una vaca que brinda varios litros de leche todos los días. Una parte
del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina, y con la otra
parte producimos queso y cuajada para nuestro consumo. Así es como sobrevivimos".

El maestro agradeció la información, contempló el lugar por un momento, se despidió y se fue.

A mitad de camino, se volvió hacia su discípulo y le ordenó:

-“Busca a la vaca, llévala al precipicio que hay allá enfrente y empújala por el barranco.”

El joven, espantado, miró a su maestro y le respondió que la vaca era el único medio de
subsistencia de aquella familia; pero el maestro permaneció en silencio y el discípulo cabizbajo fue
a cumplir la orden.

Empujó a la vaca por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de
aquél joven durante muchos años.

Un bello día, el joven agobiado por la culpa decidió abandonar todo lo que había aprendido y
regresar a aquel lugar. Quería confesar a la familia lo que había sucedido, pedirles perdón y
ayudarlos.

Así lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, veía todo muy bonito. Árboles floridos, una bonita
casa con un auto en la puerta y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado, imaginando que aquella humilde familia había tenido que
vender el terreno para sobrevivir. Aceleró el paso y fue recibido por un hombre muy simpático.

El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años y el señor le respondió que
seguían viviendo allí. Espantado, el joven entró corriendo en la casa y confirmó que era la misma
familia que visitó hacia algunos años con el maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al dueño de aquel hogar:


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-” ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?..”

El señor entusiasmado le respondió:

-“Nosotros teníamos una vaca que cayó por el precipicio y murió. De ahí en adelante nos vimos en
la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Así
alcanzamos el éxito que puedes ver ahora”.

A partir de la historia previamente expuesta, podemos llegar a


esta reflexión:

Todos tenemos alguna vaca que nos da alguna cosa básica para
nuestra supervivencia, pero que también nos lleva a la rutina y nos
hace dependientes de ella.

Nuestro mundo se limita a lo que nuestra vaca nos brinda.

Ahora, pregúntate a ti mismo lo siguiente y tómate unos minutos


para reflexionarlo:

¿Cuál es “tu vaca”?

¿Qué imaginas que ocurriría si te deshaces de “tu vaca”?

¿Qué tan dispuesto te encuentras a quitar a “tu vaca” de tu vida?

¿Qué te impide deshacerte de “tu vaca”?

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