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Formas de leer: acompañar la construcción de sentido

Clase 1: Con el aire de la vida


Bienvenidos y bienvenidas al curso Formas de leer: acompañar la construcción de sentido, que el
Plan Nacional de Lecturas ofrece a través de INFoD y el Programa Nacional de Formación
Permanente Nuestra Escuela, para acompañar la tarea de docentes y responsables de bibliotecas
escolares en su tarea como mediadores de lecturas.

Objetivos

En este primer encuentro nos proponemos:

- Informar acerca del Plan Nacional de Lecturas, su estructura, su potencial para acompañar a
mediadores y comunidades lectoras del sistema educativo formal y en espacios comunitarios
del país;

- revisar algunos conceptos básicos compartidos en los tramos anteriores, necesarios para
asumir con un posicionamiento pedagógico claro la tarea de mediación lectora y construcción
de comunidades de lectura;

- invitar a leer los materiales literarios que el Plan Nacional de Lecturas publicó o que el
Ministerio de Educación de la Nación compró y distribuyó para garantizar las condiciones
materiales de las diversas formas de la práctica lectora en las comunidades educativas y sus
entornos;

- adelantar información sobre colecciones que llegarán a las escuelas durante el ciclo lectivo
2023;

- iniciar una serie de reflexiones sobre las múltiples conversaciones posibles en torno a las
lecturas en el contexto del aula, las bibliotecas y otros espacios, sus condiciones de posibilidad
institucional y los modos que puede adoptar ese acompañamiento de la construcción de
sentidos según cambian las formas de leer.

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Acerca del Plan Nacional de Lecturas
El Plan Nacional de Lecturas, activo nuevamente desde 2019 luego de unos años de escasa
incidencia entre 2015 y 2018, retoma las políticas que el Estado argentino prevé en la Ley 26.206
de Educación, sancionada en 2006, que reconoce al derecho a leer en el seno de las comunidades
educativas y sus entornos.

Esa normativa no solo explicita la centralidad de la lectura en todos los procesos de enseñanza y
aprendizaje, también obliga a la renovación de los acervos de las bibliotecas escolares y a la
concreción de políticas públicas que, al menos, intenten garantizar las condiciones materiales y
pedagógicas para que desde la primera infancia y en todo el tránsito por el sistema educativo se
aseguren experiencias de lectura significativas, movilizadoras, autónomas y comunitarias, que
sostengan a los lectores y lectoras en la práctica.

No hace falta explicitar que la educación y la lectura son espacios de disputa ideológica. Es una
característica de los gobiernos latinoamericanos la ausencia de políticas que se sostengan más allá
de las alternancias de gestión. Cada equipo gobernante suele desconocer las iniciativas del
anterior y pretende comenzar desde cero en cada campo de acción.

El Plan Nacional de Lecturas, en cambio, incorpora tradiciones y líneas de trabajo implementadas


desde la primera vez que se organizó en nuestro país, en los tiempos de la democracia recuperada,
durante los años ochenta, a cargo de la historiadora Hebe Clementi. Retoma también la senda
emprendida desde el principio del milenio en materia de distribución de acervos, ediciones
estatales, fortalecimiento académico y político de los equipos técnicos en las provincias, formación
y acompañamiento a mediadores y mediadoras, así como también la organización de encuentros
entre autores (escritores e ilustradores) con lectores y lectoras en las aulas y las bibliotecas del
país.

La existencia de estas políticas costó penosas luchas en la Argentina, primero contra los dictadores
que quemaron y desaparecieron libros, mataron y encarcelaron intelectuales (personas que
trabajaban con el pensamiento y la palabra) o los obligaron a exiliarse. Luego, ya en democracia, la
resistencia sigue contra los intereses de sectores representados por gobiernos de tendencia

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neoliberal, períodos de indiferencia cultural en los cuales fue y sigue siendo imprescindible la tarea
de organizaciones no gubernamentales en su reclamo al Estado para que implemente políticas
públicas de lectura y las sostenga. Son esas entidades las que mantienen viva la llama cuando los
gobiernos deciden discontinuarlas.

Para honrar esa historia, el Plan Nacional de Lecturas acompaña y ayuda a sostener a una red de
Planes Provinciales que en cada jurisdicción trabajan con criterios adecuados a sus entornos
(atendiendo a la existencia de lenguas originarias, obras, escritores e ilustradores de cada región,
características culturales identitarias, formas institucionales propias) en la formación y sostén de
comunidades de lectores en las escuelas y las bibliotecas.

Respecto del trayecto en el que está incluido este módulo, dieciséis mil docentes transitaron al
menos uno de los espacios que lo componen.

Este curso, entonces, es otro de los modos que el Plan propone para dar a conocer lo que publica y
distribuye, pero, antes que nada, está orientado para acompañar en su tarea y poner en red a
quienes sostienen comunidades lectoras en escuelas, bibliotecas y otros espacios. Cuidar al que
cría, propone María Emilia López en su libro Un mundo abierto, crear un enjambre de lectores
alrededor de los estudiantes de todas las edades, invitando a esos adultos responsables con
lecturas y ocasiones para conversar en libertad sobre lo leído, iniciativa que esperamos cada
cursante intente adaptar para luego replicar en su entorno. Nos encontramos en esta clase para
conocer materiales y no solo eso, sino, fundamentalmente, para poner a la vista modos de
movilizar acervos y personas, facilitando la creación de vínculos entre docentes, bibliotecarias y
bibliotecarios y otros agentes escolares y comunitarios, abriendo espacios para el intercambio que
permitan germinar lecturas y promover la formación de lectoras y lectores, aun en la complejidad
de los ambientes en los que a cada quien toque participar.

Como se ve, el Plan Nacional de Lecturas sigue siendo necesario. Como un andamio montado
dentro del sistema mientras se construye la estructura de normativa curricular, se visibilizan y
reconocen las tareas de mediación, se incorporan los saberes en la formación de base de docentes
y responsables de bibliotecas y, por consiguiente, se institucionalizan las formas de leer que
consideramos imprescindibles para la formación de lectores y lectoras en aulas y bibliotecas.

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La lectura, una invitación
¿Y cuáles son esas formas a las que aludimos? Las que propone el corpus teórico de la que hoy
llamamos Pedagogía de la Lectura: la lectura como derecho, como experiencia, como práctica
sociocultural situada, como diálogo interno y con el mundo, como nido y refugio de palabras, como
práctica de libertad.

Sabemos que la familia, la escuela, las bibliotecas son escenarios colectivos privilegiados para la
construcción del camino lector de todos los individuos. Lo que cada lectora y lector va recibiendo en
estos contextos se entrelaza con la conciencia de cada quien, constituyendo un tejido fundamental,
sustrato del pensamiento, puerta de acceso a la palabra oral y escrita propia y de “otros”. Va en ello
la construcción de la identidad y el inicio de la comprensión del lugar del mundo que habitamos, la
posibilidad de imaginar nuevas realidades e intentar crearlas.

La presencia de la palabra escrita, en los libros u otros dispositivos, literaria o informativa, en


muchos ámbitos es motor para interacciones entre infantes y adultos que no siempre tienen
recursos para establecer esos diálogos con las infancias. Si las primeras “lecturas” de quienes vienen
al mundo incluyen la oralidad de las personas del entorno, es una dura realidad que en demasiados
hogares los chicos y chicas están expuestos solo a las funciones básicas de la palabra, que tienen
que ver con seguir órdenes o indicaciones, en donde las interacciones verbales son pobres,
escasean las ocasiones para el desarrollo pleno de la oralidad y el contacto con un lenguaje preciso,
variado y bello. Por eso es imprescindible que esto suceda en la escuela, el lugar donde debe
quebrarse esa inequidad, es el derecho de cada estudiante en toda la trayectoria educativa. Leer en
compañía de los adultos –familiares, docentes, responsables de bibliotecas, abuelas cuentacuentos
y otros mediadores– hace posible explorar muy diversos aspectos de la comunicación verbal y, de
esa manera, ir enriqueciendo el lenguaje y la exploración del mundo de referencia.

El Plan Nacional de Lecturas propone que en todas las escuelas convivan las prácticas didácticas
necesarias para la enseñanza de la lengua y de la literatura –caracterizadas por el uso de
consignas, cuestionarios, ejercicios y otras estrategias de lectura, escritura y oralidad destinadas a la
transmisión del currículum–, con muchas horas de lecturas compartidas desde la perspectiva de la
mediación: una permanente invitación a la belleza, al diálogo intersubjetivo, a la multiplicidad de
interpretaciones, al ejercicio de formas de la oralidad y la escritura propias de los lectores, al

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aprendizaje en sentido amplio, igualitario, gozoso o conmovedor, una incitación para emprender
impredecibles caminos de lecturas comunes y autónomas.

Conversaciones que crean comunidad


La conversación, el elemento esencial de las interacciones, es lo que la educación desarrolla para
poner en diálogo el mundo joven con la palabra de los “otros”. La conversación literaria, enriquecida
por docentes, esos compañeros más expertos, es la única forma conocida de incitar al diálogo que
esperamos se dé entre lectores y escritores, a través de la lectura y sus interpretaciones.

Un recurso siempre escaso en nuestras escuelas es el tiempo, imprescindible para educar en el


asombro, habilitar la perplejidad, hacer lugar a lo extraño, a lo incómodo, a lo que aparenta no ser
útil, a lo que requiere detenerse, a lo que no solemos poner en palabras. La hora de clase agregada
a la jornada escolar, implementada en la mayoría de las jurisdicciones por sugerencia del Ministerio
de Educación de la Nación, es una oportunidad concreta para dedicarla a las diversas formas de leer.

En el bello y profundo texto complementario de esta clase, Carlos Skliar resume un posicionamiento
pedagógico al cual el Plan Nacional de Lecturas adscribe: la lectura como invitación. Siguiendo a
Canetti, propone insuflar toda lectura con el aire de la vida. Además, nos obliga a revisarnos como
lectores y relectores con preguntas que solo podremos intentar responder desde la acción.
Invitamos a tomarse todo el tiempo necesario para leerlo completo, es más importante que el resto
de la clase. No se priven de leer también el maravilloso prólogo, profundamente político en el
sentido más completo de la palabra, de Nicolás Arata.

Desde una perspectiva formativa no se puede hacer otra cosa mejor que invitar a la
lectura: dar la lectura, mostrar la lectura y conversar sobre la lectura.

Carlos Skliar, en Lectura y educación, INFOD, 2020.

Nunca son demasiados libros


Porque consideramos que estas formas de leer son un derecho, el Estado debe garantizar
condiciones materiales para que esas ocasiones sucedan. Es parte inescindible de la tarea de

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mediación estar atentos a las propuestas disponibles, accesibles y de calidad que se puedan
compartir para acompañar el arribo de los recursos de manera que no pasen inadvertidos, asegurar
que lleguen con todo su potencial pedagógico a los destinatarios en cada espacio educativo.

Creo en la cantidad y la variedad: no conozco dos lectores, adultos o niños, que


busquen y recojan lo mismo en y de los libros. Incluso creo que insistimos demasiado en
la ficción –siempre pensamos en términos de novelas o cuentos–, y hay quienes no se
interesan en la ficción. El universo de los libros, felizmente, es mucho más grande. Por
eso necesitamos que a nuestros chicos les salgan los libros por las orejas; después
vemos quiénes leen, quiénes no y qué podemos hacer por ellos. (Yo digo que es como
querer hacer de ellos entusiastas pescadores de trucha, cuando tenemos para
ofrecerles apenas un laguito con diez truchas para quinientos chicos). Un nene necesita
mirar media docena de libros para, con suerte, interesarse.

Ema Wolf, en la conferencia Divina clandestinidad, 2022.

No solo los nenes… jóvenes y adultos también. Por eso el Plan provee acervos que en sí mismos son
estímulo para sostenerse en la práctica de lectura. Así, una de las primeras medidas implementadas
en 2020 consistió en dotar a las bibliotecas escolares de nuevos libros literarios, que dieran cuenta
de la producción nacional desarrollada en los cuatro años en los que estuvo suspendida la
distribución estatal de literatura. La selección fue un proceso participativo y arduo, porque en pleno
confinamiento hubo que inventar el modo de hacerla de manera virtual, se diseñó una plataforma
en la cual doscientos selectores especializados de cada una de las provincias argentinas accedieron
a la lectura de más de tres mil textos y discutieron título por título para conformar las colecciones
apropiadas para cada nivel.

Recibieron la Colección Leer abre mundos las escuelas urbanas y rurales de gestión pública, social y
privada de cuota cero u oferta única, también las de modalidad de Educación Permanente de
Adultos. En total, más de tres millones de libros llegaron a cada escuela del país acompañados de
catálogos con reseñas, itinerarios posibles de lectura e información sobre sus autores para facilitar
el diálogo literario en las comunidades (se pueden consultar los catálogos de la colección en el
siguiente enlace:

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https://www.educ.ar/recursos/157695/catalogos-de-la-coleccion-leer-abre-mundos). La colección
se compone de obras de gran calidad, diversas y desafiantes, que habilitan muchas formas de leer
y, aunque llevan ya más de un año en las instituciones, es comprensible que aún no hayan sido
exploradas a fondo en las comunidades. Estas, asimismo, se pueden tomar a préstamo en la
biblioteca digital Conectar Igualdad: https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/ . El semestre que
viene compartiremos nuevamente el módulo de formación que invita a recorrerlas en profundidad.

Por otra parte, para asegurar la estrategia de lectura diaria en la escuela primaria, un grupo de
autores y especialistas seleccionó casi seiscientos textos apropiados para ser compartidos en voz
alta. La primera parte de este trayecto explora la colección de tres tomos que fue publicada por el
Estado nacional y se titula Leer x leer. Se imprimieron y entregaron casi un millón de ejemplares,
que además se encuentran disponibles aquí: https://www.educ.ar/recursos/157987/leer-x-leer. En
el último semestre del año volveremos a ofrecer el módulo que aborda esta colección.

Durante el tiempo del aislamiento por emergencia sanitaria el Plan Nacional de Lecturas produjo
también numerosos recursos literarios digitales que habilitan otras formas de leer: audiotextos
(https://www.educ.ar/recursos/153682/en-voz-alta#gsc.tab=0), publicaciones de obras breves para
la lectura en pantalla (https://www.educ.ar/recursos/153752/poemas-y-canciones,-de-mar%C3
%ADa-elena-walsh#gsc.tab=0) y algunas que se complementan con entrevistas públicas, apropiadas
para proyectos de lectura que profundizan en los textos de autor
(https://www.educ.ar/recursos/157354/lecturas).

Parte de estas ediciones virtuales invitan a leer la historia, porque abordan, de forma estética y sin
cerrar debates, temas que necesariamente nuestros estudiantes precisan conocer, comenzando por
nuestros complejos años recientes: la dictadura y sus consecuencias individuales y colectivas
(https://www.educ.ar/recursos/156327/lectura-y-memoria), el derecho a la identidad o la cuestión
Malvinas (https://www.educ.ar/recursos/156482/clama-el-viento-y-ruge-el-mar). Además, se
complementan con el envío de colecciones temáticas (https://planlectura.educ.ar/?cat=20), de
obras literarias e informativas en papel, elegidas en articulación con el programa Educación y
Memoria.

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En este recuento de recursos disponibles hay obras para todos los niveles y es posible
encontrar libros silentes (https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/collection/837
?type=carrousel), libros ilustrados con diversidad de técnicas y estilos
(https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/collection/837?type=carrousel) y libros
álbum (https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/469570) –cuya lectura depende
de la interacción entre el texto y todo su estructura paratextual y de arte gráfica– que
invitan a la lectura de la imagen, en esa serie también es posible:

● leer teatro https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/468734


● leer canciones https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/477629
● leer historietas https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/468735
● leer en clave informativa https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/468743
● leer con humor https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/469541
● leer diarios personales y cartas reales
https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/469584 o inventadas
https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/469587
● leer formas breves https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/469660
● leer poesía https://biblioteca.conectarigualdad.edu.ar/libro/468737 .

También, obras para poner en diálogo con los acervos que el Ministerio distribuyó entre
2011 y 2015 o con las antologías Leer x leer para escuela secundaria
(https://bnm.educacion.gob.ar/catalogo/Record/124625/Similar), Leer la Argentina
(https://bnm.educacion.gob.ar/catalogo/Record/161953) y El libro de Lectura del
Bicentenario (http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003409.pdf) editadas y
entregadas entre 2004 y 2016, así como con las Lecturas grabadas
(https://www.educ.ar/recursos/123487/lecturas-grabadas) y la serie Con nuestra voz,
que reúne textos en lenguas originarias (https://www.educ.ar/buscador?q=colección
+con+nuestra+voz).

Por otra parte, algunas provincias han seleccionado y distribuido sus propias colecciones y la
mayoría de los equipos jurisdiccionales ha puesto a disposición decenas de obras de autores de las
propias regiones, por ejemplo, la serie Patagonia Lee:
https://formaciondigital.tdf.gob.ar/plan-de-lectura-tdf-patagonia-lee/.

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Compartir frecuente y gozosamente estos recursos digitales alimentará con literatura de calidad el
algoritmo de los dispositivos que los miembros de las comunidades utilizan para interactuar.

En pantalla o en papel, generar instancias de lectura para que se conviertan en el centro de


experiencias significativas enriquecerá, fortalecerá y naturalizará los intercambios y, con ello, la
posibilidad de que cada quien encuentre su camino lector.

Libros para aprender


Al profuso corpus de lecturas accesibles que venimos repasando se sumará la entrega de libros
literarios para cada niño, niña o adolescente que esté transitando la escuela pública, en el marco de
la línea Libros para aprender. Y, aunque Plan sostiene la necesidad de lecturas no subsidiarias de
otros aprendizajes, podemos suscribir la idea ya que es innegable que aprendemos cuando leemos,
no otra cosa es construir sentidos.

Es decisión de la Secretaría de Educación de la Nación que cada estudiante reciba sus propios libros
literarios. Busca favorecer así el encuentro íntimo y frecuente con el idioma, la iniciación o el
enriquecimiento de una biblioteca personal y una llegada al hogar que dé acceso a esas obras a los
miembros del entorno familiar.

La distribución comenzó a fines de 2022 con la llegada de dos ejemplares para cada niño o niña en
las escuelas de nivel inicial. Elegidas por equipos especializados de las propias jurisdicciones, estas
primeras duplas incluyeron muchos títulos de las colecciones Leer abre mundos y otros nuevos.
Fueron recibidas con verdaderas fiestas en las comunidades de los jardines, como una invitación a
escuchar, a leer juntos entre adultos y con las y los niños tal como el Plan propone: en encuentros
comunitarios donde nadie tiene que demostrar ningún saber, en los que es posible reconocerse
diversos pero iguales como sujetos sensibles que precisan alimentar esa dimensión de lo humano.

Para muchas familias, ese encuentro con el libro de sus hijos o hijas, con la lectura literaria, resultó
inaugural, y para otros fue un reencuentro con algo suspendido al acabar su vida escolar. Durante
2023, los niños y niñas otra vez recibirán dos nuevos libros, que compartirán en las salas y podrán
llevar a sus casas para siempre. Un reconocimiento del derecho a crecer en un nido de palabras, a
tener una biblioteca propia que releer cuando se desee, un entorno alfabetizador que desde la

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primera infancia ponga a mano modos de nombrar el mundo, metáforas para explicar y dar sentido
a la experiencia, relatos para releer cuanto sea necesario, únicos modos de apropiarse el capital
simbólico y cultural de la humanidad.

Historias x leer
Cada estudiante de las escuelas primarias también recibirá en 2023 cuatro publicaciones literarias,
dos en cada semestre. En este caso serán los cuentos de la Colección Historias por leer, editada por
el propio Ministerio de Educación de la Nación, un trabajo articulado entre la Dirección de Nivel
Primario, el Plan Nacional de Lecturas y la Dirección de Materiales Educativos, realizado en el marco
de la línea Libros para aprender.

Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que
gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las
hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus
historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser
extraños.

Irene Vallejo, 2019

Grandes autores y autoras de la literatura infantil de la Argentina (o en algunos casos sus


derechohabientes), autorizaron la edición de cuentos que el Ministerio hizo ilustrar por
profesionales reconocidos y emergentes de varias provincias.

Los títulos fueron elegidos por la dirección de nivel por su pertinencia para estimular procesos de
alfabetización y enseñanza de la lengua, pero se seleccionaron de entre los textos de la antología
Leer x leer, adecuados para la lectura compartida en voz alta, con gran fuerza estética y calidad
literaria. Esos cuentos muy conocidos por los maestros y maestras, algunos verdaderos clásicos, que
ya circularon en las aulas mayormente desde la oralidad, encuentran ahora un nuevo modo de ser
leídos, en una versión bellamente ilustrada que invita a la lectura autónoma y a múltiples
relecturas.

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Los cuentos ilustrados que llegarán en la primera entrega de la colección son:

Escrito por Ilustrado por


La vuelta al mundo Javier Villafañe Estrellita Caracol
Carnaval en el zoo Fabián Sevilla Mariano Epelbaum
Bicho Raro Graciela Montes Paz Tamburrini
La casa del árbol Iris Rivera Mónica Weiss
El ombúlobo Esteban Valentino Juan Chavetta
¿Lobo está? Sandra Comino Viviana Bilotti
Un plan maestro Graciela Repún María Jesús Álvarez
Como si el ruido pudiera Gustavo Roldán Lorena Leonhardt
molestar
Está allí todavía Olga Drennen Paula Adamo
Un decreto incomprendido Liliana Bodoc Cecilia Varela
El sueño del pibe Silvina Rocha Laura Michell
Lorenzo horizonte Ángeles Durini Paz Cófreces
Perdiendo velocidad Samanta Schweblin Diego Moscato
El último entrenador Juan Sasturain Cucho Cuño

Se entregarán también libros para cada docente y la colección completa a las bibliotecas escolares y
de los institutos de formación docente. Por otra parte, cada escuela primaria intercultural recibirá
ejemplares de los títulos traducidos a cinco lenguas originarias.

La iniciativa incluye la construcción de un micrositio en el cual se podrá acceder a una edición digital
animada de los libros –con ilustraciones sonoras compuestas por Claudio Spector e interpretadas
por jóvenes de orquestas, organizados por la Modalidad de Educación Artística–, así como su
traducción a lengua de señas, trabajo para el que se articuló con especialistas de la Modalidad de
Educación Especial. Cada nuevo recurso habilita nuevas formas de lectura.

En el portal habrá contenidos complementarios útiles para dar sustancia al diálogo alrededor de las
lecturas: entrevistas a los autores sobre sus procesos de escritura, las condiciones de producción de
las obras, las principales referencias que sustentaron su creación, la historia de cada historia,
recomendaciones literarias para seguir leyendo, y breves mensajes para los lectores y lectoras.
También incluirá entrevistas a los ilustradores sobre técnicas y estilos artísticos, los elementos de los
que se sirvieron para componer la gráfica de los libros y el sentido de cada elección, algunas claves

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para la lectura de las imágenes con las que recrearon y expandieron lo que cuentan los cuentos.
Será posible encontrarlos en este link: https://www.argentina.gob.ar/nivelesymod
alidades/direccion-nacional-de-educacion-primaria-0/historias-x-leer.

Como se ha dicho, el proyecto se completa con la edición en papel y digital de los cuentos en cinco
lenguas originarias: qom, quechua, mapuzungun, wichi y guaraní. Esta tarea se realizó en
articulación con los equipos técnicos de la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe.

El Ministerio de Educación de la Nación y el Plan Nacional de Lecturas retoman así una política de
edición de material literario de calidad en formato económico, que facilita su distribución masiva.

También la escuela media

Por último, también los adolescentes y jóvenes que cursan la escuela secundaria recibirán un libro
literario cada uno en el segundo semestre de 2023. La Dirección de Nivel y el Plan han acordado que
la principal línea de trabajo en este caso será la creación de grupos o clubes de lectura en cada
escuela, propuesta que profundizaremos en una clase próxima.

Donde viven los libros


Hoy sabemos que las bibliotecas son el mejor lugar para ofrecer a la población espacios para el
encuentro entre y con las muy diversas culturas. El acceso a ellas en nuestra América tiene razones
muy distintas a las de otros lugares del mundo, que han sido nuestra referencia. Las bibliotecas, en
estos territorios, han salido a entender las necesidades de sus comunidades de referencia para
organizar sus proyectos de trabajo, ya sean colecciones y actividades que encuentran que pueden
ser de interés y necesidad en su contexto. No solo de los miembros de las escuelas. También han
abierto su mirada a muy distintas comunidades organizadas en su entorno y también a grupos de
personas que tienen alguna condición común.

El diálogo con las necesidades de las comunidades escolares con sus maestros, directivos y
responsables de bibliotecas viene dando como resultado una variedad muy rica de resultados en
muchas de ellas. Actividades que pueden movilizar los acervos escolares como los clubes de lectura,
o trabajar encuentros de memorias de poesías y juegos de palabras con padres de niñas y niños

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pequeños, tardes de cine, música o ajedrez para los jóvenes, juegos literarios con participación de
varias escuelas y, siempre de interés para algunos grupos, las lecturas de autores locales y tanto
más. Se trata de apuestas que importan confianza en el poder transformador de la cultura y palabra,
un acto de fe en el futuro.

De Sergio Andricaín: “Leer un poema en la clase, debe ser, entonces, un acto


equivalente a plantar un árbol no precisamente en el parque que queda frente a
nuestra casa, sino un sitio al que quizás nunca volvamos a ir”.

Material de lectura complementaria


Skliar, C. (2020). Lectura y educación. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ministerio de Educación
de la Nación.

Montes, G. (2003). Bicho Raro. Plan Nacional de Lectura. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en: https://planlectura.educ.ar/wp-content
/uploads/2015/12/Bicho-raro-Graciela-Montes.pdf

Bibliografía de referencia
Adricaín, S. y Rodriguez, A. (2005). Escuela y poesía. ¿Y qué hago con el poema? Buenos Aires: Lugar
Editorial.

López, M. E. (2019). Un mundo abierto. Cultura y primera infancia. Buenos Aires/Bogotá:


CERLALC/lugar Editorial.

López, M. E. (2021). Nido de lecturas. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

Vallejo, I. (2019). La invención de los libros en el mundo antiguo. Madrid: Siruela.

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Wolf, E. (2022). Divina clandestinidad. Conferencia compartida en el Encuentro Nacional de
Coordinadores de Planes de Lecturas, Ministerio de Educación. Disponible en: https://www.educ.ar
/recursos/158372/divina-clandestinidad-por-ema-wolf

Créditos
Autora/s: Natalia Porta López, sobre aportes de María Elvira Charria.

Cómo citar este texto:

Porta López, N. y Charría M. E. (2023). Clase 1: Con el aire de la vida. Formas de leer, acompañar la
construcción de sentido. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

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