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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

Dpto. de Salud Odontológica Comunitaria

TEMA 1
EL PROCESO SALUD ENFERMEDAD EN LA POBLACIÓN

Valencia, Febrero 2019


1.1. Generalidades:

La salud del hombre es objeto y razón de la práctica cotidiana de la medicina, por ello es
deseable tener una comprensión cabal de su significado y de su trascendencia. Se le considera un
componente indispensable del bienestar y la felicidad de los seres humanos, definirla ha sido una
tarea difícil; a veces se antoja pensar que el concepto de salud es solo una quimera. El conocimiento
y práctica que sobre la salud y enfermedad ha tenido y desarrollado el hombre, ha evolucionado y se
ha transformado desde la aparición de la sociedad humana hasta nuestros días, como una
consecuencia directa de sus actividades productivas – económicas – culturales y sociales en
términos colectivos.

Así pues, la concepción popular sobre las causas y distribución de los problemas de salud y
enfermedad en la sociedad han sufrido grandes transformaciones, cuyas características principales se
exponen a continuación de manera breve y condensada. Se aclara que no es posible identificar con
exactitud las fechas a partir de las cuales se manifestó con mayor “popularidad” o hegemonía, cada
una de las diversas concepciones analizadas y se precisa que en realidad se produjeron y producen
situaciones simultáneas de coincidencia y antagonismo entre quienes defendían o propagaban
concepciones diferentes u opuestas en un momento dado.

Se analizarán en este tema las diversas concepciones que sobre salud y enfermedad han
predominado en la humanidad, desde la creencia mágico-religiosa hasta el enfoque sobre su
determinación social.

1.2. Concepción Mágico – Religiosa:

“El Castigo Divino”, “La Ira de los Dioses”, “Los Malos Espíritus”, constituían expresiones
comunes y frecuentes para explicar los problemas de salud del hombre primitivo. Es preciso, sin
embargo, aclarar diferencias fundamentales en tales interpretaciones, ya que el origen divino y el
demoníaco representan acepciones diferentes sobre la causa de los problemas de salud. Los ejemplos
de los castigos por la “Ira de Dios” en el Viejo Testamento son múltiples y extensos En el Nuevo
Testamento podemos encontrar múltiples citas a las posesiones demoníacas

La imposibilidad de explicar la aparición y desarrollo de los problemas en salud, con


excepción de los de origen traumático, así como la influencia y directrices que sobre las creencias
populares ejercían los “encargados” de interpretar los deseos de las divinidades en los pueblos
antiguos (sacerdotes, brujos,) constituyen las causas más conjuntamente aceptadas sobre la
hegemonía de la concepción mágica – religiosa sobre el origen y distribución de los problemas de
salud en el hombre.

Es así como se registran numerosas situaciones de salud en los pueblos y civilizaciones


antiguas, cuyas causas eran atribuidas a eventos sobre-naturales, deidades o demonios, dependiendo
de la posible relación – coincidencia - entre el problema de salud (epidemia, casos, etc.), y
determinadas circunstancias socio-políticas, religiosas o naturales que estuvieran ocurriendo
simultáneamente.
1.3. Ley Natural:

“Una cosa es plantear una hipótesis errónea y otra cosa es plantear una hipótesis acientífica,
la cual es parcial o totalmente imposible de ser verificada” (Gomper).Esta expresión implica que el
progreso científico no era posible si la causalidad de los problemas de salud y enfermedad era
atribuida a los dioses o demonios.

En este sentido se identifica a la “Ley Natural” de los Filósofos Griegos como el primer
paso hacia una explicación mas racional de las causas y distribución de los problemas de Salud y
Enfermedad de la humanidad.

De acuerdo a esta Ley Natural de los Griegos, en el Universo funcionaban cuatro grandes
cualidades o características, a saber; lo caliente, lo frío, lo húmedo y lo seco; las cuales a su vez
resultaban del pareamiento de las cuatro sustancias básicas que constituían la Tierra: aire – tierra -
fuego – agua (490-435 A.C.)

Fuego Aire Agua Tierra Fuego

Lo caliente Lo Frío Lo Húmedo Lo Seco

Este planteamiento establecería que la Salud y Enfermedad se producían a través del


equilibrio o desequilibrio de esos elementos y cualidades.

El “Padre de la Medicina”, Hipócrates (460-375 A.C.), con base en esta idea, consideraba
que el equilibrio o desequilibrio de los “humores del organismo” conjuntamente con los cuatro
elementos básicos eran la causa de la salud o de la enfermedad. Estos nombres eran: Bilis Amarilla,
Bilis Negra, Flemas y Sangre.

Esta teoría de los humores permitía la explicación de como se producían los problemas de
salud a nivel individual; una vez que el equilibrio de los humores se alteraba y se producía el estado
morboso o enfermedad, ocurría el período o etapa de crudeza o padecimiento, a la cual le seguía la
crisis (consecuencias) o la eliminación (curación) de lo morboso a través de los fluidos del cuerpo.

Para la explicación de los problemas colectivos de salud y enfermedad hay que recurrir tanto
a los planteamientos Hipocráticos como a los de Galeno (seis siglos después de Hipócrates),
conocido como un brillante observador y clínico.

Acorde con su pensamiento, tres grandes factores están envueltos en la explicación de las
“Epidemias” o problemas masivos de salud.
a) La Constitución Epidémica de la Atmósfera: asociada con la “corrupción” de la
atmósfera, clima y estación del año y con el “Miasma” que era emanado de los cuerpos
putrefactos.

b) La Predisposición Individual: asociada e influenciada por prácticas antihigiénicas como


la fatiga, exceso al alimentarse, alteración emocional entre otras. Se asumía que una
predisposición individual hacia la enfermedad (alteración humoral por las causas
mencionadas) en una atmósfera corrupta era un factor importante de riesgo (primera
mención de ambiente y salud).

c) El Elemento Contagioso: determinadas enfermedades – Tisis – Alteración de los Ojos y


de la piel y la plaga – “se pasaban” de las personas enfermas a los sanos. Este, asociado a
los dos factores anteriores constituían las causas de las epidemias. Hay que enfatizar, que
por más de mil seiscientos años, esta concepción – con algunos cambios – predominó e el
pensamiento científico de la época.

1.4. El Contagionismo:

En muchas de las culturas antiguas, Bantúes, Hindúes, Chinos y Árabes aparecen citas en sus
libros sagrados sobre las ideas del contagio. En el siglo XIV, en Europa, se citan numerosos
hechos que ratifican transmisión de la plaga a través de personas y objetos.

Fracastorio de Verona (1483), planteaba que:


1. “Una gran variedad de enfermedades, era causada por entidades transmisibles”, (gérmenes),
y que éstas eran sustancias químicas, no organismos vivientes susceptibles de evaporación y
difusión.
2. “Cada enfermedad tiene una entidad específica”. (gérmen)
3. “Los gérmenes de enfermedades diferentes, varían en persistencia e invasividad”
4. “Los gérmenes se propagan ellos mismos en los tejidos del huésped infectado”
5. “Los gérmenes pueden originalmente crecer en el cuerpo humano o en el exterior”
6. “Los gérmenes se propagan de persona a persona por contacto directo, por fómites
(utensilios de uso humano) y por una transmisión a distancia”
7. “Bajo condiciones no usuales, tales como pandemias, la atmósfera se infecta, y esta
condición especial está asociada con, aunque no causada directamente por condiciones
astrológicas anormales y fenómenos atmosféricos terrestres”
8. “Para que un gérmen pueda producir infección, debe encontrar una analogía en los tejidos del
huésped. (susceptibilidad)”.
9. “El tratamiento de la enfermedad debe seguir tres líneas principales:
a. Destrucción de los gérmenes por procesos tales como el calor y el frío.
b. Su evacuación del cuerpo.
c. La neutralización de los gérmenes por el uso de sustancias adversas.

Es importante señalar que estas conclusiones de Fracastorio, constituyen realmente un


avance significativo en el estudio de los problemas de salud y enfermedad, que son producto de la
observación y el análisis racional de los hechos y que probablemente corresponden “al aporte más
importante realizado entre Hipócrates y Pasteur”. Mientras Hipócrates estudió la enfermedad en sus
aspectos generales y filosóficos, Thomas Sydenham (el Hipócrates Inglés) uno de los fundadores de
la epidemiología, estudió enfermedades especificas, describiendo sus características – Corea,
Disentería, Malaria, Sarampión, Viruela y Sífilis.

De acuerdo a Sydenham (1624-1689), las causas de las enfermedades eran:


1.- “Un factor interno, el desarrollo en el cuerpo de una composición anormal de humores”
2.- “Un factor externo, la influencia de conocidos factores del clima y las estaciones; el calor, el
frío, lo húmedo y lo seco”
3.- “Un segundo factor externo, la misteriosa constitución de la atmósfera, características de años
específicos”.

En los mediados del siglo XVII hasta el XVIII, la historia de la medicina registra hechos
importantes relacionados con determinadas epidemias y los medios de controlarlas. Mead, Rush,
Howard, Groyton-Norman – contemporáneos – plantean medidas de desinfección y aislamiento en
caso de riesgo de contagio.

Posteriormente, J. Snow (siglo XIX) con sus brillantes trabajos sobre la transmisión del
cólera, y W. Budd, sobre la fiebre tifoidea, propusieron medidas similares sin conocer aún sobre las
bacterias causantes.

1.5. Teoría de la Unicausalidad:

Los trabajos y observaciones realizadas durante los años 1.600 y 1.700 y principios de 1.800,
relacionado al origen, distribución y curación de los problemas colectivos de salud y enfermedad
con los principios del contagionismo, parecen encontrar respuestas en el siglo XIX (1829), cuando
se producen importantes descubrimientos microbiológicos a cargo de Pasteur, Lister, Koch y otros.
Estos descubrimientos, hicieron posible la aparición de los primeros productos biológicos para la
prevención específica de las enfermedades infectocontagiosas.

Hay que destacar que a raíz de estos descubrimientos microbiológicos, la epidemiología se


desarrolló considerablemente hacia una explicación unicausal-bacteriana de los problemas de salud-
enfermedad colectivos, anulándose en esta época el interés por los planteamientos en torno a la
influencia de los problemas sociales de la salud.

Es importante señalar también, que uno de los factores mas importantes en el desarrollo de la
investigación microbiológica lo fue el interés y aportes financieros de diversas fundaciones e
instituciones transnacionales que explotan recursos naturales en países de América, África, Oriente
Medio y veían diezmados los recursos humanos, dedicados a la explotación de bienes, por las
enfermedades tropicales.
Al trabajo tesonero y dedicado de los epidemiólogos se incorporó el interés de estas
empresas que “financiaron planes propios de organismos de salud internacionales con la mira puesta
en la protección de los niveles de productividad de las unidades montadas en las nuevas colonias”.

Chapin (1916), Superintendente de Salud de Providence, Rhode Island (E.U.), estableció


algunos principios básicos de la teoría unicausal que durante muchos años fueron el puntal de la
epidemiología moderna, a saber:

- “Los gérmenes patógenos son parásitos adaptados a la vida en el cuerpo humano (y en otros
mamíferos) y que generalmente mueren rápidamente en el medio ambiente externo”
- “En vista de su potencial sobrevivencia en un medio ambiente no viviente, los gérmenes
patógenos (excepto los formadores de esporas), deben pasar de un ser humano a otro para
que ocurra una nueva infección”.

- Los medios de transmisión mas importantes son:


 Contacto directo o indirecto.
 Ingestión de alimentos y bebidas contaminadas.
 Insectos como vectores.

Tal y como Le Riche establece, son enormes los avances que la epidemiología realizó en el
siglo XIX y principios del XX, a consecuencia de los descubrimientos microbiológicos y luego
virales; sin embargo, “éstos representan las postrimerías de una fase, en la comprensión de las
causas de distribución de los problemas colectivos de salud y el inicio de otra fase de investigación y
cuestionamiento, dado que existen enfermedades que afectan a muchas personas y no son de
naturaleza bacteriana”.

1.6. La Triada Ecológica:

En la década de los sesenta, la teoría unicausal había perdido la capacidad de dar una adecuada
respuesta a las necesidades de conocimiento en el campo de la epidemiología. En otras palabras, en
ese momento histórico, ya no era posible interpretar y abordar los diversos problemas de salud-
enfermedad de la población bajo el enfoque de una causalidad bacteriana. Los problemas crónicos
de salud, los tumores malignos, los accidentes de tránsito y laborales, las intoxicaciones, los
trastornos respiratorios por contaminación, entre otros, constituían una base sólida que evidenciaba
la necesidad de un enfoque diferente para la interpretación y abordaje de los problemas de salud y
enfermedad de la población.

En adición, el inicio de la crisis del capitalismo en los años 60, con su consecuente y
apreciable reducción presupuestaria por parte de las naciones en salud, educación y asistencia social,
entre otros, y las crecientes presiones y demandas de los sectores populares más concientizados y
organizados, obligaron a un proceso de revisión sobre la interpretación del proceso salud
enfermedad y de las acciones a seguir al respecto.
1.7 Teoría de la Multicausalidad,

Esta teoría en lo general planteaba que ningún problema de salud obedecía a una sola causa,
aun los de origen bacteriano, y para que un determinado problema se produjera, era preciso la
participación de diversos factores, es decir, de otras causas.

El principal exponente de la teoría de la multicausalidad fue Brian MacMahon, quien


planteaba que existían asociaciones entre diversos factores que ocurrían en cadenas, las cuales a su
vez se integraban en una especi de red a través de sus respectivos componentes. Este enfoque, en la
práctica, permitiría poder identificar un componente importante en la red de causalidad, actuar sobre
él y lograr reducciones directas en la prevalencia del problema sin cuestionar o intervenir, las
variables independientes y causales reales del problema.

En profundidad esto implica un reajuste histórico de la concepción de la salud y enfermedad,


a fin de poder aplicar medidas concretas y prácticas que permitan mantener en los mínimos los
niveles posibles de salud a la mano de obra productiva y obtener resultados de impacto social,
aparentemente, de amplia cobertura. Este enfoque perseguía por tanto, proponer la supresión y
modificación de una o varias de las variables intervinientes en el proceso, a fin de producir mejorías
en la condición de salud-enfermedad de la población.

En la mitad de la década, Leavell y Clark publicaron su obra “Preventive Medicine for the
Doctor and his Community”. En ella planteaban un modelo de enfoque más acabado y explícito de
su multicausalidad, incorporando el componente ecológico. En este enfoque se identifican tres
factores fundamentales, interrelacionados entre sí, y que interactúan y condicionan el inicio y
desarrollo de un determinado problema de salud.

Estos tres “factores” son: el huésped, el agente y el medio ambiente. En el siguiente


esquema, se muestran estos factores, así como las tendencias de acción entre ellos.

Hombre
(huésped)

Medio Ambiente 1 2 Agente


Un ambiente desfavorable para el huésped (reducción en el acceso al servicio de agua
potable) y el favorable al desarrollo del agente (contaminación del agua y alimentos), conllevaría a
la alteración de la salud del huésped cuando ingiera el liquido. Esta concepción implica que existiría
salud cuando exista el equilibrio y armonía entre los tres grandes factores, asignándole el mismo
“peso” causal a factores naturales y sociales.

Al respecto, Le Riche, en su libro “Epidemiology as Medical Ecology” plantea que “mientras


la Ecología estudia todos los aspectos de la vida humana y su desarrollo, la epidemiología
principalmente investiga la enfermedad y como se manifiesta en los grupos de personas. En esta
expresión, dicho autor plantea que existen claras y definidas relaciones entre “edad, sexo, la raza, el
estado económico y social, ocupación, localización geográfica y posiblemente otras variables
factibles a ser medidas”, con la enfermedad.

Reconoce así la importancia de condiciones naturales y sociales relacionadas con el huésped,


pero, le asigna valores o peso “específicos” similares, lo cual reduce la categoría social del hombre
frente a lo biológico. Establece Le Riche, acorde con el enfoque de la Triada Ecológica, que la salud
y la enfermedad, dependerán o serán la consecuencia del equilibrio o desequilibrio ecológico, es
decir, hombre, seres que lo rodean y ambiente.

Es indudable que el enfoque anterior, es mas sistemático y dinámico en el intento de explicar


la producción y distribución de los problemas de salud en la sociedad, pero este enfoque como
plantea Breilh.

“Desconoce la categoría social del hombre y se lo transforma en un factor eminentemente


biológico”. Esto permite,

"Esconder las profundas diferencias de clase que existen entre los hombres”.Y

“Permiten restaurar las condiciones biológicas para que el hombre como fuerza de trabajo se
mantenga en el mercado”

1.7. Concepción Histórico-Social:

En los subtemas anteriores se ha intentado un recorrido retrospectivo en relación a las


diversas concepciones que sobre la salud y la enfermedad han “dominado” durante las diferentes
etapas del desarrollo social de la humanidad. Esto desde luego, también ha implicado una serie de
abordajes diferentes de los problemas acorde con la concepción hegemónica en un momento y lugar
dados.

En la actualidad, para una mayor comprensión de la producción y distribución de los


problemas de salud y enfermedad en la población, es preciso tomar en consideración cuatro aspectos
esenciales:
a) Los conocimientos clínico (individual) y epidemiológico (colectivo) existentes sobre los
problemas de salud y enfermedad, se han incrementado en los últimos veinte años y con
el avance del desarrollo tecnológico en el área de la comunicación, se han difundido
rápidamente, independientemente de su utilización o no. Este conocimiento aun obtenido
con base en estudios realizados bajo enfoques eminentemente biológicos, han permitido
el surgimiento de modelos alternativos para el estudio de la salud y enfermedad.

En otras palabras, los estudios descriptivos sobre la salud-enfermedad, así como aquellos
que sólo analizan variables biológicas sin trascender hacia la causalidad real del
problema; no deben, ser dejados de lado, ya que si técnica y metodológicamente han
mostrado ser confiables, pueden representar una fuente importante de datos que deberá
facilitar el estudio alternativo del proceso salud- enfermedad.

b) En 1977, durante la Asamblea Mundial de la Salud, los representantes de los países


miembros, acordaron que “la principal meta social de los gobiernos y de la OMS debería
alcanzar para todos los ciudadanos del mundo, para el año 2000, un nivel de salud que
les permita llevar una vida social y económicamente productiva” (SPT-2000).

Posteriormente, en Alma Ata (1978), se asumió el compromiso de que a través de la


Atención Primaria sería posible la consecución de los objetivos planteados en torno a
SPT-2000. Esto significó necesariamente un enfoque diferente en cuanto a los problemas
salud – enfermedad de la población, tanto para su conocimiento como para su abordaje;
ya que la Atención Primaria en sentido global se concibió como una “estrategia de
transformación del modelo asistencial”, vigente, la que implicaba por tanto que se
produjeran nuevos desarrollos para poder sumir” la problemática de salud-enfermedad
como expresión de las condiciones de vida de diferentes grupos de población y
comprender las articulaciones entre estos y los procesos sociales más generales”.

c) “La crisis económica y social a consecuencia de la deuda externa y de la aplicación de


políticas erradas y comprometidas con interesas ajenos a los de las poblaciones de
nuestros países, ha provocado un rápido deterioro de la calidad de vida en los grupos
mayoritarios poblacionales, los cuales cada vez mas padecen la reducción de capacidad
de acceso a bienes de consumo, aún los mas simples y necesarios como alimentación,
vestuario, vivienda, etc. Esta crisis ha provocado tal y como plantea Castellanos. “Una
tendencia a la reducción sustancial del gasto per-cápita en salud”. Esto implica, la
necesidad que ocurran cambios sustanciales en las políticas sociales generales.

d) En relación a los aspectos antes señalados, se hace evidente que la concepción sobre
salud-enfermedad que predominaba a mediados de la década de los setenta tuvo que
ceder espacio al análisis crítico y cuestionador sobre su vigencia y validez para la
interpretación de los problemas salud-enfermedad y “entrar” en contradicciones con
enfoques teórico-metodológicos y técnicos de mayor capacidad de “comprensión” de las
relaciones entre los procesos sociales e históricos de la sociedad con la salud de los
individuos y grupos existentes.
En ese ámbito que se ha intentado caracterizar y como consecuencia de un valioso proceso
de trabajo desarrollado por Juan César García, Juan Samaja, Asa Cristina Laurell, Jaime Breilh,
Vicente Navarro, entre otros, surge a mediados de la década de los 70, una concepción de la Salud-
Enfermedad diferente a las que hasta ese momento habían predominado. Una interpretación más
global de la condición social del ser humano, de su capacidad de producir y consumir, de su calidad
de vida y de su salud o enfermedad.

Una concepción en la cual, la salud-enfermedad se considera un proceso histórico y


dinámico, en el cual “se concatenan los hechos sociales con los biológicos” en la determinación de
la salud de los grupos sociales que interactúan en nuestras sociedades de clase. Eso significa que
dichos grupos (empresarios, obreros, capas medias, subempleados, etc.) presentaran mayor
potencialidad hacia la salud o mayor riesgo de enfermar o morir, dependiendo de sus respectivas
formas características de producir y consumir. (Ver cuadros 1.1 y 1.2).

Al profundizar en la comprensión de este enfoque, es preciso establecer que el proceso salud-


enfermedad, es un proceso social y como tal presenta niveles diferentes en cuanto a jerarquía de
determinación.

CUADRO 1.1
TASA DE MORTALIDAD INFANTIL Y ESCOLARIDAD,
SEGÚN GRUPO SOCIAL REPUBLICA DOMINICANA, 1975

VARIABLE GRUPOS SOCIALES


(1) (2) (3) (4) (5)
Mortalidad
(x 1000 nacidos vivos) 87 102 96 85 44

Escolaridad
(x años de estudio aprobados) 2.1 2.1 3.4 4.1 7.3

1= Campesinos
2= Asalariado agrícola
3= Marginales
4= Asalariado no agrícola
5= Capas medias
Adaptado de: “Población y Salud de la República Dominicana”. Estudio Número 5 del Instituto de
Estudios de Población y Desarrollo de Profamilia. 1986.
FUENTE: Guzmán, J. M. “Cada vez menos hijos”, Tendencias de la Fecundidad en la República
Dominicana. 1960-1980. “Consejo Nacional de Población y Familia”. 1983
CUADRO 1.2
ESTIMACIONES DE LA TASA DE MORTALIDAD INFANTIL SEGÚN NIVEL DE INSTRUCCIÓN
DE LA MADRE. ENCUESTAS DE LA FECUNDIDAD 1975 Y 1980

AÑOS DE ESTUDIO MORTALIDAD INFANTIL **


APROBADOS ENERO – 1975 ENERO 1980
NINGUNO 133 123
1–4 105 86
5–8 83 68
9 y más 49 47
** X 1000 Nacidos vivos

Adaptado de: “Población y Salud en la República Dominicana”. Estudio Número 5 del Instituto de Estudios de
Población y Desarrollo Profamilia. (27)
FUENTE: En Encuestas Nacionales de Fecundidad 1975 y 1980

En estos cuadros se aprecian las diferencias que presentan el indicador de la mortalidad


infantil (menores de 1 año fallecidos en un año por cada 100 nacidos vivos), según el nivel de
escolaridad de la madre, acorde al grupo social al que pertenecen.

Estos niveles según Breilh y Granda (28), son:

a) Una dimensión general (de mayor jerarquía en la determinación) dada por el desarrollo de las
fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción que coexisten en el ámbito bajo
estudio “lo que permite caracterizar económica y socialmente la zona donde se ubican los
grupos sociales cuyo perfil de salud – enfermedad se estudia o analiza”.

b) “Una dimensión particular dada por los procesos de reproducción social”; es decir, por las
formas de producir y consumir de los diversos grupos sociales que desarrollan sus
actividades en las zonas determinadas. El consumo en estos grupos (alimentación,
educación, vivienda, de servicios de salud, de recreación, de comunicación, de hábitos, etc.),
esta determinado por sus formas de trabajo, porque son esas necesidades de consumo
energético y psíquico, las que determinan dicho proceso de trabajo.

En otras palabras, la inserción en el proceso de producción de empresarios y obreros es


diferente, puesto que unos poseen los medios de producción y los otros tienen que vender su
fuerza física para vivir. Esto a su vez, implica que el consumo de alimentación, vivienda,
educación entre unos y otros será diferente y su calidad de vida también.

Los grupos sociales existentes es una zona eminentemente agrícola y pecuaria (campesinos
asalariados, asalariados agrícolas, subempleados, terratenientes, pequeños productores, etc.),
serán diferentes, así como la producción y consumo de los existentes en una zona industrial,
de comercio y servicios (empresario, obrero, empleado, etc.)
c) Una dimensión individual conformada por los procesos que conllevarían a que el individuo
enferme, disminuya sus funciones o muera, o por el contrario, mantenga la normalidad,
funciones y capacidad requeridas.

Estas dimensiones, espacios o niveles tienen entre sí una dinámica de relacionarse y como
plantea Castellanos: “Los perfiles de salud – enfermedad (dimensión individual) de un determinado
grupo de población están determinados por los procesos de reproducción general de la sociedad y
que establecen la forma particular de inserción de dicho grupo en tales procesos generales”.

Esto significa que entre los niveles generales y particulares, existe una interrelación de
“determinación” del nivel superior al inferior y de “condicionamiento” en sentido contrario.

1.8. El Componente Bucal del Proceso Salud-Enfermedad:

El componente bucal de los individuos y grupos sociales de nuestras sociedades de clase, no


escapa a este complejo proceso de determinación y de aquí que a principios de los años 80, se
presenta formalmente una propuesta teórico-metodológica para el abordaje del conocimiento del
proceso salud-enfermedad bucal, a cargo de un grupo ecuatoriano, el cual es retomado por el grupo
de trabajo para el “Análisis del Proceso Salud-Enfermedad Bucal en América Latina” reunido en
Palmas del Mar, República Dominicana, en 1983, donde se consoliden el enfoque global para el
estudio del componente bucal del proceso salud-enfermedad.

En caso concreto, la salud y la enfermedad bucal de un individuo, es la resultante de sus


condiciones específicas; respuesta inmune exposición a determinados agentes bacterianos; dieta rica
o carente de carbohidratos, fluoruros y trazas especificas; sus hábitos higiénicos y su acceso a los
servicios de salud; su disponibilidad de conocimientos sobre los problemas bucodentales, su propia
práctica en salud y el acceso a medidas de prevención. Estas últimas a su vez dependen de las
prioridades y asignaciones de recursos otorgados por el Estado, con base en su política y planes de
salud o por la existencia de programas no estatales, así como por la modalidad de práctica
odontológica vigente.

Como en un mismo país o zona es posible encontrar distintas formas de producir y consumir
de los grupos sociales que lo habitan, esto determinará distintas formas de interrelación entre las
variables antes mencionadas, lo que a su vez producirá variaciones en los perfiles de salud-
enfermedad bucal (dimensiones o niveles particular e individual).

Hay que precisar también, que los distintos grupos sociales le asignan valores diferentes al
cuidado bucal y, además, los demás servicios de salud (público-privado) se proyectarán en forma
diferente de acuerdo al grupo al que pertenece el individuo. Ver Cuadros I.3., I.4., y I.5.
CUADRO I.3
ESCOLARES LIBRES DE CARIES SEGÚN TIPO DE PLANTEL ESCOLAR
SANTIAGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 1978

PLANTEL ESCOLAR LIBRES DE CARIES %


Privados 18.7
Semiprivados 13.7
Escuelas Públicas 3.5
FUENTE: “Producción de conocimientos en Odontología I”. Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia
Social. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Organización Panamericana de la Salud/Organización
Mundial de la Salud. Santo Domingo, 1982.

Aún cuando en este estudio se consideró formalmente la inserción social por no disponerse
en ese entonces (1978) de un enfoque teórico-metodológico acabado, se aceptó que los escolares
que acudían a los planteles privados, por el costo de matrícula, útiles y mensualidades,
pertenecían a las capas medias y grupos superiores.

CUADRO I.4

PERSONAS LIBRES DE LESIÓN PERIODONTAL SEGÚN GRUPO


OCUPACIONAL SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICNA. 1977
GRUPOS LIBRES DE LESION %
Profesionales 15.1
Empleados 6.4
Obreros 3.4
Trabajadores caseras 1.7
Desocupados 2.0

FUENTE: Taveras García, Hector Darío “Enfermedad Periodontal en la Ciudad de Santo Domingo”.
Universidad Autónoma de Santo Domingo. 1982 (35)

CUADRO I.5
DIENTES EXTRAIDOS Y OBTURADOS POR INDIVIDUO SEGÚN AÑOS DE INSTRUCCIÓN O
ESCOLARIDAD. COLOMBIA 1977-1980

AÑOS DE INSTRUCCIÓN DIENTES DIENTES


EXTRAIDOS** OBTURADOS**
SIN INSTRUCCIÓN 16.5 2.7
1–3 14.1 3.7
4–5 13.0 4.7
6 – 10 9.1 6.4
11 – y más 8.8 9.1

**Promedio de dientes extraídos y obturados (por individuo) por la acción de la caries dental.
Adaptado de: Moncada, Orlando A. y Herazo, Benjamín J. “Morbilidad Oral” Estudio Nacional de Salud,
pp. 48 c. 24. Bogotá, Colombia, 1984
1.9.Salud Colectiva

Para todos los seres animados, vivir es una empresa colectiva que implica retos constantes.
Aún los organismos que por sus particularidades biológicas se sitúan en los primeros peldaños de la
escala filogenética, precisan asociarse con otros de su misma especie, para poder sobrevivir.

En su vida colectiva los hombres han pretendido dominar su ambiente físico, habitando
complejos urbanos con sistemas de calefacción durante el invierno, o de aire acondicionado durante
el verano; en realidad, lo que han desarrollado son microambientes donde pueden controlar a su
arbitrio, temperatura, humedad, luz e inclusive ruido.

En la medida en que la vida gregaria se identifica con la complejidad de los modernos


centros urbanos, el hombre cambia su entorno ecológico por otro artificial. en este nuevo
ecosistema, se sujeta a reglas más estrictas de convivencia humana, los espacios que habitan se
reducen y ellos modifican sustancialmente su estilo de vida; en este contexto surgen riesgos para su
salud hasta entonces desconocidos. En un intento por hacer más placentera su vida, el hombre
restringe su individualidad en aras de la convivencia urbana; en cierta forma su salud es, un bien
colectivo.

Contemplada desde esta perspectiva, la salud puede verse en su dimensión sociológica. A


este respecto Parsons define la salud como: “…es el estado óptimo de las capacidades de un
individuo para la ejecución efectiva de los roles y tareas en los que ha sido socializado”

La salud es, uno de los fundamentos esenciales para que los miembros de una sociedad
ejerzan completamente sus capacidades y puedan funcionar eficientemente en la sociedad, si se
limita su interacción con otros seres humanos y se restringe su libertad de vivir, se afecta su salud.

También las enfermedades orgánicas conllevan ciertos efectos negativos en la convivencia


social de quienes la padecen. Katherine Mansfield, poco antes de morir por tuberculosis concluía
“Por salud entiendo el poder vivir una vida cabal, adulta, respirando la vida en contacto con lo que
amo: la Tierra y las maravillas que contiene… Quiero ser todo lo que soy capaz de llegar a ser”

En otras palabras, la salud es: Disfrutar plenamente, de manera responsable, las bellezas de la
naturaleza que asombran y conmueven, compartiendo esos momentos con los que más se ama y al
mismo tiempo desarrollar íntegramente las potencialidades que nos son propias para alcanzar los
más caros anhelos.

La salud y la enfermedad son conceptos que traducen una buena o mala calidad de vida. Para
preservar la salud, es menester que el organismo ponga en juego diversos mecanismos adaptativos
mediante los cuales preserva su integridad. De esta manera mantiene su medio interno con relativa
constancia, preservando así un balance positivo y favoreciendo consecuentemente su bienestar
físico. El hombre logra su bienestar físico, mental y social en el ambiente en que se desenvuelve.
Como contraste, cuando la homeostasis se rompe, se altera la salud física e invariablemente se daña
la salud mental y social; así, la enfermedad aparece. El desenlace final en muerte es la falla
irreversible de los mecanismos fisiológicos para restablecer el equilibrio interno.

Como puede observarse con lo expuesto anteriormente, las concepciones de salud han ido
evolucionado a lo largo de los años; has bien avanzado el siglo XX se poseía salud cuando no se
estaba enfermo; en 1946 la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como:
“completo estado de bienestar biológico, psicológico y social y no sólo la ausencia de enfermedad”
Es éste un concepto global que si bien representó una evolución importante en su momento al incluir
por primera vez el aspecto social y mental del individuo, es una definición estática, pues sólo
considera con salud a aquellos individuos con absoluto bienestar, lo que es utópico y no es del todo
exacto, ya que rara vez se conseguirá esto.

El hombre es cada vez menos dependiente del estado biológico y cada vez más del estado
sicológico y de su integración social, así la enfermedad puede sobrevenir por malestar, estrés,
inseguridad social y por tensiones del ambiente social y no sólo por causas orgánicas.

La salud es una noción relativa que reposa sobre criterios subjetivos y objetivos y aparece
como un estado variable y dinámico de tolerancia, de compensación y adaptación al medio ambiente
total. El individuo puede sentirse sano y presentar alguna enfermedad como es la caries dental o un
estado inicial de una lesión maligna al comienzo de su evolución; o bien, estar sano para los demás,
sin embargo sentir un malestar físico por trabajar en un ambiente hostil; además dos personas ante la
misma situación y síntomas pueden sentirse de diferente manera.

La separación entre la salud y la enfermedad no es absoluta, existiendo una gradación entre


ambas, siendo imposible trazar una línea divisoria; honestados dinámicos variables e históricos en
relación con las condiciones de vida de cada sociedad o grupo humano; esto quiere decir que
responden más a factores socioeconómicos que a problemas biológicos, siendo en realidad éstos
consecuencia de aquellos.

En resumen, según San Martín (1989) “la salud y enfermedad es un conjunto complejo y
dinámico en el cual se integran la biología, la ecología, la sociología, la economía, la cultura, la
experiencia de cada uno y el valor que damos a nuestra vida”

En el último siglo el progreso en la medicina ha ido unido a un aumento de la longevidad o


esperanza de vida. Sin embargo, hoy el interés se centra en aumentar no sólo la esperanza de vida,
sino también la calidad de esa vida. Existen muchas aproximaciones a la definición conceptual de
calidad de vida; la mayoría de las definiciones incluyen en el concepto la salud y el bienestar, tanto
físico como mental y social. Hoy día la aproximación conceptual al concepto de calidad de vida
debe incluir tres dominios: cobertura de las necesidades físicas, psíquicas y sociales, añadiéndose la
autopercepción de la situación por el propio paciente

El proceso de la enfermedad o el estado de salud en el hombre dependen de la compleja


interacción de los elementos de la tríada ecológica: agente, hospedero y ambiente; del conjunto
causal que resulta de múltiples influencias, características, variaciones o factores de cada uno de los
tres elementos; y de la reacción o respuesta del hospedero a los estímulos patógenos derivados de
dicha interacción multicausal.

Aceptada la validez de estos conceptos, se pueden establecer dos momentos en el proceso de


la enfermedad, el primero ocurre en el medio ambiente, antes de ser afectado el hombre, y el
segundo, una vez ha sido afectado. Ambos constituyen la historia natural de la enfermedad. En otras
palabras, se entiende por historia natural de la enfermedad, a la manera propia de evolucionar que
tiene toda enfermedad o proceso, cuando se abandona a su propio curso.

Clark y Leavell han interpretado y esquematizado excelentemente la historia natural de la


enfermedad. Como todo esquema está expuesto a críticas, pero lo consideramos de gran valor
didáctico mientras no surja otro mejor. Es por eso que lo seguimos en sus partes más fundamentales.
Así pues, en el presente Tema, presentamos la historia natural de la enfermedad y los niveles de
prevención, según los autores citados.

HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD

En la historia natural de la enfermedad se pueden diferenciar dos períodos:

(I) Período de la Prepatogénesis.


En este período interactúan el huésped, el agente y el ambiente como factores potencialmente
productores de enfermedad. El huésped se encuentra sano, pero en determinado momento alguno de
los elementos de la tríada rompe el equilibrio del sistema ecológico y se produce el estado de
enfermedad. La pérdida del equilibrio rara vez comienza con un estímulo único desencadenante; en
la mayoría de los casos hay cambios en el agente causal, el huésped y el ambiente, lo cual se
denomina multicausalidad. El proceso de la enfermedad tiene su origen en otros procesos que
ocurren antes de que se inicie la enfermedad en el hombre:

(A) Proceso en el ambiente


Múltiples influencias procedentes del medio ambiente (físico, biológico, social, cultural) en
el que vive el hombre, están creando constantemente estímulos de enfermedad mucho antes de que
comience la interacción del estímulo y el hombre, que desencadenará el verdadero proceso de
enfermedad.

(B) Interacción de agente causal, hospedero y medio ambiente


La compleja interacción de múltiples factores o variables de cada uno de los elementos de la
tríada ecológica puede ocasionar una pérdida de equilibrio del sistema ecológico. Si dicho equilibrio
es desfavorable al hospedero, se producirá la enfermedad. Por lo tanto, como efecto de dicha
interacción y del desequilibrio resultante, se produce el estímulo de enfermedad que hará que se
inicie el verdadero proceso patológico en el hombre, cuando dicho estímulo entre en interacción con
éste.

Si recordamos que una enfermedad aparece como consecuencia de una cadena de


acontecimientos que enlazan los elementos de la tríada ecológica, agente-ambiente-hospedero,
fácilmente deducimos que la cadena epidemiológica constituye el período prepatogénico de la
historia natural de la enfermedad.

(C) Estímulo de enfermedad.


El estímulo representa la multiplicidad causal o conjunto causal y no la única causa, que
desencadenará el proceso de enfermedad en el hombre.

(II) Período de la patogénesis o curso natural de la enfermedad en el hombre:


Representa la evolución de la enfermedad en el hombre, desde su inicio, como resultado de
la interacción con el estímulo de enfermedad, hasta el fin de la reacción con recuperación,
incapacidad, estado crónico o muerte.

(A) Proceso en el hombre


El período de la patogénesis o curso natural de la enfermedad acontece en el último eslabón
de la cadena epidemiológica, es decir, en el hospedero. Todo el curso de la enfermedad ocurre en el
organismo humano; ya hay enfermedad en el hospedero susceptible.

(B) Interacción del estímulo-hospedero


El momento en que entran en interacción el estímulo y el hospedero se inicia el período
patogénico, es decir, el proceso patológico en el hombre. Una vez el estímulo de enfermedad ha
establecido contacto íntimo con el hospedero, éste producirá una respuesta.

(C) Reacción del hospedero


La respuesta o reacción del hospedero ante el estímulo de enfermedad se traduce en cambios
orgánicos y funcionales a través de todo el período patogénico, constituyendo las etapas evolutivas
del curso natural de la enfermedad.

(1) Cambios tisulares


El organismo humano reacciona con cambios en los tejidos, alteraciones bioquímicas,
fisiológicas, etc.; en general, con una reacción de tipo morboso.

Estos cambios iniciales no pueden ser demostrados con los métodos y técnicas actuales de
diagnóstico. Se denomina etapa preclínica al curso natural de la enfermedad hasta ese momento.
Dicha etapa, representa el período de incubación, período de latencia, período de acumulación o
exposición a agentes no vivos, etc., según el tipo de enfermedad.

(2) Signos y síntomas


Se inicia aquí la etapa clínica con la aparición de algo anormal que llama la atención. Los
cambios tisulares o la alteración de forma y función dan lugar, frecuentemente, a signos y síntomas
y a un curso evolutivo de la enfermedad más o menos típico.

Estas alteraciones que pueden ser clínicamente diagnosticadas sobre el HORIZONTE


CLINICO, línea imaginaria que separa la etapa clínica de la etapa preclínica, es decir, la parte mejor
conocida del curso de la enfermedad de la otra cuyo conocimiento es insuficiente y constituye la
gran laguna de la medicina moderna.

(3) Defecto o daño


Si el proceso de enfermedad no ha sido interrumpido por un tratamiento adecuado y
prosigue su curso natural en el tiempo, se presentaran lesiones funcionales y orgánicas, es decir, se
producirá defecto o daño en el organismo del organismo del hombre.

(4) Estado crónico, incapacidad, muerte o recuperación.


La evolución natural de la enfermedad puede finalizar por acción del tiempo, llevando al
individuo al estado crónico, dejando incapacidad, produciendo la muerte, o si el tratamiento ha sido
efectivo a la recuperación del hospedero.

En el período patogénico, el proceso evolutivo de la enfermedad abarca en principio la


interacción inicial de los estímulos que generan alteración; luego, las respuestas o reacciones del
huésped, evidenciadas por cambios bioquímicos, anatómicos y fisiológicos que lo llevan a la
recuperación del equilibrio o lo conducen al estado crónico en donde es necesaria una nueva
homeostasis; la aparición de secuelas como la invalidez y, en el peor de los casos, la muerte. Los
diferentes caminos de una misma enfermedad están en función de la capacidad del huésped para
reaccionar ante los estímulos.

En el período patogénico hay un primer lapso de patogénesis temprana. Durante ésta, se


producen cambios en los distintos niveles de organización (molécula, célula, tejido, órgano y
sistema) que pueden manifestarse en diferentes niveles (bioquímico, fisiológico o anatómico); pero
el individuo no percibe esos cambios porque se encuentran debajo del horizonte.

En el momento en que la enfermedad cruza el horizonte clínico, las manifestaciones son


percibidas por el huésped u otra persona y aparecen los signos o los síntomas o ambos de la
enfermedad patológica (discernible tempranamente). Los signos son fenómenos objetivos de la
enfermedad, es decir, el médico los reconoce o los induce; en cambio, los síntomas son
manifestaciones de alteración orgánica o funcional apreciables por el paciente.(por ej. El dolor)

En el área de infectología, ese momento sirve para determinar el período de incubación. Este
es el tiempo que transcurre entre la exposición a un agente infeccioso y la aparición del primer signo
o síntoma de enfermedad.

La intensidad de los signos y síntomas no tiene relación con la gravedad de una enfermedad;
por ejemplo, una enfermedad grave puede manifestarse por signos y síntomas leves en los niños con
desnutrición. Al avanzar la enfermedad se puede encontrar el daño, que depende del tejido u órgano
afectado. Posteriormente, si las características del huésped y el ambiente son favorables, el individuo
entra en estado de convalecencia y se recupera. Por el contrario, cuando las características del
huésped y el ambiente son desfavorables, la enfermedad puede evolucionar a un estado crónico y
puede dar lugar a incapacidad (falta de capacidad o potencia, sobre todo para el trabajo), es decir a
limitaciones funcionales. La incapacidad del individuo para reintegrarse a sus labores habituales
constituye invalidez; ésta es la limitación en el desarrollo integral de las actividades humanas
individuales, familiares y sociales, como consecuencia de daños irreversibles. Por último cuando el
individuo cesa su lucha por restablecer el equilibrio, sobreviene la muerte.

Con base en lo anterior, una enfermedad puede evolucionar por distintos caminos:
1- Recuperación de la salud antes de que la enfermedad se manifieste en el horizonte
clínico. Muchas personas tienen anticuerpos contra determinado agente causal y nunca
presentaron manifestaciones de cierto padecimiento, por ejemplo, la rubéola.
2- Recuperación después de que la enfermedad cruzó el horizonte clínico. Así sucede en la
mayoría de los enfermos de gripe.
3- Evolución a la cronicidad, como sucede en pacientes con infecciones no tratadas del
sistema urinario.
4- Desarrollo de secuelas, como en personas que padecen poliomielitis.
5- Recaídas
6- Enfermedad como desencadenante o predisponente de otra entidad patológica. Puede
suceder, por ejemplo, que un niño enferme de tuberculosis después de haber padecido
sarampión.
7- Muerte del individuo.

En resumen, el período prepatogénico (proceso en el ambiente) y el período patogénico


(proceso en el hombre) constituyen la historia natural de la enfermedad. En otras palabras, la historia
natural de una enfermedad comprende desde la compleja interacción de la tríada ecológica que
produce el estímulo de enfermedad, el que a su vez produce una respuesta en el hospedero, hasta los
cambios que lo pueden llevar al estado crónico, incapacidad, recuperación o muerte.

NIVELES DE PREVENCIÓN.

Al esquema de la historia natural de la enfermedad es posible adaptarle otro, para explicar la


aplicación de medidas preventivas. La prevención implica cualquier medida que reduzca la
probabilidad de aparición de una afección o enfermedad, o bien que interrumpa o aminore su
progresión. Esto significa que siempre puede hacerse algo.

Así pues, en el período prepatogénico será de gran valor conocer la multiplicidad de factores
causales de la tríada ecológica, con el fin de interceptar la interacción o romper el eslabón más débil
o el más accesible de la cadena epidemiológica y evitar se produzca el estímulo de enfermedad; en
el período patogénico se tratará de interrumpir el curso de la enfermedad en cualquier etapa de su
evolución y prevenir su desarrollo; en este sentido el tratamiento clínico o quirúrgico de una
enfermedad es considerado como una medida de prevención, puesto que interrumpe el curso del
proceso. Por consiguiente, la interferencia en el desarrollo de la enfermedad se reduce a interponer
barreras en distintos momentos de su ciclo evolutivo.

Cuanto mayor conocimiento se tenga de la historia natural de la enfermedad, aunque no sea


completo, mayor será el éxito alcanzado en la prevención, puesto que permitirá anticipar medidas
que dificulten el inicio o el progreso de la enfermedad.
En este contexto, la prevención es definida como la suma de intervenciones que permiten
mantener a los individuos en buena salud o impiden la progresión de la enfermedad. Se tarta no sólo
de evitar la ocurrencia de la enfermedad, sino de detener su curso para conseguir su curación o
retardar su progresión lo antes posible. Las medidas preventivas utilizadas en el curso de este
proceso evolutivo pueden intervenir a tres niveles:

Pueden distinguirse tres fases:

- Prevención Primaria: Con las medidas de prevención primaria, en el período


prepatogénico, se persigue promover un estado óptimo de salud, proteger específicamente al
hombre contra los agentes de enfermedad y establecer barreras contra los agentes
ambientales. Incluye todas aquellas medidas que se aplican antes de que aparezca la
enfermedad. Se anticipa, detiene o invierte el progreso de la enfermedad antes de que sea
necesario su tratamiento. Constituye lo que se entiende por prevención en sentido estricto.
- Prevención Secundaria: Cuando la enfermedad es detectada en los primeros momentos del
período patogénico, las medidas de prevención consisten en un diagnóstico temprano y
tratamiento adecuado y precoz. Utiliza métodos dirigidos a detener el proceso de la
enfermedad y restaurar los tejidos lo más parecido posible a lo normal.
- Prevención Terciaria: Las medidas de prevención terciaria se aplican cuando el proceso es
detectado tardíamente y un tratamiento adecuado puede prevenir las secuelas y limitar el
daño. Utiliza métodos para corregir los defectos producidos por el progreso de la
enfermedad. De igual forma cuando la enfermedad ha progresado hasta los últimos estadios
de la patogénesis y se ha llegado al defecto o incapacidad. La rehabilitación puede evitar una
inutilidad completa y absoluta y del derrumbe moral.

Clark y Leavell subdividen estas tres fases de la prevención en cinco, a las que denominan
niveles de aplicación de medidas preventivas. Es decir, que dentro de las tres fases de prevención
(primaria, secundaria y terciaria) hay a su vez cinco niveles de prevención (Niveles de Leavell y
Clark):

Prevención Fomento de la salud Período de la


Primaria Protección específica Prepatogénesis

Prevención Diagnóstico precoz


Secundaria y tratamiento inmediato
Período de la
Patogénesis
Prevención Limitación del daño
Terciaria Rehabilitación
I.- PREVENCIÓN PRIMARIA:
Las medidas de prevención primaria que se aplican en el período de la prepatogénesis, es
decir, antes de que el hombre esté enfermo, se pueden agrupar en dos niveles. El primero,
denominado fomento de la salud, reúne las medidas de carácter general y el segundo, protección
específica, las específicas.

La Prevención Primaria utiliza técnicas y agentes para impedir el inicio de la enfermedad,


cambiar en sentido opuesto el progreso de ésta, o para detenerla antes de que se requiera tratamiento.

A.- Fomento de la Salud (1er. Nivel)


En este primer nivel de prevención, se trata de aplicar medidas generales para mantener o
mejorar la salud en general y el bienestar del individuo, la familia y la comunidad. Incluye todas las
medidas encaminadas a mejorar o aumentar la salud general del individuo, contribuyendo de esta
forma a la prevención de cualquier enfermedad (nutrición óptima, condiciones de trabajo saludables,
vivienda adecuada, entre otros) La labor no es específica contra ninguna enfermedad.

1.- Objetivos:
a.- Crear las condiciones más favorables para resistir el ataque de la enfermedad.
b.- Aumentar la resistencia del individuo y colocarlo en un ambiente favorable a la salud.
c.- Crear un ambiente desfavorable a la enfermedad.

2.- Medidas:
a.- Educación sanitaria.
b.- Alimentación y estado nutricional adecuados a la fase de crecimiento y desarrollo del
individuo y a otros estados fisiológicos.
c.- Condiciones adecuadas para un óptimo desarrollo de la personalidad.
d.- Vivienda adecuada, recreación y condiciones agradables en el hogar y en el trabajo.
e.- Educación sexual y consejo premarital.
f.- Exámenes de salud periódicos a grupos aparentemente sanos.
g.- Estudios de genética con el fin de poder aumentar la variedad y la producción de plantas y
animales, para así obtener más y mejores alimentos.

B.- Protección Específica (2do. Nivel):


Este nivel congrega aquellas medidas que persiguen proteger al individuo específicamente
contra una o un grupo de enfermedades antes de que sea atacado. Es decir, se colocan las barreras
para interceptar las causas antes de que lleguen al hombre.

1.- Objetivos:
a.- Proteger específicamente contra determinada enfermedad.
b.- Proteger con métodos positivos, comprobados y de eficacia mensurable.

2.- Medidas.
a.- Inmunizaciones específicas
b.- Adecuada higiene personal
c.- Saneamiento ambiental
d.- Protección contra los peligros del trabajo.
e.- Protección contra los accidentes
f.- Nutrientes esenciales, en cantidad y cualidad.
g.- Protección contra factores cancerígenos
h.- Protección contra los alergenos

II.- PREVENCIÓN SECUNDARIA:


La enfermedad ya se ha originado; es el período de la patogénesis. El hombre ha reaccionado
ante el estímulo. Por ello, las medidas de prevención están dirigidas a interrumpir el curso del
proceso en el hombre. De ahí, que dichas enfermedades tienden a diagnosticar y tratar precozmente
la enfermedad. La Prevención Secundaria emplea métodos de tratamiento estandarizados para
acabar con un proceso patológico y para restaurar los tejidos lo más cercano a la normalidad.

A.- Diagnóstico precoz y tratamiento inmediato (3er. Nivel):


A este nivel, la prevención consiste en identificar y tratar lo mas pronto posible las
enfermedades que no fueron evitadas, debido a que no existen medidas para actuar en el
nivel anterior o porque no fueron aplicadas las existentes.

1.- Objetivos:
a.- Curar y detener el proceso de la enfermedad.
b.- Prevenir la propagación de enfermedades transmisibles.
c.- Prevenir las complicaciones y secuelas.
d.- Prevenir una incapacidad prolongada.

2.- Medidas:
a.- Descubrimiento de casos de enfermedad en los primeros estadios (en individuos)
b.- Descubrimiento de casos individuales en grupos de población.
c.- Estudio de grupos para detectar enfermedad
d.- Exámenes periódicos selectivos a ciertos grupos de población.
e.- Tratamiento inmediato y adecuado de los casos descubiertos.

III. PREVENCIÓN TERCIARIA:


Cuando la enfermedad ya se ha originado y se trata de evitar que la misma avance y continúe
deteriorando al individuo. Además cuando la enfermedad ha evolucionado hasta los últimos estadios
del período de la patogénesis, aún es posible aplicar algunas medidas de prevención para evitar la
incapacidad o la muerte. La única forma de actuar es a través de la rehabilitación.

La Prevención Terciaria utiliza las medidas necesarias para sustituir los tejidos perdidos y
rehabilitar a los pacientes hasta el punto en que las capacidades físicas o actitudes mentales, o
ambas, estén lo más cerca posible de la normalidad después de la falla de la prevención secundaria.
A.- Limitación del daño (4to. Nivel).
En este nivel el diagnóstico se ha hecho tardíamente debido a la falta de conocimiento sobre
la enfermedad o a que el paciente ha recibido asistencia cuando el proceso estaba bastante avanzado.

Al fallar en la aplicación de medidas en los niveles anteriores, se debe procurar, cualquiera


sea el estadio en que se encuentre el proceso, limitar el daño que está causando la enfermedad en el
organismo humano.

1.- Objetivos:
a.- Evitar un mal mayor
b.- Prevenir o demorar las consecuencias de una enfermedad clínicamente avanzada.

2.- Medidas:
a.- Tratamiento adecuado para impedir un estadio más complicado y secuelas.
b.- Proveer facilidades para limitar el daño y prevenir la muerte.

B.- Rehabilitación (5to Nivel):


En este momento del curso natural de la enfermedad la prevención persigue más que frenar
el proceso, impedir la incapacidad completa una vez que se han presentado lesiones anatómicas y
funcionales.

La enfermedad evolucionó hasta su estadio final. Es un hecho consumado. El individuo está


lesionado por la enfermedad, con secuelas, incapacitado parcial o totalmente. Es cierto que contra
ciertas enfermedades no existen medidas para actuar a niveles anteriores; otras veces no se han
aplicado. Pues bien, ante un cuadro tan desalentador, aún pueden aplicarse medidas preventivas con
el fin de rehabilitar al individuo física, mental y socialmente.
1.- Objetivos:
a.- Reintegrar al individuo como factor útil a la sociedad
b.- Obtener el máximo uso de sus capacidades residuales
c.- Evitar que el individuo se convierta en una carga permanente, tanto para sí mismo como
para su familia y para la sociedad.
2.- Medidas:
a.- Facilidades en los hospitales, comunidad e industria, para el reentrenamiento y educación
del incapacitado, con el fin de obtener el máximo uso de las capacidades remanentes.
b.- Educación al público y a la industria para que utilice al rehabilitado.
c.- Máximas facilidades de empleo para el rehabilitado.
d.- Ubicación selectiva del rehabilitado, tratando de aprovechar sus capacidades remanentes
al máximo.
e.- Terapia ocupacional en hospitales.
f,.- Uso de colonias de protección para el incapacitado total.

Un aspecto importante relacionado con los niveles de prevención y la salud pública radica en
la relación existente entre el nivel en el cual se le pone una barrera a la enfermedad y el costo
económico que conlleva. La prevención primaria consigue reducciones importantes de la
enfermedad con poco dinero. Con estas consideraciones, el modelo de Leavell y Clark constituye sin
duda alguna una referencia útil e importante ya que propone una clasificación de las prácticas
preventivas según un orden lógico que se basa en la realidad clínica y más particularmente en la
evolución de la enfermedad.

En un sentido igualmente amplio se puede definir la Odontología Preventiva como la suma


total de esfuerzos para promover, mantener y/o restaurar la salud del individuo a través de la
promoción, el mantenimiento y/o restitución de la salud bucal.

El sentido amplio del concepto de Odontología Preventiva debe entenderse como una
filosofía de práctica que es parte integral e inseparable de la práctica odontológica diaria, sea cual
sea su actuación y especialidad, y que tiene como fin asegurar la prevención de enfermedades
bucales o impedir el desarrollo de complicaciones. En un enfoque preventivo de la odontología, los
esfuerzos se dirigirán a todas las personas, tanto enfermas, para restaurar su salud, como sanas, para
prevenir la aparición de la enfermedad. La prevención por lo tanto, es un concepto total, una
filosofía cuyos objetivos son:
.- Considerar al paciente como una entidad total y no como tejidos aislados atacados por la
enfermedad.
.- Si el paciente tiene la boca sana, tratar de mantenerlo libre de enfermedad.
.- Si existen signos de enfermedad, restaurar la salud tan rápido y perfectamente como sea posible.
.- Proveer al paciente la educación y la motivación necesaria para mantener su propia salud, así
como la de su familia y la de los miembros de su comunidad

Es importante saber, que en Odontología Preventiva, cuando se aplica un método preventivo,


no importa saber si dicho método va a ser aplicado en una clínica particular o a la comunidad, esta
selección corresponde a la Odontología Sanitaria. Los métodos preventivos, desde el punto de vista
de su aplicación, pueden ser clasificados en cinco niveles. Los dos primeros exigen una acción
colectiva, política, de naturaleza amplia; los dos segundos suponen una prestación de servicios por
un profesional o personal auxiliar, mientras que el último depende de la acción individual.

De todas las definiciones que se han dado de Odontología Preventiva, la Asociación


Americana de Escuelas Dentales ha establecido la siguiente: “la Odontología Preventiva es una
filosofía y un método de práctica que difunde todos los aspectos de la odontología y tiene como
objetivo el establecimiento y mantenimiento de la salud bucal en el paciente”

Tomado de:
Pastor, A. (2001) Epidemiología General. Universidad de Los Andes. Consejo de
Publicaciones. Tomo I. Mérida.
Higashida, B. (2000) Odontología Preventiva. McGraw-Hill Interamericana. México. D.F.
Harris, N. y García-Godoy, F. (2001) Odontología Preventiva Primaria. Manual Moderno.
México, D.F.
Rioboo, R. (2002) Odontología Preventiva y Odontología Comunitaria. Ediciones
Avances. Madrid
Adaptado por: Prof. Jacqueline Mireles para la asignatura Salud Pública y Epidemiología, del
3er. Año de la Carrera de Odontología. Febrero 2018.
PERÍODO PATOGÉNICO
PERÍODO PREPATOGÉNICO
Evolución de la enfermedad en el SECUELAS
Origen en otros procesos que ocurren hombre
antes de iniciarse la enfermedad
Fase Clínica

NO ESPECÍFICO ESPECÍFICO PRECOZ AVANZADA

Condiciones Presencia de una La dolencia sigue su


Inicio de la etapa La enfermedad finaliza por acción
generales del serie de factores evolución natural.
clínica con cambios del tiempo llevando al individuo al
individuo o del causales, en un
tisulares signos y Lesiones estado crónico dejándolo
ambiente que momento dado que
síntomas. funcionales y incapacitado
predisponen a una favorecen la
orgánicas dejando
o varias aparición de la
daños o defectos
enfermedades enfermedad

PROCESOS EN EL AMBIENTE PROCESOS EN EL HOMBRE

HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD


INTERPOSICIÓN DE BARRERAS EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD

PRIMER NIVEL SEGUNDO NIVEL TERCER NIVEL CUARTO NIVEL QUINTO NIVEL

FOMENTO DE PROTECCIÓN DIAGNÓSTICO Y LIMITACIÓN REHABILITACIÓN DEL


LA SALUD ESPECÍFICA TRATAMIENTO DEL DAÑO INDIVIDUO
PRECOZ

PREVENCIÓN PRIMARIA PREVENCIÓN PREVENCIÓN TERCIARIA


SECUNDARIA

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