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ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA / EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES,

SUMARIAS Y ARBITRARIAS / PROYECTIL / USO DE ARMAS DE FUEGO /


NECROPSIA MÉDICO LEGAL / INDICIO INCRIMINATORIO / EJECUCIÓN
EXTRAJUDICIAL DE CAMPESINO PRESENTADO COMO GUERRILLERO /
MUERTE DE CIVIL / FALTA DE PRUEBA DE MUERTE EN COMBATE /
RESPONSABILIDAD DEL EJÉRCITO NACIONAL / ACTIVIDAD GUERRILLERA

Está acreditado que [la víctima] falleció […], como consecuencia de un “shock
traumático” causado por “proyectiles de arma de fuego”, de acuerdo con el
protocolo de necropsia realizado por Medicina Legal. De ello dan noticia varios
Indicios que demuestran que el [afectado] fue ejecutado extrajudicialmente y
presentado como guerrillero. Los indicios que se relacionan a continuación
demuestran que el [fallecido] era un civil, no armado, no vinculado a la guerrilla y
que no hubo enfrentamiento o combate. Que, al contrario, fue ejecutado por el
ejército para presentarlo como una baja de la guerrilla.

DECISIONES DEL TRIBUNAL SUPERIOR / CONDUCTA DEL AGENTE DEL


ESTADO / RESPONSABILIDAD PENAL DEL AGENTE DEL ESTADO / FALTA
DE PRUEBA DE MUERTE EN COMBATE / INEXISTENCIA DE LA LEGÍTIMA
DEFENSA / DELITO MILITAR / VERSIÓN DEL IMPUTADO / ACEPTACIÓN DEL
HECHO / PERSONA EN ESTADO DE INDEFENSIÓN / MIEMBROS DEL
EJÉRCITO NACIONAL / OPERACIÓN MILITAR / CAUSALES DE MUERTE DE
CIVIL

La Sentencia […] del Tribunal Superior de Medellín expuso que los agentes
estatales causaron la muerte de [las víctimas], sin que hubiera ocurrido un
combate o una situación de legítima defensa […]. En las decisiones referidas
consta que los militares condenados variaron las versiones inicialmente rendidas.
Aceptaron después que [el hijo de la demandante] murió en estado de indefensión
a manos del [miembros de la entidad demandada]. La discrepancia entre los
militares surgió entonces, respecto de cuál tropa [de las dos intervinientes] causó
la muerte de los civiles.

DEMOSTRACIÓN DEL DAÑO ANTIJURÍDICO / LEVANTAMIENTO DE


CADÁVER / ALTERACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE PRUEBA / FALTA DE
PRUEBA DE MUERTE EN COMBATE / MIEMBROS DEL GRUPO AL MARGEN
DE LA LEY / EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL DE CAMPESINO PRESENTADO
COMO GUERRILLERO / DECLARACIÓN DEL TESTIMONIO / JUSTICIA
ORDINARIA / CAUSAS DE MUERTE DE LA PERSONA / HOMICIDIO DE
PERSONA PROTEGIDA / RESPONSABILIDAD DEL EJÉRCITO NACIONAL

[E]stá demostrado que el ejército manipuló el cuerpo y la escena del crimen. No


permitió que el levantamiento lo hicieran las autoridades competentes para poder
sembrar las pruebas que les ayudaban a simular el combate y registrar al civil
como un guerrillero. En efecto, en el Acta de levantamiento de cadáver […],
suscrita por el Fiscal 17 Seccional de Ituango con sede en Yarumal, consta […].
Además de las versiones rendidas por algunos habitantes de Ituango, la justicia
ordinaria concluyó que la muerte de [la víctima] configuró el delito de homicidio en
persona protegida y era atribuible a miembros del Ejército.

UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL / DAÑO DERIVADO DE GRAVES


VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS / VIOLACIÓN DEL DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO / TOPE DE LA INDEMNIZACIÓN DEL
PERJUICIO MORAL / COMPETENCIA DEL JUEZ PENAL / DECISIÓN DEL
PROCESO PENAL / HOMICIDIO DE PERSONA PROTEGIDA / DISTINCIÓN
ENTRE COMBATIENTE Y NO COMBATIENTE / POBLACIÓN NO
COMBATIENTE / MIEMBROS DEL EJÉRCITO NACIONAL / FALTA DE
PRUEBA DE MUERTE EN COMBATE / INHUMACIÓN DE CADÁVER

De acuerdo con la Sentencia de unificación de 28 de agosto de 2014, “en casos


excepcionales, como los de graves violaciones a los derechos humanos e
infracciones al Derecho Internacional Humanitario, entre otros, podrá otorgarse
una indemnización” de hasta tres veces el tope fijado por la jurisprudencia de esta
Corporación. La muerte de [la víctima] constituye una grave violación de los
derechos humanos y una infracción al derecho internacional humanitario, toda vez
que, según la calificación del juez penal, se trató del homicidio de una persona
protegida al acreditarse que no tenía calidad de combatiente. Adicionalmente, el
Ejército intentó hacerlo pasar por guerrillero dado de baja en combate y lo inhumó
como NN.

NOTA DE RELATORÍA: Sobre la tasación de perjuicios morales en caso de la


muerte de una persona por violaciones a los derechos humanos, cita: Consejo de
Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, sentencia de unificación jurisprudencial
del 28 de agosto de 2014, rad. 27709, C. P. Carlos Alberto Zambrano.

FALTA DE PRUEBA / RECONOCIMIENTO DEL PERJUICIO MATERIAL /


FALTA DE PRUEBA DEL GASTO / DEPENDENCIA ECONÓMICA DE LOS
PADRES / RECONOCIMIENTO DEL PERJUICIO MATERIAL / NEGACIÓN DEL
PERJUICIO MATERIAL

[N]o existe prueba en el expediente de ninguno de los perjuicios materiales


reclamados, es decir, no hay constancia de los gastos en que supuestamente
incurrieron las personas mencionadas, ni se acreditó la dependencia económica
de la madre. En ese sentido, de conformidad con el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil, se impone negar cualquier reconocimiento relativo a los
perjuicios materiales.

FUENTE FORMAL: DECRETO 1400 DE 1970 – ARTÍCULO 177

NOTA DE RELATORÍA: Providencia con aclaración de voto de los consejeros


Alexánder Jojoa Bolaños (e) y Martín Bermúdez Muñoz.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejero ponente: ALBERTO MONTAÑA PLATA

Bogotá D.C., nueve (9) de julio de dos mil veintiuno (2021)

Radicación número: 05001-23-31-000-2006-03154 01(45717)A

Actor: ROSA ADELA BETANCUR Y OTROS

Demandado: NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL


Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA

Temas: reparación directa – responsabilidad extracontractual del Estado por ejecuciones extrajudiciales.

Síntesis del caso: se demanda por la ejecución extrajudicial de un campesino en el municipio de Ituango.

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por la parte demandante en contra de la


Sentencia de 24 de septiembre de 2012, proferida por el Tribunal Administrativo de
Antioquia, que negó las pretensiones de la demanda.

Contenido: 1. Antecedentes – 2. Consideraciones – 3. Decisión

1. ANTECEDENTES

Contenido: 1.1. Posición de la parte demandante – 1.2. Posición de la parte demandada – 1.3. Sentencia
recurrida – 1.4. Recurso de apelación – 1.5. Trámite relevante en segunda instancia

1.1. Posición de la parte demandante

1. El 10 de mayo de 2006, Rosa Adela Betancur, Gildardo de Jesús Piedrahita Betancur,


Héctor de Jesús Betancur y Jairo de Jesús Betancur presentaron demanda1, en ejercicio de
la acción de reparación directa, en contra de la Nación – Ministerio de Defensa – Ejército
Nacional (el Ejército), con el fin de que se hicieran las siguientes declaraciones y condenas
(se trascribe):

“3.1. Que la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL es


administrativamente responsable de la totalidad de los daños y perjuicios,
ocasionados a la señora ADELA BETANCUR y GILDARDO DE JESÚS PIEDRAHITA
BETANCUR, HÉCTOR DE JESÚS BETANCUR, JAIRO DE JESÚS BETANCUR con
la trágica y absurda muerte de su hijo y hermano respectivamente, FABIO DE JESÚS
PIEDRAHITA BETANCUR causada por el Ejército Nacional el día 18 de mayo de
2004 en jurisdicción del Municipio Ituango Antioquia.
3.2. Que en consecuencia, la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO
NACIONAL está obligada a cancelar a:
3.2.1. Por CONCEPTO DE PERJUICIOS MORALES
A CADA UNO DE LOS DEMANDANTES:
Con el equivalente en pesos, desde la fecha de la ejecutoria de la Sentencia que ponga
fin al proceso, de MIL (1.000.oo) salarios mínimos legales mensuales vigentes, sin
perjuicio del mayor valor que resulte de la aplicación de las reglas de la equidad, de
la ley o la jurisprudencia para la época de la Sentencia.
B. A su señora madre ADELA BETANCUR también:
3.2.2. POR CONCEPTO DE PERJUICIOS MATERIALES
Además de los siguientes conceptos, las resultantes de la dramática alteración de las
condiciones materiales de existencia de la demandante, en la cuantía que resulte de
las bases que se prueben en el curso del proceso a saber:
A. DAÑO EMERGENTE.
Con la muerte del señor FABIO DE JESÚS PIEDRAHITA BETANCUR, se debió
afrontar como daño emergente, los costos de transporte expreso y manutención por
parte de los señores ELKIN DARIO VALBUENA y JAIRO DE JESÚS PIEDRAHITA
BETANCUR desde el Municipio Ituango, lugar del homicidio, hasta el Municipio de
Yarumal Antioquia, que ascienden a la suma de un millón cuatrocientos mil pesos

1
Folios 14-25 del cuaderno principal.
($1.400.000.oo), lo anterior por cuanto una vez cometido el homicidio, el Ejército
Nacional lo transportó en helicóptero hasta el Municipio de Yarumal Antioquia, y al
intentar reclamar el cadáver se encontró con que lo habían enterrado como sujeto
desconocido, amén de las sumas invertidas en la consecución de asistencia jurídica
entre otras, que ha de entenderse no como una condena en Costas a la Nación, sino
como un hecho objetivo constitutivo de un perjuicio, así como no se hubiese
precipitado el hecho criminal y consecuentes gastos, de la misma manera no se
hubiera vuelto necesario contratar la asistencia de abogados si los hechos tuvieran
una causa justa no reprochable jurídicamente. El monto del pago por las asesorías en
derecho, se hará con sujeción a la tarifa del Colegio de Abogados de Medellín o en
subsidio se hará con aplicación de los arts. 8 de la ley 153 de 1887 y 164 del
C.P.Civil.
B. LUCRO CESANTE
El señor FABIO DE JESÚS PIEDRAHITA BETANCUR se dedicaba a la humilde
labor de jornalero en diferentes fincas de la región donde fue asesinado obteniendo un
ingreso promedio mensual de quinientos mil pesos ($500.000.oo) cifra que al momento
de dictarse el correspondiente fallo se deberá reajustar teniendo en cuenta los
conceptos puestos de manifiesto en anteriores y posteriores premisas para la
correspondiente liquidación y teniendo como fecha desde la cual se dejó de recibir
dicho ingreso el 19 de mayo de 2004, fecha en la cual fue asesinado por miembros del
Ejército Nacional.
En este rubro, lucro cesante, se incluirán también los intereses compensatorios de la
falta de uso de capital representativo de la indemnización conforme los parámetros
dispuestos en el art. 1615 del C.Civil se estaría debiendo desde el 18 de mayo de 2004.
C. La Nación Ministerio de Defensa – Ejército Nacional, dará cumplimiento a la
sentencia en los términos de los arts. 176, 177 y 178 del C. Cont. Adtivo.
D. La Sentencia ordenará que todo pago se impute primeramente al valor de los
intereses”.

2. La parte demandante fundamentó sus pretensiones en las siguientes afirmaciones:

3. 1) En la mañana del 19 de mayo de 2004, en la finca “el Llanón”, ubicada en la vereda


Chontaduro del municipio de Ituango, se encontraba su propietario, José Neftalí Posada
Úsuga, “también asesinado por las fuerzas militares”, en compañía de tres trabajadores.
Hacia las 9:00 a.m. llegaron miembros del Ejército.

4. 2) “[U]no de los uniformados (…) la emprendió contra José Neftalí (…) y procedieron a
insultarlo con palabras soeces, lo patearon y como consecuencia de ello caía boca abajo, a
lo cual aquel imploraba que no lo fueran a matar pues su oficio era trabajar la tierra
desde hacía 25 años”. Se lo llevaron hasta la casa de la finca y les ordenaron a los demás
trabajadores que continuaran sus labores. Los soldados saquearon los víveres de la
residencia y dos horas después de haber separado a José Neftalí del grupo “se escucharon
unos disparos”.

5. 3) A la hora del almuerzo los trabajadores “fueron donde la anciana Berta Escalante
quien era la encargada de preparar los alimentos” y “la encontraron llorando pues había
presenciado todo lo acontecido y le habían ordenado que se fuera”. Ya en sus domicilios,
dos de los trabajadores escucharon “la versión que habían dado de baja a dos jefes
guerrilleros, que no eran otros que el anciano propietario y el jornalero Fabio de Jesús
Piedrahita Betancur (Fabio de Jesús) quien fue ultimado en las pesebreras de la citada
finca”.

6. 4) Al momento de su muerte, Fabio de Jesús tenía 36 años, de estado civil soltero, y


trabajaba como jornalero con unos ingresos mensuales de $500.000, los cuales “invertía en
sus gastos personales y de atención a su hogar como cabeza de familia, hogar que
compartía con su anciana madre Adela Betancur por la cual velaba”.

1.2. Posición de la parte demandada

7. El Ejército contestó la demanda2 y se opuso a las pretensiones. Respecto de los hechos


narrados en la demanda manifestó que no le constaban y que la carga de la prueba le
correspondía a la parte demandante.

8. Propuso la excepción de hecho de un tercero, fundamentada en que varios grupos al


margen de la ley utilizaban la indumentaria y los símbolos del Ejército para “lograr
confusión en la población civil (…) y dañar la imagen institucional”. En cualquier caso,
sostuvo, debía establecerse el nexo causal “de conformidad con el cual el daño le es
imputable a un funcionario en ejercicio de sus funciones y con arma de dotación”.
9. Afirmó que los perjuicios morales solicitados excedían el tope fijado
jurisprudencialmente, y que el lucro cesante no podía ser reconocido ya que Fabio de Jesús
tenía más de 25 años, edad en la que se presumía independiente del hogar.

1.3. Sentencia recurrida

10. El 24 de septiembre de 2012, el Tribunal Administrativo de Antioquia decidió3 (se


trascribe):

“PRIMERO.- NEGAR LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA, DE


CONFORMIDAD CON LO EXPUESTO EN LA PARTE MOTIVA DE ESTA
PROVIDENCIA (…)”.

11. Para llegar a la anterior conclusión sostuvo que, si bien estaba acreditada la muerte de
Fabio de Jesús el 18 de mayo de 2004, el “escaso material probatorio” no permitía
establecer la participación de agentes estatales en los hechos, ni siquiera mediante indicios.

12. Solo uno de los declarantes había estado en el lugar de los hechos, y “ los demás
declara[ron] a partir de lo que otros les contaron (…), unido a que los [testimonios] no
fueron acompañados de otras pruebas que dieran cuenta que el Ejército Nacional el día de
los hechos se encontraba en el lugar realizando algún operativo militar”.

13. Finalmente, tampoco podía soportarse la responsabilidad en las certificaciones de la


Fiscalía y del Juzgado 25 de Instrucción Penal, “pues el solo hecho de que se haya abierto
una indagación preliminar no conlleva per se la declaratoria pretendida”. Si bien en estos
documentos se podía concluir que las investigaciones eran voluminosas, la parte actora no
hizo el esfuerzo de allegarlas al proceso.

1.4. Recurso de apelación

14. Inconforme con la anterior decisión, la parte demandante interpuso recurso de


apelación4 pues, a su juicio, se acreditó que la muerte de Fabio de Jesús fue causada por el

2
Folios 31-36 del cuaderno principal.
3
Folios 155-169 del cuaderno del Consejo de Estado.
4
Folios 171-173 del cuaderno del Consejo de Estado.
Ejército, tras lo cual, su cuerpo fue trasladado en helicóptero a Yarumal, Antioquia, donde
fue reportado como baja en combate y enterrado como NN.

15. Sostuvo que los testimonios practicados permitían inferir que en el lugar de los hechos
sí estaba el Ejército, cuyo actuar constituía una violación del derecho internacional
humanitario y de los derechos humanos.

1.5. Trámite relevante en segunda instancia

16. Mediante Auto de 30 de marzo de 2017 5 la Sala decretó, de oficio, las siguientes
pruebas: 1) requerir a la Registraduría Nacional del Estado Civil para que allegara el
registro civil de nacimiento de Jairo de Jesús Betancur; 2) ordenar al Juzgado 25 de
Instrucción Penal Militar que allegara la copia del proceso 2005-0019 adelantado por la
muerte de Fabio de Jesús. En la misma providencia ordenó que, una vez aportados los
documentos, fueran puestos a disposición de las partes por un término de 5 días.

17. Mediante oficio de 14 de septiembre de 20176, el Juzgado 25 de Instrucción Penal


Militar manifestó que el proceso 2005-2009 correspondía a la muerte de José Neftalí
Posada Úsuga, y no a la de Fabio de Jesús. Además, que el expediente solicitado había sido
remitido por competencia a la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía. Por lo anterior,
mediante Auto de 7 de marzo de 20187 se requirió a la Fiscalía para que allegara el proceso.

18. A través de oficio de 3 de mayo de 20188, la Fiscalía 48 de Derechos Humanos


respondió el requerimiento. Indicó que en ese despacho se había adelantado la
investigación 7011 por la muerte de José Neftalí Posada Úsuga y Fabio de Jesús Piedrahita
Betancur, actuación que concluyó con las sentencias de 14 y 21 de junio de 2013,
proferidas por el Juzgado 21 Penal de Circuito de Medellín.

19. Mediante escrito de 8 de junio de 20189, el Juzgado 21 Penal de Circuito de Medellín


comunicó al Despacho que el expediente referido había sido enviado al Juzgado 9 Penal del
Circuito de Medellín. En vista de lo anterior, se requirió10 nuevamente el expediente.

20. Mediante oficio de 26 de julio de 2018 11, el Juzgado 9 Penal del Circuito de Medellín
allegó copia del proceso 2014-00362, el cual fue puesto a disposición de las partes 12,
oportunidad en la que guardaron silencio13.

21. Por último, el Tribunal Superior de Medellín 14, en cumplimiento de lo ordenado en la


sentencia 2011-01519, remitió copia de la decisión en que se condenó a los responsables de
la muerte de Jesús María Valle Jaramillo, por la utilidad que pudiera tener en los procesos
de lo contencioso administrativo que, por este hecho, o por las masacres del El Aro y la

5
Folio 184 del cuaderno del Consejo de Estado.
6
Folio 213 del cuaderno del Consejo de Estado.
7
Folio 214 del cuaderno del Consejo de Estado.
8
Folios 218-219 del cuaderno del Consejo de Estado.
9
Folios 226-228 del cuaderno del Consejo de Estado.
10
Folio 229 del cuaderno del Consejo de Estado.
11
Folio 230 del cuaderno del Consejo de Estado.
12
Folio 232 del cuaderno del Consejo de Estado.
13
Folio 234 del cuaderno del Consejo de Estado
14
Folio 238 del cuaderno del Consejo de Estado.
Granja en Ituango, se adelantaran. Mediante Auto de 31 de julio de 2019 15 la Sala decretó
como prueba la Sentencia penal allegada y corrió traslado a las partes, quienes guardaron
silencio16.

2. CONSIDERACIONES

2.1. Síntesis de la controversia – 2.2. El daño y su imputación – 2.3. Liquidación de perjuicios – 2.4. Otras
disposiciones – 2.5. Sobre la condena en costas

2.1. Síntesis de la controversia

22. En la apelación se planteó que la muerte de Fabio de Jesús fue causada por miembros
del Ejército fuera de combate por lo que daño sería antijurídico e imputable al Estado como
una falla del servicio, al contrario de lo que decidió el Tribunal.

23. La Sala revocará la decisión de primera instancia, toda vez que se encuentra
suficientemente acreditado que la muerte de Fabio de Jesús fue una ejecución extrajudicial
realizada por militares. La Sala expondrá primero cómo se acreditó el daño, y luego cómo
se acreditó que el señor Fabio de Jesús Piedrahita fue ejecutado extrajudicialmente fuera de
combate y que, además, fue estigmatizado como guerrillero.

2.2. El daño y su imputación

24. Está acreditado que Fabio de Jesús Piedrahita Betancur falleció el 18 de mayo de
200417, como consecuencia de un “shock traumático” causado por “proyectiles de arma de
fuego”, de acuerdo con el protocolo de necropsia realizado por Medicina Legal 18. De ello
dan noticia varios Indicios que demuestran que el señor Piedrahita fue ejecutado
extrajudicialmente y presentado como guerrillero.

25. Los indicios que se relacionan a continuación demuestran que el señor Piedrahita era
un civil, no armado, no vinculado a la guerrilla y que no hubo enfrentamiento o combate.
Que, al contrario, fue ejecutado por el ejército para presentarlo como una baja de la
guerrilla.

A. El señor Fabio de Jesús Piedrahita no era guerrillero

26. Las personas que declararon en el proceso aseguraron que los dos hombres asesinados
eran personas de bien. Maria Robertina Escalante 19, quien trabajaba en la finca de José
Neftalí Posada y se encontraba ese día en el lugar de los hechos, dijo que ella vio al ejército
llegar, que los distinguió por las insignias en el brazo derecho y que fueron los únicos que
llegaron a la casa. Afirmó que Fabio de Jesús Piedrahita no era guerrillero, que ella lo
conocía desde que era niño y que lo vio crecer, que estaba segura de que él era “una
persona de bien”, que trabajaba para Bernardo Tobón.

15
Folio 239 del cuaderno del Consejo de Estado.
16
Folio 250 del cuaderno del Consejo de Estado.
17
Según el registro civil de defunción de la notaría única de Ituango. Folio 8 del cuaderno principal.
18
Folios 172-177 del cuaderno 2 de la investigación penal.
19
Folios 75-76 del cuaderno principal.
27. El 30 de mayo de 200420, 59 personas de la junta de acción comunal y la familia
Piedrahita Betancur reiteraron que los señores Piedrahita eran líderes, gente ajena al
conflicto. Ellos suscribieron conjuntamente una petición para denunciar ante el Ejército la
muerte de Fabio de Jesús. En el documento se lee (se trascribe):

“Demandamos ante las fuerzas militares los hechos ocurridos el día martes dieciocho
de mayo del presente año, día en el cual se asesinaron a dos líderes de nuestra
comunidad.
Crimen atribuido a una tropa del Ejército que se encontraba en esta zona, jurisdicción
de Ituango. Acontecimiento que el Ejército ha querido legalizar, culpando a estas
personas como guerrilleras.
En este caso es donde nosotros como Junta de Acción Comunal, rechazamos y
lamentamos lo sucedido con estas personas. Exigimos respeto y mejor trato de las
fuerzas militares, en este caso al Ejército para que respeten la vida y mejoren el trato
con nuestros campesinos civiles ya que son personas honestas y dedicadas al trabajo
del campo.
En este caso pedimos al Ejército que responda con la indemnización por la muerte del
señor Fabio Piedrahita Betancur, asesinato que repudia la familia y la comunidad en
general. Pedimos a las fuerzas militares poner más vigilancia a sus tropas, para que
no se sigan cometiendo atropellos ni asesinatos en nuestras veredas de Ituango.
En este lamentable hecho nos unimos familia y socios de la Junta de Acción Comunal
con sus respectivas firmas”.

B. No hubo combate

28. De otra parte, José Arturo Vera Arroyave, Germán Darío Posada Muñoz y Luis
Enrique García, habitantes del municipio de Ituango, sostuvieron Fabio Jesús fue causada
por el Ejército y que no hubo enfrentamiento 21. El señor Vera Arroyave, que estaba cerca
del lugar de los hechos, sostuvo él oyó dos balaceras, pero que vio que eran tiros al aire
porque “recortaban los copos de los árboles con las balas”.

“[Y]o me encontraba trabajando cerca, por ahí más o menos a las diez de la mañana
cuando oí tres disparos, pero de arma corta y al momentito como a enseguida una
balacera muy horrible (…) por debajo donde estaba habían unos árboles, tijereaban
los copos, entonces corrí me dio mucho miedo, luego seguí trabajando, al momentito
se puso otra balacera más bastante que la primera (…) PREGUNTADO: Supo usted si
ese día que se menciona se dio algún enfrentamiento del ejército con algún grupo
ilegal? CONTESTÓ: No, con grupo ilegal ese día no existió, me imagino que estaban
tirando al aire porque en el lugar donde yo estaba porque recortaban los copos de los
árboles con las balas”.

29. Finalmente, está demostrado que el ejército manipuló el cuerpo y la escena del crimen.
No permitió que el levantamiento lo hicieran las autoridades competentes para poder
sembrar las pruebas que les ayudaban a simular el combate y registrar al civil como un
guerrillero. En efecto, en el Acta de levantamiento de cadáver de 19 de mayo de 2004 22,
suscrita por el Fiscal 17 Seccional de Ituango con sede en Yarumal, consta la siguiente
anotación (se trascribe):

“Fue traído por el Mayor Mayorga del Ejército desde el municipio de Ituango, no
dejaron más información al respecto. Vereda Chontaduro, Ituango”.

20
Folios 11-13 del cuaderno principal.
21
Folios 76-78 del cuaderno principal.
22
Folio 159 del cuaderno 2 de la investigación penal.
C. Fabio Piedrahita fue víctima de un homicidio contra persona protegida

30. Además de las versiones rendidas por algunos habitantes de Ituango, la justicia
ordinaria concluyó que la muerte de Fabio de Jesús configuró el delito de homicidio en
persona protegida y era atribuible a miembros del Ejército.

31. En Sentencia de 14 de junio de 2013 el Juzgado 21 Penal del Circuito de Medellín


condenó a John Alexander Sandoval Díaz, Edwin Leonardo Toro Ramírez y Carlos
Medardo Cuesta Pizarro como autores materiales del delito de homicidio en persona
protegida. Esta decisión fue confirmada, el 13 de diciembre de 2013, por la Sala de
Decisión Penal del Tribunal Superior de Medellín23.

32. En Sentencia de 21 de junio de 2013 el Juzgado 21 Penal del Circuito de Medellín


condenó a Juan Carlos Cortés Rojas, Lewis Américo Palacios Copete, José Berardo
Guzmán y Enor Enrique Rodríguez Moreno como coautores del delito de homicidio en
persona protegida. Esta decisión fue confirmada, el 16 de septiembre de 2013, por la Sala
de Decisión Penal del Tribunal Superior de Medellín24.

33. La Sentencia de 16 de septiembre de 2013 del Tribunal Superior de Medellín expuso


que los agentes estatales causaron la muerte de José Neftalí Posada y Fabio de Jesús
Piedrahita Betancur, el 18 de mayo de 2004, sin que hubiera ocurrido un combate o una
situación de legítima defensa. Al respecto sostuvo (se trascribe):

“Concluye entonces la Sala que en el homicidio de los dos civiles participaron las dos
escuadras enviadas a registrar la Finca El Llanón, es decir tanto la tropa de Atacador
1, como la de Corcel 2, sin que tenga trascendencia cuál llegó primero, pues lo cierto
es que ambas estaban allí; de lo cual resulta apenas obvio que cada uno trate de
librarse de toda responsabilidad inculpando a sus compañeros a través de tesis que
son poco sostenibles (…)
[De] lo que se probó en el proceso, se concluye que José Neftalí Posada Úsuga y
Fabio de Jesús Piedrahita Betancur eran dos personas de quienes se puede predicar
sin la menor duda su calidad de integrantes de la población civil (…) [S]obre el señor
Piedrahita Betancur se conoció que residía en la vereda Palmitas y trabajaba también
en labores del campo (…), encontrándose el día de los hechos en la casa de José
Neftalí porque iba a laborar con él y porque además iba a visitar a la señora
Robertina Escalante (…) Aunado a lo anterior, para la mañana en cuestión estas dos
personas se encontraban laborando, sin presentar resistencia alguna al llamado de la
fuerza pública, de ahí, entonces, que hagan parte del primer grupo que menciona el
parágrafo del artículo 135 del Código Penal”.

34. De igual modo, en la decisión de 13 de diciembre de 2013 del mismo Tribunal, se


afirmó (se trascribe):

“Así, pese a los esfuerzos iniciales de la tropa por demostrar, no solo con los informes
sino con las fotografías de los occisos empuñando armas de fuego que se trató de unas
bajas en un combate, lo que deja ver la investigación, con las exposiciones de las
personas acabadas de señalar, es que los sucesos no fueron más que otro de los
muchos casos de una ejecución extrajudicial o, como se le ha venido conociendo en
nuestro país en lenguaje coloquial ‘un falso positivo’
(…)
23
Folios 32-72 del cuaderno “2-Instancia Tribunal”.
24
Folios 98-112 del cuaderno “2-Instancia Tribunal”. 32. El 30 de abril de 2014 la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia inadmitió las demandas de casación interpuestas por Juan Carlos Cortés Rojas, Lewis Américo
Palacios Copete, José Berardo Guzmán y Enor Enrique Rodríguez Moreno (Folios 70-139 del cuaderno 12).
La avanzada edad de uno de los occisos, los mínimos elementos de combate que
fueron fotografiados con ellos y la enorme desventaja táctica, en términos de número
de militares que enfrentaba, así como la superioridad evidente del armamento del
personal uniformado, dejan ver que no se trató más que de un montaje, rústico por
demás, con el cual se pretendió arropar con un manto de legalidad lo que no fue más
que el ejercicio desbordado de la fuerza sin reparo”.

35. En las decisiones referidas consta que los militares condenados variaron las versiones
inicialmente rendidas. Aceptaron después que Fabio de Jesús murió en estado de
indefensión a manos del Ejército. La discrepancia entre los militares surgió entonces,
respecto de cuál tropa — si “Atacador 1” o “Corcel 2”— causó la muerte de los civiles.

36. Las pruebas hasta aquí analizadas —el documento suscrito por la Junta de Acción
Comunal de Ituango, los testimonios practicados en primera instancia, y las condenas por el
delito de homicidio en persona protegida—permiten concluir que Fabio de Jesús era un
campesino del municipio de Ituango, que fue asesinado por miembros del Ejército Nacional
fuera de cualquier tipo de enfrentamiento armado o combate.

37. Por tal motivo se revocará la decisión de primera instancia y se imputará el daño por
falla en el servicio y se liquidarán los perjuicios a continuación.

2.3. Liquidación de perjuicios

2.3.1. Perjuicios materiales

38. Por concepto de daño emergente en la demanda se solicitó el pago de $1.400.000 por el
desplazamiento y la estadía de Elkin Darío Valbuena y Jairo de Jesús Piedrahita Betancur
en el municipio de Yarumal, en donde reconocieron y recuperaron el cuerpo de Fabio de
Jesús.

39. Por concepto de lucro cesante se indicó que Fabio de Jesús trabajaba como jornalero y
recibía una remuneración de $500.000 mensuales, los cuales utilizaba en sus gastos
personales y en la manutención de su madre.

40. No obstante, no existe prueba en el expediente de ninguno de los perjuicios materiales


reclamados, es decir, no hay constancia de los gastos en que supuestamente incurrieron las
personas mencionadas, ni se acreditó la dependencia económica de la madre. En ese
sentido, de conformidad con el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, se impone
negar cualquier reconocimiento relativo a los perjuicios materiales.

2.3.2. Perjuicios morales

41. De acuerdo con la Sentencia de unificación de 28 de agosto de 2014, “en casos


excepcionales, como los de graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al
Derecho Internacional Humanitario, entre otros, podrá otorgarse una indemnización” de
hasta tres veces el tope fijado por la jurisprudencia de esta Corporación.

42. La muerte de Fabio de Jesús constituye una grave violación de los derechos humanos y
una infracción al derecho internacional humanitario, toda vez que, según la calificación del
juez penal, se trató del homicidio de una persona protegida al acreditarse que no tenía
calidad de combatiente. Adicionalmente, el Ejército intentó hacerlo pasar por guerrillero
dado de baja en combate y lo inhumó como NN, lo que hizo necesario que su hermano se
desplazara al municipio de Yarumal, Antioquia, para realizar su reconocimiento 25.

43. Por lo anterior se reconocerá en favor de Rosa Adela Betancur, madre de la víctima 26,
150 SMLMV. En favor de cada uno de los hermanos, Gildardo de Jesús Piedrahita
Betancur27, Héctor de Jesús28 y Jairo de Jesús Betancur29, 75 SMLMV.

2.4. Otras disposiciones

44. Por la naturaleza de los hechos reseñados en la presente providencia, la Sala ordenará
el envío de una copia del expediente a la Jurisdicción Especial para la Paz y a la Comisión
para el Esclarecimiento de la Verdad.

2.5. Sobre la condena en costas

45. Sin condena en costas de acuerdo con lo estipulado por el artículo 171 del CCA.

3. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,


Sección Tercera, Subsección B, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: REVOCAR la Sentencia de 24 de septiembre de 2012 proferida por el


Tribunal Administrativo de Antioquia.

SEGUNDO: DECLARAR responsable a la Nación – Ministerio de Defensa – Ejército


Nacional por la muerte de Fabio de Jesús Piedrahita Betancur, ocurrida el 18 de mayo de
2004.

TERCERO: CONDENAR a la Nación – Ministerio de Defensa – Ejército Nacional a


pagar a los demandantes por concepto de perjuicios morales, lo siguiente:

1. 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes en favor de Rosa Adela Betancur,
madre de la víctima.
2. 75 salarios mínimos legales mensuales vigentes para cada uno de los hermanos de la
víctima, los señores Gildardo de Jesús Piedrahita Betancur, Héctor de Jesús
Betancur y Jairo de Jesús Betancur.

25
Según consta en el “Acta de reconocimiento fotográfico de un cadáver N.N. de sexo masculino” de 21 de mayo de 2004.
Folios 163-164 del “cuaderno #1” del proceso penal.
26
Según el certificado de registro civil de nacimiento y la partida de bautismo de Fabio de Jesús Piedrahita Betancur.
Folios 7 y 9 del cuaderno principal.
27
Según el certificado de registro civil de nacimiento. Folio 4 del cuaderno principal.
28
Según el certificado de registro civil de nacimiento. Folio 5 del cuaderno principal.
29
Según el registro civil de nacimiento. Folio 249 del cuaderno del Consejo de Estado.
CUARTO: ENVIAR una copia del expediente a la Jurisdicción Especial para la Paz y a la
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.

Por Secretaría, una vez de ejecutoriado este proveído, DEVOLVER el expediente al


Tribunal de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

Con aclaración de voto Con aclaración de voto


ALEXANDER JOJOA BOLAÑOS (E) MARTÍN BERMÚDEZ
MUÑOZ
Firmado electrónicamente Firmado electrónicamente

ALBERTO MONTAÑA PLATA


Firmado electrónicamente

ACLARACIÓN DE VOTO DEL CONSEJERO (E) ALEXÁNDER JOJOA


BOLAÑOS

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejero ponente: ALBERTO MONTAÑA PLATA

Bogotá D.C., nueve (09) de julio de dos mil veintiuno (2021)

Radicación número: 05001-23-31-000-2006-03154 01(45717)

Actor: ROSA ADELA BETANCUR Y OTROS

Demandado: NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA (ACLARACIÓN DE VOTO)

ACLARACIÓN DE VOTO

Con el acostumbrado respeto por las decisiones de esta Corporación, me permito


exponer las razones que me llevaron a aclarar el voto en relación con la sentencia
del 9 de julio de 2021 proferida dentro del asunto de la referencia.
Si bien acompaño la decisión de la Sala, en el sentido de revocar la sentencia
denegatoria de primera instancia, porque se encuentra suficientemente acreditado
que la muerte de Fabio de Jesús Piedrahita Betancur constituyó una ejecución
extrajudicial llevada a cabo por militares, aclaro la aseveración consistente en que
no se acreditó la dependencia económica de la madre, porque no se demostró
obligación alimentaria, puesto que la única forma de acreditarla no es a través de
la obligación de alimentos, sino que se sufrió efectivamente tal perjuicio.

En los términos expuestos, aclaro mi voto.

ALEXÁNDER JOJOA BOLAÑOS


Magistrado (E)

ACLARACIÓN DE VOTO DEL CONSEJERO MARTÍN BERMÚDEZ MUÑOZ

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejero ponente: ALBERTO MONTAÑA PLATA

Bogotá D.C., nueve (09) de julio de dos mil veintiuno (2021)

Radicación número: 05001-23-31-000-2006-03154 01(45717)

Actor: ROSA ADELA BETANCUR Y OTROS

Demandado: NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA (ACLARACIÓN DE VOTO)

Aclaración de voto del magistrado Martín Bermúdez Muñoz

Aunque comparto la decisión de condenar al Ejército Nacional a reparar el daño


causado por la muerte de Fabio de Jesús Piedrahita Betancur, quien fue ejecutado
extrajudicialmente por soldados del Ejército Nacional, considero que en este caso
no era necesario valorar las pruebas del proceso y menos deducir la
responsabilidad del Estado a partir de indicios. Como se destaca en la sentencia
objeto de esta aclaración de voto, los soldados que asesinaron a la víctima directa
fueron condenados por la justicia penal. Por lo tanto, la decisión de la sentencia
penal condenatoria proferida contra los agentes estatales hizo tránsito a cosa
juzgada y era obligatoria para el juez de la reparación directa.

Fecha ut supra,

Con firma electrónica


MARTÍN BERMÚDEZ MUÑOZ
Magistrado

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