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SECCION TERCERA
SUBSECCION C
ANTECEDENTES
1. La demanda
3. La contestación de la demanda
1
Modificado por el artículo 80 de la ley 446 de 1998 y por el artículo 23 de la ley 640 de 2001
El 3 de junio siguiente, el Ministerio de Defensa Nacional, Policía Nacional,
contestó la demanda (folio 72 del cuaderno principal), solicitando negar las
súplicas por cuanto “no se adaptan o no concurren con lo esgrimido por el
demandante ya que no se encuentra [sic] pruebas fehacientes que responsabilice
[sic] a la entidad demandada por los hechos ocurridos”. Al efecto, se atuvo a lo
que resulte probado en el proceso, y presentó, como excepción, la caducidad de la
acción.
Dicho memorial no fue tenido en cuenta dentro del proceso por haber sido
presentado de manera extemporánea, según consta en auto del 10 de marzo de
2000 (folio 87 del cuaderno principal).
5. La providencia impugnada
Finalmente ordenó repetir contra los Agentes Sergio Álvarez León, Norberto
Castañeda Lopez, Edgar Alexander Duarte Guio, Pedro Alfonso Toro Herrera,
Teófilo Rodríguez Torres, Jairo Hernando Jiménez Morales y Jaime Alexander
Sánchez Collazos, en el equivalente al cien por ciento (100%) del monto total de
las sumas que pague la Nación por concepto de las condenas impuestas en el
fallo.
6. El recurso de apelación
Habiéndose dado traslado a las partes para alegar el 2 de octubre de 2002 (folio
156 del cuaderno adicional), el 29 del mismo mes y año, la parte demandada
arrimó sus alegatos (folio 157 del cuaderno principal), insistiendo en que “en casos
como el presente en que se afirma que se causaron unos daños, es necesario
tener en cuenta el principio fundamental del derecho de que el perjuicio que
condiciona la responsabilidad no es la notoria presunción legal y como acuerdo
patrimonial que es, debe ser demandado y probado en su existencia y extensión,
por quien alega haberlo sufrido, que es quien mejor debe saber en que [sic]
consiste y en cuanto [sic] lo ha afectado”, pues considera que presumir los
perjuicios sufridos por los familiares de la víctima, y liquidarlo en salarios mínimos
legales mensuales, resulta excesivamente elevado.
En la misma fecha, la parte demandante presentó su escrito de alegatos (folio 160
del cuaderno principal), insistiendo por un lado, que los perjuicios materiales a
título de lucro cesante reconocidos a los hijos de la víctima debieron extenderse
hasta que éstos cumplieran 25 años de edad y no limitarlos a la mayoría de edad;
y por el otro, que deben reconocerse los perjuicios morales en favor de las
hermanas de la víctima. Adicionalmente, aprovechó el escrito para discurrir sobre
otros temas no advertidos en la sustentación del recurso de apelación, referidos a
1) la ausencia de pronunciamiento con respecto a la alteración de la vida de
relación de los familiares del señor Luis Alejandro; 2) al análisis del daño a partir
de la “teoría de la indemnización por derechos violados, reconociendo de esta
manera que muchas de las fallas de servicio alegadas violan, a veces con una
sola conducta, múltiples derechos de las víctimas y que no es lo mismo, en
términos de responsabilidad del Estado y desde luego de indemnización, una falla
derivada de la culpa que una grave violación a los derechos humanos”; y al 3)
“acrecimiento y el monto del valor que se debe reconocer como incremento por
prestaciones sociales (43,6) sobre las que el Tribunal no se detuvo”. Sobre los
nuevos temas identificados y desarrollados en los alegatos de conclusión, esta
Sub-Sección no se pronunciará por considerarlos extemporáneos ya que no
fueron objeto del recurso de apelación.
8. La competencia de la Sub-Sección
El artículo 129 del C.C.A., modificado por el artículo 37 de la ley 446 de 1998
referido a la competencia del Consejo de Estado en segunda instancia, dice: “El
Consejo de Estado en sala contenciosa administrativa conocerá en segunda
instancia de las apelaciones de las sentencias dictadas en primera instancia por
los tribunales (…)”, en el mismo sentido del artículo 212 de C.C.A., subrogado por
el artículo 51 del Decreto 2304 de 1989. Así, la Corporación es competente para
conocer del asunto, en virtud del recurso de apelación interpuesto por las partes,
en proceso con vocación de segunda instancia ante el Consejo de Estado.
CONSIDERACIONES
Cumplidos los trámites propios de la segunda instancia, sin que exista causal
alguna de nulidad que invalide lo actuado, procede la Sub-Sección a resolver el
asunto sometido a su consideración, teniendo en cuenta que las partes limitaron
su recurso a la liquidación de perjuicios tanto morales como materiales, a través
del siguiente esquema: 1) de los perjuicios morales; 2) de los perjuicios materiales;
3) condena en costas.
Para esta Sub-Sección es claro que desde la sentencia del 17 de julio de 1992, los
perjuicios morales argüidos por los hermanos de la víctima se presumen. En
efecto, se dijo en ese entonces que:
“En punto tocante con perjuicios morales, hasta ahora se venían aceptando
que estos se presumen para los padres, para los hijos y los cónyuges entre
sí, mientras que para los hermanos era necesario acreditar la existencia de
especiales relaciones de fraternidad, o sea, de afecto, convivencia,
colaboración y auxilio mutuo, encaminados a llevar al fallador la convicción
de que se les causaron esos perjuicios resarcibles”.
Sin embargo,
Así las cosas, las hermanas del señor Luis Alejandro tienen derecho a que se les
reconozcan los perjuicios morales sufridos con su muerte, en la cuantía que ahora
2 Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 17 de julio de 1992; Exp. 6750
se pasa a señalar, pues la entidad demandada no probó el debilitamiento de sus
relaciones fraternales.
Así las cosas, esta Sub-Sección condenará al pago del valor equivalente a 50 smlmv
en favor de cada una de las hermanas de la víctima, modificando, en consecuencia,
la decisión del A quo.
Las razones por la cuales se liquida el valor a ser indemnizado en salarios mínimos
legales mensuales vigentes y no en gramos oro, posición con la que discrepa la
parte demandada, se desarrollan en el aparte siguiente.
Así, las cosas, la Jurisprudencia tiene decantado que el daño moral resarcible es
aquél cierto, personal y antijurídico, y su tasación depende entonces, de su
intensidad, la cual deberá estar probada en cada caso y liquidada en salarios
mínimos legales mensuales por las razones jurídicas y técnicas descritas ad
supra. En efecto, el salario mínimo legal se convierte en el más justo y eficaz
referente de tasación, pues aunque varía al unísono con el índice de precios al
consumidor, se encuentra protegido de la fluctuación del mercado.
Con respecto a los perjuicios que alegan los hijos de una víctima que lo es por
causas imputables a la administración, esta Sección ha dicho que “la condición de
dependencia económica de aquéllos respecto de los padres se mantiene hasta la
edad de 25 años, con fundamento en los artículos 13 y 45 de la Constitución
Política y en consideración además, a las reglas de la experiencia, siempre y
cuando se acredite tal dependencia por cualquier medio probatorio” 8.
8 Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 4 de octubre de 2007; Exp. 16058
Al efecto, con el fin de establecer el salario base de liquidación, se da cuenta de la
constancia laboral emitida por el Gerente de Relaciones Industriales de la
Empresa Interamericana de Electrónica INTEREC S.A., en la que consta que el
último salario devengado por el señor Luis Alejandro ascendía a $334,036, cifra
que actualizada de acuerdo con las fórmulas matemático actuariales utilizadas por
esta Corporación 9, asciende a $1’038,681. A esa suma se adicionará el 25% por
prestaciones sociales correspondientes a $259,670.25 para un total de
$1’298,351.25, y se deducirá el 25% de gastos para el propio sostenimiento
correspondientes a $324,587.8, quedando la base de la liquidación en $973,763.5.
Establecido el salario base de liquidación, éste será a su vez divido entre dos con
el fin de establecer lo correspondiente a la liquidación de la esposa y lo que
corresponde a los hijos ($486,881.7), cifra que a su vez será repartida en dos, de
manera tal que la renta actualizada a partir de la cual se establecerá la
indemnización para cada uno de aquéllos será de $243,440.9
S = Ra (1+ i)n - 1
i
S = $7’405,008
S = Ra (1+ i)n - 1
i
11De acuerdo con el registro civil de nacimiento obrante en el folio 2 del cuaderno No. 2 de pruebas, Luis
Felipe nació el 8 de marzo de 1994
S = Ra (1+ i)n – 1
i (1+ i) n
S = $16’263,772
La indemnización futura, por concepto de lucro cesante para Luis Felipe Londoño
Tovar, corresponde a un valor total de $16’263,772
Ahora bien, dado que esta Sub-Sección se propone modificar el numeral segundo
de la sentencia apelada, es preciso actualizar el valor allí reconocido a título de
perjuicios materiales en favor de la señora Mariana Tovar Chauta, esposa del
señor Luis Alejandro. Así, establecido como está, que le fueron reconocidos
$64’358,705, de acuerdo con la fórmula matemático actuarial a precios de hoy, se
habrá de reconocer y pagar $150’982,309 en favor de aquélla.
3. La Condena en costas
FALLA