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ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA / RECURSO DE APELACIÓN CONTRA

SENTENCIA / PRESUPUESTOS DE LA ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA /


CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE REPARACIÓN
DIRECTA / CONTEO DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD DE LA ACCIÓN /
CONTABILIZACIÓN DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD DE LA ACCIÓN /
CONOCIMIENTO DEL HECHO DAÑOSO / DAÑO AL SOLDADO CONSCRIPTO

El numeral 8° del artículo 136 del Código Contencioso Administrativo prevé que la
acción de reparación directa caduca al vencimiento del plazo de dos años
contados a partir del día siguiente del acaecimiento del hecho, omisión u
operación administrativa atribuible a la entidad demandada. (…) en este caso el
demandante afirmó que solo pudo tener conocimiento del daño con posterioridad a
su ocurrencia, porque las consecuencias del hecho imputado en la demanda solo
se evidenciaron con ocasión de los exámenes médicos que se le practicaron en
2010, en los que se diagnosticó la existencia de las lesiones que se reclaman
como perjuicios. Por lo tanto, la Sala considera que la demanda del 28 de julio de
2010 fue presentada en término.

FUENTE FORMAL: CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - ARTÍCULO


136 NUMERAL 8

NOTA DE RELATORÍA: Al respecto, consultar sentencia del 29 de noviembre de


2018; Exp. 47308; C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.

VALOR PROBATORIO DE LA PRUEBA TESTIMONIAL / VALOR PROBATORIO


DEL TESTIMONIO / CONTRADICCIÓN DE TESTIMONIOS / CREDIBILIDAD
DEL TESTIMONIO / CRITERIOS PARA LA APRECIACIÓN DEL TESTIMONIO /
DAÑO AL SOLDADO CONSCRIPTO / LESIONES FÍSICAS / LESIÓN AL
SOLDADO CONSCRIPTO / RESPONSABILIDAD PENAL / RESPONSABILIDAD
DISCIPLINARIA

Aunque existen contradicciones en las pruebas testimoniales recibidas en el curso


del proceso acerca de las circunstancias en las que ocurrió el hecho, la Sala
concluye que efectivamente el conscripto recibió un golpe o un pisotón en la
espalda por un superior durante la práctica de un ejercicio de tiro polígono en las
instalaciones de la Escuela Naval de Suboficiales, luego de haber tenido un
incidente con el fusil. Además, se acreditó que inmediatamente después de lo
anterior, el conscripto se quejó de dolor en la espalda. (…) la valoración en
conjunto de los testimonios obrantes en el expediente sí permite deducir la
existencia del golpe o del pisotón y el hecho de que el soldado se quejó de dolor
en la espalda como consecuencia del mismo. Dichas declaraciones corresponden
a testigos presenciales y se rindieron en el marco de procesos en los que lo que
se dilucidaba era la responsabilidad penal y disciplinaria por lo sucedido.

AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO / FALTA DE


CONFIGURACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO /
LESIÓN AL SOLDADO CONSCRIPTO / FALTA DE LA PRUEBA / FALTA DE
ACREDITACIÓN DEL DAÑO / DAÑO AL SOLDADO CONSCRIPTO / LESIONES
FÍSICAS

Aunque [la existencia del golpe está acreditada] no está acreditado que los
perjuicios reclamados por la víctima, y que corresponden a las lesiones que le
fueron diagnosticadas en el año 2010, sean consecuencia del golpe o pisotón que
recibió el día 5 de febrero de 2007. Las valoraciones médicas hechas a la víctima
en 2010, que están contenidas en documentos allegados con la demanda,
únicamente señalan que el demandante presentaba <<paraplejia a nivel
sensitivo>>, <<lesión de médula espinal en nivel t-12 y L1 progresiva> y
<adelgazamiento medular focal a la altura del t5>>. Estas valoraciones no señalan
el origen de la lesión ni mucho menos imputan las mismas al golpe o pisotón que
recibió el soldado en el año 2007. Tampoco se allegó prueba técnica con la que se
demostrara que las lesiones de la víctima son consecuencia de la agresión del 5
de febrero de 2007. Por el contrario, el médico forense (…) señaló, en valoración
del 25 de octubre de 2010, que carecía de elementos de juicio para determinar tal
circunstancia. Para la Sala están probadas varias circunstancias que permiten
inferir que la patada o el pisotón no fue la causa de la lesión por la cual se reclama
la indemnización: Las valoraciones iniciales no registraron una lesión de especial
atención, tanto así que señalaron que la víctima podía regresar a actividades
normales sin secuelas, con medicación y fisioterapia. En las valoraciones iniciales
tampoco se indicó que el origen de la lesión fue una patada o pisotón en la
espalda. En reconocimiento médico legal del 21 de mayo de 2008 se señaló que
una de las posibilidades de la lesión era una <<patada>>; sin embargo, no
determinó que ello fue lo que causó la lesión, pues existían otras posibilidades
como un golpe con <<superficies planas y duras>>.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejero ponente: MARTÍN BERMÚDEZ MUÑOZ

Bogotá D.C., dieciocho (18) de noviembre de dos mil veintiuno (2021).

Radicación número: 08001-23-31-000-2010-00760-01(54703)

Actor: CRISTIAN ALEJANDRO RUDAS JIMÉNEZ Y OTROS

Demandado: NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA

Tema: Responsabilidad del Estado por lesiones a soldado conscripto. Se


revoca la sentencia de primera instancia que declaró la
responsabilidad del Ejército porque no está acreditado que los
perjuicios reclamados en la demanda fueran consecuencia de la
agresión imputada a un superior de la víctima.

SENTENCIA

Verificada la inexistencia de irregularidades que invaliden la actuación, la Sala


resuelve el recurso de apelación interpuesto por el Ejército Nacional contra la
sentencia dictada el 14 de noviembre de 2014 por el Tribunal Administrativo del
Atlántico que resolvió:

<<PRIMERO: DECLÁRASE la responsabilidad administrativa del Ministerio de


Defensa – Ejército Nacional, por las lesiones sufridas por el señor Adalberto Rudas
Jiménez en cumplimiento del servicio militar obligatorio. En consecuencia,
condénase a pagar a la parte demandante el valor de cuarenta (40) salarios
mínimos legales mensuales vigentes a la víctima directa y veinte (20) salarios
mínimos legales mensuales vigentes a cada uno de los demás demandantes
mencionados en la parte motiva de esta providencia.
SEGUNDO: CONDÉNASE a la mencionada entidad, a que, dentro de los seis (6)
meses siguientes a la ejecutoria de esta sentencia, publique en un periodo de
circulación local excusas a cada uno de los aquí demandantes por los daños
causados con ocasión de las agresiones físicas sufridas por el señor Adalberto
Rudas Jiménez.

TERCERO: CONDÉNASE a la demandada, como medida de no repetición, a que,


una vez ejecutoriada esta providencia, el comandante del Ejército Nacional,
mediante comunicado interno, remita a cada una de sus dependencias copia integra
de la presente providencia con la advertencia de que este tipo de situaciones no se
pueden volver a presentar en dicha entidad.

CUARTO: CÚMPLASE lo dispuesto en esta providencia en los términos


establecidos en los artículos 176 y 177 del Código Contencioso Administrativo.>>

La Sala es competente para proferir esta providencia porque resuelve un recurso


de apelación interpuesto contra una sentencia proferida por el Tribunal
Administrativo del Atlántico que conoció el proceso en primera instancia, en razón
a la cuantía estimada en la demanda 1.

El recurso de apelación fue admitido mediante auto del 30 de julio de 2015. Se


corrió traslado para alegar de conclusión y las partes guardaron silencio. El
Ministerio Público solicitó la confirmación de la sentencia.

I. ANTECEDENTES

A.- Posición de la parte demandante

1.- La demanda que dio origen al proceso fue presentada el 28 de julio de 2010
por Adalberto Rudas Jiménez (víctima directa) y su grupo familiar. Se dirigió contra
la Nación – Ministerio de Defensa - Ejército Nacional para obtener la
indemnización de perjuicios por las lesiones sufridas por la víctima directa cuando
prestaba el servicio militar obligatorio como soldado regular.

2.- En la demanda se formularon las siguientes pretensiones:

<<PRIMERA: Que se declare administrativa y extracontractualmente responsable a


la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL de los perjuicios
MORALES Y MATERIALES causados por las lesiones personales y secuelas de
carácter permanente ocasionadas al soldado regular ADALBERTO RUDAS
JIMÉNEZ como consecuencia de la falla del servicio por un mal procedimiento
realizado por un oficial del Ejército al citado actor, al habérsele parado en la espalda
y pegarle patadas, actitud que le ocasionó lesiones en la columna vertebral (…)

SEGUNDA: Condenar a la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO


NACIONAL a pagar a los accionantes por concepto de perjuicios morales:

2.1.- Para ADALBERTO RUDAS JIMÉNEZ el equivalente a cien (100) salarios


mínimos legales mensuales, en su condición de víctima.
2.2.- Para DELMA JUDITH OSORIO DE LA CRUZ el equivalente a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales, en su condición de compañera permanente de
la víctima.
2.3.- Para CRISTIAN DE JESUS RUDAS OSORIO, el equivalente a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales, en su condición de hijo de la víctima.

1 Según el numeral 6 del artículo 132 del CCA los tribunales administrativos conocían en primera
instancia las demandas de reparación directa cuya cuantía excedía 500 SMLMV, que al momento
de la presentación de la demanda ascendía a $257.500.000. En el caso concreto los perjuicios
materiales se estimaron en $768.538.580.
2.4.- Para ADALBERTO RUDAS CABALLERO, el equivalente a cien (100) salarios
mínimos legales mensuales, en su condición de padre de la víctima.
2.5.- Para NERIS ESTHER JIMÉNEZ JIMÉNEZ, el equivalente a cien (100) salarios
mínimos legales mensuales, en su condición de madre de la víctima.
2.6.- Para CRISTIAN ALEJANDRO RUDAS JIMÉNEZ, el equivalente a cincuenta
(50) salarios mínimos legales mensuales, en su condición de hermano de la víctima.

Daños emergentes: a) gastos por consultas de los médicos especialistas tratantes,


medicamentos, gastos de transporte, gastos que han hecho los familiares ya que la
demandada le ha negado los servicios médicos. Gastos que se han hecho durante
el tiempo que lleva en tratamiento hasta la presentación de esta acción y se
cuantifican en CINCO MILLONES DE PESOS ($5.000.000).

TERCERA: Condenar a la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO


NACIONAL a pagar a favor de los demandantes los perjuicios de orden MATERIAL
Y MORAL, OBJETIVOS Y SUBJETIVADOS, ACTUALES Y FUTUROS, daño
emergente y lucro cesante los cuales se estiman en cuantía total de setecientos
sesenta y ocho millones quinientos treinta y ocho mil quinientos ochenta pesos
($768.538.580)

CUARTA: Condénese a la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO


NACIONAL a pagar a los demandantes, a titulo de daño material (lucro cesante) los
intereses comerciales corrientes a la fecha de ejecutoria de la sentencia y de allí en
adelante, intereses moratorios.

QUINTO: Condénese a la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – ejército


NACIONAL a pagar las costas procesales y agencias en derecho.

SEXTO: la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – EJÉRCITO NACIONAL dará


cumplimiento a la sentencia en los términos de los artículos 176 y 177 del C.C.A.>>

3.- Las pretensiones se fundaron en las siguientes afirmaciones:

3.1.- Adalberto Rudas Jiménez prestaba el servicio militar obligatorio como


soldado regular en el batallón de Policía Militar Nro. 2 en Barranquilla (Atlántico).

3.2.- El 5 de febrero de 2007, durante la prestación del servicio, un subintendente


del Ejército golpeó a la víctima en la espalda durante una práctica de tiro en
polígono.

3.3.- En acta del 17 de septiembre de 2009 el Tribunal Médico Laboral del Ejército
indicó que la víctima presentaba, entre otras lesiones, <<fibromialgia o mialgia
lumbar>>, que tenía incapacidad permanente y un 20.81% de pérdida de
capacidad laboral.

3.4.- La jurisprudencia del Consejo de Estado ha indicado que, excepcionalmente,


el término de caducidad se cuenta a partir del conocimiento del daño y no de la
ocurrencia del hecho. La víctima tuvo conocimiento del daño por valoraciones
efectuadas en 2010 por médicos neurólogos y radiólogos, quienes diagnosticaron
que Adalberto Rudas Jiménez presentaba <<protrusión posteromedial del anillo
fibroso del disco L5-S1 que genera disminución de la amplitud del canal
raquídeo>>; <<lesión en medula espinal a nivel T12-L1 progresiva>> y
<<adelgazamiento focal medular a la altura de t5 con cambios mielomalácicos>>.

3.5.- El daño era imputable al Ejército Nacional porque fue causado por la
actuación negligente e imprudente de un miembro de la institución, lo que
constituyó una falla del servicio.

B.- Posición de la parte demandada


4.- El Ejército Nacional se opuso a las pretensiones de la demanda.

4.1.- Propuso la excepción del hecho de un tercero porque la actuación personal


del subintendente Carlos Garzón Velásquez fue la que ocasionó el daño y las
lesiones se ocasionaron por razones distintas a las funciones de la entidad.

4.2.- Agregó que no existió nexo causal <<entre los hechos y la conducta de la
administración>>. Indicó que el Tribunal Médico Laboral del Ejército, mediante el
acta del 17 de septiembre de 2009, calificó las enfermedades de la víctima como
de origen común y estableció que no estaban relacionadas con el servicio.

C.- Sentencia recurrida

5.- En sentencia dictada el 14 de noviembre de 2014, el Tribunal Administrativo del


Atlántico:

5.1.- Precisó que la demanda del 28 de julio de 2010 fue presentada en término.
Reconoció que el daño ocurrió en febrero de 2007. Sin embargo, computó la
caducidad desde el conocimiento del daño y no desde acaecimiento del hecho.
Indicó que las lesiones se agudizaron con el tiempo hasta 2010, año en el que por
servicios de neurocirugía y radiología se le diagnosticó a la víctima una lesión en
médula espinal en nivel T 12 y L1 y adelgazamiento focal medular.

5.2.- Estableció que, en tanto la víctima era un soldado conscripto, el Ejército tenía
la obligación de garantizar su integridad psicofísica y su retorno a la sociedad en
iguales condiciones a las de su ingreso a la institución.

5.3.- En consecuencia, imputó el daño al Ejército Nacional porque estaba probado


que un comandante <<se montó encima de la espalda y le propinó una patada>>
a la víctima mientras ésta prestaba el servicio militar obligatorio y le produjo la
disminución en la amplitud del canal raquídeo y el adelgazamiento focal medular
con cambios mielomácicos, entre otras lesiones.

5.4.- Reconoció por concepto de perjuicio moral: (i) 40 salarios mínimos legales
mensuales vigentes (en adelante SMLMV) a favor de la víctima directa y; (ii) 20
SMLMV a favor de la compañera permanente, hijo, padres y hermano de la
víctima.

5.5.- Negó la indemnización por perjuicios materiales, pues no se acreditó que la


víctima estuviera devengando salario al momento de prestar el servicio militar y
tampoco se acreditó su incapacidad laboral plena. Negó el pago de perjuicios
porque no se demostró el pago de consultas médicas o gastos de transporte.

5.6.- Como medidas de reparación integral ordenó: (i) la publicación de excusas a


favor de los demandantes como medida de satisfacción para restablecer la
dignidad e integridad de los demandantes y, (ii) la remisión de la sentencia a las
dependencias del Ejército como medida de no repetición.

D.- Recursos de apelación


6.- El Ejército Nacional apeló la sentencia de primera instancia. Como
argumentos señaló que:

6.1.- El daño no era imputable al Ejército porque las lesiones de la víctima no


fueron adquiridas por causa o razón del servicio. El acta del Tribunal Médico
Laboral del Ejército del 17 de septiembre de 2009 señaló que las afecciones eran
de origen común, por lo que se debió demandar su nulidad.

6.2.- No era procedente el reconocimiento de medidas de reparación no


pecuniarias porque Adalberto Rudas Jiménez no fue víctima de graves violaciones
a sus derechos humanos. El comandante investigado por los hechos fue absuelto
en el proceso penal adelantado contra éste, como constaba en la sentencia
absolutoria del 1° de abril de 2013 proferida por el Tribunal Superior Militar,
aportada al expediente.

II. CONSIDERACIONES

E.- Presupuestos procesales

7.- El numeral 8° del artículo 136 del Código Contencioso Administrativo prevé que
la acción de reparación directa caduca al vencimiento del plazo de dos años
contados a partir del día siguiente del acaecimiento del hecho, omisión u
operación administrativa atribuible a la entidad demandada.

8.- No obstante, en este caso el demandante afirmó que solo pudo tener
conocimiento del daño con posterioridad a su ocurrencia, porque las
consecuencias del hecho imputado en la demanda solo se evidenciaron con
ocasión de los exámenes médicos que se le practicaron en 2010, en los que se
diagnosticó la existencia de las lesiones que se reclaman como perjuicios. Por lo
tanto, la Sala considera que la demanda del 28 de julio de 2010 fue presentada
en término 2, porque la víctima tuvo conocimiento de la lesión en las valoraciones
efectuadas en 2010: (i) el 9 de febrero de 2010 el médico neurocirujano Ramiro
Torres Ortega 3 le diagnosticó paraplejia a nivel sensitivo; (ii) el 8 de marzo de
2010 el médico neurocirujano David Dancur indicó que presentaba <<lesión de
médula espinal en nivel t-12 y L1 progresiva>>, (iii) el 26 de abril de 2010 el
médico radiólogo Boris Ropaín Matiz diagnosticó <<adelgazamiento medular focal
a la altura del t5>>.

F.- Decisiones a adoptar

9.- La Sala revocará la sentencia de primera instancia porque no está acreditado


que las lesiones físicas que constituyen el perjuicio reclamado en la demanda
hubiesen sido causadas por el golpe que, conforme con las afirmaciones que allí
se hacen, recibió el conscripto el 5 de febrero de 2007. En el acta del Tribunal
Médico Laboral del Ejército realizada en el momento del retiro del servicio, se
estableció que la enfermedad del conscripto era de origen común y no se
relacionaba con el servicio y esta conclusión no fue desvirtuada por la parte actora
en el proceso. No bastaba acreditar un hecho dañoso imputable al Ejército por

2 Consejo de Estado. Sección Tercera. Sala plena. Sentencia del 29 de noviembre de 2018. Exp.
47308. C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
3 Fl. 68 c.1.
haber sido realizado por un agente suyo en desarrollo del servicio: era necesario
acreditar que el mismo causó los perjuicios que se reclaman en la demanda.

G.- La prueba de que el soldado recibió una patada o un pisotón de uno de


sus superiores durante un ejercicio de tiro en polígono

10.- Aunque existen contradicciones en las pruebas testimoniales recibidas en el


curso del proceso acerca de las circunstancias en las que ocurrió el hecho, la Sala
concluye que efectivamente el conscripto recibió un golpe o un pisotón en la
espalda por un superior durante la práctica de un ejercicio de tiro polígono en las
instalaciones de la Escuela Naval de Suboficiales, luego de haber tenido un
incidente con el fusil. Además, se acreditó que inmediatamente después de lo
anterior, el conscripto se quejó de dolor en la espalda.

11.- Los testimonios rendidos por los soldados que declararon en los procesos
penal y disciplinarios y que fueron trasladados por solicitud de la parte actora,
señalaron:

(i).- Diomedes de Jesús Ruiz de Arco, dijo estar a tres hombres de distancia de la
víctima, y manifestó que <<RUDAS no aseguró el fusil y levantó la trompetilla,
cuando el soldado estaba acostado boca abajo, el subintendente Garzón, que
estaba como a un metro de él, se le acercó y le pegó con el pie en la espalda (le
montó el pie en la espalda). Le quitó el pie enseguida y le dijo, “soldado, asegure
el fusil” y entonces mi teniente fue el que lo aseguró>>.

(ii).- José Luis Cervantes, señaló que se encontraba <<a cuatro o cinco metros>>
esperando turno. Dijo que a la víctima se le trabó la corredera del fusil y <<mi
teniente GARZÓN le cargó el fusil y se lo entregó y le puso el pie en la cadera>>.

(iii).- Fredy Vásquez Lozano estaba <<a pocos metros>> y señaló que la víctima
<<alzó la mano, pero como no había asegurado el fusil, mi teniente le pisó la
espalda con la bota>>; agregó que <<el soldado se paró sobándose la espalda y
al poco rato se apareció donde estábamos nosotros diciendo que le dolía la
espalda y cuando llegamos al batallón le ayudé a que se recostara en el catre
porque él solo no podía>>.

(iv).- Henry Requena indicó que durante el ejercicio de polígono el <<ST GARZÓN
le pisó la espalda fuertemente>>.

(v).- Uriel Vargas Vargas señaló que <<estaba detrás del soldado RUDAS y el
teniente lo golpeó en la espalda de una forma brusca y fuerte cuando el soldado
se encontraba tendido en el suelo realizando el ejercicio de tiro>>.

(vi).- Harold Quiroz Herrera estaba en la parte de atrás y observó que el teniente
Garzón <<le puso el pie en la espalda [a la víctima] y se lo afirmó, pero después
se lo bajó, eso fue rápido>>.

(vii).- Héctor Thomas Pérez estaba en el turno de espera, detrás de la víctima.


Manifestó que observó que el teniente le puso el pie en la espalda a la víctima y
que cuando se devolvieron al batallón <<empezó a llorar porque le dolía la
columna>> 4.

12.- Otros de los soldados presentes el día de los hechos no vieron el golpe; sin
embargo, manifestaron que luego del ejercicio de tiro la víctima se quejaba del
dolor e hizo alusión al golpe recibido. Al respecto, (i) Leonel Sánchez Acuña indicó
que <<yo lo vi cojeando, yo me le acerqué y me dijo que sí, que tenía un dolor
fuerte en la espalda>>; (ii) Miguel Rodríguez Jiménez indicó que <<RUDAS me
comentó y me dijo tú no viste cuando mi ST GARZÓN me pegó>><<se quejaba
del dolor y tenía una cara como aguantando el dolor>> 5.

13.- Aunque Carlos Garzón Velásquez, el oficial de tiro implicado, negó la agresión
y otros de los comandantes manifestaron que no existió novedad en el ejercicio 6,
la Sala estima que la valoración en conjunto de los testimonios obrantes en el
expediente sí permite deducir la existencia del golpe o del pisotón y el hecho de
que el soldado se quejó de dolor en la espalda como consecuencia del mismo.
Dichas declaraciones corresponden a testigos presenciales y se rindieron en el
marco de procesos en los que lo que se dilucidaba era la responsabilidad penal y
disciplinaria por lo sucedido.

H.- La ausencia de prueba de la relación de causalidad entre los perjuicios y


el hecho dañoso imputado al superior del soldado

14.- Aunque el hecho anterior esté probado, para la Sala no está acreditado que
los perjuicios reclamados por la víctima, y que corresponden a las lesiones que le
fueron diagnosticadas en el año 2010, sean consecuencia del golpe o pisotón que
recibió el día 5 de febrero de 2007.

14.1.- Las valoraciones médicas hechas a la víctima en 2010, que están


contenidas en documentos allegados con la demanda, únicamente señalan que el
demandante presentaba <<paraplejia a nivel sensitivo>>, <<lesión de médula
espinal en nivel t-12 y L1 progresiva> y <adelgazamiento medular focal a la altura
del t5>>. Estas valoraciones no señalan el origen de la lesión ni mucho menos
imputan las mismas al golpe o pisotón que recibió el soldado en el año 2007.

14.2.- Tampoco se allegó prueba técnica con la que se demostrara que las
lesiones de la víctima son consecuencia de la agresión del 5 de febrero de 2007.
Por el contrario, el médico forense Víctor Pacheco señaló, en valoración del 25 de
octubre de 2010, que carecía de elementos de juicio para determinar tal
circunstancia 7.

15.- Para la Sala están probadas varias circunstancias que permiten inferir que la
patada o el pisotón no fue la causa de la lesión por la cual se reclama la
indemnización:

4 Las declaraciones se encuentran a folios: 49, 228, 237 – 243, 260, 266 y 271 c.3.
5 Fls. 42, 45, 256 c.3.
6 Declaraciones de Wilson Velásquez Calderón, Yheison López Yara y Jaime Correa Faura (Fls.

13, 161- 163 c.3.


7
Fls. 137-140 c.2.
15.1.- Las valoraciones iniciales no registraron una lesión de especial atención,
tanto así que señalaron que la víctima podía regresar a actividades normales sin
secuelas, con medicación y fisioterapia 8.

15.2.- En las valoraciones iniciales tampoco se indicó que el origen de la lesión fue
una patada o pisotón en la espalda. En reconocimiento médico legal del 21 de
mayo de 2008 se señaló que una de las posibilidades de la lesión era una
<<patada>>; sin embargo, no determinó que ello fue lo que causó la lesión, pues
existían otras posibilidades como un golpe con <<superficies planas y duras>> 9.

15.3.- El acta del 17 de septiembre de 2009 del Tribunal Médico Laboral del
Ejército indicó que la <<fibromialgia o mialgia lumbar>> que presentaba la víctima
correspondía a una enfermedad común. La parte demandante no objetó ni
controvirtió dicha acta.

15.4.- En las hojas de atención de 2010 (tres años después ocurrida la agresión)
se precisan como antecedentes médicos: <<caída desde su propia altura sobre
una roca de espalda>> y <<trauma al caer sentado hace 3 años>> 10.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera, Subsección B, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: REVÓCASE la sentencia del 14 de noviembre de 2014 proferida por el


Tribunal Administrativo del Atlántico y, en su lugar, NIÉGANSE las pretensiones
de la demanda.

SEGUNDO: Sin condena en costas

TERCERO: Ejecutoriada esta providencia, por Secretaría DEVUÉLVASE el


expediente a su tribunal de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

Con firma electrónica


ALBERTO MONTAÑA PLATA
Presidente

Con firma electrónica Con firma electrónica


MARTÍN BERMÚDEZ MUÑOZ FREDY IBARRA MARTÍNEZ
Magistrado Magistrado

8 Declaración del 14 de febrero de 2007 por el médico ortopedista Gustavo Salazar Acosta (Fl. 60
c.3.)
9 Fl. 78 c.1.
10 Fl. 53 c.1; Fl. 68 c.3

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