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La vestimenta: funciones, tradiciones

y modos de producción
Serie de fichas que desarrollan diferentes aspectos de la
vestimenta a través de fotografías y textos.

Creado: 5 enero, 2024 | Actualizado: 9 de febrero, 2024


Autoría: Dirección Provincial de Educación Primaria, Subsecretaría de Educación,
DGCyE

Las orientaciones docentes que acompañan a estas fichas


están disponibles en La vestimenta: funciones, tradiciones
y modos de producción
La costumbre de vestirse

LA COSTUMBRE DE VESTIRSE

A diferencia de los animales, las personas no tienen


coberturas en sus cuerpos y necesitan ropa para
protegerse del frío y del calor. Según quienes investigan,
hace unos 10.000 años, la temperatura del planeta Tierra
bajó y por esa razón las personas necesitaron de abrigo y
comenzaron a cubrir sus cuerpos con las pieles de los
animales que cazaban para alimentarse.

Como las pieles resultaban muy pesadas e incómodas,


algunos pueblos comenzaron a reemplazarlas por prendas
de lana de distintos animales, de algodón y otras fibras
vegetales que tejían en telares construidos por ellos
mismos. En la mayoría de los pueblos que conocemos,
tejer fue una actividad que realizaban sobre todo las
mujeres.
Mujer Selknam con su hija. Isla Grande, Tierra del Fuego, 1923. Fotografía de
M. Gusinde Hentschel. Archivo General de la Nación (AGN).

¿PARA QUE SE USA LA VESTIMENTA?

Cuando hablamos de vestimenta nos referimos no solo a


la ropa sino también al calzado y a los accesorios como
los cinturones, los gorros o las bufandas, los bolsos y las
carteras, los collares y otros adornos.

Las vestimentas no solo se usan para cubrirse y


protegerse. Desde épocas muy antiguas las vestimentas
se usaban para mostrar las diferencias entre las personas.
Como abrigo, da lo mismo una campera azul o roja, que
sea lisa o estampada. Sin embargo, se producen
muchísimas combinaciones y dibujos para satisfacer las
preferencias de quienes las compren.

En la época colonial y en nuestra época la vestimenta


marca diferencias entre la gente rica y pobre, entre las
niñas y los niños o las ancianas y los ancianos, entre una
persona que va a su trabajo o alguien que sale a practicar
un deporte. Hasta hace algunos años, era muy diferente la
vestimenta para las mujeres y para los hombres, pero el
reconocimiento de los derechos de la mujer y los nuevos
modos de pensar los géneros influyeron también en las
ropas y actualmente las diferencias dejaron de ser tan
grandes.

Un abuelo con su nieto en el bar en 1920. Foto tomada del Archivo General de
la Nación (AGN).

Durante mucho tiempo, en algunas sociedades se


consideró que los niños no debían usar pantalones largos
antes de los 12 o 13 años. Las nenas, por su parte, no
usaban pantalones, solo polleras y vestidos.

La ropa de trabajo, por otra parte, muchas veces se


diferencia de las demás vestimentas. Generalmente se
trata de ropa más cómoda para realizar ciertas tareas y
más resistente a las manchas y al desgaste. En algunos
oficios o profesiones se utilizan uniformes que dejan ver a
simple vista de qué se ocupa la persona que los usa.

Barrendero en una plaza de San Isidro. Imagen tomada del sitio oficial del
Municipio de San Isidro.

CAMBIOS A TRAVÉS DEL TIEMPO


Como vimos, las mujeres y los hombres primitivos se
vestían con pieles y con cueros de los animales que
cazaban. Con el paso del tiempo, se empezaron a tejer
ropas con fibras vegetales o lana de ovejas, vicuñas y
llamas. Desde entonces, pasaron miles de años y
actualmente las vestimentas se elaboran con materiales
muy diversos, como por ejemplo: seda, algodón y lino,
que se producen con materias primas naturales; en
cambio el poliéster, en cambio, se fabrica artificialmente.
Las telas artificiales tienen algunas ventajas: son más
baratas que las telas naturales, se secan más rápido y no
hace falta plancharlas porque no se arrugan.

La forma de confeccionar las prendas cambió mucho a lo


largo del tiempo, pero en todas las épocas fue una tarea
muy importante a la que las sociedades le dedicaron
mucha energía y mucho tiempo.
El hilado, el tejido y la confección artesanal
de la vestimenta
Estas personas integran una comunidad diaguita que vive en el
norte de nuestro país, en la provincia de Catamarca. En esta foto
están vestidos con sus ropas tradicionales que los protegen del
frío intenso que hace en la Puna.

Imagen tomada de la Serie Pueblos Originarios. Ecos de la puna. Canal Encuentro.

Las nenas que se observan en la siguiente foto, muestran una


madeja de lana de vicuña ya hilada y un sombrero de lana de oveja
tejido por su mamá.
Imagen tomada de la Serie Pueblos Originarios. Ecos de la puna. Canal Encuentro.

UNA LEYENDA MAPUCHE: LA LEYENDA DE LA


LALEN KUZÉ
Cuentan las ancianas y los ancianos mapuches que la LALEN
KUZE, la araña madre, era la gran tejedora de la naturaleza. La vieja
araña tejedora era la dueña del hilado y del tejido. Tenía sus manos
arrugadas de estirar día y noche el vellón de las ovejas y obtener
hebras de lana negra y de lana blanca que luego teñía con los
colores que ella misma había descubierto en las plantas, la tierra y
el mar. Y así, entrelazaba y anudaba una hebra con otra, una hebra
de maqui y una de quillay.

La LALEN KUZE, dicen las personas ancianas, se aparecía en los


sueños de las jóvenes mapuches para enseñarles los secretos del
hilado y del tejido. Les enseñaba a tender las fibras, a entrelazarlas
y anudarlas y también les revelaba cómo obtener los materiales
para dar distintos colores a las fibras.
Por primera vez, la misma LALEN KUZE le había transmitido su
sabiduría a la Madre del pueblo mapuche, diciéndole:

“MUJER, MADRE ARAÑA QUE ENTRELAZAS Y ANUDAS

UNA HEBRA DE MAQUI CON OTRA DE QUILLAY

PARA ABRIGAR A TUS HIJOS

QUE MIRÁNDOTE ESTÁN”1

Pero la LALEN KUZE transmitía su sabiduría de gran tejedora con


una condición. La joven que aprendía sus enseñanzas tenía la
obligación de enseñarselas a sus hijas para que el conocimiento
del tejido pasara de madres a hijas, de generación en generación.

“ESOS MISMOS SECRETOS

DEBERÁS ENSEÑAR

A UNA ARAÑA MÁS JOVEN

QUE MIRÁNDOTE ESTÁ.”2


Poncho mapuche, imagen tomada del Museo Histórico Nacional.
La vestimenta en la época de la colonia
Las vestimentas no se usan solo para cubrirse y protegerse. Desde
épocas muy lejanas las vestimentas fueron también una manera
de expresar las diferencias entre las personas de distintos grupos
sociales, entre personas adultas (mujeres y varones) e infancias, y
muchas otras.

Hace más de 200 años, en la época colonial, la gente de los


sectores populares y la de las élites se vestían de manera muy
diferente. La vestimenta también era muy distinta entre mujeres y
hombres. Las niñas y los niños, por su parte, se vestían de una
manera similar a las personas adultas de su grupo social.

Para conocer las vestimentas que usaban las distintas personas,


vamos a trabajar con “Fiestas Mayas”, la obra que realizó el artista
francés Charles Pellegrini para representar los festejos de la
Revolución de Mayo del año 1841 en la Plaza de la Victoria (la
actual Plaza de Mayo).
Entre las personas que participan hay mujeres, hombres, niñas y
niños de distintos grupos sociales:

¿Se animan a descubrirlas y descubrirlos?

Señalen una mujer adulta de la élite, un hombre de los sectores


populares, una niña de la élite, un niño de la élite. ¿Cómo se dieron
cuenta? ¿La vestimenta les ayudó a hacer esta identificación?

Ahora observen los siguientes fragmentos de la misma la obra en la


que ven grupos de personas que están en la plaza participando de
los festejos.
¿Quiénes aparecen representadas en cada una de ellas? ¿A qué
grupo social pertenecen? ¿Cómo están vestidas? ¿Qué están
haciendo?

En su obra El mercado, el artista Emeric Essex Vidal, representó la


misma plaza principal un día de mercado. En la obra se ve la
Recova Vieja, una construcción con muchos arcos que atravesaba
la plaza. En la Recova había comercios que vendían alimentos
(pescados, hortalizas, frutas, panes, huevos), escobas, velas o
telas. Además, vendedoras y vendedores ofrecían su mercadería
en sus carretas o en el suelo de la plaza. Según Vidal, las damas
nunca iban al mercado a hacer las compras. Lo hacían los
hombres o las esclavas y los esclavos de la casa.

El mercado, Emeric Essex Vidal, 1820.

Para descubrir y señalar:

Una mujer que lleva una mulita agarrada de la cola y una


canasta con panes con vestimenta sencilla y un pañuelo en la
cabeza.
Un vendedor de aves vestido con un poncho amplio y a rayas.
Vendedoras de pescado, aves y huevos con amplias faldas lisas
y con las cabezas cubiertas con pañuelos.
Un esclavo que lleva la mercadería (un gran pescado y dos
gallinas), está descalzo con un pantalón y una camisa abierta.
Un caballero haciendo compras, vestido con sus vestimentas
características.
Algunos milicianos con uniformes.
La confección de la ropa

Taller de costura en Buenos Aires, 1906. Fotografía tomada del Archivo General de la
Nación (AGN).
Las señoras de la fotografía son Mercedes Unzué de Quintana y Clara Cobo de
Anchorena, 1932. Esta imagen fue publicada en la revista Caras y Caretas N° 1742 en
febrero de 1932. Fotografía tomada del Archivo General de la Nación (AGN).

Estas niñas están patinando en la Plaza San Martín, en la ciudad de Buenos Aires. No
sabemos exactamente en qué año fue tomada esta fotografía, pero podemos pensar que
es de la década de 1950. Fotografía tomada del Archivo General de la Nación (AGN).
¿Ropa de mujeres y ropa de varones?
LAS MUJERES ELIGEN USAR PANTALONES

Hoy en día, una mujer decide si se pone un pantalón o una pollera.


Pero no siempre fue así. Durante mucho tiempo el pantalón fue
una prenda exclusivamente masculina.

Cuando las mujeres empezaron a incorporarse como trabajadoras


en fábricas y otros empleos, algunas de ellas decidieron usar
pantalones a la hora de asistir a sus tareas. Los pantalones les
resultaban mucho más cómodos para trabajar. Muchas otras los
comenzaron a elegir simplemente porque les gustaban más y los
usaban no solo para trabajar.

Desde esos años, muchas mujeres comenzaron también a


sostener fuertes luchas por la igualdad de derechos entre mujeres
y hombres. Exigieron recibir el mismo sueldo por realizar los
mismos trabajos, reclamaron el derecho a votar para elegir
autoridades políticas y el de ser candidatas para ocupar cargos
públicos.

En 1960, la decisión de las mujeres de usar pantalones ya se había


difundido por casi todo el mundo.

Las siguientes fotografías fueron tomadas del Archivo General de


la Nación (AGN):
Imagen 1. Un grupo de mujeres preparadas para practicar tenis en un club. Fotografía del
año 1915.
Imagen 2. Un niño que va a la escuela. Fotografía del año 1914.
Imagen 3. Un grupo de varones que se dedica a la política. Fotografía del año 1908.
Imagen 4. Fotografía del año 1912. Un grupo de mujeres inmigrantes con sus bebés
llegando a la Argentina.

Imagen 5. Niños espiando al circo detrás de las chapas. Fotografía del año 1935.
Imagen 6. Niñas saltando a la soga. Fotografía del año 1900.

Estas fotografías fueron tomadas entre el año 1908 y el año 1935:

¿Cómo están vestidos los varones?


¿Cómo están vestidas las mujeres?
¿Cómo es la ropa de las niñas? ¿Y la de los niños?
La ropa de las niñas y la de los niños, ¿es diferente a la de las
adultas y los adultos?
Además de las diferencias entre géneros y entre las personas
adultas y las infancias, ¿qué otras diferencias encontrás en la
ropa de quienes están en las fotos?
Muchas de estas prendas nos parecen raras porque pasó
mucho tiempo y ya no se usan, pasaron de moda. ¿Te imaginás
vestida o vestido como alguna de estas personas? ¿Te gusta
alguna de las prendas que se observan en las imágenes?,
¿cuál? ¿Para qué la usarías?
Otras diferencias en las vestimentas
LA ROPA DE TRABAJO

Algunas ropas resultan más cómodas o apropiadas que otras para


realizar ciertas tareas. Por ejemplo, para practicar algunos
deportes o para ejercer algunos oficios y profesiones se requiere
de vestimenta con características especiales.

Las barrenderas y los barrenderos, quienes recolectan residuos,


los obreros que cubren pozos en el asfalto y muchas otras
personas usan, preferentemente, ropas de colores brillantes como
el naranja o el verde claro para que quienes conducen los
vehículos las y los vean desde cierta distancia y así evitar
accidentes.

Barrendero en San Isidro. Imagen tomada del sitio oficial del Municipio de San Isidro.
Imagen tomada del sitio oficial de la Municipalidad de Neuquén.

Estos barrenderos, además de los colores en la vestimenta, usan


guantes para proteger sus manos.
Las médicas y los médicos, las enfermeras y los enfermeros, las
trabajadoras y los trabajadores de la salud en general, suelen usar
guardapolvos o ambos –que son conjuntos de pantalón y casaca–
blancos o de colores. En algunas ocasiones se protegen a sí
mismos y a sus pacientes con otros elementos, por ejemplo
guantes, cofias y barbijos.

Las trabajadoras y los trabajadores de la construcción usan casco


para proteger su cabeza de posibles golpes y guantes de látex
para no sufrir quemaduras y cortes.
Construcción de viviendas en Tandil. Imagen tomada del sitio oficial del Gobierno de la
provincia de Buenos Aires.

Quienes desde hace mucho tiempo utilizan vestimentas


especiales son las cocineras y los cocineros.
Imagen tomada del portal Argentina.gob.ar.
Cocina de la confitería del Molino. Buenos Aires, s/f. Imagen tomada del Archivo General
de la Nación (AGN).

1
Fragmentos del poema mapuche “Lalen kuzé, araña vieja” de Clorinda Curninao R.

2
Fragmentos del poema mapuche “Lalen kuzé, araña vieja” de Clorinda Curninao R.

Primaria / Primer Ciclo, 2do, Ciencias Sociales /

Materiales complementarios
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