Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 2
Tema 2
La compraventa (II)
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
2.1. Introducción y objetivos 4
2.2. Obligaciones del vendedor: el saneamiento 4
2.3. Obligaciones del comprador: el pago del precio
15
2.4. El riesgo en la compraventa 16
2.5. Compraventa a prueba y ad gustum.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 28
Test 32
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
L A C O MP R AV E N TA ( I I )
- Art. 1503
Garan tías d e l
- Art. 1922.1
vendedor
- Art. 1504
O b l i g a c i o ne s
- Pagar el precio: posible suspensión
de l comprador
Tema 2. Esquema
Derecho Privado de los Contratos II
Esquema
3
Ideas clave
Los objetivos de esta lección son los mismos que los de la primera parte, como es
lógico:
Sentar, mediante el estudio de este contrato, las pautas para el estudio de los
demás contratos.
Establecer sus líneas maestras.
Generalidades
El vendedor garantiza con la entrega del bien su posesión pacífica, lo que hace nacer
su responsabilidad por evicción, y también su posesión útil, lo que hace nacer su
responsabilidad por los defectos ⎯vicios ocultos⎯ que pudiera tener la cosa,
Nótese que en ninguno de los dos casos es relevante, a efectos de que existan, la
buena o mala fe del vendedor. Nótese igualmente que, si lo que se entregó no
responde a lo que se pactó porque no satisface el interés objetivo del adquirente, es
de aplicación la doctrina del aliud pro alio, que conduce, por los trámites del artículo
1124 del Código Civil, a solicitar la resolución del contrato o su cumplimiento
obligatorio.
El Código Civil establece el supuesto del saneamiento por vicios en el artículo 1484,
que se transcribe a continuación:
«El vendedor estará obligado al saneamiento por los defectos ocultos que
tuviere la cosa vendida, si la hacen impropia para el uso a que se la destina,
o si disminuyen de tal modo este uso que, de haberlos conocido el
comprador, no la habría adquirido o habría dado menos precio por ella; pero
no será responsable de los defectos manifiestos o que estuvieren a la vista,
ni tampoco de los que no lo estén, si el comprador es un perito que, por
razón de su oficio o profesión, debía fácilmente conocerlos».
Este artículo se completa con el siguiente, que responsabiliza al vendedor de los vicios
ocultos «aunque los ignorase».
En todo caso, debe tenerse en cuenta que la renuncia debe ser expresa y coherente
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
con los requisitos del artículo 6 del Código Civil. En concreto, no desplegará sus
efectos si el vendedor conocía los vicios o defectos de la cosa vendida (cf. art. 1485
CC).
Las acciones vinculadas a los vicios ocultos son dos: las llamadas quanti minoris y
redhibitoria. Ambas, agrupadas bajo la denominación de acciones edilicias por ser
su origen la función jurisdiccional de los ediles curules (la «policía de mercado» de la
Roma republicana), se contienen en el artículo 1486 del Código Civil y son optativas,
aunque, como recuerda LACRUZ (2002), la redhibitoria presenta una opción
excluyente.
Por la redhibitoria, el comprador puede desistir del contrato y recuperar los gastos
en los que incurrió.
Por la quanti minoris, puede quedarse con la cosa, pero obteniendo una rebaja en
el precio.
«Artículo 1486.
En los casos de los dos artículos anteriores, el comprador podrá optar entre
desistir del contrato, abonándosele los gastos que pagó, o rebajar una
cantidad proporcional del precio, a juicio de peritos.
Si el vendedor conocía los vicios o defectos ocultos de la cosa vendida y no
los manifestó al comprador, tendrá este la misma opción y además se le
indemnizará de los daños y perjuicios, si optare por la rescisión».
Nótese que, además de las acciones edilicias, el artículo reconoce una acción especial
de daños y perjuicios para el caso en el que el vendedor supiera de los vicios o
defectos, pero solo entrará en juego si el comprador optare por la rescisión.
Según el artículo 1487 del Código Civil: «Si la cosa vendida se perdiere por efecto de
los vicios ocultos, conociéndolos el vendedor, sufrirá este la pérdida, y deberá
restituir el precio y abonar los gastos del contrato, con los daños y perjuicios. Si no
los conocía, debe solo restituir el precio y abonar los gastos del contrato que hubiese
pagado el comprador».
Por último, cabe reseñar que el Código Civil tiene normas específicas para los vicios
o defectos ocultos en sede de compraventa de animales (cf. arts. 1491 a 1499).
Todas ellas proceden del derecho romano y son, a veces, transcripciones literales del
Digesto justinianeo.
Según el artículo 1475 del Código Civil, la evicción se produce «cuando se prive al
comprador, por sentencia firme y en virtud de un derecho anterior a la compra, de
todo o parte de la cosa comprada».
«[…] la finalidad de esa llamada no es otra que la contenida en los arts. 1475
y 1481 CC, es decir, para salvaguardar los derechos del vendedor,
permitiéndole la ley (PFO.3.º art. 1482 CC), pero sin obligarle (PFO.4.º del
mismo), que comparezca y contesta la demanda y que, con ello, apoye a la
demandada, pues, de otra manera, difícilmente podría justificarse que luego
pudiera repetir contra él y ejercitar una acción de evicción si no pudo evitar
la sentencia firme» (cit. según el original).
«[…] permita que una persona sea llamada al pleito y que se comporte como
un demandado a la hora de alegar y probar, no significa que sea un
demandado propiamente dicho: el vendedor no defiende un derecho
propio, sino ajeno (el de su comprador), y de ahí que se trate más
propiamente de un “coadyuvante” que de “parte” […] además, en definitiva,
no puede ser condenado a nada, porque el actor no lo ha demandado y no
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
«Artículo 1478.
Cuando se haya estipulado el saneamiento o cuando nada se haya pactado
sobre este punto, si la evicción se ha realizado, tendrá el comprador derecho
a exigir del vendedor:
1.º La restitución del precio que tuviere la cosa vendida al tiempo de la
evicción, ya sea mayor o menor que el de la venta.
2.º Los frutos o rendimientos, si se le hubiere condenado a entregarlos al
que le haya vencido en juicio.
3.º Las costas del pleito que haya motivado la evicción y, en su caso, las del
seguido con el vendedor para el saneamiento.
4.º Los gastos del contrato, si los hubiese pagado el comprador.
5.º Los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo u ornato,
si se vendió de mala fe».
En cuanto a la duración de la acción será de cinco años por aplicación del artículo
1964 del Código Civil. Es plazo de prescripción.
El artículo 1483 del Código Civil recoge un supuesto cercano a la evicción, aunque en
realidad es una suerte de rescisión: cuando el comprador se encuentra en la finca
comprada ⎯de «fincas» habla el artículo exclusivamente⎯ una carga o servidumbre
no aparente que no se ha hecho constar en la escritura y de tal naturaleza que, de
haberlo conocido el adquirente, puede presumirse que no habría comprado. En estos
casos, dice el artículo, «podrá pedir la rescisión del contrato, a no ser que prefiera la
indemnización correspondiente».
En todo caso, parece evidente que, si la carga está inscrita, el precepto no podrá ser
de aplicación; sí en el caso contrario, cuando la carga o servidumbre esté inscrita y
vigente (porque puede estar extinguido el acto jurídico que la originó, pero a falta de
asiento de cancelación).
En todo caso, debe tenerse en cuenta que siempre serán de aplicación las normas de
la nulidad y la anulabilidad y las del incumplimiento: entregar la pacífica posesión es
siempre obligación del vendedor.
La doble venta
«Artículo 1473.
Si una misma cosa se hubiese vendido a diferentes compradores, la
propiedad se transferirá a la persona que primero haya tomado posesión de
ella con buena fe, si fuere mueble.
Si fuere inmueble, la propiedad pertenecerá al adquirente que antes la haya
inscrito en el Registro.
Como vemos, el eje de la solución, además del principio prior tempore potior iure, es
la buena fe del adquirente.
Al lado de estas obligaciones, que son garantías para el comprador, el Código Civil
establece unas garantías para su posición jurídica.
lugar de pleno derecho la resolución del contrato, el comprador podrá pagar, aun
después de expirado el término, ínterin no haya sido requerido judicialmente o por
acta notarial. Hecho el requerimiento, el Juez no podrá concederle nuevo término».
Un bosquejo de cómo debe hacerse la comunicación puede ser este: «Por medio
de esta carta notarial, le comunicamos que, debido a que ha incumplido la
obligación de pagar, el contrato que celebramos en fecha 24 de febrero del 2019
queda resuelto a todos los efectos». Nunca debe escribirse, en este caso, algo así:
«Le intimamos para que en el plazo de diez días a contar desde que reciba esta
comunicación, abone el dinero que adeuda […]».
La comunicación no debe hacerse mediante otro medio distinto de los que recoge
el Código Civil; es decir, a fecha de hoy, no es suficiente hacerla por burofax: se
requiere acta notarial o una actuación judicial (conciliación, por ejemplo).
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
«No debe confundirse este pacto comisorio con el que establece que, en caso de
que se garantice una deuda con un bien ⎯por ejemplo, mediante prenda o
hipoteca⎯ el deudor puede, en caso de impago, quedarse con el bien. Este pacto,
que no tiene nada que ver con esta facultad resolutoria, está expresamente
prohibido por el Código Civil» (cf. art. 1859 CC).
Otra cuestión debatida al respecto del artículo 1504 ⎯pero esta ya resuelta por la
jurisprudencia⎯ es si es preciso para que se pueda esgrimir por el vendedor la mala
fe del comprador; es decir, una conducta obstativa al pago.
Está claro que la obligación del comprador es pagar el precio, si no se pactó plazo o
condición, en el momento en el que el vendedor entregue la posesión de la cosa
(cf. art. 1500 CC).
Por su parte, el artículo siguiente establece, para el caso de pago aplazado, tres
supuestos excepcionales en los que el comprador debe pagar intereses:
hipotecaria, podrá suspender el pago del precio hasta que el vendedor haya
hecho cesar la perturbación o el peligro, a no ser que afiance la devolución
del precio en su caso, o se haya estipulado que, no obstante cualquiera
contingencia de aquella clase, el comprador estará obligado a verificar el
pago».
Aunque, por otra parte, puesto que los artículos 1095, 1096 y 1182 establecen que el
comprador hace suyos los frutos y mejoras de la cosa desde que nace la obligación
de entregarla (y nótese que no se dice «desde la perfección de la compraventa», sino
desde que nace ⎯principio de simultaneidad⎯ la obligación, es decir, desde que el
vendedor la entrega o hace intención de entregarla ⎯cf. art. 1452 CC⎯, en relación
con el 1096 y el 1182), es justo ⎯dice el TS, siguiendo el razonamiento romanista⎯
que corra con el riesgo desde ese momento también. Además, el comprador conserva
las acciones contra los terceros responsables de la pérdida, según el artículo 1186 del
Código Civil.
Así, DÍEZ-PICAZO y GULLÓN (2007) consideran que la solución podría estar en acudir
a la resolución por incumplimiento del artículo 1124 del Código Civil. Es una solución
que parece acertada, desde el momento en el que el contrato, que nace para
cumplirse, no se cumple; además, permite al comprador recuperar el precio y
reclamar daños y perjuicios. Alguna sentencia antigua ya recogió esta tesis, que
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Menos operativas son las que proponen estar al caso concreto ⎯porque se oponen
a la norma⎯ o considerar que el artículo 1452, párrafo primero, solo contiene una
presunción, que podría desvirtuarse si el comprador prueba que el aplazamiento no
Además de la regla general, el artículo 1452 contiene otras dos especificaciones más.
La primera aclara que la regla general se aplicará a «cosas fungibles hecha [sic]
aisladamente y por un solo precio, o sin consideración a su peso, número o medida».
La segunda señala que «si las cosas fungibles se vendieren por un precio fijado con
relación al peso, número o medida, no se imputará el riesgo al comprador hasta que
se hayan pesado, contado o medido, a no ser que este se haya constituido en mora».
La doctrina considera por unanimidad que este artículo contiene una incongruencia:
es imposible que el comprador se constituya en mora si las cosas no se han contado,
pesado o medido. Por lo tanto, esa excepción no tiene virtualidad práctica.
Se regulan en el artículo 1453 del Código Civil: «La venta hecha a calidad de ensayo o
prueba de la cosa vendida, y la venta de las cosas que es costumbre gustar o probar
antes de recibirlas, se presumirán hechas siempre bajo condición suspensiva».
Sobre ella debe precisarse que no se trata de una decisión ⎯la de adquirir⎯
discrecional; es decir, si la cosa responde a las características ofrecidas, el
comprador tiene obligación de comprarlas. No es, por lo tanto, una suerte de
compraventa con derecho de desistimiento, como las que se verán el curso que viene
al abordar los contratos mercantiles; su naturaleza es, más bien, la de una condición
suspensiva donde la condición es, precisamente, que la cosa tenga los atributos y las
prestaciones que fueron determinantes para la compra.
Además de estas, el Código Civil regula otra, también muy utilizada, aunque no
siempre legalmente: se trata de la compraventa con pacto de retroventa o retracto
convencional.
Decimos que no siempre se usa en el sentido recogido en el Código Civil porque, con
cierta frecuencia ⎯creciente en épocas de crisis financieras⎯, encubre un negocio
fiduciario ⎯generalmente, un préstamo con garantía inmobiliaria⎯ que, en muchas
ocasiones, pretende, en última instancia, burlar la prohibición de pacto comisorio.
En este caso, sí nos referimos al pacto comisorio en sentido propio; es decir, el que
permitiría al acreedor de una deuda garantizada con un bien (mueble o inmueble
⎯préstamo o hipoteca, por reducir los conceptos⎯) adquirirlo en caso de impago.
El pacto comisorio se entiende prohibido por el artículo 1859 del Código Civil, aunque
sí parece admitirse en su variante de pacto marciano; es decir, cuando se pacta que,
ante un incumplimiento de la obligación de pago, en el momento del vencimiento de
la obligación principal el acreedor podría quedarse en propiedad con la cosa objeto
de la garantía previa su justa valoración y con el deber de reintegrar su excedente, en
relación con el importe de la deuda ejecutada. De hecho, la publicación del Real
Decreto Ley 5/2005, de 11 de marzo, sobre Medidas de Impulso a la Productividad,
viene a consagrar una solución de este género, cuya aplicación se ha solicitado desde
varios sectores profesionales ⎯notarios y registradores⎯ para el problema de los
desahucios por impago de la hipoteca.
La compraventa con pacto de retro se recoge en el artículo 1507 del Código Civil.
Consiste en que el vendedor se reserva «el derecho de recuperar la cosa vendida,
El pacto de retro es, en todo caso y simplemente, una condición resolutoria, algo
admitido desde siempre. El comprador adquiere la propiedad de la cosa y se subroga
en la posición jurídica del vendedor a todos los efectos, pero su adquisición está
condicionada a que el vendedor pueda recuperarla siempre que ejerza su derecho
dentro del plazo que se establezca. En ese caso, la venta se resuelve y, en
consecuencia, las partes se devuelven las prestaciones recíprocas, como señala el
artículo 1518 del Código Civil, ya citado.
En cuanto a quién puede ejercitar el retracto, el Código Civil señala dos casos
especiales:
«Artículo 1514.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Por lo que respecta a su ejercicio, está claro que el retracto se ejercitará mediante
una declaración fehaciente, que tiene carácter recepticio, dentro del plazo legal
establecido. Quien ejerce el retracto se denomina retrayente, y quien debe retrotraer
la cosa, retraído.
Por una parte, entonces, hay que reembolsar, además del precio de la venta (el de
la venta, no su revalorización posterior), los gastos efectivamente realizados para la
celebración del contrato y los útiles, no los suntuarios ⎯sin perjuicio de su derecho
a retirarlos conforme al régimen general del artículo 454 del Código Civil⎯. Si el
vendedor no cumple con esta obligación, «el comprador adquirirá irrevocablemente
el dominio de la cosa vendida» (cf. art. 1509 CC).
El plazo para ejercitar el retracto, que es de caducidad, no puede superar los diez
años; en todo caso, si no se estipula otra cosa, será de cuatro a contar desde la
celebración del contrato (cf. art. 1508 CC). Cabe que lo ejerciten los acreedores en el
seno de una acción revocatoria.
El pacto vinculará a las partes entre sí, no frente a terceros (salvo que se acredite
que conocían ese pacto). Este pacto viene amparado en el principio de libre
autonomía de la voluntad de las partes, pero para que sea válido debe respetar los
siguientes límites:
Conforme señala el artículo 1538 del Código Civil, la permuta es un contrato por el
cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra.
Objeto
Por otro lado, si uno de los contratantes hubiese recibido la cosa que se le prometió
en permuta y acreditase que no era propia del que se la dio en el momento de la
entrega, si es de buena fe, tendrá la facultad de resolver el contrato, no pudiendo en
LACRUZ BERDEJO, J. L. et al. Elementos de derecho civil. Tomo II, volumen segundo.
Contratos y cuasicontratos. Delitos y cuasidelitos. 2.ª ed. Madrid: Dykinson, 2002.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Sentencia
momento en el que comienza la caducidad del plazo para ejercitar una acción
redhibitoria si el actor conoce los defectos de la cosa antes de su entrega.
El notario de Sabadell don José Antonio García Vila dedica un apartado a este
problema (el número 4, en concreto) dentro de un trabajo más amplio dedicado a las
presunciones dentro del sistema registral. Es un artículo muy serio, profusamente
dotado de un completo aparato de citas y de lectura recomendable, siempre que se
haga con el debido sosiego.
Resolución
En esta resolución (la 334/2013) se establecen los requisitos formales necesarios para
notificar al comprador que el contrato ha quedado resuelto en virtud del artículo
1504 del Código Civil. Reviste particular importancia la salvaguarda del derecho de
oposición del comprador, que, si no se respeta, como en este caso, hace decaer la
cláusula.
Comentario
se explica en las Ideas clave, esta modalidad, no siempre ilícita, presenta aristas
interesantes que la jurisprudencia va tratando de eliminar para buscar un equilibrio
entre el respeto a la prohibición del pacto comisorio y el principio de autonomía de
la voluntad. Lectura sumamente recomendable.
3. El pacto de retro…
A. Podrá ejercitarse por el vendedor o su causahabiente.
B. Podrá ejercitarse contra el comprador o su heredero.
C. Se deberá ejercitar dentro del plazo pactado sin exigir forma especial alguna.
D. Todas las respuestas anteriores son correctas.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
6. En la permuta…
A. Se entrega una cosa a cambio de un precio cierto.
B. No se admite el intercambio con cosa futura.
C. Las partes no tienen que ser propietarias ni tener poder de disposición de las
cosas que intercambian.
D. Cabe la resolución del contrato por evicción.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)