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Quinta lectura: Eduación para la inclusión o educación sin exclusiones

Torres Godinez Melanie América


Conocimiento de Frontera I
Grupo 5710
5. Explorando la nueva perspectiva: propuestas e instrumentos para una
investigación colaborativa

Síntesis

A lo largo de este libro, se ha discutido extensamente el concepto de educación


inclusiva y diversos aspectos clave que posibiliten el avance en esta dirección. Es
importante destacar que la educación inclusiva es un concepto que posee diversos
significados y está en constante evolución, sin embargo, se ha convertido en un
tema de gran interés a nivel internacional y se ha aplicado como política educativa
en muchos países, esto se refleja en la cantidad de seminarios, congresos y
publicaciones relacionadas que se pueden encontrar fácilmente en línea.

Este interés en la educación inclusiva coexiste con un movimiento de


modernización conservadora en la educación, que involucra tendencias
neoconservadoras, neoliberales, populistas autoritarias y fanáticas religiosas en
sociedades desarrolladas, esta contradicción puede ser un reflejo de la
importancia de las políticas educativas aunado a la atención a la diversidad y la
orientación general de los sistemas educativos en el siglo XXI. No obstante, es
evidente que las propuestas educativas actuales no han logrado combinar
eficazmente los objetivos de calidad y equidad educativa para todas y todos, es
por ello que es necesario explorar nuevas miradas y perspectivas para alcanzar la
meta de una educación de calidad que sea inclusiva para todas y todos los
alumnos.

En este último capítulo, se presentan reflexiones enfocadas a resaltar áreas


y enfoques de investigación coherentes con los planteamientos anteriores sobre la
educación inclusiva. Echeita comienza explorando el significado que tiene la
educación inclusiva para diversos actores en el ámbito educativo, como docentes,
familias, alumnos e investigadores, esto requiere de una comprensión sobre cómo
se abordan las diferencias individuales, las intervenciones para estudiantes con
dificultades y cómo se conceptualizan estas dificultades.

Para abordar este análisis, el autor hace uso del esquema propuesto por
Booth y Ainscow en un estudio internacional comparativo sobre perspectivas de
educación inclusiva en varios países. Es importante destacar que la inclusión no
debe ser vista sólo como un tema empírico que requiere evidencia de su eficacia,
ni como una cuestión que depende de avances tecnológicos, más bien se debe
centrar en identificar y superar los obstáculos que impiden el acceso a formas más
inclusivas de educación en contextos específicos.

Echeita hace hincapié en que ya se dispone de suficiente conocimiento


para enseñar de manera efectiva a todos los niños y niñas, pero la pregunta clave
es si existe la voluntad política para hacerlo. Invita a los lectores a no quedarse
inmóviles mientras se avanza en esta nueva perspectiva de educación inclusiva,
que se caracteriza más como un proceso en evolución que como un producto
definitivo. El viaje hacia proyectos educativos cada vez más inclusivos se convierte
en la vía principal para seguir aumentando nuestro conocimiento en este campo,
aunque este conocimiento siempre estará en constante movimiento y desarrollo.

Se discute también la importancia de los estudios comparativos en el


ámbito de la educación inclusiva y cómo el significado de la inclusión varía según
el contexto y la perspectiva de los actores educativos: la inclusión en la educación
se interpreta de una forma diferente según el contexto. Para algunos, inclusión
aún se asocia con la integración, centrada en atender a grupos de estudiantes con
necesidades especiales y determinar qué tan incluidos están en el sistema
educativo regular, esto puede suceder en países con centros de educación
especial pero que promueven políticas de "inclusión educativa".

En contraste, hay países como España que han implementado políticas de


integración escolar para estudiantes con discapacidades, pero al mismo tiempo
han sido menos inclusivos con la población gitana, esto plantea preguntas sobre
por qué estas diferencias existen en un país en particular y por qué se tiende a
considerar a ciertos grupos de estudiantes como "especiales".

Para abordar estas preguntas, Booth y Ainscow llevaron a cabo una


investigación comparativa en ocho países diferentes, en donde cada equipo de
investigación estudió un centro educativo en su país, eligiéndolo en función de
cómo definían la inclusión, igualmente se exploraron las confrontaciones de
perspectivas en los procesos de inclusión y exclusión, incluyendo las diferencias
que existen entre la administración, los profesores, las familias y los propios
investigadores.

Este estudio destacó la importancia de considerar los contextos a nivel


macro, meso y micro, ya que estos contextos influyen en las políticas y prácticas
educativas, al mismo tiempo que se involucran en problemáticas particular dentro
de los diferentes sistemas escolares. Los investigadores advirtieron contra la
simplificación excesiva de los procesos educativos y la presentación de la realidad
de un país como uniforme, ignorando los conflictos de intereses y puntos de vista.

Booth y Ainscow hicieron énfasis en que el valor de los estudios


comparativos radica en la posibilidad de que el conocimiento de prácticas y
contextos no habituales estimule la reflexión y la reconsideración de las prácticas
existentes en su propio contexto. Similar a cuando el mismo espacio en el que
nosotros vivimos es mirado desde los ojos de una persona extranjera, el cual nos
brinda información específica que normalmente damos por sentado.

Para darle estructura a este análisis, los autores utilizaron el término de


"perspectiva" para resaltar las diferentes formas en que se ve la inclusión y la
exclusión, tanto entre países como dentro de cada país, el objetivo de este estudio
era revelar estas perspectivas para estimular la reflexión y comprender mejor los
procesos complejos y cambiantes de inclusión y exclusión educativa. Booth y
Ainscow llegaron al planteamiento de que las perspectivas pueden ser dominantes
o subordinadas, y que pueden surgir conflictos y contradicciones entre ellas.
Más adelante, en el capítulo se habla sobre la importancia de la
colaboración del profesorado en la educación inclusiva. La educación inclusiva
busca proporcionar una educación de calidad para todos los niños y jóvenes,
especialmente aquellos más vulnerables a la exclusión, pero para lograr esto, es
crucial que los centros escolares y los profesores trabajen juntos para abordar los
desafíos y las incertidumbres que surgen con los cambios educativos, lo que
implica dejar a un lado las diferencias particulares que pudieran existir dentro de la
comunidad docente.

La colaboración del profesorado en la investigación conjunta es esencial


para el éxito de las reformas educativas: las reformas impulsadas desde arriba
suelen fracasar porque no tienen en cuenta las perspectivas y las experiencias de
los profesores, para lograr un cambio significativo, los profesores deben tener
tiempo y oportunidades para reflexionar sobre sus prácticas y experimentar con
nuevos enfoques de enseñanza.

El autor menciona también el "Index for Inclusion", una herramienta


diseñada para ayudar a las escuelas a avanzar hacia una educación más
inclusiva. El Index se basa en tres dimensiones: cultura, políticas y prácticas
escolares; a su vez, cada dimensión se divide en secciones, indicadores y
preguntas que ayudan a los centros escolares a evaluar su enfoque inclusivo e
identificar áreas de mejora, además de incluir prácticas inclusivas que mejoren la
educación del alumnado. Este Index se fue construyendo gracias a la colaboración
de padres, profesores, miembros de consejos escolares, investigadores y un
representante de asociaciones de discapacidad.

De igual forma, se habla más adelante de un proceso en cinco fases para


promover la inclusión en las escuelas: la primera fase consta de se establece un
grupo de coordinación por parte del equipo responsable en el plan de mejora, para
después transmitir la información acordada al resto de los docentes sobre los
materiales, los conceptos y la metodología que se llevarán a cabo. En la segunda
fase, los materiales son usados como base para el análisis del centro educativo y
la identificación de prioridades. En la tercera fase, se crea un plan de mejora que
refleja los objetivos inclusivos y las prioridades identificadas en la etapa anterior.
La cuarta fase implica la implementación y apoyo de innovaciones, y la quinta fase
evalúa el progreso hacia la inclusión en la cultura, políticas y prácticas de la
escuela.

Es importante recordar que, aunque el proceso puede parecer simple de


explicar, llevarlo a cabo no es nada sencillo, se requiere de condiciones internas
en las escuelas que impulsen la mejora de estrategias educativas, como la
capacidad de hacer preguntas y reflexionar juntos, planificación estratégica,
participación de todos los miembros de la comunidad educativa, coordinación
efectiva, y liderazgo. Este último punto enfocado a los equipos directivos es crucial
para mantener el compromiso y superar las dificultades que surgen en un proceso
tan complejo, si las condiciones internas no son adecuadas, el proceso puede
usarse como base para trabajar con grupos de docentes o miembros de consejos
escolares y crear conciencia sobre la educación inclusiva.

El proceso hacia la educación inclusiva comparte similitudes con otras


iniciativas educativas transformadoras, como la educación cívica intercultural, es
importante destacar que se debe centrar en los problemas reales en lugar de en
los términos utilizados.

Después, Echeita menciona un cuestionario llamado "I+P" para evaluar el


compromiso de una escuela con la igualdad de oportunidades y el respeto a la
diversidad, este cuestionario aborda áreas como la inclusión de todos los
estudiantes, la igualdad de género, el respeto a la diversidad cultural y más.

Finalmente, el capítulo concluye invitando al lector a considerar la


coherencia entre las intenciones y las políticas educativas concretas, y a
equiparse con razones para promover proyectos de transformación educativa en
beneficio de todos los estudiantes, especialmente los más vulnerables.
Reflexión

Este último capítulo fue muy interesante porque el autor explicó sobre algunas
técnicas que pueden ser utilizadas dentro de los espacios educativos para irse
encaminando hacia una educación inclusiva, como lo fue el Index o el plan de 5
pasos. Fue relevante para mí porque, a lo largo de estos 5 capítulos, Echeita ha
mencionado incontables veces la importancia de la mejora de los sistemas
educativos, sin embargo, verlo aplicado en una estrategia específica con su propia
organización y sus pasos a seguir fue muy útil para saber cómo lo que el autor ha
planteado desde un inicio con un discurso ciertamente positivo y motivador puede
verse reflejado realísticamente en una estrategia que se puede llevar a cabo por
las diferentes instituciones académicas.

Otro aspecto que fue relevante para mí es la mención de tomar en cuenta


los diferentes contextos en los que la población estudiantil puede verse inmerso,
pues no es lo mismo aplicar ciertos planes de acción en una población urbana que
en una población rural, por ejemplo. Como Echeita menciona, no es posible caer
en generalizaciones o creer que una sola práctica puede funcionar en muchos
otros lugares, lo mejor es tomarse el tiempo de analizar, cuestionarse y tomar en
cuenta en todo momento las particularidades, tanto de la institución como de la
comunidad de alumnos y de profesores, que puedan llegar a surgir. Es sólo de esa
forma que las estrategias que se puedan llegar a construir en un futuro, o las que
se encuentran actualmente en desarrollo funcionen activamente en el sistema
escolar.

Finalmente, creo que el libro completo me ayudó a tener una perspectiva


totalmente diferente de la que tenía sobre la inclusión, sobre todo abordada desde
la educación, en donde se dice fácilmente que se deben cambiar las reformas
educativas para brindar una atención equitativa para todos y todas, pero ponerlo
en práctica requiere de mucho trabajo y de mucha movilización y apoyo de toda la
comunidad escolar, algo que muy pocas veces se consigue debido a que la
mayoría de gente se coloca muy dentro de sus diferencias y es difícil procurar el
bienestar del alumnado al priorizar la diversidad de puntos de vista al respecto
Referencia bibliográfica

Echeita, G. (2006) Explorando la nueva perspectiva: propuestas e


instrumentos para una investigación colaborativa. Educación para la inclusión o
educación sin exclusiones. (1era ed. pp. 134-150). Narcea.

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