Está en la página 1de 136

Ansiedad: Paradigma

del sufrimiento

Brad Hambrick, M.Div., Th.M. Pastor de Consejería,


The Summit Church

Traducido con permiso del autor por


www.proyectocoramdeo.com
INSTAGRAM @ALESURA

Agradecimientos especiales a los colaboradores de traducción:


Daniela Sánchez, Gabriela Pineda, Haydee Moya, Karen Durán, Lizzie Murillo, María Atiaga,
Mere Ramírez, Mónica Valadez y Vania Verboonen.
Edición:
Dominique Barros, Karen Durán, Laura Alejandra Duarte Florez, Lea Meirelles, María
Alejandra Osorio y Yerania Poliné.

2
Contenido
Capítulo 1 .................................................................................................................................. 4
«Comenzar una travesía difícil con el tanque vacío» ............................................................... 4
Capítulo 2 ................................................................................................................................ 17
Cómo afrontar el dolor sin huir ............................................................................................... 17
Capítulo 3 ................................................................................................................................ 32
«¿Por qué la depresión-ansiedad duele tanto?» .................................................................... 32
40Capítulo 4
................................................................................................................................................. 46
«Puedo sentir que mi depresión-ansiedad se convierte en “quien soy”» ............................... 46
Capítulo 5 ................................................................................................................................ 62
«Dios, ¿podemos descansar en este viaje?» ........................................................................... 62
Capítulo 6. ............................................................................................................................... 76
“Emociones difíciles en una historia redentora”..................................................................... 76
Capítulo 7 ................................................................................................................................ 89
«Recuperando mi vida de la depresión-ansiedad» ................................................................. 89
Capítulo 8 .............................................................................................................................. 109
«Cuando el camino se vuelve más largo que empinado»..................................................... 109
Capítulo 9 .............................................................................................................................. 122
«Después de la depresión-ansiedad, ¿ahora qué?» ............................................................. 122
Apéndice A ............................................................................................................................. 126
Seis pasos para tomar decisiones sabias sobre los medicamentos psicotrópicos ............... 126
Apéndice B ............................................................................................................................. 132
Compromiso con la Vida ....................................................................................................... 132
Apéndice C ............................................................................................................................. 133
Consejos de Primeros Auxilios ............................................................................................... 133
para un amigo suicida ........................................................................................................... 133
Apéndice D............................................................................................................................. 135
¿Qué hago ahora? ................................................................................................................. 135

3
Capítulo 1
«Comenzar una travesía difícil con el tanque vacío»
PREPÁRATE física, emocional y espiritualmente para afrontar tu sufrimiento

«Tratar de negar u olvidar mi depresión-ansiedad sería inútil y costoso que cualquier otra
cosa por la que Dios me haría pasar en la búsqueda de esperanza y paz. Dios ha sido bueno
al traerme a este punto en mi camino de reconocer mi depresión-ansiedad. Por lo tanto,
por la gracia de Dios, me pondré en la mejor posición física, emocional y espiritual posible
para afrontar mi lucha emocional».

Memoriza: Mateo 11:28-30 (NBLA) «Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados,
y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso
y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque Mi yugo es fácil y Mi carga
ligera». Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

• «Vengan a mí… Yo soy manso» – La esperanza comienza a través de una relación con
Jesús. Él quiere que sepas que es paciente.
• «Cansados y cargados» – Cuando batallas contra la depresión, todo parece un trabajo
pesado y agobiante. Jesús lo entiende.
• «Los haré descansar… para sus almas» – Habrá que dar algunos pasos, pero Jesús
reconoce que primero necesitas descansar y tener esperanza.
• «Tomen Mi yugo» – Un yugo unía a dos bueyes al mismo arado. Jesús se compromete
a llevar esta carga contigo.
• «Aprendan de Mí» – Mientras Jesús camina contigo a través de este valle de
desesperación, aprenderás muchísimo de Él.

Notas de enseñanza

«Ciertamente uno de los mayores errores que puedes cometer es tratar de hacer demasiadas
cosas al mismo tiempo. Fallarás y te sentirás aún más deprimido… Como los ataques de
ansiedad y pánico también se asocian comúnmente con la depresión (tanto así que los
médicos están utilizando cada vez más el término depresión-ansiedad cuando se refieren a
la depresión), mucho de lo que escribo se aplicará también a estas condiciones de angustia».
David Murray en Los cristianos también se deprimen

«Con todo el debate sobre las causas de la depresión, es fácil perder de vista lo obvio: la
depresión es dolorosa. Es una forma de sufrimiento (p. 37)». Ed Welch en Depression, A
Stubborn Darkness (traducido como «Depresión, una oscuridad obstinada»)

4
«Los salmos tratan el tema de la depresión de manera mucho más realista de lo que hoy en
día lo hacen muchos libros populares sobre cristianismo y psicología. David y otros salmistas
con frecuencia se encontraban profundamente deprimidos por diversas razones. Sin
embargo, no pidieron perdón por lo que sentían ni lo confesaron como pecado. Era una parte
legítima de su relación con Dios. Interactuaban con Él a través del contexto de su depresión
(p. 204)». Steve y Robyn Bloem en Broken Minds (traducido como «Mentes rotas»)

«Estar deprimido ya es suficientemente malo, pero ser un cristiano deprimido es peor. Y ser
un cristiano deprimido en una iglesia llena de gente que no entiende la depresión es como
una probadita del infierno (p. 14)». John Lockley en A Practical Workbook for the Depressed
Christian (traducido como «Un manual práctico para el cristiano deprimido»)

«Usualmente no hay soluciones rápidas. Para los cristianos con frecuencia tendrá que haber
un equilibrio entre medicinas para el cerebro, descanso para el cuerpo, consejería para la
mente y aliento espiritual para el alma… Responderemos la pregunta “¿Qué es la depresión?”
analizando cómo esta se relaciona y refleja en cinco áreas de nuestras vidas: nuestra
situación de vida, pensamientos, sentimientos, cuerpos y comportamiento». David Murray
en Los cristianos también se deprimen

«[Basado en Juan 5:6] Los médicos y pastores a menudo afrontan la frustrante situación de
personas que necesitan la ayuda que ellos pueden dar, sin embargo, no dan los pasos
requeridos para beneficiarse de esta ayuda. A lo mejor han aprendido simplemente a vivir
con el problema, quizá hayan perdido la esperanza de mejorar, a lo mejor les falta la voluntad
para hacer su parte en el proceso de sanidad, quizá tienen miedo de todas las
responsabilidades de la vida que vendrían sobre ellos si se les considera sanos otra vez o a lo
mejor echarían de menos la atención y la compasión que podría generar el estar enfermos…
No tienes esperanza de recuperarte de la depresión a menos que quieras hacerlo y, por
tanto, te prepares para llevar a cabo tu propio papel significativo en el proceso de
recuperación». David Murray en Los cristianos también se deprimen

«Leer las Escrituras es una disciplina que, en ocasiones, es imposible cuando se tiene una
enfermedad mental y, sin embargo, sigue siendo necesaria para la salud espiritual. ¿Por qué
es así? Porque la Escritura posee la gracia salvadora de Dios (p. 163)». Kathryn Greene-
McCreight en Darkness Is My Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única
compañía»)

Aplicación personal

¿Qué sería más abrumador que tener que llevar una carga insoportable? Que te pidan que
te muevas mientras llevas una carga insoportable. Eso es lo que muchas personas sienten
que se exige de ellas cuando empiezan una travesía como ésta. Cuando te sientes
5
emocionalmente cargado, más allá de tu capacidad, hasta el consejo más práctico y
compasivo parece que proviniera de un enemigo (alguien que está en tu contra) o de un
extraño (alguien que simplemente no entiende).

No hay forma de esquivar este obstáculo, así que permíteme empezar reconociendo el nivel
de fe y valentía que representa tu disposición a leer estas palabras. Probablemente sientas
duda y temor, pero el hecho de que estés dispuesto a interactuar con este material es noble
y virtuoso. Es mi deseo, y estoy seguro de que es también el tuyo, que podamos simplemente
cambiar el nombre a tu depresión-ansiedad para llamarle con una palabra positiva y que
desaparezca, que se convierta en una bendición o en un indicador de alguna virtud nunca
antes vista. Esas opciones sí existen. Durante el transcurso de este estudio, tu depresión-
ansiedad podría…

• … disminuir hasta el punto en que no interfiera con tu vida cotidiana.


• … convertirse en el contexto para que aprendas acerca de Dios o para que cuides a
otros de nuevas maneras.
• … revelar aspectos de tu carácter que equivocadamente veías como merecedores de
vergüenza en lugar de honor.

Pero por ahora no lo sabes y no sirve de mucho tratar de predecir cómo Dios obrará en tu
experiencia en este punto de la travesía. Es probable que estas cosas parezcan lejanas, como
si pertenecieran a un cuento de hadas. Si es así, enfocarte en ellas se convertirá en una causa
de desaliento en lugar de animarte en las primeras etapas de tu proceso. En vez de eso, haz
preguntas menos ambiciosas; no: «¿A dónde quiero llegar y cuáles son los pasos y desafíos
para lograrlo?», sino: «¿Cuál es el próximo paso y cómo me preparo para darlo en la dirección
hacia la esperanza?». En cualquier momento puedes dar un paso hacia la esperanza. Si ya te
sientes abrumado, no te hará muy bien pensar más que en eso.

6
¿Dónde comienzo?

Al inicio de este proceso, Dios te invita a cuidar de ti mismo. Dios no te ve como un empleado
del cual quiere obtener el máximo rendimiento por su inversión. Al contrario, Dios te ve como
su hijo que está sufriendo y para el cual quiere total bienestar y esperanza. Si en esta etapa
reconoces que probablemente habrá un proceso de cambio, en lugar de un momento de
cambio, Dios te ayudará a hacer los preparativos necesarios para lo que viene.

Lee 1 Reyes 19:1-8. Elías afronta el sufrimiento de la persecución y lo enfrenta solo (al menos
es lo que él cree). Nota que lo primero que Dios hace por Su hijo desanimado es que Él le
deja dormir y lo alimenta (v. 5), luego Dios reconoció que «el camino es muy largo para ti (v.
7)» para animar a Elías. El profeta ya no necesitaba sentir que podía hacer esto por su cuenta.
Elías ya no tenía que expresar sus pensamientos como si Dios no entendiera (como en los
versículos 3-4). Al permitir que Elías se preparara físicamente, Dios demostró que entendía
los límites de Elías.

Lee Salmos 3:3-5. En este salmo, David está huyendo para salvar su vida (v. 1-2). Nota lo que
Dios hace por Su hijo: Él levanta su quijada para sacarlo de la vergüenza (v. 3), escucha su
clamor (v. 4) y le concede a David el poder dormir (v. 5). David sabe que él no podría dormir
en un momento como éste, si no fuera porque Dios le da descanso. El involucramiento de
Dios no estaba restringido al ejército que lo acorralaba. Al permitir que durmiera, Dios
empezó a preparar a Su hijo para lo que se venía.

Pregunta: ¿Cómo respondes cuando escuchas que Dios quiere que te prepares para este
proceso a través de la depresión-ansiedad más de lo que desea que seas productivo? ¿Eres
capaz de recibirlo como una señal del amor de Dios hacia ti?
__________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________

Queremos proveer cinco áreas de autocuidado para que las consideres. Ya hemos hablado
sobre su importancia espiritual, es decir, estas son las cosas que Dios quiere para ti, no de ti.
Mientras las lees, recuerda que ésta no es una lista de tareas para ganarte el favor de Dios.
Estos son regalos que el Señor quiere proveerte para ayudarte en tu proceso.

Sin embargo, además de su importancia espiritual, también queremos destacar su


importancia física. Dios diseñó tu cuerpo para que responda a estas formas de autocuidado
de una manera restauradora y purificadora, hasta llegar al nivel de tus neurotransmisores. El
Apéndice A te instruye para que puedas tomar una decisión sobre el posible uso de
medicación psicotrópica. Los esfuerzos que hacemos para describir los beneficios biológicos

7
de cada uno de los métodos descritos a continuación no tienen el propósito de descartar la
posibilidad de que la medicación sea parte del cuidado de Dios para ti.

Lee Proverbios 14:30, 17:22 y Nehemías 8:10. Fíjate en la influencia de las actitudes,
relaciones y la dieta sobre la salud del cuerpo, particularmente en lo que tiene que ver con
las emociones. La pregunta que debes hacerte en esta etapa es: ¿estoy poniendo mi mente
y mi cerebro en la mejor posición para estar saludable con base en las decisiones que tomo
en mi vida?, o ¿estoy forzando a mi mente y a mi cerebro para que luchen contra las
decisiones que tomo en mi vida y mis actitudes para poder vencer la depresión-ansiedad?
Utiliza las áreas de preparación que se encuentran a continuación para ayudarte a realizar
esta evaluación.

Áreas de preparación

1. Sueño
Existen dos razones por las que el sueño es una parte importante de un buen autocuidado.
La primera es que dormir es una de las maneras principales en que puedes mantener un
ritmo de vida. Es difícil que la vida tenga un sentido de rutina si no tienes un patrón regular
de sueño. Si tu trabajo requiere que cambies de turnos regularmente, esto se convierte en
un área muy importante que debes manejar. En todo caso, si luchas con la depresión-
ansiedad, es altamente recomendado que desarrolles un patrón consistente de sueño.

«Una de las claves para un estilo de vida equilibrado es una rutina regular. Esta es
también una de las primeras cosas que una persona descuida cuando se deprime». David
Murray en Los cristianos también se deprimen

La segunda razón por la que el sueño es importante para la depresión-ansiedad es que dormir
es una de las maneras principales en las que el cerebro se recarga. El sueño hace por el
cerebro lo que el ejercicio hace por el cuerpo. Cuando no duermes lo suficiente, se vuelve
cada vez más difícil alcanzar una regulación emocional, no solamente relacionada con la
depresión-ansiedad. Si no estás durmiendo de siete a ocho horas cada noche, entonces estás
haciendo que tu batalla por la salud emocional sea más difícil.

Si te cuesta dormir, considera las siguientes sugerencias que te ayudarán a conciliar el sueño
en esos momentos.

• Cree que dormir tiene el propósito de ser un buen regalo de Dios y no te sientas
culpable por descansar.
• Ora para que Dios te dé un sueño reparador y cree que Él quiere que lo tengas.

8
• Memoriza un pasaje de las Escrituras relacionado con el cuidado de Dios para ti y
repítelo lentamente mientras te acuestas a dormir.
• Pon música tranquila o sonidos de la naturaleza que te ayuden a prevenir que tu
mente divague mientras tratas de dormir.
• Reduce el nivel de cafeína y azúcar en tu dieta, especialmente después del mediodía.
• Evita las siestas durante el día, para que tu sueño se concentre en bloques; los
beneficios fisiológicos de dormir disminuyen cuando separas tu sueño en unidades
más pequeñas.
• Establece una rutina y una hora para ir a la cama para ayudarte a habituar a tu cuerpo
a dormirse.
• Toma un baño caliente para relajar tu cuerpo.
• Intenta relajar los músculos o hacer ejercicios de estiramiento una hora antes de
acostarte.
• Establece un patrón de respiración profunda y lenta que simule la respiración durante
el sueño.
• Conversa con un profesional médico sobre la posibilidad de una ayuda para dormir.

2. Dieta
¿De dónde obtiene tu cuerpo los componentes que conforman la química de tu cerebro? De
tu dieta. Si reconoces cuánto influye tu dieta en el colesterol, presión sanguínea y niveles de
energía, ¿por qué no aprecias de igual manera su rol en la química de tu cerebro? Del mismo
modo que las personas que tienen una dieta saludable puede que todavía requieran
medicina para la presión sanguínea a causa de una predisposición genética, puede que una
dieta saludable no reemplace los beneficios de la medicación psicotrópica para la depresión-
ansiedad, pero en ambos casos, aun si se utilizara la medicación, una dieta saludable sigue
siendo vital.

En su libro Andar con el tanque vacío, Wayne Cordeiro habla sobre los beneficios de diversos
cambios en la dieta para regular el estado de ánimo (el material a continuación es un
resumen de su trabajo).

• Los antioxidantes combaten los efectos de los radicales libres que son una de las
fuentes principales del deterioro fisiológico causado por la depresión-ansiedad. Los
antioxidantes incluyen el betacaroteno, la vitamina C y la vitamina E.
• Los carbohidratos han sido vinculados con el incremento en el neurotransmisor
serotonina.
• Se conoce que la proteína incrementa el nivel del neurotransmisor dopamina.

Más allá de las influencias fisiológicas de una dieta saludable, lo que comes, frecuentemente
revela cuánto crees en la importancia de tus decisiones del día a día. Cuando dejas de prestar

9
atención a lo que pones en tu cuerpo o cuando empiezas a «comer sólo para sobrevivir»,
puede revelar una actitud de «no importa lo que haga, igual no hará la diferencia», la cual
aviva el fuego de tu depresión-ansiedad.

Considera las siguientes sugerencias que te ayudarán con tu dieta en este tiempo.

• Si has perdido el apetito, come varias comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de
tres comidas grandes.
• Toma un multivitamínico.
• Considera tomar vitamina C para fortalecer tu sistema inmunológico; la depresión-
ansiedad es estresante y el estrés provoca que el cuerpo tome de las energías de
reserva del sistema inmunológico.
• Evita el exceso de dulces o cafeína. Estos tienen un impacto en los niveles del azúcar
en la sangre y en tu ciclo de sueño; ambas cosas causan que la regulación emocional
sea más difícil.
• Come la mayor cantidad de frutas y vegetales que sea posible; asegúrate de que lo
que comes ayude a tu causa emocional, especialmente si tienes la tendencia a comer
en exceso durante los tiempos de depresión-ansiedad.

3. Ejercicio
La depresión es sedentaria mientras que la ansiedad es inquieta. El ejercicio, particularmente
el cardiovascular, es bueno para contrarrestar ambas cosas. El ejercicio limpia el cuerpo de
los radicales libres generados por la depresión-ansiedad, incrementa los niveles de energía,
mejora el sueño y facilita una actitud más proactiva frente a la vida.

«Un estudio demostró que el ejercicio (tres sesiones de actividad aeróbica cada semana)
funcionaba tan bien como la medicación cuando se trataba de reducir los síntomas de la
depresión. Adicionalmente, la investigación concluyó que después de un año, la gente
que se ejercitaba tenía menos probabilidades de recaer que las personas que tomaban
medicinas… Los entrenamientos aeróbicos moderados, realizados de tres a cinco veces
por semana, reducen los síntomas leves a moderados de la depresión casi por la mitad».
Wayne Cordeiro en Andar con el tanque vacío
10
«El ejercicio físico moderado ayuda a expulsar los químicos perjudiciales de nuestro
sistema y estimulan la producción de químicos que lo favorecen. El ejercicio al aire libre
tiene el beneficio adicional de los rayos sanadores del sol». David Murray en Los
cristianos también se deprimen

¿Cuáles son algunos pasos que puedes dar para incrementar el nivel de actividad física en tu
vida? Si tienes problemas de salud, por favor, consulta con tu médico antes de implementar
estas actividades.
__________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

4. Comunidad
¿Cuál es la parte más dolorosa de la depresión-ansiedad? Cada persona tendrá que
responder esa pregunta, pero una de las principales respuestas sería «la soledad».
Lamentablemente, es difícil admitir «estoy deprimido» o «me siento controlado por el
temor».
Para muchas personas, las reglas disfuncionales sobreentendidas de la depresión-ansiedad
son:
1. No se habla de esto.
2. Todo está bien.
3. Nadie lo entenderá.

Es triste que para aislarse en la experiencia de la depresión-ansiedad se use la misma lógica


que comúnmente se utiliza para silenciar a un niño víctima de abuso o a un cónyuge que
experimenta violencia doméstica. Cuando callas sobre tus luchas, te conviertes en el guardia
de tu celda de aislamiento.

¿Cómo rompes la barrera de tu propio silencio? Hablando. ¿Qué dices? La siguiente carta es
un ejemplo de lo que podrías escribir con tus propias palabras a un amigo. Tiene el propósito
de motivar una conversación con las personas a quienes ya les importas. En la carta incluimos
los pedidos básicos que podrías hacerle a tu amigo en esta etapa de tu problema.

Amigo:
Gracias por las maneras en que me has cuidado y valorado nuestra amistad. Eso
significa para mí más de lo que te imaginas. Es por esa confianza que siento que
puedo contarte algo que me es difícil admitir: lucho con la depresión-ansiedad.
Puede que esa no te parezca una confesión muy fuerte, pero es algo que me he
resistido a contar por mucho tiempo.
11
La peor parte de no contar a nadie acerca de mi lucha es que me he sentido muy solo
con esto. Por alguna razón, he tratado la depresión-ansiedad como si fuera un
secreto del que tendría que avergonzarme. Debido a eso me he preguntado que si la
gente lo supiera, todavía me querría y la respuesta implícita siempre era: «no, no me
querrían».
Lo más importante que quisiera pedirte es que casi no cambies nada tu
comportamiento cuando estemos juntos. Sería lindo si periódicamente me
preguntaras cómo estoy y demuestres interés en mi respuesta (como confío que lo
harás). Pero el mayor beneficio para mí será que todavía valores nuestra amistad,
aunque sepas de mi problema.
Si hubiera ocasiones en las que comparto contigo que me siento especialmente triste
o con miedo, sería excelente si pudieras orar por mí y buscar la manera de pasar
tiempo extra juntos (salir a almorzar, enviar una tarjeta, ofrecerte a hacer un
proyecto juntos, etc.). No me gusta pedir estas cosas cuando me siento desanimado,
pero me ayudarían en gran manera a salir de mis propios pensamientos y emociones.
Ahora estoy realizando un estudio que me ayudará a evaluar cómo puedo responder
mejor al desafío de la depresión-ansiedad. Si estás interesado, puedes encontrarlo
en este enlace: www.bradhambrick.com/depression (en inglés) y en
www.proyectocoramdeo.com (en español).
Sería lindo si pudiera compartir contigo lo que estoy aprendiendo de mí mismo y de
mi lucha. Me gusta que este estudio tiene una estructura y provee un proceso para
encontrar esperanza y alivio para mi depresión-ansiedad. En el primer paso, me
pide que sea más honesto con mis amigos para que deje de creer que estas
emociones me hacen una persona a la que no vale la pena amar.
Si hubiera algún modo en que puedo orar por ti, me interesaría saberlo también.
Parte de la lucha con la depresión-ansiedad es que pienso demasiado en mí mismo
y en mi experiencia. El poder ser recíproco contigo al orar por ti, sería una manera
efectiva para debilitar ese hábito emocional.
Estoy seguro de que aprenderé mucho a través de este estudio, pero, por ahora,
tengo mucha más esperanza de que llegaré al final porque no lo estoy haciendo
solo. Probablemente sea mucho pedir que nunca más esté decaído o ansioso, pero
me gusta la idea de aprender a cómo hacer que esos bajones emocionales sean
menos profundos y cómo mantener mi confianza en Dios durante esos tiempos.
Gracias por preocuparte lo suficiente como para escuchar mi carga. Como dije
antes, no quiero que haya muchos cambios en nuestra relación, pero ha sido un
gran alivio permitirme hablar contigo para romper la silenciosa sensación de
vergüenza en la que estaba viviendo. Ese es un gran regalo que ya me has dado.

12
¿Qué tan bien captan esas palabras la forma en que te gustaría empezar una conversación?
¿Qué partes cambiarías?
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________

Al escribir esta carta con tus propias palabras, la harás tuya. Cuando piensas en tener esta
conversación con unos pocos amigos, de dos a cinco, ¿es algo que te intimida o te emociona?
¿En qué aspectos sería diferente tu experiencia emocional cotidiana si tuvieras algunas
personas con quienes hablar de este modo?
__________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Quiénes son las personas a las que enviarías este tipo de carta o con quienes tendrías esta
conversación?
__________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________

5. Prioridades
Cuando se lucha con la depresión-ansiedad, surgen dos partes opuestas: algunos batallan
con contraer responsabilidades en exceso en áreas buenas, pero no esenciales y sienten que
no pueden hacer todo lo que «deberían» hacer; otros comienzan a descuidar partes
esenciales de la vida y permiten que se acumule una lista insuperable de cosas que
genuinamente deben cumplirse.

¿Cuál tendencia te describe mejor?


__________________________________________________________________________

Si adquieres responsabilidades en exceso, entonces date cuenta de que un paso importante


para vencer la depresión-ansiedad involucraría simplificar tu vida. Tendrás que aceptar que
no hay forma en que puedas hacer todo lo que tratas de lograr en este momento y tener una
vida emocionalmente saludable al mismo tiempo. Lo más probable es que tu depresión-
ansiedad esté estrechamente ligada a una experiencia de fatiga emocional y una sensación
de fatalismo que te hacen dudar si alguna vez podrás satisfacer a tu propia conciencia.

• Recurso: Burnout: Resting in God’s Fairness (traducido como «El agotamiento:


descansando en la justicia de Dios») es un folleto diseñado para ayudarte a
reflexionar en cómo vivir con expectativas realistas de tiempo. Hay un video (en
inglés) de este material disponible en www.bradhambrick.com/burnout.

13
No tienes que empezar a quitar cosas de tu vida inmediatamente. Lo más seguro es que, al
considerarlo, te sientes abrumado, pero comienza respondiendo estas preguntas y permite
que las respuestas revelen el tipo de cambios que probablemente se den en el futuro,
mientras progresas en estos pasos.

• ¿Cuáles son las prioridades más importantes que deseo proteger en este proceso?
• ¿Cuáles son las cosas que hago simplemente porque «no hay nadie más que las
haga»?
• ¿Qué cosas en mi agenda me otorgan más vida y energía emocional?
• ¿Qué cosas en mi agenda son las que más drenan y consumen mi energía?
• ¿Cuáles son las cosas de las que puedo salir inmediatamente, en seis semanas, en
tres meses, en seis meses o en un año?
• ¿Con quién debo hablar en este proceso de tomar decisiones porque valoro su
amistad y sus aportes?
• ¿Con quién debería hablar en este proceso porque se verá afectado por las decisiones
que yo tome?

Si estás descuidando los aspectos esenciales de la vida, entonces tu respuesta a las


«prioridades» será diferente. Tu meta será identificar las áreas más importantes de
responsabilidad a las que tienes que dedicar toda la energía emocional que tengas. La
depresión-ansiedad puede convertirse en una horrible profecía que se cumple por sí misma:
no crees que puedes hacer lo que la vida requiere, así que te vuelves cada vez más pasivo,
descuidas las responsabilidades clave y la lista de cosas que debes hacer para «ponerte al
día» se vuelve cada vez más abrumadora.

«Mantenerte ocupado es una parte importante para sanar o al menos para mantener
a raya los síntomas del trastorno depresivo (p. 129)». Kathryn Greene-McCreight en
Darkness Is My Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única
compañía»)

Mientras meditas en este aspecto de las prioridades, deja que las siguientes preguntas te
guíen.

• ¿Qué cosas descartaste por ser «demasiado idealistas» en las primeras páginas de
este capítulo (dormir, nutrición, amigos)?
• Si tienes empleo, ¿qué prioridades debes mantener para conservar tu trabajo?
• Si tienes hijos, ¿qué prioridades debes mantener para cuidar de ellos?
• ¿Qué aspectos de la higiene personal debes mantener para no reforzar el mensaje
de que te estás dando por vencido?

14
• Si estás considerando el suicidio, ¿con quién deberías conversar para proteger la
prioridad de la vida?

Pecado versus sufrimiento

Es probable que te preguntes por qué usamos los «Nueve pasos para el sufrimiento» en este
material. ¿Estamos tratando de decir que la depresión-ansiedad es una enfermedad en la
que no posees responsabilidad moral alguna? ¿Estamos culpando al entorno social por el
desarrollo de estas emociones perturbadoras? Tal vez. Las preguntas sobre cómo diferenciar
las causas biológicas, del entorno y volitivas para las luchas como la depresión-ansiedad son
tratadas en un recurso aparte. Puedes encontrar ese material (en inglés) en el enlace:
bradhambrick.com/mentalillness.
Estas son preguntas importantes y si en algún punto de este proceso deseas una guía en
estos temas, te animamos a que accedas a ese recurso. Sin embargo, en este estudio usamos
los nueve pasos del sufrimiento porque queremos explorar cómo Dios cuidaría, guiaría y
respondería a aquellos cuyas emociones provienen de áreas de la vida en las que no poseen
una responsabilidad moral.
En un estudio aparte analizaremos la misma lucha con la depresión-ansiedad utilizando los
«Nueve pasos para el pecado», y ahí exploraremos cómo Dios cuidaría, guiaría y respondería
a aquellos cuyas emociones provienen de áreas de la vida en las que sí poseen una
responsabilidad moral. Ambos estudios están disponibles en el enlace
www.bradhambrick.com/depression (en inglés) y en www.proyectocoramdeo.com (en
español).

Nuestro consejo para ti es que busques la guía de un pastor, consejero o amigo para que
sepas cuál de estos estudios deberías hacer primero. Si todavía no tienes certeza, podrías
hacerlos al mismo tiempo (completando el primer paso de cada uno antes de avanzar al paso
dos de cualquiera de los dos) o simplemente elige uno. Todo creyente es simultáneamente
santo, pecador y sufriente. Tus luchas emocionales probablemente tengan elementos de
pecado y sufrimiento. Por tanto, te beneficiarás al aprender cómo el evangelio trata con
ambos lados de la lucha.

15
Conclusión

¡Ánimo! Lo que estás haciendo es sabio y bueno. Si te involucras con algo que es difícil,
entonces es importante que sepas que el esfuerzo valdrá la pena. Aprender cómo Dios quiere
cuidar de ti y guiarte en la experiencia de la depresión-ansiedad definitivamente vale la pena.

Al final de cada paso proveemos algunas preguntas que quisiéramos que te haga tu
compañero de ánimo/rendición de cuentas, mientras avanzas en esta travesía. Esa persona
podría ser un pastor, consejero, amigo o miembro de tu grupo pequeño. Utiliza esta
herramienta para educar esa parte de tu red de apoyo de modo que sepan qué pueden hacer
para ayudarte.

Conversaciones de ánimo para PREPARARTE para afrontar tu sufrimiento

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.

• ¿En cuál de las cinco áreas de preparación eres más fuerte? ¿En cuál eres más
débil?
• ¿Cuál de las áreas de preparación te parece que es más importante mantener?
• ¿Hay algo que disfrutes hacer en lo que tu compañero pueda animarte para que
te involucres más?

Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.

• _________________________________________________________________
• _________________________________________________________________

16
Capítulo 2
«Cómo afrontar el dolor sin huir»
RECONOCE la historia específica y la realidad de tu sufrimiento

«Miraré mi vida y reconoceré lo que ha sucedido como mi historia.


No intentaré salir adelante con una historia falsa o sin una historia. Confío en que Dios
puede redimir y redimirá lo que es y lo que ha sido. Como prueba de mi fe en Dios,
reconocí mi historia específica ante [nombre del consejero o grupo]. Esto trajo mucho
miedo [describe] y luego alivio [describe]».

Memoriza: Salmos 44:23-26 (NBLA), «¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate! No
nos rechaces para siempre. ¿Por qué escondes Tu rostro y te olvidas de nuestra aflicción y
de nuestra opresión? Porque nuestra alma se ha hundido en el polvo; nuestro cuerpo está
pegado a la tierra. ¡Levántate! Sé nuestra ayuda, y redímenos por amor de Tu misericordia».
Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos claves:

• «Salmos» – Dios inspiró estas palabras para que quedaran registradas en las
Escrituras porque sabía que necesitarías decirlas.
• «¡Despierta!» – La Biblia da voz a una pequeña herejía para demostrar que entiende
que tu vida no siempre tiene sentido.
• «No nos rechaces» – Aún en un gran dolor emocional, el salmista encomendaba a
Dios sus emociones honestas y sus temores.
• «Nuestra alma se ha hundido» – El dolor emocional penetró hasta lo más profundo
del salmista y tenía hambre de esperanza.
• «Sé nuestra ayuda» – La esperanza en este pasaje no está en el contenido de sus
palabras, sino en la persona ante quien se clama.

Notas de enseñanza

«Ya que podrías en realidad disfrutar la manía (al menos cuando no es extrema) puedes
sentirte reacio a probar la medicación. Conversa con consejeros sabios y con tu familia sobre
esto. Puede que tomes la decisión de probar la medicación como un medio para amar a otros
(p. 23)». Ed Welch en Bipolar Disorder (traducido como «Trastorno bipolar»)

«En ansiedad, la persona, con frecuencia, sobreestima la amenaza o el peligro que afronta y,
al mismo tiempo, usualmente subestima su propia capacidad de lidiar con el problema (p.
31)». Chris Williams, Paul Richards e Ingrid Whitton en I’m Not Supposed to Feel Like This
(traducido como «No se supone que debería sentirme así»)

17
«La ansiedad en la era presente se caracteriza por preocupaciones apremiantes por la
amenaza del terrorismo, el calentamiento global, el comienzo del fin del petróleo, la
migración y el pluralismo, la creciente brecha económica entre los que tienen y los que no
tienen, y la subcontratación de empleos estadounidenses. Estas preocupaciones son
legítimas y demandarán nuestra atención completa, y de nuestros hijos, por muchos años en
el futuro. La ansiedad que sentimos se complica a diario o, en algunos casos, cada hora por
los diestros empresarios del miedo que saben en qué llagas meter los dedos para afectarnos.
Como si no fueran suficientes los problemas enumerados aquí, que provocan una
preocupación y ansiedad legítimas, algunos empresarios del miedo introducen una hueste
de crisis de amenazas potenciales que nos mantienen en constante alerta (p. 17)». Kirk
Bingaman en Treating the New Anxiety (traducido como «Cómo tratar la nueva ansiedad»)

«La fe, en lugar de ser una ayuda, a veces puede causar problemas extras para lidiar con
nuestra depresión. Por ejemplo: existe la culpa falsa asociada con la falsa conclusión de que
los verdaderos cristianos no se deprimen. También existe la tendencia común pero
equivocada de localizar la causa de nuestro sufrimiento mental en nuestra vida espiritual».
David Murray en Los cristianos también se deprimen.

«Éste puede ser un proceso doloroso de autodescubrimiento. A pesar de que somos criaturas
frágiles y débiles, nos gusta pensar que podemos sobrellevar cualquier cosa que la vida nos
presente. Sólo porque ya sobrellevamos un gran estrés en algún punto de nuestra vida, eso
no garantiza que podamos sobrellevar tensiones más leves en otros momentos de la vida.
Envejecemos, nuestras hormonas y la química del cerebro cambian, y nuestras
responsabilidades aumentan cuando vienen el matrimonio y los hijos. A veces una reacción
adversa a los eventos de la vida se posterga, incluso por algunos años». David Murray en Los
cristianos también se deprimen.

«Ser humano es tener miedo. Somos pequeños, el mundo es grande (p. 5)». Ed Welch en
When I Am Afraid (traducido como «Cuando tengo miedo»).

18
Aplicación personal

«No es para tanto. Voy a perseverar y saldré adelante. ¿Qué es un poquito de tristeza o
ansiedad? Todavía puedo hacer mi trabajo, pasar mis exámenes, cuidar de mis hijos,
etcétera… No quiero que la gente crea que soy débil, raro, codependiente, que tengo
problemas psicológicos, etcétera…». Esta es la clase de pensamientos que con frecuencia se
usan para minimizar o descartar la experiencia de la depresión-ansiedad.

Algunos de estos mensajes podrían ser buenos y verdaderos. Es importante que evalúes qué
tan bien cuidas de ti mismo, de tu familia y de las responsabilidades. Con frecuencia sólo
estás triste.

Otros mensajes son puramente estigmatizantes y te llevan a creer que pedir ayuda te haría
subhumano o una carga para tus amigos. Estos mensajes te tentarán a que «seas fuerte»
hasta que llegues a un estado de alerta roja y la desesperación o el pánico te tengan
firmemente atrapado en sus garras.

Tus metas en este capítulo son simples: (a) evaluar cuán severa es tu lucha con la depresión-
ansiedad, (b) determinar las diferentes expresiones de la depresión-ansiedad con las que
luchas y (c) identificar a quién debes pedir que camine a tu lado en esta travesía hacia la
esperanza y la paz.

Con el fin de ayudarte en este proceso, te proveeremos dos herramientas:

1. Una evaluación sobre la depresión-ansiedad


2. Una gráfica de síntomas diarios de la depresión-ansiedad

La evaluación proveerá un panorama general de las diversas expresiones de la depresión-


ansiedad que quizá estés experimentando. Esta información te ayudará a identificar cuáles
son los síntomas que deberías anotar en la gráfica de síntomas diarios. Hacer conciencia de
los distintos tipos de emociones, así como la frecuencia y la intensidad de las mismas, te
ayudará a conocer aspectos importantes que podrás encontrar en los capítulos tres al cinco
y así medir tangiblemente el progreso con lo que aprenderás en los capítulos seis al ocho.

Evaluación de la depresión-ansiedad

Instrucciones: Lee las siguientes afirmaciones descriptivas. Marca la respuesta que se ajuste
mejor a tus reacciones:

(N) nunca, (R) rara vez, (S) a veces, (F) frecuentemente o (A) casi siempre.

19
Si deseas resultados más precisos, pídele a una persona de cada una de las áreas principales
de tu vida (hogar, trabajo, círculo social, grupo pequeño de la iglesia, etc.) que complete este
formulario sobre ti y compara los resultados. Si estás dispuesto, ésta es otra manera efectiva
de involucrar a las personas que te conocen y te aman, para que sean parte de tu comunidad
de apoyo.

Puedes encontrar una versión en línea de la siguiente autoevaluación en:


bradhambrick.com/depression (sólo en inglés).

1. La preocupación interfiere con mi trabajo, actividades y vida social. N R S F A


2. Cuando empiezo a preocuparme, me resulta difícil cambiar mis N R S F A
pensamientos y mi estado de ánimo.
3. Cuando empiezo a preocuparme, alcanzo niveles de estrés que son N R S F A
significativamente molestos.
4. Me preocupo por muchas cosas diferentes que no tienen que ver unas N R S F A
con las otras y, usualmente, espero lo peor.
5. Mi ansiedad ha persistido casi diariamente por al menos los últimos seis N R S F A
meses.
6. La incertidumbre me molesta tanto que es difícil ocuparme de las N R S F A
actividades diarias.
7. Evito tareas o relaciones importantes debido a un sentido generalizado de N R S F A
preocupación.
8. Frecuentemente mi nivel de ansiedad resulta en tensión corporal y/o N R S F A
dolores de cabeza.
9. Frecuentemente mi nivel de ansiedad resulta en problemas estomacales, N R S F A
náusea o diarrea.
10. Una vez que me empiezo a preocupar tengo dificultad en enfocarme o N R S F A
concentrarme en otros.
11. Generalmente mi sensación de mal humor es directamente proporcional N R S F A
a eventos negativos de la vida.
12. Mi sensación de mal humor repercute en un periodo de tiempo N R S F A
considerable después de eventos negativos.
13. Me puedo adaptar a transiciones importantes de la vida dentro de un N R S F A
tiempo razonable en el que me siento desorientado.
14. Sentirme de mal humor no causa que me aparte de mis amigos o de mis N R S F A
actividades,
15. Puedo estar desanimado por un fracaso o decepción sin sentirme N R S F A
definido por eso.
16. Por semanas me he sentido triste o vacío gran parte del día, casi todos N R S F A
los días.
17. He perdido la habilidad de disfrutar cosas que normalmente disfrutaba. N R S F A
20
18. Mi ciclo del sueño está significativamente alterado; ya sea que estoy N R S F A
durmiendo de más o padeciendo insomnio.
19. Cuando trato de hacer una actividad, me siento nervioso o aletargado la N R S F A
mayoría del tiempo.
20. Me siento cansado y exhausto la mayoría del tiempo, aun después de N R S F A
dormir.
21. Me siento insignificante y culpable aun cuando no puedo identificar un N R S F A
pecado en particular.
22. La mayoría del día mi mente se siente nublada y distraída. N R S F A
23. He tenido pensamientos de suicidio o he deseado estar muerto. N R S F A
24. Frecuentemente mis amigos y mi familia comentan que parezco N R S F A
desanimado o que no soy yo mismo.
25. Noto que evito a la gente porque siento que la conversación es una carga. N R S F A
26. Cuando el ambiente está más oscuro y/o frío de lo normal, experimento N R S F A
una baja de ánimo.
27. Mi estado de ánimo es considerablemente influenciado por cuánto me N R S F A
he expuesto a la luz del sol.
28. Mi desánimo durante los meses de invierno no está asociado con N R S F A
asociaciones festivas desagradables.
29. Mi desánimo durante los meses de invierno no está asociado con N R S F A
exacerbación de dolor crónico.
30. He probado que mi desánimo mejora considerablemente durante la N R S F A
primavera y el verano.
31. Puedo identificar una persona, lugar o actividad en particular que N R S F A
incrementa mi nivel de ansiedad.
32. Mi ansiedad aumenta rápidamente tan sólo con pensar en cierta N R S F A
persona, lugar o actividad.
33. Organizo mi vida asegurándome de evitar a esa persona, lugar o N R S F A
actividad.
34. Reconozco que mi miedo de esta persona, lugar o actividad es excesivo N R S F A
e irreal.
35. Reconocer que mi miedo es excesivo e irreal no lo disminuye. N R S F A
36. Experimento una angustia importante antes de conocer o mientras N R S F A
conozco a nuevas personas.
37. Experimento una angustia importante en las horas y días que preceden N R S F A
un evento social.
38. Usualmente me siento observado o juzgado cuando estoy en un grupo N R S F A
de personas.
39. Cuando otras personas se fijan en mí o bromean conmigo, me siento más N R S F A
que un poco apenado.

21
40. Evito compromisos sociales a pesar de que eso me ocasione un perjuicio N R S F A
profesional, emocional o social.
41. A veces mi sentido de felicidad o esperanza es excesivo para mis N R S F A
circunstancias.
42. A veces necesito dormir muy poco durante días y días, pero aun así N R S F A
conservo altos niveles de energía.
43. A veces mi sentido de importancia-habilidad se vuelve tan grande, que N R S F A
mis planes se vuelven inalcanzables.
44. Hay veces en que gasto dinero, tomo riesgos, tengo sexo o uso drogas N R S F A
erráticamente.
45. A veces mis patrones de habla son más rápidos/erráticos que la velocidad N R S F A
de mis pensamientos.
46. Durante una experiencia de ansiedad mi corazón late rápidamente y me N R S F A
duele el pecho.
47. Durante una experiencia de ansiedad, sudo frío y tengo escalofríos. N R S F A
48. Durante una experiencia de ansiedad, me falta el aire e hiperventilo. N R S F A
49. Durante una experiencia de ansiedad tengo una sensación de fatalidad o N R S F A
muerte inminente.
50. Durante una experiencia de ansiedad pierdo todo control de mis N R S F A
pensamientos y emociones.
51. Cuando recuerdo un evento estresante, más que recordarlo, lo revivo. N R S F A
52. Ciertas cosas en el ambiente disparan recuerdos intensos de un evento N R S F A
estresante.
53. Tengo pesadillas o recuerdos que involucran un evento estresante en N R S F A
particular.
54. Soy incapaz de recordar aspectos importantes de un evento estresante. N R S F A
55. Después de un evento estresante, me siento emocionalmente N R S F A
adormecido y separado de eventos y personas.
56. Después de un evento estresante, tengo un sentido limitado del futuro N R S F A
(pérdida de esperanza o éxito).
57. Después de un evento estresante, escaneo persistentemente mis N R S F A
alrededores esperando un problema-amenaza.
58. Después de un evento estresante, me doy cuenta de que es más fácil que N R S F A
se desencadene una respuesta de ira y que ésta sea más intensa.
59. Después de un evento estresante, encuentro más difícil conciliar el sueño N R S F A
o permanecer dormido.
60. Después de un evento estresante, soy incapaz de disfrutar lo que N R S F A
normalmente disfruto.
61. Tengo miedos que sé que son irracionales, pero sigo luchando en aceptar N R S F A
que no son verdaderos.

22
62. Obsesivamente me siento sucio, contaminado, rechazado por Dios, o que N R S F A
puedo pecar públicamente.
63. Tengo temores arraigados en superstición o en una «necesidad» N R S F A
irracional de simetría.
64. Gasto mucho tiempo en hábitos compulsivos para mitigar mis miedos N R S F A
obsesivos.
65. He empezado a organizar mi día alrededor de mis miedos obsesivos y N R S F A
hábitos compulsivos.
66. Tengo un miedo constante y persistente de perder mi salvación. N R S F A
67. Tengo un miedo persistente de que he cometido o voy a cometer el N R S F A
pecado imperdonable.
68. Vuelvo a empezar mis oraciones si éstas no son 100% genuinas o si tengo N R S F A
un mal pensamiento mientras oro.
69. Pensar en el infierno me atormenta aun cuando entiendo y trato de N R S F A
aceptar el evangelio.
70. Aun cuando busco buen consejo pastoral acerca de la salvación, no N R S F A
puedo hallar descanso.
71. Mi depresión-ansiedad es tan grande que me pregunto si vale la pena N R S F A
vivir.
72. He empezado a pensar que mis amigos y familiares estarían mejor sin mí. N R S F A
73. He empezado a planear cómo terminar con mi vida. N R S F A
74. Cuando mi depresión-ansiedad es más intensa, fantaseo acerca de mi N R S F A
plan de suicidio.
75. He empezado a despedirme de mis amigos y a poner mis asuntos en N R S F A
orden.

Clave para la puntuación de la evaluación: Date un punto para una respuesta S, dos puntos
para una respuesta F y tres puntos para una respuesta A. Si tu puntuación total coincide con
el número total de preguntas, esa es un área de preocupación en tu vida. Si tu puntuación
duplica el número total de preguntas, esa es una preocupación significativa en tu vida. Si tu
puntuación total es más del doble del número total de preguntas, esa área debe considerarse
como una lucha que domina tu vida.
Ø Preguntas 1-10: (Total:______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de ansiedad


generalizada. Esta ansiedad ha migrado de ser una molestia normal en respuesta a
eventos desagradables a un estilo de vida. Al experimentar ansiedad generalizada, la
paz y el contentamiento son excepciones, en vez de ser lo normal en la vida cotidiana.
Eres capaz de funcionar en las tareas y relaciones diarias, pero la presencia de
ansiedad te drena consistentemente en el área emocional, consume tu energía y te
distrae en el área relacional.
23
Ø Preguntas 11-15: (Total:______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de depresión


situacional. A menudo el desánimo y una disminución temporal en el interés en
actividades disfrutables es una respuesta normal y saludable para una circunstancia
adversa. Es decir, es correcto, incluso bueno, estar triste. La depresión situacional se
refiere a esas épocas de desánimo que son proporcionales, en intensidad y duración,
a los eventos que la desencadenaron.

Ø Preguntas 16-25: (Total:______ en 10 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de un


episodio depresivo mayor. Cuando el impacto de la depresión empieza a
desorganizar la vida a un grado mayor que el evento desencadenante, o si no existe
un evento desencadenante, se llama episodio depresivo mayor. Cuando la depresión
alcanza este nivel de intensidad no es sabio confiar solamente en el paso del tiempo
para que se alivie. Lo que se recomienda hacer es empezar a evaluar las creencias,
comportamientos y problemas de salud que alimentan el estado de ánimo
deprimido; consultando a un amigo, pastor, consejero o médico.

Ø Preguntas 26-30: (Total:______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de conflicto


afectivo estacional. El estado de ánimo de algunas personas es altamente afectado
por el cambio de estación; más a menudo se nota un incremento en la depresión-
ansiedad durante los meses de invierno. No es claro si esto se debe a la exposición a
la luz solar, ciclos circadianos o cambios en el nivel de actividad, pero si se presenta
este conflicto, es sabio consultar a un médico. Incluso, cuéntale esto a tus amigos
para que te den ánimo y apoyo adicional cuando sepas que vas a pasar un tiempo
difícil.

Ø Preguntas 31-35 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de una fobia


específica. A veces el temor puede vincularse intensamente a cosas o actividades
específicas. Si la causa del temor puede identificarse claramente, entonces es
probable que sea un síntoma de estrés postraumático. Si el miedo es menos racional
y carece de una explicación obvia, entonces puede ser una fobia particular. Se
recomienda confiárselo a tus amigos y buscar la ayuda de un consejero.

Ø Preguntas 36-40 (Total: ______ en 5 preguntas)


24
Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de ansiedad
social. Más que ser cohibido, tímido o reticente acerca de hablar en público, la
ansiedad social es gestionar la vida de uno con el fin de evitar a la gente, además de
una habilidad dañada para disfrutar la vida en presencia de extraños. Como con otros
tipos de ansiedad-depresión, muchos motivos pueden producir este conflicto, y un
amigo, pastor o consejero pueden ayudarte a clasificar la fuente de este temor.

Ø Preguntas 41-45 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de manía. La


depresión que se intercala con este tipo de síntomas maníacos es referida como
bipolar ̶ «bi» significa dos y «polar» se refiere a dos diferentes extremos o polos de
un espectro emocional. Cuando éste es el caso se necesita consultar a un médico y a
un consejero, así como buscar ser responsable ante algún(os) amigo(s). Los episodios
maniacos pueden, en un principio, ser muy placenteros (creativos y energéticos) pero
se vuelven destructivos. Aprender cómo gestionar estas fluctuaciones de ánimo y
energía es esencial para tener una vida y relaciones saludables.

Ø Preguntas 46-50 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de ataques


de pánico. El miedo puede elevarse a tal grado que toma por arresto a los sistemas
cognitivo y respiratorio. Durante un ataque de pánico estos efectos pueden ser tan
severos, que quien lo padece puede pensar que tiene un paro cardiaco. Los ataques
de pánico pueden ser la expresión más alta de ansiedad generalizada intensa o un
síntoma de estrés postraumático. La manera de abordar completa y efectivamente
esta situación es buscando la ayuda de un consejero y un médico, mientras que
permites que tus amigos te animen.

Ø Preguntas 51-60 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de estrés


postraumático. El trauma es el resultado de enfrentar un elemento estresante más
grande que tu capacidad para hacer frente a él en el momento en que lo
experimentaste. Lo que es traumático para un niño de seis años puede no serlo para
un adulto de 30. De igual manera, lo que es traumático en el contexto de otros
eventos estresantes, puede no serlo por sí mismo. El trauma cambia la huella que
deja la memoria, la regulación del estado de ánimo y la importancia de
desencadenantes menos significativos.

25
Ø Preguntas 61-65 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de trastorno


obsesivo-compulsivo. Cuando la vida es marcada por miedos irracionales
(obsesiones) y rituales repetidos para aliviar esos miedos (compulsiones) nos
referimos a un trastorno obsesivo-compulsivo. El individuo que experimenta este
conflicto debe entender que el miedo particular no es el problema real, sino el patrón
obsesivo-compulsivo. Es importante en este conflicto una combinación de consejería,
medicación y el apoyo de los amigos.

Ø Preguntas 66-70 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de


escrupulosidad religiosa. La experiencia de TOC tiene una expresión única en el
aspecto religioso referida como escrupulosidad. En este caso los miedos obsesivos
tienen que ver con pecado, culpa y condenación; y las compulsiones se centran en
prácticas religiosas para sentirse puro, limpio y aceptable. De igual manera, el
individuo que experimenta este conflicto debe entender que el miedo particular no
es el problema real, sino el patrón obsesivo-compulsivo. Es importante en este
conflicto una combinación de consejería, medicación y el apoyo de los amigos.

Ø Preguntas 71-75 (Total: ______ en 5 preguntas)

Este conjunto de preguntas describe la ansiedad-depresión en la forma de


consideración suicida. El peso de la depresión-ansiedad empieza a ser insoportable.
Cuando esto pasa, la conclusión «lógica» es buscar alivio terminando con la propia
vida. Ésta no es una solución real y existe esperanza. Pero si tu depresión-ansiedad
ha alcanzado este nivel, busca consejería y ayuda inmediata y cuéntaselo a familiares
y amigos que puedan ayudarte. Si tienes un amigo en esta condición que no quiere
recibir ayuda, entonces lo que puedes hacer para demostrar tu amor es llamar al 911
(o al número de emergencia disponible en tu localidad) para garantizar su seguridad.

¿La ingestión de alcohol, drogas, esteroides o medicamentos recetados afecta la


frecuencia, intensidad o tipo de la depresión-ansiedad con la que luchas?
______ Sí ______ No

Estas son sustancias que alteran tu mente-ánimo, y que tanto directa como
indirectamente exacerban la experiencia de depresión-ansiedad. Si tienes un
problema de abuso de sustancias, entonces tienes que superar esa lucha para poder
tener alivio consistente de la depresión-ansiedad. Independientemente de eso, no es
aconsejable y es contraproducente consumir un depresivo, estimulante u otra

26
sustancia que altere tu mente-ánimo mientras tratas de obtener regulación
emocional.

Gráfica de síntomas diarios de depresión-ansiedad

Identificar los tipos de ansiedad-depresión con los que luchas es un paso esencial para
adquirir una comprensión clara de la intensidad y duración de tu problema. Es raro que no
siempre seas preciso en tu percepción de la frecuencia e intensidad de tu lucha.

• Es probable que tengas luchas intensas periódicas que afrontas continuamente, así
que sientes que siempre están presentes.
• Es probable que tengas varias luchas diferentes de ansiedad-depresión, que agrupas
y les das un solo nombre.
• Es probable que te hayas ajustado a una depresión de baja intensidad constante en
segundo plano, que ya no cuenta para ti.
• Es probable que intencionalmente trates de ignorar los síntomas más leves hasta que
tomen el control de tu atención en los momentos en que lleguen a su punto máximo.

Si quieres sobrellevar de manera efectiva tu experiencia de ansiedad-depresión, tendrás que


ser preciso en tu evaluación de cuándo ocurre, así como la fluctuación en su intensidad. Un
general es poco sabio si va a la guerra contra un adversario al que no conoce bien.

Estudio inductivo de la Biblia: Busca una herramienta de estudio bíblico en internet (en
inglés: biblestudytools.com) y busca pasajes que incluyan palabras como «antes» y
«después». Fíjate cuánta atención pone la Biblia a la descripción de cuando un evento ocurre
en relación con otro. Después busca palabras como «grande» y «más» o «menos». Fíjate en
cuánta atención pone la Biblia en la intensidad de las diversas experiencias. Lo más probable
es que no leas todos los pasajes listados (son demasiados), pero así podrás tener una idea de
cuánto Dios se preocupa de los detalles que estás descubriendo con este ejercicio.

La herramienta a continuación tiene el propósito de ayudarte a monitorear la frecuencia e


intensidad de los diversos síntomas de la depresión-ansiedad durante un mes. La primera fila
enmarca una columna para cada día del mes. Las filas a un lado proveen lugares para registrar
cada síntoma. Si tu consejero o amigo quiere que registres algún síntoma que no esté
incluido, se provee una fila al final para que lo hagas.

Cuando registres esta información, a continuación, hay varios patrones que debes buscar:

• Busca los síntomas que se agrupan, que ocurren o llegan en mayor intensidad al
mismo tiempo.

27
• Busca los síntomas que ocurren antes o después de un evento significativo (una
tragedia, la visita de un pariente que te estresa, el día de pago, etc.). Cuando suceda
algo perturbador o emocionante, marca el día del mes con un símbolo y escribe lo
que ocurrió en la parte de atrás de la página, junto a ese símbolo.

• Busca los síntomas que ocurren antes o después de los otros síntomas. Por ejemplo,
¿qué síntomas ocurren en los días antes de experimentar un ataque de pánico?

• Busca semejanzas en el patrón de tus emociones a lo largo de meses o semanas. Esto


podría indicar los ritmos biológicos (como el ciclo menstrual) o ritmos logísticos
(semana de trabajo, horario de turnos en el trabajo, calendario de custodia de los
hijos, etc.).

Se evaluará más sobre la historia en el trasfondo (en el capítulo cuatro de este estudio) y la
motivación (el capítulo tres de la contraparte de la responsabilidad personal en el estudio
del sufrimiento) en las siguientes porciones de nuestro estudio. En este punto del proceso,
estás simplemente tratando de estar más consciente de las fluctuaciones en la frecuencia e
intensidad de tus diversas experiencias de depresión-ansiedad.

28
29
Conclusión

Respira profundamente. Si te sientes abrumado, recuerda que no hay nada que sea
verdadero ahora que no haya sido verdadero antes de leer este capítulo. Ahora simplemente
sabes más sobre ti mismo y sobre tu lucha que lo que sabías antes. Este conocimiento no
agrega nada a lo que se espera de ti. De todas maneras, lucharías con estas emociones, ya
sea que estuvieras consciente de ellas o no. Ahora estás mejor equipado para la lucha que,
de todos modos, tendrás que afrontar.

Con frecuencia, el paso de «reconocer la historia y la realidad de tu sufrimiento» puede crear


una sensación de intranquilidad. La negación o ignorancia intencional te otorgó una falsa
sensación de seguridad. Eras como los niños que se tapan la cabeza con las cobijas para
protegerse del monstruo del armario. Si tu sensación de malestar fuera verdadera, entonces
tu intento de autoprotección sería tristemente inadecuado.

Ahora estás recibiendo el equipamiento necesario para determinar cómo tratar mejor tu
experiencia de depresión-ansiedad. Puede que no sepas todavía si tu lucha es principalmente
causada por tu cuerpo, la química en tu cerebro, tu entorno, decisiones, creencias o valores.
Pero estás en el camino para descubrirlo, para que puedas obtener lo mejor de lo que Dios
ofrece directamente a través del evangelio, Su Palabra y Su pueblo; e indirectamente a través
del cuidado de médicos, mejores hábitos de vida o cambios en las relaciones durante esta
travesía hacia la esperanza y la paz.

30
Conversaciones de ánimo para RECONOCER la historia de tu sufrimiento

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.
• ¿Cuáles son los síntomas más fuertes de tus experiencias con la depresión-
ansiedad?
• ¿Qué estás aprendiendo sobre la frecuencia y la intensidad de tus diferentes
síntomas de depresión-ansiedad?
• ¿Qué tan bien te estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones del capítulo
uno?
Con cada paso, te aconsejamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-
ansiedad a tu compañero de ánimo.
• _________________________________________________________________
• _________________________________________________________________

31
Capítulo 3
«¿Por qué la depresión-ansiedad duele tanto?»
ENTIENDE el impacto de tu sufrimiento

«Solía tener miedo de afrontar la realidad de mi depresión-ansiedad, así que me forcé a


vivir como si mis emociones nunca ocurrieran o no importaran [describe cómo].
Puedo ver cómo mis emociones me han afectado [describe cómo].
Fue un error interpretar el impacto de la depresión-ansiedad como mi fracaso o
debilidad.
La gracia de Dios es más grande que eso y debo estar de acuerdo con Él.
El impacto comienza a tener sentido y me ayuda a ver la vida de diferente manera
[describe cómo]».

Memoriza: Proverbios 18:14 (NBLA): «El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad,
pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar?». Al memorizar este pasaje,
reflexiona acerca de estos puntos clave:

• «Espíritu del hombre» – Es tu alma la que debe soportar tus enfermedades físicas.
Existe la capacidad de identificar lo que duele.
• «Soportar su enfermedad» – Cuando tu dolor tiene una causa y ubicación claras,
tienes mayor capacidad de soportar el sufrimiento.
• «Pero» – El salmista hace un contraste entre las reacciones ante las enfermedades
físicas en comparación con el dolor emocional.
• «Espíritu quebrantado» – Un espíritu quebrantado, es decir, perder el sentido de la
esperanza, es una experiencia más intensa que estar enfermo físicamente.
• «¿Quién lo puede sobrellevar?» – Cuando pierdes la esperanza, has perdido lo que
te motiva a seguir luchando en el desarrollo de la vida.

Notas de enseñanza

«Tu pérdida de sensaciones espirituales no es la causa de tu depresión; más bien, la


depresión ha causado una pérdida general de sensación en todas las partes de tu vida,
incluyendo la espiritual». David Murray en Los cristianos también se deprimen

«Un hijo interpreta la falta de interés de un padre o madre deprimido […]como evidencia de
falta de apoyo, cuidado y amor. La incapacidad de nombrar lo que ellos sienten y por qué lo
sienten así, complica una situación que ya es compleja de por sí (p. 25)». Robert Albers,
William Meller, and Steven Thurber en Ministry with Persons with Mental Illness and Their

32
Families (traducido como «Ministrando a personas con enfermedades mentales y a sus
familias»)

«Puesto que el cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo, es vulnerable a ser el
más afectado de todos nuestros órganos por la caída y la maldición divina sobre nuestros
cuerpos». David Murray en Los cristianos también se deprimen

«Cuando la iglesia permanece en silencio al ver a una persona en crisis, puede parecer
notoriamente que es un silencio de Dios (p. 100)». Amy Simpson en Troubled Minds
(traducido como «Mentes turbadas»)

«El resultado es que la persona que sucumbe a la depresión antes de la conversión todavía
tendrá que luchar con eso después de la conversión». D. Martyn Lloyd-Jones en Depresión
espiritual

«Un beneficio adicional de tener un poco de conocimiento sobre la depresión es que


prevendrá el peligroso y perjudicial malentendido que con frecuencia motiva a las personas,
especialmente a los cristianos, de considerar que la medicación es un rechazo de Dios y de
Su gracia, en lugar de ser una provisión de Dios y de Su gracia». David Murray en Los
cristianos también se deprimen

«Los cristianos no entienden cómo los ámbitos físico, psicológico y espiritual se


interrelacionan, porque Satanás enturbia los límites. Muchos de nuestros problemas son
causados porque creemos que es una cuestión espiritual cuando es física; creemos que un
problema es físico cuando es emocional o espiritual (p. 209-208)». D. Martyn Lloyd-Jones en
The Christian Warfare (traducido como «La guerra del cristiano»)

«No des por sentado que entiendes a qué se refiere una persona cuando habla de
“depresión”. No leas entre líneas el significado basado en tu propia experiencia, la cual podría
o no ser parecida. Más bien, escucha. Permite que la persona deprimida llene la palabra
depresión con el significado que tiene para él o ella». Ed Welch en ¿Es el cerebro el culpable?

33
Aplicación personal

Después de reconocer la historia y la realidad de tu experiencia de depresión-ansiedad,


debes comprender el impacto de estas experiencias en tu vida. A menos que entiendas el
impacto, te verás forzado a solamente «tratar de sentirte mejor», lo que te lleva a la pregunta
capciosa: ¿cómo puedo cambiar mis emociones cuando no responden a mi voluntad como
lo hacen mis manos y pies?». El limitarte a tratar de sentirte mejor refuerza una disposición
de impotencia y desesperación.

Pero la otra refutación es: «mirar el impacto sólo me hará sentir peor». Esto es verdad en
parte y es la razón porque es altamente recomendado que completes este estudio con un
amigo, pastor o consejero. Sin embargo, también es falso en gran manera. Considera el
ejemplo paralelo de la deuda. Muchas personas endeudadas no logran especificar el total de
su deuda por miedo a que sea abrumadora, pero eso les deja impotentes y con una sensación
ambigua y persistente de cuán grande debe ser la deuda.

En este capítulo buscaremos entender el impacto de tu experiencia de depresión-ansiedad


en tres áreas clave.

1. Factores que contribuyen al impacto


2. Cambios en el estilo de vida que se suman al impacto
3. Impacto en la familia y en las relaciones

Aunque es difícil, esta evaluación logrará varias cosas. En primer lugar, te mostrará dónde y
cómo puedes empezar a involucrarte con tu experiencia de depresión-ansiedad sin tratar de
hacerte sentir mejor artificialmente. La información recolectada será aún más importante en
el séptimo paso.

En segundo lugar, esto desmitificará la experiencia de la ansiedad-depresión. Con frecuencia


la pregunta: ¿cómo llegaron las cosas a ser tan malas? te paraliza y avergüenza con
confusión. Ninguna experiencia de depresión-ansiedad parece tomar en cuenta el todo.
Observar el panorama completo puede darte la esperanza y la fuerza para seguir con la
travesía.

En tercer lugar, comenzará a revelar las maneras malsanas en las que has tratado de darle
sentido a tu experiencia de ansiedad-depresión. Éste será el enfoque principal del cuarto
paso, pero una excelente manera de hacer que la historia malsana que construiste alrededor
de tu experiencia de depresión-ansiedad se vuelva más obvia y, por tanto, posible de
cambiar, es entender el impacto.

34
Factores que contribuyen al impacto

No hay dos experiencias de depresión-ansiedad que sean iguales, esto se debe en parte a
que cada persona es única. Pero las diferencias en la experiencia van más allá de la
personalidad y la historia de vida. No es solamente que cada individuo que experimenta
depresión-ansiedad es único, lo cual es verdad, pero también que cada experiencia de
ansiedad-depresión es única en sí misma. En esta sección queremos examinar muchos de los
factores que lo evidencian.

Mientras evalúas estos factores en tu vida, evita dos tentaciones. En primer lugar, como ya
hemos dicho, no dejes que te abrumen. Nada de lo que leas es más cierto porque lo leíste,
sólo estás reconociendo la realidad que ya existía. En segundo lugar, no minimices tu
experiencia porque la experiencia de otra persona involucra más factores. Te estás
equipando para avanzar en tu travesía; no estás en una carrera con las travesías de otros.

1. Causa de la depresión-ansiedad: No existe una sola causa para la depresión-ansiedad.


La mayoría de los debates sobre si la depresión-ansiedad es causada por un
desequilibrio químico, malas decisiones, heridas relaciones, fe débil u otros factores
simplifican de manera exagerada la experiencia. La respuesta es: sí, todas estas cosas
pueden causar depresión-ansiedad. La pregunta es: ¿cuál de estos factores es el que
contribuye más en tu experiencia? Si necesitas ayuda para hacer esta evaluación,
visita (en inglés) www.bradhambrick.com/mentalillness. Lo importante aquí es que
el tipo de causa-detonante de tu depresión-ansiedad contribuirá según el nivel y el
tipo de impacto que tenga en tu vida.

En el recurso provisto en el enlace anterior, te ayudaremos a evaluar la diferencia


entre las causas biológicas, ambientales y volitivas para la depresión-ansiedad y
desarrollaremos un método para el uso sabio de medicación con base en el principal
contribuidor de tu experiencia ansiosa-depresiva.

2. Duración de la depresión-ansiedad: Puedes soportar cualquier cosa «por un rato»,


pero cuando ese rato continúa y no estás seguro de cuándo terminará, comienzas a
perder esperanza y esto complica tu experiencia emocional. Mientras más tiempo
luches con algo, más lo verás como algo inevitable y lo abrazarás como parte de tu
identidad.

«Cuanto más tiempo luchemos con un problema, habrá más probabilidades


de que nos definamos a nosotros mismos por ese problema (divorciado,
adicto, deprimido, codependiente, TDA). Llegamos a creer que nuestro
problema es lo que somos. Pero, aunque estas etiquetas quizá describan las
formas particulares en que luchamos como pecadores [o sufridores] en un
mundo caído, ¡no son nuestra identidad! Si permitimos que éstas nos definan,
viviremos atrapados dentro de sus límites. ¡Esta no es la manera en que un
35
hijo de Dios debe vivir!». Paul Tripp en Instrumentos en las manos del
Redentor

3. Número de ocurrencias de la depresión-ansiedad: Una lucha puede ser larga en


virtud de su duración o su repetición. «No otra vez» puede ser tan doloroso como
«¿cuánto tiempo más?». Cuando tu experiencia de depresión-ansiedad regresa
después de una temporada de relativa tranquilidad, puedes comenzar a sentir que
los tiempos de paz son simplemente temporadas de espera para que el dolor regrese.
Cuando el retorno de la depresión-ansiedad no es predecible, el factor del impacto
recurrente es aún mayor. Puede ser difícil depender en que la gracia de Dios es nueva
cada mañana (Lamentaciones 3:21-26) cuando quieres depender de esa gracia para
una lucha que ya has afrontado antes.

4. Número de intentos de vencer la depresión-ansiedad: Más difícil que la simple


recurrencia es tener que volver a pelear una batalla que creías haber ganado ya… o
que al menos la habías resistido. Parece como cuando te obligan a volver a tomar una
clase que creíste haber aprobado, pero un semestre después descubres que
reprobaste por un tecnicismo. Se siente como cuando tienes que pagar una factura
dos veces porque el cajero no estaba poniendo atención la primera vez. Cuando la
depresión-ansiedad recurre después de que pensaste haberla vencido, te quita todo
el sentido de la victoria final y definitiva sobre esta experiencia. Comienzas a temer
las formas más agresivas de la depresión-ansiedad en sus expresiones más leves;
como si una tormenta eléctrica tuviera el nivel de impacto de un huracán.

5. Reacción de amigos y familiares: Muchas personas se sienten incómodas con las


emociones desagradables de otros. Si no saben qué decir o hacer para mejorar la
situación, evitan a la persona que les hace sentir incómodos. Otras personas no
entienden que la depresión-ansiedad con frecuencia puede ser una lucha persistente
y recurrente, así que se enojan con la persona a la que perciben como «hambrienta
de atención». Si has perdido amigos o tienes relaciones tensas a causa de estas
dinámicas, esto se suma al impacto de tu sufrimiento.

«La amistad es muy importante para aquellos que tienen mala salud mental,
pero es muy difícil ser un verdadero amigo de alguien en dicha condición (p.

36
33)». Kathryn Greene-McCreight en Darkness Is My Only Companion
(traducido como «La oscuridad es mi única compañía»)

«[El testimonio] La oración más profunda pronunciada por mi director


espiritual, cuando estuve en medio de mi depresión, fue: “¡No tengo miedo
de tu desesperación!...”. Es incómodo para muchos cuidadores entrar en la
noche oscura del alma con aquellos que atraviesan por la senda de la
desesperación. [Consejo] Camina con la persona desesperanzada y escucha,
en lugar de tratar de coaccionarla por medio de palabras para que camine por
una senda diferente (p. 26)». Robert Albers, William Meller, and Steven
Thurber en Ministry with Persons with Mental Illness and Their Families
(traducido como «Ministrando a personas con enfermedades mentales y a
sus familias»)

6. Pérdidas asociadas con la depresión-ansiedad: Puedes perder más que relaciones.


Puedes perder la confianza, trabajos, dinero, oportunidades y muchas otras cosas.
Cuando esto sucede, la experiencia del luto, es decir, negación, enojo, tristeza y
confusión de identidad, puede sumarse a la experiencia de la depresión-ansiedad.

7. Interpretación de la experiencia de depresión-ansiedad: El contenido de estas


interpretaciones será el enfoque de los capítulos cuatro y cinco. Pero estarás más
equipado para resistir el contenido de las interpretaciones malsanas de tu
experiencia de depresión-ansiedad si tienes la capacidad de identificar los patrones
comunes que asumen. En su libro Los cristianos también se deprimen, David Murray
aborda nueve patrones de pensamientos no saludables.

a. Extremos falsos – Diversas formas de mentalidad de todo o nada, blanco o


negro.
b. Generalizaciones falsas – Presuponer que una experiencia desagradable se
convertirá en el nuevo normal para la vida.
c. Filtros falsos – Ignorar, hacer oídos sordos a toda experiencia positiva que no
encaje con tu bajo estado de ánimo.
d. Transformaciones falsas – Cambiar tu perspectiva de las experiencias
positivas para hacer que parezcan malas.
e. Lecturas falsas de la mente – Dar por sentadas opiniones negativas sobre ti
mismo en las mentes y bocas de otros.
f. Adivinaciones falsas – Vivir como si tus expectativas negativas del futuro
fueran ciertas.
g. Razonamientos falsos basados en los sentimientos– Tratar tus sentimientos y
evaluaciones negativas como si fueran hechos.

37
h. Falsos «debería» – Dar un peso moral a las expectativas que son irreales o
que no son cuestiones morales.
i. Responsabilidad falsa – Asumir la responsabilidad por eventos o por otras
personas sobre los que no tienes control.

Lee Filipenses 4:8-9. Mientras analizas los tipos de pensamientos en los que el apóstol Pablo
dice que debes disciplinar tu mente para enfocarte activamente en ellos, no pienses en esta
lista como únicamente los «tipos de contenido». Sí, Pablo trata con el contenido de tus
pensamientos, pero seguir su instrucción también corregirá el «patrón de tus
pensamientos». Los nueve patrones mencionados arriba se corrigen cuando sigues la
instrucción de Pablo. Fíjate además que Pablo habla sobre vivir estas cosas de manera
práctica en la comunidad (v. 9). La manera más efectiva de aprender estos nuevos patrones
es asociarte con personas que piensen de este modo e imites sus vidas (1 Corintios 11:1).

Cambios en el estilo de vida que se suman al impacto

La depresión-ansiedad no es un incómodo huésped que se queda contigo por unas pocas


horas y después se va a su casa. Rápidamente comienzas a darte cuenta de que la depresión-
ansiedad quiere vivir contigo. Empieza a organizar las estructuras de tu vida como si fuera
«el dueño de la casa». Mueve los muebles, cuelga los cuadros y pone su comida favorita en
tu refrigerador. A menos que estés dispuesto a reacomodar estos cambios, la depresión-
ansiedad permanecerá en tu hogar por el tiempo que se lo permitas (la pasividad frente a
estos cambios es el permiso que le otorgas).

Examinaremos seis maneras en que la depresión-ansiedad se pone cómoda y se siente como


en casa en tu vida.

1. Alojar un estilo de vida malsano: Aislamiento de amigos, patrones erráticos de sueño,


buscar refugio en la comida en lugar de nutrirte, evitar las cosas que percibes como
«demasiado esfuerzo», descuidar los intereses que usualmente te llenan de energía
y cambios similares, hacen que tu vida se convierta en un hogar acogedor para la
depresión-ansiedad. Si dejas la puerta abierta y tienes un tazón de nueces en tu sala,

38
no te sorprendas si empiezas a vivir con ardillas. Si permites que este estilo de vida
persista, no te sorprendas si estás viviendo con depresión-ansiedad.

2. Cambios en tu rol o identidad: Cuando estás ansioso-deprimido, eso puede cambiar


la manera en que te ves a ti mismo y, por consiguiente, la forma en que te relacionas
con las demás personas. Puedes empezar a adoptar títulos peyorativos como
«enfermo», «loco» o «roto». Éstos se convierten en fuentes de vergüenza o de
exigencia; comienzas a esconderte o a esperar cosas de los demás de tal forma que
se crea un desequilibrio que es desfavorable para las relaciones saludables. El
resultado es que las amistades saludables se distancian y te quedas con las amistades
permisivas o que te avergüenzan, que alimentan tu depresión-ansiedad.

3. Vivir en respuesta a las emociones: Comienzas a evaluar tu día sobre la base de una
sola variable: cómo te sientes. Además, empiezas a tomar decisiones sobre la base
de una sola variable: ¿esto me hará sentir mejor… rápidamente? Cuando esto sucede,
tu estado de ánimo comienza a dominar tus pensamientos y nubla tu toma de
decisiones. Ya no consideras cómo sería una «vida plena»; más bien, comienzas a vivir
para encontrar alivio. Ya sea que estés abusando de una sustancia o no, empiezas a
pensar como un adicto.

4. Pérdida de esperanza de cambio: Una medida primordial para calcular la gravedad


de la depresión-ansiedad puede ser revelada por la pregunta: ¿cuánta esperanza
tienes de que las cosas podrían ser mejores? La esperanza que se debilita es la
medida de la gravedad. La esperanza marca la diferencia entre una temporada
compleja de la vida y una experiencia de depresión-ansiedad. La esperanza no te hace
inmune a las emociones desagradables, pero sí amortiguan el golpe frente a la
desesperación. Si quieres saber la diferencia entre la «tristeza o preocupación
normal» y una depresión-ansiedad significativa, es cuando la esperanza comienza a
debilitarse.

5. Pasividad hacia el cambio: «No importa lo que haga, entonces mejor no hago nada»
es la respuesta cínica a la pérdida de la esperanza. La pasividad es la expresión
conductual de la ausencia de esperanza. El resultado es una atrofia de la voluntad.
Del mismo modo que la pasividad física resulta en atrofia muscular, si empiezas a
crecer en la pasividad hacia las cosas que te perturban, esto resultará en una atrofia
de la voluntad.

6. Pérdida del sentido del tiempo: La ausencia de metas y la pérdida de memoria a corto
plazo son características comunes de la depresión-ansiedad. El anhelo de lo que está
«por venir» es clave para tu sentido del tiempo y memoria. Cuando sometes tu
ambición y esperanza a la depresión-ansiedad, pierdes lo que conecta el mañana con
39
el hoy; se desdibuja lo que permite que tus acciones adquieran un significado, ya que
contribuyen a algo que quieres y crees que es posible. El resultado es que cada
momento comienza a flotar en un abismo de intrascendencia.

Lee Lamentaciones 3:1-48. Con frecuencia, cuando piensas en este pasaje, comienzas con la
«parte feliz» que empieza en el versículo 21. Tómate tu tiempo y camina junto a Jeremías, el
autor de Lamentaciones, mientras él delinea los desafíos que crean una gran necesidad de
aferrarse a la esperanza (vv. 1-20). Fíjate en cuántos detalles da la Escritura para entender el
impacto del sufrimiento. Ahora lee la manera en que Jeremías peleó para llevar todo
pensamiento cautivo (2 Corintios 10:5) en la segunda mitad de este capítulo. Permite que
esto disipe toda sensación de queja que puedas sentir mientras buscas entender el impacto
de tu sufrimiento y fortalezca la idea de que Dios tiene la intención de cuidar de las personas
que atraviesan por duras batallas emocionales como la tuya a través de Su Palabra.

Impacto en la familia y en las relaciones

Las primeras dos áreas de impacto que examinamos trataban de cómo la experiencia de
depresión-ansiedad tiene un impacto sobre ti. Ahora observaremos cómo tu experiencia con
la depresión-ansiedad impacta a quienes te rodean. Tú influyes sobre quienes te rodean
tanto como ellos influyen en ti. Vencer la depresión-ansiedad tendrá implicaciones sociales
y es bueno que empieces a considerarlas ahora.

Éste es un punto en el que es fácil para muchos recaer en la autoconmiseración y la


vergüenza. Pero considerar cómo tus emociones impactan a otros es vital para que haya un
cambio piadoso. La mejor respuesta es el esfuerzo hacia el progreso, antes que una disculpa
emocional. Si se necesita confesión, eso se trabajará en el paso cinco de la contraparte de
este estudio basada en el pecado: «el paradigma de la responsabilidad». Por ahora, tu
objetivo sigue siendo comprender el impacto de tu depresión-ansiedad, para que puedas
estar equipado para luchar de una manera más efectiva.

En su libro Troubled Minds: Mental Illness and the Church’s Mission («Mentes turbadas:
enfermedad mental y la misión de la iglesia»), Amy Simpson enumera doce maneras en que
la familia y amigos son afectados cuando sus seres queridos experimentan una enfermedad
40
mental significativa (p. 60-80; sólo el texto en negrita). Mientras las lees, hazte dos
preguntas: (1) ¿Cuándo podrían estar presentes estas características en mis relaciones?, y
(2) ¿Cómo puedo minimizar su efecto? Pero no permitas que esto te distraiga de tu búsqueda
de esperanza y paz; ya que es lo mejor que puedes hacer por aquellos que se preocupan por
ti.

1. Reglas especiales: Cuando una persona hace menos, otros deben hacer más o sufrir las
consecuencias. Cuando una persona se vuelve emocionalmente frágil, aquellos que le
rodean aprenden las «reglas» para que las cosas se mantengan «normales». Cada vez
que ciertos temas o actividades quedan «fuera de los límites», se convierten en reglas
de vida que las personas deben seguir para mantener la buena relación. Cuando
algunas cosas no son «de conocimiento público», esto crea un sistema social artificial.
Estas son formas en que la depresión-ansiedad puede crear reglas especiales para las
personas que te rodean.

2. Monopolio de recursos: La terapia, meditación, hospitalización y trabajo perdido


cuestan dinero, tiempo y atención. Puede que sean buenas inversiones, pero todavía
consumen recursos. Otros miembros de la familia tendrán que prescindir de algunas
cosas a causa de esta inversión. Si eres padre o madre, el más costoso de estos recursos
es la atención. Asegúrate de apartar tiempo para invertir tu atención en tus hijos. Esto
será de bendición para ti y es vital para su desarrollo saludable.

3. Confusión: Con la depresión-ansiedad no hay moretones, cicatrices ni huesos rotos; no


hay sarpullido, decoloración en la piel o hinchazones. No hay nada que haga que sea
obvio que algo anda mal. Esto es tan confuso para los demás como lo es frustrante para
ti. Los hijos son especialmente propensos a las interpretaciones de autoincriminación
por tu bajo estado de ánimo, ya que piensan que es su culpa. Ellos necesitan algo que
le dé sentido a lo que está ocurriendo en su mundo. Puedes amar bien a otros al
escucharlos y corregir pacientemente sus interpretaciones confusas de culpa por tus
emociones.

4. Ansiedad: La confusión (punto anterior) crea ansiedad. Esto es verdadero para ti. Si no
entiendes lo que causa tus fluctuaciones emocionales, eso provoca una sensación
impredecible e inestable. Una de las razones por la que se te pide esta cantidad de
trabajo de evaluación en este estudio es para aliviar el estrés. Lo mismo es verdadero
para tu familia y amigos. Cuando puedes darte cuenta de que están confundidos por
tus cambios de estado de ánimo, reconoce que también estás confundido. Esto les
comunicará que no están perdiendo de vista algo que es obvio para ti y debería ser
obvio también para ellos.

5. Culpa: La manera más rápida de controlar y encontrarle el sentido a algo emocional es


asumir la responsabilidad por ello (ya sea o no certero o saludable). La respuesta a la

41
pregunta: ¿qué puedo hacer para ayudar? puede fácilmente ser malinterpretada como
la respuesta a la pregunta: ¿qué debería yo hacer para que no te sientas así? La primera
busca proveer apoyo y otorga gracia; la segunda asume la responsabilidad y presupone
culpa. Cuando se comete este error, tu bajo estado de ánimo se convierte en una
mancha en la conciencia limpia de la otra persona. Los demás perciben tu tristeza como
su deficiencia. Puede ser importante que digas: «no has hecho nada para hacerme
sentir así».

6. Inadaptación: Esto ocurre particularmente con los hijos. Cuando mamá o papá están
más enfocados internamente en sí mismos que externamente enfocados en sus hijos,
estos tienen que ajustarse a este cambio de cultura. Será la vida «normal» que
conozcan y a partir de la cual formen sus instintos relacionales. Los cónyuges también
se ajustan mientras acomodan sus expectativas sociales y del hogar a las posibilidades
permitidas y el ambiente creado por las emociones de su cónyuge. La mejor manera
de tener en cuenta este factor es que te involucres plenamente con la búsqueda de
emociones saludables y demuestres que estás consciente cuando tu estado de ánimo
está afectando a otros de una manera malsana.

7. Inversión de roles: Cuando la depresión-ansiedad domina tu vida, los hijos pueden


convertirse en cuidadores o en el sustento emocional, los cónyuges pueden convertirse
en padres y las amistades pueden convertirse en relaciones de una sola vía. Estas cosas
invierten lo que es saludable en cada una de estas relaciones. Resístete a esto
intensamente, especialmente con tus hijos. Los menores deben tener permiso de ser
niños sin que les pidamos que lleven la carga emocional de sus padres. Con tu cónyuge
o amigos, reconoce abiertamente si hay algún cambio en los roles, ya que esto puede
ser útil, pero también mantenlos informados de los pasos que estás dando para hacer
que este arreglo sea solo a corto plazo. El permitir que esta inversión en los roles se
convierta en algo a largo plazo es lo que se toma en cuenta como las «reglas especiales»
descritas en el primer punto de esta lista.

8. Inestabilidad: Cuando tus emociones cambian los planes de los demás, introduces
inestabilidad en sus vidas. Ellos se vuelven menos capaces de prepararse para eventos
futuros e implementar patrones confiables para manejar las tareas básicas de la vida y
sus intereses. Más allá de la sensibilidad hacia otros, lo que haces es comenzar a
enseñarles que tus emociones son la prioridad principal y el árbitro final de los horarios
y las decisiones. Cumplir con los compromisos no sirve solamente para prevenir la
pasividad que facilita la depresión-ansiedad, sino que también sirve para amar bien a
otros al limitar la inestabilidad en sus vidas.

9. Medicaciones: El Apéndice A trata sobre cómo tomar decisiones sabias sobre el uso de
medicación. Pero, como probablemente ya lo sepas, encontrar la medicación
«correcta» para la depresión-ansiedad de una persona en particular puede ser difícil.
En este esfuerzo, la forma en que familiares y amigos ven la medicación y los médicos
42
puede ser afectada. Algunos pueden demostrar cinismo cuando los resultados no son
tan inmediatos. Otros podrían confiarse demasiado del rol de los médicos o la medicina
para tener emociones saludables. El siguiente recurso (en inglés)
www.bradhambrick.com/mentalillness tiene el propósito de equilibrar estas
expectativas.

10. Luto y pérdida: Las personas que te aman experimentarán dolor al ver tu lucha. Esto es
correcto y es bueno (Romanos 12:15). Puede que te sientas incómodo o culpable
cuando tus emociones tienen este tipo de influencia en los demás. Pero cuando ves
esta influencia, simplemente puedes decir: «Gracias… Gracias porque te importo hasta
el punto en que lo que ocurre en mi vida te impacta. Quiero que sepas que mis
emociones no son tu responsabilidad, pero me consuela saber que no estoy solo en
esta experiencia». Afirma su carácter mientras los dejas libres de su sentido de
responsabilidad.

11. Vergüenza: Lamentablemente, todavía existe un estigma social asociado con la


depresión-ansiedad. Puede hacer que el conocimiento de la otra persona sobre lo que
estás experimentando se sienta como un secreto. Los secretos crean una sensación de
separación y, con esa separación, vergüenza. Afrontamos una batalla cultural para
entender mejor la depresión-ansiedad colectivamente, de modo que este estigma
pueda ser removido. La remoción de todo estigma ocurre cuando personas valientes
hablan abiertamente de su experiencia y la usan para educar a otros. El propósito de
este manual es ayudarte y, por consiguiente, fortalecer a toda la iglesia en este
proceso.

12. Crisis espiritual: La depresión-ansiedad genera muchas preguntas acerca de Dios, en ti


y en quienes te aman. Exploraremos estas preguntas con mayor detalle en los capítulos
cuatro al seis. Comparte lo que aprendas con las personas que te aman. Esto te ayudará
a reforzar lo que estás aprendiendo y les ayudará a ellos a procesar las preguntas
correspondientes que también están haciendo.

Lee 1 Samuel 1:3-8. Puede que sea fácil concluir en esta sección que la familia y los amigos
son espectadores inocentes que resultan afectados por nuestras emociones. Ese no es
siempre el caso. Con frecuencia, nuestra «red de apoyo» puede ser todo menos útil. Mira el
ejemplo de Elcana (v. 8). Su «apoyo» reveló que él claramente no entendía, el dolor de Ana
lo ponía incómodo y quería que ella se sintiera mejor. Pero Dios tendría que consolar a Ana,
a pesar de y no a través de las palabras de su esposo. Parte del consuelo que recibimos de la
Escritura está en los ejemplos de cómo Dios ha sido fiel, aun cuando las personas eran torpes
en su trato mutuo.

Lee Gálatas 6:1-5. Fíjate en las diferentes maneras en que Dios describe cómo deberían
funcionar las relaciones cuando una persona necesita que otro lleve sus cargas. En primer

43
lugar, nota que deberías acudir a quienes son más maduros en su fe (v. 1a). En segundo lugar,
fíjate en que la instrucción para estos individuos es que conozcan sus propios límites (v. 1b).
En tercer lugar, nota cómo les provees una oportunidad para cumplir la ley de Cristo (v. 2).
En cuarto lugar, nota que aun quienes son espiritualmente maduros son proclives a las
mismas luchas (v. 3). Finalmente, fíjate que, aunque esta persona venga a caminar a tu lado
para animarte, cada uno de ustedes mantiene la responsabilidad por sus propias vidas y
luchas (v. 5).

Conclusión

¿Estás comenzando a comprender mejor tu experiencia de depresión-ansiedad? Aun si es un


poquito intimidante, esa es una razón para que te sientas animado. Entender más y
compartir con personas saludables, es un progreso importante. Puede que provea o no el
nivel de alivio que deseas, pero ya implica progreso, como cuando los niños aprenden las
letras como el primer paso para aprender a leer.

Las cosas más importantes que puedes hacer en esta etapa de la travesía son perseverar e
involucrar a personas saludables. Renunciar y aislarte son los principales peligros que debes
evitar. En los pasos cuatro al seis, empezarás a tomar el conocimiento que has recolectado
en las primeras etapas de esta travesía y los aplicarás al aspecto cognitivo-narrativo de tu
lucha con la depresión-ansiedad. Luego, en los pasos siete y ocho, verás los cambios
conductuales-logísticos que puedes hacer para ayudar a aliviar tu sufrimiento.

Usa las preguntas a continuación, las cuales te ayudarán a asimilar lo que has aprendido
sobre tu experiencia y sobre ti mismo en este capítulo, al conversarlo con miembros de tu
red de apoyo.

44
Conversaciones de ánimo para ENTENDER el impacto de tu sufrimiento

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.

• ¿Cuáles son los principales factores que han contribuido a tu experiencia de


depresión-ansiedad?
• ¿De qué manera tu estilo de vida ha comenzado a hacer que sea más fácil
permanecer en un estado de ánimo de depresión-ansiedad?
• ¿Qué impacto tiene tu depresión-ansiedad sobre tu familia y amigos? ¿Cómo
puedes compensar este impacto?
• ¿Qué tan bien te estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones del capítulo
uno?

Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.

• ______________________________________________________________
• ______________________________________________________________

45
Capítulo 4
«Puedo sentir que mi depresión-ansiedad se convierte
en mi identidad»
CONOCE LA HISTORIA DE TU SUFRIMIENTO, la cual da sentido a tu experiencia
«Basado en mi depresión-ansiedad, formé creencias [describe qué] acerca de mí mismo, de
mi vida y de Dios. Viví de esas creencias [describe cómo] porque eran todo lo que conocía y
porque “se ajustaban” a mí. Esas creencias se volvieron los temas que guiaron la historia de
mi vida. Me asusta poner en palabras esas creencias [describe por qué]. Rechazo esa falsa
narrativa de mi vida y me comprometo a aprender cómo mi vida se ajusta a la gran historia
de redención de Dios».

Memoriza: Salmo 88:13-18 (LBLA) «Mas yo, a ti pido auxilio, Señor, y mi oración llega ante ti
por la mañana. ¿Por qué, Señor, ¿rechazas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro? He
estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; sufro tus terrores, estoy abatido. Sobre
mí ha pasado tu ardiente ira; tus terrores me han destruido. Me han rodeado como
aguas todo el día; a una me han cercado. Has alejado de mí al compañero y al amigo;
mis amistades son las tinieblas.» Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos
clave:

• Salmo 88 – Éste es el más oscuro de todos los salmos. Dios sabía que necesitaríamos
palabras como éstas y nos las da.

• «A ti pido auxilio» – No fue por falta de oración o de fe que el salmista estaba


experimentando una profunda desesperación.

• «Desde mi juventud» – Ya sea que esto fuera exacto o no, esta sensación de
abandono era fuerte.

• «Rodeado como aguas todo el día» - Esta persona sintió que se ahogaba en sus
emociones, las cuales estaban empeorando.

• «Mis amistades son las tinieblas» - Había una sensación inminente de que nadie
entendía ni podía entender.
Notas de enseñanza

«Desde una perspectiva teológica, lo más peligroso de la enfermedad mental es que puede
encerrarnos en nosotros mismos, convenciéndonos de que realmente estamos solos,
completamente solos, aislados en nuestra angustia (p. 116)... Aunque en última instancia,
creo que la desesperación de la enfermedad mental en sí misma no tiene sentido… La
enfermedad mental es la falta de sentido, así como el mal es la falta o privación del bien (p.
46
110-111)». Kathryn Greene McCreight en Darkness Is My Only Companion (traducido como
«La oscuridad es mi única compañía»)
«Para comenzar el proceso de aprender a ser una persona más feliz, debemos ver el engaño
de nuestra historia interna y reemplazarla con la verdad (p. 32)… Es interesante cómo
nuestras creencias internas dan forma a lo que “vemos” y no “vemos” (p. 100)». Leslie
Vernick en Lord, I Just Want to Be Happy (traducido como «Señor, yo solo quiero ser feliz»)
«La creación de significado está en el corazón de la experiencia humana… La teoría narrativa
asume que las personas dan sentido a sus vidas a través de historias; en otras palabras,
creamos vínculos narrativos entre eventos en nuestras vidas (los narramos) para darles
sentido… Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de nuestras experiencias de vida se
narran. La mayoría se pierden o se oscurecen por las historias más dominantes de nuestras
vidas... La ansiedad improductiva se genera cuando el significado que le damos a los eventos
de nuestras vidas crea una sensación de amenaza inherente a nuestro futuro... Por otro lado,
historias no amenazantes se han oscurecido por la historia de ansiedad... Las personas que
luchan con varios tipos de ansiedad perturbadora tienden a dar sentido a lo largo de la
historia que predice más problemas, una pérdida de control o un riesgo grave (p. 49-50)».
Robert Albers, William Meller y Steven Thurber en Ministry with Persons with Mental Illness
and Their Families (traducido como «Ministrando a personas con enfermedades mentales y
a sus familias»)
«Si me imagino lo peor, estaré más preparado para ello. La preocupación busca el control...
Yendo un paso más allá para rastrear este mensaje hasta sus orígenes, hay toda una visión
del mundo implícita en alguna preocupación. Grita acerca de una soledad suprema. No hay
nadie que realmente pueda ayudar. Nadie puede rescatar. Nadie realmente está cuidando
de ti. Eres un huérfano en un universo caótico que opera según el azar. ¿Quién no se
preocuparía ante tal visión de la realidad (p. 53)?... Cuando no conocemos al verdadero Dios,
asumimos que es como nosotros, lo cual es un pensamiento aterrador (p. 103)». Ed Welch
en Running Scared (traducido como «Corriendo asustado»)
«Una de las tendencias más comunes de las personas con depresión es centrarse en los
sentimientos y basar las creencias y las conclusiones en estos sentimientos... Deberíamos
animar a la persona deprimida a alejarse del ámbito de lo subjetivo y, en cambio, asumir las
verdades objetivas del cristianismo, cosas que son verdaderas independientemente de

47
nuestros sentimientos: la justificación, la adopción, la expiación, los atributos de Dios y el
cielo, por ejemplo (p. 97)». David Murray en Los cristianos también se deprimen.

Aplicación personal

Éste puede ser el paso más oscuro en tu travesía. Será donde tus miedos encuentren
palabras y pasen de ser un eco inquietante en tus emociones a declaraciones abiertas que
se sienten más verdaderas de lo que son. Se te pedirá que cuestiones lo que es real para que
puedas abrazar lo que es verdadero y encontrar la libertad que esto te brinda.
Imagina a la niña que tiene miedo de aprender a nadar. Cada vez que la llevan cerca del agua,
agarra el cuello de sus padres con todas sus fuerzas. Su miedo es real. Es necesario no dar
por hecho que su motivo es «hacer drama» o que está fingiendo para llamar la atención.
Pero su miedo no es correcto. La emoción se basa en una historia falsa de ahogamiento.
Creer esta historia la encierra en el miedo y le impide conocer el placer de nadar.
Queremos que puedas leer este capítulo con el tono de un padre compasivo que ayuda a
esta niña a superar su miedo de aprender a nadar. Queremos honrar tus emociones de
ansiedad-depresión sin afirmar las narrativas destructivas y falsas que las sustentan.
Este proceso no eliminará el guion de los hechos que detallaste en el capítulo dos o el
impacto que descubriste en el capítulo tres. La niña podría hacer muchas declaraciones
fácticas que aparentemente afirman su historia falsa: «No sé nadar. Quieres que me meta
en aguas más profundas que mi estatura. Las personas que no saben nadar se ahogan en el
agua que sobrepasa sus cabezas».
Estos hechos son equivocados en varios aspectos: el carácter del padre, la presencia del
padre, la capacidad de la niña para aprender, el nivel de peligro de la piscina y lo divertido
que será nadar. Pero todos podemos simpatizar con la facilidad con la que la realidad de
nuestras emociones interfiere con este tipo de verdades sobre Dios, nosotros mismos y
nuestras circunstancias.
Para ayudarte a completar este paso, dividiremos este capítulo en dos partes:

48
1. ¿Qué dice mi depresión-ansiedad? 10 ideas potenciales
2. El trayecto desde los hechos hasta los conceptos y la historia

En la primera sección, veremos ideas comunes que surgen para dar sentido a tu experiencia
de depresión-ansiedad. Estas ideas pueden aplicarse a ti, a Dios o a tus circunstancias. Antes
de explorar estos temas, trata de poner en palabras los conceptos erróneos o las
exageraciones que tiendes a creer acerca de cada uno.

• Tú: ________________________________________________________________

• Dios: _______________________________________________________________

• Circunstancias: _______________________________________________________

¿Qué dice mi depresión-ansiedad?

Esta pregunta incómoda te obliga a examinar el mensaje que estás abrazando en medio de
tu experiencia emocional. Mientras lees la lista a continuación, trata de identificar qué
mensajes captan mejor tu experiencia. No te sientas obligado a pensar que tus emociones
están diciendo todas estas cosas.
Al final de cada idea se proporcionará un pasaje de la Escritura con una guía devocional. Estos
no están destinados a ser la respuesta que borra tu experiencia de depresión-ansiedad o que
lleva la historia del sufrimiento a la remisión. Están destinados a ofrecer esperanza y evitar
que este capítulo parezca tan oscuro como lo sería de otra manera.
Nueve de las diez ideas/declaraciones están tomados del artículo de Ed Welch «Words of
Hope for Those Who Struggle with Depression (traducido como «Palabras de esperanza para
aquellos que luchan contra la depresión») en The Journal of Biblical Counseling; Invierno de
2000, p. 43-44; texto en negrita solamente. Mientras lees esta sección, simplemente hazte
la pregunta: ¿cuál de estos se parece a mí?»
49
1. «Soy culpable o estoy avergonzado». El tema de la culpa vería la depresión-ansiedad
como pecado y diría: «esto es mi culpa». Mientras que el tema de la vergüenza vería
la depresión-ansiedad como sufrimiento y diría: «Algo anda mal conmigo». De
cualquier manera, las emociones de depresión-ansiedad se convertirían en la
instancia que otorga definiciones en tu sentido de identidad.
Debido a estas emociones, la parte tentadora de la culpa es la que proporciona una fachada
de control emocional inmediato. Si esto fuera cierto, entonces el arrepentimiento
proporcionaría alivio. Sería un intercambio genial poder asumir tus emociones y a cambio
ser liberado. Pero incluso cuando la depresión-ansiedad revela el pecado, las emociones
mismas no son pecaminosas; sólo los valores y el estilo de vida que las producen. Así que
esta mentalidad de «trátalo con Dios» no es la respuesta.

Debido a estas emociones, la parte tentadora de la vergüenza es la que te dice que puedes
dejar de buscar una explicación. A menudo, la vergüenza es el resultado del agotamiento. No
puedes pensar en otra cosa que hacer y si supieras qué hacer ya no tienes la energía para
hacerlo, así que te das por vencido y aceptas la vergüenza como una forma de descanso
doloroso. Pero el resultado es la pasividad y el aislamiento; ambos sólo avivaron el fuego de
la ansiedad-depresión.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «soy culpable o estoy avergonzado»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee Ezequiel 36:25-31. Nota que cuando Dios promete lavar a su pueblo, dice que los lavará
de su idolatría e inmundicia. Esto elimina tanto la culpa como la vergüenza. La idolatría crea
culpa porque depende de algo que no es Dios para las cosas que sólo Dios puede hacer. La
inmundicia es diferente. Según la ley del Antiguo Testamento, tu podías volverte inmundo al
tener una enfermedad de la piel, tocar o comer el animal equivocado o violar alguna otra ley
ceremonial. Éstos no estaban «mal» (muchos no eran saludables y había que desanimarlos),
pero se convirtieron en fuentes de vergüenza. Dios ofrece una limpieza total tanto de la culpa
como de la vergüenza. Fíjate hasta dónde va Dios para asegurarle a Su pueblo que los
restaurará a una relación plena y correcta con Él.
2. «Tengo miedo». El miedo es inicialmente vigorizante y luego agotador; te dispara,
luego te bloquea. Esto ayuda a explicar por qué la depresión y la ansiedad están casi
inevitablemente correlacionadas. Según lo que ocurra primero, es física y
emocionalmente probable que lo otro lo va a seguir. Si primero estás ansioso, no
podrás mantener este estado emocionalmente elevado y colapsarás físicamente
50
hacia la depresión. Si primero estás deprimido, descuidarás ciertas cosas y
ocasionalmente serás sacudido por la acción del miedo debido a la crisis de las
cosas que se deben hacer.
Comprender esta dinámica aún pasa por alto la pregunta: ¿de qué tienes miedo? ¿Es una
amenaza física a la seguridad, una amenaza emocional a la seguridad, una amenaza
hipotética de lo desconocido o una amenaza percibida de lo imaginado? Cada una de estas
preguntas requiere una respuesta diferente para confrontar o eliminar la historia. Expresar
aquello que temes te permite identificar los aspectos del carácter de Dios en los que
necesitas confiar más o las áreas de la guía de Dios que necesitas seguir.
Imagina la música aterradora que suena como fondo de una escena de una película de
miedo; la música que suena cuando se acerca un tiburón en la película Tiburón o cuando un
asesino con un hacha acecha a alguien en una película de terror. Permitir que el tema del
peligro domine tu vida es como tocar constantemente música aterradora en tu día a día.
Incluso una película de comedia o romance sería inquietante con esa música. No podrías
disfrutarlo, incluso si el contenido fuera divertido o conmovedor. Lo mismo ocurre con los
acontecimientos agradables de la vida que se sitúan en un contexto de peligro.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «estoy en peligro»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee Salmos 91. Nota que el salmista no descarta los peligros que lo rodean. No es como si
estos elementos de la historia desaparecieran. Todavía hay lazos del cazador (v. 3),
pestilencia mortal (v. 3), terror de la noche (v. 5), destrucción en medio del día (v. 6), gente
que perece (v. 7), gente impía en el mundo (v. 8) y los peligros naturales (v. 13). La fe no
requiere que el salmista esté ciego a estas realidades. En cambio, al leer el salmo,
simplemente notarás que la presencia y el cuidado de Dios se han convertido en temas más
importantes en tu historia que estos peligros.
3. «Necesito algo». A menudo, la depresión no se trata de lo que tienes (es decir, sientes
miedo o terror) sino de lo que te falta (es decir, sientes soledad o vacío). La bendición
de vivir en un país del primer mundo es que se tiene la oportunidad (es decir, libertad,
tiempo y recursos) para buscar la realización. El peligro es que cuando se hace, se es
o se tiene algo, nada se siente como «suficiente». Las infinitas posibilidades hacen
que la realidad parezca menos de lo que es.

51
En una «tierra de oportunidades», el contentamiento comienza a parecerse al conformismo;
ser dominado por el anhelo se convierte en una virtud. Ya sea que el subtema sea el romance
o el logro, un sentido de necesidad te ciega a la bondad de Dios en este momento, debido a
las diferentes maneras en que Dios ha sido bueno con los demás. A menudo eres como un
niño que no puede disfrutar de su juguete de la cajita feliz porque su hermano tiene uno
diferente y (como te cuentas la historia a ti mismo) «diferente» significa «más increíble que
el tuyo».
¿Qué es lo que crees que necesitas para estar en paz o tener esperanza? La redacción de
esta pregunta no pretende provocar culpa sino ralentizar tu lógica emocional que tiende a
validarse muy rápidamente. Mientras haces esta lista, busca ejemplos de personas que vivan
vidas plenas en circunstancias comparables a las tuyas. Permite que esto reformule tu
búsqueda de las bendiciones que deseas.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Me falta algo esencial o necesario»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee 1 Corintios 12:4-26. No apliques lo que se va a decir sobre este texto a situaciones
peligrosas. Pero nota que Dios bendice intencionalmente a Su pueblo de manera diferente.
Una implicación de este pasaje es que Dios da muchas cosas que necesitas a otras personas
para obligarte a vivir en comunidad y superar el pensamiento de que debes poseer todo lo
que te hace sentir seguro, querido y realizado. Parte de vivir en paz en la historia de Dios es
darse cuenta de que la relación que facilita esto es mejor que el aislamiento que produciría
la autonomía.
4. «Debo evitar algo». Del otro lado de la necesidad está la evasión; esto es lo opuesto
al tema anterior. Puedes anhelar la aceptación o vivir para evitar el rechazo; anhelar
el éxito o vivir para evitar el fracaso. A menudo, estas dualidades existen dentro de la
misma persona. Pero cualquiera de los dos temas, anhelar o evadir, son igualmente
efectivos para producir una vida marcada por la depresión y la ansiedad.

52
Cuando vives para evitar algo, sólo puedes conocer el fracaso o el suspenso, pero nunca el
éxito o el descanso. No se podría escribir una mejor receta para la ansiedad-depresión.
Cuando tu objetivo es evitar algo, sólo tienes una medida para el fracaso; el éxito es vago-
indefinido-idealista. Tus mejores momentos están contaminados a medida que te preparas
contra la posibilidad de tus peores momentos.
El resultado de este tema es que toda la vida se vuelve peligrosa. Vives adivinando dónde y
cuándo aparecerá tu peligro temido; como una versión no divertida del juego de arcade
Whack-a-Mole (ese donde tienes que pegarle con un mazo a un topo que sale de un agujero).
Hipervigilancia es el nombre de este estilo de pensamiento. «Vigilante» significa estar atento
o alerta. «Hiper» significa que esta tendencia se ha intensificado. Este patrón de
pensamiento es una forma en que refuerzas la narrativa de que tu vida no es segura.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Tengo que evitar algo»?

_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee Salmos 23. Este salmo puede ser tan familiar que te pierdes la historia que contiene.
Dios, como Buen Pastor, está caminando con el autor a través de muchas cosas que él
preferiría evitar. Los pastos verdes y las aguas tranquilas pueden parecer agradables, pero
son lugares expuestos donde los depredadores estarían al acecho (v. 2). El valle de sombra
de muerte es un lugar obvio que quisieras evitar (v. 4). Estar en presencia de enemigos
también es algo que tiendes a evitar (v. 6). Nota cómo Dios vuelve a contar en este salmo la
historia de estas experiencias con Su presencia.
5. «Perdí algo». Ésta es una tercera faceta del anhelo doloroso. Hemos discutido anhelar
y evitar; ahora veremos cómo tanto el duelo como el arrepentimiento crean una
historia hospitalaria para la ansiedad y la depresión. En esta situación, has tenido lo
que deseas, pero ahora se ha ido. Ya sea que creas que eres responsable de la pérdida
(arrepentimiento) o no (duelo), el resultado final es que crees que tu pasado es mejor
que tu futuro.
En esta historia, lo que tenías es «la buena vida». «Bueno» se ha congelado en el tiempo. La
nostalgia se ha convertido en la mentira para soñar con un futuro satisfactorio. El resultado
es que cada bendición del momento se mide emocionalmente como «menos que» lo que se
perdió.
A menudo, esto puede ocurrir después de una temporada de vida muy satisfactoria; los
padres que disfrutan cuando los «niños eran pequeños», el atleta que extraña sus «días de
juego» o extrañar un círculo de amigos cuando la próxima temporada de la vida cambia las

53
relaciones de una persona. La vida está llena de estas transiciones, incluso sin las
contribuciones de la muerte o el pecado.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Estoy en duelo por la ausencia de
alguien o de algo»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee Filipenses 1:7-8. Nota que Pablo anhelaba profundamente a sus amigos (v. 8). Si bien
estaba feliz por ellos (v. 3-4), esto tuvo que crear una sensación de estrés y tristeza (2
Corintios 11:28). Fíjate en lo que dice Pablo acerca de estas emociones: «Es justo que yo
sienta esto (v. 7 LBLA)». Pablo pudo extrañar a sus amigos y la temporada de la vida que
compartieron juntos sin dar paso a una depresión-ansiedad persistente porque esta
experiencia de anhelo estaba dentro de la gran narrativa redentora del evangelio (Filipenses
4:10-13).
6. «Estoy enojado». La injusticia legitima o la injusticia percibida a menudo alimentan la
ansiedad y la depresión. La ira dice dos cosas: «Esto está mal y es importante». Una
respuesta saludable a estas situaciones es evaluar si la injusticia es real y, de ser así,
permitir que la energía de la ira te motive hacia una solución saludable. Sin embargo,
por varias razones, te vuelves pasivo frente a la injusticia y la energía de la ira te hace
dar vueltas (ansiedad) o implosionar (depresión).
En cualquier caso, la historia de este tipo de depresión-ansiedad se convierte en: «Soy
impotente ante algo que está mal y es importante». La ira pasiva crea un agujero negro
emocional; hay una gran cantidad de energía emocional que está siendo absorbida hacia la
nada. En lugar de alimentar la acción, la ira comienza a alimentar la desesperanza.
Muchas veces los cristianos quedan atrapados en este patrón porque creen que la ira es
intrínsecamente mala. Las víctimas de abuso o negligencia a menudo quedan atrapadas en
este patrón porque han sido condicionadas a creer que la injusticia siempre gana y/o
intimidadas para que no tomen las medidas adecuadas. De cualquier manera, hablar con
alguien en quien confíes es un paso importante para dejar ir esta ira pasiva y tóxica.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Me han agraviado y no puedo
encontrar justicia»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

54
Lee Santiago 5:1-6. Esto puede parecer un pasaje extraño; probablemente hayas verificado
dos veces la referencia. Date cuenta de que los ofensores a los que Santiago se refería no
eran parte de la iglesia. Santiago estaba escribiendo a los oprimidos, refugiados cristianos
desplazados por la persecución en Jerusalén (Santiago 1:1) que buscaban empleo en este
sistema. Santiago los estaba pastoreando sobre cómo estar enojados de una manera
saludable para que no se desesperaran. Considera cuánto de la Biblia está escrito para el
pueblo de Dios que sufre persecución. Dios sabe que debes poner estas experiencias en
palabras e incorporarlas a una narrativa redentora o el resultado será una confusión
emocional.
7. «¡Ay de mí!». Sentirse abandonado es diferente a la ira pasiva. Ésta es la historia de
sufrimiento de la autocompasión. En esta historia, tu dificultad se convierte en la gran
narrativa. Es difícil liberarte de esta narrativa el tiempo suficiente para escuchar la
historia de otra persona sin querer que tu dificultad se convierta también en el centro
de sus vidas.
«Satanás explota el dolor al convertirlo en el foco central de los pensamientos y actitudes
del hombre (o de la mujer)», Erwin W. Lutzer en Cuando le han ofendido.

Esta puede ser «la historia» en la que a Satanás le encantaría ver recaer toda la depresión-
ansiedad. En esta historia no sólo eres miserable; comienzas a creer que eres rechazado por
tu única fuente de esperanza: Dios mismo. Tus instintos emocionales se distorsionan tanto
que el norte literalmente se siente como el sur. Tus emociones son tan fuertes y ruidosas en
tu mente que se vuelve cada vez más difícil dudar de ellas, incluso cuando son claramente
inexactas.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Dios y cualquier otra persona a quien
le importo me han abandonado»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

55
Lee Salmos 13. Fíjate en las líneas de la historia que compiten en este salmo: sentirse
abandonado (v. 1-4) y conocer el amor de Dios (v. 5-6). Ambos temas existían en la misma
persona. Ambos temas son tan comunes a la experiencia humana que Dios los incluyó en el
himnario de Israel. A menudo es la condenación que sientes por el primer tema lo que hace
que te rehúses a aceptar el segundo. Usa este salmo como modelo de una oración honesta
acerca de cómo te sientes y con tal esperanza que no le des a tus sentimientos la última
palabra.
8. «No tengo esperanza». En este punto, la vida se está convirtiendo en una no historia.
Estás existiendo entre un evento y otro, pero cualquier sentido de significado de la
vida se ha desvanecido. Es probable que el entumecimiento haya reemplazado a la
ansiedad-depresión como la descripción principal de tu experiencia. En esta historia,
las personas pueden casi anhelar volver a sentirse deprimidas-ansiosas porque sería
una señal de vida. Es en este tipo de relatos en los que los pensamientos suicidas
pueden empezar a cobrar sentido de forma ilógica.
A menudo, es la incapacidad de expresar los temas anteriores de la historia la que hace que
las personas lleguen a este octavo tema de la desesperanza. Si estás en esta historia, con
suerte ahora puedes comenzar a decir: «Comprendo mejor mis emociones e incluso, si
todavía son dolorosas, esta comprensión me da esperanza».
Si te encuentras en esta historia, es vital que hables con alguien. Esta historia tiene mucho
más sentido cuando estás solo con ella. Al igual que los argumentos de enojo que tienes en
tu cabeza a menudo se desmoronan cuando tratas de hablarlos con otra persona, el
pensamiento desesperanzado es menos convincente cuando compartes esos pensamientos
con alguien a quien le importas.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «No tengo esperanza»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

56
Lee 1 Reyes 19:1-8. Nota que incluso el gran profeta Elías llegó al punto de perder la
esperanza de vivir (v. 4). Lo mismo pasó con el apóstol Pablo y sus compañeros misioneros
(2 Corintios 1:8-9). La historia de desesperanza es muy tentadora y contagiosa en tiempos
difíciles, incluso para aquellos que consideras «héroes de la fe». Nota cómo Dios responde a
Elías. Él le da el descanso que era necesario porque, sin ese respiro, la siguiente etapa en el
viaje sería demasiado para él (v. 7). Permite que este lado compasivo del carácter de Dios te
dé la libertad de ser honesto acerca de tus pensamientos con Él y con amigos de confianza.
9. «Necesito encajar en el estereotipo de encontrar una solución rápida». Puede
parecer extraño pensar que buscar soluciones rápidas sea una historia, pero pueden
ser la versión terapéutica-emocional de los esquemas financieros para hacerse rico
rápidamente. La historia da como resultado una rápida sucesión de fracasos a medida
que intentas una solución tras otra, pero tus emociones no cambian... al menos no
por mucho tiempo.
En primer lugar, los enfoques legítimos para superar la depresión-ansiedad pueden sufrir un
cortocircuito y desmentirse debido a la mentalidad a corto plazo que promueve esta historia.
En esta historia eres propenso a querer que tus emociones respondan inmediatamente;
como la persona que está decepcionada de no haber perdido peso después de su primer día
en el gimnasio.
En segundo lugar, comienzas a implementar remedios cuestionables o lees libros de estilo
Arregla tus emociones en una semana. Cuanto más exploras estas opciones, más parece que
el trabajo de higiene emocional es «hacer un esfuerzo adicional» en lugar de lo básico de la
vida. Cualquier cosa que desaliente la perseverancia en tu batalla contra la depresión-
ansiedad debe ser vigilado muy de cerca.
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Debe haber una solución rápida»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee Isaías 40:27-31. Nota que son aquellos que «esperan en el Señor» quienes «renovarán
sus fuerzas» (v. 31). Dios no se cansa (v. 28), pero tú sí lo haces incluso en tu mejor momento
(v. 30). Esto no es permiso para ser pasivo en el proceso de cambio, pero si estás en el
capítulo cuatro de este material, tu pasividad es una preocupación mínima. Más bien, es un
pasaje que maneja tus expectativas sobre la duración o el tiempo que requiere el cambio.
Cuando cambias de manera saludable, completa y dependiente de Dios, generalmente
puedes esperar que el cambio brinde resultados duraderos y para siempre (v. 31).

57
10. «Sé que mi Redentor está conmigo, y humildemente esperaré su liberación». Esta
lista estaría lamentablemente incompleta sin esta historia. Hay muchas personas que
luchan contra la depresión-ansiedad con mucha fe y fidelidad durante años. Sufren
por razones fuera de su control, manejan bien las cosas bajo su control y mantienen
una relación saludable con Dios en el proceso.
Sin duda, desearían poder pasar al «próximo capítulo de su vida» sin depresión-ansiedad y
probablemente oran repetidamente para aliviar su sufrimiento. Su fe está marcada por su
lucha como el casco de un jugador de fútbol americano está marcado por la batalla de un
partido, y eso es lo que lo hace precioso. Un casco que nunca ha sido usado en un campo de
juego por un jugador real puede estar en mejores condiciones, pero es menos valioso que
uno que sí ha sido usado.
Esto no pretende glorificar la experiencia de depresión-ansiedad. Nadie que haya
experimentado estas emociones en su forma crónica diría eso. Pero queremos que veas que
la fidelidad en medio de la experiencia de depresión-ansiedad es tanto posible (es decir, la
fe y la depresión-ansiedad no son antónimos) como altamente valorada (es decir, preciosa
para Dios y un testimonio necesario en la iglesia).
¿Cómo o cuándo tu depresión-ansiedad te ha dicho: «Confío en Dios, pero esto es difícil»?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lee 2 Corintios 12:1-10. Vemos que Pablo tenía una aflicción que era tan molesta que le rogó
a Dios muchas veces que se la quitara (v. 8; «tres veces» probablemente signifique tres
temporadas de ferviente petición, no simplemente tres peticiones individuales). En el caso
de Pablo, se le dio para mantenerlo humilde (v. 7), pero esto no tiene por qué ser así en
todos los casos de sufrimiento persistente. Sin embargo, la oportunidad de mostrar la gracia
de Dios como suficiente en la debilidad (v. 9) es algo que es posible en cada caso de
sufrimiento. Tu objetivo debe ser usar tus momentos de debilidad para descubrir nuevas
formas de descansar en la fuerza de Dios (v. 10). Esto debería eliminar la vergüenza que a
menudo sientes por estas emociones y reemplazarla con un sentido de honrar a Dios (1
Corintios 12:22-26).
Estos no son las únicas diez ideas destructivas del sufrimiento que pueden usarse para dar
sentido a tus emociones. Más bien, son representativas de los tipos de pensamiento que
toma el dolor de la depresión-ansiedad y hace del sufrimiento el tema principal de tu historia
de vida.
Más que esto, se espera que esta sección te brinde un patrón (1) para expresar los mensajes
destructivos de tu sufrimiento, (2) para reconocer honestamente el dolor y (3) para
58
confrontarlo con las Escrituras incluso antes de que veas (4) cómo son reemplazados por el
evangelio (capítulo seis).
Expresa: ¿Qué otros temas destructivos usas para dar sentido a tu depresión-ansiedad?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Reconoce: ¿Cómo contribuyen o intensifican estos mensajes el dolor que sientes?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Confronta: ¿Cómo confrontan las Escrituras las creencias centrales o la perspectiva de tu
historia de sufrimiento? ¿Qué pasajes?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Reemplaza: Conocer la verdad es diferente a que esa verdad se convierta en el tema
dominante de tu vida. Es posible que te sientas desanimado porque has leído las
contrapartidas de tu historia de sufrimiento, que aún no parecen ayudarte a superar la
depresión-ansiedad que sientes. Comienza haciendo una simple y honesta oración a Dios
acerca de dónde te encuentras ahora. Usa como guía la oración simple y desesperada del
padre que temía por la vida de su hijo: «Creo; ayúdame en mi incredulidad» (Marcos 9:24
NBLA).

59
El trayecto desde los hechos hasta los conceptos y la historia

¿Cómo desarrollamos una experiencia o un conjunto de experiencias en una historia? La


respuesta a esta pregunta será única para cada persona. Aunque todos podemos interpretar
experiencias vitales dolorosas con temas o combinaciones de temas similares, la forma en
que pasamos de los acontecimientos a la historia no es uniforme.
En lugar de proponer un modelo de desarrollo de la historia que busca captar el proceso de
pensamiento de cada persona, sería mejor proporcionar un recorrido guiado e inductivo de
cómo te has movido de la experiencia a la historia. Comienza reflexionando sobre lo que has
aprendido hasta este punto del proceso.

• ¿Cómo has empezado ya a dar sentido a tu vida con las 10 ideas anteriores o las que
has añadido a la lista?

• ¿Hacia cuáles de las ideas gravitas de forma más natural?

• ¿Esta gravitación es nueva (apenas comienza con tu experiencia de depresión-


ansiedad) o es una tendencia de hace ya tiempo?

• ¿Cómo han distorsionado estas ideas tu interpretación de los nuevos acontecimientos


de la vida que no están directamente relacionados con tu depresión-ansiedad?

• ¿Tu interpretación de los acontecimientos pasados no están directamente


relacionados con tu depresión-ansiedad?

• ¿Cómo han distorsionado estas ideas tu previsión de futuros acontecimientos?

• ¿Qué frases o pensamientos captan tu(s) idea(s) preferida(s)? ¿Con qué frecuencia
te las dices a ti mismo o a los demás?

• ¿En quién o en qué has confiado más y menos a medida que tu depresión-ansiedad
ha perdurado?
Reflexionar sobre estas preguntas, debería ayudarte a ver cómo pasas de los hechos a la
historia. Si no te gusta lo que descubres, no te alarmes. El hecho de que puedas ver los
conceptos destructivos como no buenos, significa que los conceptos destructivos no tienen
el lugar de dominio en tu corazón y mente.

60
Conversaciones de ánimo para la HISTORIA DE SUFRIMIENTO

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.

• ¿Cuál de las diez ideas capta mejor la manera en que le das sentido a tu depresión-
ansiedad?
• ¿Cómo y cuándo estas ideas se repiten o son más fuertes en tu forma de pensar?
• ¿Qué tan bien te estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones del capítulo
uno?

Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.

• _________________________________________________________________
• _________________________________________________________________

61
Capítulo 5
«Dios, ¿podemos descansar en este viaje?»
LAMENTA la maldad de lo que ocurrió y recibe el consuelo de Dios

«Estoy dispuesto a estar emocionalmente de acuerdo con Dios acerca de mi sufrimiento.


Puedo ver que Dios no sólo quiere que supere esto, sino que desea amarme a través de mi
dolor. [Describe la diferencia]
Aceptaré que los que lloran son bienaventurados porque serán consolados (Mateo 5:4)».

Memoriza: Isaías 14: 3-4 (LBLA) «Y el día en que el SEÑOR te dé descanso de tu dolor, de tu
desesperación y de la dura servidumbre a la que fuiste sometido, pronunciarás esta burla
contra el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo se ha acabado el opresor, y cómo ha cesado el
furor!». Al memorizar este pasaje reflexiona en estos puntos clave:

• «Te dé descanso» ̶ El descanso es un don que Dios quiere darte. Tomar tiempo
para llorar no es desperdiciar el tiempo de Dios.
• «De tu dolor... tu desesperación» ̶ Dios toma tiempo para enumerar los tipos de
desafíos que enfrentas; que se suman a tu necesidad de descanso.
• «A la que fuiste sometido» ̶ Dios está reconociendo que Su pueblo fue obligado
a pasar por este sufrimiento; ellos no lo eligieron.
• «Rey de Babilonia» ̶ A menudo es una prefigura del papel de Satanás en la vida
de los creyentes del Nuevo Testamento.
• «Se ha acabado el opresor» ̶ Habrá un momento en que llegues a decir esto
sobre la herramienta de Satanás de la depresión-ansiedad.

Notas de enseñanza

«Cada vez que una experiencia difícil tiene algo de duración en nuestras vidas, podemos,
gradualmente, obtener alguna identidad personal de ella (p. 261)». Ed Welch en Depression:
A Stubborn Darkness (traducido como «Depresión: una oscuridad obstinada»)

«La regla general es que los que más escuchan y menos hablan serán los más útiles para los
que sufren». David Murray en Los cristianos también se deprimen.

«Para mí, lo más útil que pudieron hacer fueron las comidas, el ofrecimiento de lavar una
carga de ropa sucia o llevarse a los niños para pasar una tarde con ellos. A pesar de que no
acepté estos ofrecimientos debido a un sentido de orgullo que la depresión puede
fomentar, saber que alguien se preocupó lo suficiente como para ofrecer ayuda de estas
maneras, fue una fuente de aliento (p. 34)». Kathryn Greene-McCreight en Darkness Is My
Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única compañía»)

62
«Los ministerios de recuperación no son adecuados para la mayoría de las personas con
enfermedades mentales. La idea de recuperación puede comunicar el mensaje de
queremos ayudarte a “superar” tu problema para que puedas ser un miembro normal y
plenamente funcional dentro la comunidad... Este enfoque es apropiado para cuestiones
que realmente van encaminadas a la recuperación, pero no es apropiado para la mayoría de
las enfermedades mentales (p. 117)». Amy Simpson en Troubled Minds (traducido como
«Mentes turbadas»)

«Satanás se siente atraído por los instintos de mirar hacia adentro, propios de la depresión.
Satanás puede usar los tiempos de depresión como una oportunidad para un asalto total a
nuestra fe y confianza en Dios. Él puede usar la “noche oscura del alma” para poner en duda
la bondad y el amor de Dios (p. 138)». Brian Borgman en Feelings and Faith (traducido como
«Sentimientos y fe»)

«Todos los que sufren se sienten tentados a creer que su sufrimiento es único. Esta mentira
hace inmediatamente que todos los consejos sean irrelevantes,
ya que nadie entiende y ningún consejo aplica a este sufrimiento en particular. El resultado
es que la soledad que ya se experimenta es ahora un hecho establecido, y ahora da más
permiso de caer en la desesperación (p. 69)». Ed Welch en Depression: A Stubborn Darkness
(traducido como «Depresión: una oscuridad obstinada»)

Aplicación personal

¿Qué se supone que hagas con las malas noticias? El paso cuatro revela una gran cantidad
de «malas noticias» ̶ narrativas que pones en tu experiencia de depresión-ansiedad que te
dejan sintiendo vergüenza o como si Dios estuviera ausente. ¿Qué se supone que hagas con
este tipo de malas noticias?

La respuesta más tentadora es tratar de mejorarla... llevarla hacia el lado positivo... rápido...
si puedes usar la Biblia, mucho mejor; de esa manera eres más propenso a creer lo que te
estás diciendo a ti mismo. Lo más probable es que hayas probado eso y tengas las cicatrices
que el cambio emocional apresurado produce.

Así que hagamos una mejor pregunta: ¿Cómo quiere Dios cuidarte a medida que entiendes
estas falsas narrativas? ¿Quiere Dios liberarte con la verdad (Juan 8:32)? Sí, pero también

63
quiere liberarte de una manera que sea tolerable y sostenible. Dios quiere que tu cambio
dure y que sea motivado por la gracia en lugar de ser motivado por la vergüenza o el miedo.

Eso significa que Dios quiere que te duelas por la presencia del sufrimiento en tu vida. Dios
no piensa que te estás quejando cuando reconoces que la depresión-ansiedad ha sido una
carga pesada. Dios quiere que conozcas Su cuidado durante tu sufrimiento para que
confíes en Su cuidado en medio de futuras bendiciones y dificultades.

El proceso de duelo es el enfoque de este capítulo. Queremos que te sientas libre de llorar
la presencia de depresión-ansiedad (estando de acuerdo con Dios acerca de las dificultades
del sufrimiento) en lugar de sentir vergüenza al respecto (escondiéndolo de Dios y de otros
para parecer fuerte). Lamentar tu sufrimiento te permite renunciar a fingir que eres fuerte
para que seas libre de confiar en la fuerza de Dios y en Su pueblo.

Examinaremos el tema del proceso del duelo en cuatro secciones:

1. ¿Qué es el proceso de duelo?


2. Diferenciar entre el proceso de duelo saludable y permanecer en el dolor sin intentar
cambiar la situación.
3. Cómo atravesar el duelo.
4. Eso no es útil: cosas que no se deben decir.

¿Qué es el proceso de duelo?


El duelo no relacionado con una muerte física puede ser difícil de identificar. Puede sentirse
como si te dijeran: se supone que debo sentirme triste (llorar) porque estoy triste
(deprimido). Sin embargo, la experiencia persistente de depresión-ansiedad,
especialmente cuando no es causada por acciones o valores sobre los cuales tú tienes
control, puede resultar en muchas pérdidas que deben ser lamentadas con el fin de
procesarlas de una manera saludable. Veremos cinco pérdidas potenciales.
1. Confianza en tus propias emociones: Cuando tus emociones han sido dominadas por
la depresión-ansiedad por un periodo prolongado de tiempo, las emociones pueden
parecer un enemigo más que un amigo. La insensibilidad se confunde con una
experiencia agradablemente neutral. Los eventos o relaciones que desencadenan
cualquier tipo de emoción comienzan a ser temidos porque sentir cualquier cosa se
percibe como una experiencia amenazante.
Sin embargo, esto es como desconfiar de la respiración. No puedes sentir; el miedo a
la emoción es en sí mismo un sentimiento. Pero cuando no reconoces esta
desconfianza hacia tus emociones, la única opción que tienes es el malestar
emocional. Curiosamente, lamentar esta pérdida de confianza es a menudo el primer
paso para volver a confiar en tus emociones. Es a través del duelo que recibes consuelo
(Mateo 5:4) de Dios y de los demás.
64
Tu objetivo inicial es sentirte triste por tu sufrimiento sin sentir vergüenza o miedo. La
vergüenza y el miedo son «emociones de desconfianza» y perpetúan el pensamiento
erróneo de que tu depresión-ansiedad es moralmente incorrecta o insegura.

Imagina al niño que aprende que su hogar es un lugar seguro porque ahí puede
lastimarse, llorar, recibir consuelo y reincorporarse a la vida. Ese es el tipo de
experiencia que debes esperar con Dios y tus emociones. A veces pueden doler y
está bien expresar este dolor emocional. Puedes recibir consuelo. La confianza para
este proceso es lo que te permite reincorporarte a la vida con esperanza.

2. Sentido de invencibilidad: Eres propenso a creer que puedes recuperarte de cualquier


cosa, hasta que experimentas lo contrario. La gente tiende a llorar por su juventud
después de jugar un deporte y no jugar bien al día siguiente. Es evidente que perdieron
algo. Del mismo modo, cuando se hace más difícil para ti recuperarte de la experiencia
de la depresión-ansiedad, luchas a brazo partido con tu mortalidad de una manera
desagradable.

A veces prefieres tener miedo que ser débil, incluso cuando ser débil significa que
podrías ser protegido. Cuando pierdes tu sentido de invencibilidad todo lo que estás
perdiendo es una ilusión. Pero si has encontrado una falsa sensación de seguridad en
esta ilusión vas a lamentar su extinción cuando ésta pase.

Ésta es otra forma en que el proceso de duelo te prepara para una mayor salud
emocional. Hasta que llores la muerte de creencias falsas como éstas, no las
considerarás muertas; en cambio, dudarás de ellas. Es como tener una discusión
intensa con un mal amigo, al cual vuelves a ver después. Son conversaciones sobrias
e incómodas sobre el final de la relación que resultan en dolor y finalmente en el
término de la amistad disfuncional.

3. Identidad: Durante una experiencia prolongada de depresión-ansiedad puedes tomar


muchas etiquetas estigmatizadas que se convierten en parte de tu identidad ̶ loco,
roto, diferente, discapacitado, deficiente, etc... En estas situaciones, la depresión-
ansiedad impactan tu identidad mientras tratas de evitar tus temores acerca de cómo
los demás te percibirán.

Para otros, no es el estigma sino la duración de la experiencia lo que crea un sentido


alterado de identidad. Lo que sienten se convierte en lo que son. A menudo dicen: no
puedo recordar cómo era no estar deprimido. En este escenario, la depresión-
ansiedad afecta tu identidad al ser más duradera y abrumadora que otras fuentes de
tu identidad.

El proceso de duelo es un paso importante para vivir fuera de tu miedo al estigma. A


través del duelo, eres honesto acerca de tu experiencia y te entristeces por (no te
amargas en contra de) aquellos que no están lo suficientemente maduros o

65
informados para entender tu sufrimiento. Su identidad se vuelve «inexperto» en lugar
de que tu identidad se vuelva «deficiente».

Cuando lloras estás reconociendo que sobrevivirás a tu depresión-ansiedad. Sólo los


sobrevivientes pueden lamentar. El duelo es algo que haces cuando te das cuenta de
que hay un capítulo más en tu historia. Ya sea el alivio temporal-parcial que proviene
de vivir sabiamente ahora, o el alivio total-eterno de la redención completa que
experimentarás en el cielo, el duelo afirma que la depresión-ansiedad no tendrá la
última palabra en tu vida.

4. Sentido de proporcionalidad: Una pérdida a menudo ignorada durante la depresión-


ansiedad prolongada es un sentir de proporcionalidad. El miedo y la desesperación
tienden a hacer que algunas partes de la vida parezcan desproporcionadamente
grandes y otras partes parezcan desproporcionadamente pequeñas (o hasta
insignificantes). Sabes que estás viviendo en un mundo de espejos de feria
emocionales, pero no sabes cómo cambiar esto.

El resultado es que pierdes el sentido de proporcionalidad, ¿cuánto importan las cosas


que te molestan? Por un lado, confías absolutamente en tus emociones. Después de
todo, ¿cómo dudas de tus emociones (una parte importante del capítulo seis)? Por
otro lado, sabes que tus emociones no son precisas. Estás atorado escuchando tus
emociones y aunque no les creas, las encuentras increíblemente convincentes.

El duelo es una parte importante al desechar este estado mental en conflicto. El duelo
es un momento en el que es seguro y aceptable sentir incertidumbre y desorientación.
El duelo es un momento en el que invitarás a otras personas a esta experiencia. El
duelo es un proceso por el cual comienzas a valorar lo mucho que importan las cosas.
Considera cuántas veces has oído a alguien decir: no me di cuenta de cuánto
importaba o no ________ hasta que lo perdí.

5. Amigos: La desafortunada realidad es que la experiencia de la depresión-ansiedad


puede crear una tensión en las amistades. Como parte de esto, debes asumir
responsabilidad de esta tensión ̶ descuidar el tiempo que podrías pasar con cierta

66
persona debido a la apatía de la depresión, asumir tendencias controladoras como
una forma malsana de manejar tus miedos, etc... No debes asumir que es culpa de
tu amigo que la amistad haya experimentado cierto deterioro bajo este tipo de
condiciones.

Eso puede ser difícil de aceptar, pero la única alternativa es tener una sensación de
falsa impotencia sobre las cosas que llevaron al deterioro de ciertas amistades. Tus
intentos de restaurar estas relaciones serían alterados por una sensación de
deshonestidad contigo mismo que te impediría relacionarte con estos amigos de
manera saludable.

El duelo es una parte importante de estos esfuerzos restaurativos. Incluso si tú tenías


una responsabilidad significativa por ello, todavía perdiste algo. El duelo es como
quitarles a estas pérdidas el poder emocional para que así puedas hablar de ellas de
manera saludable y precisa. Considera un funeral. Inicialmente el sobreviviente puede
ser incapaz de hablar de su ser querido sin idealizarlo y sin que la conversación se torne
sumamente emocional, pero con el proceso de duelo se vuelve capaz de tener estas
conversaciones controlando sus emociones y con veracidad.

¿Qué otras pérdidas has experimentado como resultado de la depresión-ansiedad y qué


beneficios únicos provendrían de lamentar dichas pérdidas?
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

Lee Isaías 53:3 y Hebreos 4:14-5:10. Observa que uno de los títulos de Jesús era «varón de
dolores». Éste fue un título tan central para Su misión que fue resaltado en Sus anuncios
previos en el Antiguo Testamento. La idea se lleva a cabo en el Nuevo Testamento y está
destinada a alentarnos acerca de la compasión de Dios por nuestra difícil situación. Su
ejemplo está destinado a ser seguido por otros creyentes (5:4), pero sólo Jesús aprendió de
Su sufrimiento tan perfectamente que puede relacionarse contigo en tu dolor de la manera
que deseas (5:8). En estos pasajes, notas que Dios se deleita en ser paciente y compasivo
con Sus hijos cuando están sufriendo. Dios no está esperando impacientemente que dejes
de quejarte y pongas manos a la obra. Dios quiere verte completamente restaurado y con
la alegría que Él diseñó para ti.

Diferenciar entre el proceso de duelo saludable y permanecer en el dolor sin intentar


cambiar la situación

Hay muchas cosas que el dolor malsano (permanecer en el dolor sin intentar cambiar la
situación) y el duelo saludable tienen en común. Confundir uno con el otro puede ser más
fácil de lo que mucha gente piensa. La persona que piensa que está lidiando con su dolor
puede estar realmente revolcándose en la autocompasión. Aquellos que tratan de sacar a
su amigo de la autocompasión pueden estar llevándolos a atravesar un duelo legítimo.
67
Desafortunadamente, no hay una prueba para verificar la diferencia entre estas dos
experiencias. Sin embargo, podemos (a) aclarar qué cosas tienen en común estas dos
experiencias, para que seas menos propenso a asumir que las experiencias sobrepuestas
indican necesariamente su contraparte. También podemos (b) identificar las marcas
distintivas entre permanecer en el dolor y vivir el duelo para que sepas qué esperar de cada
una de estas vivencias para así poder identificar correctamente la experiencia emocional.

Comencemos considerando las similitudes del duelo y permanecer en el dolor.

• Ambos son desencadenados por una circunstancia de vida no deseada.


• Ambos existen en el extremo desagradable del espectro emocional.
• Ambos parecen lógicos y justificados a la luz de la experiencia desencadenante.
• En ninguno de los dos sientes que lo estás «ocasionando», sino que es algo que te
está «sucediendo».
• Ambos implican un alto grado de repetición mental.
• Ambos buscan dar sentido a la vida a la luz de la experiencia desagradable.
• Ambos moldean la forma en que interpretas los eventos y a las personas que te
rodean.
• Ambos moldean la forma en que anticipas y te preparas para el futuro.
• Ambos cambian la forma en que recuerdas eventos pasados.

¿Qué obtienes de esta lista? Una comprensión de que ninguno de estos criterios es capaz
de distinguir entre el duelo y el permanecer en el dolor. Cada criterio es cierto para ambos.
Es como si te pidieran que distinguieras un cuadrado de un rectángulo. Podrías decir que
tiene cuatro lados y cada esquina forma un ángulo de noventa grados. Esto es cierto tanto
para un cuadrado como para un rectángulo, por lo que esa descripción no te ayuda a
diferenciar entre las dos figuras.

¿Por qué tomarse el tiempo de trazar estos paralelismos entonces? A menudo, las
personas creen que algunos de estos síntomas siempre indican un duelo saludable o
permanecer en el dolor sin intentar cambiar la situación. Pero cuando tienes estas
experiencias todo lo que sabes es que estás lastimado. No es claro si este dolor es parte de
un proceso sano o malsano; no sabes si en realidad está contribuyendo a una historia
redentora o destructiva.

Esto debería darte libertad para considerar los criterios siguientes: tus emociones o
motivos nunca serán tan puros como te gustaría. Tu objetivo en este punto no es lamentar
tu pérdida de manera perfecta, sino que cada vez tu experiencia tenga menos características
que indiquen que estás permaneciendo en el dolor.

• Permanecer en el dolor le teme a la esperanza, pero el duelo confía en la esperanza.


¿Cuántas veces te encuentras discutiendo con aquellos que quieren animarte incluso
antes de que puedan explicarse; tal vez incluso antes de que tengas la oportunidad
68
de hablar con ellos? Este es un indicador de que has empezado a temer a la
esperanza. Estás resistiendo estar «arriba» porque temes caer «hasta abajo» una vez
más.
Cuando cedes a esta tentación, la ansiedad o la depresión se convierten en las únicas
maneras «seguras» de sentir. Cualquier cosa que sea agradable es etiquetada
inmediatamente como un sentimiento no confiable. Cuando estar en duelo se
convierte en permanecer en el dolor, tu sentido común te atrinchera contra el
progreso que deseas.
Proverbios 13:12 dice: «La esperanza que se demora enferma el corazón». Aquellos
que luchan con la depresión-ansiedad a menudo creen que la solución para escapar
de estas tendencias es dejar de tener esperanza. Ese es el equivalente a un paciente
de cáncer que concluye: si la quimio me deja sintiéndome débil, entonces dejar la
quimio me hará sentir fuerte. Este resultado hace que la experiencia de depresión-
ansiedad se torne crónica.

• Permanecer en el dolor se ofende con la alegría, pero el duelo anhela la alegría. El


resentimiento tiene una forma de darle vuelta a tus valores. Si se burlaran de ti por
tus dificultades en la escuela, entonces el resentimiento resultante podría hacer que
dejaras la educación formal en favor del «buen sentido común». Del mismo modo, si
fuiste ridiculizado por ser pobre, entonces hay una tendencia a pensar que las
personas que tienen cosas bonitas son malas (es decir, deshonestas,
condescendientes, etc.). Debido a tu resentimiento, una virtud (educación) o un
activo (riqueza) comienzan a ser vistos como vicios.
Lo mismo sucede cuando tu depresión-ansiedad comienza a hacerte sentir
rechazado o deficiente. Puedes comenzar a ver una bendición (alegría) como un mal
hábito (algo que resientes, temes y resistes). Comienzas a identificarte con tu
miseria a tal punto, que no quieres ser como esas personas que «piensan que son
mejores que tú» a pesar de que no hay rivalidad y sabes que sería mejor tener
alegría. Pero sientes que, al estar alegre, estarías «traicionando a tu equipo».
El duelo es triste, pero no deja de desear alegría; tampoco ha quitado la alegría de
la categoría de «virtud deseable». Esto requiere fuerza emocional. Es difícil seguir
queriendo algo bueno que no tienes y no estás seguro de ser capaz de obtenerlo. Es
más fácil, aunque malsano, darle la espalda a lo bueno como si fuera una broma cruel
fingida por personas que están, de alguna manera, en contra de ti.

• Permanecer en el dolor es escéptico hacia la fe, pero el duelo escucha a la fe. Lo que
estás dispuesto a escuchar y a quien estás dispuesto a escuchar dice mucho acerca
de ti. Cuando el duelo le da paso a la permanencia en el dolor, escuchando palabras
de fe ̶ de la Escritura o un amigo – empiezas a escuchar a través de un filtro de
desconfianza o cinismo.
Considera por un momento cómo escuchas un programa de noticias que no
comparte tus puntos de vista políticos o un comercial que está hablando acerca de

69
un producto que cambia la vida. Compara esto con la forma en que escuchas
declaraciones de fe en medio de tu experiencia de depresión-ansiedad.
Cuando escuchas estos mensajes con escepticismo, no le das lugar al duelo, sino a
la permanencia en el dolor. Tu meta inicial no debe ser necesariamente aceptar
plenamente los mensajes de fe que estás escuchando. Puedes comenzar con algo
mucho más pequeño; sólo escucha estos mensajes neutralmente, sabiendo que
están diseñados para tu bien. Y aunque al principio te sientas triste, estás dando un
paso para transformar tu permanencia en el dolor en un duelo saludable.

• Permanecer en el dolor rechaza ser fuerte, pero el duelo acepta la fuerza. Tanto el
duelo como permanecer en el dolor son agotadores. El duelo resulta en el
agotamiento de un corredor de maratón ̶ alguien que se da cuenta de que su
trayecto es una hazaña de fuerza. El permanecer en el dolor resulta en el
agotamiento de la presa que cede ante su depredador ̶ alguien que se está
rindiendo.
De cualquier manera, el agotamiento es real. Tanto el corredor de maratón como la
gacela que sucumbe a un león, están legítimamente cansados. La pregunta es si te
ves parado como una persona desesperanzada o te ves como una evidencia de la
capacidad y disposición continua de Dios para sostenerte. Has confiado en la gracia
de Dios hasta este punto ̶ de buena o de mala gana ̶ y esa misma gracia está
disponible para cualquier trayecto que se avecine.
No confundas la metáfora de correr con la necesidad de apresurarte. Si ese fuera el
caso, entonces no estaríamos en el punto medio de un viaje de nueve pasos.
Tampoco deberías empezar a ver a Dios como un cruel entrenador de atletismo. Las
cosas que aprendes en esta experiencia no son necesariamente «Dios tratando de
enseñarte una lección» (en la connotación severa de esa frase). Con mucha
frecuencia vemos cada lección que aprendemos en el sufrimiento como la
declaración de propósito de Dios para esa experiencia; esto ocasiona que
desconfiemos de nuestra fuente de fortaleza durante estos tiempos.

• Permanecer en el dolor evita ser conocido, pero el duelo invita a la comunidad. La


mayoría de los puntos anteriores se centran en las diferencias intrapersonales entre
el duelo y permanecer en el dolor ̶ esas cosas que están pasando dentro de ti. Este
último punto se centra en la diferencia interpersonal ̶ cómo te relacionas con los
demás de manera diferente.
Cuando la vergüenza convierte el duelo en permanecer en el dolor, no permites que
otros te conozcan bien. Te vuelves escurridizo, capaz de responder a las preguntas
de la gente sin permitir que realmente te conozcan. Con el tiempo, comienzas a ser
cínico al creer que a los demás no les importas o no son capaces de entenderte.
La realidad es que limitas lo mucho que otros pueden interesarse por ti, con lo mucho
(o poco) que les permites conocer de ti. Si permites que te conozcan en un 50%,
entonces (en el mejor de los casos) podrás recibir el 50% del cuidado e interés que
te ofrecen. La vergüenza te convence de que «si realmente supieran» no habrían
70
dicho lo que dijeron o no habrían hecho lo que hicieron. El resultado es una idea
corrompida de cada acto de bondad o palabra de aliento que se te ofrece.

Usando estos criterios, ¿cómo describirías tu respuesta actual a la experiencia de


depresión-ansiedad: estás procesando el duelo o estás permaneciendo en el dolor? ¿Qué
criterios te dieron más información sobre tu respuesta?
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________

Cómo atravesar el duelo

Esperamos que hayas identificado el duelo por el que estás atravesando y aprendido más
acerca de la destructiva falsificación del duelo: permanecer en el dolor sin hacer nada para
cambiar la situación. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo atravieso el duelo? No parece
correcto tener un funeral. No hay nada que enterrar. Entonces, ¿cómo proceso el duelo?

Lee Joel 1:1-2:25: A menudo se cita Joel 2:25 sin ver la jornada que lo precedió. El duelo
cristiano es duelo con esperanza por el poder de la resurrección de Dios (1 Tesalonicenses
4:13-18). Sabemos que Dios puede, y en última instancia, «restaurará los años que comió la
oruga, el saltón, el revoltón y la langosta». Pero nota cómo Dios usó el duelo como
preparación para recibir esa promesa (1:8-9, 1:12-14, 2:12-13). En este pasaje de la Escritura
estaban lamentando su propio pecado. Tú estás lamentando tu sufrimiento. Pero el principio
sigue siendo aplicable, el duelo es una preparación importante para la obra que Dios
pretende hacer en tu vida. Cuando no te das cuenta de esto, comienzas a sentirte culpable
y condenado por Dios por participar en esta obra preparatoria de restauración que Él está
haciendo en tu vida.

El duelo no es tan activo ni voluntario como quisieras que sea. Quieres dominarlo para
poder acelerar el proceso. Los intentos de hacerlo son generalmente malsanos, así que, si
eso es lo que esperas, los puntos a continuación pueden decepcionarte. Pero los cinco

71
puntos a continuación te darán orientación práctica y activa para ayudarte a lamentar las
pérdidas que has experimentado relacionadas con tu experiencia de depresión-ansiedad.

1. Date cuenta de que el duelo no es un evento que puedas agendar. No hay receta ni
horario. El duelo no es cuestión de llorar durante cinco horas consecutivas con veinte
minutos intermitentes de descanso para reflexionar en preguntas dolorosamente
relevantes, terminando con una ceremonia para destruir lo que has escrito. El duelo puede
incluir llanto y reflexión. Incluso, destruir simbólicamente lo que has escrito, puede ayudarte.
Pero ni estos pasos, ni otros, implican atravesar el duelo.
El duelo requiere reconocer que eres débil y recibir el cuidado de Dios a la luz de tu
sufrimiento. Probablemente, la experiencia de depresión-ansiedad ha ocasionado que estar
fuera de control parezca muy inquietante. Pero esta voluntad o capacidad para entregarse a
la protección de Dios es la primera evidencia de que el duelo está teniendo su efecto
redentor previsto.
«No es necesario que te arreglen... Los coches y los refrigeradores se descomponen;
la gente no. Derramamos lágrimas, lloramos y nos dolemos. Fuimos creados para
llorar. Es una respuesta adecuada a la tristeza... El dolor te lleva al mundo de lo
desconocido... El duelo es un proceso desordenado. No lo controlarás, ni puedes
programar su expresión». H. Norman Wright en Cómo recuperarse de las pérdidas de
la vida.

2. No te sientas apresurado. Preferirías saber si estás a tiempo en lugar de saber si estás


atravesando el duelo de manera saludable. Si hubiera un horario fijo, entonces sabrías lo
cerca que estás de terminar. Pero el papel del tiempo en el dolor es más similar a una rutina
de piso de gimnasia, que un cronómetro en una carrera. El objetivo de una carrera es hacer
el menor tiempo posible. El objetivo de la rutina de gimnasia es realizar la tarea asignada lo
mejor posible dentro de un plazo de tiempo dado.
Si la gimnasta intenta hacerlo más rápido, no tendrá ninguna ventaja (quizá una disminución)
en su puntuación final. Del mismo modo, cuando tratas de acelerar el proceso de duelo,
generalmente introduces prácticas o creencias malsanas que se suman a la ruptura
emocional. Cuando te enfocas en estar lo más saludable posible en el proceso, recibes la
mejor «puntuación» ̶ un resultado saludable que honra a Dios.

3. Descansa al cuidado de Dios antes de la siguiente etapa del viaje. Un indicador primordial
de que estás listo para comenzar el siguiente paso es cuando puedes ver este paso como
una revelación del cuidado de Dios por ti. Cuando puedes ver cómo a través de este paso
Dios te da descanso en lugar de ponerte en un «tiempo muerto» emocional es probable que
estés listo para continuar.
Dicho esto, no terminarás de atravesar el duelo antes de comenzar el capítulo seis. Todavía
habrá momentos en que tus pérdidas traerán tristeza. Pero tendrás las habilidades para

72
procesar esas emociones y, más que las habilidades, tendrás confianza en el cuidado de Dios
por ti, lo cual te dará la libertad emocional de procesar esos momentos.

4. Tu objetivo es asimilar los pasos uno al tres sin la contaminación del paso cuatro. El
objetivo del duelo sano es aceptar realidades difíciles sin la narrativa corrompida de las
mentiras destructivas. En este material, eso significa que aceptas las cosas que aprendiste
en los pasos uno al tres sin encerrarlas en las narrativas a las que eras más propenso en el
capítulo cuatro.
Inicialmente esto puede ser confuso, especialmente si te has aferrado a las narrativas
destructivas del capítulo cuatro durante un largo período de tiempo para dar sentido a tu
depresión-ansiedad. En el capítulo seis examinaremos la narrativa redentora que puede
hacer más saludable y darle un mejor sentido a tu experiencia.
Mientras tanto, es posible que te sientas como una persona sin una historia. Pero date
cuenta de que es como el atomizador que se descarga de herbicida antes de que pueda ser
recargado con fertilizante. Estás siendo vaciado, no para que quedes al descubierto, sino
para estar lleno de algo que da vida y nutre, en lugar de ser emocionalmente tóxico. Tu
pérdida narrativa es en realidad una ganancia. Una vez que sea reemplazada será una
ganancia incomparable.

5. Date cuenta de que la tristeza no es el capítulo final. Esta audaz promesa debe ser
contenida, de lo contrario podría convertirse fácilmente en falsa esperanza. Perder tu
historia de sufrimiento es una ganancia, ya que abrazar la narrativa del evangelio para tu
sufrimiento es una ganancia incomparable. Pero sigues viviendo en medio de la historia.
Con el evangelio siempre vivimos entre el «ya» y el «todavía no». El poder del pecado ya está
roto, pero la presencia del pecado todavía no se ha eliminado. La promesa del cielo ya está
dada, pero la experiencia del cielo todavía no se conoce. El remedio del sufrimiento ya está
garantizado, pero la existencia del sufrimiento todavía no se ha eliminado.
En el evangelio eres capaz de vivir sin interrogantes, pero sólo con alivio parcial. A través de
la santificación – viviendo el carácter y la mente de Dios en tus circunstancias por Su gracia
– experimentas cada vez más alivio. Pero este alivio no será total hasta que Dios limpie tu
última lágrima al entrar permanentemente en Su presencia (Apocalipsis 21:4).

Eso no es útil: cosas que no se deben decir


¿Alguna vez has buscado en Google «cosas estúpidas que la gente dice en los funerales»?
Puede ser una lectura dolorosa, pero embarazosamente divertida. Cuando se enfrentan al
dolor de otra persona, las personas a menudo dicen cosas torpes o inútiles tratando de aliviar
su propia incomodidad de no saber cómo mejorar la circunstancia. Cuando estás hablando
de tu experiencia de depresión-ansiedad, puedes experimentar un fenómeno similar.
Esto es desafortunado, pero no es una razón para aislarte. Es, sin embargo, una razón común
por la que aquellos que luchan con la depresión-ansiedad comienzan a alejarse de sus
amigos. Lo discutimos aquí por dos razones. En primer lugar, queremos equipar a la iglesia

73
para cuidar bien estas luchas emocionales. La primera parte de cuidar bien es escuchar. La
primera parte de escuchar bien es resistir el impulso de decir algunas de las cosas que se
enumerarán a continuación.

«El tratamiento comienza con la escucha empática, tomando a las personas en serio
y no negando o minimizando sus síntomas (p. 18)». Robert Albers, William Meller y
Steven Thurber en Ministry with Persons with Mental Illness and Their Families
(traducido como «Ministrando a Personas con Enfermedades mentales y a sus
familias»)

En segundo lugar, queremos que te sientas menos sorprendido y menos ofendido si sucede
o cuando suceda. Cuando te sorprendes la ofensa se intensifica. Cuando algo te toma
desprevenido y no entiendes por qué sucede, es más doloroso emocionalmente. Es por eso
que queremos proporcionarte la lista de «las cosas que no se le dicen a una persona
deprimida» (del libro Los cristianos también se deprimen de David Murray). Si escuchas estas
cosas al principio de una conversación con alguien, nota que es probable que las dicen
involuntariamente, más para su comodidad que para tu beneficio.

• Relájate.
• Pero no tienes nada por lo cual estar triste.
• No te pongas tan emocional.
• Lo superarás pronto.
• Estar deprimido es pecado.
• Sólo cree en las promesas.
• Sonríe, no puede ser tan malo.
• Bueno, las cosas podrían ser peores.
• Por lo menos no es nada serio.
• Deberías confesar tus pecados.
• Todavía no estás tomando medicamentos, ¿verdad?

Conclusión
Date cuenta de que Dios no te está apresurando en tu jornada para salir de la depresión-
ansiedad. En todo caso, a menudo te decepciona Su paciencia. Quieres que Dios te empuje
más rápido a través del proceso. Pero Dios es el caballero supremo, honrándote en cada
etapa de tu viaje.
No hay mérito en un trayecto lento o un trayecto rápido a través de la depresión-ansiedad.
Todo lo que Dios desea de y para ti es fidelidad. Este paso ha sido diseñado para ayudarte a
abrazar esta verdad. Al seguir los pasos restantes para combatir tu experiencia de depresión-
ansiedad, hazlo con la plena seguridad de que Dios está de acuerdo con tus lágrimas cuando
gritas: esto es difícil. No tienes que discutir con alguien que está bien familiarizado con el

74
dolor (Isaías 53:3). Él es el Buen Pastor que está dispuesto a caminar con ternura al paso de
sus ovejas.

Conversaciones de ánimo para LAMENTAR lo ocurrido

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.
• ¿Has reconocido honestamente qué pérdidas estás lamentando relacionadas con
tu depresión-ansiedad?
• ¿Te estás protegiendo activamente para evitar que este tiempo de duelo se
degenere en un tiempo de permanecer en el dolor sin hacer algo al respecto?
• ¿Qué tan bien te estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones en el capítulo
uno?

Con cada paso, te aconsejamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.
• ___________________________________________________________
• ___________________________________________________________

75
Capítulo 6
«Emociones difíciles en una historia de redención»
DESCUBRE TU HISTORIA A TRAVÉS DEL EVANGELIO con la cual Dios le da
significado a tu experiencia.

«Ya te he contado cómo mi depresión-ansiedad moldeó mi vida [revisa el capítulo cuatro].


Dejar ir esa historia, identidad y conjunto de creencias me dejó solo con Dios. Fue bueno
comenzar a reconstruir mi vida desde esa base sólida. Ahora estoy comenzando a entender
mi vida centrada en Dios y en el evangelio
[reinterpreta los ejemplos de la lista anterior]».

Memoriza: Salmos 30:8-12 (NBLA) «A Ti, oh SEÑOR, clamé, Y al Señor dirigí mi súplica: ‘¿Qué
provecho hay en mi sangre si desciendo al sepulcro? ¿Acaso te alabará el polvo? ¿Anunciará
Tu fidelidad? Escucha, oh SEÑOR, y ten piedad de mí; Oh SEÑOR, sé Tú mi ayuda’. Tú has
cambiado mi lamento en danza; Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría;
Para que mi alma te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, te daré gracias
por siempre». Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Clamé... súplica» – Este salmo no comienza de manera amable. Las emociones son
crudas y desesperadas.
● «¿Qué provecho..?» – Esto revela una batalla con una destructiva historia de
sufrimiento – ¿Está Dios tratando de obtener provecho de mi vida?
● «Mi ayuda» – Sin embargo, incluso en esta falsa narrativa, el salmista está luchando
por mantener una visión precisa de Dios.
● «Has cambiado» – Las circunstancias negativas no fueron borradas sino
transformadas en una nueva narrativa.
● «Has desatado» – El resultado fue quitar la ropa de luto, un emblema cultural de
emociones de ansiedad y depresión.

Notas de enseñanza

«Cuando dejemos de lado nuestras historias internas y expectativas poco realistas sobre
cómo deben ser las cosas, experimentaremos las decepciones de la vida de una manera más
pacífica. En otras palabras, las olas entrecortadas en la superficie del océano, no
necesariamente perturban la calma de abajo (p. 93)». Leslie Vernick en Lord, I Just Want to
Be Happy (traducido como «Señor, yo solo quiero ser feliz»).

«Para el cristiano que cree en el Mesías crucificado y resucitado, el sufrimiento siempre es


significativo. Es significativo debido a Aquel en cuyo sufrimiento participamos, Jesús... El
sufrimiento personal del cristiano encuentra una correlación en el sufrimiento de Cristo, que
enjuga nuestras lágrimas, calma nuestra tristeza y nos apunta hacia Su resurrección (p. 37)».
76
Kathryn Greene McCreight en Darkness Is My Only Companion (traducido como «La
oscuridad es mi única compañía»).

«Yo venía a rechazar la autocompasión y culpar a los demás. Aprendí a recordarme a mí


misma la creencia de que la vida es un don (p. 27)». Kathryn Greene McCreight en Darkness
Is My Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única compañía»)

«El optimismo no se trata de proporcionar una receta para el autoengaño. El mundo puede
ser un lugar horrible, cruel, y al mismo tiempo puede ser maravilloso y abundante. Ambas
cosas son verdad. No hay un punto medio; sólo se elige qué verdad poner en el primer plano
personal (p. 205)». Lee Ross, profesor de la Universidad de Stanford, citado por Leslie Vernick
en Lord, I Just Want to Be Happy (traducido como «Señor, yo solo quiero ser feliz»)

«La esperanza es lo opuesto al miedo. La esperanza es una predicción de que Dios será bueno
(p. 49)... ‘Sé fuerte y valiente’ (Josué 1:9). Una frase así, sosteniéndose por sí sola, no
funciona. No puedes simplemente ordenar a una persona asustada que sea fuerte y valiente,
y esperar una transformación. Lo que hace que el mandato funcione es esta parte: ‘Dios
estará contigo dondequiera que vayas’ (p. 66)». Ed Welch en When I Am Afraid (traducido
como «Cuando tengo miedo»)

«¿Te has dado cuenta de que la mayor parte de tu infelicidad en la vida se debe al hecho de
que te estás escuchando a ti mismo en lugar de hablar contigo mismo?... Debes tomarte de
la mano, tienes que dirigirte, tienes que predicarte a ti mismo, cuestionarte a ti mismo...
Entonces debes recordarte a ti mismo quién es Dios y qué ha hecho en lo que Él se ha
comprometido a hacer». D. Martyn Lloyd-Jones en Depresión espiritual

Aplicación personal
El capítulo cuatro puede haberte dejado sin una historia. Miraste los acontecimientos y el
impacto de tu depresión y ansiedad en los capítulos dos y tres, y luego dejaste ir las narrativas
destructivas que solías explicar en el capítulo cuatro. En el capítulo cinco aprendiste a
lamentar la presencia de la depresión y la ansiedad sin ceder a una caída malsana.

Hasta este punto es como si encontraras un viejo reloj de bolsillo en un paseo por el bosque.
Está sucio y empañado. Has desmontado sus partes para limpiarlas y pulirlas. Aprecias lo
77
suficiente su valor como para estar triste por la persona que lo perdió. Ahora estás a punto
de comenzar el proceso de volver a armarlo.

El capítulo seis está destinado a darte la historia correcta en la cual vivir las directivas
prácticas que encontrarás en los capítulos siete y ocho. Al igual que un atleta puede entrenar
duro para la revancha (una línea de la historia) o para alcanzar todo su potencial (una
narrativa diferente, saludable) puedes luchar por emociones saludables con varias narrativas
diferentes, alimentando y explicando tus acciones.

La razón principal por la que nos tomamos el tiempo para este paso no es la eficacia; muchos
atletas entrenan muy bien cuando buscan revancha. Nuestro objetivo en este capítulo es
asegurarnos de que tu búsqueda de la salud emocional sea espiritualmente saludable.
En este capítulo trataremos de responder a seis preguntas que a menudo se distorsionan en
la lucha contra la depresión y ansiedad. Ofreceremos puntos clave de aclaración que son
comúnmente útiles para reorientar la lucha de las personas a través de la depresión y
ansiedad, pero te animamos a tomarte el tiempo para escribir tus pensamientos sobre lo
que sería una respuesta saludable a tu experiencia de depresión y ansiedad.

1. ¿Quién soy ahora?


2. ¿Quién es y dónde está Dios?
3. ¿Qué debo esperar de mis amigos?
4. ¿Si esto es sufrimiento, entonces qué es pecado?
5. ¿Vale la pena tener esperanza en medio de la decepción?
6. ¿Para qué estoy viviendo?

¿Quién soy ahora?


¿Qué dicen la depresión y ansiedad sobre mí?, es una pregunta natural.
Desafortunadamente, estas emociones pueden llevar un estigma en nuestra cultura. El
resultado es que empiezas a construir tu historia sobre los mensajes: «Soy malo... Estoy
roto... Algo anda mal conmigo». Sentir vergüenza por cosas por las que Dios no te considera
culpable, resulta en dos cosas:

(1) Distorsiona la forma en que aplicas el evangelio a tu vida: tratando de arrepentirte de las
cosas que Dios pretende consolar en lugar de perdonar,
(2) Distorsiona tu sentido de identidad: partes relativamente menos importantes de tu vida
se convierten en lo más importante de ti.

Lo suficientemente fuerte como para ser débil


Esperemos que una de las cosas principales que hayas obtenido de este estudio sea la fuerza
para ser débil. Nada te hace desmoronarte en tu núcleo como la necesidad percibida de ser
más fuerte de lo que eres. Por el contrario, nada maximiza la fuerza que Dios te da como la
libertad de reconocer tu necesidad de gracia, ayuda y aliento.

78
Lee 2 Corintios 1:8-11. Fíjate cómo Pablo era lo suficientemente fuerte como para reconocer
sus debilidades. Estaba lo suficientemente abatido como para considerar el suicidio y admite
fácilmente que estaba agobiado más allá de su capacidad personal para soportarlo (v. 8b).
Sin embargo, no parece estar basado en la vergüenza por la forma en que comparte su
historia (v. 8a), él invita a sus amigos a orar por él (v. 11). Pablo está agradecido por la
liberación previa que Dios le dio, y es realista acerca de su necesidad de la liberación futura
de Dios (v. 10).

Pregunta: ¿Cómo has crecido en tu disposición de ser “lo suficientemente fuerte como
para ser débil” durante tu experiencia de depresión y ansiedad?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Suficientemente amado como para ser vulnerable


Tu principal fuente de fortaleza (punto anterior) es el amor de Dios. La única razón por la que
puedes amar (tener la capacidad de preocuparte profundamente por la vida y los demás) es
porque Dios te amó primero (1 Juan 4:19). A menudo temes que, al mostrar debilidad,
resulte en rechazo. El evangelio asegura que Dios nunca te rechazará porque tu sufrimiento
sea un gran problema, y siempre está dispuesto a perdonar cualquier pecado que hayas
cometido cuando te arrepientes. Tener seguridad en tu relación con Dios proporciona un
fundamento lo suficientemente firme como para ser cada vez más auténtico con los demás.

Lee Romanos 8:31-39. Personaliza este pasaje en tu experiencia. En lugar de «la muerte...
demonios... persecución, etc.», enumera las cosas que temes que te harían inaceptable o
inutilizable por Dios. Tal vez puedes enlistar: ataques de pánico, depresión, recuerdos,
ansiedad, actitud pesimista, episodios maníacos, etc. Descubre de nuevo que ninguno de
estos puede separarte del amor de Dios (v. 39). Eres amado, punto, y esto hace de tu vida
un tipo diferente de historia, una historia de redención.

Pregunta: ¿Cuándo marcaría la mayor diferencia en tus emociones y decisiones la realidad


de que eres suficientemente amado como para ser vulnerable?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Lo suficientemente capaz como para ser apasionado


La ansiedad y la depresión no tienen por qué ser un obstáculo. La experiencia es real.
Presenta desafíos. Pero con frecuencia, la experiencia de la ansiedad y la depresión se
convierten en una razón para que las personas no sueñen con cómo Dios los diseñó para
cambiar el mundo. Una de las mejores maneras en que puedes evitar que la depresión-
ansiedad domine tu vida, es invertir tu tiempo en las cosas en las que Dios te hizo capaz y
apasionado. Con frecuencia permites que tus debilidades y limitaciones se conviertan en una
distracción de tus fortalezas y tu llamado.

79
Lee Efesios 2:8-10. Ten en cuenta que no hay ninguna cláusula de excepción que indique: «...
excepto aquellos que experimentan depresión y ansiedad». No existe tal cosa como un
cristiano de segunda clase. La categoría es un producto de tu imaginación insegura. En
cualquier grado que haya «cristianos más débiles», Dios tiene claro que les da un mayor
honor (1 Corintios 12:21-26). Puede ser prudente conservar un ritmo para evitar la fatiga
que exacerbó la depresión y ansiedad, pero no confundas ese ritmo con evitar la búsqueda
de tus pasiones.

Pregunta: ¿Qué te apasiona? ¿Cómo te han distraído la depresión y la ansiedad al perseguir


estos intereses?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Quién es y dónde está Dios?

Hay muchas preguntas acerca de Dios que surgen en medio de la depresión y ansiedad. Es
casi imposible luchar persistentemente por la esperanza y la paz sin hacer preguntas dirigidas
a Dios o acerca de Él. Las cosas que se discuten a continuación no deben ser nuevas. Están
destinadas a ser cristalizaciones de lo que has estado aprendiendo. Permite que estas
verdades acerca de Dios se consoliden en tu historia; que sean conceptos que te has
apropiado y no simplemente posibilidades.

Cerca de aquellos que están deprimidos y ansiosos


Existe el peligro de leer tu Biblia en busca de la respuesta de Dios a la depresión y la ansiedad,
eso hace que Dios parezca un padre ausente; como si todo lo que te pudiera ofrecer es una
carta por correo. Una carta significaría que a Dios le importa, pero que también está lejos.
Esto sería alentador y desalentador; las palabras de Dios parecerían sinceras, pero sin poder.
Es por eso que debes prestar mucha atención a lo que Dios más repite y que comúnmente
pasas por alto cuando habla de depresión y ansiedad.

«Los individuos con depresión y ansiedad a menudo están tan enfocados en tratar de
controlar sus circunstancias y evitar alguna catástrofe potencial, que comienzan a
percibir a Dios como punitivo, perfeccionista y autoritario (p. 109)». Matthew
Stanford en Grace for the afflicted (traducido como «Gracia para el afligido»)

Lee 1 Pedro 5:6-9 y Filipenses 4:5-9. El aspecto menos apreciado de ambos pasajes es la
cercanía de Dios. Llegas a estos pasajes buscando la respuesta de Dios para la depresión y la
ansiedad. Al buscar principios y pasos prácticos, no percibes que lo primero y principal que
Dios ofrece es Él mismo. Cuando dudas o pasas corriendo por la presencia de Dios, comienzas
a esperar que el conocimiento logre lo que sólo la relación puede proveer. Sí, Dios te ofrece
estrategias y verdades para combatir la depresión y la ansiedad, pero eso no es lo primero y
más importante que Él ofrece.

80
Pregunta: ¿Dónde ves a Dios en relación con tu experiencia de depresión y ansiedad? ¿Cómo
puedes recordar Su ubicación real cuando tu miedo o desesperación se sienten más cerca
que Él?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

En tu experiencia de depresión-ansiedad

El concepto de estar cerca no capta lo cerca que está Dios. Si Dios estuviera simplemente a
tu lado en tu sufrimiento, entonces simplemente te sentirías menos solo. Eso sería bueno,
pero menos que transformador. Dios está realmente en ti mientras sufres. No hay nada que
ocurra en tu alma que no quede registrado con Él, incluso antes de que puedas llevárselo en
oración. Dios no comienza a responder a tu sufrimiento cuando oras; como si tuvieras que
alertarlo antes de que haga algún movimiento. Dios está experimentando tu sufrimiento, por
lo que tu oración sólo te alerta de Su presencia y actividad.

Lee Romanos 8:23-30. Fíjate en que Dios puede poner tu sufrimiento en palabras mejor de
lo que tú puedes. ¿Por qué? Dios está tan contigo que está en ti. Tus gemidos tienen sentido
para Él porque los experimenta contigo. En realidad, tienen más sentido para Él que para ti
porque conoce tu origen (pasado), expresión (presente) y redención (futuro). A pesar de
conocer la resolución futura de tu ansiedad-depresión, observa que Dios no se impacienta
con tu sensación de ser abrumado por ellos en el presente (v. 26).
Pregunta: ¿Cómo cambiarían tus oraciones si recordaras que no tienes que explicarle a Dios
lo que sucedió?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Capaz de transformar el sufrimiento

A menudo piensas que la transformación requiere eliminación. Eso es cierto cuando una gota
de agua se transforma en vapor; la gota ya no existe. Pero la transformación del sufrimiento
de Dios suele ser más como la manera en que cambian tus recuerdos de un ser querido
durante el duelo: se transforman de experiencias de dolor a tesoros preciosos (que todavía
pueden evocar tristeza). En este lado del Cielo, la transformación de Dios de tu sufrimiento
81
no será una utopía (imaginación). Esto te ayuda a recordar que la presencia del dolor no
significa la ausencia de la obra redentora de Dios en tu sufrimiento.

Lee Hebreos 11:13-16. Observa este interludio incómodo en medio de Hebreos 11, un
capítulo comúnmente conocido como el «Salón de la Fe». Se diría que Dios trabajó
poderosamente en la vida de cada uno de estos individuos. Son los héroes del escalón
superior de la Biblia. Pero también date cuenta de cómo muchos de los momentos
destacados que lees acerca de sus vidas, no son lo mismo que ellos experimentaron. Su
experiencia de seguir a Dios por la fe se parece mucho a cómo tú confías en Dios en medio
de la depresión y la ansiedad.

Pregunta: ¿Ya puedes ver evidencias de cómo Dios está usando tu experiencia de depresión
y ansiedad? ¿Cuáles son esas evidencias? ¿Cuáles son los aspectos incompletos de esa
redención con los que tendrás que confiar en Dios como los que se encuentran en Hebreos
11?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Qué debo esperar de mis amigos?

Presencia más que liberación

La comunidad es maravillosa; no es divina. A menudo, la soledad y la inseguridad te llevan a


pensar que la aceptación y la compasión de los demás harán que todo mejore. Con esta
expectativa poco realista, te decepcionas de los beneficios que la comunidad puede
proporcionar o exigir, pensando que la gente no está haciendo lo suficiente (porque tu lucha
no está resuelta).

Los amigos pueden ayudar a aliviar los pensamientos falsos o destructivos que resuenan en
tu mente al escuchar bien y recordarte la verdad... si estás dispuesto a dejar ir esos
pensamientos. Los amigos pueden llenar bloques vacíos de tiempo que de otro modo se
darían a la pasividad... si estás dispuesto a comprometerte con ellos. Los amigos pueden
aumentar el número de cosas que tienes que celebrar y orar mientras comparten su vida
contigo... si estás dispuesto a hacer vida con ellos mientras ellos hacen vida contigo.

Lee Gálatas 6:1-5. Permitir que los demás te cuiden es crear una oportunidad para que ellos
cumplan la ley de Cristo (v. 2). Debido a que éste es un mandamiento de uno a otro, debe
ser mutuo. Deberías estar buscando maneras de bendecir a aquellos que te están
bendiciendo. El objetivo no es hacerte dependiente de su ayuda, porque el diseño de Dios
es que cada uno tiene que soportar su propia carga (v. 5). A medida que te esfuerces por
bendecir a quienes te bendicen, equilibrarás el cuidado que te brindan y fomentarás un
ambiente relacional saludable, que es una forma de protección contra la depresión y la
ansiedad.
82
Pregunta: ¿Es tu tendencia esperar demasiado o compartir demasiado poco con los amigos
en tu jornada a través de la depresión y la ansiedad?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Amor y servicio en dos sentidos

La depresión y la ansiedad tienden a ser experiencias emocionales egocéntricas. Una de las


mejores maneras en la que los amigos nos ayudan en nuestra lucha contra la depresión y la
ansiedad es proporcionándonos a otra persona en quien podamos pensar y a quien podamos
cuidar. Es importante que veas tu oportunidad de bendecir a tus amigos como parte de su
papel redentor en tu vida. De lo contrario, confundes la respuesta de Dios a tus oraciones
como una carga y piensas que la provisión de Dios es una maldición. La alternativa a la
depresión y ansiedad no es simplemente la alegría, sino el disfrute del cuidado de los demás.

«Las enfermedades mentales amenazan con entregarnos a nosotros mismos (p. 97)».
Kathryn Greene McCreight en Darkness Is My Only Companion (traducido como «La
oscuridad es mi única compañía»)

Lee Proverbios 11:25. En la ecología relacional de Dios, Él explica el cuidado de todos


llamando a todos a cuidar a los demás. Las relaciones deben ser como la transferencia de
oxígeno y dióxido de carbono entre plantas y animales. Lo que uno exhala, el otro lo toma
como aliento de vida. Con frecuencia, permites que los efectos del pecado te vuelvan cínico
a este ciclo (como si hubiera una alternativa) y todo el mundo comienza a asfixiarse
relacionalmente. Te conviertes en buen ecologista relacional, no cuando buscas ser el
número uno, sino fomentando un ambiente que contribuya al florecimiento de todos.

Pregunta: ¿Qué tan equilibradas están las relaciones en la red de soporte que comenzaste a
establecer en el primer capítulo? ¿Cómo puedes establecerlas mejor para que sean un
ecosistema sostenible y relacional a largo plazo?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Un llamado a involucrar placeres comunes

Los amigos son una «excusa», en el mejor sentido de la palabra, para disfrutar de la vida. A
menudo, en tu lucha contra la depresión y la ansiedad, te centras tanto en mejorar las cosas
que no disfrutas de lo que ya es bueno. Una buena comida, una buena conversación, una
buena ronda de golf, o un buen momento de compras se pueden disfrutar, incluso, mientras
se abordan otros factores de estrés. La presencia de un amigo puede darte una razón y el
enfoque necesario para disfrutar de estos placeres comunes. Saborear placeres simples es,
a menudo, un paso importante para romper el control de la depresión y la ansiedad.
83
Lee Proverbios 17:22. Si esto es cierto, ¿por qué no tomas con más frecuencia esta buena
medicina? Una de las razones principales es, sin duda, el aislamiento. Una persona sola con
su depresión y ansiedad encontrará poco tiempo para los placeres simples de la vida.
Rápidamente empiezas a vivir como si este medicamento no fuera para ti. No se trata de ser
un extrovertido, sino de reconocer que la pasividad y parálisis de la depresión y la ansiedad
a menudo sofocan los placeres de la vida; la presencia de un amigo es un excelente
recordatorio de que es bueno para ti volver a disfrutarlos.

Pregunta: ¿Cuáles son los placeres comunes que necesitas empezar a compartir con tus
amigos?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Si esto es sufrimiento, entonces ¿qué es pecado?

Es cierto que ésta es una de las partes más frustrantes de este manual y el otro manual que
lo complementa. Queremos que la línea divisoria entre el pecado y el sufrimiento sea más
clara. Uno de los mayores beneficios que puedes obtener de este manual es el ejercicio
prolongado a través del cual aprendes qué llevar a Dios para perdón y qué llevar a Dios para
consuelo.

No es una división ordenada


Eres una persona que es perpetuamente pecadora, sufriente y santa. Dios te ofrece perdón,
consuelo y una nueva identidad. La depresión y ansiedad pueden ser las experiencias para
las que es más difícil ordenar tu ropa moral y emocional. Ten en cuenta que esto es parte de
lo que Dios usará para refinar tu carácter durante este tiempo de crecimiento. Descansa en
la paciencia de Dios; Él no será duro contigo a medida que aprendas. Permanece lo
suficientemente humilde como para recibir corrección y orientación en el proceso.

Lee 1 Pedro. Este breve libro (sólo cuatro páginas de mi Biblia) del Nuevo Testamento se
centra en el sufrimiento y está escrito a los cristianos que se habían convertido en exiliados
debido a la persecución religiosa. Mientras lees, observa cómo Pedro aborda el pecado y el
sufrimiento mientras llama a sus lectores a su identidad en Cristo. Mira lo difícil que es hablar
sobre un aspecto de la vida de una persona sin la necesidad de dirigirse al otro. Permite que
esto equilibre la forma en que aplicas este tratamiento para el sufrimiento por la depresión
y ansiedad con la secuela por el pecado.

Pregunta: ¿Cómo está creciendo tu capacidad para distinguir los aspectos del sufrimiento de
tu depresión y ansiedad de los aspectos relacionados con el pecado?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

84
Mantente humilde con tus distinciones
Cualquiera que haya sido tu respuesta a la pregunta anterior, no debes aferrarte a ella. El
significado de actuar con madurez cambia con cada etapa de la vida y también cambia lo que
es necesario para asumir ciertas responsabilidades. El progreso en la lucha contra la
depresión-ansiedad es evidente cuando te adueñas de tus reacciones en las diferentes áreas
de tu vida. Si no entiendes esta dinámica, sentirás que otros mueven la meta de lugar,
poniéndola cada vez más lejos, cuando –en realidad– están reconociendo y facilitando tu
crecimiento continuo.

Lee 1 Corintios 13:11-12. Observa cómo lo que es aceptable cambia en diferentes puntos del
proceso de maduración. Lo que es cierto de tu desarrollo físico y espiritual, también es cierto
en tu progreso a través de desafíos emocionales. Observa también que este pasaje está en
el capítulo del amor, por lo cual no llamar a la gente a este tipo de madurez en su respuesta
a las luchas de la vida, se considera falta de amor.

Pregunta: Hay aspectos de tu depresión-ansiedad por los que es bueno que en este
momento recibas consuelo y apoyo, sin embargo, más adelante tendrás que asumir
responsabilidad por ellos ¿cuáles son esos aspectos?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Vale la pena la decepción para tener esperanza?

Esta es una de las grandes preguntas de la depresión y ansiedad. Si la esperanza puede


resultar en una dolorosa decepción, ¿vale la pena? En la depresión y ansiedad, la esperanza
no es sólo una experiencia placentera, sino una fuente de vulnerabilidad. La esperanza puede
exigir un peaje que no esperabas pagar. Si bien sólo hay una respuesta saludable a esta
pregunta, durante la depresión y la ansiedad es normal considerar escribir el resto de tu
historia de vida sin tal vulnerabilidad.

85
¡Sí!
Tal vez no estés convencido de que esta respuesta merezca signos de exclamación. Eso está
bien en esta etapa de tu jornada. Pero es importante que comprendas que el progreso con
la depresión y la ansiedad requerirá confiar en la esperanza de nuevo. La esperanza es una
buena amiga que te ha dado un mensaje incómodo. Te sientes ofendido y resentido con la
esperanza durante un tiempo. A pesar de que es posible que hayas reconocido que estabas
equivocado acerca de la esperanza, todavía debes permitirte confiar en este amigo de nuevo
antes de que las cosas se «hagan bien».

«La esperanza implica memoria, no sólo del pasado, sino también una 'memoria' del
futuro (p. 88)». Kathryn Greene McCreight en Darkness Is My Only Companion
(traducido como «La oscuridad es mi única compañía»)

¿Cómo sucede esto? Como cualquier otra relación. Reconoce delante de Dios tu vacilación
de confiar en la esperanza y permite que la ternura de tu respuesta demuestre que Su
fidelidad merece tu confianza. Comienza por esperar en áreas «pequeñas» de tu vida y
esfuérzate a para esperar en áreas cada vez más grandes de tu vida. Date cuenta de que Dios
está dispuesto a tomar esta jornada para restaurar la esperanza contigo. Dios disfruta de
viajar contigo tanto como tú deseas llegar al destino.

Lee Romanos 5:1-5. No te sientas apurado por este pasaje. Incluso si no representa el lugar
en el que estás, revela a dónde Dios planea llevarte. Este pasaje representa la promesa que
garantiza que tu respuesta a la pregunta «¿vale la pena la decepción para tener esperanza?»
puede ser «¡sí!». Observa que hay un viaje: de la resistencia (no crees que puedas hacerlo)
al carácter (una creciente confianza en la fidelidad de Dios), luego a la esperanza (una
confianza en la fidelidad de Dios que puede llegar a ser contagiosa para los demás), luego a
la eliminación de la vergüenza (tu miedo y desesperación ya no llevan un sentido de estigma,
sino que marcan el punto donde la gracia de Dios comenzó en tu vida). Dondequiera que
estés en esta jornada, simplemente continúa dando el siguiente paso.

Pregunta: ¿Cuáles son las próximas áreas en las que debes entregarte a la esperanza?
¿Cuáles son las grandes áreas de esperanza para las que puedes comenzar a orar y permitir
que sean señales de la fidelidad de Dios?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

¿Para qué estoy viviendo?

Cuando se prolonga una lucha, ésta puede empezar a definir tu vida. Cuanto más tiempo
luches contra la depresión y la ansiedad, más podrás definir «un buen día» exclusivamente
con base en tus emociones. Esto puede distorsionar la forma en que piensas acerca de la
vida. Hay muchas cosas buenas que pueden suceder en un día «malo» y muchas cosas malas

86
que pueden suceder en un día «bueno». Sin una perspectiva más amplia, la historia de tu
vida se volverá malsana.

Propósito más que alivio

Comienza haciéndote la pregunta: ¿qué haría que un día sea «bueno» incluso si
experimentaras niveles significativos de depresión y ansiedad? Tener una respuesta a esta
pregunta es una parte importante de dejar de asentar tu vida en la presencia o ausencia de
depresión o ansiedad. Permite la posibilidad de decir: «hoy fue emocionalmente duro pero
bueno». Este tipo de declaración puede ser revolucionaria y emocionalmente liberadora.

«Muchos cristianos que no pensarían en ver la palabra de Dios de una manera falsa,
todavía cometen el error de ver el mundo de Dios de una manera falsa. A medida que
se ven a sí mismos, sus situaciones y sus relaciones con los demás, tienden a insistir
y magnificar lo negativo y excluir lo positivo. Esta visión distorsionada de la realidad
deprime inevitablemente su estado de ánimo». David Murray en Los cristianos
también se deprimen

A medida que te preparas para comenzar el paso siete y a pasar de la narrativa a la práctica,
este cambio de mentalidad será importante. Si tu objetivo principal es el alivio de las
emociones desagradables, entonces es poco probable que mantengas los cambios que te
beneficiarían. El alivio, como objetivo principal, es muy propenso a soluciones a corto plazo.
En cambio, te animamos a adoptar una vida de propósito como objetivo principal. Éste será
el tema que te llevará a través del final del paso nueve en este material. El propósito puede
trascender y compensar el dolor. Cuando estás plenamente investido en el propósito de Dios
para tu vida, entonces eres mucho más capaz de que el gozo puesto delante de ti soporta tu
sufrimiento… (referencia, Hebreos 12:1-2). Sin algo en tu vida más significativo que el alivio,
la depresión y la ansiedad se convierten en el gran tema de tu vida.

Lee Filipenses 4:10-13. Nota que Pablo no minimiza ninguna de sus luchas. Él admite
plenamente haberlo pasado mal, con hambre y con necesidades. Tener un propósito en
medio de la depresión y la ansiedad no es una versión hiperespiritualizada de la negación.
Más bien, el sentido de propósito de Pablo como siervo de Dios le dio la fuerza para soportar
cualquier desafío que enfrentara (una representación más precisa del versículo 13 que sus
interpretaciones triunfalistas más comunes). El contentamiento de Pablo en estos desafíos
(v. 11) no era pasividad. Pablo se esforzó continuamente por cambiar sus circunstancias. En
cambio, el contentamiento de Pablo se basaba en tener un propósito que no podía ser
frustrado por los desafíos presentes.

Pregunta: ¿Qué haría que un día fuera «bueno» incluso si experimentaras niveles
significativos de depresión y ansiedad? ¿Con quién has compartido esa pasión para orar y
animarte a perseguirla?

87
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Resumen de la reflexión: A medida que has trabajado a través de este capítulo, ¿cuáles dirías
que son los aspectos más importantes de tu historia que estás empezando a ver de manera
diferente? A medida que comienzas a aceptar esas cosas como la interpretación precisa de
tu lucha emocional, ¿cómo anticipas que puedes cambiar tu experiencia de depresión y
ansiedad?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Conversaciones de ánimo para DESCUBRIR TU HISTORIA A TRAVÉS DEL EVANGELIO

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este
proceso.

● ¿Cuáles son los temas saludables del evangelio que más necesitas asimilar para
darle sentido a tu experiencia de depresión y ansiedad?
● ¿Eres capaz de identificar los momentos específicos de tu vida en los que más
necesitas permitir que estas nuevas interpretaciones penetren en tu pensamiento,
emociones y elecciones?
● ¿Qué tan bien te estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones en el
capítulo uno?

Con cada paso, te aconsejamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.
• _________________________________________________________________
• _________________________________________________________________

88
Capítulo 7
«Recuperando mi vida de la depresión-ansiedad»
IDENTIFICA LAS METAS que te permitan luchar contra el impacto de tu
sufrimiento

«Ahora puedo ver que la inocencia y la impotencia no son lo mismo.


Solía pensar que 'no fue mi culpa' era lo mismo que 'no hay nada que pueda hacer'.
Mi antigua historia de sufrimiento venía acompañada de un modo de vida malsano. La
nueva historia, la identidad y las creencias que vienen con el evangelio
me permiten vivir de forma diferente sin ceder a la antigua y falsa vergüenza.
Puedo cambiar [describe cómo] sin un sentimiento de condena [describe porqué]».

Memoriza: 1 Pedro 3:14-15 (NBLA) «Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son.
Y no tengan miedo por temor a ellos ni se turben, sino santifiquen a Cristo como Señor en
sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les
demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y
reverencia». Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

● «Sufren» – Este pasaje trata de responder al sufrimiento de una manera que ponga
en evidencia tu justicia en Cristo.
● «No tengan miedo» – No se trata de estoicismo, sino de una advertencia para no
dejar que la experiencia del sufrimiento te desestabilice.
● «Santifiquen a Cristo» – Tu principal objetivo en la vida sigue estando a tu disposición
en cada situación. No estás impotente.
● «La esperanza que hay en ustedes» – La presencia del miedo-desesperación no
significa la ausencia de esperanza. La fe se revela mejor dentro del contexto del
miedo-desesperación; así como la luz se revela más claramente en el contexto de la
oscuridad.
● «Con mansedumbre y reverencia» – A menudo cuando luchas contra emociones
poderosas, tu manera de expresar tus sentimientos puede desvanecerse.

Notas de enseñanza

«A veces la medicina se siente menos como una herramienta contra la depresión y la manía,
y más como la pesada armadura de Saúl sobre el joven David (p.69)... La esperanza. Cuando
nos encontramos en un estado de enfermedad mental grave, la esperanza está lejos de
nosotros. Por eso necesitamos las Escrituras y la comunidad de fe. Nos aportan fe y
esperanza como un pozo que ahora no podemos alcanzar (p. 124)». Kathryn Greene-
McCreight en Darkness Is My Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única
compañera»)

89
«La verdadera felicidad interior no implica la ausencia de dolor (p. 10)... No podemos
controlar lo que nos sucede... Debemos decidir qué hacemos con lo que nos pasa. Ésta es la
parte más importante de nuestra historia. La forma en que elegimos responder a nuestra
adversidad no sólo revela nuestro carácter, sino que lo moldea (p. 200)... Las personas
infelices suelen vivir en el ayer o desear el mañana (p. 191)». Leslie Vernick en Lord, I Just
Want to Be Happy (traducido como «Señor, yo sólo quiero ser feliz»)

«No necesariamente dudamos de que Dios hará lo mejor para nosotros; nos preguntamos
cuán doloroso será lo mejor (p. 91)». C. S. Lewis en una carta citada por Charles Hodges,
M.D. en Good Mood Bad Mood (traducido como «De buen humor, de mal humor»)

«La regla general es que cuando nos encontramos atorados, ampliemos el círculo e
incluyamos a otras personas que puedan ayudar. Ésta es una manera de confiar en Dios y
seguir sus medios de crecimiento y cambio (p. 227)... La belleza es justo lo que necesita la
preocupación. La atracción magnética de la preocupación sólo puede romperse con una
atracción más fuerte (p. 154)». Ed Welch en Running Scared (traducido como «Corriendo
asustado»)

«La esperanza es tanto un don de Dios como una habilidad que nos permite alcanzar (p. 79)».
Ed Welch en Depression, A Stubborn Darkness (traducido como «Depresión, una oscuridad
obstinada»)

«No puedes leer Mateo 26:36-39 y salir diciendo: 'El desaliento no es tan malo, porque Jesús
lo tuvo en Getsemaní y Él no tiene pecado'. Por el contrario, lo que se obtiene es una
impresión de la seriedad con la que luchó contra la incredulidad del desaliento. Cuánto más
deberíamos luchar nosotros (p. 306)». John Piper en Gracia venidera.

90
Aplicación personal

Uno de los mayores retos al identificar objetivos para combatir los efectos del sufrimiento,
es ser activo sin aceptar falsa culpa. Es fácil pensar que, si hay algo que «puedes hacer» para
compensar el impacto de tu sufrimiento, entonces es algo que «deberías haber hecho» todo
el tiempo.

El engaño implícito en este tipo de pensamiento es que la nueva estrategia habría evitado
que ocurra la experiencia de la depresión-ansiedad. Si esto fuera cierto, entonces estarías
enfrentando una experiencia de depresión-ansiedad basada en el pecado, en lugar de una
basada en el sufrimiento.

El ejemplo más claro de esta dinámica podría ser el duelo. El duelo es claramente una forma
de sufrimiento. Pero no estás indefenso y atrapado en la experiencia del dolor durante toda
la vida. Hay cosas que puedes hacer para procesar la experiencia del duelo y compensar su
impacto. Sin embargo, hacer estas cosas antes no habría evitado que tu ser querido muriera
o incluso evitar tu experiencia de dolor ante su muerte.

Así es como te animamos a considerar las estrategias presentadas en este capítulo. Son
enfoques que ayudan a aliviar el impacto de la depresión-ansiedad en tu vida. Presentamos
más estrategias de las que podrás poner en práctica. No te sientas abrumado. Elige las que
te parezcan más adecuadas para tu experiencia. Si no estás seguro de cuáles pueden ser,
consulta con tus amigos, tu pastor o el consejero con quien estás revisando este manual.

Si crees que necesitas un enfoque de la ansiedad-depresión que te llame a asumir más


responsabilidad personal sobre tu estado emocional, entonces te animamos a consultar el
capítulo seis del estudio correspondiente que aborda estas mismas emociones desde un
paradigma de pecado.

Tu objetivo al final de este capítulo, y posiblemente junto con el capítulo seis del estudio
correspondiente, es identificar las cosas más impactantes que podrías hacer en tu lucha
contra la depresión-ansiedad. Queremos ayudarte a romper la sensación de impotencia a la
que es tan fácil sucumbir.

Varios de estos enfoques fueron adaptados de una lista más amplia que se encuentra en el
libro de Ed Welch, Depression, A Stubborn Darkness (traducido como «Depresión, una
oscuridad obstinada» p.231 y siguientes; sólo texto en negrita).

1. Habla contigo mismo en lugar de escucharte a ti mismo: Lo más probable es que, si has
persistido hasta este punto del estudio, tu impulso cognitivo no era tu amigo cuando
empezaste este estudio. Esperemos que eso esté cambiando ahora. Pero en situaciones
difíciles, es probable que aún tengas que ser muy intencional con tus pensamientos.

91
Esta disciplina es vital para todos en cualquier área de lucha de disposición que se tenga:
la timidez, el orgullo, agradar a la gente, y la insensibilidad, te llaman a «llevar todo
pensamiento cautivo» (2 Corintios 10:5-6), contrarrestando tu conversación natural
contigo mismo con aquellas cosas que son verdaderas, justas, puras, encomiables, etc.
(Filipenses 4:8).

No permitas que la idea de «hablar contigo mismo» te resulte extraña. La realidad es que
la voz de tu cabeza te habla más que cualquier otra persona. A menos que seas intencional
con esa voz, especialmente durante tiempos emocionalmente difíciles, esa voz hará eco
de tu carne más que de tu Salvador.

Lee Salmos 42 y 43. Fíjate en la pregunta que se repite constantemente: «¿por qué estás
abatida, alma mía?». En estos dos salmos tienes un ejemplo de cómo suena hablar contigo
mismo en lugar de escuchar tu disposición natural. Observa que el salmista no trata de
convencerse de que no pasa algo malo. En cambio, simplemente se recuerda a sí mismo
la presencia y fidelidad de Dios en medio de la lucha.

2. Deja de decir «no va a funcionar»: Ésta es, probablemente, la frase con mayor efecto en
matar el esfuerzo. Cuando cedes a esta mentalidad, la moral se hunde. A menos que se
garantice que la estrategia propuesta es 100% efectiva para eliminar el 100% de la lucha,
piensas: «no vale la pena el esfuerzo». Esta frase te ciega a la realidad de que hacer lo que
estás haciendo actualmente es 100% efectivo para eliminar el 0% de la lucha.

Esta forma de autoprotección intencionada se convierte en un capullo que hace que tu


depresión-ansiedad se sienta emocionalmente más segura que los riesgos que tendrías
que asumir para cambiar. Con frecuencia, permaneces en este capullo hasta que tu
situación se vuelve tan grave que estás dispuesto a correr riesgos irracionales para forzar
un cambio rápido. El resultado son intentos de suicidio y otras medidas desesperadas.

Al desafiar esta afirmación como falsa en tu propio pensamiento, te permites la


oportunidad de tomar riesgos más pequeños y pulidos para un cambio sostenible y sabio.
Ser honesto con un amigo y usar sustancias ilegales son ambos «riesgos» dirigidos al alivio.
Cuanto más desafíes el pensamiento erróneo, más probable será que corras riesgos
sabios.
92
3. Permitir que las causas y los remedios contribuyan: Una de las formas en las que te dejas
llevar por la mentalidad de «no va a funcionar» es esperar que un solo remedio resuelva
toda tu experiencia de depresión-ansiedad. Es similar a la forma en que descartas muchas
de las causas de la depresión-ansiedad en las primeras etapas; si una causa contribuyente
no era suficiente para explicar la totalidad de tu experiencia, dudabas de que pudiera ser
parte de la «razón».

Rara vez un solo factor creará la totalidad de tu experiencia de depresión-ansiedad. En


consecuencia, rara vez una sola intervención proporcionará un remedio completo para tu
lucha. No reconocer esto te regresa al falso pensamiento de «todo o nada» que
discutimos en el capítulo tres.

A la hora de evaluar los posibles remedios/intervenciones, he aquí el tipo de preguntas


que te animamos a plantear:

● Plausibilidad: ¿Es razonable esperar que este enfoque alivie parte de mi lucha de
depresión-ansiedad?
● Prioridad: ¿Existen otros enfoques que puedan aliviar más mi lucha de depresión-
ansiedad?
● Estrategia: ¿Cuál voy a aplicar primero y por cuánto tiempo para tener una idea
precisa de su eficacia?
● Holística: ¿Estoy dispuesto a considerar otros enfoques que aborden otras causas
después de haber maximizado el alivio que obtengo de mi primera estrategia?

Este enfoque te ayudará a evitar tanto la falsa desesperación como la falsa esperanza en
el proceso de identificar los objetivos que combatan mejor el impacto de tu sufrimiento.

4. La medicación: Son muchos los interrogantes que existen sobre el papel de la medicación
en el tratamiento o alivio de la depresión-ansiedad. A menudo, cuando te enfrentas a
preguntas a las que no sabes cómo responder ¿y cuántos de nosotros somos médicos
investigadores?, te vuelves pasivo (no haces nada) o dependiente (haces todo lo que te
dicen).

La cuestión no es si los medicamentos para la ansiedad-depresión están bien o mal. Eso


enmarca la cuestión como una cuestión moral/espiritual. Más bien, la pregunta es si la
medicación es una opción sabia para ti en tu experiencia particular de depresión-
ansiedad.

El Apéndice A está pensado para ayudarte a recorrer este proceso de toma de decisiones
si aún no lo has hecho. Esperamos que en este punto puedas abordar este material con
una conciencia libre (resistiendo a la idea de que combatir la depresión-ansiedad sin
medicación es el camino moralmente superior) y una mente abierta (resistiendo la idea
93
de que hay una respuesta universal para saber si la medicación es un buen tratamiento
para un caso determinado de depresión-ansiedad).

5. Identifica las áreas en las que tus decisiones son importantes: Cuando no puedes controlar
lo que más quieres cambiar, es fácil que sientas que ninguna de tus decisiones importa.
Éste es otro señuelo hacia la pasividad de la experiencia de la depresión-ansiedad. Si no
puedes hacer que te «sientas mejor», ¿las demás opciones realmente importan?

La respuesta es ¡sí! Cuando dejas de creer que tus elecciones importan, has entrado en
un lugar de máxima desesperación. La mejor salida no es una charla de ánimo, sino
identificar las áreas de tu vida en las que tus decisiones sí importan y tener la valentía
necesaria para ver su importancia.

Haz una lista. ¿Cuáles son las cinco principales decisiones que tomarás y que te afectarán
a ti y a tus seres queridos?
i. ______________________________________________________________________
ii. _____________________________________________________________________
iii. _____________________________________________________________________
iv. _____________________________________________________________________
v. _____________________________________________________________________

Una vez que hayas identificado las opciones clave que importan, no te abrumes por la
cantidad de éstas y otras elecciones que tienes que hacer cada día. Cuando piensas en tus
elecciones cotidianas desde la depresión-ansiedad es muy fácil sentirte paralizado o sin
sentido.

Lee Mateo 6:25-34. A la luz de esta reflexión, considera la forma en que obedecer este
pasaje requiere que pienses en elecciones. Debes creer que tus elecciones son lo
suficientemente importantes como para «buscar primero» el reino de Dios (v. 33) y
sopesar la importancia de tus elecciones para no sentirte abrumado por las obligaciones
diarias. Una buena manera de mantener este equilibrio es priorizando tus elecciones más
importantes, recordarte a ti mismo la gracia de Dios que puede tener influencia en esas
áreas, e incentivarte a ti mismo a confiar en Dios con las otras áreas que has considerado
como «menos importantes».

6. Entablar relaciones: No pases por esta experiencia de depresión-ansiedad en solitario. Es


peligroso y debería haber una etiqueta de advertencia; si las emociones tuvieran un lugar
para poner etiquetas de advertencia. El objetivo del manual hasta este punto ha sido
darte las herramientas para invitar a otras personas a compartir tu carga.

● Si has luchado con una sensación de estigma, esperamos que hayas aprendido que
son emociones comunes.

94
● Si te costó saber qué decir, esperamos que hayas encontrado muchas formas de
expresarte.
● Si luchaste contra el orgullo, esperamos que hayas adquirido la voluntad de
reconocer tus limitaciones.
● Si luchaste contra la inseguridad, esperamos que hayas visto el orgullo en tu falta de
voluntad para ser débil.
● Si te aferras a tu independencia de los demás, esperamos que hayas visto la inutilidad
de esta búsqueda.

A menudo es tu pecado el que te impide recibir el consuelo de Dios en tu sufrimiento. Tu


naturaleza pecaminosa aprovechará el sufrimiento para reforzar sus defensas contra la
gracia de Dios. Esto no es una trampa. Tu depresión-ansiedad puede tener sus raíces en
el sufrimiento, pero aun así ser secuestrada por el pecado.

Uno de los indicadores clave de que esto ha ocurrido es el aislamiento. Dios te llama a
vivir en relación. Es imposible ser la persona que Dios te llama a ser, a menos que te
involucres significativamente en la vida de los demás y permitas que los demás se
involucren significativamente en tu propia vida.

¿Cómo puedes asegurarte de que la intervención de los demás en tu vida es saludable


para ellos y para ti? Los tres puntos siguientes abordan esta cuestión.

7. Pide a la gente que ore por objetivos más que por alivio: Ésta es una gran manera de
asegurar que la participación de tu amigo en tu vida está reforzando los cambios que Dios
está produciendo. Ejemplos de este tipo de peticiones de oración serían:

● Ora para que tome mis pensamientos cautivos de manera consistente cuando
experimente depresión-ansiedad.
● Ora para que sea disciplinado en mi dieta, ejercicio y patrones de sueño.
● Ora para que enfrente cada episodio de depresión-ansiedad como una oportunidad
para confiar en Dios.
● Ora para que no permita que mi dolor emocional cree dudas sobre el amor de Dios.
● Ora para que sea honesto contigo sobre mi vida para que no me sienta solo ni siquiera
en nuestra amistad.
95
● ___________________________________________________________________
● ___________________________________________________________________
● ___________________________________________________________________

En los espacios en blanco de arriba escribe los objetivos adicionales que serían más
importantes para que tus amigos pidan a Dios en tu nombre.

En los espacios en blanco de abajo, escribe los nombres de las personas a las que podrías
pedir que oren por ti de esta manera.

_____________________________ _____________________________
_____________________________ _____________________________
_____________________________ _____________________________
_____________________________ _____________________________

Este tipo de peticiones de oración debería conducir a la siguiente forma de entablar


relaciones.

8. Estar dispuesto a ser desafiado: Pedir oración de esta manera sin estar dispuesto a ser
desafiado sería una forma de hipocresía. Aunque pueda parecer intimidante, en este
momento deberías querer este tipo de responsabilidad. Considera la alternativa; la voz
principal en tu mundo sería tu depresión-ansiedad. Eso ha sido miserable. No vuelvas
atrás. Permite que otros te amen en la otra dirección.

A menudo es tu sensación de fragilidad emocional la que genera una pasividad contagiosa.


Empiezas a creer que las expectativas básicas de la vida son «demasiado» y la intensidad
de tus emociones convence a los demás de que tienes razón. Tratan de ser cariñosos y
hacen por ti lo que deberías hacer por ti mismo. Al final, hay una expectativa colectiva de
tu inactividad que se mantiene hasta que tus cuidadores se agotan y se distancian
(normalmente se percibe como un abandono).

A menos que permitas que otros te desafíen en las áreas que tus luchas te tientan a
descuidar, tus relaciones se vuelven insostenibles. Pasas por ciclos de dependencia,
agotamiento, conflicto y aislamiento. Lo haces hasta que «aprendes» que esas relaciones
son insostenibles. En realidad, lo que aprendes es que las relaciones unilaterales son
insostenibles. Permitirte enfrentar los retos es lo que da esperanza de longevidad en las
relaciones.

9. Servir a los demás: ¿Cómo muestras a la gente que una relación puede ser equilibrada?
Les sirves con gozo. Llegas a conocerlos y a conocer sus luchas de una manera que te
permita identificar formas de bendecirlos en medio de los desafíos que están
enfrentando.

96
¿Cómo puedes mantener tus propias luchas en perspectiva? Una forma de hacerlo es
dando importancia a las luchas de los demás. Un enfoque primario en tus luchas siempre
hace que éstas parezcan más significativas. Cuando empiezas a descuidar el servicio a los
demás, ya no escuchas frases como: «gracias...», «te echo de menos...» y «haces que mi
vida sea mejor...».

La ausencia de este tipo de interacciones hace que la vida parezca menos significativa, lo
que sólo hace que la depresión-ansiedad empeore. Pero cuando todo lo que oyes es el
silencio; a menudo no reconoces que puede estar arraigado en tu vacío de servir a los
demás.

Lee Hechos 20:35. «Bienaventurado» es una buena descripción de lo opuesto a la


depresión-ansiedad. Significa más que una felicidad episódica. «Bienaventurado» incluye
la idea de una vida rica y plena marcada por el contentamiento y la satisfacción. Jesús dijo
que la forma de ser «bienaventurado» está marcada más por el dar, que incluye el
servicio, que por el recibir. Eres capaz de dar a los demás cuando recuerdas lo mucho que
se te ha dado en Cristo (Génesis 12:2). Nunca te hace falta gracia. La generosidad en tu
amor es una forma primaria de recordarte la grandiosidad del amor de Dios; al amar te
das cuenta de que estás sacando de una fuente inagotable.

10. Perdonar: Es fácil olvidar que el contexto del mandamiento de perdonar es siempre el
sufrimiento; el haber pecado. Esto significa que el perdón es a menudo una parte vital de
la superación de la depresión-ansiedad basada en el sufrimiento, pero no significa que
Dios se preocupe más por tu respuesta al dolor que por tu experiencia del dolor.

En el llamado de Dios para que perdones a los demás está su deseo de que te liberes y
encuentres alivio. Si sólo percibes el peso moral del mandato de Dios de perdonar y te
pierdes la compasión de Dios en este mandato, la sensación de injusticia te tentará a
resistir esta fuente de alivio.

Si hay una relación significativa en la que se necesite el perdón para que tengas libertad
emocional, entonces considera estos recursos como guía:

● Si tienes dificultades para entender qué es el perdón y cómo navegar por el viaje
emocional de experimentar sus beneficios, considera el capítulo seis en
www.bradhambrick.com/gcmcommunication (en inglés). En español consulta el
manual «Matrimonio centrado en el evangelio: comunicación» en
www.proyectocoramdeo.com
● Si tienes dificultades para entender las implicaciones del perdón en una relación
abusiva-traumática del pasado que está generando luchas emocionales actuales,
considera www.bradhambrick.com/sexualabuse (disponible sólo en inglés).

97
● Si tienes dificultades para entender el papel del perdón y los límites necesarios en
una relación actual malsana o manipuladora, considera
www.bradhambrick.com/selfcenteredspouse (disponible sólo en inglés).

El perdón puede ser un camino más que una decisión. Pero, incluso en esas circunstancias
difíciles, es un viaje hacia la libertad que merece la pena el esfuerzo. Si el resentimiento
es lo que te atrapa en la depresión-ansiedad y confunde la calidad de tus relaciones
actuales, confía en Dios lo suficiente como para embarcarte en este viaje.

Lee 2 Corintios 2:10-11. Hay muchas cosas que pueden resultar confusas en este pasaje.
Puedes maravillarte o cuestionar la voluntad de Pablo de perdonar indirectamente. Pero
aprendes una cosa claramente; Satanás tiene un conjunto de estrategias (sí, plural) para
usar la falta de perdón para destruir aún más, a los que ya han sido heridos. Como un
depredador que se aprovecha de los heridos en un rebaño, Satanás se aprovecha de estas
vulnerabilidades espirituales (1 Pedro 5:8). Esto no debe hacerte temer. Dios es más
grande que tu adversario (1 Juan 4:4), pero debería hacerte buscar con fervor lo que
significa ser libre del deseo de la muerte de aquellos que te han hecho daño.

11. Escudo contra una identidad depresiva-ansiosa: Cuanto más tiempo luchas con algo, más
tiende esa lucha a convertirse en parte de tu identidad. Paul Tripp capta bien esta
dinámica:

«De hecho, cuanto más tiempo luchamos con un problema, más probable es que nos
definamos por ese problema (divorciados, adictos, deprimidos, codependientes, TDA).
Llegamos a creer que nuestro problema es lo que somos. Pero, aunque estas etiquetas
pueden describir formas particulares de lucha como pecadores [o sufridores] en un
mundo caído, no son nuestra identidad. Si permitimos que nos definan, viviremos
atrapados en sus límites. Esta no es la forma de vivir de un hijo de Dios (p. 260)». En el
libro Instrumentos en la mano del Redentor

Tú no eres tu lucha. Hay un «tú» que experimenta tu lucha. Si esto no fuera cierto, no
serías consciente de la lucha, porque las luchas no tienen conciencia de sí mismas. No
podrías filosofar para salir de la depresión-ansiedad, pero puedes empezar a ver
claramente el error de esta creencia tan engañosa.
98
Una forma de reforzar esta distinción es cambiar tu lenguaje de «estoy deprimido-
ansioso» a «estoy experimentando depresión-ansiedad». Puede sonar a semántica, pero
empieza a separarte cognitivamente de tu experiencia. Es un hábito, cuya torpeza verbal,
te obligará a considerar el punto: tú no eres tu lucha.

Si tienes una lucha general por tener un sentido de identidad positivo y satisfactorio,
entonces considera el manual «Identidad y confianza» en
www.bradhambrick.com/identity (en inglés) y en español en
www.proyectocoramdeo.com. Este manual examina cómo el evangelio proporciona un
sentido satisfactorio y convincente de identidad, propósito, seguridad, confianza y
sabiduría para cada creyente.

Lee 1 Pedro 4:9-10. Haz una lista de todo lo que este pasaje dice que eres en Cristo.
Compara esto con el sentido de identidad que ha surgido de una prolongada lucha contra
la depresión-ansiedad. Ahora hazte estas dos preguntas. Primero, ¿cuál de estas fuentes
de identidad fue verdadera primero (Efesios 1:4)? En segundo lugar, ¿cuál de estas
fuentes de identidad será verdadera por más tiempo (Romanos 8:31-39)? Recuerda, Dios
tiene compasión por el lugar donde te encuentras en medio de tu jornada mientras te
aferras a estas realidades.

12. Adoración: La depresión-ansiedad es una forma de asombro. En estas emociones difíciles


te asombras ante cosas que parecen abrumadoras y en contra de ti. La adoración cristiana
también es una forma de asombro. Cuando adoras a Dios, recuerdas la abrumadora
realidad de que Dios es para ti y está contigo.

En este sentido, la adoración y la depresión-ansiedad son narrativas que compiten entre


sí, tratando de definir lo que es más verdadero en tu vida. La adoración no hace que tus
tensiones sean falsas (como la depresión-ansiedad, que sí hace que tus bendiciones sean
falsas), pero sí permite que tus tensiones se conviertan en la subtrama de tu vida, en lugar
de la historia principal.

«Pero, ¿no es hipócrita adorar cuando mis tensiones han usurpado la historia principal de
mi vida?», se preguntan muchas personas con sinceridad. Sólo es hipócrita si tratas de
mentirle a Dios, a ti mismo o a los demás sobre esta batalla interna, mientras al mismo
tiempo adoras tu camino de vuelta para permitir que la narrativa del evangelio tenga la
primacía en tus emociones.

Por esta razón, te animamos a que asistas a las reuniones de adoración colectivas, aunque
dudes de que tus emociones participen por completo. Cuando te encuentres en una gran
multitud de personas cantando sobre el evangelio, recuerda que cada persona presente
ahí, está cantando porque su historia es tu historia. Cantamos juntos las mismas canciones
porque estamos viviendo y celebrando la misma historia redentora.
99
Utiliza esta percepción para que te dé un nuevo punto de entrada a la adoración. Si te
cuesta entrar a través de tu propia experiencia emocional, escucha la alegría de otros en
el mismo viaje y comienza haciendo eco de su alegría. Date cuenta de que son como tú y
están caminando contigo. Puede que no sientas el movimiento, pero date cuenta de que
estás en la corriente de su adoración porque tu historia es parte de la suya.

Mientras sigues avanzando, recuerda que la adoración es una buena prevención de la


depresión y la ansiedad porque consolida el evangelio como la historia principal de tu vida
y permite que tus tensiones tengan su justo peso como subtramas secundarias o terciarias
en tu vida.

¿Cuáles son las formas de culto que te resultan más significativas, satisfactorias o
emotivas?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

¿Cuáles son los puntos de tu día en los que puedes incorporar la adoración para
incorporar más «asombro saludable»?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

¿Existen aspectos de tu experiencia de depresión-ansiedad que se vean más fácil o


claramente impactados por la adoración?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

13. Date cuenta de que esto es una batalla y debes luchar: Incluso el sufrimiento es una
batalla. Puede ser más natural pensar en tu batalla contra el pecado. En cuyo caso quieres
eliminar algo, y está claro que tienes la responsabilidad de hacerlo. Pero cuando se te dice
que luches contra el sufrimiento, puedes empezar a sentirte falsamente acusado y que
quienes te lo recuerdan son malos.

Sin embargo, la alternativa es la pasividad y la rendición. Por muy injusto que sea, cuando
tu depresión-ansiedad puede estar arraigada en sufrimiento, debes seguir luchando.
Dejar de luchar por la esperanza y la paz es dejar de vivir. Incluso sin considerar el suicidio,
puedes existir como muerto viviente si no luchas por la esperanza.

¿Qué aspecto tiene esta batalla? Probablemente mucho más cotidiana de lo que
imaginas. Puede ser tan simple como saborear una taza de café, reír en una conversación
con un amigo, orar con fe de que Dios está escuchando o cualquier otra cosa mencionada
en este capítulo. La batalla por la esperanza no suele ser tan grande como lo oscura que
es la experiencia de la depresión-ansiedad.
100
Dios ya ha ganado la batalla, así que no tienes que ser un valiente guerrero armado como
los héroes de los cómics. Tienes que ser un hijo de Dios que camina bajo Su protección y
la victoria que Él ya ha obtenido. A menudo es olvidar esta realidad que hace que la lucha
contra la batalla que tienes te parezca tan abrumadora que te rindes.

Lee 1 Pedro 1:3-9. Primera de Pedro es el libro del Nuevo Testamento que más se centra
en el sufrimiento. En muchos sentidos, es la continuación neotestamentaria de Job en el
Antiguo Testamento. En estos versículos introductorios, Pedro describe lo que significa
seguir luchando por la esperanza en medio del sufrimiento. Observa el sentido del viaje
en este pasaje: empieza en la salvación, continúa a través del sufrimiento y llega hasta el
Cielo. Considera la posibilidad de memorizar este pasaje para poder recordarlo cuando ya
no tengas ganas de seguir intentando.

14. Deja ir el «debería»: Un detonador frecuente de la depresión-ansiedad basada en el


sufrimiento es un sentido exagerado de lo que «deberías» estar haciendo. Cualquier
número de escenarios puede contribuir a esto:

● La persona con dolor crónico que siente que debería hacer todo lo que podría hacer
si estuviera completamente sana.
● La madre primeriza que piensa que debería hacer todo lo que podía hacer antes de
cuidar a un bebé.
● La persona que se jubila y siente que debería poder ser tan generosa como cuando
trabajaba.
● El adulto que empieza a cuidar de sus padres enfermos y siente que debería seguir
teniendo la capacidad que tenía antes.
● Otros:
________________________________________________________________

En estas situaciones, combatir el impacto del sufrimiento requiere reconocer tus nuevos
límites, ya sean tiempo, energía o finanzas. De lo contrario, un falso sentimiento de culpa
se convertirá en una carga que alimenta la depresión o en el impulso para tomar
decisiones insensatas que generen ansiedad.
101
¿Cuáles son los límites a los que te enfrentas actualmente y los «debería» que tienen la
tentación de acompañarlos?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

¿Cuáles son las expectativas realistas que crees que Dios tiene para alguien en esas
circunstancias?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

Si te cuesta vivir dentro de tus límites de tiempo y energía, considera el recurso en


www.bradhambrick.com/burnout (disponible sólo en inglés). Si luchas por vivir dentro de
tus límites financieros, considera el recurso en www.bradhambrick.com/gcmfinances (en
inglés) y en español consulta el manual «Matrimonio centrado en el evangelio: finanzas»
en www.proyectocoramdeo.com.

15. Cuestiona tus interpretaciones: Se tiende a ver primero lo que más se teme. Piensa en el
niño que teme a las serpientes caminando por el bosque. ¿Qué es cada rama torcida en
el suelo hasta que demuestra lo contrario? Una serpiente. Lo mismo es cierto en la forma
en que le das sentido a tu mundo.

● Para la persona que teme el rechazo, ¿qué escucha en cada pregunta?


● Para la persona que teme el fracaso, ¿qué percibe en cada oportunidad?
● Para la persona que teme la pobreza, ¿qué ve en cada gasto?
● Para la persona que teme la condenación, ¿qué siente en cada elección poco clara?

Ya entiendes la idea. Lees tus miedos en cada situación. Esto alimenta el ciclo de
depresión-ansiedad. Inicialmente te sientes sacudido por la sensación de amenaza. Pero
no puedes vivir en este estado de excitación emocional, así que caes en la depresión. Una
vez que supuestamente has descansado en esta depresión, eres capaz de volver a estar
ansioso.

Fíjate en el verbo de esta estrategia. Se trata simplemente de cuestionar, no


necesariamente de refutar por completo. La duda es todo el amigo que necesitas en esta
batalla. Cuando puedes separarte lo suficiente de las interpretaciones que alimentan tu
ansiedad-depresión como para dudar de ellas, la batalla está ganada en gran medida. La
verdad tiene su punto de entrada y, una vez que la luz de la verdad tiene una grieta por
la cual entrar, las mentiras sombrías se disipan.

Lee Juan 8:31-32. A menudo olvidas que la primera parte de creer en la verdad es tener
el valor de dudar de las alternativas que parecen tan atractivas. Dudar de tus temores es
el primer paso para confiar en Dios. De la misma manera, no puedes servir a dos señores
102
(Mateo 6:24), no puedes escuchar dos voces ni vivir en dos historias. En el sufrimiento,
Satanás no te esclaviza por medio de la esclavitud moral (como hace con el pecado), sino
por medio de una lealtad inquebrantable a tus miedos. Dudar de tus miedos es una forma
de fe que permite que la verdad de Dios te haga libre.

16. Busca lo bueno en las personas/situaciones: La depresión y la ansiedad son un


conjunto de lentes oscuros que hacen que las amenazas y los problemas se destaquen en
relieve. Estos mismos lentes toman las bendiciones y las oportunidades y las ponen en el
fondo de tu visión emocional. Mientras exista esta dinámica, la depresión y la ansiedad
tendrán la ventaja en tus pensamientos y emociones.

La contra medida es disciplinarse intencionadamente para buscar lo bueno en las


personas o situaciones. Esto no significa que no puedas reconocer los desafíos que
existen, sino que tienes que disciplinarte para que estas cosas no sean lo primero que
veas o en lo que más te fijes.

Tú eres el responsable de lo que piensas. Deja que esa afirmación se profundice. Puede
que no estés directamente a cargo de lo que sientes, pero puedes estar directamente a
cargo de lo que piensas; y lo que piensas tiene una gran influencia en lo que sientes.
Deberías sentirte fortalecido por esta realidad. No estás indefenso ante tu experiencia de
depresión-ansiedad que existe en un ámbito sobre el que tienes jurisdicción: el poder de
hacer cambios.

Considera estar consternado por el contenido de un programa de televisión mientras


sostienes el mando a distancia, tener la libertad de escuchar la radio o salir a pasear. Así
es como debes pensar en el contenido temeroso-desesperante de tu pensamiento
depresivo-ansioso. Tienes opciones alternas con respecto a tu «tiempo de emisión»
mental.

Lee Filipenses 4:8. Una cosa es saber que se puede «cambiar de canal» y otra cosa es
tener una lista de buenos programas que están actualmente en otros canales. En este
versículo, Pablo está proporcionando una lista de los otros programas a los que debes
dirigir tus pensamientos. Estas son las cosas que debes buscar y a las cuales dirigir tus
pensamientos cuando estés ansioso o deprimido. Memoriza este pasaje y utilízalo como
una lista de búsqueda del tesoro cuando sientas las gafas oscuras de la depresión-
ansiedad que se apoderan de tu pensamiento.

17. Lee un buen libro sobre el sufrimiento: Cuando los aficionados compiten contra los
profesionales, los profesionales suelen ganar. Satanás es un experto en usar el sufrimiento
para descarrilar la vida de las personas. Él toma ese dolor (físico, emocional, relacional y
espiritual) y lo utiliza para crear una sensación de impotencia y cinismo.

103
Desgraciadamente, la mayoría de los cristianos son mejores para aplicar el evangelio al
pecado que al sufrimiento. Esperamos que este material haya ayudado a equilibrar tu
capacidad de aplicar el evangelio al sufrimiento. Pero si todavía te sientes desequilibrado
en tu capacidad de procesar la experiencia del sufrimiento a la luz del evangelio, continúa
tu estudio. La mera voluntad de estudiar y aprender, muestra una postura activa que
contrarresta la intención de Satanás de hundirte en estas emociones.

Aquí tienes varios libros a tener en cuenta. Lee las reseñas en línea de los que te interesan
para determinar qué libro aborda el tipo de preguntas que te planteas.

● Tiempo de sanar: Luchando con los misterios del sufrimiento, el dolor y la soberanía
de Dios, de Joni Eareckson Tada
● Caminando con Dios a través del dolor y el sufrimiento por Tim Keller
● ¿Hasta cuándo, Señor? de D.A. Carson
● El problema del dolor de C. S. Lewis
● Depression, A Stubborn Darkness (traducido por el equipo de traducción como
«Depresión: una oscuridad obstinada») por Ed Welch
● Shame Intterrupted: How God Lifts the Pain of Worthlessness & Rejection (traducido
por el equipo de traducción como «La vergüenza interrumpida: Cómo Dios levanta el
dolor de la inutilidad y el rechazo») por Ed Welch
● Glorious Ruin: How Suffering Sets You Free (traducido por el equipo de traducción
como «La ruina gloriosa: Cómo el sufrimiento te libera») de Tullian Tchividjian

18. Estar dispuesto a sacrificar las pseudocomodidades de la depresión-ansiedad: Puede ser


difícil admitir las formas en que puedes sentirte cómodo con tu depresión-ansiedad. Creer
las mentiras de tus miedos te hace sentir «seguro» de que nunca te sorprenderá una
calamidad. Instalarse en la pasividad de la depresión crea un capullo frente a los «riesgos»
de la relación y la posibilidad de fracasar.

Haz una lista de los tipos de pseudoconsuelos que recibes de la experiencia de la


depresión-ansiedad.
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

Para conocer la esperanza, la paz y la alegría tienes que estar dispuesto a sacrificar estas
pseudocomodidades. Los llamamos «pseudocomodidades» porque el hecho de que la
experiencia de la depresión-ansiedad no sea agradable, revela que traen más dolor que
alivio.

Sin embargo, el término sacrificio debería entenderse con toda la simbología violenta que
implica su significado original. Tendrás que estar dispuesto a acabar con estos beneficios.
Recuerda que este sacrificio es el equivalente a cerrar un negocio que está perdiendo
104
dinero. Es una elección sabia, de beneficio neto; pero tu historia con estos beneficios hará
que la sabiduría sea inicialmente dolorosa.

Lee Juan 12:20-26. En este pasaje Jesús dice que su intercambio de muerte por vida (v.
23-24) es el ejemplo de lo que será para ti vivir el evangelio en tu vida (v. 25). Sacrificar
las pseudocomodidades es cambiar la muerte – creencias y prácticas que te agobian – por
la vida – la oportunidad de conocer la paz y la alegría de una manera que antes se veía
obstaculizada. En el lado de este intercambio parecerá una «obviedad», sin embargo,
cada vez que te enfrentes a esta decisión sobre una pseudocomodidad, será necesario
tener fe en esta promesa para resistir la tentación de volver a caer en el viejo patrón.

19. No confundas el aburrimiento con la depresión ni la incertidumbre con la ansiedad:


Cuando la depresión-ansiedad ha sido una parte prolongada de tu experiencia, te vuelves
emocionalmente tímido; cualquier emoción desagradable te hace preguntarte si estás a
punto de volver a caer en la misma situación. La oleada de miedo y temor que esto
desencadena es suficiente para empujarte de nuevo a la depresión-ansiedad, incluso si
ese no iba a ser el resultado de la experiencia emocional inicial.

Puedes estar en la incertidumbre sin estar ansioso. Puedes estar aburrido sin estar
deprimido. La «tristeza normal» y la «incertidumbre normal» son parte de una «vida
normal». Cuando tu cónyuge esté llegando tarde, preguntarse si está bien, es algo normal.
Sentirse aburrido con las cenas o con formas de entretenimiento repetitivas es normal.
No permitas que este tipo de experiencias te hagan pensar que has «recaído».

Estos son los indicadores de los cuales tendrías que preocuparte por las recurrencias de
la depresión-ansiedad.

● Comienzas a aislarte de las relaciones que has desarrollado durante el estudio.


● Comienzas a descuidar las responsabilidades básicas de cuidar de ti mismo, de tu
familia, de tus amigos o de tu trabajo.
● Los temas destructivos de tu historia de sufrimiento (cuarto paso) vuelven a ser
prominentes en tu pensamiento.

A menos que estas características estén presentes en tu experiencia de depresión-


ansiedad, no alteres tu vida. Sigue aplicando las prácticas y los principios clave que has
aprendido en este estudio y persigue las cosas que son importantes para ti. Mantener el
impulso hacia adelante es más importante que examinar la experiencia emocional, a
menos que las cualidades anteriores estén presentes.

105
20. Vida espiritual - Menos puede ser más: Se supone que una gran parte de la vida cristiana
es la paz y la alegría (Gálatas 5:22- 23). Cuando la depresión-ansiedad silencia estas
emociones, entonces es fácil pensar que estás viviendo en la derrota más que en la
victoria. Esto fácilmente crea un estándar por el cual te sientes perpetuamente
condenado.

Así que debes preguntar: ¿paz y alegría en comparación con qué estándar? Si
simplemente dices «más paz y alegría de la que tengo ahora», entonces todo lo que no
sea un subidón maníaco es una derrota. Si dices «más paz y alegría que el promedio de la
gente», el 49% de la población siempre vivirá en la derrota. Si dices «más paz y alegría de
la que merezco», entonces todo lo que esté por encima de un infierno literal es una
victoria; sea satisfactoria o no.

La respuesta sólo puede ser «más paz y alegría de la que tendría sin Cristo en este
momento». Ésta es la norma que te permite atravesar tiempos difíciles sin sentir que debe
haber algo malo en ti. La vida cristiana tiene la capacidad de soportar los altibajos de la
vida, en lugar de un estándar emocional rígido que te aplasta durante las temporadas
difíciles.

¿Cómo se ve esto en la práctica? Probablemente se parece a la voluntad de saborear los


placeres sencillos, estar dispuesto a ser honesto con Dios y con los demás sobre tu
experiencia, y aferrarte a tu fe en la capacidad de Dios para redimir las dificultades a las
que te enfrentas. Cuando estés dispuesto a considerar estas «victorias menores» como
«victorias significativas», te darás cuenta de que tu fe es mucho más profunda y tu calidad
de vida mucho más rica de lo que esperabas, basándote en esos «pequeños» cambios.

106
El final de la depresión-ansiedad como sufrimiento

¿Qué significa «combatir con éxito el impacto del sufrimiento»? No significa la eliminación
total de cualquier experiencia de sufrimiento. Te gustaría que así fuera. Desearías que, si
hicieras lo que puedes hacer, la depresión-ansiedad dejara de formar parte de tu experiencia
emocional.

Pero hay un peligro que viene con ese tipo de sueño. Es el peligro de la falsa expectativa que
resulta en un falso sentido de culpa y fracaso cuando vuelve la experiencia de la depresión-
ansiedad. Si crees en una existencia terrenal sin la experiencia de la depresión o la ansiedad,
entonces cuando sientes esas emociones, una de dos cosas tiene que ser verdad: (1) le
fallaste a Dios, o (2) Dios te ha fallado.

En cambio, cuando tu ansiedad-depresión tiene sus raíces en el sufrimiento, entonces tu


objetivo es equilibrar dos mentalidades:

1. Aceptar que la depresión-ansiedad formará parte de tu experiencia sin sucumbir a un


sentimiento de fracaso o vergüenza.
2. Comprometerte a vivir una respuesta sana, que honre a Dios en tu experiencia de
depresión-ansiedad.

Para la ansiedad-depresión basada en el sufrimiento, esto es lo que significa caminar en la


victoria. Considéralo, como un paralelismo, lo que significa honrar a Dios en medio del dolor
crónico, otra lucha basada en el sufrimiento. ¿Significa la ausencia de dolor? ¿Significa la
ausencia de desánimo por ese dolor? No y no.

Significaría aprender a aceptar que el dolor, de distintas intensidades, formará parte de tu


vida y comprometerte a vivir de forma sabia y dándole la gloria a Dios, a la luz de ese dolor.
Al aprender estas dos respuestas básicas, tendrías la oportunidad de vivir los propósitos que
Dios tiene para tu vida. Ni la presencia del dolor, ni el desánimo por ese dolor te impiden
experimentar el pleno favor de Dios o de vivir Su propósito para tu vida.

107
Lo mismo ocurre con la experiencia de la depresión-ansiedad enraizada en el sufrimiento. El
propósito de este capítulo es ofrecerte un arsenal de estrategias que puedas aprovechar a
medida que te vuelvas más hábil para vivir tu compromiso de dar a tu depresión-ansiedad
respuestas sabias y que honren a Dios.

Conversaciones de ánimo para IDENTIFICAR LAS METAS que te permiten luchar contra el
impacto de tu sufrimiento

Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga
abiertamente y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este proceso.

● ¿Cuáles de estas estrategias crees que son más importantes para combatir el impacto
de tu sufrimiento?
● ¿Qué pseudocomodidades de la depresión-ansiedad te resultarán más difíciles de
sacrificar?
● ¿Qué aspecto de la dinámica de «aceptar» y «comprometerse» te resultará más
difícil de aplicar?

Con cada paso, te aconsejamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-


ansiedad a tu compañero de ánimo.

● __________________________________________________________________
● __________________________________________________________________

108
Capítulo 8
«Cuando el camino se vuelve más largo que
empinado»
PERSEVERA en la nueva vida e identidad a las que Dios te ha llamado

«Algunos de los efectos de mi depresión-ansiedad permanecen [describe] pero me definen


cada vez menos. También estoy experimentando más de lo que Dios tiene para mí. No
sabía que la vida podía incluir [lista de experiencias] de nuevo. Ahora veo que Dios no me
ocultaba estas cosas, ni que tampoco yo había perdido el derecho de tenerlas. Estoy
aprendiendo a disfrutar de ellas sin culpa, miedo o cautela. Me he dado cuenta de que
“sano" significa más que la ausencia de dolor o pena. Estoy aprendiendo a confiar y
disfrutar de Dios en el ascenso y descenso de mis circunstancias».

Memoriza: Romanos 5:3-5 (NBLA) «Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter
probado; y el carácter probado, esperanza. Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue
dado». Al memorizar este pasaje, reflexiona acerca de estos puntos clave:

• «Gloriamos» – Si lees el pasaje con cuidado, verás que nos regocijamos en el


fruto del sufrimiento; no en el trauma, ni en el dolor.
• «Paciencia… carácter probado… esperanza» – En estas palabras, es probable
que puedas ver la travesía que has recorrido en este estudio.
• «Desilusiona» – Dios es fiel no sólo para redimir el sufrimiento, sino también
para eliminar la vergüenza asociada con el sufrimiento
• «El amor de Dios ha sido derramado» – Puede que muchas veces te sientas
vacío en esta travesía, pero recuerda que el suministro de Dios es constante.
• «Espíritu Santo» – Este sello (2 Corintios 1:22) del pacto permanente de Dios
no puede ser roto, ni siquiera por los efectos del trauma.

Notas de enseñanza

«El cambio duradero no ocurre a saltos, sino en pequeños y fieles pasos. Pequeños cambios
pueden marcar una gran diferencia (p. 15)... A veces, el dolor del cambio nos hace olvidar
nuestra miseria anterior y volvemos a los hábitos anteriores para sentirnos mejor (p. 156)».
Leslie Vernick en Lord, I Just Want to Be Happy (traducido como «Señor, yo solo quiero ser
feliz»)

109
«Uno de los mayores catalizadores de nuestro dolor fue la sensación de que estábamos solos.
Debido a que sufrimos principalmente en silencio, no encontramos a otras personas que sufrieran
de la misma manera. Y debido a que esas otras personas que sufrían guardaban silencio, todos
pensamos que éramos los únicos (p. 33)». Amy Simpson, Troubled Minds (traducido como
«Mentes turbadas»)

«Estás seguro no porque tengas el control o el entendimiento. Estás seguro, aunque seas débil,
imperfecto y con falta de visión. Estás seguro por una razón y una sola razón: Dios existe y es tu
Padre (p. 31)… La tentación, en tiempos de espera, es enfocarnos demasiado en lo que estamos
esperando, en todos los obstáculos que hay en el camino, nuestra incapacidad para hacer que
suceda y la idea de que todas las demás personas parecen no haber tenido que esperar...Todo
esto aumenta nuestro sentimiento de impotencia, nuestra tendencia a pensar que nuestra
situación no tiene remedio y que esperar es fútil (p. 48)». Paul Tripp en A Shelter in the Time of
Storm (traducido como «Un refugio en tiempo de tormenta»)

«Creo que las personas que no han lidiado con tal dolor, ya sea de primera o segunda mano,
simplemente no saben qué es la felicidad, qué es la alegría, porque no saben cuál es la profundidad
del dolor. Es así: no puedes saber el significado de la cruz y la resurrección a menos que hayas
comprendido el peso del pecado… Es decir, a veces la depresión puede ser una bendición, porque
uno puede aprender acerca de Dios a través de su misterio (p. 28)». Kathryn Greene McCreight en
Darkness Is My Only Companion (traducido como «La oscuridad es mi única compañía»)

Aplicación personal
«Nuevo» y «normal» son palabras que no corresponden una con otra. Sin embargo, de eso se trata
precisamente este capítulo, de establecer una nueva normalidad. Si estuvieras atravesando un
duelo por la pérdida de un ser querido, podrías resistirte a la idea de una nueva normalidad. Si
estuvieras procesando una traición, preferirías que las cosas fueran como antes de la infidelidad,
pero con la ansiedad-depresión, la tendencia suele ser más la desconfianza y la duda que la
resistencia.

110
La depresión-ansiedad hizo que lo «normal» se sintiera doloroso durante tanto tiempo que te
preguntamos si lo «normal» puede ser bueno.
Incluso si eres optimista sobre esta nueva normalidad, una nueva normalidad asusta; es
desconocida y suena muy permanente. Pronto será parte de tu vida, aun cuando tengas la
intención de darle forma o no. Pero si te sientes intimidado por este paso, no dejes que eso te
convenza de que no has completado los pasos anteriores adecuadamente.
La frase «nueva normalidad» parece implicar más intencionalidad de la que realmente requiere.
No necesitas una hoja de cálculo con siete columnas y veinticuatro filas para detallar y codificar
por colores. A medida que vivas sabiamente, comenzará una nueva normalidad saludable. Este
capítulo se dedicará a identificar las marcas definitorias de esta nueva normalidad para que puedas
estar tranquilo mientras esto ocurre.
Este capítulo también incluirá otras dos secciones. Primero, veremos cómo esta nueva normalidad
se asimila a tu historia de vida. Ese será el momento para que resumas lo que aprendiste y cómo
has crecido en el transcurso de este estudio. Buscarás combinar la narrativa que construiste en los
pasos cuatro al seis con las prácticas que implementaste en el paso siete. En segundo lugar, se te
brindará orientación para ayudarte a pensar cómo prepararte para la transición de tu relación de
ayuda formal actual (es decir, grupo de apoyo, relación de consejería o relación de mentor) al
ministerio general de grupos pequeños de tu iglesia para continuar animándote y creciendo. Estás
a punto de entrar en una nueva temporada de transición: de sanar a vivir.

Características de una nueva normalidad

Las características a continuación no son retratos de cómo será tu nueva normalidad, cada vida es
única, por lo que tratar de crear una lista que capte la nueva normalidad de cada persona sería
imposible. Más bien, muestran el desarrollo emocional, relacional y espiritual que debería estar
ocurriendo a medida que emerge una nueva normalidad saludable.

Muchos de estos puntos están modificados y adaptados del libro de H. Norman Wright,
Experiencing Grief (traducido como «Experimentando el duelo», sólo texto en negrita, p. 79-80).
En esta etapa del proceso, la superación de la depresión-ansiedad y el tratamiento del duelo son
similares. Ambos implican comenzar una nueva etapa de la vida con la ausencia de algo o alguien
que ha sido una figura central.

Mientras lees esta lista, no la veas como una lista de tareas pendientes. Eso sería el equivalente a
un adolescente leyendo sobre la pubertad como un objetivo por alcanzar. A medida que vivas
sabiamente, encontrarás que estas cosas suceden en tu vida.

Comienza marcando con un asterisco (*) aquellos elementos que ya hayas visto ocurrir durante tu
proceso. Permite que esto te aliente en cuanto a la fidelidad de Dios y te dé la confianza para creer
que aquellas cosas que aún no han surgido, sucederán. Ora por aquellas cosas y, cada vez que
sucedan, celébralo como otro cumplimiento de la promesa de Dios (Filipenses 1:6).
1. Atesoras las lecciones que has aprendido de la depresión-ansiedad: El dolor es excelente
distractor del valor. No tienes que decir que las lecciones que aprendiste son la razón por la
111
que Dios te permitió experimentar depresión-ansiedad y así ver el valor de lo que Dios ha
hecho en el viaje. Sin duda eres más fuerte en muchos sentidos; tus músculos de resistencia
espiritual-emocional se han estirado. ¿Cómo no podrías ser una persona más compasiva con
aquellos cuyas luchas en la vida son difíciles de articular, ver o superar? Has aprendido
mucho sobre ti mismo y lo que significa tener fe en las épocas difíciles de la vida.
«Estaría dispuesto a volver a esas profundidades un centenar de veces para dar ánimos
a un espíritu abatido». Charles Haddon Spurgeon en El ganador de almas
Lee Santiago 1:2-4. Tu experiencia de depresión-ansiedad se califica como lo que Santiago
llama «diversas pruebas» (v. 2). ¿Cómo lo expresarías con gozo? No ofreciéndote como
voluntario para volver a caer, sino dándole importancia a lo que has aprendido en medio de
la prueba que soportaste. Uno no tiene que ser minimizado para valorar al otro. Las
lecciones que aprendiste y el carácter que desarrollaste son parte, no el todo, de lo que Dios
usa para llevarte al punto de estar «completo» (v. 4).
2. Tu nivel de energía vuelve a la normalidad: La vida se sintió rara durante mucho tiempo.
Todo requería esfuerzo, pensamiento e intencionalidad. Las decisiones se sentían
abrumadoras. Las conversaciones eran intimidantes, superficiales o incómodas. El sueño era
difícil, interrumpido o una vía de escape. Esa es una manera agotadora de vivir. Es así,
estableciendo una nueva normalidad, que sales de esa forma de vida y el descanso vuelve a
ser realmente descanso. Regocíjate en esto porque es una muestra de la fidelidad de Dios
en este proceso.

Lee Isaías 40:27-31. Probablemente te has sentido ignorado por Dios (v. 27), además de
sentir el agotamiento (v. 30), pero has esperado fielmente en Él y estás experimentando Su
renovación (v. 31). Es después de experiencias como la depresión y la ansiedad que te das
cuenta de que tu nivel de energía es un regalo de Dios, ya que muy a menudo lo das por
sentado como «tuyo», pero incluso en tu mejor momento (v. 30) puedes ser consumido por
la vida sin Dios.

3. La toma de decisiones se vuelve más fácil: Las decisiones no se toman simplemente con base
en principios. Las decisiones están influenciadas por el estado de ánimo, el nivel de
esperanza, sentido de desesperación, la longevidad de tu perspectiva actual (es decir, el
alivio inmediato frente al beneficio a largo plazo) y otros factores influenciados por la
depresión-ansiedad. Puedes sentir este impacto y, a menudo, dudas en tomar decisiones; al
menos hasta que las decisiones se acumulen y entonces puedes volverte errático e
impulsivo. La jornada a través de este material debería haberte ayudado no sólo a ordenar
tus emociones, sino también tu vida en general, para que la toma de decisiones pueda ser
más intencional y específica.
Lee Isaías 46:3-4. Es en la realidad de este pasaje que existe una toma de decisiones clara y
sabia. Durante la experiencia de depresión-ansiedad adquieres una experiencia en primera
persona de las promesas de Dios, «Yo los cargaré… Yo los sostendré… Yo los libraré (v. 4)» y
te das cuenta de cuánto ha venido sucediendo desde tu nacimiento (v. 3). Una conciencia
permanente del cuidado y la guía de Dios proporciona la base para una buena toma de
112
decisiones. Ya no te sientes obligado a sobrecompensar en tu esfuerzo las cosas que ya son
tuyas en Cristo. Además, habiendo llegado a este conocimiento a través del sufrimiento, te
conoces mejor a ti mismo y eres capaz de tomar decisiones más claramente dentro de las
pasiones con las que Dios te creó (Salmos 37:4).
4. Tu apetito y el ciclo del sueño vuelven a la normalidad: Una de las principales formas en que
la depresión-ansiedad se adapta a tu vida es creando una sensación de caos. Uno de los
indicadores de que la depresión-ansiedad está disminuyendo es el retorno al ritmo de vida.
Si bien es posible que nunca seas (o quieras ser) una «persona organizada y programada»,
tener ritmos biológicos de sueño y metabolismo (influencias clave en los niveles de energía
del cuerpo) son factores importantes en la regulación emocional. Cuando tu cuerpo sabe
cuándo recibirá descanso y los suministros nutricionales adecuados, puede ser un aliado en
tu resistencia a la depresión-ansiedad.
Lee Salmos 4:6-8. Durante la depresión-ansiedad eres quien hizo la pregunta del versículo 6.
Ahora das testimonio de los versículos 7 y 8. Ves que disfrutar de una buena comida y tener
la capacidad de disfrutar de un buen descanso son bendiciones muy dependientes de Dios.
Ahora puedes saborearlos porque estaban destinados a eso todo el tiempo. Los versículos 7
y 8 serían buenos pasajes para memorizar y usar en tus oraciones antes de las comidas y de
acostarse.

5. Eres capaz de disfrutar el tiempo a solas: El retiro ha sido reconocido por mucho tiempo
como una disciplina importante en la vida de un cristiano (véase Celebración de la disciplina,
capítulo 7, páginas 109-120 por Richard Foster). Durante la depresión-ansiedad, estar solo
con los propios pensamientos puede ser una experiencia aterradora. Sin embargo, en esta
etapa, el regalo de la soledad vuelve como una bendición y eres más capaz de atesorar este
don por la bendición que es. Si has tenido problemas para estar solo, incluso antes de tu
experiencia con la depresión-ansiedad, entonces considera leer el capítulo sobre el retiro en
este mismo libro de Richard Foster. Contiene varias páginas con reflexiones sobre los
beneficios de la soledad durante la «noche oscura del alma».
Lee estos pasajes acerca de Jesús teniendo tiempo a solas: Mateo 4:1-11, 14:13 y 23, 17:1-
9, 26:36-46; Marcos 1:35, 6:31; Lucas 5:16, 6:12. Jesús, en Su plena humanidad, buscaba
retirarse regularmente, como una fuente de fortaleza. ¿Cuánto más necesitaríamos hacerlo
tú? Es durante este tiempo, de establecer una nueva normalidad, que sería prudente evaluar
qué tan saludable y equilibrada es tu práctica de disciplinas espirituales. Podría ser un
tiempo antes de que la vida vuelva a ser tan moldeable. Si no estás seguro de cómo se vería
113
esto, entonces el libro de Foster o las Disciplinas espirituales para la vida cristiana de Donald
Whitney serían una lectura muy útil
6. Comienzas a mirar los acontecimientos que vendrán: Mientras luchas contra la depresión-
ansiedad, probablemente tuviste que permanecer tenazmente arraigado al presente. El
arrepentimiento por el pasado o la incertidumbre sobre el futuro fueron fuertes
desencadenantes emocionales. Pero una muestra de que estás entrando en una nueva fase
con tu depresión-ansiedad es la capacidad de aprender de tu pasado (lo que asume algunos
errores lamentables) para prepararte para el futuro (planificar es diferente a dar vueltas).
Ahora, cuando miras hacia el futuro con intencionalidad y crees que tus decisiones pueden
influir en él para mejor, entonces puedes hacerlo con anticipación en lugar de pavor o
miedo.

Lee Filipenses 3:12-16. Este pasaje a menudo se aplica mal para la depresión-ansiedad. Pablo
no está estableciendo el principio de olvidar el pasado o vivir en negación acerca de eventos
dolorosos. En Filipenses 4:9, Pablo le pide a esta iglesia que recuerde cómo manejó sus
experiencias desagradables de ansiedad mientras estaba con ellos. En Filipenses 4:12, Pablo
recuerda haber estado en «pobreza» y estar hambriento o necesitado. El principio es
simplemente que el dolor de tu pasado no debe convertirse en un bloqueo mental para
perseguir la misión de tu futuro. En esta etapa del proceso deberías comenzar a sentir ese
cambio de perspectiva dentro de tu propio corazón.

7. Eres capaz de usar tu experiencia para consolar a otros: Inicialmente, compartir la carga de
la depresión-ansiedad de otra persona podría haber servido sólo para magnificar la tuya.
Cuando tu depresión-ansiedad es fuerte, puedes saturarte de dolor. Tu objetivo, en ese
momento, es procesar sabiamente tu propia experiencia. En esta etapa, experimentarás el
consuelo de Dios de una manera que comenzará a hacer que los desafíos de los demás sean
menos amenazantes. Puedes relacionarte con su dolor y tener un verdadero sentido de
empatía para hacerles saber que Dios no permitirá que se ahoguen en su dolor. No tienes
respuestas para todas sus preguntas, es probable que su experiencia tenga características
que la tuya no tuvo, pero tienes un testimonio sobre el Pastor de tu viaje y cómo fue para ti
caminar con Él.

Lee 2 Corintios 1:3-5. Nota el lapso de tiempo implícito en este pasaje. Dios te consuela.
Es Padre de misericordias y Dios de todo consuelo en cualquier aflicción que enfrentes.
Haz pausas, no establezcas un horario fijo durante todo el tiempo que dure esta parte del
proceso para que puedas dar testimonio del consuelo de Dios a los demás en cualquier
aflicción que enfrenten. La pausa es esencial para la comodidad. Si piensas que Dios te ha
puesto un límite de tiempo para obtener una devolución de su inversión en la comodidad
en ti, entonces no sentirías que tienes mucho consuelo que ofrecer. Una vez que
experimentes la paciencia de Dios antes del para qué (v. 4) comienza a compartir
abundantemente el consuelo de Cristo (v. 5).

114
8. Vuelve la libertad de adoración: Durante la depresión y la ansiedad, la adoración podía
sentirse como una farsa; el epítome de la hipocresía. El gozo implícito en la palabra
«adoración» solo parecía un recordatorio de lo que no tenías. A medida que la historia del
evangelio se convierte en la base de tu nueva normalidad, te das cuenta de que tu
depresión-ansiedad te recuerda la desesperanza general de la condición humana. En la
adoración comienzas a celebrar que hay esperanza de que se cierre el abismo emocional en
el que vives. Nuevamente te das cuenta de que sólo experimentas la oscuridad emocional
como oscuridad porque Dios te hizo experimentar el pleno gozo de Su presencia; sólo
rechazas aquellas cosas que son contrarias al diseño con el que fuiste creado.

Lee Salmos 13. Este salmo traza el viaje de muchos en confusión emocional desde que la
adoración es dura y dolorosa (v. 1-4) hasta que se convierte nuevamente en una fuente de
gozo y fortaleza (v. 5-6). Recuerda que Dios puso este salmo en Su Palabra para consolarte.
Es la reflexión del salmista sobre su salvación (v. 5) lo que le permite cantar y ver que Dios
lo ha tratado con bondad (v. 6). Esto se debe a que es el evangelio donde ves a Dios más que
de acuerdo con tu insatisfacción con la depresión-ansiedad que emana de la Caída y
trayendo un remedio final a los estragos del pecado en el mundo.

9. Vuelve el sentido del humor: Proverbios 14:13 puede ser el testimonio de muchos: «Aun en
la risa puede doler el corazón y el fin de la alegría puede ser tristeza». Sientes que la
depresión-ansiedad hizo que tu risa fuera hueca o una muestra de cortesía. El humor se basa
en la ironía y la proporcionalidad. La depresión-ansiedad tiende a aplanar o inflar el
significado de todo hasta el punto de que el humor muere. Pero sirves a un Dios que usó la
alegría como Su motivación para conquistar la muerte (Hebreos 12:2). Dios verdaderamente
ríe al último (Salmos 2:4) y tu risa puede hacer eco de Su victoria. Sin el evangelio, cualquier
risa sería una forma de negación. A la luz del evangelio, tu dolor se vuelve temporal (2
Corintios 3:16-18) y tu gozo es eterno. El regreso de tu sentido del humor se convierte
entonces en una expresión de fe saludable en lugar de una mala distracción.

Lee Salmos 30:5. Dios no usa Su victoria como una razón para prohibir tu dolor. Dios no es
un rey temperamental e inseguro que sólo permite personas felices en Su presencia. Dios te
permite madurar, no sólo en carácter, sino también en tus emociones, en lo que Él ha hecho
para que seas. Encuentras repetidamente en las Escrituras que Dios no se impacientó con
tu depresión-ansiedad sólo porque venció el pecado y la muerte.

10. Comienzas nuevas relaciones: Es difícil crear nuevas relaciones mientras estás en medio de
la batalla contra la depresión-ansiedad. Tus decisiones no parecen razonables: sé honesto y
permite que tus emociones estén al frente de tu amistad, o sé falso y permite que la relación
se desarrolle de una manera que parezca falsa. Sin embargo, en esta etapa, debes comenzar
a sentir que tienes el control suficiente como para que puedan suceder dos cosas: (1) eres
lo suficientemente libre emocionalmente para mostrar interés genuino en los demás sin que
sea una forma de escape, y (2) tienes un entendimiento de quién eres, suficientemente

115
separado de tu experiencia con la depresión-ansiedad, por lo que estas emociones pueden
ser introducidas en la relación cuando es natural y posible un ánimo y apoyo apropiado.

Lee Proverbios 27:9. Este proverbio conecta las nuevas amistades con la alegría. También
conecta la dulzura de la amistad con el «consejo sincero». Este es el equilibrio que deberías
ver en tus nuevas relaciones. Las relaciones son provocadas por intereses mutuos que crean
un conjunto de conexiones, pero también son lo suficientemente vulnerables como para
que cada uno de ustedes pueda hablar sobre las áreas de lucha del otro. Esperamos que la
autenticidad que aprendiste al leer este manual con un mentor o consejero, te haya
brindado un ejemplo de cuán buenas pueden ser este tipo de relaciones.

11. Experimentas la paz incluso durante el desánimo: A menudo, el miedo que viene con el
desánimo está fuertemente relacionado con la comprensión impaciente de que el proceso
aún no ha terminado o el temor de que «vas a regresar allí (una intensa depresión-ansiedad)
otra vez». Uno de los mejores indicadores de progreso es esa capacidad de estar triste o
preocupado y no alarmarse por ello. El «éxito» no es la ausencia de depresión-ansiedad, sino
la capacidad de experimentarla en niveles apropiados para la situación, sin quedarse
atorado. Tu habilidad de no sentirte amenazado por estas emociones es una parte
importante de eso.

Lee Filipenses 4:12. Nota que Pablo dice que él sabe cómo vivir en «pobreza». Casi suena
como si estuviera alardeando de esta habilidad porque era parte del «secreto del
contentamiento» (v. 11) y confiaba en la fortaleza de Dios en todas las cosas (v. 13). Las
experiencias de abatimiento de Pablo fueron intensas (2 Corintios 11:23-12:10). Sin duda,
las dificultades desencadenaron la intensidad de estas experiencias pasadas para Pablo.
Pero, parece estar diciendo «haber visto la fidelidad de Dios en la experiencia pasada de ser
abatido me da confianza en la fidelidad futura de Dios cuando sea humillado. Usaré lo que
Satanás provocó para recordarme la presencia infalible de Dios».

12. Aprecias tu crecimiento causado por el dolor: No sólo aprendiste (punto uno) y te equipaste
mejor para servir a los demás (punto siete). También has crecido, ya no eres sólo una
persona emocionalmente más inteligente con más estrategias de ayuda en tu caja de
herramientas. Ahora eres una persona más madura. Tener una habilidad es diferente a tener
madurez. La madurez trasciende las habilidades. La madurez permite el desarrollo de nuevas
habilidades situacionalmente efectivas para circunstancias aún por experimentar. Esto es lo
que Dios ha hecho en tu vida. La obra de madurez de Dios es una de las cosas que deberían
aliviarte en cuanto al futuro.

Lee Job 42:1-6. Al final del libro, Job no sabe «por qué». Sin embargo, puede ver que Dios es
bueno y ha sido bueno con él a pesar de sus grandes pérdidas. El versículo 5 resume bien el
proceso de Job. Él quería respuestas que pudiera escuchar con su oído y dar sentido a su
sufrimiento. Y llegó a ver el carácter y la redención de Dios, y recibió una paz que sobrepasa
todo entendimiento (Filipenses 4:7). En esta etapa de tu batalla contra la depresión-
ansiedad, es posible que no tengas respuestas a todas tus preguntas. Job tampoco. Pero

116
habrás llegado al lugar donde las respuestas que tienes, una conciencia de quién es Dios y
Su fidelidad para contigo, son suficientes para permitirte vivir con esperanza. Los adultos no
son más maduros que los niños porque tienen todas las respuestas, sino porque tienen la
capacidad de evaluar aquellas cosas que son más importantes, confiables y vivir de acuerdo
a ellas.

Escribiendo tu nueva narrativa

En este punto de tu jornada, con la nueva normalidad incorporándose, te encuentras en un lugar


donde puedes ver cómo tu historia se une nuevamente en una narrativa única y significativa. Esto
no significa descifrar la razón de tu depresión-ansiedad, sino comprender las piezas de tu vida,
incluida tu lucha emocional, como partes de una historia redentora más grande.

Regresa a las seis preguntas que examinaste en el capítulo seis. Usa el cuadro a continuación para
reflexionar sobre cómo ha cambiado la narrativa más amplia en la que experimentas depresión-
ansiedad.

En la columna de la izquierda, resume cómo habrías respondido a cada pregunta antes de este
estudio. Es probable que completes la totalidad de la columna de la izquierda antes de reflexionar
sobre cómo estás abordando cada pregunta ahora; que es lo que pones en la columna de la
derecha. Esto debería proporcionarte una mejor idea de cómo ha cambiado tu narrativa de vida
más amplia.

Si hay verdades, experiencias o prácticas particulares que han sido más útiles para reforzar el tipo
de cambio narrativo representado en cada pregunta, también regístralas. Esto permitirá que este
ejercicio de escribir un diario te recuerde no solo «qué» te ha enseñado Dios, sino también
«cómo» ha hecho que estas lecciones cobren vida y permanezcan adheridas a tu vida.

117
Antes del estudio Ahora

1. ¿Quién soy?

2. ¿Quién es y dónde está Dios?

3. ¿Qué es lo que debería esperar de mis amigos?

4. Si esto es sufrimiento, entonces ¿qué es el pecado?

5. ¿Vale la pena la decepción para tener


esperanza?

6. ¿Para qué estoy viviendo?

Preparándote para la transición


Esta tercera sección del capítulo ocho tiene un cambio de ritmo porque la depresión-ansiedad ya
no es el punto central. Esta sección hace la pregunta: ¿cómo debería comenzar a ser mi vida ahora
que no está enfocada en superar la depresión-ansiedad?
Asegúrate de estar en un grupo pequeño. La confianza lleva tiempo. Si has estado revisando este
material con un consejero o mentor, la estafeta de confianza pronto pasará de esas relaciones
más formales y privadas a relaciones más naturales y auténticas. Las relaciones de ayuda
unidireccionales como tu principal fuente de apoyo y aliento no son saludables a largo plazo. Esto
debe experimentarse en amistades de doble vía.
118
El lugar principal en la que esto ocurre es en los grupos pequeños. Las lecciones (cognitivas y
emocionales) que Dios te ha enseñado en el curso de este estudio han sido mejoradas, protegidas
y aplicadas, en gran parte, debido a las relaciones en las que las aprendiste. Esta es la razón por la
que es aconsejable que comiences a conectarte con un grupo pequeño, si aún no estás en uno. Si
necesitas ayuda para identificar qué grupo pequeño sería más adecuado para ti, habla con tu
consejero, mentor o pastor.
Muchos de nuestros líderes de grupos pequeños en The Summit Church han asistido a esta
capacitación sobre depresión-ansiedad. Se interesan en el tema y están familiarizados con el
contenido. Sería completamente a tu discreción compartir con el líder por qué elegiste su grupo.
Aprende la responsabilidad y el estímulo en una escala más amplia. Puede ser que repasar este
material con otra persona haya sido la primera vez que experimentes responsabilidad y aliento
cristiano continuo. La rendición de cuentas no es sólo para las luchas que dominan la vida, es parte
de la definición de Dios para «saludable». Las personas que no tienen relaciones en las que sean
honestos acerca de sus luchas, que busquen responsabilidad y aliento, son personas que se están
volviendo «malsanas».
A medida que pasas de una relación de asesoramiento o tutoría centrada principalmente en la
depresión y la ansiedad a un grupo pequeño general, es posible que te preguntes cómo será la
rendición de cuentas y el estímulo ahora. Los siete puntos a continuación están destinados a
guiarte en el tipo de relaciones que buscas formar con tu grupo pequeño.
1. Voluntaria: la rendición de cuentas no es algo que debas hacer; es algo que haces. Debes
abrirte para beneficiarte de la relación. Esperamos que la experiencia positiva que has
tenido al leer este material te aliente a permanecer transparente y vulnerable.
2. De confianza: la otra persona es alguien en quien tú confías, admiras su carácter y crees
que tiene buen juicio. Te alentamos a unirte a un grupo pequeño ahora para que puedas
generar esta confianza antes de graduarte de tu relación formal de consejería o tutoría.
3. Mutuo: las relaciones que son unilaterales tienden a ser de corta duración. En el grupo
pequeño escucharás las debilidades y luchas de los demás mientras compartes las tuyas.
Ayudarás a llevar sus cargas como ellos te ayudaran a llevar las tuyas (Gálatas 6:1-2).
4. Programada: la rendición de cuentas que no está programada tiende a desvanecerse. Esta
es la razón por la cual los grupos pequeños que se reúnen semanalmente son ideales para
que ocurra la rendición de cuentas. Todos saben cuándo reunirse y tienen una
expectativa compartida sobre cómo comenzarán las conversaciones sobre rendición de
cuentas.
5. Relacional: queremos que el crecimiento espiritual se convierta en un estilo de vida, no
en un evento. Esto significa que invitamos a la rendición de cuentas a ser parte de
nuestras conversaciones regulares, no sólo algo que haces en una reunión semanal.
Debería significar que hay momentos en los que estás rindiendo cuentas y no te das
cuenta.
6. Integral: la rendición de cuentas que se fija exclusivamente en un tema tiende a volverse
repetitiva y a desvanecerse. También tiende a reducir el «éxito» de confiar en Dios en
119
una sola área de la vida.
7. Alentadora: con frecuencia, la frase «rendición de cuentas» tiene la connotación de
«cazando pecados». Cuando ese es el caso, sólo se percibe que la rendición está
«funcionando» cuando es negativa. Sin embargo, la rendición de cuentas que perdura
debe celebrar el crecimiento del carácter tan fervientemente, como funciona con las
recaídas. Esto significa hacerse preguntas sobre el desánimo además de preguntas sobre
las tentaciones.

Ten un plan para el estudio futuro. Avanzas. Retrocedes. Desde hace algún tiempo, has sido parte
de un proceso intencional y estructurado. Si dejas esa estructura, sin un plan continuo para
profundizar tu comprensión y aplicación de las Escrituras a las luchas de la vida, retrocederás.
Efesios 5:15-16 te llama a la intencionalidad debido al reconocimiento de que el tiempo menos la
dirección es igual a descomposición, no a curación.

El capítulo siete de este estudio hizo referencia a muchos recursos que serían beneficiosos para ti.
Sin duda, varios de ellos te sonaron interesantes. Regresa e identifica el que crees que te
beneficiaría más con su lectura. Si no puedes identificar uno que se destaque, se recomienda que
estudies el manual «Identidad y confianza» (disponible en www.proyectocoramdeo.com) como
un recurso que te ayudará a consolidar tu progreso.

Todo este estudio ha estado lleno de estudios bíblicos devocionales. Si no te has tomado el tiempo
de leer los pasajes y reflexionar sobre los pensamientos y preguntas, considera usarlos como una
guía para la lectura diaria de la Biblia. Ésta será una forma de reforzar lo que has aprendido en
este estudio y consolidar aún más la base bíblica de lo que has aprendido.

Haz un plan de transición formal. Escribe tu plan de transición.


• Enumera las cosas que deben estar en su lugar antes de «graduarte» de tu relación
formal de consejería o tutoría.
• Haz una lista de las prácticas importantes que has comenzado en este estudio y que
deberás mantener. Escribe cuáles serían las «banderas amarillas» (no esperes a las
rojas) que deberías considerar seriamente si aparecen.
Revisa tu plan con tu consejero o mentor. Escucha su opinión sobre lo que debe agregarse al plan.
En consulta con ellos, decide qué aspectos de esa lista deben incluirse en la conversación de
rendición de cuentas con tu nuevo grupo pequeño antes de graduarte.

120
Conversaciones de ánimo para PERSEVERAR
Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente
y así conozca tu lucha con la depresión-ansiedad y te anime en este proceso.
• ¿Cuáles de las características de la «nueva normalidad» ya has comenzado a ver en tu vida?
• ¿Cuáles son las mayores diferencias en la forma en que entiendes la historia de tu vida
ahora?
• ¿Qué elementos de un plan de transición sabio no existen actualmente? ¿Qué pasos
necesitas tomar?
• ¿Qué tan bien te estás cuidando a ti mismo en las formas recomendadas en el capítulo
uno?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu depresión-ansiedad
a tu compañero de ánimo.
• ________________________________________________________________________
• ________________________________________________________________________

121
Capítulo 9
«Después de la depresión-ansiedad, ¿ahora qué?»
EJERCE MAYORDOMÍA en toda tu vida para la gloria de Dios

«Dios me ha mostrado inmensa gracia; esa gracia que es mucho más grande que mi
depresión y ansiedad. Estoy aprendiendo lo que significa vivir una vida con una nueva
identidad en Cristo. Esto me ha llevado a preguntarme cómo puedo ser un conducto de la
gracia de Dios para otros.
Mientras he buscado de Dios, he examinado mi vida y consultado con otros creyentes Yo
creo que así (describe) es como se ve para mí ejercer mayordomía en la gracia que Dios me
ha dado.»

Memoriza: 1 Pedro 4:19 (NBLA). «Así que los que sufren conforme a la voluntad de Dios,
encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien». Al memorizar este pasaje,
reflexiona acerca de los siguientes puntos clave:

• «Los que sufren» ̶ Este pasaje se aplicará a cada persona muchas veces a lo largo de
su vida.
• «Voluntad de Dios» ̶ Esperamos que en este momento de tu jornada, puedas leer
esta frase sin creer que la voluntad de Dios es un castigo.
• «Encomienden sus almas» ̶ La vida es una elección entre encomendar tu alma a Dios
o protegerte a ti mismo.
• «Al fiel Creador» ̶ Si para este punto del estudio, ya encomendaste tu alma a Dios,
entonces seguro tendrás muchas evidencias de Su fidelidad.
• «Haciendo el bien» ̶ Si no tienes un sentido de retribución como una misión que
cumplir, el sufrimiento drenará la vitalidad que necesitas para comprometerte con la
vida.
Notas de enseñanza
Ser mayordomo de cualquier cosa significa que será usada para el propósito que Dios le dio.
Es importante recordar que estás siendo mayordomo de tu vida, no específicamente de tu
pecado.

«Lo raro es que el temor y la ansiedad están huyendo de algo, pero no saben hacia dónde
dirigirse. Conocen el peligro, pero no saben dónde encontrar paz y descanso (p.63)… Es como
si el temor necesitara ser reemplazado en nuestras vidas, y es reemplazado con una pregunta
sencilla: ¿qué quiere mi Padre, el Rey, que yo haga ahora? (p.241)… La meta no es tanto el
alivio de la ansiedad como la búsqueda de los propósitos de Dios. Si los caminos de Dios
significan un aumento en el miedo y la ansiedad, que así sea, pero, por supuesto, lo contrario

122
es lo que es cierto. Conforme aplicamos el evangelio de paz, conoceremos la paz (p. 295-
296)». Ed Welch en Running Scared (traducido como «Corriendo asustado»)

«Nunca seremos transformados en una persona diferente, pero podemos, con la ayuda de
Dios, convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, que es la persona que Él creó
para que fuéramos». Leslie Vernick en Lord, I Just Want to Be Happy (traducido como «Señor,
yo sólo quiero ser feliz»)

«Si estás esperando ser enseñado por esto, puedes esperar que la depresión sea un buen
maestro. Eso no significa que deberías buscarla, y ciertamente tampoco significa que no
deberías intentar aliviarla. Pero la mayoría de la gente que esperaba ser enseñada por el
sufrimiento, ve hacia atrás y está agradecida». Ed Welch en Depression, A Stubborn Darkness
(traducido como «Depresión, una oscuridad obstinada»)

Aplicación personal
Sería fácil desear que este estudio, como esta etapa en tu vida, simplemente terminaran.
Pero este estudio, como tu vida, tiene al menos un capítulo más (y varios apéndices) por
delante. Cuando te esfuerzas mucho, como seguramente lo has hecho, en pasar a través de
algo, puede ser fácil olvidar que hay algo más adelante. El hecho de que Dios te ha traído
hasta este punto, debería ser evidencia suficiente de que Él tiene más para ti y más para
hacer a través de ti.

Tú escribirás la mayoría de este capítulo, pues es en tu vida en la que estás ejerciendo


mayordomía para la gloria de Dios. Nadie más que tú puede escribir este capítulo. Te damos
nueve preguntas a través de las cuales puedas evaluar tu vida y determines dónde quiere
Dios que le sirvas ahora y dónde quiere Él prepararte para que le sirvas en el futuro.

Lee Lucas 11:24-26. Ésta es una terrible advertencia acerca de usar el sufrimiento como
consuelo cuando ese consuelo no resulta en servir a los propósitos que Dios tiene para tu
vida. El consuelo por sí mismo no satisface el corazón humano. Cuando falta una misión, la
vida no tiene propósito. Esta falta de propósito, a menudo se experimenta como depresión.
Cuando la depresión se establece después de hacer todo lo que sabes para procesar un reto

123
de vida en particular, empiezas a pensar que no hay esperanza. Si pierdes la esperanza,
entonces verdaderamente tu estado final es peor que el primero.

Lee Efesios 2:8-10. En este estudio has viajado desde el evangelio (v.8-9) hasta las buenas
obras (v.10). Los nueve pasos son solamente el evangelio en cámara lenta. No es que ahora
te salgas del evangelio para hacer buenas obras, sino que cultivas los frutos del evangelio.
Pablo decía que hay buenas obras que Dios ha preparado para cada creyente y deben definir
su vida diaria (andar en ellas) (v.10). Esto debería darte la esperanza para las preguntas que
te serán hechas en este capítulo. Tienes la confianza que viene de las promesas en las
Escritura, que Dios ha diseñado para tu vida y quiere que sepas cuáles son.

Mientras lees las respuestas a las nueve preguntas, recuerda la paciencia y el tiempo de Dios.
Habrá algunos aspectos del diseño de Dios con los que podrás comprometerte de inmediato.
Pero también habrá maneras en que quieras servirle a Dios que requerirán que madures más
o que estés mejor equipado antes de estar preparado para llevarlas a cabo. Lo principal es
que comiences a tener una visión para la vida que involucre ser un siervo de Dios, activo y
comprometido con esa visión para la que actualmente estás equipado.

1. ¿Estoy dispuesto a comprometer mi vida a lo que sea que Dios me pida? Si tu respuesta
es «no», no puedes continuar, ya que perjudicará las respuestas que das a las preguntas
subsecuentes. No te pierdas en la culpa o finjas que tu respuesta es «sí» (ambas respuestas
te llevarán de regreso al pecado). En lugar de eso, identifica los obstáculos. ¿Qué aspecto de
tu historia de sufrimiento hace que este sacrificio parezca muy arriesgado (capítulo cuatro)?

¿Hay algunas cosas específicas que creas que Dios te está pidiendo? Asegúrate de registrar
tus pensamientos en esta pregunta antes de reflexionar en las preguntas siguientes.

2. ¿He descuidado roles en los que Dios me ha puesto? La primera parte de ser un buen
mayordomo de tu propia vida es realizar tu rol primario con excelencia. Cuando Pablo dice
en Efesios 5:17 que debemos entender cuál es la voluntad del Señor, continúa describiendo
el diseño de Dios sobre los principales roles de vida (cónyuge, padre, hijo y trabajador en
5:22-6:9).

3. ¿Cuáles son mis dones espirituales? La mayordomía de tu vida para la gloria de Dios
involucra que utilices los dones espirituales que Dios te ha dado. Dones espirituales dados
por Dios que coincidan con el llamado que Él ha puesto en la vida individual de cada uno. Lee
Romanos 12:1-8 y 1 Corintios 12:1-30. Si necesitas más ayuda discerniendo esto, habla con
un pastor para hacer un inventario de dones espirituales.

4. ¿Por qué grupo de personas (edad, problema, carrera, etnia, etc.) tengo carga? Desde el
pacto más antiguo de Dios con Su pueblo, Su intención era bendecirte para que pudieras

124
bendecir a otros (Génesis 12:2). Al invertir tu vida en aquellos por los que tienes carga, te
permite tener otra mentalidad y encontrar alegría en eso.

5. ¿Qué es lo que me apasiona? En este punto de la evaluación de mayordomía, puedes ver


Salmos 37:3-8 cumplirse en tu vida. Hay un nivel de vulnerabilidad involucrado en ser
apasionado otra vez, pero permítete expresar fe en Dios a través de esta vulnerabilidad y
busca la vida que Él tiene para ti.

6. ¿Con qué habilidades o talentos me ha bendecido Dios? Estos no tienen que ser dones
espirituales. Lee la increíble descripción de habilidades que Dios le dio a Bezalel y cómo usó
esas habilidades para servir a Dios (Éxodo 3:1-11). Piensa qué habilidades y experiencias has
acumulado en tu vida.

7. ¿Cuáles son mis experiencias de vida únicas? Debes enlistar tanto tus experiencias
placenteras como las que no lo son. A veces puedes ser tentado a pensar que Dios solamente
puede usar las experiencias buenas o espirituales de tu vida. Dios se alegra de usar tus éxitos
(Mateo 5:16), pero también se deleita en desplegar Su gracia transformando tus debilidades
para Su gloria (2 Corintios 1:3-5).

8. ¿En qué punto se encuentran mis talentos y pasiones con las necesidades de mi iglesia y
de mi comunidad? Debes buscar que la mayordomía de tu vida esté en cooperación con tu
iglesia local. El camino por el cual Dios bendice y hace madurar a aquellos que le sirven es a
través del Cuerpo de Cristo, la iglesia. Al identificar dónde tus dones, cargas, pasiones y
habilidades se ajustan con o expanden los ministerios de tu iglesia, estás maximizando el
impacto de servicio que puedes tener en aquellos que buscas bendecir, y te estás
protegiendo del desánimo que viene con el aislamiento.

9. ¿Cómo quiere Dios que reúna estas cosas para glorificarlo? Ésta no es una pregunta más,
es una pregunta que resume las demás. Vuelve a ver lo que ya has escrito. Habla sobre esto
con amigos cristianos, familia, tu mentor o pastor. Dedica un tiempo de oración para pedirle
a Dios que te dé dirección. Luego comienza a servir de manera que seas mayordomo de tu
vida para la gloria de Dios.

“Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.” Mateo 5:6

Conversaciones de ánimo para EJERCER MAYORDOMÍA en tu vida


Con cada paso te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más para que te las haga abiertamente y
te confronte acerca de cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida.
• ¿Hay algún cambio necesario que has omitido y te impedirá terminar este estudio?
• ¿Has demostrado un número significativo de características que evidencien «la nueva
normalidad» y que estás listo para terminar?
• ¿Qué tan bien estás cuidando de acuerdo a las recomendaciones en el capítulo uno? 125
Apéndice A
Seis pasos para tomar decisiones sabias sobre los
medicamentos psicotrópicos
Nota: Esta entrada es un extracto de un artículo más amplio titulado «Hacia una perspectiva
cristiana de las enfermedades mentales» (Towards a Christian Perspective on Mental Illness,
www.bradhambrick.com/mentalillness). En ese artículo, antes de tratar el tema de los
medicamentos psicotrópicos, se abordaron cuatro preguntas previas:
1. ¿Cómo aprendemos a enmarcar el debate sobre la enfermedad mental de manera
que nos ayude a eliminar nuestros prejuicios personales, que todos tenemos, y de los
que debemos ser conscientes al entrar en esta conversación?
2. ¿Qué es una enfermedad mental? ¿Cómo se utiliza realmente el término y cómo
debería definirse?
3. ¿Cómo podemos señalar si una lucha determinada tiene su origen en causas
biológicas, ambientales o voluntarias, o en una combinación de estas influencias?
4. ¿Cómo se referiría la Escritura a una determinada lucha basada en estas posibles
causas o en esta combinación de influencias?
Después de sentar las bases para intentar responder a estas preguntas, se aborda el tema
de cómo tomar una decisión sabia sobre los medicamentos psicotrópicos. Espero que
disfrutes y te beneficies de este extracto.
--
Comencemos esta discusión colocando la pregunta en la categoría correcta – si un individuo
elige usar medicación psicotrópica en su lucha con la enfermedad mental es una decisión de
sabiduría, no una decisión moral. Si alguien está pensando: «¿Sería malo para mí considerar
la medicación? ¿Es signo de una fe débil? ¿Estoy tomando un atajo en mi caminar con Dios?»,
se está haciendo preguntas importantes (el uso potencial de la medicación), pero las está
colocando en la categoría equivocada (moralidad en lugar de sabiduría).1
Sería mejor preguntar:
• ¿Cómo puedo determinar si la medicación sería una buena opción para mí y mi lucha?
• ¿Qué tipo de alivio debo esperar que me proporcione la medicación y qué
responsabilidades seguiría asumiendo?
• ¿Cómo puedo determinar si el alivio que recibo justifica los efectos secundarios que
puedo experimentar?

1
Para entender más sobre la elección de medicamentos psicotrópicos como un dilema de sabiduría, se
recomienda la charla «Understanding Psychiatric Treatments» por Michael Emlet MD en la conferencia CCEF
2011 sobre «Psychiatric Disorders» que puedes encontrar en http://www.ccef.org/understanding-psychiatric-
treatments.

126
• ¿Cómo puedo determinar la duración del tiempo inicial en que debo estar bajo
medicación?
Para responder a este tipo de preguntas, recomiendo un proceso de seis pasos. Este proceso,
en la mayoría de los casos, llevará seis meses o más en completarse. Pero, a menudo, los
médicos y los pacientes tardan muchos meses en llegar a la opción de medicación más eficaz,
por lo que, este proceso no alarga la duración normal de la búsqueda de un tratamiento
médico satisfactorio.
Disponer de un proceso intencionado es mucho más eficaz que tomar decisiones
reaccionarias cuando el dolor emocional (tomar los medicamentos) o los efectos secundarios
desagradables (dejar los medicamentos) te empujan a «querer hacer algo diferente». Con
un proceso establecido es mucho más probable que lo que se lleve a cabo proporcione la
información necesaria para tomar decisiones importantes sobre la continuación o el cese de
la medicación.
Prefacio: Este proceso de seis pasos asume que el individuo que está considerando la
medicación no es una amenaza para sí mismo, no es una amenaza para otros y es capaz de
cumplir con las responsabilidades básicas de la vida relacionadas con su cuidado personal, la
familia, la escuela y el trabajo. Si éste no es el caso, se justificaría una intervención médica
más rápida o una atención residencial.
Si no estás seguro de tu funcionamiento o el de un amigo, comienza con una consulta médica
o una relación de consejería. Si deseas pasar más tiempo con tu médico que el de una visita
de diagnóstico y prescripción, pregunta al recepcionista si puedes programar un tiempo
prolongado con tu médico para consultar sobre tus síntomas y opciones.

Primer paso: evaluar la vida y la lucha


La mayoría de las luchas conocidas como enfermedades mentales no tienen una prueba de
fluidos corporales (es decir, sangre, saliva u orina) para verificar su presencia. No conocemos
un «rango normal» para los neurotransmisores como lo hacemos para el colesterol. La
actividad del cerebro es demasiado dinámica para que este tipo de prueba numérica sea
sencilla de obtener. Conseguir muestras de fluido neurológico sería muy intrusivo y más
traumático de lo que sería beneficiosa la información. Los escaneos cerebrales no son
rentables actualmente para este tipo de exploración médica y todavía no pueden darnos la
diferenciación de neurotransmisores que necesitaríamos.
Por estas razones, actualmente, en la mayoría de los casos, el diagnóstico para determinar
si una enfermedad mental tiene una causa biológica es un diagnóstico por eliminación. Sin
embargo, una parte importante de esta evaluación inicial debería ser una visita a tu médico
de cabecera. En esta visita tú debes:
• Describir claramente las luchas/síntomas que estás experimentando.
• Describir cuándo comenzó cada lucha/síntoma.
• Describir la gravedad actual de cada lucha/síntoma y cómo se desarrolló.

127
Mientras te preparas para esta visita médica, sería importante también considerar:
• ¿Qué acontecimientos de vida importantes, transiciones o factores de estrés se
produjeron alrededor del momento en que comenzó tu lucha?
• ¿Cuál es el nivel de interferencia en la vida que estás experimentando como resultado
de tu lucha?
• ¿Qué estilo de vida de cambios relacionales tendría un impacto significativo en la
lucha que estás enfrentando?

Segundo paso: hacer los cambios no médicos necesarios


La medicación nunca te hará más sano de lo que te permite tus decisiones actuales. Tu estilo
de vida es el «techo» de tu salud mental; nunca serás más feliz de lo que te permiten tus
creencias y decisiones. La medicación puede corregir algunas causas biológicas y disminuir
el impacto de las causas ambientales en tus luchas. Pero la medicación no puede elevar tu
potencial de salud mental por encima de lo que tu estilo de vida permite.
Con frecuencia quieres que la medicación transforme tus elecciones de vida malsanas de la
misma manera que esperas que un multivitamínico transforme tu dieta malsana. Supones
que el primer paso para sentirte mejor es recibir un diagnóstico y una receta. Éste puede ser
el caso, y no hay que avergonzarse si lo es, pero no tiene por qué ser la suposición que te
guíe.
Analiza los cambios en el estilo de vida, las creencias y las relaciones que requerirían tu
evaluación en el primer paso. Si hay decisiones que podrías tomar para reducir la intensidad
de tu lucha, ¿estás dispuesto a hacerlas? Sin duda, estos cambios serán difíciles, o ya los
habrías hecho. Pero son esenciales si quieres utilizar la medicación de forma sabia.
A medida que identificas estos cambios, evalúa las áreas del sueño, la dieta y el ejercicio. El
sueño es vital para reponer el cerebro. La dieta es el principio de la química cerebral: tu
cuerpo sólo puede crear neurotransmisores a partir de la nutrición que le proporcionas. El
ejercicio, especialmente el cardiovascular, tiene muchos beneficios para contrarrestar la
respuesta biológica al estrés (un factor principal que contribuye a la mala salud mental). Tu
primera «receta» debería ser ocho horas de sueño, una dieta equilibrada y rica en
antioxidantes, y ejercicio cardiovascular durante al menos treinta minutos, tres días a la
semana. 2
Un indicador clave para saber si estás utilizando la medicación psicotrópica de forma sabia
es si estás (a) utilizando la medicación como una herramienta para ayudarte a realizar los
2
Guía adicional sobre este tipo de «higiene de vida» en www.bradhambrick.com/burnout.

128
cambios necesarios en el estilo de vida y en las relaciones, o (b) si utilizas la medicación como
una alternativa a tener que realizar estos cambios. La «opción A» es sabia. La «opción B» da
lugar a una sobremedicación o a la sensación de que «la medicación tampoco ha
funcionado», ya que, continuamente tratas de compensar médicamente el descuido
voluntario de tu salud mental.

Tercer paso: determinar la línea de base no medicada para su estado de ánimo y su


funcionamiento de la vida
Éste es un paso importante y, a menudo, descuidado. Cualquier medicación va a tener
efectos secundarios. La razón más frecuente por la que la gente deja de tomar
medicamentos psicotrópicos, aparte del costo, es por sus efectos secundarios.
Si no tienes cuidado, simplemente vas a querer sentirte mejor que «ahora». Inicialmente
«ahora» será cómo te sientes sin medicación. Más tarde, «ahora» será cómo te sientes con
los efectos secundarios de la medicación. Para evitar este ciclo interminable necesitas tener
una línea de base de cómo te sientes cuando vives óptimamente sin medicación.
Una de las razones que se postulan para explicar por qué los placebos suelen tener un efecto
tan beneficioso como la medicación psicotrópica es la ausencia de efectos secundarios.
Quienes toman un placebo obtienen todos los beneficios de la esperanza (hacer algo que
esperan que mejore su vida) sin ningún efecto secundario desagradable. Obtener la línea de
base de cómo va la vida cuando simplemente se practica una «buena higiene mental» es una
forma importante de tener en cuenta este efecto.

«A medida que practico la medicina estos días, mi primera pregunta cuando un


paciente viene con un nuevo problema no es qué nueva enfermedad tiene. Ahora me
pregunto qué efectos secundarios está teniendo y qué medicamento lo está
causando (p. 191)». Charles Hodges, M.D. en Good Mood Bad Mood (traducido como
«De buen humor, de mal humor»)

Hay otro beneficio del tercer paso que a menudo se pasa por alto. Con frecuencia, la gente
se toma en serio la idea de vivir de forma más saludable al mismo tiempo que la vida se ha
vuelto lo suficientemente dura como para empezar a tomar la medicación. Esto introduce
dos intervenciones (la medicación y las nuevas prácticas de vida), tal vez tres o cuatro (a
menudo la gente también empieza a recibir asesoramiento o a ser más abierta con los
amigos que ofrecen atención y apoyo), al mismo tiempo. Resulta muy difícil discernir qué
intervención explica sus mejoras.

Escribir las respuestas a estas preguntas te ayudará a discernir si necesitas pasar al cuarto
paso y hacer la evaluación necesaria en el quinto paso.
• ¿Cuáles fueron las dificultades que inicialmente me hicieron pensar que podría
beneficiarme de la medicación?
• ¿Qué intensidad tenían estas luchas y cómo se manifestaron?
• ¿Qué cambios hice en mi estilo de vida y en mis relaciones para aliviar estas
dificultades?
129
• ¿En qué medida fui capaz de realizar los cambios necesarios?
• ¿En qué medida los cambios en el estilo de vida y en las relaciones aliviaron mis
problemas?
• ¿Cómo preveo que la medicación me ayudará a ser más eficaz en estos cambios?
Cuarto paso: iniciar un ensayo de medicación
Si tus luchas persisten hasta un grado que está perjudicando tu funcionamiento diario,
entonces debes buscar un médico o psiquiatra para que te asesore sobre las opciones
médicas. Durante esta conversación considera la posibilidad de hacer a tu médico las
siguientes preguntas:
• ¿Cuáles son las diferentes opciones de medicación disponibles para la lucha a la que
me enfrento?
• ¿Qué hace cada medicamento que repercute en esta lucha?
• ¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de cada medicamento?
• ¿Cuánto tiempo tarda esta medicación en hacer efecto completamente?
• Si decido dejar esta medicación, ¿cuál es el proceso para hacerlo?
• ¿Cuáles han sido las afirmaciones y quejas más comunes de otros pacientes que
toman esta medicación?
Estas preguntas deberían ayudarte a trabajar con tu médico para determinar qué medicación
sería la mejor para ti. Recuerda que tienes voz en este proceso y debes tratar de ser un
consumidor informado de tu tratamiento médico; de la misma manera que lo harías con
cualquier otro producto o servicio que adquieres.
En esta consulta también puedes decidir el periodo de tiempo inicial durante el cual seguirás
tomando la medicación (a menos que experimentes un efecto secundario importante de la
medicación). Para determinar este periodo de tiempo, deberás tener en cuenta lo siguiente:
• Tu médico o psiquiatra hará recomendaciones basadas en factores adicionales no
considerados en este artículo
• Un mínimo de al menos el doble del tiempo que tarda la medicación en alcanzar su
efecto completo
• Los factores estresantes de la vida que previsiblemente surgirán durante este periodo
de prueba (por ejemplo, la planificación de una boda)
• El tiempo que tomaría realizar y consolidar los cambios que eran difíciles de hacer sin
la medicación (véase el tercer paso)
Una vez que determines este periodo de tiempo, tu objetivo es continuar implementando
los cambios que comenzaste en el tercer paso mientras monitoreas (a) el nivel de progreso
en tu área de lucha y (b) cualquier efecto secundario de la medicación.

Quinto paso: evaluar el nivel de progreso frente a los efectos secundarios de la medicación
Cerca del final del periodo de prueba, debes volver a las preguntas de evaluación de vida que
respondiste al final del tercer paso. Compara cómo puedes disfrutar y participar en la vida
en este momento con tus respuestas de entonces. Las preguntas que debes hacer son las
siguientes:
130
• ¿Qué beneficios has observado mientras tomabas la medicación?
• ¿Qué efectos secundarios has experimentado?
• ¿Existen razones para creer que tu mejora constante depende del uso continuo de la
medicación?
• ¿Los efectos secundarios de la medicación son compensados por el beneficio que
proporciona?
Cuanto más específico seas en tus respuestas al final del tercer paso, más fácil será evaluar
tu experiencia al final del quinto paso. En este punto, intenta no estar ni a favor ni en contra
de la medicación. Tu objetivo es vivir una vida tan plena y agradable como sea posible. No es
mejor ni peor que la medicación sea o no parte de esa vida óptima.

Sexto paso: determinar si se sigue tomando la medicación


En este punto del proceso hay varias opciones disponibles para ti; esto es más que una
decisión de sí o no. Pero cualquier opción debe ser decidida en consulta con tu médico de
cabecera o psiquiatra. Puedes decidir:
• Seguir con la medicación porque los efectos son beneficiosos y los efectos
secundarios son mínimos o valen la pena.
• Optar por dejar la medicación porque los beneficios son mínimos o los efectos
secundarios son peores que los beneficios.
• Dejar de tomar la medicación para ver si el progreso que has hecho se puede
mantener sin la medicación; sabiendo que eres libre de reanudar la medicación, sin
ninguna sensación de fracaso, incluso si no lo haces.
• Optar por probar una medicación diferente durante otro periodo de tiempo
determinado, basándose en lo que hayas aprendido de la experiencia inicial.
Independientemente de lo que elijas, al seguir este proceso puedes tener la seguridad de
que estás tomando una decisión informada sobre cuál es la mejor opción para ti.

131
Apéndice B
Compromiso con la vida
Yo, _____________________________________________ (nombre impreso) estoy de
acuerdo con lo siguiente:
1. Una de mis mayores metas es vivir una larga vida con más plenitud y sentido que la
que tengo ahora.
2. Comprendo que el hecho de tener pensamientos suicidas cuando estoy deprimido o
molesto me impide alcanzar esta meta, y quiero superar esta tendencia.
3. Como parte de mi compromiso con la vida, me comprometo a (poner mis iniciales
en los espacios en blanco que correspondan):

_____ Programar y asistir a una cita con el ministerio de consejería de la


iglesia.
_____ No ponerme en situaciones en las que vaya a estar solo(a).
_____ Quitar de mi acceso directo objetos con los que podría hacerme daño.
_____ Abstenerme de consumir alcohol, drogas u otras sustancias que
alteren el estado de ánimo.
_____ Distanciarme de las situaciones/personas que tienden a desencadenar
mi desesperación (lista abajo).
• ___________________________________________
• ___________________________________________
• ___________________________________________

_____ Otro: _______________________________________________


_____ Otro: _______________________________________________

4. Si en algún momento me siento incapaz de resistir los pensamientos o impulsos


suicidas, me comprometo a llamar
a__________________________________________(nombre) al (_______)
________ - ______________ o (_______) ________ - ________________ o ir
directamente al ___________________________________ (hospital o sala de
emergencias)
en_________________________________________________________
(dirección).

__________________________________________ 132
Nombre
__________________________________________ ______ / ______ / ______
Firma Fecha
Apéndice C
Consejos de primeros auxilios
para un amigo suicida
A algunas personas les preocupa tocar el tema del suicidio porque no quieren sembrar ideas
autodestructivas en la mente de una persona abatida. Sin embargo, el riesgo de callar supera
con creces el riesgo de preguntar. Siempre que hables con una persona que parezca
desesperada ̶ uno de los factores clave para predecir el suicidio ̶ pregúntale directamente:
¿has pensado en el suicidio? Si la respuesta es sí o tal vez, tómatelo en serio. No hay
necesidad de entrar en pánico, la persona está hablando contigo, por lo que quiere ayuda y
está actualmente a salvo. Tus objetivos principales en esta conversación son obtener el
compromiso de la persona de no suicidarse, asegurarte de que la persona se responsabiliza
y darle esperanza.

Preguntas clave:
1. ¿Has pensado en suicidarte?
2. ¿Tienes un plan sobre cómo te quitarías la vida? (Inciso A)
3. ¿Tienes acceso a las cosas necesarias para llevar a cabo tu plan? (Inciso B)
4. ¿Has empezado a despedirte, a escribir una carta de despedida o a regalar cosas?
(Inciso C)
5. ¿Qué propósito tendría tu muerte (castigar a alguien, aliviar el dolor, llamar la
atención)?
6. ¿Se ha suicidado algún familiar o amigo cercano? (Inciso D)
7. ¿Cuándo vas a estar solo en los próximos días/semanas?
8. ¿Piensas consumir drogas/alcohol próximamente? (Esto exacerba las emociones y
perjudica el juicio).
9. ¿Quién en tu vida puede servirte de apoyo, responsabilidad y ánimo?
10. ¿Qué obstáculo necesitarías superar para que la vida valga la pena?
Señales de advertencia/consideraciones especiales:
A. Es mucho más probable que una persona que tiene un plan cometa realmente
suicidio que alguien que simplemente lo está pensando, aunque ambos deben ser
tomados en serio. La letalidad de su método de elección también eleva el grado de
acción a tomar.
B. Cuando la persona habla de un medio específico («con la pistola que tengo en el cajón
de la cómoda» o «desde el puente de la calle 5») su amenaza debe ser tratada como
un hecho absoluto. Esto significa llamar a los oficiales de la ley y garantizar una
supervisión las 24 horas del día.

133
C. Una actitud más alegre no es necesariamente un signo de mejora. A menudo,
después de que la persona ha finalizado su plan para suicidarse, se siente aliviada por
haber tomado una decisión. De nuevo, el mejor procedimiento es hacer preguntas
directas y mantener la supervisión.
D. Tener un familiar o amigo cercano que se haya suicidado elimina gran parte del tabú
del acto. Una persona que ha pasado por el proceso antes puede no estar tan
asustada por la idea del suicidio.
E. Si tienes alguna duda, asegúrate de que la persona firme el contrato de vida (ver
adjunto). Permite que la persona se aferre a tu esperanza hasta que pueda ver que
hay una razón para vivir. Hazle saber que te importa demasiado como para dejarlo(a)
morir.
Esperanza/Acción bíblica:
Job 3 ̶ La Biblia habla vívidamente de las emociones y pensamientos que estás
experimentando. Dios no es ignorante de estos asuntos. Se preocupa lo suficiente
como para darte palabras para estos tiempos oscuros (ver también Salmos 44:9-26 y
88).
Salmos 23:4 ̶ El creyente puede estar seguro de la presencia de Dios en los
momentos más oscuros.
1 Corintios 10:13 ̶ Dios promete darte una razón para TENER ESPERANZA. Hay una
manera de salir de tus circunstancias además del suicidio. Dios promete darte la
capacidad para soportar esta dificultad.

134
Apéndice D
¿Qué hago ahora?
Una de las consignas de este ministerio de consejería es: No hacemos eventos; creamos
recursos. Eso significa que deberías estar preguntándote: «qué puedo o debo hacer con esta
información ahora?»

Hemos creado una serie de videos cortos (en inglés) que responden a la pregunta de «y ahora
qué» desde diferentes perspectivas. Cada uno de ellos los puedes encontrar en:

www.bradhambrick.com/whatnow

Estudio personal o en grupo pequeño

Pregunta: Estuve en varios seminarios de consejería y me di cuenta de que al parecer


hay una diferencia. Con frecuencia recomiendan estudiarlos en grupos pequeños o
con un amigo. Me parece una gran idea, pero como no lo he hecho antes, no estoy
muy seguro de cómo empezar algo así. ¿Me podrías orientar?

Buscar consejería personal

Pregunta: Después de asistir a este seminario, me di cuenta de que me gustaría


recibir consejería para ayudarme a crecer en esta área. Al parecer tienen disponibles
varias opciones. ¿Me puedes explicar cuáles son y cómo podría conectarme con el
que mejor se ajuste a mi necesidad?

Aprovechando al máximo mi lugar de trabajo

Pregunta: Escuché rumores de que se supone que puedo usar los seminarios de
consejería para aprovechar mi lugar de trabajo para la influencia del evangelio. Mi
primera impresión es que está fuera de lugar y que parece intrusivo; ¿cómo le digo a
la gente que tiene problemas o que necesita ayuda? Pero también me preocupa
mostrar material cristiano que pueda ser ofensivo para algunas personas que visitan
mi lugar de trabajo. Sin embargo, me gustaría escuchar lo que tienen que decir.
¿Cómo funcionaría esto?

Como consejero profesional

Pregunta: Soy un consejero autorizado y me encontré con estos seminarios de


consejería. Estoy emocionado de ver la iglesia abordando este tipo de temas, y tengo
curiosidad por saber cómo podrían ver a alguien en mi posición utilizando los
135
materiales. Puedo verme recomendando estos seminarios a mis pacientes que están
dispuestos a escuchar un punto de vista abiertamente cristiano en ese aspecto de su
consejería, pero parece que podría haber más usos que simplemente labores de
consejería. ¿Podrías compartir tus pensamientos acerca de cómo los que trabajamos
en la práctica privada podemos utilizar estos recursos?

Nuestro objetivo en la consejería es (1) equipar a la iglesia para que se cuiden unos a otros y
a nuestra comunidad con excelencia; (2) brindar servicios de asesoramiento de calidad que
permitan a nuestra gente involucrarse en la vida de los demás con confianza ̶ saber que hay
atención adicional y experimentada disponible para acompañarlos si es necesario; y (3) crear
espacios para nuestros miembros y otros cristianos de nuestra comunidad para aprovechar
su lugar de trabajo y carreras para un mayor impacto del evangelio en sus esferas de
influencia.

Esperamos que este seminario y estos videos te brinden una visión de cómo esto puede
suceder y despierte la pasión en ti para ser parte de la obra de Dios de redimir y restaurar a
las personas y familias heridas.

136

También podría gustarte