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PRÓLOGO:
La Palabra que cura e ilumina el corazón
por Jesús Martínez Carracedo . . . . . . . . . . . . . . . 7
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
PREÁMBULO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
PRIMERA PARTE
ÁMBITOS DE CURACIÓN
1. El ciego de nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Curación física . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2. La curación de diez leprosos . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Curación social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
3. El encuentro con el endemoniado . . . . . . . . . . . . 65
Curación psíquica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
4. Jesús y la samaritana junto al pozo . . . . . . . . . . . 73
Curación moral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
5. La parábola del padre misericordioso . . . . . . . . . 85
Curación espiritual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
ÍNDICE 5
SEGUNDA PARTE
LUGARES Y DESTINATARIOS DE CURACIÓN
Dejarse curar
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car, primero debe estar dispuesto a dejarse conmover
por la Palabra y a hacerla carne en su existencia con-
creta» (EG 150). Para curar en nombre de Jesús es nece-
sario siempre haber sido curados por Él, haber sentido su
Amor en primera persona e identificarnos con su estilo y
actitudes.
Este nuevo libro de Arnaldo Pangrazzi nos ayudará
mucho en este proceso. Es otra de esas obras que se con-
vertirán en texto de referencia, pues vuelve a reflexionar
sobre la acción pastoral con los enfermos desde los tex-
tos bíblicos, como ya había hecho en El mosaico de la
Misericordia, allá por 1988. En este caso, con más pro-
fundidad y globalidad.
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Palabra» (EG 154). Sin esto, nuestra pastoral o vocación
no podemos decir que sea totalmente evangélica.
También a ello nos ayuda este texto de Arnaldo. Ana-
liza primero los textos de la Sagrada Escritura y después
los confronta con las situaciones reales de enfermedad.
Contemplar el Evangelio, la buena noticia en la vida
del enfermo que se encontraba con Jesús, es descubrir
que también yo, tú, nosotros, podemos hoy seguir siendo
Evangelio vivo para las personas con las que nos encon-
tramos, especialmente para las que sufren.
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Presentación
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A través de estos diversos lenguajes, el ser humano
revela aspectos de su identidad, transmite fragmentos de
sus valores, de sus sensibilidades, de sus tesoros mate-
riales, humanos y espirituales.
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un eco en nuestros corazones, una morada en nuestra vi-
da, y nos ayuden a renovar nuestra fe, liberándonos de la
esclavitud de pensamientos y actitudes que aprisionan y
cierran las puertas a la esperanza.
El horizonte de la reflexión y de la escucha está for-
mado por los gestos y los «signos prodigiosos» realizados
por Jesús a los enfermos, para que sean una inspiración y
una orientación en el acompañamiento de las vivencias de
fragilidad del hombre moderno.
Los cuatro evangelios contienen unas cuarenta narra-
ciones de milagros, aunque a menudo se trata de los mis-
mos acontecimientos relatados de formas diversas por
los evangelistas. Las curaciones conciernen a varios ám-
bitos: la recuperación de la vida, de la palabra o del oído,
la interrupción de hemorragias, la curación de la lepra, el
restablecimiento tras unas fiebres fuertes, la recuperación
de la movilidad, etc.
Son muchos los episodios de curación en el Nuevo
Testamento; por eso ha sido necesario hacer una elección
entre ellos y ofrecer una propuesta estructurada.
Puesto que la curación de los enfermos no solo con-
cierne a la esfera física, hemos decidido proponer, en la
primera parte, algunos pasajes representativos de diver-
sos rostros de la curación, a saber:
– curaciones físicas;
– curaciones psíquicas;
– curaciones sociales;
– curaciones morales;
– curaciones espirituales.
En la segunda parte hemos situado los episodios de
curación vinculados a lugares específicos (la calle, una
P. ARNALDO PANGRAZZI, MI
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