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Diplomado en Neuroeducación
La inteligencia emocional se define como la capacidad humana para sentir, entender, controlar y
modificar estados emocionales, tanto en uno mismo como en los demás. Se subraya la importancia
de no simplemente dejarse llevar por las emociones, sino de dirigirlas y equilibrarlas con
conciencia y habilidad.
Gardner, por su parte, propone una clasificación de siete tipos de inteligencia, abarcando lo
lingüístico, lógico-matemático, musical, visual-espacial, quinestésico-corporal, interpersonal e
intrapersonal.
Entre las habilidades asociadas a la inteligencia emocional, se incluyen la capacidad para establecer
relaciones, interpretar las intenciones de los demás, tener conciencia de la propia vida emocional,
discriminar entre distintas emociones y utilizarlas de manera efectiva para orientar la conducta.
Se sugiere que aquellos con habilidades bien desarrolladas en inteligencia emocional son líderes
eficaces, capaces de comprender y anticipar las necesidades y motivaciones de los demás, lo cual
impacta positivamente en las relaciones y el liderazgo.
El término "inteligencia emocional" tuvo su génesis en la década de 1990, acuñado por los
psicólogos Peter Salovey y John Mayer. La popularidad de este concepto creció exponencialmente
gracias al trabajo del periodista del New York Times, Daniel Goleman, quien lo introdujo a nivel
mundial a través de su obra "La inteligencia emocional" en 1995. Este hecho marcó un cambio
significativo en la comprensión y valoración de la capacidad emocional en diversas disciplinas
como la psicología, educación, sociología y antropología.
Opinión