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APUNTE DE CLASE 2

UNIDAD 1
TIPO DE APUNTE: PAPER
PSICOGERONTOLOGÍA
ENVEJECIMIENTO NORMAL Y
PATOLÓGICO
2 Apunte de clase

Índice

Introducción ................................................................................................... 3

Teorías sobre el envejecimiento ................................................................ 5

A. Teorías Psicogerontológicas del envejecimiento .................................... 6

B. Teorías de la gerontología social en torno al envejecimiento ................. 9

Envejecimiento normal y patológico desde la mirada biológica a la

perspectiva Psicogerontológica ........................................................................... 11

A. Envejecimiento fisiológico ..................................................................... 11

B. Cambios normales en las funciones cognitivas .................................... 13

C. Envejecimiento normal y patológico desde una perspectiva

Psicogerontológico ............................................................................................ 14

Conclusión ........................................................................................... 15

Bibliografía ............................................................................................... 17
3 Apunte de clase

Introducción

El modelo biomédico de envejecimiento observa que el organismo crece y se

desarrolla exponencialmente a lo largo de la infancia y la adolescencia, se estabiliza

durante la vida adulta y se deteriora en la vejez, esto no es traducible al

funcionamiento psicosocial, los patrones de crecimiento, estabilidad y declive que

existen a lo largo del curso de la vida. Otro elemento importante es comprender la

coexistencia de distintos tipos de edades, algunas mencionadas por Alvarado y

Salazar (2014) son la edad cronológica, biológica, psicológica, social y legal. En el

caso de Chile, quedó establecida con la creación del Servicio Nacional del Adulto

Mayor en el año 2002, bajo la Ley 19928, que las personas a partir de los 60 años

entran en esa categoría (BCN, 2002).

Desde una perspectiva biológica, la vejez puede ser entendida desde la

acumulación de edad cronológica y del declive en la funcionalidad del organismo.

Desde lo social o legal, la vejez puede ser entendida como la etapa en la cual se es

persona mayor, sin embargo, la discusión actual abre la interrogante, ser persona

mayor es estar en la vejez y, a su vez, si estar en la vejez contempla al ser humano

como viejo, como señala Fried (1988, citado por Dulcey-Ruiz y Uribe, 2002) “la vejez

carece de límites, excepto el de la muerte”. Estas dos autoras definen la vejez como

una fase final del proceso de envejecimiento, equivalente a vivir muchos años, en

comparación con otras personas del mismo grupo poblacional.

Es importante destacar una de las principales normas del análisis de la vejez: la

diferencia interindividual aumentó con los años, en lo que Izal y Montorio (2006)
4 Apunte de clase

definen como la metáfora del abanico, la variabilidad interindividual en la niñez es

mínima en comparación con la existente entre las personas mayores. Estas

diferentes trayectorias inciden en reconocer que no existe una sola vejez, sino,

como plantea el sociólogo francés Christian Lalive d’Espinay (1983), existen

vejeces. Esto demuestra la complejidad del objeto de estudio, el cual debe ser

analizado superando reduccionismos.


5 Apunte de clase

Teorías sobre el envejecimiento

Frente al nacimiento de las disciplinas que estudian las ciencias del

envejecimiento, se han desarrollado hipótesis sobre el envejecimiento. Ya en 1990

Medveved señalaba que existen más de 300 teorías explicativas del envejecimiento,

principalmente centradas en las causas biológicas de este proceso. Sin embargo,

otras disciplinas como la Psicología y las Ciencias Sociales también han aportado

formas de comprender la configuración del envejecimiento. Es necesario entender

que estamos frente a un fenómeno complejo y que la unificación de criterios para

su comprensión es una utopía (Viña, Borrás y Miquel, 2007). El único consenso

actual es definir el envejecimiento como un fenómeno presente a lo largo del ciclo

vital, que posee las características de ser gradual, universal, irreversible y

heterogéneo. Asimismo, es un proceso extremadamente variable, influido por

múltiples factores arraigados en el contexto genético, social e histórico del desarrollo

humano, cargado de afectos y sentimientos que se construyen durante el curso de

la vida y están permeados por la cultura y las relaciones sociales (Alvarado y

Salazar, 2014). A continuación, se presentan las teorías desarrolladas a partir de la

psicología y la gerontología social, utilizadas para el abordaje desde una perspectiva

psicogerontológica.
6 Apunte de clase

A. Teorías Psicogerontológicas del envejecimiento

Yuste (2004) describe dos grandes modelos que agrupan teorías para

comprender el envejecimiento y la vejez. El primero lo denomina de crisis normativa,

que sigue la visión clásica de la psicología del desarrollo y un segundo modelo de

programación de eventos. Dentro del primer grupo, el modelo psicosocial de Erikson

mantiene su aplicabilidad (Warner Schaie, 2016), sobre todo por la

conceptualización de crisis a lo largo de todo el curso de la vida. Ello es

especialmente válido en la mediana edad con relación al conflicto de generatividad

versus estancamiento, donde la generatividad es la posición de legado en una trama

generacional que trasciende a la figura de los hijos, interpelando todas las acciones

del ser humano. La siguiente y última etapa se caracteriza por la crisis de integridad

del yo versus la desesperación, donde, según plantea Pals (1999), se espera que

en la adultez mayor se consolide la identidad a través de la integración de la vida.

Cuando no se logra integrar se cae en la desesperación basada en querer recuperar

el tiempo perdido, arreglar situaciones complejas del pasado y duelos no

elaborados. La integración de la vida le permitirá a la persona el desarrollo de la

sabiduría, con lo cual no se cuestionará el pasado, asumirá sus errores, así como

los de sus padres e hijos, y admitirá la muerte que se avecina (Yuste, 2004).

El modelo de programación de eventos de Neugarten y Moore (1968) no se rige

por etapas o crisis, sino que integra los elementos psicológicos con factores

culturales predominantes. Según sus postulados, la sociedad establece una hora y

marca para indicar cuándo es el tiempo oportuno de una cierta conducta, es decir,

se establecen eventos normativos que son condicionados social y culturalmente,


7 Apunte de clase

por ejemplo, terminar los estudios secundarios o jubilarse. De esta forma, en cada

individuo se desarrolla una sincronización interna con este uso horario establecido

en un contexto y tiempo determinado. Este modelo contempla la evolución y el

dinamismo del tiempo y comprende que, lo que en 1990 era lo esperado, en 2019

haya cambiado. Basado en los planteamientos de Neugarten y comprendiendo que

los eventos expectables se pueden anticipar psíquicamente, Zarebski (2011)

plantea la posibilidad de anticipación del envejecimiento como una forma de evaluar

las actitudes que las personas tienen en torno a él y cómo podrían eventualmente

vivenciarlo, ejercicio anticipatorio que se presenta como una posibilidad de trabajo

psicoterapéutico preventivo.

En cuanto al envejecimiento cognitivo, una de las teorías aceptadas en la

actualidad son las etapas del desarrollo cognitivo de Warner Schaie (2016), quien,

tomando los postulados de Piaget, plantea etapas en el uso del intelecto dentro de

un contexto social basándose en los objetivos motivacionales del ser humano. Este

modelo propone una progresión de etapas desde épocas tempranas, partiendo con

el estado de adquisición del conocimiento que se prolonga hasta los 20 años,

seguido de la década de 20 a 30 años en que la persona comienza un estado de

logros a alcanzar. Entre los 30 y los 60 se desarrolla una etapa de responsabilidad

en la cual la persona se compromete con su entorno; en paralelo, dentro del mismo

rango etario se desarrolla la etapa de ejecución por la cual las personas explotan

sus conocimientos para ampliarlos dependiendo de sus oportunidades. Posterior a

los 60 años existiría una menor necesidad de someterse a estímulos complejos,

desarrollándose una etapa de reintegración donde la persona pone el énfasis en


8 Apunte de clase

sus propios intereses, discrimina más selectivamente, y deja de lado aquello que no

tiene un sentido de vida. La descripción de esta etapa coincide con la teoría de la

selectividad socioemocional de Carstensen (1999, citado en Fernández-Ballesteros,

2009), quien apunta a la valoración de las emociones positivas y de la calidad de

las relaciones sociales que tienen las personas mayores con su entorno y no la

cantidad de ellas. Siguiendo con los postulados de Warner Schaie (2016), en torno

a la jubilación y posjubilación se desarrolla una etapa de reorganización, en la cual

se comienza la planificación de la vida que resta y se piensa en la posibilidad de

dependencia, planificando cambios en la rutina y en el hogar; en este momento las

personas vuelven a poner el foco en sus necesidades más que en las de la familia

o el entorno. La última etapa es la construcción de un legado, la que los autores

reconocen que estará marcada por el nivel sociocultural y económico de la persona;

quien en su historia de vida tuvo acceso a una educación óptima podrá pensar en

desarrollar su autobiografía, también es el momento de repartición de objetos

preciados trasmitiendo oralmente las historias más importantes de su vida a las

nuevas generaciones (Warner Schaie, 2016).

La comprensión del envejecimiento mediante la teoría SOC (optimización

selectiva con compensación) propuesta por Baltes (1997, citado en Dulcey-Ruiz,

2010), reconoce que no existen ganancias sin pérdidas a lo largo del curso de la

vida y que el ser humano selecciona las acciones que puede realizar, compensa lo

que ha perdido y optimiza los recursos que aún posee. La plasticidad le permitirá al

sujeto lograr sobrellevar las pérdidas que aumentan en la vejez. Sobre esta misma

base, Zarebski (2019) sostiene la teoría de la identidad flexible, siendo este un factor
9 Apunte de clase

protector decisivo para enfrentar los cambios que ocurren en el envejecimiento; la

flexibilidad se desarrollaría sobre la base de la plasticidad constituida por la reserva

humana que se genera a lo largo de la vida.

En resumen, lo primordial de comprender el envejecimiento desde la psicología,

es entender que es un proceso subjetivo, en el cual se debe reconocer la diversidad

de vejeces (Andrés, 2009).

B. Teorías de la gerontología social en torno al envejecimiento

La comprensión del envejecimiento desde la gerontología social parte de

reconocer cómo influyen los contextos en los sujetos envejecientes, quienes se

encuentran rodeados de representaciones, imaginarios y culturas, que inciden en

las formas de relacionarse socialmente, la construcción de políticas públicas, en

materias de seguridad social, salud, educación, por mencionar algunos.

La gerontología social se construye a través del trabajo interdisciplinar entre la

sociología, la psicología social, la economía y la demografía. Hooyman y Kiyak

(2017) reconocen 11 teorías para comprender el envejecimiento y la vejez, las

cuales están sintetizadas en el siguiente cuadro:


10 Apunte de clase

Cuadro 1. Teorías sociales del envejecimiento

Teoría Postulados
Perteneciente al grupo de teorías anteriores a 1961. Sostiene que
Teoría de los las personas construyen su identidad a través de roles definidos, que
roles (Cotrell, son la base del autoconcepto y están secuencialmente asociados a
1942) la edad cronológica a través de expectativas y normas acordes a la
edad.
Perteneciente al paradigma de funcionalismo estructural, sostiene
que al envejecer la persona mayor se retrae y aleja respecto a la
sociedad y a su vez, la sociedad se distancia de la persona mayor.
Teoría de la
Esta desvinculación involucra menos afecto en lo emocional y menos
desvinculación
relaciones en lo social, y según los autores sería un movimiento
(Cummings y
positivo en la medida que se responde a una menor demanda. A la
Henry, 1961)
sociedad le permite el recambio por nuevas personas en edad
productiva. Esta teoría se ha criticado por contener una visión
edadista del envejecimiento vinculada al deterioro.
Teoría de la Esta teoría pertenece al paradigma estructural funcionalista y
actividad comprende que la persona debe permanecer activa para mantener
(Tartler, 1961; su autoconcepto y su identidad. Havighurst (1963) plantea la idea de
Havighurst, que las personas buscan actividades para negar la vejez. Se ha
1963) criticado por ser una visión idealista.
A lo largo de la vida se van desarrollando estilos de vida,
Teoría de la preferencias que se mantienen en las distintas etapas, por ende, al
continuidad llegar a la vejez se mantendrá el interés de realizar actividades que
(Neugarten, et tengan sentido con una continuidad identitaria. Aunque es una teoría
al. 1968; validada, genera ciertas críticas en torno a los factores externos que
Atchley, 1989) inciden en la continuidad como, por ejemplo, la economía o los
cambios en la salud.
La sociedad se organiza por cohortes, a las cuales se les otorga
Teoría de la expectativas y recompensas por pertenecer a ellas. El pertenecer a
estratificación un momento histórico dentro de una cohorte brinda formas de
social (Riley, comprender el mundo y de relacionarse, y vivencias parecidas que
1971) hacen que ese pensamiento avance en las generaciones a medida
que envejece.
En el envejecimiento existe un proceso de intercambio desigual de
“inversiones y beneficios”. Debido al cambio en las estructuras de
oportunidades, roles y habilidades que acompañan el
Teoría del envejecimiento, algunas personas mayores tienen menos recursos
intercambio para ejercer poder en sus relaciones, sin embargo, la mayoría de los
social (Dyson, adultos mayores buscan mantener la reciprocidad y ser agentes
1980; Down, activos en el manejo de sus vidas. Aunque las personas mayores
1975) pueden tener menos recursos económicos y materiales para aportar
a las interacciones, a menudo tienen activos no materiales como el
respeto, la aprobación, la sabiduría amorosa y el tiempo para retribuir
a la sociedad, y también aportan capital social.
Teoría de la Las restricciones socioeconómicas y políticas dan forma a la
economía experiencia del envejecimiento y están modeladas no solo por la
política del edad y la sociedad, sino por clase, género, orientación sexual,
envejecimiento capacidad funcional, raza y estatus de inmigración. Estos factores
(Estes, 2001) estructurales, a menudo institucionalizados y reforzados por políticas
11 Apunte de clase

públicas y leyes, limitan las oportunidades y elecciones de la vida


posterior.
Recalca la importancia de la vivencia fenomenológica del
Teoría
envejecimiento, en el cual las personas construyen su realidad en la
constructivista
interacción con otros. Se asume que la internalización del edadismo
(Bengston,
produce actitudes en las personas mayores que están condicionadas
2009)
por estos prejuicios, estereotipos y discriminación.
Producto de las imágenes negativas asociadas a la edad se
Teoría
establecen políticas sociales que intenten responder a esos
construccionista
estereotipos. Ejemplo: se invierte en sistemas sanitarios
(Settersten,
asistencialistas y no en servicios sociocomunitarios que potencien la
2016)
autonomía.
Sostiene que las teorías actuales de envejecimiento fracasan en
incluir las relaciones de género a lo largo del curso vital. La visión
Teoría feminista
clásica del envejecimiento mantiene las desigualdades de género,
(Holstein, 2015)
atribuyendo a la mujer labores distintas al hombre y manteniendo un
discurso de menor capacidad.
Según esta teoría se debe abandonar el modelo positivista en la
Teoría critica comprensión del envejecimiento. Reconoce que factores sociales
(Moody, 1988) generan disparidad; propone que el foco tiene que estar puesto en
la praxis.

Fuente: Elaboración propia a partir de Hooyman y Kiyak (2017) y Yuste (2004).

Envejecimiento normal y patológico desde la mirada

biológica a la perspectiva Psicogerontológica

La mirada clásica establece que existen dos formas de envejecer, existiendo un

envejecimiento normal con cambios habituales en todos los individuos por el paso

del tiempo y un proceso que se vuelve patológico en donde se pierde la

funcionalidad.

A. Envejecimiento fisiológico

En el envejecimiento fisiológico, según describen Marín y Carrasco (2016), los

individuos experimentan cambios a nivel anatómico, como la disminución de la talla


12 Apunte de clase

y el peso, aumentando el tejido graso en comparación al tejido muscular. La piel se

vuelve más delgada, seca, trasparente, menos elástica, más arrugada y con un tinte

amarillento. Lo anterior, repercute en una disminución de la fuerza. En cuanto al

sistema nervioso existen pérdidas neuronales no generalizadas y disminución de la

síntesis de neurotransmisores, se produce dificultad para conciliar sueño, afectando

los ritmos circadianos. La audición y visión también se ven disminuidas en su

rendimiento. El sistema endocrino comienza a desarrollar alteraciones hormonales

como, por ejemplo, una mayor resistencia a la insulina y disminución del organismo

para hacer frente al estrés.

Para mediar el concepto de envejecimiento normal y patológico y el tránsito de

uno a otro, se considera un concepto llamado fragilidad, que se entiende como el

aumento de vulnerabilidad de un sujeto a distintos estresores, lo que aumenta la

probabilidad de efectos adversos que en el ámbito médico corresponden a

hospitalizaciones, la duración de estadías hospitalarias, la posibilidad de

institucionalización y la mortalidad (Carrasco, 2018).

Desde esta mirada el envejecer patológico se desarrolla con la fragilidad y la

incapacidad de hacer frente a la manifestación principalmente de los llamados

síndromes geriátricos, en los que se destaca las demencias, el síndrome

confusional agudo, la depresión, los trastornos de desplazamientos y caídas, la

incontinencia urinaria y la manifestación de enfermedades crónicas (Marín y

Carrasco, 2016).
13 Apunte de clase

B. Cambios normales en las funciones cognitivas

Hoy en día se sabe que solo algunas habilidades cognitivas declinan, quedando

atrás viejas investigaciones que equiparaban el deterioro fisiológico con los

procesos cognitivos. En general, ningún proceso cognitivo sufre deterioro en un

envejecimiento normal, los declives suelen ser compensados. A continuación, se

presenta un cuadro que describe los resultados de las investigaciones:

Cuadro 2. Cambios normales en las funciones cognitivas


Procesos
cognitivos Conclusiones
No existen diferencias estadísticamente significativas, a no ser que
Atención y la tarea a concentrarse sea demasiado compleja, se debe entender
percepción que los estudios de medición se han realizado en contextos de
laboratorio. Además, evalúan cambios sensoriales en el sujeto.
La orientación autopsíquica no cambia, tampoco la orientación
Orientación espacial, pequeños errores se pueden manifestar en personas con
baja estimulación o vinculación con el entorno.
Existen cambios en la posibilidad de acceder a la información
codificada, en cuanto a la memoria de trabajo suele existir un
declive, sin embargo, la persona logra realizar acciones. La
Memoria
memoria semántica se ve alterada, la capacidad de recordar
nombres nuevos y la memoria episódica; recordar con precisión
ciertos hechos.
Puede existir una dificultad en el acceso al léxico, o mayor
Lenguaje frecuencia del fenómeno de punta de la lengua que en otros grupos
etarios.
Funciones Estudios no son concluyentes, podría existir un declive, sobre todo
visoperceptivas y en la capacidad de realizar dibujos en tres dimensiones,
visoconstructivas construccion de figuras y ensamblaje.
Funciones No existen resultados concluyentes debido a la dificultad en la
ejecutivas medición de este componente en la vida cotidiana de las personas
mayores.

Fuente: Elaboración propia a partir de Triadó, Celdrán y Villar (2019).


14 Apunte de clase

C. Envejecimiento normal y patológico desde una perspectiva

Psicogerontológico

Frente al reduccionismo y determinismo biológico, la psicogerontología de

vertiente psicodinámica propone otra mirada para entender el envejecimiento

normal y patológico.

Un envejecimiento normal es un proceso dinámico, que comienza a elaborarse a

partir de los primeros acontecimientos de la mediana edad y en el cual el sujeto se

deberá ir adaptando a una serie de modificaciones en su cuerpo, sus conductas y

en roles que desempeña (Guido y López, 2009). En palabras de Zarebski (2011),

en un envejecimiento normal, pese a los avatares del paso del tiempo, se logra

mantener una continuidad identitaria, creando nuevos proyectos, cuestionando los

prejuicios establecidos por la sociedad o relativizándolos.

En un envejecimiento patológico, se encontrará un estado de desequilibrio

psicofísico que no le permite al sujeto un uso operativo de sus recursos tanto

internos como externos, en la adaptación a los cambios, generando perturbaciones

en su cuerpo, su conducta y su entorno. Desde la mirada de Zarebski (2005) se

hallarán personas abatidas por los temas del envejecer, quienes utilizan

mecanismos de defensa como la evasión, que ya no generan los mismos

resultados, cayendo en un repliegue constante.

El trabajo y la investigación en psicogerontología han podido establecer

lineamientos de intervención preventivos, indicando factores protectores y de riesgo

psíquico, que de intervenirlos pueden cuestionar las actitudes frente al


15 Apunte de clase

envejecimiento, generando una disposición al cambio clave en la adaptación del ser

humano.

Conclusión

El desarrollo teórico de la psicogerontología se ha nutrido de los aportes de otras

ciencias del envejecimiento como la gerontología social, que lleva más años de

investigación sistemática, por lo tanto, entregan un marco teórico útil para la

psicogerontología en cuanto esta se desarrolle. Sin duda, la psicogerontología le

queda un camino para robustecer sus aportes, incorporando una mirada desde el

paradigma de la complejidad, reconociendo el aporte de las mediciones, pero

ampliando la incorporación de las subjetividades para una comprensión de las

vejeces más allá de las estadísticas.

Los aportes de la neurociencia y la neuropsicología permiten comprender qué es

normal y qué puede ser patológico en el campo de los procesos cognitivos. Esto

ayuda a desechar viejos edadismos que asimilaban que el modelo biomédico era

aplicable al estudio de dichos procesos. Es importante que los profesionales que

trabajan en primera línea con personas mayores sepan este conocimiento, ya que

serán los que primero podrán identificar señales de alerta y poder plantear planes

de intervención.

El componente subjetivo pondrá valor a aquellos factores que pueden precipitar

o potenciar el mantenimiento de funciones en un ser humano integral, el cual no se

puede atomizar a conducta, ambiente, procesos cognitivos, psiquismo, etc. En


16 Apunte de clase

ningún caso se pone valor a un modelo sobre otro, solo se contrastan para que sea

el estudiante quien conozca los diversos abordajes que existen actualmente en el

campo de la psicogerontología.
17 Apunte de clase

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Si usted desea referenciar este documento, considere la siguiente

información:

Cisternas, N. (2021). Envejecimiento normal y patológico. Apunte de clase 2

unidad 1, Psicogerontología, Universidad UNIACC.

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