Está en la página 1de 13

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/347646701

Una crítica al concepto de la captura del estado

Article · December 2020

CITATIONS READS
0 283

1 author:

Jan Lust
University Ricardo Palma
30 PUBLICATIONS 46 CITATIONS

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Labour conditions of employees in micro companies in Peru: 1990-2018 View project

Crecimiento económico y la clase media: ¿El Perú es una sociedad de la clase media? View project

All content following this page was uploaded by Jan Lust on 23 December 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Una crítica al concepto de la captura del estado
Jan Lust**
Resumen
En los últimos veinte años organizaciones multilaterales y las ciencias sociales han estado
discutiendo el concepto de la captura del estado. Este concepto se presenta como una he-
rramienta para comprender la creciente influencia de las corporaciones en todos los niveles
estatales. Si bien el concepto definitivamente ayuda a tener una impresión clara del poder
de las compañías dentro de los aparatos estatales, en este ensayo argumentamos que el
concepto de captura del estado enmascara el papel esencial del estado en la sociedad capi-
talista y es un instrumento ideológico para la lucha de clases desde arriba.

Palabras clave
Captura del estado, estado capitalista, clase dominante, lucha de clases, ideología, socie-
dad civil

Abstract
In the last twenty years multilateral organizations and the social sciences have been dis-
cussing the concept of state capture. This concept is presented as a tool to comprehend the
increasing influence of the corporations at all state levels. While it definitively helps to get
a clear impression of the power of the companies within the state apparatuses, in this essay
we argue that the concept of state capture masks the essential role of the state in capitalist
society and is an ideological instrument for the class struggle from above.

Keywords
State capture, capitalist state, ruling class, class struggle, social class, ideology, civil society

*   Holandés y Doctor en Estudios del Desarrollo. Es profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
de la Universidad Ricardo Palma (Perú) y es miembro del Directorio del Centro de Investigación de la misma casa de estudios. Es autor
de Lucha revolucionaria. Perú, 1958-1967 (2013), un trabajo sobre la historia de la lucha revolucionaria en el Perú en la década de sesenta, y
Capitalism, class and revolution in Peru, 1980-2016 (2018), un libro que analiza las razones políticas, económicas y sociales por las cuales la
izquierda socialista peruana no ha podido realizar su proyecto de transformación social revolucionaria. Sus intereses académicos abarcan
temas relacionados al desarrollo político y económico del Perú, la política económica internacional, clases sociales, movimientos sociales
y la lucha guerrillera. E-mail: janlust@ymail.com

105
Introducción
Desde principios del siglo XXI, los politólogos, sociólogos, académicos
progresistas y organizaciones internacionales como el Banco Mundial han
estado discutiendo el concepto de la captura del estado (Durand, 2012; He-
llman, Jones y Kaufmann, 2000). Incluso, Finance & Development, la revista
trimestral del Fondo Monetario Internacional (FMI), presta atención al
concepto (Hellman y Kaufman, 2001). Según Francisco Durand, investi-
gador principal sobre la captura del estado en el Perú, “la captura política
vinculada al poder de las corporaciones en un mundo globalizado consti-
tuye un campo de estudio de creciente interés al relacionarse con el abuso
de poder, la inequidad material y los derechos humanos, situaciones cau-
sadas por la influencia de élites económicas y políticas sobre asuntos de
Estado” (Durand, 2016: 9).
El concepto de la captura del estado o la captura política, se refiere a la
influencia decisiva del capital sobre el estado. Esta influencia juega un pa-
pel crucial en la formulación y ejecución de políticas públicas a nivel nacio-
nal, regional y local, que justamente defienden y promueven los intereses
de las corporaciones. El poder ejecutivo, el parlamento, el sistema judicial
y los organismos reguladores, entre otros, están sujetos a la captura del
estado o son el objetivo de los “captores estatales”.
La captura del estado no se reduce a la corrupción de los responsables
políticos por parte de las empresas, sino que abarca todo el espectro de in-
fluencia directa e indirecta sobre individuos en posiciones políticamente
decisivas. Según Hellman, Jones y Kaufman (2000), la captura del estado
puede definirse “como los esfuerzos de las empresas para dar forma al en-
torno institucional en el que operan”.
Es interesante observar que la definición de la captura del estado de
Hellman coincide con el papel del estado neoliberal en la sociedad, tal
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

como lo define Harvey. Según Harvey, “el papel del Estado es crear y pre-
servar el marco institucional apropiado” para “el libre desarrollo para las
capacidades y libertades empresariales del individuo dentro de un mar-
co institucional caracterizado por derechos de propiedad privada fuertes,
mercados libres y libertad de comercio” (Harvey, 2005: 2). En el Perú, los
partidarios del concepto de la captura del estado argumentan que esta
captura por el capital comenzó a principios de la “era neoliberal”, es decir,
a principios de los años noventa.
Los estudios sobre el poder del capital dentro del aparato estatal nos
dejan con la impresión de que estamos viviendo en un mundo poco demo-
crático. Los libros, artículos y documentos de trabajo sobre el concepto de
Una crítica al concepto de la captura del estado

la captura del estado son de gran interés ya que arrojan luz concreta sobre
las estructuras de poder dentro de la sociedad y las relaciones de poder
entre el capital y el estado. Partiendo del concepto de la captura del estado,
los partidarios del concepto demuestran una gran capacidad para expli-
car en detalle cómo ciertos grupos de capital pueden convertir su poder
económico en poder político y qué mecanismos las corporaciones usan y
qué políticas y estrategias implementan para promover sus intereses a ni-
vel político (Durand, 2016; 2012; 2019; Kalaitzake, 2015, Pesic, 2007; Garay
Salamanca, Salcedo-Albarán, León-Beltrán, Guerrero, 2008; Garay, 2008;
Jan Lust

OCDE, 2017).

106
La discusión sobre la captura del estado parece tener el propósito de
provocar un debate sobre los procesos antidemocráticos dentro de los apa-
ratos estatales. Se espera que estos debates conduzcan a un fortalecimien-
to democrático del estado capitalista. De hecho, el concepto de la captura
del estado parece tener la función de circunscribir las críticas cada vez
mayores sobre el estado capitalista a su funcionamiento y no a su esencia.
Como tal, el concepto ayuda a fortalecer la creencia en el capitalismo, la fe
en el estado capitalista y la esperanza que es posible fortalecer democráti-
camente las instituciones o aparatos del estado capitalista.
Nuestra contribución al debate sobre la captura del estado es doble.
Primero, discutimos las limitaciones del concepto de la captura del estado
para la comprensión del papel del estado en la sociedad capitalista. La de-
bilidad del concepto lo convierte en un instrumento político para el forta-
lecimiento del carácter explotador y opresivo del estado capitalista. Argu-
mentamos que la captura del estado es la expresión más concreta y abierta
de una de las funciones principales del estado en la sociedad capitalista, es
decir, la reproducción del capital. Segundo, describimos las implicaciones
políticas e ideológicas del uso del concepto para la lucha de clases desde
abajo. El concepto de la captura del estado aumenta la creencia en el esta-
do capitalista y en su carácter autónomo.
Este ensayo está estructurado en cuatro secciones. La primera sección
presenta una apreciación general del concepto de la captura del estado.
En la sección dos discutimos las limitaciones del concepto de la captura
del estado para comprender el funcionamiento del estado capitalista. La
sección tres evalúa las implicaciones políticas e ideológicas del concepto
para la lucha de clases. En la sección cuatro presentamos nuestras conclu-
siones.
1. Una apreciación general del concepto de la captura del
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

estado
El concepto de la captura del estado ayuda a tener una idea de la correla-
ción de las fuerzas de clase dentro de la clase dominante y es útil para de-
terminar su fuerza política. Además, el concepto contribuye a comprender
las prácticas políticas mediante las cuales la fracción de la clase hegemóni-
ca dentro de la clase dominante trata de mantener su poder en el estado.
Una de las principales condiciones para que tenga lugar la captura del
estado es el poder político, económico y financiero de las corporaciones
para obtener acceso a los políticos. Este acceso les permite “persuadir”
decisivamente a estas personas para elaborar y ejecutar políticas que fa-
Una crítica al concepto de la captura del estado

vorezcan sus intereses. La fuerza de las corporaciones también permite


a las empresas a colocar directamente a sus representantes en posiciones
políticamente determinantes dentro del estado.
Otras prácticas que se utilizan para capturar el estado son el lobby y la
movilización política a través de (i) los medios masivos de comunicación;
(ii) las amenazas de desinversión y la fuga de capitales; (iii) los influyentes
vínculos políticos en el parlamento y el gobierno; (iv) el apoyo financiero
a partidos políticos y campañas electorales; (v) lazos personales existen-
tes (redes, afiliaciones, políticos como miembros de la junta, etc.); (vi) la
Jan Lust

experticia (usando los think tanks para producir investigaciones, publicar

107
investigaciones analíticas y otras investigaciones, etc.); y, por supuesto,
mediante (vii) la corrupción de funcionarios estatales, entre otros (Kalait-
zake, 2015: 1; Pesic, 2007: 1; Garay et al., 2008: 32-33; OCDE, 2017: 3, 9, 37).
El estado no está exento de la lucha de clases. La lucha entre las diferen-
tes fracciones de la burguesía encuentra expresión dentro de los aparatos
estatales. Un análisis de las decisiones políticas tomadas por los gobier-
nos a nivel nacional, regional y local nos hace entender quienes forman la
fracción hegemónica de la clase dominante dentro de un estado-nación.
La fracción política y económicamente líder de la burguesía expresa los in-
tereses de los sectores económicos más importantes e influyentes dentro
de la sociedad.
La posibilidad de que las empresas se aseguran que sus intereses serán
atendidos por el estado, no solo depende de la fuerza de las corporaciones
o la corrupción de los responsables políticos. Otra condición crucial para
la captura del estado es la correlación de las fuerzas de clase en la sociedad
que favorece los intereses de las corporaciones privadas. Por lo tanto, no es
sorprendente que la captura del estado se haya “iniciado” al mismo tiempo
que se implementó el neoliberalismo (Durand, 2012: 27, 39-40).
La captura del estado solo puede tener lugar cuando las fuerzas de
clase que se oponen a los intereses de las corporaciones son política y or-
ganizativamente débiles. La implementación del neoliberalismo a nivel
mundial únicamente fue posible con la retirada (y la derrota) de las fuer-
zas progresistas. La implementación de medidas neoliberales profundizó
la debilidad de estas fuerzas y proporcionó las condiciones esenciales para
la captura del estado.
2. La captura del estado y el estado capitalista
El análisis del estado por parte de los partidarios del concepto de la captu-
ra del estado se basa en una visión instrumentalista del estado. En esta vi-
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

sión, ciertas fracciones de la burguesía, o “élites del poder” según Durand


(2019: 48), usan el estado para sus propios intereses.
La visión instrumentalista del estado es una visión incompleta del
estado. Es miope ya que no permite comprender la gama completa de
políticas implementadas por el estado para asegurar la reproducción del
sistema capitalista en su conjunto. Es el carácter particular de esta visión
lo que hace posible que los adherentes al concepto de la captura del esta-
do presenten su concepto como un avance de la teoría del estado. En el
caso del Perú, parece que recientemente los partidarios del concepto han
descubierto que los intereses privados han “capturado” el poder del estado
(Durand, 2012: 24). Según Lynch (2013: 8), fue justo después del golpe de
Una crítica al concepto de la captura del estado

estado de 1992 que los intereses privados comenzaron a dominar al Estado


peruano. El Estado perdió la poca autonomía que tenía. Sin embargo, el
uso que hace el capital de los aparatos estatales para promover sus inte-
reses es conocido desde el nacimiento del capitalismo. En otras palabras,
en sus “inicios” el estado capitalista fue “capturado” por la fracción hege-
mónica de la burguesía. Este es un hecho histórico y ha sido estudiado a
fondo por las ciencias sociales.
Nos gustaría subrayar que los partidarios del concepto de la captura
del estado brindan mucha información importante que demuestra la re-
lación entre el estado y las empresas, y cómo las empresas influyen en las
Jan Lust

políticas o incluso determinan el curso político de un gobierno. Sin em-

108
bargo, debemos repetir que esto no significa que presenten un concepto
que arroje nueva luz sobre el funcionamiento del estado capitalista. Esto
no es un problema cuando se acepta la limitación teórica del concepto. De
hecho, los estudios de caso de los partidarios del concepto de la captura de
estado son muy interesantes y útiles.
Para obtener una comprensión completa del estado, creemos que la vi-
sión instrumentalista del estado debe combinarse con una visión que ana-
lice el estado en función de su rol para la reproducción del sistema. Esta
visión es una visión estructuralista del estado. Según Katz (2013: 260), la
visión estructuralista ayuda a comprender el papel que juega el estado “en
debilitar la resistencia de los dominados” y lo que hace para establecer “la
cohesión de los de los dominadores para recrear las condiciones económi-
cas y los cimientos legales que necesita el capitalismo para desenvolverse”.
La visión instrumentalista del estado no puede atribuirse a Marx y En-
gels. Incluso, podría considerarse antimarxista, ya que no parte de la fun-
ción fundamental del estado en la sociedad capitalista, es decir, garantizar
la reproducción del capital. Además, no contribuye a la comprensión de
las decisiones tomadas por los responsables políticos que están determi-
nadas por los cambios en la correlación de las fuerzas de clase y el propio
desarrollo de las fuerzas productivas. Aunque en la Guerra Civil en Francia
Marx desarrolla la visión instrumentalista del estado, es la visión estruc-
turalista del estado lo que está en línea con el materialismo dialéctico e
histórico. En su Origen de la familia, la propiedad privada y el estado, Engels
(1974: 344) señaló lo siguiente: “Así, pues, el Estado no es de ningún modo
un poder impuesto desde fuera de la sociedad; tampoco es ‘la realidad de la
idea moral’, ‘ni la imagen y la realidad de la razón’, como afirma Hegel. Es
más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo
determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una
irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonis-
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

mos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que es-
tos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna no se
devoren a sí mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se
hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad
y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del ‘orden’.
Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se
divorcia de ella más y más, es el Estado.”
En el trabajo de Engels no solo se presenta la visión estructuralista,
sino también la visión instrumentalista del estado capitalista. Engels
(1974: 344): “Como el Estado nació de la necesidad de refrenar los antago-
nismos de clase, y como, al mismo tiempo, nació en medio del conflicto
de esas clases, es, por regla general, el Estado de la clase más poderosa,
Una crítica al concepto de la captura del estado

de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de él, se convierte


también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nue-
vos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida […] y el
moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital
para explotar el trabajo asalariado.”
La visión instrumentalista del estado es una visión funcionalista del
estado. Aunque, en última instancia, el estado capitalista defiende los in-
tereses globales del capital y sus propios intereses como uno de los actores
sociales clave en la sociedad, no significa que el estado, siempre, en todo
Jan Lust

momento y directamente, opere en contra de los intereses de las clases y


capas dominadas.

109
Los partidarios del concepto de la captura del estado no tienen una
teoría del estado en el sentido de que puedan explicar las condiciones po-
líticas, económicas y sociales, las interrelaciones entre estas condiciones
y los procesos dinámicos que estas interrelaciones ponen en marcha, que
permiten a ciertos sectores de la clase dominante imponerse en el esta-
do o convertirse en la clase gobernante. Debido a esta debilidad, creemos
que los partidarios del concepto de la captura del estado tendrán muchas
dificultades para comprender teóricamente que aunque el estado podría
ser capturado por ciertos sectores de la burguesía, el estado también ga-
rantiza, según Poulantzas (1980: 241-242), de cierta manera, los intereses
económicos de las clases dominadas “en la medida en que esa garantía está
conforme con el predominio hegemónico de las clases dominantes, es de-
cir, con la constitución política de las clases dominantes, en relación con
ese Estado, como representativas de un interés general del pueblo”.
Además, como argumenta Mandel, el estado capitalista “no solo debe
asegurar las condiciones externas, sino también las condiciones sociales
del modo de producción capitalista. Es decir, también debe crear esas
condiciones generales para la producción propiamente dicha que los ‘ca-
pitalistas en funcionamiento’ no pueden producir por sí mismos, ya sea
porque no les es rentable hacerlo y por la competencia imperante entre los
capitales privados. El capitalismo presupone la producción social y el in-
tercambio social. […] El vínculo entre las condiciones ‘externas’ (sociales) y
las ‘económicas’ (generales) está formado por aquellas funciones estatales
que caen bajo el encabezado general de ‘administración’. Se incluyen aquí
no solo la administración que garantiza la ley y el orden y la protección de
la propiedad privada, sino también el aparato policial y militar que pro-
tege a la burguesía de los enemigos ‘internos y externos’, así como a toda
la administración interesada en otros servicios públicos, como la infraes-
tructura adecuada (p. ej., el sistema de salud pública que, dada la pobreza
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

extrema del incipiente proletariado, era esencial para proteger a la clase


burguesa en las grandes ciudades del peligro de epidemias)”.
El concepto de la captura de estado parte de la hipótesis de que el es-
tado es una entidad políticamente neutra. Es una institución burocrática
que debe ser controlada por la sociedad civil. Durand (2019: 50) nos dice
que el estado es un “conjunto de poderes y aparatos burocráticos”.
Considerando al estado como una institución políticamente neutra, es
al mismo tiempo verlo como una institución independiente con intereses
propios. Estamos de acuerdo en que los aparatos estatales tienen intereses
propios, pero no creemos que sean independientes de las corporaciones o
de la sociedad civil como los partidarios de la captura del estado intentan
Una crítica al concepto de la captura del estado

hacernos creer. Además, es importante subrayar que la hipótesis de inde-


pendencia se ajusta perfectamente a la visión instrumentalista del estado
a medida que el estado pierde su independencia y se convierte en un vehí-
culo de los principales poderes económicos cuando es capturado. En lugar
de una autonomía absoluta, creemos que es más adecuado considerar al
estado como relativamente autónomo.
La relativa autonomía o la relativa independencia del estado se basa en
el hecho de que por su constitución y lugar en la lucha de clases no puede
levantarse a través de sus partidos políticos al nivel hegemónico. La in-
Jan Lust

capacidad de “realizar su unidad interna” debido a sus intereses privados

110
individuales y la lucha fraccionada, por un lado, y la lucha de la burguesía
contra las clases dominadas y la dificultad particular que tiene para reali-
zar su hegemonía política con respecto a estas clases, por otro lado, provo-
ca la relativa autonomía del estado capitalista (Poulantzas, 1980: 370-371).
Partiendo de la idea de la independencia política del estado y las con-
diciones que permiten la captura del estado, los partidarios del concepto
definen qué estados pueden ser capturados y cuáles no. Incluso, hablan
sobre un mercado para la captura del estado y los factores que dan forma a
este mercado (Hellman, Jones y Kaufmann, 2000: 28). Este mercado se de-
fine como una “lugar” en la que los “actores estatales se dedican a ‘vender’
leyes, normas y reglamentos” (Hellman, Jones y Kaufmann, 2000: 9). Una
burocracia estatal débil, “subordinada psicológicamente” y con recursos
financieros limitados, son objetivos, relativamente fáciles, para los capto-
res estatales (Durand, 2012: 25).
La hipótesis de que el estado es una institución independiente y neutra
en beneficio de todos los ciudadanos de una nación, limita a los partidarios
del concepto de la captura del estado para denunciar únicamente el poder
de las corporaciones dentro de los aparatos estatales y señalar las condi-
ciones que podrían impedir la captura del estado. La rendición de cuentas,
horizontal (dentro y entre los aparatos estatales) y vertical (entre el estado
y la sociedad civil), del estado, definitivamente ayuda a formar una barre-
ra contra la captura del estado, pero no impide que ocurra. Parece que los
partidarios del concepto se sorprenden al ver que incluso en democracia el
estado es capturado por las corporaciones (Durand, 2012: 54-55).
3. La relación entre la captura del estado y el estado capitalista
La visión instrumentalista de los partidarios del concepto de la captura
del estado tiene un significado político e ideológico. Establece los límites
políticos para la lucha de las masas por el progreso político, económico,
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

social y cultural, ya que reduce esta lucha a una batalla por mejoras po-
líticas dentro del sistema, es decir, la democratización. La crítica actual
sobre el estado capitalista por parte de los seguidores del concepto ayuda
a fortalecer la creencia de que el estado capitalista es esencialmente una
institución que defiende el interés de la población en conjunta.
El interés de las instituciones multilaterales como la OCDE (2017: 1)
en el concepto no puede sorprender, ya que puede ayudar a mantener la
“credibilidad y legitimidad del sistema”, “en tiempos de niveles alarman-
temente bajos de confianza en el gobierno, apatía política (como lo de-
muestran los malos resultados en las urnas) y la radicalización en muchos
países”. La captura del estado “erosiona el contrato social que sustenta las
Una crítica al concepto de la captura del estado

democracias”.
La implicancia ideológica del concepto de la captura del estado es su
mensaje de que el estado es una entidad divorciada de la sociedad. El es-
tado no se considera como la expresión política de los intereses de la cla-
se dominante en general y su fracción de clase hegemónica en particular,
sino una entidad neutra. Sin embargo, un pequeño grupo de empresarios
poderosos o la élite política han logrado convertir al estado en un instru-
mento para promover sus propios intereses políticos y económicos. Como
consecuencia, en lugar de proponer que la destrucción del estado y la cons-
Jan Lust

trucción de un nuevo estado como lo propone el punto de vista marxista,


los partidarios de la captura del estado solo quieren reformarlo.

111
La supuesta separación del estado de la sociedad podría considerarse
el fundamento teórico u origen del concepto de la captura del estado. La
falta de control político y social por parte de la sociedad ha hecho posible
que las empresas utilicen el estado para sus propios intereses, como dicen
los partidarios del concepto de la captura del estado. El fortalecimiento de
la sociedad civil y la articulación de sus organismos formales e informales,
es fundamental para que la sociedad tome el control del estado. Esa es la
receta de los partidarios del concepto de la captura del estado para que la
captura del estado no ocurre.
Aunque el mundo de los adherentes al concepto de la captura del esta-
do es mucho mejor e impulsará la democracia, también ayuda a afianzar
la creencia en el capitalismo, es decir, a fortalecer la fe en un sistema de
opresión y explotación política, económica y social. Al promover la idea de
que el estado y la sociedad son dos actores sociales antagónicos, los par-
tidarios del concepto de la captura del estado, tal vez, están contribuyen-
do involuntariamente a la prolongación de las condiciones estructurales
que hacen posible y que suceda la captura del estado. Al hacer referencia
a Meiksins Wood, Morton (2004: 158) afirma que “al dividir la política y la
economía, la atención se desvía de las luchas sociales (de clase) sobre la
subordinación y la explotación que están inextricablemente incrustadas
en las relaciones sociales de producción capitalistas”.
El concepto de la captura del estado puede convertirse en un arma
ideológica de la clase dominante, ya que implica el reconocimiento de rela-
ciones antagónicas entre el estado y la sociedad. El discurso de la sociedad
civil de la no existencia de clases sociales corresponde exactamente a cómo
se conceptualiza el estado capitalista, o más bien a cómo no se concibe. En
este discurso, el estado está considerado autónomo con intereses especí-
ficos opuestos a la sociedad. Según Poulantzas (1980: 155), el concepto de
“individuos”-sujetos en lugar de clases sociales- es “el fundamento de la
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

problemática de la ‘sociedad civil’ y su separación del estado”. El discurso


de la sociedad civil se utiliza como una herramienta atractiva, al igual que
el nacionalismo y el racismo, para afianzar la ideología de la clase domi-
nante en períodos de crisis políticas, económicas, ideológicas y sociales.
Especialmente en períodos de crisis, es importante que la población man-
tenga su creencia en el estado.
El discurso de la sociedad civil no solo mantiene a las personas ocupa-
das en el trabajo para mejorar el capitalismo y denunciar algunos de malas
ocurrencias, sino que también ayuda a crear la falsa idea de una sociedad
sin clases dentro del imaginario de la gran mayoría de las clases trabaja-
doras. Todos somos lo mismo, todos somos iguales, todos formamos parte
de la sociedad civil y todos nos vemos afectados por algunas malas com-
Una crítica al concepto de la captura del estado

pañías y algunos malos políticos. Meiksins Wood (1990: 79) comenta que
“todo el objeto” de la sociedad civil es “marginar a la clase, disolverla en
categorías que abarquen todo y que le nieguen un estatus privilegiado o
incluso alguna relevancia política”.
La receta de los adherentes del concepto de la captura del estado no
elimina la enfermedad. La posibilidad del retorno de la captura del estado
permanece latente ya que la receta de los partidarios del concepto de la
captura del estado no erradica sus causas, es decir, un sistema productivo
basado en la propiedad privada de los medios de producción y la produc-
Jan Lust

ción con fines de lucro.

112
4. Conclusiones
El concepto de la captura del estado puede usarse (i) para mostrar el poder
y la influencia de las corporaciones sobre el estado; (ii) para desenmasca-
rar procesos antidemocráticos dentro de los aparatos estatales; y (iii) para
denunciar la corrupción de los funcionarios estatales en todos los niveles
gubernamentales. Por lo tanto, el concepto es útil para crear conciencia en
la población que ayudaría a romper la actual correlación de las fuerzas de
clase a favor del capital.
La apreciación positiva del concepto de la captura del estado se com-
pensa negativamente por las consecuencias políticas e ideológicas del con-
cepto para la lucha por una sociedad sin explotación y opresión, es decir,
por una sociedad socialista. El concepto de la captura del estado contribu-
ye a la creencia de que el estado capitalista es un estado democrático y una
institución neutra. Como supone que el estado está separado de la socie-
dad y que el estado debe ser recapturado por la sociedad civil, impide que
los oprimidos y explotados comprendan plenamente el papel del estado
en la sociedad capitalista. De hecho, fortalece la creencia de que el esta-
do capitalista es una institución democrática, que surgió para promover y
proteger el bienestar de todos los ciudadanos de la nación, y para defender
la igualdad política, económica y social de todos.
La contribución teórica del concepto de la captura del estado a nuestra
comprensión del funcionamiento del estado en la sociedad capitalista es
igual a cero. Los libros y documentos escritos sobre la captura del estado
confirman los análisis marxistas del estado capitalista. Más específica-
mente que, los análisis sobre el neoliberalismo ya mostraron (conceptual y
prácticamente) lo que demuestran los partidarios del concepto de la cap-
tura del estado.
Se podría argumentar que el concepto de la captura del estado tiene
la intención política subyacente, aparentemente desconocida para la ma-
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

yoría de los partidarios del concepto, de enmascarar la función del estado


para la reproducción del capital y para afianzar y profundizar las políticas
e ideologías neoliberales. Instituciones como el FMI y la OCDE también
utilizan el concepto, pero a la vez son los principales partidarios del neo-
liberalismo. Sus análisis de la captura del estado parecen tener el propó-
sito de desviar la atención de las características fundamentales del estado
neoliberal.
Notas
1. La Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos
(OCDE) hace una diferencia entre la captura del estado (captura
del gobierno central, el parlamento) y la captura regulatoria (cap-
Una crítica al concepto de la captura del estado

tura de un regulador). Ambas son parte de lo que se llama captu-


ra de políticas (“las decisiones públicas sobre leyes, reglamentos
o políticas se dirigen de manera consistente o reiterada lejos del
interés público y hacia los intereses de un grupo o persona de inte-
rés limitado, por la intención y la acción de este grupo o persona”)
(OECD, 2017: 19, 23). Traducción del inglés por el propio autor.
2. Traducción tomada de la versión española del mismo libro.
3. “La lucha de clases desde arriba puede definirse como medidas to-
madas por la burguesía que van en contra de los intereses de la po-
Jan Lust

blación trabajadora. La lucha de clases desde abajo se define como

113
la batalla de la población trabajadora contra la burguesía para de-
fender y mejorar su situación política, económica y/o social” (Lust,
2019: 92). Traducción del inglés por el propio autor.
4. Según la OCDE (OECD, 2017: 19), “[…] a diferencia de las prácticas
corruptas como el soborno (por ejemplo, para obtener un contra-
to), la captura no está relacionada con una transacción específica,
sino es generalmente caracterizada como una relación más estable
(indebida), lograda con el tiempo a través de instrumentos legales
(p. ej., lobby y apoyo financiero a partidos políticos o candidatos
electorales) e instrumentos y canales ilegales”. Traducción del in-
glés por el propio autor.
5. Traducción del inglés por el propio autor.
6. La discusión sobre la independencia del estado, o la naturaleza del
estado, nos trae de vuelta al debate histórico entre Poulantzas y
Milliband de la década de 1970. Aunque no es oportuno referirnos
aquí ampliamente a esta discusión, sin embargo, para este artí-
culo creemos que es necesario citar a Poulantzas sobre la relativa
independencia del estado.
7. Traducción del inglés por el propio autor.
8. Lenin (1961: 150) comenta en relación a “la tergiversación ‘kautskia-
na del marxismo’ de que ‘si el Estado es un producto del carácter
irreconciliable de las contradicciones de clase, si es una fuerza que
está por encima de la sociedad y que ‘se divorcia cada vez más de
la sociedad’, es evidente que la liberación de la clase oprimida es
imposible, no sólo sin una revolución violenta, sino también sin la
destrucción del aparato del Poder estatal que ha sido creado por la
clase dominante y en el que toma cuerpo aquel ‘divorcio’.”
9. Traducción del inglés por el propio autor.
10. Traducción del inglés por el propio autor.
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

Bibliografía
Durand, Francisco (2019), Odebrecht. La empresa que capturaba gobiernos,
Lima, OXFAM, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú.
Durand, Francisco (2016), Cuando el poder extractivo captura el estado.
Lobbies, puertas giratorias y paquetazo ambiental en Perú, Lima, Oxfam.
Durand, Francisco (2012), “El debate sobre la captura del estado
peruano” en Perú Hoy. La gran continuidad, editado por Eduardo Toche,
Lima, Desco, pp. 19-56.
Engels, Friedrich (1974), “El origen de la familia, la propiedad privada
Una crítica al concepto de la captura del estado

y el estado”, en Carlos Marx y Friedrich Engels, Obras Escogidas Toma III,


Moscú, Progreso, pp. 203-352.
Garay Salamanca, Luis Jorge, Eduardo Salcedo-Albarán, Isaac de
León-Beltrán y Bernardo Guerrero (2008), “La reconfiguración cooptada
del Estado: Más allá de la concepción tradicional de captura económica del
Estado”, https://gestionpublica.files.wordpress.com/2008/06/captura_
estado.pdf (Consultado en 13/04/2017).
Harvey, David (2005), A brief history of neoliberalism, Oxford / New York,
Jan Lust

Oxford University Press.

114
Hellman, Joel S., Geraint Jones y Daniel Kaufmann (2000), “Seize
the state, Seize the Day. An empirical analysis of state Capture and
Corruption in Transition”, http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/
download?doi=10.1.1.195.7211&rep=rep1&type=pdf (Consultado en
10/04/2017).
Hellman, Joel S. y Daniel Kaufmann (2001), “Confronting the challenge
of state capture in transition economies”, en Finance & Development, 38
(3), http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2001/09/hellman.htm
(Consultado en 18/04/2017).
Kalaitzake, Manolis (2015), “Political capture by the financial industry”,
https://www.tni.org/sites/www.tni.org/files/download/02_tni_state-
of-power-2015_political_capture_by_the_financial_industry-1.pdf
(Consultado en 10/04/2017).
Katz, Claudio (2013), “Ideología, estado y clases”, https://cronicon.net/
paginas/Documentos/documentos-Claudio-Katz/kmv02-bjmprdcpt16.
pdf (Consultado en 23/06/2020).
Kotz, David (2011), “Financialization and Neoliberalism”, en Relations of
Global Power: Neoliberal order and disorder, editado por Gary Teeple y Stephen
Mcbride, Toronto, Toronto University Press, pp. 1-18.
Lenin, Vladidmir Ilyich (1961), “El estado y la revolución. La doctrina
marxista del estado y las tareas del proletariado en la revolución”, en
Vladidmir Ilyich Lenin, Obras Escogidas en tres tomos, 2, Moscú, Progreso,
pp. 148-195.
Lynch, Nicolás (2013), “Perú: la prosperidad falaz”, Nueva Sociedad, no.
248, pp. 4-10. Buenos Aires.
Lust, Jan (2019), Capitalism, class and revolution in Peru, 1980-2016, Cham,
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia

Palgrave Macmillan.
Mandel, Ernest (1980), “Historical materialism and the capitalist
state”, http://www.marxists.org/archive/mandel/1980/xx/hismatstate.
htm (Consultado en 12/04/2020).
Morton, David Adam (2007), “The antiglobalization movement:
Juggernaut or Jalopy?”, en Globalization and antiglobalization: Dynamics
of change in the new world order, editado por Henry Veltmeyer, Aldershot
(England) / Burlington (USA), Ashgate Publishing Limited / Ashgate
Publishing Company, pp. 155-168.
OECD (2017), “Preventing policy capture: Integrity in public decision
Una crítica al concepto de la captura del estado

making”, OECD Public Governance Reviews, http://www.keepeek.com/


Digital-Asset-Management/oecd/governance/preventing-policy-
capture_9789264065239-en#.WO5ytYg1_IU#page1 (Consultado en
19/07/2017).
Pesic, Vesna (2007), “State Capture and Widespread Corruption in
Serbia”, CEPS Working Document No. 262, http://aei.pitt.edu/11664/1/1478.
pdf (Consultado en 10/04/2017).
Poulantzas, Nicos (1980), Poder político y clases sociales en el estado
Jan Lust

capitalista, México, Siglo Veintiuno Editores S.A.

115
Meiksins Wood, Ellen (1990), “The uses and abuses of ‘civil society’”,
http://twpl.library.utoronto.ca/index.php/srv/article/view/5574/2472#.
URo7C2fFmVo (Consultado en 23/04/2020).
World Bank (2000), “Anticorruption in transition. A contribution to the
policy debate”,http://siteresources.worldbank.org/INTWBIGOVANTCOR/
Resources/contribution.pdf (Consultado en 11/07/2017).
Año 3 / Numero 4 / Primer semestre 2020 / Cochabamba - Bolivia
Una crítica al concepto de la captura del estado
Jan Lust

116
View publication stats

También podría gustarte