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CARDIOLOGÍA CLÍNICA
Francisco Javier Chorro Gascó,
Roberto García Civera, Vicente López Merino, eds.
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
2007
Colección: Educació. Materials
Director de la colección: Guillermo Quintás Alonso
ISBN: 978-84-370--5
Depósito legal: V-3384-2007
INTRODUCCIÓN
FUNDAMENTOS HISTÓRICOS Y FISIOPATOLÓGICOS DEL SABER
CARDIOLÓGICO, V. López Merino .......................................................... 11
PARTE I
ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CORAZÓN
Capítulo 1. Anatomía del corazón
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino ........ 81
Capítulo 2. Fisiología cardiaca
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino ........ 103
PARTE II
SEMIOLOGÍA Y MÉTODOS DE ESTUDIO
Capítulo 3. Los síntomas y signos de las cardiopatías
F. J. Chorro Gascó, J. A. Ferrero Cabedo, J. Merino Sesma . 127
Capítulo 4. Electrocardiografía
F. J. Chorro Gascó, J. A. Ferrero Cabedo, V. López Merino .. 145
Capítulo 5. Electrocardiografía ambulatoria. Electrocardiografía
de esfuerzo
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, Á. Llácer Escorihuela .. 165
Capítulo 6. Técnicas de imagen en cardiología I. Radiología.
Ecocardiografía
F. J. Chorro Gascó, J. A. Losada Casares, J. Muñoz Gil ....... 187
Capítulo 7. Técnicas de imagen en cardiología II. Técnicas isotópicas.
Resonancia magnética. Tomografía computerizada
M. P. López Lereu, J. A. Ferrero Cabedo, F. J. Chorro Gascó .... 217
7
Capítulo 8. Hemodinámica. Angiografía
L. D. Insa Pérez, E. Domínguez Mafé, T. Giner Ribes ......... 253
Capítulo 9. Estudio electrofisiológico
R. García Civera, R. Ruiz Granell, S. Morell Cabedo ......... 279
PARTE III
SÍNDROMES CARDIOLÓGICOS
Capítulo 10. Insuficiencia cardiaca congestiva: concepto, epidemio-
logía, etiopatogenia
F. J. Chorro Gascó, R. Llopis Llombart, V. López Merino.. . 299
Capítulo 11. Insuficiencia cardiaca congestiva: manifestaciones clíni-
cas, exploraciones complementarias
F. J. Chorro Gascó, Á. Llácer Escorihuela, V. López Merino 325
Capítulo 12. Insuficiencia cardiaca congestiva: tratamiento
F. J. Chorro Gascó, J. Núñez Villota, V. López Merino........ 347
Capítulo 13. Insuficiencia cardiaca aguda: edema de pulmón, shock
cardiogénico
F. J. Chorro Gascó, L. D. Insa Pérez, R. García Civera ..... 365
Capítulo 14. Cor pulmonale agudo: tromboembolismo pulmonar
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, J. Muñoz Gil ........... 393
Capítulo 15. Síncope de causa cardiovascular
R. García Civera, V. López Merino, R. Ruiz Granell ........... 409
Capítulo 16. Hipertensión arterial: repercusiones cardiovasculares
V. Bertomeu Martínez, D. Nuñez Pernas, S. Guillem García . 429
Capítulo 17. Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial
V. Bertomeu Martínez, D. Núñez Pernas, S. Guillem García . 443
Capítulo 18. Arritmias: concepto, mecanismos y aspectos generales
R. García Civera, R. Ruiz Granell, S. Morell Cabedo ......... 463
Capítulo 19. Disfunción sinusal. Bloqueo AV. Preexcitación
R. García Civera, S. Morell Cabedo, Á. Ferrero de Loma
Osorio................................................................................... 491
Capítulo 20. Taquicardias supraventriculares
R. García Civera, R. Ruiz Granell, S. Morell Cabedo ......... 517
Capítulo 21. Extrasístoles auriculares. Fibrilación auricular
R. García Civera, S. Morell Cabedo, Á. Martínez Brotons.. 539
Capítulo 22. Arritmias ventriculares. Muerte súbita
R. García Civera, R. Ruiz Granell, S. Morell Cabedo ......... 559
Capítulo 23. Terapéutica de las arritmias. Reanimación cardiopulmonar
R. García Civera, S. Morell Cabedo, R. Ruiz Granell ......... 585
8
PARTE IV
CARDIOPATÍAS ESPECÍFICAS
Capítulo 24. Cardiopatías congénitas en el adulto: aspectos generales
V. López Merino, R. García Civera, F. J. Chorro Gascó ..... 621
Capítulo 25. Cardiopatías congénitas en el adulto: cardiopatías espe-
cíficas
V. López Merino, R. García Civera, L. D. Insa Perez .......... 635
Capítulo 26. Arterioesclerosis. Factores de riesgo coronario
J. Sanchís Forés, J. Núñez Villota, Á. Llácer Escorihuela.. 653
Capítulo 27. Cardiopatía isquémica. Angina estable
J. Sanchís Forés, V. Bodí Peris, Á. Llácer Escorihuela ....... 681
Capítulo 28. Síndromes coronarios agudos. Síndrome coronario agudo
sin elevación del ST
J. Sanchís Forés, V. Bodí Peris, Á. Llácer Escorihuela ....... 697
Capítulo 29. Infarto agudo de miocardio con elevación del ST. Com-
plicaciones del infarto agudo. Estratificación del riesgo
J. Sanchís Forés, V. Bodí Peris, Á. Llácer Escorihuela ....... 711
Capítulo 30. Endocarditis infecciosa
F. J. Chorro Gascó, J. Sanchís Forés, V. Bodí Peris ............ 737
Capítulo 31. Valvulopatía mitral
J. A. Ruipérez Abizanda, J. Ruipérez Ruiz............................ 757
Capítulo 32. Valvulopatía aórtica. Otras valvulopatías
J. A. Ruipérez Abizanda, J. Ruipérez Ruiz............................ 777
Capítulo 33. Enfermedades del miocardio: concepto y clasificación.
Miocarditis. Miocardiopatía dilatada
R. García Civera, R. Ruiz Granell, J. A. Losada Casares ... 799
Capítulo 34. Miocardiopatía hipertrófica
R. García Civera, S. Morell Cabedo, J. Merino Sesma ...... 817
Capítulo 35. Miocardiopatía restrictiva. Displasia arritmogénica del
ventrículo derecho
R. García Civera, R. Ruiz Granell, S. Morell Cabedo ......... 833
Capítulo 36. Enfermedades del pericardio
F. J. Chorro Gascó, J. Sanchís Forés, Á. Llácer Escorihuela. 853
Capítulo 37. Tumores cardiacos
R. García Civera, S. Morell Cabedo, R. Ruiz Granell ........ 871
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PERFIL DE LOS AUTORES DE ESTA OBRA
Editores
Autores
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INTRODUCCIÓN
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
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V. López Merino
1. FUNDAMENTOS HISTÓRICOS
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
durante el primer cuarto del siglo XX, en Europa se inició el incremento de los
estudios cardiovasculares y la autonomía con respecto a la medicina interna (en
EE. UU. este impulso fue posterior), y la denominación específica de cardiolo-
gía (enfermedades del corazón) designó el hecho de que se fraguaba un cuerpo
de doctrina maduro y unas técnicas propias que constituían el germen de una
especialidad.
La medicina interna y, en su ámbito, la cardiología se han gestado de modo
análogo a otras ciencias en la antigüedad, pero se han diferenciado en los dos
últimos siglos gracias a nuevos subparadigmas o pensamientos (en el sentido
de Kuhn). El subconjunto de la cardiología (como los de otras especialidades),
desgajado por madurez y entidad propia de la medicina interna, comparte con ésta
idénticas características epistemológicas adquiridas a lo largo de la historia. La
cardiología se desarrolla como espejo y reflejo de la propia medicina interna y, an-
tes, de la patología médica en general, porque es medicina interna cardiológica.
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V. López Merino
Fig. 1. Esquema que representa las grandes fases del desarrollo de la medicina.
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
Los nacidos en el siglo XIX son los tres primeros y el resto, desarrollados ya en
el siglo XX, son consecuencia de los anteriores o totalmente nuevos:
– Subparadigma anatomoclínico.
– Subparadigma fisiopatológico.
– Subparadigma etiopatológico.
– Subparadigma preventivo.
– Subparadigma antropológico.
– Subparadigma de la revolución tecnológica: cibernética-informática;
automación y ordenadores.
– Matematización de la clínica.
– Socialización del ejercicio médico.
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TABLA 1
Esquema de Galeno de la enfermedad
Expresiones Agrupaciones
→ Alteraciones clínicas clínicas
Causa externa + Causa interna = funcionales
Causa conjunta
y anatómicas Síntomas Síndromes
y signos Enfermedades
↑ ↑ ↑
Etiología Patogenia Fisiopatología Semiología Entidades
Anatomía nosológicas
patológica Diagnóstico
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
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V. López Merino
nuevas técnicas, llamadas desde hace decenios técnicas de imagen, que consis-
ten en el desarrollo cada vez mayor de la radiología, y a la vez la aplicación de
nuevos métodos:
– Métodos radiográficos de tomografía (1940) que luego se convirtieron,
gracias a la utilización de los ordenadores, en la tomografía axial computarizada
o TAC (1963).
– Radiografías con contraste, ayudadas por el cateterismo cardiaco dere-
cho (1941) y después el izquierdo (1953), que proporcionaron las angiografías,
angiocardiografías y coronariografías.
– Métodos basados en microondas sonoras o ultrasonidos. La ecocardio-
grafía-Doppler, iniciada en 1953 y madurada entre 10 y 15 años después, al afinar
extremadamente lo que antes era la percusión, que a partir de entonces se realiza
con frecuencias de sonido muy elevadas que producen definiciones muy supe-
riores a las del golpe sonoro producido con el dedo y que además proporcionan
imágenes analizables.
– Sistemas de resonancia magnética nuclear, introducidos en los centros
médicos en 1984.
– Imágenes isotópicas, usadas por la medicina nuclear y que, como la an-
terior, proporcionan información no sólo estructural sino funcional y bioquímica
(1963) y que se han completado con la tomografía de emisión de positrones.
– Técnicas endoscópicas, iniciadas por Helmholtz con la oftalmoscopia
(1850) y que durante el siglo XX se han ido aplicando en distintos lugares (tora-
coscopia, laparoscopia, etc.) extendiendo la visión interior (endoscopia) desde
fuera, gracias al desarrollo de la fibra óptica, y llegando a la pericardioscopia y a
la coronarioscopia. A ellas se ha añadido la posibilidad paralela de la endocirugía
gracias a la micromanipulación robótica externa (cirugía laparoscópica, pleuro
y neumocirugía toracoscópica y endoscópica en general) que inicia su extensión
a la cirugía cardiaca y coronaria.
Con las tomografías computarizadas de alta resolución, la resonancia mag-
nética y las imágenes eco-Doppler en 4 dimensiones (3D en tiempo real) se está
llegando a una excelente delimitación de estructuras macroscópicas y, junto con
otras técnicas, así como con la biopsia endoscópica, se está llegando a conocer
la llamada por Peters «lesión bioquímica». Tan ampliamente se ha cumplido el
paradigma anatomoclínico que se llega a dudar de la necesidad de la autopsia.
Las entidades anatomoclínicas nacidas en el siglo XX debidas a este para-
digma han sido, en resumen:
– El infarto de miocardio, diagnosticado en vida (1910-1912 Herrick).
– El prolapso mitral o síndrome de Barlow (a partir de 1943-50).
– Las miocardiopatías (1957).
– Las coronariopatías (a partir de 1960).
– Gran parte de las aortopatías y muchas angiopatías.
El resto de la patología cardiovascular se ha beneficiado considerablemente
de la exactitud y precisión de las técnicas de imagen.
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
SUBPARADIGMA ANATOMOCLÍNICO
BICHAT ORDENA-
AUSCULTACIÓN CONTRASTES
LAENNEC DORES
PERCUSIÓN BACKSCATTER
INFOR-
COLOR (FASES)
MÁTICA
RX CC ECO PET
CARDIO- DOPPLER
ANAT. PATOL. ANGIO- ENDOSC.
MACROSCÓPICA GRAFÍA IM. DIGITAL
CUANTIFIC.
MICROSCÓPICA TOMOGRAFÍA
TAC
HISTOQUÍMICA
MOLECULAR RM
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
1.5.2.2 Siglo XX
Ya en el siglo XIX el estudio de los fenómenos que había descubierto Gal-
vani, que denominó de «electricidad animal», fue permitiendo que se conocieran
mejor, con hitos como la «pata reoscópica» de la rana, de Mateucci (1843), los
esfuerzos de Dubois-Reymond y otros por medir estos fenómenos (rheoscopios y
rheotomos) y el éxito de Waller al registrar el primer electrocardiograma en hom-
bres (1885) mediante el electrómetro capilar de Lippmann, seguido por el paso
fundamental de Einthoven al construir, ayudado por su hijo, el «galvanómetro de
cuerda», que fue el primero de una serie de avances instrumentales y que sobre
todo abrió el estudio de los fenómenos eléctricos cardiacos, y subsidiariamente
de las arritmias, a lo largo del siglo XX.
Los registros mecánicos fueron la primera objetivación de los pulsos arte-
riales (esfigmografía), de los pulsos venosos (flebografía) y del latido precordial
(apexcardiografía, kinetocardiografía torácica), y constituyeron el apoyo inicial
para mejorar el conocimiento y la clasificación de las arritmias cardiacas, con
Vierordt y Marey, y sobre todo con Mackenzie, cuyo discípulo Lewis aprendió
de su maestro el diagnóstico de las arritmias mediante los trazados gráficos de
los pulsos e hizo de puente para trasladarlo y mejorarlo a los trazados electro-
cardiográficos (ECG). Apoyándose en las medidas de la deflexión intrínseca de
los electrogramas experimentales realizó los primeros mapas de la activación
epicárdica en el corazón del perro y estudió experimentalmente la fibrilación
auricular.
La electrocardiografía, la vectocardiografía, la electrografía endocavitaria
(1950-70), la monitorización ambulatoria del ECG (1960-70), la hisiografía
(1968) y la aplicación de la electroestimulación (1972) experimental y clínica,
han sido básicas en el desarrollo de conocimientos relacionados con las arritmias
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V. López Merino
SUBPARADIGMA FISIOPATOLÓGICO
TRANSFORMAR LOS SÍNTOMAS EN SIGNOS
MECÁNICA CARDIO-
ISÓTOPOS
MACROSCÓPICA
RADIOACT.
MARCADORES BIOLOGÍA
MEDICINA DE LABORATORIO
ENFERMEDAD MOLECULAR
ELECTRICIDAD CARDIACA
ECG WALLER-EINTHOVEN
VCG MAPEOS
PROMEDIACIÓN
SEÑALES
HOLTER Arritmias
Isquemia
ELECT. Variabilidad
ENDOC. EEF
MAGNETO-
CARDIOGRAFÍA
MARCADORES BIOLOGÍA
MEDICINA DE LABORATORIO ENFERMEDAD MOLECULAR
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
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SUBPARADIGMA ETIOLÓGICO
METEOROLOGÍA CLIMATOLOGÍA AGENTES TELÚRICOS:
KLEBS
BACTERIOLOGÍA
KOCH
MICROORGANISMOS
HONGOS VIRUS
UNI-CAUSALIDAD RIKETSIAS
PATOLOGÍA GEOGRÁFICA
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
de Framingham (1948), estudio que todavía se mantiene y del que uno de sus
primeros resultados fue la aparición del nuevo concepto de factor de riesgo,
sustitutivo del de causalidad, que también había entrado en crisis en el seno de
la medicina. En resumen, sus consecuencias fueron:
– La quiebra del concepto de causalidad en medicina (cardiología).
– La sustitución de aquél por el nuevo concepto de factor de riesgo como
ingrediente parcial en la génesis de los procesos.
– La introducción concomitante de análisis estadísticos avanzados (análisis
multifactorial y regresiones múltiples) como parte de la necesaria matematización
de dicho concepto y también de la medicina.
– La necesidad de atacar preventivamente los procesos eliminando el
máximo número de factores de riesgo en estas enfermedades degenerativas que
constituyen, como hoy se sabe, más del 90% de la patología cardiológica.
– La prioridad de la prevención frente a posibles tratamientos curativos
o paliativos, tratando que ésta sea lo más precoz posible (primaria en lugar de
secundaria o terciaria, e incluso primordial).
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V. López Merino
SUBPARADIGMA PSICOSOMÁTICO-ANTROPOLÓGICO
DESARROLLO
DE LA SOCIOLOGÍA
Y MEDICINA LABORAL
PSICOSOMÁTICA
LESIÓN REACCIÓN
SOMA
KREHL Y
ESC. ALEMANA
PSIQUE
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
ORDENADORES
INFORMÁTICA
NECESIDAD
CIENCIA DE LA CIENCIA PERENTORIA
S. PRICE Crec. exponencial DE
INCREMENTO «GUIDELINES»
BRUTAL DE LA MEDICINA
INFORMACIÓN DEL «GRAN
GRANDES ESTUDIOS DIAGNÓSTICO- HERMANO»
EPIDEMIOLÓGICOS TERAPÉUTICA
MEDICINA
DE LA ?
FRAMINGHAM EVIDENCIA
GRANDES TRIALS
TERAPÉUTICOS ACELERACIÓN
PROGRESIVA FUNDACIÓN
DE DATOS COCHRANE
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
Los vegetales, las plantas y los árboles poseen una circulación por sus vasos
liberianos que toma sustancias disueltas de la tierra y eleva hasta tallo, ramas y
hojas gracias a las fuerzas de tensión superficial activas en sus conductos capilares.
El recambio de gases (respiración) lo realizan las hojas. Se trata de un sistema
de circulación capilar y lineal.
Pero en los animales el aparato circulatorio significó filogénicamente que
este ser vivo limitó su medio ambiente para acarrearlo en su interior, trasportarlo
consigo mismo y adquirir libertad de movimiento, por las aguas en el caso de los
peces y, en su evolución (anfibios, reptiles, aves y mamíferos), por toda la tierra.
Pero esta importante adquisición comporta servidumbres, ya que la impe-
riosa necesidad de un continuo intercambio obliga a sustituir un medio ambiente
casi infinito, como el mar, por uno limitado que al mismo tiempo bañe todo el
organismo y esté en continuo movimiento para efectuar la absorción de gases y
nutrientes, el transporte y la difusión de los mismos y el acarreo de los catabolitos
para su excreción. Y a pesar de ello se mantiene constante dentro de estrechos lí-
mites (constancia del mileu interne de Cl. Bernard, u homeostasis de Cannon).
La estructura fundamental de un aparato circulatorio consiste en una serie
de conductos arteriales progresivamente ramificados que permiten la conducción
y distribución del medio interno o líquido circulante hasta unas redes capilares
en donde tiene lugar la difusión bidireccional de sustancias, con el fin de cumplir
con el metabolismo celular, y otra red similar que recoge este medio interno en
sucesivas redes convergentes de conductos (vénulas) que se reúnen en otras cada
vez más gruesas (sistema venoso) hasta afluir de nuevo a los lugares iniciales.
Mover este líquido por un sistema tubular «casi cerrado» requiere una
energía para su propulsión continua o intermitente, lo cual se consigue mediante
bombas impelentes intercaladas «en serie» en cada semicírculo (sistémico y
pulmonar):
(Bomba a arterias grandes → medianas → finas → arteriolas → capilares
→ vénulas → venas finas → medianas → grandes → Bomba)
Esta circulación se verifica pues, «grosso modo», por un lecho vascular,
y la cantidad de líquido circulante (volumen circulante o volemia) oscila en el
humano dentro de estrechos márgenes (5 a 6 litros en el adulto), por lo que, desde
un punto de vista global, hemodinámico, podemos considerar tal circulación como
cerrada. Pero es lógico que no sea hermética, puesto que no tendría sentido, sino
que ha de permitir el contacto de la sangre con todas las células del organismo,
así como con el exterior constituyendo una especie de «lonjas de intercambio»,
por un lado, con todos los tejidos orgánicos y, por otro, con el mundo exterior,
tanto con fines anabólicos, para recoger gases (respiratorio) o alimentos (aparato
digestivo), como con fines catabólicos, para excretar gases (respiratorio) u otras
sustancias de desecho (riñones, piel o hígado).
Por ello, el sistema circulatorio tiene muchas ramificaciones en paralelo, y
las diferentes sustancias seguirán trayectorias funcionales muy diversas dentro
de este único sistema, superpuestas o no, para cubrir las necesidades anabólicas
y catabólicas de todos los tejidos del organismo.
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
- Presiones (P).
- Resistencias al flujo (R): sean sistémicas (sist), pulmonares (pulm) o
sectoriales.
Como en hidrodinámica, también en la hemodinámica se han desarrollado
«modelos eléctricos» equivalentes que permiten la visión intuitiva de las propie-
dades físicas y estudiar en ellos la influencia que tienen las modificaciones de una
o más variables sobre las demás y sobre la fenomenología total (figuras 9 y 10).
La bomba equivale al generador de fuerza electromotriz (E), el sistema conductor
tiene unas propiedades elásticas «elastance» (o su inversa la «compliance») lo
que equivale, cuando se la considera globalmente, a la capacitancia de los con-
densadores (C). La resistencia al flujo del sistema (arteriolas y capilares, según
su diámetro o área total) equivale a la resistencia eléctrica (R) «reactancia» (o su
inversa la «conductancia»), que son no lineares.
WP = ∫t0t1 PdV
V.D. V.I.
CAPILAR
VÉNULA ARTERIOLA
Fig. 9.
Parte superior: representación Vp
esquemática de la circulación Rp
como sistema circular, «prác- Fp
ticamente cerrado», con un
semicírculo pulmonar y otro
semicírculo sistémico, con una Pap CIRC. Pvp
bomba (VD o corazón derecho PULMONAR
y VI o corazón izquierdo) para
cada uno de ellos que realiza el COR. COR.
trabajo de elevar las respectivas Fcd DERECHO IZQDO. Fci
presiones a fin de mantener
la circulación. El semicírculo
sistémico representa los muchos
que hay «en paralelo» (ver Pvs CIRC. Pas
SISTÉMICA
figura 10). En la parte inferior
las letras son iniciales de los
principales parámetros hemodi-
Fs
námicos (F = flujos; P = presión;
Rs
V = volúmenes; s = sistémicos;
p = pulmonares; c = corazón; Vs
a = arterias; v = venas).
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V. López Merino
flujo
resistencia
elasticidad periférica
total
E c Σc ΣR
Cabeza
Cuello
Tiroides
Brazos
Bronquiales
Coronarias Ca Cv
Tronco
Hígado Órganos
abdominales
Bazo
Riñón
Órganos
pélvicos
Extremidades
inferiores
Modificado Modificado
de WIGGERS de GUYTON
MODELO DE CIRCULACIÓN
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
(a) 360
320
VOL / MIN 280
3000 240 2880
2635
200 2280
2000 160 1800
171 1440
120 120 1170
1000 980
80 80
30 c.c. 60 48 40
25
20
15
10
5
0
0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Segundos
(b)
3 E
2 N
1 I
Z E N
D
Y A C
N X C
D B
A E
F B
7
8
VOLUMEN
RESIDUAL
Fig. 11. (a) Curva de comportamiento cardiaco uniforme de Henderson (en la parte infe-
rior). En la parte superior, deducida de la anterior, se representan el efecto de los
diversos valores de la diástole en segundos o sus equivalentes en frecuencias (en
la curva de trazados interrumpidos) y el equivalente de volumen minuto cardiaco
(línea continua). (b) Curva volumétrica de Wiggers, que añade a la de Henderson
la variabilidad, según las circunstancias. Se detallan las fases cronológicas del
ciclo cardiaco ventricular: (1-2) sístole auricular; (2-3) contracción isométrica; (3-
7) período de eyección sistólica; (7) final de la sístole; (7-8) relajación isométrica.
El conjunto de curvas superpuestas ilustra la influencia sobre el volumen latido
de diversos factores cuando la frecuencia cardiaca aumenta a 120 por minuto,
mostrando su variabilidad en relación con influencias nerviosas, el ejercicio, la
contribución de la aurícula, etc.
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(a)
P2 Presión
0
Máx
V'2 V'1 ima
V'2
iso
M
m
áx
étr
im
ica
a
isotó
Mí
nim
Mí
nica
nim
V1
V1 P1
a
P1 iso
iso tó
m ni
ca
étr
V2 ica V2
Volumen
Diagrama presión-volumen
de O. FRANK
VOLUMEN
DIASTÓLICO
600
VII
500 III
400
120 160 200 240 280 320 PRESIÓN
VENOSA
300 X
200 VIII
IX
100 II
IV B
VI
0
5 10 15 20 25 30 35 40
CURVAS DE STARLING
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Vmax1 Vmax2
H I
POTENC.
B C
POTENC.
G J Presión
TRABJ. PO2 aórtica
A D
TRABJ. PO1
F
E
Volumen
de eyección
Fig. 13. Diagrama tridimensional que ilustra las relaciones fuerza-velocidad-longitud del
corazón intacto, según las experiencias de Sonnenblick (curvas de Hill-Abbot-
Mommaerts-Sonnenblick). Potencia = Presión × Velocidad. Trabajo = Volumen
eyección × Presión.
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PO
EM
TI
VOLUMEN
PRESIÓN PRESIÓN
DIAGRAMA
CO S I-
IA CO POL
LEY FRANK-STARLING
RD FI S
CA RÁ DO
PRESIÓN
G ZA
A
TR
VOLUMEN
O
CL
CI
LEY DE HENDERSON-
PO
EM
WIGGERS
TI
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
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V. López Merino
5 5 3x
175 / min
15 15
70 / min Normal
10 Cero simpático
10
20 / min Parasimpático
5 5
Hiperefectivas
20
R.C.
lit/min
15 Normal 15 Normales
Constricción 10
10 moderada
Constricción
severa Hipoefectivas
5 5
Lesión miocárdica
Fig. 15. Figuras tomadas de Guyton que analizan globalmente cada una de las principales
influencias: «Acoplamientos multifuncionales de bomba y circuitos».
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
2.1.2.2 Conducción-distribución
Comprende dos aspectos: los conductores-distribuidores (lecho vascular) y
lo conducido (sangre), cuyas características biofísicas y bioquímicas dan lugar a
diferencias notables respecto a la mecánica e hidrodinámica clásicas. Nos referi-
mos a los conceptos biofísicos de los tejidos orgánicos, de sus acoplamientos, así
como a las grandes diferencias cuando éstos se realizan en vivo. Como primera
aproximación es necesario recordar las leyes físicas.
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180
ARTERIA
140
Presión en mmHg
100
VENA
60
20
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Volumen en c.c.
56
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
Teniendo presentes estas leyes biofísicas (figura 17) se puede deducir que
la hipervolemia (V↑) puede generar aumento de presión intraarterial (↑PA),
hipertensión arterial (HTA) que se llamaría «pletórica» por su origen, o lo con-
trario, por ejemplo tras una hemorragia sanguínea importante, que daría lugar a
una hipotensión arterial.
P •¶ V
Ley de Hooke (lineal)
V P ΔP/ΔV = Elasticidad
⊣⊢ C = Δe/ΔV
ΔP/ΔV/V = Mod. Elasticidad
V + ΔV P + ΔP (Young lineal) (Símil eléctrico)
ΔV/ΔP = Compliance o distensibilidad
Ley de LAPLACE
P T
P=T/r
P •¶ V •¶ R
Ley de BERNOUILLI
V21 = V20 + (2ρ/δ)(P1 – P2)
Fórmula de GORLIN Y GORLIN
F = K Ω √ (P1 – P2)
Principio de VENTURI
Flujo turbulento: n.º de Reynolds: μgD/v
Fig. 17. Cuadro de las principales relaciones estáticas e hidrodinámicas entre los diferen-
tes parámetros (P = presión; V = volumen; F = flujo; R = resistencias), aplicables
a la hemodinámica en primera aproximación.
57
V. López Merino
58
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
2.1.2.3 Perfusión-difusión
La zona arteriocapilar de perfusión funciona en régimen hemodinámico
laminar, según la ley de Poiseuille [Gasto = (P1 – P2) (π r4 / 8 μ5l)]. Por tanto, el
flujo depende de la presión y de la conductancia que, a su vez, es proporcional
a la cuarta potencia del radio e inversamente proporcional a la longitud de los
conductos arteriolares capilares.
La difusión se rige por la ley de difusión de Fick o sus derivadas o equiva-
lentes, que se puede formular en general como:
Velocidad de difusión = Coeficiente de difusión × Gradiente de concentraciones
59
V. López Merino
60
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
61
V. López Merino
TABLA 3
Síndrome de insuficiencia cardiaca
Taquiarritmias
Bradiarritmias
Paro cardiado
Flutter y fibrilación ventricular
Insuficiencia energético-dinámica
de Hegglin (1947)
Disociación mecano-eléctrica
62
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
63
V. López Merino
64
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
2.2.2.2 Los síndromes hipotensivos pueden ser agudos, por pérdida brus-
ca de sangre (hemorragias) al disminuir Vt, por un descenso brusco del gasto
cardiaco (Qc) (como en las insuficiencias cardiacas agudas) o por un descenso
brusco de las resistencias sistémicas (Rt) (como ocurre en muchas lipotimias o
síncopes vasovagales). Si estos síndromes hipotensivos agudos se mantuvieran
e intensificaran podrían abocar a formas de colapso o shock, o pasar, en algún
caso de síncope, a la muerte súbita. Por lo tanto, estos síndromes hipotensivos
agudos pueden tomar diferentes direcciones según los órganos más afectados.
65
V. López Merino
2.2.3 Conducción-distribución
El síndrome fundamental de la conducción cardiocirculatoria es su altera-
ción por dificultades del flujo sanguíneo creadas por obstáculos, estrecheces o
estenosis.
66
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
67
V. López Merino
500
4
3
100
0
0 50 100 150 200 250 300
Gradiente de presión medio (mmHg)
OBSTRUCCIÓN FLUJO
ARTERIAL VASCULAR
ESTENOSIS
0 0
ISQUEMIA 0
+
ISQUEMIA +
MODERADA
++
ISQUEMIA ++
+++ INTENSA
ISQUEMIA +++
TOTAL NECROSIS
PRESIÓN ENTRADA
R1
Q1
Pi P1 P2 P0
R1 R2 R3 Qt R2 Qt
Pi Q2 P0
R3
Q3
Fig. 18. Parte superior: Fórmula de Gorlin y Gorlin para las estenosis valvulares, similar
a la de Bernouilli, y aplicable igualmente a las estenosis vasculares. El diagrama
de la derecha representa las relaciones F (flujo) con el gradiente de presiones
(Pp – Pd). Las distintas curvas corresponden a áreas de estenosis (Ω) diferentes.
En medio: esquema de una estrechez que modifica la conductancia de cada rama
en proporción a su área de sección (Ω), disminuyendo por lo tanto la de la este-
nosis, tanto más cuanto más intensa sea. A la derecha se representan las curvas
de diferentes estenosis (similar a la gráfica superior). Parte inferior: esquemas
de estrecheces «en serie» y «en paralelo». En las primeras la conductancia total
es la menor de las sucesivas, mientras en las segundas la conductancia total es la
suma de las conductancias parciales.
68
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
TABLA 4
Síndrome de estenosis
–Atresia
–Coartación
–Atresia
Intensa
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V. López Merino
ESTENOSIS DE LA ARTERIA
SUBCLAVIA IZQUIERDA
NORMAL CORTOCIR- CORTOCIR-
CUITO + CUITO +++ ROBO
Arteria basilar
Fig. 19. Izquierda: «cortocircuito». Esquema de la circulación capilar (de Zweifach) con la
metaarteriola como posible vía de cortocircuito arteriolo-venular según su apertu-
ra, como se indica abajo: cerrada, normalmente, pero puede abrirse constituyendo
un cortocircuito pequeño moderado o tan intenso que elimine la hematosis de la
zona, y que si es generalizado, constituye la gran catástrofe fisiopatológica de
la circulación que se denomina shock, choque o colapso. Derecha: esquema del
«síndrome de robo» (de la subclavia), que es otro cortocircuito generado por una
estenosis (en la subclavia izquierda) que, al originar la disminución de la presión
postestenótica (Pd), hace que desde la arteria vertebral derecha se llene a contra
corriente la vertebral izquierda y la subclavia postestenótica, sobre todo cuando,
por ejercicio del brazo-hombro izquierdo, hay una vasodilatación arteriolocapilar
de la zona que «demanda» mayor riego.
70
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
Tal fenómeno ocurre en las cardiopatías congénitas en las que existen co-
municaciones anormales entre cavidades o vasos como:
– Comunicación interauricular (CIA).
– Comunicación interventricular (CIV).
– Fenestración aorto-pulmonar.
– Persistencia del conducto arterioso (PCA).
Y el cortocircuito tiene lugar al pasar sangre desde la cavidad de mayor a la
de menor presión. En cada caso, el reparto de flujos entre la vía normal y el cor-
tocircuito se realizará en función de las respectivas conductancias. Por ejemplo,
en una CIV los ventrículos se comunicarán entre sí por un agujero anormal del
tabique interventricular y, puesto que el ventrículo izquierdo (VI) tiene mayor
presión que el ventrículo derecho (VD), la sangre pasará preferentemente desde
aquél a éste, y los caminos alternativos serán:
Normal: VI → Aorta proximal (Ao) → Aorta distal y toda la circulación sistémica
y pulmonar hasta VI de nuevo.
Cortocircuito: VI → VD → Arteria pulmonar → Venas pulmonares → AI → VI
de nuevo.
71
V. López Merino
2.2.4 Perfusión-difusión
Es el último sector del sistema arterial y el que permite a los tejidos la nutrición,
el metabolismo y la excreción, que es la función básica del aparato circulatorio.
Su fallo es la catástrofe funcional total del sistema y se denomina shock,
choque o colapso circulatorio. Es agudo y significa la mayor insuficiencia de todo
el sistema, la insuficiencia generalizada de flujo capilar, que impide funciones
vitales como el metabolismo de los tejidos y su homeostasis. Por ello, una de sus
manifestaciones fundamentales es la aparición en sangre de niveles anormales de
metabolitos como el ácido láctico, expresión del metabolismo anaeróbico tisular.
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Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
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73
V. López Merino
APÉNDICE A
74
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
HARVEY (1628)
LA CIRCULACIÓN DE LA SANGRE
Aserto inicial: la cantidad de sangre que pasa por la vena cava al corazón
y de éste a las arterias es abrumadoramente superior a la del alimento ingerido.
El ventrículo izquierdo, cuya capacidad mínima es de onza y media de sangre
(unos 47 g), envía en cada contracción a la aorta no menos de la octava parte de
la sangre que contiene (unos 6 g); por lo tanto, cada media hora salen del corazón
más de 3.000 dracmas de sangre (como 12 kg), cantidad infinitamente mayor
que la que, a partir del alimento, puede haberse formado en el hígado; luego es
necesario que vuelva al corazón. Toda una serie de argumentos consecutivos da
cuerpo a este razonamiento previo.
Primera prueba ad oculos: lo que sucede en el brazo cuando metódicamente
se le liga por encima de la flexura del codo. Practíquese una ligadura fuerte en un
sujeto de venas aparentes: el pulso radial no será perceptible y la mano quedará
fría. Conviértase en mediana esa misma ligadura: el pulso radial vuelve a sentir-
se, las venas del antebrazo se ingurgitan, la mano se hincha, calienta y enrojece.
Suéltese totalmente la ligadura: desaparece con rapidez la hinchazón venosa y el
sujeto siente cierto frío en la axila. Sólo una hipótesis cabe, confirmada a fortiori
por un argumento ponderal semejante al anterior: el cálculo de la sangre que
afluye al miembro por las arterias y refluye de él por las venas.
(La práctica de la sangría había mostrado mil y mil veces que cuando se
liga el brazo por encima del codo se hinchan las venas del antebrazo. Esto sucede
–explicaba la filosofía galénica– porque la vis attractiva de la vena es excitada
por la ligadura y, por otra parte, porque, una vez incindido el vaso, el «horror al
vacío» atraería a la red venosa un plus de sangre arterial; todo ello a través de las
anastómosis arteriovenosas descritas por Erasístrato y aceptadas por Galeno.)
Segunda prueba ad oculos: la función de las válvulas venosas. Practíquese
una ligadura mediana en un individuo delgado con venas gruesas: éstas se ingurgi-
tarán y dejarán ver de trecho en trecho pequeños abultamientos, correspondientes
a cada uno de los conjuntos valvulares de la pared venosa. Oprímase con un dedo
la vena entre dos de tales abultamientos y deslícesele en dirección distal: la sangre
ingurgita más el abultamiento inferior y no puede pasar de él. Deslícesele en sen-
tido proximal: la sangre fluye fácilmente hacia arriba. Luego, contra la doctrina
de Fabrici, según el cual las válvulas venosas serían pequeñas compuertas para
regular el flujo venoso hacia las partes periféricas, esas válvulas son en realidad
sutiles recursos de la naturaleza para que la sangre corra sin dificultad hacia el
corazón. Luego la circulación de la sangre del corazón a las arterias, de éstas a
las venas y de las venas al corazón es un hecho tan cierto como evidente. Así
lo corrobora, por añadidura, el cálculo de la cantidad de sangre desplazada por
varios deslizamientos del dedo opresor en dirección proximal.
(P. LAÍN ENTRALGO: Historia Universal de la Medicina,
Barcelona, Salvat, 1978, pp. 227-279.)
(W. HARVEY: Clásicos de la Medicina. Volúmenes I y II.
Estudio preliminar y notas de Pedro Laín Entralgo. Madrid,
Ediciones El Centauro, 1948).
75
V. López Merino
76
Fundamentos históricos y fisiopatológicos del saber cardiológico
APÉNDICE B
77
V. López Merino
* anhídrido carbónico
78
PARTE I
ESTRUCTURA Y FUNCIÓN
DEL CORAZÓN
Anatomía del corazón
81
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
1.1 Introducción
82
Anatomía del corazón
Venas pulmonares
VCS
Nodo sinusal
AI Válvula mitral
AD
Seno Tabique
coronario membranoso
VCI
Nodo AV Tabique IV
Haz de His Rama izquierda
Rama derecha
Red de Purkinje
VD VI
Fig. 1.1 Estructura general del corazón. Las cámaras cardiacas son las aurículas derecha
(AD) e izquierda (AI) y los ventrículos derecho (VD) e izquierdo (VI). Las val-
vas mitral y tricúspide separan las aurículas de los ventrículos. Las venas cavas
superior (VCS) e inferior (VCI) desembocan en la AD y las venas pulmonares
en la AI. La salida de las arterias aorta y pulmonar no aparece en el esquema.
El sistema específico de conducción está formado por el nodo sinusal, el nodo
AV, el haz de His y la red de Purkinje.
La base o superficie posterior del corazón está formada por las aurículas,
principalmente por la izquierda. La aurícula izquierda se encuentra entre los íleos
pulmonares y se sitúa en el mediastino inmediatamente anterior al esófago. La
superficie anterior del corazón está formada principalmente por la aurícula y el
ventrículo derechos. El ventrículo izquierdo se sitúa más hacia atrás y sólo par-
ticipa en una pequeña franja de superficie anterior del corazón. La zona de tórax
que queda por delante del corazón se denomina precordial. La superficie inferior
del corazón descansa sobre el diafragma (cara diafragmática) y está formada por
los ventrículos, principalmente el izquierdo.
Observado en una proyección antero-posterior (como la de la imagen ra-
diográfica de la figura 1.2), se pueden distinguir tres bordes cardiacos. El borde
derecho está formado por la aurícula derecha que se encuentra prácticamente en
línea con las venas cava superior e inferior. El izquierdo por el ventrículo izquierdo
y la aurícula (orejuela) izquierda, y el inferior se confunde con el diafragma y está
formado principalmente por el ventrículo derecho con una pequeña contribución
del izquierdo cerca del ápex.
83
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
VCS
API
A
APD P
borde D borde I AD
VD
VI
VCI
Fig. 1.2 Imagen radiográfica que muestra la posición del corazón en la cavidad torácica
y la relación de las distintas cámaras y vasos con la silueta cardiaca (ver texto).
Abreviaturas: A = aorta; P = tronco de la arteria pulmonar; APD y API = ramas
derecha e izquierda de la arteria pulmonar; VCS y VCI = venas cava superior e
inferior.
1.3 El pericardio
84
Anatomía del corazón
Capa fibrosa
Pericardio visceral
Pericardio
parietal
miocardio
Cavidad pericárdica:
50 cm3 de fluido seroso
Presión:
-5 (insp) a +5 Hg (esp)
diagrama
Fig. 1.3 Representación esquemática del pericardio parietal y visceral (ver texto).
85
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
AP Pilares Ao
Trígono izquierdo
Ao
Trígono derecho
Área
TM
de continuidad
mitroaórtica CFC
SC
Anillo mitral
Anillo tricuspídeo
Fig. 1.4 Representación esquemática de la base del corazón tras resecar las aurículas.
En sombreado se representa el esqueleto fibroso del corazón formado por los
anillos mitral y tricúspide, el cuerpo fibroso central (CFC), el trígono izquierdo
y derecho, el anillo valvular aórtico (pilares aórticos) y el septo membranoso
(TM).
86
Anatomía del corazón
A B
MA
SC
Art.
SIA CFC
2,8
Grasa cm AD
AI 3 cm
MV SIV
3,3 cm
Izquierdo
87
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
A B
Orejuela
VCS
FO
SC TT
CT
TT
FO
VT
SC
VCI
VCI
Anillo tricuspídeo
Fig. 1.6 En A se muestra esquemáticamente la anatomía de una aurícula derecha a la que
se le ha extirpado la pared lateral. En B se muestra una vista superior del interior
de la aurícula derecha donde puede observarse, al fondo, la inserción de la válvu-
la tricúspide y los límites del triángulo de Koch (ver texto). Abreviaturas: FO =
fosa oval; SC = orificio del seno coronario cerrado parcialmente por la válvula de
Tebesio; TT = tendón de Todaro; VT = válvula tricúspide;VCS y VCI = vena ca-
va superior e inferior; CT = crista terminalis. Ver imagen en color en el anexo.
88
Anatomía del corazón
89
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
AO
Orejuela izquierda
PA
V. cava superior
Venas
pulmonares
Ventrículo
FO
izquierdo
VM
V. cava inferior
Fig. 1.7 Visión lateral de la aurícula izquierda abierta por su pared lateral (ver texto). Las
líneas discontinuas muestran las relaciones de la pared auricular con la aorta y
con la pared auricular derecha (verdadero septo interauricular). Abreviaturas: VM
= válvula mitral; FO = fosa oval; PA = arteria pulmonar; AO = arteria aorta.
90
Anatomía del corazón
Ao Vs. pulmonares
Ao AP
Orejuela AP
V. pulmonar
Infundíbulo
Orejuela
CSV
TSM V. Ao Orejuela
AD
Ms. SC
del cono
Ms. Papilares
Banda moderadora
V. tricúspide Ms. papilar anterior
Fig. 1.8 Visión lateral del ventrículo derecho (panel de la izquierda) y del ventrículo
izquierdo (panel de la derecha) abiertos por su pared lateral (ver texto). Abrevia-
turas: AD = aurícula derecha; AP = arteria pulmonar; Ao = aorta; CSV = cresta
supraventricular; TSM = tracto septo-marginal; SC = seno coronario.
91
R. García Civera, F. J. Chorro Gascó, V. López Merino
92
Anatomía del corazón
V. tricúspide V. mitral
Músculo
del cono
Valva
anterior
Valva M. papilar
Valva M. papilar anterior Valva posterior
septal posterior
inferior
M. papilar Valva
M. papilar anterior posterior anterior
93